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I nvestigación

Desarrollo de las funciones ejecutivas


en niños preescolares.
Una revisión de su vínculo
con el temperamento
y el modo de crianza1
Executive function development in preschool children.
A review of its relation with temperament and upbringing

Cervigni Mauricio*
Florencia Stelzer**
Cecilia Mazzoni***
Miguel Ángel Álvarez****

Recibido: 29 de febrero del 2012 Aprobado: 15 de marzo del 2012

Resumen A b s t ra c t
El constructo “funciones ejecutivas” (ef) constituye The “executive functions” (ef) construct is term under
un término “paraguas” bajo el cual se han agrupado which different processes related to conscious control of
diferentes procesos destinados al control consciente thought, behaviour, and emotions have been grouped.
del pensamiento, el comportamiento y la afectividad. Research has shown that, during the preschool period

Cómo citar este artículo: Mauricio, C., Stelzer, F., Mazzoni, C. y Álvarez, M.A. Desarrollo de las *
Psicólogo de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (unr).
funciones ejecutivas en niños preescolares. Una revisión de su vínculo con el temperamento Doctor en Psicología de la Universidad Nacional de Rosario. Docente-investigador de la
y el modo de crianza. Revista Pensando Psicología, 8(15), 128-139. Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (unr). Cátedras de Residencia
1 Artículo de revisión que se enmarca en la línea de investigación denominada Clínica A (coordinador del área de Neurociencias Cognitivas) y trabajo de campo laboral
“Neurodesarrollo y vulnerabilidad social”, la cual es llevada a cabo en el Instituto Rosario A. Profesor adjunto de la cátedra Neuropsicología del Instituto Universitario del Gran
de Investigaciones en Ciencias de la Educación (irice-conicet/unr) y dirigida por el doctor Rosario (iugr), Rosario, Argentina. Correo electrónico: cervigni@irice-conicet.gov.ar
Raúl Gagliardi, director actual del Instituto. Dicha investigación tuvo lugar en octubre, **
Psicóloga de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (unr). Becaria
noviembre y diciembre del 2011. Doctoral del Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación (irice) y
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (conicet). Adscripta a la
cátedra Residencia Clínica A (co-coordinadora del Área de Neurociencias Cognitivas) de
la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (unr). Docente titular de
la cátedra Psicología Cognitiva de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales
(uces), Rosario, Argentina. Correo electrónico: stelzer@irice-conicet.gov.ar
***
Psicóloga de la Universidad del Rosario. Becaria Doctoral del Instituto Rosario
de Investigaciones en Ciencias de la Educación (irice) y del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (conicet). Integrante del área Neurociencia Cognitiva,
cátedra Residencia Clínica A de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de
Rosario (unr). Correo electrónico: mazzoni@irice-conicet.gov.ar
****
Psicólogo de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana (uh). Doctor en
Ciencias Psicológicas de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana (uh). Jefe
e investigador principal del Laboratorio de Neurocognición del Instituto de Neurología y
Neurocirugía (inn), La Habana, Cuba. Correo electrónico: exxpadero@yahoo.com

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Numerosas investigaciones han revelado que durante el these processes undergo significant improvement in their
periodo preescolar estos procesos experimentan mejoras performance. Even though multiple variables influence
significativas en su rendimiento. Si bien son diversas las this change, child temperament (t) and the mode of
variables que influirían en tales cambios, el temperamento upbringing (mc) have been highlighted as important
infantil (t) y el modo de crianza (mc) han sido resaltados factors in this development. Meaning to analyse the
como factores importantes asociados con tal desarrollo. correlation between ef, t and mc we will make a review
Con el objetivo de analizar la interrelación entre ef, t y of the main relations that have been established between
mc, se realizará una revisión de algunos de los principales these constructs during the preschool period. The review
vínculos establecidos entre estos constructos durante el reveals that, although multiple publications find relations
periodo preescolar. La revisión efectuada revela que, si bien between ef, t, and mc, the diversity of the employed de-
son numerosas las publicaciones que hallan un nexo entre signs makes the comprehension that govern said relations
las ef, el t y el mc, la diversidad de los diseños utilizados harder. We will conclude by pointing out some criteria to
dificulta la comprensión de los mecanismos que mediarían be considered in the design of further research to classify
tal vinculación. Se concluirá señalando algunas pautas a the relations between these constructs.
considerar para el diseño de futuras investigaciones que
podrían clarificar el vínculo entre tales constructos. Keywords: cognition, upbringing, development, execu-
tive functions, temperament.
Palabras clave: cognición, crianza, desarrollo, funciones
ejecutivas, temperamento.

