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Los términos formas de gobierno y modelo de gobierno son empleados usualmente, aunque
de forma impropia, para referirse al concepto de forma de Estado o modelo de Estado:
propiamente este último no sólo comprende el poder, sino además el territorio y la
población. Las distintas formas clásicas de clasificar las formas de Estado (federal,
confederal, regional) también se suelen denominar formas de gobierno en los textos
políticos y filosóficos por la contracción lingüística "forma de gobierno del Estado" y
"forma política del Estado" en "forma del Estado".
Por su parte, la expresión forma política del Estado se utiliza incluso en textos
constitucionales para designar la forma de gobierno
También se utilizan con ambigüedad estos términos frente al de sistema político que alude
también a la estructura y funcionamiento de los poderes públicos. No obstante, mientras
que una forma de gobierno (o sistema de gobierno o régimen político) es una manera de
ejercitar los distintos tipos de poder por parte del gobierno, y una estructura de gobierno es
la forma en la que se organiza dicho poder; un sistema político es el sistema en el que se
encuentra inmerso dicho poder y en el cual ha de desenvolverse para conseguir su objetivo.
Entendido así, el concepto forma de gobierno posee una connotación más estática y simple
pues se refiere aisladamente a las instituciones de gobierno o al resto de actores políticos
que inciden sobre ellas, y no a la interdependencia del conjunto (sistema político) y al
proceso de toma de decisiones de gobierno, por su propia naturaleza más dinámico y
cambiante.
FORMAS DE ESTADO.
Forma de Estado, organización territorial del Estado o modelo de Estado son distintas
expresiones usadas en los textos legislativos y en la bibliografía para expresar un concepto
de derecho constitucional que hace referencia a las diversas formas de organización o
modelos que los Estados pueden adoptar en base a la relación o articulación que pretenden
establecer entre sus tres elementos constitutivos: el territorio, la población y el poder.
DOS GRANDES GRUPOS DE FORMAS
En función de ello se distinguen dos grandes grupos de formas, modelos u organizaciones
territoriales del Estado:
En primer lugar, el Estado unitario, donde pueblo, territorio y poder son homogéneos,
uniformes y simples, y la relación entre ellos es unívoca y directa.
Debido a que el grado de autonomía puede variar sustancialmente con el tiempo, esta
clasificación no es excluyente y a menudo es muy ambigua, es decir, algunos estados que
han permitido el desarrollo de asambleas regionales locales con poderes muy limitados aun
son considerados estados centralizados (como Francia), otros han permitido un elevado
grado de autonomía (como Italia, España y el Reino Unido), y otros ya se han convertido en
federaciones propiamente tales (como Bélgica). Si las regiones reciben la autonomía que
gozaban en el pasado (como derecho histórico), el proceso de descentralización a menudo
es llamado "proceso de devolución".
Estados federales.
Las federaciones son estados conformados por entidades soberanas y autónomas. El estatus
autónomo de estas entidades no puede ser alterado de manera unilateral por el gobierno
central, aunque pueden existir excepciones (como el caso de Argentina, donde el gobierno
federal ha intervenido en diversas ocasiones en las provincias; y en México, mediante la
figura de la desaparición de poderes en los estados).
El término formas de gobierno.
El término formas de gobierno hace referencia al modelo de organización del poder
constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente entre los distintos
poderes.
La manera en la que se estructura el poder político para ejercer su autoridad en el Estado
hace que cada forma de gobierno necesite unos mecanismos de regulación característicos.
Los modelos políticos varían de un Estado a otro y de una época histórica a otra.
La formulación de los modelos políticos se justifica como plasmación política de un
proyecto ideológico. La denominación del modelo suele incorporarse al nombre oficial del
estado con términos que no responden a criterios comunes que permitan definir por sí solos
su régimen político. Hay distintas nomenclaturas para denominar las distintas formas de
gobierno, desde los teóricos de la Antigüedad hasta la Edad Contemporánea
CLASIFICACIÓN DE LAS FORMAS DE GOBIERNO. REPÚBLICA Y
MONARQUÍA.
Clasificaciones clásicas de las formas de Gobierno.
Clasificaciones clásicas de las formas de gobierno. No ha habido históricamente acuerdo en
la determinación de las diferentes formas de gobierno o de estado, desde la antigüedad
clásica hasta la Edad Contemporánea:
Platón
la forma perfecta, aristocracia o gobierno de los filósofos;
- las formas degeneradas: timocracia u oligarquía de los ricos (timé: honor; oligos: unos
pocos), democracia de las masas (demos: el pueblo) y tiranía de un usurpador.
Aristóteles
Aristóteles, que mezcla un criterio numérico (atendiendo al número de personas que ejercen
el poder) y un criterio cualitativo (atendiendo al bien público)
formas puras o perfectas: monarquía, aristocracia y democracia;
formas impuras o corruptas: respectivamente degeneradas de las perfectas: tiranía,
oligarquía y demagogia.
Polibio.
Polibio define la forma de gobierno mixto o gobierno constitucional que combina las tres
formas puras aristotélicas en un sistema de equilibrio de poderes, y que estarían
representadas en las instituciones romanas: consulado, el senado y los comicios. La ruptura
del equilibrio hace caer en la sedición o la tiranía. Esta definición sería seguida por el
pensamiento político medieval y de comienzos de la Edad Moderna (Tomás de Aquino,
Dante, Padre Suárez)
Maquiavelo y las formas de Gobierno.
