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SOMOS SUFRIDOS

¿Por qué consultamos el Tarot?

Estudio empírico

Ismael Berroeta

Santiago de Chile

2016
2

Agradecimientos

El autor dirige sus agradecimientos a Karin Baeza V., Socióloga, titulada Univ. de
Chile, Master Territoires, espaces, sociétés, École des Hautes Études en Sciences
Sociales, París. Miembro del Centro Integración Ingeniería y Sociedad, Facultad
de Ingeniería – USACH.

Perfil

Ismael Berroeta es el seudónimo registrado de Antonio Muñoz Pereira.

Titulado de Ingeniero Agrónomo en 1979 en la Univ. De Chile.

Diplomado en 1988 en Pedologie Tropicale en la Univ. Catholique de Louvain


(Louvain La Neuve).

Diplomado en 2004 en Estudios Holísticos en la Academia Syncronia, Santiago de


Chile.

Practicante de la consulta de tarot, profesor de cartomancia, colaborador de la


revista SOMOS (Santiago de Chile).
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CONTENIDO

Agradecimientos 2

Resumen 6

Capítulo 1 El Tarot: un juego que atraviesa los siglos 10

Capítulo 2 La urgencia de conocer la verdad 19

Capítulo 3 Un grupo de consultantes representativo de la sociedad chilena 27

Los datos disponibles

Los consultantes chilenos y sus actividades.

Edades y género

Estado civil y grupo etario

Estado civil y sexo

Estado civil y relación de pareja real

Relación de pareja e infidelidad

Capítulo 4 Los motivos o temas de los consultantes 36

El motivo y la pregunta

Cantidad de motivos

Preponderancia de motivos

Relevancia de motivos

Las secuencias prioritarias de motivos

Capítulo 5 Los objetivos buscados por los consultantes 43

Identificación de objetivos

Relevancia de objetivos

Relación entre motivos y objetivos

El motivo “amor” y sus objetivos específicos

El motivo “trabajo” y sus objetivos específicos

El motivo “familia” y sus objetivos específicos

El motivo “economía” y sus objetivos específicos

El motivo “salud” y sus objetivos específicos

El motivo “desorden de ansiedad” y sus objetivos específicos


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El motivo “símbolos” y sus objetivos específicos

Capítulo 6 Reacción de los consultantes a las respuestas del oráculo 52

Los consultantes son agradecidos


Los consultantes opinan

Capítulo 7 Felicidad, malestar, situación crítica 56

Capítulo 8 Describiendo las situaciones críticas de los consultantes 62

Los consultantes expresan sus situaciones críticas

Las personas en “situación crítica” son agradecidas

La relación entre los “motivos” y los “descriptores” de las situaciones críticas

Capítulo 9. Causas inmediatas de las situaciones críticas descritas 66

a) Causas inmediatas de la situación de tensión


b) Causas inmediatas de la situación de dolor
c) Causas inmediatas de la situación de expectativa dolorosa
d) Causas inmediatas de la situación de desorientación
e) Causas inmediatas de la situación de desconcierto
f) Causas inmediatas de la situación de inseguridad
g) Causas inmediatas de la situación de soledad
h) Causas inmediatas de la situación de desesperación
i) Causas inmediatas de la situación de incertidumbre
j) Causas inmediatas de la situación de impotencia
k) Causas inmediatas de la situación de descontrol
l) Causas inmediatas de la situación de abatimiento

Capítulo 10. Preponderancia de las causas inmediatas 73

Capítulo 11. La relación entre las causas inmediatas y los efectos críticos 77

a) Efectos críticos de la causa incertidumbre


b) Efectos críticos de la causa descontrol vital
c) Efectos críticos de la causa indecisión
d) Efectos críticos de la causa corte o alejamiento de pareja
e) Efectos críticos de la causa relación de pareja en crisis
f) Efectos críticos de la causa relación no concretada
g) Efectos críticos de la causa desconfianza
h) Efectos críticos de la causa infidelidad
i) Efectos críticos de la causa cesantía
j) Efectos críticos de la causa apego
k) Efectos críticos de la causa ingresos limitados
l) Efectos críticos de la causa acoso
m) Efectos críticos de la causa decepción
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Capítulo 12. Relación entre las causas inmediatas, implícitas y complementarias de las crisis 84

Selección de la muestra de casos

Ejemplo de la muestra de casos analizados

Naturaleza de las causas inmediatas, implícitas y complementarias de las crisis

a) Naturaleza de las causas inmediatas de las situaciones psíquicas o anímicas

b) Naturaleza de las causas implícitas tras las causas inmediatas

c) Naturaleza de las causas complementarias de las causas implícitas e inmediatas

Capítulo 13 Los frutos del estudio (1ª parte) 96

Lectura de las cartas: inspiración enmarcada en la ética

La consulta: más allá de la mera predicción

Situación crítica: consultando por motivaciones significativas

El vaticinio: una respuesta con sentido

Capítulo 14 Los frutos del estudio (2ª parte) 103

El contexto general de bienestar y malestar subjetivos

Los rasgos sociales de la “pasión” por la cartomancia

Los motivos de consulta cartomántica frente a lo social y lo individual

Los procesos sin desenlace

El peso de la incertidumbre

Capítulo 15 Interacción, sentido y perspectivas 112

Bibliografía citada y consultada 116

ANEXO 1. Actividades declaradas por el universo de consultantes de nacionalidad chilena

ANEXO 2. Identificación de causas en un grupo de casos en situación crítica

ANEXO 3. Gráficos

ANEXO 4. Cuadros

ANEXO 5. Descriptores de las situaciones críticas de los consultantes


6

RESUMEN

El estudio comienza por presentar una descripción sumaria del mazo cartomántico
conocido con la denominación de tarot, esquematiza los contenidos gráficos de una
carta en general, describe los usos dados a esta baraja desde el punto de vista
ilustrado y erudito, para luego explicar que, siendo un instrumento simbólico, es
posible “traducir” sus significados o mensajes tal como se puede leer o traducir
cualquier idioma. En el capítulo segundo se recuerda que una de las principales
motivaciones para recurrir a este instrumento es la demanda de las personas por
saber la verdad mediante una guía alternativa, dado que son insuficientes la
información y los recursos mentales o lógicos para obtener respuesta. Se hace
referencia a la antigüedad de las mancias así como a la puesta en duda de su
verdad, también desde tiempo inmemorial. Se reconoce el aporte de C. G. Jung en
realizar un estudio sistemático de algunas mancias, entre ellas el tarot y de
atribuir un mecanismo psíquico para explicar en parte su funcionamiento.

Luego, el estudio –con la misión de aportar un nuevo enfoque al uso de la


cartomancia- declara que se tuvo en consideración un total de 911 casos de
consulta oracular, de los cuales se escogieron 752, por considerar que respondían
culturalmente a un universo que compartía cierta homogeneidad y se consideraba
representativo de la sociedad chilena (años 2005-2012). Las consultas fueron
recibidas en una casilla electrónica y fueron respondidas por el mismo medio,
compartiendo las condiciones de anonimato, de gratuidad y responsabilidad (pues
se envió respuesta respaldada por escrito). La entrega de los datos por los
consultantes fue completamente voluntaria.

La información sistematizada y procesada permitió describir las características de


la población o universo, sus sexos, opciones de género, edades, actividades (71
actividades específicas y 11 grupos ocupacionales), estado civil y la correlación de
éste con el sexo y la relación de pareja real, así como el grado de
fidelidad/infidelidad en las relaciones.

Las preguntas recibidas permitieron agrupar los motivos o temas principales que
impulsaron a los consultantes, reconociéndose un total de 15 motivos, lográndose
establecer la preponderancia de ciertos motivos por sobre otros, así como las
secuencias de motivos más características, cuando el motivo era más de uno por
consultante. Además, se pudo determinar con bastante claridad los objetivos o
finalidades buscadas por los consultantes, los cuales se reducen a seis. La relación
entre “motivos” y “objetivos” permitió también establecer los objetivos específicos
que tuvieron los/as interesados/as. Digamos que si el motivo es el “amor” y el tema
específico es “fidelidad”, los objetivos específicos podrían ser “un diagnóstico
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sobre la fidelidad”, una “orientación sobre la fidelidad” o un “pronóstico sobre la


fidelidad.

Se estableció la reacción de los/as consultantes a las respuestas del oráculo,


específicamente por la retroalimentación mediante las contra respuestas de
agradecimiento y las opiniones abiertas.

Se pudo estimar el grado de satisfacción/insatisfacción de los consultantes


respecto de sus espacios privados o íntimos, en el marco de malestar/bienestar de
la sociedad chilena con respecto a los espacios institucionales o de vida pública.
Esto se trabajó a través de los casos de “situación crítica” personal, referida a un
estado de confusión de tipo transitorio que experimenta la psiquis de una persona
cuando se encuentra constreñida por presiones externas o por la irresolución de un
conflicto íntimo. Primeramente, se pudo establecer que un destacado 33 por ciento
de los consultantes pasaba por semejante estado, lo cual justificaba recibir un
apoyo de tipo oracular. Las situaciones críticas se estandarizaron y se definieron,
así como se pudo estimar las causas y los efectos psíquicos de tales estados, lo
cual permitió establecer la no trivialidad de los casos críticos que se presentaron.

Una de las primeras conclusiones del estudio se refiere a la sinceridad e


inspiración de las respuestas y la no manipulación/victimización de los/as
interesados por el tarotista, dadas las exigencias de no presencialidad, no lucro y
responsabilidad (respuesta escrita).

Otra conclusión se refiere a los objetivos atribuidos por los/as consultantes al


tarot. Si bien el “pronóstico” o interrogante sobre el futuro reúne al 62,4 % de la
demanda, los consultantes le asignan a la baraja a los menos otros tres objetivos
relevantes: diagnóstico, orientación y análisis de su situación.

Además, el análisis en profundidad de las causas (inmediatas, implícitas y


complementarias) que generan las situaciones críticas de las/os consultantes,
permitió enfatizar la comprobación de la relevancia del origen crítico de la
situación psíquica o de profundo malestar subjetivo que los ha impulsado a buscar
respuesta en el oráculo cartomántico. Son motivaciones significativas en el ámbito
individual.

Para completar, se hizo una estimación del grado de sentido o significación que
tuvieron las respuestas para los consultantes. Esto se realizó de forma indirecta, a
través de los mensajes de agradecimiento de los/as interesados/as. En la población
“normal” (no crítica), se constató que el 25 % es capaz de agradecer, en cambio, en
la población en “situación crítica” esta capacidad aumenta notablemente hasta el
40 %. Respecto del envío de un mensaje de agradecimiento más elaborado, la
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población en “situación normal” (no crítica) despachó no más de un 5 % de mensajes


especiales de agradecimiento. En cambio, el grupo en “situación crítica” lo hizo seis
veces más, llegando al 29 %.

Complementariamente, se pudo establecer los rasgos o características generales


del interés de los chilenos por la cartomancia, lo cual se resume en:
transversalidad, confianza, versatilidad. La transversalidad es cultural,
socioeconómica, etaria, de género y por estado civil. La confianza que manifiestan
los consultantes se revela por medio de sus expresiones breves pero espontáneas y
francas, destacando lo desconcertante de esta situación, el que una sociedad
descrita por los estudios sociológicos como desconfiada de las principales
instituciones –políticos, parlamento, empresas- reconozca en los hechos que el
servicio cartomántico posee “cualidades recomendables para el fin a que se
destina”, es decir, confiables. La versatilidad del instrumento cartomántico se
reconoce por los múltiples usos que se hacen de él según las finalidades u objetivos
buscados por los consultantes, a saber: pronóstico, diagnóstico, orientación y
análisis, enmarcados en los motivos o temas que les interesan. El prejuicio vulgar
indica que existe una pasión por “sacarse la suerte” o “conocer el futuro”, lo cual es
indesmentible y se confirma en que poco más del sesenta por ciento de las
consultas confluye sobre dicho objetivo. Sin embargo, hay que reconocer que si los
otros objetivos –que se encuentran muy ligados entre sí- se adicionan, asumen un
volumen muy cercano al cuarenta por ciento.

A todo lo anterior, se puede agregar otra constatación. La conducta evasiva, es


considerada como un factor que acompaña las situaciones críticas o de malestar
subjetivo individual, el cual es un estilo de eludir o no enfrentar el conflicto o
contradicción vital, de tal manera que se va frenando o impidiendo el desenlace de
los procesos de solución de dichos conflictos. Esto va generando una tensión tal
que desemboca en efectos indeseados y torturantes.

Para cerrar el registro de las constataciones hay que destacar el tema de la


incertidumbre en la cual manejan sus vidas muchas personas. La transversalidad
cultural, socioeconómica, etaria, de género y de estado civil del universo de
consultantes y su demanda de una explicación del presente o un pronóstico del
futuro, confirman que un requerimiento señalado de sus vidas es el conocimiento de
la verdad. Si las personas supieran lo que está pasando o lo que va a suceder
eliminarían la incomodidad de la incertidumbre y ganarían más tranquilidad,
serenidad, aplomo. Sin embargo, para un grupo de personas, la falta de certeza de
que algo se produzca o no ocurra puede llegar a percibirse como un elemento
amenazante y tener una amplia y variada gama de efectos críticos o indeseables en
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la personalidad o la psiquis, para transformarse en un malestar, insatisfacción


profunda o, simplemente, una situación crítica.
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Capítulo 1

El Tarot: un juego que atraviesa los siglos

El Tarot es un instrumento que clasifica dentro de la cartomancia, constituyendo


físicamente un libro de imágenes bajo el aspecto de una baraja. Un libro corriente
está sometido al imperio de la encuadernación, es decir, después de abrir la tapa
vendrán las páginas numeradas desde la página uno hasta la página ene o final.
Aunque el lector puede caprichosamente comenzar la lectura por cualquier página,
sea del final, del medio o del comienzo, la estructura encuadernada invita a leer
desde las páginas iniciales y acabar por las páginas finales. En cambio, el
libro/baraja invita a mezclar sus páginas y, una vez revueltas, comenzar a
seleccionar las páginas al azar antes de ser leídas o interpretadas. Estos mazos de
cartas tienen una antigüedad comprobada a través de la conservación de barajas
europeas auténticas que datan del siglo XV, así como de referencias escritas que
aluden a su existencia provenientes de los siglos XIII y XIV. En el caso de Chile, la
popularidad y masividad del uso del tarot se ha iniciado a contar de la década de
los noventas. Antes, su conocimiento permaneció entre unas pocas personas
ilustradas que lo captaron en Europa, especialmente en Francia. Sin embargo, la
cartomancia por la vía de la baraja española ostenta una presencia muy anterior, de
raigambre plebeya, canalizada por los gitanos y por las adivinas de los barrios
populares.

El Tarot, desde sus comienzos verificados, habría tenido una estructura definida
similar a la que conocemos hoy, expresada en 22 triunfos o arcanos mayores y 56
arcanos menores, estos últimos seriados en 4 palos o pintas que incluyen a su vez
dos tipos de cartas, las cortesanas (rey, reina, caballero y paje) y las cartas
numerales (desde el as o uno hasta el diez). No se sabría cuáles surgieron primero:
si los triunfos o los arcanos menores y, por tanto, cuáles se agregaron a cuáles.
Tampoco los historiadores han podido aclarar si el Tarot fue originalmente un
juego más de azar usado después con propósitos espirituales o si ocurrió al revés.
Como una manera de facilitar las cosas, vamos a llamar naipes a los mazos de cartas
destinados corrientemente desde la Edad Media para los juegos de azar, y vamos a
llamar tarot a los mazos usados con fines espirituales, sea para sacar una
enseñanza moral o para predecir o para conectar con el sí mismo. En fin, se trata
en este último caso de no aplicar el mazo para apostar dinero, aunque hay que dejar
en claro que el Tarot también puede usarse para jugar y hacer apuestas, como lo
demuestra la existencia de un juego no exento de popularidad en Europa,
especialmente en Francia. No existe un tarot único. Todo comenzó en el siglo XV o
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antes con algunas pocas versiones y luego siguió su curso con altibajos de
popularidad hasta el presente siglo, con versiones muy variadas. En nuestro
estudio, cuando hagamos mención específica de una carta o arcano, nos estaremos
refiriendo al modelo “Marsella”.

El tarot tiene un valor múltiple: oracular, esotérico, de conexión psíquica,


biográfico y trascendente. Desde el punto de vista cultural se le puede clasificar
como un sincretismo puesto que presenta elementos combinados de las mismas
fuentes que el ideario de las escuelas esotéricas: numerología pitagórica,
Hermetismo, Alquimia, entre otros. Y, curiosamente, cada carta recibe el nombre
de Arcano, es decir, secreto, palabra común a lo esotérico y a sus escuelas.

El Tarot no nació ni se inventó en Marsella (Francia). El Tarot no se creó ni viene


hasta nosotros del antiguo Egipto. El Tarot no lo inventaron los gitanos. El Tarot no
siempre se ha usado con fines predictivos u oraculares. Por eso “Hagamos para empezar
tabla rasa de las ideas recibidas en cuanto a la muy elevada antigüedad del tarot. No, ¡no es obra de
los grandes iniciados del Egipto antiguo!. No es para nada de origen hebraico-cabalístico. Ni gitano. Y
aún menos, puesto que se ha encontrado algunas personas que lo pretenden, extraterrestre…”1

El tarot de Marsella no es el primero ni el más antiguo de los Tarot, ni tampoco su


nombre es antiguo. Es una denominación nacida en el siglo XX, a partir de una
reimpresión del tarot editado por el cartista o impresor Nicolás Conver en el siglo
XVIII. Sin embargo, hay algo de antiguo y primigenio en él: está demostrado por la
investigación que se basa en un Tarot italiano, de la Italia del norte, del siglo XV.
Las cartas del tarot tipo “Marsella” tienen una presentación sencilla. Al enfrentar
visualmente la carta de tarot -nos referimos expresamente a los arcanos mayores-
se apreciará diversos elementos como:

1. Una escena, la cual luce un personaje central, en la mayoría de los casos


antropomórfico o dotado de vida y, por excepción, inanimado (una
construcción, una rueda).
2. Un nombre, generalmente en la parte inferior.
3. Un número, que puede estar sea en la parte superior como en la inferior, a
veces a un costado.

1
Mathonière, Jean-Michel. « Tarot et Art de Mémoire… ou l’Art d’Accommoder les Symboles ».
Artículo aparecido en La Chaîne d’Union, nueva serie n° 12, primavera 2000, revista de estudios
simbólicos y masónicos del Gran Oriente de Francia.
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El número

La escena con las figuras

El nombre

En estas cartas confluyen los diferentes signos y símbolos, haciendo un aporte


para inspirar un “mensaje”, una interpretación intuitiva. Por un lado, las imágenes
proporcionan arquetipos que saltan o se constelan desde el inconsciente colectivo.
Podría tratarse de mensajes relacionados con el proceso alquímico espiritual, según
la interpretación junguiana. Por otro lado, los números hacen un aporte sustancial,
derivado de la tradición pitagórica, de la tradición hermética y de la tradición
alquímica, también. En tercer lugar, la escena o carta trae aparejados los
significados brotados de la propia tradición de los tarotistas, especialmente
relacionada con los significados predictivos referidos al ámbito personal, de la
personalidad concreta inscrita en un entorno físico y sus circunstancias. En cuarto
lugar, hay que contabilizar el nombre del arcano, símbolo que tiene la propiedad de
evocar a todos los anteriores.

El tarotista o lector de cartas no sería más que un intermediario que procesa la


información según sus facultades y habilidades, limitadas eso sí por su marco
cultural e histórico en una sociedad determinada.

El uso o puesta en operación de una mancia incluye un aspecto técnico, es decir,


conocimiento de ciertos procedimientos o estándares que, al usarlos, entregan un
resultado estructurado u ordenado, el cual debe ser interpretado, sea por el gurú o
curandero o tarotista, o también, por el propio interesado, o por ambos. Por
ejemplo, en el caso de la astrología, si se desea trazar la carta natal del
interesado, se procede a establecer las posiciones relativas de los planetas al
momento de su nacimiento, lo cual conlleva el dominio de información astronómica y
geométrica, así como ser capaz de expresarlo en un mapa. Actualmente, esto se ve
facilitado por un programa informático. En el caso del I-ching, hay un
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procedimiento para la tirada de palitos de milenrama o de monedas, hasta obtener


un ideograma compuesto de trazos. Por su lado, en el tarot, se usa el mazo de
naipes, el cual es barajado o mezcladas sus unidades, se escogen cartas al azar y se
disponen sobre la mesa bajo un esquema predeterminado o tirada. Existen decenas
de tiradas, cada una tiene su propia forma de ser abordada y cada posición de las
cartas tiene una función precisa dentro del esquema general.

En la lectura del Tarot se usan sus cartas o arcanos a modo de las palabras de un
idioma, desde una carta hasta conjuntos de varias o muchas cartas. Si cada carta
al menos nos puede proporcionar una palabra, con el conjunto de cartas podremos
disponer de frases y de oraciones, las cuales, ligadas como ideas, nos entregarán
una historia o relato. Si usted puede leer un idioma e incluso puede traducir de un
idioma a otro, ¿por qué no podrá “leer” las cartas de un tarot y armar un relato?.
Estos conjuntos de cartas -a los cuales hemos hecho referencia y denominamos
“tiradas”- corresponden a disposiciones espaciales de cartas ordenadas de manera
pre establecida tanto en cantidad como en su localización de unas con respecto a
las otras. Además, se ha asignado un rol al lugar y a la carta que temporal y
aleatoriamente lo ocupa. Una tirada tiene un nombre, un número de cartas que la
componen y un esquema de distribución sobre el plano de una mesa o carpeta. Estos
elementos que la estructuran han sido fijados sea por su creador o sea a través de
la tradición entre los tarotistas.

¿Por qué se han diseñado las tiradas?. Ha sido para responder en forma más
adecuada según los fines o necesidades establecidas por los consultantes: fines
predictivos, de ordenamiento espiritual, de diagnóstico de una situación material o
espiritual, de sugerencias o alternativas de solución a un problema, etc. El orden
proporcionado por una tirada tiene fortalezas: evita la dispersión y la divagación;
permite concentrarse en los temas del consultante y focalizarse en lo más
importante; entrega oportunidades: puede señalar alternativas de soluciones,
caminos, o temas para “trabajar”; muestra también debilidades: limita de alguna
forma las visiones de solución interna y externa, por ejemplo, es menos adecuada
para un tarotista que disponga de una gran intuición y que sea capaz de “abatir”
fácilmente su nivel mental; y potencia amenazas (peligros o trampas): confundir la
interpretación con un destino o karma pre definido, lo cual implicaría inacción o
abandonarse a las fuerzas del entorno.

Pero una técnica preliminar no es más que un conocimiento erudito o conciencia de


procedimiento estándar. La etapa siguiente es realizar la interpretación o lectura
de la señal emitida por el objeto material de la mancia: la señal de un astro en
cierta posición, la señal de un ideograma o la señal de una carta en su lugar dado. La
interpretación que tenga sentido para el consultante es una habilidad
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estrictamente personal del curandero para conectar en forma intuitiva con “el más
allá”, el inconsciente colectivo, la trascendencia o como se quiera llamar al mundo
inconsciente, infinito, arquetípico o atemporal, de manera sincrónica o aleatoria, y
traer esa información a la esfera de la conciencia mental, de tiempo lineal, finito y
discreto, entregando un producto oracular o adivinatorio.

En el juego del Tarot –decimos juego en sentido amplio pues se requiere una
actitud lúdica del participante, un involucrarse- se van combinando el orden y el
desorden, lo determinado y lo indeterminado, lo estructurado y el azar. El
tarotista puede escoger una tirada cualquiera, es decir, un esquema u orden de
disposición para las cartas que les establece lugares y funciones específicas
(diagnóstico, sugerencia, pronóstico, etc.) pero las cartas mismas son seleccionadas
al azar por el interesado, quien las escoge boca abajo. Un segundo elemento de
orden es el número que aparece en cada carta seleccionada y que aporta conceptos
y pronósticos. Sin embargo, usando esos números, se puede, mediante juegos
aritmológicos, obtener nuevos números, que conducen de manera inesperada a
nuevas cartas y, por tanto, a nuevas sugerencias y pronósticos. Y un elemento de
azar siempre presente: la lectura la realiza una persona y es por intermedio de las
complejidades de su espíritu, a través de su mente, de su subjetividad y su
intuición que se manifiesta el mensaje que jamás deja de tener un sentido. Este
segundo elemento de caos es la inspiración estimulada por las escenas, personajes
y símbolos, la cual favorece la constelación de arquetipos diversos, sin un concierto
preestablecido.

En cada carta, lo esencial es la figura o escena central y lo secundario o


complementario es el número, aunque ambos se entrelazan íntimamente cuando se
lo “juega” o se lo hace “operativo”. Sin número igual habría tarot, aunque sin orden
de precedencia entre las cartas. En cambio, sin figura arquetípica sólo quedaría el
número, o sea, mera reducción a la numerología, poniéndose fin a lo lúdico y a lo
intuitivo, quedando sólo lo mental. Además, como ya se dijo, no deja de tener
importancia el nombre del arcano pues remite o re-envía al concepto y, por lo
mismo, a la figura arquetípica y lo que ésta representa y significa.

Para leer o interpretar el tarot es indispensable conocer y memorizar, a lo menos


en parte, los significados que por tradición se le asigna a cada carta. Al ver una de
ellas, uno de esos conceptos “se manifiesta” en la conciencia del lector y éste
puede conectarlo con su problemática actual, pasada o futura. Dicha problemática,
en su movimiento íntimo, puede ser tan compleja como lo es el ser humano y la
conexión puede tener a su vez muy variados senderos y señales de profundidad
también variada, según sea la sensibilidad o intuición del intermediario, lector o
tarotista. No hay que perder de vista que lo esencial no es asignarle un significado
15

a los arcanos por decisión erudita, ni tampoco sin que esa designación o
interpretación “funcione” u “opere” espiritualmente en el adepto o en el
consultante. Podemos hacer un símil con los tratados alquímicos, los cuales no le
dicen nada al neófito ni tienen tampoco ningún efecto especial en el investigador de
los mismos, pero sí tendrían un especial significado para el adepto o iniciado como
proceso interior específico y no fruto de la simple lectura mental del texto.

Los arcanos mayores o triunfos serían más arquetípicos, ligados a valores, ideas
más globales o categorías, enfoques de vida trascendentes. En cambio, los arcanos
menores reflejan “situaciones”, eventos también típicos pero más coyunturales. El
tarotista tendría un papel que no sólo sería técnico –en el sentido de conocer
ciertos significados y procedimientos estándares- sino que tendría un rol muy
importante como lector o traductor o como vehículo capaz de conectar con los
arquetipos y, por ende, con el inconsciente colectivo. El destacado tarotista chileno
Jaime Hales gusta afirmar “el tarot no se equivoca, se equivoca el tarotista”,
queriendo destacar que en las cartas seleccionadas siempre aparece un mensaje
significativo que entrega una respuesta útil y no entenderlo sólo pone de
manifiesto las debilidades del intermediario entre el interesado y el inconsciente
colectivo.

El Tarot puede ser enfocado, estudiado y utilizado desde diversas dimensiones o


ámbitos de conocimiento. No es posible realizar distinciones tajantes entre esos
ámbitos pues nunca se encuentran barreras absolutas tratándose de las mancias y
las prácticas espirituales, cosas ambas que son carne de este arte. Sin embargo,
podrían agruparse en aquéllas que tienen un enfoque más mental y ésas que tienen
en sí una preponderancia gnóstica o mística. Las dimensiones más mentales son la
alquimística, la astrológica y la numerológica. Por su parte, la más intuitiva es la
dimensión meditativa.

El denominador común de las dimensiones alquimística, astrológica y numerológica


es el predominio de lo intelectivo en el proceso de interpretación. Hace falta una
preparación, un estudio, a veces complejo como en el caso de la astrología, una
memorización, en suma, una erudición, una participación del ego que apabulla lo
verdaderamente oculto, lo inconsciente y espontáneo. Se puede asimilar este tipo
de ámbitos o formas de trabajo con el Tarot a las intervenciones de la medicina
alopática occidental, en particular a la participación del psiquiatra respecto del
paciente. Se parte de la base que sólo la intervención de un experto, quien
encontraría las interpretaciones justas y precisas, que se vincula exteriormente y
verbalmente al problema, podrá ser de ayuda al paciente o al consultante,
dejándose un margen muy estrecho a la intervención del(a) propio(a) interesado(a)
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en su proceso de sanación o de individuación, cuando no a la ausencia de todo


avance respecto de una situación espiritual dada.

La dimensión meditativa es esencialmente operativa, apunta a inducir una


disminución de lo intelectivo, lo egoico, para dejar paso a lo intuitivo, es decir, a la
ligazón con el inconsciente personal o colectivo, e incluso con el inconsciente
transpersonal. “…un ejercicio… no sólo para un mejor conocimiento de sí mismo, sino también para
2
modificar distintos aspectos de su vida” . La operación en curso no sería para provocar
una atenuación de intranquilidad o de moderación de síntomas, por el contrario,
sería para potenciar el enfrentamiento con los conflictos, asumirlos y dar el salto
en madurez e integración que corresponda, aunque ello implique el corte de
relaciones sociales, cambio de trabajo o de residencia, etc.

Como todo conocimiento, como todo arte, en la conexión con la dimensión


inconsciente se requiere un proceso de aprendizaje para conocer la materia de que
se trata, de dominarla y hacerla operativa a voluntad. Acallar la mente no es fácil y
es particularmente duro para las personas que han llevado largos años de
perfeccionamiento intelectual, que cuentan con un grado de erudición muy elevado.
Al contrario, es menos complicado para las personas sencillas, de costumbres
simples y ligadas a los procesos de la naturaleza. Igualmente, es requisito
importante el conocimiento del significado de los arcanos por tradición,
memorizarlo y traerlo a colación, ejercicio tras ejercicio, uniendo las cartas como
si se tratara de las palabras de un idioma, hasta desplegar frases y oraciones que
entrelazan una historia, sea pasada, presente o futura. En resumen, hay que
trabajar, trabajar, trabajar, gastar energía y tiempo hasta lograr el producto al
cual se aspira. Así como el espadachín se entrena a diario y medita para conectar
con el inconsciente y transformar el instinto en inconsciente programado, el
tarotista tendrá que entrenarse periódicamente para transformar su intuición
espontánea en intuición programada.

A continuación, veremos un ejemplo de lectura predictiva con una tirada sencilla, la


tríada o tirada de tres. El objeto de esta tirada será solicitar un diagnóstico,
consejo, sugerencia o, como la mayoría lo busca, un oráculo o pronóstico frente a un
tema presentado o una pregunta formulada. Dado que el ejemplo sólo pretende
demostrar que no es tan complejo “leer”, lo simplificaremos al máximo.

Las tres cartas se escogerán una a una y se instalarán boca abajo en sus lugares en
la secuencia que indican los números y presentan la siguiente disposición:

2
Ram. 2002, febrero. Revista El Arte del Tarot Nº 51. Artículo “Otras Dimensiones del Tarot”.
Ediciones Orbis, Barcelona.
17

2 3
1

Elemento Elemento central Elemento


acompañante acompañante

Luego, las cartas se irán dando vuelta poniendo a la vista sus ilustraciones y se irán
leyendo en el mismo orden o secuencia en el cual fueron seleccionadas. Vamos a
suponer que el consultante escoge cartas al azar y queda la siguiente vista:

2 1 3

Elemento Elemento central Elemento


acompañante acompañante

Supongamos que la consultante ha pedido un vaticinio sobre su situación de pareja.


El lector podrá buscar palabras claves que representen a cada uno de los arcanos
en el aspecto sentimental, así:

08 La Justicia 14 La Templanza 20 El Juicio

Equilibrio Combinación, armonía Transformación, renovación

Retribución Fluidez Futuro, nueva visión

Las palabras claves podrían dar origen a las siguientes oraciones o relatos:

1. El equilibrio vendrá por la armonía espiritual de los amantes trayendo la


renovación de la relación.
2. El amor será retribuido con la fluidez en la relación la cual se renovará sobre
un nuevo compromiso.
18

Mientras el tarotista expresa su vaticinio o sugerencia, paralelamente el


consultante va realizando un trabajo interior de comprensión, acomodo de ideas y
emociones, hasta dar con un sentido del mensaje recibido, el cual aflorará sin lugar
a dudas cuando los participantes se hayan entregado inspirada y confiadamente al
proceso de lectura.

El tarot y su legado han venido atravesando los siglos y las épocas históricas y, con
el tiempo, se va enriqueciendo su bagaje cultural, gráfico y psicológico. Hoy forma
parte de la postmodernidad. Quienes afirman que la cartomancia es una estupidez
o que induce errores, deberán estar a la altura de los tiempos. No es el tarot quien
debe demostrar su sabiduría y su certeza, sino quienes lo denostan son los que
deberán demostrar lo contrario.
19

Capítulo 2

La urgencia de conocer la verdad

La vida de la humanidad y, especialmente, la de las personas comunes y sencillas no


es fácil, ni tampoco fue fácil en el pasado. En períodos complejos y de desafíos
límites, cuando se desencadenan guerras y persecuciones políticas, las personas
ven expuesta no sólo su existencia sino, además, se arriesgan a sufrir penurias
agudas como la hambruna, mala salud, heridas graves e invalidantes,
desplazamiento forzado dejando atrás la familia, los seres queridos, el hogar, las
fuentes de sustento y seguridad. Sin merecerlo, algunos son hechos desaparecer
para siempre, llenando de dolor a sus parientes y transformando las vidas de éstos
en una búsqueda eterna. Por eso, y por mucho más, en tales experiencias se
vivencia un retorcimiento interior causado por la duda del ¿qué (nos) ocurrirá
mañana?.

Se podría, entonces, deducir que los períodos de paz son unas tazas de leche en las
cuales el disfrute del vivir constituye la regla diaria. Sin embargo, la realidad, con
su grosera crudeza, nos mantiene en vilo con otras preocupaciones. Ahora no es que
dudemos de la posibilidad del latido mismo de la vida, como en la guerra. Ahora, se
hace presente, en lo cotidiano, las inquietudes de la vida privada o íntima, las cuales
también pasan a ser una sensación compartida con muchos. La penuria causada por
las deudas, las cuotas pendientes de pagar por los últimos electrodomésticos, las
asfixiantes horas de traslado al trabajo y de regreso a casa en el transporte
público, los desgastantes atascamientos de tránsito, la deuda por la educación de
los hijos que aún no consiguen trabajo en el oficio que estudiaron, el terror de una
pensión de retiro escuálida, la hipoteca de la vivienda que impide cobijarse aún bajo
un techo efectivamente propio y… la lista pareciera no acabar. Y no acaba, porque
en medio de todas esas exigencias de la sociedad que nos han impuesto, están los
requerimientos naturales de nuestra vida afectiva: la mujer (o el hombre) que nos
atrae y nos enamora en forma paralela a nuestra relación de matrimonio; la relación
de pareja que nos había comprometido aparentemente de por vida pero que hoy se
rompe de forma abrupta; el anhelo de recobrar a alguien que se alejó pero que nos
roba el sueño; el sufrimiento por la infidelidad de nuestra pareja aunque, incluso,
no lo hayamos comprobado; tener una pareja agresiva que, o nos golpea, o nos
destruye día a día con expresiones desdeñosas; el hecho de no saber si nuestra
pareja nos ama realmente y, tantas, tantas otras veleidades del existir que
sazonan agrazmente el devenir cotidiano.
20

El pequeño panorama que hemos esbozado no tiene la maligna intención de


falsificar la realidad pretendiendo desconocer que la vida tiene para nosotros
experiencias gratificantes y felices, muchas alegres y algunas conmovedoras. No
ha sido nuestra visión. Lo que pretendemos resaltar es que en nuestra vida activa la
mayor necesidad o la más preponderante -aunque nunca la única-, el más relevante
requerimiento es el conocimiento de la verdad. Y es así por cuanto si supiéramos lo
que está pasando realmente o lo que va a pasar más adelante, eliminaríamos por
completo o disminuiríamos las angustias y el tormento ocasionados por la
incertidumbre de no saber. La falta de certeza de que algo se produzca o no ocurra
puede llegar a percibirse como un elemento amenazante y tener una amplia y
variada gama de efectos críticos o indeseables en la personalidad o la psiquis de
quien vivencia una crisis. Si supiéramos lo que pudiese acontecer estaríamos más
tranquilos, más aplomados, más serenos y dueños de nosotros mismos. Y como las
tribulaciones de los seres humanos son, si nó las mismas, parecidas, desde tiempos
remotos es que se acepta que los instrumentos disponibles para el conocimiento de
la verdad son dos: la razón y la intuición o, si les acomoda mejor, la función mental
o la revelación holística. A veces, se presentan mezclados, porque los mensajes
revelados no son comprendidos o son demasiado difíciles de aceptar y la razón o la
mente los acomodan y los presenta de manera más simpática a nuestro
entendimiento.

Una cosa está bien clara: la razón o la función mental son insuficientes para
conocer la verdad. Hay diversas barreras, algunas ajenas y otras, propias. Por
ejemplo, se puede tener una capacidad de razonamiento poderosa y, sin embargo,
disponer de información restringida o distorsionada, con lo cual no estamos en
condiciones ni de diagnosticar el presente ni de predecir el futuro. La manipulación
de las noticias o las maniobras de desinformación de las potencias, los gobiernos y
los grupos de poder, especialmente de los dueños de la riqueza, impiden que
millones de seres humanos inteligentes puedan tomar decisiones acertadas sobre
su vida, su familia y sus opciones políticas. Por otra parte, la ideología inducida por
la minoría dominante o los prejuicios culturales pueden transformar a la más
inteligente de las personas en la más torpe para adoptar sus decisiones, al estar
limitado o sesgado su horizonte de comprensión.

Y otra cosa está clara: la mayoría de la gente percibe que, a falta de razón, está
disponible la opción intuitiva u holística, a la cual se puede acceder de diversas
maneras, entre otras, mediante los oráculos o actividades mánticas. El
conocimiento humano basado en la función mental -tal es el caso del conocimiento
científico- es un saber probabilístico del futuro, es un pronóstico que se construye
sobre la repetición acumulada numerosas veces de un hecho en las mismas
21

condiciones. Por su parte, el conocimiento basado en la función intuitiva, como es el


caso del conocimiento mántico, es un saber absoluto de un acontecimiento futuro,
único, un pronóstico que per se indica si algo ocurrirá o no.

Y nos queda preguntarnos por una aclaración. El conocimiento de la verdad se


refiere a ¿cuál verdad?. Hoy se entiende que la verdad no es necesariamente única.
Hay una relatividad impuesta no sólo por los hechos disponibles, sino también por
quién observa los hechos. De allí que si la verdad es la “conformidad de las cosas
con el concepto que de ella se forma la mente”3 habría que agregar que dicha
conformidad no es la de la mente general o abstracta, sino de la mente de cada uno
en su íntima y subjetiva convicción.

El funcionamiento de los oráculos es algo que ha interesado desde la más remota


antigüedad a los espíritus inquietos y ávidos de beber en el vaso la verdad y no en
el vaso de la mistificación, porque la capacidad oracular ha sido puesta en duda, no
sólo por la mentalidad moderna y/o científica, sino también en la época antigua
cuando los oráculos estaban institucionalizados en torno a los templos. A veces,
estas dudas surgieron con muy buenas razones, porque los farsantes siempre han
ido trabajando a la par que los profetas. Uno de los casos más afamados y
discutidos a lo largo de los últimos 3.000 años ha sido el de las sacerdotisas y
sacerdotes del templo de Apolo en Delfos. Se ha dicho tantas cosas sobre esto:
que la inspiración de la pitia era auténtica e inducida por el dios, que no había tal,
que era fruto de un estado de éxtasis causado por vapores o hierbas alucinógenas,
que aunque eso hubiera sido cierto, el oráculo podía comprarse cuando el vaticinio
tenía implicancias políticas4, y tantas otras cosas.

Y también desde la antigüedad se han alzado voces para criticar el


aprovechamiento que hacen personajes inescrupulosos de la credulidad de las
gentes ingenuas, aparte del ámbito político quiero decir. Uno de los testimonios
más interesantes lo constituye el del griego Plutarco, quien vivió alrededor de los
siglos I y II de nuestra era. Plutarco fue en su momento, ni más ni menos, uno de
los sacerdotes a cargo del oráculo de Apolo en Delfos. Por tanto, fue una
inteligencia convencida de la utilidad y buena fe del método oracular basado en la
inspiración o éxtasis de la pitia o profetisa del templo de Apolo. Luego, Plutarco no
rechaza la validez del pronóstico oracular, sino que denuncia la actividad
interesada de diversos elementos que se entremezclan con las clases populares,
embaucando a mujeres sencillas y a esclavos con sus mentiras para sacarles algún
dinero5. Aunque la crítica de Plutarco no se queda allí, pues denuncia también a

3
Diccionario de la lengua española (DRAE).
4
Vandenberg, Philipp. 1979. “El Secreto de los Oráculos”. Ediciones Destino, Barcelona, 1991.
5
Plutarco. Los Oráculos de la Pitia 407B-C.
22

individuos ilustrados quienes, también con oscuros propósitos, deformaban las


profecías dándoles una forma versificada, con lo cual contribuyeron a la pérdida de
confianza general en los oráculos de los templos antiguos6.

Sería útil recordar otros dos casos de la práctica oracular antigua. Uno de ellos es
el oráculo de Anfiarao en la localidad de Oropos7 (a pocos kilómetros de Atenas).
Al igual que otros centros religiosos oraculares, esta cofradía conducía un rito de
purificación previo a la obtención y registro de los sueños del consultante, a partir
de los cuales los sacerdotes le proporcionaban señales sobre su realidad presente
y su futuro. Nuevamente nos encontramos ante una situación –esta vez con la/el
interesada/o como participante- en la cual se busca conseguir la información en una
esfera psíquica inscrita en el abatimiento de la función mental, adentrada en el
llamado inconsciente colectivo. Otro, es el oráculo de Trofonios en Lebadea8
(actual Livadia). En este ejemplo, el ritual es bastante más riguroso y prolongado
con una ceremonia de término que incluye el aislamiento, la oscuridad y el terror,
cuya función es provocar el estado de trance o éxtasis, un estado modificado de
conciencia del participante9, esto es, se procura claramente la remisión de la
función mental para que opere la inspiración de lo inconsciente: visiones y sonidos
que se interpretan como un mensaje desde lo divino, lo desencarnado o lo infernal,
extrayendo una guía para el futuro personal. En palabras de un investigador de
espíritu abierto: “el oráculo de Trofonios era considerado como próximo a los misterios por el
hecho que el mensaje transmitido por los dioses en los misterios y el de la revelación oracular
compartían una característica común: la de poner al peregrino en contacto psíquico directo con la
divinidad, quien le revelaba lo que él quería saber en un cara a cara vivido como un contacto entre el
alma y el dios”10.

