1.1.1.

Acciones para evitar el cambio climático

Después de haber visto en qué nos afecta el cambio climático, es importante

dejar claro que el cambio climático no se puede evitar. Podemos reducir sus efectos
y adaptarnos a sus consecuencias, es decir, podemos combatirlo mediante la
aplicación de medidas a pequeña y gran escala que ayuden a frenar el cambio
climático. Estas acciones se conocen como medidas de mitigación y adaptación al
cambio climático.

a) Mitigar los efectos. –

La mitigación consiste en poner en marcha acciones para reducir y limitar las
emisiones de gases efecto invernadero con el objetivo de evitar que la temperatura
global del planeta siga aumentando. Estas acciones consisten en una mayor
inversión en energías renovables, una transición hacia una economía baja en
carbono, promover la eficiencia energética, la electrificación de procesos
industriales o la implementación de medios de transportes eficientes (transporte
público eléctrico, bicicleta, coches compartidos…).

Por otro lado, acciones como la fijación de un precio del carbono, traducido en
impuestos sobre la emisión de GEI o en mercados de carbono que limitan el
volumen de emisiones o asignan un precio para el intercambio de créditos de
carbono, también son una importante ayuda a la hora de luchar contra el cambio
climático. La asignación de un valor económico a las emisiones de gases de efecto
invernadero lo suficientemente alto fomenta que la inversión de gobiernos y
empresas se redirija hacía modelos de producción y consumo menos contaminantes.
En la lucha contra el cambio climático, uno de los mecanismos que en los
últimos años ha demostrado ser más eficiente es la fijación del precio del carbono.
Este concepto nace de la necesidad de tener en cuenta el daño ambiental, social y
económico que se produce al emitir gases contaminantes, lo que los economistas
llaman “asumir una externalidad negativa”. En el siguiente vídeo, te contamos el
origen del concepto y cómo lo aplican los gobiernos y empresas. No te pierdas este
vídeo sobre el precio del carbono.

b) Adaptarnos al entorno
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Por su parte, la adaptación está enfocada a acciones para reducir la

vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático, como por ejemplo mejorar
infraestructuras e instalaciones más seguras y resilientes, la reforestación y
restauración paisajística, el tratamiento y depuración del agua, el cultivo flexible y
variado para estar preparado ante catástrofes naturales, ser capaces de prever estos
desastres o invertir en investigación y desarrollo sobre el comportamiento de la
temperatura o la posible aparición de fenómenos atmosféricos.

c) Acuerdos internacionales
Para combatir el cambio climático es indispensable la investigación y la
colaboración internacional. El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
el Cambio Climático) se dedica a evaluar los impactos del ser humano en el clima y
propone posibles soluciones, mientras que acuerdos y tratados globales como las
Conferencias de las Partes (COPs) y el Protocolo de Montreal establecen pactos
conjuntos y buscan un marco común de actuación contra el cambio climático.

La Conferencia de las Partes celebra de manera anual un encuentro en el que se

dirimen las acciones que los Estados miembros pueden tomar para descarbonizar la
economía y ayudar a los países en desarrollo. El Acuerdo de París, firmado a finales
de 2015, supuso un punto de inflexión en las negociaciones sobre el clima dado que
por primera vez todos los países acordaron establecer medidas para frenar el
calentamiento global.

Sin embargo, uno de los ejemplos más claros de colaboración internacional

exitosa en favor del medio ambiente es el Protocolo de Montreal. En 1989 entró en
vigor este acuerdo que sirvió para erradicar el uso de clorofluorocarbonos (CFC)
para la refrigeración. Gracias a ello, el agujero de la capa de ozono se ha reducido en
más de 4 millones de kilómetros cuadrados en los últimos quince años.

Tal y como recoge el informe Tendencias Globales de Inversión en Energía

Renovable 2017 se añadieron 138,5 gigavatios a la capacidad de energía mundial en
2016, un 9 % más que el año anterior, lo que confirma que la tendencia que siguen
las principales economías del mundo lleva la clara línea de abandonar el carbón y
apostar por las energías renovables, por lo que el futuro a corto y largo plazo pasa
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por invertir en la generación de energía limpia a través de la entrada voluntaria los

mercados de para conseguir un mundo neutro en carbono.

1.1.2. Transformando la escuela

La escuela es un espacio donde, además de los contenidos curriculares, se

promueven y fomentan actitudes y valores que pueden mejorar la calidad de vida de
las personas de la comunidad. Es excelente para aprender a organizar y ejercitar la
cultura participativa a partir de proyectos en los que se beneficien todos.

Convertir la escuela en un espacio amigable con el medio ambiente es la mejor

manera de educar tanto a los estudiantes como al resto de la comunidad escolar
(maestros, administradores, personal de limpieza, padres de familia). Es la
posibilidad de ir más allá de los límites físicos de la escuela y forjar un nuevo tipo
de relaciones con la naturaleza y el entorno.

Aprovechar la gran capacidad de aprendizaje que tienen los niños y adolescentes

en esta etapa permite ejercitar con ellos el diseño e impulso de proyectos que
transformen la realidad cotidiana de su escuela. Por medio de estas prácticas se
integran en procesos en los que aprenden haciendo. Igualmente, poner manos a la
obra, soñar con un espacio diferente, más armonioso y coherente con un mundo
mejor, puede estimular a los grupos de maestros y administrativos a transformar su
centro educativo y su realidad cotidiana, y convertirlo en un mejor espacio de
trabajo y de convivencia.