Maquiavelo, en El Príncipe (1513), sólo reconoce dos formas: todos los Estados o son
Repúblicas o son Principados; pero también utilizó la historia de la Roma antigua para
recomendar un gobierno mixto de las tres formas políticas clásicas en su Discurso sobre la
Primera Década de Tito Livio[3]
Montesquieu
Montesquieu (Del Espíritu de las Leyes, 1748) modifica la clasificación aristotélica con la
distinción entre monarquía, despotismo y república; y dentro de ésta entre democracia y
aristocracia.
Gobierno republicano, monárquico, despótico y república.
El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la
potestad soberana, el monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a
leyes fijas y establecidas, el despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige
todo a voluntad y capricho, la república en donde el poder soberano está en manos de parte
del pueblo tiene una aristocracia.
Rousseau
Rousseau distingue democracia, aristocracia y monarquía, como Aristóteles, pero sentencia
que se confunden en su ejercicio.
Kant
Kant distingue más bien entre formas de soberanía, ya en el contexto histórico de la
Revolución francesa.
Marxismo.
El pensamiento político marxista se centra en el componente de la clase social del Estado
como superestructura jurídico política que justifica y asegura la posición de las clases
dominantes y las relaciones sociales de cada modo de producción (esclavista, feudal,
capitalista). En la época contemporánea habría formas de estado democrático-burgués y
distintas formas de estado autoritario o dictatorial, como las dictaduras fascistas. Como
forma de transición hacia una teórica sociedad comunista (sin clases) se postula la
existencia de la dictadura del proletariado.
Hannah Arendt
Hannah Arendt introdujo la oposición entre totalitarismo y pluralismo.
Juan José Linz
Juan José Linz distinguió, dentro de las formas de gobierno dictatoriales o no democráticas,
entre autoritarismo y totalitarismo.
Clasificación de las formas de gobierno actuales
Definición de República.
Una república es la forma de gobierno en la que el jefe del estado no es un monarca, sino
un cargo público cuyo ocupante no tiene derecho por sí mismo a ejercerlo, sino que lo ha
obtenido mediante un procedimiento de elección pública y está sometido al escrutinio
público –ambas cosas en teoría–, y su denominación es compatible con sistemas
unipartidistas, dictatoriales y totalitarios. Aunque el republicanismo identifica como valores
republicanos los de la Revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad), no es posible
identificar históricamente república con democracia o igualdad ante la ley o con la elección
de todos los cargos de forma democrática. Desde el propio nacimiento del concepto en la
Edad Antigua, con la República romana.
Repúblicas parlamentarias
El parlamentarismo es un sistema de organización política en la que la rama ejecutiva del
gobierno depende del apoyo directo o indirecto del parlamento, a menudo expresado por
medio de un voto de confianza. El poder ejecutivo de las repúblicas parlamentarias
proviene y depende del poder legislativo; el jefe de gobierno (llamado “primer ministro”) a
veces es el líder del partido o coalición con mayor representación en el parlamento o cuerpo
legislativo. Existe también un jefe de Estado independiente (llamado “presidente” con
poderes limitados, simbólicos o meramente ceremoniales).
Repúblicas presidencialistas.
Los sistemas presidencialistas tienen una clara soberanía y separación de poderes de
gobierno; el ejecutivo es elegido de manera independiente de la rama legislativa, la cual a
menudo se conoce como “congreso”. El jefe de gobierno es a la vez jefe de Estado
(llamado “presidente”) y por tanto no existe el cargo de primer ministro.
Repúblicas semipresidencialistas
En los sistemas semipresidencialistas existe un primer ministro (jefe de gobierno) y un
presidente (jefe de Estado), el poder ejecutivo es compartido o "bicéfalo". A diferencia de
los sistemas parlamentarios el presidente no es una figura ceremonial, sino que posee
algunos poderes ejecutivos y se encarga de algunas áreas del gobierno. El presidente a
menudo se elige de manera separada de la rama legislativa.
Repúblicas unipartidistas
Las repúblicas unipartidistas son estados en los que un partido único tiene todo el poder en
el gobierno o estados en que la estructura del partido es a la vez la estructura del gobierno y
que no permiten la creación de otros partidos (o si existen otros partidos, tienen una
representación muy limitada). En los estados apartidistas no se permite la creación de
ningún partido político.
Monarquías
Las monarquías son sistemas de gobierno en que la jefatura del estado es personal, vitalicia
y designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos
se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por un grupo selecto (monarquía
electiva -las monarquías de los pueblos germánicos o la primitiva monarquía romana-).
Monarquías absolutas
Las monarquías absolutas son regímenes monárquicos en los que el monarca tiene el poder
absoluto del gobierno.
4.- PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO.
EL PRESIDENCIALISMO
Se denomina presidencialismo o sistema presidencial a aquella forma de gobierno en el
que, constituida una República, la Constitución establece una división de poderes entre el
poder legislativo, poder ejecutivo, poder judicial y el Jefe del Estado, además de ostentar la
representación formal del país, es también parte activa del poder ejecutivo, como Jefe de
Gobierno. Ejerciendo, pues, una doble función porque le corresponden facultades propias
del Gobierno, siendo elegido de forma directa por los votantes y no por el Congreso o
Parlamento. La república democrática presidencialista más conocida en la historia
contemporánea es Estados Unidos.
