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ACONTECIMIENTOS:
Luego de la NEP, Lenin comprendió que debía construir un nuevo partido: el bolchevismo, que había
demostrado su capacidad de acción durante la Guerra Civil.
Con el fin de la guerra civil en 1921, los bolcheviques se instalaron en el poder. la transformación de
un partido revolucionario en una clase de administradores, los cuales se enfrentaron a la tarea definir
el espíritu del régimen ha sido la revolución.
El enfrentamiento entre Lenin y Stalin fue un choque entre dos programas políticos profundamente
antagónicos y no entre dos facciones en el seno mismo partido.
- Lenin proponía un programa para un nuevo espacio político, adaptado a la situación
enteramente nueva surgida de la guerra civil.
- Stalin estaba formulando su propia concepción de lo que debía swer el estado (con él a la
cabeza) fundada en premisas que nada tenían que ver con el bolchevismo y que expresaban
sobre todo su visión de un poder personal tomado como un fin en sí mismo, alimentado por su
percepción de la historia de Rusia.
Ambos programas se enfrentaron en 1922-1923, dicho combate acabó con la enfermedad y muerte de
Lenin en 1924.
EL LEGADO DE LA AUTOCRACIA
El estalinismo no podía ser diferente de lo que era, un sistema altamente subcutáneo construido para y
en torno a un autócrata. No podía más que cavar su propia tumba. Stalin buscó un pasado que le
conviniere. Sólo el zarismo le confería la legitimidad que buscaba, pues el poder de zar se ejercía sin
intermediarios era tomado recibido directamente de Dios.
Más sorprendentemente fue su imitación sistemática de las estructuras ideológicas de la Rusia zarista
durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra. Stalin despreciaba el hecho de que aquél régimen
había agotado todas sus posibilidades durante la Primera Guerra Mundial.
Finalmente ,el sistema dejó de funcionar y entró en una fase de declive mientras su líder, cabeza de
una superpotencia victoriosa gracias a la derrota del nazismo, gozaba de un prestigio máximo. Era una
superpotencia con pies de barro y todos los compañeros de Stalin y lo sabían.
● Resultaba difícil prever que la URSS aún tenía por delante un periodo de desarrollo
espectacular. Parte de los compañeros cercanos de Stalin pasaron a la acción para arreglar el
desastre originado por su líder. Y de manera radical, tras su muerte en 1953, promoviendo
una serie de reformas importantes que se concretaría en el XX congreso del partido comunista
soviético de 1956. El régimen de stalin se había revelado incapaz de reformarse,
adaptarse a los cambios.
La supresión del gulag fueron a las primeras medidas adoptadas por la dirección postestanilista. El
gulag bajo stalin en tanto complejo económico Industrial del Ministerio de asuntos interiores sucesión
al período que siguió a la muerte de Stalin.
EL MONSTRUO BUROCRÁTICO
El sistema soviético conoció aún otro ciclo de declive con el período llamado de estancamiento que
comenzó a fines de los años 60, el cual planteó el hecho de contradicciones dentro del mismo sistema.
La urbanización y la modernización a gran escala el país se habían convertido en fenómenos
incontestables. La mayoría de los ciudadanos vivía en las ciudades, habían recibido una educación y
estaban familiarizados con las nuevas tecnologías. El estatus las mujeres también habían conocido
mejoras importantes. Estas transformaciones tuvieron efectos indirectos sobre la población rural que
aún sin desplazarse hacia las ciudades auto ampliamente en sus costumbres. Esta urbanizaciónn era
“jóven” mientras que el estado burocratizado emparentado con el régimen zarista era “viejo”. A pesar
de su relativa juventud el sistema instaurado luego 1917 había envejecido prematuramente.
El estado soviético era totalmente burocrático y práctica un centralismo riguroso controlado desde lo
alto. El poder en la cima se había vuelto completamente dependiente de la máquina burocrática, que
logró obligar a las autoridades máximas a negociar con ella. Se las había ingeniado para que esas
negociaciones la favorecieran, y finalmente había dejado de responder a las órdenes. Esta máquina
burocrática se transformó en un monstruo movido por su propia lógica que arrastró el sistema al
abismo.
El centro perdió el poder y su capacidad para controlar los acontecimientos. Se reveló incapaz de
reformarse adaptarse a los cambios, cambiar de estrategia y de orientación política, ganar aliados y
batallar contra los principales obstáculos. El sistema se había despolitizado y no podía imponer nada a
nadie.
Ya no existía un “partido dirigente” en el sentido de organización capaz de desarrollar una actividad
política consecuente.
Por esta época (desde fines de los años sesenta hasta los años 80) todo movimiento en cualquier
dirección era considerado fatal. La leyenda largamente extendida según la cual la unión soviética se
desplomó a causa de los gastos insoportables de la guerra fría y la carrera armamentista, sólo es, para
Lewin, un error de diagnóstico.
Los dramáticos problemas heredados del zarismo eran de tal envergadura que ya no podía detenerse el
engranaje de la descomposición. El desmoronamiento del Antiguo régimen y la transición de sus
distorsiones y de sus males al régimen que lo sucedido. Esta influencia del pasado zarista sobre los
acontecimientos continuaría, de hecho, hasta el fin del régimen soviético.
El autor hace una comparación con el sistema soviético chino de la misma época para reforzar su
conclusión:
El sistema soviético, a pesar de ser mucho más desarrollado, se hundió en una fase de estancamiento y
se reveló incapaz de llevar adelante reformas significativas ,aún cuando fueron indispensables y el
país estuviera listo para enfrentarlas. En cambio, el sistema chino (con el mismo tipo de sistema
político que soviético) supo llevar a cabo reformas espectaculares aún cuando no se diferencia mucho
de régimen de Stalin: era por lejos más represivo y controlaba más severamente la sociedad que el
régimen soviético en la misma época. Esto demuestra que el problema no son los tan desacreditados
regímenes comunistas sino la capacidad de las dirigencias en ciertas etapas para transformarse o no.
¿Y EL SOCIALISMO?
El socialismo es una forma de democracia que supera todas las formas que puedan existir en el
mundo capitalista, no nos dice nada sobre el tipo de sistema económico que tal democracia pueda
desear instaurar.
El autor argumenta que las proclamaciones de un Estado “socialista” dirigido por un partido
“comunista” eran indispensables para legitimar el sistema ante su propio pueblo y ante la opinión
internacional. Pero esas declaraciones no resistían la prueba de la realidad. La nueva sociedad rusa
,que ahora está desarrollada y educada, no podía aceptar al discurso sobre el socialismo como una
realidad. La burocracia del régimen zarista no había desaparecido por completo, simplemente había
renacido bajo formas adaptadas a la realidad soviéticas.
El autor concluye exponiendo que en todo caso una cosa queda clara: la URSS era socialista. En
cambio, quienes hicieron la revolución de octubre si lo fueron. La ideas en las que creían y que
pusieron en práctica son hoy tan vitales como lo eran entonces, cuando se comprometieron, en medio
del resquebrajamiento de un país y una nación envía descomposición, y volvieron a ser de Rusia un
actor de la historia.