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La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la organización de la


ciencia, la institucionalización de la Geografía y la construcción del país
en el siglo XIX

Article  in  Investigaciones Geograficas : Boletin - Instituto de Geografia, Universidad Nacional, Autonoma de Mexico · January 2003
DOI: 10.14350/rig.30346 · Source: DOAJ

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Luz FERNANDA Azuela


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Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM
Núm. 52, 2003, pp. 153-166

La Sociedad Mexicana de Geografía y


Estadística, la organización de la ciencia,
la institucionalización de la Geografía y la
construcción del país en el siglo XIX
Luz Fernanda Azuela Bernal* Recibido: 11 de noviembre de 2003
Aceptado en versión final: de noviembre de 2003

Resumen. La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGEJ fue la primera entidad que organizó la inves-
tigación científica en México y también el primer cuerpo institucional para el desarrollo y la práctica de la geografía. Al
cumplirse 170 años de su fundación como Instituto Nacional de Geografía y Estadística, este ensayo reflexiona sobre
el papel que desempeñó la SMGE en la organización de la ciencia y la edificación del país en el siglo XIX.

Palabras clave: Historia de la ciencia, historia de la geografía, sociedades científicas, Sociedad Mexicana de
Geografía y Estadística.

The Mexican Geography and Statistics Association,


the organization of science, the institutionalization of
Geography and the construction of the country in the
nineteenth century
Abstract. The Mexican Geography and Statistics Association (Sociedad Mexicans de Geografía y Estadística, SMGE)
was the first entity created to organize scientific research in Mexico. It was also the first institution that pursued the
development and practice of geography. In the 170 anniversary of its foundation as Instituto Nacional de Geografía y
Estadística, this work considers the association's role in the organization of science and the building of the nation
during the nineteenth century.

Key words: History of Science, History of Geography, Scientific Associations, Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadistica.

INTRODUCCIÓN de institucionalización de las ciencias que


caracterizó la centuria. De ahí el interés en
Para los geógrafos, la Sociedad Mexicana celebrar los 170 años de existencia del orga-
de Geografía y Estadística (SMGE) tiene un nismo, presentando un somero análisis de
significado muy especial: representa la pri- su desempeño en el siglo XIX.
mera forma institucional específica para el
desarrollo y la práctica de la geografía en En relación con el papel de la geografía para
México y muestra la importancia que se asig- el progreso de México, considerese por lo
naba en el pasado a la disciplina para el pronto que la Sociedad Mexicana de Geo-
progreso del país. grafía y Estadística1 se fundó con el doble
objetivo de construir la Carta de la República
Pero su influencia en la cultura mexicana fue y levantar la estadística nacional. Eran ta-
mucho mayor, ya que la SMGE abrigó el de- reas estratégicas y fundamentales para la
sarrollo de otras disciplinas científicas y colo- consolidación del país como nación indepen-
có a México en el cauce del movimiento diente, cuya dificultad requería de la inter-

* Instituto de Geografía, UNAM, Cd. Universitaria, Coyoacán, 04510, México, D. F. E-mail: lazuela@igiris.igeograf.
unam.mx
Luz Fernanda Azuela Bernal

vención de los hombres de ciencia. Y como En primer término habría que reiterar que el
en aquellos años la comunidad científica de surgimiento de la ciencia como una insti-
México aún no estaba organizada institu- tución dentro de la estructura social es uno
cionalmente, el nuevo organismo funcionó de los acontecimientos que marcan el de-
también como un medio de integrarla en tor- venir del pensamiento y la práctica cien-
no a objetivos comunes. tíficos en el siglo XIX. Fue entonces cuando
los gobiernos y las grandes empresas
Por otra parte, la complejidad de los objeti- advirtieron el papel que desempeñaba la
vos que le dieron vida permitió que la Socie- ciencia en el desarrollo tecnológico y el pro-
dad abrigara la amplia gama de intereses de greso económico y se vieron impelidos a
sus socios, y en poco tiempo los alcances diseñar políticas de fomento al desarrollo
de la corporación, en términos de las disci- científico. Por su parte, los hombres de cien-
plinas que se estudiaban en su seno, habían cia que participaban en estos desarrollos -o
rebasado las fronteras establecidas por sus que aspiraban a hacerlo-, aprovecharon la
forjadores. Con ello, la SMGE se constituyó coyuntura para promover individual y colec-
en la primera entidad que organizó la inves- tivamente la creación de espacios ade-
tigación científica en México, mientras opera- cuados para la práctica de su quehacer.
ba como el único cuerpo institucional para el Como fruto de la concertación de ambas
desarrollo y la práctica de la geografía en intenciones, a lo largo del siglo XIX se
el país. multiplicaron las asociaciones científicas y
empezaron a formarse novedosas institu-
Ahora bien, para entender la importancia de ciones de investigación en donde se fun-
la Sociedad en relación con el movimiento daron las bases para la profesionalización de
de institucionalización de las ciencias que las ciencias.
mencioné, se puede adelantar que este mo-
vimiento ha sido equiparado con las revo- Se trataba de la culminación de un arduo
luciones científicas de los siglos XVI y XVII, proceso, ya que como es sabido, el de-
por su impacto en el devenir de la práctica sarrollo de las ciencias en el pasado se
científica y su influencia sobre la vida social debió en gran medida a los esfuerzos de in-
(Kuhn, 1971:179). Entretanto, baste señalar dividuos cuyo único incentivo para dedicarse
que el estudio de la Sociedad Mexicana de a la investigación era la vocación personal.
Geografía y Estadística no sólo tiene un in- Pues para obtener el eventual reconoci-
terés local, pues al haber trascendido las miento de sus pares, los científicos depen-
fronteras de México para relacionarse con dían de unos intercambios que adolecían de
las corporaciones que transformaban el de- los retrasos propios del estado de las
venir científico de Occidente, la Sociedad comunicaciones y las eventualidades de la
está enlazada firmemente con la historia de circunstancia política. La situación no mejo-
la ciencia occidental del siglo XIX. raba cuando los científicos residían en la
misma localidad, pues por lo general care-
LA ORGANIZACIÓN DE LA CIENCIA EN cían de espacios destinados al ejercicio de la
EL SIGLO XIX ciencia. E incluso cuando éstos existían, se
trataba de recintos acondicionados para
Para abordar la inserción de la Sociedad otras actividades -escuelas, iglesias y salo-
Mexicana de Geografía y Estadística en el nes sociales- en donde se congregaban los
movimiento occidental de institucionalización "aficionados" a la ciencia con los literatos y
de las ciencias, vale la pena hacer un breve los artistas.
preámbulo para delinear los rasgos princi-
pales del proceso: Hasta el siglo XIX era rara la disposición de

