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DESCUBRIENDO LA PROPIOCEPCIÓN: UN SENTIDO OCULTO© Por Zoe Mailloux, OTD, OTR/L,

FAOTA La mayoría de los niños aprenden que tenemos cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto y
olfato. Sin embargo, contamos con otros sentidos que son importantes y no se incluyen en la lista.
La conciencia de nuestra posición corporal o “propiocepción” es uno de estos. Ya que no es común
que les enseñemos a los niños acerca de este sentido o que pensemos lo mucho que lo utilizamos,
la mayoría de las personas no es consciente del mismo. Esto crea un reto adicional cuando no está
funcionando adecuadamente. Si ni siquiera somos conscientes de este sentido, es difícil entender
un problema relacionado con él. Así como nuestros ojos u oídos mandan información al cerebro,
partes de nuestros músculos y articulaciones sienten la posición del cuerpo y también envían estos
mensajes al cerebro. Dependemos de esta información para saber dónde están exactamente las
diferentes partes de nuestro cuerpo y planificar nuestros movimientos. Cuando nuestra
propiocepción funciona adecuadamente, podemos ajustar nuestra posición y postura de manera
automática. Este sentido nos ayuda a asumir y mantener posiciones óptimas para las actividades
diarias como, sentarnos en una silla para trabajar; sostener utensilios como un lápiz o un tenedor
de manera correcta; saber cómo moverte a lo largo de un pasillo para no chocar con las cosas; a
saber qué distancia debemos mantener con las personas, para no estar demasiado cerca o
demasiado lejos de ellas; planificar cuánta presión hay que ejercer para no romper la punta de un
lápiz o un juguete; o bien corregir acciones en las que no estamos teniendo éxito, como por
ejemplo arrojar una pelota sin dar en el blanco, o dar un salto a la piscina y caer de golpe. Como la
propiocepción nos ayuda con funciones tan básicas, una falla en este sistema puede generar
bastantes problemas. Por ejemplo: una persona tendría que prestar atención de forma constante
a las cosas que supuestamente deberían suceder automáticamente, o estar usando la visión para
compensar y “averiguar” cómo son los ajustes corporales que se deben hacer. Esto requiere gran
cantidad de energía. Un niño que presente éstas dificultades puede sentirse torpe, frustrado e
incluso tener miedo en algunas situaciones. Si no está seguro de dónde están sus pies, es probable
que tenga miedo al bajar las escaleras. El sistema propioceptivo se activa a través de actividades
tipo “empujar/arrastrar” por lo que aquellas actividades que involucren peso o presión darán una
sensación a menudo calmante y pueden ser útiles para niños que se desorganizan
frecuentemente. ¿Cómo ayudar a que un niño/a sea más consciente de su posición corporal? A
continuación hay algunos ejemplos de actividades de propiocepción, que pueden ser útiles para
ayudar a que los niños sean más conscientes de la posición de su cuerpo y se sientan más
tranquilos y organizados. 1. Que ayuden en “trabajo pesado” como por ejemplo: cargando las
bolsas del supermercado, cargando la canasta de la lavandería, arrastrando bolsas con hojas,
sacando la basura o arrancando malas hierbas (malezas). 1. Jugar a ir de campamento llevando
una mochila cargada con bolsitas rellenas de granos o semillascuidando que esta sea de un
tamaño adecuado para el niño. Hacer como si estuvieran escalando montañas y saltando desde
piedras en el jardín o en el parque. 2. Hacer un “sándwich” con el niño apretándolo suavemente
entre los cojines del sofá. Añadir suavemente presión como si estuvieran poniendo los
ingredientes (“jamón, queso, lechuga, etc.”). 3. Tener al niño con los ojos cerrados y que sienta
dónde están sus piernas, manos, brazos etc. Preguntarle si están arriba o abajo. Observar si el niño
puede ponerse en diferentes posiciones sin ayuda de su vista, como rodar una pelota, tocar su
nariz, hacer círculos con los brazos, formar una “X” con los brazos y piernas, etc. 4. Algunos niños
disfrutan de la sensación de colgarse en una barra, y sentir cómo se estiran cuando están colgados
y columpian su cuerpo. Se puede colocar una barra en el marco de las puertas, con el fin de
ofrecerle ésta actividad en la casa. 5. Darle al niño estímulos propioceptivos extras cuándo esté
aprendiendo algo nuevo. Por ejemplo; ponerle un brazalete liviano cuando esté tratando de
arrojar una pelota, lo que le puede dar más información acerca de la posición de su brazo.
Practicar letras, formas o números en materiales diferentes como plastilina o barro. Poner tus
manos en su cadera y presionar suavemente cuando esté aprendiendo una nueva habilidad
motora como subir las escaleras o patinar. O mover al niño a través de acciones proporcionándole
resistencia a sus movimientos para que los pueda “sentir” de manera más fácil. 6. Dar masajes
suaves y firmes si es que el niño lo disfruta. Frotar sus brazos y piernas para ayudarlo a despertar,
aplicarle presión en los hombros o la cabeza para calmarlo o masajear sus manos antes de que
esté por iniciar una tarea motora que sea difícil. Éstas son sólo algunas ideas. Pero se pueden
llevar a cabo muchas más, aplicando el sentido común y sin presionar o exigir que el niño cargue
cosas demasiado pesadas. Se recomienda experimentar y encontrar herramientas que ayuden a
cada niño. DISCOVER PROPRIOCEPTION: A "HIDDEN" SENSE © es parte de una serie de “Páginas p

