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SUPERSTICIONES

SUPERSTICIONES Y CREENCIAS

Pregunta: 1. Astrología.
¿Qué dice la Iglesia y la moral sobre la consulta y la creencia en los
horóscopos? En general, ¿qué juicio merece la astrología?
 

La Iglesia ha hablado sobre este tema desde antiguo condenando la


creencia en la astrología, por ejemplo el Concilio de Toledo del año 400[5], o
el Concilio de Braga del 561[6]. El juicio del Magisterio de la Iglesia puede
resumirse en lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica: ‘Todas las formas
de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la
evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se
supone ‘desvelan’ el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la
quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de
visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder sobre el
tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de
granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el
honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente
a Dios'[7].
Todo género de adivinación, en definitiva, nace de la falta de fe en el Dios
verdadero; y es el castigo del abandono de la auténtica fe. Por eso, en uno
de sus cuentos escribía Chesterton: ‘La gente no vacila en tragarse cualquier
opinión no comprobada sobre cualquier cosa… Y esto lleva el nombre de
superstición… Es el primer paso con que se tropieza cuando no se cree en
Dios: se pierde el sentido común y se dejan de ver las cosas como son en
realidad. Cualquier cosa que opine el menos autorizado afirmando que se
trata de algo profundo, basta para que se propague indefinidamente como
una pesadilla. Un perro resulta entonces una predicción; un gato negro un
misterio, un cerdo una cábala, un insecto una insignia, resucitando con ello
el politeísmo del viejo Egipto y de la antigua India… y todo ello por temor a
tres palabras: SE HIZO HOMBRE‘.
En conclusión, si uno recurre a las prácticas astrológicas o consulta los
horóscopos, creyendo seriamente en ello, comete un pecado de
superstición propiamente dicho (pudiendo, incluso, llegar a la idolatría); si lo
hace sólo por curiosidad y diversión, no hace otra cosa que recurrir a un
pasatiempo fútil, que va poco a poco desgastando peligrosamente su fe
verdadera. Si lo hace para granjearse la ‘protección’ de los demonios,

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comete un pecado de idolatría diabólica, y tal vez tenga que decir alguna
vez con el poeta Goëthe: ‘No puedo librarme de los espíritus que invoqué’.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 2. Fenómenos paranormales.


¿Qué podemos decir de los fenómenos paranormales?
 
Respuesta:
Este tema suele encontrarse en los libros especializados bajo el término
‘metapsíquica’. Reproduzco aquí, por lo equilibrado, cuanto expone el viejo
pero útil ‘Diccionario de Teología Moral’ dirigido por el Cardenal Francisco
Roberti Roberti, (‘Diccionario de Teología Moral’, Editorial Litúrgica Española,
Barcelona 1960, voz ‘metapísquica’).
1. Noción
Se suele llamar con término bastante general metapsíquica al conjunto de
las investigaciones científicas acerca de los fenómenos de la mediumnidad,
telepatía, premonición y similares: fenómenos que están más allá de los
estudiados por la psicología normal. A este término prefieren muchos el de
investigación psíquica para evitar la suposición de que la voz metapsíquica
quiera significar ‘lo que está más allá de la psique’ y también por la
consideración de que nada de lo que el hombre de estudios experimenta
naturalmente y determina en materia psicológica puede considerarse
propiamente metapsíquico. Para indicar la investigación psíquica y sus
multiformes objetos hablan algunos también -aunque menos propiamente-
de ocultismo, entendido como el conjunto de estudios y de las
investigaciones para explicar cosas inexplicables con medios naturales;
mientras que este vocablo, al menos en su acepción principal, sirve para
indicar movimientos e ideas (emparentados con las teorías mágicas
medievales), nacidos a fines del siglo XVIII, y según los cuales numerosos
entes y fuerzas no experimentables en el plano normal y empírico de
sensibilidad y conciencia serían cognoscibles y dominables por medio de
prácticas diversas que implicarían profundas modificaciones psíquicas
individuales; de ese modo el ocultismo se acercaba prácticamente a la
magia.
2. Datos históricos
Muchos de los fenómenos que forman el objeto de la metapsíquica eran
conocidos desde la antigüedad, pero su estudio científico es relativamente
reciente, habiéndose iniciado a fines del s. XVIII por las investigaciones de

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Mesmer y de sus seguidores sobre el llamado magnetismo animal,
consistente primero en la cura de los neuropáticos, con la aplicación de la
calamita o piedra imán, después en la aplicación indirecta y colectiva del
agua magnetizada, siguiendo con el empleo del sonambulismo artificial de
donde se derivaron los modernos métodos hipnóticos y psicoanalíticos.
Otras manifestaciones, que no entran en los cuadros y en las concepciones
generales de la medicina y de la psicología clásica, formaron el objeto de
aquel vasto movimiento conocido bajo el nombre de espiritismo, cuyos
adeptos se inspiraron en parte en movitivos seudorreligiosos, y en parte en
una simple curiosidad mundana y snobista; pero una minoría de
investigadores emprendió el estudio de estas manifestaciones con
finalidades científicas ; y a esta actividad se le ha dado el nombre de
investigación psíquica y de metapsíquica. El profesor R. Hare (1856), el
naturalista Wallace y el físico Crookes (alrededor de 1870), A. Aksako (1880),
el fisiólogo Ch. Richet (a principios de este siglo) fueron los investigadores
más conocidos de los fenómenos metapsíquicos que actualmente se
estudian y discuten en diversos Institutos y Congresos nacionales e
internacionales).
3. Metodología
En muchos casos los fenómenos estudiados por la metapsíquica tienen
lugar en presencia de cierto número de personas, con el concurso de
individuos denominados médium.
‘Las experiencias mediúmnicas -explica Geley- realizan el tipo de las
experiencias psicofisiológicas colectivas, ya que los fenómenos son fruto de
una colaboración inconsciente del médium y de los experimentadores’. La
producción de estos fenómenos está condicionada además por
circunstancias particulares, como son el hábito y la existencia de una
corriente de simpatía entre el médium y los espectadores y el ambiente
poco o nada iluminado. Esto no quita que se deban poner por obra todos
los métodos que son indispensables para un serio control. En las
sociedades de metapsíquica las investigaciones se verifican
preferentemente en laboratorios que disponen de instrumental moderno
para la observación y control de las experiencias.
4. Fenómenos estudiados
Los fenómenos mediúmnicos se dividen en materiales, o físicos, y mentales.
Entre los primeros recordamos los conocidísimos veladores semoviente o
parlante, telecinesis (movimiento de objetos sin control aparente),
levitación de cuerpos sólidos y del mismo médium, la hectoplasmia
(desprendimiento del cuerpo del médium de una sustancia dinámica
especial denominada por Richet ‘hectoplasma’, fotografiable en ocasiones, y
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a la cual se atribuyen por algunos las actividades telecinéticas
mencionadas), las manifestaciones de carácter acústico (los llamados raps),
óptico (fosforescencias, globos luminosos, etc.), términos (corrientes frías),
químico y los aportes (consistentes en la introducción de objetos en un
lugar cerrado a travéz de sus paredes).
Los fenómenos mediúmnicos mentales más significativos son los de la
austoscopia (percepción por parte del sujeto de sus órganos internos),
transposición de sentidos (por la cual el sujeto parece ver con el estómago
o con las orejas, etc.), mutación de personalidad (personalidades alternante
y segregaciones de la personalidad, las llamadas encarnaciones, etc.),
clarividencia y telepatía, criptestesia pragmática (forma particular de
clarividencia, en que el sujeto, poniéndose en contacto con un objeto de
procedencia desconocida para él, da amplias descripciones acerca del
mismo objeto, personas o ambiente que estuvieron en relación con él, etc.),
xenoglosia (el médium habla o escribe en una lengua desconocida para él),
premonición.
5. Interpretaciones
Los fenómenos rápidamente señalados en el párrafo anterior han sido
objeto de diversísimas interpretaciones (Morselli en 1908 señalaba más de
35 grupos), las cuales se agrupan definitivamente en dos categorías:
a) la fenomenología metapsíquica depende de la acción de espíritus de
difuntos o de algún modo de la intervención de fuerzas extrahumanas
(hipótesis espíritu-ocultista);
b) tiene una explicación naturalista que la ciencia trata de formular,
basándose en investigaciones cada vez más objetivas, instrumentalmente
controladas (hipótesis de tendencia científica).
Este segundo grupo de investigaciones invocan -de vez en cuando, según
los científicos que las han excogitado y aun más según los fenómenos
paranormales a que se refieren- fuerzas físicas o físicoquímicas,
mecanismos hiperfísicos, que implican la existencia de una cuarta
dimensión espacial, la acción de un fluido particular, de una sustancia
hectoplásmica , de peculiares radiaciones cerebrales, manifestaciones
alucinatorias, disociativas o incluso del yo sublimal, etc. Sin embargo
-podemos repetir con el autorizado Servadio-, ‘ninguna teoría hasta ahora
es suficiente para satisfacer las exigencias del pensamiento científico’.
Las interpretaciones de la primera categoría apelan a la intervención de
espíritus desencarnados (así piensan los espiritistas), o (según los
modernos teósofos) de los despojos fluídicos de estos espíritus, que tienen
sólo una apariencia de personalidad, o también (según recientes ocultistas)

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se tratan ya de almas inmortales de fallecidos, sino de agrupaciones
residuales de características de éste o del otro difunto, destinadas a perecer
después de cierto período de existencia larval. Trátase también aquí de
simples hipótesis totalmente fantásticas y caprichosas.
6. El pensamiento católico en esta materia
Aunque la Iglesia no ha dado nunca una definición de los múltiples y
heterogéneos fenómenos paranormales estudiados por la metapsíquica,
mediante decretos del Santo Oficio (30 marzo 1898, 26 abril 1917) no ha
dejado de prohibir a los fieles toda práctica mágico-mediúmnico-espiritista.
Teóricamente los autores católicos propenden a una explicación naturalista
de la fenomenología metapsíquica o a una interpretación preternatural, o
más comúnmente a una explicación mixta, naturalista en parte y en parte
preternatural, reconociendo en las fuerzas extrahumanas más que la
intervención de almas de difuntos, totalmente dependientes de Dios, que
no puede hacerse o hacer a las mismas almas instrumento pasivo de
nuestras curiosidades, la intervención demoníaca.
Como quiera que se traten de explicar teóricamente los fenómenos, el
motivo de esta prohibición de la Iglesia es evidente, ya que tanto si se trata
de manifestaciones de orden preternatural, como si se trata de
manifestaciones dentro del ámbito de las leyes naturales o de simples
trucos, es gravísimo el daño que de aquí puede originarse al que toma
parte en las sesiones mediúmnicas y en otras empresas de orden mágico o
espiritista.
Si, en efecto, se quiere -no sin evidente dificultad- limitar toda la
fenomenología metapsíquica a juegos de magia blanca o a manifestaciones
de orden científiconaturalista, se ha de tener siempre presente que a
muchos de los que asisten a las sesiones se les pueden originar notables y
persistentes trastornos psiconeuróticos, ya que todo elemento de la misma
sesión -desde la puesta en escena ambiental a los fenómenos singulares
que en ella se verifican- por su fuerte carga emotiva es un factor notable
psicotraumatizante, origen de desequilibrios y perturbaciones
neuropsíquicas.
En cambio, si se admite que se trata de manifestaciones de orden
preternatural, dado que éstas no suceden tras de una oración a Dios, o por
efecto de otras prácticas piadosas, sino que son solicitadas por reuniones
de individuos -al menos en gran parte- indiferentes, sino precisamente
hostiles con respecto a la verdadera religión, es forzoso reconocer que se
está en presencia de manifestaciones diabólicas. Y este reconocimiento
será tanto más evidente cuanto que (como ocurre en ciertas obras de
magia) el demonio es explícitamente evocado. En estos casos a los daños
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de la salud corporal se añaden el pecado de superstición, adivinación o
idolatría, tratándose de acciones y congresos internacionalmente impíos y
sacrílegos. No peca, sin embargo, un científico que tenga motivo suficiente
para asistir con objeto de investigar sin tomar en ellas parte activa y sin dar
ocasión de escándalo.
Agregamos que el estudioso católico -sea abogado, juez o médico forense-
no puede proponer estos métodos, ni consentir en ellos para resolver
problemas judiciales: la razón es porque el auxilio de estos clarividentes
puede ser fatal a los fines de la justicia, y porque la naturaleza de los
fenómenos metapsíquicos es, como hemos dicho en el párrafo anterior,
hasta ahora totalmente incierta y discutida.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 3. Reiki.
A quien corresponda: Les escribo para solicitarles información acerca
de reiki. Esta práctica, ¿está permitida para los católicos apostólicos
romanos? ¿Es verdad que es una práctica de la New Age o Nueva Era?
Por favor, es importante que reciba esta información lo antes posible.
Desde ya, les agradezco.
Respuesta:
Por lo que entiendo, el Reiki es una pretendida técnica de ‘terapia
alternativa’. Según algunos de sus adeptos (puede usted encontrar esta
información navegando en Internet) ‘Reiki’ es una palabra japonesa que
quiere decir ‘Vida-Fuerza-Energía Universal’. La partícula Ki es la misma que
la palabra china ‘Chi’ o ‘Qi’ con la cual se designaría la energía que subyace a
todas las cosas. Es, pues, un sistema para canalizar terapéuticamente la
energía. El fundador o descubridor es Mikao Usui, en Japón, a fines del
1800.
Es, como muchas de las llamadas ‘terapias alternativas’ una mezcla de
control mental, curanderismo y falsa mística orientalizante. Leyendo
algunas páginas de Internet que hacen la presentación y propaganda de
esta técnica, se puede entender que parte de principios panteístas (todo es
energía, es decir, materia, fluido universal) e idealistas (uno de sus cultores
explica: ‘nosotros creamos nuestra propia realidad desde nuestro
pensamiento y por los pensamientos que compartimos entre nosotros cada
día’). También pretende hundir sus raíces en la antigua mística china y
reivindica parentesco o semejanza con el budismo.

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Supone que mediante la imposición de manos de un ‘curador’ hace pasar el
fluido de energía al enfermo. Esta energía es ‘inteligente en sí’ y sabe qué
hacer, dónde ir y qué curar. Con esta técnica se explicaría, según sus
adeptos, todo tipo de enfermedades (especialmente aquellas de las que
aún no se ha encontrado la causa) e incluso los milagros.
Se emparienta con la creencia de la New Age en las técnicas de ‘vibración’.
Han dicho: ‘Reiki es también una puerta que destella puro amor en el
universo. Es este amor el que nos permite trascender nuestras heridas y
nos ayuda a recordar nuestra naturaleza’. Se pueden percibir ciertos
aspectos gnósticos: un universo de pura energía, un dominio general del
pensamiento sobre la materia.
Aprovecha, en cierta manera, la fascinación por el misterio propia de todo
ser humano, deformada por el desencanto religioso que se vive en muchas
partes del mundo en nuestros días y por la falta de formación religiosa
seria. Ofrece una ‘mélange’ de conocimientos seudocientíficos, de aparente
‘mística oriental’; y en el fondo propone una vuelta al curanderismo
disfrazado de gurú y a la tentación de la magia.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 4. Programación Neuro Lingüística.


Tengo la curiosidad de saber bien o estar mejor informado de que es
realmente la Programación Neuro Lingüística. Quisiera información al
respecto.
 
Respuesta:
Estimado:
Un defensor y propagador de la neurolinguística habla de ella diciendo: ‘La
Programación Neuro Linguística (PNL) tiene sus orígenes en la década del
’70 en la Universidad de California, en Santa Cruz, EEUU, donde Richard
Bandler (matemático, psicólogo gestáltico y experto en informática) y John
Grinder (lingüista) estudiaron los patrones de conducta de los seres
humanos para desarrollar modelos y técnicas que pudieran explicar la
magia y la ilusión del comportamiento y la comunicación humana. El origen
de su investigación fue su curiosidad por entender cómo a través de la
comunicación y del lenguaje se producían cambios en el comportamiento
de las personas. La PNL es el estudio de la experiencia humana subjetiva,
cómo organizamos lo que percibimos y cómo revisamos y filtramos el
mundo exterior mediante nuestros sentidos. Además explora cómo
transmitimos nuestra representación del mundo a través del lenguaje. La

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PNL es una escuela de pensamiento pragmática que provee herramientas y
habilidades para el desarrollo de estados de excelencia en comunicación y
cambio. Promueve la flexibilidad del comportamiento, el pensamiento
estratégico y una comprensión de los procesos mentales. En momentos en
que la comunicación se ha ubicado en el centro de la preocupación global,
la PNL ocupó rápidamente un lugar estratégico entre las disciplinas que
permiten a los individuos optimizar los recursos. Originalmente concebida
para los procesos terapéuticos, los resultados que se sucedieron en forma
extraordinaria lograron que su utilización trascendiera esa frontera.
Médicos, psicólogos, educadores, profesionales de distintas áreas y
empresas de gran envergadura, aplican actualmente la PNL, tanto para el
desarrollo individual como para la optimización de cada grupo humano’.
Algunas observaciones importantes.
Con cierta razón a veces la PNL ha sido relacionada con la New Age. Esto se
debe a varias causas:
1) El término ‘programación’ y el modo en que algunos autores abordan el
tema dan la falsa idea de que se trata de una clave de felicidad, una especie
de solución de los problemas humanos. Sin embargo, desde este punto de
vista, hay un gran ausente: Dios. Asimismo no dice que en el fondo nuestra
sed de felicidad es sed de Dios.
2) En algunos autores hay una contaminación de cierto relativismo
filosófico, panteísmo, orientación antroprocéntrica, y otras ideas ambiguas.
3) Algunos autores hablan de una energía cósmica, una fuerza organizadora
del universo o algo semejante. Puede deberse también a una cuestión de
marketing, para ‘vender’ la PNL en ambientes propios de la New Age.
4) La dimensión espiritual humana es ignorada.
Es cierto que ha tenido, y puede tener, resultados positivos en
determinados casos de depresiones, fobias, traumas, complejos y otros
males psíquicos. Pero para muchos de estos problemas no apela sino a
ciertos elementos de la ascética religiosa, aunque despojados de la
dimensión religiosa (tienen ejercicios que se asemejan a algunos modos de
oración de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, como la ignaciana
‘aplicación de sentidos’). Parece, así vista, como una espiritualidad
desespiritualizada.
Por otra parte, lo que terapéuticamente puede producir algún beneficio
psicológico es la insistencia en actitudes positivas ante la vida o
reinterpretaciones sublimadas de determinadas situaciones vividas, o la
insistencia en el altruismo y heroísmo. Justamente, una buena práctica
religiosa garantiza eso y mucho más.

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Hay que tener en cuenta además que restringiendo todo su trabajo a un
horizonte puramente natural, o aspirando a una mera felicidad natural, no
puede alcanzar sino un éxito relativo e incluso transitorio. Sólo un sentido
auténtico de la vida (que lo da el sentido de Dios como Fin Último) puede
dar una explicación a la vida toda que abra la persona a la trascendencia.
Esto es un gran límite.
Junto a esto, no se puede negar que explica cómo la comunicación influye
en el proceso de aprendizaje; muestra cómo recibimos la información y
cómo el tratamiento que a ésta se da se refleja en nuestra actuar. Insiste en
valores verdaderos, como el ser realista, optimista, etc.
Es, pues, un arma de doble filo. Tiene elementos utilizables pero en un
trasfondo dudoso (y en algunos autores, incluso erróneo filosófica y
teológicamente, y por tanto incompatible con la fe). Por tanto, no cualquier
persona está en condiciones de filtrar los elementos utilizables;
probablemente quede pegada justamente en aquellos que pongan en tela
de juicio su fe, o lo conduzcan a una especie de psicologismo, es decir,
explicar todo por razones psicológicas.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 5. Sortilegios.
¿Qué son los sortilegios?
 
Respuesta:
El término viene de sortes legere, y es una forma de adivinación que se
puede realizar de diversas maneras.
En cuanto a su licitud o ilicitud hay que distinguir: si se trata de las sortes
divisoriae, por las cuales se establece, con el sortilegio, la conclusión de un
pleito, es lícito, porque viene a ser un contrato al cual se someten ambas
partes. Las sortes consultoriae por el contrario, por las cuales se indaga si
una cosa se debe hacer o no, son pecado de superstición, si se espera la
respuesta del demonio ; si se espera explícitamente de Dios la decisión,
entonces existe el pecado de la tentación de Dios, a no ser que haya una
inspiración divina, de lo cual existen ejemplos en la Sagrada Escritura. En
una causa suficientemente grave, por necesidad o utilidad, agotados todos
los demás medios, se puede recurrir a la suerte después de haber orado a
Dios y protestado contra toda intervención del demonio.
Las sortes divinatoriae, por las cuales se trata de conocer una cosa oculta
con medios inadecuados, son ordinariamente pecados graves de

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superstición, excepto en el caso de que haya inspiración de Dios o cuando
el motivo sea solamente el juego y la curiosidad. Si entra tentación de Dios,
entonces el pecado cambia de especie[1].
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 6. Ouija.
Soy un joven de 17 años y tengo un grupo de amigos que se reúne a
jugar al juego de la copa, o ‘Ouija’. Me han invitado, pero yo tengo
algo de temor por algunas cosas que he escuchado. ¿Me puede usted
ayudar? ¿Es malo el juego de la copa? ¿Por qué?
 