Introducción Las ef presentarían un desarrollo posnatal


El constructo “funciones ejecutivas” (ef ) cons- prolongado, iniciándose alrededor del primer
tituye un término dentro del cual se han identi- año de vida y culminando su maduración du-
ficado diferentes procesos destinados al control rante el tercer decenio. Si bien las diferentes ef
consciente del pensamiento, el comportamiento presentan curvas de desarrollo dispares, ciertas
y afectividad. Entre estos pueden ser menciona- investigaciones han señalado que durante el
dos la memoria de trabajo, el control inhibitorio periodo preescolar se producen mejoras signi-
y la atencional, la planificación, la flexibilidad ficativas en el rendimiento de muchas de ellas.
cognitiva y la toma de decisiones, entre otros. Algunos estudios han señalado que los cambios
Tales procesos permitirían adaptar el compor- observados en estas durante dicho periodo esta-
tamiento en situaciones nuevas cuando las pau- rían influenciados por el temperamento del in-
tas de conductas habituales no son adecuadas. fante y el modo de crianza de los progenitores.
La importancia del correcto desarrollo de las ef Los conceptos temperamento (t) y modo de
para la adaptación social de los sujetos ha sido crianza (mc) constituyen constructos teóricos
señalada por diversas investigaciones (Frye, Ze- complejos sobre los cuales han sido delimitadas
lazo y Palfai, 1995; Zelazo et al., 2003). Algunos distintas dimensiones de estudio. Los principa-
estudios han hallado una relación entre el rendi- les aspectos evaluados en lo referido al mc han
miento en tareas que evalúan las ef y el desem- sido: a) la estimulación cognitiva proporciona-
peño en pruebas de inteligencia, rendimiento da por las progenitores; b) el establecimiento de
académico y competencias sociales (Blair y Ra- normas y el modo de disciplina; c) la sensibili-
zza, 2007; Bull, Espy y Wiebe, 2008; Lee, Lynn dad y capacidad de respuesta a las necesidades
y Fong, 2009). Asimismo, distintos trabajos han del menor y d) el reconocimiento de la auto-
caracterizado la semiología de algunos trastor- nomía del niño (Bornstein et al., 2006; Hug-
nos psiquiátricos y neurológicos como alteracio- hes y Ensor, 2006; Landry et al., 2002; Matas,
nes en las ef (Dowson et al., 2004; Sohlberg et Arend y Sroufe, 1978; Smith et al., 2004). Por
al., 2000; Passolunghi y Cornoldi, 2008). otro lado, en lo relativo al t, las principales

