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revista DE

DERECHO PENAL
Y CRIMINOLOGIA
DELITOS ECONOMICOS • CONTRAVENCIONAL •
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EJECUCION DE LA PENA

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sumario

Derecho Penal
Doctrina

Democratización y penalidad en la Argentina (1983-1989)


Por Máximo Sozzo 3

Principios para la interpretación de la trata de personas


Por Daniel E. Adler 33

Grooming: el nuevo art. 131 del Código Penal


Por Mauricio Cueto 44

NOTA A FALLO

Delitos de lesa humanidad y conexidad


Por Patricio Nicolás Sabadini 49

AÑO IV • Nº 02 • MARZO 2014 - Derecho Penal y Criminología • I


Penados: Algo más que educación o trabajo
Por David G. Mangiafico 60

JURISPRUDENCIA

PRESCRIPCIÓN / La imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y delitos conexos


(CFCasación Penal). Con nota Patricio Nicolás Sabadini 49

NULIDAD DE LA SENTENCIA / Traslado de un detenido que era alumno regular del centro
donde estaba alojado. Afectación del derecho a la educación. Rechazo de la acción de habeas
corpus sin haberse realizado la audiencia del Art. 14 de la Ley 23.098. LEGITIMACION. Pro-
curación Penitenciaria de la Nación (CNCasación Penal). Con nota de David G. Mangiafico 60

CRIMINOLOGÍA
Doctrina

Jock Young (1942-2013): el “causante” de la herencia crítica de la criminología


Por Gabriel Ignacio Anitua 73

Derecho PROCESAL
Doctrina

La “negociación” y la “celeridad” en los procedimientos especiales y diferenciados de la


provincia de Buenos Aires
Por Juliana Oliva 89

La doble instancia como principio efectivo


Por Eduardo Balestena 101

Los acuerdos en el procedimiento penal según la Corte Constitucional Alemana


Por Darío Nicolás Rolón 104

NOTA A FALLO

Pérdida de la potestad acusatoria y desorden procesal


Por Sebastián Ghersi 122

Recurso del Fiscal y la doble instancia


Por Diego Freedman 128

JURISPRUDENCIA

ELEVACIÓN A JUICIO / Validez. Legitimación del Ministerio Público Fiscal para solicitarlo.
Irrelevancia de que no haya apelado un sobreseimiento previo (CNCrim. y Correc.). Con nota
de Sebastián Ghersi 122

RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD / Recurso de inconstitucionalidad y el estándar de


admisibilidad (CPenal, Contravencional y de Faltas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Con
nota de Diego Freedman 128

II • Derecho Penal y Criminología - AÑO iV • Nº 02 • MARZO 2014


EJECUCION DE LA PENA
Doctrina

Las escalas penales reducidas del fuero penal juvenil y el instituto de la prescripción de la
acción penal
Por Raúl F. Elhart 139

DeLITOS INFORMATICOS
Doctrina

Internet y derecho penal: cuestiones críticas


Por Silvina Andrea Alonso 145

PENAL JUVENIL
Doctrina

El delito de contacto telemático con menores de edad con fines sexuales (child grooming)
en el Código Penal argentino
Por Gustavo E. Aboso 151

NOTA A FALLO

Menores, culpabilidad disminuida y pena


Por Adrián Tellas 160

JURISPRUDENCIA

MENORES / Determinación de los requisitos de la sentencia de absolución impuesta a un


menor (CFCasación Penal). Con nota de Adrián Tellas 160

POLITICA CRIMINAL
Doctrina

Juicio por jurados en la Provincia de Buenos Aires


Por Francisco Castex y Andrés M. Dubinski 183

Determinación judicial de la pena: ¿Es posible apartarse de los mínimos penales?


Por Pablo L. Tello 194

Derecho Penal autoritario


Doctrina

Algunas notas sobre Filippo Grispigni y el derecho penal fascista


Por Francisco Muñoz Conde 205

AÑO IV • Nº 02 • MARZO 2014 - Derecho Penal y Criminología • III


Filippo Grispigni (Viterbo, 31 de agosto de 1884-Roma, 20 de agosto de 1955)
Por Massimo Donini 211

La función de la pena en el pensamiento de Benito Mussolini. Afirmaciones del Duce de


histórica importancia para el Derecho penal italiano
Por Filippo Grispigni 214

biografia

Castigo y determinación de la pena en los Estados Unidos, por Diego Zysman Quiros, comen-
tado por José Angel Brandariz García 223

Criminología I, por Vincenzo María Mastronardi, comentado por José Luis Puricelli 227

IV • Derecho Penal y Criminología - AÑO iV • Nº 02 • MARZO 2014


Derecho Penal Autoritario
DPyC Derecho Penal Autoritario DOCTRINA

Algunas notas sobre Filippo Grispigni y el derecho penal


fascista
POR Francisco Muñoz Conde (*)

A mi colega y amigo, Massimo Donini, instrumentos jurídicos como la custodia de se-


con mi agradecimiento guridad, la esterilización y castración obligatoria
de los portadores de enfermedades hereditarias,
La historia del Derecho penal contemporáneo, pero también de los homosexuales y asociales,
y sobre todo la del siglo XX en los países de mayor la criminalización de la relaciones sexuales en-
relevancia política, económica y cultural durante tre personas pertenecientes a “razas inferiores” y
todo ese siglo, es especialmente reveladora de las personas de “raza aria”, y finalmente el interna-
estrechas relaciones que hay, hubo y habrá entre miento de asociales, delincuentes y miembros de
la Política y la elaboración en apariencia pura- esas llamadas “razas inferiores” (principalmen-
mente técnica o dogmática del Derecho y parti- te judíos, pero también gitanos y miembros de
cularmente del Derecho penal. Esto en sí mismo otras minorías) en Campos de Concentración,
no es bueno ni malo, y en todo caso es inevitable, como el de Dachau, o de Exterminio, como Aus-
ya que el Derecho penal tanto en la elaboración chwitz, que dieron lugar a uno de los crímenes
de sus presupuestos y principios fundamentales, más monstruosos cometidos en la Historia: El
como en las diversas respuestas que se dan en la Holocausto.
lucha contra el delito y en la propia selección y
configuración de las distintas conductas que se Esta concepción política del Derecho penal
tipifican como tal, es expresión de decisiones tuvo también sus seguidores en el ámbito de la
políticas condicionadas a su vez por la situación Dogmática jurídico-penal alemana, no ya sólo
social, económica y cultural y las diferentes ideo- entre los más jóvenes y ambiciosos penalistas
logías a las que la misma da lugar. de la llamada Escuela de Kiel (Dahm, Schaffs-
Principalmente en Europa las distintas etapas tein), sino en otros que tenían ya una acreditada
políticas habidas durante el siglo XX han influen- trayectoria dogmática y en pleno apogeo de su
ciado de forma evidente las diversas teorías y for- prestigio como penalistas. Paradigmático de este
mas de entender el Derecho penal desde concep- último es el caso de Edmund Mezger, quien en
ciones ideológicas liberales a otras autoritarias, pleno apogeo de su carrera académica, tras haber
pasando por algunas verdaderamente belicistas, publicado su extraordinario Tratado de Derecho
concibiéndolo como un arma de exterminio del penal (1ª ed. 1931) y haber tomado posesión de
disidente político, de las personas pertenecien- la cátedra de Derecho penal de la Universidad de
tes a otras razas o minorías religiosas, a las que Munich, sucediendo a su maestro Ernst Beling,
se consideraba incluso como “Untermenschen” no tuvo empacho en ponerse desde el primer
(seres humanos inferiores), o “Gemeinschaftsfre- momento al servicio del régimen nacionalsocia-
mde Feinde” (“extraños o enemigos de la comu- lista, del que llegó a ser el penalista más destaca-
nidad”), etc. do y uno de los que más se esforzaron en darle
legitimación jurídica, creando categorías como
Es de sobra conocido que esta última concep- “la culpa con la conducción de vida” y la “cegue-
ción del Derecho penal fue característica del ré- ra o enemistad jurídica” para justificar la aplica-
gimen nacionalsocialista que dominó Alemania ción de la pena del delito doloso, que podía ser la
desde 1933 a 1945, que lo utilizó como un instru- de muerte, a “crimina odiosa” como el “ultraje a
mento de exterminio o eliminación, jurídica y fí- la raza, el aborto o la realización de actos homo-
sica, de los que por razones ideológicas y racistas sexuales”, o la pena de muerte a menores de die-
consideraba sus enemigos. Para ello se crearon ciocho años que cometieran delitos relacionados
con las circunstancias de la guerra, o, junto con
(*) Catedrático de Derecho Penal de la Universidad Pablo su colega muniqués Franz Exner, redactando
de Olavide, Sevilla, España. en 1943/1944 un Proyecto para el tratamiento

