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Autores:
José Ignacio Rivas Flores
y David Herrera Pastor
(coordinadores)
Saville Kushner
Richard Waller
Jonathan Simmons
Beatriz Margarita Celada
Analía Elizabeth Leite Méndez
Martha Ardiles
Pablo Cortés González
Daniela Padua Arcos
María Jesús Márquez García
Barry MacDonald
© José Ignacio Rivas Flores, David Herrera Pastor, Richard Waller, Jonathan Simmons,
Beatriz Margarita Celada, Analía Elizabeth Leite Méndez, Martha Ardiles, Pablo Cortés González,
Daniela Padua Arcos, María Jesús Márquez García y Barry MacDonald
© De la presente edición:
Ediciones Octaedro, S.L.
Bailén, 5 - 08010 Barcelona
Tel. 93 246 40 02 - Fax 93 231 18 68
www.octaedro.com - octaedro@octaedro.com
ISBN: 978-84-9921-089-6
Depósito legal: B.24.231-2010
Introducción
José Ignacio Rivas Flores/David Herrera Pastor. . . . . . . . . . . . . . . .5
Prólogo: Recuperar lo personal
Saville Kushner . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento
en la investigación educativa
José Ignacio Rivas Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17
2 Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
David Herrera Pastor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando
cuentos de aprendices
Richard Waller/Jonathan Simmons . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55
4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con
discapacidad en la investigación educativa
Beatriz Margarita Celada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .75
5. Narraciones sobre la universidad: formación y profesión desde
la experiencia como estudiante
Analía Elizabeth Leite Méndez/José Ignacio Rivas Flores. . . . . . .89
6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados
de trabajo. De voces y memorias
Martha Ardiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .101
7. Un claro entre las nubes. Relato sobre mi experiencia como
educador y como persona en un centro de menores infractores
Pablo Cortés González . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
Daniela Padua Arcos/María Jesús Márquez García. . . . . . . . . . . .147
A modo de epílogo: discurso de Barry MacDonald con motivo de
su investidura como doctor «honoris causa» por la universidad
de Valladolid. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .171
Los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .178
Índice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .181
3
Coordinadores:
La obra que aquí se presenta nace en el seno del Grupo de Investigación «Hum
619»: Profesorado, cultura e institución educativa, perteneciente a la Junta de
Andalucía y adscrito al departamento de Didáctica y Organización Escolar de la
Universidad de Málaga.
Este grupo de investigación destaca como aspecto más relevante de su iden-
tidad un particular interés por la narrativa como enfoque de interpretación de la
realidad y como método de investigación educativa. Los proyectos de investiga-
ción que emprende se abordan desde perspectivas biográficas y utilizando «la his-
toria de vida» como elemento fundamental de análisis. Este enfoque es adoptado
también por los miembros más jóvenes del grupo en su proceso de elaboración
de las tesis doctorales, así como en la mayoría de los proyectos particulares que
se realizan. Dichos trabajos poseen focos de investigación heterogéneos, si bien
se identifican en un compromiso epistemológico común, así como por una de-
terminada visión acerca de la educación, la sociedad y el sujeto. Este libro surge
como manifestación de estas diferentes líneas de investigación y como proyecto
colectivo para hacer presente este enfoque biográfico-narrativo en el panorama
literario en español.
Recoge, por tanto, las aportaciones particulares de distintos miembros del
grupo, así como de otros investigadores cercanos a nuestro proyecto y a nuestros
planteamientos, tanto del ámbito anglosajón como latinoamericano, en particu-
lar de Gran Bretaña y de Argentina. Estas aportaciones están en relación tanto
con el campo propiamente escolar como también el socioeducativo. Ambos for-
man parte del conjunto de preocupaciones de este colectivo. De cualquier modo,
todos abordan una mirada peculiar sobre la investigación, así como la voz de
sujetos concretos copartícipes de este proceso.
El libro comienza con un prólogo de Saville Kushner, que haciendo un ma-
gistral recorrido desde lo micro hasta lo más macro, reivindica la importancia de
recuperar lo personal en las relaciones humanas y en la investigación educativa.
Ofrece un marco ideal para el desarrollo de los capítulos posteriores, desde la
propia experiencia como investigador y como sujeto implicado con su realidad.
En el capítulo 1, José Ignacio Rivas Flores intenta establecer algunos de los
referentes teóricos básicos que sitúan los análisis e interpretaciones de los capítu-
5
Voz y educación
6
Introducción
Por último, el libro culmina con el discurso del profesor Barry MacDonald
cuando fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid, en
el que hace un recorrido por su trayectoria profesional. Con ello pretendemos ce-
rrar un libro sobre voces de sujetos con la propia voz de este reconocido educador
y militante social acerca de su propia trayectoria intelectual.
Queremos expresar nuestro agradecimiento al apoyo decidido de Juana Ma-
ría Sancho para que esta obra pudiera ver la luz, así como el aliento, siempre
incondicional y generoso, de José Manuel Esteve. Igualmente no seríamos justos
si no dejamos patente nuestro reconocimiento a Saville Kushner, no sólo por ac-
ceder a hacer el prólogo sino por convertirse en uno más de nosotros, compro-
metido con el libro y su publicación. Su prólogo, sin duda, excede con mucho la
mera presentación de un libro y tiene sentido como un capítulo más y no de los
menos importantes. Y por último nuestra admiración y respeto a Barry MacDo-
nald, que accedió a que publicáramos su lección magistral, a pesar de su pertinaz
pudor por dejar escrito su pensamiento, en una muestra de grandeza humana e
intelectual.
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Prólogo:
Recuperar lo personal
SAVILLE KUSHNER
UNIVERSITY OF THE WEST OF ENGLAND
BRISTOL, REINO UNIDO1
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Voz y educación
10
Prólogo
telectual. Sin embargo, basta decir que yo tiendo hacia aquellos filósofos pragmá-
ticos que discuten que sólo a través de un acto de subjetividad suprema podemos
aproximarnos a la objetividad (por ejemplo: reconociendo e ignorando el yo); y
a la inversa, que es la capacidad de objetivar el yo lo que permite la subjetividad.
Así, encuentro en las narrativas de vida una ruta cómoda a la objetividad ansia-
da por mis compañeros, quienes investigan para hacer declaraciones de verdad.
Sin duda, no hay un desafío mayor para la autoridad que la innegabilidad, y si
podemos decir cualquier cosa sobre las disciplinadas narraciones de una vida, no
podemos negarlas.
Éste es, también, un libro técnico, escrito como guía para aquellos que es-
tán en los límites del compromiso con la investigación de narrativas de vida y
como una afirmación para aquellos que ya están comprometidos. Aquí soy más
ambivalente. Desde hace muchos años la investigación social ha sido cooptada
por la universidad. Los beneficios están claros: independencia, recursos multidis-
ciplinarios, estatus. Pero los costes están menos claros. Entre ellos está la sujeción
de la indagación a un canon metodológico conservador. El riesgo es que la inves-
tigación de narrativas de vida crece y es cultivada como una cosecha, ordenada-
mente establecida y criada en filas disciplinadas, alimentada con dietas de validez
y consistencia teórica controladas por la ciencia. La indagación y la reflexión,
los medios para el autoconocimiento, deberían, al menos como principio demo-
crático, estar disponibles y accesibles para todos. Debería ser el fundamento de
la conversación social, apoyando la crítica reflexiva sobre el futuro que nuestras
pequeñas élites intentan crear para nosotros. Su única prueba de validez debería
ser que avanza y que no reprime la argumentación. Esto es demasiado poco para
la universidad, que muy a menudo demanda pruebas de validez que encubren los
métodos en una mística y la presentan como una liturgia.
Por supuesto, en la televisión, las películas, los periódicos, el teatro, también
vemos formas de indagación social no tan restringidas, más accesibles y de estilo
menos «talibán» en su régimen de validación (aunque no sin problemas). En esos
escenarios encontramos menos pruebas de validez y argumentos más cercanos al
ciudadano; y en los lugares donde esta flexibilidad se convierte en polémica, esta
controversia tiende a hacerse pública y el ciudadano participa en ella. Por ejem-
plo, cuando apareció «la enfermedad de las vacas locas» había revistas del corazón
que desarrollaban, esencialmente para las clases trabajadoras, artículos sobre la
validez científica. ¡Qué raro triunfo para el conocimiento público!
Así, cuando lea la versión final de este libro lo haré con menos interés en
las reflexiones metodológicas que en las vidas que van a ser representadas. Studs
Terkel, uno de los sumos sacerdotes de la investigación sobre narrativas de vida,
mantenía una distancia respetuosa entre las historias de sus personajes y sus (po-
cas) reflexiones metodológicas. Oscar Lewis, otro de los clásicos, puso en primer
plano temas de su familia y estuvo mucho más preocupado por comprender la
pobreza que por la metodología, incluso cuando realizó un extraño avance me-
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Voz y educación
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Prólogo
13
Voz y educación
rados. Además, necesitamos comprender los desafíos personales a los que ellos se
enfrentan cuando luchan para poner sus prácticas en consonancia con sus valores
y con la realidad predominante, y siguiendo la misma lógica anterior, ellos tam-
bién necesitan comprenderse a sí mismos y la interacción entre biografía, activi-
dad profesional y organización laboral. ¿Cuáles son los recursos humanos dispo-
nibles para atajar estos impactantes desafíos, y cómo se forman? Necesitamos que
los profesionales del Caribe Oriental y sus responsables descubran formas nuevas
y más apropiadas de confrontar estos asuntos, aunque sepamos que ambos están
limitados y motivados por sus experiencias, sus creencias y valores, sus deseos,
fuerzas y debilidades. Sus vidas proscriben sus creencias y capacidades profesio-
nales.
La investigación biográfica narrativa no es sólo una aproximación enrique-
cedora a la indagación social y a la construcción de conocimiento público, en
casos como estos es, además, instrumental y esencial para la acción social. Los
programas sociales están determinados por políticas, recursos, metas y procedi-
mientos. Pero lo están incluso más por lo que los individuos y los grupos les
aportan en forma de aspiraciones, experiencias y capacidades. No podemos estar
satisfechos por mediciones sustitutas de estas cosas (por ejemplo, cuán dóciles
podemos hacer a la gente con evaluaciones2 coercitivas). Necesitamos compren-
sión directa de cómo se integran los programas en la población, de qué personas
y de qué grupos están formados, y cómo esas personas, esos grupos crean los pro-
gramas hablando sobre ellos y eligiendo hacer ciertas cosas. Donde el encargado
de la evaluación pregunta: «¿cómo encaja esa gente en nuestro programa?» debería-
mos estar preguntando: «¿cómo encaja este programa en la vida de la gente?». Esa
inversión radical de la evaluación habla de la promesa real de la narrativa de las
historias de vida.
[…]
Olie vuelve a casa de la escuela. Ha sido un día largo y ha pasado algún tiempo
en el parque que hay de camino a casa jugando con sus amigos. Ese parque me
inquieta. Ya ha habido un incidente de adolescentes que han amenazado a chicas
con cuchillos. El invierno se empieza a notar, oscurece cada vez más pronto, los
chicos que atraviesan ese parque son, en mi mente, un objetivo evidente. Pero Olie
y sus amigos lo saben. Echo la vista atrás, a un reciente viaje de trabajo que hice
con UNICEF en Panamá adonde nos fuimos a vivir durante casi un año y me-
dio, y cuán infeliz fue Olie aislado de sus amigos. Aguantó la respiración todo el
tiempo hasta que volvimos a Inglaterra, y desde entonces ha estado poco en casa,
permanece con sus amigos y duerme fuera de casa. Nosotros le mandamos a esta
escuela solamente para que pudiera estar con ellos; por el momento, la escuela es
2. Nota del traductor: El autor utiliza el término accountability, en cuanto evaluación
del tipo «rendir cuentas» ante un organismo o entidad.
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Prólogo
un espacio para la amistad. Eso es lo que a él le importa. Sus amigos son sus valores
y sus creencias. Su uniforme, de alguna manera, está más gastado al final del día,
movido y desordenado sobre su cuerpo, sucio y arrugado debido a sus volteretas.
Parece quedarle mejor.
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1
Narración, conocimiento y realidad.
Un cambio de argumento
en la investigación educativa
JOSÉ IGNACIO RIVAS FLORES
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
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Voz y educación
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
Voy, pues, a hacer una presentación del sentido de este tipo de investiga-
ción, para plantear a continuación el significado de la narración y la biografía en
relación a la comprensión de la vida cotidiana y en la construcción de la identi-
dad. Revisaré, a continuación, su implicación en la investigación educativa, para
terminar con algunos elementos críticos que forman parte de nuestro universo
de preocupaciones, tanto conceptuales, como metodológicas, epistemológicas y
éticas.
a. Fundamentos epistemológicos
Nos encontramos, a mi modo de entender, con una opción de investigación en
cierto modo diferente en las ciencias sociales y en particular en educación, que
pretende hacer frente a las corrientes positivistas (y también algunas etnográficas)
en su intento de segregar al sujeto del investigador. Posiblemente este sea uno de
los aportes más relevantes de la investigación biográfica y narrativa que la dife-
rencian de otras perspectivas dentro de la orientación interpretativa. Esta es la
posición de Bolívar (2002) cuando afirma que
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Voz y educación
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
[…] la narrativa no es meramente una forma discursiva neutra que pueda o no utilizar-
se para representar los acontecimientos reales en su calidad de procesos de desarrollos;
es más bien una forma discursiva que supone determinadas opciones ontológicas y
epistemológicas con implicaciones ideológicas e incluso específicamente políticas. (11)
21
Voz y educación
un relato de relatos, como medio crítico a través del cual nos encarnamos en el
seno del mundo social.
La comprensión del mundo por parte de cada sujeto, en definitiva, está en
función de los relatos a los que tiene acceso y con los que interactúa, construyen-
do su propia interpretación a partir de las prácticas que desarrolla. Este plantea-
miento resulta especialmente relevante en el caso de las biografías del alumnado
con las que trabajan algunas de las investigaciones que se presentan en este libro,
ya que pone de manifiesto los vínculos entre las narraciones personales y las es-
tructuras sociales, institucionales, políticas, culturales, etc. que caracterizan la
escuela. Esto tiene lugar en función de sus relaciones con los compañeros, como
sistema referencial más cercano, así como con los docentes y el personal del cen-
tro, como demanda institucional intencional. Como afirman White y Epston
(1990), «las personas conceden significado a sus vidas y relaciones relatando su
experiencia» (13). Por tanto, la biografía se constituye como un acto de conoci-
miento de la realidad tal como cada uno la experimenta. (Vid: MacIntyre, 1981;
Mink, 1969).
En opinión de Rosaldo (1993: 21) plantear así el conocimiento de la reali-
dad supone volver la vista hacia los sucesos locales y cotidianos como forma de
comprensión de la cultura. La realidad viene expresada desde los intereses locales
y particulares que se relacionan en un contexto particular, construyendo una ex-
periencia propia. El conocimiento, desde esta perspectiva, se convierte en induc-
tivo, alejado de la construcción de las grandes generalizaciones que caracteriza
la ciencia positivista. Los sentimientos, los afectos, lo subjetivo, se constituye en
componentes relevantes en la comprensión de la realidad. Como dice de nuevo
Rosaldo (1993), «incluso cuando más subjetivos parecen, los pensamientos y sen-
timientos son siempre culturalmente encuadrados e influenciados por la biografía
de uno mismo, la situación social y el contexto histórico» (103). En definitiva, en
cada relato está contenido el conjunto de los procesos históricos, sociales, políti-
cos y culturales de los que el sujeto que lo construye ha formado o forma parte.
Se pone de manifiesto, por tanto, una visión conflictiva y crítica de la reali-
dad, que rompe con la visión del mundo organizada del funcionalismo. La com-
plejidad es la característica más relevante de la realidad de la vida cotidiana y las
narraciones biográficas se convierten en el modo de poder entrar en su mundo de
significados.
Las diferentes investigaciones que se presentan en los capítulos siguientes, jus-
tamente, toman en consideración esta dimensión incidiendo en la realidad coti-
diana de la vida de los diferentes sujetos escolares como forma de comprender el
mundo peculiar en el que viven. Esta perspectiva nos lleva, por tanto, a poner de
relieve realidades divergentes, complejas, a veces contrapuestas, diversas…, que nos
enseñan acerca de los diferentes contextos de construcción de la experiencia: los
tipos de centro, la variedad de profesorado, las características sociales y cultura-
les…, y más que todo esto, el tipo de relación que se genera con los compañeros y
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
con los docentes, el modo como la escuela organiza la vida cotidiana de los sujetos,
las estrategias de supervivencia en la vida diaria, los temores, las filias, los amores y
desamores, etc. En definitiva, todo el complejo mundo cotidiano de la escuela.
No obstante, entiendo que en la cotidianidad están operando un conjun-
to de condiciones sociales, políticas y culturales que conforman los diferentes
modelos de sociedad. En la medida en que esta cotidianidad está mediada por
propuestas globales estas condiciones se corresponden con las propuestas hege-
mónicas de los grupos de poder que operan socialmente. En el campo concreto
de la educación es relevante el trabajo de Salgueiro (1998), que plantea los modos
en que la cotidianidad educativa está expresando el contexto social, cultural y
político en que se produce; en este caso, en torno a los saberes cotidianos de los
docentes en cuanto construcción sociohistórica.
Las narraciones escolares, en este sentido, expresan esta confrontación po-
liticosocial entre diferentes culturas y clases sociales, de forma que nos permite
reinterpretar el papel que éstas juegan en la construcción de sentido en la escuela.
Las relaciones de poder, las jerarquías sociales, la segregación o integración social,
los procesos políticos, los significados culturales, etc. son puestos en evidencia
en el proceso de interpretación que caracteriza este modelo de investigación. Se
nos manifiesta la globalidad de la sociedad, desde el peculiar punto de vista que
ofrece cada historia particular.
Esta perspectiva conduce necesariamente al análisis de un concepto espe-
cialmente relevante: la identidad. En él se concreta, de alguna forma, la comu-
nicación permanente que constituye la construcción del conocimiento y de la
realidad social. Este es, por tanto, el siguiente elemento de nuestro argumento.
c. La identidad a debate
Sin duda el concepto de identidad ocupa un lugar relevante en el universo cultu-
ral de la sociedad actual, si bien no siempre está bien interpretado. Por otro lado,
se utiliza a menudo como fuente de conflictos y enfrentamientos, cuando viene
asociado a sentimientos comunitarios. Las reivindicaciones nacionalistas, la inte-
gración de los cada vez más numerosos inmigrantes, la globalización de la cultura
(la hegemónica), etc. están presionando y mediando en la comprensión de este
concepto. Esto añade nuevas complejidades a las ya propiamente ideológicas y
epistemológicas.