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dimensiones consideradas han sido: a) la ma- disociables. El modelo que Miyake et al. (2000)
nifestación de estados emocionales negativos; proponen, considera la memoria de trabajo, la
b) la expresión de estados afectivos positivos y inhibición de respuestas prepotentes y el cam-
c) la capacidad de autorregulación emocional bio del enfoque mental (set shifting) como tres
(Rothbart, Ahadi y Evans, 2000; Rothbart y componentes básicos —parcialmente disocia-
Hwang, 2005; Zentner y Bates, 2008). bles— del funcionamiento ejecutivo. Por otro
Un número considerable de estudios han lado, el “ejecutivo central” constituiría un sis-
analizado el vínculo entre t, mc y ef, evaluan- tema atencional centralizado que estaría im-
do sólo algunas de las dimensiones de los dos plicado en todas las operaciones de los demás
primeros constructos. Asimismo, las tareas de componentes.
ef empleadas en tales investigaciones son muy Desde otra perspectiva, algunos autores han
diversas entre sí, lo cual dificulta la compren- caracterizado a las ef en función de su vincu-
sión del vínculo entre tales constructos. El lación (o no) con procesos de control afectivo y
presente artículo persigue como meta anali- motivacional. Zelazo (2003) ha propuesto una
zar la interrelación entre ef, t y mc durante el distinción entre ef frías y calientes. Las pri-
periodo preescolar. Para esto se realizará una meras estarían implicadas en tareas de carácter
revisión de algunos trabajos abocados al estu- abstracto y descontextualizado (por ejemplo,
dio de tales procesos durante dicho periodo. Wisconsin Card Stor Test [wcst], de Grant y
Berg, 1948). Por el contrario, las segundas han
Modelos cognitivos sido vinculadas a pruebas que demandan la re-
gulación de procesos emocionales o requieren
de las funciones ejecutivas
la reevaluación del significado motivacional de
En la actualidad coexisten diversos modelos un estímulo (por ejemplo, Iowa Gambling Task,
que intentan explicar el constructo ef. Algunos de Bechara et al., 1994).
autores plantean que estas constituyen un cons- La descripción de los diferentes modelos del
tructo unitario (Baddeley, 1986, 1992; Norman constructo ef trasciende los objetivos de este
y Shallice, 1986; Shallice, 1988) integrado por artículo. No obstante, con el fin de proporcio-
diferentes subprocesos. Por el contrario, otros nar un marco teórico para la comprensión del
(Diamond, 1991; Diamond et al., 1997; Penn- desarrollo de las ef, describiremos brevemente
ington, 1997; Carlson y Moses, 2001) postulan las características centrales del modelo pro-
que existen diferentes procesos disociados de- puesto por Posner (2004). Tal selección se fun-
trás del término ef, los cuales difieren entre sí damenta en que este facilita el establecimiento
en su trayectoria de desarrollo y compromiso en de vínculos a diferentes niveles de estudio (ca-
las diferentes tareas. Algunos autores a favor de racterísticas genéticas, funcionalidad, estruc-
esta visión han empleado como procedimiento turación de las redes neuronales, desempeño
para determinar tales componentes el análisis cognitivo y comportamiento, etc.) entre las ef
factorial sobre diferentes pruebas consideradas y otros constructos cognitivos.
“ejecutivas”. Otros autores, en cambio, han divi-
dido los diferentes componentes en función de
Las redes atencionales.
la identificación de diferentes redes neuronales
prefrontales (Aron, 2008). Asimismo, existe
Un modelo para la comprensión
una tercera perspectiva que constituye una vi- de la interrelación entre ef, t y mc
sión integradora de ambos, por ejemplo el mo- en diferentes niveles de análisis
delo propuesto por Miyake et al. (2000). Este Posner y otros autores identificaron tres siste-
último autor ha concebido la existencia conjun- mas de redes neuronales asociados a los aspec-
ta de un mecanismo de funcionamiento ejecu- tos de alerta, orientación y control ejecutivo de
tivo central y componentes de ef parcialmente la atención (Posner y Petersen, 1990; Posner y

