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LATINOAMERICANA Y ARGENTINA
Consideraciones previas
El presente material tiene como objeto poner al alcance de los estudiantes una síntesis de
los principales procesos de la historia latinoamericana abordados desde una perspectiva
superadora de las formas tradicionales que aún se advierten en la enseñanza de esta disciplina en
los diferentes trayectos de la educación formal. Para ello, adhiriendo al llamado enfoque social, los
ejes temáticos han sido organizados en cuatro contextos, entendiendo por los mismos
ordenamientos sociales resultantes del accionar de distintos actores, capaces de influir según sus
fuerzas relativas en la conformación de un orden determinado. Considerado de este modo cada
contexto, el estudio de cada uno de ellos estará centrado en un análisis de sus principales
particularidades políticas, sociales, económicas y culturales, identificando cambios,
transformaciones, rupturas y permanencias, y destacando aquellas experiencias propias de la vida
cotidiana que amplían el horizonte interpretativo y permiten “problematizar” el conocimiento
histórico. El objetivo último de este tipo de abordaje es desarrollar la capacidad de pensar
históricamente por parte de los alumnos, lo que supone comprender cada contexto en su
complejidad, y ser capaces de establecer relaciones entre las sociedades del pasado y
problemáticas actuales. Por ello, la mirada estará puesta no tanto en hechos aislados como en
procesos, destacando el papel desempeñado por aquellos sectores (mujeres, minorías, esclavos,
etc.) que la historiografía tradicional invisibilizó en aras de ofrecer una versión patriótica y heroica
del pasado latinoamericano y argentino, lo que supone cuestionar ciertas visiones cristalizadas e
incentivar posiciones contrahegemónicas y actitudes críticas.
La Historia de América Latina puede ser analizada en cuatro grandes miradas panorámicas a fin de
contextualizar procesos que condicionaron e imprimieron un giro determinado a espacios,
tiempos y sociedades del continente.
culturas. En algunos casos estaban destinados a trazar horizontes futuros de los pueblos; en otros
casos, a anunciar la bonanza o el daño mirado y analizado en un tiempo cíclico de las estaciones o
del día a día.
En el espacio americano podemos encontrar culturas agro-alfareras, además de las recolectoras y
cazadoras que dan cuenta de usos y hábitos diversos en los modos de vida cotidianos. Algunos con
sofisticados ceremoniales, otras con simple y sencillas ofrendas, generalmente a la madre tierra.
El extenso conjunto conocido como Mapuche se radicó a ambos lados de la cordillera, adquiriendo
diferentes apelaciones según habitaran las montañas, valles o costa del Pacífico. En nuestro país se
extendieron por las actuales provincias de Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego. Constituyeron
una cultura fuerte hasta por lo menos la llamada Conquista al Desierto, a fines del siglo XIX,
produciéndose a raíz de esta última una desorganización que alteró profundamente su modo de
vida.
La tierra mapuche se había organizado por un sistema de autoridad basada en la existencia de linajes, a los que pertenecía
caciques y capitanejos. La tierra dentro de su sistema de creencias adquiría un significado excepcional, puesto que gravitaba
para obtener buenas cosechas, hacerse de fuentes de pastoreo y mantener rebaños. Desde el punto de vista de subsistencia
se articulaba mediante circuitos de producción y comercialización que ligaba a sus propias aldeas y también a los blancos.
Las mujeres se ocupaban del tejido desde la esquila y limpiar la lana hasta hilar, ovillar, crear el bosquejo de ponchos y
mantas. En la tradición sacramental mapuche las mujeres ocupaban un lugar de gran significado para conjurara maleficios
perturbadores para la gente, que indicaban la necesaria mediación de los hechiceros. Su cultura se basa en la tradición oral.
La conducta social y religiosa estaba regida por el Admapu (conjunto de antiguas tradiciones, leyes, derechos y normas). Su
idioma es el mapudungun, una lengua aglutinante que hasta ahora no se ha relacionado de modo satisfactorio con ninguna
otra. Como deporte tradicional tienen el palín o chueca, un deporte que se presenta más o menos parecido al hockey, y en
otros tiempos también allinao, especialmente entre los huilliches.
Se encuentra evidencia arqueológica hacia por lo menos el siglo V d. C. en que ya existían
manifestaciones culturales en la Depresión Intermedia de Chile y que pueden rastrearse hasta la
época actual. Se mencionan como posibles antecesores de los mapuches a los grupos creadores de
las culturas Bato, El Vergel, Llolleo y Pitrén.
Finalmente, hacia el siglo XV los Huarpes se localizaban en diversas zonas de las actuales
provincias argentinas de San Luis, Mendoza y San Juan, e incluso norte de la provincia de
Neuquén. Habitaban entre el río Jáchal (al norte), hasta el río Diamante (al sur), y entre
la cordillera de los Andes y el valle de Conlara (en San Luis). La datación arqueológica por lo menos
señala su presencia hacia el 500 d. C.
Sus viviendas podían ser de piedra o de barro y paja, según la zona donde habitaban. Eran sedentarios, dedicados a la
cestería. Los huanacaches o «laguneros» llamaban la atención por sus cestas tejidas de un modo que eran impermeables y
les servían para transportar agua, y confeccionar embarcaciones con las que navegaban por las hoy casi desaparecidas
lagunas de Guanacache; esas naves eran bastante semejantes a los «caballitos de totora» que aún utilizan los urus para
navegar el lago Titicaca (Bolivia-Perú). A esta peculiar cestería se añadía una buena alfarería. Eran pescadores y cazadores,
cultivaban la papa y el maíz de manera rudimentaria, aunque realizaron canalizaciones como la que hiciera el cacique
Guaymallén en el valle de Huentata (provincia de Mendoza). Recolectaban frutos, especialmente el del alpataco, una de las
especies de algarrobo y otros vegetales.
Si bien hemos presentado algunas de las múltiples culturas, todas ellas poseían algún tipo de
intercambio. Algunas de esas culturas llegaron a constituir Imperios que dominaron gran parte del
mundo andino como la cultura Inca mientras otras, estaban en franco decaimiento como la cultura
maya y Azteca.
El Imperio incaico abarcó los actuales territorios correspondientes al extremo suroccidental de Colombia en la frontera,
pasando por Ecuador, principalmente por Perú, el oeste de Bolivia, la mitad norte de Chile y el norte, noroeste y oeste de
Argentina. El imperio estuvo subdividido en cuatro suyos: el Chinchaysuyo (ChinchaySuyu) al norte, el Collasuyo (QullaSuyu)
al sur, el Antisuyo (Anti Suyu) al este y Contisuyo (KuntiSuyu) al oeste. La capital del imperio fue la ciudad de Cuzco, en el
actual Perú. Con Huayna Cápac, quien consolidó los territorios ocupados, esta civilización logró la máxima expansión de su
cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de
otros estados conquistados.
de Guatemala hasta El Salvador, y las tierras bajas del sur en la llanura litoral del Pacífico. Durante el periodo formativo,
antes de 2000 a. C., se inició el desarrollo de la agricultura y la población se hizo sedentaria estableciéndose en las primeras
aldeas. Las ciudades mayas solían expandirse sin planificación (250 d.C.). El centro de la ciudad era ocupado por complejos
centros ceremoniales y administrativos, rodeado por una irregular expansión de barrios residenciales. A menudo las
diferentes partes de una ciudad eran conectadas por calzadas. La arquitectura principal de la ciudad se componía de
palacios, templos piramidales, juegos de pelota ceremoniales, y estructuras alineadas para la observación astronómica. La
élite maya sabía leer y escribir, y desarrolló un complejo sistema de escritura glífica, considerado el más avanzado en
América precolombina. Los mayas grabaron su historia y conocimiento ritual en libros en forma de biombo, de los que sólo
permanecieron tres ejemplos con incuestionable autenticidad, el resto fue destruido por los españoles. También existe un
gran número de ejemplos de inscripciones mayas en las estelas y la cerámica. Los mayas desarrollaron una compleja serie de
calendarios rituales entrelazados, emplearon la matemática y fueron uno de los primeros pueblos en utilizar el cero
explícito en el mundo. Como parte de su religión, los mayas practicaban sacrificios humanos.