Obtener logros tangibles para transformar espacios y colaborar de diferentes

maneras con otras personas de la comunidad o fuera de ella permite reconocer el
poder de los individuos para transformar sus condiciones cotidianas y construir
visiones positivas de futuro. Buscar el reencuentro con la naturaleza, mejorar las
condiciones ambientales y afrontar los retos del cambio climático, así como otros
problemas del hábitat, demanda personas capaces de organizarse, colaborar,
escuchar, atreverse a hacer y proponer acciones distintas y transformar.
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Los docentes y los jóvenes, por naturaleza, poseen un gran potencial para
transformar. Convertirse en líder y promotor de un proyecto es parte de lo que
caracteriza a los profesores, con lo cual contribuyen a mejorar el bienestar de los
estudiantes. Igualmente, los estudiantes son excelentes colaboradores y aprenden
rápido; sin embargo, es importante tener en cuenta que los proyectos de este tipo
requieren apoyo administrativo y gran tenacidad para llevarlos a cabo. Implica, de
manera permanente, convencer poco a poco, argumentar con información, planear,
conciliar, motivar y reajustar en función de lo aprendido.

Escuchar a los otros es la primera y más relevante recomendación para aquellos

que asuman el liderazgo. Eso permite considerar las ideas de todos, escucharlas
atentamente, sin recalcar las diferencias sino más bien integrándolas como acciones
colaborativas para darles una base sólida y una buena permanencia a las que se
emprendan.

La iniciativa de proyectos de esta naturaleza puede surgir de un profesor o de

varios, o de un grupo de alumnos o de ambos. Permite que la creatividad y las
aspiraciones por un mundo mejor posibiliten la construcción de alianzas entre todos
los actores involucrados, para que la escuela se convierta paulatinamente en un
espacio ejemplar para la comunidad que los rodea.

1.2. Formulación del problema

Se puede apreciar la falta de un programa de educación ambiental, el cual se

requiere para lograr el óptimo desarrollo de control de las emisiones de gases de
efecto invernadero, el cual produce el cambio climático.
1.3. Objetivos de la investigación

1.3.1. Objetivo General

Proponer un modelo de educación en la que la comunidad escolar (alumnos,

profesores, padres de familia), basándose en la indagación – investigación,
proponga ideas, en la que se pueda desarrollar actividades para enfrentar el
cambio climático en todas las asignaturas.
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1.3.2. Objetivos Específicos

a) Mediante la utilización de métodos acordes con el desarrollo y la

investigación sobre el cambio climático, se busca convertir a los centros
educativos en centros inocuo para el clima, para lo cual buscamos fomentar
una cultura escolar de la sostenibilidad.

b) Buscar la participación de todos los comprometidos en la enseñanza del

centro educativo, para lo cual se busca que todos tengan una función que
desempeñar en pro de la consecución de los objetivos del centro en materia
de medidas relacionadas con el cambio climático.

c) Desarrollar un proceso secuencial de acciones que busque planificar, ejecutar

y reflexionar sobre los elementos esenciales del enfoque escolar integral.

1.4. Justificación

El presente trabajo de investigación pretende ser la justificación para un cambio

en la metodología dentro de los centros educativos, el cual buscara el interés de los
jóvenes respecto al cambio climático.

Si bien la respuesta al cambio climático empieza en cada uno de nosotros, con

nuestra manera de pensar y actuar, nuestras actitudes y comportamiento, la creación
de una educación para el desarrollo sostenible, resultaría la piedra angular a la hora
de hacer frente al cambio climático. Tomando como base la idea de que todos
tenemos un papel que desempeñar en la solución de los problemas mundiales.

Este modelo de educación promueve los conocimientos, las competencias y los

valores necesarios para actuar en pro de una sociedad más sana, más justa y más
ambientalmente sostenible.

En todo el mundo hay cada vez más centros educativos que adoptan un enfoque
escolar integral de las medidas relacionadas con el cambio climático. En el marco de
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un enfoque escolar integral, el aprendizaje de los alumnos en el aula en materia de

cambio climático se ve reforzado por los mensajes formales e informales
transmitidos por las medidas y valores de la escuela. Es decir, los alumnos (las
muchachas y los muchachos por igual) y demás miembros de la comunidad escolar
viven lo que aprenden y aprenden lo que viven.

El enfoque escolar integral del cambio climático implica que la institución

educativa incorpora, en todos y cada uno de los aspectos de la vida escolar, medidas
encaminadas a reducir el cambio climático. Ello abarca la administración escolar,
los contenidos y la metodología docentes y la gestión de los campus y las
instalaciones, así como la cooperación con asociados y la comunidad en general.

1.5. Hipótesis

Si se aplica un modelo de educación para el desarrollo sostenible, estas deben

incluir una parte sustancial dedicada a las medidas relacionadas con el cambio
climático. Los centros educativos tienen una función esencial que desempeñar a la
hora de ayudar a los educandos a entender las causas del cambio climático para que
puedan adoptar decisiones fundamentadas y actuar de manera apropiada, y a
adquirir los valores y competencias necesarias para participar en la transición hacia
estilos de vida más sostenibles, economías ecológicas y sociedades sostenibles y
resilientes al clima.

II. METODO

2.1. Tipo y diseño de investigación

2.1.1. Tipo de investigación

El tipo de investigación utilizado es el Propositivo, en tanto que se parte
de un diagnóstico con sustento de sus teorías y se realiza la propuesta
correspondiente.
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2.1.2. Diseño de investigación

Dx

T1 P

Donde Dx es el diagnostico
T1 es teoría
P es la propuesta