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Fan, 2008). Estos sistemas se diferencian entre sido asociada con tareas con mayores reque-
sí en las funciones que soportan, las estructuras rimientos emocionales (Bush, Luu y Posner,
anatómicas que involucran y los sistemas de 2000). Tal activación diferencial puede ser ex-
neurotransmisión que implican (Posner, 2007). plicada en parte por la conexiones recíprocas de
El sistema de alerta está vinculado a la man- cada región de la acc. De este modo, la porción
tención de los estados de alerta tónico y fásico. dorsal de la acc tiene importantes conexiones
La función de alerta ha sido anatómicamente con las áreas corticales de los lóbulos parietal y
asociada con el tálamo y con la región frontal y frontal. Por el contrario, la porción ventral de
parietal de la corteza cerebral. Asimismo, dicha dicha corteza presenta importantes conexiones
función ha sido vinculada a los niveles de no- con el sistema límbico (Posner, 2007). Final-
reprinefrina (ne) en el sistema nervioso central mente, la atención ejecutiva ha sido vinculada
(snc), neurotransmisor cuya biosíntesis depen- al funcionamiento del sistema dopaminérgico
de principalmente del locus coeruleus (lc). Por tegmental ventral (Benes, 2000).
otro lado, el sistema de orientación está impli-
cado en la selección de información a través El temperamento
de diversas entradas sensoriales. La función El temperamento ha sido definido por Roth-
de orientación implica el cambio —rápido o bart y Derryberry (1981) como variaciones
lento— del foco atencional, cambio que estaría individuales de origen constitucional en la
conformado por tres operaciones elementales: reactividad y autorregulación, que estarían
a) desenganchar la atención de su foco actual; influidas a lo largo del tiempo por la heren-
b) mover la atención hacia un nuevo blanco o cia, la maduración y la experiencia. El térmi-
modalidad sensorial y c) enganchar la atención no reactividad hace referencia a la tendencia
sobre este nuevo blanco o modalidad. a experimentar y expresar las emociones y el
Las áreas cerebrales vinculadas a tal función arousal. En estas intervendrían tanto tenden-
difieren parcialmente conforme a la modali- cias innatas de respuesta como algunos fac-
dad sensorial implicada. Finalmente, la red de tores contextuales (por ejemplo, intensidad
control ejecutivo ha sido vinculada a una serie del estimulo, novedad de ete, estado interno,
de operaciones complejas que incluyen la ca- valor de la señal, etc.). Por otro lado, el térmi-
pacidad de monitoreo, detección y resolución no autorregulación hace referencia a aquellos
de conflictos. Dichas operaciones tienen como procesos que permiten modular (facilitando o
meta el control y la regulación del pensamien- inhibiendo) la actividad. La interacción entre
to, el comportamiento y los afectos (Posner y procesos reactivos y autorreguladores se ini-
Rothbart, 2009). La función de control ejecuti- ciaría en los primeros momentos de la vida
vo se hace necesaria principalmente en aquellas (Rothbart y Hwang, 2005). De este modo,
situaciones que requieren del planeamiento, la el desarrollo temperamental puede ser con-
toma de decisiones o la detección de errores. siderado como mejoras en los mecanismos
Asimismo, la capacidad de dicha detección es de autorregulación sobre las tendencias re-
un paso crítico para el desarrollo de procesos activas iniciales. Asimismo, las diferencias
de autorregulación (Posner y Rothbart, 2009). individuales en el grado de desarrollo de los
Por otro lado, en lo referente a las áreas ce- mecanismos autorreguladores pueden ser
rebrales vinculadas a tal función, se han reco- consideradas como un reflejo de la madura-
nocido la corteza cingulada anterior (acc) y la ción de los sistemas neuronales asociados con
corteza prefrontal dorsolateral (dlpc). La por- la atención ejecutiva (Posner, 2004; Posner y
ción más dorsal de la acc a sido vinculada a ta- Rothbart, 2009).
reas cognitivas frías (por ejemplo, Stroop test); Rothbart, Ellis y Rueda (2003) agruparon
por el contrario, la región ventral de la acc ha en el término “voluntad de control” (effortul

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Una revisión de su vínculo con el temperamento y el modo de crianza

control) algunos de lo procesos de regulación y sr (por ejemplo, inhibición de una respues-


