Está en la página 1de 65

¡

,v O' ~)
f

\'-../

alonso alegría
ELCRUCE ...... .
SOBRE EL ............
NIAGARA .............•..• .• . •.
. '. ',:, .
. '- -- ;

1
alonso alegría
EL RU E
BRE EL

NI AR

© Casa de las Américas, 3 ra. y G,


Vedado, La Habana, Cuba. Pr imera
edición. Abril de 1969. Diseño de
Umberto Peña.
Ediciones Casa de las Américas publica
en su Colección Premio las obras pre ~
miadas y mencionadas en el Pre mio
Casa de las Américas.

I
JURADO
Isidora Aguirre
(Chile) para Marta
José Estruch
(Uruguay)
Fabio Pacchioni
(Ecuador)
Carlos del Peral
(Argentina) I
Carucha Camejo
(Cub.)

j

Perso1lajes:
BLONDIN
45 años. Alto, atlético, bien p:uecido, con
algo de romántico en su figura. Práctico, duL
ce de palabra, gran conocedor de bs personas.

CARLO
18 años. Pequeño, flaco, aparenta quince.
Con ojos im:eligcnces, llenos de suspicacia, pe~
ro de pronto es capaz de creer en algo y darse
íntegramente. Le es muy difícil admitir cual-
quier sentimiento.

VOCES
I
En la cuarta escena se oyen las de un pa-
nadero llamado WILLIS, un BOMBERO y tam-
pieza eI/seis escenas bién VECINOS, además de una MULTITUD al
)' 1/11 prólogo final de la pieza.

9
Escetlografía
Un pequeño departamento de un dormi- •
tono y baño en una casa de pensión, Cama,
mesa de noche, escritorio, silla, ropero, No da
sensación de pobreza,
Puerta al pasi llo, puerta al baño, ventan:1
de alféiza r bajo que da a la calle,
Todo esto realizado m uy livianamente y
sin atenerse a ningún realismo estricto: en las
últimas dos escenas se usará solamente cámara
negra,

Tiempo •
PROLOGO
Allrcdcdor de 1870.

Con la sal" completamente a oscuras se oye


la VOzclara " bien modulada de 1tn buen.
locutor que dice m:ll.y didácticamente, como
leyendo de un'o enciclopedia.

BLONDIN: 1824-1897; equilibrista


y acróbata francés, nacido en Saint
Omer, Francia, el 28 de febrero de
1824 y muerto en Londres el 19 de fe-
brero de 1897. Verdadero nombre:
Jean Fran~ois Gravelet. Cuando tenía
• cinco años de edad fue enrolado en la
academia de gimnasia de Lyons, y, des-
pués de seis meses de entrenamiento

10 I 11


corno acróbata hizo su primera presen-
tación pública como «El Pequeño Pro-
digio». Debió especialmente su fama
y fortuna a su idea de cruzar las ca-
taratas del Niágara sobre un alambre
de 330 metros de largo a una altura
de 48 metros sobre las aguas. Logró
es'ta proeza por primera vez en 1859,
repitiéndola luego una serie de veces,
y en cada oportunidad con una nueva
variación teatral: con los ojos venda-
dos, dentro de un saco, empujando una
carretilla, sentándose a la mitad para
preparar y comer una omelette, lle- ESCENA UNO
vando un hombre a cuestas, sobre zan-
Un sobre Blondin sentado al borde de Jo cama,
cos, etc. En 1861 apareció en Londres,
'1ue ha sido 1UinncioSfl1Ile11te preparada para acOs~
en el Palacio de Cristal, dando saltos
tarse. Parece que se hubiera quedado ptnsando eu
mortales en zancos sobre un alambre
algo. Pasa U1J. momellto en si/NIdo. Blondin ;mnó-
templado a 51 metros sobre el suelo.
vil. Se o:Ve un toque seguro a la puerto,
Su última aparición se realizó en Bel-
fast, en 1896, a los 72 años de edad.
Un año más tarde muere en Londres BLONDIN
de una afección bronquial. ¿Quién?

CARLO
(Fuera de escena.) ¿Se puede?
BLONDIN
¿Quién es?
CARLO
¿Se puede pasar?

12
BLONDIN ,. CARLO
Ya es tarde. Ya me estoy acostando. ¿Quién es?
No. Carla. Sin «s».
CARLO
BLONDIN
Quiero decirle algo importante. Usted no me
conoce. ¿Cario qué? (Tiempo.)
BLONDIN CARLO

Bueno. Pase. (Se queda seutado tal como está, sin Carlo nada más. Cario.
movene. Carla entra y se para junto a la puerta des- BLONDIN
pués de cerrarla.) Ah, quieres un autógrafo. Ya es Muy bien. Cario. (Pausa.)
tarde, no es hora de pedir autógrafos. ¿Tienes lapi -
Me viste freír la omelette y quieres felicitarme
cero?
personalmente. Hiciste una apuesta con tus amigos,
CARLO ¿no? Quieres darme la mano. (Estira la mano cor-
Ya tengo su autógrafo. dialmente. Carla quieto.)
BLONDIN CARLO

Ah, ya tienes. Bueno. (Pausa. Lo mira. Carla Ocho huevos no más, ¿no?
está muy forma/ita, parado solemnemente.) Bueno, BLONDIN
¿qué te trae por aquí a esta hora entonces?
(Sorprendido levemente.) ¿Cómo sabes?
CARLO
CARLO
Quiero decirle una cosa. (Pausa.) No fueron doce. Habían anunciado doce. Pero
BLONDIN fueron ocho. Lo vi con el catalejo. Yo tengo un ca-
¿Cómo te llamas? talejo bueno. Los conté. Fueron ocho huevos.

CARLO BLONDIN

(Muy bajito.) Carlo. Correcto, sí. Ocho no más.

BLONDIN CARLO

¿Carlos? Pero habían anunciado doce. Una docena. La


docena de la muerte. Fue una trampa.
14 • I
15
BLONDIN CARLa

(Muy «en serio» cou el muchacho.) Sí, ¿no? (Un poco nervioso.) Sí. Yo vine a decirle eso.
Que era una estafa. Todo lo que se promete hay que
CARLO cumplirlo. Sobre todo si se anuncia, si se cobra en-
Una ... una estafa. Cinco dólares la entrada. Si trada. La gente es muy estúpida. Nadie más que yo
anuncian una docena de huevos, y después dan sólo se dio cuenta. Todos pegaban de gritos, como unos
ocho ... imbéciles ... las mujeres son las más imbéciles. Usted
BLONDIN
lo sabe ... usted sabía que nadie se iba a poner a contar.
Por eso lo hace. Pero yo sí me puse a contar. A mí
Una estafa. (Se ríe.) Sí, verdaderamente, un no me interesa si usted se mata.
fraude. (Ríe.)
Pero hubieras podido irte aliado del Canadá. Ahí BLONDIN
.
es gratIs. Chico eres un loco.
t,
CARLa CARLO
No tengo papeles. ¿Loco? Usted es el loco. Yo me puse a contar,
BLONDIN
con el catalejo. A usted le sudaban las manos, le tem-
blaban las piernas. No pudo terminar de romper la
¿Menor de edad? docena. Tiró cuatro al río. Nadie lo vio más que yo.
CARLO Porque estaban tan ... usted los impresiona con sus
trucos.
Sí.
BLONDIN
BLONDIN
Y además, no te dan- (Sin rabia, suavemente.) Lárgate de aquí, mu-
chacho.
CARLO
CARLa
Permiso no necesito. Menor dé edad. No tengo
pasaporte todavía nada más. Porque es verdad.
BLONDIN BLONDIN
Muy bien. (Pausa.) ¿Eso es todo? Lárga'te, muchacho, o te saco a patadas.

16 17

BLONDIN
CARLO
iJa! Trece.
,
La próxima vez, cum pla lo que promete, nada
n13S. CARLO
Con el de ayer, con el de la omelette, son catorce.
BLONDIN
(Todavía sm perder el humor 1ti alzar la voz.) BLONDIN
¿Por qué? Bueno. (Tiempo.) Catorce.
CARLO CARLO

Porque yo lo voy a estar mirando COn el catalejo. Por eso, eso es lo que le digo. Que usted a mí no
me va a impresionar como a los otros. Porque yo sé
BLONDIN
mucho de esto, porque le he visto muchas veces. Yo
Muy bien, muy bien. sé cuando le va a ir bien. Cuando va a estar tran-
CARLO
quilo. Yo sé lo que importa el viento, yo estuve es'
vez que le cortaron el cable templador. Yo estaba
Hay que cumplir lo que se promete, lo que se cerca.
anuncia peor todavía.
BLONDIN
BLONDIN
¿Quién fue? ¿Sabes?
Entendido. Vete.
CARLO
CARLO
Sí, sí. Un tipo con barba y patillas.
(Después de una pausa.) No crea que me emo-
ciono, y que por eso no me doy cuenta. Yo le he visto BLONDIN
todos sus cruces. Desde el primero, cuando ye' ·.nía ... ¿Cfnw se llama ba?
cuando esta ba chico. Todos se los he visto.
CARLO
BLONDIN Tenía barba y patillas. Un poco canosO. Estaba
(Con interés.) ¿Cuántos he hecho? con un saco a rayas azules y blancas.
CARLO BLONDIN

Catorce. Su nombre.

18 19
CARLO tiemble todo, y rompa y bata y cómase la docena
completa. Porque si no--
No sé.
BLONDIN .BLONDIN
Porque si no voy a desilusionar al pobre Cario,
Le viste la cara.
¿no? Y Carla ya nunca más vendrá a ver todos mis
CARLO cruces, ¿no? Qué pena.
No. No estaba tan cerca. Cerca, pero no tan CARLO
cerca. Después se fue corriendo, cuando lo persi-
(Muy Picado.) No va a venir nadie, porque se
guieron los policías.
van a dar cuenta, tarde o temprano, de que usted
BLONDIN los está estafando. ¡Porque yo se lo vaya decir! ¿Me
¿Tú llamaste a la policía? entiende?
BLONDIN
CARLO
Buenas noches, Carla.
Yo- (Casi va a mentir) No. Llamó una chica.
CARLO
BLONDIN
Buenas noches. (Da media vuelta)
Lástima. Ahora podría deberte la vida.
BLONDIN
CARLO (Carla abre la puerta.) Ven otro día si quieres.
¿y para qué quiere deberme la vida a mí? Ahora lárgate.
BLONDIN CARLO
A ti no, a cualquiera, no interesa. Un tipo cual- (Después de un tiempo.) Hasta mañana.
quiera". deberle la vida a alguien ... debe ser muy emo- BLONDIN
cionante. Ya vete, chico. Tengo que dormir.
Bueno, hasta mañana, si quieres, pero-- (Pero
CARLO Carla ya se ha ido cerrando la puerta en silencio y
Buenas n oches. (Pausa . Con un poco de cariño.) Blondin se queda mirando al vacío, sorprmdido.)
Pero cuídese, pues. Cuídese y lo que le dije. Cuando l111nediata m ente,
anuncia una docena aguante. Aguante ahí, aunque le Apagón ráPido

20 21
el brazo.) Ah, Carla. (Cordial. Se nota que ha dor-
mido bien.) Pasa, pasa. Muy bien, muy bien, gra-
cias, ¿y tú? (Sigue peinándose tranquilamente.)
Y, cómo está el día ... ¿hay sol?
CARLO
Sí. Un poco. Le quiero enseñar este libro.
BLONDIN
(Sin mirarlo.) ¿Un libro? Ya no leo mucho. An-
tes sí. ¿Qué es, la Biblia? No serás Mormón, ¿no?
CARLO
ES CENA DOS N o es la Biblia. La Biblia no le interesa a usted.
A usted le interesa algo que ten ga que ver COn su
Inmediatam ente se hace /t¡,z. La malíona siguiente.
arte. Por eso le traje este libro.
Blolldin. se está secando la cara. Se acaba de afeitar .
T ocan a la puerta. BLONDIN
A ver ...
BLONDIN CARLO
¿Qué hay? (Otro toque a la puerta.) ¿Qué hay? Se lo voy a enseñar. Es un libro de gimnasia.
Todavía no puede usted entrar, señora Willis. Estoy Tiene todo tipo de ejercicios. Para fortalecer las pier-
aquí. Ya vaya salir. Ah , una cosa ... no hay jabón nas, los brazos, el tórax. También ilustraciones. Los
en el baño. Es decir, ese jabón es una hostia, con eso hombros, las manos, las muñecas. Todo pues. Tiene
se ha lavado un regimiento antes que yo. Póngame todos los ejercicios, uno por uno, para cada parte del
uno nuevo, por favor, seiiora Willis. (Pausa. Luego cuerpo. (Parece en verdad un vendedor de libros sol-
para sí, tIa muy fu erte.) Para eso pago, ¿no? (Nuevo tando su retahíla.) Se comienza con ejercicios gene-
toque a la puerta, m ás perelltorio.) ¿Qué pasa? (Otro rales para tonificar 'todos los músculos. Gimnasia ge-
neral, gimnasia cualquiera. Pero después viene lo
toque. Blondin deja de peinarse y abre la puerta.
bueno. (Blondin sigue las explicaciones, mirando el
Ahí está parado Carla. M1Iy tieso, con un libro bajo libro, verdaderamente interesado.) Hay que tener
22
23
mucha constancia, eso sí. Ese es el problema. Aquí, CARLO
en este dibujo se puede ver cómo son los tríceps antes Ya me sé todos los ejercicios. Ahora le puede
de los ejercicios y cómo quedan después. Distinto, servir a usted.
¿no? Claro. Y así, todos los ejercicios para todos y
BLONDIN
cada uno de los 385 músculos más importantes del
cuerpo humano. ¿Qué le parece? ¿Tú crees?

BLONDIN CARLO
Muy bonito. ¿Cuánto cuesta? Claro. También tiene un montón de ejercicios de
equilibrio y de concentración. (Abre nuevamente el
CARLO libro como tratando de COI/vencer/o.) En el Apéndi-
No mucho. ce. Le puede servir, ¿no es cierto? Ejercicios de Yoga
también.
BLONDIN
¿Tienes plata? BLONDIN
Claro. Claro. Muy interesante. (Toma e/libro.)
CARLO
Gracias.
¿Para qué?
CARLO
BLONDIN
¿Le parece bien?
Para comprarte el libro.
BLONDIN
CARLO
Sí.
Se lo regalo.
CARLO
BLONDIN
Bueno pues. Que le sirva. Gusto de haberlo visto
¿Qué?
de nuevo. Si quiere, cuando lo termine, hablamos.
CARLO Muchas gracias. Buenos dias. (Da media vuelta.)
Se lo regalo. A mí no me sirve. BLONDIN

BLONDIN Espera un rato. (Cario gira.) Oye dime ...


¿Cómo? (Pausa.)

