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Derecho de alimentos e inasistencia alimentaria como violencia de

género y violencia contra menores, escenarios para acceder al


derecho.

Complemento de Derecho y Familia.

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.

Universidad de Antioquia.

Profesora: Amparo de Jesús Urrea Giraldo.

Estudiante: Beatriz Eugenia Bustamante Henao.

1 de noviembre de 2017.

Contenido
Introducción.................................................................................................................................................1

1. ¿Qué es el derecho de alimentos?.......................................................................................................2

1.1 ¿A quiénes se debe alimentos y quienes están obligados?................................................................4

1.2 Opciones para pedir alimentos en Colombia......................................................................................9

1.2.1 La conciliación.............................................................................................................................9

1.2.2 Los Juzgados..................................................................................................................................10

2. Breve reseña del delito de inasistencia alimentaria en el ordenamiento jurídico colombiano..............12

El delito de inasistencia alimentaria en la Ley 599 de 2000.......................................................................14

3 Elementos constitutivos del delito de inasistencia alimentaria..............................................................15

3.1 La tipicidad del delito de inasistencia alimentaria............................................................................15

3.2 La antijuricidad del delito de inasistencia alimentaria......................................................................16

3.3 La culpabilidad en el delito de inasistencia alimentaria...................................................................17

4 El papel del fiscal en la actuación frente al delito de inasistencia alimentaria........................................18

Conclusión..................................................................................................................................................22

Bibliografía.................................................................................................................................................23

Introducción
Con el fin de que cualquier persona que lea este trabajo, tenga o no
tenga acercamiento al derecho colombiano, comprenda de forma adecuada
que está en juego cuando se pasa de hablar del derecho de alimentos al
delito de inasistencia alimentaria, en relación con la violencia de
género y la violencia contra menores muestro como los alimentos se
relacionan con la seguridad social, el principio de solidaridad, la

1
vulnerabilidad y la protección de la familia; después hago una breve
reseña histórica sobre el delito de inasistencia alimentaria en
Colombia y de allí paso a examinar en que consiste en la actualidad,
luego con toda la información presentada, doy cuenta de varios
escenarios y las posibles actuaciones que debería hacer el o la fiscal
ante el delito de inasistencia alimentaria y antes de acudir al proceso
penal y también de cómo gestionar alimentos en el extranjero.

1. ¿Qué es el derecho de alimentos?

Desde 1887 con la Ley 57 o Código Civil colombiana se habla del


derecho de alimentos, sin definir en qué consisten los alimentos y
esto no se hace, porque, en el pensamiento del Siglo XIX y parte del XX
se entendía en Colombia alimentos en una doble vía: alimentos para el
cuerpo todo lo relacionado con la comida y alimentos para el alma lo
relacionado con los sentimientos y con los aspectos religiosos, en el
Siglo XXI, con la Ley 1098 de 2006 tenemos en el artículo 24 una
definición de alimentos así “Se entiende por alimentos todo lo que es
indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica,
recreación, educación o instrucción y, en general, todo lo que es
necesario para el desarrollo integral de los niños, las niñas y los
adolescentes. Los alimentos comprenden la obligación de proporcionar a
la madre los gastos de embarazo y parto”, de forma expresa en alimentos
no se incluyeron los sentimientos, ni la necesidad que tienen las
personas, desde el nacimiento hasta la muerte de sentirse amados y
respetados, esto está de forma tácita en el desarrollo integral, pero
puede prestarse para múltiples interpretaciones.

Teniendo presente qué son los alimentos, paso a hacer una descripción
de lo que es el derecho de alimentos en Colombia.

La sentencia C-919 de 2001, dice que “El derecho de alimentos es aquél


que le asiste a una persona para reclamar de la persona obligada
legalmente a darlos, lo necesario para su subsistencia, cuando no está
en capacidad de procurárselo por sus propios medios. Así, la obligación
alimentaria está en cabeza de quien, por ley, debe sacrificar parte de
su propiedad con el fin de garantizar la supervivencia y desarrollo del
acreedor de los alimentos”.

El derecho de alimentos tiene cómo base en la actualidad y desde la


Constitución Política de Colombia de 1991, la solidaridad, la cual es
un principio consagrado en el artículo 1 y reiterativamente consagrado
en nuestra carta magna, ejemplo de ello es el artículo 2 que dice que
es fin esencial del Estado “garantizar la efectividad de los
principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución”, el
artículo 48 que nos habla de seguridad social basada en el principio e

1
seguridad social y que tomando lo que se nos dice que son los alimentos
en la Ley 1098 de 2006 de 2004, podemos decir que cuando se nos habla
de alimentos se está incluyendo la seguridad social: salud, educación,
cultura; respecto a lo anterior, también tenemos el artículo 49 que nos
habla específicamente de la solidaridad y la salud, en tanto el Sistema
de Salud Colombiano se basa en un sistema de solidaridad, de donde, la
cuota que cada persona da para salud no se corresponde para la salud
propia, sino para la salud de todos los usuarios y si esto se hace
desde el Estado, con mayor razón debe incluirse la solidaridad cuando
se tienen lazos familiares. El artículo 95 de nuestra Constitución
Política, tiene como valor de la persona colombiana la solidaridad
“respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en
peligro la vida o la salud de las personas” y una acción humanitaria es
lograr que las personas vulnerables tengan alimentos.

Nuestra Constitución es enfática en defender a las personas


vulnerables, por ello el artículo 13 dice: “El Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica,
física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta
y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan” y esto
tiene relación con el derecho de alimentos, porque quién exige este
derecho está en condición de vulnerabilidad y está en riesgo o siendo
violentado, porque negar el derecho de alimentos es someter a la
persona a condiciones de vida difíciles, los niños, las niñas, los
adolescentes están en una etapa de su vida en que deben utilizar su
tiempo en el crecimiento personal y no en preocuparse por la
subsistencia, negar alimentos es una forma de violencia, porque somete
a la persona a preocupación y a estar en riesgo de no adquirir los
nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo humano.

El derecho de alimentos se relaciona de forma directa con la protección


de la familia, que es también de rango constitucional, el artículo 5
nos dice que la familia es la “institución básica de la sociedad” el 13
nos dice que a ninguna persona se la puede discriminar por su origen
familiar y en esto la Corte Constitucional ha hecho un trabajo juicioso
al llevar a los hijos a los mismos niveles de derechos, sean
matrimoniales, extramatrimoniales o adoptados, tal como lo dice el
artículo 42 en el cual se habla de iguales derechos y deberes y de que
“El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la
familia” y deben hacer esto con todas las herramientas a su alcance,
porque una persona vulnerable en sus condiciones familiares y que no
accede al derecho de alimentos por negligencia en las actuaciones del
Estado, es una persona doblemente violentada y a la que los recursos
pueden llegar cuando ya se es muy tarde, implicando muchas veces la
muerte por falta de alimentación, o la deserción escolar o daños
irreparables a la salud que con el tiempo se traducen en mayores
desigualdades sociales. Por lo anterior no dar alimentos a quién los

1
necesita, existiendo una persona obligada y por actuación negligente
del Estado lleva a la destrucción de la armonía y la unidad familiar,
que debe ser castigado según el artículo 42 de la Constitución Política
de Colombia; además el Estado está comprometido desde la Constitución
en el artículo 43 a proteger a la mujer cabeza de familia y muchas
veces la negación de alimentos se relaciona con el hecho de que una
mujer pide alimentos para sus hijos y el padre los niega por considerar
a la mujer inferior, es decir piensa que como es quién gana el dinero
se lo puede gastar como a bien tenga y que la mujer así este al cuidado
de sus hijos debería hacer lo mismo, cuestión que lleva a imponer
cargas pesadas a las mujeres y a tener detrimento en su vida.