Con el Imperio Azteca … fueron inicialmente una tribu de nómadas que formaron uno de los imperios más grandes e
importantes de la América precolombina en solo 200 años. Tenían la mejor tecnología que se podía obtener dadas las condiciones en
que vivían como acueductos, palacios, pirámides y templos que se alzaron como tributo a sus dioses y como testimonio de poder para
la humanidad. Hacia el siglo XIII los aztecas se asentaron en Chapultepec, desde donde fueron expulsados por una coalición de
enemigos. Luego de ser expulsados constituyeron su asentamiento definitivo en Tenochtitlán hacia 1325. Tenochtitlán se transformó en
la principal ciudad de la zona, formando alianza con otras dos ciudades de habla nahua: Texcoco (acolhuas) y Tlacopan (tepanecas). Esta
alianza, conocida como Triple Alianza (ĒxcānTlahtōlōyān) logró desarrollar un gran poderío militar. Con Moctezuma II (1502-1520), los
aztecas se habían transformado en uno de los principales imperios que dominaba un vasto territorio y millones de súbditos.
El mapa de
los pueblos
originarios
de América
Para comprender este periodo de tiempo tenemos que recurrir a un campo complementario de la
Historia, el Arqueológico, y que reconstruye ese periodo de tiempo que abarca por lo menos
desde el año 10.000 a. C., y que permite reconocer las culturas que habitaron América. La llegada
de Europa en América no registró, denostó o simplemente olvidó ese pasado de casi 11.000 años.
El hito que representa haber declarado patrimonio histórico de la Humanidad al Camino del Inca 2
2
QhapaqÑan, sistema vial andino o mejor conocido como Camino del Inca, posee 23 mil kilómetros y recorre seis países de América
Latina: Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile y nuestro país. UNESCO, lo declaró patrimonio mundial, el 21 de junio de 2014, en su 38º
sesión, en la ciudad de Doha, Qatar. Se ubica en la categoría “Itinerario Cultural”, por su valor patrimonial, histórico y cultural, como
herencia y testimonio de las poblaciones que los construyeron y además, porque en la actualidad, es una de las vías de comunicación e
intercambio cultural más significativas entre las naciones andinas sudamericanas.
nos obliga a otorgar un lugar central a estas culturas, recuperando de ese modo la voz de los
vencidos.
Actividades
1-A partir de la lectura explicar ¿qué tipo de saberes predominaban en los pueblos
americanos antes de la llegada de los europeos? Para ello tomar en cuenta las diferencias entre
sociedades de cazadores y sociedades de agro- alfareras. ¿Por qué crees que este tipo de saberes
fueron dejados de lado a partir de la conquista? ¿En qué aspectos difieren de los saberes
legitimados en la actualidad?
2- Completa el cuadro a fin de observar los modos de vida de las culturas americanas
descriptas y sus rasgos dominantes
Sociedades
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La llegada de los europeos al continente americano nos permitiría hablar de una Historia
Mundial en sentido estricto a partir de 1492. Con anterioridad a esta fecha, a entender de Dussell 3,
los imperios o sistemas culturales coexistían entre sí pero no poseían una relación estrecha entre
todos. Sólo con la expansión portuguesa desde el siglo XV, que llega al Extremo Oriente en el siglo
XVI, y con la llegada de España a América, todo el planeta se torna el "lugar" de "una sola" Historia
Mundial (Magallanes-Elcano da la vuelta de circunvalación a la tierra en 1521).
Esta conquista de Europa en América da una impronta mestiza que conjuga la convivencia de
Europa, África y América. Todorov4 plantea la idea de choque entre culturas y señala que la
victoria de Europa no residió tanto en la superioridad técnica ni en la propagación de nuevas
enfermedades, sino en la capacidad simbólica que le permitió al conquistado intervenir sobre el
mundo simbólico tal el caso del mundo azteca, asociando su llegada con las calamidades
largamente anunciadas.
SABERES AMERICANOS
Esta penetración simbólica y mestiza puede verse reflejada, por ejemplo, cuando Diego
de Landa, el primer franciscano escribió “Relación de las cosas de Yucatán”,
documento que cuenta el pasado maya desde su perspectiva, quemando todos los
libros que existían en la época de esta cultura. Quemar libros, castigar y mandar a ejecutar a los
indígenas, serán las razones por las cuales será juzgado en España, en el Consejo de Indias. No
obstante, será absuelto por una comisión especial. Otra perspectiva, la de Diego Durán alcanza
una comprensión desde el interior de la cultura azteca por haber vivido en México, desde los
3
Dussel, Enrique Europa, modernidad y eurocentrismo. En: Lander, Edgardo (2000) La colonialidad del saber:
eurocentrismo y Ciencias Sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Buenos Aires. CLACSO
4
Todorov, Tzvetan (2003) La conquista de América. El problema del otro. Buenos Aires. Siglo XXI
cuatro años, objeta y lamenta la visión de Landa. Durán preocupado por hacer inteligible las
prácticas religiosas americanas, sostenía que la erradicación violenta de sus figuras y signos
religiosos entorpecía aún más el trabajo de evangelización. Durán sostenía que para imponer la
religión cristiana había que extirpar toda huella de religión pagana y que para lograr eliminar el
paganismo, había que conocerlo bien. Mientras Landa hace uso del fuego inquisidor, Durán sufre
la duda respecto de si los indígenas que asisten a la misa a la catedral de México no lo hacen para
adorar ahí a sus antiguos dioses, puesto que, como él mismo lo afirma “se emplearon sus
representaciones en piedra para construir el templo cristiano: ¡las columnas de la catedral
descansan en serpiente emplumadas!”(Todorov, 2003:215)
Así, al hablar de América post llegada de los europeos podemos detectar un conjunto de
estrategias que entramaron elementos culturales contradictorios que no lograron unificarse.
Cuando hablamos de saberes americanos hablamos de saberes de mezcla. La recuperación de los
saberes Mayas, por ejemplo, liga una nueva codificación, interpretación y traducción del saber
americano que le imprime una originalidad. Para algunos europeos este proceso de recuperación
da saberes culturales americanos será vinculado con el despertar de antiguas supersticiones de
estas culturas que entorpecerán la misma dominación por eso será fundamental erradicarlas.
Por otro lado, Rodolfo Kusch5 plantea cómo en materia de filosofía, América muestra una
doble cara: por un lado, una forma oficial de tratarla y, por otra, una forma privada. La primera
tiene que ver con las formas europeas, aprendidas en las Universidades creadas en América como
en la Universidad de Córdoba (1613); Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier
de Chuquisaca,(1624) por mencionar algunas y las órdenes oficiales emanadas de España; otra, la
resultante de la vida cotidiana en las ciudades españolas o en las tierras de indios. Dora Barrancos 6
y Myers7 reconocen formas diversas adoptadas por las culturas americanas, tales como la norma
española, el Derecho de Indias o derecho indiano que se impone frente al derecho indígena,
marcado por su carácter consuetudinario; el derecho patriarcal por encima del derecho de las
culturas americanas; la superioridad de la “raza” blanca, basada en la preeminencia de los nacidos
en la península por encima del nacido en américa.
Por tanto, el mismo Kusch propone: “No se trata de negar la filosofía occidental sino de encontrar
algo más próximo a nuestra vida”(Kusch, 2000:264-266). Es decir, para analizar las culturas
americanas hay que construir un registro propio, no el procedente de Europa.
