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PETROLOGIA (3 1 2 2) Prof.

Sebastián Grande

Tema 3 Clasificación y texturas de las rocas ígneas


3.1 Tipos de rocas ígneas
Las rocas ígneas pueden formarse tanto en la superficie terrestre, como en el fondo del mar, y también en el
interior de la corteza, a distintas profundidades. A su vez los magmas que las originan pueden generarse en el
manto superior, en las raíces de la corteza inferior o a partir de corteza oceánica subducida. Por ello exhiben
una gran variedad de texturas y de composiciones. Entre los materiales que las forman, las rocas volcánicas
pueden contener vidrio amorfo y/o cristales minerales (hipocristalinas); las plutónicas sólo contienen cristales
(holocristalinas). En ambos tipos fundamentales de rocas ígneas los cristales pueden ostentar una gran gama
de tamaño, desde microscópicos hasta varios cm de diámetro. Entre los componentes más comunes de las
rocas ígneas se encuentran los conocidos minerales de la serie de Bowen. Sin embargo, como se verá más
adelante, la serie de Bowen o calco-alcalina es sólo una de tantas, siendo también importantes al nivel
planetario e interplanetario la serie de Fenner o tholeítica, en la que cristalizan Fe-olivinos y Fe-piroxenos; y la
alcalina, en la que pueden cristalizar feldespatoides, Na-piroxenos y Na-anfíboles. Con esto se puede deducir
que la gran mayoría de las rocas ígneas, volcánicas o plutónicas más comunes, se compone de un puñado de
minerales, que pueden agruparse de la siguiente manera:
FÉLSICOS: cuarzo, feldespatos alcalinos, plagioclasas, feldespatoides, escapolitas y muscovita.
M ÁFICOS: olivinos, piroxenos (orto y clino), anfíboles, biotita, flogopita y melilita
Opacos: magnetita, hematita, ilmenita, Cu-Fe sulfuros
Otros- silicatos: allanita, circón, turmalina, berilo, titanita, granates (melanita, piropo), cordierita, andalucita;
topacio; fosfatos: apatito, monacita, xenotima; óxidos: espinela, cromita, rutilo, corindón, perovskita; Ca-Mg-
Fe carbonatos; fluorita y otros haluros; todos ellos casi siempre presentes en menos de 5% en volumen.
En general las rocas ricas en constituyentes félsicos son de colores claros y relativa baja densidad, son las
llamadas rocas graníticas (plutónicas), o lavas riolíticas (volcánicas). Las rocas con partes subiguales de
constituyentes félsicos y máficos son las llamadas rocas gabroides (plutónicas) o lavas basálticas (volcánicas),
de colores oscuros y mayor densidad; mientras que aquellas ricas en constituyentes máficos son las rocas
ultramáficas, colores muy oscuros y relativa alta densidad, como las peridotitas (plutónicas) y la komatitas
(volcánicas). Dentro de estas grandes categorías se pueden distinguir diversas familias, cada una con
características mineralógicas, texturales y de campo específicas. Las principales familias equivalentes de rocas
plutónicas y volcánicas son (algunas familias plutónicas no tienen equivalentes volcánicos):

PLUTÓNICAS VOLCÁNICAS

Granitos y granitos alcalinos Riolitas y riolitas alcalinas


Sienitas y sienitas alcalinas Traquitas y traquitas alcalinas
Monzonitas Latitas
Dioritas Andesitas
Tonalitas y trondhjemitas --------------
Gabros y gabros olivínicos Basaltos y picritas
Anortositas -------------
Peridotitas Komatitas peridotíticas
Piroxenitas Komatitas piroxeníticas
Hornblenditas -------------
Sienitas feldespatóidicas Fonolitas
Gabros feldespatóidicos Tefritas y basanitas
Foidolitas Foiditas
Melilitolitas Melilititas
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3.2 Clasificación I.U.G.S., de Streckeisen (1972)


Las rocas ígneas muestran una amplia gama composicional y textural, sin embargo los tipos más comunes
se pueden clasificar en base a sus texturas y composición mineralógica modal (% en volumen, o % areal en
sección fina). La clasificación I.U.G.S. (la International Union of Geological Sciences) propuesta por Streckeisen
(1972) ha sido universalmente aceptada y divide a las rocas ígneas en dos grandes grupos: rocas FANERÍTICAS y
AFANÍTICAS. Las primeras tienen cristales minerales visibles y reconocibles a simple vista, en esta categoría se
incluyen los pórfidos hipoabisales, siempre que tengan una matriz fanerítica visible. Las rocas afaníticas están
formadas en su gran mayoría por una matriz en la cual a simple vista o con lupa no es posible discernir mineral
alguno, que también puede ser vítrea. Los pórfidos subvolcánicos, con matriz afanítica, pero con megacristales
faneríticos se consideran como rocas volcánicas. La clasificación I.U.G.S. se basa en cuatro parámetros
fundamentales existentes en la mineralogía modal de la gran mayoría de las rocas cuarzo-feldespáticas:

A: sumatoria de porcentajes en volumen de feldespatos alcalinos: feld K, feld-(K,Na) y plag-(An<5%)


P: sumatoria de porcentajes en volumen de plagioclasa con An>5% y escapolitas
Q: porcentaje de cuarzo o de cualquiera de los polimorfos de SiO2 presentes.
IC: índice de color o sumatoria de porcentajes de los minerales máficos presentes

Los parámetros A-P-Q provisionales casi nunca suman 100% y deben ser recalculados para ser llevados a
un diagrama triangular, donde Q es el vértice superior, A el vértice inferior izquierdo y P el vértice inferior
derecho (Fig. 3-1). El triángulo ha sido subdividido en tipos litológicos caracterizados por un NOMBRE RAÍZ. El
ÍNDICE DE COLOR IC se muestra entre paréntesis debajo del nombre raíz como el rango estadístico más probable
para cada tipo de roca representado: al nombre raíz se le añade el prefijo leuco- (del griego, claro) si la roca
tiene un índice de color por debajo de su rango estadístico y el prefijo melano- (del griego, oscuro) para indicar
rocas con índice de color por encima de su rango estadístico. La importancia del esquema A-P-Q ha sido
trascendental en la petrología ígnea. Rocas definidas dentro del mismo rango A-P-Q de acuerdo a variaciones
en el índice de color o en los tipos de minerales máficos presentes recibían nombres locales que habían hecho
llegar la lista de rocas ígneas a más de 2.000 variedades. Con este esquema se uniformizó la nomenclatura al
punto que los nombres locales quedaron obsoletos y además se redujeron los tipos litológicos a unas cuantas
decenas, incluyendo rocas relativamente raras. Además, y muy importante, cada tipo litológico A-P-Q es
reconocido por los geólogos de todo el mundo, algo así como el sistema métrico decimal universal. De este
modo un monzogranito recibe ese nombre en América, Europa, China, Rusia, India, Japón o África, cuando
antes podía llamarse adamellita en Europa y recibía cualquier otro nombre local en otras partes del mundo. Otra
ventaja de este sistema es que para cada nombre plutónico existe su equivalente volcánico, así la riolita es el
equivalente volcánico del granito, el basalto del gabro, la traquita de la sienita, etc. (compárese los triángulos 1 y
8, 2 y 9 en la Guía de prácticas para la clasificación I.U.G.S. de las rocas ígneas).
El esquema incluye rocas subsaturadas en sílice, sin cuarzo y con feldespatoides, para ello existe un
triángulo A-P-F adicional que tiene en común el lado A-P con el anterior (Fig. 3-2). El parámetro F se define
como sigue y ambos diagramas juntos forman el “rombo” A-P-Q-F:

F: sumatoria de % en volumen de feldespatoides o foides (nefelina, leucita, analcima) y de sus productos de


alteración (cancrinita, haüyna, sodalita, noseana, zeolitas, etc.)