A todo lo anterior debe sumarse que nuestra Constitución en su artículo


44 dice “La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de
asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e
integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede
exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los
infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de
los demás” de donde puede decirse que en cuanto a los niños el deber de
alimentos incluye como obligado al Estado y a la Sociedad, cuestión que
no está en la Ley 57 de 1887, en donde el obligado es el que tiene un
lazo con la persona que tiene el derecho; de forma similar ocurre lo
mismo con las personas ancianas como nos los dice el artículo 46 y con
la educación que es uno de los componentes del derecho de alimentos y
esto nos lo dice el artículo 67. Por todo lo anterior el Estado protege
a la familia y tiene el deber de ayudarla cuando sea necesario para
cumplir los fines de la sociedad.

1.1 ¿A quiénes se debe alimentos y quienes están obligados?


De lo anterior ya sabemos que el derecho de alimentos esta guiado por
el principio de solidaridad y que este derecho atiende a la
vulnerabilidad de las personas, a los lazos que las unen, a la
necesidad de quién los solicita y a la capacidad del alimentante, por
ello la Ley 57 de 1887 en su artículo 411, con las modificaciones que
ha tenido en estos 130 años dice que se deben alimentos:

1. Al cónyuge y a los compañeros permanentes en Unión Marital de


Hecho1 (Derecho a la igualdad).
2. A los descendientes legítimos.
3. A los ascendientes legítimos.
4. Al cónyuge inocente, a cargo del cónyuge culpable o separado,
artículo 23 de la Ley 1 de 1976 y declarado EXEQUIBLE por la Corte
Constitucional mediante Sentencia C-174-96.
5. A los hijos naturales, su posteridad legítima y a los nietos
naturales. Artículo 31 de la Ley 75 de 1968.

1
Sentencia C-1033-02 de 27 de noviembre de 2002, Magistrado Ponente Dr. Jaime Córdoba Triviño

1
6. A los Ascendientes Naturales. Artículo 31 de la Ley 75 de 1968
7. A los hijos adoptivos.
8. A los padres adoptantes.
9. A los hermanos legítimos.
10. Al que hizo una donación cuantiosa si no hubiere sido rescindida
o revocada. La acción del donante se dirigirá contra el donatario. No
se deben alimentos a las personas aquí designadas en los casos en que
una ley se los niegue.
11. Además de lo anterior “La mujer grávida podrá reclamar alimentos
a favor del hijo que está por nacer, respecto del padre legítimo o del
extramatrimonial que haya reconocido la paternidad” artículo 111 de la
Ley 1098 de 2006.

A continuación explico a quiénes y porque obliga el derecho de


alimentos.

El derecho de alimentos existe, no solo por los lazos de


consanguineidad, civiles o condenatorios, sino también porque quién los
requiere está en condiciones de vulnerabilidad, al respecto:

1. La Ley 57 de 1887 o Código Civil Colombiano nos dice en su


artículo 113 que el “matrimonio es un contrato solemne por el cual un
hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de
auxiliarse mutuamente”, y esto último es lo que actualmente llamamos el
principio de solidaridad, al cual ya me referí con anterioridad. La
Corte Constitucional Colombiana incluyo en el año 2002 a los compañeros
y las compañeras permanentes, mediante Sentencia C-1033 y esto lo hizo,
por el principio de solidaridad y por el Derecho a la Igualdad, el cual
está en el artículo 13 de nuestra Constitución Política, ya que,
culturalmente las Uniones Maritales de Hecho en Colombia son
reconocidas, con diversos nombres, algunos peyorativos, desde hace
siglos y legalmente desde 1990 con la Ley 54 y no existía ninguna
justificación para tratar como ciudadanos legales de segunda a los
compañeros y las compañeras permanentes y por lo tanto estos gozan del
derecho a alimentos cuando no pueden subsistir por sus propios medios o
sus condiciones de vida son precarios y el obligado o la obligada es su
cónyuge o su compañero permanente.
2. Se le deben alimentos a los hijos, las hijas independientemente
de la forma en que llegaron a las vidas de sus familias: por
matrimonio, extramatrimonialmente, por adopción, es decir, nuestro
ordenamiento jurídico ha consolidado desde 1990 en lo normativo y con
reflejo en lo cultural que todos los hijos y las hijas son iguales ante
la ley y tienen los mismos derechos y esto se ha traducido en numerosos
cambios en la Ley 57 de 1887 y en otras.

1
Teniendo en cuenta lo anterior, nuestro Código Civil y la
jurisprudencia asumen que toda persona menor de 18 años es vulnerable,
puede ser fácilmente violentada y se le deben alimentos a pesar de que
el menor o la menor, tenga recursos propios. La vulnerabilidad continúa
después de los 18 años si la persona, es discapacitada o está
estudiando una carrera profesional, media o técnica, que le permita en
el futuro ser un ser independiente, anteriormente se decía que esta
situación llevaba a que se dieran alimentos hasta los 25 años de edad,
pero en la actualidad la edad no tiene importancia, pues “contar con 25
años de edad como límite para el suministro de alimentos a hijos
mayores de edad que cursan estudios superiores no es un parámetro
absoluto, pues allí entran en juego circunstancias disímiles como la
duración de la carrera escogida por el alimentario o alimentaria, o la
edad en que empieza tal formación académica por factores también
diversos como, entre otros, la obligación de prestar el servicio
militar obligatorio en tratándose de los alimentarios varones, etc.”2,
de donde lo que importa es la correlación entre el tiempo dedicado al
estudio, las circunstancias fácticas personales y la no posibilidad de
que sean compatibles estudio y trabajo, pues de asumir estas dos
responsabilidades, implicaría más tiempo de estudio o la deserción, lo
que redundaría en truncar el proyecto de vida de la persona que
requiere los alimentos, por eso cada caso se analiza de forma
específica, ejemplo de esto es la sentencia STC1982-2017 Radicación
n.° 68001-22-13-000-2016-00856-01 de la Corte Suprema de Justicia en la
que no se exonero a un padre de seguir pagando la cuota de alimentos a
su hija, una mujer de 26 años que cursaba décimo semestre de medicina.
Además, es una creencia reiterativa y equivocada que cuando la persona
cumple los 18 años o los 25 si está estudiando, de inmediato cesa la
obligación alimentaria y que el alimentante puede dejar de pagar
inmediatamente la cuota, esto no es así, pues si existía una
conciliación, una sentencia o aun si los alimentos se entregaban de
forma voluntaria se requiere de conciliación y/o de la acción judicial
de exoneración de cuota alimentaria, puesto que prima el “principio
constitucional de solidaridad en el ordenamiento jurídico colombiano,
para resaltar, en todo caso, que al padre le asiste el deber de
coadyuvar en la realización material del proyecto de vida -formación
integral- de su hijo, al menos, mientras que éste logra obtener un
empleo para autosostenerse”. Por lo anterior el obligado o la obligada
es el padre y/o la madre.