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DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

de los “extraños a la comunidad”, que preveía orígenes académicos, indudablemente vincula-


el internamiento en Campos de Concentración dos o afines con las ideas propias de los regíme-
de asociales, homosexuales, etc. De la figura de nes nazi alemán y fascista italiano, que fueron los
este penalista me he ocupado extensamente en que más influyeron en algunos de los penalistas
mi monografía “Edmund Mezger y el Derecho españoles más destacados durante la dictadura
penal de su tiempo, estudios sobre el derecho del régimen franquista español (1939/1975). Sus
penal nacionalsocialista” (4ª. ed., Valencia 2003), nombres son más que conocidos y ya hay algún
traducida al alemán por Moritz Vormbaum (Ed- colega que está sacando a la luz tanto las publi-
mund Mezger, Ein Juristenleben, Berlin 2005) y caciones que hicieron en aquella época, como su
al portugués por Paulo Busato (Edmund Mezger colaboración con el régimen franquista y con sus
e o Direito penal do seu tempo, São Paulo, 2004) leyes y actividades represivas, por lo que en este
, así como en otros diversos trabajos y artículos momento prefiero no mencionarlos.
que han aparecido en varios idiomas en revistas
y publicaciones conjuntas. Algo similar sucede en Italia, donde el régi-
men fascista de Benito Mussolini no sólo tuvo
Por extraño que parezca, ese pasado nacional- partidarios entre los penalistas académicos más
socialista de tan prestigioso penalista y de tanta distinguidos, sino que también muchos de ellos
influencia en el nacimiento y evolución de la colaboraron estrechamente con el mismo ela-
Dogmática jurídico-penal no sólo en Alemania, borando textos legales o dándole legitimación
sino también en los países de habla hispana y jurídica. En la monografía editada recientemen-
portuguesa, fue silenciado en los siguientes cin- te por Ettore Dazza/Sergio Seminara/Thomas
cuenta o sesenta años, en los que sólo se conoció Vormbaum, “Moderne Italienische Strafechts-
y se discutió hasta la saciedad su famosa polémi- denker” (2012, ver mi recensión a la misma en
ca con otro penalista alemán, Hans Welzel, sobre Revista Penal 2012), se contienen breves reseñas
el concepto ontológico de acción y la posición bibliografías de los principales penalistas italia-
sistemática del dolo en la teoría del delito. nos y, por tanto, también de los que tuvieron más
vinculaciones con el régimen fascista. Uno de
Más extraña y difícil de entender es la reacción ellos fue sin duda Filippo Grispigni, al que dedi-
que provocó en algún penalista español y en al- camos esta breve nota.
guno de sus más fieles colaboradores, de cuyos
nombres prefiero no acordarme, la aparición de Cuando en mis investigaciones sobre Mezger
mi libro sobre Mezger, en el que descubría ese llegó a mis manos una monografía que escribie-
pasado nacionalsocialista y la colaboración es- ron Mezger y Grispigni sobre “Il diritto penale
trecha que tuvo con las leyes y proyectos de ca- nacionalsocialista”, publicada en Milán en 1942,
rácter penal más aberrantes y vergonzosos del no pude menos que constatar la estrecha vincu-
régimen nazi. lación que existía entre los dos más importantes
penalistas de Alemania e Italia, así como también
Entonces pensé que esa reacción, a veces bru- sus afinidades ideológicas y su simpatía e incluso
tal e injuriosa, tenía que ver más con enemistades entusiasmo con los regímenes políticos que im-
surgidas de las diversas contiendas que suscita- peraban entonces en sus respectivos países. Y así
ba el anterior sistema de provisión de cátedras y lo hice constar, casi de pasada, en mi monografía
plazas de profesores titulares de Derecho penal, sobre Mezger anteriormente citada. Pero una vez
que con afinidades ideológicas de los que de un más la torpe y airada reacción de quien se había
modo tan zafio y brutal me atacaban con la ideo- convertido en el más feroz atacante de mi inves-
logía y el pasado nacionalsocialista del penalista tigación sobre Mezger, mostrándose indignado
alemán. Pero poco a poco me he ido dando cuen- por haber acusado a Filippo Grispigni de “velei-
ta de que esa afinidad ideológica no podía ser dades con el régimen fascista”, me hicieron leer
descartada, no sólo ya por la forma típicamente más detenidamente esa monografía y escribir
nazi en la que se me atacaba, con insultos, falsas un comentario bibliográfico a la misma que no
acusaciones de plagio y amenazas más o menos sólo se publicó como tal en Recensión a Mezger
veladas, propias de los más feroces miembros de / Grispigni, La riforma penale nazionalsocialista,
las cuadrillas y jaurías nazis, sino también por el Milán 1942, Revista Penal n. 12, 2003 y como Epí-
pasado de sus propios protagonistas o por sus logo a la edición argentina bajo la dirección de

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DPyC Francisco Muñoz Conde

Raúl Zaffaroni de Mezger/Grispigni, La reforma de las dictaduras en democracias y la elaboración


penal nacionalsocialista (Buenos Aires 2009), jurídica del pasado, Tirant lo Blanch, Valencia
sino también como artículo independiente en el 2009; también recogido en la edición alemana de
Jahrbuch der juristischen Zeitgeschichte (Mez- esta obra Muñoz Conde/Vormbaum, Transfor-
ger-Grispisgni, Jahrbuch der Juristischen Zeit- mation von Diktaturen in Demokratien und Au-
geschichte 2005). farbeitung der Vergangenheit, Humboldt Kolleg
celebrado en la Universidad Pablo de Olavide,
Con ello quedaba más que demostrada, a mi Sevilla, 7/9 febrero 2008). Igual que en Alemania,
juicio, la vinculación, al menos ideológica, de respecto al régimen nazi, toda una generación de
Grispigni con el régimen fascista, como así se reco- juristas italianos, o al menos de los penalistas, se
noce en la breve biografía que del mismo se con- educó en un “de eso no se habla” o, como decía
tienen en la obra antes citada “Moderne Italienis- Wittgenstein, en aquello de “lo que no se puede
che Strafrechtsdenker”, donde se dice (p. 329): “Era hablar más vale callarse” que aquietaba muchas
partidario del fascismo y se convirtió en defensor conciencias y aseguraba la carrera académica de
destacado de una teoría penal que correspon- los más jóvenes, todavía dominada y controlada
día al mismo tiempo con la ideología fascista y por algunos de los profesores que habían colabo-
la positivista”, mencionando expresamente como rado con el régimen fascista. Ciertamente, más
prueba de ello mi comentario a la monografía de de una vez escuché de colegas italianos los nom-
Mezger/Grispigni. Pero había un dato que me bres de los que más se habían destacado en ese
parecía todavía más significativo y revelador de colaboracionismo, pero en ningún caso encontré
esa vinculación y que, sin embargo, no logré en- trabajos, publicaciones o monografías, en las que
contrar entonces y del que paso seguidamente a se analizaran o explicaran las obras y actividades
ocuparme. que más pudieran demostrar esa vinculación. Es
más, en algunas de las biografías y notas necroló-
Efectivamente, en la monografía que escri- gicas que se iban publicando a la muerte de esos
bió juntamente con Mezger, Grispigni citaba, penalistas ni siquiera se hacía alusión a ese pa-
como prueba de la similitud de sus tesis con las sado fascista, en un negacionismo que no dejaba
del régimen fascista, un artículo suyo, entonces de ser sospechoso.
en prensa, “La funzione della pena nel pensie-
ro di Benito Mussolini: dichiarazioni del duce Algo parecido sucedió en Alemania con los
d’importanza storica per il diritto penale italia- juristas vinculados al régimen nazi, de cuyo pa-
no”. Sin embargo, como tantas veces me había sado sólo comenzó a hablarse a raíz de la caída
sucedido con algunos de los trabajos de Mezger del Muro de Berlín y del régimen político de la
en la época nacionalsocialista, principalmente República Democrática Alemana, mientras que
en el que propugnaba la “esterilización de los anteriormente en los Libros Homenajes que se
asociales” o el Proyecto sobre el tratamiento de les dedicaban con motivo de su jubilación y en
los “extraños a la comunidad”, no hubo manera las notas necrológicas con motivo de su muerte
de encontrarlo entonces, tanto buscando en las se pasaba simplemente de mencionar tan espi-
bibliotecas, como preguntando directamente a noso y sin duda problemático tema.
colegas italianos. Lo que no deja de ser sorpren-
dente y demuestra hasta qué punto en los dos No cabe duda de que esos tiempos ya han pa-
países europeos que tuvieron esos regímenes sado y que ahora en Alemania, no tanto en Italia,
políticos se había producido, consciente o in- el pasado de los profesores, en el ámbito del dere-
conscientemente, una “amnesia” respecto a la cho, pero también de otros sectores académicos
participación destacada en los mismos de sus y científicos, y sus vinculaciones con los regíme-
principales intelectuales y profesores, en este nes totalitarios, empiezan a ser objeto de investi-
caso juristas y penalistas, que en Italia se expli- gación como una tarea histórica fundamental de
caba además por la peculiar transición que hubo recuperación de la memoria, que es la única for-
en aquel país del régimen fascista a uno demo- ma de entender la realidad en la que actualmen-
crático (ver al respecto, por ejemplo, el trabajo te vivimos y prever los errores que se cometieron
de Donini, El tratamiento penal de la transición entonces y que podrán volver a cometerse sobre
del fascismo a la democracia en Italia, en Vorm- todo en situaciones de crisis económica y social
baum/Muñoz Conde, La transformación jurídica como la que actualmente padecemos.