Con el correr del tiempo, advino el desarrollo de la ciencia y su hegemonía casi a


título de fe sobre el conocimiento humano y la consideración despreciativa de los
medios académicos sobre las dimensiones del ser humano que estuviesen más allá
de la función mental. Sin embargo, a comienzos del siglo XX se produjo una ruptura
de esta tendencia intelectual discriminadora en el seno del mundo científico y
académico. Uno de los enfoques más serios sobre las artes adivinatorias fue el del

6
Jiménez San Cristóbal, Ana Isabel. “Embaucadores y Falsos Adivinos en Los Oráculos de la Pitia
407B-C”. Universidad Complutense de Madrid.
7
Vandenberg, Philipp. 1979. “El Secreto de los Oráculos”. Ediciones Destino, Barcelona, 1991.
8
Bonnechère, Pierre. 2011. “Mantique, transe et phénomènes psychiques à Lébadée: entre rationel et
irrationel en Grèce et dans la pensé moderne”. Kernos (en ligne), 15l2002, mis en line le 21 avril 2011.
http://kernos. revues.org/1375; DOl10.4000/kernos.1375.
9
Bonnechère, Pierre. 2010. « Divination et révélation en Grèce ancienne », Annuaire de l'École
pratique des hautes études (EPHE), Section des sciences religieuses [En ligne], 117 | 2010, mis en
ligne le 04 janvier 2011, consulté le 13 avril 2015. URL: http://asr.revues.org/885.
10
Íd. Opus cit.
23

psiquiatra suizo Carl G. Jung. En una de sus obras11 realiza un estudio teórico sobre
los mecanismos causales que permiten el accionar de las mancias o instrumentos
predictivos. Escoge para ello tres técnicas oraculares: el I Ching (de origen chino
ancestral), la Geomancia (de uso europeo occidental probablemente desde antes
del Renacimiento) y la astrología. Sobre el I Ching y la Geomancia realiza una breve
discusión teórica y sobre la astrología realiza una investigación empírica con
desarrollo estadístico. Jung sostiene que las mancias son explicaciones de los
acontecimientos sobre una base acausal que trabajan en un contexto sincronístico.
Esta concepción requiere un enfoque o mentalidad postmoderna, en el sentido de
admitir: a) el carácter relativo del tiempo y del espacio, y b) concebir la realidad
como un continuo de energía (campos) en el cual los hechos físicos pueden
concatenarse con los hechos psíquicos e influirse mutuamente. Entendida la
realidad de esta manera, para que un instrumento mántico funcione como tal y
pueda mostrar resultados que tengan sentido para quienes los consultan, debe
propender a una disminución de la función mental del participante y abrir espacio a
la función intuitiva. Conseguido esto, se puede vivenciar el campo de la relatividad
del tiempo y del espacio, esto es, percibir visiones acausales y sincronísticas de los
hechos. Lo anterior equivale a decir que el estado psíquico subjetivo del actuante
puede coincidir tanto con un hecho que está ocurriendo en ese momento como con
hechos que se encuentran en otra parte del tiempo, sea pasado o futuro. Para
redondear la concepción que quiere transmitir, Jung advierte que la investigación
científica de estos hechos no puede ser como el conocimiento cartesiano, el cual es
observante, sino que requiere necesariamente que el investigador se involucre
como participante. Jung reconoce que, por lo menos hasta ese momento en el cual
analiza estos temas (1950), no se ha podido encontrar un puente de comunicación
entre el ejercicio mántico (reino del azar) con el ejercicio científico cartesiano
(reino de la causalidad y la estadística) y nadie ha podido despojar a las mancias de
su velo mágico y misterioso.

Sin embargo, no era la primera vez que este lúcido intelectual e investigador se
había interesado en la relación de los oráculos con el inconsciente, ni tampoco se
había reducido solamente a los tres instrumentos arriba mencionados. Antes, en
1933, encontramos su interés en la cartomancia, específicamente en el Tarot. Carl
Jung hace uso de la palabra en un Seminario12 realizado el 1º de marzo de 1933 y el
tema que aborda es el del “hermafrodita” en la simbología tradicional, en su
relación con el inconsciente colectivo:

11
Jung, Carl G. 1950. “Sincronicidad”. Editorial Sirio, Málaga, 1988.
12
Douglas, Claire. Editor. 1997. Visions: Notes of the Seminar given in 1930-1934 by C.G. Jung. Vol. 2.
(Princeton NJ, Princeton University Press, Bollingen Series XCIX), p. 923.
24

“Otro campo extraño de la experiencia oculta en la cual el hermafrodita aparece es el Tarot. Éste es
una colección de cartas de juego tal como eran originalmente usadas por los gitanos. Hay ejemplares
españoles, si recuerdo correctamente, tan antiguos como del siglo XV. Estas cartas están realmente
en el origen de nuestra baraja de cartas, en la cual el rojo y el negro simbolizan los opuestos, y la
división por cuatro, tréboles, picas, diamantes y corazones, también pertenece al simbolismo de la
individuación. Son imágenes psicológicas, símbolos con los cuales uno juega como el inconsciente
parece jugar con su contenido. Se combinan de ciertas formas, y las diferentes combinaciones
corresponden al juguetón desarrollo de acontecimientos en la vida de la humanidad. Uno podría
realmente decir que el movimiento de las imágenes en el inconsciente coincide con el movimiento de
los eventos en la historia de la humanidad. Las cartas originales del Tarot consisten en cartas
corrientes, el rey, la reina, el caballero, el as, etc., -sólo las figuras son algo diferentes- y además,
hay veintiuna cartas tras las cuales están símbolos, o cuadros de situaciones simbólicas. Por ejemplo,
el símbolo del sol, o el símbolo del hombre colgado por el pie, o la torre golpeada por el rayo, o la
rueda de la fortuna, y así sucesivamente. Esas son una especie de ideas arquetípicas, de una
naturaleza diferenciada, las cuales se mezclan con los constituyentes ordinarios del inconsciente. El
Tarot en sí mismo es un intento de representación de los constituyentes del flujo del inconsciente y
por eso es aplicable como un método intuitivo, que tiene el propósito de entender el fluir de la vida,
posibilitando incluso predecir eventos futuros, en lo más mínimo acontecimientos tomados a préstamo
de las condiciones del momento presente. Es en eso una manera análoga al I Ching, el método de
adivinación chino que permite al menos una lectura de las condiciones presentes. Ustedes ven, el
hombre siempre siente la necesidad de encontrar un acceso a través del inconsciente para la
interpretación de una condición actual, porque hay una especie de correspondencia o una similitud
entre la condición prevaleciente y la condición del inconsciente colectivo.

Ahora, en el Tarot hay una figura hermafrodítica llamada El Diablo. Que sería en alquimia el oro. En
otras palabras, tal como una tentativa como la unión de los opuestos aparece a la mentalidad cristiana
como diabólica, algo maléfico que no es permitido, algo perteneciente a la magia negra”.

Al parecer, aunque el uso de los naipes oraculares a Jung le era más que conocido,
su estudio habría sido una línea marginal dentro del campo de sus investigaciones.
Colaboradores y discípulos se interesaron en estos temas. Marie Louise Von Franz,
colaboradora y discípula, dictó un conjunto de charlas de difusión13 en 1969. La
discípula Sallie Nichols dedicó un voluminoso y erudito libro a difundir la mirada
junguiana sobre la cartomancia14.

Como la historia humana no avanza linealmente, sino a saltos, retrocesos y


contradicciones, ni la claridad de Plutarco ni las consideraciones de Jung sobre el
inconsciente y su vinculación con las actividades mánticas significó que estas ideas
pudiesen ser transmitidas de forma fluida hasta los círculos ilustrados del siglo
XX. Esta actitud se puede comprobar en el prejuicio que ciertos académicos
universitarios aún mantienen sobre el particular. Tal es el caso de algunos
semióticos que, sin investigar los fundamentos de la adivinación, suponen desde la

13
Von Franz, Marie Louise. 1969. Sobre Adivinación y Sincronicidad”. Editorial Paidós, Buenos Aires,
1999.
14
Nichols, Sallie. 1988. “Jung y El Tarot: Un Viaje Arquetípico”. Editorial Kairós.
25

partida que los cartomantes usan las cartas como una simple excusa y despliegan
sus capacidades para estudiar el carácter del consultante, sacarle información y
después presentársela como fruto de sus presuntos dones adivinatorios. En
síntesis, para estos académicos todo cartomante es un bribón estafador, todo
consultante es una víctima y todo pronóstico es una farsa. En las propias palabras
de uno de ellos: “Para el cartomante profesional las cartas son pura ficción, en cuanto la
información no es obtenida de la carta, sino del aspecto externo (e interior) del sujeto, de sus
reacciones, etc.; por lo cual la predicción del futuro, por lo demás no es recibida de la carta: sobre la
base del estado del carácter de la víctima viene construido el futuro capaz de surtir el efecto
15
buscado ”.

El trabajo que ofrecemos a los lectores no sale de un medio académico prejuiciado


ni es parte de un programa de investigación psicológica transpersonal. No es ni lo
uno ni lo otro. No. Sale del mundo del esoterismo, desde el seno de los cartomantes
iniciados. Pero no pretende imponer la mirada de los tarotistas, aunque estemos
encuadrados en una ética y aunque tengamos las limitaciones culturales de nuestra
época. La investigación que se ha llevado a cabo intenta descubrir esa mirada que
tienen sobre los oráculos las mismas personas que los consultan, el pueblo vasto y
sencillo, inspirado en su fe y sus creencias, no constreñidas por ninguna autoridad,
ni por la religión ni por la ciencia.

Entre los años 2005 y 2012 este tarotista recibió una buena cantidad de consultas
por Internet, mediante correo electrónico, las cuales fueron respondidas por el
mismo medio. Naturalmente, mucha de esa información se perdió por los avatares
de la vida pero al menos la mitad sobrevivió bajo la forma de 911 casos, con sus
preguntas y las correspondientes respuestas. Esta información, ordenada y
sistematizada, es la que se pone al alcance de los lectores, sea para la misma gente
sencilla que tuvo la curiosidad y el valor de consultar como sea para aquellas/os
más reflexivas/os que intentan tender puentes entre la ciencia y el conocimiento
holístico.

El autor dispuso de una página WEB inscrita en NIC Chile en 200516, dedicada a
difundir la cartomancia y temas afines. Los visitantes de la página tuvieron la
oportunidad de convertirse en consultantes de tarot ingresando sus datos
personales básicos y sus preguntas en un formulario específico destinado al efecto.
Las consultas fueron recibidas en una casilla electrónica, preparadas las
respuestas y enviadas éstas a las/os interesadas/os a sus direcciones de correo

15
Egorov, 1965, en revista Trudy po znakovym sistemom, citado por Eco y Faccani en “I sistema di
segni a lo estrutturalismo soviético”, Milano, Bompiani, 1969.
16
El Registro de Nombres del Dominio CL, denominado NIC Chile (Network Information Center
Chile), es administrado por el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile
por delegación de la IANA (Internet Assigned Numbers Authority).
26

electrónico. Los temas, preguntas o consultas fueron respondidos por el tarotista


autor de esta investigación, inspirándose mediante un tarot de la reputada y
difundida versión Waite-Smith, usando diversas tiradas para procesar las
respuestas, las cuales fueron seleccionadas según los objetivos de quienes
consultaron, puesto que cada tirada tiene potencialidades y limitaciones
específicas como instrumento predictivo. En general, fueron tiradas entre tres a
cinco cartas y, excepcionalmente, de diez y quince cartas. Cada caso se trató por
separado, con una dedicación especial, abordando cada consulta con un número de
tiradas proporcional al número de preguntas o inquietudes de cada consultante.
27

Capítulo 3

Un grupo de consultantes representativo de la sociedad chilena

Los datos disponibles

Entre los años 2005 y 2012 se recibió un total de 911 consultas por Internet,
mediante correo electrónico. De ellas, el 79,5 % correspondían a consultantes de
género femenino y 19,3 %, a género masculino. Luego, las mujeres son usuarias
mayoritarias de la consulta de las cartas, pero los varones tienen una presencia
importante, como se puede ver, la cual no baja de una quinta parte del total.

Además, un 0,7 % se reconoció gay y un 0,3 % reconoció una tendencia lésbica.


Probablemente, por su experiencia, ustedes considerarán que estos grupos
deberían ser más grandes, pero el pudor impediría que otras/os se sumen a
reconocerse abiertamente perteneciendo a ellos.

El 91,7 % de los consultantes declararon nacionalidad chilena y el restante 8,3 %


perteneció a una variada gama de países hispanohablantes. De estos últimos,
destacan las/os argentinos con un 3,7 % del total. Más abajo, bordeando el 1 % o
menos cada uno, se enlistan Uruguay, República Dominicana, Colombia, Perú, España,
Venezuela, Estados Unidos, Ecuador, El Salvador y México.

Para comenzar, la población no chilena de consultantes está escasamente


representada, sólo un 8,3 %, lo cual es menos de un diez por ciento. Luego, las
preferencias temáticas son bastante distintas entre chilenos y no chilenos. Por
ejemplo, respecto del tema sentimental, las/os chilenas/os marcan “amor” como
primera preferencia en un 58 %. En cambio, los no chilenos marcan “amor” como
primera preferencia sólo en un 44 %, luego, hay un 14 % de diferencia entre un
grupo del otro.

En consecuencia, las diferencias tanto de tamaño de grupo como ciertas


preferencias temáticas son demasiado ostensibles como para no tomarlas en
cuenta y tratar a los chilenos y no chilenos como un solo universo. El tema del amor,
sus causas y proyecciones, perturban fuertemente a los chilenos sea como único
motivo o como motivo prioritario. De allí que tras breve análisis se decidió tratar
solamente en nuestro estudio a la población de chilenos, integrada por un universo
de 752 consultantes.
28

Los consultantes chilenos y sus actividades.

Las actividades a las cuales declaran dedicarse las/os chilenas/os son muy variadas
y las más específicas llegan a un total de 71. Si se ordenan por prelación alfabética,
comenzamos por abogado, artista, administrador, ama de casa, arquitecto, etc.,
siguiendo con cajera, carabinero (policía), chef, comerciante, constructor civil,
consultor, contador, dibujante, etc., hasta llegar a taxista, técnico, tesorero,
traductor, vendedor y visitador médico. La lista completa se presenta en el Anexo
1.

Esta disparidad o gran variedad de profesiones, oficios o empleos, remunerados o


no, obliga a realizar agrupamientos, de tal forma que los datos sean más
comprensibles y pudieran, eventualmente, ser comparados con otros estudios. El
listado de ocupaciones que se obtuvo se muestra en el Gráfico 117.

Se adoptó el criterio de “grupo ocupacional”, de acuerdo a la tipología usada por el


Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE–Chile) y el Instituto Nacional
de Estadísticas (INE–Chile), denominada COTA 70.

Los consultantes que se presentan como mayoría son las/os empleadas/os de


oficina o de empresa (30,1 %) seguidas/os de las actividades no remuneradas (26,7
%) y de los profesionales y técnicos (22,5 %). Estos tres estratos engloban casi al
80 % del universo de consultantes. Desde allí, hay una caída ostensible, hasta el
6,3 %, con el grupo de personas que realizan actividades relacionadas con ventas,
seguidas por los obrero/jornalero (3,6 %), independientes (3,3 %),
gerente/administrador (2,7 %), servicios personales (1,5 %), conductor de vehículo
(1,0 %), empresario (0,9 %), pensionado (0,7 %). Cabe hacer notar que un 3,9 % de
los consultantes se declaró cesante o sin trabajo, independientemente de su oficio,
especialidad o último empleo remunerado.

Llama la atención la transversalidad del interés por consultar las cartas dado la
diversidad cultural y de instrucción de los grupos ocupacionales mencionados. Sin
embargo, si hubiese algo en común entre las/os empleadas/os de oficina, los
profesionales y técnicos y los estudiantes (estos últimos son parte del grupo no
remunerado) es su mayor accesibilidad a Internet, PC o Notebook, lo cual les
otorga más facilidades para acceder a la consulta a distancia.

17
Ver Anexo 3 Gráficos.
29

Ahora, para que ustedes tengan una visión más detallada de los perfiles de
nuestros consultantes, presentamos las actividades específicas más representadas
en el Gráfico 218.

Se aprecia que las tres cuartas partes de los consultantes se desempeñan en las
actividades específicas siguientes. Los empleados (sin contar a las secretarias) son
un 18,5 %. Las amas de casa, un 15,8 %. Las secretarias, un 11,6 %, seguidas de
cerca por las/os estudiantes con un 10,9 %. Luego, vienen las labores vinculadas a
ventas (vendedores, ejecutivos de ventas, ventas por Internet, etc.) con un 6,3 %,
seguido por aquéllas vinculadas a la educación (profesores, maestros, educadores,
etc.) con un 5,8 %. Las personas ligadas a la salud (médicos, enfermeras,
terapeutas, auxiliares de enfermería, etc.,) apuntan un 4,2 %. Para completar el
gráfico de actividades específicas relevantes, los ingenieros marcan un destacado
2,8 %, muy por encima del resto de los profesionales universitarios.

Edades y género

Los consultantes fueron estratificados por edad en nueve niveles, obteniéndose


una distribución normal, que va desde los más jóvenes (14-15 años) hasta los
mayores (64-70 años). Dicha distribución se aprecia en el Gráfico 319. Al ser la
distribución de forma normal, nos arroja confianza sobre la representatividad de
nuestro universo, el cual se puede considerar una muestra que refleja al universo
real, la sociedad chilena contemporánea.

Los estratos que más consultaron son los de adultos entre los 22 y los 42 años. El
estrato de 22 a 28 años registró un 18, 2 %; el de 29 a 35 años, un 23, 3 % y el de
36 a 42 años, un 22,1 %. Estos tres grupos vienen a representar casi los dos
tercios del total. Pasados los 42 años de edad los consultantes disminuyen su
participación paulatinamente, lo cual podría explicarse por un aumento en la
madurez y una mayor individuación que hacen menos necesario un apoyo terapéutico
u orientación espiritual, incluida la consulta a la baraja cartomántica.

Sin embargo, el comportamiento de los grupos etarios es diferente según sexo. Las
mujeres que más consultan se encuentran entre los 22 y los 42 años (65,1 % de las
mujeres). Por su parte, los varones que más consultan se hallan entre los 29 y los
49 años de edad (62,1 % de los hombres), lo cual se podrá visualizar en el Gráfico
420. Reforzando la diferencia señalada, el grupo etario femenino más voluminoso

18
Ver Anexo 3 Gráficos.
19
Ver Anexo 3 Gráficos.
20
Ver Anexo 3 Gráficos.
30

(23,9 %) está en los 29 y 35 años, diferenciándose de los varones, cuyo grupo más
voluminoso (24,8 %) está en los 36 a 42 años de edad. Esta tendencia insinúa una
madurez más tardía entre los hombres quienes necesitarían apoyo espiritual hasta
una edad más avanzada.

Estado civil y grupo etario

Se define corrientemente al estado civil como la situación de las personas físicas o


naturales, determinada por sus relaciones de familia, provenientes del matrimonio
o del parentesco, que establece ciertos derechos y deberes. Se trata de una
definición que tiende más a lo jurídico y no de carácter social. En Chile, la
legislación reconoce seis estados civiles: casado, separado judicialmente,
divorciado, viudo, padre/madre, hijo/hija.

En este estudio vamos a realizar nuestro propio enfoque, sobrepasando el límite


jurídico del estado civil de las relaciones de pareja, aceptando también que éstas
sean o no establecidas formalmente mediante un contrato legal o contrato de
matrimonio. Por tanto, consideramos que los derechos y deberes no son
necesariamente jurídicos sino también éticos y voluntarios, tal como los entiende la
población en general, realidad que se encuentra por encima de la realidad
concebida por los juristas y por las exigencias de reglar la propiedad y la herencia
de bienes materiales. Nuestro criterio ha conducido a establecer los siguientes
estados civiles:

Casada/o = quien ha formado hogar al amparo de un contrato matrimonial.

Soltera/o = quien no ha firmado contrato matrimonial ni tiene constituido un hogar


o pareja estable.

Separada/o = quien ha roto la relación al amparo de resolución judicial o por acto


de divorcio.

Viuda/o = quien ha perdido su relación por muerte física de la pareja en el


matrimonio.

Convive = quien tiene pareja estable y ha formado un hogar sin haber formalizado
mediante contrato matrimonial.

Convivía = quien ha roto su relación de convivencia por voluntad propia o de la


pareja o de mutuo acuerdo.
31

El procesamiento de los datos arrojó una situación del estado civil de los
consultantes que se presenta en el Gráfico 521. El grupo de los consultantes
casados es mayoría con un 35,4 %, seguido muy de cerca por los solteros con un
33,9 %. Los anteriores agrupan entonces los dos tercios de la población. El tercio
restante se compone de los separados (13,7 %), los que conviven (10,2 %), los que
convivían (6,4 %) y los viudos (0,3 %). Quienes conviven y/o convivían agrupan un
16,6 %, lo cual los convierte en grupo que domina dentro del tercio restante.

El hecho de que más de un tercio de los consultantes –es decir personas que
solicitan ayuda o guía psíquica o espiritual- sean casados y que los dos tercios de
los consultantes tenga, haya tenido o cohabitado con una pareja (casados +
separados + conviven + convivían = 65,7 %) es una señal de que la vida en compañía
de otro/a no es precisamente un lecho de rosas en el cual prime la armonía y la
orientación.

Ahora bien, la magnitud o presencia de un estado civil es diferente según las


edades de los consultantes. La relación entre estado civil y grupos etarios se
presenta en el Gráfico 622.

En el grupo de 16 a 21 años de edad obviamente priman los solteros, con un 10,1 %


del total. Esta representación aumenta aún más en el grupo de 21 a 28 años, con un
13,8 % del total. Sin embargo, a contar del grupo siguiente, de 29 a 35 años, la
situación cambia, disminuyendo los solteros a 5,8 % y volviendo a disminuir en el
grupo de 36 a 42 años al 3,7 % y así sucesivamente.

Por su parte, el estrato de los casados va aumentando en la medida que el grupo


etario es “más viejo” y en forma inversa al estrato de solteros. En todos los grupos
de edades mayores la participación de los casados como consultantes es dominante.
Por ejemplo, en el grupo de 43 a 49 años los casados son 9,5 % en tanto los otros
estados civiles casi no pasan del dos por ciento.

La situación de los que conviven y/o convivían la comentaremos por comparación a


los casados, puesto que formalmente sólo los diferencia la inexistencia del
contrato legal en los primeros. En el grupo de 16 a 21 años de edad los casados
marcan sólo un 0,3 % y quienes practican la convivencia llegan a 1,5 %. Es casi obvio
que la juventud salta por encima de las barreras legales para formar pareja. En el
grupo de 22 a 28 años de edad los casados marcan 2,8 % y la convivencia un 4,0 %,
casi el doble. En el grupo de 29 a 35 años, junto con la edad aumenta la formalidad
y los casados se elevan a 10,4 %. Por su parte, la convivencia se mantiene con un 3,6

21
Ver Anexo 3 Gráficos.
22
Ver Anexo 3 Gráficos.
32

%. En el grupo de 36 a 42 años los casados siguen estables con un 8,0 % y la


convivencia llega al 4,4 %. En el grupo de 43 a 49 años los casados siguen estables
con 9,5 % y la convivencia marca 1,8 %. Lo importante de la situación descrita es
que el estado de convivencia forma parte normal de las relaciones de pareja, pues
su representación es estable y no menos significativa en todos los grupos etarios.

Caso aparte son los separados. Así como la soltería tiene cierto paralelismo con los
grupos etarios más juveniles, la separación tiene cierta afinidad con los grupos
“más viejos”. La separación se presenta ostensiblemente a contar del grupo de 29 a
35 años, con un 4,0 %; luego, sube a 4,3 % en el grupo de 36 a 42 años y pasa a 2,4
% en los 43 a 49 años. Hay que destacar que va aumentando su preponderancia
relativa en los grupos de mayor edad, por ejemplo, en los 50 a 56 años, si los
casados son 2,4 % los separados son 1,5 %; en los 57 a 63 años si los casados
marcan 0,6 % los separados llegan al 0,9 %.

Una forma complementaria de apreciar nuestros comentarios es poner atención al


Gráfico 723, en el cual la misma información es presentada considerando los
estados civiles como porcentaje del 100 % de su grupo etario. Por ejemplo, si
tomamos el caso de la soltería, ésta va disminuyendo en representación dentro del
grupo etario en la medida que vamos aumentando la edad: es un 100 % en el grupo
de 14 a 15 años de edad; 86,8 % en el grupo de 16 a 21 años; 65,2 % en el grupo de
22 a 28 años; 24,4 % en el grupo de 29 a 35 años y así sucesivamente.
Contrariamente, el estado de casada/o va aumentando su representación dentro de
cada estrato etario con el crecimiento de la edad: 0,0 % en los 14 a 15 años, 2,6 %
en los 16 a 21 años, 13,0 % en los 22 a 28 años, 43,6 % en los 29 a 35 años, para
alcanzar su máxima expresión en un 66,0 % en el estrato etario de 43 a 49 años. Lo
mismo acontece con el grupo de las/os separadas/os, el cual aumenta
sustantivamente su representación dentro de cada estrato etario en la medida que
las personas se hacen más viejas y acumulan mayor volumen de experiencia de vida:
0,0 % en los 16 a 21 años, 2,9 % en los 22 a 28 años, 16,7 % en los 29 a 35 años y
así sucesivamente hasta desplegar la máxima expresión en el estrato de 57 a 63
años donde llegan al 60,0 % de consultantes.

Estado civil y sexo

El estado civil de los consultantes puede ser considerado en su relación con el sexo
también, como se muestra en el Gráfico 824.

23
Ver Anexo 3 Gráficos.
24
Ver Anexo 3 Gráficos.
33

Aunque las diferencias pudieran no ser significativas, éstas se dan entre los sexos.
Veamos. Las mujeres casadas (36,9 %) consultan más que los hombres casados
(32,3 %). Las mujeres solteras (32,5 %) consultan menos que los hombres solteros
(38,7 %). Las mujeres separadas (12,8 %) consultan menos que los hombres
separados (19,4 %). Estas constataciones nos permitirían una sospecha: que el
estado de casado en las mujeres puede no proporcionar la armonización ni la
claridad suficientes. Sin embargo, las mujeres que conviven y/o convivían (17,5 %)
consultan más que los hombres que conviven y/o convivían (9,7 %). Esto se podría
interpretar que el estado de simple convivencia sin contrato matrimonial resultaría
incómodo y con un piso inestable para la mujer, pero que el estado de matrimonio
tampoco es la panacea.

Estado civil y relación de pareja real

El estado civil –en este estudio- es una situación relacionada por una parte, con un
vínculo jurídico y, por otra, con la situación de estar o no formando un hogar con la
contraparte. Sin embargo, el hecho de disponer de un estado civil, como el de
casado, no significa necesariamente mantener una relación concreta con otra
persona. Ni tampoco el hecho de tener un estado civil de soltero significa carecer
de esa relación concreta con otra persona. Obviamente se quiere significar que
dicha relación concreta conlleva la práctica amorosa, o sea, relaciones sexuales
permanentes o eventuales, actuales o pasadas. Por lo demás, estas relaciones
prácticas no necesariamente tienen que ser con una y la misma persona, puede que
sea con varias, como se verá en su minuto.

En el Gráfico 925 se observa que el 61,2 % de los consultantes declara sí tener una
relación de pareja. El 35,4 % afirma que tenía una relación de pareja. El 2,4 %
señala que no tiene relación de pareja sin especificar si alguna vez la tuvo.
Finalmente, el 1,1 % tiene la respetable valentía de confesar que nunca tuvo
relaciones.

Constatemos ahora cómo se descompone la situación descrita si la observamos


desglosada según la opción de género. En el Gráfico 1026 se presenta
comparativamente a los géneros femenino y masculino en su capacidad de mantener
una relación de pareja. El 63,8 % de las féminas heterosexuales declara que sí
mantiene una relación. En cambio, sólo el 53,5% de los varones heterosexuales
declara que sí mantiene una relación. Consecuentemente con la información

25
Ver Anexo 3 Gráficos.
26
Ver Anexo 3 Gráficos.
34

señalada, el 33,2 % de estas mujeres declara que tenía una relación y el 43,0 % de
los varones declara lo mismo. O sea, siendo elevada la cantidad de las mujeres que
tienen una relación es bastante menor el número de mujeres que tenía relación. En
el caso de los hombres, siendo más baja la cantidad de varones con relación hay un
aumento de los mismos que la tenía. Esto nos plantea dos posibles opciones: uno,
que esas cifras sean un reflejo apropiado de la realidad y que haya relativa y
realmente más mujeres con una relación estable y menos varones con esa relación
o, dos, que haya un porcentaje importante de mujeres que perciban o crean que su
relación es estable, en tanto los varones lo perciben o creen de manera distinta
respecto de su relación.

Respecto de las/os consultantes que nunca tuvo una relación, a pesar que es un
número muy pequeño y que tan sólo el 0,8 % de las mujeres está en esa situación,
no deja de llamar la atención que los varones que nunca tuvieron relación triplica al
porcentaje de mujeres, con un 2,3 % de los mismos.

El Gráfico 1127 presenta la situación de los géneros masculino-gay y femenino-


lésbico. Su número es muy pequeño para reivindicar alguna representatividad pero
los presentamos para dejar constancia de su existencia. Las lésbicas declaran en un
33,3 % que sí mantienen una relación, en un 33,3 % que tenían una relación y,
finalmente, un último tercio que declara que no tiene relación. Los gay masculinos
declaran en un 20,0 % que sí mantienen una relación, un 60,0 % que dice que tenía
una relación y otro 20,0 % que no tiene relación.

Respecto de la existencia de una relación de pareja vinculada con la edad, el


Gráfico 1228 muestra este aspecto de la temática. Los 14 a 15 años es la edad de la
inestabilidad: el 66,7 % de este estrato declara que tenía y el 33,3 % declara que
no tiene una relación. Luego, el grupo de 16 a 21 años parece ser la edad de la
conquista efectiva de pareja, puesto que el 81,2 % de este estrato señala que sí
tiene una relación, en tanto que los que tenían o que no tienen sumados llegan al
15,7 %. A contar de los 22 años se produciría una cierta estabilidad en el
porcentaje de consultantes que declara estar emparejado. Su número oscila entre
el 51,6 % (22 a 28 años) y el 70,4 % (50 a 56 años). Se destaca que la población
que tiene al menos una pareja siempre es superior al 50 % del estrato
correspondiente. La edad de los 22 a 28 años parece ser la etapa en que se
produciría el mayor número de rupturas pues casi el 43 % declara que tenía pareja.

27
Ver Anexo 3 Gráficos.
28
Ver Anexo 3 Gráficos.
35

Relación de pareja e infidelidad

El 4,9 % de las/os consultantes reconoce con hidalguía mantener una relación


paralela a su relación “oficial”. Veamos cómo se distribuye dicha infidelidad según
las opciones de género. El 5,2 % de las mujeres heterosexuales reconoce mantener
una relación paralela y lo mismo por parte de los varones heterosexuales en un 4,1
%. Este reconocimiento no se manifiesta entre las lésbicas y los gay.

Si el tema se enfoca de acuerdo a la edad obtenemos la distribución siguiente:

4,1 % de consultantes del grupo 16 a 21 reconoce relación paralela.

2,2 % de consultantes del grupo 22 a 28 reconoce relación paralela.

6,3 % de consultantes del grupo 29 a 35 reconoce relación paralela.

5,4 % de consultantes del grupo 36 a 42 reconoce relación paralela.

6,2 % de consultantes del grupo 43 a 49 reconoce relación paralela.

5,4 % de consultantes del grupo 50 a 56 reconoce relación paralela.

No se puede hablar de tendencias ni diferencias significativas, salvo constatar que


la relación paralela es un fenómeno presente en todos los grupos etarios de manera
más o menos homogénea a contar de los 29 años.

Otra situación que ayuda a esbozar mejor el cuadro de la infidelidad es cuando el


consultante denuncia que su pareja estable mantiene una relación paralela. De esto,
da cuenta el 5,2 % de las personas, lo cual, si lo adicionamos a los que reconocen
que ellos mismos son infieles, aumenta a un 10,1 % las relaciones paralelas de la
población. Para completar la visión del tema, un 0,5 % de las/os consultantes
reconoce que tanto él/ella como su pareja mantienen simultáneamente relaciones
paralelas con terceras personas.
36

Capítulo 4

Los motivos o temas de los consultantes

En los capítulos anteriores se desplegó un esfuerzo por responder la pregunta


básica ¿quiénes son?, mediante la descripción de las características de los
consultantes y agrupándolas/os según esas características. Corresponde ahora
describir la relación que han buscado esas personas con la cartomancia o arte
oracular de consultar las cartas. Habrá que intentar responder nuevas preguntas.
¿Por qué?, en el caso de buscar que se explique la causa o lo que impulsó a la
persona a consultar. ¿Para qué?, en el caso de explicar los objetivos conscientes o
inconscientes que las personas tienen al frente o, dicho de otra manera, la
finalidad hacia la cual se sienten empujadas/os. ¿Cuándo o en cuáles
circunstancias?, en el caso de buscar las condiciones específicas que empujan o
coadyuvan a que se produzca el acercamiento a la cartomancia como consultantes.

El motivo y la pregunta

Toda/o consultante tiene algo que la/o mueve para consultar a las cartas o “verse
la suerte”. Este motivo o tema simboliza el ámbito de su acercamiento al tarotista
buscando colocar su(s) pregunta(s). Los motivos son acotados y es posible
enlistarlos en 15 temas como se verá poco más adelante.

Antes de continuar profundizando en los motivos será bueno diferenciar entre


preguntas y motivos. El motivo, es la materia o asunto que simboliza la causa que
impulsa a la persona a realizar su consulta al oráculo. Esto es diferente a la
pregunta, la cual consiste en la interrogación que la/el consultante hace para que el
oráculo o el cartomante responda lo que sabe sobre un aspecto del motivo. Por lo
mismo, se puede dar variados casos: de un solo motivo con una sola pregunta, de un
solo motivo con varias preguntas, de dos a cuatro motivos que tienen más de una
pregunta, etc. Otro ejemplo común es que la/el consultante proponga tres asuntos
y realice una pregunta por cada uno, o bien, dos preguntas en un tema y una
pregunta en el otro. En nuestro estudio hemos dispuesto de 752 consultas o
consultantes (chilenos) y de 1.165 preguntas, lo cual nos arroja la distribución de
preguntas del Cuadro 129. Más del sesenta por ciento de consultantes formula sólo
una pregunta, poco más de una cuarta parte formula dos preguntas, el diez por

29
Ver Anexo 4 Cuadros.
37

ciento formula tres y una minoría cercana al tres por ciento presenta solamente
una.

Siguiendo con el estudio de los motivos, en términos prácticos, el motivo de la


consulta es una expresión que resume la causa que impulsa a la persona a consultar.
El motivo se ha obtenido a contar de los temas (preguntas específicas)
presentados por la/el interesada/o. El motivo puede simplificarse en una sola
palabra:

a) “amor” cuando hay algo sentimental, de la relación de pareja, de la sexualidad,


del eros, de la pasión instintiva e irracional por el otro; se incluye los procesos
de separación y/o de divorcio;

b) “trabajo” cuando hay algo laboral, la actividad para obtener ingresos;

c) “estudios” cuando se refiere a la actividad no remunerada de estudiar


formalmente;

d) “arte” cuando se pregunta por el desempeño en cualquiera rama del ámbito


artístico o de creación cultural;

e) “familia” cuando está referido no al consultante sino a un familiar. En esto se


incluye el pronóstico de embarazo o descendencia; se incluirá aquí la consulta
por el entorno que va algo más allá de lo familiar o parentesco; lo que no se
incluye es el estado sanitario de la maternidad ni los nacimientos o
alumbramientos, los cuales se incluyen en salud.

f) “economía” cuando se refiere al dinero y los negocios, la riqueza, el bienestar


material, la vivienda, las inversiones, etc.; causas legales o contiendas ante
tribunales de cualquier tipo referidas a conseguir resultados en dinero o
económicos;

g) “plan” cuando se consulta sobre planes, proyectos, perspectivas de realizarse


lo que se espera sin entrar en mayores detalles; o podría ser una alternativa
seguir;

h) “salud” cuando se pide responder sobre la sanidad propia, incluyéndose aquí el


embarazo y el nacimiento o parto cuando se pide pronosticar su estado
sanitario; no se incluye la pregunta sobre la salud de terceros, caso en que se
clasifica como “familia”.

i) “emotividad” cuando la persona solicita un diagnóstico o un pronóstico


expresamente centrado en sus emociones.;
38

j) “magia” cuando se pretende estar bajo la influencia de energías externas


intencionadas; temor o prudencia de quebrantar ciertos tabús o
supersticiones; cuando se solicita la aplicación de energías bienhechoras;

k) “general” cuando no se precisa nada específicamente sino se pretende una


descripción presente o futura sobre su vida;

l) “símbolos” cuando hay imágenes oníricas, dibujos, retratos, etc. que se


consideran importantes pero no saben interpretarse;

m) “suerte” cuando se espera pasivamente que los acontecimientos futuros sean


favorables;

n) “espiritualidad” cuando se requiere sugerencias para desarrollarse


espiritualmente o para tener mejor conducta como creyente de una religión;
sobre sugerencias para alcanzar la madurez; cuando se aprecia estar sometido
a la influencia de entidades etéricas;

o) “administrativo” cuando no está referida al uso de la baraja sino hay interés en


información complementaria como cursos, consultas astrológicas, información
sobre otros/as tarotistas, o sobre tiradas realizadas por terceros,
comentarios sin solicitar ningún servicio, etc.

p) “desorden de ansiedad” cuando hay una “preocupación excesiva que no es


específica de una situación, pero que es generalizada a una variedad de
situaciones y no está relacionada con ninguna situación o condición de estrés
identificable”30.

Cantidad de motivos

Como se dijo, cada consultante tiene sus propios motivos, los cuales podrán variar
tanto en cantidad como en contenido o temática. La cantidad de motivos varía
generalmente entre uno y tres por consultante, siendo excepcionalmente hasta
cuatro y cinco. En el Cuadro 2 se muestra los consultantes agrupados según el
número de motivos31. La gruesa mayoría de los/as consultantes, representada por
el 78 % de ellos/as está enmarcada en un solo motivo; el 15,1 % tiene dos motivos
que los impulsan, el 5,7 % presenta tres motivos, un restringido 1,1 % tiene cuatro
motivos y un ínfimo 0,1 % llega a evidenciar cinco motivos.

30
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
31
Ver Anexo 4 Cuadros.
39

La cantidad de motivos o temas por consultante podría ser una señal del grado de
dispersión de la atención de las personas. Si es el caso, presentar muchos motivos
(tres o más) hacen sospechar que la persona vive la sensación de falta de control o
que, como contrapartida, anhela controlar todo. Por el contrario, pocos temas o un
solo tema implicarían menos dispersión o mayor focalización. Esto último habría que
considerarlo según el contexto o la etapa personal por la cual pasa el consultante,
pues un solo tema con varias preguntas podría hacer sospechar de una proyección
obsesiva sobre la materia o sobre determinadas personas. Digamos que la persona
pudiera encontrarse en una situación crítica, pasar por una crisis, momento de
inseguridad que se presenta recurrentemente en nuestras vidas. El enfoque de
situación crítica será retomado más adelante cuando se haya profundizado
suficientemente en estos temas.

Preponderancia de motivos

Los motivos se presentan según preponderancia o mayor presencia en las consultas


en el Cuadro 332.

Desde el punto de vista del contenido, el motivo “amor” es lejos el más importante
pues se encuentra presente en el 50,1 % de las consultas. Le sigue “trabajo” con
14,5 %; “familia” con 10,6 %; “economía” con 8,9 %; el tema “general” con 3,6 % y
“salud” con 3,1 %. Estos temas reúnen a poco más del noventa por ciento de las
inquietudes que movilizan a las personas. Luego, siguen nueve otros motivos que
anotan un 2 % o menos cada uno. De todos éstos, hay dos que, aunque no destacan
por su presencia cuantitativa, sobresalen por su contenido, como son “desorden de
ansiedad” y “símbolos”, los cuales los trataremos separadamente de manera
específica.

Es interesante considerar la variable género para profundizar en este tema, para


lo cual presentamos el Cuadro 433.

En el motivo “amor” hay una clara diferencia temática entre los géneros masculino
y femenino. El género femenino consulta por “amor” un 51,0 % de las veces que
pregunta, en cambio, el género masculino sólo lo hace un 44,4 % de las ocasiones.

Frente al motivo “trabajo” el interés muestra una tendencia contraria al motivo


“amor”. El grupo masculino se interesa en un 20,2 %, frente al grupo femenino que
se interesa tan sólo en 12,6 %.

32
Ver Anexo 4 Cuadros.
33
Ver Anexo 4 Cuadros.
40

Una actividad diferente se registra frente al motivo “familia”, también. El grupo


femenino se interesa en un 9,5 % y el grupo masculino sólo en 7,6 %.

La “salud”, recordemos que se trata de la salud personal del consultante, pareciera


ser, curiosamente, un motivo más importante para el grupo masculino (4,5 %) que
para el grupo femenino (3,5 %).

La actitud de ambos grupos respecto al motivo “estudios” es muy similar al motivo


“trabajo”. Los varones marcan un interés del 3,0 %, muy superior al 0,7 % de las
mujeres.

