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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Politécnica Territorial José Antonio Anzoátegui (UPTJAA)

PNF: Administración, Trayecto: Transición

El trabajo como eje del desarrollo del estado


venezolano fundamentos políticos y filosoficos

PROF:

SALVADOR RODRIGUEZ
ALUMNo:

jorge amundaray
Ci, 14307947

BARCELONA, 8/4/15
indice

Introducción
1.La participación ciudadana
2. El presupuesto participativo
2.1. El presupuesto de inversión
3. El control social
4. Otros mecanismos de participación ciudadana en la Gestión
5. Las consideraciones finales
Bibliografía
Introducción

La participación directa de las comunidades en la toma de


decisiones para la solución de sus problemas ha creado una nueva
relación ciudadana en el ámbito de los derechos sociales a fin de
arraigar la necesaria solidaridad entre sociedad, familia y Estado.
Con la incorporación en la toma de decisiones de la participación
activa de la ciudadanía, se ha pretendido crear nuevas formas de
gestión de los recursos públicos a fin de mejorar la eficiencia
administrativa, para dar cumplimiento a los principios de
interdependencia, coordinación, cooperación y corresponsabilidad
establecidos en la Carta Magna.
La intervención de la ciudadanía en la identificación de prioridades
para la satisfacción de sus necesidades y en la toma de decisiones
relativas a las inversiones de los recursos públicos, es importante
para evitar que la gestión presupuestaria sea un instrumento
emanado de la autoridad ejecutiva solamente, sino que por el
contrario, sea producto de la coordinación de esfuerzos y la
discusión de las autoridades elegidas, de los representantes
legislativos y de la comunidad para la toma de decisiones.
Esta forma de gestión del proceso recursos-gastos permite la
corresponsabilidad social evitando la ejecución de obras que no
proporcionan mayores beneficios a una determinada localidad,
alcanzando con ello la implementación del presupuesto
participativo.
Por lo tanto, es necesario conocer como ha sido esta experiencia
en otros países y especialmente en Venezuela, lo cual permitirá
determinar cuáles son los factores políticos-sociales que pueden
incidir en el desenvolvimiento de esta nueva forma de gestión
pública.
1.La Participación Ciudadana

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)


promueve la participación ciudadana cuando expresamente señala
que: “La ley creará los mecanismos abiertos y flexibles para que
los Estados y Municipios descentralicen y transfieran a las
comunidades y grupos vecinales organizados los servicios que
éstos gestionen previa demostración de su capacidad para
prestarlos, promoviendo: …. 2. La participación de las
comunidades a través de las asociaciones vecinales y
organizaciones no gubernamental
en la formulación de propuestas de inversión ante las autoridades
estadales y municipales encargadas de la elaboración de los
respectivos planes de inversión, así como en la ejecución,
evaluación y control de obras, programas sociales y servicios
públicos en su jurisdicción….”(art. 184).
La participación ciudadana es el mecanismo mediante el cual se
involucra a los ciudadanos en los asuntos públicos, para facilitarle
el desarrollo como ser humano al convertirlo en activista de la
comunidad donde se desenvuelve, ya que le permite hacer aportes
importantes en la toma de decisiones sobre los procesos de
planificación y ejecución de los ingresos públicos, sobre la base del
conocimiento de las necesidades de sus comunidades (Useche
2004)
En este sentido, señala Useche (2004) que “Los ciudadanos en su
calidad de agentes sociales, deben crear formas de organización
para la participación sobre los principios de la ética pública, la
democracia, la libertad de pensamiento. La participación activa
augura una transformación de las
relaciones entre los ciudadanos y sus representantes políticos y
posiblemente una modificación de la actuación de éstos”
El derecho a participar permite intervenir directamente en las
políticas públicas y tiene como contrapartida a ese deber de la
sociedad la obligación del Estado de facilitar la producción de
condiciones más favorables para su logro. Por supuesto para
que sea viable la participación se requiere de una política de
Estado en sus tres niveles de gobierno: nacional, estadal y
municipal que permitan y faciliten su ejercicio (Paz de
Henríquez Norma 2004).
Continua señalando Paz de Henríquez (2004) que “Para
realmente hacer efectivo ese derecho, se precisa de una ley
nacional a fin de viabilizar los mecanismos que permitan al
ciudadano participar activamente en los asuntos públicos y en
la gestión estatal”
La participación protagónica del pueblo en la formación,
ejecución y control de la gestión pública municipal es el medio
necesario para garantizar su completo desarrollo tanto
individual como colectivo, dentro del Municipio. Las autoridades
municipales deben promover y garantizar la participación de los
ciudadanos en la gestión pública y facilitar los procedimientos
para que dicha participación se materialice de manera efectiva,
suficiente y oportuna (art. 250 LOPPM).
La participación ciudadana constituye una de las iniciativas que
en los actuales momentos favorecen los procesos de
desarrollo de los espacios urbanos habitados, expresándose en
forma diferenciada según el estilo de vida

