Andrés Ravelo González LEY 1620 DEL 15 DE MARZO DEL 2013 POR LA CUAL SE CREA EL SISTEMA NACIONAL DE CONVIVENCIA ESCOLAR Y FORMACIÓN PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS HUMANOS, LA EDUCACIÓN PARA LA SEXUALIDAD Y LA PREVENCIÓN Y MITIGACIÓN DE LA VIOLENCIA ESCOLAR
EL 15 de marzo de 2013 se crea la ley 1620, en la cual el artículo 4 menciona los
objetivos del sistema, que aterrizándolo al contexto actual se pueden evidenciar unas fortalezas y debilidades de su aplicación en la cotidianidad.
Dentro de la praxis pedagógica, como jóvenes y futuros formadores jugamos un papel
fundamental en cuanto a la construcción y materialización de la convivencia escolar dentro de las instituciones educativas, para el aprovechamiento de la enseñanza, esto permite desarrollar un componente social de identidad y compromiso con su entorno a lo que lleva a una buena construcción de la ciudadanía, que garantice que cada niño, niña y joven pueda desarrollarse en su entorno y ejerza sus derechos humanos y sexuales, cada uno de nosotros debe ser partícipe de la construcción de espacios incluyentes para la protección integral década niño y niña. El planteamiento de la escuela se fundamenta en un enfoque de la educación basado en los derechos humanos. En él se contempla el derecho de toda persona a una educación de calidad y el respeto de los derechos humanos. Un enfoque basado en los derechos fomenta el acceso a la enseñanza y la participación en ella, pues favorece la integración, la diversidad, la igualdad de oportunidades y la no discriminación la violencia escolar se presenta bajo dos escenarios específicos: 1. El llevado a cabo por los profesores y directivos docentes, quienes establecen reglas que atentan contra los derechos humanos de los estudiantes y tiene sus principales manifestaciones en los castigos corporales; el maltrato emocional; en la discriminación étnica y racial y; por último, en la violencia sexual; 2. La violencia entre pares, que también tiene diversas formas de manifestarse, siendo la más relevante el bullying, que se caracteriza por el maltrato, acoso y violencia física. En cualquiera de los escenarios la violencia escolar requiere de estrategias de prevención que puedan mitigar estos comportamientos al interior de las instituciones educativas, para que se puedan crear las condiciones sociales que aporten a la formación de los estudiantes. Debido a la particularidad de contextos tanto sociales y culturales, debemos hacer respetar cada uno de este, sin que afecte la convivencia escolar. Como educadores tenemos la capacidad y la tarea de crear ambientes de paz y educar para la paz, el respeto y solidaridad. Como maestros el alcance que tenemos de formar ciudadanos responsables, respetuosos, conocedores y cumplidores de la ley. La dificultad que se presenta es que no existe un apoyo sólido que nos ayuden a promover y materializar estrategias en vía del cuidado y protección de los derechos de los niños niñas y jóvenes, como profesores tomamos el papel de construir una sociedad incluyente y respetuosa pero es necesario la contribución de entes que puedan generar grandes estrategias para el desarrollo satisfactorio de cada proceso. Hay problemáticas en la que el sistema no ha sabido desarrollar estrategia o en su efecto no desarrolla y que dentro de las instituciones y a nivel general es muy recurrente como el embarazo en la adolescencia y las enfermedades de transmisión sexual, los chicos y chicas no tienen la información suficiente sobre los temas y nosotros como profesores aunque tenemos la capacidad, no alcanzamos a materializar una estrategia que nos brinde un gran resultado. En ultimas la ley 1620 nos brinda un apoyo considerable para el manejo de la convivencia, nos brinda estrategias y mecanismos para la resolución de problemáticas que se presenten dentro de una institución, teniendo en cuenta que desde cada instancia del estado se presta un acompañamiento en el desarrollo de estas, ya sea para detectarlas, prevenirlas o solucionarla.