El presidente es el órgano que ostenta el poder ejecutivo mientras que el poder legislativo
lo suele concentrar el congreso, sin perjuicio de las facultades que en materia legislativa
posee el presidente.
Orígenes del sistema presidencial
El sistema presidencial debe sus orígenes al arquetipo de las monarquías absolutas de
Europa, sobre todo la de Francia, en las cuales la autoridad ejecutiva residía en la corona,
no en las asambleas representativas de los estamentos, como ocurría en el caso del
Parlamento de Inglaterra.
El concepto de separación.
El concepto de separación de poderes fue consagrado en la Constitución de los Estados
Unidos de América, de 1787, con la creación del cargo de Presidente de Estados Unidos y,
a la vez, del Congreso de Estados Unidos, sistema donde el presidente era el jefe del
Estado, pero responsable de sus actos ante el Congreso. Curiosamente, Inglaterra y Escocia
fueron los primeros países en adoptar el parlamentarismo (desde 1707 como el Reino de
Gran Bretaña, y desde 1801 como el Reino Unido) las facultades del ejecutivo –el
monarca– se redujo a un papel ceremonial, y a la vez una nueva autoridad ejecutiva,
responsable ante el parlamento, se fue desarrollando –el Primer Ministro–, mientras las
atribuciones del ejecutivo separado de los Estados Unidos fueron aumentando, por ejemplo,
el presidente designa a la mayoría de funcionarios públicos (entre ellos los miembros del
gabinete, aunque estos deben ser ratificados por el Senado).
Antecedentes históricos
Las primeras noticias de asambleas electas con poder ejecutivo remiten a la antigüedad
clásica, en concreto a las ciudades-estado de Grecia, donde la democracia ateniense es el
ejemplo de democracia parlamentaria más extremo conocido –dado que todos los
ciudadanos formaban parte del Parlamento, la Ecclesia–. Estructuras parecidas se
encuentran en la Antigua Roma, donde el Senado acaparaba todos los poderes ejecutivos
del Estado romano, aunque en materia legislativa se veía sometido a las decisiones de los
tribunos y los "comicios". El Senado romano estaba formado principalmente por las élites
aristocráticas romanas, los patricios, y marginaba en un primer momento a los senadores
plebeyos al atribuirles un rango diferente al de los senadores patricios, a saber, el de
"conscripti". Con la instauración del régimen imperial, el Senado se convirtió en una
cámara consultiva y con alguna competencia en el ámbito municipal de la ciudad de Roma.
Los romanos y el sistema senatorial
Los romanos exportaron el sistema senatorial a las colonias provinciales, donde los senados
hacían las veces de órganos municipales encargados de la administración de las ciudades
que contaban con uno. Con la caída del Imperio Romano de Occidente, algunas de las
ciudades de influencia latina de la península italiana mantuvieron las cámaras municipales,
que desembocarían en órganos ejecutivos de las incipientes ciudades estado italianas. Las
asambleas y comunas de las Repúblicas de Florencia, Venecia, Génova y Pisa pueden
rastrearse en origen a tales asambleas, y aunque su poder se viera reducido a territorios de
escasa extensión, su influencia dentro de la política internacional podía ser grande, por
ejemplo, durante las guerras entre güelfos y gibelinos a partir del siglo XIII.
En los territorios capturados por los pueblos germánicos, se prolongaron a veces las
costumbres tribales de los conquistadores, convocándose asambleas de la nobleza
germánica en tiempos de crisis o de necesidad; sin embargo, de tales parlamentos sólo
participaban la nobleza y, en alguna ocasión, el clero, y sus decisiones solían quedar
supeditadas a las del monarca.
Primer antecedente de parlamentarismo
En este contexto, a veces se menciona como primer antecedente de parlamentarismo en
Europa Occidental a las Cortes del Reino de León en 1188, dado que en éstas el poder del
monarca se vio sometido a las decisiones de una asamblea de notables formados por clero,
nobles, y representantes de las ciudades. Esta estructura de "Cortes" o "Parlamentos" se
repitió de manera continua en todos los estados de Europa Occidental, siendo ejemplos de
ello las asambleas de los "Estados Generales" en el reino de Francia, las "Cortes" de los
reinos de la Corona de Aragón, el "Parlamento" del reino de Inglaterra, ... A partir del siglo
XIII, los monarcas franceses serán los primeros en insistir en la inclusión del "Tercer
Estado", el pueblo –en realidad, la incipiente burguesía–, en las asambleas de los Estados
Generales, dado que los burgueses solían alinearse con el Rey en contra de los intereses de
la nobleza.
