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Profundización

¿Qué es la libertad?
¿Qué es la libertad?

Según la Real Academia Española de la Lengua, la libertad (del latín libertas, -


ātis) (2001) “es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la
propia voluntad de la persona, pero en sujeción a una orden o regulación más
elevados”. También la define como “la situación, circunstancias o condiciones de
quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma
coercitiva”. En otras palabras, aquello que permite a alguien decidir si quiere
hacer algo o no, lo hace libre pero también responsable de sus actos en la
medida en que comprenda las consecuencias de ellos.

Como vemos, la conciencia juega un papel determinante a la hora de hablar de


libertad, pues es esta quien determina la voluntad y efectos de los actos libres
del ser humano frente a su vida y la de los demás.

Esclavitud

La libertad ha sido definida de múltiples formas como valor, principio, derecho,


condición, idea, entre otros. Sin duda, la libertad es un concepto de suma
importancia en nuestra sociedad, pues en base a ella hemos edificado nuestra
concepción del otro: nos concebimos y reconocemos como “seres libres”,
condición que ha significado muchas luchas y mucho tiempo para poder
asimilarlo como hoy lo hacemos.

La forma más sencilla de entender la libertad es por su opuesto, la esclavitud.


Se entiende que el esclavo es aquel que no goza de libertad, puesto que
pertenece u obedece a otro.

En la época donde aún regía el sistema de la esclavitud, la libertad no era un


asunto tan complejo como ahora, puesto que bastaba saber que no éramos
esclavos para saber que éramos libres.

Sin embargo, por estos días que no hay esclavitud es más complejo definir qué
es la libertad. Este sigue siendo un concepto de suma importancia para la ética,
puesto que sin libertad no podemos entender nuestro sentido y fin en el mundo y
la existencia.

Libertad como idea

Otra definición de la libertad puede ser entendida como la facultad o disposición


que tiene una persona de obrar, sin ningún tipo de impedimento.

Como vemos, la noción de libertad fue asimilada en sus inicios al orden físico,
es decir, se concentraba en la libertad de acción. No obstante, se amplió a
libertad en la forma metafísica (libertad de pensar, libertad de creer, libertad
emocional, libertad cívica, etc.), como la capacidad de expresarse plenamente,
en todas las esferas humanas, sin coerción o limitante.

Más allá de estas definiciones, se ha considerado que la libertad solo puede ser
ejercida o desarrollada dentro de determinadas fronteras o limitantes, y por esta
razón la noción de una libertad absoluta es imposible o impracticable. Por
ejemplo, no es posible volar en el aire sin ayudas, ni vivir debajo del mar.
Algunos afirman que en otros ámbitos, la libertad se encuentra aún más
restringida, a nivel psicológico dicha libertad es virtualmente inexistente. Por
ejemplo, alguien enamorado de una persona no tiene la libertad de
desenamorarse, de no sentir nada. Una persona, en un acto de libertad no
puede decidir no tener más ira, tristeza, ansiedad, etc. En últimas, no somos
psicológicamente libres, si bien algunas tradiciones religiosas sostienen que es
posible eliminar los “nudos psicológicos” para tener libertad en este sentido
(Definiciona.com).
La libertad está condicionada además por las normas morales, jurídicas,
sociales y demás que se han creado para regular la vida del ser humano. Por
ejemplo: una persona tiene la libertad de mudarse a otro país, pero en
ocasiones tendrá que sacar permisos o autorizaciones.

Se ha considerado que la libertad no es un atributo exclusivo del ser humano,


sino que, por extensión, debe conferirse a todo ser vivo. En ese sentido, ningún
ser vivo debe ser privado de su libertad, como postura ética.

Libertad como derecho

La libertad implica hacer lo que uno quiera dentro de las normas jurídicas que
rigen a un Estado. Es considerado uno de los derechos civiles más importantes,
pues sin su reconocimiento, protección y garantía, muchos de los demás no
podrían ejercerse. Por ejemplo, los derechos al trabajo, a la opinión, al tránsito,
a, tener una religión, entre otros, serían imposibles si la persona no pudiera
ejercerlos sin presión o coacción externa. La libertad es un concepto
estrechamente unido al de democracia, y por ende, un gobierno democrático
concibe a sus ciudadanos como seres libres, capaces de autogobernarse y
dictar las disposiciones que los rijan. Evidentemente para esto, todos los
ciudadanos deben ser libres y tener la capacidad de tomar decisiones sobre su
vida y la de su comunidad.