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DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

Afortunadamente y por lo que al artículo de judío: el caso de Marcello Finzi, Nueva Doctrina
Grispigni sobre las ideas penales de Mussolini se Penal n. 1, 2005; también en Rivera Beiras, co-
refiere, uno de los penalistas más destacados y de ord., Contornos y pliegues del Derecho: homena-
mayor nivel científico de Italia, el catedrático de je a Roberto Bergalli, Barcelona 2006; publicado
la Universidad de Módena Massimo Donini me también en italiano: Il diritto penale fascista e na-
informó en una reunión que tuvimos en Hagen, cionalsocialista e la persecuzione di un penalista
con motivo del Homenaje que se le ofreció al ebreo: Il caso di Marcello Finzi, in Marcello Finzi
más importante especialista en la Historia con- Giurista a Módena, Università e discriminazione
temporánea del Derecho (Juristische Zeitgeschi- razziale tra storia e diritto, Tai del Convengo di
chte), Thomas Vormbaum, que había encontra- Studi Modena, a cura di Elio Altavilla, 2006, y en
do ese artículo del que me dio la referencia y me alemán: Der Fall Marcello Finzi, Jahrbuch der Ju-
envió el texto. Además de reconocer el mérito de ristischen Zeitgeschichte 2005). Desde luego ese
ese descubrimiento y agradecerle su envío, me conocimiento no se le puede negar a Edmund
parece también interesante para que se pueda Mezger, quien, como he demostrado de forma
ver de un modo objetivo y desapasionado quién fehaciente en mi monografía sobre él, fue autori-
fue Grispigni y el papel destacado que tuvo en zado por las SS expresamente en marzo de 1944,
la Ciencia italiana del Derecho penal, tanto an- después de que la Akademie für deutsches Recht
tes como después del régimen fascista, añadir a le había dado el visto bueno a su Proyecto para
la publicación del artículo de Grispigni, la breve el tratamiento de los extraños a la comunidad, a
biografía que del mismo escribió Donini. visitar los Campos de Concentración y observar
directamente “los tipos de sujetos que allí se en-
Para Donini tanto este artículo como la mo- contraban”.
nografía que escribió Grispigni juntamente con
Mezger: Lo que, en todo caso, queda claro es que am-
bos penalistas tenían grandes afinidades con
“Reflejan con crudeza el clima de la época y los respectivos regímenes que gobernaban en
el escaso conocimiento de los horrores del Holo- sus países en aquel momento, que eran los más
causto que subyacían a los temas (pensados como destacados penalistas de aquel momento y que
más «técnicos») de las esterilizaciones, las castra- ya en plena madurez pusieron su prestigio y sus
ciones, las llamadas degeneraciones raciales, etc., conocimientos al servicio de regímenes autori-
con picos de dureza sancionatoria «neutralizado- tarios y de sus leyes penales. El que en 1942, en
ra» que son expresión de la cultura del Positivis- plena crisis del régimen fascista con un Musso-
mo criminológico y no sólo de un clima ideológico lini a punto de ser destituido y poco tiempo des-
autoritario. Grispigni ve en las reformas penales pués posteriormente asesinado de forma brutal,
nacionalsocialistas («una doctrina esencialmen- un profesor como Grispigni tuviera acceso a él
te biológica») la realización de aquellos ideales para pedirle su opinión, en forma de entrevista,
«científicos» positivistas de lucha contra la peli- sobre el Derecho penal, con un estilo laudatorio
grosidad que no habían sido totalmente imple- adulador que hoy causa bochorno, añadiendo
mentados por el Código Rocco”. además comentarios de su propia cosecha en
No puedo saber hasta qué punto Grispigni des- los que pretenden compaginar las ideas penales
conocía en 1942 los horrores del Holocausto y las del llamado Duce con las de las Escuelas Clásica
propias barbaridades que estaba cometiendo el y Positivista, demuestra el alto grado de vincula-
régimen fascista a partir de 1938 con las leyes ción que tenía con los más altos niveles del ré-
antisemitas, el envío de grupos enteros de judíos gimen fascista y sus afinidades ideológicas con
italianos a los Campos de Concentración en el el mismo.
Sur de Italia, y la expulsión de la función públi- Víctima de su propia retórica llega al punto de
ca y de la Universidad de grandes científicos e decir para terminar su artículo-entrevista: “Él es
intelectuales judíos, uno de ellos el catedrático en verdad Aquel sobre el que el poeta dijo que le
de Derecho penal de la Universidad de Módena fonti dell’universa vita ebbe in suo cuore”.
Marcello Finzi, que se vio obligado a exiliarse en
Argentina (véase al respecto también mi trabajo ¿Quién sería Aquel con el que compara a su
sobre el mismo El Derecho penal fascista y na- amado y nunca bien ponderado Duce? ¿Dios,
cionalsocialista y la persecución de un penalista Cristo, el Profeta Mahoma?