Llamativo es el comportamiento sobre el motivo “símbolos”. El grupo femenino


completa un interés de 1,4 % y el masculino no registra ningún interés (0,0 %).

Ahora bien, los géneros masculino-gay y femenino-lésbico tienen un solo motivo


para consultar a las cartas: “amor” en un 100 %.

Relevancia de motivos

El hecho de que un motivo tenga muchas menciones lo hace ser preponderante,


pero no revela en toda su dimensión la importancia del mismo. Una forma de
determinar mejor su relevancia se puede establecer agregando una mirada
cualitativa sobre el particular, por ejemplo, mediante la prelación en la cual
aparece dentro de las consultas. Un consultante puede preguntar por el motivo
“trabajo”, entre varios otros, digamos el “amor” y la “familia”, pero si esta
inquietud se encuentra en el lugar tercero de su consulta se puede interpretar
como que los motivos primero y segundo son más acuciantes que “trabajo”.

En el Cuadro 5 son presentados los motivos de los consultantes bajo dos enfoques
complementarios. El primero revela la importancia del motivo por la cantidad de
veces que ha sido mencionado y, el segundo, complementa la importancia al
registrar la cantidad de veces que dicho motivo ha sido mencionado en primer
lugar34.

El motivo “amor” es importante porque ha sido mencionado el 50,1 % del total de


menciones, lo cual se refuerza al registrarse que ha sido mencionado el 57,7 % de
la ocasiones en primer lugar por los consultantes.

El motivo “trabajo” mantiene una importancia similar tratándose de la cantidad de


menciones (14,5 %) que tratándose de la mención en primer lugar (13,5 %).

34
Ver Anexo 4 Cuadros.
41

El motivo “familia” tiene un comportamiento diferente a los anteriores. Por


cantidad de menciones registra 10,6 % y por mención en primer lugar 7,2 %, de
donde se desprende que los consultantes dan importancia a la familia pero no tanto
como primera prioridad.

Un comportamiento similar al anterior tiene el motivo “salud” con 3,1 % y 1,7 %


respectivamente.

Finalmente, hay dos motivos que dejan aflorar su importancia no por la cantidad de
menciones sino por ser consultados en primer lugar. Uno de ellos es “desorden de
ansiedad” considerado tan sólo el 1,1 % de las menciones pero puesto en primer
lugar con el 2,1 %, o sea, el doble. El otro, es “símbolos”, que tiene el 1,1 % de las
menciones pero el 1,5 % en primer lugar.

Las secuencias prioritarias de motivos

En las consultas aportadas por las personas, en los casos en que los motivos son
varios, es decir, más de uno, se dan ciertas secuencias u ordenamientos que
destacan de los demás por su mayor frecuencia. Por ejemplo, “amor-familia”.
Naturalmente, las secuencias pueden ser de más de dos motivos como “amor-
trabajo-salud” o “trabajo-salud-dinero-amor”, pero la dispersión de casos que se
produce es muy amplia y considerarlas todas haría muy difícil realizar
ordenamientos o descubrir tendencias. Por esta razón, se decidió focalizar
solamente en las secuencias duales o de dos motivos, en particular aquéllas que son
más recurridas, cuyo listado se presenta en el Cuadro 635.

La secuencia amor-trabajo aparece con el 2,8 % de las mención es en las consultas


y, por su parte, la secuencia inversa trabajo-amor aparece con el 2,5 %. Luego, la
secuencia amor-familia es mencionada el 2,7 % de las veces y su inverso familia-
amor es mencionada el 0,9 %. Enseguida, la dualidad amor-economía aparece con el
1,2 % y su inversa economía-amor marca el 0,9 %. Y así, sucesivamente, las
dualidades motivacionales trabajo-economía, economía-familia y trabajo-familia y
sus respectivos inversos.

En las secuencias se aprecia claramente la presencia del motivo “amor” en las


primeras de la lista, con más elevado porcentaje de menciones. Las secuencias con
las que “amor” se presenta primero, como “amor-trabajo”, “amor-familia” y “amor-
economía”, tiene un porcentaje de frecuencia más alto que su homónimo inverso,
como son “trabajo-amor”, “familia-amor” y “economía-amor”. Además, se aprecia el

35
Ver Anexo 4 Cuadros.
42

lugar o importancia secundaria relativa del “trabajo”, la “familia”, la “economía”, los


cuales van disminuyendo su presencia paulatinamente en la medida que
descendemos en la lista, tendencia que parece insinuar que los seres humanos, en
este caso los chilenos de distintas actividades, culturas y niveles sociales,
hubiésemos sido instalados aquí más bien para enamorarse, tener sexo, procrear y
sufrir en la persecución de la imagen de ese opuesto complementario cuya compañía
ofrece dudosa felicidad.

Como las secuencias duales y sus homónimos invertidos están compuestas de un par
de elementos tan cercanos, decidimos fundirlas cada una de ellas en una sola y
verificar el peso que tienen dentro del total de secuencias de motivos. Quiero
decir, por ejemplo, que “amor-trabajo” y “trabajo-amor” fue fundida en una sola
expresión: “amor-trabajo”. Las secuencias “amor-familia” y “familia-amor” lo fueron
en “amor-familia”, y así sucesivamente con los otros pares de secuencias.

El total de casos con motivos corresponde a 752 (100 %), que involucran a 458
casos (60,8 %) con un solo motivo y a 294 casos (39,2 %) con secuencias de
motivos. Lo que se presentará, entonces, en el Cuadro 736, será la importancia
relativa de las secuencias duales refundidas dentro del total de las secuencias. La
secuencia refundida amor/trabajo representa el 13,6 % de las dualidades
motivacionales, amor/familia sigue con un 9,2 %, amor/economía con un 5,4 %,
luego se presentan trabajo/economía y economía/familia con igual porcentaje y
cierra la lista trabajo/familia con sólo un 4,1 %.

36
Ver Anexo 4 Cuadros.
43

Capítulo 5

Los objetivos buscados por los consultantes

Identificación de objetivos

La opinión vulgar así como enfoques pretendidamente científicos creen conocer que
la cartomancia tiene solamente un objetivo. Unos dirán que es “para sacarse la
suerte” o “ver lo que depara el destino”; otros, conseguir una “predicción del
futuro”. Aceptando que esto es parcialmente cierto, los objetivos buscados por
las/os consultantes son más variados, según se desprende de los numerosos casos
reales estudiados. Por lo demás, estamos en buen momento para aclarar que por
ser éste un estudio empírico, las utilidades que se descubran a la cartomancia no
serán las que imaginan los prejuiciosos desinformados, ni los cientistas sociales, ni
tampoco los cartomantes eruditos, sino aquéllas que surjan de los propios usuarios
o, si ustedes quieren, de un instrumento de uso popular en acción.

Es así que los temas consultados mediante preguntas específicas por las/os
solicitantes son presentados por éstas/os bajo una determinada forma, la cual dice
relación con el objetivo que procura la/el consultante. En otras palabras, el
objetivo que se puede explicitar está relacionado con la finalidad psicológica o
anímica que se esconde bajo esa cubierta y que conducirá eventualmente a la
persona, sea cual sea la respuesta, a un estado de mayor conformidad espiritual.

Los objetivos encontrados fueron los que siguen:

a) un diagnóstico (¿qué me pasa?, ¿cuál es la causa?, ¿en qué estado espiritual


está la persona X?),

b) un pronóstico (¿qué pasará?, ¿cuál es el vaticinio?, ¿qué me depara el futuro


en el tema o problema Z?), este es el oráculo puro y simple.

c) una orientación (¿qué debería hacer?, ¿cómo recobrar el control de mi vida?,


¿pueden ayudarme?),

d) un análisis y sus sugerencias (interpretación de sueños y/o de símbolos,


aclarar algo de cualquier tipo que no se entiende, etc.).

e) una información para satisfacer un motivo administrativo.


44

f) una opinión que el consultante desea formular sobre un tema cualquiera


(sobre la página WEB, sobre la veracidad de los pronósticos, sobre otros
tarotistas, etc.)

Relevancia de objetivos

La frecuencia con la cual los consultantes expresan sus objetivos se presenta en el


Gráfico 1337.

El “pronóstico” o interrogante sobre el futuro reúne al 62,4 % de la demanda. Le


sigue el “diagnóstico” con el 19,5 % y luego la “orientación” con 15,6 %. La demanda
menor tiene por objetivos: análisis 1,1 %, información 1,1 % y opinión 0,3 %.

Cuando los objetivos de los consultantes se desglosan según género no se observan


diferencias entre las preferencias de uno u otro de los dos géneros más
significativos, según se podrá verificar en el Gráfico 1438. Tal es así que el 71,9 %
del género femenino solicita un pronóstico, en tanto que el género masculino lo
solicita en un 70,1 %; el 12,3 % de lo femenino solicita un diagnóstico, en tanto lo
masculino lo solicita en un 13,0 %; respecto de las solicitudes de orientación, el
género femenino lo pide en un 14,3 % y el género masculino lo pide en un 13,9%.

Una vez más, y ahora en términos cuantitativos, se puede concluir que la baraja
cartomántica no es sólo para pronosticar o vaticinar el futuro. Hay que hacer notar
que los objetivos de diagnóstico y orientación están muy ligados, pues se supone
que para orientar hay primero que diagnosticar, de allí que si ellos se adicionan
llegan al respetable 35,1 % de las menciones, lo cual les asigna un lugar relevante
que abarca más de un tercio de los objetivos asignados por la gente a la
cartomancia.

Relación entre motivos y objetivos

Se dijo que el motivo es lo que mueve al consultante para recurrir a la cartomancia


y es la idea que responde a la pregunta ¿por qué consulta?. A lo anterior, la
realidad agrega motivos más profundos o causas más específicas, las cuales
explican mejor la conducta del/a interesado/a. Por ejemplo, si yo, consultante,
tengo como motivo el “amor”, mis temas o causas pueden ser variadas: la fidelidad
(mía o de mi compañera/o), una posible relación futura, mi relación de pareja
actual, los sentimientos de otro/a, etc. Se dijo, además, que el objetivo es la

37
Ver Anexo 3 Gráficos.
38
Ver Anexo 3 Gráficos.
45

finalidad que busca o espera encontrar el consultante cuando está motivado por
una causa. Es la idea que responde a la pregunta ¿para qué consulta?.

El tema específico enlaza con el objetivo y dan origen a un objetivo específico.


Digamos que, siendo mi motivo el “amor” y mi tema específico es “fidelidad”, mis
objetivos específicos podrían ser “un diagnóstico sobre la fidelidad”, una
“orientación sobre la fidelidad” o un “pronóstico sobre la fidelidad”.

En otro caso, si mi motivo es el “trabajo” y mi tema es el “cambio de trabajo”, mis


objetivos específicos podrían ser un “diagnóstico sobre cambio de trabajo”, una
“orientación sobre cambio de trabajo” o un “pronóstico sobre cambio de trabajo”.

Aclarado lo anterior, podemos presentar los objetivos generales y específicos de


nuestros consultantes que vienen impulsados por las más diversas motivaciones.
Empecemos por el motivo “amor”.

El motivo “amor” y sus objetivos específicos

Cuando el motivo es amor, las/os consultantes tienen preferencia por motivos


específicos tales como: la pareja actual (24,6 %), su vida sentimental en general
(19,2 %), la rehabilitación de una relación (14,8 %), los sentimientos de un/a
tercero/a (12,5 %), una posible relación futura (7,6 %), la fidelidad (6,5 %), una
decisión en amor (6,2 %), ciertos hechos específicos en el amor (5,1 %) y sobre los
sentimientos y emociones propias (1,2 %). Esto último pareciera sorprendente pero
no debiera serlo: hay muchos de nosotros incapaces de identificar hacia quien o
cómo está orientado su querer. Esta información aparece en el Gráfico 1539.

El tema de la pareja actual se muestra como el más candente con casi 25 por
ciento de las menciones. Dentro del tema específico de la pareja actual un 14, 4 %
solicita que las cartas le entreguen un diagnóstico, un 16,5 % solicita una
orientación, ambos grupos con un mínimo de madurez o control de su vida, a
diferencia del 69,1 % cuya incertidumbre es tal que exige pedir un pronóstico
sobre su relación actual de pareja, digamos que “entregados al destino”.

Un 19,2 % de las/os interesadas/os en el amor tiene como objetivo saber sobre “su
vida sentimental” en general y, dentro de ellas/os, casi el 80 porciento pide un
vaticinio.

Casi un 15 por ciento de las/os consultantes que está motivado por el “amor”, se
interesa en la “rehabilitación de una relación” y, de ellas/os, el 91,7 % solicita un

39
Ver Anexo 3 Gráficos.
46

pronóstico si dicha relación se recuperará (somos obcecados cuando se trata de


seguir sufriendo).

Un grupo –al cual podríamos calificar de enfermos de timidez- se interesa por


saber de los sentimientos de otros hacia su persona. Son el 12,5 % del motivo
“amor”. Casi el 85 por ciento de ellas/os nos ha pedido un diagnóstico, es decir,
quieren saber qué pasa por el corazón de ese alguien que los atrae
apasionadamente pero con quien no son capaces de sincerarse y conquistarlo/a.

El resto de los asuntos del motivo “amor”, como se aprecia en la información


presentada en gráfico correspondiente, tiene una importancia muy menor. Sin
embargo, el tema de la “fidelidad” destaca por sus cualidades. Aunque tan sólo con
6,5 % de las menciones entre estos temas relevantes, se aprecia que los
consultantes no están interesados en que los orienten ni en que les pronostiquen la
“fidelidad” de su pareja, pues el 92 por ciento de ellas/os quieren que se les diga
claramente si su contraparte amorosa es o no es infiel aquí y ahora.

El motivo “trabajo” y sus objetivos específicos

Cuando el motivo es “trabajo”, los temas de las/os consultantes dicen relación con
“su vida laboral” en general (38,8 %), la necesidad del “acceso al trabajo” (23,8 %),
un “cambio de trabajo” (19,7 %), la “estabilidad laboral” (12,9 %), “un cambio en el
trabajo” -o sea una modificación de las condiciones en el empleo actual- (4,8 %)., La
distribución es apreciable en el Gráfico 1640.

Como se señaló, la “vida laboral” en general es el tema más socorrido, cercano al 40


por ciento, donde el objetivo específico casi en un 90 por ciento es un “pronóstico
sobre su vida laboral”. Es obvio que estas personas anhelan una situación más
ventajosa, con mayores ingresos y menor explotación de su fuerza de trabajo.

A la “vida laboral” le sigue, con un 23,8 % de las preferencias en “trabajo”, el


asunto del “acceso al trabajo”, pues no hay que olvidar que el 3,9 % de nuestros
consultantes declara encontrarse sin empleo.

A lo reseñado anteriormente en el ámbito del “trabajo” siguen las preferencias con


el “cambio de trabajo”, con un 19,7 %, donde el objetivo específico buscado
esencial es un “pronóstico sobre cambio de trabajo” en el 82,8 % de las opciones.

Otro tema algo menor, pero no despreciable, es la “estabilidad laboral”, con casi el
13 por ciento de las menciones en el motivo “trabajo”. En este caso, casi el 95 %

40
Ver Anexo 3 Gráficos.
47

del objetivo específico es un “pronóstico sobre estabilidad laboral”, lo cual viene a


confirmar que estos trabajadores querrían saber “como viene la mano”, dado que
sus patrones manejan la incertidumbre como variable de la asimetría de la relación
empleador/empleado y la incertidumbre es un elemento psíquico activo que se
siente como una amenaza.

El motivo “familia” y sus objetivos específicos

Se dijo anteriormente que el motivo “familia” estará referido no al consultante


sino a un familiar. En esto se incluye el pronóstico de embarazo o descendencia; se
incluirá aquí la consulta por el entorno también, lo cual va algo más allá de lo
familiar o parentesco. Lo que no se incluye es el estado sanitario de la maternidad
ni los nacimientos o alumbramientos, los cuales se insertan en el motivo salud.

Cuando el motivo es “familia”, nuestros consultantes muestran preferencia por


temas como: los “hijos” (32,0 %), la “familia en general” (28,0 %), la “maternidad”
(20,0 %) y la “paternidad” (4,0 %), la situación o el futuro de una “pareja o ex
pareja” (16,0 %). Dichas preferencias se pueden ver en el Gráfico 1741.

Como se vio, la preocupación por los “hijos” es el tema que más destaca con el 32,0
% de las inquietudes. En este caso, los objetivos específicos están más distribuidos
que en otros temas. El 53,1 % solicita un “pronóstico sobre sus hijos”, o sea, les
inquieta su futuro, preocupación que se entiende natural en madres y padres. Sin
embargo, el 28,1 % solicita un “diagnóstico sobre los hijos” pues no los entiende o
carece de información suficiente sobre ellos. Además, el 18,8 % solicita una
“orientación relacionada con los hijos”.

La segunda consulta más requerida en el tema familia, con el 28,0 % de las


menciones, es sobre la “familia en general”, en la cual los objetivos específicos
están repartidos en un 53,1 % en “pronóstico sobre familia en general” y 39,3 % en
“orientación sobre familia en general”.

La tercera consulta más requerida es sobre “maternidad”, con un 20,0 %. El


objetivo específico dominante con un 90 por ciento es un “pronóstico sobre
maternidad”.

Posiblemente llamará la atención que se haya incluido en el motivo “familia” el tema


“pareja o ex pareja” y no quedara agrupado dentro del motivo “amor”. Ocurre que

41
Ver Anexo 3 Gráficos.
48

el sentido de estas consultas es diferente. Aquí no se pregunta por la relación


sentimental pues la focalización no se encuentra en lo erótico. Lo que les interesa a
los consultantes son las condiciones materiales de su contraparte o ex contraparte
o las consecuencias materiales de una separación definitiva donde no hay amor. El
16,0 % de las consultas del motivo familia se concentra en este tema y, de ellas,
casi el 90 por ciento solicita un “pronóstico sobre la pareja o ex pareja”.

Las consultas sobre “paternidad” son escasas e irrelevantes desde el punto de


vista cuantitativo.

El motivo “economía” y sus objetivos específicos

El motivo “economía” es casi tan importante como el tema “familia”. Vale la pena
recordar que la “economía” la usamos en este estudio para referirnos a asuntos
donde prima el dinero y los negocios, la riqueza, el bienestar material, la vivienda,
las inversiones, etc.; a ellos se agrega las causas legales o contiendas ante
tribunales de cualquier tipo referidas a conseguir resultados en dinero o
económicos. La distribución temática de este motivo se presenta en el Gráfico 1842.

El tema de la “situación económica” en general es el que atrae la mayor


concentración de consultas, con un 36,2 %. De ellas, casi el 83 por ciento pide un
“pronóstico sobre situación económica”.

El tema de la “vivienda” sigue con el 23,4 % de las consultas en el motivo


“economía”. De ellas, casi el 91 por ciento clama por un “pronóstico sobre vivienda”.

En el caso de “dinero y negocios” se que acumula el 17,0 % de las consultas. De


ellas, el 100 por ciento solicita un “pronóstico sobre dinero y negocios”.

Casi un 15 por ciento del motivo “economía” está vinculado al tema “deuda”. Dentro
de este grupo la solicitud de diagnóstico es nula, debido obviamente a que el
consultante sabe de antemano que se encuentra endeudado. Luego, un 71,4 %
entregado al destino solicita un “pronóstico sobre deudas” y un digno 28,6 %
solicita una “orientación para enfrentar deudas”.

Los juicios en los tribunales tienen, en la mayoría de los casos, un resultado que se
expresa en una sanción o en una compensación económica. Si bien estos casos están
poco representados y marcan tan sólo el 8,5 % del motivo “economía”, se destaca
que en un cien por ciento se pide un “pronóstico sobre juicio en tribunal”, lo cual

42
Ver Anexo 3 Gráficos.
49

viene a resaltar la incertidumbre que suele envolver estas situaciones para las/os
involucradas/os.

El motivo “salud” y sus objetivos específicos

Se definió al motivo “salud” cuando se pide responder sobre la sanidad propia,


incluyéndose aquí el embarazo y el nacimiento o parto cuando se pide pronosticar
su estado sanitario; no se incluye la pregunta sobre la salud de terceros, caso en
que se clasifica como “familia”.

Tratándose de la “salud”, los temas están reducidos a tres, muy definidos. El 67,7
% corresponde a la pregunta sobre “salud en general”; el 22,6 % a enfermedades
específicas o declaradas, y el 9,7 % a “nacimientos” (partos). Esto se aprecia en el
Gráfico 1943.

La gran mayoría de quienes consultan por su “salud en general” lo hace con el


objetivo de conseguir un “pronóstico sobre su salud” (81,0 %). Igualmente, la
mayoría de quienes consultan por una enfermedad específica tienen como objetivo
específico un pronóstico (57,1 %). Cuando la consulta es “nacimiento” es obvio que
el ciento por ciento –ante la incertidumbre de la calidad sanitaria de un evento que
se producirá de todas maneras- solicita un pronóstico.

El motivo “desorden de ansiedad” y sus objetivos específicos

Hay una motivación que inspira a nuestros consultantes que pudiera resultar
extraña para algunos lectores. Otros, podrían interpretarla como un capricho o un
móvil artificial creado por nosotros. Se trata del “desorden de ansiedad”.

Diversos consultantes declaran expresamente que “han perdido el control” y no


saben exactamente a cuál causa atribuirlo. Otros consultantes no son capaces ni
siquiera de llegar a expresarlo de esa forma, sino que se deduce de la
desorientación que muestran al tener que enfrentar simultáneamente un conjunto
de problemas, sin poder resolver ninguno de ellos. Estos casos decidimos
abarcarlos bajo la denominación “desorden de ansiedad”, la cual se define como una
“preocupación excesiva que no es específica de una situación, pero que es
generalizada a una variedad de situaciones y no está relacionada con ninguna
situación o condición de estrés identificable44, entendiendo el estrés como un

43
Ver Anexo 3 Gráficos.
44
Consuegra Anaya, Natalia. 2004. Diccionario de psicología.
50

“estado de tensión causado por una presión externa45. Dicho de otra manera, son
personas preocupadas, sin orden o sin control, pero cuya situación no se puede
atribuir de buenas a primeras a una tensión específica.

Cuando se da este motivo “desorden de ansiedad”, el 61,1 % de los casos se vinculan


al tema “control de la vida” y el 38,9 %, a situaciones más específicas o
particulares46.

Ahora bien, entre los que manifiestan la falta de “control de su vida”, el 54,5 %
solicita hidalgamente una “orientación para controlar su vida”; el 27,3 %, ante su
propia falta de claridad, solicita un “diagnóstico sobre el control (o descontrol) de
su vida”. Un 18,2 %, entregado a los acontecimientos, solicita un “pronóstico sobre
la recuperación del control de su vida”.

El motivo símbolos y sus objetivos específicos

El motivo símbolos está débilmente representado en su expresión cuantitativa


aunque tiene mucho vigor en términos de contenido. El 18 por ciento de estas
consultas tiene como objetivo específico el análisis e interpretación de diseños o
dibujos o imágenes aisladas y el 82 por ciento se refiere al análisis e
interpretación de sus sueños. Tratándose de los sueños, el 66 por ciento pareciera
ser sueños aislados pero impactantes y el 33 por ciento restante se liga a sueños
declarados recurrentes. En términos generales, los sueños están descritos de
manera sucinta, lo cual dificulta su interpretación. La escasez cuantitativa nos
obliga a presentarles algunos casos concretos para que aprecien de qué se trata.

Año 2008. Maribel, de 34 años, trabaja como administrativo. Su relato dice lo


siguiente: “Para la Noche de San Juan (24 de junio) hicimos rituales, para saber qué nos prepara el
destino. Puse tinta en el centro de un papel, luego lo doblé en cuatro partes y lo abrí al otro día. Me
salió una tortuga de mar, con sus cuatro patas, cabeza y cola. Se ve demasiado claro. ¿Qué significado
tiene esto?. Me encantaría saberlo.”

Año 2010. Natalie, de 29 años, se desempeña como obrera. Su relato dice lo


siguiente: “Es un sueño recurrente por varios años, es q yo manejo un auto sin saber manejarlo y lo
manejo y yo me doy cuenta de q no sé lo q estoy asiendo [sic] pero el auto anda igual algunas veces e
soñado [sic] hecho andar el auto y parte solo sin mi. Otras q choco pero siempre yo lo voy
manejando sin saber y no se como lo hago son muchos años en q sueño lo mismo ¿q me querrá decir
el sueño????”.

45
Mesquita, Raúl y Duarte, Fernanda. 1996. Dicionário de Psicologia. Plátano Editora S.A.
46
Ver Gráfico 20, en el Anexo 3 Gráficos.
51

Año 2008. Maritza, de 28 años, estudiante. Su relato dice lo siguiente: “He tenido
varias veces el mismo sueño se trata de que estoy en la playa y de repente las olas son gigantes y
comienza a llegar hasta la arena y debo salir corriendo algunas veces me alcanzan.”

Año 2011. Julissa, de 24 años, ama de casa. Su relato dice lo siguiente: “Tuve un
sueño en el sueño me veía embarazada con un hombre a mi lado en el sueño me sentía muy feliz estaba
apoyada en un árbol sobre el pasto verde ,yo en el sueño me ayudaba a mí misma a tener al bebé el
hombre me tenia de una mano sentía como salía el bebe cuando nace era un lindo niño, yo lloraba
mucho. Sabes tengo 2 hijos de padre diferentes de una muy mala relación yo 1 año antes de saber que
iba hacer madre soñaba que tenía un bebe. Bueno espero que el sueño no sea malo espero que me
responda porfi [sic]”.

Año 2008. Claudina, de 23 años, estudiante. Su relato dice lo siguiente: “Soñé que
estaba en casa con mi familia (una casa que no es la nuestra pero se sentía como que era nuestro
hogar, era una casa muy pobre en un barrio pobre también) y se me caían todos los dientes, se me
salían enteros y yo estaba muy asustada. Los sentía sueltos y se caían o yo me los sacaba. Algunos
eran de forma rara y estaban muy sucios. Yo le decía a mi madre, pero ella no lo tomaba como algo
grave. Recuerdo que en una me miré al espejo y vi que tenía la boca casi sin dientes. Otra cosa que
recuerdo es que veía a una tía que ya falleció y la veía muy linda y que me hablaba y estaba feliz.
También recuerdo que miraba hacia afuera y había una especie de desfile.” Después de recibir la
interpretación del oráculo, hizo llegar este mensaje: “Hola, recibi su respuesta. Les
agradezco enormemente esta ayuda, ya que un servicio asi no se encuentra en cualquier lado.”
52

Capítulo 6

Reacción de los consultantes a las respuestas del oráculo

Una vez recibidas las respuestas del oráculo, los consultantes pueden mostrar una
capacidad de reacción espontánea, sin habérselo solicitado y libres de toda
presión. Las reacciones han sido de dos tipos. Una, la expresión de agradecimiento.
Dos, un comentario sobre la función que cumple el oráculo a través de Internet, el
cual podrá contener un rechazo o, por el contrario, una expresión de satisfacción.

Los consultantes son agradecidos

De los 752 casos de chilenas/os atendidos, un 29,9 % dio las gracias y un 70,1 % se
abstuvo de hacerlo. Por su parte, el 24,0 % de quienes agradecieron lo hizo más
allá de un simple “gracias”, enviando un mensaje algo más elaborado.

La forma de comportarse, respecto de la actitud de agradecimiento según género,


se presenta en el Gráfico 2147, donde se compara los porcentajes de cada género
del total de la población con respecto a los totales de “agradecidos” según género.
La reacción global de quienes agradecen presenta la misma distribución que el total
de la población cuando el agrupamiento es realizado por género, de donde se
presume que la muestra es bastante representativa de la cultura media nacional y,
por ende, un indicio del grado de sentido o de la satisfacción que las respuestas
oraculares son capaces de provocar en las/os interesadas/os. En el gráfico
mencionado, se observa que el género femenino, siendo el 79,5 % de la población,
tiene, a su vez, el 80,9 % de los “agradecidos”. El género masculino, siendo el 19,3
% de la población, tiene el 18,2 % de los “agradecidos”. El género lésbico, siendo el
0,4 % de la población, tiene el 0,4 % de los agradecidos. Finalmente, el género gay,
siendo el 0,8 % de la población, tiene el 0,4 % de los agradecidos.

Sin embargo, cuando se intenta valorar el “agradecimiento” por el envío de


mensajes especiales o más elaborados, la conducta de las/os interesadas/os varía
según el género. Esto lo presentamos en el Gráfico 2248. Siendo el género femenino
el 79,5 % de la población, agrupa al 94,3 % de quienes enviaron mensajes
especiales de agradecimiento, lo cual muestra a este género más delicado y
espontáneo. Por su parte, siendo el género masculino el 19,3 % de la población,

47
Ver Anexo 3 Gráficos.
48
Ver Anexo 3 Gráficos.
53

agrupa sólo al 5,7 % de los que enviaron mensaje especial de agradecimiento, lo


cual perfila a este género más áspero y autocensurado. Otra probabilidad sería que
las respuestas del oráculo tuvieron menos sentido para ellos, pero eso queda
desmentido por la capacidad del género masculino para agradecer aunque sea con
un simple “gracias”.

Otra forma de enfocar el agradecimiento de nuestra población consultante es a


través de la variable edad, lo cual se presenta en el Gráfico 2349. Tanto la
distribución de la población total como la distribución de la población de
“agradecidos” siguen la forma de una curva normal, lo cual otorga confianza a los
datos acumulados. Además, destaca el hecho de que ambas distribuciones tienen
escasas diferencias en los porcentajes de cada tramo etario. Por ejemplo, viendo el
comportamiento de los estratos etarios de mayor volumen, se constata que en el
tramo de 29 a 35 años de edad la población es 23,3 % y que los “agradecidos”
marcan el 25,4 %. Igualmente, en el tramo de 36 a 42 años, la población es 22,1 %
y los “agradecidos” marcan 22,3 %.

Los consultantes opinan

Se dijo que otra forma de reaccionar espontáneamente de los usuarios, aparte del
“agradecimiento” eran los comentarios sobre las respuestas del oráculo y el portal
de Internet. Los comentarios no son muchos pero su variedad es grande, por lo cual
no nos parece adecuado intentar encasillarlos en una clasificación. Por tanto, les
ofrecemos una selección equivalente al 20 por ciento de los comentarios recibidos.
Éstos son breves, salvo excepciones. El único dato falso es el nombre, que ha sido
cambiado por nosotros, conservándose el verdadero en la base de datos.

Año 2007. Matilde, 38 años, su motivo es “amor”. Comentario: “Su respuesta llegó en el
momento preciso, me subió el ánimo y me sacó de pensamientos oscuros. Me hizo bien saber que no
voy a quedar sola”.

Año 2008. Anahí, 25 años, estudiante, su motivo es “amor”. Comentario: “Todos


pueden acceder [a la página WEB] y es transparente”.

Año 2008. Isabel, 35 años, ama de casa, sus motivos son “familia”, “trabajo”,
“amor”. Comentario: “Hay algo en ustedes que me hiso [sic] confiar, espero no equivocarme, por
lo general no creo en estas cosas y menos por internet”.

49
Ver Anexo 3 Gráficos.
54

Año 2008. María Cristina, 39 años, consultor, su motivo es “amor”. Comentario: “Es
primera vez que consulto el tarot de esta forma pero estoy tan desesperada que ya no sé a quién
recurrir”.

Año 2008. Marianela, 26 años asistente, su motivo es “amor”. Comentario: “Servicio


50
maravilloso y de utilidad para los aproblemados ”.

Año 2008. Marcelina, 40 años, asistente, sus motivos son “trabajo”, “economía”,
“amor”. Comentario: “Otras personas no han sido expertas en el tema, para mí ha sido un fraude
y me gasté lo que tenía para poder pedir orientación. Muy agradecida”.

Año 2008. Ramón, 41 años, cesante, su motivo es “trabajo”. Comentario: “¿Cómo voy a
pagar una consulta si no tengo ingresos?”.

Año 2009. Carmen, 22 años, administrativo, su motivo es “amor”. Comentario:


“Mucha suerte con su sitio [WEB] y felicitaciones por su trabajo!!”.

Año 2009. Cecilia, 47 años, terapeuta, su motivo es “trabajo”. Comentario: “Tu


respuesta, ha sido muy clara. Tendré muy en cuenta tus consejos”.

Año 2009. Carola, 29 años, ama de casa, sus motivos son “amor, “magia”, “familia”.
Comentario: “Sigan ayudando a más gente. Bendiciones”.

Año 2009. María Isabel, 42 años, estudiante, su motivo es “familia”. Comentario:


“Escribo desde Chiloé, acá no existen lugares o personas que se dediquen a leer el tarot de manera
seria”.

Año 2009. Ana María, 20 años, empleado de cibercafé, su motivo es “amor”.


Comentario: “Me parece que esto es un buena manera para saber cómo me va a ir y que me depara
el destino yo confío en esto y tengo mucha fe en lo que hacen”.

Año 2009. Irina, 50 años, secretaria, su motivo es “general”. Comentario: “Prefiero


una lectura de cartas a pagar $ + $ psicólogos y Psiquiatras [sic]”.

Año 2009. Francisco, sus motivos son “estudios”, “trabajo” y “amor”. Comentario:
“Sus consejos sé que me servirán mucho”.

Año 2010. Javiera, 41 años, administrador, su motivo es “amor”. Comentario; “Solo


quiero la verdad porque los demás dicen algo y después se retractan”.

Año 2010. Deyanira, 57 años, empleado, su motivo es “administrativo”. Comentario:


“¿Cuando dara a conocer a travez [sic] de la prensa sus predicciones para nuestro pais a travez de la
prensa?. las escuentro muy serias [sic]”.

50
Chilenismo por fastidiado, arruinado.
55

2010. Ramiro, 65 años, pensionado, su motivo es “administrativo”. Comentario: “Otra


vez señor (…) con sus comentarios desafortunados. Al parecer, se le olvidó su chascarro de la elección
presidencial, cuando aseguraba que Frei sería el nuevo presidente de Chile. Se equivocó su péndulo,
pitoniso chanta”. Dejo en claro que el consultante nos confunde con otra persona,
pues nuestro servicio no se difunde por medios de prensa ni se refiere a
coyunturas políticas.

Año 2011. Catalina, 27 años, secretaria, su motivo es “amor”. Comentario: “Confío en


sus cartas”.

Año 2012. Juanita, 47 años, comerciante, sus motivos son “plan”, “general”, “amor”.
Comentario: “Gracias por escucharnos y aclarar nuestras dudas, espero que me sirva ya que estoy
muy confundida, y así podre aclarar mi mente”.

Año 2012. Susy, 34 años, ingeniero, su motivo es “trabajo”. Comentario: “La lectura
fue demasiado acertada, quede sumamente sorprendida porque me desvincularon este viernes del
trabajo sin previo aviso y justo tu me habias echo [sic] la observacion en la respuesta”.

Nos permitimos hacer las siguientes observaciones sobre los mensajes de las/os
consultantes:

 Las opiniones han sido todas respetuosas, medidas, breves.


 No ha habido opiniones que rechacen las respuestas oraculares con
excepción de unos pocos que se declaran de antemano como algo escépticos.
 Se recibió un solo comentario irónico y despreciativo, pero se nos confundía
con un cartomante de figuración pública.
 Nos mantenemos abiertos a admitir que hubiese alguien desconforme, pero
no disponemos de testimonio escrito alguno que presentar en tal sentido.
56

Capítulo 7

Felicidad, malestar, situación crítica

Sería relativamente sencillo colocar nuestro estudio dentro del marco de la


felicidad. La felicidad es una idea simpática, una especie de olla de oro bajo el
arcoíris, que atraería intensamente, sea para la venta de productos e imágenes a
consumidores ansiosos de compasión o comprensión, sea como una motivación para
poder conseguir tanto la participación de los consultantes como la atención de los
lectores y su identificación con los contenidos del presente texto. Pero no lo vamos
a hacer y explicaremos por qué.

La idea de felicidad sabemos que implica una variabilidad desconcertante. Varía de


un individuo en otro y se vuelve más compleja y multifactorial mientras más
elevados sean los ingresos de la persona y se vuelve más sencilla y primaria si la
persona vive en el rango de la pobreza. Su otra debilidad reside en su
temporalidad. Si se interroga a numerosas personas sobre el punto no les quepa
duda que la mayoría estará de acuerdo en que la felicidad se trata de una
experiencia momentánea, de una relatividad abrumadora, la cual se entrelaza con
altos y bajos con los momentos desagradables o de sufrimiento, digamos las
situaciones de crisis por las cuales atraviesan las personas.

La condición efímera de la felicidad es un asunto reconocido desde la más remota


antigüedad, por ejemplo, por los budistas, quienes identificaron al sufrimiento
como uno de los estados recurrentes del ser en el ámbito tridimensional (o sea la
vida corriente). La felicidad aparece en la vida humana como una especie de
producto marginal que, por añadidura, viene a caracterizar una situación interior
(íntima) cuando se han cumplido otros objetivos o se han dado un conjunto de
condiciones, ellas relacionadas con el crecimiento, la madurez, en general el
autodominio y la autoaceptación, digamos un avance en el proceso de individuación.

Hay un hecho a destacar sobre la felicidad dentro de los límites de nuestro


estudio empírico. La abrumadora mayoría de los consultantes nunca solicitó
expresamente que se le vaticinara, se le orientara o se le diagnosticara apuntando
hacia la felicidad. Uno solo de los 911 casos (el 1,1 por mil) pidió ayuda justificando
que no quería ser infeliz. En otras palabras, la realidad espiritual y mental de la
población se encuentra lejos de perseguir fantasmas o ideas inasibles.

Los cientistas sociales serios se han aproximado a estos temas considerando


conceptos agrupados en torno al bienestar, más precisamente al bienestar
57

subjetivo. Con realismo, reconocen que los momentos de bienestar coexisten en las
personas con los momentos de malestar y de sufrimiento, haciendo un distingo
entre el primero, una incomodidad o disconformidad con una situación proveniente
del medio social (por ejemplo, el trabajo), y el segundo, una experiencia dolorosa
que radica en la vida personal o íntima del ser (por ejemplo, el amor, los
sentimientos). Sin embargo, para nosotros, como se verá más adelante, malestar y
sufrimiento son bastante más que simples aportes de información, como sería para
los sociólogos.

Bienestar y malestar son considerados de manera conjunta para acceder a una más
completa comprensión de los estados íntimos o de subjetividad interna de las
personas. La persona se evalúa a sí misma, evalúa su relación con otros/as y se
compara respecto a ciertos referentes, aunque la conciencia de su situación es muy
variable de una persona a otra. Estos estados subjetivos son considerados sea
individuales sea con respecto a la sociedad. Por ejemplo, el malestar subjetivo es
individual cuando la experiencia negativa se expresa como insatisfacción,
infelicidad, tristeza, agobio, sufrimiento o culpa, digamos que la vida individual es
cuestionada y puede inicialmente describirse como depresión, sufrimiento, etc. La
persona puede auto atribuirse la causa de la imagen débil. El malestar subjetivo es
con la sociedad cuando la experiencia negativa se asocia a una percepción de corte
de las posibilidades de realización de la imagen deseada o de las aspiraciones, y se
expresa en rabia, frustración, enojo, impotencia, indignación, descontento. La
imagen del mundo se encuentra dañada a ojos de la persona descontenta y a ella se
atribuye la causa o dificultad para auto realizarse.

Resumiendo, las ciencias de lo humano –principalmente la psicología y la sociología-


intentan identificar, sistematizar y explicar los conflictos que viven tanto los
grupos como los individuos. Se supone que, a partir de esos conocimientos
científicos, se podrá diseñar y aplicar tanto políticas públicas como terapias que
puedan corregir o aliviar el malestar subjetivo –incluso el sufrimiento- de las
personas. Dichas ciencias aceptan entonces que el malestar subjetivo de las
personas y grupos humanos puede tener orígenes o estímulos tanto a partir de lo
externo o social, por ejemplo el ámbito del trabajo o la vida económica, como a
partir de lo interno o propiamente individual, por ejemplo, una sensación de
frustración ligada a un sentimiento amoroso no correspondido. Por eso es que se ha
propuesto en sociología dimensionar simultáneamente el bienestar expresado en la
satisfacción y el contentamiento así como su opuesto, el malestar, sustentado en la
insatisfacción y el descontento. La satisfacción sería el bienestar debido a las
propias capacidades. El contentamiento sería el bienestar debido a los beneficios
que aportan el entorno social o las condiciones sociales, económicas y políticas que
58

favorecen el despliegue de las potencialidades individuales. Las relaciones entre


ambas caras o componentes del bienestar son complejas y estrechas y hay entre
ellas una acción recíproca permanente y un entrelazamiento que hacen hoy por hoy
dudoso el éxito en comprenderlos separadamente. En el caso de la sociedad chilena
contemporánea se distingue -respecto del bienestar subjetivo- cuatro grupos51:

Satisfechos consigo mismos y conformes con la sociedad (20 %); satisfechos


consigo mismos y descontentos con la sociedad (32 %); insatisfechos consigo
mismos y conformes con la sociedad (29 %); e insatisfechos consigo mismos y
descontentos con la sociedad (19 %).

El tamaño de cada uno de esos grupos entrega una distribución general


aproximadamente normal, en la cual los extremos satisfecho/conforme e
insatisfecho/descontento son menores respecto de los que expresan un bienestar
a medias. Cabe hacer notar, además, que los grupos que manifiestan algún grado de
malestar, total o parcial, corresponden al 80 % de la población. Esto no debería
llamar a sorpresa, pues, como ya se señaló en otro momento, el malestar es signo
de que se vive momentos críticos, los cuales son transitoriamente desagradables
aunque cumplen una finalidad importante: hacernos crecer como personas en medio
de la adversidad para llegar a niveles superiores de madurez, aplomo y plenitud, es
decir, al menos tendríamos una base de satisfacción aunque no estuviésemos
contentos. Por eso es que nos atrevemos a afirmar que, hipotéticamente, quienes
pasarían por momentos de mayor de madurez serían quienes, estando un tanto
satisfechos consigo mismos se sentirían descontentos con la sociedad. Habría en
ellos una mirada crítica del entorno social, el cual les aporta limitadas condiciones
para crecer, pero sienten cierta conformidad con los esfuerzos que despliegan por
crecer o madurar como personas en medio de un entorno inhóspito.