Parlamentos medievales
El poder de estos parlamentos medievales dependía en gran medida de la propia influencia
del monarca. Como los parlamentos se convocaban de manera puntual para tratar asuntos
tales como la recaudación de impuestos extraordinarios para sufragar guerras, un monarca
poderoso, rico e influyente tenía muchas más posibilidades de influir y conseguir del
parlamento sus objetivos. En general, conforme avanzó el tiempo los monarcas medievales
fueron ganando en poder y riquezas, y pudieron contar con los recursos suficientes como
para imponerse a su nobleza y anular en buena medida la influencia de las decisiones de los
parlamentos. Hubo, no obstante, dos grandes excepciones a esta tendencia. Por un lado, la
del Sacro Imperio Romano Germánico, en el que el "parlamento" o colegio electoral jamás
trascendió de ser una cámara para la elección usualmente comprada con sobornos o hecha
por motivos de interés político del nuevo emperador, de manera que el Sacro Emperador no
dejó de ser un primero entre iguales cuya autoridad sobre el resto de principados alemanes
era tan sólo teórica.
La segunda excepción, no tan extrema, es la del reino de Inglaterra. En 1215, el débil rey de
Inglaterra Juan Sin Tierra se ve forzado a capitular ante la amenaza de rebelión de sus
barones, y concede al parlamento formado por los nobles y el clero, una carta real, la Carta
Magna, en la que reconoce a ambos grupos una serie de privilegios y prerrogativas que
reducen la influencia del monarca a favor de la del Parlamento. Tales privilegios tendrán
que ser respetados por los subsiguientes monarcas, y aunque en apariencia algunos
monarcas poderosos como Enrique VIII o Isabel I puedan imponerse al Parlamento, éste
seguirá reuniéndose de manera habitual, casi de forma anual, algo bastante menos usual en
otros reinos europeos como Francia, Dinamarca o Castilla.
El parlamentarismo como un sistema político
El parlamentarismo, entendido como un sistema político en el que el poder político reside
mayoritariamente en un parlamento surge precisamente en Inglaterra hacia 1640, cuando a
raíz de un conflicto entre el rey Carlos I y su parlamento, el monarca declara la guerra al
parlamento y aboca al país a una guerra civil de la que sale perdedor el Rey. En ese tiempo,
el Parlamento inglés asumió para sí los poderes del estado durante un breve plazo de
tiempo, hasta que Cromwell instaura la dictadura en 1649. No obstante, ésta primera
irrupción del modelo va a mostrar ya sus rasgos fundamentales. En primer lugar, el
Parlamento era una asamblea popular elegida por los ciudadanos en igualdad de
condiciones y que gozaba de todos los poderes del Estado, sin que fuera posible violentar
su autonomía; en segundo lugar, lo que hoy conocemos como el poder ejecutivo estaba
sometido plenamente a la asamblea; y en tercer lugar, el parlamento sólo podía ser disuelto
por el propio pueblo que lo había elegido. El triunfo definitivo del régimen parlamentario
ocurre con la Revolución Gloriosa en 1688, a partir del cual el Reino Unido aplicó el
mismo de manera integral. La instalación en el trono de Inglaterra de la casa de Hanover
rubricará el parlamentarismo en Inglaterra, al delegar los monarcas hanoverianos todo su
teórico poder en manos del parlamento.
En el continente europeo se habrá de esperar hasta la Revolución francesa para que se
atisbe un modelo de representación democrático-parlamentario similar, que
indisolublemente va unido a la división de poderes formulada por Montesquieu.
Modelos de parlamentarismo.
Modelos de parlamentarismo En uno y otro caso, el distinto origen del parlamentarismo
dará lugar a diferenciar dos modelos básicos: el modelo inglés surge antes de los
movimientos obreros y es una conquista de la burguesía frente al absolutismo y al
feudalismo, por lo tanto su desarrollo no se verá impugnado por los propios beneficiarios.
En el modelo continental, la burguesía no tardará en encontrarse con la respuesta de los
grupos socialistas y el parlamentarismo -en cuanto poder absoluto del pueblo que se refleja
en una asamblea- se mitigó en sus primeros intentos por temor a que las propias teorías
permitieran el acceso de una mayoría de trabajadores a las instituciones.
Ventajas e inconvenientes del parlamentarismo.
Ventajas e inconvenientes del parlamentarismo El modelo parlamentario convive pero se
opone al modelo presidencialista. Y es en este sentido cuando se tratan las ventajas y
desventajas de cada uno de dichos sistemas de gobierno.
Se reconocen como ventajas del sistema parlamentario:
- Mayor representación del conjunto social en la medida que las decisiones deben
consensuarse en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas representadas en el
Parlamento.
- Mejor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno en la medida que puede
cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de censura.
Se señalan como desventajas frente al Presidencialismo:
- Separación de poderes atenuada entre el ejecutivo y el legislativo.
- Excesiva vinculación del poder ejecutivo con el partido político mayoritario en el
Parlamento, pudiendo derivar en partidocracia.
- Su forma más estable termina siendo el bipartidismo.
Tratando de recoger las ventajas de ambos sistemas y eludir sus desventajas se tiende a
utilizar sistemas semipresidenciales.
Sistema parlamentario y la separación o división de poderes
En el caso del sistema parlamentario, la separación o división de poderes se encuentra
atenuada, implantándose un régimen de colaboración entre poderes. En este caso, las
facultades de control se encuentran muy desarrolladas, y los poderes del Estado se pueden
afectar mutuamente. Inclusive, y bajo circunstancias determinadas, alguno de los órganos
del Estado puede revocar el mandato de otro: Así por ejemplo, el poder ejecutivo puede
disolver al Parlamento o éste puede censurar a miembros del Ejecutivo y obligarlo a
renunciar. Estas facultades buscan generar el mismo efecto que venimos reseñando, evitar
la hegemonía de un órgano sobre los otros y conseguir el equilibrio.