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DPyC Francisco Muñoz Conde

El traductor de este artículo, Víctor M. Macías todos a quienes, por una u otra razón, se oponían
Caro, buen conocedor de la Historia y del Dere- a sus altos designios.
cho penal de Italia en aquella época, me indica
que: Los redactores de la breve biografía de Gris-
pigni que se contiene en “Moderne Italienische
“Se trata de una estrofa extraída de una oda del Strafrechtsdenker” anteriormente citada se con-
poeta Gabriele D’Annunzio compuesta en 1903 tentan sólo con calificarlo como un partidario del
en memoria de Giuseppe Verdi (titulada “Per la régimen fascista (p. 329 anteriormente citada).
morte di Giuseppe Verdi”). La frase está extraída Lo que a la vista del artículo que se incluye en el
en concreto de un verso que habla sobre Dante, ANEXO 2 no parece en absoluto exagerado.
que el poeta describe, junto con Leonardo y Mi-
guel Ángel, como los tres antecesores de Verdi El traductor del artículo de Grispigni al espa-
que velaron metafóricamente su cadáver. ñol, Víctor Manuel Macías Caro, Doctor en De-
recho por la Universidad de Módena y Profesor
El verso reza: “Dante Alighieri che sorresse il
de Derecho penal en la Universidad Pablo de
mondo | in suo pugno e ed i fonti | dell’universa
Olavide, me dice en una comunicación personal
vita ebbe in suo cuore” (cuya traducción es:
que leyendo el artículo de Grispigni “cuesta deci-
“Dante Alighieri que sostuvo el mundo | en su
dirse sobre si Grispigni era un fascista convenci-
puño y las fuentes | de la vida toda tuvo en su co-
do, un oportunista que quiso acercarse al poder
razón”).
o un científico devoto, pero ingenuo. Quizá fue
El artículo (de Grispigni) termina, pues, así: “Él una mezcla de las tres cosas”. Posteriormente me
es en verdad Aquel sobre el que el poeta dijo que ha explicado que sus “dudas se fundamentan en
«las fuentes de la vida toda tuvo en su corazón»“. que Grispigni parece más interesado (e incluso
Ciertamente grotesco. obsesionado) en acudir al Poder para ganar en la
lucha entre escuelas (de ahí lo de “oportunista”),
Desde luego cualquiera que sea el referente de en que en un pasaje llega a decir “el pensamiento
esa comparación: “Aquel”, Dios, Dante, Miguel del Duce es de lo más moderno y humano que se
Ángel o Verdi, ciertamente la comparación re- pueda imaginar: defenderse, pero intentando re-
sulta, como dice Macías Caro, “grotesca”, a todas ducir el sufrimiento al mínimo y teniendo como
luces excesiva y demuestra el carácter casi míti- posibilidad la recuperación social de los reos” (de
co o divino con el que los más fervorosos fascis- ahí lo de ingenuo) y en que alaba al Duce como
tas adulaban, todavía en 1942, al llamado Duce, guía de la Nación, a su pensamiento lo considera
Después de todo, sin ir más lejos, en España al fuente del Derecho y que considera positivos al-
llamado Caudillo (traducción literal de la expre- gunos logros como “la plena responsabilidad de
sión alemana “Führer”, con la que se denomina- los reos en estado de embriaguez total, incluso
ba a Hitler, y de la italiana “Duce” con la que se sólo culposa; la figura del delincuente por ten-
denominaba a Mussolini), el dictador Francisco dencia; la responsabilidad meramente objetiva
Franco, era recibido por los obispos españoles sancionada en algunos casos” (de ahí lo de fas-
(durante los primeros años del régimen, y mien- cista convencido).
tras el nacionalsocialismo y el fascismo todavía
estaban en pleno auge), con el brazo en alto ha- Es obvio que Macías Caro con ello no está in-
ciendo el saludo nazi-fascista y se le introducía tentado justificar los regímenes nazifascistas,
en las Catedrales bajo el Palio reservado a la re- sino mostrar sus dudas sobre la actitud de Gris-
presentación de Cristo en la tierra, el Santísimo pigni. Evidentemente puedan darse todas estas
Sacramento del Altar. Esta pantomima, en el fon- interpretaciones a la actitud que refleja Grispigni
do blasfema e irreverente, duró hasta noviembre en este artículo, y que Macías Caro presenta con
de 1975, cuando murió el dictador, después de gran objetividad. Para mí no hay ninguna duda
haber confirmado, con todo el poder indiscutible de que además de fascista era simplemente un
que tuvo durante casi cuarenta años, la ejecución ingenuo adulador que ni siquiera se daba cuenta
de varias personas condenadas a muerte por un en aquel momento de que los días de su amado
Tribunal militar). Así estaban las cosas por estas Duce, quien entre otras aberraciones había vin-
latitudes, mientras los esbirros de esas “divini- culado su país a la suerte del poderoso gigante
dades” se encargaban de masacrar a la vista de alemán, estaban ya contados, y que pronto iba a

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DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

ser destituido, desterrado y finalmente ejecuta- contra él como perros rabiosos de una misma
do de forma innoble, junto con su amante Clara jauría, es decir, la jauría nazi/fascista, quienes al
Petacci, por un grupo de partisanos que lo detu- parecer, por razones poco claras, no querían que
vieron cuando intentaba escapar. Algo de lo que ese pasado fuera conocido, quizás porque ya lo
Grispigni seguramente en el momento de la en- conocían y sabían que no era un pasado dema-
trevista no era consciente y no pudo siquiera vis- siado brillante como para ser recordado en los
lumbrar. Pero de lo que sí era conocedor era de momentos actuales. Algún resabio debe quedar
las abominables leyes raciales, de los campos de por ahí todavía oculto en las mentes de quienes
concentración y de la eliminación de la demo- tanto se enfadaron cuando en su momento acusé
cracia y la represión de los disidentes políticos, a Grispigni de “veleidades fascistas” y a Mezger
etc. Probablemente otra cosa hubiera hecho y de su estrecha vinculación y colaboracionismo
dicho, cuando años más tarde y a toro pasado con la parte más brutal del derecho penal del ré-
se le hubiera preguntado por sus relaciones y su gimen nacionalsocialista.
opinión sobre el régimen fascista. Seguramente
hubiera abjurado del mismo y hubiera negado De un modo u otro, lo que aquí queda claro es
haber tenido cualquier relación con él. Una es- que Filipo Grispigni tuvo algo más que “veleida-
pecie de consigna que siguieron al pie de la letra des” con el régimen fascista. A lo mejor si no hu-
otros de la misma calaña cuando los regímenes biera sido por las estúpidas agresiones que recibí
totalitarios nazi y fascista fueron derrotados de quien dudaba de esas veleidades no hubiera
y llegó la hora de la rendición de cuentas. Por llegado a descubrirlas. Pero una vez que lo hice,
una u otra causa, por lo que respecta a Mezger constato una vez más que sumergirse en la His-
y a Grispigni, ésta no tuvo lugar, y con más di- toria del Derecho, materia de la que lo más que
ficultades el primero, tras pasar un proceso de aprendí en la carrera fueron los Fueros Medieva-
desnazificación, y sin ninguna el segundo, con- les, las Leyes de Toro y quizás en Derecho penal
tinuaron en sus cátedras enseñando el Derecho alguna referencia a la Carolina (no al pueblo de
penal del nuevo sistema democrático, aunque la provincia de Jaén, sino a la Constitutio Crimi-
seguramente sin desterrar totalmente de sus nalis Carolina dada por el Emperador Carlos V),
corazones las ideas que con tanto fervor y en- puede ayudarnos a comprender mejor el presen-
tusiasmo habían defendido en el régimen ante- te y a desenmascarar a quienes con sus insultos
rior. y bravatas pretendieron callar y, en todo caso,
desacreditar la labor investigadora, que gracias
No deja de ser, de todos modos, preocupante a esos mismos insultos, inicié cuando en 1999 la
que ese pasado haya permanecido oculto du- Fundación Alemana Alexander von Humboldt
rante tantos años y que cuando alguien lo ha me concedió el Premio Humboldt de Investiga-
descubierto y sacado a la luz se hayan dirigido ción en Ciencias jurídicas. u

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DPyC Massimo Donini

Filippo Grispigni (Viterbo, 31 de agosto de 1884-Roma,


20 de agosto de 1955)
POR Massimo Donini (*) (**)

