Está en la página 1de 15

Las psicoterapias conjuntas padre-madre-

(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?*


Bernard Golse1

Resumen

Introducción: El psicoanálisis es un cuerpo viviente que permite, por consiguiente, plantear


modificaciones del encuadre que extienden la praxis psicoanalítica a pacientes con edades
o patologías diferentes a las clásicas. Entre estas extensiones, el campo de las intervencio-
nes tempranas —el tratamiento llamado “psicoanalítico” de los bebés— se encuentra en
pleno florecimiento desde hace algunos años. Desarrollo: El autor se propone relexionar
sobre la pertinencia del calificativo “psicoanalítico” para las psicoterapias conjuntas padre-
madre-bebé, cuyos principios fundamentales revisa en este artículo. Son así expuestos y
desarrollados los siguientes elementos: el encuadre, el análisis de las resistencias, de la
transferencia y la contratransferencia, la dimensión tópica y, para terminar, la verbalización
frente a la interpretación. Conclusiones: El autor considera que nuestro saber presente no
permite concluir sobre la pregunta que introduce el título de su artículo. Resalta, empero,
que los derivados del psicoanálisis no son equiparables a un perderse yendo a la deriva y
que solamente una actitud metapsicológica honesta y rigurosa puede inclinar la balanza
del lado de la conquista.

Palabras clave: psicoterapias conjuntas, encuadre, resistencias, transferencia, contratrans-


ferencia, verbalización, interpretación.

Title: Father-Mother-Baby Joint Psychotherapies: Triumph or Floating Adrift?

Abstract

Introduction: Psychoanalysis is a living body, therefore allowing modifications to the setting


that extend psychoanalytic practice to patients with ages and pathologies that differ from
classical ones. In the field of early interventions, the so-called “psychoanalytic” treatment
of babies has been flourishing in the last years. Development: The author ponders on the
pertinence of the term “psychoanalytic” regarding father-mother-baby joint psychotherapies,

*
Este texto, modificado para este Suplemento, fue publicado inicialmente en Journal de
la Psychanalyse de L’enfant (2005;36:83-100). Con los cambios evocados, se publica
aquí con el consentimiento de su autor. Traducción del francés al español de Alejandro
Rojas-Urrego.
1
Médico psiquiatra de niños y adolescentes. Psicoanalista. Profesor de psiquiatría de
niños y adolescentes, Université René Descartes (París V), Francia. Jefe del Servicio
de Paidopsiquiatría, Hôpital Necker-Enfants Malades, París, Francia.

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 63 S


Golse B.

even as he reviews its fundamental principles in this paper. Thus, the following elements
are exposed and discussed: the setting, the analysis of resistance, of transference and coun-
tertransference, the topic dimension, and verbalization versus interpretation. Conclusion:
The author concludes that our current knowledge does not allow us to answer the question
introduced by the title. He underscores, however, that derivatives of psychoanalysis are not
comparable to floating adrift and that only an honest and rigorous metapsychological attitude
can tip the scale to the side of triumph.

Key words: Joint psychotherapies, setting, resistance, transference, countertransference,


verbalization, interpretation.

Introducción vinculación inflexible con el disposi-


tivo diván-sillón propiamente dicho,
El psicoanálisis es, por fortuna, lo que limitaría el psicoanálisis al
un cuerpo viviente y en evolución sólo tratamiento de los adultos.
permanente. Sería, a la vez, lamen-
table, triste y estéril considerar que Al mismo tiempo, desde el momen-
sólo el dispositivo de la cura tipo to mismo en el que apuntamos a
amerita verdaderamente el sello trabajar psicoanalíticamente con
de psicoanalítico y que, por consi- pacientes que no pueden acomo-
guiente, no pudiera ser concebida darse al dispositivo clásico, cho-
ninguna modificación del encuadre camos con el problema de saber
para permitir una extensión de la si lo que hacemos con ellos, en un
praxis psicoanalítica a pacientes registro innovador, amerita todavía
con edades o patologías diferentes el calificativo de psicoanalítico o si,
a las de los neuróticos adultos con por el contrario, nos situamos en
los cuales Sigmund Freud trabajó el terreno de las aplicaciones o los
en un comienzo. derivados del método psicoanalítico
o, incluso, si vamos a la deriva…
Si se piensa que el psicoanálisis po-
see una cierta dimensión de verdad, En un país como Francia, durante
es sin duda difícil considerar que mucho tiempo, el psicoanálisis de
esta tenga tan sólo valor de “verdad niños estuvo sometido a este tipo de
local”, hasta el punto de no poderla críticas, y todavía lo está, en muchos
aplicar más allá del dispositivo pri- frentes. Inútil precisar además que
migenio. Lo que confiere, según mi una cuestión semejante se plantea,
punto de vista, un valor de verdad de manera aún más aguda, cuando
científica al material psicoanalítico se apunta a tratar a bebés usando
es la posibilidad de acogerlo y es- puntos de referencia metapsicoló-
cucharlo con el telón de fondo de la gicos… Sin embargo, en el campo
dinámica transferencia-contratrans- de las intervenciones tempranas, el
ferencia, harto más que cualquier tratamiento llamado psicoanalítico

