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Comunidad dócil al Espíritu.

Siglo XX se gestó una explosión en la visión de la comunidad. Los organismos


internacionales que se crearon desde diversos ángulos (ONU (1945), Unesco1; OEA2; G-
203). Todos estos acontecimientos generaron varios elementos a saber:
El secularismo y la reducción de lo religioso en el ámbito privado.
La caída de las ideologías, difusión de otra cultura emergente y el individualismo.
Declive de la vida comunitaria en la Iglesia y el fortalecimiento de la vida regida por lo
canónico.
Llamada conciliar a la renovación de la vida de la Iglesia y por ende a la renovación de la
vida religiosa. La invitación se fue gestando con la centralidad de la Palabra de Dios 4.
Estudio y profundización de lo trinitario. La reforma litúrgica, La eclesiología de
Comunión. Apertura y dialogo de la Iglesia y el mundo.
La nueva eclesiología de comunión favoreció una nueva visión de la vida comunitaria al
proyectarle luces que surgen de esta eclesiología. La Iglesia se entiende como misterio, se
plantea la dimensión mistérica de la comunidad; la iglesia se entiende como comunión, se
plantea la dimensión de la fraternidad; la Iglesia es carismática y se valora el carisma de
cada comunidad. La Iglesia se piensa como sacramento de unidad y se habla de la vida
religiosa en su dimensión apostólica. “La vida en comunidad es esencial a la vocación
cristiana” (DA, 164)
Comunidad misión: desde lo trinitario.
La valoración de la missio Dei, permite redescubrir que no es la comunidad la que tiene un
programa misionero sino que es Dios, es el Dios de la misión., el que cuenta, convoca,
llama a la comunidad para que lleve adelante una tarea misionera.
Es una comunidad que cada día valora la universalidad del llamado. Dios los convoca los
reúne como un cuerpo misionero, ungidos por el Espíritu.

1 La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se fundó el 16 de

noviembre de 1945. La UNESCO obra por crear condiciones propicias para un diálogo entre las civilizaciones, las
culturas y los pueblos fundado en el respeto de los valores comunes.
2 La Organización de los Estados Americanos es el organismo regional más antiguo del mundo, cuyo origen se

remonta a la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington, D.C., de octubre de 1889 a abril de
1890. En esta reunión, se acordó crear la Unión Internacional de Repúblicas Americanas y se empezó a tejer una red de
disposiciones e instituciones que llegaría a conocerse como “sistema interamericano”, el más antiguo sistema institucional
internacional.

La OEA fue creada en 1948 cuando se subscribió, en Bogotá, Colombia, la Carta de la OEA que entró en vigencia
en diciembre de 1951
3
En el ámbito internacional G12 es un grupo de doce países industrialmente avanzados cuyos bancos centrales
cooperan para regular la finanza internacional
4 DV, 22: “Pero como la palabra de Dios debe estar siempre disponible, la Iglesia procura, con solicitud materna,

que se redacten traducciones aptas y fieles en varias lenguas, sobre todo de los textos primitivos de los sagrados libros”.
Lo afirma los documentos del vaticano II (PC, 2) la comunidad es misionera es su misma
naturaleza. Porque es un signo, un reflejo de la imagen de Dios. La missio Dei es mucho
mayor que cada comunidad local. Ésta es uno de los instrumentos de los cuales Dios se
sirve para realizar misión en la historia.
Es común la expresión de cuantificar la misión y de hablar de cada una de ella. Conocí un
misionero, que tenía un cuadernito en el cual relataba los pormenores de cada misión que
realizó. La cuantificación de las misiones daba a entender la configuración de la vida. Cada
comunidad religiosa esta llamada a ser signo e instrumento de la Trinidad e instaurar el
Reino. Cada comunidad debe ser configurada desde la misión. Y no hacer de la misión una
de sus más importantes actividades.
Esta compresión de la misión como misio Dei, suscita varios interrogantes ¿cómo formar
comunidades que colaboren con la misión de Dios? ¿Cómo puede ser posible esta realidad
comunitaria?
Dios llama al dinamismo de la vida comunitaria.
La llamada del vaticano II, puso el interés en la Iglesia, pueblo de Dios, que tiene su origen
en la Trinidad. El problema se suscita en que “ene se momento, no existía todavía una clara
conciencia de la propia idea cristiana de comunión: la que deriva de la fe y del evangelio” 5
Muchos religiosos y religiosas interpretaron la comunión según los modelos seculares
presentes en la sociedad civil6; otros, según los modelos sociológicos y psicológicos e
incluso por las urgencias de trabajos apostólicos que agrupaban personas 7; no faltaron
comunidades formativas en ambientes populares con resultados desastrosos o comunidades
con un activismo que no había tiempo para descansar ni orar juntos; con tristeza se constata
la profesionalización de la vida religiosa donde sus integrantes son expertos en ciencias
naturales, sociales, etc., pero con una ausencia de Dios manifiesta en sus vidas.
Así, se llega a un momento crucial pues, permanecen las estructuras de la vida comunitaria
pero no por ello se puede son expresión de un una verdadera vida de fraternidad. En
algunos casos esconden una variedad de proyectos personales. Con razón se puede
preguntar: ¿cuál es la acción del Espíritu?
La comunidad Se hace.
Hay la tentación de pensar que a la comunidad se llega. Como cuando llegamos a una
comunidad ya conformada, ya hecha y he ahí el peligro. La comunidad se entiende como
una estructura ya realizada en la cual no hay espacio para la novedad. Lo que le
5 Carlos L. García Andrade, Juntos hacuia Dios. Vida consagraa en comunidad”, Publicaciones Claretianas,