En un anuncio de una conocida marca de coches se muestra una


cuadrícula que rodea completamente el automóvil y describe cómo el
vehículo sabe dónde está en relación con su entorno. Lo que la
compañía describe es que el automóvil tiene un sentido de
orientación al espacio, o un sistema propioceptivo. Nuestros cuerpos
tienen un sentido propioceptivo y nos ayuda a tomar conciencia de
dónde estamos en relación con nuestro entorno. Si bien el automóvil
depende de cámaras, radares, sonares y otros sensores externos,
nuestro cuerpo depende de los receptores en nuestros músculos y
articulaciones que transmiten información al cerebro.
Todos los niños reciben información de su entorno interno y externo a
través de los siguientes sentidos:
– Visión (ocular)
– Audición (auditiva)
– Gusto (gustativo)
– Olor (olfativo)
– Tacto (táctil)
– Movimiento (vestibular)
– Conciencia articular y muscular (propioceptiva)
Los niños responden a los estímulos automáticamente. El término
integración sensorial se refiere al proceso de recibir y responder a la
información entrante. Comienza cuando tu hijo recibe información de
sus sentidos, luego el sistema nervioso central dirige los datos a las
partes apropiadas del cerebro y la información se integra para que el
niño pueda responder de manera apropiada.
El Dr. Jean Ayres dice: “Si la propiocepción de tus manos no fuera
suficiente para decirte lo que están haciendo tus manos, sería muy
difícil abotonar la ropa, sacar algo de un bolsillo, enroscar una tapa
en un frasco, o recordar de qué manera cerrar una llave de agua. Sin
una propriocepción adecuada del tronco y las piernas, te costaría
mucho subir y bajar de un automóvil, bajar escaleras empinadas o
practicar un deporte”.