Algunos aspectos próximos al modo de vida en América entre los siglos XV y XVIII
eran:
5
Kush, Rodolfo. (1998-2000). Edición de Obras completas, Edit. Fundación Ross, Rosario.
6
Barrancos, Dora (2010) Mujeres en la sociedad Argentina. Una Historia de cinco siglos. Buenos Aires.
Sudamericana.
7
Myers, Jorge (1999) Una revolución en las costumbres: las nuevas formas de sociabilidad de la elite
porteña, 1800-1860. En: Historia de la vida privada en la Argentina. Buenos Aires Taurus.
Las sociedades latinoamericanas no pueden pensarse sin ese diálogo con las culturas europeas: porque fueron
conquistadas por países del Viejo continente, porque parte de sus poblaciones tienen origen europeo, porque resultan
del mestizaje y la hibridación –y decir esto no es suprimir el carácter conflictivo de esos procesos-. La recuperación y la
valoración de las poblaciones indígenas a veces invierten el antiguo etnocentrismo colonial planteando que aquellas
tendrían una mayor autenticidad a la hora de representar lo latinoamericano. Esta idea no es menos errónea que los
intentos de constituir naciones excluyendo a las poblaciones originarias. Porque si América latina es un nombre
parcial –no todos los grupos humanos que habitan la región provienen del tronco latino- la denominación AbyaYala
también lo es porque nombra a un momento previo a las numerosas corrientes migratorias libres y esclavas que
recibió América. Por tanto, no es ajeno a que los procesos políticos que afectaran a Europa, también afectaban a
América en este siglo también
Actividades:
1-A partir de lo leído y analizado, completar el siguiente cuadro con aquella información que
consideres prioritaria acerca del contexto colonial
2-Redactar una supuesta carta a una persona que vive en el continente europeo en la que se le
expliquen las características que posee la cultura latinoamericana en la actualidad (puede tomar
como ejemplo música, comidas, vestimenta, religión, lenguaje, creencias, etc.) y relacionar dichas
particularidades con los procesos históricos que las hicieron posibles. Para ello, tener en cuenta el
impacto de la conquista y colonización europea entre los siglos XVI-XVIII, el tráfico esclavista, la
imposición del orden colonial, las resistencias de los pueblos originarios, etc.
3- Escucha la canción Hispano de Jorge Fandermole (disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=NxVHe4g15nA) y explica:
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8
Las ideas rectoras del movimiento Ilustrado surgido en Europa occidental en los siglos XVII y XVIII pueden
resumirse del siguiente modo: la razón como único medio de conocimiento; crítica a la tradición, la iglesia
católica y las monarquías absolutas; fe en el progreso indefinido; fe en el hombre como “hacedor” de la
historia; pensamiento crítico; igualdad entre todos los hombres, entre otros.
Diferentes expresiones de este ideal ilustrado lo encontramos en Mariano Moreno cuando manda
a imprimir el “Contrato Social” de Rosseau entre sus compatriotas, o el caudillo José Artigas, quien
multiplica la imprenta en la Banda Oriental y mandaba a coser en las chamarras de sus milicianos
la leyenda “Seamos tan ilustrados como valientes”.
Las ideas ilustradas en América establecieron un contrapunto respecto al alcance y función por un
lado, y la legitimación de un nuevo saber por otro. El maestro de Simón Bolívar, Simón Rodriguez,
advertía que las repúblicas emergentes en el siglo XIX están establecidas pero no fundadas, y que
frente a esta situación de fragilidad los pueblos puedes ser engañados al creer que no es
conveniente aprender las virtudes de la república porque “el conocimiento de la sociedad
pertenece a los que la dirigen, no a los que la componen”. Proponía dejar luces a una sociedad en
lugar de caudales, ya que la ignorancia debía temerse más que la pobreza. Sarmiento, en cambio,
desconfiaba de la capacidad de los saberes americanos en la emergencia de las repúblicas. La
hegemonía de la cultura escrita sobre la oral será el salto cualitativo que emprenderá el
sanjuanino en su visión del nuevo ciudadano. Saber moderno y saber tradicional, civilización y
barbarie; no es posible pensar el uno sin el otro. El saber oral fue útil para un modelo social caduco
pero renuente a desaparecer. El saber escrito era imprescindible para construir la ciudadanía
buscada.
“Los planteos sobre la inferioridad del Nuevo Mundo, puestos en boga por determinados
pensadores e historiadores iluministas europeos (Buffon, Raynal, Pauw yRobertson), indignaron a
intelectuales criollos” No obstante, en algunos casos se aceptaron como propio de un orden de
imposición, como fue considerar la superioridad racial del hombre blanco.
La REVOLUCIÓN trajo nuevos derechos básicos para individuos y principios tale como el
contractualismo y la soberanía popular.
El espacio público iguala. Lo público se despliega; vale decir, la vida pública adquiere otros
matices con la apertura social. La tertulia, el teatro, el café permitiría la discusión de ideas
y la formación en los nuevos ideales republicanos;
El mérito individual se constituirá en condición para acceder a la élite; el desarrollo de los
valores republicanos y partidarios serán los nuevos móviles de la participación política.
La expansión de la sociedad de mercado basado en la producción pecuaria y más tarde
agrícola con un fuerte vínculo con Gran Bretaña será el motor de crecimiento económico
no solo en Argentina sino en toda América Latina. Nuevos actores sociales como
campesinos, comerciantes, estancieros, administradores de instituciones del estado
provincial, municipal y nacional serán la nueva estructura de la ciudad moderna.
surgimiento de sindicatos y partidos políticos, dos estructura sociales: sectores populares,
sectores de elite serán los emergentes.
El racismo y el desprecio a los mulatos y negros libres, facilitaron la movilización de los plantadores mulatos, que
demandaban el cumplimiento de las resoluciones igualitarias de la Asamblea Nacional francesa del 8 de marzo de 1790. Los
peticionarios fueron represaliados. Vincent Ogé, uno de los líderes mulatos, regresó a Saint-Domingue y exigió la igualdad
civil y el derecho de sufragio. Fue perseguido y se levantó en armas, sin dar participación a los esclavos, siendo aislado,
derrotado y ejecutado salvajemente.
El 14 de agosto de 1791 estalló la gran sublevación de esclavos en el norte, que arrebató la dirección del proceso
revolucionario a los plantadores mulatos. Por decreto en París del 4 de abril de 1792, se prohibió la trata y se acordó la plena
igualdad civil entre blancos, mulatos y negros libres.
Durante todo el periodo que se extiende en los primeros cincuenta años del siglo XIX se
crearon sistemas constitucionales, se afirmaron las libertades individuales y se propiciaron
sistemas de elecciones de representantes. Sin embargo, esto no fue suficiente para dar por
sentado la formación de los nuevos estados. Bajo el amparo de la legislación hispánica y de
normas constitucionales más modernas, las ciudades de las provincias obtuvieron un liderazgo
decisivo. El desafío más fuerte para este proceso estará dado por la creación de nuevas formas de
control político ante el colapso de las instituciones coloniales.
Entre 1876 y 1914, una cuarta parte del planeta fue distribuida en forma de colonias entre media docena de Estados europeos:
Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Bélgica. Los imperios del período preindustrial, España y Portugal,
tuvieron una participación secundaria. Los países de reciente industrialización extraeuropeos, Estados Unidos y Japón,
interesados en el zona del Pacífico, fueron los últimos en presentarse en escena. En el caso de Gran Bretaña, la expansión de
fines del siglo XIX presenta líneas de continuidad con las anexiones previas; fue el único país que, en la primera mitad del siglo
XIX, ya tenía un imperio colonial.