24 25
CARLO
BLONDIN
¿Qué?
Sí. ¿Y entonces?
BLONDIN
CARLO
Tú dices que has visto todos mis cruces.
La vez anterior, ¿recuerda? Lo de la carretilla.
CARLO ¿Quiere que le diga mi opinión sincera?
Claro.
BLONDIN
BLONDIN
A ver .
Y te parece que no los hago bien. Te parece que
puedo mejorar. CARLO

CARLO
No vale un pito. Cruzar con la carretilla no es
No es eso. más difícil que cruzar sin nada. Hasta ayuda.
BLONDIN
BLONDIN
Te parece que me es'tOy poniendo débil. Flojo. No, porque no se puede usar la pértiga. La carre-
tilla obliga a tener las manos-
CARLO
Comercial. CARLO
Hace tres años que usted no usa pértiga. N o usa
BLONDIN
pértiga desde la quinta vez que cruzó. No me va a
¿Qué dices? decir a mí. Yo le he visto todos sus cruces.
CARLO
BLONDIN
Comercial. Sensacionalista. Eso le gusta a la gen- Mira-
te, por supuesto.
BLONDIN CARLO
Claro. Cruzar con carretilla es como tener tres piernas.
CARLO
¿Qué más quiere? Y lo de los ojos vendados igual.
Nunca ha estado más tranquilo. La venda le ayudaba
y da muchísima plata. muchísimo incluso. ¿Va a decir que no? Usted siem-
26 27
BLONDIN
pre tiene los ojos fijos en el lado del Canadá, fijos en
un punto, y se fía únicamente de los pies, al tacto. Sino ocho no más.
¡Me va a decir a mí! CARLO
BLONDIN Lo que le dije. Lo de la omelette está bien para
Mira hijito, de los dos, yo soy Blondin, ¿no es cier- el público en general. Pero no fue nada verdadera-
to? No me vengas a dar lecciones de cruzar el Niá- mente extraordinario, ¿no?
gar:1. No sé cómo te aguanto todo esto ... BLONDIN
CARLO No.
Si no quiere mi opinión sincera, entonces le diré CARLO
que usted es el hombre más valiente del mundo.
¿Cuánta plata hizo?
BLONDIN
BLONDIN
Bueno, ¿soy o no soy?
Tres mil ochocientos dólares.
CARLO
Yo no sé si será. No conozco a todos los hombres CARLO
valientes, así que no puedo comparar. Pero lo que No está mal. (Pausa.)
le digo es que la gente se traga sin pensar todo lo que
usted les da. Y usted lo hace a sabiendas, es decir, BLONDIN
cosas espectaculares pero que en verdad no tienan nada Bueno, pues. Entonces a ti te parece que debo
del otro mundo. Como lo de la omelette. Está bien. hacer qué cosa.
Quedarse en el medio, parado, balanceándose contra el
CARLO
viento... estaba usted a un ángulo de 3O grados con
la vertical... sostenido por el viento ... cansa las pier- No sé ... Algo más sincero. Algo que de verdad .
nas. (Tiempo.) Pero en fin, aparte de esO, de que- ponga a prueba su cuerpo, su habilidad, su coraje.
darse ahí parado, y en cualquier momento puede cam- Por eso le traje el libro. Para que piense en algun,\
biar el viento. (Tiempo.) ¡Está bien! Pero no fue proeza que valga la pena.
ni siquiera diez minutos ... ni cinco minutos. Y usted BLONDIN
no partió ni frió los doce huevos, como había anun-
ci:.tdo, sino-- ¿Como qué, por ejemplo?

28 29
CARLO
CARLO (Mirándolo fijamente, pero como si n~da dijera.)
Pasar corriendo. Pasar en un pie. Pasar caminan- Usted podría volar.
do de manos.
BLONDIN
BLONDIN ¿Cómo?
¿Estás loco? CARLO
CARLO Usted es el único hombre que quizás llegue a volar
Un día fríe usted una omelette. Otro día se afei- un día. Si es que se entrena. Mire. Si quiere volar,
tará. Otro día leerá un periódico. Las cosas que todo si se lo propone ... un día podrá cruzar el Niágara,
el mundo hace en su casa, usted sobre un alambre pero sin alambre.
encima del Niágara. Y el público por supuesto se BLONDIN
emociona, pero es tan fácil como hacerlas sobre el (Sin ninguna ironía.) ¿Tú crees?
suelo.
CARLO
BLONDIN
Mire. Usted se está pegando a ese alambre cada
Ni creas. vez más. Se detuvo para lo de la omelette; y lo que
CARLO es el colmo, se echa sobre el alambre para lo de la
Para usted sÍ. siesta. ¡Le falta poco para cruzar sentado! Pero de
eso no se trata, se trata de pasar cada vez más lejos
BLONDIN del alambre, más libre, más liviano. Yo lo miro por
Bueno. (Tiempo.) Así que hay que pasar co- el catalejo... el alambre a veces brilla con el sol y no
rriendo. se ve. Sólo se lo ve a usted, parado sobre el vacío, ca-
minando en el aire casi ... pero siempre se nota que se
CARLO apoya, que pesa, un poco, ya no tanto. j Usted recién
Claro. Para eso le traje el libro. Para que se pre- está aprendiendo a sustentarse solo ... le falta mucho,
pare bien. claro, pero podría, créamelo, podría salir andando de
repente y llegar al Canadá como si nada, sin alambre,
BLONDIN
sÍn pértiga, sÍn peso ni nada! ¡Eso sí que sería! Usted
(No del todo irónico.) Muchas gracias. Lo leeré sería un pájaro, un dios.
cuidadosamente. (Pausa.)
31
~ 30


BLONDIN
CARLO
(Sonriettdo.) Ah, ¿sí?
Es que todavía no está preparado.
CARLO
BLONDIN
¿No lo había pensado~ Es posible, para u sted.
¿Tú crees que me alivia?
BLONDIN
Sí lo ha bía pensado, lo he pensado. Pero eso no CARLO

tiene nada de raro. Todo el mundo quiere volar, ha ¿Qué?


querido volar de chico. A veces, a medio camino, BLONDIN
cuando no siento más que el rugido del río, el espacio
Llegar a tierra firme.
abierto a todos lados, y estoy solo ahí, solito ahí y no
hay nada por ninguna parte, nada más que el aire CARLO
brillante y el sol, cuando hay sol... me parece que pue- Por supuesto que no. Usted se siente mejor en el
do caminar fuera del alambre, para todos lados, quie- aire. Es su elemento natural. Usted puede volar.
ro salirme del alambre e irme caminando, por el aire,
rápidamente, paso a paso, caminando río arriba, ca- BLONDIN
minando sobre el río, los árboles, llegar al mar, cada Mentira. Me alivia. Como a cualquiera.
vez más arriba, en zig-zag, caminar por donde quie-
CARLO
ra, detenerme a descansar, suspendido, y luego cami-
nar una vez más, como si el cielo y el espacio estuvie- ¿Tiene miedo? Digo, si es que por ahí piensa en
caerse.
ran cruzados por mil alambres invisibles e infinitos,

y yo puedo caminarlos todos, y yo voy buscando el BLONDIN
alambre que me llevará más lejos, para ir caminando No, no pienso en caerme. Ni tampoco pienso en
eternamente por el cielo, cada vez más cerca del sol. salirme del alambre todo el tiempo. A veces no más.
CARLO Por lo general pienso en 10 que estoy haciendo, en el
(Tiempo.) Claro. Lo que le dije. Por eso. paso siguiente, en el trecho que me falta. Pienso en el
viento. En mis piernas y mis brazos, a veces, no
BLONDIN
siempre. Pero más pienso en ... no sé, a veces, se me
A veces se me ocurre que es posible. Y me de- vienen recuerdos de todas partes... imaginaciones.
tengo. Miro a todos lados pero sigo por mi alambre. Personas que he visto, cosas que me han dicho. Cuando
y llego a tierra firme. era chico, cosas que hace tiempo había olvidado, o

- 32
33
que casi no recuerdo después, como si las hubiera so-
BLONDIN
ñado, no sé si ocurrieron o no. Se me Vienen, con
toda nitidez, oigo voces, hablo, OigO voces, muslca, Me da un miedo atroz tirarme, por supuesto. Eso
a veces canto un poco. me lo arruina todo. De ahí en adelante me concentro,
me aferro al alambre con los pies y sigo adelante y
CARLO termino lo más pronto que puedo. Y salto de! alam-
Está contento. bre con alivio.

BLONDIN CARLO

Claro ... y me demoro. Por eso me tardo a veces. Lo he visto. He visto la llegada, catorce veces.
Llego a tierra aliviado porque ... porque al medIo del Siempre e! gentío inmenso, todos lo abrazan, le dan
alambre a veces siento un cosquilleo por las venas, café, lo besan las mujeres... la última vez lo besaron
una risa que me ... como si me burbujeara la sangre, cinco chicas. Lo aprietan, lo estrujan.
una alegría increíble, muy de adentro, y me dan
BLONDIN
ganas ...
Y me pagan. Miles de dólares.
CARLO
CARLO
¿De qué?
Claro. Pero cuando lo vean caminar por todo el
BLONDIN cielo sin alambre ...
A veces me dan ganas de tirarme. (Tiempo.) De BLONDIN
tirarme.
Seré un dios, ¿no? (Se ríe alegremente.) ¡Qué
CARLO tontería!
Sí.
CARLO
BLONDIN
(Con confianza creciente.) No. Es posible. Es-
Tú no sabes lo que es eso. Y de repente ya no
. cuche. Yo tengo un método. Primero se prepara,
qUlero. Con e! libro que le he traído. Se prepara bien. No
CARLO
sólo las piernas, sino todos los 385 principales múscu-
los de! cuerpo. Hasta que cada uno esté muy fuerte
Claro.
y sobre todo liviano, como una cuerda de violín, ¿sa-
34
35
be? Entonces comienza usted, poco a poco. (Blondin
CARLO
lo escucha interesado, sonriendo.) Primero pasa un
poco más rápido que ahora. Otra ,:,ez, más rápido y ¿Por qué? Si usted mismo me ha dicho que a
con pasos más largos. Otra vez mas, caSI cornendo, veces ...
con pasos muy muy largos. Otra más corriendo, pero BLONDIN
ya flotando un poco, posándose apenas, ya el alambre
sólo le sirve para darse impulso con una pisada de Son locuras, hijo, cosas que se le ocurren a uno ahí
arriba. Es imposible, ¿no te das cuenta?
cuando en cuando. Eso es para aprender a apoyarse
en el aire con todo el cuerpo. (Se están. mirando a los CARLO
ojos. Blo1ldin escucha.) Luego, cuando ya eso lo tie-
Para el común de las gentes, sí. Para usted no.
ne bien sabido, pasa en un pie, es decir, no dando
saltos, sino apoyando un pie en el alambre y el otro BLONDIN
en el aire ... ya para entonces usted sabe apoyarse en el Para cualquiera. La ley de la Naturaleza ...
aire con un pie nada más ... con la pértiga si quiere,
al principio, para que se ayude, pero después ya no. CARLO

y así cruza un par de veces, primero un pie, el de- ¿Qué tiene que ver? ¿Acaso no vuelan los pá-
recho, en el aire. Luego el izquierdo en el aire. Y jaros?
entonces ya está usted listo ... y de repente, en una de BLONDIN
esas, los dos pies en el aire un ratito, y vuelta al alam-
Vuelan. No caminan sobre el aire.
bre ... todo hay que hacerlo poco a poco, porque es
peligroso ... luego una caminada más larga y entonces, CARLO
al final, después de entrenarse mucho así, usted camina
Es lo mismo. Los pájaros están hechos para volar
no más un día, se va por un costado caminando, co-
y vuelan. Los hombres para caminar, y caminan. Por-
mo usted cuenta, hacia donde quiera por donde q uie-
que no tienen alas. No Va a q uerer usted que le sal-
ra. Con este método usted lo puede lograr. Es cues-
gan alas, ¿no? No. Eso sería mucho pedir. Pero ca-
tión de paciencia y constancia. (Pausa.) ¿Qué le minar sobre el aire, usted sí puede. Si quiere.
parece?
BLONDIN
BLONDIN
Estás completamente loco, hijito. Lo supe el mo-
Me parece que estás loco, hijo.
mento en que te vi. ¿Cuántos años tienes?
36
37
CARLO CARLO
Todas las leyes tienen excepciones que las con-
Voy a cumplir veintiuno.
firman.
BLONDIN
BLONDIN
Quince.
¿Y por qué he de ser yo la excepción?
CARLO
CARLO
Dieciocho.
. ,¿Y no es el único que ha hecho equilibrio sobre el
BLONDIN Nugara? ¿Cruzando catorce veces? Eso es lo más
¿Cumplidos? excepcional que hay.
CARLO BLONDIN
Sí. Pero soy de carne y hueso, y no tengo alas ni me
BLONDIN van a crecer; peso 70 kilos y si no está el alambre
debajo me caigo al río sin remedio, aunque entrene mil
¿Quieres ser equilibrista? años, con o sin tu método. De modo que ...
CARLO CARLO
No. Yo soy científico. ¿No quiere intentarlo?
BLONDIN BLONDIN
(Sin ninguna burla.) Sí. Se te nota. No.

CARLO CARLO
(Un poquito de orgullo.) Por eso le digo que si Muy bien. Me parece normal. Es decir, no es-
usted no tra·ta de cruzar el Niágara sin alambre, es peraba convencerlo. Era una idea no más una idea
porque no qUiere. N o quiere o nO me cree lo que factible. Pero me pareció, desde que lo vi: que más
le mteresaba e... otras cosas, y no convertirse un día
le digo. , • , I •

en paJaro, en mas que paJaro.