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locales diseñados para la reunión de los Históricamente, las primeras sociedades


científicos y más escasos aún, los lugares científicas (siglo XVII), estaban destinadas al
habilitados exclusivamente para el desarrollo cultivo de la ciencia en general y con fre-
de la investigación. De hecho, los únicos ám- cuencia sus miembros poseían una cultura
bitos donde el hombre de ciencia era recono- literaria amplia que abarcaba todo el hori-
cido por sus conocimientos y habilidades es- zonte cultural. Algunas de estas asociacio-
pecíficas fueron las universidades y, con el nes recibieron el amparo gubernamental
tiempo, las sociedades de sabios. como la Royal Society inglesa y l'Academie
des Sciences de París, lo que garantizó su
En el primer caso, las opciones ocupaciona- solvencia y continuidad, aunque también tu-
les eran igualmente limitadas, pues las uni- vo la desventaja de vincular los objetivos de
versidades empleaban a los científicos para las sociedades con los intereses de la corte.
la enseñanza y no para la investigación, Por eso se les llegó a reprochar que sus
aunque como señala Ziman, "un puesto do- miembros se distinguieran más por su po-
cente era atractivo para un hombre con mé- sición política y su voluntad de auspicio a las
ritos académicos, [ya que] le daba acceso actividades intelectuales, que por su propia
a un aprendizaje más elevado, así como vocación o sus méritos académicos.
al tiempo libre para investigar" (Ziman,
1984:123-124). Las sociedades de sabios, Como una reacción contra el favoritismo de
por su parte, se concibieron desde sus orí- aquellas asociaciones hacia la aristocracia,
genes como instancias alternativas de las en la siguiente centuria comenzaron a apa-
universidades para la difusión de las nove- recer agrupaciones patrocinadas por pro-
dades científicas y el fomento a la investiga- fesionistas y artesanos como la Lunar
ción. Además, las asociaciones científicas Society de Birmingham, la Literary and Phi-
cumplieron con la importante función de losophical Society de Manchester y la Ame-
crear una comunidad reconocible de profe- rican Philosophical Society de Filadelfia.
sionales y aficionados a las ciencias, que Todas ellas, dedicadas al cultivo general de
inició el establecimiento de cánones y nor- las ciencias, la filosofía, las artes y la litera-
mas para regular sus actividades. tura, igual que sus predecesoras.

En efecto, las sociedades científicas se Sin embargo, con el paso de los años, el
constituyeron en ámbitos donde se validaban desarrollo mismo de las ciencias condujo a
los resultados de la investigación y acredi- la especialización de las nuevas comu-
taban la pertenencia de los hombres de cien- nidades. Así, en el siglo XIX comenzaron a
cia a la comunidad. De esta manera se abrió surgir las primeras asociaciones monodis-
paso a la "socialización formal" de la práctica ciplinarias: primero nacieron las sociedades
científica, misma que se afirmaría a lo largo geográficas y naturalistas, y más adelante
del siglo XIX mediante la creación y/o con- las botánicas, geológicas, matemáticas y
solidación de los sistemas institucionales físicas. En este movimiento se inserta la
-organismos de investigación, planes de es- creación de la Sociedad Mexicana de
tudio e instalaciones educativas ad hoc-; el Geografía y Estadística, cuya fundación en
establecimiento de medios de intercambio y el año de 1833 la coloca como la primera
comunicación -congresos, publicaciones-; y asociación geográfica en el continente ame-
la integración con las redes científicas inter- ricano y la cuarta en el mundo (antes que
nacionales -canje de publicaciones, becas, ella, sólo existían las sociedades de geogra-
congresos y proyectos colectivos (Barnes y fía de París, Berlín y Londres).
Dolby, 1995:42).
El impacto de las sociedades científicas