SISTEMA PROPIOCEPTIVO
El sentido propioceptivo se refiere a la información sensorial y la
retroalimentación que nos dice acerca de la posición del cuerpo, el
movimiento y la sensación de dónde te encuentras en relación con el
espacio que te rodea. Los receptores están localizados en los
músculos, articulaciones, ligamentos y otros tejidos conectivos. Sin
este importante sistema, no sabríamos dónde están las diferentes
partes de nuestro cuerpo cuando no miramos cada parte. Para darte
un ejemplo, cierra los ojos y con ambas manos y tócate las orejas.
Fuiste capaz de hacer esto sin ver dónde estaban tus orejas debido a
la entrada propioceptiva. La relación de donde están tus orejas con la
colocación y el movimiento de tus manos a través del espacio.
La propiocepción se trata de la conciencia del cuerpo, y TODOS los
niños necesitan esta conciencia para un desarrollo apropiado. Así
que si el sentido propioceptivo no está recibiendo o interpretando la
información correctamente, entonces hay una disfunción
propioceptiva. A veces, cuando un niño está procesando de manera
imprecisa estímulos de su entorno o de su propio cuerpo, puede
haber patrones que emergen mostrando comportamientos de
“búsqueda sensorial” o de “evitación sensorial”.

CONDUCTAS DE BÚSQUEDA SENSORIAL CONDUCTAS DE EVITACIÓN SENSORIA


PROPIOCEPTIVA PROPIOCEPTIVA

 A menudo juega demasiado rudo, a  Cauteloso en el juego con otros, pue


veces hiriéndose a sí mismo o a otros buscar la esquina y evitar el contacto
 Prefiere usar ropa ajustada  No le gusta la ropa ajustada
 Bajo registro de tacto o dolor  Extremadamente sensible al tacto, a
 Busca los extremos en el juego (por veces responde retirándose
ejemplo, escalar demasiado alto)  Evita la entrada vestibular /
 Le gustan los ruidos fuertes propioceptiva, como el columpio y la
 Toca a todos y a todo a menudo con escalada
extrema presión  Tiene defensas auditivas, le gustan l
 Poco espacio personal entornos tranquilos
 Mastica ropa, lápices, juguetes, etc.  Aferrado a los padres u otros seres
 Camina ruidosamente, pisa fuerte y queridos cercanos
salta en momentos inapropiados  A veces parece perezoso o letárgico
 Parece descoordinado
 Tiene dificultad con las escaleras
Concluyendo, muchos de estos estudiantes se vuelven
emocionalmente inseguros en sus habilidades académicas debido a
los desafíos que se enfrentan con sus tareas cotidianas. Tu hijo
puede comenzar a evitar las experiencias de juego típicas y
comenzar a mostrar poca confianza en sí mismo. Los niños que
luchan con la disfunción propioceptiva no siempre tienen una
sensación de su cuerpo en el espacio, lo que les dificulta sentarse
quietos, prestar atención y recordar visualmente los números y las
formas de las letras. ¿Cómo podemos esperar que nuestros
estudiantes sigan las palabras en una página, escriban sus cartas,
recuerden hechos y detalles, y terminen las ecuaciones si ni siquiera
pueden sentarse erguidos en su silla? Esta es la razón por la cual
muchos de estos niños a menudo se levantan de la silla y muestran
signos de TDAH porque constantemente están tratando de trabajar
sus músculos y articulaciones. Si tu hijo siempre está tratando de
encontrar su conciencia espacial, pueden fatigarse fácilmente porque
sus cerebros trabajan horas extras no solo para mantener el cuerpo
quieto y enfocado, sino también para tener una mente aguda y lista
para aprender. Cuando un niño lucha con la disfunción propioceptiva,
ya sea búsqueda sensorial o evitación sensorial, se manifiesta en su
entorno de aprendizaje. En la escuela, el niño se desplomará en su
escritorio, o se moverá o pateará constantemente las piernas y los
pies. Tienden a tener una mala postura cuando prestan atención en
clase y a menudo exhiben una mala planificación motriz y conciencia
corporal. Si tu hijo tiene problemas con esto en el aula, es probable
que su cuerpo esté trabajando para canalizar su energía mental para
calmar su sistema nervioso, que es donde se procesa la
propiocepción, en lugar de centrarse en las funciones intelectuales
de aprender nuevos conceptos. Además, si tu hijo tiene una mala
postura o se desploma continuamente en su silla, su capacidad para
retener información verbal cuando se sienta en su escritorio varía
dependiendo de si su mente es libre de recibir esa información. A los
niños con poca información propioceptiva les puede resultar más
fácil retener la información mientras están acostados en lugar de
sentarse erguidos en su silla. También podría significar que han
retenido reflejos posturales desde el nacimiento que también causan
que la propiocepción de tu hijo esté subdesarrollada.
El sistema propioceptivo de tu hijo debe estar completamente
desarrollado a los siete u ocho años de edad. Si tu hijo tiene una
disfunción propioceptiva, probablemente parecerá ser torpe,
desequilibrado, descoordinado y con poca motricidad. Como muchos
de vosotros sabeis, el desarrollo motor se relaciona directamente con
la capacidad de aprendizaje de tu hijo en el aula. Por ejemplo, la
escritura. Si los proprioceptores de tu hijo no están funcionando
correctamente, pueden tener dificultades para localizar sus pulgares
y dedos al sostener lápices o tizas. Como resultado, se les hace
difícil dibujar líneas diagonales, círculos y triángulos, que son líneas
que eventualmente forman letras y palabras en una página (M, W, V,
X, P, B).
Si tu hijo tiene una disfunción propioceptiva también puede mostrar
signos de retrasos en el procesamiento visual, que pueden
confundirse con dislexia u otros tipos de trastornos visuales y
verbales. A medida que tu hijo comienza a aprender sus letras para
leer, puede tener problemas para recordar la orientación espacial
correcta y la direccionalidad de las letras y los números. Esta es la
razón por la que las letras pueden parecer saltar, sacudirse o
aparecer hacia atrás cuando tu hijo trata de leerlas en la página.
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Un adecuado proceso de Integración Sensorial se produce cuando nuestro Sistema