Las rocas ultramáficas, tan variadas, son muy abundantes en las ofiolitas y complejos estratiformes. Se
caracterizan por tener IC > 90%, de modo que por su contenido total de A+P+Q < 10% no se pueden clasificar
con dicho diagrama. Las rocas ricas en plagioclasa, que se ubican cerca o en el vértice P comprenden varios
tipos litológicos que requieren ser discriminados. Las rocas anortosíticas, dioríticas y gabroides yacen en las
mismas áreas del triángulo, donde P es muy abundante o incluso 100%. Se consideran anortositas rocas
formadas por más de 90% de plagioclasa, generalmente andesina-labradorita. La distinción entre nombres raíz
terminados en -DIORITA o -GABRO se basa en el tipo de plagioclasa presente y no en su porcentaje modal.

-DIORITA: contienen plagioclasa con %An entre 5-50%, como Ca-albita, oligoclasa y andesina
-GABRO: contienen plagioclasa con %An > 50%, como labradorita, bytownita y anortita
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Fig. 3-1. Clasificación I.U.G.S. para rocas plutónicas y pórfidos hipoabisales no-ultramáficos. a) Diagrama A-P-Q
para rocas cuarzo-feldespáticas; b) Diagrama A-P-F para rocas foidíticas. Ambos se unen y forman el rombo APQF,
pero ninguna roca plutónica puede ubicarse simultáneamente en ambos triángulos, solo en uno a la vez.
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Así, las rocas dioríticas tienen plagioclasa con An < 50% (oligoclasa-andesina), las rocas gabroides, en vez,
tienen plagioclasa An > 50% (labradorita-bytownita). Las rocas gabroides requieren un tratamiento especial.
Para ello existe un “desvío” en el triángulo A-P-Q: si el nombre raíz resulta ser GABRO o CUARZO-GABRO se
requiere de otros triángulos adicionales, donde los parámetros se referirán a la mineralogía característica de
estas rocas, generalmente pobre o priva de cuarzo y feldespatos alcalinos, pero rica en plagioclasas cálcicas:
Pl: porcentaje en volumen de plagioclasa cálcica (An > 50%) y sus productos de alteración
Ol: porcentaje en volumen de olivino y sus productos de alteración (incluyendo serpentina o clorita)
Px: sumatoria de porcentajes en volumen de clinopiroxenos cálcicos (Cpx) y ortopiroxenos ferromagnesianos
(Opx) y sus productos de alteración (clorita, biotita, epídoto), Px = Cpx + Opx.
Hb: porcentaje en volumen de hornblenda o sus productos de alteración (biotita, clorita)
Un diagrama que comprenda todos estos parámetros sería un tetraedro Pl-Ol-Px-Hb, cuya base sería el
triángulo ultramáfico Ol-Px-Hb, el vértice superior Pl y las caras inclinadas los diagramas: Pl-Ol-Px, Pl-Px-Hb y
Pl-Ol-Hb (Fig. 3-2a). Este último diagrama casi no se utiliza, pues es muy improbable que una roca contenga
olivino y hornblenda esenciales y carezca de piroxenos. Más comunes son las rocas gabroides y ultramáficas
sin hornblenda, para las que el parámetro Px se escinde en Cpx y Opx, para diferenciar entre rocas gabroides y
noríticas (estas últimas son ricas en Opx). El tetraedro anhidro, con vértices Pl-Ol-Opx-Cpx, que tiene también
una base ultramáfica Ol-Opx-Cpx, es uno de los diagramas más importantes en petrología ígnea, pues contiene
todos los tipos litológicos presentes en el manto superior, en las ofiolitas ultramáficas y en los cumulados
ultramáficos de los gabros estratiformes (Fig. 3-2b). Al igual que en el tetraedro con Hb, el vértice superior
tambien es Pl, pero las caras son los triángulos Pl-Opx-Cpx, Pl-Ol-Opx y Pl-Ol-Cpx. De éstos se toma el
primero, que sirve para diferenciar gabros, gabronoritas y noritas. Los otros dos casi no se utilizan y su lugar se
considera el diagrama Ol-Pl-Px, donde Px es la sumatoria total de piroxenos. Todas las rocas gabroides con Pl
> 90% se denominan anortositas. Se consideran todas aquellas rocas con Pl < 10% como ultramáficas,
quedando las gabroides limitadas entre los valores 10% < Pl < 90%.

Fig. 3-2. Tetraedros para rocas máficas y ultramáficas utilizados en la clasificación I.UG.S.: a) Tetraedro para rocas
con hornblenda, donde Px = Cpx + Opx; b) Tetraedro anhidro, donde se escinde el parámetro Px en sus dos
componentes Cpx y Opx. Ambos tienen a plagioclasa cálcica Pl como vértice superior. Las rocas que se ubican en
los sectores con Pl < 10% tienen índices de color > 90%: son las ULTRAMÁFICAS (zona sombreada inferior). Las
rocas con Pl > 90% se denominan ANORTOSITAS (vértice sombreado superior).

En fin, la clasificación contiene el “rombo” A-P-Q-F, tres triángulos para rocas gabroides y dos para rocas
ultramáficas. A estos se le añade el “rombo” A-P-Q-F para rocas volcánicas, haciendo un total de nueve
diagramas triangulares, todos estos diagramas aparecen con detalle en la Guía de Prácticas de Petrografía
Ígneo-Metamórfica (Grande, 2002). La clasificación tambien toma en cuenta rocas exóticas como carbonatitas,
lamprofiros y melilitolitas, éstas últimas son rocas ultramáficas con melilita esencial, olivino y clinopiroxenos:
diagrama Mel-Ol-Cpx. Las rocas que contienen feldespatoides y melilita no pueden contener ni ortopiroxenos ni
cuarzo.
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En las rocas volcánicas la distinción entre andesita-basalto (equivalentes de diorita-gabro, respectivamente)


se basa, además del criterio del %An de la plagioclasa (exclusivamente petrográfico), en el del % SiO2 total,
arrojado por los análisis químicos. Las plagioclasas volcánicas a menudo se presentan zonadas, siendo muy
difícil establecer su verdadera composición promedio. Los basaltos, siendo las rocas volcánicas más
abundantes no sólo en la Tierra, sino en todo el sistema solar (mares lunares, volcanes marcianos y venusinos,
meteoritos eucritas, etc.), se subdividen en varios tipos de acuerdo a su contenido en álcalis Na2O + K2O vs.
SiO2 total: basaltos alcalinos, de alto Al2O3, tholeítas y tholeítas oliviníferas.
A pesar de todo, no todas las rocas de origen ígneo son cubiertas por este esquema de clasificación. Las
pegmatitas se diferencian debido a su tamaño de grano extremadamente grande y mineralogía exótica
(turmalina, berilo, etc.). Las rocas piroclásticas (tobas, brechas, aglomerados e ignimbritas) y los lamprofiros
requieren un tratamiento especial también. Otras rocas de indiscutible origen ígneo, que se presentan muchas
veces intensamente alteradas, como las serpentinitas, las espilitas, los queratofiros, se nombran de acuerdo a
criterios particulares: muchas serpentinitas, que son en realidad harzburgitas o dunitas serpentinizadas, son
rocas metamórficas o metasomáticas; las otras dos son basaltos o andesitas metasomatizadas.

3.3 Clasificaciones químicas


Por conveniencia los componentes químicos mayoritarios y minoritarios de las rocas ígneas se expresan
como ÓXIDOS CONSTITUYENTES. Los primeros comprenden aquellos presentes en más de 0,1% en peso en la
roca, los segundos, están presentes en menos de 0,1%. Los componentes mayoritarios de las rocas son, en
orden aproximado de abundancia: SiO2, Al2O3, MgO, FeO, CaO, Na2O y K2O. Los minoritarios comprenden
TiO2, ZrO2, MnO, Cr2O3, y P2O5. Ciertos elementos trazas, presentes en ppm o ppb, suelen incluirse en los
análisis químicos con propósitos específicos. Las trazas que más comúnmente se analizan son Rb, Cs, Sr, Ba,
Y, Zr, Nb, Ta, T.R., Mo, Sc, Hf, Ni, Co, Cr, Th y U. Algunos elementos como el Cr, Co y Ni son minoritarios en
ciertas rocas, como las ultramáficas, pero son trazas en las demás. Pueden estar presentes cantidades
variables de volátiles como Cl, F, S y CO2. El agua de hidratación en los minerales de la roca (anfíboles, micas,
etc.) se reporta como H2O+, el agua proveniente de la humedad en la roca, como H2O-. A veces se combina
toda el agua y los otros volátiles bajo el término LOI (loss on ignition, pérdida al rojo). La Tabla 3-1 muestra la
composición química de seis rocas ígneas seleccionadas, mostrando las grandes variaciones que son posibles
en su composición.