El planteamiento que propongo, en síntesis, apuesta por una visión de la
identidad como una construcción personal en un contexto sociocultural, en co-
herencia con lo planteado anteriormente. Me muevo en una tradición dialéctica y
constructivista, que se aleja claramente de las teorías inmanentistas. La identidad
se construye en relación, de acuerdo a la experiencia que cada sujeto tiene en con-
textos e instituciones determinadas. Por tanto, no hablo de una identidad como
algo a alcanzar o a desarrollar, sino como una complejidad múltiple que se va
elaborando a lo largo de los escenarios donde se actúa (Dosse, 2007).
23
Voz y educación
Como nos expone Wenger (1989: 182) el concepto de identidad actúa como
pivote entre lo social y lo individual, de modo que es posible definirlo en térmi-
nos de interacción mutua. Así, el término nos pone en relación a la experiencia
vivida, pero al mismo tiempo se reconoce su carácter social: «Es lo social, lo cul-
tural y lo histórico con un rostro humano». No se trata de negar la individuali-
dad y dotar de una supremacía especial a lo social. Antes bien, la individualidad
misma forma parte de las prácticas de las comunidades concretas, por lo que
ambos niveles se están construyendo mutuamente.
Como ya apuntaba antes, de acuerdo, en este caso, con la propuesta de
la lingüista Regine Robin (1996), hablamos de identidades complejas, y no de
una identidad única y estable. Los sujetos actúan de acuerdo a una multiplici-
dad de posibilidades, que no sólo están en función de la variedad de contextos
con los que interactúa, sino que vienen dados por los diferentes tipos de au-
toconciencia generada por la lucha política, cultural y social, a la que ya antes
me referí.
Para aclarar más esta posición, uno de los pilares sobre los que se puede
construir el concepto de identidad lo podemos encontrar en los postulados de la
psicología de la personalidad, desde una perspectiva dialéctica, desarrollada por
Harré (1983), entre otros. Desde esta perspectiva se describe el proceso de cons-
trucción de la identidad individual como un camino de ida y vuelta desde las
manifestaciones sociales y culturales, pasando por la construcción individual y
privada de estas manifestaciones, para volver de nuevo al punto de partida desde
la expresión personal de las mismas. Es decir, el sujeto va elaborando su identidad
en un proceso de reconstrucción individual de las condiciones del contexto en
el que se desarrolla. Así pues, las biografías son entendidas como expresión de
la construcción de la identidad personal en unos contextos sociales y culturales
determinados. Creo que esta idea incide de nuevo en la conjunción entre indivi-
dualidad y colectivo a la que antes aludía en relación a Wenger, apuntalándola
más, si cabe.
Desde el propio mundo de la educación encontramos también elementos
definitorios importantes sobre los que construir el concepto. MacLure (1993) nos
comenta que las identidades son mecanismos interpretativos utilizados para jus-
tificar, explicar y dar sentido a la conducta de cada uno, su carrera, valores y cir-
cunstancias. De algún modo se puede decir que la identidad personal no es más
que la lectura que los sujetos hacen de los contextos en los que viven y los modos
de enfrentarse a ellos. Esta lectura se puede entender como la teoría que se hace
acerca de uno mismo y de su entorno, de tal forma que una biografía no es sino
el aprendizaje de dicha teoría, en términos de la cual se organiza la experiencia y,
por tanto, los comportamientos, las actitudes, los valores, los conocimientos, etc.
Ya expresaba al principio cómo las narrativas constituyen una forma de aprendi-
zaje de la realidad por parte de los sujetos, con la cual nos presentamos ante el
mundo.
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
Podemos decir, de nuevo, que la realidad humana no es más que una con-
versación, sin principio ni final, a la cual los individuos van haciendo contribucio-
nes. De tal forma que todo lo que va caracterizando la vida del hombre, incluidos
los aspectos mentales y emocionales, se va construyendo desde esta conversación
que la va transformando, a la vez que transforma su entorno de una forma idio-
sincrásica, de acuerdo a la lectura que hemos hecho del mismo.
Tulving (1985), en este mismo sentido, habla de la identidad personal como
la capacidad de organizar en la memoria, de modo narrativo y autobiográfico, la
experiencia; en definitiva, estamos hablando de la narración de lo que somos, del
relato de la sociedad en el que nosotros mismos somos los protagonistas (Ricoeur,
1990).
Así pues, las narraciones y las biografías que aparecen en las investigaciones
que se presentan en los otros capítulos, podemos interpretarlas como la lectura
que cada uno de los sujetos ha ido haciendo del contexto institucional en que ha
vivido en la escuela, junto con los otros contextos con los que ésta interactúa.
Pone de manifiesto el tipo de experiencia que se genera y de qué modo cada suje-
to interviene en la misma de acuerdo a factores diversos: su condición social, de
género, su estatus en el colectivo del alumnado, su vida familiar, etc.
En este «juego» de relaciones a distintos niveles y dimensiones, la identidad
actúa a favor de la filiación de los sujetos. Desde la idea que he desarrollado en
torno a la relación entre individuo y colectivo, la identidad actúa hacia la integra-
ción en el sistema social y público, al mismo tiempo que establece las diferencias
entre los distintos participantes. Filiación y «agentividad», en el sentido que le
otorga Gallager (2000),4 son dos dimensiones esenciales. Nos definen, en parte,
el sentido de la relación antes mencionada. Establecen el quiénes somos en re-
lación a la experiencia vivida de acuerdo a una comunidad en particular (o un
conjunto de ellas) (Wenger, 2001: 182).
Los sujetos de estas investigaciones elaboran un marco de pertenencia en
torno a la escuela desde el que definen formas de ser, actuar y pensar, siempre
desde su particular experiencia vivida, de su propia historia. De este modo, no
es posible establecer identidades generalizadas ni uniformes, sino más bien un
repertorio de posibilidades, de carácter identitario para todos los participantes,
tal como ya he comentado. Los clásicos conceptos de «communitas» y «societas»
de van Gennep (1986), actúan en este juego de constitución de identidades, ya
que nos hablan de la diversidad, en un mismo marco de identidad. Esto es, cómo
los sujetos se saben pertenecientes a un mismo colectivo, aun cuando cada uno
es capaz de desarrollar su propio repertorio de actuaciones en función del lu-
gar que ocupa en el entramado social. Esta visión estructuralista de van Gennep
podemos ampliarla si pensamos que este repertorio es resultado no sólo de esta
posición social, sino del conjunto variado y complejo de variables que actúan en
la historia particular de cada individuo.
4. Agentividad como «sentirse la causa de una acción».
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Voz y educación
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
más atención, tiempo y recursos a buscar los modos de orientar la práctica docen-
te que a comprender lo que ocurre en el interior de las escuelas y en las personas
que pasan su tiempo en el interior de éstas.
Una buena muestra del escaso interés que hasta la fecha ha tenido esta pers-
pectiva en España es que las pocas traducciones de los libros citados anteriormen-
te, llegan con una década de retraso, en el mejor de los casos, condicionando de
forma evidente las posibilidades de difusión entre el profesorado «de a pie». Salvo
el caso más conocido de la investigación-acción, otras perspectivas de investi-
gación que inciden en el trabajo del docente y las condiciones en que éste tiene
lugar, también se han visto igualmente marginadas. El movimiento de «investi-
gación del Profesor», con más de 20 años de trabajo en otros países, sólo recien-
temente ha empezado a encontrar un cierto eco en las ediciones españolas5 Por
supuesto, la investigación narrativa desde el punto de vista del alumnado, como
ahora comentaré, se encuentra en una situación aún más comprometida,6 por
no hablar de las narrativas familiares o de otros agentes implicados en el mundo
educativo.
Hernández (2004) hace una buena síntesis sobre la situación de este tipo
de investigación en España que deja bien a las claras la situación en que se en-
cuentra, estableciendo tres ámbitos en los que es posible hablar de cierto grado
de elaboración de historias de vida: las propias narraciones de profesores sobre
su experiencia escolar, de las que han aparecido algunos ejemplos en los últimos
años; los estudios de casos centrados en docentes, en un marco de investigación
amplio; y por último las historias de vida en relación a áreas determinadas del
currículo o a periodos históricos determinados, en lo que podríamos encuadrar
como «memorias de profesores». Desde mi punto de vista podríamos añadir un
ámbito más en el que se está centrando esta perspectiva, que es el del estudio de
las identidades profesionales (Bolívar, 2002) o la propia cultura profesional (Ri-
vas y otros 2003 y 2005).
Como se puede ver, hasta el momento la mayoría de la literatura a la que
tenemos acceso en relación al estudio de las biografías en el ámbito educativo,
se limitan al profesorado. En el caso del alumnado o de otros componentes de
la comunidad educativa, como comentaba recientemente, resulta prácticamente
inexistente. Destaco, en el caso de los estudiantes, los trabajos de Suárez Pazos
(2002 y 2004) sobre Memorias escolares y Calderón y Garrido, (2004) sobre
alumnado en situación de fracaso. La tampoco muy extendida etnografía edu-
5. No así en castellano ya que, por fortuna, otros países hispanohablantes han desarrollado estas
líneas con más o menos profusión, pero en muchos casos por delante de nuestras expectativas. Hago
mención, por ejemplo, a los trabajos sobre práctica docente iniciados en México por Elsie Rockwel
(1995) hace cerca de 30 años, que posteriormente se han continuado en países como Argentina, Chile,
Colombia, o Brasil (Veiravé y otros 2006; Alliaud, 2004; Achilli, 1996; Sautu, 1999 y Suárez, 2000,
2005 y 2006).
6. No sólo en España. Es difícil encontrar referencias significativas sobre este tema en la mayor
parte de la literatura educativa a nivel mundial.
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Voz y educación
e. Algunas preocupaciones
Algunas preocupaciones de tipo teórico y metodológico forman parte también de
este argumento, ya que no podemos pensar en un sistema cerrado y hegemóni-
co. Entiendo que por pura coherencia este modelo de investigación es dinámico,
abierto y vivo, por tanto requiere constantemente de una revisión personal y epis-
temológica sobre los principios que lo sustentan. En este caso presento tres ejes en
los que esta reflexión es más activa y ocupa buena parte del debate en los procesos
de investigación que llevamos adelante.
7. Sobre comunidades de aprendizaje se está abriendo un campo literario amplio, producto del
impacto que este planteamiento tiene en educación, siendo cada vez más amplias las referencias sobre
las mismas. Posiblemente sea necesario hacer una revisión sobre el mismo que nos dé una aproximación
más precisa de los enfoques que se están siguiendo.
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
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Voz y educación
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1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento en la investigación educativa
Bibliografía
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Voz y educación
36
2
Memorias de la escuela.
Revisión del formato autobiográfico
DAVID HERRERA PASTOR
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
Producir una historia de vida, tratar la vida como una historia, es decir, como
el relato coherente de una secuencia significante y orientada de acontecimientos
(Pierre Bourdieu, 1989).8
Hace ya algunos años, cuando aún era estudiante de segundo curso de Pe-
dagogía (año académico 2000-01) en la Facultad de Ciencias de la Educación de
la Universidad de Málaga, cursaba una asignatura troncal y anual de nueve cré-
ditos denominada «Organización y Gestión de Centros Educativos». La metodo-
logía planteada en dicha disciplina proponía la experiencia escolar, de cada uno
de los alumnos, como eje sobre el que desarrollar los distintos temas relacionados
con la materia. Es decir, teníamos que escribir nuestra «autobiografía escolar»
para posteriormente realizar un análisis de la escuela a partir de nuestra propia
vivencia.
Por diversos motivos, aproximadamente seis o siete años después, retomé ese
documento y empecé a analizarlo de nuevo. Me di cuenta de que el relato poseía
un formato muy particular y concreto que yo había redactado casi de manera
instintiva y al que no había prestado la suficiente atención. En ese momento fui
consciente de que había realizado la narración ordenando los hechos en virtud
del período en que acontecieron, sin embargo empecé a cuestionarme si las histo-
rias son simplemente una sucesión cronológica de acontecimientos. De la misma
manera me preguntaba ¿qué es el tiempo en nuestras vidas?, ¿cómo condiciona
esa coordenada la interpretación y el desarrollo de un relato biográfico? Además
de la linealidad expresada, el relato era bastante plano; cada situación justificaba
y parecía inducir a la siguiente; el desarrollo era eminentemente causal y todo pa-
recía ser muy lógico, pero ¿cuál era la lógica sobre la que se apoyaba aquel escrito?
Por otro lado, ¿era yo ese personaje que narraba y al mismo tiempo prota-
gonizaba la acción? ¿Cómo podía garantizar que el sujeto cuya vida estaba siendo
descrita en aquel papel no era otra persona? Yo sabía que era el autor de aquella
8. Citado en Pujadas, 2002:7.
37
Voz y educación
Memorias de la escuela
El relato de esta experiencia personal lo voy a ir desarrollando etapa a etapa, es
decir, voy a empezar desde la guardería, pasando por el colegio de EGB, el insti-
tuto, etc., y en cada una de ellas voy a describir lo ocurrido para posteriormente
analizarlo de manera objetiva.
C. P. La fuente
Mi estancia allí se prolongó desde 1.º hasta 4.º de EGB, que equivalía a las eda-
des comprendidas entre los 6 y 9 años. Este colegio estaba lejos de mi casa, pues-
to que no había otro más cercano, y todos los días hacíamos el camino andando,
siempre acompañados por las madres.
Esta experiencia se dividió en dos partes:
t 1.º de EGB, que se impartía en unas aulas prefabricadas anexas al centro.
Las instalaciones eran un poco cutres y el patio era de chinas.
Parece ser que en esta época yo era un niño muy activo e inquieto
y siempre estaba castigado. Al finalizar este año, yo no había aprendido
a leer aún, cuando los demás niños ya lo habían hecho, mi madre habló
con el profesor del curso siguiente con la pretensión de que yo repitiera
curso hasta que aprendiese a leer. La respuesta negativa del profesor fue
rotunda, y así fue como pude pasar a segundo.
38
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
C. P. Góngora
Este colegio fue construido junto a mi casa, y se inauguró en el año 1988, por lo
que yo realicé allí los últimos cursos de la EGB, concretamente desde 5º hasta 8º.
t 5º de EGB. Recuerdo este curso con nostalgia porque la tutora, Dña.
Manuela, me tenía mucho cariño. En este curso saqué las mejores notas
de EGB. Ya en este periodo, sí iba sólo a la escuela. Fundamentalmente
teníamos una profesora para todas las asignaturas.
No tuve problemas de adaptación y de desarrollo. Sí empezaba a
notar cada vez con más claridad las exigencias de los profesores. Cada vez
mandaban más tarea que debía llevar a cabo en un periodo de tiempo
limitado, lo cual suponía una responsabilidad para mí.
t 6º, 7º y 8º de EGB. Mi tutor a lo largo de estos tres años fue D. Josué, el
profesor de «sociales». Era un maestro al que la mayoría de los alumnos
le tenían miedo. Estuvo a punto de suspenderme en varias ocasiones. No
me ayudó.
Durante esta época la verdad es que no prestaba interés por el «cole»,
pues no había nada que me atrajera. Lo único que me importaba era mi
equipo de fútbol y mis amigos. Mi madre tenía que estar pendiente de mí
para que estudiase. Durante este periodo perdí, en cierto modo, todo el
sentido de la responsabilidad que había desarrollado en 5º de EGB.
Fue una etapa dura, estuve a punto de marcharme del centro sin ob-
tener el «graduado escolar», el cual obtuve con nota de suficiente. Por ello
fui catalogado por mis profesores como persona non grata para acudir al
instituto de BUP. Yo desde luego no tenía ninguna intención de seguir
39
Voz y educación
estudiando, pero obligado por mis padres y puesto que no servía para
estudiar según mis notas, empecé a estudiar Formación Profesional en la
rama de electrónica.
E. T. P. San Jorge
Aún no había cumplido los 14 años cuando se me planteó el problema de con-
tinuar estudiando o empezar a trabajar. En realidad mis padres decidieron que
yo debía seguir estudiando y que si no quería estudiar «mucho» hiciese F.P. Esta
etapa se divide en dos partes:
t 1º y 2º de F.P. Estos cursos corresponden al primer ciclo de Formación
Profesional, lo que equivale a un título de Auxiliar técnico, de la espe-
cialidad elegida. El instituto era concertado en el segundo ciclo, por lo
que estos dos primeros años no se pagaba nada. La escuela era regida en
esencia por una comunidad religiosa.
El primer año fue de transición, todo era nuevo, había un buen am-
biente entre los alumnos y con los profesores, la mayoría jóvenes, por lo
que la relación era aún más cercana. No había que llamarlos de usted, ni
con el «Don» delante del nombre. Esta situación me chocaba en un prin-
cipio, pero posteriormente me gustaba.
De la mayoría de los compañeros de esta época tengo muy buenos
recuerdos, sobre todo de algunos con los que aún sigo manteniendo rela-
ción, ya que la mayoría de los que empezamos en primero, permanecimos
juntos los cinco años.
El segundo me costó bastante, quizá uno de los cursos más duros
del instituto, porque había que aprobar todas las asignaturas para pasar al
segundo ciclo y las exigencias académicas, además de ser numerosas, eran
exhaustivas. Pero aun así, saqué muy buenas notas. Conseguí el título
perteneciente a este periodo con «Bien». Las asignaturas más bonitas para
mí, eran las de la especialidad, sobre todo «Prácticas de taller».
Otro evento del que poseo muy buen recuerdo eran las fiestas pa-
tronales que se realizan en mayo. En ellas participaban todas las personas
implicadas con el colegio de una u otra manera. Esta experiencia era pre-
ciosa, se pasaba muy bien y se realizaban numerosas actividades sociales.
La entrada en el instituto supuso para mí un cambio trascenden-
tal, del que yo era consciente directamente. Fue el paso de la niñez a
la adolescencia, además de un modo acelerado. Tuve que madurar en
muchas cosas en poco tiempo. Mis padres ya no me prestaban tanta
atención como en el colegio, así que tuve que autoconcienciarme de mi
realidad.
Durante este periodo de tiempo aprendí a desenvolverme dentro de
la burocracia administrativa de la institución escolar, ya que tenía que
solucionarme todo el papeleo, comprarme los libros, solicitar la beca, etc.
40
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
Durante este periodo, aprendí que la escuela te enseña unos contenidos ob-
soletos; sobre todo se hacía patente en las materias de la especialidad. Por ejem-
plo: estudiábamos circuitos que ni siquiera se fabricaban ya en aquella época. Los
materiales y recursos también se encontraban desfasados con respecto a los que
en teoría deberíamos haber estudiado.