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Luz Fernanda Azuela Bernal

sobre la cultura occidental fue de diverso or- de reuniones períodicas, de conformidad con
den e importancia, pero sin lugar a dudas fue su propósito esencial de fomentar y difundir
de gran trascendencia la diferenciación so- el conocimiento. De modo que su extensión
cial de los científicos que se verificó a partir hacia la modalidad más compleja de los con-
del proceso de consolidación de sus propias gresos internacionales, fue en cierta medida,
comunidades. En su transcurso, los hombres un paso natural.
de ciencia empezaron a reconocerse como
miembros de un cuerpo colectivo y organi- En los primeros años los congresos fueron
zado, cuyas actividades primordiales diferían multidisciplinarios y hacia la segunda mitad
de otras prácticas sociales. Las sociedades del siglo XIX se iniciaron las reuniones de
científicas también promovieron el surgimien- ramas científicas especializadas. En este úl-
to de un nuevo género en 'os espacios arqui- timo caso destacaron los congresos que se
tectónicos, al establecer modelos institucio- dedicaron a la solución conjunta de proble-
nales para el desarrollo de la investigación. mas concretos en alguna disciplinas, cuya
clave residía en la colecta de datos o en la
En efecto, una vez que las corporaciones práctica de observaciones en diferentes re-
contaron con locales propios, procuraron ha- giones del globo. Aquí destacaron las iniciati-
bilitar por lo menos una sala de juntas y una vas de las sociedades geográficas, astronó-
biblioteca especializada. Frecuentemente te- micas y geológicas, por ejemplo, para orga-
nían un pequeño museo formado con las nizar reuniones dedicadas específicamente a
colecciones y especímenes reunidos por los coordinar la distribución de las tareas de los
socios; algunos instrumentos para efectuar proyectos de colaboración internacional.
observaciones y realizar experimentos, y en
algunos casos excepcionales, un laboratorio. Por último, las sociedades científicas desem-
En este sentido, y aunque las instituciones peñaron papeles de diverso peso e im-
de educación superior contaban con labora- portancia en su relación con el poder. Los
torios de enseñanza, las asociaciones de sa- gobiernos y las empresas, como señalé,
bios representaron un primer modelo de encontraron en las asociaciones a los peritos
establecimiento con instalaciones especiales y estudiosos que podían asesorarlos en la
para la investigación científica. solución de problemas específicos. Y tam-
bién, el vehículo para efectuar acciones de
La dinámica entre los miembros de estas promoción política y partidista. Los hombres
corporaciones, por otra parte, contribuyó a la de ciencia, por su parte, utilizaron las
generalización de la idea de la ciencia como sociedades como medios para establecer
una tarea eminentemente colectiva, con lo alianzas individuales y corporativas que faci-
que se acentuó el imperativo de promover la litarían la obtención de empleos o el
difusión y el intercambio de trabajos. Aquí desarrollo de proyectos de interés científico.
las asociaciones científicas hicieron una con- Aquí obviamente destacaron las relaciones
tribución crucial a la dinámica de las rela- de las sociedades de geografía con los
ciones intelectuales mediante la creación de gobiernos, pues como es bien sabido, la
publicaciones especializadas y la instaura- disciplina suele emplearse como indispen-
ción de reuniones de estudiosos de diversas sable herramienta política, por sus objetivos
disciplinas, cuya expresión más elaborada de amplio espectro y por sus alcances
fueron los congresos internacionales. metodológicos. Aspectos ambos, que reco-
nocieron los ideólogos mexicanos del siglo
El origen de las reuniones de estudiosos se XIX.
remite justamente a los estatutos de las aso-
ciaciones, donde se preveía la celebración

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LA SMGE, LA CONSTRUCCIÓN DEL PAÍS legalidad formal sobre las múltiples organi-
Y LA ORGANIZACIÓN DE LA CIENCIA zaciones regionales y corporativas, que sub-
sistían desde el derrumbe del régimen
México no fue ajeno al proceso de sociali- colonial (Escalante, 1992:102-118). Y tampo-
zación formal de la práctica científica al que co, agregaría yo, el Estado en ciernes, tenía
me he referido, pues desde los primeros la capacidad de integrar en sus incipientes
años de su independencia los sucesivos go- proyectos a los grupos capacitados para
biernos incorporaron a los sabios a las ta- llevarlos a efecto, porque carecía de la es-
reas de organización del país. tructura institucional que los pudiera encau-
zar.
Leonel Rodríguez Benítez ha escrito abun-
dantemente sobre los esfuerzos en este sen- Lo que sí tenían los gobernantes, era un
tido, ponderando las primeras modalidades ideario filosófico que imprimía una orien-
de organización de las ciencias que se die- tación a la búsqueda de soluciones para
ron en nuestro país en el siglo XIX. En sus éstos y otros problemas. Me refiero a los
trabajos se ha referido al Instituto de Cien- principios del pensamiento ilustrado que
cias, Literatura y Artes de 1823-1829, a las compartían los fundadores de la nación, en
comisiones de exploración territorial -como donde se prescribía "el buen uso y ejercicio
las del Istmo de Tehuantepec (1823-1826)-, de la razón" para alcanzar la felicidad y el
y también a los trabajos geográficos previos bienestar públicos. En pocas palabras, la
y a la misma etapa fundacional del Instituto aplicación de la razón y la ciencia como me-
Nacional de Geografía y Estadística en 1833 dicamento milagroso para curar las dolen-
(Rodríguez; 1992, 1993). No obstante, el cias de la moral individual y remediar los pa-
estudio específico más completo sobre los decimientos de la moral pública.
primeros años de la SMGE, corresponde a
María Lozano (1991). Tales ideas estaban presentes en el pensa-
miento de José María Luis Mora (1794-
Los trabajos de estos dos autores examinan 1850),2 cuando subrayaba el valor de la en-
las acciones gubernamentales en las que señanza para el adelanto del país. A su
participó la comunidad científica y los esfuer- juicio "nada era más importante para un
zos de algunos políticos para fomentar el Estado que la instrucción de la juventud",
desarrollo científico con el objeto de impulsar pues sólo la educación de todos sus habi-
el progreso del país. Señalan, que ambas di- tantes podía consumar la prosperidad de un
rectrices estuvieron presentes desde los pri- pueblo. Por eso impulsó una reforma a la
meros años de la independencia y sobrevi- instrucción pública, que instrumentó Valentín
vieron a la inestabilidad política; y coinciden Gómez Farías (1781-1858),3 en donde se
en que el sentido de las instituciones que se puso de manifiesto la relevancia del cono-
fundaron en esos años, fue justamente dirigir cimiento científico y la educación de los
la estrategia pública para sentar las bases ciudadanos para la orientación "del buen
del dominio sobre la nación. gobierno y el progreso material del país".