cognitiva y afectiva. Dicho factor refleja las ta). No obstante, la participación de estas no
diferencias individuales para mantener volun- excluye que en la er y la sr estén implicadas
tariamente la atención sobre una tarea, cam- otras operaciones (Zelazo y Cunningham,
biar de manera consciente el foco atencional, 2007).
iniciar una acción o inhibirla voluntariamen-
te. Las manifestaciones de este emergen con Funciones ejecutivas
claridad al final del primer año de vida. No y regulación emocional
obstante, durante el periodo preescolar, los
Tradicionalmente, las investigaciones sobre el
niños se vuelven capaces de un mayor con-
desarrollo de las ef han sido parcialmente in-
trol atencional, aumentando de este modo su
dependientes de los estudios sobre el desarrollo
capacidad de regulación de las tendencias re-
emocional. No obstante, algunos trabajos con-
activas, la cual, asimismo, continuaría madu-
temporáneos han revelado que el despliegue
rando durante el periodo escolar.
de dicho proceso se halla estrechamente vin-
culado al desarrollo de diferentes mecanismos
Temperamento, regulación de control cognitivo (Cole, Martin y Dennis,
emocional y autocontrol 2004; Gross y Thompson, 2007). Por ejemplo,
El temperamento —en tanto componente Carlson y Wang (2007) hallaron una correla-
constitucional del organismo— delimitará ción significativa entre las puntuaciones de ni-
un abanico de variaciones en los fenómenos ños preescolares en tareas de ef con demandas
emocionales y su posible modulación (Rothbart de control inhibitorio y su desempeño en prue-
y Hwang, 2005; Rueda, Posner y Rothbart, bas que implican la er. Esta relación resultaba
2005). El desarrollo emocional implica cam- congruente con los reportes de los padres so-
bios en la expresión, la comprensión y la regula- bre la capacidad de sr y er de los niños. Fun-
ción de los estados emocionales. En el presente, damentándose en tales resultados, Carlson y
no existe consenso respecto a la definición del Wang postularon que el control de la atención,
término “regulación emocional” (er) (Bridges, la acción y las emociones constituyen habilida-
Denham y Ganiban, 2004; Cole, Martin y des que se desarrollan en interrelación durante
Dennis, 2004). En sintonía con Gross (2007), el periodo preescolar.
consideramos la regulación emocional como un No obstante, la naturaleza precisa de la in-
conjunto de procesos —automáticos o delibera- terrelación entre aspectos emocionales y pro-
dos— responsables de controlar, evaluar y mo- cesos cognitivos a lo largo del desarrollo aún
dificar reacciones emocionales, especialmente no es totalmente clara, por tanto Zelazo y
sus características de intensidad y tiempo. Cunningham (2007) han propuesto un mo-
Si bien los constructos er, ef y autorregu- delo que podría facilitar la comprensión de
lación (sr) presentan diferencias conceptua- dicha interrelación. En este la er es primaria
les, su operacionalización y el diseño de tareas o secundaria al funcionamiento ejecutivo, pe-
destinadas a su evaluación vuelven difusas las ro no puede ser disociada de él. Conforme a
fronteras entre estos. Este hecho se debe en tal modelo, las emociones corresponderían al
parte a que tales constructos involucran me- aspecto motivacional de la cognición, la cons-
canismos de control de procesos emocionales ciencia y las tareas orientadas a la resolución de
y motivacionales. Una posible vía para clarifi- conflictos. De este modo, cuando el conflicto
car tal solapamiento sería considerar que al- a ser resuelto (representado en la memoria de
gunas de las operaciones cognitivas asociadas trabajo) implica como demanda primaria el
con las ef participarían en los procesos de er control de la expresión emocional, la er y las