Nervioso es capaz de ordenar y organizar todas las sensaciones que le llegan (tanto internas
como externas) para así producir una respuesta adaptativa ajustada a nuestro medio. Por
ejemplo, un bebé ve un juguete con luces y entonces se endereza y levanta su miembro
superior para alcanzarlo. Esto es una respuesta adaptativa, el niño ha vencido ese reto y logra
algo que quiere, algo que le es significativo (recordemos que estamos hablando de un
enfoque de Terapia Ocupacional, y que la base de nuestras intervenciones es SIEMPRE la
actividad significativa u ocupación). Cuando este proceso no se produce adecuadamente,
entonces surgen los Trastornos del Procesamiento Sensorial, de los cuales
iremos hablando.

Vamos a ir desglosando algunos aspectos básicos de nuestros sistemas


sensoriales ¡tenemos siete sentidos!, para tratar de comprender su importancia en el
desarrollo y en el logro de un desempeño adecuado. ¡Comenzamos por la Propiocepción!

¿Qué es la Propiocepción?
La Propiocepción nos aporta información desde nuestros músculos, ligamentos y
articulaciones. Nuestros receptores a través de las vías aferentes nos aportan sensaciones
sobre la compresión y el estiramiento de músculos y articulaciones. Gracias a la “Propio”,
podemos saber la posición de nuestro cuerpo o de nuestros segmentos corporales sin verlas.
También nos informan de la sincronización de nuestros movimientos y de su velocidad.