3. Los ascendientes, sean naturales o por adopción también pueden


estar en condiciones de vulnerabilidad, por no encontrarse empleados,
no tener seguridad social o por ser adultos mayores, nuestra
Constitución Política en su artículo 46, ampara a los adultos y las

2
Sentencia de Impugnación. Corte Suprema De Justicia. Sala De Casación Civil. Magistrado Ponente: Arturo Solarte
Rodríguez. Bogotá, D.C., nueve (9) de septiembre de dos mil nueve (2009).- Discutido y aprobado en Sala de 2 de
septiembre de 2009. Ref.: 05001-22-10-000-2009-00144-01

1
adultas mayores y dice que “El Estado, la sociedad y la familia
concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la
tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y
comunitaria.
El Estado les garantizará los servicios de la seguridad social integral
y el subsidio alimentario en caso de indigencia”, de este artículo se
desprende que la protección de las personas adultas mayores compete a
la familia, la sociedad y el Estado y que este último tiene la
obligación de realizar todas las acciones necesarias para que la
persona débil, tenga las opciones y acciones correspondientes para
tener lo que requiere y vivir en condiciones dignas. Por lo tanto el
obligado o la obligada son el hijo o la hija.
4. La Ley 1 de 1976 en su artículo 23 estableció que “Se deben
alimentos: A cargo del cónyuge culpable, al cónyuge divorciado o
separado de cuerpos sin su culpa”, en este sentido el pago de alimentos
es un castigo por no cumplir con el contrato de matrimonio y por
pisotear la dignidad de la otra persona que no incurrió en ninguna de
las causales de divorcio, ni de separación de cuerpos y por esto se le
llama inocente, además en muchos casos el o la cónyuge culpable
finaliza la relación sin que le importe las consecuencias económicas,
sociales y morales para la otra persona, la cual muchas veces ni ve
venir el fin de la relación, porque esta engañado o engañada y por lo
tanto no ha consolidado medios para vivir cuando eventualmente termine
la sociedad conyugal o cuando él o la cónyuge se lleva todos los
recursos, dejando al cónyuge inocente en estado de vulnerabilidad; en
este caso la obligación alimentaria subsiste hasta que el o la cónyuge
inocente contraigan nuevas nupcias, fallezcan o por decisión propia
renuncien al derecho de alimentos. Por lo anterior el obligado o la
obligada es el o la cónyuge culpable.

5. A los colaterales, hermanos y hermanas de doble conjunción o


legítimos cuando están en condiciones de vulnerabilidad y no tienen
forma de subsistir por sus propios medios se les debe alimentos,
aparentemente se entra en una contradicción con los principios de
solidaridad e igualdad, pero para la Corte Constitucional en la
Sentencia C-105 de 1994 dijo “Por el contrario, sería opuesto a la
equidad extender el derecho a todos los hermanos eliminando la calidad
de legítimos exigida por el numeral 9 del artículo 411. Téngase en
cuenta que los hermanos extramatrimoniales que únicamente son hijos del
mismo padre, es posible que ni siquiera se conozcan entre sí, y no
serían parte de la misma familia. Además, hay que tener presente que
el inciso sexto del artículo 42 de la Constitución consagra la igualdad
de derechos y obligaciones entre los hijos, no entre los hermanos”. Por
lo tanto el obligado o la obligada es el hermano o la hermana de doble
conjunción.

1
6. Los nietos y las nietas pueden estar en condiciones de
vulnerabilidad, cuando su padre y/o su madre no tienen condiciones para
su subsistencia, o cuando estos los abandonan o han dejado de existir y
por el principio de la solidaridad le corresponde a los abuelos y a las
abuelas asumir la obligación alimentaria, al respecto la Corte Suprema
de Justicia en Sentencia del 13 de noviembre de 1994 con Magistrado
Ponente Héctor Marín Naranjo dijo “"la obligación alimentaria es un
deber jurídico impuesto a una persona para asegurar la subsistencia de
otra, deber que puede provenir de la ley, de una convención o de
testamento"3, en este caso el deber proviene del artículo 411 de la Ley
87 de 1887, integrado a la Constitución Política de Colombia en su
artículo 44 que dice “Son derechos fundamentales de los niños: la vida,
la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación
equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser
separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra
toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta,
abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos.
Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución,
en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por
Colombia. No dar alimentos a alguien que es vulnerable y teniendo la
forma de hacerlo es una forma de violencia física, porque se somete al
otro a aguantar hambre, lo cual es una forma de tortura y también es
violencia moral porque se pisotea el derecho de los niños y las niñas
al amor y al cuidado y se da la idea de que no son importantes.
La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y
proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el
ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la
autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores.
Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás” y
esto está unido a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos
suscrita en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos
Humanos en San José, Costa Rica del 7 Al 22 De Noviembre De 1969 y
ratificada por Colombia por la Ley 16 de 1972 que en su artículo 19
dice “Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su
condición de menor requieren por parte de su familia de la sociedad y
del Estado”, es decir el Derecho de Alimento de los niños y de las
niñas tiene protección reforzada de rango internacional y por hacer
parte de los Derechos Humanos, se encuentra en lo que se aplica con el
artículo 93 de la Constitución Política de Colombia que dice que ” Los
tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso, que
reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los
estados de excepción, prevalecen en el orden interno. Los derechos y
deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán de conformidad con
3
Concepto 134 De 2012, del Instituto Colombiano De Bienestar Familiar – ICBF que cita la Sentencia del 13 de noviembre de 1994 con
Magistrado Ponente Héctor Marín Naranjo.

1
los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por
Colombia”. Por lo tanto el obligado o la obligada es el abuelo y/o la
abuela.

7. A los donantes, ya que el donatario, después de hacer la


donación, puede perder su fortuna, sus medios de subsistencia o pudo
haber donado todo lo que tenía y quedar sin recursos, existen
diferentes tipos de donación lo cual esta Título XIII: De las
Donaciones entre Vivos de la Ley 57 de 1887. Aquí el obligado o la
obligada es quién recibió la donación.
8. Mujer embarazada. El artículo 111 de la Ley 1098 de 2006 dice “La
mujer grávida podrá reclamar alimentos a favor del hijo que está por
nacer, respecto del padre legítimo o del extramatrimonial que haya
reconocido la paternidad”, esto significa que se protege al nasciturus,
para qué desde el vientre materno, el que está por nacer tenga los
recursos para recibir los nutrientes que requiere para su desarrollo.
El nasciturus es muy vulnerable, porque su buen desarrollo implica que
todos sus órganos tengan los nutrientes que requiere, un bebe que nace
desnutrido, es pobre desde antes de nacer y esta desnutrición implica
que no tendrá posibilidades mentales que le ayuden a superar la
pobreza, repitiendo ciclos de carencias. Aquí el obligado es el padre
de la criatura que está por nacer.
Además de lo anterior no entregar los alimentos a la mujer embarazada
que los requiere comporta violencia al “castigar” con hambre y con
recursos a una mujer que está embarazada y que otro mira con
superioridad debido a una cultura patriarcal y machista en la que se ve
la violencia de género.

Por todo lo anterior, sabemos quiénes son los obligados, de estos se


espera que voluntariamente cumplan con su obligación de entregar los
alimentos y generalmente es así, también se comprende cómo no entregar
alimentos es una forma de violencia contra una persona vulnerable, pero
¿qué opciones tienen las personas que no reciben alimentos, para
adquirirlos?