Un tema relevante, el cual, por el hecho de aceptarlo tácitamente suele pasar


desapercibido, es que, sea una situación social o sea una situación psíquica, exista
un malestar subjetivo con la sociedad o exista un malestar subjetivo individual, se
necesita una psiquis (un sí mismo o un ego) para que llegue a vivenciarse y llegue a
ser un evento comunicable socialmente. Debe ser en la realidad virtual para poder
llegar a ser en la realidad física o social.

51
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 2012. Décimo Informe sobre
desarrollo humano en Chile. Año 2012. “Bienestar subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”.
Parte 5.
59

Se dice52 que la sensación de felicidad o de bienestar subjetivo es considerada por


los chilenos/as semi independiente del conjunto de oportunidades que brinda la
sociedad, en atención a que se trata de estados subjetivos o íntimos, inseparables
de la vida psíquica o anímica de los individuos. Es entendible que esta percepción
esté encauzada por flujos ideológicos impuestos por un modelo mercantilista-
individualista de sociedad. Sin embargo, aún así, la construcción interna de la
felicidad o del bienestar subjetivo sigue siendo una tarea y una responsabilidad
esencialmente individual. Esto sería de esta manera porque, a pesar que la sociedad
brinde limitadas posibilidades para que la persona pueda ejecutar sus capacidades
y lograr ciertos objetivos, se puede obtener alguna satisfacción con los esfuerzos
realizados, esto es, ser feliz o estar satisfecho con la construcción de sí mismo, de
su propia madurez y no necesariamente con logros brindados externamente por la
sociedad. Al revés, se puede ser infeliz o estar insatisfecho consigo mismo a pesar
de estar consiguiendo logros aportados socialmente. Es más, se puede estar
satisfecho relativamente en un ámbito de la vida -por ejemplo el trabajo o los
ingresos materiales- y, simultáneamente, insatisfecho en otro -por ejemplo el amor
y las relaciones afectivas.

Podemos agregar que no tiene por qué sorprender que la felicidad y los afectos
positivos se encuentren coexistiendo con el sufrimiento y los afectos negativos. La
primera razón es que la vida de las personas no es lineal sino, quizás mejor
entendida, un conjunto zigzagueante de éxitos y fracasos, de sentimientos y
sensaciones encontradas sean de plenitud o de ansiedad. Razón adicional sería que
la vida se va dando en diferentes planos: sentimental, emotivo, laboral, económico,
salud, etc. Se puede estar satisfecho en algunos planos y no en otros, o sufrir
debido a uno y no a los restantes. Y razón esencial es que las etapas de
malestar/sufrimiento o los momentos de crisis no pueden ser valorados de manera
sesgada como si fueran situaciones netamente negativas. No son así. Sólo una
formación ideológica muy rígida o apegada solamente a la lógica formal podría verlo
de esa manera. Preferimos decir que, tanto a pesar del sufrimiento como gracias al
sufrimiento, las personas pueden avanzar en la construcción de sí mismas, en su
fortalecimiento, en su madurez, en su capacidad de objetivar y distanciarse de los
conflictos para entenderlos, en su capacidad de aumentar el desapego de las
fuentes de sufrimiento, insatisfacción y malestar.

52
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 2012. Décimo Informe sobre
desarrollo humano en Chile. Año 2012. “Bienestar subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”.
Parte 4.
60

La importancia que tiene en este estudio el tema del malestar subjetivo expresado
como “situación crítica” torna indispensable conversar respecto al concepto
involucrado. Una definición de la crisis, que nos parece útil, es el “fracaso en la
posibilidad de resolver un problema o de recuperar el equilibrio perdido con base
en los medios disponibles”53. Entonces, cuando hablemos de “situación crítica” nos
referiremos a un estado de confusión de tipo transitorio que experimenta la
psiquis de una persona cuando se encuentra constreñida por presiones externas o
por la irresolución de un conflicto íntimo. Se entiende que dicho estado de
malestar o sufrimiento es el preludio de un estado posterior en el cual, una vez
superados los problemas, la persona dispondrá de mayor madurez para enfrentar
situaciones similares. Entendemos que nuestros consultantes en crisis están
temporalmente fracasando en resolver su problema o en recuperar su equilibrio, de
allí que se dirigen a nosotros solicitando una cooperación para superar el momento
crítico.

Es también indispensable que separemos aguas del enfoque de la psicología


transpersonal, la cual identifica las crisis de sus pacientes y trabaja en ellas junto
con los involucrados, pero se aboca a “experiencias espectaculares y estados
extraordinarios de la mente” que son de hecho crisis de transformación personal, o
“emergencias espirituales”. Se puede agregar que “emergencia espiritual” es “un
juego de palabras que sugiere al mismo tiempo una crisis y una oportunidad de
elevar el nivel de conciencia”. Además, “las observaciones sugieren… con fuerza que
las emergencias espirituales poseen un potencial positivo y no deben ser
confundidas con las enfermedades que tienen una causa biológica y necesitan
tratamiento médico.” Entre las clases de emergencia espiritual se puede
mencionar: la crisis chamánica, el despertar de la Kundalini, episodios de conciencia
unitiva, renovación psicológica mediante el retorno al centro, crisis de la apertura
psíquica, experiencias de vidas pasadas, comunicaciones con guías espirituales,
experiencias al borde de la muerte, experiencias de encuentros cercanos con
ovnis, estados de posesión54. Nada de esto se abordará en el estudio, sin
desconocer que algunas/os de las/os consultantes pudiera haberse encontrado en
un estado de emergencia espiritual.

Entonces, en nuestra investigación, se considera establecer si el consultante pasa


por una etapa de crisis o severa tensión, en la cual requiere apoyo terapéutico u
orientación y no es una mera curiosidad por entretenerse. Esa etapa o momento de
crisis podría ser algo relevante en la vida de la persona que lo pone en situación de

53
Consuegra Anaya, Natalia. 2004. Diccionario de psicología.
54
Grof, Stanislav y otros. 1993. El poder curativo de las crisis. Editorial Kairós. Título original:
Spiritual Emergency, 1989.
61

estrés o a las puertas de una depresión. Por ejemplo, infidelidad propia o de su


pareja, ruptura o distanciamiento matrimonial con o sin hijos de por medio, ruptura
sorpresiva unilateral por parte de uno de los miembros de la pareja, cesantía
sorpresiva o crónica, un conjunto de problemas simultáneos que le hacen perder el
control de su vida, etc.

Si queremos constatar que las respuestas del oráculo, realizadas bajo las estrictas
exigencias de “no presencialidad”, de “gratuidad” y de “responsabilidad”, tienen
sentido para las personas en “situación crítica”, tendremos que, por una parte,
verificar y expresar lo más objetivamente posible la vivencia de su situación y, por
otro, medir su grado de conformidad -ante las contestaciones del oráculo-
mediante sus reacciones espontáneas o señales de contra respuesta, sean éstas
notas de agradecimiento y/o comentario.

Fueron identificados 248 casos de “situación crítica”, lo cual representa el 33,1 %


de la población total.
62

Capítulo 8

Describiendo las situaciones críticas de los consultantes

Los consultantes expresan sus situaciones críticas

Para realizar un tratamiento cuantitativo más a fondo de los consultantes en


“situación crítica” y de los factores específicos que les ponen temporalmente en
esa condición, es indispensable trabajar cada uno de los casos (248), intentando
objetivarlo mediante una descripción estandarizada. Es decir, se procede a
analizar la consulta recibida y se explica la circunstancia por la cual pasa la/el
interesada/o mediante un código o lenguaje especialmente estructurado para
lograr ese efecto. La descripción de cada uno de los casos permitió identificar las
palabras y conceptos que mejor representaban cada situación crítica, obteniéndose
la lista siguiente: tensión, expectativa dolorosa, dolor, desorientación,
desconcierto, inseguridad, desesperación, impotencia, descontrol, abatimiento,
incertidumbre, temor, soledad, desesperanza, vacío, desconfianza, obsesión,
frustración, desilusión, incapacidad, impulso irresistible, duelo. Las definiciones de
cada una aceptadas en este estudio son las que se presentan en el Anexo 5.

La construcción de la descripción se realiza sin perder de vista tanto el “motivo”


(amor, trabajo, familia, etc.) como el tema específico (en amor se tiene “pareja
actual”, “fidelidad”, etc.; en trabajo se tiene “acceso al trabajo”, “estabilidad
laboral”, etc., etc.), los cuales impulsan al consultante, levantándose la descripción
sobre componentes colocados en secuencia lineal. En el primer lugar de la
secuencia, se instala un “descriptor”, que represente inequívocamente el momento
psíquico que la persona está viviendo (desorientación, tensión, soledad, etc.). En
segundo lugar, seguirá la “causa inmediata” que provoca ese estado psíquico (crisis
matrimonial, falta de pareja, incertidumbre, etc.). En el tercer lugar, seguirá a su
vez la posible “causa implícita” o más profunda que ha gatillado lo anterior (apego,
abandono, inestabilidad matrimonial, etc., etc.). En cuarto lugar, cerrando la
descripción, se instalará una “causa complementaria” que aporta algún antecedente
para completar, redondear o perfilar mejor la representación.

Colocamos a continuación unos ejemplos para explicar el trabajo de descripción de


cada uno de los casos en “situación crítica”. Las transcripciones del relato de
las/os interesadas/os son textuales modificándose solamente los nombres.

Clarisa, de 35 años, escribió en el año 2005 contando su caso de la siguiente


manera: “Me gustaría que me pudieran orientar porque estoy muy depresiva y a veces solo tengo
ganas de desaparecer. No sé si podré superar esto. Estoy pasando una etapa conflictiva con mi
63

esposo, debido a una infidelidad de él y que tuvo como consecuencia un hijo que él jura que no es de
él. La duda me mata ya que la mujer en cuestión se niega terminantemente a hacerse un ADN. ¿Será
hijo de él?. ¿Podré superar este mal momento?.”

La descripción que representa su caso de forma estándar se construye así:

Descriptor: desorientación.

Causa inmediata: por crisis matrimonial.

Causa implícita: por infidelidad del marido.

Causa complementaria: quien habría engendrado un hijo con su amante.

En consecuencia, la descripción hilada queda de la siguiente forma: “Desorientación


por crisis matrimonial por infidelidad del marido quien habría engendrado un hijo
con su amante.”

Fátima, de 35 años, escribió en 2008, relatando lo que sigue: “Estoy esperando


guaguita, o ya vendra luego ?- despues de mi pena que tuve ( perdida de mi guaguita) Que sera ? Mi
novio, se podra afirmar en un buen trabajo? Seremos familia ?.”

Descriptor: inseguridad.

Causa inmediata: por haber perdido un embarazo.

Causa implícita: e iniciando uno nuevo.

Causa complementaria: con un novio sin trabajo estable.

En consecuencia, la descripción hilada queda de la siguiente forma: “Inseguridad


por haber perdido un embarazo e iniciando uno nuevo con un novio sin trabajo
estable.”

Gina, una ama de casa de 45 años, escribió en 2011 relatando su caso: “Esoy
desesperada sin saber qu hacer. Quiero sa ber que hacer si vuelvo con mi ex o me quiedo con mi
marido a pesar que no lo amo mi ex esta jugando conmigo?”.

Descriptor: Desesperación e inmovilidad.

Causa inmediata: por indecisión.

Causa implícita: para cortar un matrimonio frustrante.

Causa complementaria: y por apego a un amante inseguro.

En consecuencia, la descripción hilada queda de la siguiente forma: “Desesperación


e inmovilidad por indecisión para cortar un matrimonio frustrante y por apego a un
amante inseguro.”

Gonzalo, de 36 años, escribió en 2007, contando su momento: “Estoy cesante hace más
de un año. Mi pregunta es ¿Encontraré luego un buen trabajo?.”

Descriptor: Desesperanza.
64

Causa inmediata: por incertidumbre.

Causa implícita: de encontrar algún trabajo.

Causa complementaria: por cesantía prolongada.

La descripción hilada queda de la siguiente manera: “Desesperanza por


incertidumbre de encontrar algún trabajo por cesantía prolongada”.

Las personas en “situación crítica” son agradecidas

Podemos dividir la población total en dos grupos: grupo en “situación normal” (no
crítica) y grupo en “situación crítica”. Si nos detenemos en la población “normal”, se
constata que el 25 % es capaz de agradecer las respuestas recibidas del oráculo,
en cambio, si nos detenemos en la población “situación crítica” esta capacidad
aumenta notablemente hasta el 40 %. Observen el Gráfico 4155.

Estas dos poblaciones (“normal” y “situación crítica”) pueden ser objeto de


comparación en su capacidad de enviar un mensaje de agradecimiento más
elaborado. La población en “situación normal” (no crítica) despachó no más de un 5
% de mensajes especiales de agradecimiento. En cambio, el grupo en “situación
crítica” lo hizo seis veces más, llegando al 29 %. Observen el Gráfico 4256

La relación entre los “motivos” y los “descriptores” de las situaciones críticas

La situación psíquica que experimenta el consultante en situación crítica –y por lo


tanto el descriptor o término clave que mejor la representa- se puede dar en
variedad de “motivos” que empujan a los consultantes a solicitar ayuda. Por
ejemplo, un estado muy frecuente es la “tensión”, la cual se vive tanto en el “amor”
como en el “trabajo”, la “familia”, la “economía” y el “desorden de ansiedad”. Otro
ejemplo, el “dolor”, se puede experimentar en los conflictos amorosos, las
presiones en el trabajo y las contradicciones familiares. Esto puede ser observado
al revés, o sea, identificando cuáles son los “descriptores” que en un mismo
“motivo” se presentan. Tal es el caso del amor, el cual puede ser perturbado por
“tensión”, “dolor”, “expectativa dolorosa”, “desorden de ansiedad”, “desconcierto”,
“inseguridad”, “soledad”, desesperación”, “incertidumbre”, “vacío”, “desconfianza”,
“impotencia”, “obsesión”, “desesperanza”, “desilusión”, “descontrol”, “abatimiento”,
“frustración”, e “incapacidad”. Después de hacer este recuento temible vale la pena
55
Ver Anexo 3 Gráficos.
56
Ver Anexo 3 Gráficos.
65

preguntarse si sería buen negocio entregarse al arte amoroso o, al menos, si


debiera mantenerse ciertos resguardos o si debiéramos prepararnos mejor para
experimentar el eros, el cual se supone que debería ser la vivencia más plena y
satisfactoria del ser humano. Los/as lectores/as interesados/as pueden consultar
el Cuadro 857, donde presentamos detalladamente los “descriptores” y su
asociación con los motivos de los consultantes.

Una mirada cuantitativa sobre la frecuencia o importancia con la cual se presentan


los estados psíquicos representados por los “descriptores”, independientemente de
su motivación, se muestra en el Gráfico 2458.

Lejos, la “tensión “es el “descriptor” más representado, con el 22,2 % de los casos.
Le siguen la “expectativa dolorosa” y el “dolor” con 14,2 % y 12,3 %
respectivamente. Estos últimos, muy relacionados, si se suman, pasarían a ser el
estado psíquico más notable (la vida parece ser un camino plagado de espinas). En
fin, después del dolor, se baja a un 7,1 % marcado por la “desorientación” y, luego,
un nuevo descenso al 4,9 % marcado por el “desconcierto”. Enseguida, viene una
serie de “descriptores” menos representados, con pocas diferencias cuantitativas
entre ellos pero que van descendiendo en forma paulatina y persistente:
“inseguridad” 4,1 %, desesperación 4,1 %, impotencia 3,8 %, descontrol 3,3 %,
abatimiento 3,3 %, incertidumbre 3,0 %, temor 3,0 %, soledad 2,7 %,
desesperanza 2,5 %, vacío 1,9 %, desconfianza 1,6 %, obsesión 1,6 %, frustración
1,6 %, desilusión 1,1 %, incapacidad 0,5 %, impulso irresistible 0,3 %, duelo 0,3 %,
abandono 0,3 %.

57
Ver Anexo 4 Cuadros.
58
Ver Anexo 3 Gráficos.
66

Capítulo 9

Causas inmediatas de las situaciones críticas descritas

Una situación anímica crítica, definida por un “descriptor”, puede estar relacionada
con diversos factores desencadenantes, es decir, puede tener variadas causas,
inmediatas y mediatas, así como también, en otra situación en el caso de otra
persona, el mismo factor puede no desempeñar el papel de causa sino al contrario,
el de un resultado o efecto. Para que nos empapemos de la complejidad del asunto,
tomemos como ejemplo una situación descrita como “tensión”. La tensión puede
tener una gama variada de factores desencadenantes o causas inmediatas, muy
frecuentemente la “incertidumbre”. Sin embargo, a su vez, siendo que la
“incertidumbre” puede desempeñarse como causa inmediata de la “tensión”
particularmente enmarcado o motivado por las relaciones sentimentales, en otros
casos, referidos a situaciones vividas por otras personas, la incertidumbre puede
cambiar de función o de papel y puede transformarse en un factor de resultado,
desempeñando el papel de un efecto crítico originado en factores como el
“alejamiento de una pareja”, la “desconfianza”, los “ingresos limitados”, etc. El
asunto no deja de ser difícil de comprender, puesto que bajo cada motivo o tema
vital comienza a desplegarse una red de factores dinámicos cuyas funciones son
variadas y móviles, sea como causas o como consecuencias de las situaciones
críticas vivenciadas por cada persona en los diversos aspectos de su vida psíquica:
en el amor, en la familia, en el trabajo, en la economía, etc.

a) Causas inmediatas de la situación de tensión

Veamos el caso de la “tensión”, el más notorio de los descriptores, la cual puede


tener las más variadas causas inmediatas, tales como la “incertidumbre” (39,0 %),
el “descontrol vital” (11,0 %), la “indecisión” (11,0 %), por una “relación en crisis o
disminución del sentimiento” (7,3 %), el “corte de una relación o el alejamiento de
la pareja” (6,1 %), por “no ser correspondido o relación no concretada” (4,9 %),
“por desconfianza o informalidad” (3,7 %), etc., etc. Nótese que la tensión, o
retorcimiento interior que consume anímicamente a nuestros consultantes, se ve
preferentemente relacionado con escenarios en los cuales hay un proceso que no
encuentra desenlace o solución: “incertidumbre” (no hay conocimiento seguro de
algo); “descontrol” (no hay orden); “indecisión” (no hay resolución); por “relación en
crisis” (no hay ni corte ni acercamiento), etc. Las causas inmediatas de la tensión
67

las presentamos en el Cuadro 9 en forma detallada y completa59 pero nos


detendremos brevemente en las cinco primeras causas de la “tensión”.

Tensión por incertidumbre.- No se da un solo tipo de incertidumbre, por eso, quizás


se debiera hablar de “las incertidumbres” que conllevan a la “tensión”. El 59,4 % de
la incertidumbre se enmarca en el motivo “amor”; el 18,8 % en la “familia”; el 12,5
% en el trabajo; el 6,3 % en la “economía”.

Tensión por descontrol.- Lo mismo acontece con el “descontrol” que empuja a la


“tensión”. El 33,3 % del descontrol se enmarca en el motivo “amor”; otro 33,3 % en
la “ansiedad”; un 22,2 % en el “trabajo”.

Tensión por indecisión.- El 90 % de la indecisión que fuerza hacia la “tensión” se


enmarca en el motivo “amor”.

Tensión por relación en crisis o disminución del sentimiento.- Es obvio que el 100
por ciento de la tensión que causa la crisis de la relación se enmarca en el “amor”.

Tensión por corte de relación o alejamiento de pareja.- Igualmente, es obvio que el


100 por ciento de esta tensión originada en el corte de relación también se
enmarca en el “amor”.

El amor pasaría a ser el motivo que enmarca la gran mayoría de los conflictos
interiores que generan la tensión.

b) Causas inmediatas de la situación de dolor

El displacer sensorial tiene causas inmediatas variadas: el corte, abandono o


alejamiento de la pareja (38,5% ), la incertidumbre (17,9 %), el no ser
correspondido sentimentalmente (15,4 %), la pérdida del empleo (7,7 %), la
decepción (7,7 %), y varias otras de menor cuantificación que se enmarcan en el
motivo amor, tales como la falta de logro para concretar amorosamente (5,1 %), la
crisis de pareja en general (2,6 %) y la infidelidad (2,6 %). La frecuencia de
aparición de las causas inmediatas del dolor se presenta en el Cuadro 1060.Ahora
vamos a detenernos brevemente en algunas de las causas inmediatas del “dolor”.

Dolor por corte, abandono o alejamiento de la pareja.- Es obvio que el 100 % de


esta causa específica que provoca “dolor” se encuentra en el motivo o ámbito del
“amor”.

59
Ver Anexo 4 Cuadros.
60
Ver Anexo 4 Cuadros.
68

Dolor por incertidumbre.- Casi el 86 por ciento del dolor causado por la
incertidumbre tiene que ver con el ámbito del amor. El 14 por ciento restante
proviene del ámbito del trabajo.

Dolor por no ser correspondida/o.- Es obvio que el “dolor” causado por la falta de
correspondencia o sintonía con la persona que nos atrae con fuerza está enmarcado
ciento por ciento en el “amor”.

Dolor por falta de logro para concretar en amor.- La falta de logro, muy cercana
con la ausencia de correspondencia, causa un “dolor” que pertenece al ámbito del
“amor”. Lo mismo acontece con las causas “crisis de pareja” e “infidelidad”.

De la misma manera que con la situación de “tensión”, el amor pasaría a ser el


motivo que enmarca la gran mayoría de los conflictos interiores que generan el
“dolor”.

c) Causas inmediatas de la situación de expectativa dolorosa

No deja de ser llamativo –para algunos obviamente- lo dañoso que puede resultar
para los seres humanos algo que aún no se presenta, pero que se expresa tan sólo
como una posibilidad de llegar a sentir dolor o de quedar desamparada/o.

La variedad de causas inmediatas de la “expectativa dolorosa” es casi tan diversa


como en el caso de la “tensión”. Es diversa y está distribuida en forma
relativamente homogénea, a excepción de la “incertidumbre”, la cual presenta una
frecuencia elevada que marca un 48,0 %. La causa “corte, abandono o alejamiento”
marca un distante 12,0 %, seguida del “temor a la infelicidad”, el “descontrol vital”
y la “indecisión” cada una con un 6,0 %. El resto de las causas de la expectativa
dolorosa puede verificarse en Cuadro 11, en el cual se detalla sus porcentajes de
incidencia. Nos detendremos brevemente en la causa “incertidumbre”61.

Expectativa dolorosa por incertidumbre.- Nuevamente esta “causa inmediata” se


expresa de manera fuerte y llamativa. Sin embargo, puede tener un origen
diferente. En el 58, 3 % de los casos, se encuentra en el ámbito del “amor”, un 16,7
% viene del ámbito de la economía, y un 12,5 % se da en el marco del trabajo y la
familia, respectivamente.

61
Ver Anexo 3 Cuadros.
69

d) Causas inmediatas de la situación de desorientación

El hecho de sentirse extraviada/o puede tener una elevada variedad de “causas


inmediatas”, la mayoría de las cuales presenta una frecuencia con una distribución
bastante homogénea. Las cinco primeras del listado del Cuadro 1262 representan
casi el 65 por ciento de los casos, ellas son la “crisis de pareja” (17,2 %), la
“indecisión” (13,8 %), la “inmadurez” (13,8 %), “el sentimiento oculto” (10,3 %) y la
“agresividad” (10,3 %). El detalle completo se muestra en el cuadro citado.

e) Causas inmediatas de la situación de desconcierto

El desconcierto o falta de resolución parece tener menos variedad de “causas


inmediatas” aunque tres de ellas mantienen un peso específico que, en conjunto,
supera el 50 por ciento de los casos, como son la “actitud de una pareja o de una ex
pareja” (21,1 %), el “apego y obsesión” (21,1 %) y la “indecisión” (15,8 %). Las otras:
la “crisis de pareja” (10,5 %), el “corte de una relación” (10,5 %), la “agresividad”
(5,3 %), la incertidumbre (5,3 %), la “incomprensión” (5,3 %), y el “desamor” (5,3
%), son las restantes causales de que las personas permanezcan por un tiempo
desconcertadas, como se ve en Cuadro 1363.

f) Causas inmediatas de la situación de inseguridad

La inseguridad o falta de certeza de saber algo tiene “causas inmediatas” que se


originan solamente en dos ámbitos, que son los motivos “amor”, en un 85,7 %, y
“familia”, con un 14,3 %. La “desconfianza” (21,4 %), el “corte o abandono” de una
relación (14,3 %), el “fracaso amoroso” (14,3 %), la “crisis de pareja” (14,3 %), la
“crisis de madurez” en el amor (14,3 %), lo “desconocido” en el amor (7,1 %), una
“relación destructiva” (7,1 %) son todas “causas inmediatas” de inseguridad en el
marco de las relaciones sentimentales. La “pérdida de un embarazo” es una causal
de la inseguridad en el ámbito o motivo familiar. El conjunto y su detalle se
muestran en el Cuadro 1464.

62
Ver Anexo 4 Cuadros.
63
Ver Anexo 4 Cuadros.
64
Ver Anexo 4 Cuadros.
70

g) Causas inmediatas de la situación de soledad

El sentimiento de carencia de relación próxima con alguien tiene “causas


inmediatas” diversas, de las cuales la más importante en cantidad es el “corte de
una relación amorosa o el abandono por parte de la pareja”, con un 54,5 % de los
casos. Le siguen en importancia cuantitativa la “incertidumbre” (18,2 %), el hecho
de estar “sin pareja” (9,1 %), el “temor” (9,1 %) y el “embarazo fuera de una
relación estable” (9,1 %). Esta información se presenta consolidada en el Cuadro
1565.

h) Causas inmediatas de la situación de desesperación

La pérdida de la esperanza o carecer del aplomo suficiente para enfrentar la vida


en general o los conflictos específicos, puede tener también diversidad de “causas
inmediatas”. La más gravitante de ellas, como se puede apreciar en el Cuadro 1666,
es el “corte de una relación de pareja”, con el 40,0 % de los casos. Le siguen la
“incertidumbre” (26,7 %), el “descontrol vital” (13,3 %), la “indecisión” (6,7 %), la
“infidelidad” (6,7 %), y hasta el “extravío de una mascota” (6,7 %).

i) Causas inmediatas de la situación de incertidumbre

Cuando la mente carece de adhesión a algo conocible, se entra en la incertidumbre.


Mantenerse en esa duda de saber o no saber el sentido de los acontecimientos es
posiblemente una de las situaciones más desgastantes y comunes de nuestros
consultantes. Las causas inmediatas de la incertidumbre las mostramos en el
Cuadro 1767.

Las causas son variadas, siendo la más importante desde el punto de vista
cuantitativo el “corte de una relación amorosa o abandono de la pareja”, con el 35,7
% de las menciones. Cabe preguntarse cómo puede provocar incertidumbre una
situación que aparentemente está zanjada y parece no mantenerse pendiente de
una solución. Sin embargo, eso ocurre porque la parte ofendida o tomada por
sorpresa por la ruptura aún no está en condiciones psíquicas de aceptarlo y su
mente exige que se rehabilite la situación y mantiene la escondida esperanza que
todo vuelva a ser igual que antes, quizás mediante un pase mágico. Otras causas
inmediatas son el “embarazo fuera de una relación estable” (14,3 %), las

65
Ver Anexo 4 Cuadros.
66
Ver Anexo 4 Cuadros.
67
Ver Anexo 4 Cuadros.
71

“consecuencias económicas” (14,3 %), los “ingresos limitados” (7,1 %) y las “deudas”
(7,1 %). Con respecto a la causal “informalidad” (14,3 %) de alguno de los miembros
de la pareja, es obvio que alguien informal o no confiable genera con su
comportamiento una torturante incertidumbre. Igualmente, el “regreso de una
pareja” (7,1 %) lejos de causar serenidad y certidumbre, si lo hace con ambigüedad
y sin dar mayores explicaciones, se transforma en causa inmediata de
incertidumbre.

j) Causas inmediatas de la situación de impotencia

La falta de poder para controlar la realidad o transformarla puede originar la


sensación denominada impotencia. Las fuerzas del entorno o las energías ajenas se
perciben como superiores y aplastantes, el consultante se encuentra casi postrado
frente a lo que motiva su interés. La situación de impotencia también está
determinada por causas variadas, de las cuales, hay tres que acaparan más del 60
por ciento del total de casos, como se aprecia en el Cuadro 1868, como son “amar sin
ser correspondida/o” (23,1 %), la “incertidumbre” (23,1 %) y “no poder controlar (a
otra persona)” (15,4 %). Otras causas menos representadas son “crueldad de
pareja”, “frustración”, “descontrol vital”, “cesantía” y “esterilidad”, cada una de
ellas con un 7,7 % respectivamente. Esta información se encuentra consolidada en
el Cuadro 1869.

k) Causas inmediatas de la situación de descontrol

Diversas personas nos declaran abiertamente que han llegado a un momento de sus
vidas en el cual prima la falta de control o la falta de orden en el manejo de sus
asuntos, tanto anímicos como mentales e, incluso, materiales. El descontrol puede
tener variadas causas inmediatas, sin que haya una que destaque abiertamente por
sobre las demás, tal como se puede verificar en el Cuadro 1970. La “infidelidad”
(ámbito o motivo del amor) representa un 15,4 %, las “dificultades de salud”
(ámbito de la salud) representa otro 15,4 %, los “conflictos familiares” (ámbito de
la familia) representa un 7,7 %, una “economía inmanejable” (ámbito de la
economía), revelan la dispersión en el origen de la situación de “descontrol”. Otras
causales son la “incertidumbre” (15,4 %), el “corte de una relación o alejamiento de

68
Ver Anexo 4 Cuadros.
69
Ver Anexo 4 Cuadros.
70
Ver Anexo 4 Cuadros.
72

una pareja” (7,7 %), el “apego” (7,7 %), las “energías de terceros” (7,7 %), la
“indecisión” (7,7 %), la “inseguridad” (7,7 %).

l) Causas inmediatas de la situación de abatimiento

La pérdida del ánimo y las fuerzas son el signo de encontrarse en presencia del
“abatimiento”, cuyas causas inmediatas se presentan consolidadas en el Cuadro
2071. Al igual que en el caso del descontrol, las causas son variadas tanto en su
origen como en su motivo y en su grado de dispersión. Sólo una de las causas
destaca más que las otras. Trátase del “corte o alejamiento” de una pareja, la cual
tiene a su haber el 25,0 por ciento de los casos. El amor, la economía y el trabajo
son los motivos o ámbitos involucrados en el agrupamiento de las causas
inmediatas del abatimiento. En el caso del trabajo, la adición de la “cesantía” y la
“amenaza de despido” vienen a relevar el ámbito laboral.

71
Ver Anexo 4 Cuadros.
73

Capítulo 10

Preponderancia de las causas inmediatas de la crisis

Es posible dar una mirada a las causas inmediatas independizándolas de la cadena


lógica o secuencial de la que forman parte, es decir, por un lado, del motivo o
ámbito en el cual se encuentran enmarcadas y, por otro, del descriptor o situación
que han originado en la psiquis del/a consultante. Esta mirada en abstracto permite
cuantificar la frecuencia con la cual aparecen o son mencionadas las causas
inmediatas dentro del sistema “situación crítica” que estamos describiendo. Esto
se puede apreciar en el Gráfico 2572. La lista de causas inmediatas que se ofrece
supera las treinta, no todas de igual relevancia desde el punto de vista
cuantitativo.

La “incertidumbre” o falta de certeza en el conocimiento seguro de algo es la más


preponderante de las causas inmediatas de las situaciones críticas de los
consultantes, con un 22,5 % de casos en que es identificada.

El “corte de una relación o el alejamiento de una pareja”, la cual una vez fue
estable, es la segunda de las causas inmediatas con el 16, 1 % de identificación.

La “indecisión” o incapacidad para tomar una determinación viene a ser la tercera


de las causas inmediatas con un 6,9 %.

El hecho de “no ser correspondida/o” o no concretar una relación, que se refiere a


que la persona objeto de deseo o atención amorosa no manifiesta dicho sentimiento
recíproco o, simplemente, ha dejado de sentirlo, es una causa inmediata que marca
un 6,1 % de importancia.

El “descontrol vital” o falta de orden y disciplina tiene una importancia que llega al
5,8 % entre las causas inmediatas de situaciones críticas.

El “apego” es una causa que llega al 5,5 % de importancia. Apego es “en los adultos,
la tendencia estable de un individuo de hacer esfuerzos sustanciales por buscar y
mantener proximidad y contacto con uno o unos pocos individuos específicos que le
proporcionan el potencial subjetivo de seguridad física y/o psicológica. Esta
tendencia estable está regulada por modelos de trabajo interno de apego, los
cuales son esquemas cognitivo-afectivo-motivacionales construidos a partir de la
experiencia del individuo en su mundo interpersonal. Les proporciona el potencial

72
Ver Anexo 3 Gráficos.
74

para mantener la seguridad de la relación más que la relación en sí misma.”73 Se


puede agregar que se trata de un “vínculo afectivo que se establece entre las
personas. El caso más evidente es el del niño con sus progenitores, siendo que la
separación les origina angustia. Pero también existe apego entre los hermanos y
entre los enamorados.”74

Una “relación en crisis”, es decir cuando se da una disminución o anulación del


sentimiento amoroso entre los miembros de una pareja, llega al 4,9 % de
preponderancia.

La “cesantía”, sea prolongada, recurrente o crónica, llega al 3,5 % de


preponderancia entre las causas inmediatas de las situaciones críticas.

Los “ingresos limitados” marcan un 2,9 %.

La “decepción” llega al 2,9 % de preponderancia. Se entiende por decepción el


“pesar causado por un desengaño; es el pesar por el conocimiento de la verdad, con
que se sale del engaño o error en que se estaba. Es el efecto del conocimiento de la
verdad en el ánimo, al salir del error”.75

El “acoso” se presenta como causa inmediata en el 2,6 % de los casos. Se trata de


”procedimientos abusivos, palabras o sobreentendidos, gestos y miradas que, por
su frecuencia y sistematización, afectan la integridad psíquica o física de una
persona. Es un ejercicio de intolerancia, de intransigencia, de discriminación y de
envidia. Es llevado a cabo por personas con características perversas que utilizan a
quien toman por víctima, como un objeto destinado a satisfacer la propia necesidad
de ejercicio del poder.”76

La “desconfianza” o falta de esperanza firme que se tiene de alguien o algo77,


marca un 2,3 %.

Situaciones de sorpresa en una relación amorosa, obviamente momentos


desconcertantes, marcan un 2,3 %.

Las dificultades de la salud propia marcan un 2,0 %.

73
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
74
Cosacov, Eduardo. 2007. Diccionario de Términos Técnicos de la Psicología. Editorial Brujas,
Córdoba, Argentina.
75
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
76
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
77
Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
75

La “crisis de madurez” también marca un 2,0 %. Se la considera como un “momento


en que los adultos descubren que ya no se sienten satisfechos en su trabajo o vida
personal y tratan de realizar un cambio decisivo en su carrera o estilo de vida”78.

La infidelidad –practicar relaciones sexuales en forma clandestina y paralela con


respecto a la pareja oficial o formal- presenta una preponderancia de 2,0 %.

El “temor” –el impulso que hace huir o rehusar aquello que se considera peligroso-
marca un 1,4 %.

La “inseguridad” –la falta conocimiento seguro y claro de algo- llega al 1,2 %.

El “embarazo fuera de la relación”, es decir, la gestación que surge sin la voluntad


de formar una pareja estable, alcanza el 0,9 % de las menciones como causa
inmediata de crisis.

El “fracaso” llega también al 0,9 % de las menciones. Se entiende por tal el


“malogro, resultado adverso de una empresa o negocio”79.

Los casos de “timidez” llegan al modesto 0,6 % de preponderancia.

Las crisis causadas por “desencarnación” llegan también al 0,6 %. Nos referimos al
proceso por el cual se pone fin a la existencia corporal del ser humano o muerte
física.

Hay crisis que tienen como causa inmediata a la “recurrencia traumática”. Lo


recurrente es aquello que vuelve a ocurrir o a aparecer, especialmente después de
un intervalo. El trauma, en sentido amplio, es aquella emoción o impresión negativa,
fuerte y duradera. Luego, la recurrencia traumática se refiere a los efectos de
impresiones negativas que ocurren a intervalos repetidos. Esta causa se presenta
en 0,6 % de los casos.

Hay personas que se siente afectadas por la incomprensión, generalmente de su


pareja. Se entiende que el/la afectado/a siente no encontrar una actitud
comprensiva o tolerante. Esta causa también alcanza el 0,6 %.

Así como hay gentes que se descontrolan ellas mismas y no se sienten seguras de sí
mismas, hay otras que sufren por “no poder controlar a otras personas”. Control es
el dominio, mando o preponderancia que se ejerce sobre otra(s) persona(s). Luego,
“no poder controlar” es no tener o haber dejado de ejercer ese dominio. Estos
casos llegan al 0,6 %.

78
Morris y Maisto. Introducción a la Psicología.
79
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
76

Los casos de “energía de terceros” llegan al 0,6 %. El ser humano no sólo puede
actuar de forma concreta y visible sino que es una entidad intrínsecamente
integrada por energía. Dicha energía, en su forma mental o sutil puede ser
proyectada consciente o inconscientemente sobre el entorno, personas, animales y
cosas. Hay consultantes que se sienten bajo el influjo o la presión de las energías
de terceras personas.

La pareja es el conjunto de dos personas que tienen entre sí una relación


sentimental o sexual, independientemente de su sexo. También llamaremos pareja a
cada una de estas personas considerada en relación con la otra. Por tanto, “sin
pareja” es la situación en la cual la persona carece de la relación descrita. Pues
bien, se da el caso de personas que sienten su crisis causada por estar “sin pareja”
y su preponderancia llega al modesto 0,3 %.

La insatisfacción, es decir, el incumplimiento del deseo o del gusto que siente la


persona80, es una causa que llega al 0,3 %.

El hecho de estudiar en paralelo con trabajar sin las condiciones adecuadas


también es causa de crisis, que se manifiestan en el 0,3 % de los casos.

Hay consultantes que se sienten abrumados por la insinceridad de su entorno,


especialmente su pareja. Nos referimos a la falta de veracidad de una persona, la
cual parece expresarse con fingimiento81. Estos casos llegan al 0,3 %.

El conflicto familiar se presenta como causa inmediata en el 0,3 % de los casos.

La “desorientación” -caer en la confusión, ofuscación o extravío- se presenta en el


0,3 % de los casos.

La “incapacidad” había sido definida anteriormente, no como causa inmediata, sino


como descriptor de una situación, es decir como una consecuencia o efecto, lo cual
no constituye un error sino una demostración de que la participación de factores
como éstos no es lineal, sino dialéctica, pues a veces pueden aparecer como
desencadenantes y otras veces como consecuencias de los desencadenantes. La
falta de capacidad para hacer, recibir o comprender algo aparece con el 0,3 % de
identificación.

80
Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
81
Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
77

Capítulo 11

La relación entre las causas inmediatas y los efectos críticos

El tema de las causas inmediatas fue abordado desde el punto de vista en el cual se
observa que una situación psíquica o espiritual -identificada mediante un
descriptor o palabra clave que la sintetiza- es provocada por sus causas
identificables más próximas o inmediatas, enfoque que permite reconocer que una
situación psíquica dada puede tener como causas no una, sino varias y, a veces,
múltiples causales que se enmarcan en diferentes motivos o ámbitos de la realidad
tanto concreta como virtual del/a interesado/a.

Sin embargo, es posible cambiar ese punto de vista en 180 grados, tomando como
eje de observación a la causa inmediata en particular y establecer cuál es el
abanico de efectos que provoca, es decir, cuál es el conjunto de situaciones
anímicas generadas por aquélla e identificadas mediante descriptores. Además, se
completa la visión cualitativa mediante la cuantificación de cada uno de los
descriptores involucrados, esta vez considerados como efectos críticos generados
por un mismo tipo de causa inmediata.

a) Efectos críticos de la causa “incertidumbre”

La “incertidumbre” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de los


consultantes sería capaz de producir 10 efectos críticos, de los cuales hay cuatro
que reúnen el 85 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 41,0 %; la
“expectativa dolorosa” con un 30,8 %; el “dolor” con un 9,0 % y la “desesperación”
con un 5,1 %. El resto, como la “impotencia”, la “soledad”, la “desesperanza”, el
“descontrol”, el “desconcierto” y el “temor” anotan porcentajes de aparición
inferiores al 4 por ciento. Esta distribución se puede ver en el Gráfico 2682.

b) Efectos críticos de la causa “descontrol vital”

El “descontrol vital” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de


las/os consultantes sería capaz de producir 7 efectos críticos, de los cuales hay
cinco que reúnen el 90 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 45,0 %; la
“expectativa dolorosa” con un 15,0 %; la “desesperación” con un 10,0 %; el
“abatimiento” también con 10,0 % y el “temor” con otro 10,0 %. El resto,

82
Ver Anexo 3 Gráficos.
78

“desorientación” e “impotencia” no pasan del 5 por ciento cada uno. Esta


distribución se observa en Gráfico 2783.

En este segundo gráfico de efectos críticos es posible volver a apreciar la


importancia como efecto crítico, tanto de la “tensión” como de la “expectativa
dolorosa”, producidas ahora por el “descontrol vital” y, el caso anterior, por la
“incertidumbre”.

c) Efectos críticos de la causa “indecisión”

La “indecisión” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os


consultantes sería capaz de producir 8 efectos críticos, de los cuales hay cuatro
que reúnen casi el 80 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 37,5 %; la
“desorientación” con un 16,7 %; la “expectativa dolorosa” con un 12,5 % y el
“desconcierto” también con un 12,5 %. El resto, “vacío”, “desesperación”,
“descontrol” y “temor” se encuentra por debajo del nueve por ciento cada uno.
Véase el Gráfico 2884.

En este tercer gráfico de efectos críticos es posible continuar apreciando la


importancia como situación o efecto crítico tanto de la “tensión” como de la
“expectativa dolorosa”, ambas producidas sean por la vía de la “incertidumbre”,
sean por el descontrol vital, sean por la “indecisión”.