Respuesta:
Estimado:
Te respondo con este interesante artículo escrito por el P. Jordi Rivero (por
gentileza dewww.corazones.org)
El ‘juego’ de la ouija consiste en poner las manos sobre una pequeña
plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero, movida por
alguna fuerza misteriosa. El tablero está inscrito con números y las letras
del alfabeto. Los jugadores esperan respuesta a sus preguntas según las
letras sobre las que se mueva la plataforma. La ‘diversión’ está en la
curiosidad y el misterio de comunicarse con algún espíritu que revela
secretos y, cuanto más parezca ‘funcionar’, más la ouija (y el espíritu detrás
de ella) atrae y ata, hasta convertirse en una obsesión.
Un artículo que nos enviaron (no conocemos su autor pero representa bien
la posición de los medios seculares) dice:
Mucha gente se ve atraída por la posibilidad de contactar con un ser
querido ya muerto, otros sólo por curiosidad y otros para pasar el rato… La
verdad es que con el tiempo la ouija está variando el destino del
contactante en función de las nuevas creencias. Por ejemplo hay quien la
utiliza supuestamente para contactar con seres extraterrestres, seres de
otras dimensiones, ángeles, … En definitiva, parece que el juego del tablero
hoy en día nos ofrece numerosas posibilidades.
Orígenes
Ya Pitágoras (540 a.C.) usaba un artefacto parecido cuando se reunía en
‘círculos’ en los que ‘una tabla mística que se movía con ruedas’ hacia signos
que el filósofo y uno de sus estudiantes interpretaban a la audiencia como
revelaciones del mundo invisible. En la China, antes del nacimiento de

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Confusio, se usaba algo similar, lo que parecía ser una forma ‘no peligrosa’
de comunicarse con los espíritus de los muertos.
El mundo del ocultismo abrazó con entusiasmo a la ouija. En 1853, en
Francia, el ‘espiritualista’ M. Planchette, diseñó una ouija similar a la que hoy
día es popular. Elija J. Nond, en USA, le hizo variaciones; William Fuld le
compró los derechos y un año después la patentizó. Finalmente, en 1966,
‘Parker Brothers’ compró los derechos sobre el juego de la ouija y ha sido
desde entonces su fabricante. Sin embargo la ouija, en diferentes versiones,
se ha popularizado tanto que se puede obtener por infinidad de medios.
‘Parker Brothers’ y otros, para aumentar el mercado, han querido enterrar
la relación de la ouija con el ocultismo. A estos señores lo que les interesa
es popularizar el juego para hacer dinero. Prefieren decir que los jugadores
buscan su ‘yo’ subconsciente para obtener respuestas. Según esta versión,
la ouija trae a nuestra conciencia lo que está oculto en nuestro
subconsciente. Como una llave para acceder a nuestro conocimiento
interior.
Pero eso es pura ficción para cubrir una realidad más oscura. Cuando el
hombre se abre a buscar respuestas más allá de lo que se puede llegar por
el uso de la razón (estudio, lógica), entra en el campo de lo sobrenatural en
el que sólo hay dos caminos: Dios y el demonio.
El mismo artículo arriba mencionado delata la verdad sobre este nefasto
juego: ‘En definitiva (la ouija) es una manera más de intentar acercarnos al
mundo de lo oculto, en busca de información de aquello que por el
momento no podremos demostrar’.
Ahora existe una nueva versión de la ouija para el siglo XXI: un juego para
ordenadores (computadoras). Es más sofisticado que el tablero pero su
importe espiritual es el mismo.
Importe espiritual
Ciertamente nadie que conozca y ame a Dios busca su dirección por medio
de la ouija. Dios se da a conocer (se revela), no por medio de juegos, sino a
través de Su Hijo, Jesucristo. El nos lo enseña todo en la revelación que
confió a Su iglesia.Quien desea buscar la verdad va a las Sagradas Escrituras
y a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces, con el corazón abierto al Espíritu
Santo sabremos como aplicar las enseñanzas a la vida diaria.
Algunos empiezan a jugar ignorantes del mal que hacen. Pero
lamentablemente muchos juegan por pura soberbia, pues sabiendo que
ofenden a Dios continúan haciéndolo. Muchos me escriben, aún después
que les he explicado sobre estas cosas, no buscando salirse sino
preguntándome sobre el significado de los mensajes que aparecen cuando

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juegan. Si usted desea jugar con el demonio y descifrar sus mensajes, no
busque mi ayuda. Escribo solo para alertar a los que no saben lo que es la
ouija y ayudar a los que de verdad se quieran arrepentir.
No se puede justificar el uso de la ouija con el pretexto de
entretenerse y curiosear lo oculto. La verdad es que al jugar con la
ouija se abre la puerta al demonio cuyo objetivo es llevarnos el
infierno.
El Primer Mandamiento prohíbe apelar a otro espíritu fuera de Dios. El
rey Saúl recurrió a una mujer de Endor para conjurar el espíritu del
difunto profeta Samuel y fue castigado por Dios (1 Sam 28: 8-17). Se
trata del pecado de adivinación: querer ‘desvelar’ el porvenir
recurriendo a espíritus (que en realidad son demonios).
Pero, ¿no rezan los católicos a los santos? Esto es muy diferente. A los
santos no los invocamos jamás en forma de oráculo. Nos conformamos con
pedirles que recen por nosotros y que nos ayuden en nuestro peregrinar.
Les pedimos que nos ayuden a vivir lo que Dios nos manda, no a buscar
otro camino.
Un defensor de la ouija escribe: ‘…aunque tradicionalmente se considera a la
ouija un juego, los expertos de todo el mundo nos recomiendan que podemos
disfrutar de ella, pero sin perderle el respeto.‘Estos ‘expertos’ se contradicen.
Por un lado nos dicen que la ouija es solo un juego y rechazan toda
advertencia de peligro contra ella, pero al mismo tiempo nos dicen que le
tengamos ‘respeto’. Entonces, ¿Es un juego o es algo serio? Si estos
‘expertos’ le tuvieran respeto a Dios no quisieran ofenderle buscando en la
ouija lo que sólo Dios puede dar: la verdad. Es cuestión de fidelidad.
Alguno me acusa de que mi oposición a la ouija ‘coarta la mente de la
persona que le gusta indagar en lo oculto, priva a la mente humana de la
investigación responsable‘.Debo aclarar que no coarto a nadie. A quien
quiera jugar a la ouija solo le advierto en lo que se está metiendo. Queda
libre para decidir. En cuanto a la ‘investigación responsable’, nada tiene de
responsable tirarse de un décimo piso a ver que ocurre. Los peligros,
especialmente los peligros para el alma, se conocen a la luz de nuestra
alianza de fe con Dios. No hacemos lo que Dios prohíbe para ‘investigar’
¿Hacían ‘investigación responsable’ Adán y Eva cuando comieron del fruto
prohibido?.
La ouija nos atrae por la curiosidad y por la soberbia.
En un artículo favorable a la ouija leemos:

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(La ouija) nos conquista haciéndonos creer que somos seres fabulosos,
reencarnaciones de personajes famosos, … De modo que se hace casi
irresistible volver a conectar para recabar más información.
El mismo artículo descarta todo peligro justificando que podemos
mantener el control de la situación:
Así que mientras no te olvides que eres tú quien debe llevar la voz cantante
se supone que no pasará nada.
¿Se supone que no pasará nada? Es notable la semejanza entre esta
mentalidad moderna y la tentación de la serpiente en el paraíso:
Replicó la serpiente a la mujer: ‘De ninguna manera moriréis. Es que Dios
sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y
seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.’ -Génesis 3,4-5
El demonio, sigue ofreciéndonos los consejos que le dieron tan buen
resultado con nuestros primeros padres: ‘no morirán…serán como dioses’.
Entonces ridiculiza a quién vea el peligro detrás de sus ‘juegos’.
Los efectos no son automáticos.
Puede ser que se juegue con la ouija muchas veces sin constatar perjuicio
alguno. Puede que al principio parezca un juego inofensivo. El enemigo
sabe que a veces es mejor esperar a que sus presas se adentren mas
profundo en la trampa. Si tan solo logra distraer del camino recto ya ha
logrado su cometido.
¿Cómo puede funcionar la ouija?
Siendo mucho más inteligente que nosotros, el demonio tiene
conocimientos que nos parecen maravillosos pero que los utiliza para
atraparnos y engañarnos. Puede además imitar voces y apariencias de
personas que han muerto.
No debemos buscar conocer sino lo que Dios nos quiera revelar, ya sea por
medio del uso natural de la razón sometida a Dios o por su revelación.
Hay que advertir que, aunque se use la ouija por curiosidad, se está
abriendo camino para el demonio y no es de extrañar que la persona
quede espiritualmente afectada. Los resultados pueden ser, por ejemplo,
dificultades posteriores en la oración, fantasías, obsesiones y otras
opresiones mentales. Puede ocurrir que la persona se envicie con la ouija.
En ese caso la opresión del demonio sobre esa pobre alma se hace mayor.
Se entra en lo oculto hasta convertirse en una fascinación.
¿Qué hacer?
Cuide de que la ouija no entre en su hogar.

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No se deje influenciar por los que dicen que es sólo un juego inofensivo.
Una mente consagrada a Dios tiene en El su guía y no se abre al vacío para
buscar respuestas. Como sacerdote he conocido a muchas personas
oprimidas por ese ‘juego’.
Si alguna vez, aunque por juego, has usado la ouija, arrepiéntase y
confiéselocomo pecado contra el Primer Mandamiento.Renuncie a Satanás
y prométale a Dios jamás recurrir a la superstición ni a lo oculto. Solo Dios
es fuente de verdad. Si regresas al Señor con esta actitud NO TEMAS. Dios
es infinitamente poderoso y misericordioso. CONFÍA EN SU PERDÓN. Dios
ha venido a salvarnos. Todos somos pecadores. Si tan solo renunciamos al
pecado y entramos por el Camino de Su gracia el enemigo nada podrá por
mucho que amenace.
Señor, ‘no nos dejes caer en la tentación y líbranos del maligno’. Amén.

Pregunta: 7. Espiritismo I.
Buenos días lo molesto con el fin de evacuar una duda que tengo
hace ya varios años. Le comento en una oportunidad fui a un centro
espiritista en donde dijeron haber visto sobre mi cabeza una media
luna blanca y radiante, además que estaba vestido enteramente de
blanco, alegre y rodeado de autos blancos. Me gustaría saber si usted
puede interpretar este suceso y así por fin sacar esta duda que llevo
dentro. Desde ya le estoy muy agradecido.
 
Respuesta:
Estimado:
No me dedico a interpretar sueños ni visiones; es más estoy convencido de
que debe haber sido usted víctima de un engaño, como la mayoría de los
casos de los que asisten a sesiones espiritistas. El mayor problema en estos
casos, además de que se juega con la fe porque el espiritismo entra entre
los pecados contra la fe (pecado de superstición) uno puede terminar
‘creyendo’ que estas cosas son verdad… y vivir en un mundo irreal, a veces
con necesidad de un especialista en trastornos de la personalidad.
Le recomiendo tener presentes estas palabras del Catecismo de la Iglesia
Católica (n. 2117) ‘Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las
que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y
obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar
la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas
prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una

14
intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios.
Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con
frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia
advierte a los fieles que se guarden de él ‘.
En Cristo y María,
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 8. Espiritísmo II.


Otra inquietud que tengo  (y le pido que me oriente) es respecto a  las
personas que se hacen llamar Medium, que supuestamente se comunican
con las personas fallecidas. Yo tengo ganas de  ir a uno que me han
recomendado, pues hace un año murió mi abuelita, a quien extraño
mucho, y me gustaría  probar si puedo volver a verla o escucharla.  Mi
consulta  es: ¿dicen la verdad estas personas? Si voy a alguna de ellas
¿estoy en contra de la  Iglesia católica?
Respuesta:
Estimado:
Respecto de los mediums, la Iglesia reprueba el recurso a los mismos, pues
está ligado a la práctica del espiritismo, la cual representa la máxima
superstición de los tiempos actuales, que procura hacer adeptos
adivinando el porvenir y curando las enfermedades. Pretende descubrir lo
referente a otra vida, interrogando a los espíritus de los difuntos por medio
de un intermediario (medium) en trance. Es adivinación, es la pretensión de
querer conocer lo que Dios conoce pero al margen del mismo Dios, que fue
el pecado de Adán y Eva. Representa, por tanto, una culpa grave de idolatría
y superstición y una falta contra la verdadera virtud de la religión (cf. Dt
18,9-12; Lev 20,6; 27).
El espiritismo es la práctica de invocar a los espíritus, principalmente de los
muertos conocidos, con el fin principal de averiguar por medio de ellos
cosas ocultas.
Iniciado a medidados del siglo xix por las hermanas Fox en los Estados
Unidos de América, alcanzó rápidamente enorme difusión en todo el
mundo. En 1900 había en los Estados Unidos unos 10.000 mediums, 350
oradores propagandistas y 82 templos (pues el espiritismo evolucionó en
verdadera secta religiosa). Hoy en día está muy extendido, en particular por
medio de la New Age. Hay varias prácticas que se relacionan directamente
con el espíritismo y la mediumnidad; por ejemplo, lo que llaman
‘Channeling’ y que no es otra cosa que espíritismo simple y corriente;

15
tambien el llamado ‘Tablero Ouija’ o ‘Juego de la copa’, muy peligroso
espiritual y psicológicamente.
He aquí el juicio moral que debe merecernos el espiritismo, según el P.
Antonio Royo Marín:
1.° Algunos fenómenos sorprendentes producidos en las sesiones
espiritistas podrían explicarse por causas puramente naturales.
2º. La inmensa mayoría de ellos se deben al fraude más burdo y a la más
indigna superchería, como se ha comprobado millares de veces y han
confesado multitud de mediums, tales como una de las mismas hermanas
Fox, Slade, Coock, Rothe, Palladino, Home, Guzik, etc., etc.
3.° Algunos fenómenos, muy pocos, si fueran ciertos, habría que atribuirlos
a intervención expresa del demonio (por ejemplo, el conocimiento de cosas
que trascienden las fuerzas humanas, aprender instantáneamente una
lengua desconocida, etc.), ya que de ningún modo pueden atribuirse a Dios
o a los ángeles, puesto que no pueden prestar su colaboración a las
sesiones espiritistas, expresamente prohibidas por la Iglesia.
4.° La asistencia activa o pasiva a las sesiones espiritistas está gravemente
prohibida por la Iglesia. El Santo Oficio, con fecha 24 de abril de 1917,
contestó negativamente en todas sus partes a la siguiente pregunta: ‘Si es
lícito por el que llaman medium, o sin el medium, empleado o no el
hipnotismo, asistir a cualesquiera conversaciones o manifestaciones
espiritistas, siquiera a las que presentan apariencia de honestidad o de
piedad, ora interrogando a las almas o espíritus, ora oyendo sus
respuestas, ora sólo mirando, aun con protesta tácita o expresa de no
querer tener parte alguna con los espíritus malignos’ (D 2182). Se
comprende que sea así por la cooperación material a una cosa de suyo
ilícita, por el escándalo de los demás y por los graves peligros para la propia
fe y costumbres que presentan esas sesiones.
El R. P. Carlos María de Heredia, S. I., ha puesto de manifiesto el carácter
fraudulento del espiritismo en su interesante y sugestivo libro Los fraudes
espiritistas y los fenómenos metapsíquicos (Buenos Aires 1946).
Añadamos que, según reconocidos exorcistas, como el P. Gabriel Amorth,
exorcista de la diócesis de Roma, el espiritismo y el juego con las cosas
ocultas, es una de las principales causas de posesión diabólica o de otros
influjos demoníacos.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 9. Reiki II.

16
¿Es el Reiki compatible con la fe cristiana?
Respuesta:
Ante esta pregunta, frecuentemente dirigida a nuestra página, transcribo
una entrevista de Zenit al sacerdote y experto Miguel Pastorino (19 de abril
de 2009).
MONTEVIDEO, domingo, 19 abril 2009 (ZENIT.org).- Recientemente los
obispos norteamericanos publicaron un documento sobre la
incompatibilidad de la fe cristiana con la práctica del Reiki. Para profundizar
en este tema, ZENIT ha entrevistado al sacerdote Miguel Pastorino, quien
participó de la Consulta Internacional sobre New Age realizada en la Santa
Sede en 2004, dedicada especialmente a las nuevas terapias promovidas
por este movimiento.
El padre Miguel Pastorino es miembro fundador de la Red Iberoamericana
de Estudio de las Sectas (RIES) y actualmente es Director del Departamento
de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Montevideo (Uruguay).
–¿Qué es propiamente el Reiki? 
–Miguel Pastorino: No es simplemente una terapia, sino una cosmovisión
religiosa, con ritos iniciáticos y una espiritualidad panteísta que se
amalgama con elementos cristianos, y con no pocos principios esotéricos y
gnósticos, según las diversas escuelas o sistemas.
El Reiki es definido como ‘camino espiritual’ o’ sistema de crecimiento
espiritual’ por varios de sus maestros. Como un ‘método natural de
curación por medio de la energía universal, cósmica. ‘Rei Ki’ es un término
de origen japonés que se refiere a la ‘energía vital (ki) universal (rei)’ que
fluye a través de una persona que ha sido sintonizada en Reiki.
‘Rei’ describe el ser universal, impersonal, omnisciente, que otorga vida,
como los rayos del sol a los seres vivos. ‘Ki’ es lo que emana del ‘rei’, es la
energía o fuerza vital que pasa a través de todo lo que vive. Usualmente
traducen ‘ReiKi’ como: ‘Energía Universal guiada espiritualmente.
El Reiki afirma que las enfermedades son siempre ocasionadas por un
‘desequilibrio’ en la ‘energía vital’. Por ello hay que encontrar ‘la armonía’, ‘el
equilibrio’ de la energía existente en los diferentes centros energéticos del
cuerpo (chakras), mediante la imposición de manos. Muchos de sus
practicantes prometen un gran alivio al que lo recibe, en el plano físico y
espiritual, una gran relajación y una plena sensación de paz interior… una
nueva vida.
Los centros de Reiki otorgan cursos de hasta tres y cuatro niveles: En el
primer nivel se abren los cuatro chakras  inferiores, que funcionan como

17
canales receptivos de energía (otros autores hablan de ‘aprender a
sintonizar la energía’ y no hablan de apertura de chakras), mediante unas
ceremonias establecidas y se aprende a usar las manos para la curación; en
el segundo grado se dan otros pasos iniciáticos y se dan a conocer los
símbolos que caracterizan la terapia Reiki, se pueden hacer curaciones a
distancia (3º símbolo). En el tercer nivel se alcanza la maduración y se llega
a la maestría, aunque actualmente hay para ello un cuarto nivel.

Pregunta: 10. Reiki III.


