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DEÍSMO.

El término deísmo, tenemos que distinguirlo del teísmo, politeísmo,


panteísmo etc., porque aquél no designa una doctrina bien definida o un sistema de
doctrina. Estrictamente, el término denota un cierto movimiento del pensamiento
racionalista que se manifestó principalmente en Inglaterra entre los siglos XVII y
XVIII.
Afirmativamente, las doctrinas principales que generalmente mantienen aquellos que
se llaman a sí mismos deístas eran (1) la existencia de un Dios personal, Creador y
Gobernador del universo; (2) la obligación de una adoración divina (3) la
obligación de una conducta ética; (4) la necesidad de un arrepentimiento de los
pecados; (5) la recompensa o el castigo divino por los pecados, aquí, y en la vida
del alma después de la muerte. Estos cinco puntos fueron afirmados por Lord Herbert
of Sherbury (1583–1648), llamado el padre del deísmo.
Negativamente, los deístas generalmente negaban cualquier intervención directa en
el orden natural por parte de Dios. Aunque ellos profesaban fe en la providencia
personal, negaban la Trinidad, la encarnación, la autoridad divina de la Biblia, la
expiación, los milagros, cualquier tipo de elección particular tanto en personas
como en el caso de Israel o de la iglesia, o cualquier acto redentivo sobrenatural
en la historia.
La actitud de los deístas se anticipa en 2 P. 3:4 «¿Dónde está la promesa de su
advenimiento?, porque desde el día en que los padres durmieron todas las cosas
permanecen así como desde el principio de la creación».
El racionalismo de los deístas era del tipo de sentido común, quod semper quod
ubique quod ab omnibus. La ética de los deístas se basaba en la noción estoica de
la ley natural. Negando la revelación y afirmando la teología natural únicamente,
ellos sin embargo reclamaban estar dentro de la tradición cristiana.
Un artículo que no lleva firma sobre el deísmo en la undécima edición de la
Enciclopedia Británica significativamente señala que los diez hombres más
importantes de los deístas con excepción de Lord Herbert mismo, todos ellos
nacieron entre 1654 y 1679, y que «tanto por la gran parte de la actividad
literaria de los deístas, como por el volumen de sus oponentes, el movimiento se
desintegró dentro de la mitad del mismo siglo». El escritor contemporáneo más
grande contra el deísmo fue el obispo Joseph Butler con su obra Analogy of
Religion, Natural and Revealed, to the Course of Nature, publicado en 1736 y usado
como un texto en las universidades en los cursos de filosofía de la religión por
más de doscientos años.
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006).

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