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Margaret, tenia el cabello rubio y ojos azules. Poseía una belleza enorme.

Llevaba un hermoso
outfit que ella misma había diseñado. Al bajar de la flamante limusina que la trajo nadie en el
colegio dudo en pensar que sería la próxima reina del baile. Al pasar por los pasillos las caras
somnolientas de los chicos recién levantados cambiaban a ojos bien abiertos y bocas hasta el piso.
Algo así como el tráiler de la máscara.

Se dirigió a la oficina del director a solicitar su horario de clases, así como su salón. Bárbara, la
secretaria del director, le dirigió una mirada despectiva mientras torcía sus ojos y pensaba:

“otra muñequita caprichosa de papa viene a hacerme el día”

Sin que pudiera expresar palabra alguna, el director thompson quien salía de su oficina, la saludo
con mucha emoción y la hizo seguir.

Después de varios minutos ella salió con su hoja de asignaturas y horarios dentro de una hermosa
carpeta rosada que hacia juego con su camisa y un vaso de smothie de fresa en su otra mano que
había ido a buscar Bárbara a la cafetería de la escuela, por órdenes del director, y por supuesto a
regañadientes ya que la cafetería está cruzando el campo de football americano y más allá de las
piscinas.

Al llegar al salón la profesora Paty quien por supuesto ya estaba informada de su llegada, la hizo
sentar en uno de esos pupitres nuevos que acababan de llegar por medio de una cuantiosa
donación que las industrias Blosoom habían hecho a finales del año pasado.

Para comenzar la clase miss Paty la hizo poner de pie a su lado para presentarla a sus compañeros.

“hola jóvenes para este nuevo año tenemos a una compañera recién llegada de Canadá. Les
presento a Margaret Blosoom…inmediatamente todo el salón empezó a murmurar debido a su
apellido, ya que industrias Blosoom era la empresa canadiense más importante a nivel mundial.

La maestra los hizo hacer silencio y le pidió a Margaret que se presentara ella misma, a lo cual ella
se negó acercándose al oído de la profesora y diciendo unas palabras que nadie pudo escuchar
Cap 2

El gimnasio internacional no era muy diferente a los otros colegios por lo tanto existían los
tradicionales grupos:

Los deportistas: esos típicos chicos que SIEMPRE vienen con el uniforme del equipo y
piensan más con el balón que con la cabeza

Los Nerds: esos chicos que al principio de la clase se levantan con el cuaderno en la mano
y gritan: “profe había TAREA”!

y por ultimo:

LOS POPULARES: ¡esas típicas chicas ODIOSAS que se sobrecargan de maquillaje y se la


pasan llorando porque su cabello no es “perfecto” o que su bolso es de la temporada
pasada, lo cual le verdad a mí me parece RIDICULO!

Bueno ya dejemos de hablar de esas víboras venenosas y sigamos con la historia.

Al llegar la hora del almuerzo Margaret entro por la puerta de la cafetería y todo el mundo
se la quedó mirando. De repente una de las Vibo….digo una de las populares llamada
Makensie se levantó y le pidio a Margaret que se sentara con ellas, cuando se acercaba a
la mesa, de repente Theodore (un nerd) se cayó al piso mientras caminaba a su mesa
tirando al piso todo su almuerzo. Generando una oleada de burlas por parte de toda la
cafetería y por supuesto también de las “populares” que se encargaron de gritarle todo
tipo de sobrenombres.
Margaret cambio su camino, puso su bandeja en una de las mesas vacías y se inclino con
mucha elegancia para ayudar a Theodore a levantar su almuerzo. Después lo acompaño a
su mesa y se sentó con él.
En el instante en el que se sentó todas las populares voltearon su cara inmediatamente,
había cometido “SUICIDIO SOCIAL”.
para los Nerds era un rayo de esperanza. A los deportistas…no les importo, estaban
hablando del partido de la próxima semana.

Por cierto, permítanme presentarme, soy Laura, actualmente soy la mejor amiga de
Margaret, pero no nos desviemos del tema, pronto entrare en escena.
Bueno antes de que piensen o se imaginen que soy algo que no soy les contare cosas sobre mi

Tengo el cabello Marrón claro y ojos prácticamente negros, el Día en que llego Margaret también
fue mi primer día en esta escuela.

Llegue en patineta con un outfit totalmente común, cuando pase por el pasillo no me robe ni una
mirada, ya que la camisa que mi madre me había prestado no ayudaba mucho, ya que mi ropa aún
no había llegado, desde Chicago donde vivía hasta hace dos meses.

Cuando me dirigí a la oficina del director Bárbara me señalo el tablero donde estaba publicado el
horario de todo el colegio y me dijo cuál era el mío.

Cuando por fin encontré mi salón miss Paty me hizo sentar rápido en una de las viejas sillas del
fondo, ya que había llegado tarde.

En el momento del almuerzo entre por la puerta e hice lo más inteligente que se me ocurrió,
sentarme en la mesa con menos personas y así conocí a Margaret y Theodore.

Luego de presentarnos Margaret nos empezó a contar su historia y la verdad era muy diferente de
lo que cualquiera se hubiera imaginado.
Hace dos años nunca hubiera estado sentada conmigo en la misma mesa ya que en ese tiempo era
todo lo que aparentaba, una niña mimada con padres ricos que acomodaban el mundo para ella.

Pero lastimosamente sus padres habían muerto durante un viaje de negocios. Ella había quedado
a cargo de su tutor, el abogado de la familia, durante algún tiempo tuvo que vivir sola en un hotel.

Los primeros días no salió de su cuarto y solo se dedicó a pedir servicio a la habitación. Como los
empleados del hotel sabían de su situación, trataban de darle pequeños detalles y pasar tiempo
con ella para tratar de hacerla sentir mejor, a pesar de sus iniciales malos tratos por considerarlos
empleados metidos.

Luego de cierto tiempo sentirse sola no era tan divertido y salir de compras todos los días ya no
tenía sentido. Así que empezó a hablar con ellos y a conocer que el mundo en el que ella vivía no
era igual para todo el mundo

Conoció a Sandra, la que arreglaba su cuarto. Quien había tenido que cuidar sola a su hijo Kevin
con síndrome de Down. Pero con una personalidad arrolladora, ya que tenía gran talento para el
baile y una sonrisa que le iluminaria el alma a cualquiera. De igual manera a Jason el chef del
hotel, quien siempre le enviaba un girasol en la mesa de la comida

Pasados seis meses se le podía ver inventando platillos al lado de jason e incluso acompañando a
Sandra en sus rondas de trabajo donde aprendió a arreglar camas y limpiar baños

Cuando su tutor se la llevo a los estados unidos, su forma de ver el mundo era totalmente
diferente, ella era una persona nueva, a excepción de su ropa. Su gusto por la moda seguía siendo
totalmente impecable.
A mitad de año nuestra mesa tenia personas de todos los grupos (hasta de las populares).

Era muy interesante compartir con Margaret las anécdotas de sus viajes por el mundo, eran
fascinantes, así como las historias de los demás del grupo.

Con el tiempo empezó a ayudar a todos con cualquier cosa que necesitaran, hasta me ayudo a mí
con la competencia de canto donde me inscribí sin pensarlo muy bien.

Ella decía que ayudar a la gente era su actividad favorita. Hasta nos agarró a rastras a Theodor y a
mí y nos hizo un cambio de look. El cual la verdad nos encanto.

Sin darnos cuenta cambiamos la historia del gimnasio internacional y la verdad ahora es mucho
más divertido.

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