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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

NOMBRE:
LISSETTE OZORIA

MATRICULA:
17-2735

ASIGNATURA:
Psicofisiología

FACILITADORA:
 Ilanys Echavarría
Posterior a consultar la bibliografía señalada y otras fuentes de interés
científico para la temática objeto de estudio, se sugiere que realices la
siguiente actividad:
 
1. Elige uno de los trastornos o traumatismos mencionados y escribe un
informe donde infieras y argumentes cómo es el día a día de una
persona que padece de esta condición. Toma en cuenta cuáles áreas del
cerebro se deterioran y las habilidades o tareas cotidianas que se verían
afectadas debido a su efecto.

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad real. Puede sufrir de TEPT
luego de vivir o ver eventos traumáticos como la guerra, huracanes, violaciones, abusos
físicos o un accidente grave. El trastorno de estrés postraumático hace que se sienta
estresado y con temor luego de pasado el peligro. Afecta su vida y la de la gente que le
rodea.

La persona que sufre de estrés postraumático puede tener reacciones de sobresalto


cuando alguien las toca por la espalda o les pasa cerca sin querer. Por esta razón, a veces
evitan lugares con mucha gente. También experimentan un nerviosismo constante como
si estuvieran siempre “en guardia”. Esto puede derivar en una constante inquietud e
irritabilidad (Ej. reacciones exageradas de ira). Otros síntomas comunes son las
dificultades para concentrarse y el insomnio. En algunos casos, el insomnio puede reflejar
el miedo de la persona a dormirse y despertarse en medio de una pesadilla.

El trastorno de estrés postraumático puede causar problemas como:

 Flashbacks o el sentimiento de que el evento está sucediendo nuevamente


 Dificultad para dormir o pesadillas
 Sentimiento de soledad
 Explosiones de ira
 Sentimientos de preocupación, culpa o tristeza
El TEPT comienza en momentos diferentes dependiendo de la persona. Los síntomas de
trastorno pueden empezar inmediatamente después del evento traumático y permanecer.
Otras personas desarrollan síntomas nuevos y más serios meses o hasta años más tarde. El
trastorno de estrés postraumático le puede afectar a cualquiera, incluso niños.

En las personas que lo sufren son frecuentes las pesadillas que rememoran la experiencia


trágica vivida en el pasado.
En estos casos, es necesario diferenciar este síndrome de otras problemáticas que
conllevan como desencadenantes situaciones de la vida “cotidiana”, como un divorcio,
conflictos familiares o problemas económicos.
Los síntomas de estrés postraumaticos pueden causar problemas en la rutina diaria de
quien los presenta. Estos síntomas se pueden generar de los pensamientos y los
sentimientos de la propia persona. Las palabras, los objetos o las situaciones que hacen
recordar el episodio también pueden desencadenar síntomas de reviviscencia.

Partes del cerebro que afecta el estrés:

El mecanismo de estrés dispara ante una situación demandante una hormona llamada
cortisol que se genera en las glándulas suprarrenales.

Esta hormona tiene la función de incrementar los niveles de azúcar en sangre. Los
receptores de esta hormona en el cerebro se llaman glucocorticoides y se encuentran en
mayor densidad en dos áreas claves del cerebro: el hipocampo, relacionado con la
memoria, y las áreas frontales, relacionadas con las toma de decisiones.

Causas
Actualmente, los especialistas no saben cuál es la causa exacta de que un hecho
traumático pueda generar este síndrome en unas personas, pero no en otras.

En estos casos, los genes, las emociones y la situación familiar juegan un papel
importante. Es posible que traumas emocionales del pasado aumenten el riesgo de
padecer este trastorno después de un acontecimiento traumático reciente.

En circunstancias normales, las hormonas y los químicos del estrés que secreta el
organismo ante un evento estresante vuelven, en un plazo corto de tiempo, a sus niveles
normales. Pero en el caso de las personas con síndrome de estrés postraumático, el
cuerpo sigue secretando hormonas y químicos.

Las causas que provocan esta patología pueden ser:


 Un robo, violación o ser víctima de la violencia de género.
 Terrorismo o una guerra.
 Encarcelamiento o un accidente automovilístico.
 Desastres naturales.

Síntomas
En algunos casos, la aparición de los síntomas puede producirse años más tarde de haberse
sucedido el acontecimiento causante. Estos son los signos más característicos:
 Rememoración del trauma (flashbacks), pesadillas o recuerdos instantáneos e
involuntarios en cualquier momento del día.
 
 Alucinaciones con la idea de que se repite el hecho traumático.
 
 Ansiedad extrema al entrar en contacto con las personas, lugares o cualquier
circunstancia que recuerde el acontecimiento.

El paciente suele evitar conversaciones, lugares, personas y, en general, cualquier cosa que


pueda relacionarse con el trauma.
 
 Palpitaciones, dificultad para respirar y secreción elevada de sudor cada vez que se
recuerda el hecho desencadenante.
 
 Incapacidad para recordar detalles importantes del acontecimiento traumático.
 
 Sentirse psíquicamente distante, entumecido y paralizado ante cualquier experiencia
emocional normal.
 
 Perder el interés por las aficiones y diversiones.
 
 Mostrar signos de hiperactividad: Dificultad para dormir, irritabilidad, incapacidad para
concentrarse o alarmarse con mucha facilidad.
Los síntomas duran un mes como mínimo y afectan a la capacidad del paciente para retomar su
vida normal tanto en casa, como en el trabajo o en las situaciones sociales. 

Prevención:
Existe la evidencia de que las personas traumatizadas que reciben apoyo psicológico y
consejo especializado inmediatamente después de sufrir el episodio desencadenante, son
menos propensas a padecer el síndrome de estrés postraumático.

Tratamientos:
El tratamiento es a largo plazo, lo que explica el alto grado de abandono de la terapia. Se
estima que el 75 por ciento de los pacientes tratados lo abandona.
La terapia se basa en una combinación de fármacos y psicoterapia. Los fármacos empleados se
dirigen a tratar los diversos síntomas del síndrome, teniendo en cuenta los más acusados. Los
medicamentos que suelen prescribirse son antidepresivos y ansiolíticos.
La psicoterapia se encamina a desarrollar técnicas de relajación, como aprender a respirar
correctamente ante una crisis provocada por el síndrome.
Este tratamiento se puede combinar con métodos cognitivos para racionalizar los hechos
traumáticos y también con terapia de choque, en la que se recrea la situación vivida para
ayudar a la víctima a superarla y a perder el miedo que le produjo.

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