A estas alturas, no habrá pasado desapercibido nuevamente que las categorías


conceptuales –por lo menos algunas de ellas- usadas en nuestra descripción no
ocupan funciones fijas o definitivas en la relación entre “causa inmediata” y
“efecto crítico”. Es el caso del “descontrol”, el cual, siendo un “efecto crítico” de la
“incertidumbre” y de la “indecisión”, puede pasar a tener un papel de “causa
inmediata”, produciendo, a su vez, otros efectos críticos.

d) Efectos críticos de la causa “corte o alejamiento de pareja”

El “corte o alejamiento de la pareja” como causa inmediata de momentos críticos


en la vida de los consultantes sería capaz de producir 12 efectos críticos, de los
cuales hay seis que reúnen el 75 por ciento de las menciones: el “dolor” con el 26,3
%; la “expectativa dolorosa”, la “soledad” y la “desesperación” cada uno de ellos con
un 10,5 %; la “tensión” y la “incertidumbre” ambos con un 8,8 % cada uno. El resto,

83
Ver Anexo 3 Gráficos
84
Ver Anexo 3 Gráficos.
79

como el “vacío”, el “abatimiento”, el “desconcierto”, la “inseguridad”, la


“desesperanza” y la “frustración”, con un 5,3 % o menos cada uno. Esta distribución
se puede ver en el Gráfico 2985.

Como se insinuó anteriormente, el “corte de la relación de pareja” consiste en un


hecho práctico identificable claramente, por lo cual la incerteza tiene menos
espacio para forjarse en la mente del/a involucrado/a, de allí que tanto el “dolor”
como la “expectativa dolorosa” se encuentran como los efectos más notorios y
fuertes de la ruptura, relegando a la “tensión” y a la “incertidumbre”, con su
naturaleza más ambigua, a no más de un 8,8 %.

Por otra parte, se encuentra aquí un nuevo caso de intercambio de roles entre
“causas inmediatas” y “efectos críticos”. Se trata de la “incertidumbre”, la cual
aparece en el gráfico 26 como “efecto crítico” del “corte o alejamiento de pareja”,
en circunstancia que la presentamos en el Gráfico 23 como “causa inmediata” de al
menos diez “efectos críticos”.

e) Efectos críticos de la causa “relación de pareja en crisis”

La “relación de pareja en crisis” como causa inmediata de momentos críticos en la


vida de las/os consultantes sería capaz de producir un número más acotado
efectos críticos, siendo seis los que se observan en el Gráfico 3086. De ellos, hay
cuatro que reúnen al 77 por ciento de las menciones: la “tensión”, con un 27,3 %, la
“desorientación” con un 22,7 %, el “desconcierto” con un 13,6 %, la “inseguridad”
también con 13,60 % y la desconfianza con otro 13,6 %. El “dolor” y la “desilusión”
no superan el 4,5 % cada uno.

En este quinto gráfico de efectos críticos la “tensión” continúa mostrando esa


facilidad de ser generada a partir de una nueva “causa inmediata”, como es la
“relación de pareja en crisis”.

f) Efectos críticos de la causa “relación no concretada”

Esta causa se refiere a aquellos casos en los cuales quien consulta se encuentra
motivado por el sentimiento, por el amor, pero la persona quien le atrae -o la
imagen que de ella se ha forjado- no corresponde de manera recíproca sea porque
carece de interés, porque no se ha dado por entendida o no se encuentra en

85
Ver Anexo 3 Gráficos.
86
Ver Anexo 3 Gráficos.
80

condiciones de corresponder de la misma forma. Tenemos el caso de Lucila (2006),


quien se encuentra en tratamiento psicológico y se ha enamorado (o ha proyectado
el impulso de la pasión) del terapeuta y carece de una señal clara de parte de éste
que le permita diferenciar entre un trato afectuoso y una correspondencia erótica.
Se recuerda el caso de Nicasio (2006) quien vive bajo la tensión al no atreverse a
confesar sus sentimientos amorosos a una persona de su mismo sexo. Recordemos a
Gabriela (2008), quien lleva sólo casada un año pero está desorientada pues ama
apasionadamente a un varón que no es precisamente su marido. Vale la pena
mencionar a Esther (2008) quien vive con una sensación de vacío recurrentemente
pues se siente largo tiempo sin amor. Además, el caso de Gepsia (2009) quien
experimenta impotencia porque nunca ha sido capaz de conquistar a los hombres de
quienes se ha sentido atraída. Sin olvidar el caso de Juan Ignacio (2009), quien
vive bajo permanente expectativa dolorosa pues siempre tiene presente la imagen
de la mujer de la cual se enamoró hace veinticinco años mientras ha vivido ese
tiempo casado con otra.

La “relación no concretada” o ausencia de correspondencia amorosa, como causa


inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes es capaz de
producir 8 efectos críticos, que se observan en el Gráfico 3187. De ellos, hay cinco
que reúnen al 84 por ciento de las menciones: el “dolor” con un 32,0 %; la “tensión”
con un 16,0 %, la “desorientación” con un 12,0 %, la “impotencia” también con un
12,0 % y la “expectativa dolorosa” con otro 12,0 %. El “vacío”, la “desesperanza” y
la “desilusión” se encuentran en 8,0 % o menos.

Cuando se da una “relación no concretada” nos encontramos nuevamente ante una


situación muy definida: la relación, simplemente, no existe, por más que el deseo
clame en nuestro interior por hacerla realidad. Al caer el velo de la ambigüedad, el
“dolor” aparece como primer efecto, acompañado o no de otros a buena distancia
(la mitad o menos del porcentaje que marca el “dolor”) como la “tensión”, la
“desorientación”, la “impotencia”.

g) Efectos críticos de la causa “desconfianza”

La “desconfianza” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os


consultantes sería capaz de producir efectos críticos más limitados, registramos
un total de 5, de los cuales hay tres que reúnen el 80 por ciento de las menciones:
la “tensión”, con un 30,0 %, la “inseguridad” también con un 30,0 % y la
“incertidumbre” con un 20,0 %. Restan otros dos efectos como son la “expectativa

87
Ver Anexo 3 Gráficos.
81

dolorosa” y la “desesperanza” cada uno con un 10,0 % de representación. Véase el


Gráfico 3288.

En este séptimo gráfico sobre causas inmediatas la “tensión” continúa a ser el


efecto crítico más representado. Por su parte, la “expectativa dolorosa” queda
relegada a un segundo plano. Esto se explicaría porque la “desconfianza” genera una
suerte de estado de alerta y no necesariamente un daño psíquico profundo de
inmediato.

h) Efectos críticos de la causa “infidelidad”

La “infidelidad” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os


consultantes sería capaz de producir igualmente efectos críticos limitados,
registramos un total de 5, de los cuales hay dos que reúnen alrededor del 57 por
ciento: el “descontrol”, con un 28,6 %, y el “abatimiento”, con una cantidad similar.
Restan otros tres efectos como son el “dolor”, la “expectativa dolorosa” y la
“desesperación”” cada uno con un 14,3 % de representación. Véase el Gráfico 3389.

Aún cuando la “infidelidad” pareciera ser un hecho consumado y comprobado, los


efectos sobre la situación anímica son profundos y bastante más devastadores o
complejos que otros, por ejemplo que la “tensión” que tiene un sentido algo ambiguo
y general. No, tratándose de la infidelidad, se presenta resultados duros como son
el “descontrol” (la pérdida del orden o la sensación torturante que todo gira fuera
de nuestra voluntad); el “abatimiento” (pérdida del ánimo sintiéndose física y
psíquicamente inerte); el “dolor” y la “expectativa dolorosa”, así como la
“desesperación” (pérdida de la esperanza y del aplomo o solvencia).

i) Efectos críticos de la causa “cesantía”

La “cesantía” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os


consultantes sería capaz de producir efectos críticos limitados. Registramos un
total de 6, de los cuales hay uno que reúne el 25,0 %: el “dolor”. Restan la
“desorientación” y el “abatimiento”, todos ellos con un 16,7 % cada uno, le siguen la
“impotencia” y la “desesperanza” con un 8,3 % cada uno. Véase el Gráfico 3490.

88
Ver Anexo 3 Gráficos.
89
Ver Anexo 3 Gráficos.
90
Ver Anexo 3 Gráficos.
82

Pareciera que la cuantificación de los efectos de la “cesantía” no está concentrada


en uno de ellos, sino que da la impresión de distribuirse de manera más homogénea
que otras causas inmediatas. Tenemos la hipótesis, no posible de confirmar, que los
consultantes en estado de cesantía son potencialmente un número muy mayor pero
estas personas tendrían dificultades de acceso tanto a un PC, Notebook e Internet
como para comunicarse con el oráculo.

j) Efectos críticos de la causa “apego”

El apego fue definido en páginas anteriores como ese esfuerzo inconsciente y


sustancial por mantener contacto con algún individuo específico que proporciona
seguridad psicológica. 91 92

El “apego” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os


consultantes sería capaz de producir efectos críticos más que limitados, toda vez
que registramos un total de 10, de los cuales hay cuatro que reúnen 70,0 %: la
“obsesión” con el 30,0 %, el “desconcierto” con el 20,0 %; la “desorientación” y la
“incapacidad” con un 10,0 % cada uno. Restan otros seis efectos como son la
“tensión”, la “expectativa dolorosa”, la “desesperación, la “desesperanza”, el
“descontrol” y el “impulso irresistible”, cada uno con un 5,0 % de representación.
Véase el Gráfico 3593.

La búsqueda de la proximidad de esa persona, o de de la fijación de la imagen de


esa persona, o de la relación con esa persona que proporciona seguridad es una
causa que detectamos en el caso de Loreto (2007) casada, quien vive apasionada y
obsesionada por cierto varón que vive en el extranjero y quien no tiene posibilidad
alguna de volver, pues ha organizado su vida material y sentimental en ese lejano
país. Tenemos el caso de Patricia (2008) quien vive en la indecisión, pues se
mantiene apegada a un marido cruel sin atreverse a resolver irse con un
pretendiente que muestra más favorable imagen. Su caso es bastante común y
generalmente va ligado a la excusa de no alejar a los hijos en común con el marido
cruel que los ha engendrado. Recuerdo el caso de Gertrudis (2008) inmersa en la
incertidumbre por el apego a un bien raíz familiar que debería venderse para
solventar deudas asfixiantes. Tenemos el caso de Victoria (2010) quien vive
obsesionada por el apego al monopolio de las relaciones sexuales matrimoniales,
inquieta por la infidelidad no demostrada del esposo.

91
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
92
Cosacov, Eduardo. 2007. Diccionario de Términos Técnicos de la Psicología. Editorial Brujas,
Córdoba, Argentina.
93
Ver Anexo 3 Gráficos.
83

k) Efectos críticos de la causa “ingresos limitados”

Los “ingresos limitados” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de


las/os consultantes sería capaz de producir efectos críticos de variedad
restringida, por eso es que se cuenta un total de 5, de los cuales hay tres que
reúnen el 80,0 %: la “incertidumbre”, con un 40,0 %, y la “tensión” y el
“abatimiento” con un 20,0 % cada uno. Restan otros dos efectos como son el
“descontrol” y el “temor”, cada uno de éstos con un 10,0 %. Véase el Gráfico 3694.

l) Efectos críticos de la causa “acoso”

Se debe recordar al lector que el “acoso” fue definido en páginas anteriores95. El


“acoso” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os
consultantes sería capaz de producir efectos críticos limitados. Registramos un
total de 5, de los cuales hay dos que reúnen el 66,6 % del total: la “desorientación”
con el 44,4 % y la “tensión” con el 22,2 %. Restan otros tres efectos como son el
“temor”, la “impotencia” y el “desconcierto”” cada uno de ellos con un 11,1 % de
representación. Véase el Gráfico 3796.

m) Efectos críticos de la causa “decepción”

Se entiende por decepción el “pesar causado por un desengaño; es el pesar por el


conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se estaba. Es
el efecto del conocimiento de la verdad en el ánimo, al salir del error”.97

La “decepción” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os


consultantes sería capaz de producir igualmente efectos críticos limitados.
Registramos un total de 5, de los cuales hay tres que reúnen el 80,0 %: el “dolor”,
con un 30,0 %, la “desconfianza”, con una cantidad similar, y la “desilusión” con el
20,0 %. Restan otros dos efectos como son la “expectativa dolorosa” y la
“impotencia” cada uno con un 10,0 % de representación. Véase el Gráfico 3898.

94
Ver Anexo 3 Gráficos.
95
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
96
Ver Anexo 3 Gráficos.
97
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
98
Ver Anexo 3 Gráficos.
84

Capítulo 12

Relación entre las causas inmediatas, implícitas y complementarias de las crisis

Bajo la superficie de las situaciones anímicas de los consultantes que se encuentran


–tal como una simple pátina- expresadas por los descriptores, hemos identificado
una variedad de causas inmediatas. Sin embargo, tal como lo expusiéramos
anteriormente, bajo esta epidermis virtual es posible poner en evidencia otros
estratos que permiten ahondar en raíces más profundas del estado psíquico del
consultante. Este enfoque ha facilitado que podamos identificar bajo cada “causa
inmediata” una “causa implícita” y, a su vez, bajo esta última, una “causa
complementaria”. Las “causas inmediatas” fue posible clasificarlas o agruparlas en
una treintena de definiciones y fue posible su cuantificación, también. Sin
embargo, la variedad de causas implícitas y complementarias es tal que, en el
estado actual tanto de la información que disponemos como de los instrumentos
conceptuales, no nos es dado realizar agrupamientos acotados ni cuantificaciones
estrictas de las mismas. En atención a esas limitantes, tendremos que sujetarnos a
una exposición cualitativa, a través de casos que trataremos sean lo más
representativos de las situaciones que presentaremos a los lectores.

Selección de la muestra de casos

Para la exposición cualitativa de causas implícitas y complementarias se ha


escogido una muestra al azar de 49 casos de “situación crítica”, esto es, el 19,7 %
de los mismos, tamaño de muestra que parece adecuado y cuya representatividad
se basa en cubrir los principales motivos (amor, trabajo, etc.), las situaciones
anímicas más típicas (tensión, expectativa dolorosa, desorientación, etc.) y las más
destacadas “causas inmediatas” (incertidumbre, corte de relación, indecisión, etc.).

Ejemplos de la muestra de casos analizados

A continuación ofrecemos a los lectores una pequeña porción de dos casos del
grupo de 49 seleccionados, cuyo total en detalle se puede revisar en el Anexo 2.
Las presentaciones de las/os consultantes son textuales, modificándose solamente
el nombre de la persona involucrada. Tampoco hay correcciones gramaticales ni
ortográficas de dichos testimonios. En cada uno de los casos, una vez identificado
el motivo, la situación anímica y la causa inmediata, se pone en evidencia la causa
implícita y la causa complementaria.
85

Zaida tiene 47 años. El año 2007 presentó su consulta:

“He mantenido una relación con un hombre desde hace 4 años. Desde el principio me contó que tiene 4
hijos con 4 diferentes mujeres y que su defecto son precisamente las mujeres. Me siento
“enganchada” con él pero hace dos meses que no lo veo. ¿Irá a resultar nuestra relación?”.

La consultante está motivada por el amor y su situación es de tensión, por causa


inmediata de mantenerse en la incertidumbre. La causa implícita de esto ha sido
embarcarse en esa relación sentimental inestable desde la partida. Complemento:
su apego se ha cristalizado en un varón desinteresado en los compromisos (4
mujeres = 4 hijos).

Sandro, el año 2007 presentó su caso:

“Es difícil que personas como yo, que soy homosexual, tengan pareja. A él no le molestaba que fuera
yo así. Me buscaba todo el tiempo. Quiero saber qué es lo que pasa, si volverá, si estaremos juntos”.

El consultante está impulsado por el amor y su estado de tensión viene de la causa


inmediata incertidumbre. La causa implícita de esta incerteza es no saber si
regresará o no quien fue su pareja. Causa complementaria: siente que el hecho de
ser gay le hace más difícil asegurar su complemento sentimental.

Naturaleza de las causas inmediatas, implícitas y complementarias

a) Naturaleza de las causas inmediatas de las situaciones psíquicas o


anímicas

Si se buscara establecer el sentido que tiene una causa inmediata de una situación
psíquica o anímica, mejor dicho, establecer su naturaleza o propiedad
característica, se podría resumir que se trata de un elemento activo que se percibe
como una amenaza, un potencial peligro que se transforma en el factor
desencadenante del estado anímico. Las causas a las cuales vamos a referirnos a
continuación no son producto de una elucubración teórica, sino obtenidas
directamente desde los casos de la muestra seleccionada y considerada
representativa del universo de situaciones críticas.

Una de las causas inmediatas más repetidas entre los consultantes ha sido
identificada como la “incertidumbre”, donde el elemento percibido como
amenazante es la falta de certeza que algo se produzca o, al contrario, no llegue a
realizarse, situación de indefinición o latencia que se ha transformado en una
86

amenaza para el sujeto. Un caso muy común es el de Ernestina, quien nos escribió el
año 2009, de 52 años, diciendo que:

“Consulto por mi espectativas sobre mi relacion sentimental. Tengo 52 despues de algunas relaciones
con hombres menores que yo he iniciado una relacion con un hombre mayor 5 años que
lamentablemente no esta libre aun pero mis sentimientos son muy intensos quiero saber si vale la
pena esperarlo a que solucione su situacion el dice que me quiere que tenga paciencia ......gracias de
antemano”.

Ernestina está tensionada por causa de la incertidumbre al estar sometida (causa


implícita) a la indecisión de ese enamorado cincuentón que le pide paciencia (causa
complementaria) para conseguir el divorcio pues se encuentra casado, nótese,
casado.

Otro caso de causa inmediata que constituye amenaza es la percepción de “corte


de una relación”, relación definida como de carácter sentimental, léase ruptura,
separación, divorcio o alejamiento de la pareja o ser apetecido sexualmente. El año
2006 se recibió la consulta de Sabrina, de 41 años, quien señaló:

“Me separé hace 3 años. Tengo 2 hijos. En lo sentimental me ha ido mal. Quiero saber como viene
aspectado este año.”

Sabrina vive una mezcla de soledad e incertidumbre, causadas de manera inmediata


por la amenaza de la separación matrimonial. Agreguemos que, tratándose de
fracaso sentimental éste se ha vuelto recurrente (causa implícita) y que (causa
complementaria) ella se ha tornado una persona más vulnerable al pasar a ser jefa
de hogar con dos hijos a los cuales debe mantener y proteger.

El ámbito del “corte de una relación”, también podría tratarse de una relación
laboral. Hablamos de la cesantía, desvinculación del trabajo, despido, amenaza de
despido, inestabilidad laboral, etc. El año 2008 se recibió la consulta de María
Rosa, de 22 años, escrita con toques angustiosos (no dudamos de su sinceridad):

“Por que duro tan poco en los empleos?. será culpa mía? me espera otra cosa? algo mejor o algo peor?
que quizas me merezco estar cesante o no? que me falta? me habrán tirado algun maleficio?”.

María Rosa vive una situación dolorosa, causada de manera inmediata por la
amenazante pérdida de su empleo, cuadro que (causa implícita) se ha transformado
en recurrente, y que la ha llevado (causa complementaria) a pensar que se
encuentra bajo el influjo de energías malignas de terceros.

Continuando en el ámbito de las relaciones, podría darse el caso inverso al corte o


separación. Sería la situación de una relación no deseada que se transforma en
amenaza o una relación existente físicamente pero cortada en lo espiritual,
carente de compromiso, como sería el re encuentro con alguien perturbador o una
87

relación torturante que se mantiene por apego o por temor. El año 2007 recibimos
el caso de Flor, con ribetes muy típicos de una cultura machista. Dijo que:

“Le he planteado a mi marido separarnos, el no quiere, pide una vez más otra oportunidad pues dice
hacer esfuerzos y que me ama; esto lo dice sin si quiera avergonzarse por haber llegado a las 6:15 de
la madrugada (ese día fue a un prostíbulo). Yo ni siquiera cambiase quisiera estar con él. De hecho
hace año que no tenemos vida de pareja. Me preocupan mis hijos.”

Flor se encuentra en una situación de desconcierto cuya causa inmediata es el


amenazante apego de la consultante hacia un marido al cual presenta como inmoral,
conservando cierta indecisión (causa implícita) de cortar con esta pareja formal
que la humilla, aunque hay una estrategia de esconder ese apego hacia la
contraparte con el velo de la preocupación por los hijos (causa complementaria),
cuya presencia exige ser considerados en cualquier determinación que se adopte.

Un caso especial en el cual la relación es el mediador amenazante en el estado de


ánimo podría ser la falta de una relación, como la ausencia de pareja, sea temporal
o permanentemente. El año 2006 se recibió la consulta de Clarisa, de 25 años:

“Me siento sola. Me gustaría saber qué me depara el destino con respecto a lo sentimental.

Clarisa vive una situación de soledad, cuya causa inmediata (amenaza) es la falta de
pareja, esto tiene su raíz (causa implícita que ella misma reconoció) en su estilo
competitivo y un tanto dominador (es una profesional de éxito), teniendo
oportunidades concretas en el terreno amoroso pero su actitud autosuficiente las
hace fracasar (causa complementaria).

Otro caso de ruptura de una relación es cuando se da una separación física


obligatoria con el otro miembro de la relación, como es el duelo por el fallecimiento
de un ser querido, por ejemplo, un hijo o hija sea nacidos o sea en gestación. El
2009 recibimos el mensaje de Nácar, de 30 años, diciendo:

“Mi tema es la muerte de un hijo. Mira mi bebe se mueri dentro de mi yo tenia 38 semanas de
embarazo ...y bueno tengo una pena tremenda el 27 de junio se cumple ya un mes y aun no entiendo el
para que nos paso esto a mi con mi marido por que algún mensaje tiene que haver , o que me digan
como seguira mi vida”.

Nácar vive una situación de duelo y dolor cuya causa inmediata (amenaza que ahora
constituye un hecho) es la desencarnación reciente del hijo que esperaba. Esto ha
ocurrido (causa implícita) de forma desconcertante para los padres, ella y su
esposo, escasos días antes del alumbramiento, o sea, en circunstancias en las que
se esperaba la vida como resultado, se ha obtenido muerte como resultado. Tanto
ella como su familia se asfixian en la desorientación (elemento complementario).
88

Otro caso de una relación perturbada es del ámbito económico, cuando la persona
mantiene deudas que van más allá de su capacidad de pago real. Nos referimos a la
relación con algún proveedor de un servicio, producto, servicio financiero, etc.
Angelines, de 47 años de edad, relató su situación el año 2009.

“qisiera saver si se me solucionara los problemas financieros estoy hipotecando la casa para cancelar
todo y poder pagar solo una letra pero me da mucho miedo ..tanta insertidumbre tanto años y me
ciento tan cansada quisiera dormir por siempre me siento muy sola ..algo que me llene de luz habra en
mi vida”.

Angelines se encuentra sumida en un pantano mezcla de temor, incertidumbre y


soledad. La causa inmediata de tanta opresión es la existencia amenazante de una
deuda que la ha empujado a hipotecar su vivienda. Tiene una permanente ansia de
dormir (causa implícita). Hay un marco complejo (elemento complementario) pues,
por una parte, se insinúa una depresión que no está diagnosticada por un terapeuta
y, por otra, estaría en juego bienes en los que la involucrada ha invertido esfuerzo,
ahorro y sacrificios.

Otro caso especial de percepción de amenaza sería cuando el potencial peligro lo


representa el propio sujeto para sí mismo y éste no se percata de ello. Podría ser
aquella situación que hemos denominado “descontrol vital” o “descontrol de sí
mismo”. El año 2008 recibimos la consulta de Jazmín, de 35 años:

“Todo está mal, en amor y dinero. Necesito urgente ayuda, he ido a ver parsonas que dicen saber leer
el tarot y hacer limpiezas, trabajos y cosas asi y finalmente todo es mentira. estoy al borde de la
lucura. tengo 4 hijos la menor de 5 años me vuelve loca, es manipuladora y caprichosa ademas se
golpea y se hace daño si uno no hace lo que ella quiere o no la toma en cuenta de inmediato.ademas
tengo muchos problemas economicos, si busco trabajo no encuentro o me cortan al poco tiempo,estoy
esperando una cantidad grande de dinero pero siempre pasa algo que dificulta su llegada. en amor
todo mal mi matrimonio fracaso, y las parejas no me duran o me entero despues de un tiempo que me
mintieron y son casados, la pareja que tengo actualmente y con la cual llevo bastante tiempo,me
miente, es buena para el trago [bebedor], y es muy inestable en trabajo y en sentimientos, ademas
nos queremos muxo pero pasamos peleando, por otro lado tengo una depresion desde hace mas o
menos un año y no he podido arribar. me siento sola, triste, descilucionada, frustrada y sin
esperanzas. hay algo en ustedes que me hiso confiar,espero no equivocarme, por lo general no creo en
estas cosas y menos por internet. ojala puedan ayudarme....”.

Se trata de una consultante cooperadora, en el sentido que expresa su locuacidad


por escrito contando con más detalle que lo habitual su situación, la cual
representa a no pocas mujeres. En estos casos, las personas, necesitadas de ayuda
y compasión, no consultan por vanidad ni piden un pronóstico sobre su vida -¿qué
más podría pasarles?- sino que expresan o implícitamente están solicitando una
orientación que nadie, ni siquiera los médicos halópatas están interesados en darles
pues no comprenden su situación. Otro aspecto interesante de su personalidad y
89

su cultura es que su sinceridad la lleva a manifestar bastante desprecio por las


mancias y por lo que el mundo de Internet le ofrece. Hemos calificado su motivo
como “desorden de ansiedad”. En su estado anímico de tensión y abatimiento la
causa inmediata (amenaza) sería haber perdido el control de sí misma y de su vida.
Hay una falta de logro matrimonial (causa implícita) pues hay que tener presente
que se encuentra separada debido a que fracasó su relación formal. Además
(antecedentes complementarios) hay falta de logro amoroso general, pues ha
seguido con parejas esporádicas poco transparentes y de por sí complicadas ellas
mismas (alcoholismo). El cuadro se completa con su falta de logro laboral y con el
hecho de que se le habría diagnosticado depresión.

b) Naturaleza de las causas implícitas tras las causas inmediatas

Una revisión somera de las causas implícitas que se encuentran por debajo de la
capa de causas inmediatas, permiten identificar algunas características que
insinúan un posible agrupamiento de las primeras.

En primer lugar, hay causas implícitas cuya naturaleza es propiamente psíquica o de


orden interior si se quiere. Esa connotación psíquica parece ser un estado de tipo
afectivo, lo más probable un sentimiento o una pasión, los cuales son más
duraderos, a diferencia de las emociones, consideradas más breves y de aparición
repentina. En segundo lugar, otra parte de las causas implícitas se vincula con
situaciones o cosas de índole social o material. En tercer lugar, otro grupo de
causas implícitas viene a ser una combinación de las anteriores, por ejemplo, una
causa implícita que reúne simultáneamente propiedades psíquicas y materiales o
propiedades psíquicas y laboral-económicas.

Los estados o causas sentimentales pueden estar relacionados en su mayoría con


sentimientos propios y, en menor medida, en casos relacionadas con sentimientos
ajenos.

Un caso de sentimientos propios es el presentado por Gastón quien nos escribió el


año 2008. Expresó que:

“Tengo duda entre dos amores. Soy casado, pero desde hace 5 meses mantengo una relación con una
persona separada, Mi esposa esta al tanto se lo dije, nos separamos, pero ahora no sé que camino
tomar siento que ambas me atraen pero esta situación no puede continuar y no tengo claridad para
darle un corte”.

El consultante, motivado por amor, vive una tensión cuya causa inmediata es la
indecisión. La causa implícita indudablemente es de carácter sentimental y depende
90

de un impulso espontáneo e irresistible que surge de su interior, pues lo atrapa un


apego atractivo y dulce a dos imágenes femeninas. El marco complementario es que
parece querer conservar una relación paralela con dos mujeres distintas sin
atreverse a asumir costos por ello.

A veces, sin haber ni corte ni separación, existiendo una relación incluso formal,
hay una perturbación sentimental por el interés sobre un tercero de aparición
repentina. Selena, de tan sólo 20 años, nos escribió el año 2009 diciendo que:

“Llevo 2 años junto a mi pareja, pero resulta que conocía a una persona hace menos de una semana la
cual me movio el piso, no besamos pero fui incapaz de contarle esto a mi pareja menos terminar con la
relación, la cosa es que no se que hacer ya que en estos momentos solo pienso en aquellos instantes
que pase con este recién conocido. Que Puedo hacer?”.

Obviamente el motivo es el amor, confuso, pero amor. La situación de esta fogosa


joven es compleja: obsesión y desconcentración. Obsesión por cierto momento de
eros desatado y desconcentración de sus cotidianeidades. La causa inmediata ha
sido un sensual encuentro con un nuevo pretendiente, no sabemos si pasajero o
establecido. La causa implícita sería que dicho encuentro ha dejado huella pues
induce a la perturbación del sentimiento propio, con el recurrente recuerdo de
esos momentos placenteros con el recién aparecido. La causa complementaria es
que la novel infractora tiene pareja estable con historia: desde hace dos años.

Un caso motivado por el desconocimiento de los sentimientos ajenos es el de Yasna,


de 28 años, quien nos escribió el año 2010, expresando lo que sigue:

“Estoy con mucha desesperación. Necesito saber si mi pareja y padre d mi hijo me ama, acuario del
79. Lo amo mucho. Deseo saber si triunfare en este amor, lo amo mucho hemos pasado de todo,
tenemos un bebe.”

Su motivación es el amor. Nada menos que aquí tenemos una firme declaración de
amor de manera explícita. En su caso concluimos que la situación puede calificarse
de expectativa dolorosa, cuya causa inmediata es la incertidumbre. Nótese que la
causa implícita no son los sentimientos propios sino la falta de certeza respecto de
los verdaderos sentimientos de su novio y pareja actual. Como complemento
podemos agregar que, por una parte, hay una obsesión apasionada en la imagen de
su contraparte masculina y, por otra, habría una sensación de “de desamparo, o
desprotección” pues hay un pequeño hijo que los une y exige compromiso en su
cuidado.

Como se dijo, otra parte de las causas implícitas se vincula con situaciones o cosas
de índole social o material, las cuales a su vez pueden diferenciarse en dos
91

subgrupos: situaciones económicas y situaciones laborales, aunque éstas en último


término derivan en una situación o interés material.

Tratándose de causas implícitas de índole material, se recuerda el caso de


Germania, ama de casa de 27 años, quien nos escribe por allá por el año 2008.

“Mi consulta urgente. Bueno les paso aconta rsulta que tengo la posibilidad de comprar una casa pero
esta casa tiene 9 herederos lo cual hace un mes fallecio una de ellos dejando dos hijos quedaron en
venderle la casa a u7no de los hermanos pero por rensillas con la esposa de el no quieren y como
segunda opcion entramos nosotros quiero saber si sigo adelante o hecho todo atras estoy
desesperada por una respuesta ya que me endeude y estoy enferma ya que tengo diabetes y esto me
perjudica demasiado”.

Obviamente que el motivo ahora es la economía. La situación se describe como


desesperación y tendría como causa inmediata el descontrol vital por el que pasa la
consultante. La causa implícita de tipo material es el endeudamiento que daña la
economía personal. Los elementos complementarios tienen su complejidad pues, por
un lado, se da el deterioro de la salud de la interesada y, por otro, lo enredado que
resulta adquirir una vivienda a una sucesión no saneada, produciéndose un círculo
vicioso entre mala salud y mala economía.

Se señaló que el tercer grupo de causas implícitas es una combinación de las


anteriores, causas implícitas que reúnen simultáneamente propiedades psíquicas y
materiales o propiedades psíquicas y laboral-económicas.

Un caso en el cual las causas implícitas son de tipo social o material, más
precisamente laboral económico, pero incluyen los sentimientos, es planteado por
Ivonne, de 35 años, quien nos escribe el año 2009:

“Mi jefe ha hecho acusaciones muy graves sobre mi, y se las ha hecho a terceros, pero no me atrevo a
denunciarlo porque involucraría a los terceros (en los que confío plenamente), además mi marido
trabaja en la misma oficina y se desquita conmigo a través de él. Qué hago, si me atrevo a
denunciarlo, mi denuncia tendría acogida?, peligra mi trabajo y el de mi marido?. Si me ayuda a tomar
esta decisión le estaré eternamente agradecida”.

Como en muchos otros casos, las motivaciones son varias. En la situación de ella los
motivos son trabajo y familia. Además, como tantas otras personas, la situación
anímica no está perturbada de forma unilateral, sino de manera más compleja, por
la tensión y por el temor, también. La causa inmediata obviamente es el acoso
laboral al que viene siendo sometida. El elemento implícito es que comparte dicho
acoso ni más ni menos que con su esposo, su ser amado. El elemento complementario
es que hay un potencial peligro para otros compañeros de trabajo, quienes
eventualmente podría correr la misma desventura si se advierte la solidaridad
92

laboral, situación común a miles de trabajadoras/es sometidas/os a relaciones


laborales asimétricas con el capital.

Otro ejemplo de causas implícitas en que se mezcla lo material, laboral, económico


y sentimental es el de Javier, de 40 años, quien se desempeñaba como oficial de la
policía uniformada. El año 2008 contó su caso:

“Quiero saber si mi problema, del cual me acusan injustamente, si se va a solucionar y podre volver a
trabajar, como asimismo si podre recuperar mi matrimonio, el que se ha destrozado por lo mismo. mi
esposa se llama graciela y nacio el 03.10.1977. gracias”.

La consulta está motivada tanto por el trabajo como por el amor. Jorge está
pasando por un momento de dolor. La causa inmediata es que ha perdido su empleo
o le mantienen suspendido. La causa implícita es que él atribuye –y no anda
descaminado- que el daño económico y de status social simultáneamente dañó su
matrimonio, afectándolo en el aspecto sentimental (habría alejamiento del
cónyuge). El elemento complementario es doble: siente que se encuentra bajo el
peso de una acusación injusta y además, aunque no lo diga, siempre el futuro se
presenta complicado en términos laborales para un ex funcionario de policía.

c) Naturaleza de las causas complementarias de las causas implícitas e


inmediatas

La causa complementaria la vemos como un estado o condición que limita o encuadra


la solución o no solución del problema. Esa condición puede ser propia, o sea, tener
origen en la psiquis del consultante, o puede ser aportada por otro/a. Si la
condición se refiere a otro/a, significa que es impuesta por el otro o que el/la
interesado/a deja que el otro la imponga como una condición. Cuando hablamos de
“imposición” no quiere decir que se haga presente por la fuerza de manera
consciente y/o brutal, sino que puede tratarse de la existencia de algo o de alguien
que no se puede eludir.

Un caso en que la condición complementaria o encuadrante de una situación


personal se califica como propia es la de Mireya, quien tiene 32 años y ha enviado
su consulta el 2008. Nos relató lo que sigue: “Siento una gran preocupación por mi situación
laboral y afectiva. Hace un mes que quedé sin trabajo, después de haber estado 5 años en un
establecimiento municipal. Siento que alrededor mio hay muchas energias negativas que propendieron
esta situación desfavorable para mí. Además a mis 32 años nunca he tenido una pareja. Espero que me
ayude. Gracias”.

La motivación de la joven no es una sola, es el trabajo y el amor, aunque se puede


resumir como un desorden de ansiedad. La causa inmediata se acusa como haber
93

perdido el control sobre los diversos aspectos de su vida. La causa implícita más
cercana es la cesantía que la agobia. Ahora bien, la materia en la cual tenemos que
focalizarnos es la causa complementaria, la cual a nuestro juicio, es que carece de
pareja y nunca ha tenido alguna, ni para bien ni para mal, condición que a primera
vista es propia y no atribuible por el momento a un tercero.

Otro caso en que la causa complementaria se reconoce como propia es la de


Juanita, quien nos escribió en marzo del año 2008. Dijo lo siguiente:

“Comentario: llevo 18 años casada y estamos pasando por una crisis matrimonial. Gracias.”

Igualmente que el caso anterior, se encuentra bajo el motivo del amor.


Diagnosticamos un estado actual definido como expectativa dolorosa que tiene por
causa inmediata la incertidumbre. El elemento implícito que la agobia es la
incerteza del futuro de su relación formal de pareja. La connotación propia de la
causa o elemento complementario es que la interesada ha invertido 18 años de su
vida y parece que recién se percata que los dividendos han sido escasos. Es ella a
quien pertenece ese tiempo y es ella quien apenas ahora está comenzando a tomar
conciencia de la inversión realizada sin conseguir resultados adecuados.

Un tercer caso de causa complementaria de condición propia es la de Cristina, de


44 años, quien envió sus inquietudes el año 2010.

“Quisiera saber si mi ex pareja, volverá conmigo o simplemente debo olvidarlo. El se está acercando a
mí como amigo, pero no me ha insinuado nada más..... yo no quiero hacerme ilusiones que no
corresponde, porque me haría mucho daño... qué debo hacer????. Si no es así, encontraré a alguien.....
llevo 4 años sin pareja...... y cada día me siento más sola. Estoy super confundida, y no quiero hacerme
ilusiones porque cosas que no serán”.

Motivada por el amor, su situación actual se describe como soledad. El que fue su
compañero la ronda sin pronunciarse sobre un posible regreso. La causa inmediata
de dicho estado es el temor a volver a experimentar un rechazo, que causó tanto
dolor a la consultante. La causa implícita es la desconfianza que ella experimenta
sobre las verdaderas intenciones de tan galano señor. La causa complementaria,
que le pertenece hoy completamente y no atribuible a un tercero es que lleva
cuatro años sin pareja desde su separación y el estar sola le pesa demasiado.

Un caso en que la condición complementaria o encuadrante se entiende como


atribuible a otro es la de Fedora, de 36 años. Ella nos escribe el año 2008 lo
siguiente:

“Estabamos muy bien con mi pareja y de un día para otro me pidió tiempo, así que nos alejamos; lo
ínico que deseo es volver a estar junto a él. Muchas gracias.”
94

El amor sigue presentándose como un motivo que parece abarcarlo todo. La


situación de esta profesional ha sido calificada como desconcierto. La causa
inmediata es el rompimiento abrupto de su relación sentimental, caso por demás
frecuente de ocurrir en nuestra realidad psíquico-social. La causa implícita es el
apego que ella tiene sobre este señor que parece haber perdido el enamoramiento.
La causa complementaria no atribuible a la interesada y que se impone por parte de
un tercero es que el mencionado varón pide tiempo para sopesar si continuará con
la relación.

Un caso en que la causa complementaria es atribuible al interesado y


simultáneamente a otro es el de Sergio, quien tiene 40 años y nos escribe por allá
en junio de 2006.

“Tenemos un matrimonio de 20 años con 3 hijos. Pasamos por momentos difíciles por falta de
comunicación y mi infidelidad descubierta. Quiero cambiar pero ella no es la misma. ¿Qué pasará?.”

Motivado por el amor, se halla en una situación caracterizada por la desorientación


y la tensión. La(s) causa(s) inmediata(s) la(s) proporciona el propio Sergio,
tratándose de su infidelidad recurrente acompañada de la incomunicación con su
esposa. La causa implícita sería que, estando el interesado con la intención de
modificar su conducta sexual y dedicarle sus atenciones a la esposa, ésta habría
cambiado y pareciera no prestar atención al hombre arrepentido. La causa
complementaria en su lado propio la constituye el factor de apego del consultante a
un matrimonio de 20 años de duración y, la que concurre en forma simultánea como
una condición externa, de un tercero, es el hecho que de ese matrimonio hay un
producto de tres hijos como resultado.

Un interesante caso en el cual la causa complementaria es atribuible al interesado


y simultáneamente a otro es el de Madreselva, una trabajadora de 25 años, que
consulta el año 2009.

“En estos momentos estoy embarazada no estoy con el papa de mi hijo porq no estamos enamorados y
el ya tiene otro hijo pero tampoco esta con el .yo quiero saber si algun dia estaremos juntos o
tendremos una familia....gracias”.

En este caso el motivo es la familia, bordea el tema del amor pero no alcanza a ser
amor, como se verá. La situación la hemos descrito como obsesión. La causa
inmediata sería la idea fija y un tanto fantástica de formar una familia o pareja
estable. La causa implícita es que la fijación en la convivencia permanente es con el
padre del hijo que ella espera. La causa complementaria, que no pierde complejidad,
en su simultaneidad de condición propia y de un tercero es que ni ella ni él están
enamorados. Además, la condición atribuible al otro debe considerar que el fugaz
95

galán no arrastra una historia impoluta: tiene desde antes un hijo y tampoco vive a
su lado dándole la protección que corresponde.
96

Capítulo 13

Los frutos del estudio (1ª parte)

A contar de esta parte del estudio corresponde que se vaya perfilando algunas
conclusiones, por lo cual nos abocaremos a dicha tarea.

Lectura de las cartas: inspiración enmarcada en la ética

Tal como se dijo en el Capítulo 2, desde la antigüedad se ha buscado alguna


explicación para comprender el funcionamiento y resultado de los oráculos. Se
señaló que el intelectual y sacerdote griego Plutarco (siglos I-II de n.e.) fue una
inteligencia convencida de la utilidad y buena fe del método oracular basado en la
inspiración o éxtasis de la pitia o profetisa del templo de Apolo.

Sin embargo, la claridad de Plutarco sobre las actividades mánticas no significó que
estas ideas pudiesen ser transmitidas de forma lineal hasta los medios ilustrados
del siglo XX, como se puede comprobar en el prejuicio que ciertos académicos
universitarios mantienen sobre el particular: suponen desde la partida que los
cartomantes usan las cartas como una simple excusa y despliegan sus capacidades
para estudiar el carácter del consultante, sacarle información y después
presentársela como fruto de sus presuntos dones adivinatorios. En síntesis, para
estos académicos todo cartomante es un bribón estafador, todo consultante es una
víctima y todo pronóstico es una farsa.