de cada comunidad, lo cual constituye un factor determinante en la


búsqueda de una mejor calidad de vida. Desde cada estilo de vida
se establecen diferentes formas de interconexión individual y
colectiva con el entorno social y natural que en un momento
representan una potencial contribución a la comunidad (Sánchez y
González, 2006)
De acuerdo a (Sánchez y González, 2006,) “La
participación comunitaria es concebida como un proceso de
información, planificación, realización y evaluación del cual la
comunidad es protagonista en cada una de sus fases, detectando
sus prioridades y recursos para producir las acciones encaminadas
a corregir sus problemas. Al ser la comunidad participe de las
acciones sociales, analiza, reflexiona y propone alternativas
dirigidas a superar los puntos críticos diagnosticados”
De allí que, para estos autores los procesos de participación
comunitaria conllevan acciones colectivas y de reflexión, elemento
esencial para la producción de conocimientos, y al respecto
señalan:

Es entonces, acción y participación el producto de una


reflexión e investigación continúa sobre la realidad para
conocerla, comprenderla y transformarla. Esa participación se
apoya en un proceso de comunicación e interacción
constante entre los sujetos, actores fundamentales en todos
los momentos del acto transformador del entorno, como parte
de un compromiso social y grupal

Es decir que la participación ciudadana se puede concebir como un


mecanismo mediante el cual las comunidades organizadas
intervienen en la toma de decisiones, en los procesos de
planificación, ejecución y control de los recursos públicos que
deberán invertirse en la solución de sus necesidades prioritarias.
Son muchos los países latinoamericanos preocupados por buscar
nuevas formas de gestión pública, para lo cual han comenzado
por redefinir las funciones del Estado y su forma de actuación, sin
embargo, la realización de modificaciones en las estructuras
administrativas no ha sido suficiente, por lo que ha sido necesario
la recuperación de las bases de legitimidad y la eficacia social de
la gestión pública a fin de hacerla más efectiva en términos de
resultados de las políticas y más responsable en relación con los
ciudadanos.
Algunos países a fin de hacer más transparente la gestión
presupuestaria han buscado mecanismos de fortalecimiento de la
sociedad civil, a través de la participación de la comunidad, sobre
todo en el ámbito municipal, instancia institucional generalmente
responsable de la implementación de las políticas sociales. En este
sentido, determinados aspectos del presupuesto participativo
permiten vislumbrarlo como un elemento para ampliar las
condiciones de gobierno y gobernabilidad local, y promover mayor
equidad social en la inversión de prioridades entre otros objetivos
(Cavalcanti, 2000).
Se trata de nuevas formas de gestión presupuestaria que
buscan no sólo el mejoramiento de la eficiencia administrativa
de las diferentes organizaciones públicas, sino que tratan de
incorporar en sus procesos de gestión la participación activa
de la ciudadanía a fin de facilitar las iniciativas y
responsabilidades de todos los involucrados, estableciendo
puentes entre el Estado y la sociedad civil (Fernández y
Barrientos citados por Araujo, 2001). Con apoyo en la
Constitución de 1988 y algunas leyes orgánicas de los
municipios, en Brasil se dio inicio a la difusión de esta nueva
forma de gestión presupuestaria, la cual ha estado
generalmente asociada a las administraciones municipales.
Ciudades como Porto Alegre, Belo Horizonte, Ipatinga y
Salvador son ejemplos de municipios que tradicionalmente
vienen adoptando esta forma de presupuesto participativo
como una tentativa de perfeccionar el proceso de elaboración
presupuestaria y de lograr una mayor transparencia de los
gastos públicos. En los Municipios que adoptan esta práctica,
es la Ley de Directrices Presupuestarias (LDO) la que prevé la
adopción por parte del Poder Ejecutivo, de mecanismos
capaces de estimular la participación social en la consulta para
el señalamiento de prioridades en la elaboración de la Ley de
Presupuesto, la responsabilidad en la fiscalización de la
ejecución de obras y servicios prioritarios de acuerdo a lo
establecido por la vía participativa y el control de la aplicación
de los recursos públicos. De acuerdo a Cavalcanti,
(2000):