64 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

de los bebés se encuentra en pleno Los ejes de reflexión que propongo en


florecimiento, desde hace algunos este texto, a sabiendas de que sería
años. Esta realidad nos invita a re- posible acudir a otros bien distintos,
flexionar sobre su estado actual. son, primero, el encuadre; luego,
el análisis de las resistencias, de la
¿Se trata acaso de una conquista re- transferencia y la contratransferencia
ciente y auténtica del psicoanálisis y la tópica, y, para terminar, la verba-
o, como fue ya evocado, vamos tan lización contra la interpretación.
sólo a la deriva, con una metapsico-
logía que extravía su alma y termina Psicoterapias padre-madre-
por perderse inexorablemente? Para (padres)-bebé2
intentar reflexionar sobre esta deli-
cada problemática, he escogido ha- Anotaciones generales
blar de las psicoterapias conjuntas
padre-madre-(padres)-bebé que, la Fraiberg (1) fue una de las pioneras
mayoría de las veces, son realizadas en este campo, con su trabajo con
por psicoanalistas que reivindican niños ciegos en particular, a través
con vehemencia la naturaleza psi- del recurso de las intervenciones a
coanalítica de su práctica. domicilio. Consideró al niño como
un auténtico objeto de transferen-
Después de recordar las diferentes cia de parte de sus padres y, poco
formas de psicoterapias conjuntas a poco, hizo de las psicoterapias
que se han desarrollado progresiva- padre-madre-(padres)-bebé herra-
mente, así como las diferentes cues- mientas esenciales del cuidado y
tiones técnicas que se vinculan con el tratamiento en el terreno de la
ellas, abordo un cierto número de infancia temprana.
ejes de reflexión que pueden permi-
tirnos pensar de manera no polémica Estas psicoterapias conjuntas se
la naturaleza íntima de este tipo de desarrollaron en tres direcciones
intervenciones, cuestión esencial en principales: el seguimiento del desa-
la hora presente, cuando violentos rrollo, la clínica del apego y las psi-
debates se adelantan todavía en lo coterapias conjuntas de inspiración
referente a la línea de demarcación psicoanalítica. Los seguimientos del
entre psicoterapia y psicoanálisis. desarrollo o interactivos los inició

2
Las líneas que siguen son extraídas del capítulo “Historia del psicoanálisis de los be-
bés”, redactado por el autor de este artículo para el libro Histoire de la psychanalyse
de l’enfant-Mouvements, idées, perspectives (C. Geissman y P. Geissmann, con la
colaboración de D. Houzel y B. Golse). París: Bayard: 2004.

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 65 S


Golse B.

MacDonough (2), quien se centró Winnicott (5) trabajó principalmen-


en registrar en video las interac- te sobre las maneras de poner en
ciones, para luego llevar a cabo la relación los diferentes sistemas
observación subsiguiente de tales preconscientes. La base esencial
registros por parte de los padres y de su práctica con las madres y los
del terapeuta. bebés se apoyaba en la posibilidad
de ofrecerse él mismo como un
Ciertas psicoterapias conjuntas se “objeto transicional” para la díada
realizan con referencias explícitas a madre-hijo, con referencia a posi-
la teoría del apego (3), pero la pers- ciones teóricas bien conocidas en
pectiva reparatoria despierta aquí cuanto a la dinámica de los siste-
un cierto número de interrogantes. mas inconscientes y preconscientes.
En Francia, se desarrollaron prin- Apuntaba, por consiguiente, a una
cipalmente las terapias conjuntas diferenciación extrapsíquica delica-
de inspiración psicoanalítica en el da y cuidadosamente manejada.
curso de los últimos años.
Lebovici (6) intentó determinar y sa-
Psicoterapias conjuntas de car a la luz los diferentes “mandatos
inspiración psicoanalítica transgeneracionales inconscientes”
que pueden venir a entorpecer la
En cuanto a las psicoterapias libertad del despliegue del self del
conjuntas de inspiración psicoa- niño. Al final de su vida, recurría
nalítica se han propuesto diversos con fuerza a los conceptos de enac-
modelos: tion y de enactment, de gran rique-
za y sin ninguna relación con la
Male y Doumic-Girard (4) insistie- cuestión del acting. Al contrario, se
ron en la regresión en presencia de vinculan con la emoción que toma
un tercero y sobre la reparación de cuerpo, como condición previa a la
tiempos fallidos de la relación pri- comprensión empática e intuitiva
mordial. El concepto de reparación de una situación clínica.
no está a la moda hoy en día, pero
Doumic-Girard pensaba que, para De ahí su referencia frecuente a la
una madre y su hijo, la oportuni- noción de empatía metaforizante,
dad de poder jugar libremente en que constituía el centro mismo de
presencia y bajo la mirada de un sus terapias conjuntas. Lebovici
tercero podía favorecer grandemen- proponía habitualmente dos o tres
te la regresión y, por este camino, sesiones relativamente prolongadas
ayudarlos a recorrer de nuevo las con los padres y el niño, con el fin
diversas etapas fallidas en el seno de develar y clarificar los diferentes
de su relación y su historia común mandatos transgeneracionales que
tempranas. pesaban sobre el desarrollo del niño