La conquista y el reparto colonial lanzados en los años 80 fueron un proceso novedoso por su amplitud, su velocidad y porque
estuvo asociado con la nueva fase del capitalismo, la de una economía que entrelazaba las distintas partes del mundo. Los
principales estadistas de la repitieron una y otra vez que era preciso abrir nuevos mercados y campos de inversión para evitar el
estancamiento de la economía nacional. Además, según su discurso, las culturas superiores tenían la misión de civilizar a las
9
Miers, Jorge (2010) Debates de Mayo. Capítulo 3: Revolución de mayo y soberanía.
10
Barrán, José Pedro (1989) Historia de la sensibilidad en el Uruguay. Omo 1, EBO, Montevideo.
razas inferiores. En el marco de la gran depresión (1873-1895), gran parte de los dirigentes liberales de la época –Joseph
Chamberlain en Gran Bretaña y Jules Ferry en Francia, por ejemplo– giraron hacia el imperialismo para sostener una política
expansionista apoyada por el Estado y basada en un fuerte potencial militar que garantizaría la superioridad de la propia
nación. Pero también hubo liberales que rechazaron la colonización como una empresa “civilizadora”. Desde esta posición el
republicano francés George Clemenceau sostuvo que: ¿Razas superiores? Razas inferiores, ¡es fácil decirlo! Por mi parte, yo me
aparto de tal opinión después que he visto a los alemanes demostrar científicamente que Francia debía perder la guerra
franco-alemana porque la francesa es una raza inferior a la alemana. Desde entonces, lo confieso, miro dos veces antes de
volverme hacia un hombre o una civilización y pronunciar: hombre o civilización inferior. ¡Raza inferior los hindúes con esa
gran civilización refinada que se pierde en la noche de los tiempos! ¡Con esa gran religión budista que la India dejó a China!,
¡con ese gran florecimiento del arte que todavía hoy podemos ver en las magníficas ruinas! ¡Raza inferior los chinos! Con esa
civilización cuyos orígenes son desconocidos y que parece haber sido la primera en ser empujada hacia sus límites extremos.
(En Bibliothèque de l'Assemblée nationale. Traducción Sandra Raggio)
Las nuevas industrias y los mercados de masas de los países industrializados absorbieron materias primas y alimentos de casi
todo el mundo. El trigo y las carnes desde las tierras templadas de la Argentina, Uruguay, Canadá, Australia y Nueva Zelanda; el
café de Brasil y Colombia, el azúcar de Cuba y Brasil, la Amazonia, la plata de México, el cobre de Chile y México.
La primacía del mercado mundial fue posibilitada por los avances en las tecnologías del
transporte y las comunicaciones: el ferrocarril, las turbinas de vapor (que incrementaron la
velocidad de los nuevos buques), la telegrafía a escala mundial y el teléfono. En el pasado, con un
comercio exterior caro e inseguro no había aliciente para participar en el mismo; en cambio con el
abaratamiento del mismo, la autarquía perdió terreno. Europa inundó al mundo con sus productos
manufacturados y se vio a la vez nutrida de productos agrícolas y materias primas provenientes de
sus colonias o de los Estados soberanos, pero no industrializados, como los de América Latina.
La conformación de las Repúblicas Oligárquicas (Mediados y fines del siglo XIX). Los
modos de vida y su relación con procesos de vinculación fuera del país
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LAS REPÚBLICAS DEL “ORDEN Y EL PROGRESO”. oam Fines del siglo XIX. Los modos
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de vida y su relación con procesos de vinculación fuera del país
a.
El cacique Mañacaike y su familia, Argentina, 1879 Fotógrafo Antonio Pozzo. Archivo General de la Nación Argentina.
La estabilidad fue uno de los prerrequisitos para el éxito de un modelo de crecimiento hacia
afuera, llamado División Internacional del Trabajo (D.I.T.). La intensificación de aquellas
producciones exportables con altas ventajas comparativas, el desarrollo de servicios para extender
los interiores continentales junto a los puertos marítimos, y una imponente red de
comunicaciones sentaron las bases de un proceso que consolidó una estructura y una dinámica de
acumulación de riquezas sin precedentes en la región.
La era del imperialismo constituyó el marco de la decisiva incorporación de América Latina a la economía mundial capitalista.
Este proceso produjo transformaciones fundamentales en todo el subcontinente: por un lado, consolidó el perfil agro-
minero exportador de su economía; por otro lado, esa orientación profundizó las diferencias regionales, en función de las
diversas “vías nacionales” a través de las cuales se llevó a cabo. También fue en esta era cuando se despertaron las más
intensas expresiones de búsqueda de una identidad latinoamericana y nacional, recortada frente a los imperialismos que la
amenazaban. En síntesis, este territorio histórico condensa problemáticas decisivas para América Latina. 11
El ingreso al proceso de modernización, tanto de las masas campesinas como de los inmigrantes
europeos, reconoce diferentes etapas marcadas por las capacidades políticas y sociales de
negociación de los sectores populares con la clase dirigente. Tanto concepciones tradicionales
como nuevas ideologías sirvieron para organizar una serie de discursos, que en mayor o menor
medida cuestionaron las formas que adquiría en nuestro continente el ingreso a la modernidad.
Uno de los escenarios centrales que montará el Estado moderno en América Latina es la ciudad,
pero fundamentalmente la ciudad capital. Los sitios centrales de esta ciudad reflejan, a través de
las fotografías, las preocupaciones de las elites oligárquicas: monumentalidad arquitectónica,
influencias de estilo europeo, esplendor y lujo de los edificios públicos y cívicos. El modelo urbano
colonial, el centro cívico, las residencias, son los escenarios heredados objeto de una mirada
crítica, de una sensibilidad que aspira a la supresión por el modelo inglés y francés.
Pero esta renovación urbana no se agota en la ciudad heredada. La construcción de un nuevo
orden estatal requiere de nuevos dispositivos, que se transformarán en emblemas de la
11
Bejar, María Dolores (2011) Historia del siglo XX. Europa, América, Asia, Africa y Oceanía. Buenos Aires.
Siglo XXi
urbano y la aparición de las primeras organizaciones de trabajadores. Estos sectores protagonizarían conflictos dentro del
orden político sobre el que se había construido el proceso de modernización.
Correo Central construido por el arquitecto Norbert Maillart. Buenos Aires, 1929
Fotografía del Ministerio de Obras públicas. Archivo Correo Argentino. Hoy Centro Cultural Nestorkirshner.
El Estado moderno también se construye en otras esferas: las del poder -los ‘palacios’ legislativos,
gubernamentales y judiciales -, y las sociales: -las nuevas escuelas públicas y los teatros- se
transforman en modelos de ostentación del saber y de la cultura laica.
Lo notable de estas transformaciones es la existencia de una ciudad que ha crecido hacia fines del
siglo XIX a un ritmo hasta entonces desconocido y que se asienta sobre bases materiales
sumamente precarias. Por lo que la monumentalidad de la obra del Estado puede representarse
visualmente. La modernidad ha conquistado a la ciudad.
A diferencia del orden europeo, la imposición del orden en América Latina tuvo un carácter
fuertemente estatal debido al poco desarrollo de una burguesía capaz de llevar adelante el
proceso de modernización. Ya se tratara de gobiernos surgidos de consensos alcanzados entre
oligarquías, que sostenían sistemas republicanos basados en elecciones con participación
restringida y resultados fraudulentos, o de dictaduras que prescindían de esos mecanismos, el
orden oligárquico sobre el que se construyó el proceso de modernización tuvo un sesgo
marcadamente autoritario.
TERCER CONTEXTO. III MOMENTO: LAS REPÚBLICAS DEMOCRÁTICAS. Siglo XX. Los
Golpes de Estado.