Tabla 3-1. Análisis químicos (% en peso) de seis rocas ígneas plutónicas seleccionadas

Componente PERIDOTITA GABRO TONALITA GRANITO GRANITO ALC. FOYAITA


SiO2 43.54 49.34 65.00 71.98 76.25 55.22
Al2O3 3.99 17.04 15.40 13.13 10.86 21.09
Fe2O3 2.51 1.99 2.46 1.33 1.23 2.02
FeO 9.84 6.82 2.40 1.64 0.76 2.19
MnO 0.21 0.17 0.06 0.14 0.03 0.26
NiO 0.18 ------- ------- ------- ------- -------
MgO 34.02 7.19 2.60 0.56 0.18 0.48
CaO 3.46 11.72 6.40 1.15 0.37 2.21
Na2O 0.56 2.73 3.88 2.98 4.68 9.57
K2O 0.25 0.16 0.95 4.93 4.65 4.31
TiO2 0.81 1.49 0.74 0.37 0.11 0.77
P2O5 0.02 0.16 0.18 0.19 0.01 0.06
H2O+ ------- 0.69 0.10 1.38 0.50 1.41
H2O- 0.01 0.58 ------- 0.39 ------- 0.23
CO2 ------- ------- ------- ------- ------- -------
S 0.05 0.12 0.06 ------- ------- -------
F ------- ------- ------- ------- 0.13 0.12
Cr2O3 0.32 0.04 ------- ------- ------- -------
ZrO2 ------- ------- ------- ------- 0.10 0.25
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Son evidentes las marcadas diferencias que existen entre los diversos tipos de rocas ígneas. Las peridotitas
son rocas muy ricas en olivino, por ello son pobres en sílice y muy ricas en MgO, siendo también muy pobres en
Ti, Na, K y Al. Los gabros son muy ricos en Ca-clinopiroxeno y Ca-plagioclasa, por ende son muy ricos en Al y
Ca. Los granitos contienen más de 20% de cuarzo libre, y son muy ricos en sílice, Na y K debido a su gran
abundancia en feldespatos alcalinos y micas; los granitos alcalinos son aun más ricos en álcalis y contienen Na-
inosilicatos. Las foyaitas o sienitas nefelínicas tienen un contenido de sílice algo bajo para la cantidad de álcalis
presente, por ende contienen minerales subsaturados en sílice, como nefelina o sodalita. Algunos componentes
minoritarios se concentran en rocas particulares: el Ni y el Cr en las peridotitas, mientras que el Zr es típico de
granitos alcalinos y foyaitas.
Existen muchos criterios químicos de clasificación, basados en los valores de % en peso de óxidos
constituyentes de las rocas, en especial si son volcánicas. Los componentes mayoritarios de las rocas ígneas
se reducen, tomando en cuenta diversas sustituciones iónicas, a cinco grupos: SiO2 ; Al2O3 ; (FeO+MgO+MnO);
CaO ; y (Na2O + K2O). Las relativas abundancias de estos cinco constituyentes se reflejan en la mineralogía de
las rocas y permiten clasificarlas según los criterios siguientes:

 Contenido (% en peso) de SiO2 total


 Criterio de saturación en SiO2
 Criterio de saturación en Al2O3 (ASI)
 Criterio del Índice agpaítico

 Contenido de SiO2 total: la sílice total contenida en una roca ígnea es la sumatoria ponderada de los
porcentajes de SiO2 presentes en cada uno de los silicatos que la forman y muestra una gran variabilidad,
desde valores cercanos al 35% a valores superiores a 72%. Es de notar que no se refiere al contenido de
cuarzo o tridimita libre en la roca, sino al de toda la sílice contenida en ella, que incluye la presente en los
tetraedros de estructuras polimerizadas como feldespatos, feldespatoides, piroxenos, anfíboles, melilita y
micas, y no-polimerizadas, como olivino, granate y circón, entre otras. Las rocas basálticas tienen un 50% de
sílice total, pero no tienen cuarzo libre. Sólo cuando el contenido de sílice total es superior al 66% existe
suficiente sílice en la roca para que una parte quede en forma libre, como minerales de cuarzo. En los
granitos el contenido de sílice es superior al 70%, por ende pueden contener hasta 40% de cuarzo libre. Un
contenido de sílice total muy bajo, inferior a 45%, se debe a la presencia de una gran proporción de
minerales subsaturados o pobres en sílice, como olivino, melilita o feldespatoides (foides). La Tabla 3-2
muestra la subdivisión química de las rocas ígneas basada en su contenido de sílice total, aplicable tanto a
rocas plutónicas como volcánicas. Para determinar el contenido aproximado de SiO2 en una roca ígnea,
conocida su composición mineralógica modal (% en volumen) se realiza el procedimiento mostrado en el
Ejercicio 3-1.

Tabla 3-2. Clasificación de las rocas ígneas de acuerdo a su contenido de sílice total.
Tipo químico % SiO2 Ejemplos comunes
FELSICAS > 66 Riolita, granito, obsidiana
INTERMEDIAS 52-66 andesita, diorita, traquita, sienita
BASICAS 45-52 basaltos, gabro, diabasa
ULTRABASICAS < 45 peridotita, komatita peridotítica

Nótese que las rocas ultramáficas no se incluyen en este criterio, dado que su nombre se debe a que tienen
un IC > 90%. Algunas rocas ultramáficas son también ultrabásicas (peridotitas, dunitas), pero no todas las
ultramáficas son ultrabásicas, siendo frecuentes rocas ultramáficas básicas (piroxenitas).

Ejercicio 3-1: Determinar el % de SiO2 total, en % en peso, de la roca cuya mineralogía modal es la siguiente:
Mineral % modal
Cuarzo SiO2 25%
Ortosa KAlSi3O8 35%
Albita NaAlSi3O8 40%
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Primero de debe determinar el % en peso de cada mineral en la roca, que dependerá del peso específico de
cada mineral, que tiene cierta variabilidad:

Mineral y fórmula % modal P.E. %modal x P.E. % en peso


(en vol.) (recálculo al 100%)
Cuarzo SiO2 25% 2,65 66,25 25,38
Ortosa KAlSi3O8 35% 2,57 89,95 34,46
Albita NaAlSi3O8 40% 2,62 104,80 40,15

La multiplicación de peso específico por % modal da un resultado preliminar de % en peso que debe ser
recalculado al 100%, tal como aparece en la última columna a la derecha. Una vez obtenido el % en peso se
procede a calcular el % en SiO2 de cada mineral. Para ello es útil el algoritmo siguiente:

Mineral Fórmula n= A: n x PM B: PM % e.p. SiO2 D :% e.p. Contrib. al % SiO2


química # moles SiO2 SiO2 mineral mineraI = del mineral total de la roca
A/B = C % CxD%
Cuarzo SiO2 1 60,086 60,086 100,00 25,38 25,38
Ortosa KAlSi3O8 3 180,258 78,337 64,76 34,46 22,32
Albita NaAlSi3O8 3 180,258 62,225 68,74 40,15 27,60
% SiO2 total 75,30

Comentarios:

Esta roca pues contiene un 75,30% en peso de SiO2 total, según el esquema de la Tabla 3-2 corresponde a una
roca FÉLSICA. Su elevado % de SiO2 se debe a que contiene un gran porcentaje de cuarzo libre (25%), además
de que sus otros constituyentes son también feldespatos alcalinos, ricos en SiO2 (> 60% SiO2). Claro, no
siempre es tan fácil estimar este valor. La gran mayoría de las rocas, incluso las félsicas, contienen minerales
máficos, cuyas fórmulas no son daltónidas, es decir, son soluciones sólidas. Por ejemplo no es raro que una
roca como ésta contenga un 10% en volumen de biotita. El problema es: ¿cuál biotita? La biotita, como todo
mineral ferromagnesiano, es una solución sólida entre dos extremos: uno magnesiano, FLOGOPITA
KMg3[AlSi3O10](OH)2, y otro ferroso, ANNITA KFe3[AlSi3O10](OH)2, lo que se representa generalmente como
K(Mg,Fe)3[AlSi3O10](OH)2. Las biotitas “normales”, halladas en granitos, tonalitas, dioritas, etc., tienen
aproximadamente un 75% molar de flogopita y un 25% molar de annita, es decir, tienen fórmula no-daltónida
K(Mg0,75Fe0,25)3[AlSi3O10](OH)2. De este modo el número de moles de SiO2 en el mineral es de 3, al igual que en
los feldespatos ortosa y albita. Pero, siendo aun más precisos, los coeficientes 1 y 3 del Al y del Si tetraédricos
no son tampoco tan exactos, se aproximan a estos valores, pero la verdadera biotita tiende a tener un ligero
exceso de Al: K(Mg,Fe)3[Al1,2Si2,8O10](OH)2, sin contar que parte del K puede estar sustituida por Na, Ca, Ba o
Sr, y parte del (OH)- por F-. Por lo tanto para la biotita real el valor de n en la segunda columna de la tabla
anterior debería ser 2,8 puesto que contiene esa cantidad de moles de SiO2. Siendo un filosilicato, la biotita se
basa en una hoja tetraédrica de extensión ilimitada, donde cada tetraedro comparte tres vértices con tetraedros
adyacentes, en un plano. Esta configuración resulta en un radical característico [Z4O10], donde Z es cualquier
catión tetraédrico, como Al3+ o Si4+. De modo que dentro del corchete la única restricción es que el total de
cationes tetraédricos Z sea igual a 4, lo que da un índice de polimerización de 0,40 (ver Tema 10, Mineralogía
para Geólogos, Grande, 2000). En los filosilicatos normales el Al permitido en los tetraedros va de 0 - 50%. En
la biotita real existe un (1,2/4) = 30% de Al tetraédrico, que está en el rango apropiado. Toda estas sustituciones
iónicas son aun más complejas en anfíboles y piroxenos, siendo comunes también en feldespatos alcalinos
(K,Na)AlSI3O8, plagioclasas NaAlSI3O8-CaAl2Si2O8, feldespatoides y escapolitas, de modo que el estimado del
% de SiO2 en las rocas ígneas es justo eso, un estimado educado, sujeto a los criterios utilizados para asignar
los subíndices no-daltónidos en las fórmulas de los minerales respectivos.
Afortunadamente, hoy en día se tiene la posibilidad de obtener análisis químicos completos de cualquier
roca por métodos instrumentales, como fluorescencia de RX, absorción atómica, espectrometría de plasma,
etc., que arrojan los valores totales de cada elemento u óxido constituyente presente, sin tomar en cuenta la
composición química de los minerales presentes. Además, si se aísla una cierta cantidad de granos de un
mineral presente en una roca es posible por los mismos métodos obtener un análisis químico preciso del
mismo, del cual es fácil recabar una fórmula no-daltónida estructural muy precisa (ver Tema 4, op.cit.).
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 Criterio de saturación en SiO2: este criterio propuesto por Shand (1950) relaciona elegantemente la
química de la roca con su mineralogía esencial. Existen minerales que son incompatibles en rocas
cristalizadas bajo condiciones de equilibrio. El olivino magnesiano (forsterita-crisolito) es incompatible con el
cuarzo, al igual que los feldespatoides y el corindón. Se tiene la impresión que cuando se habla de
incompatibilidad se refiere a la de los cristales en la roca sólida. En realidad lo que sucede es que los
magmas pobres en sílice utilizan una parte de ella durante su cristalización para formar olivino, nefelina, etc.,
mientras que la otra parte reacciona con los cristales formados generando minerales saturados, como
enstatita, feldespatos y plagioclasas sódicas, de manera que la roca final no contiene minerales de sílice
libres, sino fases subsaturadas y saturadas en sílice, como las mencionadas. El criterio divide las rocas
ígneas en tres grupos, basados en el contenido de cuarzo o de minerales subsaturados:
ROCAS SUBSATURADAS: contienen minerales subsaturados y saturados, sin cuarzo libre
ROCAS SATURADAS: contienen sólo minerales saturados, sin fases subsaturadas ni cuarzo
ROCAS SOBRESATURADAS: no contienen minerales subsaturados, sólo saturados y cuarzo
La siguiente tabla muestra cuáles minerales se consideran subsaturados y cuales sobresaturados en sílice
en las rocas ígneas:

Tabla 3-3 Minerales saturados y subsaturados en sílice en las rocas ígneas


MINERALES SATURADOS MINERALES SUBSATURADOS
Cuarzo, tridimita, feldespatos alcalinos, Olivino magnesiano (forsterita, crisolito),
plagioclasas, ortopiroxenos, clinopiroxenos, feldespatoides (nefelina, analcima, leucita, sodalita,
anfíboles, titanita, rutilo, circón, monacita, etc.), corindón, baddeleyita, melanita, perovskita,
xenotima, olivino ferroso (fayalita-hortonolita). melilita, espinela, carbonatos primarios.

De este modo las peridotitas, dunitas, komatitas y kimberlitas son rocas subsaturadas por contener
abundante olivino magnesiano; al igual que las sienitas nefelínicas, fonolitas, foidolitas lo son por contener
foides; y las melilitolitas y carbonatitas por contener melilita o carbonatos, respectivamente. Las rocas saturadas
comprenden piroxenitas, hornblenditas, sienitas, monzonitas, traquitas, dioritas y gabros, todas sin cuarzo,
feldespatoides u olivino. Rocas sobresaturadas son todas aquellas con cuarzo libre, los granitos, granodioritas,
tonalitas, trondhjemitas, granitos alcalinos, monzonitas cuarcíferas, czo-gabros, etc. Está más decir que las
rocas sobresaturadas graníticas son las más abundantes a nivel de la corteza continental, las saturadas
gabroides o basálticas componen la corteza oceánica, mientras que el manto superior está formado
prácticamente por rocas peridotíticas subsaturadas.
 Criterio de saturación en Al2O3 o ASI (alumina saturation index): los feldespatos son los constituyentes
más frecuentes de las rocas ígneas, se pueden considerar como formados por la solución sólida de tres
miembros extremos: anortita CaAl2Si2O8, albita NaAlSi3O8 y ortosa KAlSi3O8. Si las tres fórmulas se escriben
como sigue, en términos de óxidos constituyentes: ANORTITA ½CaO.½Al2O3.2SiO2; ALBITA
½Na2O.½Al2O3.3SiO2; ORTOSA ½K2O.½Al2O3.3SiO2, es evidente que las proporciones molares de Al2O3 con
respecto a CaO, Na2O y K2O son en los tres casos de 1:1. Lo mismo ocurre tambien en los feldespatoides,
NEFELINA NaAlSiO4: ½Na2O.½Al2O3.SiO2 y LEUCITA KAlSi2O6: ½K2O.½Al2O3.2SiO2. Shand (1950) propuso el
concepto de saturación en Al2O3 como una variable química que debía reflejarse en la mineralogía de las
rocas ígneas y definió cuatro tipos de rocas según este criterio:

ROCAS PERALUMÍNICAS: aquellas en que: [Al2O3] > ([Na2O] + [K2O] + [CaO])


ROCAS SUBALUMÍNICAS: aquellas en que: [Al2O3]  (Na2O + K2O)
ROCAS METALUMÍNICAS: aquellas en que: ([Na2O] + [K2O] + [CaO]) > [Al2O3] > ([Na2O] + [K2O])
ROCAS PERALCALINAS: aquellas en que: [Al2O3] < ([Na2O] + [K2O])