Aprendí numerosas pautas de comportamiento. Aquella institución escolar,
al estar regida por religiosos, poseía un carácter un tanto rigorista fundamental-
mente en normas de comportamiento y eran estrictos con las faltas de asistencia.
Estas actitudes, junto con el carácter religioso mencionado, eran las ideologías
41
Voz y educación
I.B. Mar
Tenía 20 años y me encontraba trabajando como «soldado profesional» en la pro-
vincia de Sevilla. Estando allí decidí de manera voluntaria continuar con mis
estudios, así que opté por hacer COU y Selectividad para que me ampliaran el
abanico de posibilidades y de opciones dentro del sistema educativo formal.
Tuve varios problemas para formular la matrícula, ya que la presenté en
enero del 98, fuera de plazo. Realicé una petición por escrito a la delegación de la
Junta de Andalucía, y tardaron 3 meses en responder, en abril del mismo año me
respondieron aceptando mis premisas.
Mientras tanto, estuve asistiendo a clase los días que tenía libres en el traba-
jo. En este periodo de tiempo, tuve un problema con mi tutor, el cual no me con-
sideró como alumno hasta que la matrícula no fue oficial. En junio me presenté a
4 asignaturas que apenas había preparado en 20 días. En septiembre me examiné
de otras 2. Finalmente conseguí aprobar todas las asignaturas a las que me había
presentado, pero dejé Historia, que era la materia que impartía dicho profesor.
La dimensión burocrática me jugó una mala pasada ya que la lentitud de los
procesos administrativos me hicieron pensar que mi solicitud no iba a ser acep-
tada. Ante mi sorpresa, resultó ser todo lo contrario, hecho que apenas me dejó
tiempo para preparar varias asignaturas para los parciales de junio.
42
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
Durante este año, tuve un gran acercamiento con los profesores, llegando
a tener buenas relaciones con la mayoría de ellos, salvo con mi tutor, por los
acontecimientos anteriormente narrados. Este curso me resultó agotador, porque
compaginé trabajo con estudio, con el añadido problema de que trabajaba en
Sevilla pero estudiaba en Málaga.
Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia (I.N.B.A.D.)
Año académico 1998-99. Contaba con 21 años de edad. Este año sólo tenía
una asignatura pendiente, Historia, que fue impartida por un profesor joven que
me ayudó bastante, puesto que se amoldaba, a veces, a los horarios que me dejaba
libre mi trabajo. Durante todo este año, realicé numerosos trabajos, además asis-
tía como oyente a las demás asignaturas para preparar la selectividad. Finalmente
fui calificado en Historia con sobresaliente.
A este centro acudían principalmente personas trabajadoras, gente mayor
de edad en todos los casos. Esta opción debo criticarla positivamente porque es
muy ventajosa para todas aquellas personas que no tienen posibilidad de asistir
regularmente a clase.
Selectividad
La selectividad fue para mí un puro trámite puesto que yo sabía que para las ca-
rreras a las que yo aspiraba no necesitaba grandes notas.
Pienso que la selectividad no sirve de nada. La nota de acceso a la universi-
dad no se debe basar en un examen puntual, personalmente veo más justo que se
haga una nota media de las notas del instituto.
Estos dos últimos años fueron muy movidos en cuanto a papeleo y buro-
cracia. La burocracia sólo es un sistema de control que provoca lentitud en los
procesos administrativos.
43
Voz y educación
tanto familia como escuela han ido por caminos separados con respecto a mi
educación. Bajo mi punto de vista este hecho no debería repetirse y estas dos
instituciones se deberían coordinar para trabajar con los chicos de manera con-
junta.
Guardería C. P. La Fuente C. P. Góngora ETP San Jorge I.B. Mar INBAD COU y
Los Pitufos 1º - 4º EGB 5º - 8º EGB 1º - 5º F.P. COU Selectividad
Como se puede apreciar, en su momento realicé una línea recta, sin ningu-
na curva. En la parte inferior de la línea aparecen los centros a los que asistí, y en
la parte superior los años con los que yo contaba durante mi estancia en dichos
centros. Cronológicamente está bien ordenada, pues se indica con exactitud las
escuelas en las que me encontraba en cada uno de esos momentos. Sin embargo,
esa línea sólo me sirve para ubicarme dentro de mi espacio vital, pero no repre-
senta ninguna experiencia relevante de mi vida.
Esbocé una línea cronológica porque en el momento de escribir la autobio-
grafía entendía que de esa manera representaba lo que había vivenciado durante
aquellos años. Creo que en aquel momento, aquella representación reflejaba mi
forma de comprender la realidad y probablemente de procesar la información.
También pienso que estuvo influenciada por la manera en la que se organiza el
44
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
currículum, curso a curso, año a año, etapa a etapa. Entiendo que la gradación de
la escuela condicionó, en su momento, la manera de entender mi propia trayecto-
ria de desarrollo humano, pues de hecho la autobiografía se desarrolla siguiendo
esa estructura tan lineal.
La división de los cursos por años, se realiza en virtud de la «Teoría del de-
sarrollo cognitivo» planteada por Jean Piaget. Fundamentalmente sobre ella se
asienta el desarrollo del currículo español, y de la misma manera, en torno a ella
se organiza todo el sistema educativo. Sin entrar a discutir los principios elemen-
tales de dicha teoría, entiendo que la linealidad y causalidad que promueve dicha
proposición, conviene a los principios de los programas educativos que se funda-
mentan en ella, produciendo de manera tácita, en quienes pasan por la escuela,
un tipo de pensamiento que nos hace comprender el mundo en ese sentido.
Así, por ejemplo, los resultados obtenidos durante la primaria me conven-
cían de ello. Fue una etapa donde las calificaciones que obtuve eran mediocres y
lograba pasar de curso casi siempre por los pelos, dicho aval me convencía de no
ser merecedor de ir al instituto, lo que yo aceptaba, entre otras causas, como sím-
bolo de identidad contraria a la cultura académica. Que yo pasase a Secundaria
era algo impensable para mis profesores y para mí mismo.
Por todo ello, fui catalogado por mis profesores como persona non grata para acu-
dir al instituto de BUP. Yo desde luego no tenía ninguna intención de seguir estu-
diando puesto que «no servía para estudiar». Tenía 13 años cuando ya me planteé
dejar los estudios y empezar a trabajar. Finalmente mis padres decidieron por mí y
me obligaron a estudiar una profesión. (Fragmento autobiografía)
Por los datos que poseo, esto ocurre en la mayoría de países occidentales y
yo diría que casi de todo el mundo. Me doy cuenta de que mi cultura, y creo que
la mayoría de las culturas occidentales en general, están enormemente influen-
ciadas por este tipo de patrones lineales de causalidad. Cuando yo veo esto me
pregunto, ¿hasta qué punto están nuestras lógicas de pensamiento condicionadas
por este tipo de estructuras lineales?
Tal y como planteó MacLuhan «el medio es el mensaje», y en mi caso se
aprecia, de manera muy evidente, que la configuración del contexto escolar in-
fluyó en mi manera de entender y organizar aquella realidad. En cualquier caso,
no creo que ése fuera el único factor que condicionó mi manera de entender mi
autobiografía.
Esta dimensión lineal de nuestro pensamiento, está además condicionada
por la secuenciación del tiempo. Solemos tender a pensar que las cosas ocurren
como consecuencia de una acción anterior; es decir, que los hechos presentes son
los que continuamente están justificando los acontecimientos futuros. Si eso fuese
así, las situaciones pasadas se podrían considerar inamovibles, el presente como
producto de esas acciones pasadas y como espacio para predeterminar un futuro
45
Voz y educación
con pocas posibilidades de cambio. Sin embargo, hay quienes piensan que la vida
no posee una estructura tan rígida, y a pesar de encontrarse inserta dentro de unas
coordenadas espacio-tiempo, se transforma en una historia maleable en función
del sentido que le quiera otorgar su protagonista. Con respecto al tiempo, Usher
argumenta que «ser depende de tres momentos de temporalidad donde la estruc-
tura del tiempo vivido necesariamente incluye su simultaneidad –el pasado y el
futuro son siempre presentes–. Igualmente, el presente nunca es totalmente 'pre-
sente' porque abarca ambas, las experiencias pasadas y las posibilidades futuras».
(1998: 22). La historia de vida de una persona no está basada en la secuenciación
del tiempo, o la manera en la que se suceden las distintas experiencias, sino en el
significado que esas experiencias proporcionan en la configuración de la vida.
Los resultados factuales de la vida son así utilizados para transmitir una verdad que
se sitúa más allá de los hechos cronológicos. Goethe dispuso los hechos de su vida
de forma que encajasen con su comprensión de los patrones significativos de su
propia vida. Toda reconstrucción histórica es un inmenso acto de visión telescópica
de comprensión, de redisposición de los hechos seleccionados. La reconstrucción
de su vida no fue por parte de Goethe una construcción arbitraria; fue antes bien
la reproducción de un patrón vital ya parcialmente asentado en su mente. La expe-
riencia, el precipitado consciente de todo lo que había padecido, había sido ordena-
da mediante una vida entera dedicada a reflexionar sobre su sentido. El entramado
básico de significados formaba parte de la consciencia del hombre ya anciano; […].
Goethe estatuyó este hecho con absoluta claridad, en el instante en que se propone
sugerir al lector que la narración de un todo modifica necesariamente la narración
de sus partes. (Weintraub, 1993: 535-536)
46
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
Todos los seres humanos, en cuanto animales sociales, nos encontramos in-
mersos en un contexto, y como consecuencia estamos enredados en la trama socio-
cultural correspondiente. La palabra «sujeto», es entendida normalmente a partir
de la acepción gramatical del término, es decir, como protagonista que realiza la
47
Voz y educación
acción y por tanto con capacidad de actuar libremente. Sin embargo, esta grafía
posee una segunda acepción que entiende al sujeto en cuanto es sujetado. Es decir,
encontrarse sujeto a algo es hallarse inserto dentro de algún tipo de estructura. «Al
reconocerme miembro de una comunidad, de una identidad más amplia que la
individual, acepto sujetarme a la norma que conforma a esa comunidad» (Beltrán,
2000: 123). Es más, un sujeto que no se encontrase sujetado a ninguna regulación
de significados no habría de ser considerado como tal sino como individuo.
En ese sentido, me parece que el uso de la biografía, no solo como instru-
mento, sino como metodología de análisis e investigación de las Ciencias Socia-
les, es un recurso esencial y muy valioso que permite ver de manera holística, en
tres dimensiones, al sujeto.
La lente
48
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
Creo que para que se hubiese comprendido adecuadamente por qué volví a
estudiar, debería haber explicitado lo que supuso para mí el ingreso en el ejérci-
to, las circunstancias que me llevaron a ello, así como las distintas vivencias que
se desarrollaron durante aquellos años. «Para tener una noción general de un
'Yo' determinado en la práctica, debemos obtener una muestra de sus actividades
prácticas en distintos contextos, contextos que sean culturalmente especificables»
(Bruner, 1991: 117). Además, si hubiese sido el caso, debería haber reflejado cual-
quier otro elemento o factor que en ese sentido hubiese tenido algún tipo de
influencia sobre mí a la hora de tomar aquella decisión.
Por otro lado, hay que precisar que cuando utilizamos la biografía, no se
trata de recoger gráficamente la vida «completa» de una persona, eso sería una
tarea muy difícil, yo diría que imposible. Ni siquiera filmando la vida de un in-
dividuo desde que nace hasta que muere tendríamos certeza de haber registrado
los datos más significativos de la vida de esa persona. Si eso se intentase llevar a
cabo, los registros audiovisuales sólo nos mostrarían la conducta del biografiado,
pero no podríamos alcanzar a conocer sus pensamientos y sensaciones internas.
Además de ser totalmente inviable, un proyecto de esas características intro-
duciría una serie de factores extraordinarios y ajenos que condicionarían la vida
del biografiado, ya que resultaría totalmente intrusivo y lo único que consegui-
ríamos sería coartar su libertad de acción e interrumpir el normal desarrollo de
su vida.
49
Voz y educación
refiero sencillamente a una descripción de lo que uno cree que ha hecho, en qué
situaciones, de qué manera y por qué razones, en su opinión […]. No importa si
el relato coincide o no con lo que dirían otras personas, testigos de los hechos, ni
es nuestra meta ocuparnos de cuestiones ontológicamente tan oscuras como saber
si la descripción es «autoengañosa» o «verídica». Nuestro interés está en lo que la
persona piensa que hizo, por qué piensa que lo hizo, en qué tipo de situación creía
que se encontraba, etc. (Bruner, 1991: 117-118)
Cuando retomé mi autobiografía, re-conocía el texto, pues había sido escrito por
mí algunos años antes. No obstante, cuando empecé a leerlo sentí que muchas
cosas faltaban, había algunas experiencias importantes para mí que no aparecían
en aquel trozo de papel. Me parecía que la autobiografía estaba redactada de un
modo muy genérico que apenas ilustraba lo que había sido mi experiencia duran-
te mi paso por la escuela. Llegué a cuestionarme si aquella era mi «autobiografía
escolar».
Hasta aquel momento, yo pensaba que las biografías, entre otras cosas, ser-
vían para que las personas se identificasen con ellas. Bruner (1991) dice que «hay
algo curioso en la autobiografía. Es un relato efectuado por un narrador en el
aquí y ahora sobre un protagonista que lleva su nombre y que existía en el allí
y entonces, y la historia termina en el presente, cuando el protagonista se funde
con el narrador» (119). En mi caso esto no ocurrió totalmente y es por ello por lo
que no llegué a identificarme con mi propia autobiografía. No entendía muy bien
lo que pasaba, el caso era que los datos que había en aquel escrito no reflejaban la
situación tal y como yo la entendía seis o siete años después.
¿Qué hace que nos identifiquemos con algo? Si atendemos a las definiciones
de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la palabra «identidad» posee
varios significados,9 concretamente la segunda acepción dice: «conjunto de rasgos
propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los
demás». Por otro lado, el primer enunciado advierte que identidad es: «cualidad
de idéntico»; es decir, igual o muy parecido a alguien o algo. Si tenemos en cuen-
ta ambas significaciones y las interpretamos tomando como referencia la acción
9. Consulta realizada a través de la página web oficial de la Real Academia de la Lengua Española.
50
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
El supuesto de que una vida puede ser capturada y representada en un texto «como
realmente es y fue» ha sido notablemente cuestionado, y ahora se está haciendo
en justicia generalmente aceptado que una autobiografía no es inmediatamente la
referencia de una vida sino, en vez de ello, es un trabajo de artificio o fabricación
que incluye una re-construcción o «presentación» (en vez de representación) del yo
a través del proceso de inscripción textual. (Usher, 1998: 19)
Puntos de inflexión
51
Voz y educación
En tanto historia de un yo, las Confesiones10 están marcadas por la conciencia que
tiene el escritor de que su vida había pasado por un momento crucial que lo cambió
todo. De ese modo, el autobiógrafo había llegado, al menos en parte, a comprender
la estructura global de su vida por referencia a una experiencia nodal. Había obte-
nido una auténtica penetración en la naturaleza y la función de su vida durante un
momento esclarecedor, que le otorgó el conocimiento tan ansiado del significado,
la interpretación de toda su trayectoria […]. Rousseau habla con frecuencia de los
momentos «cruciales» de su vida. Con todo, el que vivió en el camino de Vincennes
fue obviamente un momento muy especial, que tuvo profundas implicaciones en
el patrón estructural que iba a configurar su vida entera.11 (Weintraub, 1993: 466)
10. Jean Jacques Rousseau decidió escribir su autobiografía, Las Confesiones, como consecuencia
a uno de esos momentos trascendentales de su vida.
11. No es una tesis novedosa, por descontado; muchos de los intérpretes de Rousseau la han te-
nido muy en cuenta. La formulación más seria posiblemente siga siendo la de Gerhard Gran, «[…] [esa
experiencia] abre una brecha, y por esta brecha se precipita de pronto un flujo formado por los recuer-
dos de las indignaciones, de las impresiones, en una palabra, por toda la materia psíquica procedente de
la herencia, de la raza, de las experiencias anteriores, que se había acumulado sobre su subconsciente.
Se establece, entre las esferas psíquicas situadas a ambos lados del yo propio, una nueva vía de comuni-
cación, gracias a la cual toma posesión de sí mismo, de su personalidad, se torna propietario consciente
de sus instintos, que puede seguir de ahí en adelante con toda seguridad. En otros términos, atraviesa
una crisis que resultó ser decisiva para su personalidad, su vida, sus actos, sus obras…» (en Weintraub,
1993: 602).
52
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
cuando yo tenía 17 años. Mi abuelo, por muchos motivos, era la persona más
importante de mi vida. Cuando se fue, no sólo cambiaron numerosas cosas con
respecto a mi familia, sino que con el tiempo alcancé a comprender mejor por
qué él había sido tan importante para mí. Como dice Gergen, «el 'inmenso de-
pósito' de nuestras experiencias pasadas puede destacarse de distintas maneras
cuando le pasamos revista reflexivamente, o podemos cambiarlo mediante una
reconceptualización»12 (en Bruner, 1991: 109-110). Nunca anteriormente a aque-
lla circunstancia me había puesto a reflexionar sobre lo que la figura de mi abuelo
había significado en mi configuración personal.
A pesar de todo ello, cuando yo desarrollé en mi «autobiografía escolar» el
espacio de tiempo en que aquello ocurrió, escribí esto:
Cuarto F.P. Este curso fue para mí el más bonito de los cinco, ya que estudiamos
Electrónica Digital y las nuevas tecnologías. Realizamos numerosos proyectos y
trabajos, pero no nos resultaban pesados y aburridos, sino todo lo contrario, in-
teresantes. Ese curso saqué casi todo «Sobresaliente» salvo un par de «Notables».
Fueron las mejores notas en mi paso por el instituto. (Fragmento autobiografía)
Bibliografía
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12. Esta idea de Gergen, naturalmente, estaba influida por la obra de Bartlett El Recuerdo.
13. Donald Polkinghorne, Narrative Knowing and the Human Sciences (Albany: SUNY Press,
1988: 150).
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Voz y educación
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3
Vidas a través de la lente
de un ojo de buitre:
Interpretando cuentos de aprendices
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Este capítulo discute estrategias para analizar datos de una investigación biográ-
fica, planteando temas sobre cómo la narrativa puede «iluminar el contexto social
de las vidas individuales» (Sparkes, 2003: 3).