Madrid, 2014, 18-19.


6 Algunas expresiones: “aquí todos iguales y no es preciso un superior”; “todo se decide por votación”; ¿mi

autonomía?; ¿mi libertad?


7 Cf Constitución 21: “Por consiguiente, es ley esencial de la vida de los congregados vivir en comunidad y

realizar la obra apostólica a través de la comunidad. Por lo cual se ha de tener en vista el aspecto comunitario siempre que
se acepta un trabajo misionero.
Pero la comunidad no consiste tan sólo en la cohabitación material de los cohermanos, sino a la vez en la
comunión de espíritu y de hermandad”.

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Comunidad dócil al Espíritu
corresponde a un aspirante es realizar un proceso de adaptación y de acomodarse a las
directrices de la comunidad y dónde queda la novedad del Espíritu.
Al volver la mirada a la experiencia de las primeras comunidades cristinas encontramos
algunas luces que permiten ahondar esta realidad teologal.
En ellas encontramos el protagonismo de Dios y no la prescripción y no la forma de una
comunidad: “todos los día el Señor agregaba para ellos a los que habían de salvarse” (Hch
2, 9). Es el Señor el que congrega, llama, convoca. El Espíritu del Señor, configura a la
comunidad. Cada una de ellas tenía su propio modelo. Hoy los estudios nos presentan los
rasgos de la comunidad: de Éfeso (Ef 1, 19-21), o la de Tesalónica8, o la de Corinto. Etc.
La comunidad se recrea con cada uno de los nuevos miembros que se agrega a ella. La
comunidad es un organismo vivo con enorme capacidad de adaptación si renuncia a ello se
anquilosa. Para ello, la comunidad se abre a un doble movimiento:
 crecimiento en las relaciones mutuas con todos los integrantes de que la
conforman.
 Ad extra: interacción con el medio social, eclesial, que le permite estar en
búsqueda. El peligro está en todo lo que está alrededor cambia, menos la
comunidad.
Esta dinámica no es fácil, pues ninguno de los miembros de la comunidad se eligió y cada
uno es tan diverso. Ser comunidad esa arte y gracia. Es un don que solo se aprecia cuando
se cultiva y se está dispuesto a la transformación. Es peregrinar hacia los cielos nuevos y la
tierra nueva junto a a los otros.
La comunidad no surge por generación espontánea. Se necesita entrar en un proceso de
mutuas relaciones, de acomodación de unos con otros de sinergia. Cuando esto no se
propicia surgen las divisiones, las críticas, las luchas de poder, la comunidad no se forma,
sino que se deforma se vuelve como dice José Cristo Rey García, monstruosa 9.
La comunidad se forma.
 El proceso de comunidad se da cunado se toma conciencia y se reconoce el propio
llamado y el del hermano que conforma la comunidad. Todos llamados y
convocados y convocados por el Espíritu. Para formar una comunidad de discípulos
y misioneros. Este proceso requiere cuidado, atención y dedicación.
 La comunidad es en misión. Y se concretiza en una comunidad Conferencia, de
Provincial, local en donde se encuentra. Hay que configurarla como una comunidad
de enviados respondiendo a los condicionamientos del lugar.
 La comunidad se recrea con la presencia del Espíritu. Se forja una experiencia de
Dios.

8 Una comunidad que priorizaba el trabajo 1 Tes 2,9; 4, 11-12; 5, 12-13)


9JoséCristo Rey García, ¿cómo se forma una comunidad? ¿Cómo queda configurada por la misión?, en Vida
Religiosa, monográfico 3, (2015), 33.

