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Perfil Vegano Activista Liberación Animal PDF
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1999; Peek et al., 1996; Plous, 1998). En la razones éticas (Gutiérrez, 2009; McDonald,
actualidad, sus ideas y acciones se encuen- 2000; Taylor, 2005). Por otra parte, aunque el
tran difundidas a nivel mundial (Gutiérrez, vegetarianismo se considera «(l)a piedra an-
2009), habiendo logrado en los últimos años gular del movimiento» (Herzog, 1993: 112), el
atraer la atención pública hacia el maltrato hecho de que no todos los activistas anima-
animal, hacer reflexionar a la sociedad sobre listas adopten una dieta vegana ni de que
el tipo de relación(es) que mantenemos con todos los veganos sean activistas (Herzog y
los animales no humanos e impulsar cambios Golden, 2009; McDonald, 2000; MacNair,
legislativos3 (Galvin y Herzog, 1992, 1998; 2001; Munro, 2001; Plous, 1991, 1998) dota
Herzog, 1993; Herzog y Golden, 2009) y al- al fenómeno de mayor complejidad.
ternativas de consumo responsable4. En España, las primeras asociaciones
Ha sido calificado como movimiento so- animalistas datan de los años setenta, si bien
fisticado y heterogéneo, compuesto por una es en 1985 cuando se constituye Alternativa
pluralidad de personas, con distintos puntos para la Liberación Animal, la primera asocia-
de vista, ideologías, causas y objetivos (Gal- ción abolicionista de ámbito nacional y ori-
vin y Herzog, 1992; Herzog, 1993; Jamison y gen de alguno de los grupos actuales (Gutié-
Lunch, 1992; Plous, 1991; Shapiro, 1994), de rrez, 2009). Ahora bien, a pesar de que llevan
ahí que algunos autores prefieran hablar, más más de tres décadas trabajando y de que
que de un único movimiento, de una línea cuentan con el apoyo de la sociedad6, ape-
continua integrada por posturas diversas: nas se sabe nada de sus actores principales:
desde los bienestaristas o welfarists a los individuos que voluntariamente eligen y pro-
abolicionistas o rightists5 (Taylor, 1999, en mueven el estilo de vida vegano y antiespe-
Signal y Taylor, 2006b). La diferencia es im- cista. ¿Quiénes son? ¿Cómo ha sido su pro-
portante: los primeros responden a una vi- ceso de conversión? ¿Cuáles son sus
sión antropocéntrica del mundo, defendien- estrategias de activismo? Este artículo viene
do la utilización y el trato «humano» de los pues a suplir ese vacío, exponiendo los resul-
animales no humanos; los segundos abogan tados de una investigación exploratoria y pre-
por el fin de la explotación animal y promue- liminar que aborda dichas cuestiones y que
ven el antiespecismo y el veganismo ético, pretende servir de base para futuras investi-
un estilo de vida que rechaza la discrimina- gaciones sobre el movimiento, sus estrate-
ción basada en la diferencia de especie y la gias y sus actores.
utilización de productos de origen animal por A la vista de lo anterior, el objetivo de
este trabajo es analizar el perfil del vegano
activista abolicionista, por ser, dentro del
3 Prevention of Farm Animal Cruelty Act (Proposition 2)
colectivo animalista, el que persigue una
de California sobre las gallinas ponedoras de huevos.
Directiva 2010/63/UE del Parlamento y Consejo Europeo mayor consistencia moral y exige un mayor
relativa a la protección de los animales utilizados para compromiso personal y transformación de
fines científicos. Ley 28/2010, de 3 de agosto, sobre la
abolición de las corridas de toros en Cataluña.
su día a día (Cherry, 2006; Gaarder, 2008;
4 La venta de los productos vegetarianos experimentó
un crecimiento del 79% entre 1990 y 1994 y un 38% en
2004 en el Reino Unido. En 2008, el mercado vegetaria- 6 Según el Barómetro de marzo de 2010: Estudio 2831
no de este país fue valorado en unos 739 millones de realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas
libras y los productos sustitutivos de la carne en 170 (CIS), las organizaciones animalistas se han ganado la
millones de libras (Vegetarian Society). simpatía de la sociedad española, obteniendo una cali-
5 Para otras clasificaciones véanse Gutiérrez (2009) y ficación de 7,03 en una escala de 0 a 10, donde 0 sig-
Jasper y Nelkin (1992, en Herzog, 1993). No obstante, la nificaba «ninguna simpatía» y 10 «mucha simpatía».
literatura, y también este estudio, utiliza las posturas abo- w w w. c i s . e s / c i s / o p e n c m s / - A r c h i v o s / M a rg i n a -
licionistas y bienestaristas por ser las más enfrentadas. les/2820_2839/2831/es2831.pdf.
