Mi mejor amigo Mechiblanco

Al no poder salir de casa, me conformaba con ver a los caballos correr por el
horizonte, la ventana se convirtió en una caja de televisión en la que observarlos
era mi afición. Un día al revisar un armario viejo me encontré con un magnífico
libro de caballos, que se titulaba “Los admirables potros del mundo”, no pude
contener la intriga, por lo que empecé a leerlo al instante ¡y aprendí tantas cosas!,
por ejemplo, no sabia que los caballos pertenecían a la familia de los équidos, y
que existen aproximadamente 86 razas en el mundo, como el Pura sangre, el
Lusitano, el Andaluz, el Tinker, entre otros.

En una tarde junto con mi mamá estaba mirando un episodio de Zaboo Mah foo,
allí explicaron todo sobre caballitos de mar ¡y quedé enamorada de ellos!, por lo
que le dije a mi mamá que quería montarme encima de estos caballitos el día de
mi cumpleaños, a mi mamá le resultó muy gracioso escuchar esto y la verdad no
sabía por qué. Entonces, ella me explica que los caballos de mar son pequeños
animales acuáticos, por lo que no es posible montarse encima de ellos, pero, por
el contrario, existían los caballos terrestres, (esos que tanto me encantaban a mi)
y que en ellos si podría cabalgar.

Llegó el día de mi cumpleaños y mi mamá me dice que tiene una gran sorpresa
para mí, entonces salgo de la casa y me doy cuenta que hay un hermoso corcel
blanco, tan blanco como un copito de nieve, en realidad no podía creer que una
estrella fugaz hubiera llegado hasta este lugar. Le dije a mi mamá llena de
lagrimas que nunca lo dejaría de montar pues se convertiría en ese amigo
incondicional.

Ahora recuerdo cómo seleccioné el nombre de mi caballo, quería que se llamara

como ningún otro, así que pensé en su mayor característica es decir en su
hermoso color blanco. Dentro de mi cabeza tenían muchas ideas como: blanquito,
blancote, blancura, blanquísimo, blancuzco, en fin, no sabía que elegir así opte por
preguntarle a mi mamá y ella me dijo que lo llamará mechiblanco, pues es
bastante obvio ¿no? Por tener las mechas de color blanco. La verdad mi familia
tenía opiniones distintas frente al nombre, por lo que mis hermanos aportaron
ideas, y siendo muy creativos se inventaron nombres como: supertrueno,
superveloz, fugaz entre muchos otros, sin embargo, yo sentía que el nombre
mechiblanco era perfecto para él por lo que no quise cambiárselo y así quedo
hasta el fin de sus días.

Cabe resaltar que mi hermoso caballito era el boom en todo el pueblo, cada vez
que salía con él, todo el pueblo quedaba maravillado por su hermosura, además
porque mechiblanco era muy amigable y le gustaba sentirse importante. Una vez
estábamos paseando por el pueblo con mi ma y con mechiblanco cuando de
pronto escuchamos a una señora gritar, así que fuimos a ver qué pasaba y nos
enteramos que la habían acabado de robar, y en un abrir y cerrar de ojos
mechiblanco busco al ladrón y lo retuvo hasta que llegó la policía, desde ese
momento mi caballo fue teniendo más fama, tanto así que la misma policía quería
que el hiciera parte de del escuadrón de seguridad.

Por mucho tiempo estuve muy triste pues mechiblanco decidió ser parte de equipo
policial, y solo de vez en cuando nos podíamos ver. Debido a la partida mi papá
me llegué a sentir sola y ahora que mi mejor amigo no estaba conmigo me sentía
peor. un día me encontraba muy sola en el parque cuando a lo lejos escuche un
fuerte relincho, voltee a mirar y estaba allí mechiblanco con su dulce mirada, lo
abrace fuertemente y en ese instante note que él también me extrañaba.

Desde entonces, no nos separamos nunca más, él se convirtió en mi mejor

compañía, su relincho era como aquel saludo tan emotivo de mi papá. Seguí
cabalgando todas las tardes con mi caballo y los verdes pastales transformaron mi
amor por aquel animal, pues comprendí lo bonito que es tener una amistad
verdadera. Le agradezco a mi viejo amigo que me acompañó pues el hizo que
terminaran mis tardes detrás de un ventanal, los miedos quedaron aun lado y mi
alma ahora es un caballo que expresa libertad.

Leidy Carrillo C. ID: 565317