1.2 Opciones para pedir alimentos en Colombia.

Lo primero que debo decir es que en Colombia se puede pedir alimentos a


través de tribunales de familia o civiles o penales, esto último puede
sonar un tanto extraño, porque la inasistencia alimentaria es un delito
y en Colombia el castigo principal es la cárcel, pero como se verá
adelantar una acción penal puede tener como meta de quién denuncia que
se le den alimentos de forma más rápida ante la amenaza de la prisión.

1
1.2.1 La conciliación.

La conciliación es un mecanismo alternativo, al litigio, para la


solución de conflictos, con este mecanismo se busca que las personas
lleguen a acuerdos de forma rápida y en lo posible restaurando tejido
social, familiar y humano, se busca que las personas se comuniquen
entre sí, se reconozcan en sus seres y hagan realidad valores como la
solidaridad.

El Decreto 1818 de 1998 por medio del cual se expidió el Estatuto De


Los Mecanismos Alternativos De Solución De Conflictos, definió la
conciliación en su artículo 1 así “La conciliación es un mecanismo de
resolución de conflictos a través del cual, dos o más personas
gestionan por sí mismas la solución de sus diferencias, con la ayuda de
un tercero neutral y calificado, denominado conciliador”4 (Artículo 64
Ley 446 de 1998); existen dos formas de conciliación en cuanto al tema
de alimentos: la judicial la cual se hace dentro de un proceso judicial
y la extrajudicial por fuera del proceso judicial con las dos primeras
se pretende llegar a acuerdos antes que avanzar en un proceso civil o
de familia y con la última se pretende no llegar al proceso penal.

En un orden “lógico” para pedir alimentos en Colombia primero se debe


intentar la conciliación extrajudicial de que nos habla el artículo 8
del Decreto 4840 de 2007 “la conciliación extrajudicial en derecho de
familia podrá ser adelantada ante los conciliadores de los centros de
conciliación, ante los defensores y comisarios de familia, los
delegados regionales y seccionales de la Defensoría del Pueblo, los
agentes del Ministerio Público ante las autoridades judiciales y
administrativas en asuntos de familia y ante los notarios”, estas
conciliaciones son requisito de procedibilidad para avanzar en un
eventual litigio de alimentos, esto nos los dice en numeral 2 del
artículo 40 de la Ley 640 de 2001.

Con el acta de conciliación, de no conciliación o de no asistencia a la


conciliación se puede iniciar pleito judicial ante jueces de familia y
esto se puede hacer por varios motivos: revisión de cuota alimentaria,
colocación de cuota alimentaria o exoneración de cuota alimentaria.

1.2.2 Los Juzgados.

Ante el incumplimiento de lo acordado en el acta de conciliación el


segundo paso “lógico” sería la demanda ante juzgado de familia, para
hacer esto quién requiere de alimentos o su representante legal en el
caso de los menores, debe tener los siguientes datos y documentos: acta

4
Decreto 1818 de 1998.

1
de conciliación, ya sea con acuerdo, sin acuerdo o dando cuenta de que
la persona citada no acudió, registro civil con el que se prueba el
vínculo entre alimentante y alimentario, pruebas de los gastos en que
se está incurriendo cuando la responsabilidad de alimentos le
corresponde a dos o más personas, nombres de testigos, dirección del
obligado, teléfonos, posible empresa en la que labora o si se es
independiente decir que hace para obtener medios para la subsistencia y
con todo lo anterior acudir al Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar, para que se le nombre un defensor o una defensora de familia
o ante un Comisario o una Comisaria de Familia o hacer amparo de
pobreza para que se le nombre un abogado o contratar un abogado
especialista en derecho de familia para que se haga la demanda ante
juez de familia, juez civil o juez promiscuo, según el tipo de jueces
que haya o no haya en el Municipio.

Si el incumplimiento de la obligación de alimentos es contra un o una


menor el juez o la jueza procede a fijar cuota de alimentos
provisional, hasta que dicta sentencia, también puede reportar a CIFIN,
DATACREDITO, PROCREDITO y puede en su sentencia ordenar a entes del
Estado que protejan a la persona y que aceleren los procesos y los
recursos, porque no se puede exigir a una persona en estado de
vulnerabilidad que espere, ya que el daño puede ser irremediable.

Si la persona obligada no cumple con la sentencia del juez o de la


jueza, el paso siguiente es pedir ante la misma autoridad que se
embargue sueldo o propiedades para cumplir con la obligación.

Sin embargo, hay que tener presente que son personas vulnerables las
que piden el derecho de alimentos y que en muchos casos lo que está en
juego es la vida misma y es necesario proteger a la persona lo más
rápido posible, para ello se puede hacer Acción de Tutela con la que de
forma pronta y a veces transitoria, hasta que resuelvan otras
instancias, se embarguen sueldos o propiedades y se proteja a quién
requiere de alimentos.

Prueba de lo anterior son las siguientes sentencias:

1. Sentencia T-685/14 protegió el derecho de alimentos de la señora


Margarita Rojas de Moreno de 70 años, sin subsidio de adulta
mayor, sin ayuda del Estado, ni de sus hijas, con SISBEN uno y en
condición casi que de indigencia, en este caso la Corte
Constitucional dijo “es tal la obligatoriedad de que los hijos
sean responsables de la alimentación de sus padres cuando ellos
ya son adultos mayores y no tienen posibilidad de costear sus
necesidades básicas, que el artículo 233 del Código Penal[34]
contempla sanciones por su incumplimiento”.
2. Sentencia T-676/15, se protege a una adolescente menor de edad y
dictándose medidas transitorias de protección, mientras el juez

1
de familia y el juez penal adelantan las acciones
correspondientes y finalizan los procesos.
3. Sentencia T-467/15. Con esta sentencia se protegió a una cónyuge a la
que reiterativamente se le había entregado en vida del causante el 38 %
de la pensión y una vez muerto, su compañera permanente y las fuerzas
armadas no siguieron haciéndolo.
4. Sentencia T-012/16. Con esta sentencia la Corte Constitucional
protegió el derecho de alimentos, ante la violencia económica e
intrafamiliar a la que fue sometida una mujer durante más de dos
décadas y que cuando se dio el divorcio su cónyuge la asfixio
económicamente, esta sentencia se conoce como la sentencia
estrato 6.

Todo lo anterior se hace si el obligado o la obligada está en Colombia,


ya que, si la persona obligada está en el extranjero se tendría que
hacer lo siguiente:

“1. El padre/madre irresponsable debe de estar en un país que haga


parte de la Convención de la ONU para la obtención de alimentos en el
extranjero (países signatarios aquí http://goo.gl/Jr7mD )

O bien, hacer parte de la Convención Iberoamericana sobre obligaciones


alimentarias (países signatarios aquí http://goo.gl/dBbJy )

2. El padre/madre interesado debe de presentar la solicitud de


alimentos internacionales ante el centro zonal del ICBF que esté más
cercano al lugar de domicilio del menor para que el Defensor de Familia
le brinde el apoyo necesario.

Así mismo, puede presentar la solicitud ante la Sala Administrativa del


Consejo Superior de la Judicatura, para lo cual necesita un abogado.