Padre necesitaría información sobre el Reiki: si es una religión, o solo
una técnica y por qué es incompatible con nuestra religión. Muchas
gracias. Espero su respuesta
Respuesta:
El reiki es una técnica de origen japonés para reducir el stress, relajarse e
incrementar el propio grado de bienestar físico y moral. Aunque el reiki no
se presenta como un sustituto o una alternativa con respecto de la
medicina tradicional, a menudo es encuadrado entre los ‘terapias
complementarias’ que circundan la medicina.
El nombre reiki también es usado para designar el movimiento en sentido
amplio (ya que no existe una organización unitaria) de los que practican
esta técnica y comparten un cierto número de principios que la sustentan.
La técnica se basa en la idea de que una energía (ki) universal (rei) corre
dentro de todos los seres vivientes. El flujo de esta energía puede ser
mejorado o corregido, en caso de desviaciones por simples gestos de una
persona iniciada en el reiki, la cual apoya las manos sobre otra persona (o
sobre él mismo), o bien sencillamente dirige las manos en dirección del
otro, sin tocarlo.
La difusión del reiki en Occidente se inicia en los Estados Unidos en 1938, y
ha tenido un notable éxito. Se calcula que hoy en el mundo más de un
millón de personas se someten regularmente a sesiones de reiki. Junto con
el éxito, también han surgido polémicas. Las diversas escuelas, centros,
asociaciones de reiki no siempre se llevan bien entre ellas. Algunos grupos
son acusados por otros de pedir precios exorbitantes o al menos excesivos.
En el mundo cristiano a menudo se pregunta con preocupación si el reiki es
sencillamente una técnica, o si no será, en cambio, una religión (que, en
cuánto se basa en nociones orientales o panteísticas, sería incompatible
con la fe cristiana).
Uno de los elementos que puede ayudar a afrontar estos problemas sin
pensar, naturalmente, de poderlos resolver en esta sede de modo sumario
18
es el estudio de los orígenes del reiki, hasta hoy ampliamente envueltos en
el mito y en la leyenda.
El reiki fue llevado a Occidente por la señora Hawayo Takata (1900-1980),
una hawaiana de orígenes japoneses, que lo descubrió durante un viaje a
Japón entre 1935 y 1937. De retorno a Hawaii en 1937, Takata invitó a su
maestro japonés de reiki, Chujiro Hayashi, a reunirse con ella, y juntos
abrieron el primer centro occidental en 1938. Takata, a lo largo de más de
cuarenta años de carrera en Occidente, ha contado muchas veces la
historia del reiki [1]. Sin embargo quizás para adaptarlo a los gustos
occidentales la historia del reiki ha sido referida tomándose algunas
libertades respecto de los hechos históricos. A estas conclusiones llegan
dos autores favorables al reiki incluso maestros de reiki ellos mismos:
William Lee Rand, en la nueva edición revisada y ampliada (1998) de su
manual de 1991 ‘Reiki. The Healing Touch’ [2] y Frank Arjava Petter en ‘Reiki
Fire’ (1997) [3]. Ambos han hecho sus investigaciones en Japón.
Según Takata cuya historia ha sido retomada acríticamente en casi todas las
publicaciones sobre el reiki que circulan en Occidente el fundador del
movimiento, Mikao Usui (1865-1926), habría estudiado a la universidad de
Chicago y se habría convertido en presidente de la universidad Doshisha de
Kyoto. Se afirma a veces que también habría sido ordenado pastor en una
Iglesia protestante, y no falta quién afirme que habría sido sacerdote
católico. Su sucesor habría sido Chujiro Hayashi, el maestro de la señora
Takata.
Según William Lee Rand y Frank Arjava Petter, ninguna de estas
informaciones es verdadera. Mikao Usui nunca tuvo nada que ver con la
universidad de Chicago ni con la universidad Doshisha, y jamás ha sido
cristiano. Usui nace en una pequeña aldea, Yago (en la prefectura de Gifu),
el 15 de agosto de 1865 [4]. De niño frecuenta una escuela budista tendai.
No está claro si consiguió ulteriores títulos, aunque sus primeros
seguidores afirman que estudió medicina y teología (budista), además del
arte de predecir el futuro de los adivinos japoneses. Educación formal o no,
después de viajes de los que se sabe muy poco por Europa (aunque tal vez
no por América) y por China, se convierte en un ejecutivo de éxito y forma
parte de un grupo esotérico interesado en los fenómenos parapsicológicos
y en el mundo de los espíritus, el Rei Jyutu Ka. En 1914 es víctima de un
desastre económico. A raíz de esto se vuelca a la religión y se anota en un
curso de meditación de veintiún días cerca del templo del Monte Kurama,
sagrado para la escuela budista tendai. Meditando bajo una catarata una
práctica común en Japón tiene una repentina iluminación, y se siente lleno
de energía divina. De 1914 a 1922 utiliza este descubrimiento suyo
reuniendo un pequeño grupo de seguidores en Kyoto. En 1922 se traslada a

19
Tokio donde funda la Usui Shiki Reiki Ryoho (‘[Sociedad para la difusión del]
Sistema Usui de Curación Reiki’). También abre una clínica e comienza a
formar maestros de reiki, que inicia en tres grados llamados shoden (primer
grado), okuden (enseñanza interior) y shinpiden (enseñanza mistérica),
según algunos aunque este punto es controvertido seguidos por otros tres
grados más secretos. En el curso de la enseñanza también se revela a los
seguidores cuatro símbolos. La asistencia a las víctimas del terremoto de
Tokio, en 1923, hace crecer la fama de Mikao Usui, quien abre una clínica
más grande en 1925. Enseña sus técnicas a unos dos mil estudiantes, pero
inicia solamente a dieciséis enseñantes (o maestros). El exceso de trabajo le
provoca un infarto, del que muere el 9 de marzo de 1926. Su tumba y una
estela conmemorativa se encuentran cerca del templo a budista de Saihoji
en el barrio de Suginami, en Tokio (aunque hay quien sustenta que sus
cenizas fueron llevadas a otro lugar). Después de su muerte se convierte en
presidente de la Usui Shiki Reiki Ryoho (hoy llamada Usui Kai) un cierto J.
Ushida, a quien se suceden Iichi Taketomi, Yoshiharu Watanabe, Tojoihyi
Wanami y la señora Kimiko Koyama. Chujiro Hayashi fue uno de los
dieciséis maestros iniciados por Usui, pero nunca fue presidente de la
sociedad.
Hayashi es, sin embargo. importante, como se ha señalado, por la difusión
del reiki en Occidente en cuanto maestro de Hawayo Takata (que nunca
conoció a Usui). Takata inició su obra en los Estados Unidos sin contactos
de tipo administrativo con la asociación japonesa. Introdujo diferentes
variantes y prácticas en particular, un mayor secreto de la enseñanza y la
solicitud de altas sumas de dinero para la iniciación como maestro e inició a
veintidós maestros antes de su muerte, ocurrida en el 1980. Cada uno de
estos maestros inició a otros, y lo mismo hicieron sus alumnos. Hoy los
maestros de reiki que reivindican el poder de iniciar a otros maestros son
en Occidente más de 200.000, y su número sigue creciendo. Muchos
maestros forman parte de asociaciones más grandes, o al menos de redes
internacionales: por ejemplo la revista Reiki News, publicada en Michigan
por The Internacional Center for Reiki Training, tiene una tirada de 75.000
ejemplares. Pero existen indudablemente miles, y probablemente decenas
de miles, de diferentes escuelas de reiki, cada una de las cuales tiene
características propias y a menudo combina las técnicas y las ideas de
Mikao Usui con elementos de otra procedencia (de origen budista, o de la
New Age, de formas esotéricas de todo tipo y a veces también del
cristianismo). Las cuestiones de sucesión ‘apostólica’ y de linaje parecen
menos importantes en Japón, donde la explosión del reiki en Occidente es
mirada con cierto escepticismo. Sin embargo, es verdad que en Japón la
sociedad fundada por Mikao Usui no ha tenido un desarrollo comparable
con la gran expansión del reiki en Occidente.

20
Una vez que la historia del reiki ha sido liberada de sus incrustaciones
mitológicas, el especialista en movimientos religiosos nota fácilmente las
semejanzas con las numerosas nuevas religiones del Japón. La relación con
un templo budista, la experiencia de fundación durante un retiro ascético
sobre una montaña, los tres grados de iniciación, se encuentran en
numerosas nuevas religiones japonesas, en el interior de las cuales un
grupo o familia entera se caracterizan por la idea de que a través la
imposición de las manos es posible transmitir o despertar una energía
divina.
De Mikao Usui se sabe bastante poco, pero no hay duda de que él enseñó
la naturaleza divina del ki, la importancia del canto sagrado, de la oración y
del agradecimiento a Dios. Uno de los principales símbolos ocultos del reiki
en la versión originaria de Mikao Usui corresponde al símbolo de la
Divinidad Suprema venerado en el templo a budista del Monte Kurama [5].
¿Se debe concluir sobre la base de este paralelo que el reiki es una religión?
La cuestión no es tan simple. El hecho que casi todas las escuelas nieguen
vigorosamente que el reiki sea una religión no sería, de por sí, decisivo.
Numerosas nuevas religiones japonesas, en particular algunas en las que se
da importancia a la imposición de manos, como Sûkyô Mahikari, niegan
igualmente ser religiones y prefieren presentarse como ‘organizaciones
supra-religiosas’ abiertas a personas de toda fe. Su carácter de nuevas
religiones es sin embargo evidente para los especialistas. Pero, en un caso
como el de Sûkyô Mahikari, los especialistas hacen notar precisamente que
no se limita a la imposición de manos sino que también ofrece un completo
mensaje de salvación y una teología de la historia que quiere explicar los
orígenes del cosmos y de la humanidad. En el reiki al menos en la mayoría
de las escuelas no hay ni un mensaje de salvación ni una teología de la
historia. El reiki no es una simple técnica, porque implica la referencia
esencial a una energía que tiene características divinas, y el mensaje del
fundador es incomprensible si se lo separa del contexto religioso originario.
Sin embargo, tampoco es una religión o un movimiento religioso en el
sentido más corriente del término, porque no provee ni se propone proveer
respuestas articuladas sobre los orígenes y sobre la suerte del hombre.
Además, trasladado del Japón al occidente, el reiki como otras corrientes ha
sido sometido a un rápido proceso de secularización, que ha llevado incluso
a una lectura revisionista (y mitológica) de sus orígenes y de su historia.
Quizás la definición que William Lee Rand usa para la comunidad de los
iniciados, un ‘sagrado orden metafisico’ [6], ayude a entender la naturaleza
de un fenómeno al cual podría aplicarse con provecho la categoría, acuñada
por especialistas estadounidenses, de ‘casi-religión’.
Por Massimo Introvigne

21
Tomado de www.cesnur.org/testi/reiki.htm

Pregunta: 11. Meditación trascendental.


Estimado Padre Fuentes: Le agradezco mucho sus respuestas que
comparto con mi esposa. He leído en una pagina norteamericana
(ABCNews.com) que trae noticias e información diversa, que hay
estudios efectuados que demuestran que la meditación produce
beneficios orgánicos y psíquicos diversos. Incluso, parece que en
algunos hospitales de ese país se está comenzando a dar clases de
meditación concentrando la atención en la respiración, por los efectos
positivos que produce. Entonces ¿es pecado meditar? Yo creo, salvo
su mejor opinión, Padre, que si uno no comparte teorías o doctrinas
orientales, puede hacerse como una defensa antistress. Saludos y
gracias una vez más.
 
Respuesta:
Estimado:
Le contesto brevemente tomando algunos datos del libro del P. Esteban
Tavares Bettencourt, benedictino, ‘Crenças, religioes, igrejas e seitas: quem
sao?'(Ed. O Mesageiro de Santo Antonio, Sao Paulo 1995, 79-82).
El fundador de la llamada ‘meditación trascendental’ fue Maharishi Mahesk
Yogi, quien practicó esta técnica de meditación como ermitaño en el
Himalaya y luego se dedicó a difundirla.
El término ‘trascendental’ pretende indicar que apunta a sobrepasar las
cosas sensibles para alcanzar el centro del ser. Consiste en una técnica
mental que lleva a la persona, primeramente, a colocarse en estado de
relajación interior; y en ese estado intenta olvidar todas las realidades
sensibles y vaciar la mente de todas las imágenes materiales que
habitualmente lo distraen. Así se crea un estado de ‘percepción vacía’ que
acarrea la cesación de emociones, sentimientos y afectos. Así (pretenden) la
persona alcanza la realidad más íntima de su propio ser. En los sucesivos
niveles de profundidad de la mente, el individuo se hace cada vez más
consciente de su naturaleza divina (!). Este estado final es denominado
‘percepción pura’.
Hay personas que se dicen beneficiadas por la meditación trascendental
cuando están todavía en los estados iniciales de sus ejercicios. Pero con el
tiempo los efectos de la técnica son nefastos. Se han detectado

22
consecuencias físicas de decaimiento, propensión a manifestaciones
esquizofrénicas, con frecuentes accesos de cólera e impulsos
incontrolables. Los problemas aparecen especialmente en muchos
instructores y más rápidamente en quien más se entrega a la práctica.
Por otra parte resta el problema de la filosofía subyacente. Aunque muchos
cultores afirmen que nada tiene que ver con la religión o filosofía, sin
embargo, está ligada a la filosofía religiosa de los maestros hindúes que es
el panteísmo. Su fundador afirma claramente un panteísmo al que apunta
este ejercicio. También profesa la reencarnación.
Demás está decir que nada tiene que ver con la meditación cristiana
propuesta por todos los grandes autores espirituales y que puede ver en el
Catecismo nn. 2705-2708.
Puede ver Usted en nuestra sección ‘El Teólogo responde’
(www.iveargentina.org) nuestro artículo sobre el ‘Yoga’ y las citas que allí se
encuentran sobre el documento ‘Carta sobre algunos aspectos de la
meditación cristiana’, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que trata
de este tema.

El siguiente artículo es gentileza de la página  www.corazones.org


Un método basado en la repetición de un ‘mantra’ por unos 15 a 20
minutos, 2 veces al día. Dicha mantra pretende ser estrictamente personal,
un sonido que corresponde a la ‘vibración profunda’ de cada ser y que no
debe ser revelado a terceras personas. Pero en realidad cada mantra es el
nombre cifrado de una deidad hindú. Hay una deidad específica que se le
da a meditar al adepto según su edad. Además se puede ir ampliando al
cabo de unos meses mediante sucesivos pagos, hasta formar frases de
adoración religiosa.
MT dice lograr que las hondas cerebrales sean coherentes pero no existe
ninguna base para creer en esta jerga pseudo científica.
En 1977 la MT perdió un pleito en EE.UU.. en el que se estableció su
naturaleza religiosa y que no se trata de una verdadera ‘ciencia’ como sus
proponentes intentan hacer creer.
En Alemania, el 6 de agosto de 1980, la MT pierde una querella contra el
gobierno federal y este queda autorizado para afirmar que ‘la MT es una
secta que puede conducir a daños psíquicos y destrucción de la
personalidad’. Maharishi entonces huye a la India.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

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EL CONFLICTO BASICO ENTRE EL MAHARISHI Y EL CRISTIANISMO
Pastoral de su Eminencia Jaime Cardinal Sin, Arzobispo de Manila,
sobre ciertos aspectos doctrinales del Maharishi, 1984.
Metodología del Campo Unido, considerada luego de efectuar consultas
con expertos en teología.
La doctrina y enseñanza del Maharishi expone información relacionada con
(1) Dios, (2) el hombre, (3) la manera de llegar a Dios, (4) el dolor y el
sufrimiento y (5) el pecado que se manifiesta en abierta contradicción con la
doctrina cristiana.
1. El ‘Dios’ del Maharishi es impersonal, en lugar del Dios manifestado en la
revelación cristiana en donde Dios es un Dios personal que ama a cada
persona humana de una manera íntima.
Al negar al Creador como ser Supremo y enseñar que ‘Todo es Uno’, el
Maharishi suprime la distinción entre el Creador y la criatura. Esto conduce
directamente al, o es una forma equivalente del panteísmo.
Se ha descubierto que los ‘mantras’ presentados a los seguidores del
Maharishi son invocaciones, en la mayoría de los casos, a todas las
deidades veneradas por los hindúes, negando así en un sentido real la
unidad de Dios y fomentando el politeísmo.
2. El hombre es considerado capaz de lograr una perfección ilimitada, de
ser totalmente liberado de todo dolor y sufrimiento a través de la práctica
de la Meditación Trascendental (MT) realizada de la manera propuesta por
el Maharishi. Asimismo, a través de la MT, el hombre puede encontrar la
solución a todos los problemas que oscilan desde el control de los
elementos hasta el logro de la indestructibilidad e inmortalidad.
Dos deficiencias, entre otras, se presentan claramente en esta doctrina: (a)
la misma no acepta la inmortalidad del alma, ni la vida después de la
muerte, como parte de la naturaleza del alma; (b) ignora completamente la
existencia del pecado original, un dogma cristiano, y las consecuencias de
las realidades de la vida.
3. Maharishi plantea la manera de llegar a Dios a través de la MT y la
manifiesta como una manera interpretada por el mismo, sus libros, y sus
seguidores. Además, la MT se presenta como la manera exclusiva de llegar
a Dios.
Nuevamente, dos deficiencias se esconden detrás de estas afirmaciones: (a)
el abuso del término MT que ha sido apropiado por ellos como si su

24
método fuera ‘la’ MT por excelencia, la única auténtica (existe el misticismo
cristiano, incluso los autores hablan del misticismo hindú y budista, y
ciertamente, existe además el afamado método de meditación za-zen); y (b)
la manera de llegar a Dios en la enseñanza actual para todos es el camino
de la Cruz mientras somos peregrinos, como lo predicara explícitamente
Cristo mismo, y fuera aceptado en la doctrina y en la vida cristiana. El
heroísmo del sufrimiento cristiano fiel, manifestado con el mayor coraje y
dignidad parece encontrarse ausente en la manera de llegar a Dios del
Maharishi.
4. El rechazo del valor redentivo del sufrimiento y de la existencia de Cristo
como el Redentor se encuentra implícito en el método del Maharishi con
respecto al problema del dolor y el sufrimiento. En realidad, el Maharishi en
su libro, Meditaciones del Maharishi Mahesh Yogi (Nueva York, Editorial
Bantam, 1968, p.23), escribe explícitamente: ‘No creo que Cristo haya
sufrido alguna vez o que Cristo pudiera sufrir.’ (Los seguidores del
Maharishi han repetido esta afirmación en varios lugares.)
5. El pecado. El Maharishi trata de ignorar la existencia del pecado. A este
respecto, el Maharishi sigue la doctrina védica que considera al pecado una
cuestión corporal y que no tiene nada que ver con el espíritu o el alma del
hombre. El concepto global del ‘pecado’, si se lo acepta implícitamente, es
considerado como algo externo y legalista. El sentido real de la libertad y la
responsabilidad se encuentra ausente, y los ‘efectos’ del pecado son objeto
de rituales, mantras, y MT. No existe una conversión interior, sino un uso
bastante manipulador de la MT para lograr las liberaciones.
En la base de este concepto y de este método se encuentra el concepto de
Dios, del hombre, de la manera de llegar a Dios, del dolor y el sufrimiento
descriptos anteriormente. A partir de este punto de vista, uno no puede ser
un cristiano y un seguidor del Maharishi.
6. La MT puede ser considerada como doctrina (contenido) o técnica
(método). Desde el punto de vista del contenido, el mismo no es aceptable
para un católico, o para un cristiano en general. Desde el punto de vista de
una técnica, de la manera en que el grupo del Maharishi la presenta, la MT
no es aceptable debido a sus relaciones intrínsecas con la doctrina
(observar información sobre los ‘mantras’ y el punto 1 y 2).
Esta clase de MT debe ser distinguida de las diversas formas de oración
adecuadas a las actitudes religiosas orientales, algunas de las cuales
podrían ser aceptables, e incluso beneficiosas, si fueran escudriñadas y
utilizadas apropiadamente. La MT, no obstante, como la propone el
Maharishi y como resultado final observado por la doctrina y los seguidores
del Maharishi, es, por no decir otra cosa, bastante peligrosa. La misma llega

25
a ser un escape y no un remedio. Su resultado inevitable, dentro del
contexto de la doctrina del Maharishi, es la desensibilización de la
conciencia tratando de liberar no la culpa y el desorden real sino solamente
sus síntomas y su desasosiego concomitante.
Traducido del inglés por Teresa Galiano.

Pregunta: 12. Gimnasia Yoga.


Necesito saber qué grado de peligrosidad tiene para un cristiano la
práctica de la gimnasia Yoga. ¿En qué puede comprometerme como
creyente cristiano?, ya que esta práctica se ofrece libremente en
Parroquias, escuelas, etc. y además están recomendadas por
sacerdotes católicos.(P/ej. Padre Antony de Melo y Padre Ignacio
Larrañaga), que promueven ejercicios del Yoga para entrar en oración
con Dios. ¿Que me pueden aconsejar? Los saludo en Cristo Jesús.
 
Respuesta:
1. El Yoga
En el pensamiento tradicional hindú el yoga es un conjunto de técnicas de
ascésis y métodos de meditación para lograr la unión con la divinidad o con
lo divino; puede describirse también como un conjunto de técnicas y
ejercicios de ascetismo y de dominio de sí, que comprende desde ejercicios
y métodos físicos, gimnásticos, corporales, respiratorios, etc., más o menos
naturales, hasta complicadas prácticas y procedimientos de concentración
mental o meditación, posturas, etc.; todo esto mezclado con ideas
filosófico-religiosas propias del hinduismo, con la pretensión de llegar a una
mística o unión con lo divino. Hay varias formas de yoga: la clásica
(expuesto por Patañjali), la budista, la jaina. En su aspecto técnico necesita
una iniciación, pues no puede aprenderse en solitario, sino que hay que
tener un maestro, un guru[1].
‘Las técnicas del yoga consisten en suprimir los estados de conciencia,
calmar las vibraciones mentales y reemplazarlas por una experiencia
intuitiva, extra-racional'[2].
Para eso, el yogui tiene que pasar por ocho etapas que señalo porque son
importantes para hacer un juicio moral[3]:
1. El freno de sí mismo (yama), que implica disciplina de las emociones y de
las pasiones, un vivir sencillo, laborioso, honesto, morigerado, etc.