Hirschler, 2008; Herzog, 1993; Jamison y utilizan los términos «animalista», «protec-
Lunch, 1992; McDonald, 2000; MacNair, ción animal», «derechos de los animales» y
2001; Plous, 1991). Además, su condición «defensa animal» para englobar a todas las
de activista le convierte en futuro reproduc- posiciones filosóficas y los de «liberación
tor de valores y prácticas abolicionistas, en animal» y «antiespecista» para identificar las
personal voluntario de las organizaciones posturas abolicionistas. Por otro lado, existe
animalistas y en líder para los demás anima- dificultad a la hora de delimitar cuándo una
listas. Así, examinar a estos individuos puede persona es o no activista animalista, por lo
ayudar a comprender actitudes y a predecir que se optó, siguiendo a Plous (1991, 1998),
comportamientos sociales. Concretamente, por invitar a los participantes a que declara-
se analizan las variables sociodemográficas ran si se consideraban o no activistas y su
e ideológicas, el proceso de conversión y las postura filosófica (bienestarista/abolicio-
estrategias de activismo; cuestiones de gran nista)9. Por último, para descartar toda ambi-
utilidad para que las organizaciones anima- güedad respecto al término «veganismo» se
listas y las empresas puedan conocer a sus decidió que fueran los participantes los que
futuros seguidores y clientes, respectiva- se auto-reflejaran en la siguiente definición:
mente, y a diseñar, por consiguiente, estra- «no utiliza ni consume productos de origen
tegias de marketing más eficaces y eficien- animal en la ropa (lana, seda, piel, cuero,
tes. Asimismo, pretende llamar la atención etc.), en los cosméticos o en la dieta, inclu-
de los poderes públicos e investigadores so- yendo la miel».
bre un área —la protección animal— que
En lo que a la literatura se refiere, existe
comienza a tener un incipiente interés aca-
un gran abanico de estudios, procedentes
démico7 y sobre un sector de la población
en su mayoría de Estados Unidos, sobre los
—los vegetarianos— que rechaza la violen-
activistas animalistas y los veganos, fenó-
cia, el sufrimiento y la cultura de consumo
menos analizados generalmente desde la
irresponsable (Herzog, 1993; Gaarder, 2008;
disciplina psicológica (perfil, personalidad,
McDonald, 2000; MacNair, 2001; Monaghan,
aspectos emocionales y cognitivos, proceso
2010; Shapiro, 1994) al tiempo que propone
de conversión e implicaciones morales) y
un estilo de vida más respetuoso con el me-
sociológica (construcción y acción social
dio ambiente (UNEP, 2010)8.
y estrategias). Aunque existen investigacio-
nes orientadas a fines instrumentales (gene-
ralmente en apoyo a organizaciones anima-
MARCO CONCEPTUAL listas), predominan aquellas con fines
El estudio de este campo plantea diversos descriptivos enfocadas a conocer el fenó-
problemas terminológicos derivados de la meno, diferenciarlo de otros y predecir com-
complejidad del fenómeno. En primer lugar, portamientos futuros. En ocasiones la
en España no existe un único vocablo para muestra seleccionada la componen solo ac-
referirse al movimiento; en este trabajo, se tivistas, mientras que en otras la conforman
activistas y no activistas con el objetivo de
do en universidades españolas. Asociación Inter-Univer- 9 «No activista, aunque me preocupa el bienestar ani-
sitaria para la Defensa de los Animales (AIUDA) con sede mal», «Activista de Bienestar Animal o Animal Welfare
en el CSIC. (aprueba el uso de los animales por el ser humano y
8 UNEP (2010): Assesing the Environmental Impacts of persigue la minimización del sufrimiento)», «Activista de
Consumption and Production. http://www.unep.org/re- los Derechos de los animales o Animal Rights (persigue
sourcepanel/documents/pdf/PriorityProductsAndMateri- la abolición del uso de los animales por el ser humano)»,
als_Report_Full.pdf «Otro (por favor especifique)».