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LaRepública Democrática y los Golpes de Estado (siglo XX). Las relaciones
en
internas de las sociedades latinoamericanas con el mundo de la Guerra
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A comienzos del siglo XX se
ca. profundiza
la expansión imperialista de Estados
Unidos. La acción imperialista de Estados Unidos, como las de Europa occidental y Japón, estaba
motivada por las mismas causas económicas. En 1914, tres cuartas partes de la inversión exterior
británica fueron hacia Estados Unidos, Australia, Argentina, Sudáfrica e India.
Las Dictaduras Patriarcales fueron la expresión del ejercicio monopólico del poder con
fuerte concentración en gobiernos mayormente de raíz Oligárquica y que pueden ubicarse entre
fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Algunos contaron con el apoyo norteamericano
(Nicaragua, Haití, República Dominicana) y este efecto condicionó las estructuras de poder a través
de la creación de las “guardias nacionales” donde se podía apreciar su influencia. También
estuvieron apoyadas por intereses extranjeros que les interesaba la inversión en estos países,
generalmente monoproductores.
El gran derrumbe económico de los años treinta remite, en gran medida, a los
cambios que –gestados en los años dorados– erosionaron los pilares en que se había asentado la
primacía del mercado mundial.
En primer lugar, el declive de Gran Bretaña, acompañado por el quiebre del patrón oro y
por la creciente fragilidad de los lazos forjados por Londres entre las diferentes economías
nacionales.
Simultáneamente, el hecho de que el ascenso económico de Estados Unidos venía
asociado con nuevos factores que no se adecuaban al modo de funcionamiento del orden
global.
- Se trata de un movimiento en el cual hay un apoyo de masas movilizadas pero poco organizadas
de manera autónoma.
El rápido e intenso crecimiento económico de los años cincuenta y sesenta fue acompañado
por un importante grado de estabilidad social que entró en crisis a fines de los años sesenta. El año
1968 es considerado el momento en que la exitosa combinación de fordismo y keynesianismo se
agrieta –aunque esto no fue percibido por los contemporáneos–, dando lugar a una extendida
movilización social y cultural que cuestionó los pilares de la sociedad de consumo, exigiendo la
más plena libertad individual y protestando contra la subordinación del obrero a la cadena de
montaje.
En el pasaje de la Gran Alianza a la Guerra Fría, Europa quedó partida en dos 12: la zona
occidental bajo el liderazgo de EEUU, y la región centro oriental sometida a las directivas de la
URSS. Con el triunfo de los comunistas en China en 1949, y al calor de las luchas anticolonialistas,
los principales focos de tensión se localizaron en el Tercer Mundo. Si bien en los conflictos
desplegados en este nuevo escenario incidió la rivalidad de las dos superpotencias, los mismos
fueron procesados a través de factores y decisiones singulares, o sea no es posible explicarlos sólo
como resultado de la existencia de dos bloques en pugna 13.
12
A partir de 1945, finalizada la Segunda Guerra Mundial no llegó a concretarse un tratado de paz en virtud de que muy rápidamente la
Gran Alianza dio paso a la Guerra Fría. El escenario mundial quedó signado por la rivalidad entre las dos principales potencias, Estados
Unidos y la Unión Soviética, que se lanzaron a una frenética carrera armamentista, pero sin llegar nunca al campo de batalla en forma
abierta y directa. Si bien el núcleo central del nuevo escenario, la llamada Guerra Fría, lo constituyó la rivalidad estratégica entre las dos
superpotencias, localizada inicialmente en el territorio europeo y con alcances mundiales después, es conveniente articular ese
enfrentamiento con otras dimensiones.
Por un lado con la lucha anticolonial que aunque dependió en parte de la existencia de los dos bloques, tuvo su propia
dinámica y dio paso a un nuevo actor: el Tercer Mundo, con destacada importancia en curso seguido por la Guerra Fría.
Por otro lado, con el modo en que los países europeos se amoldaron, cuestionaron o bien resistieron, ya sea, el predominio
de Washington en el caso de Europa occidental, o la sujeción a Moscú en Europa del este.
13
Desde el quiebre de la Gran Alianza en 1947 hasta la disolución del bloque soviético en 1989, la Guerra Fría siguió un curso
zigzagueante.
Entre 1947 y 1953 la desconfianza y las tensiones entre los dos grandes centros de poder llegaron al punto de que se temió
el estallido de una tercera guerra mundial, fue el momento de la Guerra Fría plena.
Resultado de la Guerra Fría en América Latina, Kruschev fue quien dio un giro a la política de Stalin
en el Tercer Mundo. En el marco de la creación de los nuevos Estados nacionales, el estalinismo
privilegió apoyar a los débiles grupos comunistas, al mismo tiempo que denostó a los líderes
nacionalistas como traidores y agentes del imperialismo. Kruschev en cambio, buscó acercarse a
los gobiernos nacionalistas que se mostraban dispuestos a recibir la ayuda de la URSS para lograr
el crecimiento económico y evitar una desmedida dependencia de las potencias occidentales. Esta
orientación obtuvo sus mayores logros entre 1956 y fines de la década de los sesenta.
A partir de 1953, aunque con oscilaciones, se avanzó hacia la distensión que tuvo su máxima expresión en la conferencia de
Helsinki en 1975. La mayor parte de esta etapa coincidió con el período de crecimiento económico, “los años dorados”. A
fines de la década de 1970, cuando la crisis económica, ya evidente en el capitalismo, pero aún soterrada en el régimen
soviético, cerraba el ciclo de expansión, volvió a exacerbarse la tensión entre las superpotencias y la distensión dio paso a la
Segunda Guerra Fría.
Con la designación de Mijail Gorbachov al frente del gobierno de la Unión Soviética en 1985 se reanudó el diálogo entre
las superpotencias. La crisis de los regímenes soviéticos de Europa del este en 1989 y la desintegración de la URSS en 1991
clausuraron el orden bipolar distintivo de la Guerra Fría.
Por otra parte, Estados Unidos no dudó en promover golpes de estado a través de la CIA
para derrocar a los gobiernos que pretendían llevar a cabo políticas nacionalistas, bajo el lema
de que eran una avanzada del comunismo y vulneraban la democracia occidental. En el caso de
América Latina, a partir de los años sesenta, influye en gran medida el impacto de la Revolución
Cubana, considerada como la avanzada del peligro comunista en la región. En consecuencia, la
administración Kennedy combinó los programas ampliados de contrainsurgencia con la Alianza
para el Progreso para favorecer la modernización. Sin embargo, los fondos girados fueron muy
inferiores a los prometidos, la Alianza estuvo muy lejos de reproducir el plan Marshall y, a pesar
de esta ampliación del horizonte, siguió primando la concepción maniquea que consideraba los
reclamos sociales como parte de la conspiración comunista.
A fines de los años cincuenta se produjo una reorientación significativa en la localización de la inversión
norteamericana en el extranjero: se estancó el flujo hacia los países del Tercer Mundo y creció la inversión en Canadá y en
Europa. Mientras que la mayor parte de las inversiones realizadas en el Tercer Mundo buscaban el control de las materias
primas y de la energía, los capitales norteamericanos que se dirigieron a Europa occidental propiciaron la reactivación y
expansión de la industria manufacturera. También se invirtió en bancos, compañías de seguros y en empresas de auditoría.
Otro fenómeno con significativa incidencia en la reorganización del capitalismo fue el crecimiento del comercio entre las
compañías multinacionales. En 1970, el 25% del total del comercio mundial se realizaba entre filiales de una misma empresa
multinacional. La facilidad para trasladar activos, tanto financieros como no financieros, en el interior de las empresas operó
como un factor decisivo en los movimientos de capitales internacionales, en muchos casos con carácter especulativo.