Los mejores investigadores biográficos comprenden la necesidad de tener
en cuenta fuerzas sociales más amplias cuando se consideran «vidas relatadas»
de individuos15 (Kehily, 1995). Esta técnica de mantener un foco tanto sobre la
estructura social como sobre la experiencia individual ha sido comparada con
mirar a través del ojo de un buitre (Whitty, 2002). Las lentes de los buitres pue-
den acercarse como un zoom sobre un minúsculo segmento de su campo visual
mientras simultáneamente mantienen una vista panorámica coherente del área
que le rodea.
Usando datos de un estudio longitudinal de 20 adultos que volvieron al
sistema educativo a través del British Access to University course,16 exploramos el
cambio que conlleva pasar de un «relato de vida» a una «historia de vida»17 (Go-
odson y Sikes, 2001). Su transición hacia lo más alto del sistema educativo del
Reino Unido fue seguido por medio de sucesivas entrevistas semiestructuradas
durante un periodo de dos años con cada participante.
En este capítulo desarrollamos las historias de vida contextualizadas de dos
estudiantes adultos, un hombre británico-asiático de 32 años de clase trabajadora
55
Voz y educación
y una mujer británica de clase media de 56 años. A través del contraste de sus
narrativas exploramos cómo las estructuras sociales y los propósitos individuales
configuran las narraciones individuales de su experiencia de volver a estudiar a
una edad madura. Igualmente consideramos las implicaciones metodológicas de
los procesos de investigación biográfica.
Introducción
Este capítulo intenta responder a la pregunta «¿entonces qué?» propuesta en mu-
chas investigaciones cualitativas. Examina cómo podemos comprender mejor el
contexto más amplio de la vida de un individuo para otorgarle sentido a su relato
narrativo, y cómo las diversas historias personales pueden ayudar a alcanzar una
comprensión del contexto más amplio de la investigación social. Haciendo esto
buscamos, como recientemente estableció Sparkes (2003: 3), «iluminar el contex-
to social de las vidas de los individuos mientras se permite al mismo tiempo el
espacio para que las historias individuales sean contadas». A partir de esto, para
que sea comprendido de la mejor manera, sugerimos que los relatos acerca del
cambio social requieren una narrativa, por lo que utilizamos las historias de dos
participantes que pertenecen a una investigación más amplia, para contextualizar
cuestiones más extensas, así como para formar sus vidas y las de otros. Los dos
informantes, de posiciones muy diferentes en la estructura social en términos de
clase, género, etnia y edad, han sido extraídos de un estudio más amplio, que no
se limita a explorar las implicaciones metodológicas de la investigación biográfi-
ca. Nuestro foco particular aquí es cómo analizar el «reenganche» de alumnos
maduros en la educación formal, permitiéndonos explorar la relación entre sus
propósitos, la relación de los individuos con los hechos y experiencias más am-
plias y el telón de fondo social, político e institucional de sus vidas.
56
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
La investigación
Como parte de un proyecto más amplio, se llevaron a cabo cinco entrevistas semi-
estructuradas con cada estudiante, aproximadamente al final de cada trimestre,
durante un periodo de dos años. Las entrevistas, que con los dos informantes en
este trabajo duraron una hora de media, se desarrollaron en instalaciones de la
universidad o en sus casas. Fueron grabadas en audio y posteriormente transcritas.
Se le preguntó a cada informante cuestiones similares en el conjunto de las entre-
vistas establecidas, y mientras que algunos temas, tales como si ellos se considera-
ban estudiantes, surgieron en varias ocasiones, otros sólo aparecieron durante uno
de los debates. Se obtuvo el consentimiento de los informantes al principio del
proyecto y de nuevo antes de cada entrevista, y se recordaba a los individuos que
eran libres para abandonar el estudio en cualquier momento.
Los entrevistados sabían que Richard Waller trabajaba como tutor del curso
de acceso a la universidad, y que estaba implicado en la investigación educativa
en la universidad local. A veces era oportuno hacer constar que, al igual que la
mayoría de ellos, él también era un estudiante adulto, que debía conjugar los es-
tudios académicos con las responsabilidades familiares y los compromisos de tra-
bajos a media jornada. Esto permitió el punto de entendimiento necesario para
producir el dato cualitativo anhelado. Ningún participante le conocía antes de
que el proyecto comenzase, y el único punto de contacto formal eran las entrevis-
tas de las que se han extraído las conclusiones.
Teoría metodológica
57
Voz y educación
tudio, debería ser tan grande que no permitiría el tipo de análisis intensivo que
normalmente se prefiere en la investigación cualitativa (Mason, 1996); como dice
el cómico Steven Wright «un mapa de América tamaño natural».18 En resumen,
estaría más allá del alcance de un estudio tan modesto como el del que se extraen
estos datos. Podríamos preguntar qué utilidad puede ofrecer la investigación bio-
gráfica si ninguna generalización es posible. A lo largo del resto del capítulo nos
volcamos sobre esta cuestión.
Por lo tanto, en vez de la construcción de una muestra «representativa», des-
de la que se puedan hacer generalizaciones, la lógica aquí es la de «una elección
inteligente del caso». Como Becker (1998: 52) sugiere:
El espacio para nuestro estudio fue elegido por razones particulares; per-
mitía un acceso fácil, lo cual nos llevaba a datos más ricos y valiosos que los
que hubiéramos obtenidos de otra manera. Teniendo en cuenta la «descripción
densa» (Geertz, 1973) necesaria para capacitar al lector para obtener su propios
significados de la historia, tenía la ventaja adicional del conocimiento interno de
Richard Waller.
58
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
X1 X2 X3
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Voz y educación
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3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
20. Bertaux (1981a: 8) se refirió al dilema acerca de si seleccionar los datos que se van a presentar,
o mostrarlos todos como el «irritante problema de tener que elegir entre la honestidad científica (publican-
do los materiales brutos…), y la legibilidad, que supone borrar preguntas, cortar, juntar, etc.» (el énfasis
es nuestro).
61
Voz y educación
Disfruté la escuela, pero nunca me dediqué a ella, y nunca se me impulsó para que
me implicara21 […] Volviendo la vista atrás, de algún modo estoy enfadado con mis
profesores. Yo sabía que tenía capacidad, pero no fui capaz de tomar las responsabi-
lidades por mí mismo, y ellos nunca me ayudaron a tomarla tampoco[…] Me permi-
tían que continuara porque era muy bueno jugando a rugby. Mientras yo estuviera
en la escuela por el rugby, ellos no se preocupaban. (Akhtar, primera entrevista,
diciembre 2001)
Había ido a una sola escuela en mi primer y segundo año, pero luego nos mudamos
a Escocia durante unos pocos años antes de volver aquí. Supongo que eso no ayu-
dó a mi educación, ir de acá para allá, y en Escocia odiaba la escuela. Fui acosado
durante dos años. Era la única minoría étnica (sic) en toda la escuela. Era algo en
lo que «fijarse» y eso me sacaba de quicio. (Akhtar, primera entrevista, diciembre
2001)
Desde que ingresó al curso Akhtar permaneció en contacto regular con mu-
chos de sus amigos de la infancia que vivían cerca y de ex compañeros de trabajo.
Se sentía orgullo de poder «mezclarse con gente de todos los caminos de la vida»
y de mantener un abanico diverso de amigos y relaciones:
21. Las palabras en cursiva en los extractos de entrevistas son énfasis nuestros.
62
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
Si salgo con otros amigos que no están interesados en las mismas cosas que yo
ahora, hablamos de otras cosas. Tenemos una amistad bastante grande, así que hay
suficientes cosas sobre las que hablar […] El viernes pasado salí con los chicos con
los que trabajaba y tuve uno de los mejores días que había tenido en mucho tiem-
po, volviendo a los «niveles básicos», simplemente siendo, no «yo mismo» sino sólo
siendo «un idiota», y hacer lo que normalmente solía hacer. Eso estuvo muy bien
para ese día, pero me levanté pensando «Oh, Díos mío, aún tengo que terminar
mis estudios […] ¡con una resaca! (Akhtar, tercera entrevista, junio 2002)
Cuando era más joven Akhtar había tomado una orientación diferente para
la vida. Aunque desarrollamos una buena relación a lo largo de las distintas en-
trevistas, únicamente insinuó un «sombrío pasado» como hooligan de fútbol en
nuestro quinto y último encuentro, y fue, de forma inusual para él, ligeramente
menos cándido sobre los hechos:
Cuando era más joven tenía bastante reputación peleando y cosas de esas, pero
odio eso ahora. Y además odio haber tenido esa reputación. Gastaba mucho dinero
en ropa únicamente porque tenía una cierta marca. No haría eso nunca más, no
lo hago ahora, toda la violencia que lo acompaña, el fútbol, esa basura de Stone
Island.22 Pero funcionó para mí en aquel momento. El fútbol siempre me daba un
sentido de pertenencia, pero ya no necesito eso. Creo que he cambiado más que la
mayoría de la gente de este curso de Acceso, y pienso que es para mejor.23
Mucha gente de donde me crié no me habla por mi forma de ser ahora, ya que me
digo a mí mismo «ya no me interesa esa forma de vida», y muchos de ellos están to-
davía enredados en ella. Y tienes que tomar una decisión y decir «esto ya no es para
mí». Aunque quienes son mis verdaderos amigos no lo comprenden, ya lo aceptan
porque me hace feliz… No bebo tanto como solía, y tampoco me vuelvo violento.
Me siento mucho más calmado. (Akhtar, quinta entrevista, julio 2003)
22. Popular marca de ropa para jóvenes, normalmente de clase trabajadora, británicos, involucra-
dos en actos violentos. Sobre todo la visten los hooligan de fútbol.
23. Aquí no se refiere a cómo ha cambiado a lo largo del curso, sino a como lo hizo antes de
acceder a él.
24. La reciente separación de la pareja que había estado tanto tiempo junta inmediatamente antes
o durante el curso fue un tema en común del grupo de veinte.
63
Voz y educación
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3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
26. Un «first class degree» es la cualificación más alta en la Universidad, normalmente 70% o más.
27. Proceso de inducción a los nuevos estudios con un énfasis más social, en vez de actividades
académicas.
65
Voz y educación
ella, no quiero decir, «he llegado a esta lección y luego me voy a casa» […] Creo que
me perdí la vida universitaria cuando tenía 18 años. Sé que no voy a poder disfru-
tarlo tanto como si hubiese ido directamente desde la escuela […] porque existe esa
cultura completa, ¿no es cierto?, pero quiero disfrutar algo de ella. (Akhtar, segunda
entrevista, marzo 2002)
Con 52 años Fiona era la mayor de todo el grupo. Con un máster y credenciales
profesionales de postgraduada era también, con diferencia, la mejor cualificada
de los veinte. Fiona provenía de una familia blanca británica de clase media-alta;
su padre había sido médico, como lo fue su abuelo, y su madre trabajaba como
recepcionista y administradora en su consulta de médico de familia. Fiona era la
mayor de cuatro hijas. A pesar de «hacerlo razonablemente bien» en su escuela
privada, Fiona había crecido sin la expectativa de ir a la universidad. Aunque to-
dos los hombres de su familia habían estado en la universidad en las generaciones
previas, fue la primera mujer en hacerlo, pero cuando ya tenía veinte años largos:
Fui a una escuela bastante académica, pero mis padres no nos potenciaron acadé-
micamente en absoluto, realmente no pensaban que las chicas tuvieran mucho que
hacer en el camino de la educación […] Recuerdo a mi padre diciendo: «está bien,
vas a hacer el nivel A,28 pero tú no quieres ir a la universidad, es demasiada pre-
sión». Por eso me llevó tanto tiempo llegar allí. (Fiona, primer entrevista, diciembre
2001)
66
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
mente en contra del deseo de sus padres, «sólo por ser endiabladamente terca».
Su hermana pequeña, por otro lado, dejó la escuela en 1972; entonces las expec-
tativas habían cambiado un poco debido al impacto del feminismo incipiente. La
tercera hermana de Fiona fue educada en el lado opuesto de un significativo vér-
tice social respecto a las actitudes patriarcales acerca del rol cambiante de la mu-
jer. Como consecuencia de los cambios de normas sociales, la hermana pequeña
de Fiona fue mucho más alentada académicamente que ella y fue a la universidad
a los 18 años.
Antes del curso de acceso, Fiona había sido trabajadora social «alrededor de
25 años», y había vivido con un huésped en una casa que acabó siendo definiti-
vamente suya, ya que liquidó su hipoteca. Le encantaba viajar de forma indepen-
diente, y recientemente, en un de par de ocasiones, había tomado excedencias
en su trabajo para visitar diferentes partes del mundo. Fiona quería ser bióloga
marina, una decisión que le había venido «como un flash»29 mientras buceaba en
el Caribe en uno de sus viajes. En el momento de nuestro primer encuentro era
soltera, sus padres todavía vivían y eran una fuente de preocupación, responsabi-
lidad y compromiso para ella:
Tengo padres bastante mayores y mi padre estuvo gravemente enfermo el año pa-
sado. Viven a 200 millas, y el verano pasado tuve que «ir para allá» para estar con
ellos el mayor tiempo posible. Decidí que tenía que mudarme allí, o tener algo
concreto en marcha aquí que me diera una razón «sólida» para quedarme. (Fiona,
primera entrevista, diciembre 2001)
Esta restricción significaba en principio rechazar sitios posibles para los es-
tudios universitarios, a pesar de que tuvieran una excelente reputación en rela-
ción a su elección de biología marina. El dilema volvió a aparecer en un posterior
encuentro.
29. Barone (1995) habla de un momento de epifanía para describir tal relato.
67
Voz y educación
Liverpool está cerca de mis padres, y hay algo en mí que no quiere estar demasiado
cerca, pero Bangor sería bueno porque está sólo a una hora y tres cuartos conducien-
do, así que es fácil de hacer, y tengo un par de amigos cerca de Bangor. Pero ¿quién
quiero ser? ¿Quiero sentir que debería ser la «hija obediente», que mantiene una cier-
ta vigilancia sobre lo que está pasando, o es esto completamente para mí? Al final del
día, la decisión se toma por sí misma. (Fiona, segunda entrevista, marzo 2002)
Tengo una ventaja, en dos sentidos. Estoy acostumbrada a estudiar desde antes […]
y no tengo deberes familiares. En los últimos dos meses he empezado una nueva
relación, y eso me hace pensar: «¡está bien, pero me alegro de que no ocurriera hace
6 meses!» Tengo que plantear un nuevo nivel completo de «planificación». Es bas-
tante difícil, y admiro completamente a quienes tienen niños y hacen esto. (Fiona,
tercera entrevista, julio 2002)
68
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
Al contrario que Akhtar y algunos de los estudiantes del curso de acceso, Fiona
había disfrutado previamente de un alto grado de éxito académico a lo largo de
la escuela obligatoria y posteriormente. Dado su nivel de calificaciones, su clase
social y, en menor medida, debido a la edad, Fiona es una estudiante atípica de
los cursos de acceso.
Como explicó en nuestro primer encuentro, al contrario de muchos de los
estudiantes del programa, su entrada en el curso no había sido planeada con an-
telación:
El curso de acceso fue de algún modo un accidente, pero un accidente feliz, porque
yo planeaba hacer el «nivel A». Llamé para informarme para hacer el «nivel A» en
biología y Ciencias de la Naturaleza en septiembre, porque quería averiguar si una
persona graduada hacía 25 años con una «O» en biología seguía vigente […] Ha-
blé con alguien por teléfono que dijo «¿ha pensado en la posibilidad de hacer un
curso de acceso, el cual puede realizar a media, o a jornada completa?», y se dio el
caso de que ese día era el día de puertas abiertas y me pasé, tuve una entrevista un
par de días más tarde y comencé a la semana siguiente. (Fiona, primera entrevista,
diciembre 2001)
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70
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre: Interpretando cuentos de aprendices
33. Para Bourdieu no podemos nunca estudiar de manera significativa al individuo o la estruc-
tura de manera aislada, deben considerarse siempre juntos. Apreciar un hábito por ejemplo es ver la
superficie donde se sujetan posiciones, capitales y campos, y es una forma de comprenderlos. Se acerca a
lo que Bertaux denomina «relaciones socioestructurales».
34. Por ejemplo se podría considerar la falta de apoyo a continuar la escolarización que Fiona
sufrió de joven, o la experiencia de acoso racial de Akhtar.
71
Voz y educación
a considerar las dimensiones sociales y las influencias estructurales sobre las vidas
de los individuos.
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Voz y educación
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4
El valor y la resonancia de las biografías
de personas con discapacidad en la
investigación educativa
BEATRIZ MARGARITA CELADA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COMAHUE
ARGENTINA
75
Voz y educación
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4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con discapacidad en la investigación educativa
77
Voz y educación
Yo tengo una enfermedad degenerativa, que […] hacía que al principio pues […] la
dificultad no fuera mucha, por lo cual estuve en un colegio normal hasta la E.G.B.
(Entrevista 4ª, párrafo 56)
78
4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con discapacidad en la investigación educativa
[…] lo tenemos relativamente más fácil por estar más cerca, ¿no? por estar aquí
en el campus universitario los dos y […] en este horario lo tengo más fácil,
¿no? porque básicamente estoy todo el día hasta las 7, hay días que a lo mejor
tardo más pero que bueno si quedamos […] (Arsen, junio 2005; encuentro de
negociación)
37. Él mismo abordaba las condiciones institucionales para el acceso y permanencia, particula-
rizando en los servicios que se destinan al colectivo de personas con discapacidad, en la Universidad de
Málaga, esta indagación me lleva a entrevistar a personal de la universidad y algunos estudiantes con
discapacidad
38. Creado en Internet en marzo de 2005. http://es.groups.yahoo.com/group/vidaindependien-
te_andalucia/ subforo territorial del Foro de Vida Independiente de España.
79
Voz y educación
[…] principalmente ¿no? el recordar cosas que hacía […] que hacía ya mucho
tiempo que no pensaba en ellas, en dificultades pasadas, ¿no? y […] incluso te
hace pensar en cosas que de otro modo no tienes tiempo para pensar en ellas, no
sé, barreras concretas […] Cosas que has tenido en el pasado y te puedes encontrar
con ellas y entonces te haces recordar ¿no? incluso las soluciones que pueden tener.
(Arsen 2ª entrevista julio 2005)
Vale este ejemplo de entrevista como el instrumento que permite tanto ar-
mar la biografía, como que el mismo participante reconozca su importancia des-
de sus experiencias.