En estos municipios, la consulta a la población,


proporcionando accesibilidad de las informaciones
presupuestarias a los distintos sectores de la sociedad, es
llevada a cabo por el ejecutivo municipal a través de
asambleas públicas organizadas en todas las regiones
administrativas, con amplia participación de sectores
profesionales, entidades de clase y de la población en
general. De estas consultas surge indicación de prioridades
que serán transformadas en proyectos específicos para ser
seguidamente consignados en el Proyecto de Ley
Presupuestaria Anual, a ser sometida a la aprobación por
la Cámara de Ediles. Estimulando la participación popular
en el proceso de asignación de recursos públicos para la
inversión, el ejecutivo municipal no sólo procura identificar
las aspiraciones de grupos representativos de la sociedad,
en demandas distribuidas por cada región administrativa,
sino también perfeccionar procedimientos y prácticas
gubernamentales que involucren actores relevantes y crear
nuevas esferas de poder.
Venezuela, antes de la entrada en vigencia de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), ha tenido experiencias
en la posibilidad de la intervención popular en la escogencia de sus
prioridades, en cuanto a la toma de las decisiones en inversiones
de interés público, ya que se ha estado implementando otra forma
de gestión presupuestaria, como lo es el presupuesto participativo,
que ha incentivado el desarrollo de la democracia participativa y
protagónica tanto en el ámbito estadal como municipal, como
centros de toma de decisiones públicas, para la ejecución de obras
de inversión en términos proporcionales a las necesidades o
intereses de las comunidades. De tal manera que esta forma de
gestión del proceso recursos-gastos permite la corresponsabilidad
social evitando la ejecución de obras que no proporcionan mayores
beneficios a una determinada localidad.
A inicio del año 1990 con la instauración de los procesos de
descentralización en la Alcaldía del Municipio Caroní del Estado
Bolívar, surgieron una serie de interrogantes acerca del desarrollo
de la gestión pública de participación vinculada con lo que era el
presupuesto y las comunidades, acerca de ¿cómo canalizar la
participación? ¿cómo atender las expectativas y las dudas de la
gente acerca de la verdadera influencia de las decisiones y el
modo en que le afectan? ¿cómo motivar u organizar? ¿cómo la
gente puede apropiarse de sus procesos? Fue así que tratando de
obtener respuestas se estableció una estrategia de participación
vinculada con lo que es el presupuesto. El presupuesto se dijo, no
puede ser un ámbito privado para algunos imponer su arbitrio
sobre recursos y posibilidades que son de todos, y cuyos
resultados afectan a todos.
En esta nueva perspectiva, el presupuesto debía ser un
instrumento de gobierno en un gobierno democrático debiendo
llevarse a la conciencia de las comunidades la idea de que el
manejo de ese instrumento correspondía a todos (Estado-
comunidad) en cuanto al conocimiento de la información referida a
sus montos, cual es su origen, como se orienta, como se invierte o
ejecuta, así como también los resultados de la ejecución de esa
gestión, la cual debe ser evaluada de acuerdo a las necesidades
sociales que realmente haya atendido.
Fue así que, a partir del ejercicio presupuestario del año 1992 se
comenzó a elaborar una dinámica participativa del Municipio con la
población, mediante los procesos de consulta para el
presupuesto a través de las asambleas de ciudadanos para
establecer las prioridades de la comunidad y la asignación de
los recursos, además progresivamente se implantaron los
comités de seguimiento del presupuesto y se comenzó un
proceso de cogestión en el cual, según “se hacían
compromisos de inversión para determinados proyectos, y
después se controlaba la ejecución, siempre con la
participación de la gente”
Con ello en el Municipio Caroní se logró una cultura de dar y
recibir cuentas con lo cual, se aumentó el sentido de
corresponsabilidad para la generación de recursos,
mantenimiento y atención solidaria a diversos problemas
sociales.
Esta nueva forma de gestión presupuestaria también se
comenzó a implementar en los estados de Venezuela, como
fue el caso del Estado Miranda donde a comienzos del año
1996, la Dirección de Desarrollo Social de la Gobernación creó
un Sistema de Planificación Participativa con el objeto de
explorar nuevos caminos en las relaciones entre el Estado y las
comunidades, basadas en la participación activa.
Este modelo respondía a la necesidad de promover y fortalecer
las comunidades organizadas, estimulando patrones de
asociación, participación. cogestión y autogestión de las
comunidades

El reto consistió en pasar de un sistema paternalista,


sectario y clientelar a otro de mayor equidad, con un
estado facilitador y promotor del desarrollo eficiente y
efectivo en la prestación de servicios, capaz de implantar
programas y mecanismos que fortalecieran a la sociedad
civil permitiendo a las comunidades asumir la
responsabilidad compartida en el mejoramiento de su
propia calidad de vida y ganar efectividad a la hora de
satisfacer sus necesidades”