Activistas y Cuantitativa Ethic position Galvin y Herzog, 1992; Herzog y Golden, 2009;
no activistas Questionnaire (EPQ) Nickell y Herzog, 1997
Animal Attitude Scale (AAS) Signal y Taylor, 2006, 2006b; Mathews y Herzog, 1997;
Herzog y Golden, 2009; DeLeeuw et al., 2007
comparar ambos grupos y predecir actitu- de análisis reuniera la doble condición: acti-
des pro-animalistas (véase la tabla 1). vista y vegano. Sin embargo, analizar este
En cuanto a la metodología, cabe desta- perfil parece importante porque aunque par-
car el uso de técnicas cuantitativas y el de- tamos de la idea de que el veganismo es un
sarrollo de herramientas ad hoc como la Ani- estilo de vida que afecta a todas las facetas
mal Attitude Scale10 para medir actitudes vitales (McDonald, 2000), no implica automá-
pro-animalistas o la Animal Right Scale11 so- ticamente que el sujeto se considere activis-
bre el reconocimiento de derechos a los ani- ta, entre otras razones, porque existen moti-
males y su uso en la experimentación. Es vos distintos a los de protección animal,
interesante resaltar el hecho de no haberse como la salud, para adoptarlo.
encontrado ningún trabajo en el que el sujeto
METODOLOGÍA
10 Escala elaborada por Herzog, Betchart y Pittman
(1991). Por tratarse de un estudio preliminar, y dado
11 Escala elaborada por Wuensch, Jenkins y Poteat el tamaño y la dispersión de la población a
(2002). estudiar, se optó por utilizar la técnica cuan-
El cuestionario
Variables %
Sexo Mujer 71
Hombre 29
Más allá de las evidencias empíricas, les (Durán, 1995: 381): la mayoría de los par-
múltiples teorías han intentado explicar la ticipantes tiene estudios superiores y es
relevancia de esta variable. Mientras unos menor de 35 años. Si bien hay que tener en
autores la vinculan al movimiento antivivi- cuenta que el uso de internet es mayor entre
seccionista de la época victoriana, predomi- la población de 25 a 35 años y con estudios
nantemente femenino (Munro, 2001), otros universitarios19, por lo que podría existir cier-
aluden a la distinta relación que los dos to sesgo debido a la auto-selección de la
sexos mantienen con la naturaleza: más muestra.
dominante el hombre, más ética la mujer El que sean de clase media concuerda
(Kellert, 1996, en Kruse, 1999). La teoría fe- con la extensa literatura sobre los nuevos
minista de la igualdad apunta a la condicio-
movimientos sociales (Durán, 1995) y aunque
nalidad social y a la opresión estructural
los resultados no son concluyentes, parece
sufrida por la mujer como factores determi-
ser que a mayor nivel de ingresos, mayor ac-
nantes que la predisponen a extender la
titud animalista; si bien, según Signal y Taylor
igualdad a otros seres vivos (Adams, 1990,
(2006b), la relación es negativa a partir de los
en Shapiro, 1994; Peek et al., 1996; Tyler, 2006).
60.000 dólares anuales.
Por último, cabe destacar la contribución de
la ética del cuidado de Gilligan (1982, en Las cifras sobre el estado civil y la tenen-
Galvin y Herzog, 1992), que mantiene que, a cia de hijos distan mucho de otros movi-
diferencia de los hombres, las mujeres favo- mientos sociales, como Simplyfing20 (Pier-
recen las relaciones interpersonales y están ce, 2003, en Huneke, 2005), y de la media
más inclinadas a basar sus juicios morales nacional21. La literatura no ha analizado es-
en el afecto y la compasión que en la justicia tas variables pero sí apunta a que este es-
o la ley. tilo de vida sea un factor que pueda dificul-
Por otra parte, aunque podría pensarse tar las relaciones en pareja (Herzog, 1993;
que el contacto con la naturaleza, posible en Munro, 2001). Finalmente, los autores coin-
los entornos rurales, favorecería una conduc- ciden en que existe una fuerte relación en-
ta pro-animalista, la mayoría de los partici- tre ser activista y convivir con animales; sin
pantes residen (y han residido) en zonas ur- embargo, no es concluyente el haber tenido
banas; Jasper y Nelkin (1992, en Kruse, 1999)
lo atribuyen a que en el mundo rural todavía
se mantiene una actitud más tradicional ha- 19 Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de
la SI (ONTSI) (2011). La Sociedad en la Red 2010. www.