En el siglo XVIII, Jean-Jaques Rousseau, en su discurso sobre la economía


política opinó que la ley, a la que consideraba la más sublime de las
instituciones humanas, era la que otorgaba al individuo la libertad, pues limita al
hombre para hacerlo libre. Es una sujeción solo aparente, ya que se pierde la
libertad solo si en su ejercicio puede perjudicar a otro. Si hubiera una libertad
completa, una persona podría robar o matar, pudiendo ser víctima también de
esos delitos, entonces la libertad absoluta, haría al mundo inhabitable y al
hombre esclavo de los demás, que podrían hacer con él lo que quisieran.
La libertad es uno de los requisitos para que un acto humano se considere
voluntario, y acarree responsabilidad a su autor. Los otros dos, son el
discernimiento y la intención. Algunos actos libres y efectuados con
discernimiento, pero no intencionales también pueden responsabilizar a quien
los realizó como hechos culposos (La guía 2000, 2008).

La libertad física como derecho implica que nadie puede ser privado de su
libertad ambulatoria poniéndolo en prisión de forma ilegal o arbitraria. Para
detener a una persona deben seguirse y respetarse una serie de procedimientos
establecidos en la ley y las demás normas jurídicas, que determinan que el
Estado puede hacerlo a través de los jueces, salvo en casos de excepción como
cuando se detiene a alguien que está cometiendo un ilícito. Si alguien es objeto
de una detención ilegal o arbitraria puede interponer un recurso de Habeas
Corpus1 (recurso jurídico que puede interponer cualquier persona cuando su
arresto es ilegal y viola los derechos humanos.)

Los tratados internacionales reconocen el derecho a la libertad personal en los


artículos 3 y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en los
artículos 1 y 25 de la Declaración Americana, en los artículos 9 y 11 del Pacto
de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, en el artículo 7 de la Convención
Americana, en el artículo 13 del Pacto de San José de Costa Rica y en el
artículo 37 de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Libertad en la ética

A la luz de la ética se ha profundizado en el alma y la mente humana; se han


dado definiciones, teorías, discusiones en torno a valiosos conceptos tales como
ser, hombre, valor, moral, libertad, entre otros. Todo esto ha dado lugar a puntos
de llegada y partida en la filosofía con una importancia reconocida de manera
global. Algunos teóricos afirman que el ser humano se diferencia de otros seres
vivos gracias a que posee inteligencia y voluntad, y que cuenta con la dignidad
que le otorga el valor de la autoestima, el cual se puede entender como el
aprecio que tenemos por nosotros mismos y que nos permite relacionar con los
demás de manera sana para alcanzar la felicidad.

Kant, famoso filósofo alemán, aseguraba que el hombre es un “fin en sí mismo”,


un ser capaz de dotar de sentido su existencia a través de la autonomía, la
capacidad de darse así sus propias normas y fines. Según este autor el hombre
debe darse su propia esencia en procura de su felicidad. En ese camino, debe
darse sus propios valores, los cuales serán considerados buenos o malos en
relación con la concepción moral de la época y la sociedad en la que viva y se
desarrolle.

Así pues, la permanente reflexión del individuo sobre las premisas éticas
individuales y los valores morales sociales, lo llevan a practicar una conducta
recta de acuerdo al desarrollo de la conciencia, mecanismo que nos permite
distinguir el “bien” y el “mal” en nuestras conductas para lograr la felicidad que
surge del deber cumplido en las distintas facetas de la existencia humana.

En busca de la felicidad es que el hombre debe hacer uso de su libertad natural,


entendida como la capacidad de fijarse sus fines vitales y elegir los medios
idóneos para alcanzarlos. Sin embargo, esto no puede lograrlo solo ya que el
hombre es sin duda un ser social (un zoon politikón, como decía Aristóteles), y
debe respetar los preceptos que la sociedad ha fijado para conservar y enaltecer
la libertad de los demás miembros.