BLONDIN
BLONDIN
Perdón pero nO te creo. A la ley de la gravedad
Así es.
no hay vuelta que darle.
39
38
CARLO
(Resignado.) En fin ... Por 10 menos ... Mire, le
pido una cosa. Por lo menos deje ya de hacer truCos
publicitarios. Deje de freírse y comerse omelettes.
Haga algo que verdaderamente ... (Tiempo') Usted
sabe a lo que me refiero. Todo el mundo 10 aplaudirá
igual. Le pagarán igual, no saben nada. Pero no habrá
ningún truco barato. Y usted estará más contento.
(Blondin lo mira fijamente. Cario babia con toda
sencillez.) Cosas que a usted mismo 10 hagan asom-
brarse y preguntarse después ¿cómo 10 hice? ¿cómo
pude? Esas son las cosas que valen la pena. Lo demás
es pura farsa. ESCENA TRES
BLONDIN
El mismo escenario. Dos días más tarde. BLon-
Muy bien. Acepto tu consejo.
din. se1ltado 01lte un pequeiío escritorio. Está leyendo
CARLO
detenidamente el libro que le trajo Cario. Hay una
¿Se queda con el libro de todos modos? botelltt de /icor y dos vasos preparados sobre el es-
BLONDIN critorio. Pasa un corto 11J omento, y se oye 11.# toque
Sí. ¿Puedo? seguro a la puerta. Blond;n se pone de Pie y abre.
CARLO
Claro. (Tiempo.) Muy bien. Muchas gracias por BLONDIN
la conversación. Me alegro de que por 10 menos a us- Carlo. Buenas noches. Pasa, pasa. (Cario entra.)
ted sólo ya se le hubiera ocurrido mi idea. (Pausa.)
CARLO
Por loca que le parezca. (Tiempo) Adiós. (Da media
vuelta y sale ráPida y tranquilamente. Cierra la puer- ¿Cómo dio conmigo?
ta detrás suyo, sin estruendo ninguno. Blondin se que- BLONDIN
da sonriendo, mirando la puerta 1m corto momento. Pasa, siéntate. Aquí, mira. (Ace rca la silla. Bloll-
Luego mueve la cabeza, se pone la corbata, se pone di,. se sienta en el filo de la cama. Están frente a
el saco y sale.) frente.)
Oscuro
41
40
CARLO
CARLO
¿Cómo me encontró? Me in teresa el equilibrism o, desde un punto de
vista científico. Me interesa la posibilidad de que el
BLONDIN hombre pueda volar, como le interesaría a cualquiera.
Muy fácil. Miré en los avisos del periódico. En Pero usted, como persona ...
«Científicos». Ahí estaba tu nombre: Carlo Nada
BLONDIN
Más.
CARLO Te tengo sin cuidado.
En serio ... CARLO
BLONDIN
En serio: me pasé todo ayer y hoy bu scándote y Usted 10 ha dicho ...
preguntando. Al final te identificaron. El chico que
BLONDIN
está escribiendo el libro sobre Blondin, me dijeron.
Mejor. (Un tiempo.)
CARLO
CARLO
(Furioso.) ¿Quién le dijo eso?
¿Para qué me buscó?
BLONDIN
¿Por qué? BLONDIN

CARLO Quiero hacerte una propuesta.


Es una mentira ... CARLO

BLONDIN ¿De qué tipo?


Bueno, así me dijeron ... BLONDIN
CARLO Profesional.
¡Es una burda mentira! A mí usted me interesa CARLO
como hobby ... es decir, me interesa pero no como pa- Hágala usted.
ra escribir un libro.
BLONDIN
BLONDIN
Tienes que pensarlo muy bien.
Algo eS algo ...
• 43
42
CARLO BLONDIN
N o se preocupe. Sí.
BLONDIN CARLO
Es muy peligroso. (Igual.) Y a pesar de eso se atreve a proponér-
CARLO melo. Se a treve a tomar mi vida en sus manos. En
Entiendo. Usted quiere que pasemos juntos sobre sus piernas, es decir. ¿Lo ha pensado bien usted?
el Niágara. Y yo trepado a su espalda. BLONDIN

BLONDIN Bueno ...


(Un tiempo.) ¿Cómo 10 sabías? CARLO

CARLO También debe darse cuenta que yo puedo fallarle.


Es lógico. Un movimiento en falso mío y nos vamos al agua
BLONDIN
los dos.
¿Por qué? BLONDIN

CARLO Sí, 10 había pensado. (Silel/cio. Se miran. Todo


No sé. Se me ocurrió en este lllstante. Pura ca- el sig1liente' diálogo es lento. Los dos piensan inten-
sualidad. sa'mente en el cruce, mirándose a los ojos.)
BLONDIN CARLO
Pensé que te parecería ... ¿Dos pértigas o solamente una para usted?
CARLO
BLONDIN
¿Inaudito? De ninguna manera.
Sólo una pértiga. (Silencio.)
BLONDIN
CARLO
Entiendo. Te parece lógico.
Mejor sería dos ...
CARLO
Por supuesto. (Pausa. Sin ser solemne.) Usted se BLONDIN
da perfecta cuenta de su re's ponsabilidad, me imagino. ¿Cada uno con su propio equilibrio? (Pausa.)
44
45
CARLO BLONDIN
¿Usted tiene familia? No. Ahora ya nO.
BLONDIN CARLO
No. Yo tampoco. (Silellcio.)
CARLO BLONDIN
Yo tampoco. ¿Sabes a qué velocidad corre el río?
BLONDIN
CARLO
¿Eres huérfano?
• -
CARLO
Treinticinco kilómetros por hora.

Casi. (Pausa.) BLONDIN


Sí.
BLONDIN
CARLO
Hay que entrenarse mucho.
Cincuenta metros de altura sobre el río. Cua-
CARLO rentiocho metros, exactamente, a la mitad.
Una pértiga para cada uno. Ser peso muerto no
BLONDIN
me convence.
Descontando el pandeo del cable.
BLONDIN
CARLO
No. Claro. (Pausa.)
Así es. (Pausa.)
CARLO
BLONDIN
¿Usted tiene mujer?
¿Cuántos años tienes?
BLONDIN
CARLO
Mujeres. Dieciocho.
CARLO
BLONDIN
¿Nada especial? y no tienes chica.

46 47
CARLO BLONDIN
Tenía. Vendría a verte cruzar conmigo.
BLONDIN CARLO
¿Qué pasó? (Tiempo.) No. Era una imbécil. Sólo le interesan los ves-
tidos, las joyas.
CARLO
BLONDIN
¿Para cuándo tiene pensado el cruce?
Vendría igual. Todo el mundo viene. Tú lo has
BLONDIN visto.
No sé. En el verano. Cuando estemos bien CARLO
seguros. Eso no me interesa.
CARLO BLONDIN
Hay que entrenarse mucho. Para funcionar como ¿Qué te interesa?
un solo hombre.
CARLO
BLONDIN La ciencia. (Pausa.) Es una locura, ¿no?
Sí. (Pausa.)
BLONDIN
CARLO Sí. (Tiempo.) Por supuesto. (Silencio.)
Adivinar cada movimiento, la contracción de ca- CARLO
da músculo . (Tiempo.) Adivinar el momento de la • ¿Por qué me lo propuso? ¿Cuándo se le ocurrió?
caída por si acaso. •
BLONDIN
BLONDIN
Ayer. Tú me reprochaste lo de ... (No continúa.
Sí. Se mirli1t.)
CARLO CARLO
Adivinar los pensamientos, cada pausa, cada ba- (Después de u.na pausa.) Bueno. En fin. (Tiempo.
lance. Cada golpe de viento. (Pausa.) Tenía chica, Sonriendo.) N o es lo mismo que comerse una ome-
pero se fue COn otro ... el otro tenía plata. lette, ¿no?

48 49
BLONDIN BLONDIN

(Sonríe.) No. Es un poco distinto. Y si pusieran un alambre ... si se pudiera colgar un


alambre entre la luna y el sol, lo cruzaría igual, sin
CARLO pensarlo dos veces.
(Bromeando suavemeute.) Quizás al medio ... me CARLO
provoque irme caminando por el aire... Sería una Y sin mirar para abajo ...
lástima. Usted tendría que terminar el viaje solo.
BLONDIN
Muerto de envidia.
Así es.
BLONDIN CARLO
Me prendería de tus piernas. N O me gusta estar (Sonrieudo.) Un alambre entre la luna y el sol.
, .
solo ahí al medio. No es mala idea. (Pama.) Pero mejor sen a camInar
hasta el sol sin a\am breo
CARLO
Ha estado cruzando solo toda la vida. BLONDIN
A Icaro no le fue tan bien que digamos.
BLONDIN
CARLO
Ya 10 sé.
¿Icaro? Un idiota. Se vino abajo por no estudiar
CARLO la teoría. Cualquiera se da cuenta de que el sol de-
Dígame una cosa. ¿Cómo se le ocurrió el Niágara? rrite la cera. ¡Y con alas! Una estupidez. La cosa es
irse caminando. ¡Y es tan fácil!
BLONDIN
BLONDIN
Soy equilibrista, desde los cinco años. Aburre ha-
(Suave1llente.) Carlo, eres un niño ... (Tiempo.)
cer lo mismo toda la vida. Y la gente quiere verte
No sé por qué te lo propongo. Es una locura. No
cruzar algo cada vez más alto. Cada vez más peli-
estoy nada seguro de que sea posible. Y podemos
groso. Poco a poco, ni lo notas, te acostumbras ...
morir los dos.
llega un momento en que no te da miedo ninguna
CARLO
altura.
Más seguro que muera yo, en todo caso. Un paso
CARLO en falso de usted y yo salgo disparado. Usted siempre
¿Usted nunca tiene miedo? se puede prender del alambre... con suerte.

50 51
BLONDIN BLONDIN
Por eso. No quiero responsabilizarme. De acuerdo. Olvídate.
CARLO CARLO
Hacerme
. .adiós con la mano, volverse a trepar y Olvídese. (Silencio. Blondin sirve dos tragos, le
segUir su camilla. pasa uno. El diálogo contin1Ía pausadamente.)
BLONDIN
BLONDIN
Bueno, tan fácil no.
Cuéntame más de esa muchacha.
CARLO
CARLO
Salvo que yo me prenda de usted, para caer juntos.
Dígame ... usted soltó una cosa el otro día. Que
BLONDIN le gustaría deberle la vida a alguien. A cualquiera.
Cierto ... Dijo que sería emocionante.
CARLO BLONDIN

Quizás por miedo ... quizás por compañerismo. Sí.


BLONDIN CARLO

Muchas gracias. (Tiempo.) ¿Por qué?


BLONDIN
CARLO
Le prometo caerme solo ... • No sé. Lo dije sin pensar. (Tiempo.)
CARLO
BLONDIN
Uno no se debe responsabilizar tanto por nadie. ¿De verdad comenzó a ser equilibrista a los cinco
años?
Tú no tienes por qué tenerme confianza, tampoco.
Sin querer, yo puedo ... (Tiempo.) Olvídate. (Pausa.) BLONDIN

CARLO Sí. En mi tierra. En Francia. En un circo.


Sí. Yo tampoco quiero responsabilizarme. Aun- CARLO
que cayéramos los dos, usted moriría por mi culpa. ¿Sus padres eran equilibristas?

52 53
BLONDIN contrato. Por lo general parejas con mucha prole.
Sí... es decir, mis padres adoptivos. Pero yo era propiedad del circo. Un matrimonio sin
hijos trató de adoptarme, llevarme consigo. El direc-
CARLO
tor -que estaba ganando millones- nO quiso. Es
¿y sus padres verdaderos? natural. A los doce años ya era una mina de oro.
BLONDIN CARLa
Me abandonaron a los cuatro meses. (Lentamente, Muy interesante. (Pausa. Es siempre lento el diá-
como pensando más en otra cosa.) Se fueron al pue- logo.)
blo, una noche, y el circo siguió camino. Me encon-
traron los guardianes, llorando solito a moco tendido. BLONDIN
El director del circo pensó que nos darían el alcance, ¿Y tú?
que volverían por mí. Yo. pasé a integrar el carro de CARLO
los equilibristas. Tuve muchos padres postizos, año
tras año, ya no me acuerdo cuántos. ¿Qué quiere que le diga?

CARLa
BLONDIN
¿Tus padres?
¿y sus padres verdaderos?
CARLa
BLONDIN
Mi padre murió. Mi madre se casó con otro. Yo
. No volvieron más. Así fue. No lo puedo enten-
vivo solo.
der. A los cinco años mi foto estaba en todos los pe-
riódicos de Francia. Podían haberme reconocido y BLONDIN
volver corriendo a cobrar sus derechos de autor, por Te esca paste de tu casa.
lo menos, ¿no te parece?
CARLO
CARLO
No. Me pusieron un departamento, cuando cum-
Claro. plí los dieciocho. Para que me hiciera hombre, di-
.
BLONDIN ¡eron.
Ya deben haber muerto. (Tiempo.) Me entre- BLONDIN
naban los equilibristas de mi carro. Era parte de su ¿Y antes?

54 55
CARLO CARLO
Interno en un colegio. y todo el dinero del mundo no quitaría el terror
llLONDIN tampoco. Hay que desear hacerlo. Yo lo deseo. Y

¿Estás contento viviendo solo? se lo hago gratis, mire.
BLONDIN
CARLO
Claro. Me pasan una pensión. ¿Por qué lo deseas?
CARLO
BLONDIN
¿Cuánto pesas? No sé todavía. Quizás por ver si es posible. Por-
que tampoco puede usted disfrazar de hombre un
CARLO saco de papas, ¿no es cierto?
Cuarentinueve kilos. Sin ropa.
BLONDIN
BLONDIN No.
Ajá. (Y luego argu1Ilentándole, como si Cario le
CARLO
dijera «Por qué me lo pregunta».) ¡No! Por nada, por
nada ... Claro que no. El eq uilibrio tienen que hacerlo los
dos. Juntos. Como una sola petsona. (Tiempo.) Yo
CARLO
estoy dispuesto a entrenarme todo lo que haga falta,
Mire usted, Blondin. Si quiere, cruzamos. y a soltarme en caso de caída. No le queda más re-
BLONDIN medio que ir conmigo, O COn alguien como yo. O
Te dije que te olvidaras del asunto. desistir de la idea.
BLONDIN
CARLO
.¿Y me pregunta cuánto peso? Usted no se puede (Sincero.) No hablemos más del asunto. Ya he
olVIdar n, yo tampoco. ¿Cuánto le pidió el último desistido.
candidato? ¿Cincuenta por ciento? CARLO
' .eno.,
Ah ,51,
BLONDIN
No se lo había propúesto a nadie. Se me ocurrió BLONDIN
recién ayer, te lo dije. (En serio.) Sí.
56 57
CARLO CARLO
(Después de "l/a pausa pensativa.) Nosotros nos -para usted, que de pura costumbre en una de
comprendemos. Eso es muy importante. esas se olvida dónde está. Pero yo no, yo iré muy
BLONDIN atento, muy atento ... de pura novelería, nada más,
Mira, ¿tú has hecho equilibrio alguna vez? por supuesto, porque ¿miedo?

CARLO BLONDIN

No. Pero en realidad el único problema es encon- Oye, mira ...


trar un método para el entrenamiento. Estudiar el CARLO
asunto con cuidado. Con un buen método, y pacien-
cia y constancia, no habría peligro ni dificultad. Ni No ... Si logro encontrar el entrenamiento apro-
más ni menos que si usted cruzara solo, una vez más. piado, no habrá ningún problema, ni menos miedo.
Sería un paseo lindísimo. Todo es cuestión del método.
BLONDIN BLONDIN

Eres un loco rematado. El único método es la práctica. Hay un par de


principios básicos que te los enseño en una mañana.
CARLO
Lo demás es práctica. Perderle el miedo a la altura.
Usted no tiene fe en la ciencia, es lo que pasa. Conocer cómo se deja resbalar el viento, o se apoya
BLONDIN uno en él cuando le conviene. Lograr un buen ritmo
Llevo cuarenta años haciendo equilibrio y todavía con las piernas; aprender a no detenerse, al comienzo
no me parece un paseo. A veces sí, por nlomentos sí, detenerse es fatal. Después ya es f ácil. Y así, poco
ya te he contado. Pero casi siempre es trabajo, y a poco--
sudor de manos y preguntarse si no será la última CARLO
vez. Por lo demás-
Muy bien. Pero me parece ... puede no ser cierto,
CARLO
dígamelo si me equivoco ... parece que usted va a que-
Eso será para usted-
rer convertirme a mí en equilibrista ... un equilibrista
BLONDIN más o menOs malo, necesariamente, para luego po-
--es muy saludable tener un poco de sudor de nerme sobre sus hombros y cruzar. Perdóneme que
manos. le diga, pero creo que está usted equivocado.