66 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

y entorpecían sus posibilidades psíquica del cuerpo y del compor-


de desplegarse. Consideraba, en tamiento del niño.
principio, que de este modo podía
ofrecer al niño y a sus padres un Ciertas proyecciones parentales son
mayor grado de libertad, gracias a absolutamente necesarias, estruc-
la puesta en circulación de un ma- turantes y fisiológicas (proyecciones
terial inconsciente hasta entonces anexantes), mientras otras son de-
detenido (6). masiado intensas o cualitativamente
anormales, violentas, destructivas y
En la Tavistock Clinic de Londres, capaces, por consiguiente, de venir a
Daws (7) y toda la escuela posklei- distorsionar, alterar, entorpecer o en-
niana utilizaba el grupo padre-ma- cerrar el desarrollo del niño (proyec-
dre-(padres)-terapeuta-niño como ciones alienantes). La clarificación o
un aparato psíquico colectivo capaz la elucidación de tales proyecciones
de realizar una cierta capacidad de por parte del terapeuta permite su re-
ensueño colectivo, que representa el apropiación y su integración psíquica
mecanismo principal de la función por parte de la madre, lo que alivia y
continente y de la transformación de aligera su relación con su hijo, cuyos
las producciones psíquicas del niño, síntomas pierden entonces su “utili-
en particular de sus elementos beta. dad” psicodinámica.
El objeto grupal está constituido por
el bebé, sus padres y los coterapeu- Este movimiento de reapropiación
tas, quienes dejan que se desarrolle psíquica de las proyecciones que
una conversación no dirigida, en el están en juego se acompaña fre-
curso de la cual emergen progresiva- cuentemente de la aparición de un
mente las fantasías y las reconstruc- movimiento depresivo en la madre,
ciones que se organizaron alrededor vinculado con la toma de conciencia
de los síntomas del niño. de su implicación en el determinis-
mo de los trastornos de su bebé.
Cramer y Palacio-Espasa (8) propu-
sieron un modelo detallado y pro- Una tipología de las proyecciones
fundo de las terapias madre-bebé parentales fue propuesta por Cra-
en el marco de las intervenciones mer y Palacio-Espasa (8), desde las
denominadas breves. Dos puntos más neuróticas y las más idealiza-
son esenciales para ellos: por una das hasta las más deletéreas y las
parte, la naturaleza de las proyec- más persecutorias, que se encuen-
ciones parentales sobre el niño; por tra siempre vinculada a contrai-
la otra, el concepto de secuencias in- dentificaciones de la madre con sus
teractivas sintomáticas, capaces de propias imágenes parentales, las
representar, figurar y materializar, que tuvo, las que creyó tener o las
de cierto modo, la conflictualidad que quisiera haber tenido.

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 67 S


Golse B.

Rosine Debray (9), finalmente, consi- han surgido, evidentemente, múlti-


deraba que la idea misma de terapia ples cuestionamientos:
breve era en parte una falacia. Enton-
ces recurrío a las terapias conjuntas, ¿El bebé es capaz de transferir y, en
como una primera etapa que ofrecía tal caso, de qué tipo de transferencia
la oportunidad de incitar a la madre se trata? Numerosos autores se inte-
a realizar un trabajo psicoanalítico rrogan sobre la legitimidad misma de
personal clásico, tanto más benefi- acudir a la expresión transferencia en
cioso por cuanto el período perinatal los bebés. Ciertamente, son capaces
resultaba particularmente plástico y de inducir en los adultos que se ocu-
propicio para transformaciones más pan de ellos modalidades interactivas
rápidas y más profundas que en otros derivadas de sus primeras experien-
períodos de la vida de la mujer. Se tra- cias relacionales, pero dichas induc-
taba de una posición, en cierto modo, ciones no se sitúan con respecto a la
radical que, en nuestros días no la dinámica del après-coup en el mismo
comparte la mayoría de los clínicos. grado que la transferencia. Se sabe
que esta cuestión, que representa en
Sea cual fuere la teoría personal de cierto modo la versión moderna del
cada autor, sea cual sea su modelo célebre conflicto entra Anna Freud y
de referencia, estamos en la obliga- Melanie Klein, fue objeto de una im-
ción de reconocer que cada uno de portante controversia entre Cramer
ellos hace siempre más de lo que y Lebovici, controversia publicada
dice y quizás de lo que cree. En el por La Psychiatrie de L’enfant, en
fondo, todo modelo no es más que 1994 (11).
un medio para describir, explicar y
comprender una experiencia y una ¿Qué tiempo debe ser dedicado di-
práctica dadas. En tal sentido, sa- rectamente al niño en el curso de las
bemos que toda experiencia es irre- sesiones? ¿Se debe comenzar por
ductible a una descripción singular una restauración narcisista de los
en la medida en que compromete al padres (12) o se puede entrar direc-
conjunto de la persona del terapeuta tamente a analizar los “fantasmas
y su funcionamiento como sujeto. de la nursery” (13)? ¿La presencia
del bebé no corre acaso el riesgo de
Las reflexiones de Watillon-Naveau activar de manera excesivamente
(10) parecen ser útiles en este punto, intensa la transparencia psíquica
cuando intentó elaborar teóricamen- de los padres? (14-16) ¿Cuáles son
te las terapias conjuntas refiriéndo- las cualidades requeridas por los
se ya sea al modelo del traumatismo terapeutas de bebés? Son por su-
temprano, ya sea al modelo de la puesto cualidades esenciales para
disfunción transgeneracional. Alre- todo terapeuta, mas parecerían ser
dedor de estas distintas prácticas aquí particularmente necesarias.