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ef operarían como procesos isomórficos. No exigencias mínimas o escasas a sus hijos, tan-
obstante, cuando el control sobre los procesos to en lo referido al cumplimiento de normas
emocionales ocurre en pos de alcanzar la re- como en lo relativo al despliegue de un com-
solución de un problema de baja carga moti- portamiento adecuado a su nivel de desarrollo,
vacional y afectiva, la er se vuelve secundaria. fueron categorizados como “permisivos”.
En tales circunstancias, las ef implican la er, Dichos padres manifestaban abiertamente
aunque el desempeño primario en tales tareas sus sentimientos y emociones, presentando
depende de procesos no afectivos de control. un buen nivel de comunicación con sus hi-
jos. Finalmente, los padres que estimulaban
Modo de crianza la madurez de sus hijos fijando límites y exi-
giendo el cumplimiento de ciertas normas
El estudio del modo en el cual los padres (o
sociales fueron categorizados como “demo-
sus sustitutos) influyen sobre el desarrollo de
cráticos”. Estos progenitores se mostraban
sus hijos, ha adoptado diferentes perspectivas.
comprensivos y afectuosos con sus hijos, fa-
Algunas investigaciones han acentuado el im-
voreciendo la comunicación con ellos.
pacto que la estimulación proporcionada por
Algunos estudios longitudinales realizados
los progenitores tendría sobre el desarrollo
conforme tal categorización evidenciaron que
cognitivo y afectivo de los niños (Landry et al.,
los hijos de “padres autoritarios” solían ser
2002; Bornstein et al., 2006). Otros estudios se obedientes y pasivos, con tendencia a sentirse
han focalizado en el análisis de la manera en culpables y deprimidos. Por el contrario, los
que los padres trasmiten normas y controlan el niños de “padres permisivos” eran significati-
comportamiento del niño (Smith et al., 2004; vamente más demandantes que otros, al igual
Hughes y Ensor, 2006). Finalmente, ciertos que presentaban bajos niveles de autocontrol.
trabajos se han centrado en aquellos aspectos Finalmente, los hijos de “padres democráti-
afectivos de la interacción padre/tutor-niño cos” tenían niveles adaptativos de autoestima
durante la crianza (Matas, Arend y Sroufe, y un mejor desarrollo de competencias socia-
1978; Foster, Garber y Durlak, 2008). Si bien les (Berger, 2004).
algunas investigaciones consideran los tres as- Algunas investigaciones que adoptaron ta-
pectos anteriormente mencionados del cons- les categorías (Lamborn et al., 1991, y Mac-
tructo mc (Calkins, Hungerford, y Dedmon, Coby y Martin, 1983, citados en Ceballos y
2004; Singh-Manoux, Fonagy y Marmot, Rodrigo, 1998) revelaron la existencia de un
2006), la mayor parte de los estudios se centran vínculo significativo entre la aplicación de un
en el impacto de alguno de estos (Landry et al., “estilo democrático de crianza” y el desarrollo
2002; Hughes y Ensor, 2006). de la autonomía, la autorregulación y la con-
Gran parte de las investigaciones sobre el ducta moral en los niños.
mc están influidas por el trabajo pionero de En la actualidad, el análisis del mc se realiza
Baumrind (1967, 1971). En sus estudios, dicha a través de la codificación del comportamien-
autora identificó diferentes estilos de crianza to de los padres en una serie de dimensiones
paternales. Los padres que imponían normas que se consideran continuas, las cuales han
inflexiblemente, sancionando severamente sido denominadas con una multitud de tér-
toda conducta inadecuada del infante, fueron minos, pero las dos fundamentales son las re-
categorizados como de “estilo autoritario”. Di- presentadas por MacCoby y Martin (1983).
chos padres eran exigentes en lo referido a la Tales autores distinguen una dimensión afec-
madurez de su descendencia, limitando la co- tiva —que incluiría conductas que transmiti-
municación y la expresión de afecto en sus hi- rían aceptación, afecto positivo, sensibilidad y
jos. Por el contrario, los padres que presentaban capacidad de respuesta hacia el niño— y una

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Una revisión de su vínculo con el temperamento y el modo de crianza

