Día de la Escuela Sabática

Belsaides Martínez

1. Proponemos que este día sea el día especial para traer visitas y también a los
exmiembros de la iglesia.
2. Cuál será la iglesia que más visitas llevará al programa.
3. Por favor, infórmennos los resultados
4. Premiaremos la más destacada
5. Anuncie con anticipación este día especial.
6. En la junta directiva, prepare con esmero el programa de este sábado.
7. “La Escuela Sabática debería ser uno de los instrumentos más grandiosos y más
eficaces para traer almas a Cristo” C.O.E.S., 10.

Programa para la Escuela Sabática

Retorno

Directora: Muy buenos días. Ha llegado la hora fijada para dar comienzo a nuestra reunión.
Son las 9:30. Se acerca la Escuela Sabática. (Por el pasillo, vestida de blanco). Es muy
anciana, pues cuenta con 132 años. Cuánto nos ha beneficiado con sus orientaciones y
consejos. Bienvenida, Escuela Sabática, ¡ocupe este trono!

Escuela Sabática: Muchas gracias, sus palabras han llenado mi alma de alegría. Me gozo
mirando en esta reunión a nuestros queridos miembros, a las personas que acostumbran
visitarnos, y especialmente a tantos que estuvieron con nosotros y ahora se encuentran lejos
de la Escuela Sabática. Quiero decir con el cuarteto: ¡BIENVENIDOS!
(Canta el cuarteto)

(Llega un joven y dice

Joven: Escuela Sabática, sé que te dará una gran tristeza lo que voy a decirte, pero he
decidido marcharme al mundo y quiero despedirme de ti, agradeciendo lo mucho que me
has ayudado. Adiós.

Escuela Sabática: (Quiere detenerlo, pero no puede) Qué tristeza me da su partida. Pensar
que de aquí en adelante no responderá más al pase de lista. El cielo también se entristece
con su decisión. Qué lástima que se haya dejado engañar por el enemigo de las almas.

Alabanzaa: Escuela Sabática, ¿por qué te pones así? Vamos a cantar.

Escuela Sabática: ¡A Cantar!

Alabanza: Sí, vamos a pedirle a los instrumentos que resuenen bien fuerte para que lleguen
hasta este joven extraviado, Ven, cantemos todos el himno _______

Oración: Sí, ustedes han cantado, y eso ayuda a los descarriados, pero no puede faltar la
oración. Vamos a arrodillarnos para orar.
Memorias: Escuela Sabática, seguramente en tu mente hay un cuadro vivo de los años que
llevas funcionando.

Escuela Sabática: Tienes razón, memorias, han pasado algunos años. Empecé a funcionar
como organización en el año 1852.

Memorias: ¿Quieres recordarme algo de lo que tienes en tu memoria?

Escuela Sabática: Con mucho gusto. Debo confesarte que recuerdo con dolor a los que
recibí una vez en el Departamento de Cuna y los vi crecer siendo útiles en la causa de Dios,
pero que un día se alejaron de nosotros. Claro, también me gozo en el recuerdo de tantos
que han permanecido fieles y que cada sábado han cooperado con el programa de la
Escuela Sabática.

Misionero: Escuela Sabática, no te desalientes, quiero recordarte una historia que sé que
tienes guardada en tus archivos, y sé que te impresionó mucho.

Escuela Sabática: Está bien, te escucho.