68 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

Importa, en primer término, que el dimensión narcisista o adhesiva


terapeuta haya podido renunciar intensa. Innegables en ciertas ocu-
por completo a la clásica fantasía del rrencias de los sujetos de mayor
super-padre reparador, pues ocu- edad, se puede discutir por supues-
parse de un bebé o de un adolescen- to su existencia en los bebés. En rea-
te pensando que sus dificultades se lidad, el estilo interactivo específico
deben a tal o cual falla de los padres que un bebé induce en cada uno de
sólo lleva a acentuar la depresión sus partenaires relacionales adultos,
de estos pacientes avergonzados o en particular en el adulto terapeuta,
culpabilizados al no haber podido se encuentra inscrito en el entre-
hacer de sus padres unos padres cruce preciso de la parte personal
suficientemente buenos (17). del bebé y de las particularides del
funcionamiento del adulto. Pero es-
Es fundamental que el terapeuta tos dos componentes “narran”, cada
sea particularmente sensible a las uno a su manera, algo de la historia
proyecciones y a la empatía, gracias primera de cada uno de los dos pro-
a la contratransferencia, en razón de tagonistas del encuentro (historia
la importancia de la comunicación interactiva temprana del niño y del
analógica en los bebés y los adoles- bebé que el adulto fue).
centes, comunicación que se debe
aprender a decodificar. Una disposi- Por todo esto, cada uno de los dos
ción para el enactment o la enaction relatos, cada una de las dos narra-
(6) resulta igualmente útil en estas ciones, traen a la interacción pre-
terapias, cuyas dinámicas son en sente huellas de las imagos adultas
ocasiones muy rápidas e intensas. primordiales del bebé y del adulto
terapeuta. Si este último permanece
La frecuente presencia de los padres suficientemente atento, puede sen-
reales supone, además, la capacidad tir las inducciones interactivas por
del terapeuta para trabajar sobre la parte del bebé del cual se ocupa,
hipótesis de la transferencia inver- como si le “contara” de este modo
tida (18), es decir, sobre esa forma acerca de los primeros encuentros
particular de la transferencia en el relacionales vivenciados por este
seno de la cual el paciente pone al bebé en particular.
terapeuta en posición de niño y lo
hace vivenciar, por proyección lo De aquí a evocar una transferencia
que él mismo pudo vivir en su rela- invertida, hay quizás un paso que no
ción con las imagos parentales. convendría dar demasiado rápido,
no fuera más que en función de las
Estas transferencias particulares reservas evocadas sobre la pertinen-
son, con fecuencia, relativamente cia de la noción misma de transfe-
masivas y están marcadas por una rencia en los bebés. Sin embargo,

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 69 S


Golse B.

difícil negar que nos enfrentamos, a en que, desde un punto de vista


pesar de todo, a una dinámica cuyas metafórico, incluye siempre una
analogías con la transferencia po- dimensión continente (maternal
dría resultar fecundo considerar. o femenina) y una dimensión
limitante (paterna o masculina),
La “maleabilidad” del terapeuta (19) cuya calidad integrativa coman-
y su narratividad, finalmente, son da y dirige en parte el efecto de
en verdad cruciales. Volveremos nuestras intervenciones.
sobre este punto para insistir tan • La importancia de la verbaliza-
sólo en el rol de estas cualidades ción de los afectos y de las sen-
particulares en la ayuda prestada saciones al lado del trabajo in-
a los procesos de subjetivación y terpretativo propiamente dicho
de diferenciación extrapsíquica. que no debe ser descuidado.
Todo lo anterior subraya que una • La importancia, finalmente, del
de las cualidades centrales de los grupo alrededor de los bebés,
terapeutas de bebés es, sin lugar a cuyo manejo atento permite
dudas, la capacidad de encontrar evitar los riesgos de escisión
la “distancia justa” (20) con sus entre el cuerpo y la psiquis,
pacientes, posición que resulta más escisión que representa siempre
fácil de decir que de realizar. al enemigo público número uno
con los bebés y los niños muy
Algunas anotaciones técnicas pequeños.

Sin buscar clasificarlas en orden de Por supuesto, se podrían evocar otros


importancia, me limito a citar las aspectos técnicos; sin embargo, me
siguientes: limito a señalar que la atención del
terapeuta, en el sentido bioniano
• La importancia del estilo interac- del término, y la historización del
tivo desde el primer encuentro material son, con seguridad, los es-
con las díadas o las tríadas pa- labones centrales de los efectos tera-
dre-madre-(padres)-bebé. Todo péuticos con los bebés, cuyo cuerpo
el porvenir de la alianza y del y cuyo comportamiento aportan, sin
proceso terapéuticos depende dudas, un material clínico central y
en gran medida de dicho estilo. con frecuencia preponderante.
• La importancia de un encuadre
relativamente flexible y suficien- Entonces, en fin de cuentas, ¿se
temente firme, que permita dar trata de una conquista o hay un
testimonio de una bisexualidad riesgo de ir a la deriva?
bien elaborada. Todo encuadre
es, en efecto, fundamentalmen- La pregunta es difícil y quizás no
te bisexual (21), en la medida haya posibilidad, hoy en día, de

