Está en la página 1de 4

Un vendedor de puzles: "Nunca había

visto nada igual. Somos el nuevo papel


higiénico"
Ya pasó en la crisis financiera de 2008. Cuando las
cosas se tuercen, los españoles juntamos piezas

Ana G. Moreno
3 ABR 2020 - 07:44 CEST
Que Bill Gates haya afirmado que siempre tiene, en vacaciones, un par de puzles sobre
la mesa, es solo una inspiración más. Los estudios llevan años refrendando los
beneficios del acto de resolver rompecabezas, que van del refuerzo de las habilidades
espaciales al desarrollo de valores de colaboración y cooperación (cuando se hacen en
grupo). Los puzles se emplean en terapias para combatir la demencia y aportan algo de
calma en situaciones de estrés. En España, desde que Pedro Sánchez anunció el estado
de alarma por la Covid-19, hace ya casi tres semanas, se venden como rosquillas. Javier
Buzón, gerente de uno de los principales e-commerce del sector, Casa del Puzzle, con
nave física en Sevilla, nos atiende por teléfono entre paquete y paquete. "Esto es
increíble". A su alrededor, miles de cajas dispuestas para ser enviadas a los hogares de
los confinados, pues el comercio online continúa operativo tras las últimas restricciones.
"Aquí caben 40.000 puzles. Ahora estamos al 50%. Hemos limitado los pedidos diarios
para seguir prestando un servicio de calidad", comenta Buzón, cuyo ordenador destellea
cada 31 minutos (de media) con un nuevo pedido de cualquier rincón del país. Y las
tablets, en el cajón y sin batería.

¿Habíais vendido tanto alguna vez?

Jamás. En 12 años que llevo en la tienda, nunca había visto nada igual. Estamos
recibiendo entre 400 y 450 pedidos al día, muchos de hasta cinco puzles. Habíamos
llegado a picos de 350 algún día concreto de la Navidad, cuando se va acabando el
plazo para comprar los regalos. ¡¿Pero esto…?! Y no es un día suelto, ni dos: lleva
pasando durante más de dos semanas y de forma sostenida. Somos el nuevo papel
higiénico.

¿Cómo dais abasto?

Trabajando de sol a sombra. Solo somos tres personas. Yo me dedicaba a la gerencia,


pero ahora también recibo pedidos y preparo envíos. En otras épocas del año somos
más. Pero marzo y abril, históricamente, son meses malísimos para el puzle, porque
empieza el buen tiempo y la gente prefiere salir a la calle. Bueno… prefería.

O sea, que os hacéis de oro mientras el resto se hunde. ¿Cómo se lleva eso?
En las estanterías de la nave de
Casa del Puzzle, en Sevilla, nunca había habido tantos huecos.

Ya nos pasó con la crisis de 2008, que también vendimos un montón. También sabemos
que tenemos bastantes clientes con problemas de ansiedad. Ahora, los sentimientos son
encontrados. Estamos obteniendo un beneficio económico notable. Pero no soy capaz de
sentir alegría ante la situación. Por otro lado, no cambiaría nada que nosotros no
vendiéramos. Espero estar llevando algo de distracción adonde más se necesita. Los
puzles guardan historias muy emocionantes.

Cuéntame alguna.

Una vez me llamó un padre para hacerme un pedido para su hijo, que tendría cinco o
seis años. Eran de Navarra. Y el niño tenía cáncer: se estaba sometiendo a una
quimioterapia y quería un puzle para las tardes de hospital. Al recibirlo me llamó el
propio niño para agradecerlo. Lloré. A eso me refiero: quizás estemos llegando a
lugares en los que de verdad nos necesitan. Pero, vaya, que hay de todo: hace poco un
cliente escribió a la media hora de hacer un pedido, para anularlo, porque se había
arrepentido al ser un producto no esencial. Y hay quien nos insulta por seguir
funcionando. Entiendo las reticencias. Si me dicen que hay que cerrar, me parecería
perfecto.

¿Cómo hacéis los repartos?

Con todas las medidas de seguridad. Contratamos un servicio de mensajería externo.


Pero sabemos que dejan los paquetes en la puerta, no cogen dinero y van protegidos.
Nosotros, habitualmente, vendíamos contra reembolso. Ahora no es posible: hay que
pagar online.

¿Cuáles son los tamaños más vendidos?

Para adultos, que son los que nosotros más vendemos, de unas 1.000 piezas. Pero hay
uno de 42.000, que se llama La vuelta al mundo, y está agotado.

¡¿42.000?!

Sí, recrea todos los edificios emblemáticos del mundo. Mide 7 metros de ancho por 2 de
alto. Es un top ventas.

¿Y alguna temática preferida para tiempos de pandemia?

No, las de siempre. Incluso gente que pide uno y si está agotado, te dice que le envíes el
que tú quieras. De obras de arte, ciudades, animales…

También podría gustarte