Los valores [óxido] son sus proporciones molares y se obtienen de la siguiente manera:
[óxido] = (% e.p. óxido)/(P.M.ÓXIDO)
esto implica que son valores pequeños que deben determinados con al menos tres o cuatro decimales antes
de calcular las relaciones que se indican en el gráfico del índice ASI de Shand, que se muestra más abajo.
9

La condición PERALUMÍNICA indicaría que la roca tiene un exceso de alúmina y podría contener dicho
componente como mineral libre, es decir, como corindón Al2O3. Algunas sienitas nefelínicas contienen este raro
mineral, como rubí. Pero la condición peralumínica se refleja más frecuentemente por la presencia de un
mineral muy alumínico como muscovita KAl2(AlSi3O10)(OH)2, común en granitos y pegmatitas. Otros minerales
que indican esta condición son la cordierita (Mg2Al3(AlSi5018), la andalucita o la sillimanita Al2(SiO4)O y el
granate almandino (Fe3Al2(SiO4)3; todas ellas son, evidentemente, fases ricas en alúmina.
La condición PERALCALINA indica que la roca contiene un exceso de álcalis sobre alúmina y por lo tanto
debería presentar fases ricas en Na, como piroxenos alcalinos (egirina, augita-egirina), anfíboles alcalinos
(riebeckita, arfvedsonita, edenita) o la rara enigmatita Na2Fe5TiSi6O20, una especie de piroxenoide.
Los dos términos peralumínico y peralcalino se aplican comúnmente a rocas graníticas o foidíticas con las
mencionadas características químico-mineralógicas. Estos términos se utilizan con frecuencia ya que
representan composiciones extremas y distintivas en esos tipos de rocas, mientras que los otros dos términos,
subalumínico y metalumínico, reflejan las condiciones usuales halladas en las rocas básicas y ácidas,
respectivamente. Así, la mayoría de los gabros son rocas subalumínicas ricas en Fe-Mg, mientras que la
mayoría de los granitos son metalumínicos y no contienen ni fases alúminicas ni alcalinas, sólo biotita y/u
hornblenda. La mejor manera de determinar la saturación en Al2O3 o índice de Shand de una roca es por
medio del gráfico siguiente, donde [óxido] = (% e.p. óxido)/(PMÓXIDO), es decir, son sus proporciones molares:

 Criterio del índice agpaítico: claro está que en muchas rocas son aplicables ambos criterios de saturación
a la vez: con respecto a la sílice y con respecto a la alúmina, dado que son criterios independientes. El
índice agpaítico define si una roca félsica a intermedia es peralcalina o no. La condición de peralcalinidad
antes expuesta puede reformularse como una relación matemática o índice agpaítico, del modo siguiente, no
aplicable a rocas máficas o ultramáficas:

Índice Agpaítico (AI) = ([Na2O] + [K2O]) / [Al2O3]


Cuando este índice es mayor que 1 la roca es peralcalina y contendrá inosilicatos ricos en Na, pero puede o
contener cuarzo o foides. Diversas “biotitas” pueden estar presentes: en las rocas peralcalinas son comunes las
Ti-biotitas, con característico pleocroísmo rojo ladrillo; mientras que en las no-peralcalinas se hallan biotitas
normales, b. Este criterio se aplica combinado con el de saturación en sílice a rocas félsicas a intermedias,
graníticas o foyaíticas, definiéndose cuatro tipos de rocas, con mineralogías esenciales características:

Tabla 3-4. Tipos de rocas félsicas a intermedias de acuerdo al criterio agpaítico

Criterios de saturación PERALCALINA NO-PERALCALINA


SATURADA O EKERÍTICA (Q, Na-ino) GRANÍTICA (Q, b)
SOBRESATURADA
SUBSATURADA AGPAÍTICA (F, Na-ino) MIASKÍTICA (F, b)
Minerales presentes: Q: cuarzo; F: feldespatoides; b: biotita; Na-ino: Na-cpx y/o Na-anfíbol
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Así, una roca agpaítica contendrá feldespatoides, Na-cpx o anfíboles y posiblemente Ti-biotita, siendo a su
vez subsaturada en sílice y peralcalina. Una roca ekerítica contendrá cuarzo, Na-cpx o anfíboles y posible Ti-
biotita, siendo sobresaturada en sílice, pero peralcalina. Las rocas miaskíticas tendrán feldespatoides, pero
como mineral máfico sólo presentarán biotita normal y quizás hornblenda; las rocas graníticas, monzo o sieno-
graníticas, exhibirán cuarzo, biotita y hornblenda. Estas últimas son, con mucho, las más frecuentes. Determinar
el índice agpaítico puede tener una gran importancia económica al evaluar el potencial metalogénico de
complejos de rocas alcalinas subsaturadas en sílice. Las rocas agpaíticas son las que tienen el mayor contenido
de menas metálicas de Nb, T.R. y elementos radiactivos, entre otros.

3.4 Clasificación normativa C.I.P.W.

Como se dijo anteriormente, las rocas volcánicas más comunes tanto en la Tierra, como en otros cuerpos
planetarios, son las basálticas. Los BASALTOS tienen una matriz afanítica o vítrea mayoritaria y tienden a ser
afíricos (sin fenocristales), por lo tanto incluso al microscopio es difícil establecer su composición mineralógica.
Además muy frecuentemente están alterados por procesos hidrotermales o metasomáticos que generan
minerales hidratados no propios de estas rocas inicialmente anhidras, como clorita, epídoto, actinolita, zeolitas,
prehnita, pumpellita, etc. Ahora que es relativamente fácil obtener análisis químicos de rocas por métodos
instrumentales (fluorescencia de RX, absorción atómica, etc.), se hace muy difícil establecer las diferencias
sutiles existentes entre las rocas analizadas solamente en términos de copiosos datos químicos numéricos. Por
consiguiente surgió la idea de recombinar los análisis químicos (en % de óxidos constituyentes) para formar
minerales sintéticamente obtenidos a partir de los componentes químicos de la roca: estos son los minerales
normativos o NORMAS CIPW (de Cross, Iddings, Parsons & Washington).
El procedimiento para calcular las normas es algo engorroso y debe seguirse al pié de la letra, cual si fuese
una especie de receta de cocina, siendo ideal para programarlo en PC’s. Actualmente no hay ningún software
geológico que no lo incluya en su menú, además de tantos otros esquemas de clasificación, incluyendo la
clasificación I.U.G.S., por ende todo trabajo petrológico moderno además de los análisis químicos de las rocas
muestreadas incluye el listado de sus normas. Las normas son minerales artificialmente creados, por ende no
siempre coinciden con la mineralogía modal de la roca, es más, en algunas rocas que no tienen minerales
identificables o que son esencialmente vítreas aparecen normas que ni siquiera existen. Las normas tampoco
pueden coincidir con la mineralogía modal, ya que se expresan en % en peso, debido a que provienen de
relaciones estequiométricas molares. Además en las normas se omiten minerales hidratados o complejos como
micas y anfíboles, sólo se calculan porcentajes de compuestos anhidros simples; algunos de ellos, como
corindón c Al2O3, o metasilicato de sodio ns, Na2SiO3, si están presentes en las normas, reflejan muy bien las
condiciones peralumínica o peralcalina, respectivamente.
Estas ventajas ofrecidas por las normas se aprovechan para la clasificación de los basaltos. En efecto los
nombres generalmente utilizados para nombrar diferentes tipos de “basaltos” provienen de su mineralogía
normativa. Los basaltos tholeíticos comprenden un grupo muy importante y difundido de rocas volcánicas
máficas. Se caracterizan por tener siempre plagioclasa, clinopiroxeno y/u ortopiroxeno normativos: cuando
contienen cuarzo normativo se denominan tholeítas cuarcíferas, y si tienen olivino normativo, tholeítas
oliviníferas. En realidad ninguna de estas tholeítas contiene ni cuarzo ni olivino, pero la presencia de estos
minerales normativos refleja su condición sobresaturada o subsaturada en sílice, respectivamente. Las tholeítas
sin cuarzo ni olivino normativos se llaman tholeítas saturadas.
Otro grupo de basaltos contiene nefelina normativa, estos son los basaltos alcalinos. En realidad ningún
basalto alcalino tiene nefelina esencial, pues si la tuviese sería una tefrita o basanita, no un basalto (ver
triángulo A-P-F volcánico), pero su condición subsaturada se refleja en la presencia de olivino inalterado y sin
bordes de reacción con la matriz. Debido a ello estas rocas se llamaron inicialmente basaltos olivinífero-
alcalinos. Las rocas nefelínicas, como basanitas, nefelinitas y fonolitas tienen altos valores de ne, las rocas
ácidas tienen altos valores de cuarzo Q y pueden ser peralumínicas, con corindón normativo c. Es evidente que
si existe cuarzo normativo Q no aparecerán ol, ne, lc y c en las normas. La presencia ac y ns indica la
condición peralcalina de las fonolitas. Altos valores de ol en rocas con ne pueden significar olivino libre en la
roca, como en las basanitas y nefelinitas, valores bajos de ol, como en los basaltos alcalinos no siempre se
relacionan con olivino libre. En rocas basálticas subalcalinas (tholeítas) el ol normativo casi nunca corresponde
con olivino libre en la roca, igualmente, la presencia de Q normativo no implica que exista cuarzo en la roca.
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La Tabla 3·5 siguiente muestra las normas de un grupo seleccionado de rocas volcánicas.