En América del Sur, entre 1973 y 1982, en esta región, se desarrollaron las dictaduras más
sangrientas y represivas y donde justamente en las sociedades social y económicamente más
desarrolladas del continente, esto es en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil,
mientras que las democracias más o menos precarias que se podrían encontrar se localizaban en
sociedades menos avanzadas en su parque industrial o configuración, esto es, inicialmente, sólo en
Venezuela y Colombia. Después fue en Ecuador y Perú que se inició la paulatina evolución hacia
una democratización del dominio militar a fines de la década del ’70. Mi primera pregunta es la
siguiente: ¿Cómo podría explicarse esta disociación y recombinación sorprendente de desarrollo
socioeconómico y libertad política en América de Sur? Se trata de un problema obviamente
complejo cuya causalidad debe ser sobredeterminada y voy a sugerir solamente un hilo conductor
heurístico que, seguramente, tendrá que ser afinado y enriquecido ulteriormente. La hipótesis que
deseo sugerir es que la clave para comprender la paradoja cartográfica de la década del ’70 tal vez
se encuentre en la correlación de dos fuerzas sociales básicas en esta sociedad. Es decir, por un
lado, la clase terrateniente, el capital agrario en el campo, y, por el otro, la clase obrera o la mano
de obra en las ciudades.14
“En 1964, en la V Conferencia de Ejércitos Americanos el entonces comandante general Juan Carlos Onganía, proclamó el
derecho de las instituciones militares a intervenir en la política interna de las sociedades a las que pertenecían cuando los
gobiernos constitucionales “violen las respectivas cartas magnas, no cumplan las leyes y/o no den soluciones a los problemas
nacionales”. La después llamada “Doctrina West Point” fue incorporada a la Doctrina de la Seguridad Nacional y estableció
una relación netamente intervencionista entre fuerzas armadas y sistema político. Sobre esta base, en la década de 1960 y
1970, en América latina, fueron numerosas las experiencias militaristas que establecieron “dictaduras” como formas de
gobierno y excluyeron de la participación política a la población. La dictadura es una forma de ejercer el poder del Estado
que se caracteriza por la concentración de facultades extraordinarias en un individuo o un grupo. En las décadas de 1960 y
1970 en América latina, el concepto estuvo fuertemente asociado al militarismo de las fuerzas armadas de la región.
De allí que el término “dictadura militar” es el más frecuentemente utilizado para caracterizar los gobiernos de facto
establecidos por las fuerzas armadas después de los golpes de Estado 15. (Torcuato Di Tella, Diccionario de Ciencias Sociales y
Políticas (coord.), 1989.
Durante las décadas de los ’60 y los ’70 se forjaron, en el ámbito latinoamericano,
tres vertientes teóricas de gran envergadura: teoría de la dependencia 16, teología y
filosofía de la liberación. Se elaboró así un corpus teórico con categorías comunes que
podría ubicarse dentro del campo de la historiografía “crítica”, con una fuerte impronta
“anti-imperialista”.
La situación de endeudamiento, pobreza y dependencia en la que se hallaba América
Latina provocó el surgimiento de voces que invitaba a comprometerse en la superación de la
dependencia y conseguir la liberación de los pueblos del llamado Tercer Mundo. Este empeño
liberador se va a ir gestando de formas distintas pero convergentes en diferentes ámbitos de la
realidad social y cultural. En esta tarea de preparación para la lucha tenemos que referirnos a una
matriz económica, la teoría de la dependencia; una matriz pedagógica, la pedagogía del oprimido
de Paulo Freire; una matriz religiosa, la teología de la Liberación, una matriz artística y literaria, el
14
Perry Anderson Democracia y dictadura en América Latina en la década del ‘70* Conferencia dictada por el Dr. Perry Anderson en la
Carrera de Sociología el 16 de octubre de 1987.
15
Torcuato Di Tella, Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas (coord.), 1989.
16
Presbich, Raúl; “El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas”; en: 50 años de
Pensamiento en la CEPAL, FCE, Santiago de Chile, 1998, p. 65.
17
Dussel, Enrique (1977)Filosofía de la Liberación. La primera edición del libro: México, EDICOL, 1977. Se utilizará aquí una edición de
1979, a pesar de las muchas reformulaciones que Dussel ha dado a su filosofía. Entendemos que referirnos a reformulaciones
posteriores al período que queremos enmarcar, es decir los sesenta y los setenta, resulta poco apropiado metodológicamente.
Por tanto, durante los años ’70 la Filosofía de la Liberación vendría a rearticular las
nociones de “centro-periferia” y “dependencia”, y propondría que la dominación ejercida desde el
centro (Estados Unidos-Europa), la dependencia, ya no estaba configurada solamente en los
términos de un mecanismo económico, sino también en el ámbito del conocimiento, del saber y
del ser. Por lo cual, la tareas en pos de la liberación debían ser aún más numerosas y profundas.
En este sentido, al tiempo que adquirían madurez y gravitación al interior del pensamiento crítico
latinoamericano, estas dos vertientes teóricas instalaban un gran escepticismo respecto de los
valores fundamentales de la cultura occidental, y con ello, ponían en tela de juicio algunas de las
concepciones más arraigadas a la propia modernidad.
Desde este lugar podrá entenderse que muchos movimientos sociales de los años ´70 que
tendrán como principal bandera la consigna: “Liberación y Dependencia”.
18
Pinacchio, Ezequiel y Sánchez San Esteban, Santiago Continuidades y rupturas entre el pensamiento anti-imperialista
Latinoamericano de los ’60 y ’70 y el pensamiento descolonial. IX JORNADAS NACIONALES - VI LATINOAMERICANAS – HACER LA HISTORIA. EL PENSAR Y
EL HACER EN NUESTRA AMÉRICA, A DOSCIENTOS AÑOS DE LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA
Con matices y particularidades según países y regiones, América Latina no fue ajena a la
revolución cultural que afectó a los países centrales del sistema capitalista durante las décadas de
1960 y 1970. Sumado a lo ya explicitado, es importante señalar que a partir del año 1945 la guerra
de guerrillas se convirtió en una metodología revolucionaria central en distintas regiones del
tercer mundo: Vietnam, Argelia, Kenya, China, etc., alentadas por distintos ideólogos de la llamada
izquierda radical. La Revolución Cubana del año 1959 representó, por un lado, el triunfo de la
guerrilla en América Latina y la instauración de un régimen de inspiración
comunista/antinorteamericano, y por el otro, se convirtió en el ícono central de la mencionada
revolución cultural en la región.
A partir de la de 1960, las fronteras que los militares debían custodiar eran aquellas que
dentro de cada país separaban a los comunistas de quienes sostenían los valores mundo
occidental. Para los militares, "comunismo” era un concepto cuyo alcance no se circunscribía
miembros y simpatizantes de los muy pequeños partidos comunistas; por el contrario, su
significado eran difuso y de una amplitud sorprendente, y quedaba englobado bajo el concepto de
subversión. Los militares definían como subversivo un conjunto heterogéneo de elementos que,
según su óptica, atentaban contra los "tradicionales valores nacionales", entre los cuales se
contaban incluso las minifaldas y el pelo largo, que eran moda en esa época. La adhesión a la
Doctrina de la Seguridad Nacional fue acompañada por un ataque directo a los partidos políticos.
Los militares opinaban que la actividad de los partidos, en conjunto, era artificial y no hacía más
que alentar los conflictos sociales. De esta manera, el ataque a los partidos políticos constituía en
rigor un ataque al pluralismo, es decir, a la posibilidad de existencia y de expresión de las ideas
diferentes.