Tras estudiar Derecho en la Universidad de ridica dei cosiddetti non imputabili, 1920), obras
Roma, periodo en el cual comienza a colaborar en las cuales tiene origen una particular concep-
con la Revista La Scuola Positiva de Enrico Fe- ción “sintomática” del delito que le acompañará
rri y habiéndose licenciando en 1908, Grispigni en su enseñanza como penalista hasta la última
amplía estudios en el extranjero en las Univer- lección (La personalità e il valore sintomatico del
sidades de Berlín, Munich y Bruselas. Particular reato, 1955). De acuerdo con esta concepción, el
importancia tiene la estancia en Berlín, durante delito doloso tiene origen en una alteración de la
la cual asiste durante seis meses al Kriminalistis- afectividad y el hecho cometido “no es separable
ches Seminar de Franz von Liszt, cuya influencia de la persona” del delincuente, dado que “éste [el
se extiende durante toda la vida del estudioso. hecho cometido] no es sino la propia persona en
Fue profesor de Derecho penal desde 1912 en la movimiento”.
Universidad de Camerino y, desde 1920, profesor
habilitado (libero docente) de Derecho penal en Por otra parte, Grispigni muestra al mismo
la Universidad de Roma, en la cual enseña, entre tiempo interés por la Criminología y por la Téc-
otras materias, Derecho penal comparado en la nica jurídica: es sociólogo y dogmático del Dere-
Escuela Técnica Jurídico-Criminal. Forma parte cho positivo. Recibió la enseñanza de Von Liszt,
en ese momento, como secretario general, de la pero también de Beling, sobre el hecho típico y
Comisión Real que prepara el Proyecto Ferri de la cuatripartición (conducta, conformidad de
nuevo Código penal (1921). Tras un breve perio- ésta con el tipo, antijuridicidad, culpabilidad),
do en la Universidad de Cagliari (1923-1924), se declinándolos no obstante en otra clave, ya que
transfiere en 1925 a la Universidad de Milán para no podía acoger (como criminólogo positivis-
impartir en un primer momento Sociología cri- ta) una idea de la culpabilidad como reproche,
minal y luego también Derecho penal sustancial sino como mero carácter psíquico-defectuoso
y procesal (desde 1929). del hecho referible al sujeto, dado que también
los incapaces pueden cometer un delito con un
Pertenecen a este primer periodo algunos es- elemento subjetivo suficiente como para ser to-
tudios sobre temas comparados y metodológicos mado en consideración y dado que en el «hecho»
(Il nuovo diritto criminale negli avamprogetti se manifiesta la peligrosidad del autor. Grispigni
della Svizzera, Germania ed Austria: tentativo di reivindica, sin embargo, la plena autonomía del
una interpretazione sistematica del diritto in for- estudio jurídico del delito, del deber ser, respecto
mazione, con una appendice sul controprogetto al de las causas individuales y sociales de la cri-
tedesco di Kahl, Liszt, Lilienthal e Goldschmidt, minalidad, colocando de este modo, junto a las
1911; La odierna scienza criminale in Italia, 1909), disciplinas vinculadas con el ser o saber causal,
además de sobre las tendencias criminológicas tales como las criminológicas y sociológicas, las
del Positivismo y sobre el hecho del inimputable disciplinas estrictamente normativas, como la
(Il delitto del non imputabile nel concorso di più Dogmática jurídica, que es por lo tanto totalmen-
persone nello stesso reato: appunti di critica giu- te autónoma con respecto a la Criminología (La
ridica, 1911; La pericolosità criminale e il valore dommatica giuridica ed il moderno indirizzo de-
sintomatico del reato, 1920; La responsabilità giu- lla scienza criminale, 1920). Además, el Derecho
penal se sitúa en el ordenamiento jurídico como
(*) Traducción de Víctor M. Macías Caro. El texto de
un todo: la norma penal es sancionadora de pre-
Donini se encuentra en Dizionario biografico dei giuristi ceptos extrapenales y por lo tanto no nace fuera
italiani, editorial Il Mulino 2013. del sistema de Derecho público y privado, sino
(**) Catedrático de Derecho Penal de la Universidad de que dialoga con el mismo (Il carattere sanziona-
Modena y Reggio Emilia. torio del diritto criminale, 1920).

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DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

Es de 1928 el volumen Introduzione alla so- rattere sanzionatorio del diritto criminale (1920)
ciologia criminale, en el cual se circunscribe con y La dommatica giuridica ed il moderno indirizzo
gran claridad el objeto de la Sociología criminal della scienza criminale (1920), debemos hacer
al fenómeno colectivo de la criminalidad (ni de mención también a L’omissione nel diritto penale
las normas ni de las penas), mientras que a la (1934), L’evento come elemento costitutivo del rea-
Psicología criminal y a la Antropología criminal to (1934), Il nesso causale nel diritto penale (1935),
se reserva el estudio de las causas individuales Il reato plurisoggettivo (1941), Dall’esegesi alla
y endógenas del delito. Los estudiosos positivis- dommatica della parte speciale del diritto penale
tas de su tiempo (ver Studi in memoria, 1956) se (1947), La nuova sistematica del reato nella più
centraron mayormente en su compromiso con recente dottrina germanica (1950), la colección
las ciencias criminológicas, en su dedicación en de lecciones I delitti contro la Pubblica amminis-
dicho sentido en múltiples conferencias, leccio- trazione (1952) y sobre todo los dos volúmenes
nes, congresos (incluso internacionales), ade- del Diritto penale italiano (vol. I y II, 2ª ed., 1945;
más de en la dirección de la revista La Scuola vol. I y II, 3ª ed., 1950; inicialmente Corso, vol. I,
positiva, y también en su convicción profunda Introduzione, 1ª ed., 1933 y vol. II, Il reato, 1ª ed.,
de la parcialidad e insuficiente esterilidad del 1935), en los que se compendia o al que fueron
estudio sólo jurídico del delito también en pers- destinados sus escritos precedentes.
pectiva de reforma. No obstante, hoy vemos en el
Grispigni criminólogo sobre todo una contribu- En 1942 se le llama a Roma, primero a la cáte-
ción relevante en el plano del método (piénsese, dra de Derecho procesal penal y luego, a partir de
para un discípulo de Ferri, en la separación de la 1945, a la Derecho penal. También en 1942 pu-
dogmática penal de las espirales omnívoras de blica el artículo La funzione della pena nel pen-
la Sociología, y también en la exclusión del tema siero di Benito Mussolini: dichiarazioni del duce
del libre albedrío de las premisas de la ciencia d’importanza storica per il diritto penale italia-
criminológica, que prescinde de dicha cuestión no y recoge, junto al penalista alemán Edmund
«filosófica»), pero también una especie de ob- Mezger, algunos escritos comparados (ítalo-
sesión positivista contraria a la idea retributiva, alemanes), polémicos y de política de reformas,
en favor de un modelo de pena neutralizadora, en el volumen sobre La riforma penale nazional-
mera defensa social, cuya medida es la peligro- socialista. La recopilación refleja con crudeza el
sidad criminal. clima de la época y el escaso conocimiento de
los horrores del Holocausto que subyacían a los
Viceversa, es su producción dogmática sobre temas (pensados como más «técnicos») de las es-
al teoría del delito la que ofrece a la ciencia pe- terilizaciones, las castraciones, las llamadas de-
nal productos actuales y duraderos no sólo en el generaciones raciales, etc., con picos de dureza
plano del método, sino también desde el punto sancionatoria «neutralizadora» que son expre-
de vista de los contenidos de los análisis jurídicos sión de la cultura del Positivismo criminológico y
presentes en las obras publicadas. Pertenece a no sólo de un clima ideológico autoritario. Gris-
este segundo filón de su producción el ensayo La pigni ve en las reformas penales nacionalsocia-
responsabilità penale per il trattamento medico- listas («una doctrina esencialmente biológica»)
chirurgico arbitrario (1914) y el poderoso volu- la realización de aquellos ideales «científicos»
men Il consenso dell’offeso (1924), que junto a un positivistas de lucha contra la peligrosidad que
análisis muy detallado contiene ideas modernas no habían sido totalmente implementados por
del consenso del titular de derechos como «con- el Código Rocco. A partir de 1944 se convierte en
dición resolutiva de la tutela jurídica de un bien», Director de La Scuola Positiva, sucediendo como
la distinción entre el consenso que convierte en tercer director a Enrico Ferri y a Eugenio Florian.
lícita una ofensa y el que excluye incluso de he- Tanto a la revista como a la docencia dedicará el
cho la propia lesión, el análisis del consentimien- tiempo hasta su muerte (Roma, 20/8/1955), por-
to en los delitos culposos y en los de peligro, etc., que «la universidad oxigenaba su alma y le daba
que anticipan concepciones liberales sobre la una razón de vida» (E. ALTAVILLA, 1956, 6).
autopuesta en peligro como causa de atipicidad
del hecho y sobre el consentimiento como ele- Si nos alejamos del tema de la «lucha contra el
mento negativo del hecho y por lo tanto de la crimen» en la declinación propia de la cultura del
propia ofensa. Además de las obras citadas Il ca- Positivismo y de las fuertes adhesiones a los pro-