Sin embargo, la narrativa biográfica no aparece sólo en las investigaciones,
son independientes del formato en el que se realicen, por ejemplo a través de en-
trevistas que nos ofrecen los medios de comunicación, de biografías publicadas
que no son resultado de investigaciones, o del potencial que los recursos de Inter-
net ponen a disposición hoy en día.
En el relato de nuestro protagonista se realza en primer lugar la posibilidad
de superar los obstáculos que pueden aparecer desde la información pública a la
que no todos pueden acceder. La oportunidad de conocer otras historias, otras
experiencias abre puertas en lo simbólico y en lo real. La página web de Arsen,
protagonista de nuestra investigación, cuenta con un apartado de relato auto-
biográfico al que él hace referencia y al que, a su vez acceden otras personas con
situación similar. Él nos relata:
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4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con discapacidad en la investigación educativa
[…] me ha ocurrido también esta semana que me ha escrito por correo electrónico
una chica de Chile que ha visto mi página web que hablaba un poco de la resi-
dencia en la que yo había estado allí en Jaén mientras estaba haciendo la carrera y
entonces ella me comentaba que está en silla de ruedas y tiene otro amigo en silla
de ruedas y se quieren venir a Jaén, creo que algo parecido al Programa Erasmus.39
[…] Es curioso pero por lo visto la página web que tenían, que […] es un medio de
información muy útil y ha desaparecido, […] ha conocido la web a partir de la mía
y me pedían información […] quería saber si tenían posibilidad de venirse el curso
que viene, […] y parece que sí, que se van a poder venir, porque sitio hay. (Arsen,
2ª entrevista julio 2005)
[…] me da mucha alegría! Porque en cierto modo prácticamente desde que termi-
né la carrera y me vine aquí, […] bueno empezaba a ser, a ser conciente de que es-
taba consiguiendo cosas que normalmente no porque somos catalogados los minus-
válidos, los discapacitados, […] de esas posibilidades, y estaba llegando a conseguir
eso y en cierto modo me sentía, a veces quería sentirme como un modelo ante otra
gente que se hubiera planteado, el moverse un poquito, el conseguir […] (Arsen, 2ª
entrevista julio 2005)
[…] en este caso, pues eso, el estudiar, el salir de casa, el hacer una carrera y el in-
tentar luchar por algo concreto, […] mostrar a otra gente que se había, […] que se
podía plantear eso en algún momento que se podía, que era posible, me sentía de esa
forma y claro, situaciones como ésta que hay gente pues que te escribe para pregun-
tarte sobre la residencia porque había datos dentro de la página web y tal, y cual es
como haber conseguido un poquito de eso, ¿no? ¡con alguien en concreto, hombre!
39. Programa ERASMUS (en idioma inglés: European Community Action Scheme for the Mobility
of University Students, «Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes
Universitarios»). En la Entrevista se hace referencia a los Programas de AECI, Agencia de Cooperación
Iberoamericana.
81
Voz y educación
[…] y entonces no sé, allí está el ejemplo de lo que conseguí en su día allí en Jaén,
porque, bueno, cuento una pequeña historia de cómo me fue allá en Jaén, […] y
le había servido en principio para que ellos hayan podido encontrar un sitio por lo
menos adecuado para que se puedan venir, tiene que ser complicado para alguien
que está en una silla de ruedas, que vayas a ir a un país en el que no has estado
nunca fuera, en toda tu vida y bueno que no conozcas nadie allí, para cualquiera es
difícil pero para alguien que está en silla de ruedas más y sobre todo las preguntas
[…] (Arsen, 2ª entrevista julio 2005)
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4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con discapacidad en la investigación educativa
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Voz y educación
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4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con discapacidad en la investigación educativa
política y, por el otro, al rol docente como intelectual crítico alejándose así de la
tarea técnica que lo hegemónico le demanda.
Otra contribución para la educación resultaría el ejemplo paradigmático
que plantea el autismo, centrándonos en el interrogante que expresaba Ángel Ri-
viére: ¿cómo conocer el mundo de esas personas para quienes las otras están men-
talmente ausentes? La pregunta es la llave para ir develando un enigma.
El conocimiento científico no es por sí sólo develador de las dificultades que
personas con autismo podían enfrentar en el conocimiento del mundo cotidiano.
Los argumentos de Temple Grandin (Grandin y Scariano, 1986) nos abren una
posibilidad para conocer esa realidad que de otro modo sería inaccesible. El eje
sigue siendo que sin la voz de las propias personas con discapacidad no podemos
acceder a conocer esa forma tan peculiar de conocimiento (aprendizaje). Es la
necesidad del investigador de entender el autismo, y de la persona con autismo,
de hacerse entender, de explicar, de transmitir algo significativo a otras personas.
Ella, Temple Grandin, mujer autista, lo refleja en sus palabras.
Pienso en imágenes. Las palabras son como un segundo idioma para mí. Traduzco
las palabras, tanto las habladas como las escritas, a películas de cine a todo color,
acompañadas de sonidos, que pasan por mi mente como una cinta de vídeo. Cuan-
do alguien me habla, sus palabras se me traducen instantáneamente en imágenes.
Quienes piensan básicamente por medio del lenguaje suelen encontrar que este
fenómeno es difícil de entender.
85
Voz y educación
Bibliografía
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con parálisis cerebral. Estudio de un caso (desde el paradigma de la investigación emanci-
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4. El valor y la resonancia de las biografías de personas con discapacidad en la investigación educativa
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5
Narraciones sobre la universidad:
formación y profesión desde
la experiencia como estudiante
ANALÍA ELIZABETH LEITE MÉNDEZ
JOSÉ IGNACIO RIVAS FLORES
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
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Voz y educación
Análisis personal
Biografías Coanálisis
y colectivo
El trabajo lo hemos dividido en dos partes: Una primera que recoge esta in-
terpretación de los participantes acerca de sus vidas. Partimos de las elaboraciones
y reflexiones que hacen en la segunda dimensión que acabamos de mencionar.
Queremos con esto presentar el modo como ellos mismos están interpretando sus
vidas a partir del trabajo realizado. En la segunda presentaremos nuestra reflexión
sobre estas interpretaciones. Con ello pretendemos elaborar algunas líneas con-
juntas del modo como se puede analizar la experiencia como alumnos de estos
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5. Narraciones sobre la universidad: formación y profesión desde la experiencia como estudiante
Los actores
Las autobiografías que sirven de base a este trabajo han sido elaboradas por cinco
profesionales universitarios de diferentes áreas. Trabajan en una universidad del
norte de Argentina y estaban participando de un curso de especialista en docen-
cia universitaria. La actividad se llevó a cabo durante 4 sesiones de 3 horas. Cada
actor presenta características diferentes en cuanto a edad, género y profesión. Por
esta razón sus trayectorias son diferentes, ya que han vivido momentos históricos
y sociopolíticos diferentes, debido a los cambios en la política argentina en los
últimos 30 años.
t Ana42 es ingeniera electromecánica y se dedica a la docencia universitaria.
Inicia su actividad laboral a partir del segundo año de carrera. Cursando su
cuarto año se casa y forma una familia. En quinto año tiene su primer hijo.
Finaliza la carrera trabajando, atendiendo a su familia y a sus dos niños.
t Sara es ingeniera en sistemas de información. Trabaja durante toda la
carrera y estudia simultáneamente el profesorado en Danzas, aunque
luego lo tiene que abandonar.
t Blanca es profesora en Matemáticas y Cosmografía. Durante los estudios
en la universidad participa activamente en cuestiones o aspectos organiza-
tivos relacionados con la facultad. En particular esto tiene lugar a partir del
segundo año, en el que muchas materias no tenían profesores. Como ella
misma lo expresa: «siempre estaba golpeando puertas o esperando a que me
atiendan, aún con el miedo por haber estado fichada porque había pertene-
cido a una línea política diferente a la que imperaba en ese momento».
Estos tres primeros sujetos estudiaron su carrera en el período democrático.
t Gustavo es profesor en Letras y cuenta la vida universitaria de una se-
gunda carrera: profesorado en portugués. La primera carrera la hace
durante el gobierno militar y la segunda en el período democrático. Su
experiencia previa como estudiante y la experiencia docente con que
contaba al realizar esta segunda incursión por la universidad generan
una situación de constante comparación y revisión crítica.
t Raúl es médico y también cursó su carrera durante el gobierno militar.
Provenía de otra provincia en la que vivían sus padres, que hacían mu-
chos esfuerzos para mantenerlo, lo que lo llevó a buscar rápidamente
41. Hablamos de crítico en el sentido de crítico teatral, siguiendo la metáfora teatral que vamos a
seguir a lo largo del capítulo.
42. Se utilizan seudónimos.
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Voz y educación
Como antes explicamos, a partir de las biografías elaboradas por ellos mismos
cada uno realizó su propio análisis. Se focalizaron sobre aquellas cuestiones que
adquieren significado en el presente y en el contexto de aprendizaje en que se
encuentran. No obstante, las autobiografías constituyen la construcción presente
del tiempo vivido, por tanto es elaborada y construida desde los parámetros de
este presente. Las interpretaciones que hacen corresponden igualmente a los inte-
reses y motivaciones que les mueven en el momento actual. Por tanto constituye
una herramienta esencial no sólo para construir el significado de los tiempos vivi-
dos, sino para dar sentido al tiempo actual.
En el análisis que cada uno realiza podemos observar categorías comunes y
categorías específicas. Ambas pueden ser explicadas desde los marcos institucio-
nales (el sentido y la historia de cada carrera) y los contextos políticos vividos du-
rante su paso por la universidad, conjuntamente con su realidad presente. Hemos
agrupado las categorías más significativas en las siguientes:
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5. Narraciones sobre la universidad: formación y profesión desde la experiencia como estudiante
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Voz y educación
…después del primer año sólo quedamos dos mujeres, de cuatro que éramos al
principio, yo estaba acostumbrada al trato de los profesores «hombres», pero mis
compañeras no lo estaban, el uso del tono despectivo siempre les molestaba, sobre
todo a M., que era mayor que nosotras, trabajaba y para colmo venía de un colegio
religioso de mujeres. Yo le decía, «hacé como yo»; que sabía que debía seguirle la
corriente y después hacía lo que yo quería, a mí me daba resultado y no daba lugar
a confrontaciones…
Como reverso de las carreras técnicas, las carreras humanísticas son carreras
femeninas. Gustavo comenta:
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5. Narraciones sobre la universidad: formación y profesión desde la experiencia como estudiante
Como alumna, lo que sentí durante la carrera, en relación a los profesores, fue que
no estaban a la altura para dar clase. No es que no supieran lo que debían dar sino
más bien que no eran capaces de trasmitir el conocimiento, no eran capaces de en-
señar. De las materias que cursé y rendí para recibirme, sólo 2, y en el último año
de la carrera, las aprendí realmente en el salón de clases, las demás las estudié por
mi cuenta para los exámenes ya sean parciales o finales.
Aunque mi viejo, un ferretero, me mandaba todos los meses unos pesos, el dinero
no alcanzaba, cubría apenas la pensión y el comedor universitario, así que me puse
a vender garrapaticidas, vacunas y otros productos…
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Voz y educación
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5. Narraciones sobre la universidad: formación y profesión desde la experiencia como estudiante
cial y política que tiene lugar puede provocar diferentes expectativas, intere-
ses y orientaciones profesionales.
Uno de los actores vive su carrera en pleno proceso militar, a diferencia de
los demás, que la viven en un proceso democrático, aunque con resabios del an-
terior. Estos resabios o marcas aparecen cuando recuerdan o se refieren a la par-
ticipación en centros de estudiantes,44 en manifestaciones o simplemente cuando
tienen que reclamar sus derechos, tal como lo ha relatado Blanca. En los diferen-
tes relatos estos aspectos resaltan de forma clara.
Raúl, cuenta y analiza su experiencia:
Corrían los años 70 y una noche nos visitaron los milicos (los militares), habrán
pensado, «un grupo de estudiantes en una casa oscura y tenebrosa, seguro que tie-
nen armas», sólo encontraron algunos huesos envueltos en una sábana vieja pues
ya habíamos rendido anatomía, pero igual nos llevaron, esposados y encañonados,
tenían que identificarnos, entonces no había computadores ni Internet, así que tar-
daron tres días para liberarnos por falta de antecedentes. Aquí se refleja el contexto
histórico-político de la época, un escenario hostil caracterizado por el control so-
cial, la censura, el hostigamiento y el uso de la fuerza, que infundió en la universi-
dad sus pretensiones moralizantes, como el qué leer, qué pensar y qué decir.
Si bien es cierto que las condiciones de producción del discurso académico está sig-
nado durante el primer itinerario universitario por el régimen de facto y el segundo
por la instauración del régimen democrático, la narración no obstante deja entrever
que ciertas prácticas docentes han sobrevivido incluso paradojalmente (sic) bien
entrado el Estado de derecho, léase autoritarismo, régimen corporativo, cuerpos
colegiados que por omisión o por acción no tienen en cuenta los derechos de los
estudiantes de una carrera determinada.
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Voz y educación
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5. Narraciones sobre la universidad: formación y profesión desde la experiencia como estudiante
Siempre me ocurría que solía discutir con los profesores en las mesas de exa-
men, porque ellos querían de tal manera las demostraciones y yo siempre me
tomaba el trabajo de buscar más de una si es que había… ellos no podían reba-
tirme lo fundamentado, porque estaba bien, hice esto de primero a tercer año,
desde el cuarto, fui cambiando mi postura sobre todo con los profesores del
ciclo superior, a pesar que me resignaba a ellos, debía seguirle la corriente, a mí
no me gustaba pero si me quería recibir45 debía seguir con las reglas de juego
de los profesores… al final de la carrera, con el proyecto volvía a ser la misma
que en los primeros años, buscaba mis propias fundamentaciones, a pesar de los
profesores.
45. Graduar
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Voz y educación
Para finalizar nos gustaría manifestar qué es lo que la experiencia biográfica, des-
de el punto de vista de los actores, ha supuesto y de qué forma les ha afectado
personalmente. Por un lado, podemos hablar de la recuperación de experiencias
pasadas desde la experiencia actual y por otro de la comprensión de algunos pro-
cesos relacionados con el aprendizaje y la enseñanza (en particular en aquellos
que además de dedicarse a la profesión para la que se han formado, se dedican
a la enseñanza) que se asientan en experiencias vividas como estudiantes. En-
tendemos que esto es un proceso de aprendizaje crítico desde la propia vida que
permite proyectar el futuro desde una conciencia diferente de la realidad. En la
medida en que la realidad se construye desde los relatos individuales, la posibi-
lidad de analizar y deconstruir los significados presentes en estos relatos permite
una forma distinta de participar en la transformación de la realidad.
Además, los sujetos, como sujetos sociales, recuperan desde las narraciones la
compleja trama que supone una vida; trama que escapa a la linealidad, a la certe-
za, que revive y reedita los múltiples sentidos del hacer y sentir pasado con la vo-
latilidad del presente y las dudas del futuro. La narración biográfica nos enfrenta,
sin duda, con la dialéctica de la propia vida, que a veces se cubre o se oculta bajo
los ropajes de discursos, prácticas y parámetros ficticios que también forman parte
de las narraciones o que constituyen una cara o una hebra de donde tirar.
Bibliografía
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Wenger, Etienne (2001), Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad. Barce-
lona: Paidós.
100
6
Los profesores de secundaria en
escenarios y contextos diferenciados
de trabajo. De voces y memorias
MARTHA ARDILES
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
ARGENTINA
Encuadre
Este trabajo tiene como preocupación el desarrollo de los profesores en escenarios
de la Escuela Secundaria. Forma parte de una investigación realizada en el mar-
co de la Cátedra46 de Didáctica Especial del área Profesorados de la Escuela de
Ciencias de la Educación, asentada en el Centro de Investigaciones de la Facultad
de Filosofía y Humanidades de la misma Facultad, de la Universidad Nacional
de Córdoba.
El interés por esta investigación nos lleva a definir el trabajo en dos escuelas
públicas y seleccionar en ellas a los profesores que constituirían los casos en estudio.
En la Cátedra siempre hemos intentado sostener la hipótesis de que los do-
centes son también aprendices a la vez que maestros; que la escuela o las escuelas
46. Nota del editor: En Argentina, se denomina así al grupo de profesoras y profesores que tienen
a cargo la enseñanza de una asignatura. Suele haber un profesor/a titular, un adjunto/a y ayudantes de
clases prácticas.
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Voz y educación
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
Objetivos
A partir de este encuadre teórico definimos los objetivos que se expresan del si-
guiente modo:
– Analizar el desarrollo profesional de los docentes de secundaria desde el
punto de vista de su formación en servicio, en condiciones institucionales
escolares diferenciadas.
– Interpretar la influencia de los dispositivos institucionales en el desarrollo de
las estrategias de formación.
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
crisis y sus nuevos paisajes como telón de fondo, especialmente en los escenarios
de trabajo.
Hechas estas consideraciones teóricas, explicitamos que el diseño de la in-
vestigación llevó a pensar en paralelo, narrativas de docentes de dos escuelas se-
cundarias públicas: una dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba, y
otra perteneciente a la jurisdicción provincial.
En relación con los profesores con los que se iba a trabajar, se plantearon
condiciones mínimas. Se pretendió que fueran docentes de no menos de cinco
años en servicio, es decir, con una trayectoria dentro del sistema, para que tuvie-
ran una «historia personal» que pudiera ser contada.
También se propuso analizar documentación a modo de triangulación de
información. Es decir, se pretendió relevar documentos emanados de diferentes
instancias de la administración y que de alguna manera tuvieran incidencia en
el foco del problema, o sea, en cuestiones de la formación de los docentes en
servicio. También se decidió realizar una recopilación de textos emanados de los
Ministerios de Educación de la Nación y de la Provincia que fueran más allá de
las instituciones y que tuvieran relación especialmente con lo concerniente a la
formación de los docentes.
Con todos estos elementos se desarrolló un trabajo de campo sostenido en-
tre los años 1999 y 2005. En ese tiempo se realizaron relatos autobiográficos, se
recopilaron disposiciones, reglamentos, decretos, etc.
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Voz y educación
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
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Voz y educación
El estudio de casos
Se considera que el trabajo en casos es pertinente para el objeto de estudio que
nos convoca, ya que permite analizar en profundidad la formación/aprendizaje
de los profesores en el ejercicio de su trabajo. Este proceso no puede registrarse
a través de información objetiva que pueda generalizarse ni medirse, para luego
observar resultados y comprobar hipótesis. El objeto a abordar no apunta a ve-
rificar relaciones causa-efecto sino que persigue analizar y comprender procesos.