Por otra parte, los mecanismos formales de la democracia se hallaban desprestigiados
también entre algunos intelectuales y grupos de izquierda. Paulatinamente, y en el marco de
procesos internacionales como las luchas por la liberación nacional que se libraban en Asia y en
África, fue creciendo el número de quienes opinaban que el
enfrentamiento clave era entre la nación y el imperialismo. La Tercermundismo
corriente de pensamiento "antiimperialista", que existía en
nuestro país desde principios de siglo, sostenía que, para el Doctrina que sostiene que los problemas
del tercer Mundo (América Latina, Asia y
provecho de su economía, los países capitalistas desarrollados África) radican en la conquista a que fueron
"centrales" explotaban a los países "periféricos", que eran sometidos por el colonialismo europeo
desde el siglo XVI, por lo que el objetivo de
mantenidos en el atraso. Para esa visión, la Argentina era una las revoluciones del siglo XX en estas
nación "dependiente" más, y su lucha por la liberación nacional regiones se centra en invertir este proceso
estaba unida a la de los países del Tercer Mundo. En este histórico, y romper con la dependencia
“colonial”.
marco, la democracia era concebida como una pantalla de las
relaciones de poder económico y social, que siempre se
inclinaban, en los hechos, en favor del imperialismo. Este tipo de pensamiento consideró a la
violencia como una vía para realizar cambios profundos, algo que la vía
parlamentaria/democrática no estaba en condiciones de hacer.
Política y violencia
Estados Unidos con la Doctrina de la Seguridad Nacional trataba de evitar que se repitiera el
ejemplo cubano.
Estas dictaduras se caracterizaron por el uso del Terrorismo de Estado como método para
lograr sus objetivos políticos y sociales. Casi todas ellas aplicaron planes sistemáticos de represión
contra aquellos elementos de la sociedad que consideraban que la dañaban (guerrilleros,
dirigentes políticos y sindicales, movimientos sociales y populares). En la mayoría de los casos las
medidas que tomaron no estuvieron amparadas en la ley, sino que las realizaron al margen de
toda legalidad, ocultando sus métodos y objetivos. PLAN CONDOR
Según lo establecía la Doctrina de la Seguridad Nacional, el Distintas naciones compartieron estas conductas,
como refleja la implementación del denominado
enemigo interno que enfrentaban estas naciones no tenía “Operación Cóndor” que consistió en un plan represivo
de conjunto, que realizaron varios países de América
fronteras, por lo que para combatirlo, éstas tenían que ser del Sur. En todos ellos había presidentes de facto:
dejadas de lado. Por ello, la necesidad de unirse en un Argentina (Videla), Brasil (Ernesto Geisel), Bolivia
(Banzer), Chile (Augusto Pinochet), Paraguay (Alfredo
objetivo en común: la lucha contra la subversión comunista. Stroessner) y Uruguay (Aparicio Méndez).
19
La Unión Popular fue el resultado de una alianza entre el Partido Comunista Chileno, el Partido Socialista y
el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), integrado por alumnos, universitarios e intelectuales
desprendidos del Partido Radical y el Partido Demócrata Cristiano.
Estamos acá
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INTRODUCCIÓN A UNA HISTORIA DE LATINOAMERICA Página 38
MATERIAL INTRODUCTORIO DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA 2016
LATINOAMERICANA Y ARGENTINA
a) Crisis y descomposición interna de la dictadura: Es decir, cuando el grupo gobernante militar queda aislado de
sus respaldos externos e internos. Por un lado, el régimen militar deja de tener el sustento de un sector de la sociedad civil que
lo acompañaba en sus decisiones y por el otro, el gobierno de los EEUU abandona las líneas de apoyos, sobre todo, en lo
económico.
b) Una sociedad civil movilizada masivamente: cuyas demandas políticas se traducen en poner fin a los gobiernos
militares y el inmediato restablecimiento de la democracia. Es aquí donde adquieren relevancia los actores políticos organizados
(organizaciones sindicales y partidarias). El objetivo central es terminar con las dictaduras militares aunque esto no resuelva el
problema de fondo
No obstante ello, cuando asumieron sus mandatos adoptaron los programas neoliberales y
profundizaron sus vínculos con los Estados Unidos. En toda Latinoamérica se impulsaron las
privatizaciones, que en la mayoría de los casos, estuvieron teñidas por denuncias de corrupción.
Los casos más sobresalientes fueron, la de los presidentes de Brasil, que se vio obligado a
abandonar el gobierno y, Venezuela, donde la Corte Suprema de Justicia procesó a Pérez. Es decir
que el pragmatismo ganó la partida y la tarea principal de los países de América Latina fue lograr
acomodar sus cuentas. El neoliberalismo pareció ser el camino que acercaba una solución al
respecto.
Cabe aclarar que si bien en región fueron las dictaduras las primeras en aplicar medidas
neoliberales (el primer experimento neoliberal fue Chile durante el gobierno de Pinochet o el
Ministro Martínez de Hoz en la Argentina), el viraje continental en esta dirección fue durante las
democracias posteriores de la década del 90 prioritariamente.
Hubo en la región un consenso generalizado acerca de las “bondades” de las “recetas” que
aportaba el neoliberalismo. Los países latinoamericanos vieron condicionados el acceso al crédito
por parte de los Organismos Internacionales y la negociación de la deuda a la implementación de
estos programas, cuyos lineamientos generales estuvieron condensados en lo que se llamó el
Consenso de Washington.
Consenso de Washington
Déficit fiscal: fue presentado como la causa de los desajustes macroeconómicos, asociado a la incapacidad de equilibrar los gastos y los ingre-
sos públicos.
Gastos públicos: los subsidios debían ser eliminados de la actividad económica, y dirigidos a la educación y la salud. La inversión del gobierno
debía dirigirse a la infraestructura pública.
Reforma impositiva: se recomendaba ampliar la base impositiva y moderar la tasa marginal.
Tasa de interés: debía estar determinada por el mercado; de esta manera se desalentaría la fuga de capitales y aumentaría el ahorro
privado.
Tipo de cambio: la política de tipo de cambio no sólo debía asegurar un nivel competitivo para este indicador, sino también garantizar su
mantenimiento para estimular la confianza del sector privado. El crecimiento de las exportaciones era el propósito fundamental de esta política.
Político comercial: sugería eliminar las barreras no arancelarias (licencias de importación) y eliminar los impuestos a las exportaciones.
Inversión externa directa: los países debían establecer una legislación que favoreciera la inversión extranjera directa como forma de
atraer capital y tecnología,
Privatización: la reforma debía favorecer la privatización de las empresas estatales para su manejo más eficiente por parte de agentes
privados.
Desregulación: un mayor nivel de competencia estimularía el crecimiento. Fueron especialmente destacadas las políticas que apuntaban a
desregular los mercados de trabajo.
Con este panorama hubo resistencias que comenzaron a ganar terreno conforme
avanzaba la década del noventa. Nuevos actores sociales como ONGs, Piqueteros, etc., pusieron
en tela de juicio el rumbo político que estaba siguiendo la región.
Hubo un caso paradigmático en ese sentido.
En Venezuela, la llegada de Chávez al poder marcó, un perfil diferente al de los
demás países latinoamericanos. Allí, la política se debatió entre una “dictadura
electa” o una “democracia populista o caudillista”. Su llamada “Revolución
Bolivariana” incluyó el ideario de Fidel Castro, es decir, la creación de un aparato partidario
fuerte y la nacionalización de las empresas, en procesos similares a los de Cuba.
En 1998, “vestido de uniforme militar, reivindicando su intento de golpe de 1992”, 20 ganó las
elecciones de su país y aprovechó su caudal de votos para cambiar la Constitución que le garantizó
vencer en las próximas elecciones. Desde el 2001, aprobó las leyes de estatistas de tierras,
hidrocarburos y bancos. En el 2002 desarticuló la principal organización empresarial y la CTV
(Confederación de Trabajadores de Venezuela). Luego de los confusos episodios del 2002, en
torno a una rebelión castrense, Chávez hizo renunciar a la cúpula militar. En el 2004, en un
plebiscito arrollador para consolidar su mandato, aprovechó para ampliar la Corte Suprema de 20
a 32 miembros con una mayoría de partidarios de su gobierno. Este aumento de la Corte, le
aseguró el control sobre la libertad de expresión y temas electorales. En los últimos días de 2007,
se notó el avance del Poder Ejecutivo sobre la prensa con la clausura del único medio televisivo
privado. En este caso, Chavéz no ha orientado su política hacia la creación de un nuevo tipo de
Estado alternativo para América Latina sino, que ha cooptado gradualmente el Estado existente.
