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EL IMPERIO DE LOS CAROLINGIOS

Entre los siglos VIII y IX el Occidente romano - germánico produjo un


estado capaz de rivalizar con las potencias bizantina e islámica. De la
consolidación y expansión de uno de los reinos bárbaros surgió el Imperio
Carolingio cuya principal figura, Carlomagno (Carlos el Grande), es
considerado uno de los monarcas más sobresalientes de la época medieval.

1. EL REINO FRANCO DE LOS MEROVINGIOS:

* Organizado en el siglo V por Clodoveo, entró en crisis en el siglo VII.


Los llamados "reyes holgazanes" dejaron las funciones del gobierno a
sus mayordomos, quienes pudieron así acumular un gran poder en sus
manos, sobre todo desde que el cargo pasó a ser monopolio de la
familia Heristal.

* Los Heristal fortalecieron su posición con la victoria lograda por el


mayordomo Carlos (llamado "Martel") ante los ejércitos islámicos en la
batalla de Poitiers (732). Las hazañas de este gran caudillo dieron a su
familia el nombre de los "Carolingios". Sin embargo, y pese a su
enorme prestigio, Carlos no intentó usurpar el trono y dejó reinar a los
insignificantes merovingios.

* La situación cambió con su hijo, Pipino el Breve, quien consiguió que la Iglesia (amenazada por los
lombardos y necesitada de un protector) declarase vacante el trono de los francos. Rey de hecho desde el
751, y coronado por el Papa Esteban II en 753, Pipino instauró entonces la dinastía Carolingia.

2. EL REINO FRANCO DE LOS CAROLINGIOS

Pipino se ocupó durante su reinado (751/768) de fortalecer su estado y de consolidar la


alianza con el Papado, a quien había reconocido como señor de un extenso país en el centro de Italia a raíz
de la coronación del 753. A su muerte fue sucedido por sus hijos Carlos y Carlomán; la desaparición de
este último permitió a Carlos restaurar la unidad e iniciar un reinado que lo llevaría hasta el título imperial.

Carlos se encargó de presentarse como supremo defensor de la cristiandad, sin descuidar el


engrandecimiento del reino franco. Derrotó al rey lombardo Desiderio y se anexó su país; sometió a los
bávaros y a los frisios; enfrentó a los musulmanes de España, con resultados no del todo negativos y contuvo
a los avaros, los eslavos y los bretones.

Pero su logro más sobresaliente en política exterior fue la sumisión de los sajones, habitantes
de Germania contra quienes se habían estrellado. Más de treinta años de feroces combates concluyeron con
la rendición de los bárbaros, quienes fueron evangelizados.

La culminación de estos éxitos la constituye la coronación imperial, realizada en la Navidad


del año 800 en la iglesia de San Pedro, en Roma, por iniciativa del Papa León III. A partir de entonces,
volvió a existir un Imperio de Occidente, al lado del Imperio Bizantino, aunque a este último no le agradó la
nueva situación.

3. EL IMPERIO CAROLINGIO (800 - 843)

Carlomagno ha sido considerado un gran administrador. Otorgó amplias atribuciones en las


provincias a funcionarios llamados condes, desplazando (sin eliminar) a los antiguos duques merovingios.
En las fronteras, la reunión de algunos condados dio origen a las marcas, también dotadas de gran
autonomía. Marcas y condados se enlazaban con el poder central mediante los "Missi dominici" o "enviados
del señor", quienes supervisaban el cumplimiento de la ley y recogían peticiones dirigidas al emperador.
Las leyes del Imperio, denominadas capitulares, regulaban las distintas esferas de la vida, y la
actividad económica fue impulsada por la acuñación de los dinarios de plata. En el aspecto cultural,
Carlomagno dispuso que la instrucción alcance a todos los habitantes del Imperio, para lo que implementó
escuelas, dirigidas a las diversas categorías sociales: Palatinas, Conventuales, Parroquiales.

Sin embargo, la administración del Imperio conservó numerosos rasgos típicos de los germanos, por ejemplo :

a) La ausencia de una sede permanente de gobierno.


b) La dificultad del emperador para extraer recursos financieros y militares de sus estados.
c) La dependencia del emperador respecto a sus posesiones personales.
d) La ausencia de instituciones y leyes uniformes.
e) El compromiso de fidelidad del hombre a la persona del gobernante y no a la patria, la nación o el estado.
f) El gran poder alcanzado por la nobleza regional, que escapaba al control del emperador, llegando a
corromper a los Missi Dominici.
g) Los planes de reparto del territorio entre los descendientes de Carlomagno. Sin embargo, estos planes no
se realizaron porque la muerte de casi todos los herederos dejó como único sucesor a Luis el Piadoso.

Estos elementos explican que muchos historiadores califiquen la obra de Carlomagno como un
fracaso. La aparente solidez del Imperio se mantuvo mientras estuvo bajo su mando. Una vez desaparecida
su férrea autoridad, el estado se desplomó.

4. EL HUNDIMIENTO DEL IMPERIO

La muerte de Carlomagno en el 814 dejó el poder en manos de Luis el Piadoso (o Ludovico


Pío), excesivamente respetuoso con el alto clero, e incapaz de contener las ambiciones de sus hijos.
Humillado públicamente en 822 y 833, falleció finalmente en 840. Sus herederos firmaron el Tratado de
Verdún (843), que establecía un reparto tripartito: la región occidental (futura Francia) para Carlos el
Calvo, la región oriental (futura Alemania) para Luis el Germánico, y la región central para el primogénito,
Lotario, quien recibía además el título de "Emperador", aunque ya sin ningún valor real. Con la forma de
este documento, el Imperio Carolingio desaparecía definitivamente.

5. TRASCENDENCIA DEL IMPERIO

Pese a su corta duración, el estado Carolingio sobresale por las razones siguientes :

* Impulsó un renacimiento cultural que, aunque reducido a la corte imperial, contó con personalidades de
relieve, como Alcuino de York.
* Extendió el dominio de la civilización romano - germánica más allá de los límites del antiguo Imperio
Romano.
* Sentó las bases de los estados de Francia, Italia y Alemania.
* Contuvo durante algunos años las ofensivas de los pueblos invasores.

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