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onsejen, según ha dicho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien no descarta

que se articule incluso la obligatoriedad de este aislamiento: “Supongo que una voluntariedad
manifiesta si fuese precisa sería algo factible. Si no, se estudiarían todas las opciones legales,
porque el principio fundamental es mantener la salud pública. Con exquisito respeto de los
derechos fundamentales”.

 Así será el regreso a la vida cotidiana tras el confinamiento

Es un dispositivo similar a los llamados hospitales arca de Noé, que China usó con éxito para
aislar casos leves y frenar el virus. Según explicó previamente María José Sierra, del Centro de
Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, preparar estas infraestructuras es una de las
medidas de la siguiente fase en la crisis, en la que tras la detección precoz de todos los casos
con los primeros síntomas tiene que llegar un aislamiento. “A veces no se puede hacer en los
domicilios; se están poniendo encima de la mesa todo tipo de opciones y una sería algún tipo
de instalaciones”, dijo. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, que compareció junto a Marlaska,
añadió que estas infraestructuras de aislamiento estarían a disposición de los ciudadanos que
las necesiten y que “deseen” recurrir a ellas.

La estrategia es, desde esta misma semana, comenzar a hacer test masivos en los servicios
esenciales. Es la manera, señaló Illa, en la que se podrá ir volviendo a la vida normal, “con toda
la prudencia”, minimizando el riesgo de que haya nuevos picos. El ministro aseguró que el
Gobierno ha encargado cinco millones de test serológicos que servirán como primer cribado.
Este tipo de pruebas, que detectan anticuerpos en sangre, tiene una sensibilidad del 64% para
una persona que acaba de iniciar síntomas y del 80% después del séptimo día de infección.
Complementarán a los de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés),
que seguirán siendo “la base de la estrategia”. Illa señaló que su departamento está haciendo
las gestiones para incrementar en un 50% la capacidad de estos test, de los que, insistió, se
realizan entre 15.000 y 20.000 al día.

Parece ya olvidada la estrategia fallida de realizar también pruebas antigénicas rápidas, un


tercer tipo, del que se llegaron a encargar 650.000 unidades, pero que tuvieron que ser
devueltas por ineficaces. No hay mención a ellas en el nuevo plan. Sanidad ya tiene en su
poder un millón de test serológicos que repartirá desde hoy mismo a las comunidades
autónomas, y otro millón llegará en los próximos días.

Más adelante, explicó Sierra, se hará un muestreo poblacional para averiguar la prevalencia de
personas que han pasado la enfermedad, ya sea con o sin síntomas. El Instituto Nacional de
Estadística y el Instituto de Salud Carlos III ya están trabajando en la muestra de esta especie
de encuesta serológica.

Rebajar el confinamiento

Esto solo se puede hacer mediante ese tipo de test de los que el Gobierno ha encargado cinco
millones, ya que son los que detectan la presencia de anticuerpos generados tras pasar la
enfermedad. Aunque no hay una certeza científica de hasta qué punto estas personas quedan
inmunizadas ni durante cuánto tiempo, los expertos sí asumen que generan una protección
contra la enfermedad de, al menos, meses. El resultado será clave para hacerse una idea de la
prevalencia que ha tenido la Covid-19 en la población y continuar tomando decisiones sobre
cómo rebajar el confinamiento. Antoni Trilla, epidemiólogo y asesor del Gobierno en la
crisis, explicó a EL PAÍS que incluso se plantean hacer pasaportes sanitarios para que quienes
hayan superado la enfermedad puedan hacer vida normal.

Dentro de esta estrategia, los hospitales arca de Noé pueden ser una ayuda, sobre todo si el
aislamiento domiciliario no da garantías de no infectar a la familia. “Tiene sentido en casos
concretos: cuando hay una persona a la que dan el alta en el hospital y no quiere volver a la
vivienda porque todavía puede estar eliminando el virus unos días, cuando hay un miembro
contagiado y el resto no ha pasado la enfermedad…”, explica Fernando Rodríguez Artalejo,
profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid.
Ildefonso Hernández, catedrático de la Universidad Miguel Hernández y portavoz de la
Sociedad Española de Salud Pública, explica que para los casos asintomáticos es muy difícil que
estos centros se empleen de forma masiva, pero que sí pueden ser importantes en “personal
clave”, como los sanitarios o los que están en “instituciones sociales cerradas”, como
residencias.

 Sanidad podrá comprobar mediante su aplicación móvil si un ciudadano está donde


declara estar

Una fuente de La Moncloa asegura que la intención no es para nada obligar a las personas a
aislarse en esos recintos y que se buscará el sentido común. “Si vive una persona joven y sola
seguramente no será necesario, pero si la vivienda se comparte con un anciano, será
recomendable”, explica esta fuente.

La posibilidad de la hospitalización obligatoria ya existe en la legislación, siempre que la


apruebe un juez. Se ha usado en decenas de ocasiones en los últimos 20 años para internar en
centros sanitarios a enfermos de tuberculosis multirresistente a medicamentos, una variedad
de la enfermedad extremadamente peligrosa y con difícil cura. La Ley de Medidas Especiales
en Salud Pública, de 1986, establece que las autoridades podrán adoptar medidas de
hospitalización cuando haya un “peligro para la salud de la población”.

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