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Las conversaciones telefónicas, tanto como el correo electrónico, mensajes de texto y mensajes
instantáneos, no siempre son fáciles y algunas veces provocan malestar y confusión entre los
participantes. Los participantes de la conversación no pueden ver las caras o el lenguaje corporal
que permite descifrar la intención de una declaración ambigua. Es fácil evitar estos problemas si se
desarrollan buenos hábitos para la toma de una conversación telefónica.
Pasos a seguir:
2_ Debes darle a la persona en que se encuentra de la otra línea tu atención. Evita leer mensajes
de correo electrónico, los libros, mensajes de texto mientras estás en la conversación. La persona
en el otro extremo de la línea será capaz de discernir tu falta de atención a través de tus
respuestas cortas, con tono desinteresado. Si tienes una llamada en espera, no interrumpas la
conversación para responder a otras llamadas. Algunas personas consideran esto una violación
grave de la etiqueta. Si esperas una llamada importante, explica a la otra persona al principio de la
conversación que puedes tener que cortar la llamada en breve.
4: Haz preguntas a la persona en el otro extremo de la línea cuando hay una pausa en la
conversación. Estas preguntas pueden ser acerca de un interés común, sobre algo que la persona
ha dicho antes en la conversación telefónica, o sobre una noticia que es relevante para su vida.
5: Reconoce que estás escuchando a la otra persona por estar de acuerdo o en desacuerdo con
ella mientras hablan. Basta con decir "sí" a una declaración para demostrar que estás escuchando
y entiendes que está diciendo. Diciendo: "Bueno..." o "No" se abre la conversación a un nuevo
debate.
6: Dile a la persona en el otro extremo de la línea algo interesante que hayas hecho o visto
recientemente, o planes interesantes que has realizado. La clave es hablar de cosas que son
relevantes para tu vida e interesante para los demás.
Tan pronto alguien empieza a sentirse despreciado o criticado empieza a esconderse tras un muro
que lo deja incomunicado. La parte amenazada, quizá fingirá que sigue estando ahí, pero mental y
emocionalmente se ha retirado de la conversación.
La única manera de impedir que los demás se escondan tras ese muro y lograr una comunicación
efectiva cuando hablen contigo; es hacer que la persona con quien se está comunicando se sienta
segura e importante.