26
2. El freno de la mente (niyama), obtenido por medio de un régimen
oportuno de lavados internos, buscando la purificación física (sin esto no
podría soportar los difíciles ejercicios de los estadios siguientes).
3. Las posturas y actitudes (âsana y mudrâ) que son muy numerosas
(algunas conocidas como la ‘del loto’, en la cual se suele figurar el Buda; la
‘del árbol’, en la que se sostiene con un solo pie, teniendo el otro apoyado
con la planta sobre el interior del muslo; la ‘del sostenerse sobre la cabeza’;
etc.). Muchos creen equivocadamente que todo el yoga se reduce a esto, es
decir, hacen de él un método gimnástico.
4. Los ejercicios de respiración (prânâyâma) con sus tres etapas (inspiración,
respiración y parada del soplo durante un tiempo determinado.
5. El abstraer los sentidos del mundo exterior (pratyâhâra).
6. La concentración de la mente (dhâranâ) que posibilitan mantener la
mente fija sobre un determinado asunto, sin posibilidad de distracción.
7. Control de la voluntad (dhyâna). Es un estadio de total alejamiento de
toda sensación, de calma interior sin pensamiento alguno.
8. El éxtasis (samâdhi) o aislamiento del verdadero Yo de los ilusorios velos
de las apariencias (mâyâ). Apunta al conocimiento del verdadero Yo
mediante la extinción de la individualidad a través de una extraordinaria
concentración del pensamiento.
Suele decirse que estas etapas van acompañadas por poderes
extraordinarios y por conocimientos sobrehumanos que corresponderían al
contacto del yogui con la ‘Verdad’; o al menos se pueden manifestar
poderes telepáticos o fenómenos similares.
2. Problemas médicos
Como se ve por lo dicho más arriba el Yoga mezcla principios de orden
filosófico y religioso con elementos físicos (posturas, métodos de relajación,
de concentración, etc.). ¿Es posible separar la metodología de autodominio
corporal de sus principios filosóficos? En cierta medida es innegable.
Suponiendo que una persona sólo usa del yoga como ejercicio físico y de
meditación, ¿puede esto perjudicarlo? Según escribía Carlo Rizzo (quien
fuera docente en la cátedra de Enfermedades Nerviosas y Mentales, en la
Universidad de Roma en la década del sesenta) para realizar
adecuadamente el método físico que el yoga enseña en sus primeros
estadios es necesario ser joven y además estar exento de enfermedades
cardio-respiratorias o pleuro-pulmonares, de lo contrario algunos ejercicios
no podrán ser realizados con la necesaria intensidad y perseverancia,
resultando dañosos para el organismo del aprendiz. Pero sobre todo hacía

27
importantes reservas desde el punto de vista psiquiátrico respecto de los
últimos estadios yógicos, por cuanto tales experimentos de autodominio
podrían favorecer -en individuos jóvenes, inmaduros o constitucionalmente
provistos de un sistema nervioso poco sólido- la aparición de
manifestaciones psicopatológicas (del tipo histérico o psicasténico)[4].
En cuanto a aquellos que se limitan a usar del yoga lo que prescribe para la
tercera o cuarta etapa, sólo hay que decir que se trata de un
comportamiento superficial que no puede ser considerado propiamente
yoga.
3. Problemas filosóficos y teológicos
Hay que señalar algunos recelos totalmente justificados que impone el uso
del yoga por parte de un cristiano.
A) Ante todo, ‘en las ideas y técnicas del yoga en sus varias escuelas y
formas, junto a elementos naturales (afirmaciones o prácticas que pueden
ser útiles para el domino de sí o para la oración), se encuentran elementos
que difícilmente se pueden considerar válidos, ni aun naturalmente (por
ejemplo, la tendencia al panteísmo, la disolución de la persona y de la
actividad personal como meta ideal de la ‘mística’, confusas y equívocas
explicaciones sobre la naturaleza humana y sus relaciones con el resto de la
realidad, infravaloración de aspectos de este mundo, etc.)'[5].
Es cierto que pueden separarse los ejercicios físicos y psíquicos del yoga de
las ideas de fondo del pensamiento yoga. Pero esto no es siempre fácil de
hacer, y especialmente hay que tener en cuenta que la mayoría de los
autores que divulgan las prácticas yogicas participan también de las ideas
orientalistas que están debajo.
B) Si no es inmoral, al menos es indudablemente muy peligroso el que
recurre a la técnica yoga en orden a adquirir (creyendo que lo conseguirá
de este modo) algún poder mental como la telepatía o alguno de los
fenómenos relacionados. Esto es jugar con fuego y exponerse a despertar
alguna tendencia histérica o paranoica.
C) ¿Qué decir de uso de las técnicas yogicas como auxiliares de la oración
cristiana? Me parece que el posible uso erróneo de estas técnicas (como de
cualquier otra inspirada en las modas orientalizantes) queda
suficientemente advertidas en la Carta de la Sagrada Congregación para la
Doctrina de la Fe, sobre ‘algunos aspectos de la meditación cristiana’. Este
documento responde al valor que pueden tener para los cristianos formas
de meditación o métodos orientales. En una nota aclara que ‘Con la
expresión ‘métodos orientales’ se entienden métodos inspirados en el
Hinduismo y el Budismo, como el ‘Zen’, la ‘meditación trascendental’ o el

28
‘Yoga’. Se trata, pues, de métodos de meditación del Extremo Oriente no
cristianos que, no pocas veces hoy en día, son utilizados también por
algunos cristianos en su meditación. Las orientaciones de principio y de
método contenidas en el presente documento, desean ser un punto de
referencia no sólo para este problema, sino también, más en general, para
las diversas formas de oración practicadas en las realidades eclesiales,
particularmente en las Asociaciones, Movimientos y Grupos'[6].
Al tratar sobre los modos erróneos de hacer oración dice[7]: ‘Ya en los
primeros siglos se insinuaron en la Iglesia modos erróneos de hacer
oración, de los cuales se encuentran trazas en algunos textos del Nuevo
Testamento (cfr. 1 Jn 4, 3; 1 Tm 1, 3-7 y 4, 3-4). Poco después, aparecen dos
desviaciones fundamentales de las que se ocuparon los Padres de la Iglesia:
la pseudognosis y el mesalianismo. De esa primitiva experiencia cristiana y
de la actitud de los Padres se puede aprender mucho para afrontar la
problemática contemporánea.
Contra la desviación de la pseudognosis[8], los Padres afirman que la
materia ha sido creada por Dios y, como tal, no es mala. Además sostienen
que la gracia, cuyo principio es siempre el Espíritu Santo, no es un bien
propio del alma, sino que debe implorarse a Dios como don. Por esto, la
iluminación o conocimiento superior del Espíritu -‘gnosis’- no hace superflua
la fe cristiana. Por último, para los Padres, el signo auténtico de un
conocimiento superior, fruto de la oración, es siempre el amor cristiano.
Si la perfección de la oración cristiana no puede valorarse por la sublimidad
del conocimiento gnóstico, tampoco puede serlo en relación con la
experiencia de lo divino, como propone el mesalianismo. Los falsos
carismáticos del siglo IV identificaban la gracia del Espíritu Santo con la
experiencia psicológica de su presencia en el alma. Contra éstos los Padres
insistieron en que la unión del alma orante con Dios tiene lugar en el
misterio; en particular, por medio de los sacramentos de la Iglesia. Esta
unión puede realizarse también a través de experiencias de aflicción e
incluso de desolación. Contrariamente a la opinión de los mesalianos, éstas
no son necesariamente un signo de que el Espíritu ha abandonado el alma.
Como siempre han reconocido los maestros espirituales, pueden ser en
cambio una participación auténtica del estado de abandono de Nuestro
Señor en la Cruz, el cual permanece siempre como Modelo y Mediador de la
oración.
Ambas formas de error continúan siendo una tentación para el hombre
pecador. le instigan a tratar de suprimir la distancia que separa la criatura
del Creador, como algo que no debería existir; a considerar el camino de
Cristo sobre la tierra -por el que El nos quiere conducir al Padre- como una

29
realidad superada; a degradar al nivel de la psicología natural -como
‘conocimiento superior’ o ‘experiencia’- lo que debe ser considerado como
pura gracia.
Distintas formas erróneas, que resurgen esporádicamente a lo largo de la
historia al margen de la oración de la Iglesia, parecen hoy impresionar
nuevamente a muchos cristianos, que se entregan a ellas como remedio
-psicológico o espiritual- y como rápido procedimiento para encontrar a
Dios[9].
Pero estas formas erróneas, donde quiera que surjan, pueden ser
diagnosticadas de modo muy sencillo. La meditación cristiana busca captar,
en las obras salvíficas de Dios, en Cristo -Verbo Encarnado- y en el don de
su Espíritu, la profundidad divina, que allí se revela siempre a través de la
dimensión humano-terrena. Por el contrario, en aquellos métodos de
meditación, incluso cuando se parte de palabras y hechos de Jesús, se
busca prescindir lo más posible de lo que es terreno, sensible y
conceptualmente limitado, para subir o sumergirse en la esfera de lo divino,
que, en cuanto tal, no es ni terrestre, si sensible, ni conceptualizable[10].
Esta tendencia, presente ya en la tardía religiosidad griega -sobre todo en el
‘neoplatonismo’-, se vuelve a encontrar en la base de la inspiración religiosa
de muchos pueblos, enseguida que reconocen el carácter precario de sus
representaciones de lo divino y de sus tentativas de acercarse a él.
Con la actual difusión de los métodos orientales de meditación en el mundo
cristiano y en las comunidades eclesiales, nos encontramos de frente a una
aguda renovación del intento, no exento de riesgos y errores, de fundir la
meditación cristiana con la no cristiana. las propuestas en este sentido son
numerosas y más o menos radicales: algunas utilizan métodos orientales
con el único fin de conseguir la preparación psicofísica para una
contemplación realmente cristiana; otras van más allá y buscan originar,
con diversas técnicas, experiencias espirituales análogas a las que se
mencionan en los escritos de ciertos místicos católicos[11]; otras incluso no
temen colocar aquel absoluto sin imágenes y conceptos, propio de la teoría
budista[12], en el mismo plano de la majestad de Dios, revelada en Cristo,
que se eleva por encima de la realidad finita. Para el fin, se sirven de una
‘teología negativa’ que supera cualquier afirmación que tenga algún
contenido sobre Dios, negando que las cosas del mundo puedan ser una
señal que remita a la infinitud de Dios. Por esto, proponen abandonar no
sólo la meditación de las obras salvíficas que el Dios de la Antigua y Nueva
Alianza ha realizado en la historia, sino también la misma idea de Dios, Uno
y Trino, que es Amor, en favor de una inmersión ‘en el abismo
indeterminado de la divinidad'[13].

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Estas propuestas u otras análogas de armonización entre meditación
cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente cribadas con un
cuidadoso discernimiento de contenidos y de método, para evitar la caída
en un pernicioso sincretismo’.
De hecho algunos autores han quedado fascinados por la moda oriental y
pretendiendo usar sólo la metodología oriental han terminado asimilando
también sus principios filosóficos erróneos. Ejemplo suficiente es el jesuita
Anthony de Mello, cuya obra ha sido objeto de una ‘Notificación de la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe’, fechada el 24 de junio de
1998. Este autor, dice el referido documento ‘sustituye la revelación
acontecida en Cristo con una intuición de Dios sin forma ni imágenes, hasta
llegar a hablar de Dios como de un vacío puro’. La Congregación para la
doctrina de la fe señaló que estas ‘posiciones… son incompatibles con la fe
católica y pueden causar grave daño’.

¿Qué decir a quien se considera capaz de abstraer los mecanismos físicos


de relajación y concentración de todo el conjunto de elementos equívocos
filosóficos, religiosos y morales que están detrás del yoga auténtico, en
orden a usarlos solamente como auxiliares de su método de estudio o de
oración? Hay que decirle que la moral no puede poner más objeciones
particulares que las arriba indicadas; a estas objeciones la prudencia añade
la experiencia que demuestra que, en la práctica, los que son capaces de no
quedar atrapados en el pensamiento pseudo orientalista son los menos de
los que se aventuran en él.
P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 13. ¿Es pecado someterse a una sesiòn de


biomagnetismo?
Respuesta:
Estimada Jimena:
En este tipo de cuestiones se especializa la página Infories: http://info-
ries.blogspot.com.ar. Le transcribo debajo dos artículos aparecidos allí.

1. Biomagnetismo o magnetoterapia, el regreso de un viejo fraude


(Infories, 181, año 2010)

FUENTE: Nueva Era vs. Buena Nueva

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Reproducimos a continuación un reciente artículo publicado en el blog
Nueva Era vs. Buena Nueva, administrado por el experto mexicano Jaime
Duarte Mtz., y que a su vez es un extracto de su obra Nueva Era vs. Buena
Nueva, en las pp. 271-272 y 355-356. El autor ha sido investigador, analista y
asesor socio-político en diversas instituciones públicas (Cámara de
Diputados Edomex., Senado de la República) y organizaciones privadas
(COPARMEX, Consejo Coordinador Empresarial, Centro de Estudios Políticos
y Sociales). Es licenciado en Relaciones Internacionales (ENEP-UNAM).
Maestro en Ingeniería en Imagen Pública por el Colegio de Consultores en
Imagen Pública (CCIP). Profesor de Opinión Pública (CCIP), Consultor en
Imagen Pública de SIGNUMS y hoy Presidente de la Asociación Mexicana de
Consultores en Imagen Pública (AMCIP). Miembro del Regnum Christi,
predicador católico y Misionero de la Sangre del Cordero, es también
miembro del Consejo de Analistas Católicos de México (CACM).
También llamado magnetismo en el mundo de la medicina alternativa, es,
explican, “el tratamiento de enfermedades mediante el uso de campos
magnéticos. Estos campos magnéticos pueden ser producidos por imanes
permanentes o electroimanes, los cuales pueden tener un campo
magnético variable. El término magnetos e imanes se usa de forma
indistinta”. La técnica consiste en pasar imanes por todo el cuerpo, por uno
de los miembros, o bien, colocarlos temporalmente a modo de
muñequeras, rodilleras, cinturones o cintas para la cabeza.
Su origen data del siglo XVIII cuando el médico alemán Franz Anton Mesmer
empezó a difundir su doctrina del “magnetismo animal”. Creía que existía
una energía general y común a todos los seres vivos. Según él, “el hombre
está unido al universo mediante un flujo que actúa como lo hace el
magnetismo entre dos masas metálicas. Las enfermedades serían resultado
de una mala repartición o del debilitamiento de dicho fluido.
De la misma manera que puede imantarse un cuerpo metálico frotándolo
con un imán, Mesmer pensó que era posible ‘energetizar’ al individuo
sumergiéndolo en un baño energético universal. Al principio recurrió a
imanes que pasaba sobre el cuerpo del paciente para su ‘reenergetización’,
efectuando así pases doblemente mágicos. Pero se dio cuenta de que los
imanes no desempeñaban más que un papel ilusorio”. Luego, “magnetizó”
el agua de un estanque y, después, lo sustituyó por una cubeta. La Facultad
de Medicina investigó la técnica y la prohibió. Posteriormente, el electricista
Kirlian (1950) y el profesor Rocard (1960), continuaron por separado con esa
tesis de Mesmer; este último admitió –como buen científico– que no era
posible sacar una conclusión definitiva sobre el uso de los imanes en
medicina.

32
Según la definición de Littré, “es un procedimiento mediante el cual se
puede llegar a provocar en el cuerpo humano una serie de manifestaciones
equiparables a las que tiene un imán”. El magnetismo es base esencial de
varias terapias alternativas, inspiradas igualmente en la noción de la
“energía” del hinduismo. Entre éstas: magnoterapia, masoterapia,
biomagnetismo, terapia pránica, digitopuntura, etc.
Fue Friederich (Franz) Anton Mesmer (1733-1815), médico alemán, el
creador de la teoría ocultista del “magnetismo animal” (pronunciada dos
siglos atrás por Paracelso). “Sostuvo que en todo cuerpo viviente existe un
‘fluido magnético’ en el cual circula una fuerza especial animando al mundo
orgánico como al inorgánico”; se trataba de un “campo de energía
magnética invisible que rodea a la persona”. Creía que las personas dotadas
de un poderoso espíritu vital (“magnetismo animal”) podían ayudar a los
necesitados utilizando la imposición de manos a fin de que las ondas
emanaran de sus dedos. Asimismo, “trató de relacionar la astrología con la
medicina y practicó el hipnotismo como medida terapéutica. Parece
documentado que mantenía con cierta regularidad reuniones espiritistas”.
Su tesis es similar a la de Reich, sobre la “energía orgón”.
Pero los análisis científicos de sus tesis realizados por la Academia francesa
de Medicina resultaron muy negativos, forzándolo a retirarse de la vida
pública (incluso fue desterrado del país). Formó discípulos en Francia que
fundaron la Sociedad de la Armonía Universal en 1872.
El 4 de agosto de 1956, la Sagrada Congregación del Santo Oficio (hoy
Doctrina de la Fe), dirigió una carta a todos los obispos sobre la licitud o
ilicitud del magnetismo. En ésta, les encargaba la vigilancia acerca de los
abusos en las prácticas del mismo y de las supersticiones mezcladas
frecuentemente con ellas, muchas de las cuales, especialmente la
pretendida evocación de los espíritus, son las mismas en las que incurren
los espiritistas.
Por tanto, descarte la pretendida curación con imanes y manos de
chamanes o terapeutas; no funciona, y si ocurriese, ¡cuidado!, porque no
viene de Dios sino del Maligno que simula efectuar milagros fugaces para
extender su obra. Ahora bien, Dios Uno y Trino, en su infinita bondad y
misericordia, puede usarnos como instrumentos para sanaciones de
enfermos mediante la “imposición de manos”, pero es algo que debe
hacerse poniendo a Cristo primero, con fe en su bondad y poder, y estar
apoyado con oraciones de intercesión. Pidamos que siempre sea Él quien
cure y se haga su santísima Voluntad en el enfermo (“Señor, si quieres,
puedes curarme”; Marcos 1, 40-45). Nosotros, por sí, no tenemos ese poder

33
para hacerlo, ni mucho menos las piedras (litoterapia, gemoterapia) e
imanes, ¡recuérdelo!

1. Médicos alertan del riesgo de usar terapias como el biomagnetismo


(Infories, n. 436; año 2016)

FUENTE: La Vanguardia
Miembros de la Unidad Celiaca del Hospital Universitario Arnau de Vilanova
de Lleida han alertado el pasado 13 de junio de que en los últimos meses
han detectado un aumento del número de pacientes con la enfermedad
celiaca que han experimentado un empeoramiento clínico. Según los
médicos, estaría relacionado con la utilización de terapias alternativas,
como podría ser el biomagnetismo, que es una terapia con imanes. El boca
oreja habría hecho circular el rumor falso que con este tratamiento un
celiaco se puede curar y quienes lo prueban vuelven a comer con gluten.
Por eso, se insiste que el único que puede combatir la enfermedad es una
dieta sin gluten.
Según leemos en La Vanguardia, los médicos de Arnau de Vilanova
empezaron a detectar casos de personas con la enfermedad celiaca que
estaban teniendo problemas raíz de esta terapia alternativa a partir de
mediados de febrero, cuando ya hacía tres o cuatro meses que la gente
preguntaba sobre ésta. La pediatra y gastroenteróloga de la Unidad de
Celiaquía, Neus Pociello, ha explicado que el “boca oreja” ha extendido
erróneamente que este tratamiento con imanes, conocido como
biomagnetismo, permitiría a los enfermos volver a comer alimentos con
gluten.
Según Pociello, la terapia en si no provoca ningún mal al organismo, pero sí
que es nocivo el hecho de volver a comer con gluten. En este sentido, ha
alertado que quien se hace el tratamiento no siempre se empieza a
encontrar mal después de volver a ingerir gluten, sino que los efectos se
pueden empezar a notar transcurrido un tiempo.
Los médicos han puesto al corriente de esta situación tanto a la
Administración, como la dirección del centro hospitalario, para que adopten
las medidas que crean oportunas para frenar esta mala praxis. De
momento, tienen controlados unos diez casos de pacientes menores de 12
años, del área de pediatría, pero también hay varios de adultos, uno de los
que requirió, incluso, ingreso hospitalario. Todos los casos han sido
relacionados con el Arnau de Vilanova y se desconoce si la práctica está
extendida en toda Cataluña. Se desconoce quién lleva a cabo esta terapia y
si hay un centro específico que se dedica, pero desde la unidad han
remarcado sobre todo que se los consulte antes de tomar ninguna decisión,

34
ya que el único tratamiento comprobado y con evidencia científica para la
enfermedad celiaca es la dieta sin gluten. Los síntomas de la enfermedad
celíaca son muy variados, desde digestivos, como diarrea, estreñimiento,
vómitos, distensión abdominal y pérdida de peso, hasta anemia,
irritabilidad, cansancio u osteoporosis.
Con mi bendición.
En Cristo y María
P. Miguel A. Fuentes, IVE.

Pregunta: 14. Cuaderno de Mandalas.