Como nos indica Mailloux, “cuando nuestra propiocepción funciona adecuadamente podemos


ajustar nuestra posición y postura de manera automática. Así, podemos asumir y mantener
posiciones óptimas para las actividades diarias como sentarnos en una silla para trabajar,
sostener utensilios como un lápiz o un tenedor de manera correcta, saber cómo moverse a lo
largo de un pasillo para no chocar con las cosas, saber qué distancia debemos mantener con
las personas para no estar demasiado cerca o demasiado lejos de ellas, planificar cuánta
presión hay que ejercer para no romper la punta de un lápiz o un juguete, o bien corregir
acciones en las que no estamos teniendo éxito como por ejemplo, arrojar una pelota sin dar
en el blanco, o dar un salto a la piscina y caer de golpe.” Entre muchos otros ejemplos
más. Así que podemos imaginarnos las dificultades en las Actividades de la Vida Diaria que
pueden surgir si este sistema no funciona adecuadamente y no somos capaces de integrar las
informaciones de nuestro propio cuerpo, el esfuerzo que nos supondría estar constantemente
compensando con la visión y/o readaptándonos por no estar seguros de “cómo y dónde” está
nuestro cuerpo.

La propiocepción interviene en (Blanche, 2013):

La Propiocepción influye directamente en:

o El tono muscular
o Nivel de actividad
o Esquema corporal
o Disociación, coordinación, fluidez, fuerza y velocidad
o Estabilización de articulación proximal y cocontracción muscular
o Control postural
o Planeación motora
o Función manual

Así desde la teoría de Integración Sensorial se afirma y se relaciona la Propiocepción muy


directamente con:

o Esquema corporal
o Equilibrio
o Coordinación
o Modulación del nivel de alerta

 ¿Qué signos pueden indicarnos que estamos ante un problema en el sistema


propioceptivo?
o Tiene un patrón de búsqueda de actividades que impliquen saltar, empujar, golpear,
chocar,etc. ¡no para!
o Agarra objetos, instrumentos, juguetes… con demasiada fuerza.
o Aplica demasiada presión al escribir, rompe el papel.
o Le gustan las actividades como los “abrazos de oso”.
o Rompe cosas o hace daño a otras personas, pero porque parece no controlar su
fuerza.
o Parece no juzgar adecuadamente el peso de los objetos.
o Puede andar pisando muy fuerte o tener la necesidad de dar patadas o zapatear
contra el suelo cuando se sienta en el pupitre.
o Puede gustarle que le arropen fuerte en la cama o tener preferencia por las ropas
ajustadas.
o Se lleva objetos, ropas… a la boca para morderlos.
o Puede parecer débil, torpe, con una musculatura “blandita”o con tendencia a caerse.
o No parece percibir cambios posturales en su cuerpo.
o Dificultad para subir y/o bajar las escaleras.
o Puede tener resistencia a adquirir nuevos patrones motores.
o Se puede mover como de forma rígida o descoordinada.
o Pueden ser incapaces de mantenerse sobre un solo pie y tener dificultad con las
tareas de equilibrio.
o Puede tener dificultad en el manejo de objetos pequeños, como por ejemplo los cierres
de las prendas.

Es decir, se pueden dar signos a nivel de hiporresponsibilidad, de inestabilidad postural, o


en la conciencia y control corporal.

¿Qué podemos hacer?

Como indica Mailloux, “el sistema propioceptivo se activa a través de actividades tipo


“empujar/arrastrar” por lo que aquellas actividades que involucren peso o presión darán una
sensación a menudo calmante y pueden ser útiles para niños que se desorganizan
frecuentemente”.

Así, podemos aprovechar tareas de la vida diaria y asignárselas a los chicos: llevar las bolsas
tras la compra, ser el encargado de llevar la garrafa de agua a la mesa, de llevar el pienso del
perro al patio, de llevar el cesto de la ropa sucia…

Los juegos y actividades como hacer abrazos de oso, jugar a aplastar o a hacer sandwiches,
colgarse de una barra, asaltar en el trampolín, trepar por las espalderas o por un rocódromo,

También puede ser una buena idea usar material pesado o lastrado. Tenéis varios
ejemplos aquí (enlace). Hay ropa lastrada, chalecos, cojines y mantas, también mantas muy
elásticas, que pueden seros útiles. También podéis ver este listado de equipamiento y
juguetes que ha elaborado el blog The Sensory Spectrum (enlace aquí). Por último, os enlazo
un tutoríal para hacer un cinturón lastrado con un calcetín (clic aquí). Os recomiendo que os
paséis por mi Pinterest de Integración Sensorial (enlace aquí).