Estas entidades sólo cumplen con remitir las solicitudes a los países
donde se encuentren los padres irresponsables. Mas no tienen facultad
para impulsar esas solicitudes y tiene la obligación de notificar las
providencias” (Muñoz, 2013).

Para hacer la solicitud se anexan los mismos documentos que se


requieren para hacer una demanda y se debe anexar la dirección, el
teléfono y el lugar en donde trabaja el obligado en alimentos. Si no
sabe esto no es posible adelantar ninguna acción y entonces el derecho
al igual que cuando a pesar de las condenas no se paga a quién lo
requiere, se vuelve nugatorio.

El siguiente paso “lógico”, cuando a pesar de tener conciliación y


sentencias condenatorias por jueces, no se logra obtener alimentos es
acudir a la fiscalía a denunciar por el delito de inasistencia
alimentaria.

1
2. Breve reseña del delito de inasistencia alimentaria en el
ordenamiento jurídico colombiano.

El derecho de alimentos está en nuestro ordenamiento jurídico desde


1887 con la Ley 57 o código civil colombiano y en lo penal el delito de
inasistencia alimentaria esta desde 1946 con la Ley 83 o Ley Orgánica
de la Defensa del Niño que en el artículo 78 dice “El padre sentenciado
a servir una pensión alimenticia y que pudiendo no la cumpla durante
tres meses, será condenado a pagar multa de diez pesos a trescientos
pesos, o a sufrir prisión de un mes a un año”, esta Ley no sirvió para
la defensa del derecho de alimentos a menores, primero porque las
personas de nuestro país no han sido proclives a leer leyes y menos en
la década del 40 en donde el analfabetismo era del 63% , segundo porque
se estaba en una sociedad y una cultura en la que los hijos y las hijas
no habidos en matrimonio se escondían y las mujeres como norma general
preferían asumir toda la responsabilidad, así fueran casadas o no,
antes que ventilar la situación en juzgados y encontrarse en desventaja
ante leyes que privilegiaban a los hombres, antes que a los niños; por
todo esto esta norma no fue funcional como medida para obtener el
derecho de alimentos.

Luego en 1968 sale la Ley 75 de 1968, por la cual se dictan normas


sobre filiación y se crea el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
y en el artículo 40 nos dice “Quien se sustraiga, sin justa causa, a
las obligaciones legales de asistencia moral o alimentaria debidas a
sus ascendientes, descendientes, hermanos o hijos adoptivos, o al
cónyuge, aun el divorciado sin su culpa o que no haya incurrido en
adulterio estará sujeto a la pena de seis meses a dos años de arresto y
multa de mil pesos a cincuenta mil pesos.

PARÁGRAFO. La acción penal sólo recaerá sobre el pariente


inmediatamente obligado, cuando no se trate de ascendencia o
descendencia legítima.

Hay falta de asistencia moral cuando se incumpla voluntariamente las


obligaciones de auxilio mutuo, educación y cuidado de la prole y
especialmente en los casos previstos por los artículos 42 y 43 de la
Ley 83 de 1946, si el estado de abandono o peligro proviene de actos u
omisiones de la persona obligada.

Cuando el sujeto pasivo dice ser hijo natural debe demostrar


previamente esa calidad”.

De lo anterior podemos observar que las leyes en las que se incluía el


delito de inasistencia alimentaria no eran penales y que en la década
del 40 solo se protegía al menor y en la década del 60 se buscó
proteger a todas las personas que desde la Ley 57 de 1887 tienen el
derecho; también podemos decir que desde la década del 40 es factor

1
importante la capacidad del denunciado para cumplir con la obligación
alimentaria y desde 1968 se incluye la moral que consiste en asistir a
las personas en situaciones graves como enfermedades, vejez y
calamidades de la naturaleza y también en acompañar a las personas de
la familia en las fechas y celebraciones importantes y en la educación,
esta connotación moral que se da a la insistencia esta con otro nombre
en las legislaciones modernas, se le llama “integralidad” que es lo
mismo a lo que se refería la moral.

En 1980 se incluye la inasistencia alimentaria en la Ley 100, penal,


esto está en el artículo 263. El cual dice “El que se substraiga sin
justa causa a la prestación de alimentos legalmente debidos a sus
ascendientes, descendientes, adoptante o adoptivo o cónyuge, incurrirá
en arresto de seis (6) meses a tres (3) años y multa de un mil a cien
mil pesos.

Cuando se trate de un parentesco natural de consanguinidad, la acción


penal se limitará a padres e hijos”. El inciso 2 fue declarado
inexequible por la Corte Constitucional mediante sentencias C-125-96 y
C-174-96, fue reiterado mediante Sentencia C-237-97.

Esta Ley se aleja de la moralidad y se limita al contenido material del


derecho de alimentos y la inexequibilidad del inciso 2 se hizo porque:
“la obligación alimentaria en favor de todos los ascendientes y
descendientes, no se ve cómo puede el inciso demandado limitar la
acción penal a los padres e hijos naturales, con exclusión de los
ascendientes y descendientes de los demás grados. Esta limitación es
contraria a la igualdad consagrada por el artículo 13 de la
Constitución, que prohíbe las discriminaciones por razón del origen
familiar.

Obsérvese, además, que, en últimas, la norma acusada establece una


doble discriminación: por un lado se discrimina en contra de todos los
ascendientes y descendientes legítimos, más allá de los padres e hijos,
pues se les somete a la acción penal por el delito de inasistencia
alimentaria; y por el otro lado, se discrimina en favor de los
ascendientes y descendientes naturales, distintos a los padres e hijos,
pues se les libera de la acción penal originada en el mismo delito”.

En el año 2000 La Ley 599 tipifica nuevamente el delito de


inasistencia alimentaria y lo hace diciendo lo mismo que había dicho la
legislación anterior, colocando un mínimo más alto a la pena y
cambiando la multa en dinero por multa en salarios mínimos.

El delito de inasistencia alimentaria en la Ley 599 de 2000.

El derecho de alimentos está mayoritariamente vinculado a las


relaciones familiares y por esto nuestro legislador penal definió como

1
delito la inasistencia alimentaria y la ubico en el Titulo VI de la Ley
599 de 2000 artículo 233 (Modificado por la Ley 1181 de 2007) como
delito contra la familia, la cual es protegida desde nuestra
Constitución Política y desde los Tratados Internacionales de Derechos
Humanos, ratificados por Colombia.

3 Elementos constitutivos del delito de inasistencia


alimentaria.

3.1 La tipicidad del delito de inasistencia alimentaria.

La Ley 599 de 2000 en su artículo 233 (Modificado por la Ley 1181 de


2007) tipifica el delito de inasistencia alimentaria así “El que se
sustraiga sin justa causa a la prestación de alimentos legalmente
debidos a sus ascendientes, descendientes, adoptante, adoptivo, cónyuge
o compañero o compañera permanente, incurrirá en prisión de dieciséis
(16) a cincuenta y cuatro (54) meses y multa de trece punto treinta y
tres (13.33) a treinta (30) salarios mínimos legales mensuales
vigentes.

La pena será de prisión de treinta y dos (32) a setenta y dos (72)


meses y multa de veinte (20) a treinta y siete punto cinco (37.5)
salarios mínimos legales mensuales vigentes cuando la inasistencia
alimentaria se cometa contra un menor.