Querido Padre:  A mi hijo de 5 años le han mandado comprar en la
escuela un “cuaderno de Mandalas”, que según dice la propaganda que
puede ver, lo ayuda a combatir la fatiga y el aburrimiento y a fomentar la
creatividad. Cuando le pregunté a la maestra, ésta me dijo que estimula
la parte creativa, intuitiva y mágica del cerebro. Yo he escuchado cosas
raras de estos “mandalas” que creo que provienen del Oriente no
cristiano. ¿Me puede dar una orientación? (Mabel).
Respuesta:
Estimada Mabel:
Con mucho gusto. Realmente este tema se toma con mucha ligereza
cuando debería preocuparnos mucho. Le transcribo a continuación, el
artículo publicado por Vicente Jara, miembro de la Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES). Tomo el artículo del Boletín Info-RIES nº 429 (el
artículo fue publicado en Aleteia) con el título “Los mandalas y su
significado: ¿son inocuos?”
Los mandalas son figuras netamente del hinduismo y del budismo. Tienen
un sentido espiritual ligado a estas tradiciones religiosas y por esta razón
no hay que usarlas fuera de su contexto propio, siendo muy arriesgado su
uso por otros creyentes, con la posibilidad de caer en el sincretismo o en el
relativismo religioso. Así, no tiene sentido usarlas en el cristianismo, más
cuando Jesucristo ha superado el sentido que encierran estas figuras.
¿Qué es un mandala?
Los mandalas son representaciones figurativas espirituales. Pertenecen
especialmente a la tradición hinduista y budista. No son representaciones
abstractas o simbólicas neutras, sino que tienen un fondo espiritual.
Representan la totalidad de la realidad. Un mandala es un fragmento del

35
microcosmos que quiere abarcar y mostrar la totalidad del macrocosmos,
la realidad entera. Es una muestra del orden del universo, del orden
cósmico.
Si bien su fuente es la tradición hinduista, también desde ahí pasó al
budismo. Hay variaciones entre ambas religiones en cuanto a la
configuración del mandala, siendo muy figurativos en ciertas ramas del
budismo, como el tibetano.
Los mandalas son dibujos. Para trazarlos, en primer lugar se dibujan las
formas lineales, de manera concéntrica, y luego hay que colorearlos o
llenarlos de color. Estos dibujos o figuras tienen formas muy propias,
presentando una fuerte simetría arriba-abajo y derecha-izquierda,
generalmente de forma circular, círculo tras círculo, también desde esta
forma la cuadrangular, con inscripción de ambos polígonos, si bien estas
figuras han llevado a inscribir más formas geométricas y mezclas entre
muchas diversas, complejizando la estructura base inicial.
Los mandalas también se particionan o subdividen y llevan a expresar
aspectos figurativos y espirituales en diferentes lugares del mismo, a veces
animales, figuras de Buda o dioses del hinduismo. El mandala no obstante
mantiene siempre una coherencia geométrica que de manera desde dentro
hacia afuera perpetúa el orden simétrico a pesar de los entrelazamientos
de líneas y figuras. En definitiva, un mandala encierra en sí mismo el total
de Todo. Es una representación del Mundo como totalidad.
Ciertamente que en multitud de culturas tenemos figuras con formas
abarcantes, ya circulares (eso mismo significa “mandala”, círculo), o
cuadrangulares, incluso dentro del cristianismo, con la famosa mandorla
del Dios Padre, que es Creador de la realidad entera, si bien no podemos
caer en la sincrética similitud entre todas las culturas y religiones.
Es claro que las figuras básicas de la geometría son conocidas en muchas
culturas y se les ha dado un sentido diverso; y es normal que cualquier
cultura mire al cielo y vea el círculo en el Sol o la Luna, para muchas
culturas paganas representación de dioses, y de ahí que el círculo, o el
cuadrado, como estructura básica, o el triángulo, los encontremos en todo
tipo de templos o religiosidades y culturas, pero el sentido depende de la
religiosidad o espiritualidad propia, de ahí que no podemos amalgamar o
confundir las figuraciones, más cuando muchas de ellas presentan
elementos de una corriente espiritual concreta.
Y los mandalas son religiosamente círculos, es decir, la rueda de las
reencarnaciones que no para de girar, y es la vida y muerte sin fin de las
reencarnaciones. Es la base del hinduismo y del budismo, y en sus
elementos que ahora seguiremos profundizando, es netamente oriental.
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No es por lo tanto cristiano, no lo es. Cuidado con caer en sincretismos y
mezclas relativistas.
¿Cómo se hace un mandala?
Vamos a explicarlo en su sentido profundo, un sentido espiritual hinduista y
budista, para que nos quede claro qué hay en ellos y en su ejecución. El
hacer mandalas y el colorearlos, ya en el suelo o en otro soporte como
papel u otros, es disponer al candidato o discípulo que lo genera al
sufrimiento de lo que supone tal tarea: aprender a ver el sufrimiento en la
propia vida, clave del budismo, y también del hinduismo.
El creador del mandala usa colores, pinturas, o bien se sirve de piedrecitas
o arenilla coloreada que coloca en el entrelazado de líneas, granitos
pequeños de arena de colores, a veces usando hilos o pétalos de diferentes
tonos y colores, y sufrirá realizando el mandala, que irá creciendo desde
dentro hacia afuera. El poco iniciado en su ejecución no logrará el objetivo
tan fácil como imaginaba y tendrá que someterse al pesado logro de
alcanzar la meta. Un mandala complicado en sus líneas, subdivisiones de
subdivisiones, colores diversos, simetrías y detalles lleva mucho tiempo. El
discípulo aprende a ser paciente, a concentrarse, a ser pasivo ante el
sufrimiento.
Su realización llevará a aprender por parte del seguidor hinduista o budista
la pesada tarea de la vida, la conformación del universo como realidad
ordenada, circular, de reencarnaciones y de muerte y vida continua, de
fallar y empezar, más cuando en ocasiones el mandala se hace en una zona
donde puede soplar el viento y debe empezar una y otra vez por el
principio, al quedar todo desordenado y volarse el material de relleno o
llover sobre la pintura, borrarse, o volarse la arenilla de colores en algunas
zonas llegando incluso a estropear otras zonas del mandala con su arrastre.
El mandala lleva a sufrir y a aprender a sufrir. Es muy difícil acabarlo. Es la
vida y el sufrimiento de la vida, el sufrimiento que intenta vencer el
hinduista con la ascesis y la dureza de ánimo y concentración, o que el
budista intenta aplacar no sintiendo, acallando sus sentidos, no
padeciendo.
Si el mandala se consigue acabar no deberá enseñarse a nadie, no deberá
publicitarse, alardear de él y mucho menos guardar recuerdo de él, al
menos en las tradiciones más puristas; no deberá el discípulo budista
mostrar regocijo, no deberá sentir, que es lo que debe acallar, sino que
deberá en ese instante y tras por un instante en el que lo mirará, para
acercarse al Todo, destruirlo.

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Un simple manotazo valdrá, quizás con el pie, o soplando, con un golpe
seco, como signo de la continua muerte y vida según la espiritualidad
budista, y también hinduista. Y con ello, no sufrir porque nadie lo haya
contemplado y nadie pueda alabarle por haberlo logrado. Acallar el sentir,
dominar las pasiones. Eso es el mandala, y eso es la religiosidad base de
Oriente en el hinduismo y el budismo. La ascesis de no tener malos
pensamientos que producen karma y te ligan a reencarnarte sin fin. La gran
ascesis hinduista de la muerte una y otra vez. Vivir la vida y la muerte de
manera ascética y contemplativa.
Esto es Oriente. Esto es el mandala. No podemos traer elementos
orientales al cristianismo como si tal cosa. No. Cuidado. En Oriente y sus
religiones cada gesto, cada ritual, cada elemento, está impregnado de
religiosidad. Eso en parte define a Oriente y su espiritualidad. Lo divino lo
invade todo y nada hay neutro, des-religiosizado. Por eso en Occidente hay
que tener cuidado, y especialmente cuidado los católicos, los cristianos, con
tomar y coger cosas de Oriente. Y lo mismo pasa con el yoga, con prácticas
de meditación orientales, tan de moda en las culturas cristianas.
Los mandalas enseñan al ejercitante a ordenar el propio caos interior de la
persona que lo confecciona. Enseñan a ver el mundo: el mandala se
destruye, el mundo se destruye, pero se vuelve a construir. Por eso en
Oriente no existe el sentido de progreso que tenemos en la cultura
cristiana, de avance, lineal, hacia Cristo y la Plenitud en Él de toda la
Creación. Oriente ve la muerte como una fase normal y que dará lugar a
nuevos renacimientos. Y de ahí morir de nuevo. Oriente gira y gira sin
avance. No sale de su rueda de muerte y vida. Solo queda la ascesis para
aguantar (hinduismo) o el no sentir para no sufrir (budismo).
Los mandalas son distintos entre sí, no se pretende copiar uno de otro. El
mandala expresa así la diversidad del cosmos y la imposibilidad de
contemplarse igual por dos mentes distintas. Cada persona ve un mandala
o crea un mandala diferente, y en otro momento, uno mismo genera un
mandala distinto, porque la realidad es cambiante y no se puede agarrar.
Todo pasa, nada queda. Es el aforismo de la impermanencia. El ser no
existe, es la nada. Nada merece la pena. El todo es la nada y la nada es el
todo.
Hay una película de Martin Scorsese, Kundun, del año 1997, sobre el exilio
del Dalai Lama por la invasión comunista de Tíbet. En ella se expresa muy
bien lo que es un mandala.
Los mandalas dentro de los colegios
Un aspecto que hay que mencionar es que los mandalas están entrando en
los colegios de los países de cultura cristiana, también en los colegios
38
religiosos, sin saberlo los directores, los educadores, las congregaciones
religiosas que los regentan, también los centros diocesanos, o de los
diferentes carismas católicos que tienen colegios.
¿Cómo ha ocurrido esto? En el ámbito escolar ha entrado con cierta fuerza
la venta de cuadernos para pintar los niños. Vendrían a sustituir a los
anteriores cuadernos de figuras que había que pintar, a veces un pájaro
colorido del Amazonas, un niño sobre un caballo, o un jardín y una niña
dando unos trocitos de pan a unos patitos o unos pollitos. Son los
cuadernos de pintar con los colores adecuados las figuras. Los cuadernos
de pintar de toda la vida. O al menos los de hace unas generaciones. Hoy en
las librerías y papelerías lo que se venden son figuras de mandalas,
cuadernos de mandalas, para que los niños pinten y rellenen con colores
cada sección y subdivisión.
Se venden como cuadernos creativos, relajantes, como un objeto para
contemplar pintándolo, que sin embargo, como hemos dicho, encierran un
fondo espiritual budista o hinduista, oriental. O incluso con tintes de Nueva
Era y sincretista: que si terapias de colores, que si sanación espiritual, que si
arquetipos, que si elementos medio mágicos de pseudo-curación con
energías de los colores y las formas geométricas de la Nueva Era,…
¿Qué podemos decir desde el cristianismo?
Recordemos que los mandalas están impregnados de orientalismo. Y
aunque entren sin referencias directas a estas religiones, como simples
dibujos, el hecho de que los niños se acostumbren a ellos sin saberlo y sin
la concesión y permiso de sus padres es una puerta para que en el futuro
esos niños ya adultos al ver mandalas budistas e hinduistas y conozcan sus
significados tomen conciencia de que eso es lo que en su infancia sin
saberlo pintaron.
Es importante por ello conocer qué entra en centros cristianos. Y qué hacen
los niños. Hay que respetar la fe de cada religión, y no caer en amalgamas.
No sería sino una muy buena idea en los colegios religiosos cristianos
volver a los cuadernos de antes, o bien a pintar postales navideñas o
escenas católicas o bíblicas. Y que en centros budistas u orientales pinten
mandalas. Por simple coherencia religiosa y educativa.
Por otro lado hay que decir que los mandalas no son malos en tanto figuras
y colores, no alejan de Dios, sino que forman parte de la religión hinduista o
budista, religiones que intentan llegar a Dios, desde sus medios y creencias.
Explicitemos este aspecto citando el Vaticano II en su Declaración Nostra
Aetate sobre las religiones no cristianas, como reflexión desde el
cristianismo de estas espiritualidades de Oriente:

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“En el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan
mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes
esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra
condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de
profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y
confianza. En el Budismo, según sus varias formas, se reconoce la
insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el
que los hombres, con espíritu devoto y confiado pueden adquirir el estado
de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos
apoyados con el auxilio superior. […] La Iglesia católica no rechaza nada de
lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero
respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por
más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas
veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los
hombres. Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a
Cristo”.

Pregunta: 15. La Santería.


¿Qué es la Santería?
Respuesta:
Historia
La Santería es una religión que tiene sus orígenes con la tribu Yoruba del
África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo
del Río Niger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura
organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era
Benin, y este duró por 12 siglos hasta el 1896.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los Yoruba pelearon una serie de
guerras con sus vecinos y entre ellos. Esta pelea interna y los ataques
externos llevaron a la caída y esclavización del pueblo Yoruba. Entre 1820 y
1840, la mayoría de los esclavos enviados desde Benin eran Yorubas. Estos
esclavos fueron llevados a Cuba y al Brasil a trabajar en las plantaciones de
azúcar. Los Yoruba pronto fueron llamados los ‘Lucumi’, debido a su saludo
‘oluku mi’, ‘mi amigo’.
Las leyes españolas, al mismo tiempo que permitían la esclavitud, trataban
de atenuar esa injusticia concediendo a los esclavos algunos derechos, al
menos en teoría. Tenían derecho a propiedad privada, matrimonio y
seguridad personal. También las leyes exigían que los esclavos fueran
bautizados católicos como condición de su entrada legal a Las Indias.

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La Iglesia trató de evangelizar a los negros Lucumí pero las condiciones
eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la condición de
esclavitud dificultaba que los Lucumí comprendieran y aceptaran lo que se
les enseñaba acerca de Dios. El resultado fue que muchos aceptaron
exteriormente las enseñanzas católicas mientras interiormente mantenían
su antigua religión.
Con la revolución comunista, que triunfó en Cuba en 1959, más de un
millón de cubanos se exilaron en USA (principalmente en Miami, New York y
Los Angeles) y otros países. Entre ellos habían santeros que propagaron la
Santería en sus nuevos ambientes.
Santería: Una religión pagana fruto del sincretismo Yoruba +
Catolicismo
En sus esfuerzos de esconder su religión africana y sus prácticas mágicas,
los lucumís identificaron sus deidades africanas (orishas) con los santos del
catolicismo, dando como resultado un sincretismo religioso conocido hoy
como la Santería. Un santo católico y un orisha lucumí son vistos como
manifestaciones diferentes de la misma entidad espiritual.
La Santería adora una fuerza central y creativa llamada Olodumare. De él
procede todo lo que existe, y todo regresa a él. Olodumare se expresa a sí
mismo en el mundo creado a través de Ashe. Ashe es la sangre de la vida
cósmica, el poder de Olodumare hacia la vida, la fuerza y la justicia. Es una
corriente divina que encuentra muchos canales de mayor o menor
receptividad. Ashe es la base absoluta de la realidad.
Creen que la vida de cada persona viene ya determinada antes del
nacimiento en Ile-Olofi, la casa de Dios en el cielo. Aquellos que no lo
cumplen serán castigados por los orishas y deben reencarnar hasta
satisfacer el castigo.
Los Santos
Los católicos veneramos a los santos comprendiendo que son seres
humanos que vivieron heroicamente su fe, murieron y están ahora en el
cielo desde donde interceden por nosotros gracias a su participación en la
gloria de Jesucristo.
Para los santeros, los santos son dioses (orishas) que deben adorarse.
Olodumare creó a los orishas para manifestar su voluntad y su esencia en
la creación. Estos son una personificación de Ashe. Los orishas también son
los guías y protectores de la raza humana.
Los santos que tomaron para identificarlos con los orishas eran los más
conocidos en la Iglesia en Cuba. La Virgen Santísima en diferentes

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advocaciones es también identificada con un orisha como si fuese un santo
más. La identificación a menudo tiene que ver con las vestimentas o las
razones por las que el santo o la Virgen es conocida. Así Santa Bárbara,
vestida de rojo y con espada en las imágenes católicas, se identifica con el
dios shangó, guerrero a quien se le atribuye la fuerza.
Tabla de orishas con su respectivo santo católico:

Orisha Santo Principio que se le


atribuye

Agayu San Cristóbal Paternidad

Babaluaye San Lázaro Enfermedad

Eleggua San Antonio de Padua Abridor de caminos

Ibeji San Cosme y San Niños


Damián

Inle San Rafael Medicina

Obatalá Nuestra Señora de las Claridad


Mercedes

Ogún San Pedro Hierro

Olokún Nuestra Señora de la Profundidad


Regla

Orula San Francisco Sabiduría, destino

Osanyín San José Hierbas

Oshosi San Norberto Caza y protección

Oshún Nuestra Señora de la Eros


Caridad

Oya Nuestra Señora de la Muerte


Candelaria

Shangó Santa Bárbara Fuerza

Yemayá Nuestra Señora de Maternidad


Regla
Según la Santería, la vida de cada persona está supervisada por un santo
(orisha) que toma parte activa su vida diaria. En la fiesta de su santo, la
persona, debe asistir a misa y a las ceremonias de ese orisha.

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La iniciación
Antes de la iniciación la persona debe recibir una ‘limpieza’ para purificarse.
La primera iniciación es la de los collares, conocidos como ‘elekes’. Se
entregan cinco collares que pertenecen a Eleggua, Obatalá, Shangó, Yemayá
y Oshún y protegen del mal. Se espera que la persona respete a los orishas
y se comporte con moral.
La jerarquía
No todos los practicantes de la Santería son santeros. Este nombre suele
reservarse a los sacerdotes (omo-orishas) de la Santería a quienes acuden
los creyentes para consultas y sacrificios.
La ceremonia en la que una persona se hace santo se llama ‘asiento’. Se
forma un vínculo entre el santero y un orisha. Después de haber recibido el
‘asiento’ la persona puede ascender en la jerarquía de la Santería. Pasan
entonces por el rito del cuchillo que les permite hacer sacrificios de
animales.
Los sacerdotes de mayor jerarquía se llaman ‘babalaos’. Hacen de adivinos
de modo que si hay un caso muy difícil para el santero este acude al
‘babalao’.
Adivinación
Las adivinaciones son para conocer el futuro o para descubrir alguna
maldición o si a la persona se le ha pegado un espíritu maligno o bueno . En
caso de espíritu maligno, el santero procede a hacer ‘limpieza’. Si el espíritu
es bueno, hay que reenforzarlo. Para la adivinación los santeros utilizan
diferentes formas de interpretar un oráculo.
1-Una cadena de medallones que el santero tira sobre su mesa. El oráculo
se lee de acuerdo a como caigan los medallones.
2-Una bandeja de madera llamada ‘ifa’ sobre la que se echa un polvo
(eyero-sun). Con un cuerno el babalao traza líneas y ceros para componer el
oráculo. Se pretende descubrir la presencia de fuerzas en torno a la
persona y la naturaleza buena o mala de ellas.
3-Un tipo de adivinación es el ‘ikin’ en el que tres babalaos usan 16 cocos
para hacer adivinaciones.
Los sacrificios (ebbo)
A los orishas hay que ofrecerles sacrificios o ‘ebbo’ lo cual necesitan para
vivir ya que no son inmortales. El orisha consume el ashe invisible liberado
de los sacrificios a través de una consagración (palabras sagradas de
dedicación).

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El ‘ebbo’ consiste de hierbas especiales y la sangre de los animales
sacrificados. Cada orisha tiene unas hierbas y animales que le gusta
consumir y solo estas cosas que disfruta el orisha son las que se deben
sacrificar. La sangre y las hierbas se vierten sobre piedras rituales que
representan a cada orisha y que contienen la esencia espiritual de los
orishas. Por eso la Santería requiere de tiendas llamadas ‘botánicas’ donde
se venden las hierbas y otros objetos de la religión.
Hay tres tipos de sacrificios de animales:
1- Para limpiar de un mal o una maldición
2- Al orisha pidiendo su asistencia
3- Para la ceremonia de iniciación en una de los órdenes de la Santería.
Antes de que un ‘ebbo’ pueda ser ofrecido se debe invocar el ‘eggun’ o
‘Eleggua’, los cuales son los espíritus de los ancestros, ya sea de la persona
o de la familia santera a la que pertenece. Eleggua es el orisha que lleva la
ofrenda a los otros orishas y por eso debe honrársele primero.
Como entender la Santería
En los cinco años que fui capellán en la Ermita de la Virgen de la Caridad en
Miami, tuve oportunidad de evangelizar a muchos santeros que venían
pensando que visitaban al dios Oshún. Generalmente no tenían
entendimiento de Jesucristo como Salvador, ni de la necesidad de
conversión. Al no tener conocimiento de la revelación cristiana no veían
conflicto entre ser católicos y santeros.
Las personas suelen entrar en la Santería buscando resolver un problema.
Por ejemplo, una enfermedad, la infidelidad de un esposo, problemas
económicos, etc. Se les ha dicho que el santero tiene contactos especiales
con el mas allá y poco se preocupan si ese contacto es con Dios o con el
demonio, con tal que les de resultado. En algunos casos, la persona ha
tratado de resolver el problema recurriendo a Jesús y a Su Iglesia pero no
les ha ‘funcionado’. He escuchado muchos testimonios en que dicen
haberlo probado todo antes de entrar en la Santería. No dudo que
eventualmente sientan una experiencia de Dios, pero en la santería no
encontrarán la revelación de Dios que nos ha dado todo Su amor en Su Hijo
Jesucristo.
Una vez iniciado a la santería, se le dice que debe seguir para obtener
mejores resultados. El santero va tomando control de la persona hasta que
el miedo la gobierna. Se le dice que si se separa, algo muy malo va
sucederle… El Santero se va convirtiendo en un personaje indispensable
que domina toda la vida y del cual no hay salida. En esto es parecido a la
relación con la mafia.

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Es natural que se busque resolver problemas, pero el auténtico encuentro
con Dios no se puede centrar sino en el amor de Dios y en hacer la voluntad
de Dios por amor aunque requiera abrazar la cruz. Dios es un Padre bueno
que nos dará la fuerza para llevarla. Esa confianza, aunque no
comprendamos Sus designios, es la base de nuestra fe cristiana. La
obediencia muchas veces requiere abrazar grandes problemas por amor.
Mateo 7, 21 ‘No todo el que me diga: ‘Señor, Señor, entrará en el Reino de
los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.’
Jesús mismo nos da el mejor ejemplo: ‘Padre, si quieres, aparta de mí esta
copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.’ Lucas 22, 42
He aquí la radical diferencia: Cristo nos invita a negarnos a nosotros
mismos y abrazar la cruz por amor obediente a Dios, la santería busca los
poderes divinos para resolver problemas y el santero se va enfrascando en
mundo espiritual que exige ciertos ritos para asegurar su bienestar. Quien
es ese dios que proporciona seguridad no tiene aparente importancia para
el santero. El cristiano vive en el Espíritu Santo, el santero se somete a otros
espíritus.
El relativismo de la santería queda ilustrado en una carta que me escribió
un babalao:
No lo trate como anatema o herejía, trate de comprender a las gentes que
van de rodillas el día de San Lázaro ante Babalú-Aye para pedirle salud.
Esas gentes son tan dignas de nuestro amor y comprensión como lo son los
que van ante la Virgen de Guadalupe o El Cristo de Medinacelí. Trate de
abrir su mente y su corazón hacia esas gentes y no las trate con desprecio y
sorna, no se lo merecen aunque le recen a Yemayá o a Obatalá, al fin y al
cabo tienen las misma fe y la misma necesidad que los que van a rezar a la
Virgen de las Mercedes o a la Virgen de Regla……..
Es precisamente por amor que anunciamos a los santeros el amor de Dios
en Jesucristo. Ciertamente que son dignos de amor y comprensión. Por eso
son dignos de que se les diga la verdad sobre el amor perfecto: Cristo.
Quien ha estado en Santería necesita mucho amor y apoyo de la
comunidad cristiana para librarse del miedo y de la ansiedad. Hay que
insistirle en Dios amor que viene a salvarnos, que tiene todo poder para
defendernos. Hay también que explicarle que por amor estamos dispuestos
a ser fieles y obedecer sus mandamientos aunque tengamos que sufrir
hasta la muerte.
Tras la conversión

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Cuando ha aceptado salir de la santería, es necesario que se le exhorte a no
guardar ningún amuleto ni artículo relacionado con la santería, ya que
frecuentemente se sienten que no pueden soltarse del todo por miedo a
castigos. Debe confesarse y se debe orar por el. Recomendamos que el
sacerdote ore por liberación de cualquier espíritu maligno y le ayude a
renovar su compromiso bautismal.
Ante toda esta realidad de lo oculto, no podemos mas que orar y
sacrificarnos por todos aquellos que se encuentran atados y engañados por
el demonio. Pidamos a la Santísima Virgen María que interceda por toda la
humanidad trayendo las gracias de conversión a todos los hombres.
 Por P. Jordi Rivero
Tomado de la pagina www.corazones.org

Pregunta: 16. Espiritismo III.


