En una empresa siempre es necesario encontrar beneficios que permitan ser
productivos y mantenerse en el mercado. Por ello, la importancia de encontrar formas que permitan reducir costos y optimizar recursos suele ser primordial para las organizaciones. En el país, las cargas fiscales pueden llegar a ser muy elevadas sin el debido control al momento de la planeación, lo que obliga a las empresas a tomar conciencia sobre el impacto que estas puedan ocasionar. Para ello las empresas hacen uso de una herramienta muy importante dentro de este rubro: “la planeación fiscal”, la cual muchos autores han definido de diferentes formas pero resaltándola como un proceso de prevención sobre la estructura empresarial de cada contribuyente, buscando conseguir una eficiencia contable y tributaria sin incurrir en la evasión fiscal, ya que muchos no entienden que la evasión fiscal omite el pago del impuesto por medio de maquinaciones o simulación de actos jurídicos mientras que la planeación fiscal disminuye el impacto del impuesto pero siempre con estricto apego a lo que la ley marca y de forma justa con el principio de legalidad y articulo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por ello, es importante resaltar que la planeación fiscal resulta necesaria hoy en día para las empresas mexicanas ya que así se tiene mejor competencia en mercados nacionales e internacionales, además de haberse vuelto necesaria para organizaciones que quieran sobrevivir y impactar en el mercado. Entre las muchas ventajas de la planeación fiscal podemos mencionar que: favorece la optimización de recursos financieros, minimiza riesgos y brinda seguridad al fijar un rumbo con certidumbre, crea una cultura fiscal ante la anticipación de eventos futuros, etc. Por otra parte, es importante considerar que al llevar a cabo este proceso se requiere de un amplio conocimiento de la situación de la empresa ya que de lo contrario las decisiones que se tomen podrían ser erróneas y de importante riesgo. Para ello, la planeación fiscal se conforma de 5 etapas que de llevarse a cabo correctamente garantizan que las decisiones que se tomen sean las mas apegadas a la ley y la realidad. Cada una de las fases es muy importante por lo que se necesita conocer lo que cada una conlleva. En la primera etapa se hace un análisis de la situación de la empresa en la cual se revisa información financiera, fiscal y jurídica del contribuyente que servirá como base para la planeación, identificando rasgos peculiares de su operatividad. En la segunda etapa se realiza un diagnostico de la situación, la cual sirve para conocer si la organización cumple correctamente con sus obligaciones fiscales en los diferentes ámbitos. A continuación, en la tercera etapa se hace un listado de posibles alternativas donde se trabaja en conjunto para seleccionar la mejor estrategia, algunas que podemos mencionar son: ubicar al contribuyente en el régimen simplificado de ley, efectuar ventas en abonos, buscar formas diferentes de pago, realizar escisión de sociedades, entre otras. En la cuarta etapa se hace la selección de las mejores alternativas, la cual dependerá de la situación en que la empresa se encuentre, en esta etapa el contribuyente se encuentra en plena libertad de seleccionar la opción mas conveniente a sus intereses. Por último, la quinta etapa se refiere a la implantación, en la cual, se incurre en costos que deben ser menores al beneficio que la empresa espera obtener. Todas estas etapas una vez que han sido implantadas deben estar monitoreadas por un responsable que verificara si los resultados presupuestados coinciden con los obtenidos. En conclusión, la planeación fiscal es una herramienta sumamente importante en las organizaciones ya que permite prevenir el aumento excesivo de la carga tributaria a través de una serie de pasos que al seguirse correctamente permitirán una alternativa rentable para la empresa y apegándose a los lineamientos que la ley establece.