Parágrafo 1°. Para efectos del presente artículo, se tendrá por


compañero y compañera permanente únicamente al hombre y la mujer que
forman parte de la Unión Marital de Hecho durante un lapso no inferior
a dos años en los términos de la Ley 54 de 1990.

NOTA: El texto subrayado fue declarado INEXEQUIBLE por la Corte


Constitucional mediante Sentencia C-798 de 2008, y EXEQUIBLE el resto
de esta disposición en el entendido que las expresiones “compañero” y
compañera permanente” comprende también a los integrantes de parejas
del mismo sexo.

Parágrafo 2°. En los eventos tipificados en la presente ley se podrá


aplicar el principio de oportunidad.

Artículo 2°. La presente ley rige a partir de su sanción y promulgación


y deroga todas las disposiciones que le sean contrarias”.

El tipo no contemplo como delito la inasistencia alimentaria para el


donante, ni para el padre del hijo que espera una mujer embarazada,
cuestiones que si comprende el derecho de alimentos, lo cual vimos
anteriormente.

1
Podemos observar que el tipo dice “El que se sustraiga sin justa causa”
de donde legalmente no se podría, ni siquiera, imputar el delito de
inasistencia alimentaria a una persona que se encuentra desempleada y
puede probar que ha tratado por todos los medios a su alcance de
conseguir empleo y además puede aducir que cuando ha tenido empleo o
recursos los ha usado para cumplir su obligación de alimentos, desde
este punto de vista sería un error imputar este delito a una persona
sin recursos, de donde podría ser una falacia decir que las cárceles
están llenas de “pobres padres desempleados”.

El bien jurídico que se protege es la familia y en este caso el amparo


es integral, porque los alimentos, los cuales son tasados en dinero y/o
en especie incluyen: vivienda que puede ser en arriendo o propia
(patrimonio); salud que está unida a la vida y se requiere pagar E.P.S
o estar en el régimen subsidiado y pagar los copagos requeridos;
educación que aunque sea brindada por el Estado, para estar en una
Institución Educativa se requieren pasajes para el traslado, útiles
escolares, uniformes, materiales; libertad, entregar los alimentos a
tiempo representa para las personas la posibilidad de desarrollar su
proyecto de vida, como por ejemplo cuando la persona es estudiante
universitaria o cuando se es madre y puede estar más tiempo
contribuyendo al desarrollo de sus hijos en vez de estar rebuscándose
una libra de panela y con la angustia de dejar a sus hijos encerrados y
a un paso de que se los quite el ICBF; la recreación que le brinda a la
persona la posibilidad de desarrollar otras facetas de su personalidad
y que además constituye parte de su desarrollo integral, ya que, en vez
de ver televisión todo un día, tiene la posibilidad de interactuar con
otros familiares y amigos.

Los alimentos representan todo lo que requiere un ser humano para


vivir, así que el bien jurídico afectado es la familia como un todo, al
omitir el obligado o la obligada entregar los alimentos.

El artículo 10 de la Ley 599 de 2000, dice que “En los tipos de omisión
también el deber tendrá que estar consagrado y delimitado claramente en
la Constitución Política o en la ley” y esto está en el tipo penal de
inasistencia alimentaria cuando dice “El que se sustraiga”, es decir el
que deje de hacer, el que omita, en este caso el obligado tenía el
deber de entregar alimentos y no lo hizo y es el sujeto activo; siendo
sujetos pasivos quienes tienen el derecho de alimentos.

3.2 La antijuricidad del delito de inasistencia alimentaria.

El artículo 11 de la Ley 599 de 2000, nos dice sobre la antijuridicidad


que “Para que una conducta típica sea punible se requiere que lesione o

1
ponga efectivamente en peligro, sin justa causa, el bien jurídicamente
tutelado por la ley penal”.

Él obligado o la obligada al no cumplir con la entrega de alimentos


pone efectivamente en peligro a su familia o a alguien de su familia,
es decir el contenido del injusto “reside en la probabilidad de que se
produzca un efecto de daño. Esta definición es compatible con la de
delitos de resultado y de mera actividad, por cuanto no se refiere a la
modalidad de conducta descrita en el tipo, sino al efecto de la
conducta: según consista en la creación de un estado efectivo de daño o
en la probabilidad de que afectar al bien jurídico (de peligro”
(Sánchez, 2012), en este caso el efecto de la conducta es que quién no
recibe los alimentos está en el peligro constante de ser violentado: de
tener hambre y esto conlleva a enfermedad y en muchos casos muerte,
también está en peligro de ser violentado para que no desarrolle su
proyecto de vida y sumarse a los millones de personas que viven en
pobreza extrema e indigencia y de esta forma se concretaría el peligro,
pasando de ser peligro de mera actividad que en este caso sería la
omisión a peligro de resultado; nuestro legislador en la antijuricidad
del delito de inasistencia alimentaria tuvo en cuenta el peligro de
mera actividad, que en este caso por ser omisión se traduce en una
inactividad, en la cual el obligado o la obligada es garante de la
protección de ese niño, niña o adolescente y de evitar que sea
violentado.

3.3 La culpabilidad en el delito de inasistencia alimentaria.

El artículo 12 de la Ley 599 de 2000 dice de la culpabilidad que “Sólo


se podrá imponer penas por conductas realizadas con culpabilidad. Queda
erradicada toda forma de responsabilidad objetiva”, la responsabilidad
objetiva es la conductas realizada o el resultado causado sin dolo ni
culpa, de donde para imputar el delito de inasistencia alimentaria, el
obligado o la obligada debe saber que está cometiendo el delito y aun
así lo hace de forma dolosa, como por ejemplo cuando se niega el
derecho de alimentos a un menor, por castigar a la madre que ha
conseguido otra pareja; o al padre o madre ancianos, por considerar que
ya no sirven, como si los seres humanos fueran desechables; o cuando de
forma culposa el obligado o la obligada no cumplen con pagar la cuota
alimentaria, porque de forma culposa están convencidos de que ya no
tienen la obligación, como por ejemplo cuando el hijo o la hija cumplen
18 años e inmediatamente dejan de pagar, con el convencimiento de que
ya son adultos y sin realizar el trámite correspondiente de exoneración
de cuota alimentaria ante juzgado de familia.

En conclusión el delito de inasistencia alimentaria tiene como verbo


rector sustraerse y se le añadió “sin justa causa”, es decir solo puede
cometerse de forma dolosa o culposa y el tener justa causa es eximente

1
para llegar al proceso penal y es un delito contra la familia, de
peligro y de mera conducta.

Con el Código Procedimiento Penal, Ley 600 del año 2000, este delito
es querellable, esto está en el artículo 35, también es querellable en
la Ley 906 de 2004, en su artículo 74 y por lo tanto quién denunciaba
fungía como acusador, podía desistir y la conciliación era
prerrequisito para realizar la denuncia.

Lo anterior cambio con la Ley 1542 de 2012 que en su artículo 1 elimino


la querella como prerrequisito, dicho artículo dice así: “La presente
ley tiene por objeto garantizar la protección y diligencia de las
autoridades en la investigación de los presuntos delitos de violencia
contra la mujer y eliminar el carácter de querellables y desistibles de
los delitos de violencia intrafamiliar e inasistencia alimentaria,
tipificados en los artículos 229 y 233 del Código Penal”, por lo tanto
el delito de inasistencia alimentaria ya no es querellable, se puede
investigar de oficio y ya no se puede desistir de la denuncia.