¿Qué es el Espiritismo?
 
CONCEPTO:
Se entiende por e. el conjunto de doctrinas que no sólo admiten la
posibilidad de una comunicación con espíritus o con algunas personas
fallecidas, sino que atribuyen a la acción de los mismos ciertos fenómenos
aparentemente superiores a las fuerzas de la naturaleza. Se llama también
e. a la práctica de la evocación de las almas que esperan nueva
encarnación, según esas doctrinas, así como a la simple participación en las
sesiones en que se intenta provocar estos fenómenos, con o sin adhesión a
la doctrina espiritista.

JUICIO MORAL. (Por M. A. MONGE SÁNCHEZ)


El espiritismo, en los tratados tradicionales de Teología moral y en los
escritos de los Padres, se conoce también con el nombre de nigromancia, y
se define como ‘el arte de invocar las almas de los difuntos, especialmente
las de los conocidos, con el fin principal de obtener la revelación de cosas
ocultas, o bien la realización de cosas maravillosas’ (P. Castelli, o. c. en bibl.
321). En el s. xix, con Allan Kardec (v. I), esta práctica se constituye como
doctrina, con un conjunto de principios que se refieren a la existencia y
naturaleza de Dios, del hombre y de las almas en virtud de las cuales se
pretende razonar la naturaleza y posibilidades de esa clase de relaciones
del hombre con los difuntos. El Congreso Internacional Espiritista de
Londres (7-13 sept. 1928) intentó fijar sus principios fundamentales. Pero se
trata de una doctrina que, como tal, es inconsistente: las pretendidas
revelaciones de las sesiones espiritistas no se apoyan en una autoridad de

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valor absoluto o demostrado; son hechos que se esfuman cuando se
quieren estudiar; los pocos casos de intervenciones preternaturales, si las
ha habido, sólo pueden atribuirse a una intervención diabólica. Por lo dicho,
la Iglesia Católica considera la adhesión al e. como incompatible con la
doctrina cristiana revelada. Los postulados espiritistas, con sus errores
sobre la revelación y sobre verdades de fe, su interpretación evolucionista
del alma y de la gracia, cte., cae bajo la condena general de toda doctrina
herética (v. HEREIíA). Con relación a las prácticas espiritistas, dejando de
lado la cuestión de la naturaleza de los hechos mediánicos (cuyo valor
preternatural niegan muchos autores, por los frecuentes fraudes
descubiertos en estas manifestaciones), el intento de ponerse en
comunicación con espíritus desencarnados según el modo y fines del e.,
representa una culpa grave de idolatría (v.) y superstición (v.), una falta
contra la verdadera virtud de la religión. Ya el A. T. condenaba esta práctica
(cfr. Di 18,9-12; Lev 20,6; 27). La religión enseña que entre las almas de los
difuntos y las de los vivos no debe mediar otra relación más que la
espiritual, basada en el recuerdo y en la oración: ‘Dios no puede consentir a
nuestras curiosidades morbosas y no puede, por tanto, permitir que las
almas, que sólo a É1 están sometidas, contesten a nuestras llamadas, ni
satisfagan nuestros deseos de temeraria presunción por penetrar en el
reino de las almas separadas. Por esto, si es verdad que a veces se dan
estas respuestas por parte de seres inteligentes que no son de este mundo
(ya hemos dicho cuán incierto es el material recogido en el campo de la
fenomenología metapsíquica), éstos no pueden ser más que espíritus
malignos’ (Lanza- Palazzini, o. c. en bibl. 129). Los decretos del Santo Oficio
de 4 ag. 1856 y 1 abr. 1898, declaran ilícita la práctica de evocar las almas
de los muertos; una declaración de la S. Penitenciaría, de 1 febr. 1882,
prohibe también asistir, aunque sea pasivamente, a sesiones espiritistas. El
mismo S. Oficio a la pregunta: ‘Si es lícito, con la intervención de un medium
o sin él, sirviéndose o no del hipnotismo, asistir a cualquier manifestación
espiritista, sobre todo si tiene apariencia de honestidad y piedad, ya sea
interrogando las almas de los espíritus, ya sea escuchando las respuestas,
ya sea sólo observando, incluso si, expresa o tácitamente, se manifiesta no
querer tener ninguna relación con los espíritus malignos’, contestó
negativamente (Decr. 24 abr. 1917: AAS 9, 1917, 258). El llamado neo-
espiritismo católico se rechazó con Decr. de 27 abr. 1955. La Iglesia al
rechazar estas prácticas, aunque no se haya pronunciado sobre la
naturaleza de las mismas, no vela sólo por la fe y la moral de sus hijos (las
sesiones espiritistas corroen la fe verdadera y, con frecuencia, dan lugar a
acciones inmorales) sino que previene también de los daños físicos o
mentales que proceden del e.; de hecho, estas prácticas suelen comportar
graves efectos en la salud y, en no pocas ocasiones, el suicidio de los

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mediums. Por eso, la transgresión, sobre todo si es habitual, de- este
precepto de la Iglesia constituye un pecado grave. Ello no quiere decir que
no sea lícito el intento de hacer un estudio de estos fenómenos mediánicos
y metapsíquicos. Si se trata de personas competentes, que no buscan la
satisfacción de una curiosidad morbosa, sino la investigación seria de leyes
de la naturaleza que todavía están por explorar, estas experiencias,
conducidas de una manera que no haga daño a la salud o a la moralidad
del medium y de los asistentes, no quedan prohibidas. Algunos moralistas
juzgan sólo pecado leve el asistir, por mera curiosidad y sin ninguna
participación, a una sesión, si se evita además el escándalo y el peligro de
perversión (E. Genicot, 1. Salmans, Institutiones Theologiae moralis, I, 271.).
Otros admiten la asistencia si se trata de personas expertas que intentan
descubrir los posibles fraudes frecuentes en esas sesiones (A. Vermeesch,
Theologia Moralis, 11, 248). De todos modos, para resolver las dudas que
pueden plantearse en estos casos, conviene recordar, que, como enseña la
doctrina moral, no es lícito ponerse o poner a otros en ocasión de pecado si
no hay causa proporcionada (v. PECADO iv, 2). Y no parece que,
exceptuados aquellos casos en los que se intenta una investigación a fondo
del tema, la curiosidad, que es la que mueve casi siempre a asistir a una
sesión espiritista, sea motivo suficiente; por tanto, esa asistencia es
moralmente ilícita. V. t.: RELIGIÓN IV; TEOSOFÍA.
Tomado de la gran Enciclopedia Rialp

Pregunta: 17. New Age.


¿En que consiste el fenómeno NEW AGE?
 
Respuesta:

I.- Introducción
1. Se acerca el fin del milenio y, con él, la celebración del gran jubileo de dos
mil años de la Revelación viva y definitiva de Dios a la humanidad. La
Encarnación de Jesucristo, único Redentor del hombre, ha sido, es y seguirá
siendo el punto de referencia para vislumbrar el sentido de la historia y
para definir la meta final hacia la cual está encaminada toda la creación.
2. La promesa esperanzadora del Hijo de Dios: Sabed que estaré con
vosotros siempre, hasta el fin de los tiempos (Mt.28,20), parece haberse
hecho de forma particular para los tiempos actuales que vive el mundo. En
nuestros días se levanta algo así como una imploración colectiva al Dios del

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universo que supera las fronteras de raza, cultura y religión para que Él se
haga presente entre los hombres; para que Él ilumine nuestros pasos y nos
libere de la confusión e incertidumbre, de la injusticia y del miedo que
oscurecen el horizonte. ¡Con cuánta fuerza se expresa este deseo en
nuestra patria hoy día! ¿Acaso en alguna otra época de la historia de México
se ha visto más ingente e insuperable el cúmulo de problemas y desafíos
que hoy nos afrontan? ¿En qué otro momento hemos tenido tanta
necesidad de una esperanza fundada en la providencia de Dios que despeje
las hondas preocupaciones de nuestro pueblo? No cabe duda de que la
situación actual de nuestro país – social, económica, política, moral y
religiosa – exige a gritos una respuesta de la Iglesia fundada por Cristo para
orientar a los fieles y restaurar la paz y la confianza al corazón de todos los
hombres de buena voluntad.
3. En este sentido el Papa, en la carta apostólica Tertio millennio
adveniente, se refiere al inicio del siglo 2000 como un nuevo adviento para
la humanidad en el que la figura de Cristo se coloca de nuevo al centro de
las aspiraciones del hombre. La Iglesia redobla su esfuerzo para anunciar a
este Cristo que es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb.13,8) y así ayudar a la
humanidad a ‘cruzar el umbral del tercer milenio como umbral de auténtica
esperanza’.
El ecologismo
14. La ecología se ha colocado a la vanguardia de la opinión pública y como
causa preferida de las altas esferas políticas, científicas y económicas. El
despertar de la conciencia pública frente a los graves abusos que amenazan
la vida del planeta y las campañas para lograr un clima de cooperación
responsable entre naciones ricas y pobres son un bien necesario y urgente
La conservación y el respeto a nuestro biosistema son responsabilidad de
todos. Sin embargo, el New Age ha desarrollado su propia visión de la
relación entre el hombre y el planeta a la que a veces se refiere como la
ecología profunda. Se niega la diferencia de fondo entre la existencia
humana y la no-humana. Se habla de una igualdad biocéntrica por la cual
una montaña, una flor o una tortuga tendría el mismo derecho a la
realización propia que un hombre. Se considera que el cosmos está
animado por un espíritu único o guiado por una conciencia universal de la
que el hombre es meramente otro participante más. Se fomenta el culto
religioso a la naturaleza o a la madre-tierra como si fuera una realidad
divina. Se llega a tachar al hombre como intruso y como una maldición para
el cosmos y, en el seno del movimiento radical ‘verde’, se presiona para
lograr de los gobiernos una legislación que disminuya la población humana
y limite el desarrollo tecnológico para sanar al planeta.

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El panteísmo
15. Del ecologismo exagerado nace una especie de espiritualidad planetaria
que quiere ‘animar’ a toda la realidad cósmica o dotar a la creación de una
fuerza mágica. Se pierde la noción de un Dios personal, realmente distinto y
superior al mundo creado, en favor de una fuerza divina impersonal que es
todo y que está en todo. Este regreso al panteísmo naturalista, que resultó
definitivamente superado por el evento de la revelación cristiana,
encuentra un apoyo en muchos nuevos movimientos religiosos de origen
oriental y en un regreso a las religiones paganas. Por eso, el New Age
frecuentemente pinta un cuadro romántico y poco realista de los cultos
pre-cristianos y del misticismo oriental como si fueran estos ‘más naturales’
para el hombre o ‘más en consonancia con el espíritu cósmico’.
El gnosticismo
16. La tendencia de exaltar a la razón humana y de atribuirle poderes
extraordinarios no es nada nuevo en la historia humana. En el campo
religioso se manifiesta como el gnosticismo y fue una de las primeras
amenazas a la pureza de la fe cristiana. Surgido pocos años después de la
muerte de Cristo por el encuentro del cristianismo con el ambiente de la
filosofía helenista, el gnosticismo decía ver en la Sagrada Escritura un
mensaje escondido que sólo ciertas mentes iluminadas podrían descifrar.
Los gnósticos en general apelan a una sabiduría superior que sería la
verdadera religión y punto de convergencia de todos los caminos
espirituales y místicos. La desviación del gnosticismo, presente en todas las
grandes tradiciones religiosas, ha sobrevivido y se ha diversificado
encontrando en el New Age un campo de acción privilegiado. La Sociedad
Teosófica fundada por Helena Blavatsky a finales del siglo pasado y sus
derivaciones u organizaciones afines (la Antroposofía, la Gran Fraternidad
Universal, los Órdenes de los Rosacruces, la Iglesia Universal y Triunfante, la
corriente de la Metafísica representada en México por autores como Connie
Méndez, la Actividad Religiosa ‘Yo soy’, el Nuevo Acrópolis y muchos otros)
son los precursores ideológicos del New Age y actualmente son sus
dedicados promotores. Los símbolos, las ceremonias y los grados iniciáticos
de la masonería y de las organizaciones para-masónicas también revelan
una estrecha asociación de fondo con la gnosis.
17. Si el gnosticismo quiere abrir la puerta a un intelecto superior, el
esoterismo y el ocultismo prometen el pasaje a un actuar sobrehumano.
Estas dos corrientes, hermanas del gnosticismo, pretenden por caminos
diversos potenciar la voluntad humana echando mano a supuestas fuerzas
cósmicas secretas. A través de mil técnicas antiguas y nuevas se abriría
contacto con los ángeles, con guías espirituales desencarnados, con

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supuestas ‘vidas anteriores’ según el mito de la reencarnación, etc… No son
pocas las personas y las organizaciones que ofrecen servicios de
adivinación y de horóscopo, de hipnosis, de magia, de channelling
(medium), de proyección astral y otras actividades igualmente absurdas,
provocando un daño duradero a sus clientes que son, las más de las veces,
personas vulnerables y desorientadas. En resumidas cuentas, el New Age
comercializa lo irracional y lo nocivo para el alma humana y lo vende
garantizando la transformación del consumidor.
La pseudo-ciencia
18. Los promotores del New Age se afanan por comprobar sus ideas y sus
técnicas científicamente. Abusan de las observaciones de la física
subatómica para sacar aplicaciones a la vida espiritual del hombre. Así, por
ejemplo, se empeñan en borrar la frontera entre materia y espíritu, entre
vida biológica y consciencia humana, afirmando que todo, a fin de cuentas,
no es más que energía irradiada por el mismo cosmos.
19. La astrología, la ufología (la investigación de los ovni) se considerarían
‘ciencias’ lo mismo que la física o la química. Pero los auténticos expertos
científicos se distancian del New Age y generalmente deploran sus
conclusiones infundadas.
20. Pocos campos se han visto tan susceptibles a la manipulación del New
Age como la psicología y la biología. A partir de la investigaciones del padre
del psicoanálisis, Sigmund Freud (1856-1939) y las teorías del ‘inconsciente
colectivo’ y de los arquetipos de su discípulo Carl Gustav Jung (1875 – 1961),
ha habido una sucesión muy variada de corrientes en la psicología que se
relacionan en mayor o menor grado con las ideas y las terapias del New
Age. En particular la así llamada psicología transpersonal, fundada por el
psicólogo italiano Roberto Assagioli (1888-1974), pretende ir más allá de la
experiencia psíquica del individuo en búsqueda de una conciencia colectiva
superior que sería la puerta al descubrimiento de un ‘principio divino’ que
yace en el fondo de todo ser humano. De ahí nacen una multitud de
técnicas típicas del New Age: el biofeedback, el hipnosis, el rebirthing, la
terapia Gestalt y la provocación de estados alterados de consciencia,
inclusive con el uso de drogas alucinógenas.
21. Al mismo tiempo una serie de terapias alternativas han surgido como
fruto de una visión más integrada de las facetas biológicas, psicológicas y
espirituales del hombre y, también, como reacción contra la mentalidad
positivista que a veces caracteriza la práctica de la medicina. Frecuentes son
las exageraciones y los abusos del New Age en el campo de la medicina
holística que base sus métodos de sanación en la interrelación entre
cuerpo, mente y espíritu. Así, por ejemplo, se da la cromoterapia o la

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sanación a través de los colores; la curación a través de las ‘auras’ o campos
energéticos que nos rodean; y el Rei-ki que promete recuperar el equilibrio
de la energía personal por la aplicación de la energía universal a través de la
imposición de manos a diversas partes del cuerpo.
22. Hay programas de potencial humano de dudoso fundamento científico,
como la Dianética, el Método de Control Mental Silva, la Meditación
Transcendental, etc… que producen una cantidad inverosímil de gráficos y
reportes que supuestamente certifican la solidez de sus afirmaciones. Un
lenguaje pseudo-científico permea sus libros y discursos para crear la
impresión de ser un procedimiento ampliamente comprobado. Puede ser
que algunos de sus clientes experimenten un bienestar inicial, logren una
mayor tranquilidad, adquieran el hábito de una mayor concentración en su
trabajo o lo que se les haya prometido. Pero muchas veces estos
programas encubren una visión defectuosa del hombre, del mundo y de
Dios. De forma imperceptible, llevarán al participante a afirmar o aceptar lo
que el sentido común y la fe cristiana rechazan.
V. La incompatibilidad del New Age con el Evangelio
23. La característica más preocupante del New Age, fruto del conjunto de
sus creencias, es el relativismo religioso, espiritual y moral. La meta final del
New Age es introducir al hombre a lo que llaman sus ideólogos un nuevo
paradigma, es decir, una forma totalmente diversa de verse a sí mismo y de
percibir la realidad. Según eso, el hombre, para realizarse plenamente y
transformar su mundo tendrá que darse cuenta de que él es parte de un
ser cósmico, único, que está en plena evolución hacia la conciencia perfecta
de sí. La conciencia humana, a pesar de su aparente individualidad, no es
más que el penúltimo estado evolutivo de la revelación de la conciencia
cósmica. El destino último del hombre no es una salvación liberadora de su
naturaleza caída, sino el disolverse en el anónimo océano del ser como una
gota de agua.
24. El New Age quisiera convencernos de que ‘las cosas como las vemos
ahora’ (cultura, conocimientos, relaciones familiares, vida, muerte,
amistades, sufrimientos, pecado, bondad, etc…) son mera ilusión, producto
de una conciencia no-iluminada. El paso de la afirmación de que ‘todo es
dios’ a la afirmación de que ‘no hay ningún dios fuera de ti mismo’ es
pequeño y el New Age lo da con aires de auto-suficiencia.
25. Dentro del marco del New Age la revelación de Dios en Jesucristo pierde
su carácter singular e irrepetible. Muchos serían los ‘mesías’ que han
aparecido a lo largo de la historia, es decir, maestros especialmente
iluminados que se presentan para guiar a la humanidad. Krishna, Buda,
Jesús, Quetzacoatl, Mahoma, el Sun Myung Moon, Osho, Sai Baba e

52
innumerables otros serían profetas de una misma talla con un mismo
mensaje. El cristianismo resulta ser poco más que un período pasajero de la
historia.
26. No obstante el hecho de que el New Age patrocine un sincretismo
religioso confuso y no siempre bien intencionado, ciertas ideas suyas han
encontrado una acogida calurosa en algunas personas e instituciones de la
Iglesia Católica. La así llamada teología global rastrea las huellas de la
revelación divina en todas las expresiones religiosas conocidas en
búsqueda de un común denominador que puede servir como punto de
encuentro para las religiones. Desafortunadamente en la práctica suele
olvidarse de que la revelación es iniciativa de Dios, no invención de los
hombres, y que tiene su culmen y su expresión definitiva en la Encarnación
del Hijo único en la persona histórica de Jesús de Nazaret. Esta teología
frecuentemente vacía al cristianismo de su contenido excepcional para
‘emparejarlo’ con otras creencias. Cuando esta corriente aparece abierta o
veladamente en la enseñanza de algunos seminarios y centros de estudio
católicos, no puede menos que suscitar una honda preocupación en el
corazón de los fieles y de sus pastores.
La reencarnación
27. Entre las ideas básicas del New Age, merece particular atención la de la
reencarnación o la trasmigración del alma que se encuentra en la mitología
religiosa de algunos pueblos y, en especial, en la espiritualidad oriental. La
idea de que el ‘yo’ personal del ser humano viva varias existencias en forma
cíclica, cambiando sólo de cuerpo, a lo largo de centenares o miles de años
hasta lograr su ‘iluminación definitiva’ es algo totalmente irreconciliable con
la fe cristiana.
28. La creencia de la reencarnación afirma que la identidad personal e
irrepetible de cada hombre es una ilusión o, por lo menos, que esta
identidad es independiente del cuerpo que tiene cada uno. Manifiesta
desdén para el sentido profundo de la corporalidad humana y menosprecia
el valor de la libertad y de la responsabilidad moral de cada hombre. Pero
lo más preocupante es que la reencarnación es abiertamente contraria a la
revelación cristiana: ‘Si ése fuera el caso, Cristo habría tenido que morir
muchas veces desde la creación del mundo. Pero el hecho es que ahora, en
el final de los tiempos, Cristo ha aparecido una sola vez y para siempre,
ofreciéndose a sí mismo en sacrificio para quitar el pecado. Y así como
todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio, así también
Cristo ha sido ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de
muchos.’ (Heb.9,26-28)

53
29. En la literatura popular de inspiración New Age abundan ‘testimonios’ y
relatos que supuestamente comprueban no sólo el hecho de las
‘encarnaciones previas’, sino también de la posibilidad de llegar al recuerdo
pleno y consciente de ellas. Los nuevos movimientos religiosos de corte
New Age frecuentemente reconocen en sus líderes reencarnaciones de
otras figuras históricas o míticas que han vuelto a la vida para seguir con la
obra de iluminar a la humanidad. Las terapias alternativas de algunos
programas de potencial humano pretenden ayudar a sus clientes a
descubrir las raíces de sus problemas presentes en sus ‘vidas pasadas’ a
través del hipnosis y otras técnicas de auto-sugestión. Todo eso ha logrado
sembrar una duda en la mente de no pocos cristianos.
30. Pero es la verdad histórica y esperanzadora de la Resurrección de
Jesucristo la que revela el fin último del hombre. No podemos negar la
evidencia indiscutible que una y otra vez se presenta a nuestros ojos: la
muerte alcanza a todos los hombres como desenlace terminante de su
existencia. La vuelta a esta vida no es posible y no se da. A esta vida se
sigue una transformación total y eterna de cada individuo, no una sucesión
de vidas y muertes sin fin y sin sentido. Cristo venció la muerte de una vez
por todas y somos partícipes de su victoria: ‘Porque sonará la trompeta y
los muertos serán resucitados para no volver a morir. Y nosotros seremos
transformados…Y cuando nuestra naturaleza corruptible se haya revestido
de lo incorruptible y cuando nuestro cuerpo mortal se haya revestido de
inmortalidad, se cumplirá lo que dice la Escritura:
‘La muerte ha sido devorada por la victoria’…’ (1Cor.15, 52-54)
La meditación no-cristiana
31. Otro fenómeno especialmente desconcertante para los fieles católicos
es el inexplicable entusiasmo con el que ciertos sacerdotes, religiosas y
personas dedicadas a la enseñanza de la fe han abrazado las técnicas de
meditación no-cristiana. Frecuentemente importadas del oriente, formas de
asceticismo históricamente muy alejadas de la espiritualidad cristiana se
practican en retiros, ejercicios espirituales, talleres, celebraciones litúrgicas
y cursos de catequesis para niños.
32. Estas prácticas han nacido indiscutiblemente como disciplinas
espirituales o actos religiosos en el seno de religiones tradicionales (como
en el caso del zen, el tai chi y las múltiples modalidades del yoga) o en
sectas o nuevos movimientos religiosos (como en el caso de la meditación
transcendental y la meditación dinámica). A veces se hacen intentos de
‘cristianizar’ las formas, como sucedió, por ejemplo, con el centering prayer
y el focusing, pero el resultado es siempre una forma híbrida que exhibe
poco fundamento evangélico.