En beneficio de la precisión, sin embargo, La reforma a la instrucción pública era sólo


podría subrayarse que tal nación aún estaba una de las reformas sociales, políticas y
en ciernes. Pues como muestra Fernando económicas que Gómez Farías consideraba
Escalante, en su obra Ciudadanos imagina- indispensables para transformar la estructura
rios, en los primeros años de nuestra vida de la nueva nación e impulsar su progreso y
independiente el Estado carecía de un domi- bienestar. La conducción política, a juicio del
nio efectivo que le permitiera imponer la mandatario, debía partir de la base del cono-

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Luz Fernanda Azuela Bernal

cimiento racional y preciso del territorio na- cuya creación tendría un profundo signifi-
cional, sus recursos y sus pobladores. Cono- cado en términos del proceso de socializa-
cimiento del que se carecía, ya que desde la ción formal de la ciencia mexicana, al que
caída del monopolio que ejercía la Corona me referí.
sobre la información generada en el territorio
novohispano, los estudios que se iban pro- En efecto, cuando el Boletín vio la luz en
duciendo permanecían dispersos e ignora- marzo de 1839, la corporación dispuso de un
dos en oficinas gubernamentales de la ca- vehículo para la difusión de sus investi-
pital y del interior del país, en compañía de gaciones y de un medio para establecer
las investigaciones de los científicos aficio- intercambios con otras sociedades cientí-
nados que se desperdigaban en publica- ficas. Intercambios, que no se limitaron a las
ciones de distribución limitada y en manus- sociedades geográficas, ya que el Boletín
critos inéditos. tenía un carácter enciclopédico, muy en con-
sonancia con el amplio ideario de sus funda-
La necesidad de integrar estos trabajos para dores.
el conocimiento del país era, a todas luces,
una tarea política de carácter estratégico Para Don Justo Gómez de la Cortina (1799-
para la centralización del poder, la organi- 1860), Presidente fundador de la asociación
zación de la República y la planeación a y primer editor del Boletín, éstos eran los
largo plazo. De modo que fue el propio es- objetivos de la revista,:
tado quien dio respuesta al problema me-
diante la fundación de un organismo para- ... Resuelto este establecimiento a
gubernamental, de carácter operativo, que publicar las indicadas noticias en for-
dirigiría la colecta de los datos y su inter- ma de boletines separados, ha creído
pretación estadística y cartográfica. deber la preferencia de investigacio-
nes sobre nuestra población, y sobre
Así, el 18 de abril de 1833, se fundó el el estado de la moralidad y cultura
Instituto Nacional de Geografía y Estadística, sociales entre nosotros, sin desaten-
dependiente del Ministerio de Relaciones der las indicaciones históricas, geo-
Exteriores e Interiores, con los objetivos de gráficas, que considere como perfec-
construir la Carta de la República y levantar tas o cercanas a la perfección. De
la Estadística Nacional. este modo en el transcurso de pocos
años [...] la nación mexicana empeza-
Evidentemente, la monumental tarea reque- rá necesariamente a conocer [...] sus
ría la inclusión de los más distinguidos cien- propias fuerzas, sus verdaderos re-
tíficos y letrados de ese tiempo y también es cursos y los medios ciertos de au-
claro que la índole de los objetivos propues- mentarlos y de remediar sus necesi-
tos abría múltiples líneas de investigación dades. (Gómez de la Cortina, 1839:1)
y fecundas oportunidades de conocimiento.
De ahí que alrededor de las tareas rectoras En otras palabras, sería una revista que
se desarrollaran numerosos proyectos de in- abarcaría todo lo humano en sus relaciones
vestigación, no necesariamente de carácter con la naturaleza; una publicación que trata-
geográfico, cuyos resultados requerían de un ría sobre la vida social y el territorio. Era,
órgano de difusión. desde otra perspectiva, una revista que al
abrir el abanico de sus intereses, aludía
Por eso, no pasó mucho tiempo antes de a una definición amplia del objeto de estudio
que el Instituto Nacional de Geografía y de la geografía.
Estadística contara con su propio Boletín,