58 59
BLONDIN CARLO
En honor de ese otro imbécil de las alas de cera,
No estoy nada. Hablas por hablar. No vas a
. ¿de acuerdo? (Tiempo.) ¿Con el nombre, por lo
cruZar conmIgo.
menos?
CARLO
BLONDIN
(eOll énfasis.) Yo no voy a cruzar con usted. No (Riendo.) Muy bien. IcarÓn. Queda bautizado.
nO. Mire. De lo que se trata aquí es de crear un ter- (Ríen los dos mavemente "'1 tiempo. Luego.) Pa-
cer equilibrista. Ni usted ni yo cruzamos, ni los dos reces decidido.
juntos tampoco, sino otro. Mitad y mitad de cada
CARLO
uno. Un tercer equilibrista, ese va a cruzar el Niá-
gara. Solamente a entrenarnos. Después se vería. Todo
depende de Icarón. Usted tiene que prometerme un
BLONDIN •
par de cosas, antes de comenzar.
Mira, Carlo- BLONDIN
CARLO Yo ya he desistido, no te olvides.
(Sin oírlo.) Por eso es que necesitamos un entre- CARLO
namiento de tipo completamente distinto al que us- (Irón.ico.) Ah, sí, me olvidaba, me olvidaba ...
ted imagina ... tiene que ser mental, además de físico (Pausil. Se mira" sonriendo. )
y técnico, para darle forma a ese tercer imbécil que
arriesgará su vida por las puras. Tendrá que resultar BLONDIN
.
un ti po fuerte, ¿no ve? y bien coordinado, armónico. Bueno. Eres un loco. Qué qUIeres que te pro-
Sin conflictos en la personalidad, además, eso es fun- meta.
damental. Porque si se da cuenta de lo que está ha- CARLO
ciendo, del peligro en que nos pone a usted y a mí, Usted se ' da cuenta de que los dos no podemos.
a lo mejor se baja del alambre a medio camino, o se Es decir, que haría falta Icarón, sólo Icarón podría
tira al río de puro miedo. (Tiempo.) Podría llamar- cruzar, ¿no?
se Icarón.
BLONDIN
BLONDIN Sí. Eso es cierto. Muy compenetrados, no hay
¿Icarón? otra manera.

60 61

CARLO BLONDIN
Muy bien entonces. Primero, usted me promete En serio.
que siempre aceptará mi entrenamiento para !carón, CARLO
por absurdo que le parezca a veces. Por otro lado, ¿Las dos condiciones?
usted me da todas las instrucciones del caso sobre
equilibrismo, para pasárselas yo también a Icarón, BLONDIN
¿me entiende? Y también, por si acaso, lo que haga Las dos.
falta para salvarme si quedamos colgados del alambre.
CARLO
BLONDIN (Estirando la malla. En serio.) ¿Solemnemente
Muy bien. ¿Cómo va a ser tu método? jurado?
BLONDIN
CARLO
Todavía no lo sé. Tengo que pensarlo. (Tiempo.) Solemnemente. (Se dan la mano.)
La otra cosa. CARLO
BLONDIN (Conte11to.) Muy bien. (Se 1)Ol1e de pie, .\im1,le-
Di. mente.) Comenzaremos mañana.
BLONDIN
CARLO
La decisión de cruzar o no cruzar la tomo yo. Mañana, si gustas.
CARLO
BLONDIN
Perfecto. (Falso mutis. Mira a Blondin fijame11te.) ¿Le
confieso una cosa?
CARLO
BLONDIN
Yo decido si ya somos Icarón.
(Después de un tiempo.) Siempre habías tenido
BLONDIN la idea.
Muy bien. Tú decides. CARLO
CARLO Sí. Desde chico. Desde los cuatro años. Conven-
En serio ... cido de que rogándose/o, usted me llevaría a cuestas

62 63


sobre el Niágara. Me moría de ganas. Mi padre nun-
ca me dejó pedírselo. Yo pesaba poco, le decía. Qué
cara hubiera puesto ahora el pobre.
BLONDIN
(Después de un tiempo. Comienza a disminuir
lentamente la luz.) A los cuatro años, a mí me obli-
garon a cruzar. Llorando y pateando, y arañando al
que me llevaba. (Sonríe.) Y mojándole la espalda de
puro miedo. (Tiempo.) A los cuatro años.
CARLO
Pero por eso es usted Blondin.
BLONDIN ESCENA CUATRO
Y por eso tú eres un científico. Pero ya ves ...
(Pausa. La luz los circunscribe.) Quizás crucemos
juntos un día. Pronto. Tres semanas más tarde. La escena es la misma .
Blondin y Carfo han estado revisando affiches, gra-
CARLO bados. y recortes de la coleccián de Blondin. Los han
Sí. (Tiempo.) ¿Yo decido? ido sacom[o de 1tn gran álbum y prendiéndolos con
alfileres a las paredes. Hay una buena cantidad por
BLONDIN
todas partes, ya que han estado en eso largo rato.
Tú decides. (Están mirándose fijame11te, casi SOl1-
CarIo está sentado en la silla. Blondin, de pie, lee
rielldo.)
un volante para sí.

Oscuro
BLONDIN
Esto te va a gustar.
Puede ubicMse aquí un corto intermedio
de un minuto dando algo de luz en la sala. CARLO
(Toca la trompeta con las manos encartuchadas
sobre la boca. Una fanfarria larga y bonita.)

64 65
BLONDIN CARLa
(Carraspea en broma y luego lee.) «Blondin, el ¡Claro! ¿Por qué? ¿Se podía perder plata?
equilibrista francés de fama internacional, dejará nue- BLONDIN
vamente estupefactos a sus espectadores con una proe- Ya sabía que te iba a gustar.
za insospechada. Cruzará las cataratas del Niágara
sobre un alambre, y al llegar a la mitad del trayecto, CARLO
al peligrosísimo punto sin retorno ... » (Mira a Carla Me hace acordar tiempos idos. Muy sentimental.
y sonríe.) Adivina ... (Tiempo. Continúa. ) « ... rom-
BLONDIN
perá, batirá, condimentará y freirá /tna docena de
huevos» ... Me alegro, me alegro. Mira esto. Es de hace unos
CARLO anos.
¡Ocho! CARLO
BLONDIN (Acercándose.) ¿A ver?
(Leyendo Hit poco más fuerte, con énfasis.) «fl1
.
dos, ni cuatro, l1i ocho, sino doce huevos ... » BLONDIN
(Le muestra un grabado.) Simpática mirada, ¿no?
CARLO
¡Ocho! ¡Tramposo! iEstafador! (Lo abuchea ha- CARLO
ciendo de 1nultitud. Se ríe.) ¿Quién es ese viejo?
BLONDIN BLONDIN
(Riendo.) « ... con los cuales preparará y luego Un holandés. El que me dio la idea del Niágara.
comerá una omelette de espárragos a la francesa, ya El cruzó volando. Pero en globo, no creas. Un loco
conocida en París y el Viejo Mundo como la Omelette rematado, tenía su globo, lo inflaba con aire caliente,
Blondin, proeza que le llevará 30 escalofrial1tes mi- se iba volando. Se le ocurrió que yo pasara sobre el
nutos detenido sobre el vacío, completamente a mer- alambre. Hasta se entretuvo en dibujar un mapa, se-
ced del viento y de sus músculos y espíritu.» (Prellde ñalando la distancia más corta. Datos muy útiles me
el recorte a la pared.) «En caso de lluvia esta sensa- dio. Gran tipo. Murió hace unos años.
cional hazaña será postergada hasta el próximo do-
mingo, no siendo necesario devolver las entradas ya CARLa

adquiridas.» ¿Así que no fue idea original de Blondin?

66 67
BLONDIN BLONDIN
No. (Prende el grabado del holandés en un lugar de Se le está quemando el pan al vIeJo Willis. Su
honor mientras Carla busca otro recorte.) panadería está aquí abajo, en el primer piso. Ya está
viejo el viejo Willis.
CARLO
Mejor, porque entonces, si morirnos, habrá a quien CARLO
echarle la culpa. Eso siempre es agradable. Lástima. (Husmea.) Huele rico. (Tiempo.)
BLONDIN ¡Mire esto! ¡Pobrecito! (Lee .) «Momentos en que
Blondin, con las manos destrozadas por el cable, llega
(Se ríe.) Me echas la culpa a mí. ¿Para qué ir
al punto inicial después de haber sufrido una caída
más lejos?
casi a la mitad de su recorrido. Se vio imposibilitado
CARLO de recuperar el equilibrio sobre e! cable a causa de-»
No. Yo soy el responsable. (Sigue mirando re-
BLONDIN
cortes.)
Del canalla que me cortó el templador. Tú estu-
BLONDIN
viste ahí, ¿no? Me querían cortar el otro también.
Se le está quemando el pan.
CARLO
CARLO
No se cayó, ¿verdad? Yo 10 vi bajarse, con el
¿Se nos está quemando el pan? catalejo.
BLONDIN
BLONDIN
N o. Se le está quemando el pan al panadero.
Claro. Son mentiras de los periódicos. Comencé
CARLO de repente a bambolearme de un lado al otro. ¡Yo
¿Qué panadero? había revisado todo antes de subir, pero de pronto
BLONDIN
yo me sentía corno parado sobre una hamaca, sobre
un columpio a cincuenta metros! No, no «sufrí
¿No hueles?
una caída» corno dijo ese; Yo me bajé. Me prendí
CARLO del cable, esperando irme al fondo con todo en cual-
Sí, un poco. quier momento. Ya sospechaba lo de! sabotaje. No