54
33. Por más que se insista en su valor exclusivamente como métodos, sin
contenidos contrarios al cristianismo, las técnicas en sí no dejan de
representar serios inconvenientes para el cristiano:
a) En su contexto propio, las posturas y los ejercicios vienen determinados
por su específico fin religioso: son, en sí, pasos que orientan al practicante
hacia un absoluto impersonal. Aún cuando se realicen en ambiente
cristiano el sentido intrínseco
de los gestos permanece intacto.
b) Las formas de meditación no-cristiana son, en realidad, prácticas de
concentración profunda y no de oración. A través de los ejercicios de
relajamiento y la repetición de una mantra (palabra sagrada) se trata de
sumirse en la profundidad del propio yo en búsqueda del absoluto
anónimo. La meditación cristiana es esencialmente diferente en cuanto
apertura e identificación con el Otro que nos interpela en un diálogo
personal y amoroso.
c) Estas técnicas normalmente requieren que el practicante apague su
mundo sentimental, imaginativo y racional para perderse en el silencio de
la nada. A veces se procura un estado alterado de conciencia que priva
temporalmente al sujeto del uso pleno de su libertad. La oración cristiana,
al contrario, exige la involucración de toda la persona de manera activa,
consciente y voluntaria. La oración de Jesucristo en Getsemaní (Lc.22, 39-44)
es un ejemplo del papel tan fundamental que tienen las emociones y la
problemática existencial propia en la oración. La meditación cristiana, lejos
de ser una fuga de la realidad, nos enseña a encontrar su sentido pleno.
34. En el fondo, una oración que prescinde de la Palabra de Dios y de la vida
y el ejemplo de Jesucristo, una oración que no es dialógo con el Amado y
compromiso en la caridad tiene poco lugar en la vida de un cristiano. A
propósito de estas observaciones y otras que se deben hacer en torno al
tema de la meditación no-cristiana, es muy recomendable una
lectura detenida de la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe:
Algunas orientaciones sobre la meditación cristiana.
35. Por último, hay que resaltar el hecho de que los promotores de la
espiritualidad del New Age suelen afirmar su absoluta compatibilidad con la
doctrina y la fe de los católicos. Eso podría ser en algún caso por ignorancia
o por superficialidad. Pero en general, por lo menos en México,
probablemente nace de un estudio de mercado: siendo el pueblo mexicano
mayoritariamente católico se procura no herir la sensibilidad religiosa de
los clientes potenciales. No es raro que organizaciones como la Gran
Fraternidad Universal y programas como el Control Mental Silva, por
nombrar alguno, se encubran de un vocabulario muy ‘cristiano’ y que

55
presenten sus contenidos como el complemento ideal al catolicismo y que,
sin embargo, lleven a sus adeptos hacia el panteísmo y la negación de la
esencia del cristianismo.
36. En su reciente libro, Cruzando el umbral de la esperanza, el Papa Juan
Pablo II dice: ‘No debemos engañarnos pensando que ese movimiento (el
New Age) pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un
nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del espíritu que, en
nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su
Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas.La gnosis
no ha desaparecido nunca del ámbito del cristianismo, sino que ha
convivido siempre con él, a veces bajo la forma de corrientes filosóficas,
más a menudo con modalidades religiosas o pararreligiosas, con una
decidida aunque a veces no declarada divergencia con lo que es
esencialmente cristiano.
37. En este breve análisis del fenómeno del New Age hemos podido aludir a
algunos de sus elementos más inconformes con el mensaje cristiano:
a) despersonaliza al Dios de la revelación cristiana
b) disfigura la persona de Jesucristo, desvirtua su misión y ridiculiza su
sacrificio redentor
c) niega el evento irrepetible de su Resurrección por la doctrina de la
reencarnación
d) vacía de su contenido a los conceptos cristianos de la creación y de la
salvación
e) rechaza la autoridad magisterial de la Iglesia y su forma institucional
f) relativiza el contenido original, único e históricamente fundado del
Evangelio
g) deforma el lenguaje, dando un nuevo sentido a términos bíblicos y
cristianos
h) se apoya falsamente en los místicos cristianos y trastorna el sentido de
sus escritos
i) diluye irremediablemente la práctica de la oración cristiana
j) descarta la responsabilidad moral de la persona humana y niega la
existencia del pecado
k) desorienta a los niños y a los jóvenes en su formación religiosa
l) divide y explota económicamente a las familias cristianas

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38. Estos son aspectos negativos que afectan directamente la vida, las
costumbres y la fe de los fieles católicos. Desde luego, sería un error tachar
como dañoso a todo lo que el New Age aporta y ofrece. Su espíritu de
apertura y diálogo, su insistencia en la necesidad humana de una
experiencia religiosa profunda, su honda preocupación por la conservación
del medio ambiente, su confianza en el poder creativo del ser humano, sus
saludables recomendaciones para la dieta y la condición física, y su actitud
de optimismo por encima de los graves males que afligen al mundo son
sólo algunos de los puntos positivos que vienen espontáneamente a la
mente.
39. Dicho esto, tenemos que reconocer con total honestidad que estas
luces van esparcidas entre anchas lagunas e inquietantes ambigüedades. La
fuerza con que las ideas y actividades del New Age se promueven y la
atractiva mercadotecnia que las disfraza requieren del pueblo católico una
respuesta clara y contundente a favor de su fe y sus convicciones vitales.
Por eso, quisiera cerrar esta carta con unas recomendaciones concretas
para la actuación de los fieles frente al New Age.
VI. La responsabilidad de los católicos frente a las desorientaciones del
New Age
41. Todos tenemos la obligación de informarnos y educarnos para
comprender este fenómeno tan complejo y para discernir entre lo que tiene
de bueno, lo que es indiferente y lo que resulta incompatible con nuestra
fe.
42. Los educadores católicos y padres de familia deben vigilar
esmeradamente el contacto que sus hijos tengan con las ideas y la moda
que el New Age promulga para evitarles confusiones, dudas e
insatisfacciones. En particular habría que evitar un uso indiscriminado de
los medios masivos de comunicación – televisión, radio, cine, música, y los
sistemas de informática electrónica como el Internet – por los que el New
Age tiene su mayor difusión.
43. Los fieles en capacidad de influir en la prensa y los medios de
comunicación harán un servicio inestimable a los mexicanos y a la Iglesia si
difunden información o proponen contenidos que sirven para orientar y
dar criterios de juicio cristianos frente a la confusión que engendra el New
Age. Así responderán positivamente a la invitación muchas veces repetidas
por el Papa Juan Pablo II de hacerse partícipes de vanguardia en la tarea de
la nueva evangelización, ‘porque la evangelización de la cultura moderna
depende en gran parte del influjo de los medios de comunicación’.
44. Además de estar prevenidos, los católicos debemos defender
activamente nuestra fe y nuestros valores en la vida real de la sociedad
57
mexicana. Hay formas pacíficas y legítimas de protesta que sirven para
presionar a los promotores de los aspectos del New Age que nos
perjudican: no participar en las actividades de instituciones y empresas
promotoras del New Age, no seguir programación televisiva que difunda
sus ideas, no comprar los productos de sus patrocinadores, llamar la
atención con cartas y artículos de prensa a las figuras públicas, educadores
y políticos que endosan publicamente las ideas o prácticas del New Age,
etc…
45. Nuestras parroquias e institutos educativos pueden ofrecer cursos y
conferencias sobre los temas más controvertidos de esta corriente, pueden
igualmente difundir literatura crítica y disponer de bibliografía que
esclarezca los términos del problema y dé pautas para un juicio bien
fundado.
46.¡Cuánta importancia tienen nuestros sacerdotes, pastores de almas, en
la tarea de educar, prevenir y defender la fe de nuestro pueblo! Consciente
de esto y con un sincero afán de apoyar y acompañarles en lograr los
objetivos prioritarios del Segundo Sínodo Arquidiocesano, hago mía la
invitación reciente del Santo Padre de renovar nuestra acción
evangelizadora en vistas de las amenazas a la fe del presente tiempo.
Tenemos que revitalizar nuestra predicación, ‘devolviéndole una fuerza
kerigmática capaz de estimular las conciencias de los hombres
contemporáneos, a menudo indiferentes, por lo menos en apariencia; o
interesados en otros asuntos’.
47. El punto de convergencia de todos los esfuerzos pastorales sigue siendo
el anuncio de Cristo, redentor del hombre: ‘Dios te ama, Cristo ha venido
por ti’. De ahí la urgente necesidad de una predicación valiente, en contacto
con los problemas y las dudas reales de nuestro pueblo. Tenemos que
llevarles a los fieles, con nuestra palabra y con nuestro ejemplo, a una vida
de oración más profunda que desemboca en la experiencia vital de
Jesucristo. Tenemos que mostrarles la honda verdad de la doctrina que
nace de nuestra fe en Él y ayudarles a apreciar las formas litúrgicas que nos
unen con Él en la familia que es la Iglesia. Asimismo les exhorto a la
búsqueda solícita y la escucha paciente de aquellos miembros del Cuerpo
Místico más alejados y más expuestos a la duda o a los interminables
asechanzas que el mundo moderno pone a la fe.
48. Con toda claridad, al inaugurar la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano en Santo Domingo, Juan Pablo II nos indicó: ‘A ejemplo del
Buen Pastor, habéis de apacentar el rebaño que os ha sido confiado y
defenderlo de los lobos rapaces. Causa de división y discordia en vuestras
comunidades eclesiales son – lo sabéis bien – las sectas y movimientos

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‘pseudo-espirituales’ de que habla el Documento de Puebla (n.628), cuya
expresión y agresividad urge afrontar’.
49. La referencia del Papa a los movimientos ‘pseudo-espirituales’ distintos
de las sectas evoca inmediatamente la larga lista de iniciativas nacidas del
fondo ideológico y religioso del New Age que hemos considerado en esta
carta. La responsabilidad de actuar incisivamente frente a este problema
multifacético en nuestra labor evangelizadora cae directamente sobre cada
uno de nosotros.
50. Por tanto, todos estamos obligados a la formación continua para
entender el New Age y su atractivo para los hombres de nuestro tiempo.
Como el sabio del evangelio que saca de su tesoro lo nuevo y lo antiguo (cfr.
Mt13,52), tenemos que testimoniar y predicar la inagotable riqueza y la
penetrante verdad de la fe católica de manera cada vez más accesible y
llamativa a todo aquel que nos pida razón de nuestra esperanza. Que los
fieles católicos, con nuestra ayuda, descubran que todo lo que anhelan de
vida espiritual, de sanación interna, de perdón y reconciliación, de
encuentro con el misterio insondable del único Dios verdadero y su
designio de salvación está ya presente de modo insuperable en la fe
católica en la que fueron iniciados con su bautismo.
51. Nuestra fe es profunda. Tiene como su fuente el mismo Dios que se
revela a los hombres en Jesucristo. Durante casi 2000 años Jesucristo ha
guiado su Iglesia por medio del Espíritu Santo ‘hacia la verdad completa’ (Jn
16,13), como prometió en la noche de su pasión. El católico que
experimenta su fe, que la conoce y la vive en toda su magnitud, jamás
sentirá la necesidad de mendigar de las vanas promesas y medio-verdades
del New Age.
52. Por último, permítanme, a manera de exhortación, hacer eco de aquella
formidable invitación que el Papa Juan Pablo II hizo al pueblo mexicano
desde nuestra Catedral Metropolitana en su primera e inolvidable visita a
nuestra patria: ¡México, sé siempre fiel! ¡México siempre fiel!
53. Sin duda eso será el mayor reto del pueblo mexicano frente al tercer
milenio: ser fiel. Ser fiel a nuestra historia, enriquecida con la vida de santos
y la sangre de mártires. Ser fiel a nuestra identidad de mexicanos y de
católicos a pesar de las tremendas presiones internas y externas que sufre
nuestra nación. Ser fieles a Cristo que sigue siendo nuestra esperanza y
nuestra meta. Ser fiel a nuestra Madre, María Virgen de Guadalupe,
protectora de nuestro pueblo y
ejemplo de vida cristiana.

59
Los bendice su hermano y servidor,
+ Norberto Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México México
1. ¿La Nueva Era es una secta religiosa?
No. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. Es una
forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han
adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en
común. Pero no tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común.
2. Por qué, entonces, se dice que es una nueva religión?
La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la
creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia,
etc… pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones
y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta
originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más
importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un lenguaje cristiano
para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.
3. Quiénes pertenecen a la Nueva Era?
Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era. Sus líderes y
pensadores suelen ser gente de la revolución contra cultural de los años 60
y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor
del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los
experimentos de las comunidades utópicas. Hoy sus ideas están tan difusas
que gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y
evidente de su propia cultura o su estilo de vida.
4. ¿Que cree la Nueva Era?
Lo típico de la Nueva Era es el espíritu de individualismo que permite a cada
quien formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. Pero hay
algunas creencias comunes que casi todos los participantes de la Nueva Era
comparten:
a) El mundo esta por entrar en un periodo de paz y armonía mundial
sellado por la astrología como la era de acuario.
b) La era de acuario ser fruto de una nueva conciencia en los hombres.
Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta
conciencia y acelerar la venida de la era de acuario.
c) Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes
sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de si mismo.

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d) Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda
experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad.
e) El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno
conocimiento de s y el hombre es la manifestación de su auto conciencia.
f) La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y, por tanto,
también participa de su divinidad. Todo es dios y dios est en todo.
g) Todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo.
h) Hay maestros invisibles que se comunican con personas que ya han
alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del
cosmos.
i) Todos los hombres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra
vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del
cosmos.
5. ¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando uno les hace ver que estas
creencias son pura fantasía?
Cuando alguien no acepta esta absurda visión de Dios, del hombre y del
mundo la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no est iluminada y
que su comprensión est condicionada por esquemas culturales que serán
superados en la nueva era.
6. ¿Pero cómo esperan comprobar unas creencias que no
corresponden en nada a la realidad?
Normalmente echan mano a testimonios de experiencias sujetivas
personales que son tan imposibles de verificar como lo son
de desmentir. A veces se apoyan en mitos o en leyendas de las tradiciones
de los antiguos pueblos. A veces toman datos de las ciencias y los aplican a
la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos
mundos.
7. ¿Si las cosas están así, qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios
que se nos reveló en Jesucristo?
Ninguno. El Dios de la fe católica es una persona, el dios de la Nueva Era es
una fuerza impersonal y anónima. El Dios de la fe católica es Creador de
todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El dios de la Nueva Era es
la creación que poco a poco se va dando cuenta de s mismo. El Dios de la fe
católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia el para
entrar en amistad con el. El Dios de la fe católica juzgar a cada hombre
según su respuesta a ese amor. El dios de la Nueva Era es el mismo hombre

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que est más allá del bien y del mal. En la Nueva Era el amor más alto es el
amor a s mismo.
8. ¿La Nueva Era dice algo de Jesucristo?
La Nueva Era dice que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre
muchos. Dice que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres
es que l se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres
todavía no la descubren. De esta forma la Nueva Era le quita a Jesucristo su
carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculizan el hecho de que
Dios se hizo hombre para salvarnos del pecado.
9. ¿Un católico puede aceptar la creencia en la reencarnación?
En absoluto. La reencarnación es la creencia en una cadena de regresos a
esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, mi libertad será
inútil y mis decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida
no tendrán ningún valor, pues a fin y a cabo tendrá que hacerlo todo de
nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de
Cristo no tendrán sentido y su resurrección no nos asegurara la redención.
La resurrección es la transformación definitiva del ser humano y la entrada
a la eternidad. Se muere una sola vez y a la muerte sigue la resurrección y
el juicio. Como dice San Pablo: Si nuestra esperanza en Cristo es
únicamente para esta vida, somos los más miserables de entre los hombres
(1Cor 15,19).
10. ¿La Nueva Era no se confunde con el ecologismo?
No. El verdadero ecologismo busca conservar el planeta y respetar todas las
formas de vida, especialmente la vida humana que tiene un valor muy
superior a todas las demás ya que el hombre fue hecho a imagen y
semejanza de Dios. El ecologismo exagerado de la Nueva Era dice que el
hombre vale lo mismo que una ballena o un monte o un árbol. Llega a
considerar al hombre como el peor enemigo del planeta en vez de verle
como su guardián y su dueño.
11. ¿Hay también una música que se dice nueva era?
Si. La música nueva era se llama así porque se inspira en algunos temas de
gran interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos
antiguos, las culturas orientales, etc… Suele ser música instrumental,
mezclada con sonidos naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin
melodía ninguna.
12. ¿Está mal escuchar esta música?
La música nueva era es como cualquier otra música: una combinación de
sonidos más o menos agradable al oído. Lo que podrá hacerla mala será

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algún contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música
(v.g. para ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar
sentimientos negativos, etc.).
13. ¿Por qué habla tanto la Nueva Era de energía?
Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible, el
hombre incluido, se reduce a una energía cósmica. Según eso, mientras el
cosmos est en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas:
una piedra, el viento, la mente humana, etc… Supuestamente hay cosas,
lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro
control de esta energía (llevarse puesto un cristal de cuarzo, visitar una
pirámide u otro lugar sagrado el día del equinocio primaveral, realizar
ciertas posturas del yoga, etc.).
14. ¿Los programas de control mental, sanación y auto superación son
un engaño?
Hay que ver y juzgar cada programa por separado. Pero algunos programas
enseñan simples técnicas de relajamiento, concentración, memoria o
fortalecimiento de la voluntad que producen resultados inmediatos en sus
clientes. A estas técnicas, que no tienen nada de extraordinario, las revisten
de un lenguaje pseudo científico y las ponen como un gran descubrimiento
o un secreto de la sabiduría antigua. Frecuentemente se pasa de una
terapia psicológica o emocional al mundo espiritual, incorporando
elementos del panteísmo, del gnosticismo o de la espiritualidad oriental sin
prevenir al cliente. A los resultados más modestos en el campo humano se
les atribuye un carácter sobrenatural. De ah se convence al cliente de sus
poderes especiales, su conciencia iluminada, o de cualquier cosa. Lo peor
es que algunos de estos programas se presentan como un complemento
excelente al cristianismo cuando, en el fondo, se basan en conceptos
incompatibles con la fe católica.
15. ¿Las nuevas técnicas de meditación sirven?
La Nueva Era no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de
tradiciones muy diversas, aún cuando hay contradicciones de fondo. Hay
que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se
centra en la persona de Cristo, lleva al dialogo amoroso con Jesucristo y
desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración
profunda y los métodos orientales de meditación encierran el sujeto en s
mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso
omiso del evangelio de Cristo.
16. ¿Y el yoga?

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El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la
espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como
un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del
hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena
al cristianismo. La palabra yoga significa unión. Habría que preguntarnos:
unión con qué?
17. ¿Por qué la Nueva Era da tanta importancia a la astrología, al
horóscopo, al tarot, al contacto con los espíritus, etc…?
Las antiguas técnicas de adivinación y el espiritismo siempre han provocado
la curiosidad de la gente. La Nueva Era ha sellado un renacimiento del
interés en el ocultismo, la magia, la astrología y las prácticas medinicas. Son
corrientes que pretenden dotar al hombre de poderes mentales y
espirituales sobrenaturales y colocarlo como dueño absoluto de su propio
destino. La Nueva Era borra las distinciones entre materia y espíritu, entre
lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo imposible. Pero ningún esfuerzo
de la Nueva Era lograr conciliar el ocultismo, el esoterismo o el espiritismo
con la fe y la vida del católico. (cfr. #2115 2117 del Nuevo Catecismo de la
Iglesia Católica)

Pregunta: 18. Sectas.