Jung y algunos discípulos/as estudiaron seria y fundadamente a las mancias,


centrándose en las características del I Ching, la geomancia y la astrología y,
marginalmente, en la cartomancia. En esos trabajos se admite que no hay dobles
discursos en los adivinos éticos y que el instrumento oracular es una fuente de
inspiración para disminuir el nivel de la función mental y así abrir espacio al dominio
de la función intuitiva u holística.

Los avances epistemológicos y tecnológicos de fines del siglo XX (metodología


científica y computación) nos han brindado una oportunidad única de poder
entregar información que permita contrapesar las opiniones sin fundamento sobre
la adivinación, así como tender un puente entre tradición u holística con la ciencia
social. Quienes rechazan y desvalorizan la mántica sostienen que el adivino o el
cartomante va observando las reacciones del consultante, luego, la presencialidad
de éste o entrevista personal es una condición indispensable para embrollarlo.
97

Además, el embaucador no tiene como móvil simplemente disfrutar del engaño, sino
sacarle dinero u otro bien valioso a la víctima. Y, como tercera condición, la
entrevista es oral y no se deja una constancia grabada, ni escrita ni audiovisual, que
permita confirmar posteriormente los pronósticos.

Entonces, si quisiéramos evitar la victimización tendríamos que disponer de


condiciones que lo impidieran, a saber:

 Que no exista presencialidad, o sea, la consulta debería ser a distancia sin


que el consultante y el cartomante puedan verse mutuamente;
 Que no exista lucro, o sea, que no se cobren honorarios con lo cual el
consultante no tiene nada que perder y el cartomante no tendría nada que
ganar;
 Que exista responsabilidad, o sea, que quede un registro de la respuesta
oracular.

Estos razonamientos nos llevaron a establecer un método que hiciera realidad


dichas condiciones, a saber:

 Que la persona interesada enviara su consulta por Internet (correo


electrónico);
 Que la respuesta oracular fuese gratuita;
 Que la respuesta fuese un mensaje escrito con respaldo magnético.

Eventualmente, podrá darse una cuarta condición opcional: la persona interesada


tendrá la libertad de enviar un comentario indicando su conformidad o su rechazo a
la respuesta recibida.

Las 752 consultas que constituyen los casos tratados en esta investigación cumplen
las condiciones impuestas. Luego, estamos en completa capacidad de afirmar que
las 752 respuestas nunca pudieron transformarse en una manipulación psicológica
del consultante que se pudiera relacionar con la observación de sus reacciones. En
cambio, dichas respuestas salieron de una inspiración basada en la lectura de las
cartas.

La consulta: más allá de la mera predicción

Los opinantes desinformados o las personas simples acostumbran ver a la


cartomancia con solamente un objetivo: conseguir una predicción de los
acontecimientos futuros. Por su parte, los estudiosos del tarot o los tarotistas
eruditos le asignan –con justa razón- objetivos más amplios e incluso, opuestos: por
98

un lado se le atribuye la capacidad de poder hacer lúcida desde sus láminas una
reflexión filosófica general sobre la vida y el cosmos y, por otro, la realización de
prácticas meditativas útiles para la introspección y la conciencia holística.

Lo diferente de nuestra investigación es que se ha dejado de lado tanto la mirada


corta del prejuicio como las miradas amplias de la reflexión y del contacto
trascendente, para dejar paso a las visiones o finalidades que surgen del
instrumento oracular en acción, a pedido de la comunidad humana, del pueblo.

Cuando hablamos de objetivos nos referimos a finalidades o logros para resolver


una situación personal incómoda y, a veces, tensionante y traumática. Dicho de otra
forma, las finalidades anímicas e incluso inconscientes que impulsan a las personas
a conseguir una respuesta que les ayude a encontrar un estado de mayor y mejor
conformidad espiritual.

Los objetivos relevantes encontrados fueron:

a) un pronóstico (¿qué pasará?, ¿cuál es el vaticinio?, ¿qué me depara el


futuro en el tema o problema Z?), este es el oráculo puro y simple.
b) un diagnóstico (¿qué me pasa?, ¿cuál es la causa?, ¿en qué estado
espiritual está la persona X?),
c) una orientación (¿qué debería hacer?, ¿cómo recobrar el control de mi
vida?, ¿pueden ayudarme?),
d) un análisis y sus sugerencias (interpretación de sueños y/o de símbolos;
aclarar algo de su situación personal, de cualquier tipo, que no se
entiende; etc.).

El “pronóstico” o interrogante sobre el futuro reúne al 62,4 % de la demanda. Le


sigue el “diagnóstico” con el 19,5 % y luego la “orientación con 15,6 %. La demanda
menor tiene por objetivo el análisis (1,1 %). Entonces, se ha podido verificar que,
además del objetivo oracular o pronóstico, los consultantes le asignan a la baraja a
los menos otros tres objetivos relevantes: diagnóstico, orientación, análisis.

La información disponible sobre los objetivos es aún más profunda de lo reseñado


apretadamente en esta conclusión, pues de la combinación de motivos específicos
(temas específicos) de los consultantes con los objetivos generales de éstos, fue
posible establecer los objetivos específicos (finalidades específicas) de estas
personas. A modo de ejemplo, el motivo (tema) más preponderante, que es el amor
(50,1 %), contiene a su vez temas específicos relevantes, como son la "pareja
actual", "rehabilitar una relación" y "sentimientos de otro". Si estos temas
específicos se cruzan con los objetivos generales se obtienen objetivos o
finalidades específicas tales como:
99

 Pronóstico sobre relación de pareja actual (69,1 % dentro de este tema específico);
 Orientación sobre relación de pareja actual (16,5 % dentro de este tema específico);
 Diagnóstico sobre la relación de pareja actual (14,4 % dentro del tema específico);
 Pronóstico sobre la rehabilitación de la relación (91,7 % dentro del tema específico);
 Diagnóstico sobre sentimientos de otro (85 % dentro del tema específico).

Ha sido factible, entonces, configurar los objetivos específicos de los consultantes


cruzando los motivos específicos de los 15 motivos generales con los 3 objetivos
generales más relevantes, para obtener un mapa muy detallado y rico en
situaciones que mueven a las personas a consultar al cartomante.

Situación crítica: consultando por motivaciones significativas

Para abordar la temática de la situación crítica se optó por separar al universo de


consultantes en dos grupos, aquéllos que se encuentran en “situación normal” y
aquéllos que se encuentran en “situación crítica”. Por “situación crítica”
entendemos un estado de confusión de tipo transitorio que experimenta la psiquis
de una persona cuando se encuentra constreñida por presiones externas o por la
irresolución de un conflicto íntimo. En términos sociológicos, se experimenta un
malestar subjetivo profundo, ligado al sufrimiento. Nuestros consultantes en crisis
están fracasando temporalmente en resolver su problema, de allí que nos solicitan
una cooperación para superar el momento crítico. Ese momento de crisis podría
ser algo relevante en la vida de la persona que lo pone en situación de estrés o a las
puertas de una depresión. Por ejemplo, infidelidad propia o de su pareja, ruptura o
distanciamiento matrimonial con o sin hijos de por medio, ruptura sorpresiva
unilateral por parte de uno de los miembros de la pareja, cesantía sorpresiva o
crónica, un conjunto de problemas simultáneos que le hacen perder el control de su
vida, etc. Fueron identificados 248 casos de “situación crítica”, lo cual representa
el 33,1 % de la población total.

La descripción de cada uno de los casos permitió identificar los conceptos que
mejor representaban cada situación: tensión, expectativa dolorosa, dolor,
desorientación, desconcierto, inseguridad, desesperación, impotencia, descontrol,
abatimiento, incertidumbre, temor, soledad, desesperanza, vacío, desconfianza,
obsesión, frustración, desilusión, incapacidad, impulso irresistible, duelo.

Lejos, la “tensión” es el “descriptor” más representado, con el 22,2 % de los casos.


Le siguen la “expectativa dolorosa” y el “dolor” con 14,2 % y 12,3 %
respectivamente. Estos últimos, muy relacionados, si se suman, pasarían a ser el
100

estado psíquico más notable (la vida parece ser un camino plagado de espinas). En
fin, después del dolor, se baja a un 7,1 % marcado por la “desorientación” y, luego,
un nuevo descenso al 4,9 % marcado por el “desconcierto”.

Se verificó que las situaciones críticas descritas tienen causas inmediatas que
pueden ser, a su vez, identificadas. Se dijo que la propiedad característica que
tiene una causa inmediata de una situación psíquica consiste en que se trata de un
elemento activo que se percibe como una amenaza, un potencial peligro que se
transforma en el factor desencadenante del estado anímico. A modo de ejemplo,
las causas inmediatas que llevan a la “tensión” pueden ser bastante variadas, tales
como la “incertidumbre”, el “descontrol”, la “indecisión, el “corte de una relación o
el alejamiento de la pareja”, etc., etc. Nótese que la tensión o retorcimiento
interior que consume anímicamente a nuestros consultantes se ve preferentemente
relacionado con escenarios en los cuales hay un proceso que no encuentra desenlace
o solución: “incertidumbre” (no hay conocimiento seguro de algo); “descontrol” (no
hay orden); “indecisión” (no hay resolución); por “relación en crisis” (no hay ni corte
ni acercamiento), etc.

La incertidumbre pareciera ser, fuera de toda duda, la causa inmediata con mayor
peso en las crisis personales, donde el elemento percibido como amenazante es la
falta de certeza que algo se produzca o, al contrario, no llegue a realizarse,
situación de indefinición o latencia que se ha transformado en un peligro para el
sujeto. Sin embargo, no parece que se manifieste un solo tipo de incertidumbre.
Quizás se debiera hablar de “las incertidumbres” que conllevan a la “tensión”. El
59,4 % de la incertidumbre se enmarca en el motivo “amor”; el 18,8 % en la
“familia”; el 12,5 % en el trabajo; el 6,3 % en la “economía”.

Es posible, además, tomar como eje de observación a una causa inmediata en


particular y establecer cuál es el abanico de efectos que provoca, es decir, cuál es
el conjunto de situaciones anímicas generadas por aquélla e identificadas mediante
descriptores y, además, cuantificar este fenómeno. A modo de ejemplo, la
“incertidumbre” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de los
consultantes sería capaz de producir 10 efectos críticos, de los cuales hay cuatro
que reúnen el 85 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 41,0 %; la
“expectativa dolorosa” con un 30,8 %; el “dolor” con un 9,0 % y la “desesperación”
con un 5,1 %.

Explorando más a fondo, se descubren las causas implícitas que se encuentran por
debajo de la capa de causas inmediatas. Aquéllas disponen de características que
permiten agruparlas gruesamente. Hay causas implícitas cuya naturaleza es
propiamente psíquica o de orden interior. Esa connotación psíquica es un estado de
101

tipo afectivo, lo más probable un sentimiento o una pasión, los cuales son más
duraderos que las emociones, consideradas más breves y de aparición repentina.
Los estados o causas sentimentales pueden estar relacionados en su mayoría con
sentimientos propios y, en menor medida, en casos relacionadas con sentimientos
ajenos. A veces, sin haber ni corte ni separación, existiendo una relación incluso
formal, hay una perturbación sentimental por el interés sobre un tercero que
aparece de manera no esperada en la vida de la persona. Otra parte de las causas
implícitas se vincula con situaciones o cosas de índole social o material, las que
también pueden diferenciarse en dos subgrupos: situaciones económicas y
situaciones laborales, aunque éstas en último término derivan en una situación o
interés material. Un tercer grupo de causas implícitas viene a ser una combinación
de propiedades psíquicas y materiales.

Explorando más allá de las causas implícitas, se puede pasar finalmente a las causas
complementarias, concebidas como una condición que encuadra la solución del
problema. Esa condición puede ser propia, o sea, tener origen en la psiquis del
consultante, o puede ser aportada por otro/a. Si la condición se refiere a otro/a,
significa que es impuesta por el otro o que el/la interesado/a deja que el otro la
imponga como una condición. Cuando hablamos de “imposición” no quiere decir
necesariamente que se haga presente por la fuerza de manera consciente y/o
brutal, sino que puede tratarse de la existencia de algo o de alguien que no se
puede eludir.

Este resumen no tan breve sobre las causas inmediatas, implícitas y


complementarias que generan las situaciones críticas de las/os consultantes se ha
realizado para enfatizar la comprobación de la relevancia del origen crítico de la
situación psíquica o de profundo malestar subjetivo que los ha impulsado a buscar
respuesta en el oráculo cartomántico. Son motivaciones significativas en el ámbito
individual.

El vaticinio: una respuesta con sentido

Para detectar que los consultantes han encontrado sentido a las respuestas
oraculares se midió su reacción ante esas respuestas. La reacción es un acto
completamente voluntario, sea de satisfacción o de rechazo hacia el contenido del
mensaje. Para medir la satisfacción, se cuantificaron las reacciones dando las
gracias.

De los 752 casos de chilenas/os atendidos, un treinta por ciento dio las gracias y el
setenta por ciento restante se abstuvo de hacerlo. Por su parte, la cuarta parte de
quienes agradecieron lo hizo más allá de un simple “gracias”, enviando un mensaje
algo más elaborado.
102

La reacción global de quienes agradecen presenta la misma distribución que el total


de la población cuando el agrupamiento es realizado por género, de donde se
presume que nuestro universo, una vez más, es una muestra bastante
representativa de la cultura media nacional y, por ende, un indicio del grado de
sentido o de la satisfacción que las respuestas oraculares son capaces de provocar
en las/os interesadas/os. Sin embargo, cuando se intenta valorar el
“agradecimiento” por el envío de mensajes especiales más elaborados que la palabra
“gracias”, la conducta de las/os interesadas/os varía según el género. Siendo el
género femenino casi el ochenta por ciento de la población, agrupa a más del
noventa por ciento de quienes enviaron mensajes especiales de agradecimiento, lo
cual muestra a este género más delicado y espontáneo. Por su parte, siendo el
género masculino sólo el veinte por ciento de la población, agrupa sólo al seis por
ciento de los que enviaron mensaje especial de agradecimiento, lo cual perfila a
este género más áspero y autocensurado.

Se tuvo en cuenta que otra forma de reaccionar espontáneamente de los usuarios,


aparte del “agradecimiento” eran los comentarios sobre las respuestas del oráculo
y el portal de Internet. Los comentarios no son muchos pero su variedad es grande,
por lo cual no nos pareció adecuado intentar encasillarlos en una clasificación.

El “agradecimiento” de la población general era insuficiente para dejar constancia


del descubrimiento de un sentido o de la satisfacción de las personas, por lo cual
se decidió realizar una medición focalizada en el subgrupo en “situación crítica”. Se
separó el universo en dos poblaciones: “normal” y “situación crítica”. En la población
“normal”, se constata que el 25 % es capaz de agradecer, en cambio, en la población
en “situación crítica” esta capacidad aumenta notablemente hasta el 40 %.
Respecto del envío de un mensaje de agradecimiento más elaborado, la población en
“situación normal” (no crítica) despachó no más de un 5 % de mensajes especiales
de agradecimiento. En cambio, el grupo en “situación crítica” lo hizo seis veces más,
llegando al 29 %.

De la información resumida que se ha desplegado sobre este punto se ha podido


concluir que las respuestas entregadas a los consultantes por el oráculo (el
cartomante), tienen sentido para ellos y han favorecido la comprensión de su
problemática.
103

Capítulo 14

Los frutos del estudio (2ª parte)

El contexto general de bienestar y malestar subjetivos

El contexto general dentro del cual se ha desarrollado este estudio está dado por
el conjunto de la sociedad que constituyen las/os chilenas/os. La información
disponible hace ver que en dicha sociedad coexisten el malestar y el bienestar, la
satisfacción y la insatisfacción, el contentamiento y el descontento, la plenitud y el
sufrimiento.

Se señaló que la ciencia social distingue el malestar subjetivo individual del


malestar subjetivo con la sociedad. Separar el primero del segundo puede ser un
procedimiento útil para segregar situaciones y poder analizarlas, tratarlas
estadísticamente, etc. pero a veces están tan íntimamente ligadas que costará
disgregarlas, a menos que se trate de ciertos casos o situaciones muy bien
definidas. ¿Por qué?. Porque aunque el malestar sea con la sociedad, en definitiva
se trata de una relación dialéctica entre el sí propio y el sí colectivo y no está
suficientemente claro si el malestar es originado en un orden social o entorno que
no proporciona las condiciones para expandirme o si es más determinante mis
propias capacidades o incapacidades, sea para sobreponerme o sea para eludir
astutamente ese entorno decepcionante.

Hecha la advertencia anterior, conviene tener presente que ese conjunto social se
desenvuelve a través de una afectividad más negativa que positiva, afectos que
conviven sin que podamos impedirlo. En afectos positivos Chile está en el lugar 41
de 156 países (buena positividad) y en afectos negativos está en el lugar 134
(mucha negatividad)99. Reforzando lo anterior, recordemos que el 80 % de la
población sentiría algún tipo de malestar subjetivo, sea individual o con la sociedad,
o ambos simultáneamente, por lo cual los expertos concluyen que los chilenos
manifiestan mayor malestar que bienestar con la sociedad y, además, tienen una
visión crítica de las oportunidades que la sociedad entrega a los individuos, así
como una desconfianza generalizada hacia las instituciones, la cual se viene
acentuando sostenidamente los últimos veinte años (estamos en 2016). La
percepción espontánea e intuitiva de la sociedad se expresa en una notoria baja de
la confianza en los partidos políticos, el parlamento y las empresas privadas, la cual

99
Encuesta Mundial Gallup, citada por Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
2012. Décimo Informe sobre desarrollo humano en Chile. Año 2012. “Bienestar subjetivo: el desafío
de repensar el desarrollo”.
104

se va viendo confirmada en los procesos judiciales a políticos y gestores


empresariales, donde se van acumulando pruebas que demuestran o fundamentan la
desconfianza popular, así como revelan que las instituciones están descompuestas
moral e jurídicamente hasta el tuétano. Además, es bueno no olvidar que la
institucionalidad en la cual viven las/os chilenas/os es heredada de una dictadura
militar corrompida y criminal, la cual hizo añicos las instituciones construidas por la
república democrática durante cincuenta años en los dos primeros tercios del siglo
XX. Ahora bien, si se constata una desconfianza sostenida y progresiva en el
entorno no puede sorprender que las personas busquen eludir el contexto social
para ser felices, si lo que va quedando para confiar son las relaciones
interpersonales y tradicionales para ir construyendo su satisfacción íntima.

Los estudios sociales concluyen que si bien predomina el malestar subjetivo con la
sociedad, las/os chilenas/os reservarían al menos un espacio para el bienestar
subjetivo individual, el cual tendría ciertas bases o pilares, entre los cuales se
cuentan la casa, la salud y la familia. El trabajo también es uno de los pilares pero
se clasifica dentro del bienestar subjetivo con la sociedad. En nuestro propio
estudio el concepto que más se aproxima al de “base de bienestar subjetivo
individual” es el de “motivo de consulta”, en el cual no hemos diferenciado a priori
si ese motivo se encuadra en lo social o en lo individual. Indistintamente, si se trata
de bienestar subjetivo con la sociedad o bienestar individual nuestra secuencia de
prioridad es: amor (50,1 %), trabajo (14,5 %), familia (10,6 %), economía (8,9 %),
salud (3,1 %).

Los estudios sociales son comparables con el nuestro -en este aspecto- en el
sentido que ambos constatan una situación presente o actual respecto al bienestar
de los entrevistados. En segundo lugar, independientemente de su clasificación y
de su preponderancia, aparecen la gran mayoría de los mismos “motivos” o “bases”:
trabajo, familia, vivienda y salud. Lo que diferencia a unos de otras es que el caso
de los consultantes de cartomancia es una aproximación absolutamente espontánea
a su problemática y no han sido “instruidos” conceptualmente ni “dirigidos” en
grupos para discutir ni reflexionar sobre los temas del estudio.

En consecuencia, esta comparación permite nuevamente otorgar un grado de


confianza a nuestro estudio y a la información recogida por él, pero también poder
distinguir algo relevante. Se trata que en el bienestar subjetivo incide
enormemente el estado actual de las emociones y los sentimientos del participante,
que abarca avasalladoramente bastante más que la mitad del interés de la
población, la cual está más dispuesta a conversar sobre los temas en el marco de
una relación no presencial (no confundir con anónima) con el investigador pero que
no está dispuesta a compartirla públicamente en grupos ni con entrevistadores
105

cara a cara. Menos aún, dicha población participante tampoco está dispuesta a
plantear situaciones críticas abiertamente pero sí a ponerlas en discusión en la
consulta no presencial. Por eso es que los estudios sociales, con ser tan
contundentes y serios, no están en condiciones de captar todo el malestar
subjetivo individual en sus raíces más profundas, pues el hecho que el actuante
eluda procurar el bienestar en lo social porque eso lo tiene descontento, eso no
significa que sumirse en la búsqueda del bienestar en lo íntimo garantice la plenitud
o la satisfacción.

Los rasgos sociales de la “pasión” por la cartomancia

Una de las vías por las cuales una parte de la población intenta captar información
para aumentar su bienestar subjetivo o disminuir su malestar subjetivo o, en otros
términos, disminuir su insatisfacción y su descontento, es recurrir a la
cartomancia. Hemos calificado de pasión por la cartomancia la afición creciente de
las/os chilenas/os a solicitar la lectura de las cartas del tarot, la cual puede
comprobarse abiertamente en determinados lugares de la capital del país, en la
nutrida y sostenida publicidad que pagan los cartomantes en la prensa escrita y en
el número de consultas que el autor de este trabajo recibió y contestó tanto en
forma presencial como por Internet. La aplicación y desarrollo de la cartomancia –
específicamente el tarot- en la sociedad chilena durante los últimos 20 años se
puede caracterizar hoy mediante tres ideas: transversalidad, confianza,
versatilidad.

Una de las primeras características que se hace notar sobre esta viva inclinación
de la sociedad es su transversalidad cultural, socioeconómica, etaria, de género y
por estado civil. Cultural, pues participan como consultantes personas de la más
diversa y diferente formación o instrucción, tales como vendedores, estudiantes,
amas de casa, choferes, profesionales universitarios, jueces, etc. Socioeconómica,
pues intervienen elementos de los más variados y disímiles niveles de ingreso,
desde administradores y empresarios hasta simples auxiliares y obreros. Etaria,
por la estratificación tan amplia que parte desde el estrato de 14-15 años hasta
personas mayores, del estrato de 64-70 años. Otro de los mitos sociales que
circulan es que las mujeres son las que consultan el tarot. Es verdad que el género
femenino arrastra casi el ochenta por ciento de la demanda pero el género
masculino no baja del quinto restante. Puestos los varones dentro del terreno como
consumidores de tarot, sus objetivos no presentan diferencias sustantivas de las
finalidades perseguidas por el género femenino. Por ejemplo, ambos géneros
solicitan un pronóstico en la misma proporción dentro de su propio grupo y de
idéntica forma se comportan respecto de las otras finalidades atribuidas por los
106

usuarios y demostradas por este estudio en el uso del tarot. A las anteriores,
podemos agregar la transversalidad por estado civil, pues recurren a estos
servicios las/os casadas/os, solteras/os, separadas/os, viudas/os, quienes conviven
sin haber formalizado mediante contrato matrimonial y quienes convivían pues han
roto su relación de convivencia por voluntad propia.

Una segunda característica es la confianza que manifiestan los consultantes,


quienes se expresan de forma breve pero con espontaneidad y franqueza. Nótese
lo desconcertante de esta situación, el que una sociedad descrita por los estudios
sociológicos como desconfiada de las principales instituciones –políticos,
parlamento, empresas- reconozca en los hechos que el servicio cartomántico posee
“cualidades recomendables para el fin a que se destina”100, es decir, confiables. La
situación más representativa de la confianza es aquella de las personas que revelan
descarnadamente aspectos íntimos y notoriamente reservados de su vida privada,
tales como su pareja actual, la posible rehabilitación de una relación, los
sentimientos de un/a tercero/a, una posible relación futura, la infidelidad, los
sentimientos y emociones propias, etc. Sólo detengámonos brevemente en un tema
tan delicado como es el de quienes confiesan mantener una relación amorosa en
paralelo, fenómeno presente en todos los grupos etarios. El cuadro social de la
infidelidad se va completando cuando otros consultantes denuncian que su pareja
estable mantiene una relación paralela. Y acaba por mostrar su complejidad y
crudeza cuando un grupo de consultantes reconoce que tanto él/ella como su pareja
mantienen simultáneamente relaciones paralelas con terceras personas. Pero la
constatación de la simultaneidad de desconfianza y confianza no es contradictoria,
sino que la mente poblada de prejuicios sufre ante la inexplicable falta de lógica de
las conductas sociales. Antes, se había reconocido que en la sociedad chilena
coexisten la felicidad y el sufrimiento, la insatisfacción y la satisfacción, la
conformidad y el descontento, la emoción positiva y la negatividad. Entonces,
¿cómo asombrarse cuando una pesada desconfianza social aparece contrapesada
por una aplomada confianza individual?. Un intento de explicación podría
encontrarse en la existencia de un amplio malestar subjetivo con la sociedad, el
cual va aparejado de la desconfianza en las instituciones, estados que fluyen en
paralelo con una búsqueda de bienestar subjetivo individual que reserva para sí
ciertos pilares temáticos básicos como la vida sentimental, la familia, la salud. Por
lo mismo, para conseguir certidumbre –conocimiento de la verdad- en esos motivos
existenciales la sociedad o sus integrantes buscan instrumentos en los cuales
confiar y que, al mismo tiempo, serían aquéllos en los cuales definitivamente
confían.

100
Diccionario de la lengua española (DRAE).
107

La tercera característica señalada es la versatilidad del instrumento cartomántico,


por los múltiples usos que se hacen de él según las finalidades u objetivos buscados
por los consultantes, a saber: pronóstico, diagnóstico, orientación y análisis,
enmarcados en los motivos o temas que les interesan. El prejuicio vulgar indica que
existe una pasión por “sacarse la suerte” o “conocer el futuro”, lo cual es
indesmentible y se confirma en que poco más del sesenta por ciento de las
consultas confluye sobre dicho objetivo. Sin embargo, hay que reconocer que si los
otros objetivos –que se encuentran muy ligados entre sí- se adicionan, asumen un
volumen muy cercano al cuarenta por ciento.

Los motivos de consulta cartomántica frente a lo social y lo individual

Es obvia la esencia subjetiva e íntima de los motivos que estimulan a los


consultantes. Sin embargo, es posible diferenciar entre las motivaciones un grupo
que apunta más al bienestar/malestar relacionado con lo individual y otro grupo que
apunta más al bienestar/malestar con la sociedad.

Los motivos más relacionados con lo individual, considerados por su relevancia o


frecuencia de mención, son el amor, la familia, la salud física, la salud psíquica
(específicamente el desorden de ansiedad), la magia o energías de terceros, el
análisis de símbolos, la emotividad, la espiritualidad, el plan o proyecto de vida, la
buena suerte. Los motivos más relacionados con lo social son el trabajo, la economía
y los estudios.

Está claro que el motivo amor es el más recurrente entre las/os chilenas/os que
consultan y también, probablemente, entre los que no consultan. Y esa recurrencia
se manifiesta de dos maneras. Una, es que se presenta en la vida de una persona y
luego, en la de otra y después, en la de otra y así, sucesivamente hasta asumir
proporciones colectivas. Dos, es que el motivo amor se presenta en la vida de una
persona, se va y luego, vuelve, nuevamente se retira y después, nuevamente puede
retornar. Lo segundo de hacer notar es que este motivo también está presente de
forma fuertemente marcada con una connotación crítica. Enfrentarnos a él puede
ser agradable, dulce, transformador, pero este aspecto luminoso no es eterno y, al
contrario, su recurrencia puede estar presente largamente como una marca
dolorosa y decepcionante. Lo tercero que se puede observar, es que el amor como
motivo de consulta es algo propio, íntimo, de lo profundo del alma individual. No se
trata de algo ajeno, de algo que podamos observar separándolo de nosotros mismos
como si fuera una cosa, un objeto o móvil que pasara por la calle, por el aire o por el
espacio. Cuando estamos enamorados nos ocurre a nosotros, aunque el objeto de
nuestra pasión o atracción –que nosotros mismos hemos fijado caprichosamente en
108

un/a tercero/a- no se dé por aludido/a ni se sienta honrado lo más mínimo por


recibir semejante carga energética de nuestra parte. Lo cuarto que cabe señalar
respecto al motivo amor es una pregunta. Si es de tal importancia –digamos una
importancia estratégica porque se presenta sin discriminar edades- ¿por qué no
estamos suficientemente preparados cuando nos toca nuestras vidas en forma
crítica?, o ¿por qué no se nos prepara adecuadamente para sobrellevar la crisis y
comprenderla?. Lo quinto –y esto es para dejar atónito- se presenta como una
especie de autosacrificio o martirologio. Recordemos que un tema específico
dentro del motivo amor es la “rehabilitación de una relación de pareja” (casi 15 %
dentro del motivo amor) y especialmente acentuado en el género femenino. Hay una
obsesión o recurrencia, obviamente irracional, de insistir en recuperar el lazo
erótico con alguien que desdeña la pasión que se ha fijado en él/ella. Cuando
amamos, ¿qué amamos realmente?. ¿Amamos de verdad y generosamente a otra
persona no solamente en cuerpo sino también en alma?. ¿O amamos una imagen que
hemos fijado arbitrariamente en otra persona y, por ser nuestra proyección, nos
amamos mezquinamente a nosotros mismos?. ¿Por qué cuando amamos queremos no
sólo el monopolio de su fidelidad (de su cuerpo), la exclusividad de su sentimiento
(apropiarnos de su alma) y que adopte nuestros puntos de vista (esclavizar su
mente)?. Si se dice que amar es dar, pareciera que ciertas ideas algo bonachonas
no concuerdan con la realidad social de la práctica amorosa. Son harto escasos
quienes se preguntan ¿he dado lo suficiente? y demasiados quienes reclaman ¡me
han dado muy poco!. A título provisorio, se podría decir que en la crisis de índole
amorosa y, en realidad, en todas las crisis o en todos los motivos de crisis, hay una
pérdida temporal de la conciencia o de la autoconciencia, una incapacidad temporal
de poder separarnos del problema o también, una incapacidad de considerarnos uno
de los elementos componentes del problema, lo cual se expresa en calificarnos
completamente inocentes y víctimas y jamás como causa o como contribución de
nuestra propia crisis.

Es cierto que el tema o motivo familia aparece en las consultas mencionado


cuantitativamente en forma importante –después del amor y antes que la salud-
pero si se considera el orden de aparición dentro del discurso del consultante,
tiende a surgir en lugar posterior al aspecto sentimental amoroso. Es decir, no se
trata que la familia importe menos, pero el amor como tema individual importa
antes.

El segundo en importancia de los motivos de consulta y primero en lo social es el


trabajo. Aquí sí que encontramos diferencias con el motivo amor que,
distintamente de éste, el factor desencadenante de la crisis o, si se quiere, su
causa inmediata, es un elemento externo a nosotros mismos personificado en el
109

jefe, el patrón u otro, pero también podría ser más amplio, de naturaleza social,
como una depresión económica, un cambio en la situación política, guerras, etc.
Aunque este factor social no nos libera de nuestro papel en la situación crítica,
pues es nuestra psiquis y nuestra personalidad la que se ve conmovida y nos deja
inermes temporalmente. Otro aspecto común del motivo trabajo con la crisis
amorosa es la pérdida o disminución de la autoconciencia, lo cual impide que
podamos objetivar y distanciarnos del nudo de contradicciones. Más que nunca –y
muchas veces con razón- nos vemos en el trabajo como víctimas, como náufragos y
no como capitanes de nuestro propio destino. Por esta razón, volvemos a
preguntarnos ¿por qué no estamos suficientemente preparados o por qué no se nos
prepara adecuadamente para sobrellevar la crisis laboral y comprenderla?.

Los procesos sin desenlace

Se señaló anteriormente que los casos de insatisfacción o de “situación crítica”


alcanzaron a un tercio de los consultantes, volumen importante dentro de una
población que busca mejorar su bienestar subjetivo individual. ¿Qué rasgos podrían
caracterizar a ese grupo que llama la atención de manera notoria?

Los estudios sociológicos expresan que, en general, la tendencia de la sociedad


chilena es mostrarse evasiva de los conflictos, es decir, la tendencia espontánea –
consciente o inconsciente- es negar primero y eludir después. La última frase es
importante no porque indique algo que no se sabía, sino, primero, porque lo indican
estudios con respaldo científico y, segundo, porque hoy (2016) la elusividad es más
evidente o se hace más consciente en la mirada del movimiento social sobre la vida
y discurso de los políticos, en el programa de gobierno de la coalición gobernante y
en las intervenciones públicas –desde que era candidata- de la misma Presidente de
la República.

La conducta evasiva, considerada como un factor que acompaña las situaciones


críticas o de malestar subjetivo individual, es un estilo de eludir o no enfrentar el
conflicto o contradicción vital, de tal manera que se va frenando o impidiendo el
desenlace de los procesos de solución de dichos conflictos. Tomemos un caso, el de
la situación crítica identificada como “tensión”, el descriptor que grafica casi la
cuarta parte de las situaciones críticas de los consultantes. Esta especie de
retorcimiento interior de las personas sería provocada como causa inmediata por
situaciones no resueltas o que los/as involucrados/as eluden enfrentar. Los datos
señalan que la tensión se advierte preferentemente relacionada con la
“incertidumbre”, o sea, la/el interesada/o no tiene o no busca apropiadamente el
conocimiento seguro de algo; con el “descontrol”, es decir, el consultante carece de
110

orden en su vida o evita priorizar la solución de sus contradicciones internas y


externas; con la “indecisión”, o sea, el consultante no es capaz o no toma posición
sobre la resolución del conflicto; con la “relación de pareja en crisis”, esto es,
cuando los/as involucrados/as eluden propiciar un acercamiento verdadero o, al
contrario, dar un corte definitivo, etc.

El peso de la incertidumbre

La transversalidad cultural, socioeconómica, etaria, de género y de estado civil del


universo de consultantes y su demanda de una explicación del presente o un
pronóstico del futuro, confirman que un requerimiento señalado de sus vidas es el
conocimiento de la verdad. Si las personas supieran lo que está pasando o lo que va
a suceder eliminarían la incomodidad de la incertidumbre y ganarían más
tranquilidad, serenidad, aplomo. Sin embargo, para un grupo de personas, la falta
de certeza de que algo se produzca o no ocurra puede llegar a percibirse como un
elemento amenazante y tener una amplia y variada gama de efectos críticos o
indeseables en la personalidad o la psiquis, para transformarse en un malestar,
insatisfacción profunda o, simplemente, una situación crítica.

La lista de las causas inmediatas de las situaciones críticas supera las treinta,
aunque hay algunas de mayor relevancia por su masiva presencia. La incertidumbre
o falta de certeza en el conocimiento seguro de algo es la más preponderante de
las causas inmediatas de las situaciones críticas de los consultantes, con casi una
cuarta parte del total de casos en que es identificada. Además, la incertidumbre se
encuentra entre las tres causas inmediatas capaces de producir una amplia gama de
efectos críticos. Recordemos que la incertidumbre como causa inmediata de
momentos críticos en la vida de los consultantes sería capaz de producir a lo menos
diez efectos críticos: tensión, expectativa dolorosa, dolor, desesperación,
impotencia, soledad, desesperanza, descontrol, desconcierto, temor, de los cuales
los cuatro primeros reúnen el 85 por ciento de las menciones. Esta constatación
ayuda a comprender indirectamente por qué las personas en general, y
especialmente aquéllas molestas, insatisfechas o en situación crítica, intentan
corregir la falta de certidumbre por la vía de las mancias oraculares como
alternativa a la escasez de información lógica o intelectualmente elaborada, o sea,
perciben el sufrimiento que les espera o que ya están sintiendo.

Los objetivos específicos de los consultantes son también una manera de


corroborar ese lugar tan destacado de la incertidumbre en la
construcción/destrucción de sus vidas. Cuando el motivo es amor y el tema
específico es la relación de pareja actual, el setenta por ciento de los consultantes
111

vivencia una incertidumbre tal que pide un pronóstico sobre su relación actual de
pareja, o sea, están “entregados al destino”. Completando este cuadro, cuando el
tema es su vida sentimental en general el ochenta por ciento pide un vaticinio para
combatir la incertidumbre. La escasez de certeza es aún mayor tratándose de la
rehabilitación de una relación o del tema fidelidad/infidelidad, casos en los cuales
el noventa por ciento o más solicita un pronóstico para combatir la incertidumbre
que les corroe.

Ahora bien, si salimos del ámbito del malestar subjetivo individual y entramos en el
campo del malestar subjetivo con la sociedad, se aprecia fácilmente el desborde de
la incertidumbre en la sensación vital de las personas. Cuando los consultantes se
interesan por el tema trabajo, y el objetivo específico es la estabilidad laboral, el
noventa y cinco por ciento requiere un pronóstico sobre su permanencia en el
empleo. No es un secreto que, dada la asimetría de las relaciones patrón/empleado
en Chile, los empleadores manipulan la incertidumbre como instrumento de presión
sobre los/as trabajadores/as. Por su lado, cuando el tema a debatir es la situación
económica en general, más del ochenta por ciento de los consultantes pide un
pronóstico sobre su fracaso/éxito económico. La situación de la incertidumbre es
aún más marcada cuando el tema es directamente el dinero/negocios o se trata del
resultado de un juicio en el tribunal, casos en los cuales el cien por ciento de las/os
interesadas/os requiere un pronóstico por parte del oráculo para calmar la
corrosiva incertidumbre.
112

Capítulo 15

Interacción, sentido y perspectivas

La interacción entre el oráculo cartomántico y sus consultantes es evidente, no


sólo en nuestra modalidad a distancia, sino permanentemente en las calles de la
metrópoli y en los gabinetes de los tarotistas de renombre. Además, esta
interacción se basa en la confianza que los/as consultantes reservan para este
versátil instrumento de orientación, la cual nace a su vez en el reconocimiento que
las respuestas oraculares tienen sentido para quienes consultan, es decir, se
produce interiormente un acomodo de comprensión de sí mismo y de las situaciones
vividas, que arroja tanto pautas de acción como pautas de abstinencia de realizar
ciertos actos. Tanto la interacción, como la confianza y el sentido se han visto
comprobados por la capacidad de agradecimiento demostrada por quienes
consultan, especialmente por aquéllas/os que viven situaciones de malestar o
críticas.

La cartomancia jamás ha pretendido resolver los problemas de la humanidad, ni


tampoco constituirse en el instrumento por excelencia para mejorar el mundo en
que vivimos, pero puede hacer algunos aportes, no directamente, pero sí a través
de las mismas personas que consultan, favoreciendo el cambio interior que, a su
vez, influya en la modificación de algunas conductas nocivas tanto para la persona
misma como para el conjunto social. En suma, contribuir a los procesos de
crecimiento y madurez personal, los cuales son claves para cambiar los flujos
rutinarios en los cuales nos encontramos sumidos. Cuando hablamos de cambiar no
hacemos referencia a acomodos tácticos o esfuerzos cotidianos para sobrellevar
nuestras cargas psíquicas y sociales, al contrario, queremos decir actitudes o
actividades diferentes a lo que habitualmente realizamos, que signifiquen una
reorientación estratégica en nuestro camino de vida individual que, en su momento,
pueda sumarse a los esfuerzos de otras/os para contribuir a la formación de una
sociedad menos abusiva e incierta, más humana, solidaria y confiable, integrada por
personas capaces, aplomadas, maduras, libres y asertivas. En lenguaje sencillo:
divertirse, descansar, evadir el trabajo, usar licencia médica falsa o simulada,
llevar relaciones familiares y laborales superficiales y acomodaticias, etc. sirven
para resistir pero no para vivir con plenitud. Esta sugerencia de cambio de
enfoque no es nueva, ni tiene nada de ideológico ni filosófico, porque se basa no
sólo en la constatación que podemos hacer diariamente, sino además en los
resultados de estudios sociológicos serios, que muestran a la sociedad chilena, si la
113

tomamos en su conjunto o en su mayoría, evasiva y resiliente101. La mayoría de las


personas, se dijo ya, va intentando negar la existencia de conflictos, reconocerlos
internamente pero desconociéndolos en público, evitando encarar con asertividad,
postergando las decisiones sobre temas críticos y arrastrando los conflictos hasta
que se transforman en neurosis o en explosiones personales o sociales, todo ello
favorecido por una asombrosa capacidad de adaptación y de sometimiento al
sufrimiento. Esta consideración sobre lo general no pretende ignorar el cotidiano
esfuerzo de ciertos grupos por hacer algo distinto por su vida, integrándose a
academias y círculos de desarrollo personal, de terapias grupales y catárticas, de
difusión de prácticas tradicionales ancestrales, de acondicionamiento corporal y
manejo de bioenergías, de arte y terapia, de participación en organizaciones
sociales, comunales y laborales, etc., es decir, todo aquello que brinde la posibilidad
de la integración del ser. Obviamente, hacer cosas distintas y hacerlas
masivamente tiene un costo, el cual en este país es asumido en su mayor parte por
quienes las practican en forma personal e individual, salvo el gasto/inversión que
realizan algunas autoridades locales. Estos grupos cumplen una función de liderazgo
social, pues sus opciones tienden a romper con la inercia degradante del evitar y
eludir, del hedonismo embrutecedor y del materialismo enajenante. Liderazgo que
marca pautas para una sociedad más sana y colaboradora con el desarrollo personal
y social, que intenta llenar un vacío en las obligaciones de formación y educación
que todos los grupos tienen para con las generaciones más jóvenes. Pues en el
ordenamiento social actual no se nos enseña a madurar adecuadamente y, por lo
mismo, no se nos prepara para cooperar con una formación de verdad para nuestros
descendientes. No, aprendemos a golpes y enseñamos a golpes, aprendemos en
medio de las crisis y gracias a las crisis cuando nuestra realidad espiritual llega a
estallar dentro de nosotras/os mismas/os. Pues bien, intentemos esbozar sin
grandes pretensiones ni recetas de autoayuda cuál puede ser el aporte formativo
de la cartomancia para una vida mejor y más plena.