68 69
podía ser otra cosa. Menos mal que la policía auyentó BLONDIN
al tipo, ese que tú viste, el patilludo, si no me cor-
taba el otro templador, y ahí sí... todo por las Claro. Porque en ese momento, ya no era equi-
apuestas. (Tiempo.) Tuve que regresar prendido librista. y yo soy equilibrista, no hombre-mono.
Sobre un cable bien templado te bailo un can-can
con las manos, me demoré dos horas y media, ¿re- si quieres. Pero ahí prendido de un látigo de alfe-
cuerdas? El cable se agitaba como un fuete, y yo ñique, ya no dependes más que de tus brazos, y no
hecho un mono me prendía trenzado a descansar. tienes idea cuánto aguantarán. Ya no te sirve de
Me aferraba, la cabeza dándome vueltas, hasta que nada tu experiencia de una vida. Te han quitado
sentía que poco a poco se iba haciendo más y más las armas, ¿entiendes? te han cambiado las reglas del
corto el viaje del péndulo, ¡yo era un péndulo! Al juego, y lo único que sabes es aferrarte y tener miedo.
fin todo se quedaba quieto, y yo temblando, ojos Eres de pronto . un chimpancé cualquiera, colgando
cerrados, el cable junto a mi cara como un zumbido desesperado como cualquier otro hombre lo estaría.
por el viento. Si hasta me parecía mojarme con la
espuma del río... (Tiempo.) Entonces bajar despa- CARLO
cito, poco a poco, suave para que el cable no me Claro. En tiendo.
sienta, colgarse de las manos y avanzar lo más posible, BLONDIN
pero al ir cambiando el peso de brazo en brazo el ¿Tuviste miedo ayer, en el entrenamiento?
cable comenzaba a sacudirse nuevamente, mecerse
cada vez más hasta que ya no se podía, si llegué a CARLO
ver mis pies por encima de mi cabeza; desesperado Menos, mucho menos. Es cuestión de darse cuenta
ajustarse al cable otra vez como fuera y el cable de que a cincuenta metros sobre el río no es más
vuelto loco sobre el Niágara azotándome en todas difícil que aquí, sobre el suelo. (Se trepa a un fierro
direcciones, pero luego se iba aquietando nuevamente, que hay en la habitación. Es un tubo de cinco cen-
poco a poco, minutos interminables, y yo ya no tímetros de diámetro y dos metros de largo, sostenido
sabía dónde estaba el cielo, dónde estaba el agua ... a UI10S treinta centímetros del suelo por patas a
tanto que una vez me puse a regresar al medio del ambos extremos. Está perpendicular al proscenio.)
río. (Tiempo') Dos horas increíbles. Aterrorizado. Todo es cuestión mental. Se lo dije al principio.
¿Quiere entrenar? Se me ha ocurrido una idea.
CARLO
BLO:-<DIN
¿Aterrorizado? ¿Qué hora es?
70
71
quedado esperándome las dos horas y media, alen-
CARLO
tándome con gritos, con marchas de la banda, lo
Casi las siete, supongo. oía desde el cable. Me recibieron cantándome la Mar-
BLONDIN sellesa. Sin la letra, no sabían la letra, sólo la música.
Bueno. Un rato, antes de comer. (Carla se trep" Luego me enteré de algo que no puedo olvidar nunca.
ráPida y fá cilmellte a los hombros de Blondi".) No habían apostado a que me caía. Un sujeto, segu-
ramente de los que me habían cortado el templador,
CARLO quiso apostar miles a que no llegaba. Nadie le paró
Ayer me di cuenta de una cosa importante ... las apuestas, y lo sacaron a patadas entre todos. ¿Te
y fíjese: creo que un poco más arriba, más cerca das cuenta? Me conmovió muchísimo eso. Sí apos-
de su vértebra axial es mejor. Así. Mi peso se trans- taban cuando yo era el gran Blondin, cruzando er-
mite directamente a su espina dorsal, ¿lo siente? Sin guido sobre el cable, en plenitud; entonces sí: muchos
intermediarios musculares; y es más descansado para apostaban miles de miles a que la prueba que había
usted, ¿no? A mí cada vez me parece más cómodo, anunciado no la lograba ... y muchos otros a que esa
Blondin. (Hace como que utiliza la cabeza de Blon- vez sí me caía y sí moría. (Tiempo.) Pero esos
din como almohada.) Hasta podría echar una sies- mismos, cuando me vieron colgado como un monito
tecita. Despiérteme cuando estemos en el Canadá, enfermo no apostaron. Y era una fija, te lo digo yo.
¿quiere? No pienso perderme la llegada triunfal. Nueve contra uno que no llegaba. Pero no apos-
( Bosteza en broma.) taron un solo centavo. (Tiempo.) Un muchacho
me dijo: Cómo íbamos a apostar, señor Blondin.
BLONDIN
Usted no lo sabe, pero nosotros lo estimamos mucho.
¿Como un saco de papas? Cuidadito, que en una Y no queremos que usted se caiga nunca. (Tiempo.)
de esas ... Y me pidió un autógrafo además. (Tiempo.) Pa-
CARLO rece que cuando ves a un tipo a punto de morir, no
¿Me caigo? Ya no, Blondin, esos tiempos pa- apuestas a la muerte. En todo caso, apuestas a que
saron. ¡Ahora caemos juntos! Es que ya le adivino vive, aunque estés seguro de perder. Es lógico, si
los movimientos hasta dormido, va a ver usted; ya lo piensas ... pero esas cosas te emocionan... como hay
no me sorprende, haga lo que haga. tantas otras cosas lógicas que casi nunca suceden.
BLONDIN CARLO
(Se ha quedado peltSando en su relato.) Lo más ¿Como por ejemplo?
emocionante, ¿sabes qué fue? La llegada. Se habían,
73
72
BLONDIN
BLO N DIN
Muchas cosas. Tirarse al mar a salvar a un aho-
A los cinco años, me anunciaban como El Pe-
gado, por ejemplo. ¿Tú lo has visto alguna vez?
queño Prodigio.
(Silencio. Carla ha escuchado con atención.)
CARLO
CARLO
Mejor, mejor. (Hace de anunciador.) El Gran
Bueno. (Tiempo.) Blondin. (Tiempo.) Arran- Blondin y e! Pequeño Prodigio cruzarán juntos las
camos, ¿ya? Sin distraerse. y hágalo un poco más cataratas de! Niágara. Sí , señoras y señores, como
difícil, para ver. Sobre todo el balance hacia atrás, lo oyen, para e! asombro, el pánico, la estupefacción
COn esta nueva posición, cómo resulta. y la envidia de todos los presentes, cruzarán Blondm
BLONDIN
y C arlo, con Carlo sobre los hombros de Blondin.
(Tiempo.) ¡Aplausos! (Aplaude.) ¡Bravo! (Hace
Veremos. (Toma la pértiga, se acerca al tubo.
un rugido de multitud.) ¡Marchas mlhtares! (C?-
Carla va tocando la trompeta, otra fanfarria.
núenza a cantar. Blondin, sal/ riendo, canta tamb,en
La pértiga, que es 1Iaturalmente larguísima, p1l ede
al subi!' sobre el tubo.) Ya estamos en equilibrio
sobresalir entre cajas, y podrá quizás ser sostenida
sobre el cable. El Gran Blondin tantea con los pies,
por un auxiliar de escena a cada lado, dándole así
verificando la tensión. N adie se atreve a respirar.
completa estabilidad sobre el tubo al actor que hace
Blondin.) Carlo, seguro de sí mismo, mira tranquilamente a
la multitud y agita alegrem ente la mano, recono-
CARLO ciendo a sus innumerables amigos y familiares. (Va
(En anunciador público.) y hoy, como había- haciendo el mimo de todo lo que dice.) ¡Y partieron!
mos programado, se presenta ante ustedes la pareja Blondin avanza con paso seguro. Está muy tranquilo
de equilibristas más temeraria del mundo. El Gran el viento tres nudos por hora de sur a norte, la mejor
Blondin y el Pequeño Prodigio. orientaciÓn. (En su proPia v oz.) Sí, Blondin, con
paso seguro, porque haga lo que haga no me sor:
BLONDIN prende usted nunca y le adivi~o caJ~ pestañeo, mI
Así me llamaba yo. (Se oye una sirena a lo lejos, gran Blondin. (Blondm se esta mOViendo a uno y
que no se acerca, y un suave murmullo de gente en otro lado, entrenál/dolo.) Esta posición es estupenda,
la calle.) muy superior, es la definitiva, ¿no le parece?
CARLO
BLON DIN
¿Cómo?
Sí.
74
• 75
CARLa WILLIS
(En anunciador.) Ya están a la mitad del alam- (Fuera de escena.) ¡Señor Blondin! ¡Señor
bre, el alambre tiene 330 metros de largo. Casi no BLONDIN! (Es 1t1l grito desesperado, lanzado por
se los ve. Pero ... (Pausa dramática.) ¡Ambos están enésima vez. Blol/din y Carla se detienen, se callan,
posados en el aire! ¡Vuelan sobre los furiosos rá- y oyen claramente por primera vez la sirena y el
pidos! ¡Sí, se van río arriba! ¡Es increíble, señoras grito.) ¡Señor BlondIn! ¡Señor Blondin! (Tle1npo.
y señores, Blondin y Carlo se han salido del alambre Blondin deja caer la pértiga y se acerca rápidame11te
y van caminando por el vacío! Pero aquí regresan, a la ventana COll Carla a cuestas.)
sí señores, aquí regresan, retoman el alambre... ¿Ha-
bremos visto mal? ¿Será cierto que se fueron de BLONDIN
paseo por el cielo? Ya casi no se los ve, están lle- y
gando al Canadá. (A Blo11din.) ¡Ya llegamos, es- CARLa
tamos oyendo la música! (Comienza a ca11tar una
(Juntos.) ¿Qué pasa?
marcha. Blondin canta también.) ¡Los aplausos!
(Rugido de multitud.) ¡Los víctores: Viva! ¡Viva WILLIS
Blondin, viva Cario, el Pequeño Prodigio! (E11 esta (Fltera de escena, muy im paciente.) ¡Señor Blon-
JI todas las partes similares el actor puede improvisar.) din! ¿No ve usted? ¡Señor Blondin! ¿No se da cuen-
¡Las marchas militares ensordecen! (Canta y Blon- ta? ¿En qué está pensando? (Hay mucho ruido
di" también.) ¡Viva Blondin! ¡Viva Carlo! (Etc. de gente, y otras sirenas a lo lejos. A gritos.) ¡Señor
y signen cantando. Blondin y Carla dan vivas y Blondin! ¡Se está incendiando mi tienda! ¡Mi pana-
cantan 111Uy fuerte.
dería, Señor Blondin! ¡Bajen rápido! ¡Salgan! ¡Van
Se ha ido oyendo cada vez más cerca la sirena, a estallar los balones del petróleo! ¡Bajen! ¡Bajen!
a la que inconscientemente tratan de ahogar con sus
gritos y canciones. BOMBERO

T ambié n se han ido oyendo cada vez más los (Fuera de escena.) No hay nada qué hacer,
1I7-1¿rmullos y gritos excitados de curiosos y vecinos Señor W'illis. Reventarán los tanques, dentro de un
en la calle. mom entO. No hay más que dejarlo arder.
De pronto se disti11gue claramente 1m grito que VECINO
se ha vellido escuchando entre la sirena y las can- (Fuera de escena.) Suerte que no tenía vecinos
cio'llCs.) pared por medio.
76 77

BLONDIN
BOMBERO
, Lástima. Treinta años de panadero. Un buen
(Fuera de escena.) No hay mas que esperar, y
después dejarlo arder. cuartito era este. Un lindo cuartito.

WILLIS CARLO
(A gritos, con rabia, imperiosamente.) ¡Salga de Falta poco.
ahí, Señor Blondin! ¡No sea tan loco! ¡Esto no es BLONDIN
el Niágara! ¡Baje usted ya ... ! (Blondin y Carla se
demoran todavía un i'llStante a la ventana, pero luego ¿Para que vuele?
se mueven rápidamente, y can muchísima coordi- CARLO
nación, por todo el dormitorio, Carla siempre sobre
los hombros de Blondin,) Para todo.
BLONDIN
BLONDIN
. Hay que llevarse todo. Pobre Willis, caray, pobre Pobre Willis. (Van a la cama de Blondin. Blondin
WIlhs, nos quedamos sin panadería, le pasa el álbum a Carla y va recogiendo recortes y
grabados mie11tras Carla los acomoda en el álbum.)
CARLO Cinco años. Siete años. Ni sé cuántos. Nueve años.
Esto vuela de un momento a otro. Hay que apu- El año pasado. Toma. Cartas. (Escoge alg1lnas, las
rarse. (Van recogiendo affiches y grabados de las otras las va dejaudo caer.) Ana. Gloria. Cecilia. Ten.
paredes, cada uno a su nivel,)
CARLO
CARLO (Acomoda y le pasa el álbum a Blo-l1dill. Recoge
Somos unos cretInos, entretenernos así, no oír recortes de las paredes.) Bruselas. Lovaina. New
nada. York. New York. París. Atenas. Niágara. Londres,
BLONDIN
Niágara. Niágara. Niágara. Moscú. ¿Moscú? ¿Es-
tuvo en Moscú?
Pobre Willis, caray.
BLONDIN
CARLO
(Urgeutemente pero para si.) Esto vuela de un
No darnos cuenta Con tremenda sirena. ¡Qué
estúpidos! momento a otro. N O te distraigas.

78 79
~---------

CARLO BLONDIN
Sebastopol. Moscú. Moscú. Más Moscú. Tenga. ¿Qué pasa? ¡Apúrate muchacho!
(Le pasa los recortes.) ¿Cómo es Moscú? Cuénteme
CARLO
un poco.
BLONDIN
(Se ha detenido. Sonríe. ) ¡Icarón!
-
(Sin pensar.) Muy lindo. Muy grande. Hablan BLONDIN
ruso. (Van al ropero y sacan rápidamente vestidos ¡No te distraigas! ¡Vamos!
de equilibrista que van metiendo en una maleta
pequeña.) CARLO
CARLO (Sigue ayudando rápidamente.) No. Mire. Blon-
¡No me diga! din, ¿se da usted cuenta? No me he bajado.
BLONDIN BLONDDI
(Sin pensar.) ¡Te lo juro! No, claro que no.
CARLO CARLO
(Pasándole los vestidos que va descolgando.) ¿Por qué no me he bajado?
¿Cuál se puso en Moscú?
BLONDIN
BLONDIN
Por loco.
Este no; este no; este no; este sÍ. Este.
CARLO
CARLO
(Sin dejar nunca ambos de guardar cosas con
. Lindo, muy lindo. Este cuarto estalla en cual- mucha urgencia.) Usted no se da cuenta de nada .
qUler momento. Es porque ya está listo el tipo.
BLONDIN
No tengas miedo BLONDIN
¿Qué tipo?
CARLO
No tengo . No mucho. (Siguen guardando. Se CARLO
oyen los ruidos de fuera . De pronto Carla grita.) l carón. El eq u ilibrista injerto de usted y yo.
¡Blondin! ¡lcarón !

80 81


BLONDIN
CARLO
Esto revienta ahorita ahorita.
No sea pesimista. Cruzamos mañana si quiere.
CARLO
BOMBERO
Muy bien, pero ya está listo, ¿no ve?
(A gritos.) ¡La escaler a está en llamas! ¡No
BLONDIN pueden bajar por adentro! ¡Por la ventana! ¡Rá-
Sí. Ya lo sé. Ya me di cuenta. Después ha- pido! ¡Tírense a la lona! ¡Tírense!
blamos. (Tose.) BLONDIN
CARLO ¡Esto ya explota!
¿No se alegra usted?
CARLO
BLONDIN ¡Cruzamos mañana!
Sí. Sí. ¡Al fin! (D e pronto se apaga la luz. So-
BLONDIN
lamellte los ilumilla el res plandor amardlo del fue?o.
Ojo lumillotécllico que la luz del fu ego ~IO es de mn- (Se acerca a la v el1tana con Carla a cuestas. Lleva
gún modo roja, Si110 amanlla o al1aranJada.) Ul1a maleta, un maletín y el álbum, además del libro
que le trajo Cario, el libro de gim11asia.) ¡Carla, eres
CARLO un loco! ¡Soy un loco! ¡Me lanzo al cable con un
¿No se pone usted contento? ¿No le parece ma- muchacho loco! ( Pasa los pies a la cornisa sentáll-
ravilloso? dose sobre el alféizar. Se pone de Pie con Cario siem-
BLONDIN pre a cuestas.)
Sí. Sí. CARLO

CARLO (A gritos.) ¡Usted no! ¡ i yo tampoco! ¡Ica-


rón! (Van arrojando can las siguientes frases los
No me bajé, ¿se da usted cuenta? Ni usted me;
bultos que llevan, menos el álbum y el libro. ) ¡Ica-
lo pidió . Hicimos todo juntos sin pensar. ¡Ya esta
listo Icarón! (T ose.) ¡Ya podemos cruzar! rón cruzará el Niágara mañana! (Tiempo.) ¡Icarón
es el loco! ¡Aquí lo tienen! ¡Icarón es un loco de
BLONDIN remate! (Y saltan a la 1011a ¡untos. Un illstante
(Mielltras siguen guarda11do cosas.) Si es que no más, y luego)
volamos ahorita con todo.
Oscuro
82
83
Crece el ruido del fuego y la sirena. Hay una
sorda explosión. Crece a1Ín más el ruido del fuego
hasta hacerse casi insoportable. Un momento en ese
nivel y luego comienza a desaparecer muy lenta-
mente. Lo va reemplazando el ruido sordo, profundo
y constante de la inconmensurable catarata.

ESCENA CINCO

Se O)'C el Tughlo constante de la catarata muy


a lo lejos y desde abajo, si es posible. Lnz sobre la
cámara negra. CarIo l,arado al filo del escenario, mi-
rando bacia abajo. El1tra Blondin por foro, COmo
buscá"dolo. Lo 1!bica y Il/ego se acerca [enlamen te.
Carlo siente S1t presencia.

CARLO
Por aquí parece más profundo.
BLONDIN
Son los mismos cincuenta metros. (Pausa.)
CARLO
Mañana habr á sol. Podremos cruzar.

84 85
BLONDIN CARLO
Parece que sí. (Pausa. Durante todo este diálogo (Después de 1t11a pausa.) Blondin. ¿N os hemos
ambos tratan de no mostrár la más mínima emoción. entrenado bien?
Hablan seca y lentamente, sin mirarse nunca.) BLONDIN
CARLO Sí.
Blondin. (Tiempo.) Blondin... dígame una cosa, CARLO
Blondin. ¿Usted por qué cruza el Niágara? ¿Qué se hace si nos caemos?
BLONDIN BLONDIN
Porque me gusta. Está ensayado. Te trepas otra vez sobre mis
hombros.
CARLO
CARLO
(Después de un tiempo.) Y no tiene miedo.
y usted sigue su camino y llegamos, ¿no?
BLONDIN
BLONDIN
No. (Tiel1~po.)
Por supuesto. (Silencio.)
CARLO
CARLO
Nunca. Blondin. Cuén teme otra vez. Explíqueme de
BLONDIN nuevo.
No. (Silencio.) BLONDIN

CARLO
Lo que quieras. (Pausa.)
¿Cómo es... cuando no hay nada más que aire, CARLO
por todos lados... y por abajo sólo un cable que es (Leulamel1ff.) ¿Qué hago, si me quedo solo?
de... (Hace un gesto con los dedos.) dos pulgadas
BLONDIN
de ancho ... ? (Tiempo.) ¿Cómo es eso?
Te montas sobre el cable. Relajas las piernas, que
BLONDIN te sirven de pértiga, y te vas empujando poco a poco.
Lindo. Es lindo. Media hora y estás en el Canadá. Lo hemos ensayado.