Para el año 2002 a través de la experiencia obtenida con la


implementación del modelo se logró una red de participación
popular de más de 1.500 asociaciones civiles y vecinales, más
de 1.700 obras en manos de las comunidades, transferencias
de más de 10.000 millones a las comunidades
para la ejecución de proyectos, 87 ambulatorios cogestionados, 48
clubes de abuelos, construcción de alrededor 800 kms de vialidad
rural, el desarrollo de la Parroquia La Mata en Valles del Tuy, como
productos de un proceso organizativo indetenible y expansivo en el
que cada vez más comunidades participan y se benefician (Tonitto
2002).
Es el en año 2003, cuando se promulga la Ley de Participación
Ciudadana por el gobierno del Estado Miranda, con la cual se
obligaba al gobierno de esa región a destinar 40% del presupuesto
para obras dirigidas a las comunidades, lo que permite a las
propias comunidades decidir cómo se ejecuta el presupuesto del
estado donde los ciudadanos no sean simplemente espectadores,
sino actores del proceso de gobernabilidad y de inversión de los
recursos estadales en las verdaderas necesidades de las
comunidades.
Para dar cumplimiento a los preceptos constitucionales que se
refieren a la participación activa de los ciudadanos en la toma de
decisiones en cuanto a la formulación, ejecución, evaluación y
control del uso que le dan las autoridades a los ingresos públicos,
se han aprobado numerosas leyes, entre las cuales se pueden
citar:
Para la ejecución de proyectos, 87 ambulatorios cogestionados, 48
clubes de abuelos, construcción de alrededor 800 kmts de vialidad
rural, el desarrollo de la Parroquia La Mata en Valles del Tuy, como
productos de un proceso organizativo indetenible y expansivo en el
que cada vez más comunidades participan y se benefician
Es el en año 2003, cuando se promulga la Ley de Participación
Ciudadana por el gobierno del Estado Miranda, con la cual se
obligaba al gobierno de esa región a destinar 40% del presupuesto
para obras dirigidas a las comunidades, lo que permite a las
propias comunidades decidir cómo se ejecuta el presupuesto del
estado donde los ciudadanos no sean simplemente espectadores,
sino actores del proceso de gobernabilidad y de inversión de los
recursos estadales en las verdaderas necesidades de las
comunidades.
Para dar cumplimiento a los preceptos constitucionales que se
refieren a la participación activa de los ciudadanos en la toma de
decisiones en cuanto a la formulación, ejecución, evaluación y
control del uso que le dan las autoridades a los ingresos públicos,
se han aprobado numerosas leyes, entre las cuales se pueden
citar:
La Ley Orgánica de Planificación (2001) trata lo referente a la
participación social, entendiéndose por ésta el derecho que tienen
los sectores sociales de estar debidamente informados, de
elaborar propuestas, de identificar prioridades y de recomendar
formas de participación que incidan en la construcción, viabilidad y
perfectibilidad de la planificación. De tal manera que los órganos y
entes de la Administración Pública promoverán la participación
ciudadana en la planificación, y deberán suministrar a los sectores
sociales, información amplia y oportuna sobre sus planes de
desarrollo y demás programas y proyectos (art. 58-59-60).
Para dar mayor cumplimiento a esta nueva forma de planificación
de las políticas públicas, la CRBV (1999) contempla la creación del
Consejo Federal de Gobierno como órgano encargado de la
planificación y coordinación de políticas y acciones para el
desarrollo del proceso de descentralización y transferencia de
competencias del poder nacional a los estados y municipios. De allí
que, de acuerdo a lo contemplado en el artículo 166 de la CRBV
“En cada Estado se creará un Consejo de Planificación y
Coordinación de las Políticas Públicas...” y el artículo 182 ejusdem
señala que en los municipios “Se crea el Consejo Local de
Planificación Pública...”Los Consejos Estadales de Planificación y
Coordinación de las Políticas Públicas funcionan en cada estado
como un órgano rector de la planificación
de las políticas públicas, a los fines de promover el desarrollo
armónico, equilibrado y sustentable; y deberán trabajar
coordinadamente con el Consejo Federal de Gobierno; para
ello, les deberán presentar cuantos informes les requieran en
las materias relacionadas con el Plan de Desarrollo Estadal, el
desarrollo territorial equilibrado, la dotación de obras y servicios
esenciales para las comunidades de menor desarrollo relativo y
aquellos informes o estudios que justifiquen la necesidad de
realizar inversiones previstas en el Plan de Desarrollo Estadal
(art. 17 LCEPCPP).
Asimismo, los Consejos Estadales de Planificación y
Coordinación de las Políticas Públicas deberán trabajar
coordinadamente con los Consejos Locales de Planificación
Pública de los municipios integrantes del respectivo estado, en
el ámbito de las competencias de cada organismo, a fin de