El caso de sistema de gobierno el que hacemos mención se da en regímenes parlamentarios
o con tendencia parlamentaria, los cuales incluyen rasgos que también podemos encontrar
en los llamados regímenes de naturaleza mixta, como el caso del semipresidencialismo
francés.
Doctrinariamente, características básicas del Parlamentarismo.
Doctrinariamente, se reconocen como características básicas de todo régimen Parlamentario
o con tendencia parlamentaria a las siguientes:
- Un Ejecutivo dual, en el cual coexisten, en primer término, un jefe de Estado quien cuenta
con atribuciones puntuales y en general muy restringidas, y obra como "Árbitro" o
“mediador” de los problemas políticos; y un Jefe de Gobierno, que funciona a través de un
órgano colegiado llamado Gabinete o Consejo de Ministros a cuya cabeza se encuentra el
llamado Primer Ministro, quien es el funcionario que efectivamente dirige la política
interna de la Nación.
- Marcada dependencia entre los órganos Ejecutivo y legislativo. En realidad el Gobierno
surge del Parlamento, el cual es, en principio, el único órgano elegido por voluntad popular.
También pueden existir sistemas como los de órganos colegiados denominados supremos,
que, con el pretexto de mantener la gobernabilidad suprimen derechos de los ciudadanos y
obligaciones del gobierno.
- Un Parlamento, que es, por lo menos teóricamente, el sustento de la labor gubernamental,
tal que puede destituir ministros mediante la censura o la negación de la confianza. A la
vez, el Jefe de Estado o el Presidente del Gobierno puede ordenar la disolución del
Parlamento en casos de graves controversias en las cuales puedan estar en riesgo la
gobernabilidad de la Nación o la legitimidad de la dirigencia de su clase política.
FORMA DE ESTADO
Tal y como se afirma en el artículo primero de la Constitución política colombiana de 1991,
Colombia es una república unitaria y descentralizada organizada en 32 departamentos y una
capital de distrito.
“Colombia es un estado social de derecho, organizado en forma de republica unitaria
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las
personas que integran y en la prevalencia de interés general” Colombia tiene un sistema de
gobierno democrático, que significa que la población escoge que quiere que los dirijan. En
un estado social de derecho porque busca que toda la población disfrute de la vida que se
merecen sin importar la condición social y económica, el origen, el género ni las creencias
de las personas. Colombia es una república unitaria descentralizada lo que significa que el
gobierno tiene la autoridad máxima, está organizada de esta amanera porque tiene un
gobierno central que administra la economía política y justicia en toda la nación. En estos
lugares los gobernadores y alcaldes son los que priorizan las necesidades de sus pueblos
para satisfacer necesidades que tienen la gente. Colombia tiene un sistema político en cual
es pueblo en este caso los hombres y mujeres mayores de 18 años deciden como se debe
gobernar Colombia. Colombia es una nación pluralista porque reconoce que no todos
somos iguales y que tenemos diferentes pensamientos y esto se tiene en cuenta cuando se
van a tomas decisiones importantes para el país.
SISTEMA DE GOBIERNO
Un sistema o forma de gobierno es aquél por el cual un estado se gobierna. Existe un
amplio rango de formas de gobierno que se han sugerido y usado a lo largo de la historia en
función de los poderes existentes y las características de las élites dominantes, en lo que al
acceso al poder se refiere.
PRESIDENCIALISMO EN COLOMBIA
El sistema de gobierno colombiano se caracteriza por ser presidencialista, al igual que el
resto de gobiernos de región. El presidencialismo colombiano ha generado una
concentración del poder en manos del ejecutivo que queda reafirmada con la Constitución
de 1991. El presidente de la república es el jefe de estado, de gobierno y suprema autoridad
administrativa tal y como indica la Constitución de 1991 y se elige por voto directo y
secreto de todos los/ciudadanos/as del país por un período de cuatro años sin posibilidad de
ser reelegido. En caso de que ninguno de los candidatos consiga mayoría absoluta en la
primera votación se llevará a cabo una segunda tres semanas después en la que participarán
los dos candidatos más votados, el elegido será aquel que más votos obtenga. El ejecutivo
estará formado por el Presidente de la República, por los ministros de despacho y por los
directores de departamentos administrativos, así como por los gobernadores, alcaldías,
superintendencias, establecimientos públicos y empresas industriales o comerciales del
Estado.
SISTEMA DEMOCRÁTICO LIBERAL
La democracia liberal es una forma de gobierno que consiste en una democracia
representativa en la que la capacidad de los representantes electos para la toma de
decisiones políticas está sujeta al Estado de derecho y normalmente es moderada por una
constitución que la regula en la protección de los derechos y las libertades individuales y
colectivas, y establece esa constitución restricciones tanto a los dirigentes demócratas como
a la ejecución de las voluntades de una determinada mayoría social dentro de esa
democracia liberal.
Los derechos y las libertades garantizados por las constituciones de las democracias
liberales son variados, pero normalmente incluyen gran parte de los siguientes derechos: a
un debido proceso, a la intimidad, a la propiedad privada y a la igualdad ante la ley, así
como las libertades de expresión, asociación y culto. En las democracias liberales esos
derechos (a veces conocidos como "derechos fundamentales") suelen estar regulados bien
constitucionalmente o bien mediante la ley. Además generalmente existen instituciones
civiles con la capacidad de administrar o reforzar dichos derechos.