86 87

CARLO
BLONDIN
y usted, Blondin ... (Tiempo.) ¿Y usted?
Seguro.
BLONDIN
CARLO
Te olvidas de mí. (Pausa.) El río corre a treinticinco kilómetros por hora.
CARLO B L ON DIN
¿Si caemos los dos? ¿Qué pasa? Así es. (Pausa. )
BLONDIN CARLO

¿Qué pasa? U sted ha cruzado el Niágara catorce veces. Ma-


ñ ana serán quince. Serán quince. Yo los he visto
CARLO todos. Con el catalejo. Nunca ha fallado. Un dí a
Al caer... (Tiempo.) Cómo es al caer. le cortaron un templador. Todas las otras veces, sin
un solo tropiezo. Cada cruce una prueba más di-
BLONDIN fícil y más difícil. U sted es el mejor equilibrista del
No sé. (Tiempo.) mundo. U sted nunca caerá al abismo.
CARLO BLONDIN
¿Es largo? Nunca.
BLONDIN CARLO
Sí. Porque usted es el mejor equilibrista del mundo,
¿no es así? Dígalo usted si no.
CARLO
. BLONDIN
Y el Viento ... (Hace un gesto peque1Ío e il1de-
¡inido.) Sí.
BLONDIN CARLO
Sí. Pero dígalo usted. •

CARLO BLONDIN

(Después de Ul1a pausa.) ¿El agua es fría? Soy el mejor equilibrista del mundo. Y nunca
caeré al vacío.
88
89
CARLO BLONDIN

Eso es cierto. (Pausa.) Además, Blondin ... óiga- Verdad,


me: además usted puede caminar en el aire. Usted CARLO
podría. Mañana incluso, aunque no esté muy entre-
nado. Un poquito por lo menos sí podría. En caso Ese tipo es un imbécil.
de un contratiempo, usted simplemente se sale del BLONDIN
alambre y me pone sobre sus hombros y nos vamos
caminando por el aire. ¿No es cierto? Claro... Claro, ¿Por qué?
así estamos seguros. N o hay ningún problema. CARLO

BLONDIN ¿No le parece a usted una estupidez lo que va


No Cario. No es así. Si nos resbalamos COn mala a hacer?
suerte, no hay remedio. Yo nO puedo caminar en BLONDIN
el vacío. Las cosas son como son.
Sí, en cIerto modo. Pero se gana plata.
CARLO
CARLO
Se lo dije. Le dije que debería entrenarse. Para
estar más seguros. Usted no me hizo caso, y yo tenía ¡Plata! No diga esas cosas, Blondin. ¿Cómo le

un plan completo. va a importar la plata?
BLONDIN BLONDIN

No, Carla, no ... (Tiempo.) Mañana sobre el cable Ya se han vendido cuatro mil dólares ...
depende de ti y no de mí, nosotros-
CARLO
CARLO ¿Y qué va a hacer lcarón con tantos billetes?
¡N o, no! lcarón. ,
¿Engomarlos juntos y fabricarse un par de alas de
BLONDIN papel? (Tielltpo.) ¿A ver si amortiguan la caída?
¿Cómo? No. !carón no cruza por la plata. Es por otra cosa.

CARLO BLONDIN

Ni usted ni yo. lcarón. El va a cruzar. ¿Por qué?

90 91


CARLa CARLa
¿Por qué cruza Icarón? Pregúnteselo a él. Yo (Lo mira por primera v ez desde que se i1liciara
no tengo idea. la escena. Y hay U11a pausa.) Yo cruzo con usted,
Blondin, porque ya no me puedo arrepentir.
BLONDIN
BLONDIN
¿Por qué crees tú?
Ahora mismo vamos donde el empresario.
CARLa
CARLa
¡Yo qué sé! Ya no. Blondin, le digo... le estoy diciendo que
ya no puedo retroceder. Ya es tarde. Desde el día
BLONDIN del incendio ya no se puede.
Adivina... cualquier cosa.
BLONDIN
CARLa Si no te sientes bien postergamos.
Bueno... por decir algo... yo diría que Icarón, CARLa
aparte de ser un imbécil rematado, yeso es bastante No.
importante... cruza porque quiere hacer algo que
nadie ha hecho nunca. Eso es parte, supongo. Ade- BLONDf:oI
más... además cruza porque para eso nació, por su- La gente tiene respeto. N o piensan nada majo
puesto. Además cruza por ver algo que sólo usted de ti, no dicen nada. Estás en tu derecho de nO
ha visto: el vacío completo, perfecto. (Tiempo.) Y sentirte bien.
debe ser muy bello estar ahí solo, completamente CARLa
solo, miles apretujados aquí mirando desde lejos y el Mire, le cuento una cosa. Ya me eché para atrás
!carón solito, porque nadie se le puede acercar. Salvo una vez. Me eché para atrás de Ja manera.... de la
una gaviota, quizás. Solito al medio. (Paus(/.) Por manera más vergonzosa. Yo leía mucho. Esto era
otra parte ... (Tiempo.) !carón cruza porque- en mi colegio, hace cuatro años. Yo era el único de
mi clase que leía, es decir, novelas y otros libros. Los
BLONDIN
muchachos me tenían un poco de cólera por eso,
(Después de una pausa.) ¿Sí ... ? creo. Bueno, hay una novela... y en una parte un

92 93
muchachito apuesta con sus amigos, todos más gran- contré mi nombre escrito en las paredes. (Tiempo.)
des que él, a que se atreve a echarse entre los rieles ¿Qué le parece?
y esperar a que le pase por encima un ferrocarnl
BLONDIN
entero. Lo tenía bien estudiado, había medido los
vagones y la locomotora. No le creyeron. Se burla- Bueno, tuviste inteligencia. Eso era una locura.
ban de él. Pero el muchachito se impuso, y lo hizo. Sí, Te podía arrollar el tren.
lo hizo. Se desmayó debajo del tren y quedó con fiebre CARLO
varios días, pero lo hizo. Eso me impresionaba y lo con- Todo lo había medido y calculado. Me quedaban
té en el colegio y se rieron y me dijeron Cosas de nOve- cincuenticinco centímetros de margen. De sobra .
la , mentiras , nadie lo haría. Para probar que era cierto
yo me ponía a gritar, contradiciéndolos y en una BLONDIK
de esas juré que yo lo haría, yo mismo me pondría Pero un movinliento tuyo, cualquier cosa, un mo-
entre los rieles... si hubiera rieles, porque no había vimiento nervioso, de repente ...
trenes en mi pueblo, por supuesto. Se burlaron más
CARLO
aún. Claro, se atreve porque no hay trenes. (Tiempo.)
Pero quien le dice que después de dos meses pu- Me había estado entrenando, echándome al cos-
sieron los rieles, y un día llegaron los trenes. Y no tado de cada tren que pasaba, dos semanas enteras,
hubo que seguir con la bravata, ¡qué remedio! Hubo acostándome cada
,
vez más cerca hasta que el ruido
que irse por la noche, con la cara embetunada y ves- atroz comenzo a gustarme.
tido de negro para que el maquinista no fuera a verme BLONDIN
y frenar a tiempo. Con todos los compañeros del
Pero siempre el riesgo era inmenso ...
internado; tirarse ahí, sobre los durmientes, esperar la
llegada del tren. (Pausa.) ¿Sabe una cosa? (Tiempo.) CARLO
Bueno, ya se imagina. Salí corriendo de la vía cuando Ni más n i menos que el riesgo de mañana. Igual
el tren estaba recién como a tres cuadras. Salí co- que entonces, todo lo hemos estudiado ahora. Las
rriendo de la vía y corrí desesperado hasta mi cuarto, probabilidades de éxito SOn enormes. Y también ahora
corriendo sm parar y los muchachos persiguiéndome es una locura sin nombre, una inconciencia inaudita,
y gritando. Llegué a mi cnarto, atranqué la puerta, ¿para lograr qué? (Tiempo.) ¿Para encontrar qué?
ellos se quedaron largo rato por la calle y los pasillos, (Pausa.) Para que no se vuelva a escribir que Carlo
y se fueron uno por uno. No salí de mi cuarto es un cobarde mentiroso. Buena razón, ¿no? (Tiem-
varios días. Me hice el enfermo. Cuando salí, en- po.) Razón de orgullo, eso es importante. Razón

94 95
CARLO
negativa también, claro. Para que no pase esto o
aquello, por eso no se cruza el Niágara. Para que Lo nuestro no es una payasada.
sí pase qué cosa ... eso es lo importante. ¿Para que sí BLONDIN •
pasa qué se corre un riesgo tan inútil? (Tiempo.)
No, claro que no.
¿Para qué cruza usted, Blondin?
CARLO
BLONDIN
Lo nuestro es otra cosa. Nosotros nos hemos
Por la fama. Por el dinero... igual que tú, Carlo. entrenado mil horas y funcionamos como una sola
persona. En el incendio, ¿se acuerda? Claro. Es
CARLO
cuestión de mutua confianza y de reflejos. Sobre
No, Blondin, no me interesa, se lo regalo. (Tiem- todo de confianza. (Tiempo. Lo mira fijamente.)
po.) y nadie se va a acordar de mí. Yo no me en- ¿Usted quiere que yo cruce sobre sus hombros?
gaño. Usted es el gran equilibrista y... Blondin: las
BLONDIN
piernas son de usted. (Pausa.)
Si tú lo quieres, sí.
BLONDIN
CARLO
Yo cruzo porque soy equilibrista desde niño, y
¿No piensa que lo puedo hacer caer?
no sé hacer ni pensar en otra cosa. Pero tú no. Tú
puedes arrepentirte cuando quieras. No est ás obli- BLONDIN
gado a nada. Si en este momento me dices que ya No.
no vas a cruzar, no hay ningún problema, no lo
CARLO
hacemos y se acabó. Voy donde el empresario y se
lo digo. Eso es todo. Tenemos completa libertad. Si lo piensa, me lo dice, y yo, no cruzo.
BLONDIN
CARLO
No hace falta. No lo pienso.
y su dinero ...
CARLO
BLONDIN
¿Entonces?
Se devuelve. No importa. Y para la próxima in-
BLONDIN
vento cualquier prueba. Paso en zancos, qué sé yo.
Cualquier payasada. ¿Entonces qué?

97
96
no significa nada. (Pausa.) ¿Usted siente su responsa-
CARLO
(Casi violmto.) ¿Entonces por qué duda? ¿Por bilidad?
qué no me dice: Olvídate, Cario, vamos a cruzar el BLONDIN •
Niágara juntos rpañana y seremos ricos y famosos? Sí.
¿Por qué no me dice: Ven para acá, muchacho, vamos
CARLO
a tomarnos una cerveza, cantar unas canciones ol-
vídate de esas dudas, de tus remordimientos ~odo Yo también. (Tiempo.) •
esta, pensa do, no puede pasarnos nada, es un ' paseo, BLONDIN
nada más, sobre el vacío? ¿Por qué no me dice todo
eso en vez de convencerme, de illtentar convencerme Pero estoy seguro. He cruzado muchas veces, y
de que no importa un pito si yo no cruzo con usted? contigo iré acompañado. Y más contento por eso.
y más tranquilo.
BLONDIN
CARLO
Quiero dejarte solo.
Yo también iré tranquilo. (Pausa.) Cruzamos,
CARLO
entonces. Cruzamos mañana.
(RáPido, suave, temeroso.) ¡No! ¡Solo no!
BLONDIN
BLONDIN
Bueno. (SilenciO. Se miran y se acercan un
Solo para que hagas tu propia decisión, nada más. poco.) Y, ¿ya sabes por qué?
CARLO CARLO
¿Por qué? (Casi sonriendo.) Porque sí, creo yo. Porque sí.
BLONDIN (Salen juntos lentamente. Antes de desaparecer,
Blondin le pone un brazo sobre los hombros.)
Porque así será mejor para los dos. (Tiempo.)
¿Te das cuenta? Oscuro
CARLO

Sí .. (Pausa.) Porque si usted me Convence y yo Crece el sonido de la catarata, ronco, persistente,


me. caIgo, usted nunca se 10 perdonaría. (Pausa.) sin variaciones. Se mantiene inalterado hasta el fin
y SI yo cruzo porque usted me convenció, para mí de la pieza.
99
98


BLONDIN
¿Cómo te sientes?
CARLO
Bien . (Se agarra de su cabeza.) ¿Y usted?
BLONDIN
Bien.

CARLO
(Para si.) Hay que desear hacerlo. Yo lo deseo.
y se lo hago gratis.
BLÓNDIN
ESCENA SEIS
(Para sí.) Poco a poco ni lo notas. Te acOS-
tu mbras ... Llega un m omento en que no te da miedo
nie.guna altura.
Luz sobre los dos hombres, C11 el alambre. Gran-
des camisas brillantes y multicolores. De la cintura CARLO
para abajo, mallas 1tegras . Carh1 sobre los hombros Porque sí. Nada más. Porque sí.
de Blondin . Blondin lleva una pértiga, camina so-
BLONDIN
bre el suelo: la luz , muy intensa, los ilml1ina de la
ciu,tura para arriba solamente. Podemos ve,. muy bien
y si colgaran un alambre entre la luna y el sol,
lo cruzaría igual...
sus caras. AlgulIos par/amentos, los subrayados, los
dicen co'm o para hacerse oír por sobre e~ r1/gido de CARLO
la catarata y a pesar d el viento . Los parlamentos (Para Blondin.) Sin mirar para abajo, ¿110 Bloll-
restantes son lo que Blondin y CarIo van peukllldo. din? Blondin; ¿se puede mirar para arriba?
BLONDIN
(Para Carla.) ¡Claro!
CARLO
Es lo mismo, es igualito ... CARLO
Mire para arriba, ¡Blondin! ¡ U11a gaviota!
100
101
BLONDIN BLONDIN
Pienso en lo que estoy haciendo. En e! paso si- ... sobre el río, en zig-zag, por donde quiera, por-
guiente, en el trecho que me falta. Pienso en el viento. que el espacio está cruzado de mil alambres invisibles
e infinitos, y yo puedo caminarlos todos ...
CARLO
El alambre a veces brilla con el sol y no se ve. CARLO
Un tercer equilibrista. Ni usted ni yo, sino otro.
BLONDIN
Un tipo fuerte, bien coordinado, sin conflictos en la
Me divierto, me da risa, me demoro. personalidad. !carón en honor de ese otro imbécil.
(Para Blondin.) ¡Blondin! ¡ Blondin! ¿Qué le pa-
CARLO rece !carón? .
¿Por qué no se puede mirar para abajo? •
BLONDIN
BLONDIN
¿Icarón?
Porque no. ¿Cuántos años tienes?
CARLO
CARLO ¿Qué le parece? .
Dieciocho.
BLONDIN
BLONDIN ¡Un gran tipo!
Y ahora, ¿no quieres ser eqlúlibrista?
CARLO
CARLO Usted siempre aceptará mi método. ¡Blo./ldin!
No. Yo soy científico. ¡Muchas gracias!
BLON;DIN BLONDIN
.
Cuando hay sol, me parece que puedo CalTIlnar Gracias a ti. Será un paseo lindísimo, Blondin,
fuera de! alambre, para todos lados ... yo iré muy atento, de pura oovelería, porque ¿miedo?
CARLO CARLO
Usted podría volar. N ada más que aire por todos lados.