(Oppenheimer, 2005: 223-235)
En síntesis, el proceso de reestructuración del Estado orientado a la desregulación y privatización,
a excepción de Venezuela, impactaron fuertemente en la sociedad. La reformulación del rol del
Estado variaron las relaciones de la economía y la distribución de la riqueza. En este marco, se
multiplicaron las desigualdades que produjeron explosiones sociales frente al aumento de la
pobreza y de la desocupación: el Caracazo, en Venezuela o el Santiagueñazo, en Argentina y la
rebelión zapatista en los 90 en México, liderados por el Sub Comandante Marcos, fueron las
consecuencias más palpables, de la aplicación de estas políticas. La continuación de estas políticas
en los comienzos del siglo XXI, teñidos de hechos de corrupción desembocaron en una de las crisis
de mayor envergadura se vivió en América Latina: La crisis de diciembre de 2001 en la Argentina.
20
El 4 de febrero de 1992, el teniente coronel Hugo Chávez intentó derrocar al gobierno de Carlos Andrés
Pérez con un golpe fallido en el que murieron casi cien personas. Como consecuencia del fracaso de la
rebelión, se rindió y fue arrestado. A los dos años y durante la presidencia de Caldera, salió de prisión y se
le levantaron los cargos. Allí, inició su movimiento político fundando el Movimiento V República. Fue elegido
democráticamente presidente en 1998 con el 58% de los votos. Impulsó cambios fundamentales en la
constitución de Venezuela, fue reelegido presidente en el 2000, obteniendo el 60% de los votos emitidos.
régimen se orienta, de no mediar una acción correctora del resto de Estado, hacia una aún mayor
desigualdad social. (PNUD, 2003)
Otro tanto ocurre con la profundización de la desigualdad. Al comenzar el nuevo siglo, el 10% de
los hogares de mayores recursos se apropia de la porción más significativa de los ingresos y, por
cierto, de la riqueza. Excepto Costa Rica, Cuba y Uruguay, ese grupo percibía en todos los demás
países de la región más del 30 % de los ingresos, aunque, en rigor, en la mayoría de ellos superaba
el 35%, contrastando con la situación del 40% de los hogares más pobres, que percibían entre el 9
y el 15% de los ingresos totales. En síntesis, América Latina es hoy la región más desigual del
mundo
Ante esta coyuntura, en los últimos han llegado al gobierno una serie de mandatarios que son una
novedad en la región y que comparten una mirada crítica al neoliberalismo, a la intromisión de los
Estados Unidos en las políticas regionales y son proclives a la integración regional.
En Brasil, ganó las elecciones por primera vez un miembro del partido de los trabajadores
(PT). 2003, Ignacio Lula de Silva, quien arribó rompiendo los esquema tradicionales de la
política brasileña y dejó como sucesora a Dilma Rousseff. Ambos han guiado a Brasil en un
crecimiento de lo ubica en un lugar destacado para el futuro.
En Bolivia, se produjo la llegada a la presidencia del primer mandatario descendiente de
pueblos originarios (aymará). Evo Morales ganó las elecciones de 2006 y quebró la
hegemonía de la vieja política de los políticos tradicionales, que se habían constituido al
margen de la realidad del pueblo indígena. Debemos destacar que el triunfo político de
Evo es una victoria incuestionable por la amplitud numérica de la primera vuelta que
implica la incorporación de los pueblos originarios organizados políticamente a la lucha
por conseguir posiciones de poder.
En tanto que Michel Bachelet en Chile indica otros signos que llaman nuestra atención:
primero porque es una mujer con una experiencia política notable. A su vez, por su
historia de vida, su padre y el exilio durante la dictadura de Pinochet, símbolo de una
época que debía quedar atrás, y al mismo tiempo una mujer con una visión de futuro
importante. De hecho dejó la presidencia con un imagen positiva muy importante.
Además, porque por el hecho de ser mujer sin dudas modificó la estructura de poder
tradicional del país trasandino.
Un caso similar es el de Rafael Correa, quien llegó a la presidencia en el 2006 con fuerte
apoyo del movimiento indigenista ecuatoriano.
En ese contexto surgieron los movimientos sociales, que en muchos casos lograron no
sólo la organización y visibilización de grupos marginados, sino que también lograron su
inserción política concreta en la región. El MAS del citado caso boliviano es una claro
ejemplo, pero también podemos mencionar el Movimiento Nacional Pluriétnico
Pachakutik-Nuevo País (MNPP-NP) que desde principios del siglo XXI tuvo una activa
participación en la política ecuatoriana, ya sea para promover la salida de gobiernos impopulares o
para apoyar la llegada de otros. (García Linera; 2009)
Estos mandatarios están llevando adelante políticas en algunos casos, radicalmente distintas a lo
que se había hecho en décadas anteriores: reconocimiento constitucional de la pluralidad étnica,
defensa de los derechos humanos, visión geopolítica regional basada en la integración (UNASUR),
reticencia a aceptar sin cuestionamientos las indicaciones de los organismos internacionales, entre
otras acciones que muestran un nuevo rumbo en la región. Creemos que en este proceso la
sociedad civil es clave en su rol de control. Sin duda lo que más le falta es ser un interlocutor válido
en la discusión de políticas estaduales, constituirse orgánicamente para la discusión en la toma de
decisiones. Para eso deben mantener la línea que los sacó de la parálisis propia de los noventa y
tratar de producir, a través de sus actos y decisiones una realidad nueva.
Otros conflictos entrando al siglo XXI
Actividades:
5-Según lo estudiado, los Populismos propiciaron una alianza de diferentes clases para
dar lugar a un nuevo proyecto político. En relación al Peronismo, ¿qué clases/sectores
formaron parte de la alianza y por qué motivos o intereses concretos? ¿Qué
clases/sectores se mostraron opositores a este proyecto político?
E n l a dé c ad a d e 1 96 0, s e af i r m ó e n t re l o s d e l o s pa í s e s l a t i n o am e r i c a n o s u na v i s i ón d e
pr ob l e m a s m u nd i a l e s y l a t i no a m e r i c a n o s c o n o c id a D o c tr i n a de la S eg u r i d a d Na c i o n a l .
Fu e r t e m e n t e i n f lu i d a por e l e n f o qu e de l P en t á go no s ob r e la G ue r r a F r í a , l a Do c t r i n a
de l a S e g ur i d ad N a c i o na l d e s c a n s a b a s o b r e e l p ri n c ip i o d e l a s " f r o n t er a s id e o l ó g i c a s ” .
H a s t a e s e m om e n t o , l a fu nc i ó n de l a s F ue r z a s Ar m ad a s p a í s e s l a t i no am e r i c a n o s ha b í a
s i do d e f i n id a co m o l a d e f e n s a d e l p a í s f r en t e a u n e n e m i g o q u e e s t a b a m á s a l l á de l a s
fr on t e r a s n a c i on a l e s . A p ar t i r d e l a de 19 60 , l a s fr on t e r a s qu e l o s m i l i t a r e s d e b í a n
cu s t o d i a r er a n a qu e l l a s q ue de n tr o de c a d a p a í s s e p a r ab a n a l o s c o m u n i s t a s d e q ui e ne s
s o s t en í a n l o s v a lo r e s m un do o cc i d e n t a l .
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