cia ellos. Entre las Comunidades Autónomas, red.es/media/registrados/2011-07/ 1311937534349.pdf?
destaca la participación de los residentes en aceptacion=2edbe95e67b6e04b84553bb3683d5849
Cataluña (22%) y Madrid (18%), autonomías 20El 64% está casado y el 61% no tiene hijos (Pierce,
con mayor penetración de internet en los ho- 2003, en Huneke, 2005).
21 Según el Informe «Matrimonios y parejas jóvenes
gares (INE, 2010), pero también donde tienen
2009» de la Fundación Santa María, el 80% de jóvenes
su sede la mayoría de las organizaciones contrae matrimonio. http://prensa.grupo-sm.com/2010/
abolicionistas. 04/la-mitad-de-las-mujeres-interrumpen-o-abandonan-
el-trabajo-después-de-dar-a-luz.html. Según el Estudio
Los resultados sobre el nivel de educa- 2639 realizado por el Centro de Investigaciones Socio-
ción y la edad (indicador útil para medir la lógicas (CIS) sobre la fecundidad y los valores en la Es-
evolución del movimiento) coinciden con los paña del siglo XXI, el 54,9% estaba casada, el 71,8%
había estado casada alguna vez y el 69,7% había sido
de hace más de una década en Estados Uni- alguna vez madre de un/a niño/a que naciera vivo (mues-
dos (Galvin y Herzog, 1992, 1998; Gaarder, tra de 9.737 mujeres de 15 y más años). www.cis.es/cis/
2008; Jamison y Lunch, 1992; Jerolmack, opencms/-Archivos/Marginales/2620_2639/2639/
e263900.html. El INE (2004) señalaba que el 12,77% de
2003; Kruse, 1999; Plous, 1991) y con el nú- las parejas no tiene hijos. http://www.ine.es/revistas/ci-
cleo más «activo de los movimientos» socia- fraine/cifine_15mayo.pdf
esa experiencia durante la infancia (Jami- religiones pueden, de forma implícita o no,
son y Lunch, 1992; Peek et al., 1996). En contener mensajes en contra de la protec-
nuestro caso, ambas variables parecen re- ción animal» (Jerolmack, 2003: 259). Por
levantes y la tenencia actual supera la me- otra parte, DeLeeuw et al. (2007) expusieron
dia española22. la marcada relación que existe entre las
creencias religiosas de un individuo y su vi-
Creencias religiosas, visión sión sobre la ciencia y la naturaleza, de ma-
de la naturaleza y de la ciencia nera que aquellos que adoptan la teoría
creacionista o teísta (frente a la darwinista,
Aunque los participantes del estudio no
practican ninguna religión, sí se consideran postura mantenida por el 81% de los parti-
espirituales y algunos de ellos abrazan el cipantes) sobre el origen del ser humano
panteísmo (tabla 3). Esto es coherente con son menos proclives a apoyar al movimiento
la fuerte relación negativa observada por los animalista y más propensos a abrazar los
investigadores entre la práctica religiosa y la credos tradicionales y el antropocentrismo.
extensión de derechos morales a los anima- Como en otros estudios (Herzog, 1993; Her-
les. Además, parece ser que los adscritos a zog y Golden, 1993; McDonald, 2000; Tyler,
creencias judeocristianas muestran menor 2006; White, 1967, en Jamison y Lunch,
apoyo al movimiento (Galvin y Herzog, 1992; 1992), los encuestados rechazan que el ser
Jasper y Nelkin, 1992, en Kruse, 1999; Peek humano tenga pleno dominio sobre la natu-
et al., 1996); ello «hace pensar que ciertas raleza y los animales y presentan cierto gra-
do de misantropía; además, el 83% concibe
la vida del animal no humano igual de valio-
22 Según el Informe Animales de Compañía y Seguridad sa que la del humano, ser a quien califican
Vial de RACE y Royal Canin (2010: 3) «en seis de cada de «explorador insaciable», «plaga» o «se
diez viviendas españolas habita al menos una mascota»
www.race.es/seguridad_vial/campanas/segvial_masco- cree Dios y con derecho por encima de to-
tas/. dos los seres vivos».