Tener al niño con los ojos cerrados y que sienta dónde están sus piernas, manos, brazos etc.
Preguntarle si están arriba o abajo. Observar si el niño puede ponerse en diferentes
posiciones sin ayuda de su vista, como rodar una pelota, tocar su nariz, hacer círculos con los
brazos, formar una “X” con los brazos y piernas, etc.
Darle al niño estímulos propioceptivos extras cuándo esté aprendiendo algo nuevo. Por
ejemplo; ponerle un brazalete liviano cuando esté tratando de arrojar una pelota, lo que le
puede dar más información acerca de la posición de su brazo. Practicar letras, formas o
números en materiales diferentes como plastilina o barro. Poner tus manos en su cadera y
presionar suavemente cuando esté aprendiendo una nueva habilidad motora como subir las
escaleras o patinar. O mover al niño a través de acciones proporcionándole resistencia a sus
movimientos para que los pueda “sentir” de manera más fácil.

Dar masajes suaves y firmes si es que el niño lo disfruta. Frotar sus brazos y piernas para
ayudarlo a despertar, aplicarle presión en los hombros o la cabeza para calmarlo o masajear
sus manos antes de que esté por iniciar una tarea motora que sea difícil

Los chicos con dificultades del procesamiento sensorial tienen problemas para


organizar la información que el cerebro recibe de los sentidos. Cuando hablamos de
sentidos, usualmente nos referimos a los cinco tradicionales: la vista, el olfato, la
audición, el gusto y el tacto. Pero de hecho, hay otros dos sentidos. El sexto y el
séptimo sentido controlan la conciencia corporal (propiocepción), el equilibrio o
balance y la orientación espacial (sentido vestibular).

Tener dificultades del procesamiento sensorial puede afectar las habilidades motoras


de diferentes maneras. Si a los niños les incomoda tocar cosas, podrían ser reacios a
jugar con objetos y manipularlos. Esto puede retrasar el desarrollo de algunas
habilidades motoras.

Sin embargo, es mucho más común que los problemas con el sexto y séptimo sentido
afecten las habilidades motoras gruesas y las habilidades motoras finas. Esta es la
razón.

Qué hace la propiocepción


Todos tenemos receptores en nuestros músculos que nos dicen dónde están las
partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si levanta su mano usted sabe que el brazo
está más arriba que su cabeza. No tiene que pensar o mirarse en un espejo. Sin
embargo, un niño con propiocepción limitada puede creer que su brazo está por
encima de su cabeza cuando en realidad está estirado frente a él.

Qué hace el sistema vestibular


El sistema vestibular incluye las partes del oído interno y el cerebro que ayudan a
controlar el equilibrio, el movimiento de los ojos y la orientación espacial. Ayuda a que
nos mantengamos derechos y estables. Los niños con dificultades vestibulares puede
que no sepan dónde está su cuerpo en el espacio. Esto puede hacerlos sentir sin
equilibrio y fuera de control.

Problemas con las habilidades motoras


Los chicos que tienen problemas con la propiocepción o el sentido vestibular pueden
tener dificultades con las habilidades motoras de diferentes maneras.
Se mueven de manera rara y torpe. Una actividad como correr o incluso subir y
bajar las escaleras puede ser complicada para los niños que tienen dificultad para
saber la orientación de su cuerpo y si está estable. Podrían moverse con lentitud o
evitar actividades que son muy exigentes.

No saben medir su propia fuerza. Imagine que está frente a la nevera agarrando un


envase de leche que cree está lleno, pero en realidad está vacío. Podría alzar
bruscamente el envase o incluso dejarlo caer porque usó más músculos de los
necesarios.