Las democracias liberales se suelen caracterizar por la tolerancia y el pluralismo político;
las ideas sociales y políticas diferenciadas, incluso las más extremas, pueden coexistir y
competir por el poder político siempre sobre una base democrática. Las democracias
liberales celebran periódicamente elecciones donde los distintos grupos políticos compiten
para alcanzar el poder. En la práctica, estas elecciones las ganan los grupos que defienden
la democracia liberal, de modo que el sistema se perpetúa a sí mismo.
El término "liberal" dentro de la expresión "democracia liberal" no implica que el gobierno
de una democracia de este tipo deba seguir estrictamente la ideología política del
liberalismo, si bien el concepto puro de "democracia liberal" nace de la corriente del
liberalismo político.
ORIGEN DE LA DEMOCRACIA LIBERAL
La democracia liberal toma sus orígenes (y su nombre) de la época de la Ilustración
europea. En aquel momento casi todos los estados de Europa eran monarquías, con el poder
político ostentado por el rey o por la aristocracia. La posibilidad de la democracia no había
sido considerada de forma seria por la teoría política desde la época grecorromana, y la
creencia inherente a ella era la de la inestabilidad y el caos debido a los caprichos de la
gente. Más adelante llegó a creerse que la democracia era algo antinatural, pues los
humanos eran vistos como malvados por naturaleza, violentos y necesitados de un líder
fuerte que reprimiera sus impulsos destructivos. Muchos de los reyes europeos mantenían
que su poder había sido inspirado por Dios, y que cuestionarlo era prácticamente una
blasfemia.
Estas ideas convencionales fueron desafiadas en un primer momento por un pequeño grupo
de intelectuales ilustrados, quienes creían que los problemas humanos deberían ser guiados
por la razón y los principios de libertad e igualdad. Argumentaban que todos los hombres
habían sido creados iguales y por tanto la autoridad política no podía justificarse basándose
en la "sangre azul", una supuesta conexión privilegiada con Dios, o cualquier otra
característica que fuese alegada para hacer a una persona superior a otras. Finalmente
pensaban que el gobierno estaba para servir al pueblo y no al revés, y que las leyes habían
de ser aplicadas tanto a quienes gobiernan como a los gobernados (Estado de Derecho).
A finales del Siglo XVIII, estas ideas inspiraron la Guerra de la Independencia de los
Estados Unidos y la Revolución francesa, que dieron a luz a la ideología del liberalismo e
instituyeron formas de gobierno que intentaron llevar a la práctica los principios de los
filósofos ilustrados. Ninguna de estas formas de gobierno era precisamente la que hoy
llamamos democracia liberal (la diferencia más significativa es que el derecho a voto estaba
restringido a una minoría de la población) pero eran una especie de prototipos de la
democracia liberal actual. Desde que los simpatizantes de estas formas de gobierno fuesen
conocidos como liberales, los propios gobiernos comenzaron a ser llamados "democracias
liberales".
Cuando fueron fundadas las primeras democracias liberales, sus simpatizantes eran vistos
como un grupo extremista y peligroso que amenazaba la paz y estabilidad internacional.
Los absolutistas que se oponían al liberalismo y a la democracia se consideraban los
defensores de los valores tradicionales y del orden natural de las cosas, y su crítica a la
democracia parecía justificada cuando Napoleón Bonaparte tomó el control de la joven
Primera República Francesa, reorganizada como el Primer Imperio Francés y comenzó su
proceso de conquista de Europa. Napoleón fue finalmente derrocado y se formó la Santa
Alianza como medio de prevención de cualquier intento posterior de instaurar el
liberalismo o la democracia en Europa. Sin embargo, los ideales liberales democráticos
pronto se extenderían entre la población, y hacia el Siglo XIX la monarquía tradicional
entró en un estado de defensa continuada. Las reformas y revoluciones ayudaron a que la
mayoría de los países europeos se acercasen a la democracia liberal. El liberalismo dejó de
ser una opción extrema y pasó a ser la corriente dominante en política. Al mismo tiempo,
aparecieron ciertas ideologías no liberales que tomaron el concepto de democracia liberal y
lo reformaron a su manera. El espectro político cambió: la monarquía tradicional se fue
convirtiendo en una idea extremista mientras la democracia liberal fue calando en la gente
hasta ocupar la posición dominante en la política. A finales del Siglo XIX, la democracia
liberal ya no era solamente una idea "liberal", sino que era apoyada por diferentes
ideologías. Tras la Primera Guerra Mundial y especialmente después de la Segunda, la
democracia liberal alcanzó una posición dominante entre las teorías de gobierno y hoy en
día es apoyada por la inmensa mayoría del espectro político.
SISTEMA SOCIALISTA
El Sistema Socialista o Socialismo es un ordenamiento político, social y económico que se
basa en la propiedad y en una administración colectiva, o en su defecto estatal, de los
medios de producción, y por otro lado promueve una progresiva desaparición de las clases
sociales.
Sistema político que promueve una administración a cargo de la sociedad o el estado y la
progresiva desaparición de las calases sociales
O sea en este tipo de sistemas los recursos económicos recaen en la potestad de la
población en cuestión y no hay espacio para la propiedad, justamente esta última es una de
las grandes batallas que da el sistema socialista.