102 103


,

BLONDIN BLONDIN
.
Usted es el mejor equilibrista del mundo. Usted Si usted me convence de cruzar, y yo me caIgo,
nunca caerá al vacío. usted nunca se lo perdonaría.
CARLO
CARLO
¡Usted podría volar, Blondin! ¡Blondin!
Nada más que aire brillante y el sol, me parece
que puedo caminar fuera del alambre. BLONDIN

BLON DIN
¿Cario?
Nunca caeré. CARLO

• • (Por gusto.) ¡Blondin Blondin!


CARLO
BLONDIN
Para ir caminando eternamente por el cielo. ¡ Bloll-
di,,! j Usted es un poeta! ¡Cario cado carlooooo!

BLONDIN CARLO

¡Tú también! Yo también iré tranquilo con us- ¡Blondin blolldill blolldilt bloooooondiiiiiill! (Y
gritan sus nombres simultáneamente a todo pulmón.
ted, señor Blondin.
Un tiempo.)
CARLO
BLONDIN
(En anunciador.) Con ustedes, Blo1ldín, íEI Poeta (Sonriendo.) ¿Quiere que le diga mi opinión sin-
del Alambre! cera? No vale un pito. Es comercial.
BLONDIN CARLO
Vas conmigo, vas tranquilo. Confiado. (Sonrie1ldo.)Lárgate, muchacho, O te saco a
patadas. No sé cómo te aguanto.
CARLO
Mire Blondin. Esa gaviota se ha q1,edado parada BLONDIN
en el aire. Como si caminara. ¿No le da vergüenza? Habían anunciado una docena. A mí no me va
Una simple gaviota puede, y el m ejor equilibrista a engañar. Yo le he visto todos sus cruces, catorce
del mundo nO. veces, con m i telescopio .

104 105
CARLO BLONDIN
¿Por qué cruza usted, Blondin? Tendría que prometerme un par de cosas, Blon-
BLONDIN din. Primero: la decisión de cruzar o no cruzar ...
Por esto. Por estar aquí. ¿Te das cuenta? CARLO

CARLO
Ocho huevos no más. Le sudaban las manos. Yo
lo vi, por el catalejo. Tiró cuatro huevos al río.
¡Claro! ¡Claro! Desde chico. Desde los cuatro
años. Mi padre nunca... yo pesaba poco, le decía. BLONDIN

BLONDIN
.. .Ia tomo yo. (Tiempo.) Solemnemente jurado.
La tomas tú. La decisión la tomas tú.
Mañana iré acompañado. Y más contento por esO.
CARLO
CARLO
Ir caminando eternamente por el cielo, cruzado Prendido de pies y manos, como un mono, y el
cable vuelto loco sobre el Niágara azotándose en todas
de mil alambres infinitos.
direcciones.
BLONDIN'
BLONDIN
¡Vamos a llegar a la mitad! ¿Ves la marca azul?
Pero ¿de quién son las piernas? (Tiempo. ) Blon-
CARLO din: las piernas son de usted.
Todo es cuestión de paciencia y constancia. Todo.
CARLO
BLONDIN Te montas sobre el cable. Está ensayado. Las
¡Carla! piernas te sirven de pértiga.
CARLO
BLONDIN
¿Sí?
Usted se da perfecta cuenta de su responsabi-
BLONDIN lidad, me imagino. ¿Quién se resbala?
El punto medio. Esa marca azul, ahí adelante.
CARLO
CARLO 330 metros de largo. 5O metros sobre el río. 48
,
En el peligrosísimo punto sin retorno, se comer a metros para ser exacto. ¿Qné pasa si me quedo solo?
una omelette. ¿Qué hago?

106 107
BLONDIN CARLO

Solo para que hagas tu propia decisión. Será Usted siempre se puede prender del alambre. Con
mejor para los dos. suerte.
CARLO BLONDIN
¿Qué hago si me quedo solo? Pero ya no puedes arrepentirte. Ya no puedes
bajarte, Carlo. N o puedes, Cario. Ya no.
BLONDIN
CARLa
Mejor para los dos... ¡Mejor para mí! ¡Para mí!
Hacerme adiós con la mano.
CARLO
(Muy fuerte.) ¿Usted sienle su responsabilidad? BLONDIN
,¡Blondi//! ¿Qué hago? ¡Explique de 1111evo! Falta más" de la mitad,
BLONDIN CARLa
Te montas sobre el cable. Relajas las pier11as. Te Volverse a trepar y seguir su camino.
empujas poco a poco.
BLONDIN
CARLO Se puede regresar todavía.
¿Está cansándose usted?
CARLa
BLONDIN Salí corriendo cuando el tren estaba a tres cuadras_
¡Bien! ¡Estoy bien! ¡Eres muy liviano! (Tiempo.) Mi nombre escrito en las paredes.
¡Casi no te siento!
BLONDIN
CARLO ¿De quién son las piernas?
Funcionar como un solo hombre.
CARLa
BLONDIN . ,
No hay nmgun problema. No cruzamos', y se
Tú puedes arrepentirte cuando quieras. No estás acabó.
obligado a nada. No hay ningún problema, no ' cru-
BLONDIN
zamos y se acabó. Vamos ahora mismo donde el
empresarIo. ¿De quién es la culpa si mueres?

108 109

CARLO CARLO
¡Faltan diez metros! ¿Qué pasa, Blondin... ¡Blondin: las piernas son

BLONDIN de usted!
¿Cómo? BLOl)l'DIN

CARLO ¿Qué hago si me quedo solo?' ¿Hacerte adiós con


¡Faltan diez metros para la mitad! ¡La marca la mano?
azul! • CARLO

BLONDIN ¡Blondin! ¿Qué pasa? Usted es el mejor, Blondin.


Sí. Yo voy tranquilo. Con usted, que nunca caerá al
vacío. (Desesperado.) ¡Blondin! Nunca se lo per-
CARLO donaría Blondin. (Blondin se está moviendo cada vez
Montarse sobre el alambre. En media hora estás más lmtamente.) Usted nunca se lo perdonaría.
en el Canadá. Te olvidas de mí. Te olvidas. BLONDIN
BLONDIN No quiero responsabilizarme ...
No es lo mismo que comerse una omelette. Co- CARLO
merse una omelette, solo.
¿Usted siente su responsabilidad? Blondin: las
CARLO piernas son de usted ...
Cuarentinueve kilos, sin ropa. BLONDIN
BLONDIN ¿Quién tiene la culpa si mueres? ¿Quién mata?
Hablas por hablar. No vas a cruzar conmigo. No (Blolldin se ha detenido . Se aferra desesperadamente
quiero responsabilizarme. a la pél'tiga.)
CARLO CARLO

Le sudaban las manos. (Muy asustado.) ¡Blondin! ¿Qué pasa? ¿Por qué
se detiene? ¡Blondin, por favor! ¡Blondin siga siga
BLONDIN
110 se pare siga! (Silencio. Cario cierra los ojos.)
No quiero. Hablas por hablar. Tú eres un niño. ¿Qué pasa, Blondin? (Pausa.) ¿Qué tiene, Blondin?
110 111

• •

¿Nos vamos a caer? ¡Dígamelo! (Pausa.) Dígame Siga (Silencio. Blondin no se mueve.) Siga, Blo,,-
qué le pasa, Blondin, ¿un calambre? Por favor, ¿nos dút. Siga por el alambre. Usted puede. (Silencio.
vamos a caer? ¡ Dígalo! Blondin tiene los ojos cerrados. ) Por favor, Blondin,
siga adelante. Usted es el hombre más valiente del
BLONDIN
mU1ldo, Blondin. Yo lo sé. Usted es el mejor equili-
No sé. brista del mundo. Lo sé. Usted mmca caerá, Blondin.
CARLO ¡Digalo! (Tiempo.) ¡Dígalo! ¡Dígalo! ¡Repítalo!
(Le jala los pelos, desesperado. ) ¡Soy el mejor equi-
¿Qué le pasa, Blondin? (Pausa.)
librista! ¡Suéftelo! ¡Crítelo!
BLONDIN •
BLONDIN
Tengo miedo. (Un tiempo.)
¡Soy el mejor equilibrista!
CARLO
CARLO
(Se aferra fuertemente a la cabeza de Blondin y
ajusta las piernas alrededor de su cuerpo. Un tiempo. Nunca caeré al vacío. (Tiempo.) Repítalo, Blon-
Siempre con los ojos fuertemente cerrados, por entre din, estúpido Blondin, cobarde, no puede seguir ade-
los dientes, susurra.) ¡Blondin blondin blondin blon- lallte. Repítalo, Blo11dill, cobarde, ya 110 puede 1ti
din ... ! (Silencio. Blondin se prende de la pértiga. hablar de puro miedo. Nunca caeré al vacío. ¡Grítelo!
Le tiemblan visiblemente las manos y los brazos. Un BLONDIN
largo silencio. Se oye muy claramente el rugido de NUllca caeré al vacío.
la catarata. De pronto.) ¿Por qué, Blondin?
CARLO
BLONDIN
¡Más fuerte, Blondin!
Por ti. (Silencio. N o se mueven.)
BLONDIN
CARLO
¡Nunca!
(Suavemente. Aterrado.) Blondin ... Blondin ...
usted es el mejor equilibrista del mundo, Blondin. Yo CARLO
lo he visto. El mejor. El único equilibrista. Las me- (Agachándose a su oreja.) ¡Qué estúpido es usted,
jores piemas, los mejores brazos, la mejor cabeza, Blou.· Blondin, qué bruto! Si 1Isted es el hombre más va-
din. Oigame. Usted puede seguir caminando. Blondin, fiel/te del mundo. ¡Dígalo! Soy el hombre más
usted puede. Usted puede, siga adelante, Blondin. valien te del mU/1do.

112 113
BLONDIN pasó? Blondin, es usted un loco, quererme asustar.
(Tiembla. Siempre con los ojos cerrados.) Soy el ¡Que tiene miedo! ¡Qué va a tener miedo el gran
hombre más valiente del mundo. Blondin! Ni hablar. Y yo sudando como un tonto,
creyéndole todo lo que me decía. (Le pone las
CARLO manos a las mejillas.) ¿Me siente las manos? ¿Cómo
(Siempre con muchísima angustia.) Muy bien, me sudan? (Lo palmea. Lo mira.) Blondin es un
se.'¡or Blondin. Un paso más. Un paso. Ya no po- humorista, ¡el más bromista equilibrista a la vista!
demos volver. (Pausa.) ¡Un paso solamente, Blondin (Lo mira.) ¿Cómo anda ... ? (Tiempo.) ¿Mejor?
marica de porquería! (Tiempo.) ¡ Blonilin marica, (Tiempo.) Ahora sí nos vamos como unas balas
el más cobarde del mundo! (Tiempo.) Un paso nada sobre ese alambre que ve usted ahí. (Le pasa los
más, Blondin, o me tiro con usted. ¡Lo hago caer, dedos levemente por los ojos.) ¿Lo ve? Abra los
Blo11din, se lo juro! (Violento, aterrado.) ¡Blondin ojos, Blondi11, se va a quedar dormido usted y ahí
hijo de puta, si 110 camina lo mato, se lo juro! Un sí que estamos fritos. Abra los ojos, pues, viejo.
paso nada más, Blondin. Un paso. Délo. Muévase. Mire, mire ese cable templadito ahí delante. Eso es.
U1t pasito, Blondin, por favor. ¡ Usted es valiente, Mire el cielo, qué azul, qué brillante. Mire ahí al
Blondin, equilibrista, Blondin, mi buen Blondin, el frente, mire la turba ansiosa del Cafladá. Debe haber
mejor! Un paso adelante, despacito, un paso, undo mil, dos mil persoflas, y la banda de música, ¿la ve?
11ada más. Se lo ruego, Blondin, se lo ruego ... (Pausa.) ¿Ve usted la tuba? Cómo reluce, y los uniformes
Vamos ... Blondin ... (Tiempo.) Blondin, un paso ... blancos. Ahí, sobre ese cerro, una manchita blanca,
poco a poco ... (Pausa.) Por favor. (Tiempo. Blondin esa es la banda de música. (Comienza a cantar muy
da un paso forzado y brusco.) Eso es, Blondin, el suavemente la marcha. Ya está un poco más tran-
gran Blondin, el único Blondin... ¡Otro paso! Vamos quilo.) Vamos, Blondin, anímese, viejito, alégrese.
Blondin, no sea bruto, quedarse al medio, justo al (Lo mira.) Blondin, es 1lsted el equilibrista más so-
medio, se hubiera arrepentido a11tes, pero al medio lemne del mundo. Se lo juro. (Pausa.) Bueno
es una idiotez, si ya llegamos, ya /legamos casi ... pues, )'a me estoy ca11Sa11do de estar aq1lí parado.
pise, pise la marca azul. ¡Falta un pasito nada más! (Tiempo.) Mejor ul1a siestecita. Me avisa cuando
¡Pise la marca azul y estamos en el Canadá! ¡Pise, estemos en el Canadá, ¿bueno? 110 quiero perderme
vamos pisela! (Blondin da un paso más.) Eso es, la llegada triunfal. (Se acomoda, como usando de
Blondin, ahora sí, estamos al otro lado, ¿no es cierto? almohada la cabeza de Blondin.) Hasta luego. No se
Ahora sí, descanse un poco, viejo, descanse 110 más, olvide de despertarme. (Silencio. Blondin mira a
si quiere. (Silencio. Siempre angustiado.) ¿Qué le todos lados. Se ha recuperado bastante. Cambia de

114 115

lugar sus manos, tomando aire. Flexiona un poco camina COn más seguridad.) Blondin, usted en verdad
las piernas. Vuelve a sentir todos sus músculos. podría caminar por el aire. No. En serio. ¿No cree
Pausa. ) que sea posible?
BLONDIN BLONDIN
(Suavemente.) Carla. (Carlo abre los ojos pero No sé.
no se mueve.) Oye Carla ...
CARLO
CARLO Porque fíjese. ¿No siente usted que se sustenta
(Como despertándose, un bostezo.) ¿Aaaa ... h? en el aire 1m poco? ¿Que a veces el aire lo impulsa,
BLONDIN
lo sostiene?
Ya vamos a seguir. BLONDIN
CARLO Sí.
¿Ya? CARLO
BLONDIN Es usted un pájaro, Blondin. ¡Cómo camina sobre
Sí. ese cable! ¡Como en su casa!
CARLO
BLONDIN
T engo hambre. ¿No hay una ome/elfe por ahí?
Equilibrista desde los cinco años, qué quieres.
BLONDIN
No. Otra vez, si quieres, traemos cocina. CARLO

Desde los cinco años. ¿Cuántas veces se habrá


CARLO
presentado en público?
Bueno. Vamo s. Pero rapidito, ¿quiere?
BLONDIN
BLONDIN
Muy bien . (Com ienza a caminar lentamente.) No sé, no sé. Muchísimas.