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DPyC Massimo Donini

gramas penales nazifascistas, todo el que haya te jurídico) como «ciencia». Su Diritto penale
leído aunque sólo sean los estudios mencionados italiano, en el que confluyeron orgánicamente
sobre el carácter sancionatorio del Derecho pe- las contribuciones técnicas citadas, pese a ser in-
nal, sobre la omisión, sobre la causalidad, sobre completo, representa una de las obras generales
el resultado o sobre la nueva sistemática alemana más meditadas y rigurosas de la primera mitad
tras el Finalismo, sabe que Grispigni se encuen- del siglo XX en el plano del método y de las más
tra entre los juristas más cultos, refinados y me- instructivas en términos de reconstrucción his-
todológicamente avanzados de la primera mitad tórica, de las fuentes, del análisis del delito, de su
del siglo XX y entre los que más han reflexionado elemento objetivo y de la introducción a la Parte
sobre el Derecho penal (en sentido estrictamen- especial. u

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DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

La función de la pena en el pensamiento de Benito


Mussolini. Afirmaciones del Duce de histórica impor-
tancia para el Derecho penal italiano
POR Filippo Grispigni (*) (**)

Los estudiosos de Derecho penal en Italia se ciplina, está la naturaleza del régimen político
encuentran actualmente frente a dos problemas vigente en Italia. De hecho, algunos de quienes
de fundamental importancia que deben ser re- consideran que las doctrinas del régimen fascis-
sueltos. El primero consiste en esto: ¿cuáles son ta influyen en el contenido de las disposiciones
los principios fundamentales que inspiran nues- penales de carácter político, excluyen que dichas
tra legislación penal y sobre la base de cuáles doctrinas sean un obstáculo para la renovación
debe reconstruirse su sistema? Algunos se sor- del Derecho penal de acuerdo con los resultados
prenderán de que aún existan discusiones sobre de las ciencias psicológicas y sociológicas. Otros,
esta cuestión, pero por desgracia la realidad es por el contrario, infieren de la naturaleza del ré-
que tras el Código Rocco (del que se esperaba gimen fascista la necesidad de un retorno a las
que significase la superación de las tendencias más ortodoxas doctrinas de la Escuela clásica.
en conflicto) las divergencias han reaparecido de
forma más graves y profundas que antes. El se- Para tener un elemento de decisiva importan-
gundo problema (estrechamente vinculado con cia para la solución de los dos problemas indica-
el primero) es el siguiente: la legislación penal de dos, me ha parecido que se debería determinar
los Estados del mundo se está transformando de cuál es el pensamiento del Duce sobre la función
acuerdo con un tenencia que en un reciente tra- de la pena. Ciertamente, y siendo ya interesante
bajo he intentado describir. Ahora bien, ¿cuál es (desde el punto de vista histórico y cultural) in-
la posición de Italia con respecto a dicha tenden- vestigar cuál es el modo de concebir la función
cia? ¿Se mueve en la misma dirección o bien en punitiva por parte de una alta personalidad po-
sentido distinto e incluso opuesto? lítica, una investigación de este tipo se hace im-
prescindible cuando se trata del Jefe de Gobierno
En la base de las diferencias sobre estos dos en un régimen totalitario. Es evidente que el fun-
puntos, de capital importancia para nuestra dis- cionamiento de una expresión tan alta de la so-

(*) (1884 -1955) Jurista italiano que ejerció la titularidad opuesta Escuela positiva encuentran una feliz síntesis que
de las cátedras de Derecho Penal de las Universidades de constituye, en sus resultados legislativos y en sus manifes-
Camerino, Roma, Cagliari, y Milán. taciones prácticas, un ejemplar progreso desde el punto
de vista jurídico y humano en la vida italiana y también
(**)Traducción de Víctor M. Macías Caro. El artículo de un modelo para otros países. El Estado es una entidad tan
Grispigni fue publicado en Rivista Penale 1942. Nota de potente y solemne que repudia el concepto de la venganza
Grispigni: Este escrito reproduce la comunicación hecha con respecto al individuo. Sin embargo, tiene el deber de
al Congreso de la Sociedad Italiana para el Progreso de defender a la sociedad. La pena responde precisamente y
las Ciencias el 29 de septiembre de 1942-XX. La reunión está determinada por el concepto de defensa social, con-
fue presidida por el Duce y estaban presentes el Ministro cepto que no se ve contradicho de ningún modo por el de
de Justicia, conde Dino Grandi, el Ministro de Educación la corrección y la recuperación de los culpables, siempre y
Nacional Bottati, el Ministro de la Cultura Popular Pavolini, cuando esto sea posible, respondiendo también ello a un
el Ministro de las Corporaciones, etc. y además todos los fin netamente social.En la sesión posterior se presentó en
subsecretarios y representantes de la Dirección Nacional la Sección de Ciencias Jurídicas la siguiente moción, que
del Partido Fascista. El Duce, sintetizando las cuestiones resultó aprobada por unanimidad:”Se hace voto de que,
tratadas, pronunció un discurso que fue resumido en un tras las discusiones que tuvieron lugar en la sesión del 29
comunicado dirigido a los periódicos por el Gabinete de de septiembre del año XX y las declaraciones del Duce, se
prensa del Jefe del Gobierno:Él señaló que en la concien- les dé valor, con una actividad específica, a los estudios
cia fascista, que pudo definir con mayor precisión en esta dirigidos a precisar los medios con los que hacer realidad,
ocasión, la parte vital de los principios de la Escuela clásica en el campo científico y práctico, el concepto de la defensa
en materia penal y la parte vital de los principios de la social en la lucha contra la criminalidad”.

214 • Derecho Penal y Criminología - AÑO Iv • Nº 02 • MARZO 2014


DPyC Filippo Grispigni

beranía del Estado, tal y como la potestad puniti- comprenderá fácilmente el significado de dicha
va, no puede ser determinado con precisión si no declaración. Como es bien sabido, las teorías so-
es encuadrándolo en la concepción política de bre la función de la pena se reducen a dos fun-
Aquel que en un régimen totalitario es la mente damentales: por un lado, las llamadas absolutas,
y el corazón de la Nación, el espíritu animador y que asignan a la pena la función de retribución
propulsor de todo aspecto de la vida de la comu- moral (punitur quia peccatum est) y las relativas,
nidad popular. La interpretación misma del De- que consideran la pena como medio para un
recho positivo, también restringida al ámbito de objetivo, en concreto un medio de defensa con-
las necesidades históricas y prácticas inmediatas tra el peligro de que se cometan delitos (punitur
de la aplicación de la Ley, exige el conocimiento ne peccetur). Estas últimas se subdividen según
de los criterios que inspiran en su acción de go- si identifican dicha defensa en la prevención ge-
bierno a la voluntad suprema que el destino ha neral (intimidación de la población general) o
puesto al timón del Estado. en la prevención especial (corrección, reeduca-
ción, eliminación, etc.), o bien si acogen ambas
A partir de estas consideraciones, de carácter funciones preventivas, coordinadas la una con la
no ya político, sino estrictamente técnico-cien- otra.
tífico, me proponía desde hace tiempo estudiar
cuál es exactamente la concepción que el Duce Así las cosas, ¿cómo se puede dudar de que la
de la nueva Italia tiene de la función punitiva. concepción del Duce coincide sustancialmente
Pues bien, en el momento de publicar el resul- con la teoría mencionada en último lugar? No
tado de mis investigaciones, siempre me he de- se alude, ni siquiera lejanamente, a la venganza
tenido debido a que era consciente de no tener retributiva, sino únicamente a la defensa im-
ningún derecho a hacerme intérprete de su pen- plementada por medio de la intimidación y la
samiento. Es cierto que mi reconstrucción se ba- corrección. La certeza sobre este pensamiento
saba en algunas manifestaciones expresas de su es aun mayor al recordar lo que se dice expre-
pensamiento, las cuales indicaré más adelante, samente en el Informe al Rey que acompaña el
pero no obstante, ¿cómo alejar el temor de un nuevo Código penal:
eventual error en la comprensión de las mismas?
Sin embargo, recientemente —habiéndome con- “Según la concepción fascista (que en ello está
cedido la benevolencia del Duce una entrevis- vinculada con la tradición propia de Romagnosi
ta— he aprovechado la ocasión para dirigirle al- y de Carmignani, recuperada —aunque con exa-
gunas preguntas que sirvieran para disipar toda geraciones evidentes— por la Escuela criminal
incertidumbre. De manera que todo lo que será antropológica), el derecho a castigar no es sino un
aquí expuesto tiene mayores probabilidades de derecho de conservación y de defensa propio del
no estar lejos de la verdad. Estado, que nace con el propio Estado, análogo
pero sustancialmente distinto del derecho de de-
Como ya he dicho, ya existían manifestaciones
de su pensamiento que no dejaban dudas al res- fensa del individuo y que tiene como objetivo ase-
pecto. Y de hecho, al dictar el Programa del Parti- gurar y garantizar las condiciones fundamentales
do Fascista, Él había escrito: e indispensables de la vida en común”.