Asimismo, denominamos como Sistema Socialista a la teoría política y filosófica que
oportunamente desarrollo el filósofo alemán Karl Marx y al movimiento político que lucha
por establecer el mencionado sistema político, económico y social.
La principal premisa que postula el sistema socialista es la regulación por parte del estado
de cuanta económica social se sucede y de la correcta y equitativa distribución de los bienes
obtenidos tras el proceso de producción. A la par de esta cuestión, sostiene que el control
administrativo dentro del sistema debe encontrarse en manos de los trabajadores, mientras
que el control democrático de las estructuras políticas civiles debe caer en mano de llos
ciudadanos.
Cabe destacar, que el objetivo ulterior del socialismo es la construcción de una sociedad en
la cual no haya clases sociales subordinadas a otras, situación que podrá lograrse ya sea, a
través de la revolución, de la natural evolución social, o implementando reformas
institucionales.
Si bien desde su aparición en el escenario político, el socialismo ha sido varias veces re
definido e interpretado, según el interlocutor de turno y el “color político”, mayormente, los
ideales vertidos por las múltiples propuestas se han encontrado vinculadas al bien común, la
igualdad social y el intervencionismo por parte del estado.
EL SISTEMA AUTORITARIO
EL sistema autoritario es aquel que recurre a la represión y otros métodos forzosos para
ejercer su voluntad sobre la población civil. Por ende, es principalmente caracterizado por
su carácter autocrático y su tendencia a limitar las libertades personales. Usualmente, un
régimen autoritario es gobernado por un grupo o elite que recurre a la represión para
mantenerse en el poder. Sin embargo, a diferencia de un régimen totalitario, no existe un
mayor interés por penetrar en la vida cotidiana de cada ciudadano, y en vez de tener
aspiraciones revolucionarias para reestructurar el orden social, un régimen autoritario
tiende a ser más conservador y a darle mayor importancia al orden cívico. La
implementación de un régimen autoritario puede manifestarse en la forma de tiranía,
monarquía, gobiernos militares, o gobiernos en que un solo partido político está al mando.
Los principales factores que caracterizan a un régimen autoritario son los siguientes:
2. Ausencia de una ideología oficial, o si existe alguna ideología, tiende a ser basada en las
convicciones personales del líder.
7. Apoyo selectivo a grupos de interés, siempre y cuando estos beneficien o colaboren con
las aspiraciones del régimen.
SISTEMA FASCISTA
Antiliberalismo
En el fascismo, la libertad individual no es un valor, por el contrario, todos se deben
subordinar plenamente al Estado y ponerse a su entero servicio. También es denostada la
libertad de mercado y la libertad de asociación y culto.
Tercera posición
Se considera al fascismo una tercera posición, que nada tiene que ver ni con el capitalismo
ni con el comunismo, ideologías a las que considera incapaces de funcionar en el mundo
real.
Anticapitalismo
La figura del banquero-financiero como elemento degenerado de la burguesía se
estigmatizó de la mano del nazismo, una forma particular de fascismo que terminó
convirtiendo a la Alemania de Hitler en la cara más oscura y denigrante del
comportamiento humano. El anticapitalismo fascista se expresó, por ejemplo, a través de la
organización corporativa del trabajo, en la que tanto los empresarios como los trabajadores
fueron obligados a pertenecer a sindicatos controlados por el partido único.
Antimarxismo
Totalmente en oposición a la lucha de clases sostenida desde el marxismo, el fascismo
mantuvo un concepto unificador y nacionalista, y persiguió duramente a toda forma de
oposición, incluyendo las juventudes socialistas, comunistas y anarquistas. Los partidos de
izquierda fueron ilegalizados y sus seguidores intensamente perseguidos por los aparatos de
seguridad estatales. Esto en parte colaboró con la adhesión que tuvieron los movimientos
fascistas de parte de algunos sectores de la clase media.
Corporativismo
El fascismo determinó que los conflictos de intereses de clase quedaran completamente
suprimidos mediante una política de sindicato vertical y único, que recibe las directrices del
gobierno.
Autoritarismo
En el fascismo no existe espacio alguno para el disenso; el funcionamiento social se
sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de mando. La
insubordinación era castigada con dureza.
Militarismo
Para sostener el autoritarismo hacía falta un fuerte aparato militar, cuyo espíritu trascendió
a la sociedad toda. La educación en los valores castrenses y los grandes desfiles de
uniformados, planeados meticulosamente, se hicieron parte del paisaje cotidiano en los
períodos de gobiernos fascistas. Además, los partidos fascistas organizaron grupos de
paramilitares que se involucraron en la persecución de los opositores.
Propaganda desmedida
La radio y la prensa han significado mucho durante los regímenes fascistas, ya que actuaron
como instrumentos de propaganda masiva para difundir los ideales y los supuestos logros,
dejando cerrado todo acceso a opiniones diferentes.
Nacionalismo
El concepto de nación es enaltecido en el fascismo, el cual da un valor supremo a la unidad
nacional y a la familia como base de la sociedad, con el rol de la mujer claramente ubicado
en la casa, atendiendo al marido y a los hijos, y el del hombre en el mundo del trabajo y la
defensa de la nación.