CARLO CARLO

Es usted 1II/a maravilla, se'ñ or B/ondi". El mejor (Comienza a cantar la marcha, al ritmo de las
equilibrista del Universo, sil/ ninguna duda. (Blondin pisadas de Blondin. Luego, el anunciador.) En

116 117


estos momentos, señoras y señores, Blondin está por BLONDIN


terminar la proeza más escalofriante de toda su sen- ¡Carla! (Tiempo.) Te dij e una vez que sería
sacional carrera. Ya faltan solamente cincuenta emocionante. Deberle la vida a alguien. ¿Lo re-
metros para que este hombre excepcional finalice cuerdas?
una hazaña que marcará, a no dudarlo, un hito in- CARLO
franqueable en la historia del equilibrismo mundial.
Sí. (Y sigue cantando.)
(Sigue cantando la marcha.)
BLONDIN
BLONDIN
Es emocionante, Carla. Es muy emocionante.
Tiempo. ¿Cómo te l/amas, Carla? ¿Carla qué? ¿Sabes por qué?
CARLO CARLO
Carla . (Tiempo.) Carla, nada más. Carla (Tiem-, N o sea loco, Blondin. Yo también me defendía.
po.) Me pusiero11 un departamento para que me ¿O pensaba caerse usted solo? ¡Egoísta! (En broma
hiciera hombre (Tiempo.) ¡Vn departamento! hace como que lo ahorca. Blondin está yendo bas-
(Tiempo.) V II paso más, Blondin o me tiro con tante rápido.) ¡Malvado! ¡Me hubiera dejado solo
usted. (Tiempo.) Carla, sin «s». Pequeño Carla. prendido del cable, C01no un !01,tO! ¡Viejo canalla!
Dieciocho aiíos cumplidos. ¡Viejo sinvergüenza!
BLONDIN
BLONDIN
¡Me salvaste la vida, Carla! ¡Te lo agradezco!
¡Valiente! ¡Valiente Carlo, pequeño Carlo! (Carla
¡N o lo olvidaré nunca!
sigue cantando suavemente la marcha. Ya está mucho
más tranquilo. ) Me has salvado la vida, Cado, ¡Me CARLO
has salvado la vida! (Se oye mucho más cerca la música .) Porque tiene
que irse caminando, Blondin. Tiene q1te irse cami-
CARLO
nando hasta el sol. Yo lo el1trellO. Con mi sistema.
(El anunciador.) Y en estos momentos, señoras ¡Y si quiere, me voy con usted!
y señores, faltan solamente treinta metros para la
llegada. ¡Vamos, Blondin, apure el paso, tranco BLONDIN

largo, equilibrista! ¡Como quien vuela! ¡ Eres un loco, Carla!

118 119
,

CARLO
N os vamos cami11ando, Blolldi1z, por el espacio.
Nos vamos sin alambre por todo el cieln. (Se oye
muy fuerte la música de la banda y los gritos de
la multitud. Carlo comienza a saludar COn los brazos
al mismo tiempo que grita.) ¡Nos vamOs jU11tOS,
Blondin, camina11do en el aire! ¿Quiere?
índice
BLONDIN

¡Sí! PRÓLOGO II
CARLO
ESCENA UNO I)
(La música se hace más fuerte.) ¡Caminando
jUlltos hasta el sol, Blondi". Hasta el sol! (Se ha ido ESCENA DOS 22
cerrando poco .a poco el haz de luz, hasta incluir ESCENA TRES 41
solamente las caras de Blondin y Carlo. Carlo saluda
con los brazos. Ambos sonríen. Se cierra totalmente ESCENA CUATRO 65
el haz de luz. Oscuro. Los vivas de la multitud y ESCENA CINCO 85
la música de la banda siguen sonando un momento
en la oscuridad .) ESCENA SEIS 100

TELON

120




EL CRUCE SOBRE EL NIÁGARA, de
Monso Alegría, se terminó de im-
primir en abril de 1969 en la Unidad
Productora 08 del Instituto del Li-
• bro. Publicado por ediciones Casa
de las Américas, República de Cu-
ba. Gobierno Revolucionario. Esta
edición consta de 15 000 ejemplares .


EDICIONES
CASA DE LAS AMERICAS
títulos publicados •
Cuba, transfonnación del hombre
La. Sierra. y el Llano
Nuevos cuentista.s cuba.nos (sntologfa )
E . MARTINEZ ESTRADA y SINE El verdadero cuento del
tio Sam
E. MARTINEZ ESTRADA Martí. revolucionario

COLEGCJO,y PW,MLO

JOSE SOLER PUIG Bert1llón 166 °1960


J. M. LOPEZ V ALDIZON L a. vida. rota. 01960
ANDRES LIZARRAGA Sanb Juana de América. 01960
JORGE ENRIQUE ADOUM Dios trajo la sombra 01960
E. MARTINEZ ESTRADA Análisis funcional de la cultura
01960
M. l. FORNES, G. PARRADO, A . ESTORINO, A .
ARRUF AT Teatro cubano
DORA ALONSO Tierra inerme 01961
LUIS DIAZ eRA VEZ Pescador sin fortUI13. 01961
MANUEL GALICH El pescado indigesto °1961
ROBERTO ffiAi'tEZ La frontera 01961
LUIS E. VALENCIA R ealidad y perspectiva de la Revo-
lución cubana 01961
DAURA OLEMA Maestra voluntaria 01962
RAUL GONZALEZ DE CASCORRO Gente de Pla.ya. GirÓD
01962
EMILIO CARBALLIDO UD pequeño dia. de ira. 0lV62
F AYAD J AMI S Por esta. libertad 01962
G. MARTINEZ AMENGUAL Presencia. de la reforma
agraria en América. 01962
ROQUE DALTON El turno del ofendido
AB'ELARDO CASTILLO Las otras puertas
RENE MARQUES En una ciudad llamada. San Juan
LISANDRO OTERO La. situacióD 01963
LIZANDRO OHA VEZ ALF ARO Los monos de San Telma
° 1963 .

o Premio Casa de las Américas


OSVALDO DRAGUN Milagro en el mercado viejo 01963 AIDA GARCIA ALONSO Manuela la Mexicana
JQRGE IEARGttENGOITIA El a.tentado 01963 ALFREDO BRYCE Huerto cerrado
ALI LAMEDA El gran cacique 01963 JOSE LORENZO FUENTES Después de la gaviota.
G. MARTINEZ AMENGUAL Subdesarrollo y revolución en HECTOR BEJAR RIVERA Perú. 1965: Apuntes sobre una
Latinoamérica 01963 experiencia. guerrillera 01969
JORGE TEXIER A VELLAmA Reforma agralia. RENATO PRADA OROPEZA Los fundadores del alba °1969
WASHINGTON DURAN América Latina al desnudo ROQUE DALTON Taberna y otros lugares 01969
ALFONSO CUESTA Los hijos ANTONIO SKARMETA Desnudo en el tejado °1969
MANUEL ZAPATA OLIVELLA Corral de negros ALONSO ALEGRIA El cruce sobre el Niágara 01969
JORGE IBARGüENGOITIA Los relámpagos de agosto 01964
OCTA VIO GETINO Chullec.a. 01964
MARIO TREJO El USO de la palabra 01964 COLECCION LI1'ERA7'URA
ODUVALDO VIANA Cuatro cuadras de tierra 01964 LA7'INOAIIlERICANA
ABELARDO ESTORINO y ANDRES LIZARRAGA Teatro
PABLO ARMANDO FERNANDEZ Libro de los héroes
JORGE ONETTI Cualquiercosario 01965 MACHADO DE ASSIS Memorias póstumas de BIas Cubas
JOSE TRIANA La noche de los asesinos 01965 JOSE CARLOS M.A:RIATEGUI Siet e ensayos de interpre-
VICTOR GARCIA ROBLES Oíd mortales 01965 tación de la rea.lidad peruana
JORGE ZALAMEA Poesía ignorada. y olvidada 01965 FLOREN1CIO SANCHEZ Teatro
MARTA TRABA Las ceremonias del verano 01966 MARTIN LUIS GUZlV"JAN El á.guUa y la. serpiente
OSVALDO DRAGUN Heroica de Buenos Aires 0}966 LUCIO V. MANSILLA Una excursión a los indios ranqueles
ENRIQUE LIHN Poesía de paso 01966 GRACILIANO RAMOS Vidas secas
FRi\~KLIN J. FRANCO República Dominicana, clases, JENARO PRIETO El socio
crisis y comandos 01966 ENRIQUE AMORIM El paisano Agailar
.TESUS DIAZ Los años duros 01966 ANTONIO J. IRISARRI Historia crítica del asesinato del
DAVID VIÑAS Los hombres de a caballo 01967 gran Mariscal de Ayacucho
DALMIRO SAENZ ¡Hip... Hip ... trfa! 01967 RICARDO PALMA Tradiciones peruanas
FELIX GRANDE Blanco spirituals 01967 RUliEN ROMERO La vida inútil de Pito Pérez
ANTONIO BENITEZ Tute de reyes 01967 • ¡¡;ORACIO QUIROGA Cuentos
FEDERICO BRITO Venezuela. siglo XX 01967 JULIO CORTAZAR Cuentos
MIGUEL BARNET La Sagrada Familia BALDOMERO SANIN CANO Ensayos
RENE DEPESTRE Un arco iris para el occidente cristiano Documentos de Simón Bolívar
RICARDO PIGLIA Jaulario AUGUSTO CESPEDES Metal del diablo
LUIS AGüERO La vida en dos CAROLINA MARIA DE JESUS La. favela
MANUEL GnANADOS Adire y el tiempo roto ROBERTO J. PAYRO Cuentos de Pago Chico
GONZALO ROJAS Contra la muerte M. ZENO GANDIA La Charca
NOE JITRIK Addio a la mamma PEDRO "ENRIQUEZ UREÑA Ensayos
CESAR CALVO El cetro de los jóvenes PABLO NERUDA Poesías
PABLO ARMANDO FERNANDEZ Los niños se despiden CESAR VALLEJO Poesías completas
01968 JOSE MARIA ARGUEDAS Los ríos profundos
VIRGILIO PIÑERA Dos viejos pánicos 01968 JORGE ICAZA Huasipungo
ANTONIO CISNEROS Canto ceremonial contra un oso hor- JOSE EUSTASIO RIVERA La vorá gine
miguero 01968
.AGUSTIN y A&EZ Al filo del agua
M.ANUEL J.\.:1EDINA CASTRO Estados Unidos y América ERNESTO SABATO Sobre héroes y tumbas
Latina, siglo XIX 01968
ROBERTO ARLT AntolOgia.
NORBERTO FUENTES Condenados de Condado 01968
GABRIELA. MISTRAL Poesías
REYNALDO GONZALEZ Siempre la muerte, su paso breve
RUBEN DARlO Poesías
EDMUNDO DE LOS RIOS Los juegos verdaderos FRANCISCO HERNANDEZ ABANA, FRANCISCO DIAZ
o Pre mios Casa de las Américas Anales de los Cakchiqueles
CUADERNOS CASA
MARIO BENEDETTI MOlltovideancs
MANUEL ROJAS Hijo de ladrón
JEAN PRICE.,MARS Así ha.bló el Tia E. MARTINEZ ESTRADA FamiUa. de Martí
LISANDRO OTERO Hemingway
GABRIEL GAReIA MARQUEZ Cien afios de soledad
EDMONDO DESNOES Lam, azul y negro
LUIS CARDOZA y ARAGON Guatemala, las lineas de su
SEYMOUR MENTON Juan José Arreola
ma.r:o RINE LEAL Eugelle O'NcUl
JUAN RULFO El lla.no en llamas y Pedro Páramo ROQUE DALTON César Valle jo
SALAltRUE Cuentos LUIS CARDOZA y ARAGON Perfiles
JUAN CARLOS ONETTI El a:>tillero JORGE TIMOSSI Poesía. actual de Buenos Aires
VICENTE HUIDOBRO Poesías EMMANUEL CARBALLO Agustín Yáflez
JUAN MONTALVO PrOsas REGIS DEBRAY ¿Revolución en la Revolución?
ALFONSO REYES Ensayos BENEDETTI, LEZAMA, SIMO, RETAMAR, DIEGO sobre
NICAN'OR PARRA Poemas Julio Cortázar
JULIO CORTAZAR Ra.yuela. DAVID ~AS Argentina: ejercito y oligarquía
RENE ZABALETA MERCADO Bolivia, crecimiento de la
idea nacional
COLECCION «LA IIONDA» JOSE LUCIANO FRANCO Presencia negra. en el Nuevo
Mundo
ERNESTO CARDENAL Poemas FRANCISCO POSADA Los orígenes del pensamiento
SEBASTIAN ZALAZAR BONDY L ima la. horrible marxista en Latinoamérica
JAVIER HERAUD Poemas NOAM CHOMSKY La responsabilidad de los intelectuales
FELISBERTO HERNANDEZ Cuentos
JOSE BIANCO Sombras sucle vestir ESTUDIOS DEL CENTRO DE
CARLOS f'UENTES Aura. DOCUMENTACION «JUAS F. NOYOLA»
MARIO VARGAS LLOSA Los cachorros
JUAN GELMAN Poemas
LONGINO BECERRA El problema. agralio en Honduras
JORGE ZALAMEA El Gran Burundún·Bunmdá ha. muerto FEDERICO GARCIA HURTADO La revolución agr31ia
del Perú
NUESTROS PAISES AMADO CANELAS Bolivia, un caso de Reforma Agrada
TADEUSZ LEPKOWSKI Haitl, tomo 1
TADEUBZ LEPKOWSKI Hait~ temo II
ROQUE DALTON El Salvador
ROQUE DALTON México
PLUTARCO ELIAS RAMIREZ Colombia CENTRO DE lNl1ESTIGACIONES
G. MARTINEZ ft..MEN GUAL Brasil LITERARIAS
RUTH ARRIETA Bolivia
GASPAR MORTILLARO Argentina Panorama de la. actual literatura latinoamericana
.LONGINO BECERRA Honduras JUAN RULFO (Serie Valoraci ón Múltiple)
TEODORO MARTE N Costa Rica
PATRICIO CUEVA Ecuador
ARMANDO BAYO Puerto Rico
G. MARTINEZ AMENGUAL Venezuela •
OMAR DIAZ DE ARCE. Paraguay
MILTON SANCHEZ Nicaragua
PEDRO JORGE VERA Chile
ARMANDO BAYO Panamá
PEDRO JORGE VERA Rait!
ARMANDO BAYO República. Dominicana
MANUEL GALlCH Guatemala.

También podría gustarte