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Comunidad dócil al Espíritu
Lo propio de la comunidad es que todos tienen la misión. Todos son colaboradores, sin
excepción, no son un grupo de amigos que hacen lobby de poder y presión. Esos sí que son
una amenaza para la comunidad. Estos grupos lobbies favorecen funciona desde la
opacidad y los rumores.
La comunidad se comunica desde el corazón del carisma.
Rasgos de la comunidad-misión Apostólica10.
1. Comunidad en aprendizaje misionero. Jesús eligió a los 12 para que estuvieran con
él y enviarlos a la misión. (Mc 3,14). Jesús nos llama en comunidad. Se aprende a
ser misionero en el ejercicio de la comunidad. No es el aprendizaje desde la
información es necesario el aprendizaje de la comunidad. De la misión compartida,
del diálogo común con Jesús.
2. Comunidad que dialoga. “mientras ellos hablaban y discutían esta cosas uno con el
otro, Jesús mismo vino y se puso a caminar con ellos” (Lc 24,15). Es importe la
charlas formativas sobre la comunidad, el dialogo sobre los desafíos de la misma
pero es mucho más importantes el sacar tiempo para los hermanos. En la
conversación se manifiesta el aprendizaje misionero. En una comunidad donde nos
e habla de los desafíos, de las experiencia misioneras, de los pequeños relatos
misioneros, no está respondiendo al querer de aquel que los llamó. No hay el
monopolio del Espíritu.
3. Comunidad en apertura. “Me he hecho todo para todos, para salvar de cualquier
manera a algunos” (1 Cor 9,22)
Hay una frase que dice: “une más el pasaporte que el carisma”. La comunidad está
llamada a la encarnación, identificarse en un contexto, a ser misionera, en salida.
Una comunidad que testifica la fe. “Por eso el fin de toda acción misionera es
suscitar y formar comunidades que, viviendo dignamente la vocación a la que han
sido llamadas, ejerciten la función sacerdotal, profética y regia que el Señor les ha
confiado”11.
4. Comunidad de periferia. “seréis mis testigos hasta los confines dela tierra” (Hch 1,
8).
5. Visitar las periferias (geografías, personales, sociales), las fronteras culturales, entra
dentro de la vocación misionera. Recuerdo en los diálogos cuando afianzábamos el
programa del propedéutico y se veía oportuno para los jóvenes realizaran
experiencias pastorales en lugares de situaciones límite, visitas guiadas y
acompañadas donde vieran el drama humano. Una comunidad no debe encerrase en
sí misma, en su propia localidad.
6. Comunidad que forma carácter. “seguid mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de
Cristo. (1 Cor 11,1)

Contituciones 21-45. Art. 1 – La comunidad en sí misma; Art. 2 – La presencia de Cristo en la comunidad; Art.
10

3 – Comunidad de oración; Art. 4 – Comunidad de personas; Art. 5 – Comunidad de trabajo; Art. 6 – Comunidad en
conversión; Art. 7. – Comunidad abierta; Art. 8.– Comunidad organizada.
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Constitución 11.

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Comunidad dócil al Espíritu
Encrucijada: “Es difícil encontrar el equilibrio entre la herencia de la tradición, la llamada a
la renovación y los fenómenos emergentes” 12.
Se han realizado muchas pruebas, intentos y se han gestado reacciones en la misma Iglesia
y en las diversa comunidades. Algunos han puesto su mirada en el pasado y se han aferrado
a ciertas formas clásicas de organización y de vida pastoral.
Cuando la Iglesia hizo el llamamiento a la renovación de la Vida Religiosa se gestó el
acento de la vida comunitaria (koinonia). El Concilio abrió el horizonte a un refrescar la
visión eclesiológica. La Iglesia es pueblo de Dios, comunión, ministerios, carisma,
animados por la presencia siempre nueva del Espíritu Santo. Este empuje renovado, se
confrontó con otras ideas de eclesiológicas que estaban en el corazón de la Iglesia y en lo
íntimo e cada consagrado. Dice García Andrade: “bastantes consagrados, en vez de
nutrirse de la versión evangélica de la comunión, que aún no estaba explicitada, han mirado
su alrededor y han interpretado la comunión según los modelos seculares presentes en la
sociedad civil (como democracia) , arrastrando los defectos de estos modelos” 13

P. Samuel Torres, CSsR

12
Carlos García Andrade, Juntos hacia Dios. Vida Consagrada y Comunidad, Publicaciones Claretianas, Madrid,
2014, 17.
13 Carlos García Andrade, Juntos hacia Dios. Vida Consagrada y Comunidad, Publicaciones Claretianas, Madrid,
2014, 19.

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