Ante mi reciente actividad en esta area,  desearía  conocer que se
considera: A.-Religion.- B.-Culto.- C.-Secta.    Gracias.  José Luis 
Respuesta:
Estimado José Luis:
Santo Tomás de Aquino, dice en la Suma Teológica, II-II, 81, 1, que
a)«conforme escribe San Isidoro en el libro Etymol., llamamos religioso,
palabra derivada, según dice Cicerón, de re-lección, a quien repasa y como
que relee lo referente al culto divino. Así, pues, la palabra religión proviene,
según parece, de releer lo concerniente al culto divino, por el hecho de
que a estas materias hay que darles muchas vueltas en nuestro interior,
según se nos manda en Prov 3,6: En todos tus caminos, piensa en El.
b)Aunque también pudiéramos suponer que se llama así a la religión por
nuestraobligación de reelegir a Dios, a quien por negligencia hemos
perdido, como dice San Agustín en el X De Civ. Dei .
c)O puede asimismo pensarse que la palabra religión se deriva de religar,
y de ahí la frase de San Agustín en el libro De vera relig. : La religión nos
religa al Dios único y omnipotente.

64
Ahora bien: sea que la religión se llame así por la repetida lectura, por la
reelección de lo que por negligencia hemos perdido o por la religación, lo
cierto es que propiamente importa orden a Dios. Pues a El es a quien
principalmente debemos ligarnos como a principio indeficiente, a El debe
tender sin cesar nuestra elección como a fin último, perdido por negligencia
al pecar, y El es también a quien nosotros debemos recuperar creyendo y
atestiguando nuestra fe». Santo Tomás añade que “La religión se acerca a
Dios más que las otras virtudes morales, en cuanto que se ocupa de cosas
que directa e inmediatamente están ordenadas al honor divino; y por lo
mismo, la religión sobresale entre las otras virtudes morales”(II-II, 81, 6). Y
dice también en qué consiste: “la religiónconsiste en el acto por el cual el
hombre rinde culto a Dios, sometiéndose a Èl”.
El culto, por su parte, es la correcta relación del hombre con Dios. Deriva de
colere, cultum, es decir, cultivo. Cultivar es una acción que implica una
cierta frecuencia, un cuidado, una repetición, una “cultura”. El hombre
cultiva su cuerpo, cultiva el oído, cultiva sus talentos, cultiva su inteligencia
por el estudio, su voluntad por la repetición de actos buenos, sus relaciones
con los demás (cultiva la amistad), y su relación con Dios (culto), es decir,
cultiva su vida espiritual. El hombre, por ser espiritual y libre, es un ser
“cultual” por naturaleza, inclinado a la adoración del Ser Supremo, de
aquello que lo trasciende(“trans-scandere”). Cuando Dios creó al hombre,
dice el Génesis, plantó un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre
que había creado  (Gn 2, 8), para que lo cultivase y lo cuidase  (Gn 2, 15).
Etimológicamente, la palabra española “secta”, en latín, era el femenino del
participio del verbo “seco, secare”: “cortar, desprender”. Designa la entidad
separada de otra realidad mayor y más antigua como la rama desgajada de
un árbol.
Realmente, por su definición descriptiva o sus rasgos definitorios, “secta es
un grupo autónomo, no cristiano, fanáticamente proselitista, exaltador del
esfuerzo personal y expectante  de un inminente cambio maravilloso, ya
colectivo, ya individual” (según Luis Moya, tomado de www.unav.es). Puede
ver ese link para una ampliación del tema.
P. Jon M. Arza, IVE

Pregunta: 19. Macrobiótica.


Padre: Por una enfermedad que vengo arrastrando hace varios años, me
han recomendado la macrobiótica, pero me suena a algo New Age,
aunque no estoy seguro. ¿Qué me puede decir al respecto?
 Respuesta:
Juan:

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 Le respondo con un artículo aparecido a principio de 2016 en el Boletín de
Info-RIES (nº 415 – 23 de febrero de 2016). Lo transcribo a continuación.
Como pasa con tantas otras costumbres “alternativas” y con relación a la
salud que se ponen de moda, hay que hacer un lúcido discernimiento de si
estamos practicando –o se nos está proponiendo– una dieta apropiada
para nuestro organismo o si, aprovechando este loable propósito, se nos
quiere introducir en una filosofía de vida propia de la New Age. Veamos los
puntos principales.
Una dieta basada en Oriente
Si nos fijamos en el nombre, viene del griego “grande” (makrós) y “vida”
(biós). Así, la etimología nos muestra el propósito de esta técnica: alargar la
vida del hombre, hacerla mayor. Y se basa en algo que ya es muy popular
entre nosotros: el Yin y el Yang. Por lo tanto, en la génesis de la
macrobiótica está el taoísmo y el confucianismo, que comparten esta
simbología.
En su libro El taoísmo, religión de la armonía, José Luis Vázquez Borau explica
que “Yin y Yang son dos fundamentos, principios, de mutua
complementariedad. Yang representa la luz, el calor, la actividad, la dureza
o la sequedad. Mientras, Yin representa la oscuridad, la frialdad, la
pasividad, la suavidad o la humedad. La intersección, es decir, la acción
recíproca entre las dos partes fundamentales, produce los fenómenos de la
naturaleza”.
Aplicando esto a la comida, se dice que hay alimentos Yin y alimentos Yang.
Los primeros serían los más ligeros y los que contendrían más potasio; los
otros, con más cantidad de sodio, serían los más pesados. La clave está en
buscar el equilibrio, la armonía. Y por eso la macrobiótica se fija no tanto en
el contenido nutricional de la comida, sino en su “energía” (Yin y Yang).
Se recomiendan, sobre todo, los alimentos frescos, los biológicos, los
cereales integrales, verduras y legumbres. Se insiste en consumir los
productos propios del medio en el que se vive y los de las estaciones en las
que se está. Hay un rechazo taxativo de todo alimento envasado,
procesado, modificado… También se propone eliminar el azúcar. Y la leche,
cuanto menos, mejor. El café y las especias son lo más parecido al veneno,
así que se indica la sustitución del café por sucedáneos como la cebada
tostada.
Como es fácil de adivinar, “bajo ningún punto de vista resulta recomendable
la carne animal”, según reza un manual de macrobiótica. Se prohíbe comer
patatas, pimientos y tomates. Y sorprende otra de las normas: “ingerir la

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menor cantidad posible de líquidos”, que ya obtendría el organismo por el
resto de la dieta. Se insiste en masticar bien y comer pequeñas raciones.
Su principal introductor en Occidente fue el japonés George Ohsawa (1893-
1966). Los defensores de la macrobiótica pretenden que las personas pasen
de comer sin ningún orden a hacerlo con un sentido muy determinado.
Cuando se va más allá
Como decía un artículo divulgativo sobre este tema que publicó un
semanario español, en ocasiones sucede que “más que una dieta, la
macrobiótica es una filosofía de vida”. Estamos dando un salto a la
cosmovisión, a la espiritualidad, a algo que determina la vida entera de la
persona. Es un salto muy sencillo porque, como hemos visto, el influjo
oriental es notable, y en Oriente no se pueden separar las cosas tal como lo
hacemos aquí.
Esto podemos comprobarlo en los manuales clásicos sobre el tema. En un
tratado muy difundido desde los años 70, de Itoshi Tamura, podemos leer
este reclamo en su portada: “la sabiduría de Oriente llega a nosotros
revitalizada y con profundo significado aleccionador. La Macrobiótica es
vehículo de esa corriente de pensamiento. Adoptarla es recrear la vida,
asimilar lo sublime, reconstituir la fortaleza física y moral… De la
Macrobiótica surge el máximo de potencia y belleza… por ella, el hombre es
más hombre, y la mujer es más mujer”.
Leyendo cosas como esta parecería que nos encontramos ante el “bálsamo
de Fierabrás”, esa poción mágica que curaría todas las enfermedades y que
–procedente de una leyenda de la épica carolingia– popularizó El Quijote. O
puede sonar también a la charlatanería que subyace a los crecepelos
milagrosos y otros productos del mismo estilo. Más adelante, cuando
veamos sus riesgos, irá por ahí.
Algunos han llegado a afirmar que la macrobiótica podría solucionar hasta
120 enfermedades. Dentro del libro descubrimos la afirmación de Tamura
de que la macrobiótica significa “salud física, psíquica o espiritual”. Al final,
¿a dónde lleva la comida? A “liberación y felicidad”, que son “promesas
valederas, respaldadas por la Macrobiótica”, y esta se constituiría así en
“una disciplina engendradora de proceso constitucional integral”.
En la galaxia de la Nueva Era
Visto lo anterior, es fácil deducir que la macrobiótica es uno más de los
ingredientes que se integran en la “ensalada espiritual” de la Nueva Era
(New Age). Algo que no es una simple constatación doctrinal, sino que lo
observan desde otras disciplinas. Por ejemplo, la antropóloga portuguesa
Virgínia Henriques Calado ha escrito un interesante estudio sobre esta

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propuesta dietética en el marco de la “salud holística” que defiende la
Nueva Era.
Henriques afirma que la macrobiótica “procura legitimarse a sí misma en
un proceso que puede ser visto como de instrumentalización del
conocimiento científico”. Utilizando los datos científicos que les interesan,
los defensores de esta dieta dicen tener “la verdad” sobre los alimentos.
Esto, mezclado con su espíritu “misionero” y con su intención de
transformación del mundo, hace que la macrobiótica se convierta en una
propuesta global de reconciliación del hombre con la naturaleza a través de
la alimentación “correcta”.
La antropóloga constata que “la macrobiótica, en su afinidad con muchos
de los términos de la New Age, que remiten a una concepción holística y
espiritualizada del universo, presenta una forma de ver el mundo que, por
el conjunto de principios, valores y significados que genera, puede ser
identificada con una ideología”. En sus conversaciones con muchos de sus
defensores, Virgínia Henriques comprobó una narrativa típica en la clave de
“despertar la conciencia”, evolución, sintonización con el mundo,
centralidad de la energía, etc.
Cabe señalar también la práctica de la dieta macrobiótica por parte de
personalidades significativas del mundo del espectáculo. Como siempre, los
famosos contribuyen a una difusión a gran escala de cualquier técnica,
tenga la validez o la seriedad que tenga.
¿Tiene algún riesgo?
Volviendo al campo científico, aparte de que no hay evidencias científicas de
que este sistema sea adecuado para adelgazar ni reporte especiales
beneficios, muchos críticos destacan la insuficiencia de algunos elementos
necesarios para el organismo en la dieta macrobiótica. Algunos señalan que
su escasez de grasas no es necesariamente beneficiosa para el organismo.
También se apunta a la gran insistencia en el consumo de cereales
integrales, algo que aumenta el riesgo de desequilibrios nutricionales.
Además, se le pueden aplicar las objeciones que se ponen a la alimentación
vegetariana: la ausencia excesiva de proteínas animales puede causar
carencias importantes de algunos elementos necesarios como vitaminas y
minerales. La nutricionista Irene Zamora alertaba recientemente de que “a
medida que va avanzando, la dieta se va haciendo más estricta y va
eliminando grupos de alimentos, pudiendo llegar incluso a una última etapa
en la que únicamente se consumen granos de cereales triturados, incluso
restringe drásticamente el consumo de agua, por lo que puede causar
graves problemas”. No sólo eso, sino que se refería a ella como una “dieta
milagro”.
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Otro aspecto polémico es la fama que ha obtenido la macrobiótica en
algunos ambientes con respecto al cáncer. Muchos enfermos –a pesar de
que no hay estudios desde la oncología que avalen esta práctica– han
recurrido a esta opción dietética buscando su curación o, al menos, su
mejoría. Algunos médicos han apuntado que en el caso del creador de
Apple, el célebre Steve Jobs, su muerte por cáncer habría llegado con más
rapidez por dejar los tratamientos convencionales echándose en brazos de
la macrobiótica como remedio.
Un testimonio concreto
Para terminar, un caso real. Una madrileña, Milagros Martín, contó hace
tiempo su testimonio de vida. Su búsqueda de sentido al abandonar en la
juventud la fe católica la llevó a una vida repleta de prácticas propias de la
Nueva Era. Como ella misma reconoce, “todo está muy mezclado: lo
esotérico, lo energético, lo psicológico, la búsqueda espiritual, lo
trascendente, las terapias alternativas”.
Y aquí es cuando afirma: “yo me metí mucho con el tema de la
macrobiótica. Me interesaba mucho saber cómo a través de la alimentación
yo podía sanar mi cuerpo. Por algún sitio, la Nueva Era siempre se mete,
toca todos los aspectos del ser humano y, además, tiene parte de verdad;
es muy difícil discernir dónde está la verdad y dónde la mentira”.
En su experiencia personal comprobamos cómo la macrobiótica a veces se
usa como algo más que una simple dieta, lo que puede tener consecuencias
peligrosas: “me diagnosticaron una enfermedad en los ovarios y, a través de
la alimentación y la macrobiótica yo quería resolver este problema, pero al
final, tuve que pasar por quirófano”. Milagros también afirma que “la
macrobiótica es muy estricta. Puedes crear un patrón en tu mente, que te
hace más mal que bien”.

Pregunta: 20. Apucuntura.


Padre: Me han hablado con desconfianza de la acupuntura, pero yo
tenía idea de que es una rama de la medicina. ¿Cómo es el tema? ¿Se
puede practicar o no? Le agradezco su ayuda. Carlos.
 
Respuesta:
Estimado Carlos:
Sobre este tema tomo algunos elementos del artículo del Padre Jordi Rivero
sobre la ‘Acupuntura’ (de la página www.corazones.org).

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‘Acupuntura’, etimológicamente proviene del latín acus, aguja, y punctura,
punzada. Designa una operación con fines curativos en la que se clavan una
o más agujas en el cuerpo humano. La han empleado los chinos y
japoneses desde la antigüedad.
La acupuntura como práctica médica no ofrece dificultades morales,
siempre y cuando se mantenga en los límites de la medicina y realmente
sea practicada por un médico que conozca la técnica y no por un
embaucador (como ocurre en algunos casos, aprovechando la credulidad
de la gente).
Pero junto a esta se ofrece una practica de la ‘acupuntura’ relacionada con
las doctrinas de la Nueva Era (o New Age).  Por ejemplo, se ha hecho común
encontrar avisos como el siguiente:

¿Le gustaría
Experimentar plenamente la vida
Mejorar su salud
Vivir muchos años
Conocer su futuro
Saber que fechas son buenas para usted y cuales adveras?
LA ACUPUNTURA LE AYUDARÁ

Con frecuencia los centros de acupuntura mezclan una multitud de


prácticas de la Nueva Era. Otro anuncio:

¿Amor?, ¿Vida?, ¿Finanzas?, ¿Carrera?, ¿Que tienes en la mente?.


El Tarot Mágico te permitirá…
¡maravilloso!

Las promesas no tienen límites: La acupuntura quita todos los dolores y


tensiones, hace bajar de peso, quita el vicio del cigarro…
A estas promesas sigue una jerga típica de la Nueva Era para hacer a los
ingenuos creer que se trata de algo científico o misterioso…  ¡Harmonize
con el ‘gi’ del día!.
Evidentemente no estamos ante una acupuntura médica, sino ante una
práctica que mezcla ciertas técnicas de orden medicinal con prácticas
supersticiosas y adivinatorias.
Por este motivo el Documento de la Iglesia, ‘Jesucristo, portador del agua
viva’, coloca a la acupuntura entre las prácticas de la New Age: ‘Hay una
notable variedad de enfoques que promueven la salud holística, derivados
unos de antiguas tradiciones culturales, conectados otros con las teorías
psicológicas desarrolladas en Esalen durante los años 1960-1970. La

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publicidad relacionada con la Nueva Era  cubre un amplio espectro de
prácticas, tales como la acupuntura, el biofeedback,  la quiropráctica, la
kinesiología, la homeopatía, la iridología, el masaje y varios tipos de
‘bodywork‘ (tales como ergonomía, Feldenkrais, reflexología, Rolfing, masaje
de polaridad, tacto terapéutico, etc.), la meditación y la visualización, las
terapias nutricionales, sanación psíquica, varios tipos de medicina a base de
hierbas, la sanación mediante cristales (cristaloterapia), metales
(metaloterapia), música (musicoterapia) o colores (cromoterapia), las
terapias de reencarnación y, por último los programas en doce pasos y los
grupos de auto-ayuda.25Se dice que la fuente de la sanación está dentro de
nosotros mismos, que la podemos alcanzar cuando estamos en contacto
con nuestra energía interior o con la energía cósmica’ ( ‘Jesucristo, portador
del agua viva’, 2.2.3).
Los centros de acupuntura suelen utilizar abundantemente nombres de
origen chino o japonés para identificarse con la antigua práctica de
acupuntura que se remonta a esos países. Pero también promueven
superstición y ocultismo: horóscopo chino, Tarot, el ‘mundo de I-ching’ (un
oráculo) y mucho mas. Con frecuencia reclaman que sus productos tienen
poderes sobrenaturales.
Recordamos al lector la admonición de San Pablo: ‘En cambio los malos y
embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos.
Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo
presente de quiénes lo aprendiste,  y que desde niño conoces las Sagradas
Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe
en Cristo Jesús’ (2 Timoteo 3,13-15)
No nos compete evaluar los posibles méritos de la acupuntura terapéutica.
Ese es el campo de la medicina. Pero si debemos alertar sobre a la
‘acupuntura’ que se vende popularmente hoy día por todas partes
pretendiendo satisfacer todas las necesidades humanas a base de técnicas
y poderes misteriosos…. Señores esto nada tiene que ver ni con ciencia ni
con religión. Es una crasa impostura religiosa.
Tomado (con adaptaciones y añadidos) de la página www.corazones.org

P. Miguel A. Fuentes, IVE

Pregunta: 21. Grafología.


Padre: Tengo una duda: ¿qué es la grafología (lo escuché a un amigo)?
Y, ¿es bueno o malo?
 
Respuesta:

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Estimado:
1. La palabra ‘grafología’ viene del griego (grafé = escritura, y logos =
tratado). El término fue propuesto por Michon hacia 1870, entendiendo por
él el arte de conocer el carácter de las personas por el estudio de su
escritura. El abate J. H. Michon, considerado como el fundador de la
grafología, basó su sistema en la teoría de los llamados signos físicos, según
la cual todos los detalles de la escritura correspondían siempre
exclusivamente a una cualidad determinada del carácter. Así, por ejemplo,
si las líneas de un escrito suben indican actividad y ambición; si bajan,
tristeza y pereza, etc. Tratábase de un estudio analítico muy minucioso que
se extendía no sólo a cada una de las letras, sino a las partes principales
constitutivas de cada letra.
En cambio los continuadores franceses de Michon sostienen
preferentemente que toda cualidad psíquica se manifiesta a través de un
conjunto de propiedades gráficas y en lugar de analizar minuciosamente las
particularidades del escrito, tratan de poner de relieve sus caracteres
generales agrupados en siete puntos de vista fundamentales: la velocidad
(escritura rápida, retardada, dinámica, etc.), la presión (firme, débil, etc.), la
forma (sencilla, armoniosa, confusa, etc.), la dimensión (pequeña,
exagerada, etc.), la continuidad (igual, desigual, etc.), el orden (ordenada,
descuidada, etc.).
Las demás escuelas disienten de la francesa en diversos detalles pero todas
están de acuerdo acerca del significado de la mayor parte de los elementos
de la escritura. Existe, pues, una concordancia fundamental entre los
grafólogos acerca de las características de un escrito en las que se revelan
los motivos principales que determinan la conducta del que lo escribió, sea
habitualmente, sea en el momento en que fue redactada la carta: afán de
lucro, egoísmo, vanidad, cólera, etc. Es más incierto el precisar los talentos
particulares: memoria, espíritu matemático, talento artístico, etc. Todo lo
demás es muy problemático, de manera que para dar un diagnóstico
grafológico completo se requiere hasta cierto punto la sagacidad, intuición
y habilidad particular del grafólogo, por lo cual la grafología se ha de
considerar todavía como un arte más que como una verdadera ciencia.
2. En cuanto a sus aspectos éticos, hay que decir que es conocida la
aplicación de la grafología en el diagnóstico de enfermedades mentales y
nerviosas; aplicaciones que han dado buenos resultados. Algunos
psicoanalistas dan mucha importa al aspecto de la escritura, por
manifestarse en ella como en otros muchos actos automáticos o
semiautomáticos la parte subconsciente de la personalidad.

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No puede dudarse de que exista un fondo de verdad en las consideraciones
sacadas del estudio de la escritura. Lo mismo que en el gesto y la palabra,
en condiciones de espontaneidad, la escritura es expresión personal del
individuo y manifestación de su yo psicofísico. El punto práctico de la
cuestión está en el valor indicial de cada signo gráfico. Tal vez en el futuro
se trate con mayor cautela la aplicación de los cánones deducidos del
examen grafológico. No hemos de negar, sin embargo, su valor a las
conclusiones deducidas científicamente de la grafología.
Desde el punto de vista moral los exámenes grafológicos -encaminados al
diagnóstico neuropsiquiátrico o estudio psicológico del carácter, tendencias
y talentos de sujetos sanos- son lícitos siempre que el grafólogo no se sirva
de sus propios conocimientos para dañar de algún modo a la persona cuya
escritura ha sido analizada o para otros fines reprobables.
Sería claramente un abuso de la grafología pretender que de ella puede
predecirse el futuro comportamiento libre del individuo o sobrepasar las
previsiones genéricas razonables que pudieran formarse fundadas en
circunstancias y tendencias psicosomáticas.
(Cf. Roberti, Diccionario de Telogía Moral, p. 554-555).
P. Miguel A. Fuentes, IVE

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