Las dificultades que tienen que ver con los sentidos pueden complicar el control de los
movimientos en todo tipo de tareas. Los niños con dificultades del procesamiento
sensorial pueden romper el lápiz porque están escribiendo con mucha presión, rasgar
una página cuando sólo la quieren pasar o abrazar con demasiado entusiasmo.

No les gustan actividades físicas que otros niños disfrutan. Por ejemplo, podrían
no sentirse seguros en los columpios porque no están obteniendo la información
sensorial que les dice que están sentados firmemente. Cuando se columpian, podrían
tener dificultad para entender cómo trasladar su peso para balancearse.

Podrían estar moviéndose constantemente, chocando con objetos o parecer


fuera de control. Cuando los niños no están obteniendo suficiente retroalimentación
de su sistema sensorial, podrían exagerar sus movimientos para obtener la
información que necesitan del entorno. Cuando caminan en un pasillo, podrían chocar
con la pared para sentir más apoyo. Por la misma razón, podrían patear sus piernas
debajo del escritorio. Puede que les gusten ciertas actividades físicas como dar
volteretas en el trampolín o simplemente saltar de arriba a abajo.

Qué puede hacer


Si sospecha que su hijo tiene dificultades del procesamiento sensorial, considere
evaluarlo con un terapeuta ocupacional que se especialice en integración sensorial.
La terapia individual puede ayudar mucho.

También existen muchas maneras de ayudar en la casa. Un terapeuta puede sugerir


actividades para que su hijo use los brazos y las piernas al mismo tiempo. Esto puede
incluir hacer una carrera de obstáculos en la casa, mostrarle cómo hacer flexiones,
permitirle rastrillar las hojas o cargar la compra.

El objetivo es proporcionar la estimulación sensorial que su hijo necesita para sentirse


en control de su cuerpo. Cuando la obtenga lo ayudará a sentirse más estable y
enfocado. Con el tiempo, la mayoría de los chicos descubren sus propias estrategias
para mejorar sus limitaciones y usar sus destrezas.

Sugerencias metodológicas para el mejoramiento de la disgrafía.


• Ejercicios de diferenciación brazo, muñeca, mano.
• Ejercicios de orientación espacial.
• Ejercicios de esquema corporal.
• Ejercicios de psicomotricidad
• Ejercicios de percepción de tamaño.
• Ejercicios de atención.
• Ejercicios de grafopercepcion.
• Ejercicios de ritmo.
• Ejercicios de figura y fondo.
• Ejercicios de grafoescritura.
• Ejercicios de perfeccionamiento escritor (caligrafía).

Algunos tipos de ejercicios


Prueba para evaluar la escritura

Esta prueba exploratoria puede ser aplicada a niños desde primero a octavo año
de E.G.B.

Aplicación:

Se presentan diversos textos al niño y se le pide que los copie donde corresponde.
No se permite borrar ni se controla el tiempo.

Evaluación:
Es importante consignar con que mano escribe el niño, para determinar la
lateralidad y dominancia cerebral.

Observe con detención la escritura del niño y luego compare con el listado de
errores cablegráficos. Consigne “Si” o “No”, en la hoja del protocolo dependiendo
de la existencia del error.
Esta ficha evaluativa refleja resultados cualitativos.

MODALIDAD DE REGISTRO

Nombre: __________________________________________ sexo: _________

Fecha de nacimiento: ________________________________ edad: _________

Escuela: __________________________________________ curso: _________

Fecha de aplicación: _______________________________________________

Mano utilizada: ___________________________________________________

Examinador: _____________________________________________________

I. POSTURA Y POSICIONES SEGMENTARIAS:

1. Tronco:

 Apoyado contra la mesa.


 Derecho (vertical).
 Inclinado hacia delante.

-A la derecha.

A la izquierda.
2. Hombros:

 Hombros horizontales sin contracción.


 Hombros contraídos hacia delante o hacia arriba.
 Posición variable.