Misionero: Una hermana cubana, tenía un hogar muy feliz. Todos sus hijos eran cristianos,
pero uno de sus hijos se dejó llevar por la influencia de amigas inconversas y decidió
abandonar la fe cristiana, y lanzarse a vivir la experiencia del mundo. Cuánto sufría el
corazón de aquella madre. Pues su hija andaba lejos de Dios y lejos de ella, por fin supo
que se encontraba en cierto pueblo viviendo una vida de desorden y pecado, y decidió ir a
buscarla. Comenzó a orar pidiéndole que le ayudara a realizar su viaje, y que tocara el
corazón de su hija, pero se sintió chasqueada cuando de pronto se sintió gravemente
enferma. Su muerte era una realidad inmediata y los hijos acordaron avisarle a su hermana
de lo que sucedía. La joven llegó al hogar y alcanzó con vida a su querida madrecita, todo
parecía que había llegado en el momento final y que los ojos de aquella madre se habían
cerrado para siempre, pero de pronto se abrieron nuevamente, y mirando a todos sus hijos,
con un tierno amor maternal, la moribunda oró: “Señor, permite que así como en el
momento de mi muerte tengo a todos mis hijos junto a mí, que también en el día de tu
venida todos estén conmigo para siempre”. Inmediatamente aquella hija le dijo: “Sí,
querida mamita, yo también estaré allí”. Y con una sonrisa de gratitud a Dios murió
aquella madre. La hija ha permanecido fiel y todos mantienen el plan de trasladar su hogar
al hogar celestial.

Escuela Sabática: Hermosa experiencia y triunfo para Dios el de esa madre fiel y abnegada,
y el de esa hija que retornaba a los brazos de Dios.

Promoción: Amada Escuela Sabática, en relación con esta experiencia que acabamos de oír,
es de lo que quiero hablarte en esta ocasión en el poco tiempo de la promoción. Tu sabes
que la promoción siempre está a tu lado, para reforzarte. Pero en esta mañana hablaremos
del hogar, el hogar es el sitio más feliz que existe en esta tierra, en él se nos dio la
bienvenida cuando llegamos al mundo, en el hogar comenzó nuestra experiencia acostados
en una cuna, quizás mecidos en un sillón, qué tiernos son los arrullos de cuna. En el hogar
crecimos, fuimos educados, en fin, el hogar lo ha sido todo para nosotros. Cuando el Señor
venga, la vida en su reino estará formada por hogares, pero qué triste será, en algunos
faltará un hijo, un esposo, quizás una madre, y tal vez hogares que estuvieron unidos en la
fe cristiana en esta tierra, allí no se encontrarán. Sin embargo, qué hermoso serán aquellos
hogares en los que las familias que estuvieron unidas en esta tierra, se encontrarán
completas gozando las delicias del dulce hogar eternal. Este pobre peregrino que se ha ido
lejos, ha descompletado el hogar eterno, pero escuche el mensaje que traigo para él en esta
mañana. (Entra la poesía: “Retorno”). (Antes de recitar, la promoción dice mirando al
fondo, a la entrada de la iglesia: “Pecador extraviado, escucha el mensaje de retorno que
tengo para ti (Poesía)). (El cuarteto puede haber entrado y estará haciendo homing del
himno “Vuelve hoy”. Cuando termina la poesía ellos cantan y vuelven a hacer homing,
para que se oiga una voz potente que dice:)

Voz: Porque hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por 99 justos
que no tienen necesidad de arrepentirse (Seguido, ya el joven entra caminando por el centro
y dice):

Joven: Escuela Sabática, la promoción y el llamado de retorno que me has dedicado, me

han hecho volver, y no quiero que mi hogar llegue incompleto al cielo, he decidido darle las
espaldas al mundo y unirme de nuevo a la familia de Dios, para alabarle por la eternidad).

Escuela Sabática: Cuánto me alegra tu vuelta, hijo mío, estás a tiempo, todavía hay gracia
para ti. Bienvenido al seno del hogar, y como que ahora ha llegado el momento de repasar
la lección, quiero invitar a los visitantes a pasar al salón para recibir una clase especial.

Poesía Retorno:

Voy a seguir tus huellas,

Jesús, definitivamente.
Solo beberé el agua de tu fuente,
Solo amaré el fulgor de tus estrellas
Y hacia tu paz afirmaré la frente.

Cuan pavorosa la aventura

De mi triste desvío.
Mis flores eran cardos, la amargura
de las aguas de Mara mi dulzura,
mi luz la sombra y mi calor el frío…

Mas torno a ti, Jesús hermano mío.

Y hoy sí tendrá mi ruta nuevamente
Olor de nardos y brillas de estrellas,
Porque definitivamente
Voy a seguir tus huellas.