El primer aporte formativo que se puede mencionar de la cartomancia es la


integración de la función intelectiva y la función intuitiva. Para la cartomancia no
basta conocer los significados generales o abstractos de las cartas y efectuar una
simple suma de imágenes o palabras, sino lograr una expresión sintética de la
inspiración intuitiva del lector de cartas, que utiliza como base la visión de la
figuración de los arcanos. Una mala educación sólo pretende instruir en el ámbito

101
La resiliencia se define como los mecanismos que bloquean las respuestas desadaptativas ante
situaciones de riesgo, o como los factores y procesos que interrumpen la trayectoria desde el riesgo
hasta las conductas problema, y que permiten resultados adaptativos frente a la adversidad
(Zimmerman y Arunkumar, 1994), citado por Villatoro, Pablo, en La Medición del Bienestar a través de
Indicadores Subjetivos, en CEPAL 2012 Estudios Estadísticos y Prospectivos Nº 79.
114

de la función mental y de la memorización, carece de un programa práctico para la


liberación de la intuición de la juventud. Es corriente que, en tareas donde se
supone un alto uso de la función mental, las personas exitosas reconocen que lo
esencial para ellas han sido momentos de inspirada intuición.

En una época en la cual se van imponiendo poco a poco la inclusión y el rechazo a la


discriminación de género, el tarot siempre ha graficado la integración de los
opuestos, mediante la figuración del ángel y del andrógino. Desde tiempo
inmemorial la tradición acepta aquello que con tanta dificultad ha constatado la
psicología moderna, cual es la existencia de contradicciones internas en cada
individuo representadas por lo masculino y lo femenino, el anima y el animus, cuya
superación paulatina, la comunión de mente y cuerpo de que hablaban los
alquimistas, es la que conduce a la madurez y la plenitud. ¿Qué mejor que presentar
a los jóvenes caminos para conocerse, aceptarse y definirse en forma más natural y
con menos retorcimiento?

Sin embargo, las oposiciones de género distan de ser las únicas que se reconocen
hoy en día, con la excepción que el tarot las tenía presentes desde hace siglos. Los
alquimistas hablaban de “unión con la mente” y la psicología expresa lo mismo
mediante la integración de la conciencia mental con la sombra. La gráfica y los
significados de la baraja cartomántica lo guardan en cada carta aunque hay alguna
que representa inequívocamente el desafío de superar los miedos, culpas,
adicciones y apegos de todo tipo, con el fin que el consultante pueda avanzar en su
individuación, logrando más aplomo y dotando de mayor asertividad a sus
relaciones. Necesitamos jóvenes más liberados, seguros, independientes de los
estimulantes, que sientan amor por sí mismos y puedan desempeñarse sin sumisión y
sin temor frente al autoritarismo de dominadores y represores de todo tipo.

Otro aspecto destacable de la cartomancia es su carácter lúdico. Las tiradas de


cartas son una actividad entretenida, un juego que cada cual podrá hacer suyo con
diferente grado de seriedad. El aprender por medio del juego es atrayente para la
juventud y para todos los adultos que no han extraviado su niño interno.

Para quienes buscan que todas las actividades humanas tengan fines prácticos,
ojalá reductibles a dinero, se les puede garantizar que la cartomancia los tiene
bien definidos. El tarot puede ayudar a delinear estrategias, personales y
colectivas, sean de trabajo, negocio, amor, etc.; puede contribuir al desarrollo
personal tanto del lector como del consultante y puede también desenvolver la
115

función memorística mediante la construcción de mapas mentales y símbolos a


partir de la gráfica de sus láminas.

Otro aspecto formativo que integra la práctica de la cartomancia y que hoy hace
falta compartir más que nunca son los valores éticos en los cuales se basa su
práctica. Por una parte, el tarotista tiene que entregar siempre lo que considera la
verdad, no juicios de valor, sino las realidades psíquicas y de entorno que develan
las cartas y, por otra, practicar la tolerancia, respetando la fe, la moral y la cultura
del consultante aún cuando no las comparta. Además, el iniciado en este arte sólo
debería exigir un pago cuando no dispone de otros medios de vida y jamás debería
exigir honorarios cuando el consultante no dispone de medios, debe ser fraterno.

La cartomancia lleva una saludable vida que cuenta no menso de ocho siglos y, a
diferencia de otros saberes, se encuentra afincada en la costumbre y la cultura
popular, al menos en occidente. Se ha valido un merecido respeto en el seno de la
nueva era y en el cariño de la gente. Solamente un puñado de pretendidos sabios la
mira con desconfianza y desprecio, considerándola una mera superstición. La
verdadera sabiduría y la verdadera ciencia no pueden cometer el atrevimiento de
rechazar o denostar sin haber conocido y estudiado a fondo la materia de la cual
se opina. La cartomancia respeta la libertad del ser humano para construir su
presente y su futuro aprendiendo de su pasado, de tal forma que entrega
posibilidades o líneas probables de acontecimientos para que la persona adopte sus
decisiones, especialmente cuando ésta se encuentra bajo un estado de ofuscación
que le impide hacer uso pleno de sus capacidades intelectivas e intuitivas. El
aprendizaje y uso de la cartomancia, específicamente del tarot, constituyen una
oportunidad única de formación y/o educación de las personas, especialmente
los/as jóvenes.
116

Bibliografía citada y consultada

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entre rationel et irrationel en Grèce et dans la pensé moderne”. Kernos (en ligne),
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de l'École pratique des hautes études (EPHE), Section des sciences religieuses [En
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Von Franz, Marie Louise. 1969. Sobre Adivinación y Sincronicidad. Editorial Paidós,
Buenos Aires, 1999.
118

ANEXO 1

Actividades declaradas por el universo de consultantes de nacionalidad chilena

% %
Actividad número % Actividad número %
acumulado acumulado

ama de casa 106 15,8 15,8 fotógrafo 2 0,3 94,2


manipulador
secretaria 78 11,6 27,5 2 0,3 94,5
alimentos
estudiante 73 10,9 38,4 nutricionista 2 0,3 94,8
operador
administrativo 45 6,7 45,1 2 0,3 95,1
telefónico
empleado 42 6,3 51,3 profesional 2 0,3 95,4
ventas 42 6,3 57,6 publicista 2 0,3 95,7
educación 39 5,8 63,4 artes graficas 1 0,1 95,8
salud 28 4,2 67,6 artesanía 1 0,1 96,0
ingeniero 19 2,8 70,4 biólogo 1 0,1 96,1
carabinero (ex
obrero 16 2,4 72,8 1 0,1 96,3
oficial)
contador y
12 1,8 74,6 chef 1 0,1 96,4
contador auditor
constructor
comerciante 11 1,6 76,3 1 0,1 96,6
civil
ejecutivo 11 1,6 77,9 digitador 1 0,1 96,7
estudios de
independiente 11 1,6 79,6 1 0,1 96,9
mercado
funcionario
8 1,2 80,7 fiscal corte 1 0,1 97,0
publico
asistente 7 1,0 81,8 garzón 1 0,1 97,2
conductor de
7 1,0 82,8 guardia 1 0,1 97,3
vehículo
administrador 6 0,9 83,7 guía turismo 1 0,1 97,5
cajero 6 0,9 84,6 inspector 1 0,1 97,6
empresario 6 0,9 85,5 maquillador 1 0,1 97,8
técnico 6 0,9 86,4 masoterapia 1 0,1 97,9
médico
informática 5 0,7 87,2 1 0,1 98,1
veterinario
analista 4 0,6 87,8 periodista 1 0,1 98,2
auxiliar 4 0,6 88,4 productora 1 0,1 98,4
consultor 4 0,6 89,0 promotora 1 0,1 98,5
diseñador y
4 0,6 89,6 químico 1 0,1 98,7
diseñador web
pensionado 4 0,6 90,1 radio operador 1 0,1 98,8
supervisor 4 0,6 90,7 recepcionista 1 0,1 99,0
artista 3 0,4 91,2 reikista 1 0,1 99,1
servicio
asesor 3 0,4 91,6 1 0,1 99,3
domestico
asistente social 3 0,4 92,1 sociólogo 1 0,1 99,4
jardinero 3 0,4 92,5 taxista 1 0,1 99,6
peluquería 3 0,4 93,0 tesorero 1 0,1 99,7
abogado 2 0,3 93,3 traductor 1 0,1 99,9
visitador
arquitecto 2 0,3 93,6 1 0,1 100,0
medico
dibujante 2 0,3 93,9

TOTAL 670 100,0


119

ANEXO 2

Identificación de causas en un grupo de casos en situación crítica

Las presentaciones de las/os consultantes son textuales, modificándose solamente


el nombre de la persona involucrada.

Zaida tiene 47 años. El año 2007 presentó su consulta:

“He mantenido una relación con un hombre desde hace 4 años. Desde el principio me contó que tiene 4
hijos con 4 diferentes mujeres y que su defecto son precisamente las mujeres. Me siento
“enganchada” con él pero hace dos meses que no lo veo. ¿Irá a resultar nuestra relación?”.

La consultante está motivada por el amor y su situación es de tensión, por causa


inmediata de mantenerse en la incertidumbre. La causa implícita de esto ha sido
embarcarse en esa relación sentimental inestable desde la partida. Complemento:
su apego se ha cristalizado en un varón desinteresado en los compromisos (4
mujeres = 4 hijos).

Sandro, el año 2007 presentó su caso:

“Es difícil que personas como yo, que soy homosexual, tengan pareja. A él no le molestaba que fuera
yo así. Me buscaba todo el tiempo. Quiero saber qué es lo que pasa, si volverá, si estaremos juntos”.

El consultante está impulsado por el amor y su estado de tensión viene de la


incertidumbre. La causa implícita de esta incerteza es no saber si regresará o no
quien fue su pareja. Causa complementaria: siente que el hecho de ser gay le hace
más difícil asegurar su complemento sentimental.

Julieta, de 34 años, se desempeña como administrativo contable. El 2009 consultó


lo que sigue:

“Consulto angustiada. Estoy con una pareja hace 1 año y medio, pero el es apático y poco cariñoso.ya
he sufrido bastante con sus desprecios.mi consulta es si el es el hombre para mi o simplemente lo
dejo ir y espero sanar.”

La consultante, motivada por amor, vive una tensión que proviene de la


incertidumbre. La causa implícita de su incertidumbre es no desprenderse de su
indecisión sobre mantener o no una relación degradante. Complemento: el apego de
Julieta se focaliza en un ser apático, sin capacidad de expresar afecto y
despreciativo, digamos destructivo.

Aurelia, de actividad peluquera, tiene 45 años, planteó su caso en 2009:


120

“Tengo muchas dudas. Casada con hijos él convive con hijos nos conocemos hace casi dos años hace
tres meses somos amantes pero en realidad no se hacia donde vamos solo se que lo quiero mucho. Pero
el ¿que tanto me quiere?”.

Ella experimenta una tensión motivada por el amor que se origina en la


incertidumbre. Causa implícita: carece de certeza sobre la reciprocidad
sentimental de su amante casado, o sea, alguien encadenado a compromisos previos.
Complemento: ella también es casada, es decir, mantiene cadenas también.

Gastón presentó su tema el 2008. Expresó que

“Tengo duda entre dos amores. Soy casado, pero desde hace 5 meses mantengo una relación con una
persona separada, Mi esposa esta al tanto se lo dije, nos separamos, pero ahora no sé que camino
tomar siento que ambas me atraen pero esta situación no puede continuar y no tengo claridad para
darle un corte”.

El consultante, motivado por amor, vive una tensión cuya causa inmediata es la
indecisión. Causa implícita: lo atrapa un apego atractivo y dulce a dos imágenes
femeninas. Complemento: quiere conservar una relación paralela con dos mujeres
distintas sin atreverse a asumir costos por ello.

Carla tiene 27 años. Se desempeña como secretaria y nos escribe el año 2011:
“Tengo problemas. Estoy separandome de mi esposo es un hombre agresivo y machista, he sufrido
demasiado. El nació el 12-12-1980. El problema es k estoy enamorada de mi compańero de trabajo, el
ha sido mi apoyo en los momentos tristes, me ha cuidado, pero el unico problema es que es casado. El
nacio el 14-09-1984, algun dia se separara?. como comprendera estoy tan confundida y triste. De
verdad necesito alguna orientacion. Confio en sus cartas”.

Carla se encuentra intensamente motivada por el amor y vive en constante tensión


emocional, la cual se basa en mantenerse confundida en la indecisión. Causa
implícita: El aspecto sobre el cual no puede resolver es crucial en su existencia, se
trata de su vida con un compañero. Causa complementaria: La duda que mantiene es
sobre si debe continuar con un enamorado casado, es decir, que trae atados
compromisos previos y no parece dispuesto a obtener su libertad mediante un
divorcio, rehabilitar la relación interrumpida con un marido maltratador o avanzar
sola por este valle de lágrimas.

Mireya tiene 32 años, es asistente social y ha enviado su consulta el 2008. Nos


relató lo que sigue: “Siento una gran preocupación por mi situación laboral y afectiva. Hace un
mes que quedé sin trabajo, después de haber estado 5 años en un establecimiento municipal. Siento
que alrededor mio hay muchas energias negativas que propendieron esta situación desfavorable para
mí. Además a mis 32 años nunca he tenido una pareja. Espero que me ayude. Gracias”.
121

La motivación de la joven no es una sola, son dos: el trabajo y el amor, aunque se


pueden resumir como un desorden de ansiedad. La causa inmediata se acusa como
haber perdido el control sobre los diversos aspectos de su vida. La causa implícita
más cercana es la cesantía que la agobia y la causa complementaria, algo más de
fondo, es que carece de pareja y nunca ha tenido alguna, ni para bien ni para mal.

Ivonne tiene 35 años, nos escribe el año 2009:

“Mi jefe ha hecho acusaciones muy graves sobre mi, y se las ha hecho a terceros, pero no me atrevo a
denunciarlo porque involucraría a los terceros (en los que confío plenamente), además mi marido
trabaja en la misma oficina y se desquita conmigo a través de él. Qué hago, si me atrevo a
denunciarlo, mi denuncia tendría acogida?, peligra mi trabajo y el de mi marido?. Si me ayuda a tomar
esta decisión le estaré eternamente agradecida”.

Como en muchos otros casos, las motivaciones son varias. En la situación de ella los
motivos son trabajo y familia. Además, como tantas otras personas, la situación
anímica no está perturbada de forma unilateral, sino de manera más compleja, por
la tensión y por el temor, también. La causa inmediata obviamente es el acoso
laboral al que viene siendo sometida. El elemento implícito es que comparte dicho
acoso ni más ni menos que con su esposo, su ser querido más cercano. El elemento
complementario es que hay un potencial peligro para otros compañeros de trabajo,
quienes eventualmente podría correr la misma desventura si se advierte la
solidaridad laboral, situación común a miles de trabajadoras/es sometidas/os a
relaciones laborales asimétricas con el capital.

América, de 42 años, se desempeña como empleada de tele marketing. Nos escribe


el año 2008 con el siguiente planteamiento: “Tengo un tema laboral bien dificil, quisiera
saber si cuando vuelva a trabajar sere aceptada o definitivamente ire a juicio, para desvincularme,
independiente de eso quisiera saber para estar preparada puesto que la incertidumbre me tiene
ansiosa”.

La consultante está motivada en el ámbito laboral y sufre una permanente tensión


que dice relación con la incertidumbre, como ella misma lo reconoce.
Aparentemente se encuentra suspendida o con licencia médica o de vacaciones pues
el elemento implícito que gatilla la incertidumbre es que en el corto plazo debería
reincorporarse a sus labores. El elemento complementario es que la relación laboral
que ha mantenido ha debido ser conflictiva, pues asume que una alternativa a la
reincorporación sería su comparecencia en el tribunal.

Anita, de 35 años, nos escribe en 2009. Su actividad laboral es técnico agrícola. Su


mensaje es lacónico pero no deja de ser elocuente:

“Hay muichas dudas en cuanto a la laboral, crisis de pareja y salud de mi bebe de 11 meses”.
122

Sus motivos, variados, son el trabajo, el amor y la familia. Es evidente que pasa por
una fuerte tensión causada por la incertidumbre en ese conjunto de aspectos. La
causa implícita pareciera ser que hay una pérdida del control de su vida laboral y
matrimonial. El elemento complementario es particularmente doloroso, pues se
trata de la salud de su bebé, una criatura de menos de un año.

Francisca tiene 30 años, profesional, ingeniero agrónomo. Nos escribe el año 2008:

“Sufro una gran preocupación. Necesito por favor una ayuda en q me depara mi futuro laboral, mi
salud y el amor, por favor estoy desorientada”.

Hemos calificado la motivación de la joven como un desorden de ansiedad, el cual lo


está sintiendo como una gran tensión, basada en una desorientación reconocida por
ella misma. El elemento implícito más que pareciera ser la incertidumbre
simultánea sobre diversos aspectos de su vida. El elemento complementario se nos
antoja que dichos aspectos -que aparentan ser corrientes- ella los considera
factores claves de su vida futura.

Jazmín nació faltando 4 días para el golpe de Estado militar contra el presidente
Salvador Allende, de Chile. Cuando cumplió 35 años, desempeñándose como ama de
casa, el año 2008, envió su caso:

“Todo está mal, en amor y dinero. Necesito urgente ayuda, he ido a ver parsonas que dicen saber leer
el tarot y hacer limpiezas, trabajos y cosas asi y finalmente todo es mentira. estoy al borde de la
lucura. tengo 4 hijos la menor de 5 años me vuelve loca, es manipuladora y caprichosa ademas se
golpea y se hace daño si uno no hace lo que ella quiere o no la toma en cuenta de inmediato.ademas
tengo muchos problemas economicos, si busco trabajo no encuentro o me cortan al poco tiempo,estoy
esperando una cantidad grande de dinero pero siempre pasa algo que dificulta su llegada. en amor
todo mal mi matrimonio fracaso, y las parejas no me duran o me entero despues de un tiempo que me
mintieron y son casados, la pareja que tengo actualmente y con la cual llevo bastante tiempo,me
miente, es buena para el trago [bebedor], y es muy inestable en trabajo y en sentimientos, ademas
nos queremos muxo pero pasamos peleando, por otro lado tengo una depresion desde hace mas o
menos un año y no he podido arribar. me siento sola, triste, descilucionada, frustrada y sin
esperanzas. hay algo en ustedes que me hiso confiar,espero no equivocarme, por lo general no creo en
estas cosas y menos por internet. ojala puedan ayudarme....”.

Se trata de una consultante cooperadora, en el sentido que expresa su locuacidad


por escrito contando con más detalle que lo habitual su situación, la cual
representa a no pocas mujeres. En estos casos, las personas, necesitadas de ayuda
y compasión, no consultan por vanidad ni piden un pronóstico sobre su vida -¿qué
más podría pasarles?- sino que expresa o implícitamente están solicitando una
orientación que nadie, ni siquiera los médicos halópatas están interesados en darles
pues no comprenden su situación. Otro aspecto interesante de su personalidad y
su cultura es que su sinceridad la lleva a manifestar bastante desprecio por las
mancias y por lo que el mundo de Internet le ofrece. Hemos calificado su motivo
123

como “desorden de ansiedad”. Además, se ha definido el estado anímico actual


como tensión y abatimiento. La causa inmediata sería haber perdido el control de sí
misma y de su vida. La causa implícita podría ser la falta de logro matrimonial pues
hay que tener presente que se encuentra separada debido a que fracasó su relación
formal. Los antecedentes complementarios se pueden resumir en falta de logro
amoroso general, pues ha seguido con parejas esporádicas poco transparentes y de
por sí complicadas ellas mismas (alcoholismo). El cuadro se completa con su falta de
logro laboral y con el hecho de que se le habría diagnosticado depresión.

Marcos se desempeña como técnico electricista y nos escribe en 2007, así:

“Hace mas de un mes que mi relacion amorosa se acabo, una relacion de 4 años quiero saber si mi ex
polola todavia me sigue amando, todavia tengo posibilidades de que algun dia volvamos a estar juntos y
para siempre. hace mas de un mes que mi relacion amorosa se acabo, una relacion de 4 años de amor y
para mi una relacion para toda la vida, quiero saber si mi ex polola todavia me sigue amando, todavia
tengo posibilidades de que algun dia volvamos a estar juntos y para siempre”.

Su motivo es el amor y su situación es estar sumido en el dolor. La causa inmediata


es el abandono de pareja o término de relación, decidida por su novia. La causa
implícita de esto es el apego obsesivo a la imagen que tiene de dicha relación, que
de hecho no existe. La causa complementaria es que la relación no fue fugaz sino
que duró cuatro años, elemento que repite impulsivamente en su declaración.

Catalina, ama de casa de 28 años, nos envió su tema el año 2009, expresando lo que
sigue:

“Mi pareja me dejo hace casi un año tenemos en comun 2 hijos pequeños me gustaria saber si debo
olvidarme definitivamente de el o dejo que el tiempo pase porque aun lo amo no puedo olvidarlo los
recuerdos me estan matando. de antemano muchas gracias....”

Su motivo obviamente es el amor, estando en una situación emocional marcada por


el dolor y la decepción. La causa inmediata ha sido el abandono o corte de pareja.
El elemento implícito es que quien la dejó hace un año es cierto varón por el cual
siente fuerte apego, no en vano expresa que aún lo ama y los recuerdos la hacen
sufrir, asimilando esta angustia a la misma muerte. El elemento complementario es
el resultado de esa unión mientras duró: dos hijos pequeños.

Penélope, de bien llevados 58 años, encontrándose pensionada a esas alturas de su


vida. Señaló el año 2009 que:

“Te cuento que yo estaba muy involucrada. Lo quiero mucho pero de repente el me dijo que habia
echado a perder nuestra relación, que me deseaba lo mejor, que ALGUN dia lo conversariamos y que
me quería mucho. Creeme que estoy en shock, pues no me lo esperaba, y me gustaría saber que pasó
si hay otra persona en la cual el está intersado. pues me lo dijo por telefono, cosa que lo encuentro de
124

lo peor, Por favor dime que pasará con mi vida afectiva pues me siento muy triste y sola. De
antemanos muchas gracias.

Decir que el motivo es el amor constituye una obviedad, pero no tenemos


alternativa. La situación por la cual está pasando la calificamos mediante tres
descriptores: dolor, soledad, frustración. La causa inmediata es el abandono o
corte abrupto de la relación de pareja, por parte de ese varón un poco evasivo, por
decir lo menos. La causa implícita es que esta pensionada había terminado por
apegarse y abandonarse totalmente en brazos del conquistador. La causa
complementaria es que la decisión de la ruptura le fue comunicada en forma no
presencial. No es la única mujer que queda atónita por recibir una llamada
telefónica semejante.

Liza, de 33 años, trabaja, el año 2009 nos despachó esta consulta:

“Tengo 33 años hace un año y medio tuve un hijo y el padre de mi hijo me dejo sola, ahora por
circunstancias nos volvemos a encontrar y me doy cuenta que sigo enamorada de el podremos volver
para formar una familia mi hijo el y yo. Gracias”

Para variar el motivo es amor. Y para variar tenemos a una mujer sumida en el
dolor. Y para variar, la causa inmediata ha sido el abandono por parte de la ex
pareja. Y para variar, la causa implícita es que siente gran apego por quien cortó la
relación y cuyo re encuentro casual le ha reavivado la pasión. El elemento
complementario es que esa persona, para variar, puso los pies en polvorosa
dejándola con un bebé de un año y medio.”

María Rosa, de juveniles 22 años, ha trabajado como administrativo contable, el


año 2008 nos dijo lo que sigue:

“Consulta, por que duro tan poco en los empleos? será culpa mía? me espera otra cosa? algo mejor o
algo peor? que quizas me merezco estar cesante o no? que me falta? me habrán tirado algun
maleficio?”.

Está motivada por el trabajo. La situación parece resumirse en el dolor. La causa


inmediata es la pérdida de su(s) empleo(s). La causa implícita es que esta situación
se ha transformado en recurrente. El elemento complementario es que, en su
desconcierto, ha llegado a pensar que se encuentra bajo el influjo de energías
malignas de terceros.

Javier, de 40 años, se desempeñaba como oficial de la policía uniformada. El año

2008 contó su caso:


125

“Quiero saber si mi problema, del cual me acusan injustamente, si se va a solucionar y podre volver a
trabajar, como asimismo si podre recuperar mi matrimonio, el que se ha destrozado por lo mismo. mi
esposa se llama graciela y nacio el 03.10.1977. gracias”.

La consulta está motivada tanto por el trabajo como por el amor. Jorge está
pasando por un momento de dolor. La causa inmediata es que ha perdido su empleo
o le mantienen suspendido. La causa implícita es que él atribuye –y no anda
descaminado- que por la causa anterior simultáneamente se dañó su matrimonio. El
elemento complementario es doble: siente que se encuentra bajo el peso de una
acusación injusta y además, aunque no lo diga, siempre el futuro se presenta
complicado en términos laborales para un ex funcionario de policía.

Ana María, una ama de casa de 27 años, nos escribe el año 2008, dice así:

Bueno me gustaria aclarar algunas dudas sobre el papa de mi bebe. Yo tengo 6 meses y medio de
embarazo mas menos El se llama Pablo tiene 21 años de edad ( 3 de octubre del 1986) me gustaria
saber si hay alguna posibilidad de que nosotros volvamos y formemos nuestra familia junto a nuestro
hijo y lo otro que me gustaria saber si el esta solo me refiero sin pareja Ojala que me puedan ayduar
muchas gracias.

Bien, para empezar, el motivo de su consulta es el ciego amor (recordemos que a


Cupido a veces se lo representa con los ojos vendados). El descriptor escogido es
expectativa dolorosa, considerando que abarca el “sentimiento de desamparo, o
desprotección o inquietud que se percibe como una posibilidad”, cuya causa
inmediata es la incertidumbre en que está inmersa la consultante, por ejemplo, hay
falta de certeza respecto de si los sentimientos de su antiguo enamorado se han
dirigido hacia otra fémina. La causa implícita sería, adicionalmente, no saber si tan
solicitado señor está dispuesto regresar y formar familia con ella. El elemento
complementario es crucial: la joven se encuentra a estas alturas con seis y medio
meses de embarazo y, no siendo obstáculo insalvable pero sí un estorbo, el hecho
de que el causante tiene seis años menos que la interesada.

Marianela se desempeña como asistente, tiene 26 años y nos escribió en 2008


también. Su caso, que parece no calcado pero sí muy similar al anterior, dice así:

“Maravillozo el servicio que ofrecen, es de mucha utilidad para todos los aproblemados. mi consulta es
la siguiente: hay posibilidades de establecer una relacion sentimental con el papa de mi hijo, que
siente el por mi? gracias...”

Motivada por el amor, se visualiza una expectativa dolorosa (si es que ahora no
está en pleno desarrollo) que se basa en la incertidumbre, la incerteza de no saber
los sentimientos ajenos. La causa implícita es el fuerte apego a su ex novio y la
necesidad de sentirse correspondida eróticamente. El elemento complementario es
el hecho de haber tenido con ese individuo un hijo en común.
126

Juanita nos escribió en marzo del año 2008. Dijo lo siguiente:

“Comentario: llevo 18 años casada y estamos pasando por una crisis matrimonial. Gracias.”

Igualmente que los otros casos, se encuentra bajo el motivo del amor.
Diagnosticamos un estado actual definido como expectativa dolorosa que tiene por
causa inmediata la incertidumbre. El elemento implícito que la incerteza del futuro
de su relación formal de pareja. El elemento complementario es que la interesada
ha invertido 18 años de su vida y parece que recién se percata que los dividendos
han sido escasos.

Javier, de 37 años, empleado, escribe el 2009:

“Me preocupa la infidelidad de mi esposa. tengo una angustia terrible. 1.- saber si mi señora me fue
infiel? 2.- si seguira haciendolo? 3.- si puede hacer algo para contrarrestarlos?”.

Seguimos con la presencia avasalladora del motivo amor. El consultante vive una
opresiva situación en la cual la expectativa dolorosa se manifiesta con toda
crudeza, “angustia terrible” son sus propias palabras. La causa inmediata es vivir en
medio de la incertidumbre. La causa implícita es uno de los temas más conflictivos
y dolorosos para un varón en la relación de pareja: no saber si se mantiene ni si se
mantendrá la fidelidad de su esposa. El elemento complementario es el profundo
apego que siente a la imagen de su contraparte femenina.

Yasna, tiene 28 años, se encuentra sin empleo y nos escribió el año 2010,
expresando lo que sigue:

“Estoy con mucha desesperación. Necesito saber si mi pareja y padre d mi hijo me ama, acuario del
79. Lo amo mucho. Deseo saber si triunfare en este amor, lo amo mucho hemos pasado de todo,
tenemos un bebe.”

Su motivación es el amor, nada menos que aquí tenemos una firme declaración de
amor de manera explícita. En su caso concluimos que la situación puede calificarse
de expectativa dolorosa, cuya causa inmediata es la incertidumbre. La causa
implícita se encontraría en la falta de certeza respecto de los verdaderos
sentimientos de su novio y pareja actual. La causa complementaria no es única, por
una parte hay una obsesión apasionada en la imagen de su contraparte masculina y,
por otra, habría una sensación de “de desamparo, o desprotección” pues hay un
pequeño hijo que los une y exige compromiso en su cuidado.

Elmer tiene 36 años, se encuentra sin trabajo, relatándonos su caso el año 2008:

“Paso por una gran preocupación. Estoy en un problema legal inculpado por muchas cosas, y a su vez
cesante quiero saber que pasara tanto con el juicio como con el tema laboral y economico, tendre
alguna salida positiva a todo esto??”
127

Aquí cambiamos de motivo. Nos encontramos en el ámbito de la economía. Sin


embargo, conservamos la situación descrita como “expectativa dolorosa”.
Igualmente, ésta se encuentra empujada por la causa inmediata de la
incertidumbre. La causa implícita resulta ser que Elmer está permanente atento
por el resultado de un juicio en el tribunal. La causa complementaria es, por una
parte, sentirse culpado injustamente y, por otra, encontrarse insolvente debido a
su cesantía.

Paulina tiene 33 años, habitualmente se desempeña como vendedora, nos consultó


el año 2008.

“Necesito saber como voy a estar en lo laboral si voy a encontrar trabajo pronto en el amor y la salud.
necesito saber todo eso urgentemente.”

Se ha considerado que se encuentra motivada por un desorden de ansiedad, debido


a presenta una inquietud simultánea respecto del trabajo, del amor y de la salud, y
que su situación actual es de desorientación y desesperanza, dado que da señales
de mantener expectativas pesimistas. La causa inmediata sería la incertidumbre en
la cual se mantiene, tanto del presente como del futuro. La causa implícita, por el
orden en el cual presenta sus temas personales sería la cesantía temporal en la cual
se encuentra. La causa complementaria sería el contexto de incertidumbre de un
conjunto de aspectos que son claves para una vida exitosa.

Margarita es un ama de casa de 20 años, nos requirió el año 2008.

“Tengo duda de mi vida. Es que resulta de que no estoy viviendo en mi casa y estoy de ayegada con mis
suegros, ademas tengo un trabajo y no voy porque como es de familia me explotan demasiado y no se
como decirles de que me den la renuncia ya que no voy de marzo a trabajar porque entre a estudiar
pero congele la carrera por problemas en mi casa con mi madre, nose necesito que me orienten para
saber como pedir la renuncia sin que se sientan mal ya que me sacaran en cara todo lo que me han
dado, ademas la dueña que es mi tia abuela, pero la considero como un a madre, no esta bien de salud,
asi que temo como tome la noticia de que quiero la renuncia, por favor ayudenme.”

Otro caso motivado por desorden de ansiedad. La situación que vivencia es,
evidentemente, desorientación y descontrol de su vida, los cuales le impiden pensar
y delinear una estrategia de visa sana y equilibrada. La causa inmediata de la
confusión general en que se halla la joven sería su incapacidad de tomar una
decisión, o bien, decisiones parciales y progresivas que le fueran abriendo un
camino. La causa implícita se apunta como una indecisión centrada en la falta de
valor para comunicar a su familia la incompatibilidad de trabajar y estudiar al
mismo tiempo, al menos en esas condiciones hogareñas. El elemento
complementario es el estado de paralización que domina su presente.
128

Leonora tiene 41 años, se desempeña como abogado y envió su inquietud el año


2006.

“Estoy bloqueada por una mala experiencia que he repetido del pasado, cómo puedo superar esta
etapa y abrirme a nuevas personas?”.

Su caso también lo hemos incluido en los motivos como desorden de ansiedad. La


situación la describimos como desesperanza, desorientación y desadaptación. La
causa inmediata pareciera ser la recurrencia en que cae en estos estados. La causa
implícita sería la experiencia traumática que ella misma reconoce. El elemento
complementario es que se encuentra bajo apoyo terapéutico formal.

Sergio tiene 40 años y nos escribe por allá en junio de 2006.

“Tenemos un matrimonio de 20 años con 3 hijos. Pasamos por momentos difíciles por falta de
comunicación y mi infidelidad descubierta. Quiero cambiar pero ella no es la misma. ¿Qué pasará?.”

Motivado por el amor, se halla en una situación caracterizada por la desorientación


y la tensión. La(s) causa(s) inmediata(s) la(s) proporciona el propio Sergio,
tratándose de su infidelidad recurrente acompañada de la incomunicación con su
esposa. La causa implícita sería que, estando el interesado con la intención de
modificar su conducta sexual y dedicarle sus atenciones a la esposa, ésta habría
cambiado y pareciera no prestar atención al hombre arrepentido. La causa
complementaria la constituye el factor de apego del consultante a un matrimonio
de 20 años de duración el cual entrega tres hijos como resultado.

Estanislao es un joven de 24 años, de profesión arquitecto, quien presenta su caso


el año 2008.

“quisiera saber si recuperare ala mujer que amo esque decidio terminar conmigo por la distancia y
porque era muy malas ganas. Yo ,tengo una hija con ella , dice que ya no siente lo mismo , durante el
embarazo era muy posesivo .Desde entonces estoy muy mal. Esto sucedio hace mas de un mes 2 años
duro nuestra relacion .tambien le molestaba que tanto la llame. Gracias”.

Se encuentra motivado por el amor, estando en una situación descrita como


desorientación. La causa inmediata es la falta de entendimiento de sí mismo del
consultante. La causa implícita es que esa incapacidad se extiende a la falta de
comprensión respecto a su ex pareja. La causa complementaria, como en otros
casos, tiene cierta complejidad, por un lado hay que destacar el factor de la
distancia física que mantuvieron las contrapartes, causal no despreciable de
desapego, desinterés o enfriamiento de la pasión y, por otro, la existencia de una
hija, factor que explica en parte el apego que aún mantiene el interesado.

Nicolasa, joven amada de casa de 19 años, nos escribió el año 2009.


129

“Quiero saber si volvere con el padre de mi hija que tiene 3 meses de vida. yo y el terminamos
nuestra relacion hace dos meses y el ahora tiene otra pareja. pero sus actitudes me hacen dudar de
sus sentimientos un dia se ve como si me quisiera todabia y al otro que me odia por favor ayudenme a
esclarecer todo esto”.

Seguimos en presencia de casos motivados por el amor. En la situación de la joven,


la caracterización se sintetiza en la desorientación. La causa inmediata sería por la
actitud aparentemente contradictoria y recurrente de su ex pareja. La causa
implícita sería su apego a tan interesante personaje con quien ella quisiera
retornar. La causa complementaria nos parece la existencia de un tierno bebé de
tres meses del cual ambos son los progenitores.

Flor está casada y nos escribió en julio del año 2007, diciendo lo siguiente:

“Le he planteado a mi marido separarnos, el no quiere, pide una vez más otra oportunidad pues dice
hacer esfuerzos y que me ama; esto lo dice sin si quiera avergonzarse por haber llegado a las 6:15 de
la madrugada (ese día fue a un prostíbulo). Yo ni siquiera cambiase quisiera estar con él. De hecho
hace año que no tenemos vida de pareja. Me preocupan mis hijos.”

Hemos clasificado el motivo como amor, pues la consultante no dice tajantemente


que ha decidido romper con el marido. Por tal razón, se describe su situación actual
como de desconcierto, pues hay desorientación y falta de resolución en lo que se
debería hacer. La causa inmediata es que aún hay restos de apego de la consultante
hacia un marido al cual presenta como inmoral por haber reconocido este último
abiertamente una experiencia de prostíbulo. La causa implícita sería la indecisión
de cortar con esta pareja formal que la humilla y daña su autoestima. La causa
complementaria, sería el viejo truco de esconder el apego hacia la contraparte con
el velo de la preocupación por los hijos.

Fedora tiene 36 años, se desempeña como contador-auditor y nos escribe el año


2008.

“Estabamos muy bien con mi pareja y de un día para otro me pidió tiempo, así que nos alejamos; lo
ínico que deseo es volver a estar junto a él. Muchas gracias.”

El amor sigue presentándose como un motivo que parece abarcarlo todo. La


situación de esta profesional ha sido calificada como desconcierto. La causa
inmediata es el rompimiento abrupto de su relación sentimental. La causa implícita
es el apego que ella tiene sobre este señor que parece haber perdido el
enamoramiento. La causa complementaria es que el mencionado varón pide tiempo
para sopesar si continuará con la relación.

Paulette, una joven ama de casa de 23 años, nos consultó el año 2009. Señaló:
130

“Estoy en una confusion amorosa . Estoy casada y de pronto aparece un antiguo amor, y lo he visto un
par de veces y no se q hacer.”

Motivada por el amor, su situación es una mezcla de desconcierto y desorientación.


La causa inmediata ha sido el re encuentro con ese antiguo amor. La causa implícita
es el apego a la antigua imagen que hace renacer la pasión. La causa complementaria
es su estado civil: casada, el cual al imponerle obligaciones de fidelidad, lealtad y
sinceridad (¿o no?), entra en contradicción con la espontaneidad de su pasión.

Aníbal es un empleado de 44 años que presenta su relato el año 2009:

“Necesito ver que sucedará en mi vida. Hola,les cuento tengo casi 21 años de casado,en mi trabajo
conocí a una mujer que me tiene muy deslumbrado,a tal extremo que he decidido dejar a mi esposa
por estar con ella,ésta persona me dice que está muy enamorada de mi,al igual que yo,ella convive con
un hombre hace 20 años y también quiere términar esa relación para poder estar conmigo,me pide
tiempo para hacerlo,la pregunta es,será ella con la que terminaré mis días o me quedaré con mi
esposa?,he engañado muchas veces a mi esposa y nunca se me había pasado por la mente dejarla,por
eso recurro a uds .”.

El ubicuo amor es nuevamente el motivo. Y nuevamente tenemos un caso descrito


como desconcierto. La causa inmediata que este hombre maduro de edad mediana
se encuentra bajo la obsesión de la pasión por su actual amante, quien no es
precisamente su esposa. La causa implícita es que el interesado (y lo mismo su
enamorada) se encuentran con el gran deseo de abandonar a sus respectivas
parejas y dedicarse a la plena construcción de su erótico y abrasador romance. La
causa complementaria es que ambos amantes tienen, cada uno por su lado, un
matrimonio o trato carnal que suma 20 o más años de existencia.

Carlota es una joven de 33 años que se ha venido desempeñando como tecnóloga y


nos escribió el año 2010:

“Mi tema es el termino de relacion sentimental tormentosa. Hace unas semanas me separé y espero
para siempre del padre de mis hijos, la relacion desde el comienzo fue dificil, el es muy posesivo y
celoso, yo crei que eso demostraba amor..pasamos de las discusiones, al control total y los
golpes...perdoné..me culpé...acepté muchas cosas...humillaciones y prohibciones pero me hice de
fuerzas y lo dejé, tengo mi casa propia con mucho esfuerzo para mis hijos pero aun asi estoy sobre-
endeudada y me preocupa si podré salir adelante con mis hijos...es por esto que quiero preguntarle a
los astros que me depara desde ahora el futuro :como estara el bienestar de mis hijos que son 2,
matias de 5 y catalina de 3. Tambien quiero ver si aparece algo de la parte financiaera ya que ahora
me haré cargo casi del 100% de todo, Si se resolverán los probelmas legales que afectan a mi familia
ya que de eso tb depende mi economia y por último si la relacion con mi Ex será sana y buena para los
niños y si tendré quizas algun dia la posibilidad de encontrar a alguien y recuperar mi identidad. De
antemano Muchas Gracias”.

El motivo es ahora la familia. La situación se ha descrito como inseguridad. La


causa inmediata de la incerteza de la joven está en la anterior relación de pareja,
131

vínculo maltratador y destructivo, cuyo origen ha sido la celopatía del varón. La


causa implícita se encontraría en el entorno económico hostil que la estaría
rodeando. La causa complementaria sería que se ha venido a transformar en jefa
de hogar con dos pequeños hijos a cargo.

Clarisa tiene 25 años y nos escribe en el mes de enero del año 2006. Nos dijo que:

“Me siento sola. Me gustaría saber qué me depara el destino con respecto a lo sentimental.”

Estamos de nuevo en presencia del motivo del amor. La situación se describe como
soledad. La causa inmediata es la falta de pareja. La causa implícita es que la
consultante, una profesional de éxito, tiene un estilo competitivo y un tanto
dominador. El elemento complementario indica que la joven tiene oportunidades
concretas en el terreno amoroso pero su actitud autosuficiente las hace fracasar.
Al recibir la respuesta del oráculo reaccionó con este mensaje (resumen):
“Increíblemente cierto lo que Uds. Dijeron. Se me presentó hace una semana. Seguiré el consejo pues
ha sido el mismo error que vuelvo a cometer”.

Sabrina, de 41 años, nos envió sus inquietudes el mes de abril del año 2006.

“Me separé hace 3 años. Tengo 2 hijos. En lo sentimental me ha ido mal. Quiero saber como viene
aspectado este año”.

El motivo de Sabrina es igualmente el amor. La situación se describe como soledad


e incertidumbre. La causa inmediata es la separación matrimonial. La causa
implícita es el fracaso sentimental y la consultante da indicios que éste se ha
vuelto recurrente. La causa complementaria es que se ha tornado más vulnerable al
pasar a ser jefa de hogar con dos hijos a los cuales debe mantener y proteger.

