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MARCO TEÓRICO

Para comprender a profundidad el proceso de duelo por el cual atraviesa una familia víctima de
un falso positivo hemos acudido a diferentes autores y analistas sobre la violencia en Colombia
a través de las últimas décadas, y, los estados de adaptación de los integrantes de dicha familia
tras una muerte inesperada.
Partiendo del origen de todos los males por los que se enfrentan estas familias definiremos el
término “falso positivo” el cual, según González, R, Molinares I, Universidad Del Norte (2010)
se define al involucramiento de miembros del ejército nacional de Colombia en el asesinato de
civiles no beligerantes, o ejecuciones extrajudiciales, haciéndolos pasar como bajas en combate.
A lo largo de los últimos años se encubría estas muertes tras el armamiento subversivo de
diferentes grupos paramilitares apoyados en un principio por sectores del gobierno para
exterminar las guerrillas de izquierda, como FARC – EP, ELN, entre otras. Estos grupos
denominados autodefensas luego recibieron apoyo económico de grandes ganaderos y
empresarios de la zona norte colombiana, quienes, con el fin de controlar y tomar tierras
campesinas para uso de narcotráfico, ayudaron al fortalecimiento de las AUC, y consecuente a
ello se disparó la violencia en la zona, y a su vez el número de falsos positivos.
El Bloque Norte fue heredero de una primera estructura conocida como Gran Bloque Norte,
creada por los hermanos Castaño para controlar la región caribe, si bien, bajo el proceso de
desmovilización, es que asume la denominación definitiva de BN, a finales de 2005. Lo que fue
conocido como “estados de autodefensa” va a hacer que el BN controle social, económica y
militarmente los departamentos de Atlántico, Magdalena, La Guajira y Cesar, de tal modo que
en muchos enclaves se erigió como actor hegemónico, muy por encima del estado y, sobre todo,
una vez que es derrotado el único competidor paramilitar operativo en la región, como era el
grupo La oficina Caribe comandado por Hernán Giraldo Serna.
Según el artículo Guerrilla y paramilitarismo en la región caribe colombiana 1998- 2005. Ríos,
J. (2017) El poder del bloque norte de las autodefensas terminó afectando a decenas de
municipios principalmente en los departamentos de Magdalena, Guajira, Cesar y atlántico. Este
sería el periodo paramilitar en la costa caribe más sanguinolento de todos, pues solo entre 1998
y 2005, el centro nacional de memoria histórica le atribuye hasta 82 masacres y 598 víctimas
mortales, aunque las indagaciones de la Fiscalía contabilizan hasta 333 masacres y 1.573
víctimas mortales, siendo casi 5.000 el número de efectivos, desmovilizados bajo la Ley de
Justicia y Paz 975 de 2005.
Respecto al control ejercido por estos grupos en la región norte, así como en unos 200
municipios en Colombia, se llevó a declarar por parte de algunos países el estado fallido, pues
en la sumatoria del poder entre paramilitares y guerrillas el estado sólo tenía soberanía en un
tercio del territorio, dejando a merced de la violencia a miles de familias campesinas quienes en
este lapso de tiempo (2000 – 2010) perdieron a sus seres queridos, animales y tierras,
obligándolos a desplazarse de las zonas rurales a las grandes ciudades y capitales para
salvaguardar su vida. Algunos han regresado a sus fincas mediante programas de restitución de
tierras, y muchos otros permanecen en condiciones de extrema pobreza mayormente en las
periferias de las ciudades.
Ahora bien, mencionando los factores mediante los cuales se manifiesta el duelo en los
familiares de víctimas del conflicto armado, Rosa E Vargas, en su libro Duelo y Perdida nos
habla acerca del proceso conflictivo del duelo cuando ocurre la pérdida de un ser querido, en
este caso de personas muy cercanas. El duelo hace referencia a la pérdida de un ser querido, y
que tiene participación directa en nuestra vida, pero las manifestaciones de luto tienen sus
características particulares dependiendo nuestra cultura, edad, y caso específico de la muerte, ya
sea inesperada o prolongada. Concluye en las etapas psicológicas del doliente y también de las
condiciones clínicas por las que atraviesa, un ejemplo es cuando se supera el tiempo promedio
de luto, el cual ronda los seis meses a un año, si continúan las características se le puede hablar
de duelo patológico y se le puede considerar un síndrome.
Freud, en su obra de psicoanálisis El dolor y las etapas de duelo. (1917) también nos habla
acerca del concepto de duelo y muerte universal. Entendido el duelo y cómo está íntimamente
ligado al sufrimiento psicológico, este involucra a todos los seres humanos, que pasan por el
proceso. No obstante, su universalidad, los sentimientos del duelo a veces no son expresados ni
reconocidos como tales. Sin embargo, según la teoría de Sigmund Freud en el texto
“melancolía y duelo” (1915), afirma que “el duelo, es por regla general, la reacción frente a la
pérdida de una persona querida, de una abstracción equivalente como la patria, la libertad, un
ideal, etc.”

Según Freud etapas del duelo son:

1. El reconocimiento de la pérdida; la aceptación es imprescindible, pues la negación de la


pérdida implica la imposibilidad de todo desarrollo siguiente y puede llegar a afectar
gravemente el contacto y el reconocimiento de la realidad.

2. Consiste en el lento proceso de ruptura libidinal del objeto perdido, que a su vez este,
consiste en la sobrecarga de los recuerdos y vínculos tenidos con el muerto.

3. En esta etapa que Freud describe en “Duelo melancolía”, el objeto perdido es incorporado
al YO, y se mantiene allí mediante una identidad. Aquí señala que, aunque este proceso ha
sido aceptado por la mayoría de los psicoanalistas, “el propio Freud no estaba totalmente
convencido de la acción del mecanismo de la identificación con el objeto perdido como
término de esta etapa del duelo".

4. Está la resolución del problema. La persona se libera y nuevamente se conecta con el


mundo. Freud caracteriza esto como: "El duelo normal vence sin duda la pérdida del
objeto, la realidad”. El duelo como algo normal por el cual deben pasar las personas para
volver a estar bien.

La reparación de víctimas en Colombia es un proceso que va de la mano con el estado, pero no


existe una reparación interna o psicológica en los familiares, donde su impacto lleva a una
serie de transiciones para afrontar el duelo.

La memoria es vital para el ser humano, no perderse y buscar aferrarse a algo, que creando
sensaciones de permanencia en el individuo. El duelo, es un proceso donde esa búsqueda del
recuerdo crea una catarsis en las víctimas, afligiéndolas en su diario vivir, y creando
mecanismos de retorno en cualquier momento que esté la persona, crea una grieta en presente
y puede llevar toda una vida su proceso de adaptación. “Esas memorias mantienen el sentido
de la causa por la que esas personas perdieron la vida y casi siempre coinciden en afirmar
que se requiere recordar para asegurar que nunca más vuelvan a ocurrir tanta muerte, tanto
dolor y miedo, tantas pérdidas”. Lira, E (2010) (P86)

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