aclarar dudas y dar recomendaciones durante la elaboración
del Plan Municipal para su debida adecuación con el Plan de
Desarrollo Estadal.
Por lo tanto, los Consejos Estadales de Planificación y
Coordinación de las Políticas Públicas bajo la potestad de los
gobernadores deberán compartir con las comunidades para
discutir las necesidades de la sociedad civil de su región a fin
de impulsar la participación ciudadana.
Los Consejos Locales de Planificación Pública (2006) son los
órganos encargados de la planificación integral del municipio y
de diseñar el Plan Municipal de Desarrollo y los demás
planes municipales, garantizando la participación ciudadana y
protagónica en su formulación, ejecución , seguimiento,
evaluación y control, así como su articulación con el Sistema
Nacional de Planificación, de conformidad con lo establecido en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las
leyes (art. 2 LCLPP).
Los Consejos Locales de Planificación Pública (2006) son los
órganos encargados de la planificación integral del municipio y
de diseñar el Plan Municipal de Desarrollo y los demás
planes municipales, garantizando la participación ciudadana y
protagónica en su formulación, ejecución , seguimiento,
evaluación y control, así como su articulación con el Sistema
Nacional de Planificación, de conformidad con lo establecido en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las
leyes (art. 2 LCLPP).
En Venezuela a través de la creación de los Consejos Locales
de Planificación Pública lo que se ha tratado es de incentivar la
participación y el protagonismo de las comunidades
organizadas para la toma de decisiones en la inversión de los
recursos públicos.
Es decir, que a través de éstos, las comunidades organizadas
están involucradas en la toma de decisiones en la elaboración
de los proyectos de obras o servicios que sean prioritarias para
sus localidades, en concordancia con lo estimado por el alcalde
en el presupuesto estimado a dicho sector.
Por otra parte, de acuerdo a lo contemplado en el artículo 75 de
la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y
Sistema Nacional de Control Fiscal “El Contralor General de la
República, mediante resolución que se publicará en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela,
dictará las normas destinadas a fomentar la participación de los
ciudadanos, haciendo especial énfasis en los siguientes aspectos:
1. atender las iniciativas de la comunidad en el proceso de
participación ciudadana en el control fiscal; 2. ordenar, dirigir,
sistematizar y evaluar las denuncias ciudadanas; 3. establecer
estrategias de promoción de la participación ciudadana para
coadyuvar a la vigilancia de la gestión fiscal; y 4. promover
mecanismos de control ciudadano en proyectos de alto impacto
económico, financiero y social”.
Asimismo de acuerdo a lo señalado en la Ley contra la
Corrupción:
1) Toda la información sobre la administración del
patrimonio público que corresponda a todos los entes u
órganos del sector público, tendrá carácter de público, salvo las
excepciones que por carácter de seguridad y defensa de la
Nación expresamente señalen las leyes, a fin de garantizar el
ejercicio del derecho de participación social en la gestión
pública y asegurar la transparencia de la misma.
2) Todos los funcionarios públicos están en la obligación
de informar a los ciudadanos de la utilización de los bienes y el
gasto de los recursos que integran el patrimonio público cuya
administración les corresponde. A tal fin, publicarán
trimestralmente y pondrán a la disposición de cualquier persona
en las oficinas de atención al público o atención ciudadana que
deberán crear, un informe detallado de fácil manejo y
comprensión, sobre el patrimonio que administran con la
descripción y justificación de su utilización y gasto.
3) El Ejecutivo Nacional deberá someter a consulta
pública el anteproyecto de Ley del Marco Plurianual del
Presupuesto y el anteproyecto de Ley de Presupuesto Anual,
antes de su presentación a la Asamblea Nacional.
Los particulares y las organizaciones de la sociedad tienen
derecho a participar en la formulación, evaluación y ejecución
presupuestaria de acuerdo con el nivel político
1) territorial correspondiente
De acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2006),
la participación protagónica del pueblo en la formación, ejecución y
control de la gestión pública municipal es el medio necesario para
lograr su completo desarrollo, tanto individual como colectivo,
dentro del municipio.
A través de esta ley se impulsa la organización comunitaria con la
creación del presupuesto participativo y la redimensión del
presupuesto municipal, al desarrollar un título sobre la participación
protagónica en la gestión local, con lo cual se da una base legal
participación comunitaria.Para el cumplimiento de esta nuevas
formas de gestión pública municipal, se aprobó la Ley que regirá
el funcionamiento de los Consejos Comunales