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Lo anterior puede constatarse en los conte- sociedad de geografía poseía otros rasgos
nidos del Boletín, cuyo análisis ha sido abor- propios del proceso de socialización de las
dado en dos trabajos de orden bibliométrico ciencias del siglo XIX: tenía un reglamento
en donde se muestra la diversidad de las interno para normar sus actividades y regular
temáticas abordadas en la revista. El pri- los mecanismos de admisión; tenía un proto-
mero, corresponde a María Lozano (1991) y colo para el ingreso de sus miembros y una
abarca de 1839 hasta 1867 y el segundo, es serie de normas para la organización de sus
mío y se refiere al Boletín de 1880 a 1912 trabajos; realizaba reuniones regulares con
(Azuela; 1996). Ambas investigaciones coin- sus agremiados y contaba con una mesa
ciden en afirmar el carácter multidisciplinario directiva, cuyos titulares actuaban en repre-
de la Sociedad, destacando en volumen sentación de la Sociedad. De esta manera,
relativo los estudios de cartografía, geogra- la SMGE comenzó a hacer públicos los ca-
fía, botánica, geología, matemáticas, física, racteres específicos de la práctica científica,
agrimensura, geodesia, literatura, historia y cuya asimilación contribuiría a su diferencia-
filología, en la etapa estudiada por Lozano. ción social, como indiqué.
Y en mi estudio de la segunda etapa, tra-
bajos de las mismas disciplinas, a los que se LA SMGE, LA CIENCIA Y LA CONSTRUCCIÓN
sumarían biología, meteorología, sismología, DE LA NACIÓN MEXICANA
radiación solar, arqueología, antropología y
sicología, principalmente. Esto en cuanto a Cuando se piensa en México en la primera
la diversidad de temas que estudiaban sus mitad del siglo XIX, las consecuencias de la
asociados. confrontación política sobre la vida social
suelen nublar la supervivencia del aliento
Como puede verse, los alcances de la cor- cultural y de la actividad científica que se
poración se habían remontado más allá del desarrollaba en el maltrecho país. Uno de
doble objetivo que le diera vida, en términos los testimonios más vivos fue el desempeño
de las disciplinas que se estudiaban en su de la Sociedad de Geografía.
seno. Con ello, el Instituto de Geografía y
Estadística se erigió en la primera entidad En efecto, la corporación dejó evidencia en
que organizó la investigación científica en su Boletín de una voluntad indeclinable para
México, mientras operaba como el único el desarrollo científico y cultural de México
cuerpo institucional para el desarrollo y la aún en los momentos más difíciles de su
práctica de la geografía en el país. vida política. En la revista se abre un aba-
nico disciplinario que puede servir como
El Boletín del Instituto Nacional de Geografía indicador de las inclinaciones de los inte-
y Estadística, por su parte, era la primera lectuales mexicanos y también como una
revista de geografía del país y si no el primer nota de las necesidades del país que re-
órgano de difusión de las ciencias, sí fue el querían del consejo de expertos. En este
único de circulación internacional, durante último aspecto, hay que considerar que en el
muchos años. Baste decir, que hasta 1869 siglo XIX la ciencia no se consideraba
fue el único instrumento con que contaban desligada de sus aplicaciones prácticas, y
los estudiosos de México para que esta- los científicos, especialmente en México,
blecer intercambios con las agrupaciones e mantenían un compromiso expreso en la
individuos dedicados al cultivo de las cien- construcción del país. Por eso, la SMGE
cias en las principales capitales del mundo.4 estuvo a cargo de numerosas encomiendas
gubernamentales, aunque algunas de ellas
Además de los intercambios científicos que no fueron agradables, como mostraré en las
manifestaba la distribución de su revista, la siguientes páginas.

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Luz Fernanda Azuela Bernal

Obviamente, para el país la necesidad de la patrimonio científico.


Carta era una de las más urgentes y como
es bien sabido, la Sociedad de Geografía no Después de tan amarga experiencia, la
llegó a cumplir el estratégico encargo, aun- Sociedad de Geografía y Estadística adquirió
que tampoco le faltó voluntad. Prueba de ello su nombre definitivo (1850) y siguió traba-
fueron las inesperadas catástrofes que impi- jando. Seguían pendientes las tareas que le
dieron la publicación de la Carta de la Re- habían dado vida, de modo que las sec-
pública, que narra Olavarría y Ferrari en su ciones de cartografía y estadística prose-
"Reseña" de 1901 (incluyendo barcos hundi- guían como las de mayor peso. Aunque es
dos, guerras fratricidas, ejércitos invasores, importante señalar en este punto, que la cor-
negociaciones con usureros y un sorpren- poración continuaba atendiendo encargos de
dente número de viajes del original de ida todo tipo: que si el estudio de viabilidad
y vuelta a los Estados Unidos y a Europa). de unas minas de plata; que si la inspección
Esto sin mencionar el cataclismo político, de unos solares para la colonización; que si
moral y científico que significó la Guerra con convenía partir en pedazos un meteorito;
los Estados Unidos. que si el animal planta era un espécimen
botánico o una aberración de la naturaleza;
Al respecto es importante destacar el papel que si las islas frente a la costa de Baja
que desempeñó la SMGE durante el con- California eran mexicanas...
flicto, pues desde el primer momento, la
amenaza de la guerra dio lugar a la trans- Esos y otros problemas se plantearon a la
formación del Instituto de Geografía y Esta- Sociedad de Geografía y muchos, muchísi-
dística en una Comisión de Estadística Mi- mos más se estudiaron por iniciativa per-
litar en 1839, que sin descuidar los objetivos sonal de sus miembros, como puede cons-
originales del organismo, estaría ahora a tatarse en el Boletín. Pues aunque la revista
cargo del ejército y encargada de "obtener padeció los golpes de la inestabilidad polí-
los datos [para] conocer los medios de de- tica, la corporación mantuvo la promesa de
fensa y ofensa con que contamos para salir publicar los trabajos de sus agremiados.
bien de una guerra extranjera..."5
En efecto, bajo cualquier circunstancia
Poco pudieron adelantar los trabajos cien- -durante los episodios intervencionistas; con
tíficos de la Comisión de Estadística Militar, los gobiernos liberales y también con los
ya que se interrumpieron en el momento en conservadores- la Sociedad parecía ser fiel
que Estados Unidos declaró la guerra a sólo a la búsqueda del conocimiento. Aun-
México. Y peor aún, cuando se firmó el Tra- que también es cierto, que como organismo
tado de Paz de Guadalupe-Hidalgo, el 2 de dependiente del Ministerio del Interior y des-
febrero de 1848, la pérdida territorial había de 1854 de Fomento, las mudanzas políticas
cargado con la mitad de la Carta de la Repú- significaban únicamente el cambio del minis-
blica. tro, mas no la desaparición de la Sociedad.

Pero el patrimonio científico se beneficia de La aparente asepsia ideológica tuvo ventajas


las fuentes más insospechadas, y una vez muy grandes en relación con la continuidad
que se completaron los trabajos de las Comi- de sus labores, que hoy permite que la de-
siones de Límites que efectuaron los tra- signe custodia de la ciencia mexicana en el
bajos de demarcación en el terreno (1849- siglo XIX. Pero obviamente los bandazos
1855), México contó por primera vez con que dio la corporación de la mano de los
datos fidedignos sobre su frontera septen- regímenes de distinto signo, tuvo a veces
trional (Tamayo, 2001), que enriquecieron su desagradables consecuencias. Las peores

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La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la organización de la ciencia...,

fueron cuando colaboró con el Segundo Estadística.