Tabla 3-5. Mineralogía normativa de rocas volcánicas seleccionadas


Normas Th-oliv Th-sat Th-cuarc Basanita Basalto alc. Fonolita Nefelinita Riolita
Q ------- ------- 4.2 ------- ------ ------ ------ 33.1
c ------ ------ ------ ------ ------ ------ ------ 0.8
or 3.0 2.8 4.9 5.4 3.6 31.1 ------ 19.0
ab 18.0 19.1 23.8 8.1 24.3 35.6 ------ 36.3
an 23.9 24.1 22.0 17.4 27.7 ----- 8.7 7.6
ne ------ ------ ------ 12.8 1.9 15.6 20.1 ------
lc ------ ------ ------ 1.1 ------ ------ ------ ------
ns ------ ------ ------ ------ ------ 3.5 ------ ------
ac ------ ------ ------ ------ ------ 6.0 ------ ------
di 22.7 20.2 16.7 29.4 17.5 3.4 23.3 ------
hy 18.7 25.2 17.7 ------ ------- ----- ------ 1.3
ol 6.2 ------ ------ 12.1 16.2 3.1 25.7
mt 2.2 3.4 2.7 3.6 3.5 8.8 1.3
il 4.9 4.7 7.1 8.2 4.6 1.6 5.7 0.5
ap 0.6 0.6 1.0 1.9 0.8 0.2 2.7 0.1
NORMAS C.I.P.W.: Q: cuarzo; c: corindón; or: ortosa; ab: albita; an: anortita; ne: nefelina; lc: leucita; ns: Na2SiO3 ; ac: acmita o
egirina NaFe(Si2O6); di: diópsido; hy: hipersteno ; ol: Mg-olivino; mt: magnetita; il: ilmenita; ap: apatito.

Las tres primeras son rocas basálticas tholeíticas propiamente dichas, las cuatro siguientes constituyen
rocas alcalinas (altos valores de ne normativa) y la última es sobresaturada (alto valor de Q normativo).
La clasificación más usada para rocas volcánicas basálticas es la de Yoder y Tilley (1962). Consiste de un
tetraedro cuyos vértices son las NORMAS: ne (nefelina), ol (olivino), di (diópsido) y Q (cuarzo) (Fig. 3-3). Otros
minerales normativos contenidos en el diagrama se obtienen combinando químicamente tres de los anteriores:
pl (albita o plagioclasa = ne + Q), hy (hipersteno u opx = ol + Q) (Figs. 3-5 y 3-6). El tetraedro ha sido
subdividido verticalmente en tres sectores por los planos ol-di-pl y di-hy-pl.

Fig. 3-3. Tetraedro normativo de Yoder y Tilley para discriminar entre basaltos alcalinos y tholeítas. Los magmas
que están del lado izquierdo de la barrera termal ol-di-pl contienen nefelina normativa y fraccionan hacia
composiciones cada vez más alcalinas, como traquitas y fonolitas, con ne normativa. Los magmas que están del
lado derecho de la barrera termal fraccionan atravesando el plano de saturación hacia composiciones cada vez más
silíceas, como andesita o dacita, con alto Q normativo.
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El plano hy-di-pl es el plano de saturación en SiO2 (sombreado claro), que separa las tholeítas
subsaturadas (a la izquierda) de las sobresaturadas (a la derecha); si una roca yace sobre este plano es una
tholeíta saturada. El plano ol-di-pl representa una barrera termal, por lo que los fundidos que se hallan a un
lado del mismo no pueden originar diferenciados que se hallen al otro lado, es como una especie de “divisoria
de aguas” termal, imposible de pasar, al menos a bajas presiones, como ocurre en las rocas volcánicas. La
existencia de estos planos se debe al comportamiento de los minerales durante la cristalización del magma,
ejemplificada en los diagramas de fases, que serán tratados en un Tema posterior. Dicho sea de paso, los
experimentos con fundidos de composición silicatada realizados por Bowen y sus colaboradores hace más de
100 años sentaron las bases para todos los diagramas de fases involucrados en este tetraedro y en las
conocidas series de cristalización. Sin embargo las series de Bowen son series calco-alcalinas, las series
tholeíticas fueron descritas por otro investigador, Fenner. De acuerdo a éste las tholeítas oliviníferas (Th-Ol)
fraccionan precipitando olivino y Ca-plagioclasa, dando lugar a líquidos residuales más silíceos, como tholeíta
saturada o cuarcífera. Los basaltos alcalinos fraccionan precipitando olivino y clinopiroxeno, dando lugar a
líquidos cada vez más subsaturados y alcalinos, como fonolitas y nefelinitas. Es evidente que el esquema
puede reducirse a un diagrama triangular equivalente a la base del tetraedro, puesto que todas estas rocas
tienen di normativo y éste no ayuda a discriminarlas. Dicho triángulo se muestra a continuación (Fig. 3-4):

Fig. 3-4. Triángulo normativo ne-ol-Q que representa la base del tetraedro normativo de Yoder y Tilley. La recta
vertical gruesa ol-pl representa a la barrera termal, mientras que la recta fina inclinada hy-pl representa el plano de
saturación. Los basaltos alcalinos se hallan del lado izquierdo de la barrera termal, las tholeítas, a la derecha. Todas
estas rocas contienen cpx normativo, por lo cual esta norma no se utiliza para discriminarlas o clasificarlas. Las
flechas muestran las trayectorias de fraccionamiento de ambos tipos de basaltos; el límite ol-pl es una barrera
termal y no puede ser cruzado durante el fraccionamiento. Se señala la posición aproximada de varios tipos
litológicos volcánicos.
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Fig. 3-5. Diagrama de fases binario del sistema incongruente Forsterita-Sílice, a P =1 bar. Este representa el lado ol-
Q del tetraedro normativo, donde el ortopiroxeno (hy) se forma por la reacción peritéctica: Ol + SiO2 = En. Los
líquidos a la derecha de En finalizan su cristalización generando rocas subsaturadas con olivino (forsterita), los
líquidos con composición igual a En son saturados y generan rocas saturadas; los líquidos a la izquierda de En
generan rocas sobresaturadas, algunas con sílice libre. Los líquidos que caen en el campo de inmiscibilidad
pueden generar una suite bimodal formada por rocas máficas y félsicas, ambas sobresaturadas en sílice.