(2006), como instancias de participación, articulación e


integración entre las diversas organizaciones comunitarias,
grupos sociales y los ciudadanos, que permiten al pueblo
organizado ejercer directamente la gestión de las políticas
públicas y la ejecución de proyectos orientados a responder a
las necesidades y aspiraciones de las comunidades (art. 2
LCC).
Asimismo la Ley Orgánica de Administración Pública (2008)
establece la participación social en la gestión pública
promocionando la participación ciudadana, cuando
expresamente señala en su artículo 138: “Los órganos y entes
de la Administración Pública promoverán la participación
ciudadana en la gestión pública. Las personas podrán,
directamente o a través de las comunidades organizadas,
presentar propuestas y formular opiniones sobre la gestión de
los órganos y entes de la Administración Pública, así como
participar en la elaboración de los instrumentos de contenido
normativo. Los órganos y entes públicos llevarán un registro de
las comunidades organizadas cuyo objeto se refiera al sector
correspondiente”.

2. El Presupuesto Participativo

El presupuesto participativo es el resultado de la utilización de


los procesos mediante los cuales los ciudadanos proponen,
deliberan y deciden en la formulación, ejecución, control y
evaluación del presupuesto de inversión anual del Municipio,
todo ello con el propósito de materializarlo en proyectos que
permitan el desarrollo del Municipio, atendiendo a las
necesidades y propuestas de las comunidades ante el Consejo
Local de Planificación Pública (art. 268 LOPPM).
Silberscheneider, citado por Cavalcanti, (2000) al referirse a las
virtudes presentadas por los promotores del presupuesto
participativo señala que:

A través de la discusión pública del presupuesto, el


comportamiento histórico de la administración pública de
tratar el destino de los fondos públicos en forma hermética,
centralizadora, tecnocrática y obviamente sin
transparencia, cede ante la posibilidad de participación
directa de la sociedad civil en cuanto a dar forma a
acciones del gobierno. Se hace patente que la introducción
de la discusión pública del presupuesto se presenta como
una variable política capaz de modificar la calidad de la
negociación de beneficios sociales entre gobernantes y
gobernados, en la medida en que la generación de un
nuevo
espacio público no estatal posibilita la potenciación de la
gobernabilidad de los gobiernos municipales en que se
insertan, por medio de la sumatoria de nuevos agentes
políticos en la negociación gubernamental (pág.137).

Deacuerdo a El Troudi, Haiman el presupuesto participativo “Es el


proceso a través del cual la población participa en la definición de
los valores de los ingresos y gastos del presupuesto público
municipal a invertir en las localidades, e indica en qué áreas
deberán hacerse las inversiones y cuáles deben ser las obras
priorizadas. A su vez, establece las prioridades de inversión del
presupuesto público que manejen las Gobernaciones de Estado,
los Ministerios y los órganos descentralizados de la Administración
Pública” De esta manera, no son los técnicos o los gobernantes
solos lo que adoptan las decisiones sobre cómo se deben invertir
los recursos obtenidos, sino que ahora juntos a ellos participan en
la toma de decisiones los representantes elegidos directamente
por las comunidades, toda vez que al momento de formular el
diagnóstico, los integrantes de la población junto con las
autoridades correspondientes determinarán las acciones,
medidas y proyectos que deben ser implementadas en sus
localidades
De conformidad con el Artículo 35 de la Ley de los Consejos
Locales de Planificación Pública (2006) “El presupuesto
participativo es el mecanismo que permite a los ciudadanos y las
ciudadanas del municipio proponer, deliberar y decidir en la
formulación, ejecución, control y evaluación del Plan y el
Presupuesto de Inversión Municipal anual. El presupuesto
participativo deberá contar con mecanismos amplios de discusión,
debates democráticos, sin exclusión de ningún tipo, a fin de
recoger el mayor número de opiniones y propuestas posibles”.

2.1 El Presupuesto de Inversión


Es una forma de gestionar los recursos públicos municipales a
través de la elaboración del presupuesto anual de inversión para
activar el presupuesto participativo, para ello es necesario que
cada una de las Parroquias situadas en el Municipio a través de las
comunidades organizadas participen en la elaboración del Plan de
Desarrollo Comunal, como un instrumento de planificación en el
cual se priorizan los proyectos y acciones del beneficio
financiamiento para la materialización de los proyectos, g) la
información que se derive del diagnóstico debe ser expuesta en
el informe consolidado del Plan de Desarrollo Comunal.
De esta forma las comunidades organizadas comienzan a
trabajar en la elaboración del presupuesto participativo el cual
les permite identificar, cuáles son sus necesidades y además
jerarquizar y priorizar aquellas necesidades de competencia
municipal, luego de lo cual, éstas deciden como quedará
conformado el Plan de Inversión, tomando en cuenta el monto
presupuestado.