Se ha puesto el foco no sólo en la vida de la persona, en este caso el pro-
fesor, sino también en los escenarios y contextos sociopolíticos en los que le ha
tocado vivir. La opción por los relatos de vida (entendida como subgénero de las
historias de vida) recuperados a través de varios encuentros, no anuló el uso de la
libreta de campo. Los gestos, expresiones, sugerencias, preguntas, complementan
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
109
Voz y educación
coincidencia con las líneas del proyecto neoliberal. En el marco de estas luchas
y para adecuarse a diversos requerimientos, la Universidad Nacional de Córdoba
elabora un Plan Estratégico con el cual busca reasignar recursos con criterios de
equidad y eficiencia en el que incluye a sus escuelas secundarias.
La Escuela Universitaria en la que trabajan los profesores entrevistados fue
creada en 1938, en el rectorado de Sofanor Novillo Corvalán (padre) y el Direc-
tor de la Escuela, Arturo Juliá; sucesivas camadas de egresados dieron testimonio
de su excelente formación. En 1969, mientras era rector Rogelio Nores Martínez
y Director de la Escuela nuevamente Arturo Juliá, se cambió el Plan de Estudios
hacia una nueva oferta: doble escolaridad, ingreso desde quinto grado del nivel
primario, Cooperadora de Padres, concursos abiertos y Departamentos docentes.
El quiebre democrático en nuestro país no logró acallar en los siguientes años
una cultura institucional identificada con el cambio y la modificación perma-
nentes. Luego, en la década del ´90, a partir de la Ley Federal de Educación y la
Ley de Educación Superior, se inició una importante revisión del Plan 69 en la
dirección de Liliana Aguiar de Zapiola. En la escuela, factores internos y externos
ejercieron acciones de resistencia a las nuevas leyes; no obstante ello, la toma de
conciencia colectiva permitió encaminar los conflictos hacia el debate. Así se re-
formuló su Plan de Estudios sosteniendo el proceso con criterios claves: presencia
de la autonomía universitaria en el proceso de elaboración, afianzamiento de la
tradición de cambio en la institución con sus agentes, inserción en la complejidad
de los cambios sociales, educativos y políticos y sus demandas de transformación.
En este contexto de transformaciones, la escuela optó por las Orientaciones en
Ciencias Naturales, Humanidades y Ciencias Sociales, Economía y Gestión de
las Organizaciones.
La población estudiantil, en general, proviene de familias tradicionales de
Córdoba y el interés principal está centrado en la conservación del capital (cultu-
ral y social) adquirido por las familias, como así también el ingreso a la Univer-
sidad. Este es generalmente el punto que garantizaría una articulación sociedad-
profesión como así también el éxito en la enseñanza y el aprendizaje.
50. Del 29 de junio de 1966 cuando asume presidencia de la Nación el Gral. Onganía.
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
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Voz y educación
El trabajo de campo
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
[…] cuando hablamos de métodos en los estudios de casos, nos referimos una vez
más sobre todo a la observación, la entrevista y la revisión de documentos […] la
triangulación nos obliga una y otra vez más a la revisión. (Stake, 1998: 35)
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Voz y educación
Estrategias de análisis
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
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Voz y educación
y reflexionar sobre las prácticas. Veremos aquí que las urgencias de la práctica
los obligan, de alguna manera, a apartarse de los dogmas, de los retratos insti-
tucionales, para orientarse más hacia «los problemas». Los profesores producen
conocimiento a medida que los itinerarios de las prácticas los van interrogando.
En las escuelas en las que trabajan los profesores existe, en forma «nominal»
o «real», el departamento o la coordinación para nombrar a los docentes que
se agrupan alrededor de materias que pertenecen a un Área del Conocimiento.
En las escuelas progresistas estos departamentos ocupan un lugar central en su
organización. En las que no se avienen con rapidez a los cambios, el espacio es
prácticamente nominal.
No obstante, a pesar de la organización departamental, que ha tomado auge
en estos últimos años en las escuelas medias, las metáforas de «canasta de hue-
vos», «clases celulares», «trabajo aislado», hablan de profesores solitarios y trabajos
paralelos, que todavía parecen campear el mundo de la escuela.
Las definiciones respecto a los departamentos u organización por discipli-
nas afines, áreas, etc., según la documentación reconstruida, han sido primero
políticas y organizativas, y tienden a ordenar el trabajo de los docentes alrededor
del conocimiento. No obstante, en la primera escuela estudiada, esto se convierte
a veces en un «refugio» desde el cual percibir la escuela, reproducir acciones y
producir otras. Es una estructura dentro de la estructura mayor de la escuela, o
un escenario dentro de otro escenario, donde confluyen intereses distintos, moti-
vaciones variadas o dispersas e instancias de decisión diversas.
Los departamentos son estructuras, no entendidas como objetos corpóreos,
sino como trazos de memoria (Giddens, 1995) que delimitan el campo de ac-
ción de los agentes. Delimitación que no es concebida, siguiendo al mismo autor,
sólo en su aspecto coercitivo sino también como facilitadora de la acción. Acerca
de estos departamentos podríamos decir que en estos casos hay una diferencia-
ción especial del tiempo y del trabajo de los docentes. Donde los departamentos
funcionan como tales, podemos reconstruir que hay un tiempo dedicado a la
preparación de materiales, separatas, guías, etc. Según lo dicho por los profeso-
res, la asistencia a reuniones suele generar conflictos: «el clima es difícil antes de
empezar»; «nos reunimos una vez por semana»; «pero cuando estamos trabajando
estamos muy metidos en eso». Buena parte de las producciones de la escuela pro-
viene de los departamentos y en general, gira en torno al replanteamiento de las
«innovaciones (que llegan) con la Reforma»: «Adoptar los C.B.C», «el estudio de
las nuevas reglamentaciones», «de los nuevos contenidos», «de las cuestiones de
disciplina», «los sistemas de evaluación», «las experiencias anticipatorias».
El departamento también tiene otra cara, cuando el coordinador dice: «La
tarea más nefasta, más agria, la que muchas veces me hizo decir 'yo dejo esto' es
escuchar a los profesores y compatibilizar sus opiniones». A esto se suman otras
preocupaciones: «ponerse en juez de un docente cuando viene la época de las eva-
luaciones de ellos». Se producen choques por la antigüedad en la escuela o en la
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
profesión, para algunos por cuestiones de la práctica, para otros por cuestiones de
la teoría. Este lugar es también un espacio difícil para construir con las autoridades
de la escuela: «me piden que no dé opiniones desde los sentimientos, sino opiniones
concretas, lo más objetivas posible, esto era una situación sumamente incómoda».
También se puede advertir que la estructura al interior del departamento
también se compartimenta; hay coordinadores generales y hay coordinadores de
disciplinas: «yo coordino formación matemática, terceros y cuartos años nada
más. Hay cuatro coordinadoras en formación matemática, de primero a octavo»;
«yo tengo diez profesores a cargo».
A la hora de articular propuestas en el departamento y entre departamen-
tos, un obstáculo se hace presente: El lenguaje. «Nos reunimos con Contable y
cuánto nos cuesta entender los enfoques… y mucho es porque hablamos distinto.
El lenguaje matemático no es el lenguaje de contable». La dificultad aumenta
cuando de comunicarse con otros departamentos se trata: «con el resto de los
departamentos prácticamente no hay comunicación».
Los departamentos están tanto física como organizacionalmente separados.
Cada uno tiene su lugar, su espacio físico, su cultura, su lenguaje. No obstante
hay algo que los une: el nivel de autoridad formal sobre la enseñanza de las dis-
ciplinas. El contenido de los cursos que se dictan, la bibliografía que circula, el
nivel de los Seminarios que se programan, son el «mejor criterio» para mejorar la
enseñanza. Y se vuelve recurrente aquí, la ausencia de la cuestión pedagógica y
didáctica, que en la escuela es casi como un extranjero en campo ajeno. Según los
docentes, ocurre que: «nos cuesta una barbaridad entender el lenguaje de los pe-
dagogos, no sé… el lenguaje y una cierta característica de suficiencia. Nos pare-
cía que si ellos estuvieran en un aula de nuestras materias, darían clases aburridí-
simas… es que tenían tanta teoría que nos hacían inentendible lo que a nosotros
nos parecía tan sencillo… enseñar electricidad […] En la didáctica no creemos».
Los coordinadores de los departamentos son una figura clave en la institu-
ción, una coordinadora dice: «el tema del cambio del Plan de Estudios fue muy
fuerte. Es lo más fuerte que hicimos. En sociales siempre fue muy particular
eso, porque… la escuela tiene una tradición en innovación». La posición que van
ocupando en el campo los profesores, les permite construir un encadenamiento
de relaciones particulares y éstas van haciendo a las características de la escuela,
forma que se vuelve dialécticamente sobre sí misma, para seguir generando otras
actividades y relaciones.
Nada aquí es exclusivamente teórico o práctico, lo que sí puede advertirse es
que el punto de partida de la reflexión son los problemas de la práctica, los que
irán abriendo posibilidades alternativas de aprendizaje y de enseñanza, de descu-
brimiento y construcción de nuevos significados sobre la enseñanza. Lo que «ex-
traña», según los casos estudiados, es que el punto riguroso de la teoría pedagó-
gica y de la teoría didáctica no sea convocado a este encuentro: «sin ser escéptico
yo creo que la cosa pasa no por estudiar tanto, sino por lo que uno tiene, aprende
117
Voz y educación
con los chicos». No se interpela el problema desde la teoría pedagógica, sino que
se lo hace desde el conocimiento práctico y desde lo disciplinar. Esto resulta pa-
radójico en una escuela, invita a reflexionar sobre la formación inicial y el trabajo
de los profesores en materia pedagógica, y a la vez, a pensar cómo engarzar la
formación pedagógica con las áreas disciplinares específicas, con las prácticas do-
centes concretas. Una profesora dice: «yo era una apasionada por dar clase, pero
sentí que Pedagogía no me satisfizo, no cubrió mis expectativas, y después Di-
dáctica General, no me gustó absolutamente nada». Probablemente, la formación
inicial se haga cargo de una parte muy débil de los conocimientos pedagógicos y
didácticos, y cuando el profesor se inserta en la práctica, las situaciones singulares
y la movilización de conocimientos previos sirven para diferenciarlos, contextua-
lizarlos y construir nuevos saberes de formación. Tal vez, más que enseñar una
proposición teórica, hay que mostrar cómo se llegó a construirla; esto ayudaría a
establecer puentes entre la teoría y la práctica, entre la intención y el azar.
La forma de capacitación en servicio, que aquí denominaremos «problema-
tizadora», está presente en uno de los casos estudiados, en el Departamento de
Ciencias Sociales, y justamente por ser una experiencia de aprendizaje muy po-
tente y relevante en este estudio, merece ser mencionada y trabajada.54 Decimos
«problematizadora» en tanto quienes desean estudiar y realizar el trabajo a partir
de un problema concreto son los profesores, quienes además, organizan y ges-
tionan en equipo el trabajo que es requerido por el contexto institucional. Son
los profesores, en este caso de Ciencias Sociales, quienes logran mirar más allá
de los ritos construidos en la institución, quienes pudieron pensar, extrañarse y
preguntarse sobre los modos de enseñar y aprender este tema concreto. Una pro-
fesora dice: «en primer año bajamos una tesis doctoral, nos costó muchísimo…
una tesis del doctor Laghens sobre los indígenas primitivos, habitantes que hubo
en un sitio de Córdoba, en Tulumba, al norte. Ellos trabajan en arqueología en el
Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía». Este punto de vista «extra-
ñado», surge en el escenario de la escuela como un caso en el marco de las rutinas
cotidianas, y se ve posibilitado por la estructura departamental de la escuela. En
este caso, el trabajo didáctico de transposición es un momento de producción y
reproducción de acciones cotidianas: «logramos armar unas guías, y fueron con-
sultados los propios doctores Laghens». Estas formas alternativas de trabajo están
relacionadas con la cultura del trabajo de los docentes en esa escuela, con la polí-
tica de gestión y los medios para desarrollar el currículum.
Los profesores de este departamento y especialmente los que estuvieron
vinculados a la experiencia mencionada, rompen con la estructura convencio-
nal y observan con sentido crítico las prácticas, la complejidad de las relaciones
54. Según el estudio mencionado anteriormente (Ardiles, 2002) , estos profesores han construido
un «habitus» profesoral alrededor de varios años de trabajo en la escuela secundaria, fuertes vínculos aca-
démicos y afectivos con la Universidad y el trabajo en direcciones donde se definen Políticas Educativas
en la Provincia de Córdoba, Argentina.
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
119
Voz y educación
Los sujetos y los grupos se nos presentan como portadores de las palabras y acon-
tecimientos que las instituciones no pueden nombrar. Sin embargo «la vida inte-
rior de las palabras» se abre y resuena con insistencia en los relatos de los profeso-
res que nos prestaron su voz en esta escuela.
Las construcciones retrospectivas vinculadas al oficio de los docentes se pre-
sentan como pasadizos, pasos secretos y corredores, construidos de la mano de
sus historias personales y profesionales, construidos en el cruce de sus mundos
culturales y en el de las organizaciones donde hacen pie.
Estos profesores hablan de su «experiencia», al decir de Jorge Larrosa (1995),
«eso que me pasa»; hablan de su «paseo» por la escuela y el sonido que vibra es el
de lo «experimental» y la «innovación».
Los profesores hablan de «experimental», palabra que signó los orígenes de
esta escuela, creada «… como parte de un proyecto integral que en algún momento
se llamó Centro Educacional Córdoba. El bachillerato era un bachillerato experi-
mental que dependía de ese Centro Educacional, una especie de organismo autár-
quico vinculado directamente al Ministerio de Educación de la Provincia de Cór-
doba. La idea era dar respuesta a una educación de calidad, en esas épocas también
a través de la investigación, con horas extra áulicas para trabajo y estudio pagas».
La idea de experimental se entrelaza en momentos de creación de la escuela
–década de los '60 y de los '70–, con los paradigmas teóricos vigentes en el cam-
po pedagógico y, podríamos decir, con una fuerte impronta de una concepción
del discurso filosófico, en tanto definía el «deber ser» de las acciones pedagógicas
y dirigía el trabajo de los profesores a los productos predefinidos. Los profesores
comprometidos asumieron ese postulado como una etapa de «mucho trabajo, de
mucho estudio»; «la educación era personalizada y existía un lugar muy impor-
tante para las ciencias». «Para ello la capacitación ocupaba un lugar destacado.
Tuvimos varios trayectos, uno el desarrollo epistemológico de todas las materias y
el otro las formas de Planificación, su secuencia, su orden y evaluación». En esta
concepción hay una idea del proyecto como experimental, como algo lineal o
secuencial donde se produce y desarrolla una propuesta y luego esta se difunde a
otros sectores educativos. En este proyecto, en la escuela se abre también, casi sin
imaginarlo, un lugar muy importante para las Artes y la Educación Física.
En este contexto la idea se vinculaba a la «experimentación» de los pro-
yectos para luego difundirlos. Idea importada del campo tecnológico de bases
conductistas, que marcaba un punto de inflexión con la propuesta que se desa-
rrollaría más tarde con el advenimiento del gobierno democrático. La escuela,
desde las nuevas políticas educativas, se incorpora a la red oficial de escuelas a
través de los organismos establecidos en el Ministerio de Educación (DEMES
en ese momento).
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6. Los profesores de secundaria en escenarios y contextos diferenciados de trabajo
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Voz y educación
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127
7
Un claro entre las nubes.
Relato sobre mi experiencia como
educador y como persona en un
centro de menores infractores
PABLO CORTÉS GONZÁLEZ
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
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Voz y educación
55. Veremos más adelante cómo el hecho de no cumplir las normas establecidas era algo positivo
en los chavales, incluso cuando lo realizaban otras personas, –educadores, seguridad…–
56. Cuando un menor ingresa en el centro pasa alrededor de 20 días como mínimo en un mo-
dulo de observación, para analizar su conducta. Esta cuestión viene reglada por las regularizaciones y
modos de actuar para CMI.
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7. Un claro entre las nubes
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Voz y educación
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7. Un claro entre las nubes
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Voz y educación
A veces es fácil sentarse en el sofá de casa o delante del ordenador a divagar sobre
cómo debe ser la acción educativa en centros educativos: escuela, CMI, centros
abiertos… y montamos toda una estructura y un plan de cómo trabajar con jóve-
nes que no conocemos y ni siquiera podemos imaginar sus contextos.
Cada realidad es un mundo y cada mundo es una realidad. La peculiari-
dad es innata en el ser humano y como tal hace que cada situación sea compleja
en todas las relaciones humanas (Morín, 1995). En definitiva, entiendo que
aventurar sobre qué podemos hacer en una situación dada es bastante absurdo.
En mi caso, mi realidad como estudiante universitario y las experiencias que
esto me suponen son muy distintas a las que se viven en las escuelas y, aún más,
en un centro de menores. Incorporarme como profesional a este centro me
supuso enfrentarme a una situación muy diferente a la que había vivido hasta
entonces.
Con esto no quiero decir que la divagación, el pensamiento, la teoría son
cuestiones innecesarias, sino todo lo contrario: necesitamos de la teoría para fun-
damentar nuestras prácticas y de la práctica para crear problemas que la teoría o
el pensamiento debe ayudarnos a resolver.
En este caso, desde mi pensamiento pedagógico tenía una serie de cuestio-
nes asentadas que al entrar a trabajar en el CMI se me han desmontado en parte.
Paso a relatar a continuación algunas de ellas:
a) Educación y equipo de seguridad como fuente de contradicción. Esta afirmación
es la que probablemente tuve que cambiar en sólo dos semanas de trabajo.
No quiero decir que la figura de seguridad tal y como ahora se contempla es
la más adecuada, simplemente que realmente si no tenemos alguna medida
de contención en momentos de riesgo se puede crear una situación dura que
puede atentar contra la seguridad laboral de muchas personas; muchos de
los chicos vienen con el lenguaje de la violencia y han sido activos en el uso
de la misma.
El equipo de seguridad sirve de apoyo al equipo de educadores y edu-
cadoras. Es curioso cómo, según la ley, los de seguridad tienen una función
delimitada muy concreta, pero en la práctica es algo diferente. Conocen a
los chicos, pasan las mismas horas que un educador con ellos, y también en
ocasiones actúan de manera educativa; hablan con los jóvenes, ayudan a los
educadores nuevos con las tareas a desarrollar y son en definitiva un agente
más que va más allá de evitar los actos violentos.
Es cierto que la figura de los de seguridad tiene aún un matiz muy
carcelario, porque van vestidos con equipo de seguridad y teóricamente su
labor es sólo estar presente y activarse en momentos violentos (es sólo la
teoría, en la realidad del centro donde trabajo su labor es mucho mayor y de
matiz educativo).