70 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

responder de manera absoluta. En bisexualidad psíquica, tanto en


lo que a mí se refiere, hago parte de el encuadre como en el terapeuta
aquellos que piensan que es posible (quien es a la vez parte integrante
ocuparse de niños muy pequeños, del encuadre y su garante). Esto es
incluso de bebés, sin sacrificar nin- probablemente cierto en un contex-
guno de los puntos de referencia to más general y resulta, por consi-
metapsicológicos habituales, y que guiente, válido más allá del campo
se puede tener la pretensión legíti- de las solas terapias conjuntas.
ma de seguir siendo psicoanalista Estas últimas plantean de manera
en estas condiciones particulares. específica la cuestión del encuadre,
en cuanto apelan —como en el caso
Desde tal perspectiva, me parece de las terapias o los análisis de
que el bebé no nos impone ninguna niños, o como en ciertas técnicas
renuncia particular (22), ni a la teo- de tipo psicodramático— a lo que
ría de las pulsiones, ni a la teoría de Dupeu denomina una triple descon-
la anaclisis, ni incluso a la teoría del densación del encuadre (24).
après-coup, lo que un autor como
Geissmann (23) ha subrayado con Con esta expresión el autor subraya
vigor al comparar, desde el punto que, a diferencia de lo que ocurre en
de vista de su naturaleza como pro- la cura-tipo, el tratamiento psicoa-
ceso, el trabajo de oscilación entre nalítico de los niños (mediatizado
la posición depresiva y la posición por el juego, el dibujo o por el juego
esquizoparanoide con aquel que de roles) se despliega, en realidad,
existiría entre el avant-coup y el de tres maneras concomitantes: (i)
après-coup (dando por entendido el tratamiento no se adelanta tan
que el primero no es más que un sólo a través de la palabra, (ii) la
concepto límite y un tanto ficticio). transferencia no se focaliza siempre
en el terapeuta (concepto de cotera-
La pregunta sigue, no obstante, peutas) y (iii) el tratamiento difracta
abierta e importa elegir un cierto el juego de identificaciones posibles,
número de ángulos de reflexión. En al no dirigirse tan sólo a estructuras
el marco de este trabajo me limito exclusivamente neuróticas, sino,
a abordar aquellos que enuncié con con mayor frecuencia, a estructuras
anterioridad. en curso de estructuración, si pue-
do expresarme de tal modo.
La cuestión del encuadre
Las terapias conjuntas padre-ma-
Ya he dicho cuánta importancia dre-(padres)-bebé realizan al máxi-
tienen para las terapias conjuntas mo esta triple descondensación, o
la maleabilidad, la narratividad y este triple despliegue, del encuadre,
la calidad de la integración de la en la medida en que aun cuando

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 71 S


Golse B.

hay intercambio de palabras entre como un trabajo en sí mismo, ¡con-


los padres, los terapeutas y el bebé, denándolo de este modo irremedia-
este último no resulta afectado por blemente a no poder ser considerado
la palabra del mismo modo como los un tratamiento psicoanalítico!
adultos. Los terapeutas suelen ser
dos o más y, finalmente, el bebé es Con seguriad, la posición anterior
en esencia un ser en curso de dife- es excesiva, por cuanto, como en
renciación intra y extrapsíquica. el caso del adulto, el análisis de
las resistencias del niño debe estar
Pero descondensación no significa intrincado con el de los contenidos
desnaturalización, y considero que psíquicos propiamente dichos. En el
hay lugar para sustentar la natu- marco de las terapias conjuntas pa-
raleza psicoanalítica de tal proceso dre-madre-(padres)-bebé sucede lo
terapéutico, incluso si se acepta la mismo y, por ejemplo, el análisis de
posibilidad de debatir sobre este las proyecciones parentales va a per-
punto específico. mitir confrontar a los padres con sus
resistencias frente al impacto que su
Análisis de las resistencias dinámica fantasmática inconsciente
de la transferencia tiene en el comportamiento de su
y la contratransferencia bebé y en la edificación de su mundo
representacional, así como confron-
Se ha sostenido que más allá del tarlos a resistencias semejantes para
encuadre, lo que definía la naturale- elaborarlas de manera progresiva.
za psicoanalítica de un tratamiento
residía en el hecho de apuntar el En lo que se refiere al lugar de la
análisis a la vez a un trabajo sobre transferencia en el marco de las
los contenidos de pensamiento, terapias conjuntas, se trata de una
sobre la transferencia y sobre las cuestión compleja y, a la vez, con-
resistencias. El psicoanálisis fran- sistente. Los padres transfieren, por
cés se ha centrado principalmente supuesto, sobre el(los) terapeuta(s)
en este último aspecto: el análisis de y hemos visto cómo para ciertos
las resistencias (25). En todo caso, autores (6) el bebé, por su parte, es
se sabe que los tres niveles de análi- quizás capaz de “transferir” igual-
sis no pueden ser disociados y que, mente sobre el(los) terapeuta(s).
la mayoría de las veces se abordan
de manera conjunta. Sea como fuere, lo que según mi
punto de vista reduce un tanto el lu-
Esto es particularmente cierto en el gar de las interpretaciones transfe-
caso de los niños, y algunos auto- renciales con los padres en el marco
res han dicho que el análisis de las de las terapias conjuntas es que su
resistencias no podía adelantarse relación con su hijo es desde ya, en