de las ciudadanos y que permite impulsar la integración y el


desarrollo económico, social, cultural y territorial de las
comunidades.
Las comunidades organizadas deben realizar primeramente un
diagnóstico participativo, porque: a) da a conocer a la
comunidad su entorno,
b) facilita la identificación de los problemas y requerimientos
existentes, c) propicia el reconocimiento de los actores claves,
y d) permite recoger las diferentes opiniones de los problemas
y requerimientos de la comunidad, sus posibles soluciones y
limitaciones ( Propuesta Metodológica para la elaboración del
Plan de Desarrollo Comunal de CORPOCENTRO, 2008).
El diagnóstico participativo se realizará en el ámbito de la
asamblea de las comunidades organizadas, durante el lapso
comprendido entre los meses de abril y agosto. Los resultados
que arroje la jornada de estudio y análisis de la realidad
comunitaria, una vez priorizados, serán presentados al Consejo
Local de Planificación Pública a objeto de formular el Plan y el
Presupuesto de Inversión Municipal.
Las actividades que deben realizarse para la elaboración del
Plan de Desarrollo Comunal, se inicia con el diagnóstico de
identificación de los problemas y las necesidades más relevantes,
para lo cual: a) se deberán priorizar u ordenar los problemas según
la importancia que tienen para la comunidad, b) elegir cuáles serán
los proyectos comunitarios que han sido priorizados y si su
ejecución no genera dificultades o efectos secundarios en otros
proyectos, c) determinar los beneficios que la ejecución de los
proyectos traerá para la comunidad, d) proponer medios para su
solución o mecanismos para la satisfacción de las necesidades de
la comunidad, e) identificar donde se ejecutarán, en cuanto tiempo
se estima materializarlos y cuantos recursos serán requeridos para
llevar a cabo su ejecución, tales como: gastos de personal,
materiales y suministros, maquinarias y equipos, f) identificar la
fuente de
Para ello, en el mes de julio de cada año el alcalde o alcaldesa
entregará al Consejo Local de Planificación Pública la cifra o monto
total de inversión de cada sector, incluyendo los detalles que haya
lugar. Los representantes del Consejo Local de Planificación
Pública deben impulsar la participación activa de las comunidades
organizadas, escuchar sus planteamientos, priorizar sus
necesidades y presentarlas ante el Concejo Municipal dentro del
proyecto de ordenanza de presupuesto de inversión anual
municipal con el propósito de materializarlo en proyectos que
permitan el desarrollo del municipio, al ser sancionados por los
concejales a fin de darle la legalidad respectiva antes del 15 de
diciembre del año anterior a la entrada en vigencia de dicho
presupuesto.
Para dar cumplimiento a la participación ciudadana a través de sus
opiniones y propuestas para decidir en la formulación, ejecución,
control y evaluación del Plan y el Presupuesto de Inversión
Municipal anual la LOPPM establece que de los ingresos previsto
en el presupuesto municipal se deberá destinar como mínimo, el
cincuenta por ciento (50%) para ser aplicado a gastos de inversión
o de formación de capital, entendiéndose por éstos aquellos gastos
que la Oficina Nacional de Presupuesto le atribuye tal carácter, y
dando preferencia a las áreas de salud, educación, saneamiento
ambiental y a los proyectos de inversión productiva que promuevan
el desarrollo sustentable del Municipio.
De acuerdo al régimen municipal vigente en Venezuela, el
presupuesto de inversión debe estar dirigido al desarrollo humano,
social, cultural y económico del Municipio, y se debe elaborar de
acuerdo a las necesidades prioritarias presentadas por las
comunidades organizadas, en concordancia con lo estimado por el
Alcalde en el presupuesto destinado al referido sector y con los
proyectos generales sobre urbanismo, infraestructura, servicios y
viabilidad (Art. 231 LOPPM).
De conformidad al artículo 34 de la Ley de la Consejos Locales de
Planificación Pública, el Plan y el Presupuesto de Inversión
Municipal anual deben resultar de la consolidación de los
requerimientos formulados en el Plan Municipal del Desarrollo por
los consejos comunales, las organizaciones vecinales,
comunitarias y sectoriales, a través del proceso de formación del
presupuesto participativo, según lo establecido en la Ley Orgánica
del Poder Público Municipal.
Durante el lapso comprendido entre los meses de septiembre y
noviembre de cada año, el Consejo Local de Planificación
Pública formulará el Plan
y Presupuesto de Inversión Municipal, tomando en cuenta las
necesidades prioritarias presentadas por cada las comunidades
organizadas, producto del diagnóstico participativo y las
políticas de inversión del municipio..
Le corresponde al Concejo Municipal aprobar el Plan y
Presupuesto de Inversión Municipal, presentado por el Alcalde
o la Alcaldesa de acuerdo con el Consejo Local de Planificación
Pública, contenido en el proyecto de ordenanza de presupuesto
de ingresos y gastos del municipio.
El Plan de Inversión Municipal será aprobado por mayoría
calificada de los integrantes del Consejo Local de Planificación
Pública, conformada por las dos terceras partes, de acuerdo
con lo establecido en el Artículo 24 la ley que rige a los
Consejos Locales de Planificación Pública.
El Alcalde o la Alcaldesa remitirá el Plan a la Cámara Municipal
para su respectiva aprobación en la ordenanza presupuestaria
del municipio. Cualquier cambio o modificación al Plan deberá
ser consultado al Consejo Local de Planificación Pública y a los
consejos comunales respectivos que representen a las zonas
geográficas afectadas; de no ser así, los actos que sancione la
Cámara Municipal quedan sin efecto, prevaleciendo lo
aprobado por el Consejo Local de Planificación Pública (art. 39
LCLPP).
El proyecto de ordenanza de presupuesto de ingresos y gastos
del Municipio deberá ser presentado por el alcalde o alcaldesa
al Concejo Municipal, antes del 1º de noviembre para ser
sancionado, antes del 15 de diciembre del año anterior a la
entrada en vigencia de dicho presupuesto.

