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¿Qué es la libertad?
¿Qué es la libertad?
Esclavitud
Sin embargo, por estos días que no hay esclavitud es más complejo definir qué
es la libertad. Este sigue siendo un concepto de suma importancia para la ética,
puesto que sin libertad no podemos entender nuestro sentido y fin en el mundo y
la existencia.
Como vemos, la noción de libertad fue asimilada en sus inicios al orden físico,
es decir, se concentraba en la libertad de acción. No obstante, se amplió a
libertad en la forma metafísica (libertad de pensar, libertad de creer, libertad
emocional, libertad cívica, etc.), como la capacidad de expresarse plenamente,
en todas las esferas humanas, sin coerción o limitante.
Más allá de estas definiciones, se ha considerado que la libertad solo puede ser
ejercida o desarrollada dentro de determinadas fronteras o limitantes, y por esta
razón la noción de una libertad absoluta es imposible o impracticable. Por
ejemplo, no es posible volar en el aire sin ayudas, ni vivir debajo del mar.
Algunos afirman que en otros ámbitos, la libertad se encuentra aún más
restringida, a nivel psicológico dicha libertad es virtualmente inexistente. Por
ejemplo, alguien enamorado de una persona no tiene la libertad de
desenamorarse, de no sentir nada. Una persona, en un acto de libertad no
puede decidir no tener más ira, tristeza, ansiedad, etc. En últimas, no somos
psicológicamente libres, si bien algunas tradiciones religiosas sostienen que es
posible eliminar los “nudos psicológicos” para tener libertad en este sentido
(Definiciona.com).
La libertad está condicionada además por las normas morales, jurídicas,
sociales y demás que se han creado para regular la vida del ser humano. Por
ejemplo: una persona tiene la libertad de mudarse a otro país, pero en
ocasiones tendrá que sacar permisos o autorizaciones.
La libertad implica hacer lo que uno quiera dentro de las normas jurídicas que
rigen a un Estado. Es considerado uno de los derechos civiles más importantes,
pues sin su reconocimiento, protección y garantía, muchos de los demás no
podrían ejercerse. Por ejemplo, los derechos al trabajo, a la opinión, al tránsito,
a, tener una religión, entre otros, serían imposibles si la persona no pudiera
ejercerlos sin presión o coacción externa. La libertad es un concepto
estrechamente unido al de democracia, y por ende, un gobierno democrático
concibe a sus ciudadanos como seres libres, capaces de autogobernarse y
dictar las disposiciones que los rijan. Evidentemente para esto, todos los
ciudadanos deben ser libres y tener la capacidad de tomar decisiones sobre su
vida y la de su comunidad.
La libertad física como derecho implica que nadie puede ser privado de su
libertad ambulatoria poniéndolo en prisión de forma ilegal o arbitraria. Para
detener a una persona deben seguirse y respetarse una serie de procedimientos
establecidos en la ley y las demás normas jurídicas, que determinan que el
Estado puede hacerlo a través de los jueces, salvo en casos de excepción como
cuando se detiene a alguien que está cometiendo un ilícito. Si alguien es objeto
de una detención ilegal o arbitraria puede interponer un recurso de Habeas
Corpus1 (recurso jurídico que puede interponer cualquier persona cuando su
arresto es ilegal y viola los derechos humanos.)
Libertad en la ética
Así pues, la permanente reflexión del individuo sobre las premisas éticas
individuales y los valores morales sociales, lo llevan a practicar una conducta
recta de acuerdo al desarrollo de la conciencia, mecanismo que nos permite
distinguir el “bien” y el “mal” en nuestras conductas para lograr la felicidad que
surge del deber cumplido en las distintas facetas de la existencia humana.
Libertad y libertinaje
Libertad y responsabilidad
No somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales
padres y en tal país, padecer cáncer o ser atropellado por un coche, ser
guapos o feos...), sino libres de responder a lo que nos pasa de tal o cual
modo (obedecer, rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos o
resignados...) (P. 28).
Por lo tanto, siempre somos libres pues podemos responder a una situación de
muchas maneras. Además, somos conscientes de nuestros actos y de sus
posibles consecuencias, y en última instancia, siempre seremos responsables
de nuestras elecciones, ya sean estas consideradas buenas o malas.
En otras palabras, los seres humanos realizamos actos libremente, y ese obrar o
actuar con libertad nos permite reconocer y aceptar las consecuencias de
nuestros actos y por lo tato podemos decir que somos responsables de ellos.
Así pues, podemos decir que la relación entre libertad y responsabilidad radica
en que esta última es la “capacidad existente en todo sujeto activo de derecho
para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente”
(Contenidos digitales).
Referencias