El ejercicio de la libertad no debe dañar un interés ajeno individual, tampoco


puede dañar el interés de una colectividad, ni justificar o evitar el incumplimiento
de los deberes sociales. No basta con conocer y respetar los límites de la
libertad por temor a una sanción, hay que respetarlos por la convicción de que al
ceder parte de la libertad individual se logrará una mayor libertad para todos, un
mayor bien común.
Respetar esta postura logrará que el ser humano pueda legítimamente buscar la
felicidad, pues vivirá de forma honesta, respetando las libertades de los otros y
haciendo respetar la suya propia.

Libertad y libertinaje

Por último, debemos evaluar cómo la libertad despliega una serie de


consecuencias que son valoradas de manera positiva o negativa de acuerdo a la
manera en que esta sea ejercida.

En algunos casos decimos que la arbitrariedad produce “libertinaje”, mientras


que en otras ocasiones realizamos actos libres pero conscientes y responsables,
que la gran mayoría valora como deseables y buenos.

Por libertinaje podemos entender un abuso de uno mismo y sus facultades, en


todos los sentidos, para hacer lo que se quiere, aunque esto implica incluso una
falta a la integridad. Por otro lado es el abuso excesivo de la libertad faltando al
respeto a los demás y e incluso a nosotros mismos. Este afecta a la sociedad
tanto de manera indirecta como directa; es el mal concepto de la libertad tomado
por quienes piensan que la libertad no tiene límites. Sin embargo, la libertad
supone que no podemos hacer lo que queremos porque ya estamos limitados por
la sociedad, además de la existencia de las normas que regulan la convivencia
con los demás.

Tanto libertad como libertinaje están presentes dentro de la sociedad, pues la


principal diferencia entre estos es que la libertad consiste en realizar lo que se
desea o elegir lo que queremos, como al elegir una pareja o un estudio, la
libertad de expresar nuestras opciones, entre otros; mientras que el libertinaje se
presenta cuando realizamos acciones sin consideración a sus consecuencias o
resultados, sin pensar en los daños que se pueden causar, como cuando
se maneja en estado de embriaguez, no se usan métodos anticonceptivos
cuando no se quiere tener hijos, entre otros.

Libertad y responsabilidad

Dice el filósofo español Fernando Savater en su obra Ética para Amador:

No somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales
padres y en tal país, padecer cáncer o ser atropellado por un coche, ser
guapos o feos...), sino libres de responder a lo que nos pasa de tal o cual
modo (obedecer, rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos o
resignados...) (P. 28).

Por lo tanto, siempre somos libres pues podemos responder a una situación de
muchas maneras. Además, somos conscientes de nuestros actos y de sus
posibles consecuencias, y en última instancia, siempre seremos responsables
de nuestras elecciones, ya sean estas consideradas buenas o malas.

En otras palabras, los seres humanos realizamos actos libremente, y ese obrar o
actuar con libertad nos permite reconocer y aceptar las consecuencias de
nuestros actos y por lo tato podemos decir que somos responsables de ellos.

Así pues, podemos decir que la relación entre libertad y responsabilidad radica
en que esta última es la “capacidad existente en todo sujeto activo de derecho
para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente”
(Contenidos digitales).
Referencias

Artola, M. Antiguo Régimen y Revolución Liberal. Ariel, 1978. ISBN 8434465124

Contenidos Digitales. Responsabilidad y Libertad. En: Formación Ética y


Ciudadanía. En internet:
http://contenidosdigitales.ulp.edu.ar/exe/formacion_etica/responsabilidad_y_liberta
d.html

Definiciona.com, diccionario online (consultado el 01 de junio de 2015).


“Libertad”. Definición de libertad. En internet: http://definiciona.com/libertad/

Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001

Donézar, J. Las Revoluciones Liberales: Francia y España. Eudema, 1992. ISBN


8477541124

Gobetti, P. On Liberal Revolution, Yale University Press. 2000. ISBN 0300081189

Hobsbawm, E. Las Revoluciones Burguesas (The Age of Revolution). Barcelona:


Labor, 1987. ISBN 84-335-2978-1.

La guía 2000 (Consultado el 30 de mayo de 2015). Derecho a la libertad. 28 de


noviembre 2008. En internet: http://derecho.laguia2000.com/parte-
general/derecho-a-la-libertad

Web Bligoo (consultado el 01 de junio de 2015). Libertad y Libertinaje. En


internet: http://filosofico1.bligoo.com.co/libertad-y-libertinaje

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