72 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

cierto modo, cuestión de transferen- interpersonal a lo intrapsíquico? ¿Te-


cia (vía las dinámicas del hijo de la nemos acaso el derecho de suponer
fantasía, del hijo imaginado, del hijo que el sistema padre-madre-bebé es
narcisista e incluso del hijo mítico), en sí mismo portador de la dinámica
hasta un punto tal que su transfe- apta para transponer triadificación
rencia sobre el(los) terapeuta(s) no y triangulación? Nada es menos
representa aquí más que una faceta seguro, en realidad, y con esto se
parcial de tal dinámica. plantea como elemento central toda
lo vinculado a la interiorización.
Por el contrario, en el campo de
las terapias conjuntas, así como Pero podemos quizás pensar, en cam-
en el marco de la observación di- bio, que la presencia de un tercero
recta analítica de bebés (26), una no puede ser evacuada en este caso
atención sostenida se dirige hacia y que, por ello, el dispositivo de las
la contratransferencia del (o de los) terapias conjuntas sería justamente
terapeuta(s) y esto confiere, en los capaz de brindar a la díada y a la
buenos casos, una auténtica dimen- tríada, en el mismo seno de la tópica
sión psicoanalítica al trabajo que grupal, la función de tercero obser-
allí se realiza. vante y participante, capaz de inducir
el movimiento de psiquización de las
La cuestión de la tópica interacciones comportamentales.

Quizás esta es la dimensión me- No es menos cierto que las reflexio-


tapsicológica que el bebé pone en nes actuales se centran en la validez
mayores dificultades, por así de- o no del concepto de tópica intersub-
cirlo. En efecto, hoy día debemos jetiva y que, en tal sentido, el marco
tener en cuenta todo aquello que la de las terapias conjuntas ofrece
psiquiatría del bebé nos ha enseña- posiblemente un paradigma fecundo
do en materia de funcionamientos para esta problemática esencial.
díadicos y tríadicos. Pero quien dice
díada o tríada dice igualmente re- Aunque es aún muy temprano para
gistro de lo interpersonal, más que saber si este marco de acción apor-
registro de lo intrapsíquico. tará o no elementos de reflexión
decisivos en este campo, desde ya es
¿Cómo tener en cuenta la transpa- posible afirmar que el sistema padre-
rencia psíquica materna (14-16), la madre-bebé abordado en las terapias
neotópica perinatal (8) y la unidad conjuntas ofrece una figuración
originaria (27) para pensar en tér- comportamental de la triangulación
minos metapsicológicos la díada y la intrapsíquica en los bebés en cues-
tríada con esta dificultad central que tión y que, por ello, estas pueden
representa, sin dudas, el paso de lo aspirar al estatus de psicoanalíticas,

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 73 S


Golse B.

desde el momento en el cual se inter- justamente el trabajo en el seno


pretan los materiales recogidos y se del encuadre terapéutico les va a
hace referencia al concepto de trans permitir forjarse e interiorizar su
o de intergeneracional (28). propio marco interno.

¿Verbalización o interpretación? En este punto, numerosos autores


consideran que un trabajo inter-
Este eje de reflexión es, sin duda, el pretativo, en el sentido estricto, no
que más se presta para ser conflicti- es posible en un comienzo, no sólo
vo. En mí opinión, lo es en potencia, porque se trata de pacientes que no
por cuanto el trabajo con sujetos o han accedido aún al lenguaje verbal
futuros sujetos que se sitúan mucho propiamente dicho (en efecto, algu-
antes de la organización neurótica, nos de estos pacientes no hablan,
como es el caso de los bebés o de los pero pueden ser muy sensibles al
niños con patologías de tipo arcaico lenguaje del otro), sino porque la na-
(autismos y psicosis tempranas), im- turaleza misma de su psicopatología
plica trabajar con pacientes que no reclama un primer tiempo de ver-
han instaurado aún sus envolturas balización, por parte del terapeuta,
psíquicas de manera suficientemen- de sus contenidos de pensamiento
te estable y fiable. En razón de ello, (sensaciones, percepciones, afectos
no han interiorizado todavía un mar- y emociones, protofantasías y pro-
co psíquico interno suficientemente tosímbolos), con el fin de ayudarlos
sólido y diferenciado. a realizar un verdadero trabajo de
aclaración identificatoria primaria,
A los sujetos neuróticos, al contra- gracias a la “presencia bien viva” del
rio, el encuadre de la terapia les terapeuta (29).
ofrece en cierto modo una figuración
material de su marco interno, ya Los autores que se sitúan en el mo-
instalado, y permite así una forma vimiento lacaniano rechazan, por
de trabajo a cielo abierto, con los supuesto, estas propuestas y con-
vínculos internos presentes entre sideran que la interpretación verbal
sus continentes y sus contenidos y simbólica (o, mejor, simbolizante)
de pensamiento, en particular en es en realidad susceptible de ser
términos de representaciones ver- utilizada desde un comienzo con
bales ya diponibles. cualquier tipo de paciente, puesto
que, según ellos, el lenguaje es per-
Con los bebés y los pacientes no cibido por todo sujeto, sin importar
neuróticos, el encuadre de la terapia su grado de diferenciación, en razón
sirve como preámbulo o estímulo del valor simbólico que le es inhe-
exterior a su propio marco, toda- rente y que permite incluso fundar
vía en curso (in statu nascendi) y al sujeto en cuanto sujeto.