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7. Un claro entre las nubes
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Voz y educación
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7. Un claro entre las nubes
137
Voz y educación
El estigma de la sanción
La identidad de chicos internados en centros de corrección
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7. Un claro entre las nubes
nada por el contexto, y que he podido abordar tras la reflexión después y durante
la jornada laboral:
– Identidad individual. Cada chico tiene su experiencia y según ésta y el con-
texto va desarrollando una identidad individual que le hace identificarse en
el grupo y a sí mismo como persona. Se asigna una serie de estereotipos
como su forma de vida y se va desenvolviendo de acuerdo a ella. Ésta puede
cambiar, y suele cambiar, cuando interacciona con otro contexto, como por
ejemplo el centro de menores, donde su identidad absorbe poses carcelarias
y refuerza unos valores que aumentan el ego de la persona, que reafirma una
identidad concreta.
En este sentido influye directamente el carácter y las experiencias con-
cretas, tales como la pérdida de la familia, las drogas, la prisión, los antece-
dentes penales…
Me explicaba uno de los jóvenes que consiguir la libertad supuso para
él un salto cualitativo en cuanto a la interacción con sus amigos, consiguió
más respeto y valoración, pero por el contrario, del el resto de la sociedad se
sentía apartado (por ejemplo a la hora de solicitar un trabajo, le pregunta-
ban: ¿qué has hecho en los últimos 15 meses?).
– Identidad colectiva. Este tipo de identidad, que se puede dar en un momento
dado en un grupo de personas en algún momento de sus vidas, como por
ejemplo en un grupo o banda, en uno de los hogares (módulos) del centro,
en un equipo de trabajo… Esta identidad colectiva genera una serie de có-
digos y valores que son validados únicamente por el grupo y que atañe sólo
a ese grupo; lógicamente, esta identidad está compuesta por las identidades
individuales y la influencia contextual. Cabe decir que es a partir de estos
grupos que los sujetos adquieren una identidad colectiva donde suelen co-
menzar a construir una respuesta ante cualquier situación de la vida, tanto
para bien como para mal.
En el centro se crearon dos grupos con identidad colectiva que estaban
enfrentados. Los educadores tuvimos que trabajar en ello y darle una vía de
escape de manera educativa, pero se tuvieron que ir desmontando códigos
de cada grupo. Fue curioso cómo fueron estableciéndose los roles grupales,
creándose un grupo, el de los veteranos, que buscaban fama y pisar al otro
grupo compuesto por gente más nueva, que ante los ojos del contexto (edu-
cadores) eran las víctimas, pero que también entraban y participaban activa-
mente en esa batalla campal.
Por un lado había un grupo de chicos que estaban más dispuestos a
respetar las normas acordadas en el centro y otro grupo que intentaba sal-
társelas cuando era posible. Estaban enfrentados, unos porque no podían
evitar la sanción, y otros porque «se vendían» a lo legal.
El enfrentamiento creó que, por un lado y otro, se intentara que los
educadores ejerciesen su poder para sancionar a alguno del grupo contrario.
139
Voz y educación
Fue una tarea larga y ardua para comenzar a cambiar esos roles y actuacio-
nes, terminando por mezclar a chicos de ambos grupos en los diferentes
hogares.
– Identidad comunitaria. Gloria Ornelas (2004) trabaja el concepto de identi-
dad comunitaria, el cual y lo utilizo para fundamentar y expresar este pasaje
de mi relato. Este último tipo de definición de identidad es el que se da en
un contexto mayor: un barrio, una institución, una clase social, etc. En este
sentido, la influencia de la identidad comunitaria es muy grande; por un
lado los chicos distinguen perfectamente qué identidad comunitaria tiene
cada uno, y le dan un valor positivo o negativo (si comparten la misma
identidad es mejor para ellos). Ocurría tanto con educadores como con nue-
vos chavales y es algo que había que trabajar con sumo cuidado, y por ello
comprender su identidad.
En este sentido, se identificaban entre ellos los chavales que provenían
de barrios con similitudes en cuanto a los problemas que sufren (en desven-
taja sociocultural), como pueden ser barrios marginales o con fama social de
ser «problemático».
Por otro lado, se compartían una serie de valores, de respuestas a sus
actos violentos… característicos en casi todos ellos. Nadie roba para comer,
se roba para tener fama, por diversión y para acceder a productos muy caros.
Podemos ver cómo los jóvenes utilizaban ropas de marcas caras y era un
punto importante para sentirse inmersos en la sociedad; por ejemplo, en las
salidas siempre se vestían con ropas de marca, gafas de sol muy caras, joyas,
etc.
Además, según ellos, son víctimas porque la sociedad no les entiende,
pero al mismo tiempo banalizan estas cuestiones que podrían tener mucho
valor, porque las expresan sin pensarlas, por mera repetición de identidad
comunitaria, y por tanto llegan exactamente al lugar donde los valores de
la sociedad determinan: individualismo, relaciones de poder autocráticas,
yo te aplasto o tú me aplastas, quien más tiene es el mejor.
Muchos jóvenes te decían que no era justo vivir en el barrio donde
vivían, que la sociedad no les daba una oportunidad, que no comparte con
ellos… pero a la hora de llevar a cabo esos valores, tampoco lo hacían: si
estábamos comiendo, cogían el trozo de pastel más grande, querían siempre
el mejor sitio en el sofá, no les importaba si otro compañero más débil sufría
burlas del resto…
140
7. Un claro entre las nubes
Verdaderamente esta es una parte esencial que debe tener en cuenta un educador,
ya que no sólo basta con saber qué han vivido, sino que hay que avanzar un paso
más y poder interactuar con ellos a partir de sus códigos pero dando valor a otra
manera de ver la vida.
Como decíamos anteriormente, aun a riesgo de reiterarnos un poco, los jó-
venes han adquirido, y adquieren unos códigos que manejan para desenvolverse
en la vida fuera y dentro del centro de internamiento. Esto está relacionado con
un análisis de la identidad de los chicos con los que trabajamos.
La cultura social por la que han desarrollado una identidad concreta y fruto
de su experiencia, está basada en un contexto hostil donde la supervivencia es la
ley de vida. La mayoría de los chavales son de contextos en desventaja sociocul-
tural, con problemas de delincuencia, drogas, violencia y un largo etcétera. Cada
uno es un mundo, pero hay códigos que comparten. Por ejemplo, cualquiera de
ellos puede tomar como estereotipo a seguir el del más vacilón, y en este caso el
vacilón es aquel que tiene fama por lo que hace (robos, peleas…), por lo que con-
sigue (dinero por tráfico de drogas, respeto…) y por su imagen respecto al resto
(que debe cuidar minuciosamente).
Si el protagonista de la letra de una canción o de una película tenía fama
porque era capaz de imponerse a quien tenía enfrente, eso era cuestión de admi-
ración para ellos, de ahí que las películas americanas de acción y la parafernalia
rapera les llame mucho la atención. Suelen ser las películas que eligen para ver en
los tiempos libres o la música que escuchan: flamenco fusión con letras «carcela-
rias» y rap.
Así que curiosamente encontramos una serie de elementos que podrían lle-
gar a ser contradictorios pero que se dan, como por ejemplo las marcas caras
deportivas para vestir entre chicos de familias pobres (potenciado por los medios
de masas neoliberales).
A partir de aquí me planteo que los actos que hacen generalmente son por
ser alguien en la vida y no un cualquiera, por ser distinguidos respecto al resto; es
la necesidad de la fama por la fama como valor esencial de vida y el valor de lo
material por encima de cualquier cosa (todo se materializa: la amistad, el amor…).
Es decir, en mi experiencia y en la interacción con los chicos, he vivido mu-
chas conversaciones con ellos sobre qué es importante en la vida. Comentarios
como «no quiero ser el peor», «el tonto», «quiero ser alguien en la vida», se repiten
con la gran mayoría de los chicos, y comentaban que para ello necesitaban el res-
peto y la fama (por ello utilizaban la violencia), artículos de lujo (para mostrar su
poder económico) y el éxito (hacer lo que quieren hacer cuando quieren).
Y junto a esto, está la supervivencia; por un lado en los barrios de donde
proceden y por otro lado en la sociedad. Una vez un joven me contó que en mu-
chas ocasiones se daba cuenta de que lo que hacía estaba mal y no le reportaba sa-
141
Voz y educación
Creo que este es uno de los puntos más importantes de mi relato como expe-
riencia y que me ha hecho desarrollar un conocimiento por el hecho de haber
estado trabajando en un centro de menores infractores. Cuando hablo de afecto
y alteridad me refiero a la perspectiva que ofrece Vila Merino (2004), en la que la
alteridad se entiende como aquella disposición de una persona para ponerse en el
lugar del otro (más allá de la empatía) y poder llegar a comprender y actuar como
si fuera el otro, y el afecto lo introduciría como la vía por la que llegar a una ver-
dadera alteridad.
Como he repetido en otras ocasiones a lo largo de este relato, para llegar a
conseguir un proceso dialéctico bajo los brazos de la alteridad, se necesita tiempo
y no se consigue con todos, ya que depende de muchos factores: personalidad,
disposición, periodicidad en el contacto con el chaval, etc. El proceso no es tan
fácil como se puede presentar. Realmente no siempre es posible llegar a este pun-
to, pero puede darnos pie para pensar que trabajamos en equipo y que el intento
de cada educador por conseguirlo cubriría suficientemente su necesidad. Esto lo
hemos comentado varias veces con algunos compañeros, normalmente apadrinas
a un chico y es con el que realmente puedes trabajar y conseguir algo.
Parto del recuerdo de un comentario que me hizo un colega y con el que
estoy totalmente de acuerdo, y es que el trabajo del educador comienza cuando
podemos llegar a un nivel de afectividad y alteridad alto y podemos ayudar a
clarificar sus dudas, sus problemas… bajo la premisa de la confianza; el trabajo
previo es simplemente de cuidador, de monitor o como lo quieras llamar (el de la
parte más conductual).
Por lo tanto, el educador de un centro de estas características desarrolla su
trabajo cuando consigue poner en práctica su experiencia para desmontar patro-
nes negativos para la ciudadanía.
Este epígrafe es una visión de futuro destinado a conseguir mejoras en las polí-
ticas que se aplican en los centros de internamiento. Yo trabajaba en un centro
pequeño, con un ratio de unos 15 a 20 chicos, y por lo tanto tenía la posibilidad
142
7. Un claro entre las nubes
de ejercer como educador y evitar la parafernalia carcelera que se crea en los códi-
gos de los chavales en centros muy grandes, es decir, las condiciones idóneas para
insertar la educación en este tipo de organizaciones.
Si queremos conseguir llegar a procesos educativos dentro de la institución
de tradición carcelaria, debemos crear un contexto adecuado para ello y, por lo
tanto, abogo por políticas sociales comprometidas, donde crear centros de meno-
res no sólo sea propaganda o una obligación que tienen con la sociedad del pri-
mer mundo, sino que se hagan centros u organizaciones que tengan la intención
de llevar a cabo prácticas educativas.
Por lo tanto, la creación de centros con una ratio pequeña de chicos es una
buena manera de poder llevar a cabo un proyecto educativo. En lo que a mi
centro respecta, desde que comencé a trabajar no ha ocurrido ningún percance
violento realmente grave, al contrario que en muchos otros centros donde la ac-
tuación del personal de seguridad es constante.
Políticas neoliberales
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Voz y educación
la violencia de las clases altas y de las empresas, y por lo tanto sin un compro-
miso de mejora social.
144
7. Un claro entre las nubes
y procesos que amparen el tipo de sociedad que estamos buscando, pero siempre
sin olvidar el presente y el pasado.
Así mismo pienso que el hecho de trabajar con este tipo de chavales es una
cuestión más allá de lo profesional, porque en muchas ocasiones se extrapola a los
límites de lo personal. Por ello se convierte, en mi caso, en una lucha por hacer
o intentar ayudar a hacer digna la vida de los chavales que han tenido menos
oportunidades y que son los protagonistas de la cara oscura de la sociedad actual.
145
Voz y educación
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8
Investigación narrativa.
Mediación intercultural y escuela actual
DANIELA PADUA ARCOS
MARÍA JESÚS MÁRQUEZ GARCÍA
A
IU
ÍA
R
E
M
L
D
SV
N
147
Voz y educación
valores subyacentes. Como dicen Kushner y Norris (1990: 112-113), «Es esen-
cialmente una forma de investigación cara a cara, e inexcusablemente, por tanto
reactiva. Las herramientas del investigador naturalista son la conversación y la
mirada, aunque son manejadas con más disciplina y rigor que en otros escena-
rios sociales».
148
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
149
Voz y educación
150
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
151
Voz y educación
del texto narrativo y en la elaboración del informe dice que «en la medida en la
que se representan los investigados con su propia voz van surgiendo etnografías
polifónicas, es decir ya no aparece sólo la voz monofónica de la persona que in-
vestiga. La etnografía recoge la polifonía de voces donde se integra tanto la voz
de quien investiga como de quien es investigado» (p. 72).
Un aspecto importante relacionado con el análisis, es el modo de presentar
la información; es decir, el modo de presentar lo temas desde las evidencias, la
voz de los participantes y mostrar el análisis de las investigadoras. Este es un pro-
cedimiento coherente con la metodología naturalista y respetuosa con los relatos
de los participantes. Pero en la realización del informe temático en el que hicimos
confluir varios relatos de vida buscamos el equilibrio entre la identidad del perso-
naje y su historia y la aportación de las investigadoras al tema que explicamos y
al análisis temático. En el informe se incorporan las voces de los participantes, se
respetan la confidencialidad y los nombres que aparecen son ficticios.
En el informe que elaboramos a partir de los cuatro relatos de vida, se puso
de manifiesto que a la escuela, como a todas las instituciones que arrastran una
historia desde la sociedad industrial, le cuesta reconocer que su escenario de tra-
bajo ha cambiado y que ahora forman parte de ella otros agentes que desarrollan
tareas en un mismo espacio físico, político y educativo. Los relatos de vida no nos
podían llevar a generalizar, sin embargo, hacer estudios con relatos de vida nos
llevó al conocimiento de situaciones y realidades coincidentes en otros contextos
y con otros estudios realizados también con relatos de vida. Muchas de las situa-
ciones encontradas en nuestro estudio no eran exclusivas de nuestro entorno, ya
que en un estudio realizado por Dubet (2006) encontramos aspectos coincidentes
sobre la figura del mediador/a escolar en París. Dubet describe cómo el mediador
se sitúa en el punto más alejado respecto a cualquier programa institucional, fuera
del profesionalismo, de la formación y de la cualificación. En este caso según él «se
trata de una generación espontánea de actores que sólo tienen para ofrecer lo que
son: su edad, su género, su cultura de clase y su cultura "étnica"» (p. 306).
De los cuatro mediadores/as iniciales, una de ellas, Luna, contaba, como
hemos dicho, con formación en mediación intercultural. Vinculada a una ONG
que desde hacía varios años venía desarrollando distintas tareas con la población
inmigrante, como trabajos de mediación escolar, sistematización de prácticas y
estrategias… y compartiendo sus conocimientos con otras entidades, con otras
comunidades autónomas y con países vecinos. De las participantes en nuestra
investigación es la que posee una trayectoria de mayor formación en metodología
de mediación. Cuando habla de su trabajo dice:
Este trabajo depende del éxito que vayas teniendo, a pesar de la precariedad y falta de
apoyo con el que se trabaje, pues así es posible que continúes: Mi esperanza es que la
gente sepa qué estamos haciendo, pero a mí es a quien más interesa que esto funcione
porque así el año que viene tendré trabajo, pero luego hay unas instituciones que es
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8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
Yo tengo una formación que está aportando mucho a mi trabajo, pero también
hecho de menos una buena formación continua que no hay, porque no estamos
contratados. Lo ideal sería que estuviéramos contratados por la Delegación de Edu-
cación pero se utilizan organizaciones no lucrativas, ONGs en este caso, para con-
tratar y aquí es en donde menos dinero hay. (Informe entrevista)
Sandra, tiene una licenciatura, está contratada por el Ayuntamiento del po-
niente almeriense en un programa subvencionado para la atención a la inmigra-
ción. Ella cuenta que aunque no es inmigrante «he viajado por algunos países
africanos, conozco bien el francés y la cultura árabe». Cree que aunque desarrolla
una tarea muy interesante, «mi futuro y estabilidad profesional llegará cuando
apruebe las oposiciones» que prepara en los ratos libres. (Informe entrevista).
Ismael, era inmigrante, no tiene formación universitaria ni formación en
mediación, exjugador de fútbol, era su primer contacto con la mediación y con el
trabajo socioeducativo, habla un poco de español y conocía a las familias inmi-
grantes de la zona, él mismo reconocía que no representaba a toda la población
inmigrante, lo cual dificultaba en algunos casos su trabajo.
He llegado a este trabajo porque tengo contacto con la asociación de inmigrantes ma-
rroquíes ATIME y me llamaron para trabajar como mediador. (Informe entrevista)
Estamos de acuerdo con Dubet (2006) en las aportaciones que hace sobre
mediación y que relacionamos con las narraciones que sobre su trabajo realizan
los mediadores/as que entrevistamos. Sus aportaciones hablaban de la masifica-
ción de los centros, la llegada de alumnado de diversas culturas, las dificultades
pedagógicas para hacer frente a los problemas de fracaso, el creciente absentis-
mo y abandono escolar, la continua división y subdivisión del trabajo curricu-
lar del profesorado, de cómo la pedagogía sigue siendo el ámbito reservado a los
docentes… Y mientras esto siga siendo así, los nuevos empleos de mediación,
irán destinados a los tratamientos de conflictos e intervenciones de interme-
diación puntuales, los cuales no apaciguan nada pero se hacen cada vez más
imprescindibles para que nada se resuelva y se diluyan las responsabilidades.
La mediación, tal y como se está desarrollando actualmente en las escuelas,
«responde más a una crisis de la escuela y de sus actores que a problemas especí-
ficos. Procede de un cruce de la división el trabajo y marca el repliegue de cada
153
Voz y educación
Luna también plantea lo que para ella puede ser el trabajo de la mediación
en centros, lejos de lo que cada día se les demanda.