dimensión relativa al control —que incluiría para dicho rasgo eran inferiores a la de los hijos
conductas tales como implicación, disciplina de padres con puntuaciones bajas en “calidad
y supervisión. de crianza”. Estos últimos presentaban puntua-
ciones elevadas para dicho rasgo. Finalmente,
Temperamento y modo de crianza los niños sin el alelo 7 repetido no mostraban
Diversos estudios han señalado una interac- una influencia de la variable “crianza paternal”
ción recíproca entre el modo de crianza de los sobre las puntuaciones para el rasgo “buscador
padres y el temperamento del niño. Gran parte de sensaciones”.
de estos estudios ha destacado la importancia
del contexto vincular que rodea al niño para Temperamento y ef
la organización y regulación de la experien- Desde otra perspectiva, otros autores (Rothbart,
cia emocional (Crittenden, 2002, 2005). Por Ellis y Rueda, 2003; Chang y Burns, 2005;
ejemplo, Tonick (1989) ha evidenciado a través Rueda, Posner y Rothbart, 2005; Rueda, Checa
de diversos estudios en lactantes que aquellos y Santonja, 2008) han hallado una correspon-
bebés que nacen con una mayor capacidad de dencia entre las puntuaciones en ec de reportes
autoapaciguarse (componente temperamental) paternales de temperamento y el rendimiento
suelen ser reconfortados por los adultos con de los niños en tareas que evalúan las dife-
mayor facilidad. Este hecho conduciría a que rentes redes atencionales descritas por Posner
dichos niños tengan mayores probabilidades (2004, 2007). Según tales estudios, aquellos
de reaccionar de modo coordinado en la inte- niños que presentarían una puntuación alta en
racción con su cuidador. Estos resultados han ec mostrarían un mejor rendimiento en prue-
sido corroborados por algunas investigaciones bas destinadas a evaluar la atención ejecutiva.
contemporáneas; por ejemplo, Hudson et al. Asimismo, Blair y Razza (2007) han revelado
(2011) encontraron que los infantes con rasgos que las puntuaciones en ec y atención ejecuti-
temperamentales vinculados a manifestaciones va durante el periodo preescolar operan como
de ansiedad presentaban un mayor riesgo a de- un importante predictor del desempeño cog-
sarrollar un trastorno de ese tipo en función del nitivo del niño en el jardín y en la escuela. Por
modo de crianza de sus progenitores. otro lado, Checa, Rodríguez-Bailon y Rueda
Por otro lado, Sheese et al. (2007) observa- (2008) hallaron que el rendimiento en prue-
ron que existía una interacción entre la consti- bas con demanda de atención ejecutiva se re-
tución genética del infante, su temperamento y lacionaba con el rendimiento en matemáticas
el modo de crianza de los progenitores. Estos y el comportamiento social en clase durante la
autores establecieron los genotipos de los niños escuela secundaria. Tales autores (Blair y Ra-
para una serie de genes, incluyendo el gen invo- zza, 2007; Checa, Rodríguez-Bailon y Rueda,
lucrado en la codificación del receptor dopami- 2008) postularon que esto se debe a que ambos
nérgico drd4, el cual ha sido relacionado con el constructos (ec y atención ejecutiva) refieren a
adhd y el rasgo de personalidad denominado procesos de control implicados en el adecuado
“buscador de sensaciones”. Sheese et al. (2007) ajuste social en el contexto escolar. Asimismo,
hallaron que la expresión del comportamiento las bajas puntuaciones en ec han sido vincula-
de niños con un genotipo con el alelo 7 repe- das a elevados niveles de agresión, problemas
tido variaba en función del patrón de crianza de comportamiento y presencia de trastornos
de los padres. De este modo, se demostró que psicopatológicos en adolescentes y adultos.
los padres clasificados con una elevada calidad Finalmente, el ec ha sido relacionado con las
de crianza tenían hijos que evidenciaban carac- mismas áreas cerebrales implicadas en la auto-
terísticas temperamentales del rasgo “buscador rregulación (Whittle et al., 2006) y el desempe-
de sensaciones”, pero las puntuaciones de estos ño en pruebas que evalúan la atención ejecutiva