Resulta lógico, que en el artículo precitado se unan: delitos de


violencia contra la mujer, delitos de violencia intrafamiliar e
inasistencia alimentaria, porque culturalmente y socialmente son las
mujeres las que generalmente quedan a cargo de la crianza de los y las
menores y son ellas las que sufren con rigor las consecuencias de la
inasistencia alimentaria, ven como de forma violenta, se truncan sus
proyectos de vida de estudio o de un mejor trabajo, por luchar por la
subsistencia de sus hijos e hijas, mientras los padres se desentienden
de la crianza y forman otras familias a veces sin preocuparse de lo que
les pase a sus hijos e hijas y sin siquiera enterarse de las penurias
que causa la inasistencia alimentaria, porque este delito es una de las
formas de violencia contra la mujer, los niños, las niñas y los
adolescentes, que deja heridas psicológicas al causar estrés,
depresión, falta de apetito y de ganas de vivir, con respecto a esto
Bernal, citando a Gutierrez dice que “el peligro de la inasistencia
consistía en que acercaba a la familia “a los más bajos fondos de la
miseria, la mendicidad, la vagancia, la prostitución, etc.”” (Bernal,
2012).

De todas formas las voces que se levantan a favor y en contra de


mantener en el Sistema Penal el delito de inasistencia alimentaria,
tienen argumentos valiosos y a pesar de que existen personas que van a
la cárcel por este delito y que la voz mayoritaria dice que “si no
pagaba la cuota cuando estaba libre, menos cuando está preso” y las
personas que están a favor de mantener el delito dicen que esto es
necesario, pues, es la única “presión real” a la que se puede acudir;
también es cierto que el Sistema Penal debe fungir como “ultima ratio”
y que el uso de este debe ser excepcional.

1
4 El papel del fiscal en la actuación frente al delito de
inasistencia alimentaria.

Cuando llega a la fiscalía una denuncia por el delito de inasistencia


alimentaria, el o la fiscal es verificar que se den los supuestos para
considerar que existe el delito: vínculo entre alimentante y
alimentario, necesidad del alimentario, capacidad del alimentante y
acciones realizadas.

Después de analizado lo anterior el o la fiscal debe ser consciente de


sus funciones y esto lo encontramos en el artículo 250, de la
Constitución Política de Colombia que dice:

“Corresponde a la Fiscalía General de la Nación, de oficio o


mediante denuncia o querella, investigar los delitos y acusar a los
presuntos infractores ante los juzgados y tribunales competentes. Se
exceptúan los delitos cometidos por miembros de la Fuerza Pública en
servicio activo y en relación con el mismo servicio. Para tal efecto la
Fiscalía General de la Nación deberá:

1. Asegurar la comparecencia de los presuntos infractores de la ley


penal, adoptando las medidas de aseguramiento. Además, y si fuere del
caso, tomar las medidas necesarias para hacer efectivos el
restablecimiento del derecho y la indemnización de los perjuicios
ocasionados por el delito.

2. Calificar y declarar precluidas las investigaciones realizadas.

3. Dirigir y coordinar las funciones de policía judicial que en forma


permanente cumplen la Policía Nacional y los demás organismos que
señale la ley.

4. Velar por la protección de las víctimas, testigos e intervinientes


en el proceso.

5. Cumplir las demás funciones que establezca la ley.

El Fiscal General de la Nación y sus delegados tienen competencia en


todo el territorio nacional.

La Fiscalía General de la Nación está obligada a investigar tanto lo


favorable como lo desfavorable al imputado, y a respetar sus derechos
fundamentales y las garantías procesales que le asisten”.

Pero, además de las funciones debe acudir, el o la fiscal, al artículo


4 de la Constitución Política de Colombia que dice “La Constitución es
norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución
y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones
constitucionales”, porque, teniendo presente lo anterior,
constitucionalmente el fiscal o la fiscal no está obligado a llevar al

1
presunto delincuente ante la justicia penal, puede llevar el caso a
otras instancias como la familiar o la civil, porque en el artículo 250
precitado dice “acusar a los presuntos infractores ante los juzgados y
tribunales competentes”, de donde el juzgado penal puede ser lo último
que intentara un fiscal para restablecer el derecho de alimentos sin
necesidad de usar el Sistema Penal y buscar imponer un castigo que no
llevará a nada.

Unido a lo dicho están los incisos 2 y 3 del artículo 13 de la


Constitución Política de Colombia que manda a todas las personas que
hacen parte del Estado promover y proteger a las personas que están en
debilidad manifiesta y aquí entran todas las personas que requieren
alimentos y de las que hable al iniciar este escrito.

Por lo anterior el o la fiscal que atiende una denuncia por el delito


de inasistencia alimentaria puede redireccionar el caso, a otras
personas que trabajan para el Estado o asumirlo y llevarlo a otros
juzgados diferentes a lo penal.

Teniendo en cuenta lo hasta aquí dicho se pueden presentar varios


escenarios, en los que él o la fiscal pueden realizar diferentes
acciones:

1. La persona que presenta la denuncia no ha intentado realizar


otras acciones, en este caso el fiscal puede tomar dos rutas: la
primera es remitir el caso a una comisaria de familia, defensor
de familia o cualquier entidad establecida para ello y que pueda
hacer conciliación o la segunda realizar la conciliación
avanzando en lo penal. Si la persona que denuncia opta por la
primera ruta y le incumplen puede activar la demanda familiar o
civil o puede reactivar el proceso en la fiscalía. Si la persona
opta por la segunda ruta y le incumplen puede continuar el
proceso en la fiscalía.
2. La persona que presenta la denuncia ya hizo la conciliación, tal
y como se describió antes en este escrito y fue incumplida, en
este caso el fiscal puede tomar tres rutas: la primera es remitir
el caso a una comisaria de familia, defensor de familia o
cualquier entidad que pueda realizar la demanda, ya sea en
juzgado de familia, civil o mediante acción de tutela; la segunda
es el mismo acudir a tribunal civil o familiar o la tercera es
continuar con el proceso penal y llamar dentro del proceso otra
vez a conciliación penal para ejercer un efecto psicológico que
sirva para que el obligado atienda sus obligaciones.
3. La persona que presenta la denuncia ya hizo la conciliación, la
cual fue incumplida y además ya hizo demanda o presento acción de
tutela y tiene sentencia condenatoria y no se ha podido realizar
embargos y el obligado con justa causa continua sin cumplir la
cuota de alimentos, en este caso el fiscal debe realizar la

1
conciliación y mandar al obligado a otras instancias que le
permitan acceder a la obtención de trabajo como por ejemplo la
bolsa de empleo del SENA o a cursos de otras entidades que le
permitan con cursos cortos ingresar a la vida laboral o generar
su propio empleo, como se dijo anteriormente con justa causa no
se debe seguir el proceso penal.
4. La persona que presenta la denuncia ya hizo la conciliación, la
cual fue incumplida y además ya hizo demanda o presento acción de
tutela y tiene sentencia condenatoria y no se ha podido realizar
embargos y el obligado sin justa causa continua sin cumplir la
cuota de alimentos, en este caso el fiscal debe realizar la
conciliación y puede optar por dos rutas: en la primera debe
acudir a otras entidades como por ejemplo de salud mental para
hacer valoración sobre la reticencia a cumplir las obligaciones y
con el diagnostico realizar las acciones pertinentes, porque el
delito de inasistencia alimentaria muchas veces está unido a la
violencia de género en su aspecto económico. En la segunda ruta
el fiscal puede continuar con el proceso buscando no solo la
condena, sino los embargos correspondientes para obtener la cuota
alimentaria, actual y atrasada, hasta precluir la Investigación
a favor del procesado o aplicar el Principio de Oportunidad
y llegar a la condena.
5. La persona que denuncia ya intento todo: conciliaciones,
demandas y el obligado a pesar de tener recursos no cumple con
sus obligaciones, pero vive en otro país, el fiscal puede tomar
dos rutas: la primera es redireccionar el asunto a otros
organismos del Estado como se vio en el numeral 1.2.2 de este
mismo trabajo; la segunda es realizar las acciones por sí mismo,
llegando incluso a solicitar la extradición si existe convenio
entre Colombia y el país en que esta el obligado incumplido y
presunto delincuente.