74 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

Los trabajos sobre el desarrollo tem- evidentemente personas cuyo grado


prano de los bebés no se orientan de diferenciación y de individuación
hacia una dirección semejante; por no es de ninguna forma comparable
el contrario, nos muestran que si ni simétrico (31).
bien son muy sensibles al lenguaje,
lo son sin lugar a dudas más a la ¿Cómo decir algo que pueda a la vez
parte analógica de este que a su por- alcanzar “analógicamente” al bebé
ción propiamente digital, es decir, y “digitalmente” a sus padres, si
más a la música del lenguaje que a puedo decirlo de este modo? ¿Sería
su dimensión simbólica en estricto posible imaginar intervenciones que
sentido (30). tuvieran simultáneamente valor de
interpretación para los padres y de
Sea como fuere, con este tipo de pa- verbalización para el niño? Tal y
cientes, la técnica psicoanalítica se como puede entenderse, la cuestión
encuentra, en todos los casos, pro- es extremadamente delicada y sería
fundamente cuestionada en cuanto una falacia pensar que es posible
nos lleva a adoptar una praxis, con resolverla enteramente hoy en día.
frecuencia, muy alejada de aquella
que caracteriza a la cura-tipo, según En efecto, para hacerlo deberíamos
fue dicho en la introducción de este disponer de una teoría completa de
artículo. la interpretación verbal del analista,
que tuviera en cuenta a la vez su con-
La verbalización por parte del tera- tenido y su continente, es decir, a la
peuta de los contenidos psíquicos vez el sentido simbólico del lenguaje
del paciente puede requerir mucho y su valor de acto (en el sentido de
tiempo y el riesgo existe, sin duda, los pragmáticos), es decir, finalmente
de limitarse sólo a ella, sin lograr sus componentes segmentario y su-
abordar nunca la fase en la cual prasegmentario (en el sentido de los
el recurso a las interpretaciones lingüistas saussurianos).
deviene al fin posible. Esto, aunque
pienso, y lo digo tan claro como me En la actualidad, distamos mucho
es posible, la interpretación sigue de disponer de una teoría seme-
siendo la herramienta central y jante, pero podemos apostar, pre-
privilegiada del psicoanálisis. cisamente, a que la práctica de los
analistas con los bebés y el estudio
Así, las terapias conjuntas padre- profundo de los mecanismos que
madre-(padres)-bebé acumulan participan en las terapias conjun-
diversas dificultades, por cuanto tas serán capaces de ayudarnos a
las intervenciones del terapeuta profundizar en nuestra teoría de la
deben alcanzar simultáneamente interpretación, incluso en el marco
al bebé y a sus padres, quienes son de la cura de adultos, y a com-

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 75 S


Golse B.

prender cómo lo que se dice puede el niño reconstruido no es el niño


“hacer algo” al otro, en términos observado.
de un acto de lenguaje susceptible
de tener un efecto sobre el mundo Referencias
representacional interno.
1. Fraiberg S. Fantômes dans la chambre
d’enfants. Paris: Presses Universitaires
Se abriría de este modo, gracias
de France; 1999.
al bebé, un neoestructuralismo de 2. McDonough SC. Interaction guidan-
los procesos, muy diferente del es- ce: understanding and treating early
tructuralismo de los estados, cuyo infant-caregiver relationship disturban-
ces. In : Zeanah CH, editor. Handbook
éxito epistemológico fue grande en of infant mental health. New York:
el tiempo que fue el suyo (28). Esto Guilford; 1993. p. 414-426.
correspondería, sin lugar a dudas, 3. Bowlby J. Attachement et perte. Paris:
Presses Universitaires de France;
más a una conquista del análisis 1978-1992. 3 vol.
que a un ir a la deriva. 4. Mâle P. Psychothérapie du premier
âge: de la théorie à la pratique. Paris:
Presses Universitaires de France;
Conclusiones
1975.
5. Winnicott DW, Monod C, Pontalis JB.
¿Las psicoterapias conjuntas padre- Jeu et réalité: l’espace potentiel. Paris:
madre-(padres)-bebé representan Gallimard; 1975.
6. Lebovici S. La pratique des psycho-
una conquista del análisis o un thérapies mères-bébés par Bertrand
perderse e ir a la deriva? La cuestión Cramer et Francisco Palacio-Espasa.
es compleja y no he pretendido re- Psychiatr Enfant. 1994;37(2):415-27.
7. Daws D, Kiéfé L. Les enfants qui ne dor-
solverla en el marco de este escrito, ment pas la nuit. Paris: Payot; 1999.
ni siquiera haberla circunscrito to- 8. Cramer B, Palacio-Espasa F. La prati-
talmente. Mi objetivo ha sido indicar que des psychothérapies mères-bé-
bés: études cliniques et techniques.
los ejes o las pistas de reflexión que
Paris: Presses Universitaires de Fran-
pueden ser las nuestras en el mo- ce; 1993.
mento presente, señalando que es- 9. Debray R. Bébés/mères en révolte: trai-
tablecer anatemas en este campo no tements psychanalytiques conjoints
de déséquilibres psychosomatiques
resulta en ningún modo fecundo. précoces. Paris: Le Centurion; 1987.
10. Watillon-Naveau A. Essai d’élaboration
Los derivados del psicoanálisis no théorique des thérapies conjointes:
magie ou psychanalyse? Revue Belge
son equiparables a un perderse de Psychanalyse. 1996;28:51-65.
yendo a la deriva, y solamente una 11. Cramer B, Palacio-Espasa F. Les
actitud metapsicológica honesta y bébés font-ils un transfert? Réponse
à Serge Lebovici. Psychiatr Enfant.
rigurosa puede inclinar la balanza
1994;37(2):429-41.
del lado de la conquista, pues no 12. White B. L’évolution d’un modèle.
está escrito que el bebé deba ser Devenir. 1998;10(4):7-22.
siempre un desterrado del psicoa- 13. Fraiberg S, Adelson E, Shapiro V.
Fantômes dans la chambre d’enfants.
nálisis, con el débil pretexto de que Psychiatr Enfant. 1983;26(1):57-98.