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(Fan et al., 2005). Respecto a tales hallazgos, afectiva por parte de los progenitores (como la
Whittle et al. (2006) evidenció que el tamaño distracción atencional) estimula el empleo de
de la región dorsal de la acc se hallaba correla- estas por parte de los niños, facilitando así el
cionada positivamente con las puntuaciones en desarrollo de mecanismos de er (Eisenberg et
ec en adolescentes. Por el contrario, la actividad al., 2005; Eisenberg et al., 2009).
de la porción ventral de la acc se hallaba re- Landry et al. (2002) estudiaron la influen-
lacionada negativamente con las puntuaciones cia que ejerce la estimulación verbal (ev) de
en ec. madres a hijos sobre el posterior desempeño
ejecutivo del niño. Dado que las capacidades
Modo de crianza y ef de lenguaje (l), memoria (m), y resolución de
Diversas investigaciones han mostrado que va- problemas de carácter no verbal (nvpr) han
riaciones en el mc afectarían el desempeño en sido consideras como la base para el desarro-
tareas de ef. Un ejemplo de esto es el trabajo llo ejecutivo. Landry et al. (2002) evaluaron
efectuado por Voelker et al. (2009), quienes en dicho trabajo el desempeño de los niños
examinaron la relación existente entre varia- para tales habilidades a los 3 y 4 años de edad.
ciones haplotípicas del gen comt —gen invo- Los resultados de estos estudios mostraron
lucrado en la degradación de la dopamina—, que existía una relación entre la ev proporcio-
la cualidad de crianza paternal y el desempe- nada por las madres a los 3 años de edad y el
ño de niños de 2 años en tareas atencionales desempeño de los niños en las capacidades de
de secuenciación visual. Los resultados de tal l y nvpr a los 4 años. Asimismo, existía una
estudio revelaron que la presencia de determi- influencia indirecta entre la ev proporciona-
nados haplotipos (haplotipos agrupados como da por las madres a los 3 años sobre el pos-
de “bajo dolor”) presentaban un mejor rendi- terior desempeño ejecutivo de los niños a los
miento atencional sólo cuando dicho grupo 6 años, la cual está mediada por el desarrollo
se hallaba vinculado a una elevada cualidad de de las capacidades de l y nvpr a los 4 años.
crianza. De este modo, un mc alto en afecto Conforme a tales resultados, dichos autores
positivo ha sido relacionado con el desarrollo concluyeron que la ev en periodos críticos
de un apego seguro, una menor probabilidad del desarrollo del lenguaje (3 años) facilita el
de manifestar problemas de conducta, mejores posterior desarrollo de habilidades cognitivas
relaciones con los pares y mayor desarrollo de más complejas (ef ).
competencias sociales (Eisenberg et al., 2003; Por otro lado, Schroeder y Kelley (2009)
Eisenberg et al., 2005; Crockenberg, Leerkes y analizaron la relación existente entre el am-
Barrigjo, 2008; Ensor y Hughes, 2008; Eisen- biente familiar, las prácticas de crianza y el
berg et al., 2009). desempeño ejecutivo de niños entre 5 y 12
Por otro lado, la ausencia o la excesiva super- años. Evaluaron el desempeño ejecutivo in-
visión y protección de los niños ha sido vincu- fantil por medio de la utilización del cuestio-
lada a la emergencia de conductas disruptivas nario para padres “Behavior Rating Inventory
en distintos periodos evolutivos (Smith et al., of Executive Function [brief ] (parent form)”
2004; Hughes y Ensor, 2006; Foster, Garber y (Gioia et al., 2000), el ambiente familiar por
Durlak, 2008). En concreto, el uso del castigo medio de la escala de autorreporte “Family
físico se ha asociado con una mayor expresión Environment Scale (fes)” (Moos y Moos,
de afecto negativo y con mayor frecuencia de 1984) y la variable prácticas de crianza por
conductas externalizadas en los hijos (Eisen- medio del cuestionario de autorreporte “Pa-
berg et al., 2005; Gross, 2007). Asimismo, rent-Child Relationship Inventory (pcri)”
algunas investigaciones han evidenciado que el (Gerard, 1994). Los resultados de este estudio
uso de determinadas estrategias de regulación revelaron la presencia de una relación entre la

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136 Desarrollo de las funciones ejecutivas en niños preescolares.
Una revisión de su vínculo con el temperamento y el modo de crianza

organización familiar, el soporte paternal, la estructuración de diversas funciones cognitivas


capacidad de poner límites de los padres y el (Rueda, Posner y Rothbart, 2005; Posner, 2007).
desempeño ejecutivo de los niños. La organi- Desde un plano teórico, todavía quedan mu-
zación familiar específicamente se hallaba re- chos interrogantes por responder. La diversidad
lacionada con las puntuaciones en las escalas de los diseños utilizados entre los diferentes
de planificación-organización, organización estudios dificulta la comprensión de los meca-
de materiales, memoria de trabajo, inhibición, nismos que podrían mediar la vinculación entre
cambio y monitoreo del brief. Por otro lado, t, mc y ef. Consideramos que el abordaje de la
se halló un vínculo significativo entre las pun- interrelación entre dichos constructos utilizan-
taciones en soporte paternal y las escalas pla- do diferentes niveles de análisis podría clarificar
nificación-organización, memoria de trabajo e el vínculo entre estos. Asimismo, el esclareci-
inhibición. Finalmente, el establecimiento de miento de dichas interrelaciones requerirá la
límites fue asociado con las puntuaciones de las utilización de procedimientos de análisis más
escalas de control emocional, inhibición, cam- complejos que permitan un estudio multifacto-
bio y monitoreo. rial entre las diferentes variables consideradas.
De este modo, creemos que el abordaje de estos
Conclusión procesos desde dicha perspectiva facilitará una
mejor discriminación entre los diferentes cons-
El rastreo bibliográfico efectuado refleja los
tructos y permitirá comprender con mayor cla-
diversos vínculos que se han establecido entre
ridad la naturaleza de sus interrelaciones.
el temperamento infantil, el mc y el desarrollo
de mecanismos de control cognitivo y afectivo.
Algunos estudios señalarían la mediación del Referencias
medio —principalmente humano— sobre el Aron, A.R. (2008). Progress in executive-function
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