Racismo
A partir de ciertas fuentes mitológicas y literarias, el fascismo nazi instaló la aberrante idea
de una desigualdad de las razas. En ese contexto ubicaron a la raza aria como “la raza
superior”, y por debajo de ella a las demás etnias integradas por seres inferiores, como
gitanos y judíos. Esta ideología dio lugar a algo que avergüenza a la humanidad en su
conjunto: el holocausto.
Personalismo
La historia demuestra claramente que los gobiernos fascistas siempre se organizaron en
torno a la figura de un jefe o caudillo, que partiendo de cierto carisma supo ir construyendo
toda una estructura jerárquica en la que él ocupa la posición central, erigiéndose en la única
voz autorizada, la del líder, y quienes lo rodean sostienen esa imagen mediante el culto a la
personalidad, que trasciende y llega a toda la población.
SISTEMA NACIONALISTA – SOCIALISTA
El Nacional Socialismo es un sistema de dominación autoritario caracterizado por un
monopolio de la representación política por parte de un partido único como el NSDAP
(Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores), y de masas, organizado
jerárquicamente, y que contiene una ideología fascista, fundamentada en el jefe.
Como Hitler y su ideología totalitarista, basada en la exaltación a la colectividad nacional y
en el desprecio de los valores del individualismo liberal, en el ideal de colaboración entre
las clases, en una contraposición frontal al socialismo materialista y el comunismo, en el
ámbito de un ordenamiento de tipo corporativo.
Para alcanzar sus objetivos de expansión imperialista en nombre de la lucha de las
naciones pobres contra las potencias plutocráticas y así llegar a conquistar los pueblos que
se consideren inferiores, Hitler uso la siguiente estrategia:
En 1921 crea el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP), también
llamado partido Nazi que se conformaba por civiles y militares desempleados. Al llegar
1939 los sentimientos de venganza y revancha eran los que más motivaban internamente
para que Alemania entrara en la Segunda Guerra Mundial.
La influencia de Nietzsche
Luego de leer “El Anticristo” de Frederich Nietzche, Hitler comienza a pensar en
consolidar políticamente este partido nazi. Dicho libro habla sobre una raza que pudiera ser
superior a otras. Por otro lado plantea la necesidad de no mostrar misericordia ni piedad
ante los débiles.
Raza aria
La teoría del pangermanismo vital sostiene la supremacía de la raza aria cuyo objetivo era
propagarse como especie y extender su supremacía.
Por otra parte, el nazismo toma de antiguas leyendas nórdicas la idea de que la raza aria
(que procedía de los griegos, romanos y germanos) es más raza aria cuyo objetivo era
propagarse como especie y extender su supremacía.
Por otra parte, el nazismo toma de antiguas leyendas nórdicas la idea de que la raza aria
(que procedía de los griegos, romanos y germanos) es más fuerte, pura y superior. Esta
teoría consideraba que su misión principal era unificar a los pueblos arios (que luego de
milenios se esparcieron por toda Europa y se mezclaron con otras culturas) con el objetivo
de recuperar los orígenes de pureza de la raza (arios antiguos) y consolidar una nueva raza
superior exterminando al resto.
Cruz gamada o esvástica
La palabra proviene del término svastika de origen sánscrito y significa “bienestar” o
“buena fortuna”. Se utilizaba unos 5000 años antes de que Hitler la empleara como símbolo
nazi pero bajo el mando de Adolf Hitler esta esvástica se comenzó a utiliza como un
símbolo de las antiguas razas arias.
Régimen totalitario
Durante el nacionalsocialismo alemán se suprimieron libertades y derechos individuales.
Las entidades privadas y los sindicatos quedaron en manos del Estado o bien eran
suprimidos.
Racismo y persecución
Este racismo tiene sus bases en las teorías antes descriptas y sirvió de base y justificativo
para suprimir a todas aquellas razas que no sean puras. De esta forma el régimen nazi
justificaría matanzas en masa y persecuciones especialmente a los judíos, comunistas,
negros y gitanos.
Campos de concentración
Los campos de concentración eran campos de tortura para esclavizar a las razas que ellos
consideraban inferiores. Así estas personas capturadas debían trabajar para el régimen nazi,
pero también en estos campos se realizaban matanzas masivas y torturas frente a las
cámaras. El objetivo era exterminar las razas inferiores.
Partido único
Así como ocurrió con el fascismo esta doctrina no admite la presencia de otros partidos
políticos.
Postura frente a la educación
Aunque posee un control total de la educación fomenta la enseñanza y formación superior,
selecciona personal calificado para realizar distinto tipo de investigaciones científicas.
Estas investigaciones se realizaban utilizando animales, homosexuales, judíos u otras
personas esclavizadas.
WEBGRAFICA
• http://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/R%C3%A9gimen_autoritario
• https://www.caracteristicas.co/fascismo/
• https://www.jmsima.com/politica/624-%C2%BFqu%C3%A9-es-el-nacional-
socialismo-y-sus-caracter%C3%ADsticas.html
• https://www.caracteristicas.co/nacionalsocialismo/
TRABAJO DE ADMINISTRATIVO GENERAL
(FORMAS DE ESTADO Y SISTEMAS DE GOBIERNO)
VALLEDUPAR _ CESAR
AÑO 2018