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RESUMEN DE LA MANUELA

Eugenio Díaz Castro

Los hechos de la trama ocurren entre el 5 de mayo y el 20 de julio de


1856. Demóstenes Bermúdez, joven ilustrado de Bogotá, quien ha
viajado por Estados Unidos y Francia y novio de Celia Jiménez, una
muchacha distinguida de familia conservadora de la capital, pertenece
políticamente a los «gólgotas», una de las facciones en que estaba
dividido el partido liberal (la otra facción era la de los «draconianos» o
«radicales»). Llega a una población de clima cálido que dista un día de
viaje de Bogotá, en las estribaciones de la cordillera oriental, hacia el río
Magdalena, cuyas tierras se dedican principalmente al cultivo y
beneficio de a caña de azúcar (panela, mieles y guarapo) y fundada,
según la novela, hacia 1750.
Demóstenes se aloja en la casa de Manuela, una joven campesina de
17 años, bella, inteligente y despierta, con quien sostiene extensos
diálogos, a través de los cuales el lector conoce los antecedentes y
circunstancias de muchos de los parroquianos. Ella está prometida a
Dámaso Bernal, un joven que labora en Anbalema. Otro de los
personajes centrales es Tadeo Forero, draconiano, quien mantiene a la
población en estado de zozobra. Es un típico «tinterillo», que por ciertos
manejos ha cobrado dominio sobre los jueces locales: falsifica
documentos, acude a testigos falsos, calumnia e inicia procesos
judiciales temerarios para hundir a las personas de bien que se
interponen en su camino. Siguiendo órdenes secretas de la capital se
apresta a manipular las próximas elecciones. Varias jóvenes han sido
víctimas de sus abusos, principalmente Cecilia- ahora acosa a Manuela.
Este acoso, mezclado con las intrigas políticas y la presencia de
Demóstenes, hace que Manuela se convierta en el centro de la trama y
que a su alrededor giren los demás personajes, justificándose así el
titulo de la novela.
Otros personajes son el cura, que en política defiende ideas
conservadoras, pero que alardea de sus conocimientos científicos y
botánicos; los propietarios de haciendas s trapiches Eloy, Blas, Cosme,
Matías, que representan el poder económico; Dimas y Elias expertos
cazadores y baquianos de montería. La situación se complica en
vísperas de las elecciones, porque las personas toman partido por uno
u otro bando. La novela termina de manera trágica. Demóstenes ha
viajado a la capital para reconciliarse con su novia, abandonando a
Manuela a su suerte. Tadeo y sus secuaces incendian el templo, para
evitar el matrimonio de Manuela y Dámaso. Muere la joven y la
población es invadida por las tropas del gobierno que vienen a controlar
«la revolución».
Demóstenes es caracterizado como «caballero» o «cachaco». Viaja
acompañado por un criado de raza india, José Fititá, y por un perro fino,
«Ayacucho». Un arriero trae sus pertenencias, consistentes en ropas y
libros. Al comienzo no está claro cuál es el motivo de su viaje; quizá sea
víctima de persecución política, teme algún atentado, o simplemente
desea dedicarse a la observación científica del medio ambiente, la
geografía y las personas. Más adelante se descubre su interés por
obtener votos: ya cumplió como representante a la Cámara por su
partido y ahora pretende ser Senador. Sus maneras son «educadas», y
trata a las campesinas como si fuesen grandes damas de la capital.
Manuela, en especial, se burla de este trato, impropio de las
circunstancias. Está descrito, además, como un idealista, que piensa
que basta cambiar la Constitución para que reine la igualdad social.
Está convencido de poseer la "verdad" y pretende imponérsela .los
demás. Sus ideas con tan excluyentes y autoritarias como ciertas
formas de gobierno que pretende combatir. Este liberalismo utópico e
intransigente, de ribetes ilustrados, científicos y socialistas, fue
característico de algunos programas políticos de la Colombia del siglo
pasado.

Las relaciones entre Demóstenes y Manuela son de acercamiento y


coqueteo. Ella admira su caballerosidad, su distinción,en el trato, su
porte elegante, sus conocimiento y su dinero. El en ella su viveza, su
belleza, su espontaneidad Los diálogos asumen un carácter cariñoso e
intimo, situación que se facilita porque él vive en casa de ella, a modo
de pensión A él le gusta verla caminar, porque ella «tenia gentileza en
su andar, belleza en su cintura y formas, que a favor de su escasa ropa,
se dejaban percibir como eran». En una sesión de baile, Demóstenes le
propicia caricias intimas; ella se queja de «cosquillas», pero no rechaza
de manera tajante la situación. El narrador llega a utilizar frases aún
más sugerentes «sus manos estrechaban con dulzura los miembros
palpitante de beldad». En otra oportunidad ella desciende d un zarzo y
«se fue dejando resbalar para que la cogiese do Demóstenes». A cada
paso el lector espera una escena pasional entre Demóstenes y
Manuela. Al final, Demóstenes se confiesa enamorado de ella y de
inmediato se dice: «es preciso partir» y, en efecto, abandona la
parroquia. Sus relaciones con Manuela no pasaron de un filtreo ingenuo
e inocente. La conciencia de clase y sus ambiciones políticas pudieron
más que el deseo. Demóstenes regresa con Celia, su prometida, para
efectuar posiblemente una unión de conveniencia, y desoye los dictados
de su corazón. Al manejar de esta manera la trama amorosa, el autor
no sólo se aparta del patrón romántico, sino que añade un elemento
más de ironía y de crítica a este personaje «cachaco»: a pesar del
humanismo que pregona y de su interés aparente por los humildes,
privan en él las consideraciones económicas de carrera y de abolengo.

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