1. Codos:

 Codos apoyado sobre la mesa.


 Codos alzados.

1. Antebrazo:
 Oblicuo en la relación de la línea.
 Perpendicular a la línea
 Paralelo a la línea.

1. Apoyo del puño:

 Apoyado sobre la mesa.


 Ligeramente alzados.
 Completamente alzado.

1. Pronación –supinación de la mano :

 La primera articulación da la meñique toca la mesa.


 Posición intermedia, la primera articulación de la muñeca separada de la

mesa.

 Pronación (el pulgar se acerca mucho a la mesa).

1. Flexión –extensión de la mano (ángulo de la mano con el ante brazo):

 Prolongación (la mano esta en la línea recta con el ante brazo)


 Flexión(la mano esta hacia delante).
 Extensión (la mano esta extendida hacia atrás).

1. Rol de la otra mano:

 Apoyando el papel o el cuaderno sobre la mesa.


 Apoyando la cabeza.
 Colgando.

1. Posición de los dedos:

 Toma el lápiz en forma adecuada.


 Lápiz empuñado.
 Lápiz entre el índice y el mayor.
 Dedos demasiados cerca de las puntas.
 Dedos demasiados lejos de las puntas.
 Pulgar sobre el índice.
 Articulaciones en ángulos.
 Otras posiciones.

1. Posición del papel:

 Derecho.
 Inclinado hacia la izquierda.
 Inclinado hacia la derecha.
 Colocado en el campo izquierdo.
 Al medio.
 En el campo derecho.

. MOVIMIENTOS

1. Progresión grande:

 El codo se desplaza.
 El antebrazo gira alrededor del codo.

1. Progresión pequeña:

 Progresión fragmentada por la evasión progresiva de la muñeca.


 Reptación.
 Rotación sucesiva de la mano alrededor del puño.
 Progresión continua (la mano en prolongación se desliza en forma continua
hacia la derecha).

III. TONICIDAD

 Hombros con tensión excesiva.


 Brazo duro.
 Puño rígido.
 Dedos con angulación excesiva o crispados.
IV. OBSERVACIONES GENERALES
 Presencia de sincinesias

• En la otra mano.

• En el rostro.

 Reacciones neurovegetativas

• Transpiración palmar.

• Palpitaciones.

• Dolor.

• Respiración entrecortada.

 Dificultades de control.
• Fagitabilidad.

• Esfuerzo excesivo.

• Perfeccionismo.

• Impulsividad.

• Inestabilidad.

 Otras.

V. RESUMEN:

Retardo: posiciones y movimientos.

Anomalías: posiciones y movimientos.

Dificultades de control.

Reacciones neurovegetativas.

Fenómenos dolorosos.

Comportamiento del niño.

Cada ítem constituye por sí mismo un criterio de evaluación. Es importante realizar


un cuadro resumen en que se indique los retrasos y anomalías en relación a la
postura y posiciones segmentarias, movimientos de progresión, tonicidad y otros
aspectos relevantes en las en observaciones generales.

Protocolo “Prueba para evaluar la escritura”

I. Identificación.

Nombre del alumno:


……………………………………………………………………………………………

Fecha de nacimiento: …………………………………………………………… Edad:


…………………….

Cursos: ……………………………………………………………………………….
Repitencias: …………..
Escuela:
………………………………………………………………………………………………
………………

Fecha del examen:


………………………………………………………………………………………………..

II. Aplicación de la prueba.

1. Copie la siguiente oración: Las rosas del jardín son blancas.

1. Copie la siguiente frase: “El reloj está marcando las cuatro y media de la
tarde”.

Copie el siguiente trozo:

“Aunque se dice que el león es el rey de la selva, el tigre es más fuerte y elegante.
En la selva todos los animales viven en comunidad y en un ecosistema perfecto y
equilibrado”.

Pauta de Errores.

Tipo de errores.

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