“Se promueven los medios preventivos y te- Quien quisiera negar el valor decisivo de es-
rapéuticos de la delincuencia [nótese: medios tas afirmaciones sobre el criterio fundamental
terapéuticos, sólo esta frase es ya un programa que fundamenta la legislación penal fascista
audaz]. La pena, medio de defensa de la sociedad demuestra sólo que los prejuicios impiden la vi-
nacional lesionada en el Derecho, debe cumplir sión de lo que resulta evidente. No se olvide que
normalmente la función de intimidación y correc- el Informe al Rey que acompaña al Código no es
ción; los sistemas penitenciarios, en virtud de la la expresión del pensamiento individual de uno
segunda función, deben ser mejorados y social- de tantos que colaboraron en la preparación de
mente perfeccionados”. la obra legislativa, sino que es la síntesis defini-
tiva, tal y como resulta de la ponderación de los
Pues bien, todo el que conozca el desarrollo distintos y a veces opuestos puntos de vista, es
histórico de las doctrinas penales y recuerde las la consagración solemne de la decisión tomada
luchas entre las distintas tendencias científicas, por el legislador sobre el criterio que inspira la

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DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

voluntad de la Ley. Pues bien —no siendo ni si entrada Estado de la Enciclopedia Treccani, en la
quiera lejanamente imaginable que un Ministro que su filosofía se acerca a la del Idealismo abso-
de Justicia escribiera dichas palabras sin asegu- luto, e integrándolo también con lo que dijo en
rarse de que corresponden con el pensamiento el gran discurso sobre el Tratado de Letrán sobre
profundo de Aquel que es el más alto guía del las respectivas competencias de Iglesia y Estado,
Régimen— el hecho es que las mismas cuentan sería posible reconstruir su concepción penal sin
con la firma del propio Duce, el cual, dado que excesiva dificultad. Pero, queriendo cumplir con
marca las directrices de toda actividad nacional, entera responsabilidad mi deber, he creído nece-
con mayor razón no puede haber descuidado el sario recurrir a la fuente directa y es por ello por
control sobre el modo de realización de la gran lo que he tenido el valor de consultar al Duce.
reforma penal fascista.
Pues bien, las declaraciones que he recibido
Si se tienen además en consideración algunos son de tal naturaleza que asumen un valor his-
institutos introducidos en la nueva legislación, tórico para nuestra disciplina. Y de hecho las
se deberá estar de acuerdo en que sólo un es- mismas excluyen cualquier posibilidad ulterior
píritu fanático puede inducir a no reconocer la de equívoco y terminan de manera definitiva
significación que los mismos tienen: la plena toda discusión sobre los criterios informado-
responsabilidad de los reos en estado de em- res de la legislación penal fascista. El intérpre-
briaguez total, incluso sólo culposa; la figura del te podrá conocerlos por fin y quien tenga una
delincuente por tendencia; la responsabilidad visión distinta podrá muy bien asumir una ac-
meramente objetiva sancionada en algunos ca- titud crítica con respecto a los mismos, pero no
sos, etc., pese a los esfuerzos a veces infantiles se le permitirá presentar las propias opiniones
realizados por interpretarlos de manera defor- personales como principios de la legislación
mada, son pruebas más que elocuentes de la vigente.
concepción relativista acogida por el Código. Y
como si ello no fuese suficiente —sólo tres años He aquí, por lo tanto, el informe fiel de la entre-
después de la entrada en vigor del mismo— ha vista que he mantenido con el Duce.
tenido lugar la valiente y oportuna reforma, Yo le hacía llegar como obsequio algunas de
promovida por el Ministro De Francisci, sobre mis recientes publicaciones. Él las ha examinado
la delincuencia de menores, que ha demostra- rápidamente una a una y me había pedido expli-
do de nuevo cuál es la concepción fascista de la caciones sobre las teorías que sostengo. Le dije
represión penal. Desde hace varios decenios la particularmente que, como partidario de las mo-
Escuela clásica inspiraba la legislación italiana y dernas tendencias en las ciencias criminales, ha-
nunca se le había ocurrido realizar una reforma bía intentado liberar a las mismas de la filosofía
así, mientras que la tendencia moderna la había del materialismo y del positivismo, convencido
invocado desde su surgimiento. Y mientras que de la necesidad de dar al problema un carácter
algunos, escondiendo mal su desaire, llegaron técnico, que pueda ser acogido por los seguidores
incluso a poner en duda su constitucionalidad, de cualquier sistema filosófico y religioso.
nosotros la saludamos con júbilo y afirmamos
su carácter casi revolucionario. Pero el Ministro —Me gustaría poder leer todos estos escritos
De Francisci fue incluso más explícito al respec- —dice— sin embargo, por desgracia, no tengo
to, al declarar en la Cámara: “Esta ley tiene un tiempo. Pero este sobre la concepción penal de
carácter revolucionario”. Y ciertamente ello no Antonio Rosmini me interesa de modo particular
tuvo lugar sin el conocimiento del Duce. y ciertamente lo leeré. ¿Tratáis del Roveretano?

Pero la fuente más explícita del verdadero pen- —Exactamente, y demuestro que el gran fi-
samiento de Éste sobre la función de la pena se lósofo, pese a ser un sacerdote, sostuvo que la
encuentra en algunas declaraciones que Él mis- pena no puede tener función de retribución mo-
mo tuvo la ocasión de hacer hablando con un pe- ral, sino sólo la de defensa. Es decir, el tiene las
riodista extranjero y a las que se hará referencia mismas ideas que Usted. Es más, a este respecto,
más adelante. Por ahora bastará poner de relie- me gustaría pedirle autorización para escribir un
ve que, sobre la base de lo que se ha dicho hasta estudio sobre la función de la pena tal y como Us-
ahora, e integrándolo con lo que escribió en la ted la concibe.

