Está en la página 1de 1

Dozza, Martha

Taller 15 - 17

TP Nº1

…cuando la tecnología no nos atravesaba…

Existió un tiempo en que en nuestra vida las horas transcurrían lentamente. Ese
hermoso y lejano tiempo, donde las cosas no eran lo que son y lo que era, ya no es.
Donde se podía vivir sin la necesidad apremiante de leer cada whatsapp entrante,
cada comentario intrascendente y rara vez necesario del Facebook, cada “me gusta”
débilmente comprometido, todo esto sin contar las innumerables “notificaciones”
recibidas que nada parecen notificarnos.
Era ese tiempo, sí, donde las horas transcurrían lentamente, tan lentamente, que
el tiempo parecía no existir, atrapados por esa lectura, que nos conquistaba y trasladaba
a un tiempo y espacio no conocidos, pero que rápidamente hacíamos nuestro.
Esas siestas donde experimentábamos el placer único de retomar esa lectura que
habíamos tenido que dejar obligadamente por el llamado; “a cenar!”, o de volcarnos a la
búsqueda de ese nuevo libro que nos depararía vaya a saber ¡qué nueva aventura!.
O esas noche en lo de los tíos, que tenían esa gran biblioteca, que uno no sabía
por dónde empezar a leer, y elegíamos los libros de esa colección con fotos tan reales de
la atrapante Agatha Christie; ¡qué placer! Y cuando ya no quedaba ninguno, había que
optar por otra colección que no parecía tan atractiva a la vista, pero donde cautivaba el
género policial.
E ir más atrás, ese primer libro, leído con tal avidez, que ni siquiera a la hora del
almuerzo uno lograba despegarse y lo leíamos escondiéndolo debajo de la mesa. Seis
años nomás, primer grado, “Genoveva de Brabante” ya conquistando nuestros
corazones y ¡emocionándonos!
Ha pasado tiempo, desde esos años, y ahora, aquí nos encontramos, atravesados
por la tecnología que invade cada lugarcito de nuestra vida, casi inevitablemente,
sutilmente para quien intenta resistirse.
Ahí está ella, majestuosa y nosotros aquí, rindiéndole pleitesía…

También podría gustarte