Segismundo se desempeña como chofer, tiene 30 años y nos ha escrito el año


2009:

“Mi tema es la ruptura de familia. Junto con saludarle le comento que me separe hace menos de un
mes...la extraño mucho, ella era mi vida, tenemos 2 hijos una bebe de 10 meses y el niño de 5 años.
ella sabe que la amo con todo mi corazon...pero como e esta muy reciente , me dice que no volevra, yo
solo le digo que piense en los niños, ya que ellos seran los mas afectados en esto....”.

Su tema es el amor y la situación se describe como soledad y tristeza. La causa


inmediata es que mantiene el apego a la imagen de su esposa de la cual se ha
separado. La causa implícita es que ese apego se extiende a los pequeños hijos,
quienes estarían muy afectados. El elemento complementario es que nuestro
consultante usa a los hijos como excusa de su apego y argumenta el regreso a la
mujer pidiéndole que se enfoque en ellos y no en los sentimientos hacia él.

Cristina tiene 44 años, se desempeña como administradora de empresas y envió sus


inquietudes el año 2010.
132

“Quisiera saber si mi ex pareja, volverá conmigo o simplemente debo olvidarlo. El se está acercando a
mí como amigo, pero no me ha insinuado nada más..... yo no quiero hacerme ilusiones que no
corresponde, porque me haría mucho daño... qué debo hacer????. Si no es así, encontraré a alguien.....
llevo 4 años sin pareja...... y cada día me siento más sola. Estoy super confundida, y no quiero hacerme
ilusiones porque cosas que no serán”.

Motivada por el amor, su situación actual se describe como soledad. El que fue su
compañero la ronda sin pronunciarse sobre un posible regreso. La causa inmediata
de dicho estado es el temor a volver a experimentar un rechazo, que causó tanto
dolor a la consultante. La causa implícita es la desconfianza que ella experimenta
sobre las verdaderas intenciones de tan galano señor. La causa complementaria es
que lleva cuatro años sin pareja desde su separación y el estar sola le pesa
demasiado.

Germania es una ama de casa de 27 años y nos escribe por allá por el año 2008.

“Mi consulta urgente. Bueno les paso aconta rsulta que tengo la posibilidad de comprar una casa pero
esta casa tiene 9 herederos lo cual hace un mes fallecio una de ellos dejando dos hijos quedaron en
venderle la casa a u7no de los hermanos pero por rensillas con la esposa de el no quieren y como
segunda opcion entramos nosotros quiero saber si sigo adelante o hecho todo atras estoy
desesperada por una respuesta ya que me endeude y estoy enferma ya que tengo diabetes y esto me
perjudica demasiado”.

El motivo ahora es la economía. La situación se describe como desesperación y


tendría como causa inmediata el descontrol vital por el que pasa la consultante. La
causa implícita sería el endeudamiento que daña la economía personal. La causa
complementaria tiene su complejidad, pues por un lado tenemos el deterioro de la
salud de la interesada y lo enredado que resulta adquirir una vivienda a una
sucesión no saneada, produciéndose un círculo vicioso entre mala salud y mala
economía.

“Anabella es una mujer de 39 años que se gana la vida en forma independiente. Nos
escribió en febrero del año 2009.

“Tengo un problema de falta de decisión. Hace meses que sostengo una relacion con una persona
casada, yo no tengo compromisos...es todo muy lindo...me dice que tomara la decision de dejar su
familia...que me dice ud.”.

Su motivo es el amor y el estado es de incertidumbre. La consultante señala que su


situación es de indecisión, sin embargo, al leer con atención el mensaje, es posible
percatarse que la indecisa no es ella sino su contraparte amorosa, estado
dubitativo que en la interesada provoca la situación de incertidumbre. La causa
inmediata es el desconocimiento. ¿Qué se desconoce?. Lo acabamos de expresar: la
consultante no sabe si este galán que le hace ver el mundo color de rosa será capaz
de tomar la decisión de dejar a la familia que ha formado por su lado. La causa
implícita es que la consultante anhela que se haga realidad el intenso deseo de que
el enamorado se venga a vivir permanentemente junto a ella. La causa
133

complementaria resulta ser corriente en estos casos: la contraparte erótica


mantiene relaciones, ataduras y apegos que vienen desde antes: esposa y familia.

Joaquina es una ama de casa de 25 años que nos escribe el año 2008. Dice que:

“Mi asunto son las dudas. Me gustaria saber que va a pasar con mi matrimonio, el me fue infiel, lo
perdone pero aun me duele, soy demasiado desconfiada, no le creo mucho, el dice q todo se acabo q
solo yo le importo, es por eso que quiero saber como ve en el futuro mi matrimonio, muchas gracias”.

Nuevamente el motivo es el amor, estando la consultante en una situación descrita


como de desconfianza, confesada por ella misma. La causa inmediata ha sido el
desengaño sufrido por la falta de sinceridad del marido. La causa implícita ha sido
la infidelidad de su esposo por ella descubierta, lo cual es obvio, pues la infidelidad
se descubre y no se notifica clamándola a los cuatro vientos. La causa
complementaria es que el amorío extramarital de su contraparte ha sido perdonado
a pesar del dolor causado y una re incidencia sería fatal para seguir con una
relación sana.

Ernestina se desempeña como empleada, sin indicar mayores detalles de su


actividad, tiene 52 años y no escribe el año 2009. Dice que:

“Quiero saber las espectativas sobre mi relacion sentimental. Tengo 52 despues de algunas relaciones
con hombres menores que yo he iniciado una relacion con un hombre mayor 5 años que
lamentablemente no esta libre aun pero mis sentimientos son muy intensos quiero saber si vale la
pena esperarlo a que solucione su situacion el dice que me quiere que tenga paciencia ......gracias de
antemano”.

El amor sigue motivando. La situación de esta mujer madura es de tensión y la


causa inmediata es la incertidumbre, la cual, para variar, es causada por un
tercero, precisamente quien debería ser una fuente de felicidad, seguridad y
armonía como se supone corresponder a la fuente o proyección de nuestros amores
(según se mire). La causa implícita es la indecisión de ese enamorado cincuentón
por quien la consultante siente intenso apego. La causa complementaria reside en la
petición de paciencia formulada por él, para conseguir el divorcio (o la valentía de
abandonar todo por quien se ama de verdad).

Selena se desempeña como administrativo contable y tiene tan sólo 20 años. Nos
escribió el año 2009 diciendo que:

“Llevo 2 años junto a mi pareja, pero resulta que conocía a una persona hace menos de una semana la
cual me movio el piso, no besamos pero fui incapaz de contarle esto a mi pareja menos terminar con la
relación, la cosa es que no se que hacer ya que en estos momentos solo pienso en aquellos instantes
que pase con este recién conocido. Que Puedo hacer?”.

El motivo es el amor, confuso, pero amor. La situación de esta fogosa joven es


compleja: obsesión y desconcentración. Obsesión por cierto momento de eros
desatado y desconcentración de sus cotidianeidades. La causa inmediata ha sido un
134

sensual encuentro con un nuevo pretendiente, no sabemos si pasajero o


establecido, pero que ha dejado huella. La causa implícita es el recurrente
recuerdo de esos momentos placenteros con el recién aparecido. La causa
complementaria es que la novel infractora tiene pareja estable con historia: desde
hace dos años.

Madreselva es una trabajadora de 25 años, que consulta el año 2009.

“En estos momentos estoy embarazada no estoy con el papa de mi hijo porq no estamos enamorados y
el ya tiene otro hijo pero tampoco esta con el .yo quiero saber si algun dia estaremos juntos o
tendremos una familia....gracias”.

En este caso el motivo es la familia, bordea el tema del amor pero no alcanza a ser
amor, como se verá. La situación la hemos descrito como obsesión. La causa
inmediata sería la idea fija y un tanto fantástica de formar una familia o pareja
estable. La causa implícita es que la fijación en la convivencia permanente es con el
padre del hijo que ella espera. La causa complementaria no pierde complejidad,
pues ni ella ni él están enamorados ni tampoco el fugaz galán tiene una historia
impoluta: tiene desde antes un hijo y tampoco vive a su lado dándole la protección
que corresponde.

Edelmira tiene 44 años y su actividad ha sido secretaria, aun que en estos


momentos permanece como ama de casa. Nos escribió el año 2009, diciendo que:

“Quisiera hacer un curso de terapias de flores de bach, pensando en el futuro, mi marido tiene
cancer, y temo que pueda morir, no se si estudiar flores de bach o estudiar algo mas concreto como
computacion, o ingles, ya soy secretaria. Mi marido tiene un tumor cerebral, que fue extirpado no en
su totalidad, los dres, le dan algunos años mas de vida, el no lo sabe. Tengo 3 hijos uno en la
universidad y dos en el colegio. Sè que deberia trabajar como secretaria, pero mi marido prefiere que
este en casa. y me siento muy desanimada. Que sera de mi futuro”.

Se ha establecido el motivo, por la complejidad del caso, como desorden de


ansiedad. La situación de la consultante se ha descrito también de manera
compleja: impotencia, expectativa dolorosa, desesperanza y descontrol de su vida.
La causa inmediata parece ser la completa incertidumbre que vislumbra sobre su
futuro. La causa implícita es la grave y mortal enfermedad que dice padecer su
marido. La causa complementaria sería la necesidad de lograr ingresos para
mantenerse ella y sus tres hijos, aún estudiando, en cualquiera de los escenarios
imaginables.

Graciela tiene 26 años y se desempeña como promotora. En el año 2008 dijo lo


siguiente:

“Estoy muy preocupada por mi. quisiera saber que es lo mejor para mi ya que me encuentro en una
encrusijada con mi vida que no se que haser en cuanto a lo amoroso y en cuestion familiar y de trabajo
espero me puedan ayudar dandome antecedentes de mi futuro o algo para poder saber que estoy
135

haciendo mal que nada me resulta y siempre termino hechandome la culpa de todo y cuestionandome
por mi poca seguridad en todo lo que hago”.

Su caso también se diagnosticó motivado por desorden de ansiedad y la situación


anímica se describió como expectativa dolorosa y descontrol de su vida, esto
último por la ausencia de claridad de acción en variados aspectos de su vida. La
causa inmediata se identificó como inseguridad, cuestión que reconoce la propia
interesada. La causa implícita encontrada fue la falta de logro tanto en los
aspectos sentimentales, como familiares y laborales de la consultante. La causa
complementaria sería el sentimiento culposo que la embarga a cada paso.

Nácar es una joven mujer de 30 años quien se ha desempeñado como secretaria.


Nos escribió el año 2009 para consultar:

“Se trata de la muerte de un hijo. Mira mi bebe se mueri dentro de mi yo tenia 38 semanas de
embarazo ...y bueno tengo una pena tremenda el 27 de junio se cumple ya un mes y aun no entiendo el
para que nos paso esto a mi con mi marido por que algún mensaje tiene que haver , o que me digan
como seguira mi vida”.

El motivo es la familia y la situación se describe como de duelo y dolor. La causa


inmediata es la desencarnación reciente del hijo que esperaba. La causa implícita
es que esto, de forma desconcertante para los padres, ella y su esposo, ha ocurrido
escasos días antes del alumbramiento, o sea, en circunstancias en las que se
esperaba vida el resultado ha sido muerte. El elemento complementario es la
desorientación en la cual se asfixian tanto ella como su familia.

Angelines tiene 47 años de edad. Se desempeña como radio-operadora. Relató su


situación el año 2009.

“qisiera saver si se me solucionara los problemas financieros estoy hipotecando la casa para cancelar
todo y poder pagar solo una letra pero me da mucho miedo ..tanta insertidumbre tanto años y me
ciento tan cansada quisiera dormir por siempre me siento muy sola ..algo que me llene de luz habra en
mi vida”.

El motivo ahora es economía y la situación se describe como una mezcla de temor,


incertidumbre y soledad. La causa inmediata de tanta opresión es la existencia de
una deuda que la ha empujado a hipotecar su vivienda. La causa implícita sería la
permanente ansia de dormir que manifiesta la consultante. La causa
complementaria tiene su complejidad pues, por una parte, el marco general insinúa
una depresión que no está diagnosticada por un terapeuta y, por otra, estaría en
juego bienes en los que la involucrada ha invertido esfuerzo, ahorro y sacrificios.
136

ANEXO 3

Gráficos

Gráfico 1.- Grupos ocupacionales de los consultantes chilenos

Grupos ocupacionales (%)

otros 0,6
pensionado 0,7
Empresario 0,9
conductor de vehiculo 1
servicios personales 1,5
gerente/administrador 2,7
independiente 3,3 %
obrero/jornalero 3,6
ventas/vendedor 6,3
Profesional/técnico 22,5
Actividad no remunerada 26,7
Empleado/empleo oficina 30,1

0 5 10 15 20 25 30 35

Gráfico 2.- Actividades específicas más representadas de los consultantes chilenos

Actividades destacadas (% del total de actividades)

ingeniero 2,8

salud 4,2

educacion 5,8

ventas 6,3

estudiante 10,9
% del total de activ

secretaria 11,6

ama de casa 15,8

empleados (excepto… 18,5

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0


137

Gráfico 3.- Distribución etaria de los consultantes

Grupos etarios (%)

64 70 0,3
57 63 2,8
50 56 7,4
43 49 15,0
36 42 22,1
29 35 23,3
22 28 18,2
16 21 6,5
14 15 0,4

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0

Gráfico 4.- Grupos etarios de los consultantes según sexo

Grupos etarios según sexo (% de su grupo)


30,0
24,8
25,0 23,9

20,7 21,2
20,1
20,0
16,6
14,9
15,0 fem (%)
10,3 masc (%)
10,0 7,56,9
6,76,2
5,5
5,0 2,2
0,30,7 0,20,7
0,0
14 15 16 21 22 28 29 35 36 42 43 49 50 56 57 63 64 70
138

Gráfico 5.- Estado civil de los consultantes

Estado civil de la población (%)


40,0 35,4
33,9
35,0
30,0
25,0
20,0
13,7 %
15,0 10,2
10,0 6,4
5,0 0,3
0,0
casado soltero separado convive convivía viudo

Gráfico 6.- Estado civil de los consultantes según grupos etarios

Estado civil según grupo etario (% del total)


30,0

25,0
1,2
2,4
20,0 1,2 viudo
2,4
2,8 4,0 convivía
0,6 2,4
15,0 convive
4,3 0,6
5,8 1,2 separado
0,3 2,4
1,2 soltero
10,0 0,0
13,8 3,7 0,6
casado

5,0 10,1 10,4 0,6


9,5 0,6
8,0 1,5
0,3
0,0
0,0 2,8 2,4 0,0
0,0
0,9
0,9 0,0
0,6
0,0 0,0 0,3
14 15 16 21 22 28 29 35 36 42 43 49 50 56 57 63
139

Gráfico 7.- Estado civil según grupo etario respecto a su propio grupo

Estado civil según grupo etario (% de su propio grupo)


100% 0,0 2,6 4,3
0,0
5,8 5,1
11,6 11,1
10,5 8,5
90% 13,0
10,3
0,0
11,1
80% 2,9 11,6
17,0
16,7
70% 4,3
60,0 viudo
20,3 27,8
60% convivía
24,4
50% 100,0 convive
65,2 17,4 5,6
86,8 separado
40% 0,0
66,0 soltero
30%
casado
43,6 44,4
20% 37,7 40,0

10%
13,0
0% 0,0 2,6
14 15 16 21 22 28 29 35 36 42 43 49 50 56 57 63

Gráfico 8.- Estado civil de los consultantes según su sexo

Estado civil según sexo (% del total de cada sexo)


fem masc

38,7
36,9
32,3 32,5

19,4

12,8
10,9
6,5 6,6
3,2
0,4 0,0

casado soltero separado convive convivía viudo


140

Gráfico 9.- El consultante y su relación de pareja

El consultante mantiene una relación de pareja (% del total)

61,2

35,4

2,4 1,1

si tenia no nunca

Gráfico 10.- Relación de pareja según géneros femenino y masculino

Géneros masculino y femenino mantienen relación (% de su género)


70 63,8

60
53,5

50
43,0

40
33,2 % del total de fem
30 % del total de masc
20

10
2,2 1,2 0,8 2,3
0
si tenia no nunca

Gráfico 11.- Relación de pareja según géneros lésbico y gay

Géneros lésbico y gay mantienen relación (% de su


género)
70
60,0
60
50
% del total de fem
40 33,3 33,3 33,3
lesb
30
20,0 20,0 % del total de masc
20
gay
10
0,00,0
0
si tenia no nunca
141

Gráfico 12.- Existencia de relación de pareja según edad

Mantiene relación de pareja según estrato etario (% de su estrato)


120,0

100,0 0,0 3,1 2,2 0,9


0,0 1,0
2,0
0,0
3,0 0
3,7 0,0
3,3
6,3

9,4
33,3 25,9
80,0 36,3 35,8
36,0 45,5
42,9
nunca

60,0 no
tenia
si
40,0 81,2
66,7 70,4
62,8 61,0 61,2
51,6 54,5
20,0

0,0 0,0
14 15 16 21 22 28 29 35 36 42 43 49 50 56 57 63

Gráfico 13.- Objetivos buscados por los consultantes

Objetivos de los motivos de los consultantes (% del total


de menciones)
70,0 62,4
60,0
50,0
40,0
30,0
19,5
20,0 15,6 %
10,0 1,1 1,1 0,3
0,0
142

Gráfico 14.- Objetivos buscados por los consultantes según género

Objetivos de los consultantes según género (% del


propio género)
80,0 71,9 70,1
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0 13,9
% del total de fem
13,0
20,0 12,3 14,3
% del total de masc
10,0 0,20,4 1,12,2 0,20,4
0,0

Gráfico 15.- Motivo amor: temas específicos de los consultantes

Motivo amor
% de las menciones de temas relevantes en amor

sentimientos y emociones propias 1,2

hechos específicos 5,1

decisión 6,2

fidelidad 6,5

posible relación futura 7,6

sentimientos de otro 12,5

rehabilitar relación 14,8

su vida sentimental 19,2

pareja actual 24,6


143

Gráfico 16.- Motivo trabajo: temas específicos de los consultantes

Motivo trabajo
% de las menciones de temas relevantes en trabajo

38,8
23,8 19,7
12,9
4,8

su vida acceso al cambio de estabilidad cambio en el


laboral trabajo trabajo laboral trabajo

Gráfico 17.- Motivo familia: temas específicos de los consultantes

Motivo familia
% de las menciones de temas relevantes en familia

32,0
28,0

20,0
16,0

4,0

hijos familia en maternidad pareja o ex paternidad


general pareja

Gráfico 18.- Motivo economía: temas específicos de los consultantes

Motivo economía
% de las menciones de temas relevantes en economia
36,2

23,4
17,0 14,9
8,5

situacion vivienda dinero y deuda juicio en


economica negocios tribunal
144

Gráfico 19.- Motivo salud: temas específicos de los consultantes

Motivo salud
% de las menciones de temas relevantes en salud

67,7

22,6
9,7

salud en general sobre enfermedad nacimiento

Gráfico 20.- Motivo desorden de ansiedad: temas específicos de los consultantes

Motivo desorden de ansiedad


% de las menciones de temas relevantes en desorden de
ansiedad

61,1
38,9

control de la vida situación específica


145

Gráfico 21.- Expresión de agradecimiento de los consultantes al oráculo según género

agradecimiento según género respecto la población total

% de agradecidos % de la Población

80,9 79,5

18,2 19,3

0,4 0,4 0,4 0,8

fem masc lesb gay

Gráfico 22.- Mensaje de agradecimiento de los consultantes al oráculo según género

mensaje agradecimiento por género respecto población total

% con mensaje de agradecimiento % de la población


94,3

79,5

19,3

5,7
0,0 0,4 0,0 0,8

fem masc lesb gay


146

Gráfico 23.- Consultantes agradecidos del oráculo según grupo etario

Comparación población total y grupo de agradecidos según edad (% de cada


grupo)

sí dio las gracias (%) población (%)

25,4
23,3
22,3 22,1
21,0

18,2

15,0
12,5

9,4
7,4
6,5
5,4

2,2 2,8
0,4 0,4 0,0 0,3

14 15 16 21 22 28 29 35 36 42 43 49 50 56 57 63 64 70

Gráfico 24.- Descriptores de las situaciones críticas de los consultantes

Descriptores de situación crítica (%) independiente de sus motivos


25,0
22,2

20,0

14,2
15,0
12,3

10,0
7,1

4,9 %
5,0 4,1 4,1 3,8
3,3 3,3 3,0 3,0 2,7
2,5
1,9 1,6 1,6 1,6
1,1
0,5 0,3 0,3 0,3
0,0
incapacidad
inseguridad
desesperación

incertidumbre

abandono
abatimiento

vacío

duelo
desconcierto

impotencia

frustracion
desorientación

desconfianza
desesperanza

desilusión

impulso irresistible
dolor

descontrol

temor
expectativa dolorosa
tensión

soledad

obsesion
147

Gráfico 25.- Frecuencia de aparición de las causas inmediatas de las crisis

Orden de preponderancia de causas inmediatas de situación crítica (%)

por incapacidad 0,3


por desorientación 0,3
conflicto familiar 0,3
insinceridad 0,3
estudiar en paralelo con trabajar 0,3
por insatisfacción 0,3
sin pareja 0,3
por energías de terceros 0,6
no poder controlar (a persona) 0,6
incomprensión 0,6
por recurrencia traumática 0,6
por desencarnación 0,6
por timidez 0,6
fracaso 0,9
embarazo fuera de relación 0,9
por inseguridad 1,2
por temor (*) 1,4
%
por infidelidad 2,0
crisis de madurez (*) 2,0
dificultades de salud (*) 2,0
por sorpresa en amor (*) 2,3
por desconfianza y/o informalidad 2,3
por acoso (*) 2,6
por decepción (*) 2,9
por ingresos limitados (*) 2,9
por cesantía (*) 3,5
por relación en crisis o disminución o anulación… 4,9
por apego (*) 5,5
por descontrol vital 5,8
por no ser correspondido o relación no… 6,1
por indecisión 6,9
corte de relación o alejamiento de pareja 16,1
incertidumbre 22,5

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0


148

Gráfico 26.- La incertidumbre de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa incertidumbre (%)

temor 1,3
desconcierto 1,3
descontrol 2,6
desesperanza 2,6
soledad 2,6
impotencia 3,8 %
desesperación 5,1
dolor 9,0
expectativa dolorosa 30,8
tensión 41,0

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0

Gráfico 27.- El descontrol vital de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa descontrol vital (%)

impotencia 5,0

desorientación 5,0

temor 10,0

abatimiento 10,0
%
desesperación 10,0

expectativa dolorosa 15,0

tensión 45,0

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0


149

Gráfico 28.- La indecisión de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa indecisión (%)

temor 4,2
descontrol 4,2
desesperación 4,2
vacío 8,3
desconcierto 12,5 %
expectativa dolorosa 12,5
desorientación 16,7
tensión 37,5

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0

Gráfico 29.- El corte o alejamiento de pareja del consultante y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa corte o alejamiento de pareja (%)

frustración 1,8
desesperanza 3,5
inseguridad 3,5
desconcierto 3,5
abatimiento 5,3
vacío 5,3
incertidumbre 8,8 %
tensión 8,8
desesperación 10,5
soledad 10,5
expectativa dolorosa 10,5
dolor 26,3

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0


150

Gráfico 30.- La relación de pareja en crisis y sus efectos en los consultantes

Efectos críticos de la causa relación de pareja en crisis (%)

dolor 4,5

desconfianza 13,6

inseguridad 13,6

desconcierto 13,6
%

desorientación 22,7

tensión 27,3

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0

Gráfico 31.- La relación no concretada del consultante y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa relación no concretada (%)

desilusión 4,0

desesperanza 4,0

vacío 8,0

expectativa dolorsa 12,0

impotencia 12,0 %
desorientación 12,0

tensión 16,0

dolor 32,0

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0

Gráfico 32.- La desconfianza del consultante y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa desconfianza (%)

desesperanza 10,0

expectativa dolorosa 10,0

incertidumbre 20,0
%
inseguridad 30,0

tensión 30,0

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0


151

Gráfico 33.- La infidelidad entre los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa infidelidad (%)

desesperación 14,3

expectativa dolorosa 14,3

dolor 14,3
%
abatimiento 28,6

descontrol 28,6

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0

Gráfico 34.- La cesantía de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa cesantía (%)

desesperanza 8,3

impotencia 8,3

abatimiento 16,7

desorientación 16,7 %

expectativa dolorosa 16,7

dolor 25,0

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0

Gráfico 35.- Los apegos de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa apego (%)

impulso irresistible 5,0


descontrol 5,0
desesperanza 5,0
desesperación 5,0
expectativa dolorosa 5,0
tensión 5,0 %
incapacidad 10,0
desorientación 10,0
desconcierto 20,0
obsesión 30,0

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0


152

Gráfico 36.- Los ingresos limitados de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa ingresos limitados (%)

temor 10,0

descontrol 10,0

abatimiento 20,0
%
tensión 20,0

incertidumbre 40,0

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0

Gráfico 37.- El acoso vivido por los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa acoso (%)

desconcierto 11,1

impotencia 11,1

temor 11,1
%
tensión 22,2

desorientación 44,4

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0

Gráfico 38.- La decepción sufrida por los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa decepción (%)

impotencia 10,0

expectativa dolorosa 10,0

desilusión 20,0
%
desconfianza 30,0

dolor 30,0

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0


153

Gráfico 39.- Expresión de agradecimiento al oráculo del total consultantes comparado


con el grupo en situación crítica

Agradecimiento población total versus


agradecimiento en situación crítica (%)

Sí agradece No agradece

70
60

40
30

En situación crítica (%) En población total (%)

Gráfico 40.- Mensaje de agradecimiento al oráculo del total consultantes comparado


con el grupo en situación crítica

Mensaje especial agradecimiento


población total versus mensaje en
situación crítica (%)
80 76
71
70
60
50
40 29 Sí agradece
30 24
20 No agradece
10
0
En situación En población
crítica (%) total (%)
154

Gráfico 41.- Expresión de agradecimiento al oráculo del grupo de consultantes en situación no-
crítica comparado con el grupo en situación crítica

Agradecimiento población en situación


no crítica versus agradecimiento en
situación crítica (%)
80 75
70 60
60
50 40
40 Sí agradece
30 25
No agradece
20
10
0
En situación En situación
crítica (%) no crítica (%)

Gráfico 42.- Mensaje de agradecimiento al oráculo del grupo de consultantes en


situación no-crítica comparado con el grupo en situación crítica

Mensaje de agradecimiento
población en situación no crítica
versus mensaje en situación no
crítica (%)
100 95
90
80 71
70
60
50 Sí agradece
40 29
30
20 No
10 5
0 agradece
En En
situación situación
crítica no crítica
(%) (%)
155

ANEXO 4

CUADROS

Cuadro 1.- Cantidad de consultantes según número de preguntas por cada consulta

Cantidad de
consultantes (%
Tipo de consulta
del total de
consultantes)
de cuatro preguntas 2,9
de tres preguntas 10,1
de dos preguntas 26,1
de una pregunta 60,9
Total 100,0

Cuadro 2.- Cantidad de consultantes según número de motivos de cada consultante

Cantidad de consultantes (%) según cantidad de motivos


Cantidad de motivos por Volumen de consultantes (%
consultante del total de consultantes)
Uno 78,0
Dos 15,1
Tres 5,7
Cuatro 1,1
Cinco 0,1
Total 100,0

Cuadro 3.- Preponderancia de los motivos de los consultantes

%
Motivos de los consultantes %
acumulativo

Amor 50,1 50,1


Trabajo 14,5 64,6
Familia 10,6 75,2
Economía 8,9 84,1
General 3,6 87,7
Salud 3,1 90,8
Administrativo 2,2 93,0
Estudios 1,2 96,1
Desorden de ansiedad 1,1 94,1
Magia 1,1 97,2
Símbolos 1,1 98,3
Emotividad 0,9 99,2
Espiritualidad 0,8 94,9
Plan 0,7 99,9
Suerte 0,1 100,0
156

Cuadro 4.- Preponderancia de los motivos de los consultantes según género

% del total % del total


Motivos
femenino de masculino

Amor 51,0 44,4


Trabajo 12,6 20,2
Familia 9,5 7,6
Economía 9,0 8,6
General 3,8 4,0
Salud 3,5 4,5
Administrativo 2,2 3,5
Desorden de ansiedad 2,2 1,5
Espiritualidad 0,9 0,5
Estudios 0,7 3,0
Magia 1,2 1,0
Símbolos 1,4 0,0
Emotividad 1,0 0,5
Plan 0,9 0,0
Suerte 0,0 0,5

Cuadro 5.- Importancia de los motivos de los consultantes según frecuencia y según
lugar prioritario en su consulta

Importancia
Importancia
por cantidad
por ser
Motivos de los de veces que
mencionado
consultantes ha sido
en primer
mencionado
lugar (%)
(%)
Amor 50,1 57,7
Trabajo 14,5 13,5
Familia 10,6 7,2
Economía 8,9 5,7
General 3,6 4,3
Salud 3,1 1,7
Administrativo 2,2 2,8
Estudios 1,2 1,1
Desorden de ansiedad 1,1 2,1
Magia 1,1 0,3
Símbolos 1,1 1,5
Emotividad 0,9 0,9
Espiritualidad 0,8 0,5
Plan 0,7 0,7
Suerte 0,1 0,0
157

Cuadro 6.- Relevancia de los motivos de los consultantes expresado como dualidades
de motivos

Secuencias duales relevantes Frecuencia (% del


total de menciones)

Amor-trabajo 2,8
Trabajo-amor 2,5
Amor-familia 2,7
Familia-amor 0,9
Amor-economía 1,2
Economía-amor 0,9
Trabajo-economía 1,7
Economía-trabajo 0,4
Economía-familia 1,2
Familia-economía 0,9
Trabajo-familia 0,8
Familia-trabajo 0,8

Cuadro 7.- Relevancia de los motivos de los consultantes expresado como dualidades
de motivos refundidas

% dentro del
Secuencias duales
total de
relevantes fundidas
secuencias

amor/trabajo 13,6
amor/familia 9,2
amor/economía 5,4
trabajo/economía 5,4
economía/familia 5,4
trabajo/familia 4,1
Total 43,1
158

Cuadro 8.- Frecuencia de los descriptores de situaciones críticas según los motivos
que impulsan a los consultantes

Veces de Veces de
aparición del aparición del
Descriptor Motivo Descriptor Motivo
descriptor descriptor en
en el motivo el motivo
economía 4 desconfianza amor 6
desorden de ansiedad 7 amor 6
trabajo 9 trabajo 2
Tensión
familia 8 familia 4
impotencia
desorden de
amor 53 1
ansiedad
economía 1 economía 1
Trabajo 3 amor 5
Dolor Obsesión
Familia 2 familia 1
Amor 39 amor 5
Economía 6 trabajo 1
desesperanza
desorden de
Trabajo 5 3
expectativa ansiedad
dolorosa desorden de ansiedad 2 desilusión amor 4
Familia 6 descontrol amor 4
Amor 33 trabajo 1
desorden de
desorden de ansiedad 6 4
ansiedad
desorientación Familia 1 economía 3
Trabajo 1 abatimiento amor 3
Amor 18 familia 1
desconcierto Amor 18 trabajo 2
desorden de
Amor 13 4
inseguridad ansiedad
familia 2 economía 2
amor 9 frustración amor 3
Soledad
familia 1 trabajo 2
amor 8 economía 1
familia 2 incapacidad amor 2
impulso
desesperación trabajo 1 amor 1
irresistible
desorden de ansiedad 1 Duelo familia 1
economía 3 Temor trabajo 2
desorden de
amor 7 4
ansiedad
incertidumbre familia 2 economía 5
economía 2 abandono trabajo 1
159

Cuadro 9.- Causas inmediatas que provocan la tensión

Causa inmediata % de casos

por incertidumbre 39,0


por descontrol vital 11,0
por indecisión 11,0
por relación en crisis o disminución del sentimiento 7,3
corte de relación o alejamiento de la pareja 6,1
por no ser correspondido o relación no concretada 4,9
por desconfianza o informalidad 3,7
por ingresos limitados 2,4
por mala salud 2,4
por acoso 2,4
Timidez 2,4
por apego 1,2
por desorientación 1,2
por insatisfacción 1,2
por estudiar paralelamente con trabajar 1,2
falta de madurez 1,2
Inseguridad 1,2
TOTAL 100,0

Cuadro 10

Frecuencia de aparición de las causas inmediatas del dolor

Causa inmediata % de casos


corte, abandono o alejamiento 38,5
por incertidumbre 17,9
por no ser correspondida/o 15,4
por pérdida de empleo 7,7
por decepción 7,7
falta de logro para concretar en amor 5,1
por desencarnación 2,6
crisis de pareja 2,6
Infidelidad 2,6
TOTAL 100,0
160

Cuadro 11.- Causas de la expectativa dolorosa

Causa inmediata %

por incertidumbre 48,0


corte, abandono o alejamiento 12,0
temor a la infelicidad 6,0
por descontrol vital 6,0
por indecisión 6,0
por inseguridad 4,0
por no ser correspondida/o 4,0
por cesantía prolongada 2,0
por amenaza de despido 2,0
falta de logro para concretar 2,0
Infidelidad 2,0
decepción o frustración 2,0
Desconfianza 2,0
apego a recuerdo 2,0
TOTAL 100,0

Cuadro 12.- Causas inmediatas de la desorientación

Causa inmediata %

crisis pareja 17,2


por indecisión 13,8
por inmadurez 13,8
sentimiento oculto o no concretar 10,3
agresividad y contradicción 10,3
por cesantía 6,9
regreso de pareja o ex 6,9
apego a imagen o persona 6,9
por descontrol vital 3,4
por recurrencia 3,4
por agresividad en familia 3,4
sorpresa en amor 3,4
TOTAL 100,0

Cuadro 13.- Causas inmediatas de la situación de desconcierto

Causa inmediata %

actitud de pareja o ex 21,1


apego y obsesión 21,1
Indecisión 15,8
Crisis 10,5
Corte 10,5
Agresividad 5,3
Incertidumbre 5,3
Incomprensión 5,3
Desamor 5,3
TOTAL 100,0
161

Cuadro 14.- Causas inmediatas de la situación de inseguridad

Causa inmediata %

Desconfianza 21,4
corte o abandono 14,3
Fracaso 14,3
crisis pareja 14,3
crisis madurez 14,3
lo desconocido 7,1
por relación destructiva 7,1
por pérdida embarazo 7,1
TOTAL 100,0

Cuadro 15.- Causas inmediatas de la situación de soledad

Causa inmediata %

corte relación o abandono 54,5


Incertidumbre 18,2
sin pareja 9,1
Temor 9,1
embarazo fuera de relación 9,1
TOTAL 100,0

Cuadro 16.- Causas inmediatas de la situación de desesperación

Causa inmediata %
corte relación o abandono 40,0
por incertidumbre 26,7
por descontrol vital 13,3
por indecisión 6,7
por infidelidad 6,7
por extravío de perro 6,7
TOTAL 100,0

Cuadro 17.- Causas inmediatas de la situación de incertidumbre

Causa inmediata %
por corte relación o abandono 35,7
por embarazo fuera de relación 14,3
por consecuencia económica 14,3
por informalidad 14,3
por regreso de pareja 7,1
por ingresos limitados 7,1
por deuda 7,1
TOTAL 100,0
162

Cuadro 18.- Causas inmediatas de la situación de impotencia

Causa inmediata %
por amar sin ser correspondido/a 23,1
por incertidumbre 23,1
por no poder controlar (persona) 15,4
por crueldad de pareja 7,7
por frustración 7,7
por descontrol vital 7,7
por cesantía 7,7
por esterilidad 7,7
TOTAL 100,0

Cuadro 19.- Causas inmediatas de la situación de descontrol

Causa inmediata %
por infidelidad 15,4
por incertidumbre 15,4
dificultades de salud 15,4
por corte o alejamiento 7,7
por apego 7,7
por conflictos familiares 7,7
por energías de terceros 7,7
por indecisión 7,7
por inseguridad 7,7
por economía inmanejable 7,7
TOTAL 100,0

Cuadro 20.- Causas inmediatas de la situación de abatimiento

Causa inmediata %
por corte o alejamiento 25,0
dificultades económicas 16,7
por infidelidad 16,7
por descontrol 16,7
por energías de terceros 8,3
por cesantía 8,3
por amenaza de despido 8,3
TOTAL 100,0
163

ANEXO 5

Descriptores de las situaciones críticas de los consultantes

Indecisión.- Falta de decisión. Incapacidad para cortar, resolver. Incapacidad para


formar juicio definitivo sobre algo dudoso o contestable. Incapacidad para tomar
determinación de algo. Pérdida de la voluntad para tomar una determinación102.

Tensión.- Estado anímico de excitación, impaciencia, esfuerzo o exaltación, como


respuesta a situaciones agobiantes originadas en el entorno103. Se va a usar este
concepto evitando el de “estrés” debido a la utilización abusiva de esta expresión
en la prensa, la publicidad y la literatura corriente.

Dolor.- Experiencia sensorial y emocional no placentera que se asocia con daño real
o potencial a órganos o tejidos. Cuando está fuera de proporción con respecto a la
situación podría restringir la capacidad de una persona de tener una vida
productiva, significativa y funcional104.

Expectiva dolorosa.- Posibilidad concebida por el sujeto de llegar a sentir dolor.


Sentimiento de desamparo, o desprotección o inquietud que se percibe como una
posibilidad esté o no asociado a una situación en particular. Se usará este
concepto, más general o ambiguo, evitando el uso de angustia y de ansiedad, en
atención al uso abusivo de ellos en la prensa, la publicidad y a la falta de
información precisa del estado anímico o espiritual del consultante.

Desorientación.- Caer en la confusión, ofuscación o extravío105.

Desconcierto.- Estado de ánimo de desorientación y perplejidad106. Es decir, a la


desorientación se suma la irresolución o duda de lo que se debe hacer.

Inseguridad. Falta de seguridad. Falta de certeza o del conocimiento seguro y


claro de algo107.

Desesperación.- Pérdida total de la esperanza108. Sería lo contrario a integridad o


aplomo.

Impotencia.- Falta de poder para hacer algo109.

102
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
103
Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
104
Adaptado de Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
105
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
106
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
107
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
108
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
109
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
164

Descontrol.- Falta de control, de orden, de disciplina110.

Abatimiento.- Postración física o moral111. Abatir es hacer que algo caiga o


descienda. Se traduce en la pérdida del ánimo, las fuerzas, el vigor112. En el
trastorno de la depresión se puede presentar el abatimiento persistente del
humor113. Se puede hablar de síntoma de abatimiento cuando la persona siente las
piernas o los brazos pesados o inertes114.

Incertidumbre.- Falta de certeza. Pérdida del conocimiento seguro y claro de algo.


Pérdida de la firme adhesión de la mente a algo conocible, con temor de errar115.

Temor.- Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera dañoso,
arriesgado o peligroso116.

Soledad.- Es el sentimiento prolongado, desagradable, involuntario, de no estar


relacionado significativamente o de manera próxima con alguien. Se habla de dos
tipos de soledad: 1) Soledad por aislamiento emocional, que deriva de la ausencia de
una relación íntima con una figura de apego. Esta es la experiencia más
desagradable; y 2) Soledad por aislamiento social, que ocurre por falta de lazos
con un grupo social cohesivo de pertenencia (una red social de amigos o una
organización vecinal)117. En este estudio nos referiremos principalmente al primer
tipo de soledad.

Desesperanza.- Mantenimiento de una serie de expectativas negativas o pesimistas


con respecto al presente y el futuro118.

Vacío.- Falta, carencia o ausencia de alguna cosa o persona que se echa de menos119.

Desconfianza.- Falta de confianza. Perder la esperanza firme que se tiene de


alguien o algo120.

Obsesiones.- Ideas, pensamientos, impulsos o imágenes persistentes que se


experimentan por parte del individuo como intrusas y sin sentido; el individuo
intenta ignorar o suprimir este tipo de pensamientos o impulsos, o bien trata de

110
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
111
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
112
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
113
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
114
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
115
Adaptado de Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
116
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
117
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
118
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
119
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
120
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
165

neutralizarlos a través de otros pensamientos o acciones, reconociendo que son


producto de su mente y no están impuestas desde afuera121.

Frustración.- Situación en la que se halla el sujeto cuando encuentra un obstáculo


que no le permite satisfacer un deseo o alcanzar una meta. / Estado de vacío o de
anhelo insaciado que surge cuando la persona se encuentra frente a un impulso,
deseo u objetivo que no puede satisfacer122.

Desilusión.- Perder las ilusiones. Perder el concepto, imagen o representación que


se tenía de alguien o de algo. Perder la esperanza cuyo cumplimiento parece
especialmente atractivo123.

Incapacidad.- Falta de capacidad para hacer, recibir o comprender algo. Pérdida


de la aptitud, del talento, de la cualidad que disponía alguien para el buen ejercicio
de algo124.

Impulso.- Tendencia a actuar sin una deliberación previa. Fenómeno contrario a un


acto de voluntad. / Impulso afectivo: tendencia innata en virtud de la cual un
organismo aspira al contacto, físico o emocional, con otro organismo. / Impulsos
biológicos: conjunto de movilizadores innatos de la conducta, que reflejan las
necesidades de los órganos y los procesos fisiológicos del organismo125.

Impulso irresistible.- El impulso irresistible sería una redundancia, pues la


expresión “impulso” por sí misma indica que el acto es contrario a lo volitivo, por
tanto, no sería posible resistir la tendencia a realizarlo.

Duelo.- Respuesta emocional de la(s) persona(s), posterior a la muerte de una


persona querida. Como parte de su reacción de pérdida, algunos individuos afligidos
presentan síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (p. e.
sentimientos de tristeza y síntomas asociados como insomnio, anorexia y pérdida
de peso). La persona con duelo valora el estado de ánimo depresivo como “normal”,
aunque puede buscar ayuda profesional para aliviar los síntomas asociados como el
insomnio y la anorexia. La duración y la expresión de un duelo “normal” varían
considerablemente entre los diferentes grupos culturales. La presencia de ciertos
síntomas que no son característicos de una reacción de duelo “normal” puede ser
útil para diferenciar el duelo del episodio depresivo mayor126.

121
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
122
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.
123
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
124
Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
125
Vértices psicológicos. Glosario alfabético de términos psicológicos.
126
Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.

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