Fig. 3-6. Diagrama de fases binario del sistema eutéctico doble Nefelina-Albita-Sílice, a P =1 bar. Este representa el
lado ne-Q del tetraedro normativo, donde la plagioclasa (pl) se forma en la barrera termal B. Los líquidos a la
izquierda de la barrera termal B finalizan su cristalización en el eutéctico E1, generando rocas alcalinas
subsaturadas; los líquidos a la derecha de la barrera termal finalizan su cristalización en el eutéctico E2 generando
rocas sobresaturadas con sílice libre, es decir, graníticas.
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3.5 Clasificaciones químicas de rocas volcánicas

Como se dijo antes las rocas volcánicas son las que más problemas ocasionan para clasificarlas o incluso
identificarlas propiamente. Su naturaleza afanítica, con algunos fenocristales en algunos casos, las hace
proclives a ser clasificadas por su composición química global, expresada en % e.p. de óxidos constituyentes.
Una de las más exitosas ha sido propuesta por Le Maitre (1989), y se basa en los porcentajes e.p. de álcalis vs.
sílice: Na2O + K2O vs. SiO2 (Fig. 3-7).

Fig. 3-7. Clasifición de Le Maitre et al. (1989) de las rocas volcánicas, indicando las series ígneas principales.

Algunos nombres de esta clasificación se hallan en los triángulos A-P-Q volcánicos y son bastante
familiares, pero Le Maitre et al. (1989) introdujeron nuevos términos para designar rocas alcalinas básicas a
ácidas utilizando el prefijo traqui-, que indica una abundancia particular en feldespato alcalino y plagioclasa
sódica. Un picro-basalto o picrita es una roca de aspecto basáltico pero que contiene numerosos fenocristales
de olivino. Las riolitas peralcalinas contienen minerales algo exóticos, como anfíboles y piroxenos alcalinos y la
rara enigmatita. Claro está, existen muchas otras rocas volcánicas que no aparecen en este diagrama.

Comentarios finales

Es posible deducir de lo antes expuesto que, si bien la gran mayoría de rocas plutónicas pueden a menudo
ser clasificadas sin ambigüedades, no sucede lo mismo con las volcánicas. La imposibilidad de establecer
precisos porcentajes modales en éstas hace su clasificación muy complicada. Según el criterio utilizado una
roca con nombre raíz A-P-Q de ANDESITA, puede ser una tholeíta cuarcífera según el tetraedro normativo, una
roca intermedia según la clasificación por contenido de SiO2 total y una roca saturada, según el criterio de
saturación en SiO2. En las rocas alcalinas el esquema es aun más complejo, aparecen términos ambiguos o
intermedios, como traquibasalto o traquiandesita, y otros nombres no incluidos en los triángulos A-P-Q/F, como,
hawaiita, mugearita, tristanita y benmoreita, entre otros. Estas rocas provienen del fraccionamiento de basaltos
alcalinos, pero algunas de ellas, como traquibasalto o traquiandesita, mantienen un alto porcentaje de minerales
máficos, que coexiste con plagioclasas demasiado sódicas y hasta feldespato potásico, siendo consideradas
intermedias entre los verdaderos basaltos o andesitas y las traquitas. Estas series complejas serán tratadas con
detalle en el Tema 6, más adelante.
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Más difícil aún resulta la clasificación de rocas ígneas que han sufrido metamorfismo o metasomatismo,
que, por desgracia, son bastante comunes en Venezuela. En éstas la mineralogía es totalmente anómala: los
minerales máficos han sido alterados a sus equivalentes hidratados de baja temperatura, como clorita, epídoto,
serpentina, talco, zeolitas, actinolita, biotita, prehnita, pumpellita, estilpnomelana, etc., y la plagioclasa ha sido
invariablemente descalcificada a albita casi pura acompañada por epídoto, sericita, calcita o clorita (proceso de
saussuritización). Por lo tanto su clasificación requiere de un trabajo algo imaginativo, que consiste en tratar de
“reconstruir” la roca como era antes de su alteración. Sólo así se podrá tener un estimado de qué proporciones
y cuáles plagioclasa o minerales máficos contenía, para asignarle un nombre según alguno de los criterios
empleados. Los criterios químicos antes expuestos no pueden aplicarse exitosamente en rocas fuertemente
alteradas, puesto que se basan en el contenido de elementos mayoritarios, que puede cambiar notablemente en
el curso de una actividad metasomática o hidrotermal. Para estos casos han sido propuestos diagramas de
clasificación basados en las proporciones de elementos traza inmóviles presentes (Nb, Y, Zr, Hf, La, Ba, Ti, Cr,
Ni, etc.) que no varían apreciablemente durante los procesos de alteración o metamorfismo de bajas
temperaturas. Este importante tópico será tratado al final del Tema 10.

3.5 Texturas de las rocas ígneas


Las rocas ígneas exhiben una gran variedad de texturas. Estas reflejan las condiciones de cristalización del
magma, tanto en el interior de la corteza como sobre su superficie. Las rocas plutónicas se caracterizan por una
granulometría visible a simple vista o con lupa de 10X (textura FANERÍTICA); las rocas volcánicas contienen,
además de algunos cristales visibles a simple vista (fenocristales o pórfidos), una matriz no discernible a simple
vista, sino al microscopio; a veces, es tan fina que no se pueden identificar sus constituyentes ni con gran
aumento: textura AFANÍTICA. A menudo, parte o toda la matriz afanítica de las rocas volcánicas está formada por
vidrio, es decir, ni siquiera tiene cristales minerales. Es evidente que las rocas volcánicas son las que exhiben el
mayor número y variedad de texturas. En esta guía se incluyen texturas visibles a simple vista o con lupa. O al
microscopio, en sección fina. Debido a su diferente modo de origen y emplazamiento las rocas ígneas exhiben
un gran número de texturas, algunas de ellas muy distintivas y que indican claramente la historia de
cristalización o solidificación del magma. Por motivos obvios las texturas de las rocas volcánicas e hipoabisales
son marcadamente diferentes a las de las rocas plutónicas, de modo que se tratarán por separado. Las rocas
ígneas se clasifican texturalmente de acuerdo a su: granulometría, composición, granularidad y fábrica.

1. Granulometría o tamaño de grano

FANERITICA: granos o cristales visibles a simple vista o con lupa de 10x. Característica de las rocas plutónicas
e hipoabisales. Se nombran de acuerdo a su tamaño de grano promedio como sigue:

Grano muy grueso: > 30 mm (pegmatítica)


Grano grueso: 5 - 30 mm
Grano medio: 1 - 5 mm
Grano fino: < 1 mm a afanítica

AFANITICA: granos o cristales sólo visibles al microscopio. Característica de la matriz de las rocas volcánicas y
pórfidos subvolcánicos.

2. Composición

Se refiere a la presencia o no de material vítreo en la roca. Las plutónicas son siempre HOLOCRISTALINAS,
pues carecen de vidrio volcánico, las volcánicas pueden pertenecer a cualquiera de las tres clases
composicionales listadas aquí abajo:

HOLOCRISTALINA: roca formada en un 100% por minerales cristalizados.


HIPOCRISTALINA: roca formada por minerales y vidrio volcánico.
HOLOHIALINA: roca formada por vidrio volcánico con escasos microcristales.
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3. Granularidad

Se refiere a la variación en el tamaño de grano de las rocas:

* Equigranular: cuando la roca muestra una distribución restringida de tamaño de grano en muestra de
mano. Se clasifica de acuerdo a su fábrica (ver 4).
* Inequigranular: cuando la roca muestra grandes variaciones de tamaño de grano en muestra de mano.
Puede ser,
SERIADA: cuando el tamaño de grano varía de un mínimo a un máximo, estando presentes todos los
valores intermedios de tamaño.
PORFÍDICA: cuando el tamaño de grano de la roca tiene distribución bimodal, se hallan grandes cristales
(FENOCRISTALES) embebidos en una trama de cristales pequeños, microscópicos o vidrio (MATRIZ).

4. Fábrica

Según el grado de euhedralidad o de perfección exhibido por sus cristales, una roca equigranular se puede
clasificar como:
Idiomórfica: con la mayoría de los cristales euhedrales, algunos subhedrales
Hipidiomórfica: con la mayoría de los cristales subhedrales, algunos pueden ser euhedrales o
anhedrales.
Xenomórfica: con la mayoría de los cristales anhedrales, pocos subhedrales euhedrales.