3. El Control Social

Es un tipo de control no institucional el cual nace con la


Constitución (1999) y es el derecho de todos los ciudadanos y
ciudadanas de participar en la toma de decisiones en los
asuntos públicos.
La participación del pueblo en la formación, ejecución y control
de la gestión pública es el medio necesario para lograr el
protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto
individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de
la sociedad facilitar la generación de las condiciones más
favorables para su práctica (art. 62 CRBV).
De tal manera que es un derecho de las comunidades
organizarse en Contralorías Sociales con el objeto de fiscalizar
la gestión pública y el desempeño de los organismos oficiales,
a fin de velar porque los recursos
financieros del sector público sean invertidos en las necesidades
prioritarias de la colectividad.
La controlaría social puede considerarse como un conjunto de
acciones de control, vigilancia y evaluación que deben realizar los
ciudadanos de manera organizada con el objeto de contribuir a que
la gestión gubernamental y el manejo de los recursos públicos se
realicen en términos de transparencia, eficacia, legalidad, y
honradez, así como para exigir rendición de cuentas a sus
gobernantes (Mier y Terán 2005).
Con la implementación de las contralorías sociales se puede lograr
la optimización del empleo de los recursos del Estado para hacer
de los mismos un uso más acorde con las necesidades de la
población; o el control y vigilancia permanente de la gestión
pública, enfocada a incidir en los procesos de toma de decisiones
en la administración pública en: formulación de políticas públicas,
formulación y seguimiento de los presupuestos de inversión, en la
ejecución presupuestaria, en los proceso de formación de las
leyes, entre otros aspectos Para la contraloría social es un proceso
organizativo que involucra a todos los ciudadanos en el ejercicio de
la crítica pública en aras de consolidar la democracia, y al respecto
señala:

Siendo una nueva forma participación, debemos verla como


un proceso propio de la democracia, aceptado y promovido
por todas y todos y no sólo un proceso de los grupos políticos
que hacen vida en los Municipios que le resten objetividad a
la naturaleza de la Contraloría, que debemos regular para no
caer en excesos o actitudes anárquicas. La contraloría
ciudadana para que contribuya a la construcción de la
democracia debe ser en su aplicación un proceso
participativo, transparente, tolerante, moderado y objetivo

Para ello, la ley que regula los Consejos Comunales, crea la figura
de las unidades de contraloría social como encargados de realizar
la fiscalización, control y supervisión del manejo de los recursos
asignados, recibidos o generados por los consejos comunales, así
como sobre los programas y proyectos de inversión pública
presupuestados y ejecutados por el gobierno nacional, regional o
municipal (art. 11 LCC).
Es decir, que las contralorías sociales son formas de intervenir que
tienen las comunidades organizadas en la vigilancia, seguimiento y
monitoreo de la
1) requisitos establecidos en la Carta Magna y en la legislación
electoral; y deberá solicitarse ante el Consejo Nacional Electoral
como ente encargado de organizar, administrar, dirigir y vigilar
todos los actos relativos a dichos referendos. Cuando se trate de
referendos sobre proyectos de ordenanzas o cualquier materia
objeto de consulta, sólo podrá hacerse una sola vez, en el mismo
periodo constitucional.

Municipal deberá dar a los vecinos oportuna respuesta a sus


planteamientos y solicitudes.
Asimismo, el Concejo Municipal deberá consultar a la sociedad
organizada en general, durante el proceso de discusión y
aprobación de los proyectos de ordenanzas, a los fines de
promover la incorporación de sus propuestas. Estas se harán a
través de las diversas modalidades de participación a fin de
garantizar la consulta abierta a los efectos de aprobar el contenido
de los proyectos de que se traten.
1) Iniciativa legislativa: Los ciudadanos y ciudadanas, en
un porcentaje no menor al cero como uno por ciento (0,1%) de
los electores del municipio, pueden presentar proyectos de
ordenanzas o modificación de las ya vigentes. Estos proyectos
son sometidos a la opinión del Concejo Municipal el cual debe
fijar una reunión con los presentadores de la iniciativa
legislativa a fin de discutir su contenido. Una vez examinado el
proyecto, el Concejo Municipal deberá pronunciarse sobre su
admisión o rechazo dentro de los treinta días siguientes a su
presentación.
2) Control social: Es un mecanismo mediante el cual los
integrantes de las comunidades participan en la vigilancia y
control de la gestión pública municipal, para ello podrán solicitar
la información y documentación administrativa que sean de
interés para la comunidad, y la administración municipal está
en la obligación de suministrarla.
Las comunidades organizadas, a través de alguno de los medios
de participación previstos en el municipio, podrán solicitar al
alcalde o alcaldesa, concejales o concejalas y al cuerpo colegiado
de las juntas parroquiales rindan cuenta de una determinada
gestión administrativa, antes de la finalización de su mandato.
Referendos: La Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece el referendo como un mecanismo de
participación y protagonismo del pueblo en el ejercicio de su
soberanía, para ello la solicitud y validez del referendo consultivo,
revocatorio, abrogatorio o aprobatorio deberá cumplir con los
2)

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