Imperio, aunque fue un episodio en la his-
toria de la ciencia mexicana, que los cien- Por eso, uno de los documentos más idó-
tíficos mismos procuraron "olvidar". neos para constatar la interacción de la co-
munidad científica mexicana con los hom-
Lo cierto es que Maximiliano advirtió la nece- bres de ciencia que llegaron a nuestro país
sidad de contar con una comunidad científica durante el Imperio, es justamente el Boletín
activa para impulsar la modernización de su de la SMGE. Esta revista, con la Gaceta Médi-
nueva patria. De manera que apoyó plena- ca de México, da prueba de la nutrida pro-
mente a la Sociedad y también se sirvió de ducción de los colaboradores locales y forá-
ella. La comunidad científica, por su parte, neos; revela los intereses científicos de los
colaboró en los proyectos imperiales de ma- franceses y muestra la continuidad que algu-
nera casi unánime (Azuela; 2002). nos de éstos tuvieron después de la Restau-
ración de la República.9 Lo cierto es que la
Para explicar su postura habría que advertir ciencia mexicana obtuvo inesperados benefi-
que el inesperado liberalismo del monarca, cios de la presencia de los franceses en
alineó naturalmente a los moderados con las nuestro país, como he mostrado en otro tra-
avanzadas propuestas del Emperador. Y bajo (Azuela; 2002).
también, que percibían el Imperio como fait
accompli -cuyo futuro o duración era difícil Aunque también es verdad que la colabora-
de prever. Por eso la comunidad científica ción de la Sociedad con el Imperio tuvo un
interpretó los intereses del Imperio como los alto costo político: el Presidente Juárez por
intereses de México y vio la colaboración en poco la clausura.10 Pero luego se lo pensó
los proyectos imperiales como una oportu- mejor y se limitó a reestructurar la nómina de
nidad para impulsar el desarrollo de México. sus agremiados.
Lo que no implica que se abstuvieran de
introducir modificaciones y virajes de cierta Para Olavarria y Ferrari, la Sociedad sobrevi-
monta. vió gracias a los buenos oficios de Antonio
García Cubas (1832-1912) y Francisco
Considérense aquí a los que estuvieron en Díaz Covarrubias (1833-1889;11 Olavarria y
una posición directiva -como Manuel Orozco Ferrari, 1901:104). A mi juicio, Juárez no
y Berra en el Ministerio de Fomento-,6 y podía prescindir de la comunidad científica,
aprovecharon la disposición del monarca aunque se aseguró de mostrar su disgusto
para darle continuidad a algunos proyectos con los que sirvieron al invasor.
republicanos. Aquí destacaría la Comisión
Científica de Pachuca, ligada a la del Valle La benevolencia del gobierno, dice García
de México,7 y la Carta Hidrográfica del Cubas, estuvo condicionada a "borrar de los
Valle de México, cuya Memoria publicó la registros de socios los nombres de cuantos
SMGE durante el Imperio, para dar un par de no estuvieren exentos de la nota de traido-
ejemplos. res" y a la incorporación de los miembros
"que [al gobierno] le parecieran convenien-
Pero la disposición de los científicos mexica- tes" (García Cubas, 1869:932). Por lo pronto,
nos a colaborar con los europeos en este la Sociedad tenía tácitamente prohibidas
período histórico quedó de manifiesto en todas sus actividades y cuando éstas se rea-
otros ámbitos institucionales. En particular, nudaron en 1868, las dificultades se habían
en la Academia de Medicina, el Museo Públi- multiplicado, pues la irregularidad en el pago
co de Historia Natural, Arqueología e Historia de la subvención concedida por el estado en
y en la Sociedad Mexicana de Geografía y la ley del 28 de abril de 1851, que se había

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Luz Fernanda Azuela Bernal

vuelto norma. cuando Porfirio Díaz tomó el poder (1876).


Pues nuevamente, el gobierno requería del
En efecto, lo que no lograron sus ángeles concurso de la comunidad científica y la So-
custodios fue que a la Sociedad le pagaran ciedad Mexicana de Historia Natural ya no
el subsidio con regularidad. Falta que desen- parecía tan conveniente. Así que Díaz volvió
cadenó una serie de calamidades entre las la mirada hacia la vieja SMGE y luego apoyó
que destacó la desaparición temporal del el ascenso de una nueva corporación, la
Boletín y la amenaza de desalojo del local Sociedad Científica "Antonio Álzate" (1884),
que ocupaba. totalmente porfirista (Azuela, 1996: 89-128).

Pero la calamidad de mayores consecuen- Ahora bien, la estrategia de Porfirio Díaz en


