La democracia en Panamá

LA evolución de la democracia panameña pueden diferenciarse tres períodos: el primero, desde el

nacimiento de la República hasta el golpe de estado de 1968; el segundo, del 11 de octubre de
1968 hasta el 19 de diciembre de 1989, cuando concluye el oscuro período de la dictadura militar;
y, el tercero, a partir de la asunción del poder por Guillermo Endara, que había ganado
ampliamente las elecciones de mayo de 1989, anuladas por los cuarteles, y que transcurre hasta el
presente.

artículo No. 1 de nuestra Constitución Nacional contempla la democracia como una de las
características del Gobierno de la República de Panamá, de hecho, esta característica es una de las
más invocadas por personajes de todas las líneas políticas, por "cuadros", notables y
convencionales de todos los partidos políticos, por gente de cualquier estrato económico o clase
social. Muchos y muchas son los que "chacharean" de la democracia en los medios, en los foros de
opinión, en la tertulia del café, en fin, en todos lados.

A decir verdad, el autor de ese artículo comparte la idea de que la democracia debe ser una
característica de todo Estado moderno.

Sin lugar a dudas, no hay dictaduras buenas, ni ataduras que no laceren, tampoco hay
autoritarismos sanos, ni coacciones enfermizas que mantengan el orden. Pero hablar de un
significado "standard" de la palabra democracia implica pecar por ignorante, ya que a través de la
historia intelectuales y políticos le han dado acepciones distintas a la misma; desde Platón hasta
Bobbio pueden ser encontradas definiciones sin que se lleguen a abarcar la extensa complejidad
del termino.

Ahora bien, nos es necesario plasmar una definición muy general de la palabra: "Se entiende a la
Democracia como el predominio popular en el Estado, el gobierno del pueblo por el pueblo; o, al
menos a través de sus representantes legítimamente elegidos, que ejercen indirectamente la
soberanía popular, en ellos delegada". (Diccionario Jurídico de Cabanellas). El Diccionario de
Política de Debbasch-Daudet es muy claro en su comentario sobre la democracia, que se aplica
mucho a la realidad panameña, cito: "La mayoría de los regímenes políticos que se jactan de
democráticos, sólo son una aproximación".

Nuestro sistema constitucional y legal (que no es más que la expresión legislativa del poder
político y económico) da amplios poderes a los partidos políticos, otorgándole a los mismos el
poder de ser, prácticamente, los únicos vehículos de la participación política (véase artículo 138
Constitución Nacional y artículos 99, 233, 234 y 236 del Código Electoral).
Sin embargo, ese amplio poder otorgado a los partidos políticos ha degenerado en que los mismos
no sean más que medios para conseguir puestos gubernamentales y negociar quién o quiénes
tienen derecho a aspirar a cargos de elección. Ejemplo de ello es la labor puramente electoral que
tienen los mismos.

Es difícil que dentro del marco legal existente pueda concebirse ha Panamá como un país más
democrático.