Variables %
Religiosa Atea 55
Agnóstica 15
Panteísta 17
Budista 8
Católica 3
Protestante 1
Política Izquierda 76
Centro izquierda 12
Centro 8
Centro derecha 2
Derecha 2
Respecto a las áreas en las que centrar lucración, podríamos conjeturar que el movi-
el activismo, los hallazgos son similares a miento se encuentra en un momento similar
los de Galvin y Herzog (1998): todas son al de finales de los años noventa en Estados
valoradas como muy importantes con el Unidos, época en la que algunas organiza-
activismo sobre la industria alimentaria ciones animalistas experimentaron un creci-
encabezando el ranking (tabla 6), seguido miento exponencial del número de socios
del ocio y la moda. No obstante, no siem- (Plous, 1991). La cuestión es si dicha evolu-
pre fue así. Según Plous (1998), hasta me- ción será trasladable a España, en cuyo caso
diados de los años noventa la experimen- cabe esperar que la presión política, la me-
tación ocupó el primer puesto y fue el diática y la empresarial procedente de este
activista Henry Spira quien subrayó la ne- colectivo se intensifique en los próximos
cesidad de convertir al sector alimentario años. Además, la utilización de las tecnolo-
en el principal objetivo del movimiento por gías sociales y las similitudes entre los acti-
ser el responsable del 95% del sufrimiento vistas pueden ser factores que aceleren su
animal. crecimiento y potencien los procesos de
«coaprendizaje» entre asociaciones de dis-
TABLA 6. Importancia atribuida a las diferentes tintos países.
áreas de activismo
Este estudio se revela de interés para va-
M* rios grupos. En primer lugar, para las organi-
Industria alimentaria 4,82 zaciones que promueven el veganismo ético
Industria del entretenimiento 4,80 para que conozcan a sus potenciales segui-
Industria de la moda 4,79 dores y para que puedan atender mejor las
Animales de compañía 4,70
Investigación científica 4,67
demandas de sus actuales miembros. El he-
Animales en la enseñanza 4,60 cho de que muchos de los participantes se
Animales salvajes 4,45 sientan con frecuencia «bichos raros» y solos
Animales en el trabajo 4,09 o de que reclamen más unión dentro del mo-
* Las puntuaciones eran de 1 (menor valoración) a 5 (mayor
vimiento son señales de alarma sobre los que
valoración). convendría reflexionar. Concretamente, se
Fuente: Encuesta online. Submuestra de veganos activistas. recomienda fomentar espacios de encuentro
donde se alimente el lazo afectivo, la identi-
dad colectiva y la percepción de la eficacia
CONCLUSIONES de la acción individualizada, factores que pa-
recen fortalecer la capacidad de movilización
Con este estudio nos hemos acercado, por
de los actores sociales y la disposición ética
vez primera, a los actores más comprometi-
del proceso de compra.
dos en el movimiento animalista español: los
veganos activistas abolicionistas. A las empresas se les recomienda que,
Los resultados han mostrado que son además de ofrecer más alternativas veganas,
personas optimistas e informadas que com- se aseguren de que, si sus productos cum-
parten factores sociodemográficos, senti- plen con dichos requerimientos, lo expresen
mientos, procesos de conversión y estrate- de forma inequívoca ya que de lo contrario
gias con otros países. Esto hace pensar que estarían arriesgándose a perder un nicho de
el movimiento pudiera estar arraigado en va- mercado exigente pero leal.
lores que sobrepasan las diferencias cultura- Por último, es relevante para la Adminis-
les que pudieran existir entre las distintas tración Pública respecto a sus compromisos
naciones. Atendiendo al porcentaje de vega- adquiridos en la promoción del desarrollo
nos, así como a la edad y al tiempo de invo- sostenible a través del consumo responsa-
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RECEPCIÓN: 14/01/2011
REVISIÓN: 22/06/2011
APROBACIÓN: 11/01/2012