cias fue su desplazamiento en el sistema de relación con la vida científica del país tenía
organización de las ciencias, ya que desde miras más amplias que la reconfiguración del
1868, la SMGE dejó de ser la única sociedad entramado de las asociaciones científicas.
científica apoyada por el gobierno. Ese año Pues durante su mandato, todo el sistema
apareció la Sociedad Mexicana de Historia de organización de la ciencia se transformó
Natural, totalmente juarista. 12 con la creación de instituciones de investiga-
ción científica y la construcción de edificios
La organización de la ciencia mexicana co- especiales para este efecto. El proceso,
menzaba a transformarse y el lugar que como es sabido, inició en el año de 1876,
ocuparía la Sociedad Mexicana de Geografía con la fundación del Observatorio Astronó-
y Estadística se reformaría en el nuevo es- mico Nacional, que apoyaría la construcción
quema. Baste señalar por lo pronto, que de cartografía de precisión, tal como había
durante los gobiernos de Juárez y Lerdo la postulado Francisco Díaz Covarrubias cuan-
Sociedad Mexicana de Historia Natural do presentó el proyecto a Benito Juárez ha-
(SMHN) sería la encargada de ejecutar los cía más de una década.
proyectos de interés gubernamental, como
antes lo había hecho la SMGE. Aunque obvia- La apertura del Observatorio tocó profunda-
mente, ésta continuó a cargo de las tareas mente a la SMGE. Era la primera de una serie
de orden geográfico y estadístico. Con ello, de acciones que modificarían su posición en
se preservó durante algún tiempo el nicho el sistema científico de México.
disciplinario de amplio espectro que caracte-
rizaba a la benemérita asociación. En efecto, en 1877 se creó la Comisión
Geográfico Exploradora con el objeto de
Entretanto, durante los años difíciles de la "realizar cartas generales y particulares
SMGE, fue decisiva la participación de Ignacio de la República". Y en 1881, se presentó
Manuel Altamirano (1834-1893),13 secretario ante la Cámara de Diputados la iniciativa
de la corporación durante la República Res- para establecer una Dirección General de
taurada y su vice-presidente de 1881 a 1889. Estadística con la intención de organizar la
Bajo su guía, la vida de la Sociedad se signi- actividad de acuerdo con los planes del nue-
ficaría por el esfuerzo para recuperar el vo gobierno. De esta manera, la Sociedad se
apoyo del estado y situarse a la cabeza de vio despojada de las tareas que le habían
la investigación científica del país, meta que dado vida y que habían constituido hasta en-
ya no alcanzaría. tonces sus proyectos sustantivos.

La recuperación de un digno lugar en el en- Así lo expresó Olavarría y Ferrari en 1901:


ramado institucional de las ciencias, en
cambio, se vislumbró en el horizonte político Al presente, los trabajos de nuestra

162 Investigaciones Geográficas, Boletín 52, 2003


La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadistica, la organización de la ciencia...,

Sociedad no son ni tan generales, ni dos de que nunca pudo disponer


tan activos, ni tan patentes como en nuestra corporación. Pero aún así,
sus primitivas épocas en que todo lo anciana y pobre como es, ni deja de
crearon e impulsaron meritísimos so- trabajar en su modesta y reducida
cios [...] sin ninguno o con escaso esfera, ni nadie puede negarle sus
auxilio de los gobiernos. Las adminis- eminentes servicios de otros días y
traciones de los últimos tiempos, sus indisputables glorias, legítima-
especialmente las del [...] Presidente mente y en buena lid adquiridas
D. Porfirio Díaz, han ido creando a su (Olavarria; 1901:170).
vez oficinas que faltaron en varias
Secretarías, y la Sociedad perdió en Como evaluación de la Sociedad en el nuevo
importancia la que adquirieron en el siglo, no deja de advertirse que la alusión a
Ministerio de Fomento la Dirección de su "modesta y reducida esfera" lleva una
Estadística y las secciones de car- mayor carga de nostalgia que de precisión
tografía, de dibujantes y calculadores, histórica, pues el Boletín continuaba cubrien-
y las Comisiones geográfico- do el amplio espectro de disciplinas científi-
exploradora y Geodésica [...] ahí esta- cas que en el pasado e incluso lo había
blecidas y espléndidamente dotadas ampliado.
de instrumentos, recursos y emplea-

Investigaciones Geográficas, Boletín 52, 2003 163


Luz Fernanda Azuela Bernal

En efecto, en el proceso de reorganización XIX, a pesar de la inestabilidad política y de


de la práctica científica del último cuarto del la miseria económica a la que le sujetaron
siglo XIX, la SMGE tuvo la suficiente flexibili- algunos gobiernos. Y una vez que recuperó
dad y la fuerza que le daba su añeja tradi- su estatus frente al poder, las sociedades
ción, para que al adquirir la relativa auto- científicas de nuevo cuño reconocieron el
nomía que implicaba la desincorporación de papel pionero que había desempeñado la
los proyectos gubernamentales, centrara sus SMGE en la historia de la cultura del país.
actividades en otros objetivos. Ahora, las
ciencias sociales y humanas. Sorprendente- De hecho, una de las más precisas carac-
mente, el viraje permitió que el porfiriato fue- terizaciones sobre esta cuestión se efectuó
ra un periodo de recuperación y crecimiento en el centenario de la SMGE, cuando el filó-
de la SMGE, que sentaría las bases para su sofo Agustín Aragón dijo que la historia de la
permanencia hasta nuestros días. ciencia mexicana era la historia de la So-
ciedad Mexicana de Geografía y Estadística
Pero además, habría que considerar también (Aragón; 1933:5). Era una analogía precisa,
el importante lugar que había alcanzado la aunque con fecha de caducidad, como he
Sociedad de Geografía en el marco del aso- mostrado en las páginas precedentes, pues
ciacionismo científico de México. Y agregar, los cambios en la organización de las cien-
que una somera evaluación de este movi- cias del último tercio del siglo XIX restrin-
miento a la vuelta del siglo, revela una coin- gieron el papel de la Sociedad en el devenir
cidencia en los rasgos que caracterizaban de la actividad científica. Pero su presencia
este movimiento en las principales capitales nunca ha sido supérflua.
del mundo con los que había adquirido en
nuestro país: Al cumplir 170 años de su creación, la Socie-
dad Mexicana de Geografía y Estadística
Las sociedades de amplio espectro como la reitera su importancia en el horizonte científi-
SMGE y la Alzate, funcionaban a la par de las co actual, sustentado en su filiación de ori-
nuevas corporaciones especializadas; las gen con una disciplina de viejo raigambre
asociaciones se ocupaban de organizar con- y amplísima demarcación cultural. Sin duda,
gresos nacionales de diferentes disciplinas la geografía que le dio nombre continúa
científicas y los científicos mexicanos asis- siendo un ámbito de confluencia disciplinaria
tían con regularidad a los congresos inter- en la que se completa el conocimiento de la
nacionales. Las publicaciones eran efecti- naturaleza física con el conocimiento huma-
vamente periódicas y los intercambios se no y social. Conocimiento integral que vuelve
multiplicaban con las sociedades científicas a cobrar fuerza en nuestros días, ya no úni-
de todo el orbe; las bibliotecas corporativas, camente para coadyuvar en la construcción
sus colecciones y sus mapotecas, eran cada del país, sino para garantizar la viabilidad del
vez más ricas. En suma: al abrirse el siglo mundo futuro.
XX, el movimiento de institucionalización de
las ciencias, que se abriera paso con la NOTAS
fundación del Instituto Nacional de Geografía 1
y Estadística, coexistía con un vigoroso aso- Se utiliza aquí el nombre que adoptó el organis-
mo en 1851, pues es el que conserva hasta la
ciacionismo científico y se enriquecía con él.
fecha. En las siguientes páginas se harán las
precisiones históricas.
De esta manera, puede concluirse que la
Sociedad de Geografía mantuvo su papel de 2
Político e historiador, considerado como el prin-
promotora y custodia de la actividad cien- cipal ideólogo del liberalismo mexicano.
tífica en México a lo largo de todo el siglo