154
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
Sandra, en unos de los encuentros en los que le pido que continúe relatando
su día a día, se queja de lo siguiente:
Me llaman siempre para los casos de expulsión porque se lo tienen que comunicar
a las familias. Sin embargo, no veo como medida las expulsiones, pero eso es lo que
tengo que hacer y ya está, yo no puedo decir nada. (Informe entrevista)
Amal dice que su trabajo está centrado en la traducción, no sólo realiza trabajos
de mediadora escolar, pues aunque está contratada para ello, el ayuntamiento le
demanda otras muchas tareas, lo cual hace que no tengan tiempo suficiente para
el centro educativo aunque, como ella cuenta, allí una vez que ha resuelto la de-
manda del profesor o profesora puede desaparecer. Su presencia es puntual y su
intervención no es de mediación, sino de intermediación.64 «Si los niños se pelean
entre ellos o hacen una tontería pues hablo con ellos para que no se peleen, en oca-
siones aviso a los padres, cuando los padres van a hablar con el director, traduzco.
62. Es a lo que Pujadas (2000: 45) llama muestras particulares, ya que integra esferas sociales y de
actividad diferente y a la vez representa trayectorias concretas y no abstracciones estructurales.
63. La Mediación Natural, es la que ha existido siempre de forma espontánea en todos los movi-
mientos migratorios. Suele estar formada por personas inmigrantes que sirven de intérpretes o traduc-
tores, ayuda al proceso de acogida, informa acerca de los servicios y el funcionamiento de la sociedad
receptora y acompaña al usuario/a a algunos de esos servicios. Durante la primera etapa migratoria en
la provincia, las instituciones y organismos locales contratan a personas inmigrantes para trabajar en la
escuela principalmente con estos fines.
64. La intermediación es definida como un «apagafuegos» útil en situaciones puntuales y de
emergencia sirviendo a la institución escolar como traductor/a e intérprete de una parte y otra. No tiene
una planificación de transformación, autonomía y acercamiento de ambas partes. En este caso la institu-
ción escolar y la población inmigrante árabe.
155
Voz y educación
Cuando se reúnen los profesores no entro, a veces me dicen vente a tomar café y a
veces hablamos, pero no siempre, voy siempre muy corriendo porque tengo mucho
trabajo. Luego, cuando llego (al ayuntamiento), me dicen ha venido mucha gente
preguntando y es que cada vez hay más trabajillo». (Informe de la investigación).
156
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
te algunos meses con una familia autóctona con la cual aún mantiene una relación
familiar. A los tres años consiguió «los papeles» y a partir de ahí fue buscando otros
trabajos… (Informe de investigación).
Por una parte, una vez que te presentas como puente en las primeras necesidades
de personas inmigrantes, no dejas de ser ese referente aunque no estés contratada;
y por otra parte hay historias y situaciones que conoces, te afectan y comprometen,
de manera que te implicas aunque no sea tu horario. (Informe de Investigación)
65. Referenciado en Mediación Intercultural. Una propuesta de formación. Andalucía Acoge 2002.
157
Voz y educación
Entre los chicos y chicas inmigrantes de los centros educativos en los que
interviene es considerada como un referente «cultural» y profesional. Al hilo de
esto, Amal nos cuenta que muchas chicas inmigrantes marroquíes quieren ser de
mayores como ella y le preguntan cómo se puede llegar a ser mediadora. Entre
risas dice «lo normal es que quieran ser maestras pero la mayoría prefieren ser
mediadoras». Es decir, es una «tarea» imprevisible para ella y una profesión desea-
da para los jóvenes inmigrantes.
158
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
designaba el centro educativo para trabajar, ni en servicios sociales. Más bien era un
compromiso personal seguir trabajando con chicas que había visto crecer en el cole-
gio y posteriormente en el instituto. Sukeina representaba para Amal un caso típico
y una frustración en su trabajo. Sabía que ella sola no podía solucionar el problema,
pues este era un hecho que se repetía con frecuencia entre chicas inmigrantes de la
comarca. Para ella, Sukeina significaba un caso clave, ya que estaba escolarizada en
la zona desde que tenía siete años, conocía el idioma, tenía una buena relación con
sus compañeros y compañeras. Pero abandonó el instituto.
Intentando hacernos ver su imposibilidad para afrontar estas situaciones y
su frustración por el poco apoyo que encuentra para trabajar estos casos, nos lleva
hasta la casa de Sukeina para que ella nos cuente su historia. Accedemos a un
nuevo relato de vida que tiene protagonismo en sí mismo, pero que también for-
ma parte de la historia de vida de la mediadora y del contexto que se reconstruye
con ella. Con Sukeina estuvimos tres tardes en su casa, pues sus padres trabajan
mañana y tarde en los invernaderos de la zona y ella tenía que cuidar de sus her-
manos pequeños y realizar las tareas domésticas:
«Luego en el Instituto, todo cambió y mucho, la clase no era igual, había muchos
profesores, yo no entendía mucho lo que explicaban, y ya no iba a ATAL. Entonces
mi madre empezó a trabajar en el almacén, porque compramos esta casa y había
que pagarla, yo tenía que llevar a mi hermano a la escuela antes de llegar al insti-
tuto, así que hablé con el profesor de primera hora y le dije que iba a llegar todos
los días tarde para poder llevar a mi hermano. Me dijo que bueno, que no pasaba
nada… y luego todos los días cuando llegaba me preguntaba y me dejaba en ver-
güenza, como si no lo supiera ya…, y todos los de la clase me miraban y se fijaban,
y me daba vergüenza, entonces me enfadé y dije ¡pues ya no voy más! Primero iba
algún día, pero luego me daba vergüenza ir. En ese tiempo también me pasó una
cosa. Yo era amiga de los de la clase, y hablaba con ellos, pero un sábado iba al
mercado con mi madre y a mí me gusta vestirme con mucha ropa, con ropa y todo
árabe, de toda, y entonces me puse una chilaba azul que yo tenía de Marruecos y
159
Voz y educación
me vestí, así, como en Marruecos, y entonces, iba por el mercado con mi madre y
vi a un niño de mi clase, que yo siempre hablaba con él en clase, y no me saludó,
como me vio así vestida, no sabía qué decirme, pero… ¡qué tontería! si era yo igual.
[…] y luego iba diciendo por ahí, en la clase, que yo me había casado. Por eso que
no saben nada». (Informe de Investigación).
160
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
Sukeina: «Cuando estoy en Marruecos, ya soy para ellos española, dicen que voy
como las españolas y cuando estoy en España soy "mora". Yo me siento de los dos
lados, me gustan cosas de Marruecos, como la religión y la familia y también cosas
de aquí, me gusta cómo van las chicas de aquí, que conducen y todo… y que tra-
bajan en cosas…».
Mostrándonos fotos cuenta: «Mira, esta es mi tía que es profesora en Casablanca y
ha estudiado, son más abiertos, no son como mi padre, y ellos me quieren mucho,
y siempre le dicen a mi padre cosas, pero como estamos aquí, pues no puede decirlo
cuando pasan las cosas.
Ellos siempre me dicen que estudie, le dicen a mi padre que yo no puedo estar todo
el día en la casa limpiando, pero luego nos venimos y él hace lo que quiere y mi
madre no le dice nada, ellos solo dicen que están todo el día trabajando. […] pero
si yo estuviera en Marruecos tendría más libertad, para salir y para todo porque mis
tíos hablarían con él, y me iría con ellos y todo.» (Informe de Investigación).
161
Voz y educación
as, no se había dado. Compartíamos con ella los temas de la investigación, que le
íbamos planteando paulatinamente, pero a la vez ella nos comunicaba, a través
de relatos de personas concretas, matices de aquellos temas compartidos.
Amal refería una y otra vez, su preocupación por temas como: el machismo,
la emancipación de la mujer marroquí, la evolución que se estaba produciendo en
los hombres de su país… Esta preocupación de género, no se quedaba en su ám-
bito personal sino que las transfería a su trabajo y eran determinantes en algunas
de sus actuaciones, como la que a continuación nos relata.
«Por cierto, viene el caso de una muchacha, una niña con muchas ganas de apren-
der y me dio una rabia que no la dejaran. Porque los padres trabajan en la tierra y la
niña tiene que estar cuidando los niños y haciendo la comida. Yo quería hablar con
él pero fui a su casa y no estaba. Luego me dieron un móvil y hable con él, y le dije:
mira quiero que vengas, que quiero hablar contigo, y no sé cuántas veces insistí. El
problema es que yo lo conocía de la calle, y me saludaba, ¡hola, hola!; pero no sabía
que era ese el padre de esta niña. Cuando lo supe, lo cogí de las orejas y le dije ¡eres
tu! ¡madre mía, no me lo creo, no te da vergüenza!, pues mira aquí estamos en Es-
paña y la niña está obligada a ir a la escuela. Tú lo que quieras, pero aquí la niña va
a la escuela, y si no quieres llamo a la policía o la guardia civil.
Yo le dije, no seas tan amable conmigo, yo ya tengo mi vida, porque siempre me
dice, ¡eres tan buena, la verdad es que te comportas tan bien, ayudas! … no se que,
no se cuanto. Siempre quería invitarme, sí muy amable muy bien.
Y al final me dice, ¡Hija! mía tu haz lo que quieras. Yo me voy y… mañana mismo
que vaya tu hija a la escuela. Y ahora mismo está estudiando. La pobre, antes se le
ponían los ojos con lágrimas porque quería y no sabía cómo hacer. También tenía
muchos problemas porque su padre maltrataba a su madre y la niña lo llevaba muy
mal. Ha estado junto a su madre en una casa de acogida. Y él tan amable con la
gente. Me da una rabia que sea así». (Informe entrevista)
«Dice que ella ha cambiado mucho, porque cuando estaba en Marruecos no vivía lo
que está viviendo ahora, y entonces todo eso le ha ayudado. Viene aquí, ve gente, hasta
incluso ve por ejemplo gente sin pañuelo, cómo viven las parejas entre ellos, y eso le
ha hecho cambiar también. Lo has entendido, ¿no? Le han ayudado a cambiar. Y me
162
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
imagino que los demás también, porque además es verdad, ¿entiendes? Aunque ella ha
dado el ejemplo de ella, pero con los demás también ocurre lo mismo…
Cada vez más en las reuniones de mujeres marroquíes, a las que ella asiste con asi-
duidad, está muy mal visto que las familias sufran la opresión machista y esa visión
cada vez es más compartida por hombres». (Informe entrevista)
163
Voz y educación
Conclusiones
Hemos contemplado dos formas de uso de los relatos de vida para conocer la
mediación intercultural en los centros educativos. Por una parte, cuatro relatos
de vida paralelos y sincrónicos para contemplar una representatividad de perfiles
y tener variedad y riqueza de información sobre la mediación en ese momento, y
por otra, un relato de vida longitudinal que nos permite profundizar en un perfil
y contexto concretos. Cada uno de ellos nos ha llevado a observar y reflexionar
sobre aspectos metodológicos en el uso de las historias de vida.
En ambos casos el instrumento utilizado es la entrevista en profundidad
con los participantes. En el caso de los cuatro mediadores, a los que conocimos
164
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
165
Voz y educación
166
8. Investigación narrativa. Mediación intercultural y escuela actual
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170
A modo de epílogo:
discurso de Barry MacDonald
con motivo de su investidura como
doctor «honoris causa» por la
universidad de Valladolid66
66. Se ha respetado el texto tal cual como fue presentado en castellano por el Profesor Barry
MacDonald.
171
Voz y educación
172
Epílogo
su práctica previa era enorme. Las exigencias del Proyecto incapacitaban tanto a
los profesores como a los alumnos. Ambos debían aprender nuevos papeles, nue-
vas habilidades. Gran parte de los alumnos se resintieron porque creían que sus
profesores estaban renunciando a sus responsabilidades; significaba una ruptura
de las reglas no escritas que gobiernan la división del trabajo entre el profesor y
el estudiante. Podría haber sido útil confiar en los alumnos y haberles explicado
que se trataba de un experimento, pero no se les ocurrió hacerlo, y en forma algo
inconsistente, tampoco lo había sugerido el equipo del proyecto. Sin duda habría
ayudado contar con el apoyo activo e informado del director del centro, pero en
aquellos tiempos se suponía, no sólo dentro del proyecto de Stenhouse sino en to-
dos los proyectos de desarrollo del currículum, que las reformas se lograban mejor
tratando directamente con el profesor individualmente. Y esta creencia derivaba
del mito fatal de la autonomía del profesor, maestro de su espacio privado, aislado
de la institución donde se localiza. Hay que tener presente que en esta época, en
Inglaterra y Gales, los asuntos de un centro transcurrían dentro de una comuni-
dad profesional cerrada, y la tarea de modernización era responsabilidad de un
Consejo Escolar ad hoc dominado por los sindicatos de profesores. Para ellos el
concepto de la autonomía del profesor era una idea intocable. En segundo lu-
gar, quedó claro que el impacto del Proyecto no se limitaba al aula. En el primer
centro que visité no pude comprender la tensión extraordinaria de los profesores,
todos de bastante antigüedad, hasta que uno me dijo que el director los había obli-
gado diciéndoles en términos muy claros que sus puestos estaban en juego. En dos
de los siguientes seis centros los profesores del Proyecto parecían estar empleando
el Proyecto como recurso en sus esfuerzos por tomar el poder en el centro.
Comencé, en mis visitas, a conversar con aquellos profesores no implicados
en el Proyecto. De aquí surgió, aunque no en todos los centros, un cuadro de
descontento, a veces de franca hostilidad. Un elemento lo constituía una envidia
comprensible de los privilegios dados a los profesores del Proyecto –principal-
mente clases reducidas a la mitad para permitir el debate–, y permiso para ausen-
tarse para asistir a las conferencias del Proyecto; pero otro elemento lo constituía
la percepción de que el Proyecto era una crítica a su forma de enseñar y una vi-
sión irreal y utópica de lo que se podría lograr con alumnos de bajo rendimiento
en otras condiciones. Algunos, especialmente en centros donde el proyecto fun-
cionaba bien, mantuvieron que el Proyecto estaba teniendo un efecto negativo
sobre el comportamiento de los alumnos en otras clases. Uno dijo «Una vez que
comiencen su vida laboral se les irán de la cabeza todas estas tonterías». En un
centro la alteración fue tal que condujo a una reunión de protesta formal de todo
el profesorado, en la que tanto los partidarios como los participantes en el Pro-
yecto tuvieron que defenderse. Nada que se parezca remotamente a esto sucedió
en cualquiera de los otros proyectos de currículum, que yo sepa. Pero ya había
visto suficiente para convencerme de dos cosas. Lo primero era que, en algunos
centros, el Proyecto era lo suficientemente provocativo para iluminar la cultura
173
Voz y educación
174
Epílogo
175
Voz y educación
ejecución se basaba en gran parte en el trabajo que estaba realizando con mis co-
legas, para redefinir las relaciones entre el investigador y lo investigado para que
éstas fueran más justas, más seguras y más educativas, prestando especial atención
a las personas más vulnerables en las organizaciones jerárquicas. A estas alturas,
habiendo aprendido las lecciones de la experiencia, estábamos, como educadores,
haciendo que los estudios de caso sirvieran primordialmente como un recurso
para los participantes en el caso, para ayudarles en un desarrollo institucional y
darles la confianza y las habilidades para cumplir con la demanda creciente de
rendir cuentas. Establecimos los derechos del participante y un enfoque con más
colaboración del participante, con poder y responsabilidad compartidos. Este en-
foque, ridiculizado al comienzo por la comunidad investigadora británica con-
servadora y rechazado como proteccionismo del profesor, lo redefinimos dentro
del contexto del nuevo programa nacional en términos de las relaciones entre los
proyectos financiados y el comité de gestión, con la evaluación en una especie
de papel intermediario en lugar del sirviente comprado y pagado por el Comité.
No les sorprenderá saber que aquella evaluación de cuatro años se caracterizó por
una confrontación continua entre nosotros y el comité, aunque nuestra postu-
ra permaneció consistente con la justificación de la evaluación que ellos habían
aprobado. La justificación estaba expresada en retórica democrática más que en la
realidad del poder que ellos constantemente invocaban. Hubo ganancias y pérdi-
das por ambos lados, pero todos aprendimos mucho, tanto sobre nosotros mismos
como sobre nuestras diversas responsabilidades. Les podrá sorprender que les diga
que a continuación realizamos más evaluaciones financiadas por el gobierno.
Aquí terminaré mi historia. Originalmente la evaluación profesional se le
encargó a los educadores. Hoy día la evaluación está cada vez más en manos
de los economistas, no sólo en nuestra propia administración, sino también en
París, donde tiene su sede la OCDE, donde sueñan con un currículum global,
y en Bruselas, donde sueñan con la formación estandarizada a través de todo el
sistema universitario europeo.
He contado mi historia de este modo para que recordemos que no somos
sólo evaluadores, sino también educadores y demócratas. La promesa y el destino
del proyecto de Stenhouse nos recuerda cuál es el problema que debemos tener
presente –que probablemente a la mitad de nuestros ciudadanos la enseñanza les
jugó y sigue jugando una mala pasada–. Esto constituye un enorme problema de
justicia individual, social y económica. También representa una amenaza crecien-
te para la creación y mantenimiento de una democracia robusta. A comienzos
del régimen de Thatcher su primer Ministro de Educación le confió a su asesor,
quien muchos años después me lo confió a mí, que el problema de las escuelas
es que demasiados alumnos estaban aprobando los exámenes. Aquella ideología
de derecha aún va en aumento a través del mundo. Esto representa el contexto
global del problema. Otra parte es el auge de la evaluación econométrica. Eso es
todo.
176
Epílogo
177
Voz y educación
Los autores
178
Los autores
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Voz y educación
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Índice
Sumario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Introducción
José Ignacio Rivas Flores/David Herrera Pastor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Prólogo: Recuperar lo personal
Saville Kushner . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1. Narración, conocimiento y realidad. Un cambio de argumento
en la investigación educativa
José Ignacio Rivas Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
a. Fundamentos epistemológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
b. Biografía y realidad: la reconstrucción de la vida cotidiana . . . . . . . . 21
c. La identidad a debate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
d. La investigación biográfica-narrativa en educación . . . . . . . . . . . . . . . . 26
e. Algunas preocupaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2. Memorias de la escuela. Revisión del formato autobiográfico
David Herrera Pastor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Memorias de la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Revisión del formato autobiográfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
¿Es la vida continua? ¿Es la vida una línea? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Vivir es hacer historia. Espacio y tiempo, coordenadas
que nos sujetan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
La lente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
La experiencia como eje del desarrollo de nuestra identidad . . . . . . . . . . . . . . 50
Puntos de inflexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3. Vidas a través de la lente de un ojo de buitre:
Interpretando cuentos de aprendices
Richard Waller/Jonathan Simmons . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Acceso a la educación superior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
La investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Teoría metodológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
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Voz y educación
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Índice
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