Por todo lo anterior los y las fiscales tienen opciones que les
permiten asumir el delito de inasistencia alimentaria de otras
formas diferentes a lo penal.

Durante 27 años yo luche por obtener el derecho de alimentos para mi


hijo, primero acudí al ICBF, cuando el niño tenía 2 años de edad, el
defensor hizo su trabajo, que en aquella época, 1992 consistía en
presentar demanda ante juez de familia y el juez ordeno que al papá
de mi hijo le descontaran el 25% de su salario, tan pronto llego
esta orden a la empresa, él se retiró de trabajar y me tocó
trabajar, estudiar y criar un hijo con la ayuda de mis hermanas y de
mi mamá, aun en medio de una de las peores crisis económicas como
fue la del UPAC, en donde estuve al borde de perder mi apartamento y
las cuotas subieron tanto que todo mi sueldo era para pagarlas y
mi mamá nos daba el almuerzo a mi hijo y a mí y mi hermana el

1
desayuno y mi hijo de comida tenía el algo que le daban en la
escuela, también me toco sacarlo de bicicross y él era uno de los
compañeros de Mariana Pajón y era realmente bueno en ese deporte,
así que siempre me preguntaré ¿Sí yo hubiera tenido dinero que tan
lejos hubiera llegado? Y me toco retirarlo y meterlo a fútbol, dos
años y cuando ya pudo regresar había perdido el interés, porque vio
como los que fueron sus compañeros triunfaban en el exterior,
mientras que él no pudo y eso ocurrió en buena parte, porque el
padre no se responsabilizó y luego cuando empezó la conciliación en
Colombia, para alimentos, la cuota que me daba era casi que
irrisoria.

Finalmente el papá de mi hijo se fue para Estados Unidos y desde el


año 2010, cuando el joven ya estaba en la Universidad de Antioquia,
dejo de mandar el dinero y aunque yo ya estaba mejor económicamente,
la responsabilidad me abrumaba y además tenía poco tiempo para verlo
a esto se sumó que mi hijo entró en una depresión que le duro casí
cinco años.

Mi hijo a instancias mías denuncio al papá en la fiscalía por el


delito de inasistencia alimentaria y le tocó un fiscal que realizó
acciones en el exterior y que llevo el caso hasta imputación, pero
el día de la audiencia cambiaron de fiscal por una señora que se
dedicó a hablar con el abogado del papá de mi hijo, que repitió
acciones que ya había hecho el mismo fiscal y que no conducían a
nada, que citaba a mi hijo para hostigarlo y que a pesar de las
razones del abogado que yo conseguí finalmente archivo el proceso en
octubre de 2017.

En total a mi hijo se le negó el derecho de alimentos durante 16


años.

Conclusión

Después de haber transitado por todo el sistema estatal colombiano para


obtener el derecho de alimentos, veo dos opciones, la primera es
demandar al padre de mi hijo en Estados Unidos, ya que, desde Colombia
no he podido encontrar un abogado o una firma de abogados seria que lo
haga y la segunda es demandar al Estado Colombiano por ineficiencia y
nugatoriedad en la consecución del derecho de alimentos y hacer esto
paso a paso hasta llegar a una Corte de Derechos Humanos internacional.

Otra conclusión a la que llegue es que desde la fiscalía se pueden


realizar otras acciones diferentes a solo la persecución penal, porque
por mandato constitucional todos los funcionarios del estado están
llamados a realizar acciones de ensamble que permitan a los ciudadanos

1
acceder de forma eficiente al Estado para que sus Derechos no se
vuelvan nugatorios.

Es necesario educar desde el ICBF, las Comisarias de Familia y las


Fiscalías a la población con el fin de que no se pierda tiempo optando
por rutas que no sirven para hacer efectivo el Derecho de Alimentos.

A pesar de que la inasistencia alimentaria trae de por sí violencia a


quien se le niega el derecho, lo penal debe ser lo último a lo que se
debe acudir para obtener el derecho, pues en los procesos penales de
inasistencia alimentaria es muy posible que la víctima obtenga lo que
quiere, pero, al mismo tiempo se resquebrajan las relaciones familiares
y esto puede ser de por vida y si queremos un país con menos dolor,
violencia y resentimiento es mejor examinar otras opciones y en esto el
o la fiscal juega un papel determinante, ya que es quién puede dialogar
con la persona que denuncia acerca de las alternativas.

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1
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http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1996/C-174-96.htm el 24
de octubre de 2017.

1
Sentencia de Impugnación. Corte Suprema De Justicia. Sala De Casación
Civil. Magistrado Ponente: Arturo Solarte Rodríguez. Bogotá, D.C.,
nueve (9) de septiembre de dos mil nueve (2009).- Discutido y aprobado
en Sala de 2 de septiembre de 2009. Ref.: 05001-22-10-000-2009-00144-
01. Consultada en: http://webcache.googleusercontent.com/search?
q=cache:ZiR-c-VuuZgJ:www.cortesuprema.gov.co/corte/wp-
content/uploads/sentencias/Tutelas/2009/Civil/Dr.Arturo%2520Solarte
%2520Rodriguez/Septiembre/2009-00144-01.doc+&cd=1&hl=es-
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Sentencia de la Corte Suprema de Justicia. Magistrado ponente: ÁLVARO


FERNANDO GARCÍA RESTREPO. STC1982-2017. Radicación n.° 68001-22-13-000-
2016-00856-01. Consultada en:
http://webcache.googleusercontent.com/search?
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%2520Garc%25C3%25ADa%2520Restrepo/SENTENCIAS/STC1982-
2017.doc+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=co El 26 de octubre de 2017.

Sentencia C-1033 de 2002. Corte Constitucional Colombiana. Consultada


en: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2002/c-1033-02.htm
el 26 de octubre de 2017.

Sentencia C-105 de 1994. Consultada en:


http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1994/C-105-94.htm el 26
de octubre de 2017.

Sentencia T-685/14. Consultada en:


http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2014/t-685-14.htm el 27
de octubre de 2017.

Sentencia T-676/15. Consultada en:


http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2015/T-676-15.htm el 27
de octubre de 2017.

Sentencia T-467/15. Consultada en:


https://munozmontoya.com/2013/06/17/cmo-solicitar-alimentos-a-un-padre-
o-una-madre-que-est-en-el-exterior/ el 27 de octubre de 2017.

Sentencia T-012/16. Consultada en:


http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2016/t-012-16.htm el 27
de octubre de 2017.

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