164 Investigaciones Geográficas, Boletín 52, 2003


La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la organización de la ciencia...,

3
Presidente de México en varias ocasiones, es los intelectuales mexicanos después de la
considerado como uno de los precursores del Restauración de la República.
liberalismo.
REFERENCIAS
4
En 1869 comenzó a circular La Naturaleza,
periódico de la Sociedad Mexicana de Historia Altamirano, I. M. (1880-1887), "Brevísima
Natural, que también se distribuiría mundial- historia de la Sociedad Mexicana de Geografía
mente. y Estadística", en Memoria presentada a la
SMGE por el primer secretario... en enero de
5
Juan Nepomuceno Almonte, Memoria del Se- 1880, Imprenta de Francisco Díaz de León,
cretario de Estado y del Despacho de Guerra y México.
Marina, leída en la Cámara de Diputados el día
9, y en la de Senadores el 11 de enero de 1849. Almaraz, R. (1865), Memoria de los trabajos
ejecutados por la Comisión científica de Pachuca
6
Manuel Orozco y Berra (1816-1881), geógrafo en el año de 1864. Mandada publicar de orden
e historiador, fue oficial mayor de Fomento de S. M. I. Por el Ministerio de Fomento. (Esta
durante el Imperio de Maximiliano. me-moria es continuación de la del Valle de
México.), Imp. Andrade y Escandón, México.
7
La Comisión del Valle de México (1856) fue un
proyecto juarista, cuyos únicos frutos se reu- Aragón, A. (1933), "Influjo de la Sociedad
nieron en la Memoria para la Carta hidrográfica... Mexicana de Geografía y Estadística en la cul-
que se publicó en el Boletín de la SMGE. La tura del país", Primer Centenario de la Sociedad
Comisión Científica de Pachuca fue un proyecto Mexicana de Geografía y Estadística, 1833-1933,
de Maximiliano que sus ejecutores asociaron con Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
los objetivos de Comisión del Valle de México México.
(v. Memoria de los trabajos ejecutados por la
Comisión cientifica de Pachuca..., México, 1865). Azuela, L. F. (1996), Tres sociedades cientí-
ficas en el Porfiriato. Las disciplinas, las institu-
8
También hay que considerar a los colabo- ciones y las relaciones entre la ciencia y el
radores de los expedicionarios de la Commission poder, SMHCT-UNAM, México.
Scientifique du Mexique (1864-1867) que
organizara el Instituto de Francia. Azuela, L. F. (2002), "Médicos y farma-
céuticos en las sociedades científicas mexicanas
9
Habría que precisar, no obstante, que la del siglo XIX", Boletín Mexicano de Historia y
difusión de estos trabajos no se dio en el Boletín Filosofía de la Medicina, vol. V, núm. 2,
de la SMGE en los años inmediatos a la septiembre, pp. 15-20.
Restauración de la República.
Barnes, B. y R. G. A. Dolby (1995), "El ethos
10
Benito Juárez, presidente de México en el científico: un punto de vista divergente", en
momento de la invasión francesa, sostuvo una Iranzo, J. M., J. R. Blanco, T. González de la Fé,
guerra sin cuartel contra el Imperio hasta su C. Torres y A. Cotillo, Sociología de la ciencia y
caída en 1867. la tecnología, CSIC, Madrid, pp. 33-51.
11
Antonio García Cubas se destacó por su Escalante Gonzalbo, F. (1992) Ciudadanos
trabajo cartográfico en la segunda mitad del siglo imaginarios. Memorial de los afanes y desventu-
XIX. Díaz Covarrubias, astrónomo y cartógrafo, ras de la virtud y apología del vicio triunfante
fue el fundador del primer observatorio astro- en la República Mexicana -Tratado de moral
nómico de México. pública-, El Colegio de México, México.
12
La Sociedad Mexicana de Historia Natural García Cubas, A. (1869), "Reseña de los
(SMHN) se fundó el 29 de agosto de 1868. trabajos ejecutados por la Sociedad Mexicana de
13
Geografía y Estadística durante el año de 1869",
Literato, crítico e historiador, fue uno de los Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y
liberales que pugnaron por la reconciliación de Estadística, 2a época, tomo 1, México, pp. 932-943.

Investigaciones Geográficas, Boletín 52, 2003 165


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