216 • Derecho Penal y Criminología - AÑO Iv • Nº 02 • MARZO 2014


DPyC Filippo Grispigni

—¿Cree de verdad que lo que he dicho sobre —El gobernante —declara el Duce— debe
este tema pueda constituir objeto de un estudio proceder a asegurar la existencia de la polis, una
científico? polis que en este caso extiende su ámbito a 45
millones de hombres. Esta es su tarea y la fun-
—No sólo lo creo, sino que lo considero nece- ción de la pena debe ser determinada en virtud
sario. En nuestro campo se desencadenan toda- de dicha tarea.
vía las luchas entre escuelas. Para poner fin a las
mismas —al menos en lo que concierne al Dere- —Usted ha dicho que el objetivo de la defensa
cho italiano— es necesario dar a conocer de una se verifica de dos modos: con la intimidación y
vez, de forma definitiva, cuál es su pensamiento con la corrección.
al respecto. En el Programa del Partido Fascista
Usted ha escrito que la función de la pena es la —El modo cuenta poco.
de defensa, la cual se implementa mediante la in-
timidación y la corrección. En estas palabras está En verdad, no comprendí en seguida qué que-
la síntesis de la más moderna concepción penal ría decir con las palabras “El modo cuenta poco”.
y es también lo que yo sostengo. El Duce advierte que no he entendido y repite:

—Me parece que no puede haber dudas sobre —El modo no cuenta. Lo esencial es que quien
este punto —dice. ha cometido un delito no pueda cometer otros.
Si este objetivo se puede obtener con el menor
—Pero Usted sabe que algunos opinan, por el sufrimiento, tanto mejor. En Cerdeña están los
contrario, que la pena debe tener la función de reclusos “excarcelados”, como dicen allí. Es decir,
retribución moral... son prisioneros a los que se les permite ir libre-
mente por el pueblo y cumplen así con su traba-
—Eso es metafísica —declara Él inmediata- jo.
mente. Y su juicio es expresado con voz clara,
categórica y cortante. —Lo sé porque he sido profesor en Cagliari y
he visto a los prisioneros salir del establecimien-
—Nuestros adversarios quieren que el juez in-
to penitenciario por sí solos, sin ser acompaña-
vestigue si y en qué medida la conducta del reo
dos por agentes de custodia.
debe ser adscrita a su libre culpa...
—Los razonamientos filosóficos no tienen —Es posible además—continúa—que el Es-
nada que ver. No se soluciona con ellos los pro- tado mire por obtener la recuperación social de
blemas penales —comenta. los reos para convertirles de nuevo en elementos
útiles para la sociedad.
—Y sin embargo quienes opinamos que la fun-
ción de la pena debe consistir en la defensa y que Entonces entendí ciertamente a qué aludía el
se debe prescindir del libre albedrío, aunque no Duce con aquella expresión. Yo había puesto el
lo neguemos, somos tildados de subversivos y acento en la intimidación como medio de defen-
enemigos de la religión. sa. Y por el contrario Él quería decir que también
la intimidación es secundaria. Pero ¿cómo podía
—Cuando el Estado se inmiscuye en cuestio- entenderlo en un principio? ¿No nos han dicho
nes que conciernen a la religión se está desvian- que, por ser autoritario el Estado fascista, es nece-
do de sus competencias específicas. saria la severidad de las penas? Y por el contrario
el pensamiento del Duce es de lo más moderno y
—Es eso precisamente lo que afirma Antonio humano que se pueda imaginar: defenderse, pero
Rosmini. El juez humano no es capaz de dis- intentando reducir el sufrimiento al mínimo y te-
tinguir, en medio de la maraña inmensa de las niendo como posibilidad la recuperación social
causas que influyen en la génesis del delito, si y de los reos. Quien conoce las teorías penales que
en qué medida dicho origen puede deberse a la sostengo, imaginará fácilmente lo que pasaba por
libertad moral. Sólo Aquel que escruta los cora- mi ánimo al oír estas declaraciones.
zones y las mentes de los hombres puede realizar
dicho juicio. Pero el Estado debe únicamente de- Pero la paciencia del Duce es tan grande y su
fenderse. El Estado no es la Iglesia y tiene compe- benevolencia con la que me habla es tan alenta-
tencias distintas, que son de naturaleza terrenal. dora que oso plantear otra pregunta:

AÑO Iv • Nº 02 • MARZO 2014 - Derecho Penal y Criminología • 217


DPyC Derecho Penal Autoritario doctrina

—Con ocasión de una conversación que Usted necesario cortar un brazo gangrenoso con tal de
mantuvo hace algunos años con un periodista que no muera todo el cuerpo?
extranjero trató también de problemas penales
e hizo unas afirmaciones tan explicitas que eli- Ciertamente, no necesito comentar punto por
minan cualquier posibilidad de duda sobre su punto estas declaraciones del Duce. Todo el que
verdadero pensamiento sobre la función puniti- conoce las controversias que dividen las distintas
va. ¿Podría autorizarme a reproducir esas decla- tendencias en el campo de la ciencia penal, y no
raciones? He aquí una copia que he realizado de sólo en Italia, comprenderá fácilmente el signi-
las mismas. ficado decisivo de las mismas. No son motivos
éticos o religiosos los que ha hecho restablecer
El Duce coge el folio y lo lee. Cuando ha ter- la pena de muerte en Italia, sino sólo los mismos
minado me lo vuelve a dar, diciendo con tono motivos que informan la legislación penal del
categórico: Estado fascista, es decir, la defensa contra la cri-
minalidad. Y si Masaryk ha seguido, por el con-
—No sólo no reniego de estas afirmaciones, trario, otros criterios, que son precisamente los
sino que las confirmo y os autorizo a reproducir- de la retribución moral, Mussolini declara, con
las. una precisión que no puede dejar lugar a dudas,
que él ha actuado “por motivos distintos”. Por lo
Y yo me acojo precisamente a esta autoriza- tanto, el rechazo de la lúgubre doctrina de la ven-
ción para reproducir aquí, sin modificación ni ganza retributiva, camuflada en pretextos éticos,
añadidura alguna, el diálogo, tal y como se de- es neto y categórico. “Yo me dejo guiar en dicha
sarrolló. cuestión sólo por reflexiones sociales”. Y es este
verdaderamente el criterio que debe inspirar a
El periodista comenta la pena de muerte y pre- un gobernante que no confunda la propia misión
gunta: con la del confesor.
—¿Por qué Usted la ha reintroducido? El Duce me dijo otras cosas para ilustrar su
pensamiento sobre la función penal, las cuales
—En los últimos tiempos en Italia había au- no podría repetir aquí fácilmente con la debida
mentado de forma terrible el número de delitos precisión; pero lo que he reflejado me parece
graves: por cada cien que tenían lugar en Inglate- más que suficiente para resolver los dos proble-
rra, aquí había quinientos. mas que he mencionado en un principio. Y la
solución es la siguiente: el sistema del Derecho
—Entonces a Usted no le han movido motiva- penal vigente debe reconstruirse asignando a la
ciones éticas ni religiosas. pena la función de la defensa, dejando que los
filósofos continúen discutiendo sobre el libre al-
—¿Religiosas? —preguntó él sorprendido— La bedrío. Por lo que respecta a la tendencia según
religión no puede reconocer este castigo. la cual se está transformando el Derecho penal
de todos los Estados, no sólo sigue Italia, en lo
—¿Según qué Testamento? —dije yo— El Viejo fundamental, la misma dirección, sino que pre-
dice: “ojo por ojo, diente por diente”. E. Masaryk, tende dar ejemplo, continuando en la función
cuya estatura moral Usted me confirmó, está a fa- que ha cumplido hasta ahora de maestra del De-
vor de la pena de muerte por razones puramente recho penal. Dicha voluntad ha sido demostrada
morales. Incluso me ha explicado que los delitos también recientemente al delinear el Ministro de
capitales no han disminuido con esta medida y Justicia las mejoras que debían ser introducidas
que por lo tanto no quiere proponer con ello nin- en el Código Rocco para que la legislación italia-
guna defensa social, sino que quiere únicamente na sea, también en el futuro, luz de civilización
vengar el delito de sangre. para el mundo.
—Entonces nosotros hacemos lo mismo, pero De esta manera, el pensamiento y la obra de
por motivos distintos —dijo Mussolini— Yo me gobierno de Benito Mussolini se presentan como
dejo guiar en dicha cuestión sólo por reflexiones la directa continuación de la más gloriosa tradi-
sociales. ¿No fue Santo Tomás el que dijo que es ción penal italiana, es decir, la continuación del

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DPyC Filippo Grispigni

pensamiento de Beccaria, de los hermanos Verri, ciales en la profunda complejidad de sus causas,
de Romagnosi, de Filangeri, de Carmignani, de con sentido de realismo y, al mismo tiempo, de
Antonio Rosmini, de Cattaneo, de Garofalo y de sana humanidad.
Enrico Ferri. Y además el problema de la preven-
ción y de la represión penal no podía tener una Él es en verdad Aquel sobre el que el poeta
solución distinta por parte de un estadista como dijo que “le fonti dell’universa vita ebbe in suo
el Duce, acostumbrado a analizar los hechos so- cuore”. u

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