76 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008


Las psicoterapias conjuntas padre-madre-(padres)-bebé: ¿conquista o viaje a la deriva?

14. Bydlowski M. La transparence psychi- 25. Rosolato G. L’analyse des résistances.


que de la grossesse. Etudes Freud. Nouvelle Revue de Psychanalyse.
1991;32:2-9. 1979;20:183-215.
15. Bydlowski M. La dette de vie: itinéraire 26. Bick E. Notes on infant observation
psychanalytique de la maternité. Paris: in psycho-analytic training. Int J Psy-
Presses Universitaires de France; choanal. 1964;45:558-66. [Traduction
1997. française: Remarques sur l’observation
16. Bydlowski M. Je rêve un enfant: des bébés dans la formation des
l’expérience intérieure de la maternité. analystes. J Psychanalyse Enfant.
Paris : Odile Jacob; 2000. 1992;12:14-35.]
17. Searles HF. Le contre-transfert. Paris: 27. Pérez-Sánchez M, Abello N. Unité ori-
Gallimard; 1981. ginaire: narcissisme et homosexualité
18. Tisseron S. Le patient-parent et le thé- dans le ébauches de l’oedipe. Rev Fr
rapeute-enfant. À propos de quelques Psychanal. 1981;45(4):777-86.
difficultés thérapeutiques et de leur 28. Golse B. Structure des états ou struc-
interprétation. Evol Psychiatr (Paris). ture des processus? Comment le bébé
1985;50(1):173-85. nous invite à un néo-structuralisme. Le
19. Milner M. Le rôle de l’illusion dans la Carnet PSY. 2004;93:26-32.
formation du symbole. Les concepts 29. Alvarez A. Live company: psychoa-
psychanalytiques sur les fonctions nalytic psychotherapy with autistic,
du symbole. J Psychanalyse Enfant. borderline, deprived, and abused
1990;8:244-78. children. London: Routledge; 1992.
20. Bouvet M. La relation d’objet: névrose [Traduction française: Une présence
obsessionnelle dépersonnalisation. bien vivante: le travail de psychothé-
2nd ed. Paris: Payot; 1985. rapie psychanalytique avec les enfants
21. Houzel D. Le bébé et son action sur autistes, borderline, abusés, en grande
l’équipe. Devenir. 1997;9(2):7-19. carence affective. Larmor-Plage: Edi-
22. Golse B. Du corps à la pensée. Paris: tions du Hublot; 1997.]
Presses Universitaires de France; 30. Golse B, Desjardins V. Du corps, des
1999. formes, des mouvements et du rythme
23. Geissmann C. Les fondements de la comme précurseurs de l’émergence
psychanalyse de l’enfant: névrose de de l’intersubjectivité et de la parole
transfert et après-coup. J Psychanalyse chez le bébé (Une réflexion sur les
Enfant. 1996;19 (Formations):25-47. débuts du langage verbal). J Psycha-
24. Dupeu JM. Le psychodrame psycha- nalyse Enfant. 2004;35:171-91.
nalytique avec les enfants. Paris: Pres- 31. Laplanche J. Entretien avec Jean La-
ses Universitaires de France; 2003. planche (réalisé par Alain Braconnier).
Le Carnet PSY. 2002;70:26-33.

Recibido para evaluación: 9 de junio de 2008


Aceptado para publicación: 23 de julio de 2008

Correspondencia
Bernard Golse
Hôpital Necker-Enfants Malades
149 rue de Sèvres, 75015
París, Francia
bernard.golse@nck.ap-hop-paris.fr

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 77 S

También podría gustarte