3.5.1 Otras texturas de las rocas plutónicas e hipoabisales

Las más características texturas de las rocas plutónicas e hipoabisales son su GRANULARIDAD fanerítica y su
COMPOSICIÓN holocristalina, donde el lento enfriamiento no permite la existencia de material vítreo, sino solo de
cristales minerales, más o menos bien formados. Entre las texturas más frecuentes de las rocas plutónicas e
hipoabisales se encuentran:

Texturas intergranulares

GRANÍTICA: es la típica textura fanerítica de las rocas graníticas, ricas en cuarzo y feldespatos. El tamaño de
grano es bastante uniforme y los cristales no muestran ninguna orientación preferencial, siendo mayormente
subhedrales a anhedrales. Son rocas de tamaño de grano medio a grueso con índices de color inferiores al 35%
debidos generalmente a hornblenda y/o biotita.
GABROIDE: es la típica textura de las rocas gabroides. Superficialmente se parece a la granítica, pero es
evidente la ausencia casi total o total de cuarzo y feldespatos alcalinos y la gran preponderancia de plagioclasa
cálcica rodeada de granos de minerales máficos, como piroxenos y olivino. Los cristales máficos exhiben un
hábito subhedral y a menudo parecen haber tenido sobrecrecimientos que han borrado sus contornos iniciales.
También tiene un tamaño de grano uniforme y granulometría de media a gruesa.
GRÁFICA, GRANOFÍRICA Y MICROGRÁFICA: consisten de intercrecimientos de cuarzo y feldespato alcalino, donde el
cuarzo se destaca oscuro sobre el feldespato blanquecino o rosado, asemejándose a caracteres de escritura
cuneiforme. Es típica de las pegmatitas graníticas. Las texturas granofírica y micrográfica son similares, pero se
observan sólo a nivel microscópico. La textura MIRMEQUÍTICA es similar en aspecto, pero ocurre entre
plagioclasa y cuarzo, y su origen es post-magmático y, posiblemente, hasta metamórfico o metasomático.
PORFÍDICA: textura que consiste de cristales de tamaño grueso a medio, embebidos en una matriz fanerítica de
gano fino a medio. Los cristales grandes o fenocristales se formaron presumiblemente cuando la cámara
magmática se hallaba en condiciones “plutónicas”, donde el enfriamiento fue lento; luego el magma con sus
cristales en suspensión fue llevado a niveles hipoabisales o subvolcánicos donde cristalizó algo más
rápidamente, formando una matriz con un a un tamaño de grano algo menor. Las rocas plutónicas con esta
textura exhiben una distribución marcadamente bimodal de tamaño de grano y se denominan PÓRFIDOS
HIPOABISALES.
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POIQUILÍTICA: los minerales de las rocas ígneas frecuentemente presentan intercrecimientos en varias escalas
de tamaño. Textura poiquilítica es un término general que se aplica cuando una o varias especies minerales
puede estar parcial o totalmente rodeada por otra especie mineral. Debido a las complicaciones de nucleación y
crecimiento de cada especie mineral, no siempre es posible decir que el mineral rodeado fue el primero en
cristalizar y el otro le siguió luego. A veces la interpenetración se produce por crecimiento conjunto de ambas
especies minerales. Los cristales pequeños se denominan chadacristales, y están rodeados o englobados por
cristales grandes llamados oikocristales.

OFÍTICA Y SUBOFÍTICA: es un tipo de textura poiquilítica característica de rocas de composición gabroide


denominadas diabasas. Consiste de tabletas de plagioclasa cálcica rodeadas total o parcialmente por grandes
granos anhedrales de piroxeno. Se forma cuando magmas basálticos cristalizan a profundidades relativamente
someras en el interior de la corteza (4-7 km). En estas condiciones la tasa de nucleación de la plagioclasa es
muy alta, mientras que la del piroxeno es muy baja; al mismo tiempo que la tasa de crecimiento del piroxeno es
muy elevada y la de la plagioclasa es muy baja. Por ende muchos núcleos de plagioclasa originan una multitud
de pequeños cristales tabulares o listoneados, mientras que pocos núcleos de piroxeno crecen
desmesuradamente, englobando total o parcialmente a los cristalitos de plagioclasa formados.

KELIFÍTICA: consiste de bordes de reacción que forman conchas una dentro de otra alrededor de cristales
máficos subsaturados en sílice, como olivino o espinela, rodeados por plagioclasa. Los productos de reacción
son variados y dependen del mineral. Se asemeja a la textura de corona de las rocas metamórficas, pero no es
producto del metamorfismo sino de reacciones poscristalización dentro de rocas ígneas, generalmente
gabroides.

DE CÚMULO O CUMULATIVAS: texturas debidas al asentamiento de cristales de alta densidad en el fondo de


cámaras magmáticas basálticas o alcalinas, formadas por un magma muy fluido. Las texturas de cúmulo
incluyen una gran variedad. Las más fáciles de identificar son aquellas formadas por una sola fase cumulus de
cristales asentados de olivino, piroxeno o plagioclasa cálcica, los cuales estuvieron rodeados por un líquido
magmático intergranular. Este líquido a su vez cristalizó una matriz o fase intercumulus, formada por varios
minerales, incluyendo piroxenos, plagioclasa y magnetita, entre otros. El líquido intercumulus puede o no formar
sobrecrecimientos alrededor de los cristales cumulus o cristalizar minerales en los intersticios disponibles. De
este modo se conoce una gama completa de texturas de cúmulo:
 Ortocumulados: la fase cumulus no presenta sobrecrecimientos, la fase intercumulus contiene una
mineralogía diferente a la fase cumulus y rellena los espacios porosos dejados por ésta.
 Mesocumulados: la fase cumulus presenta moderados sobrecrecimientos subhedrales parciales. La fase
intercumulus ocupa menor volumen y tiene una mineralogía que puede incluir la misma fase cumulus.
 Adcumulados: la fase cumulus presenta muy gruesos sobrecrecimientos, que conllevan a una textura
poligonalizada con bordes rectos a subhedrales donde los cristales no están zonados. La fase intercumulus
es muy minoritaria y contiene, muy parcialmente la mineralogía cumulus.

Las rocas gabroides, como norita, troctolita, gabro, gabronorita y anortosita exhiben frecuentemente estos
tipos de textura. También las rocas ultramáficas como peridotitas, dunitas y piroxenitas suelen ser cumulados.
Algunas rocas nefelínicas, en complejos anulares, también parecen ser cumulados, pero prácticamente se
desconocen en rocas graníticas, debido a la elevada viscosidad de los magmas sobresaturados en sílice. Las
rocas plutónicas ofiolíticas y lopolíticas son, casi en totalidad, rocas cumulativas, formadas por el asentamiento
gravitatorio de cristales de olivino, cromita, piroxenos y plagioclasa en el fondo de enormes cámaras
magmáticas, de proporciones realmente oceánicas, donde el proceso de cristalización ígnea tenía cierta
similitud con un proceso sedimentario turbidítico. En efecto, en estos “mares” subterráneos de magma basáltico
(o alcalino) muy fluido, existieron corrientes de convección globales y hasta corrientes de turbidez, pues el piso
de la cámara magmática era como una especie de talud inclinado, similar al talud continental. Son frecuentes en
los cumulados estructuras típicamente turbidíticas, como estratificaciones gradada, y cruzada, estructuras de
corte y relleno, y hasta discordancias angulares. Es un proceso ígneo-sedimentario, la diferencia con la
sedimentación oceánica radica en que éste ocurre a varios km dentro de la corteza y que el magma es un fluido
que se halla a más de 1.000.1.100ºC. Otros cumulados, sobre todo en anortositas y rocas alcalinas parecen
haber sido producidos por un fenómeno contrario, en vez de asentamiento de cristales más densos que el
magma, se produjo flotación de cristales menos densos que éste, sin embargo sus texturas se asemejan a las
de cúmulo.
18

ORBICULAR: cuando aparecen agregados esferoidales centimétricos de cristales aciculares radiados, rodeados
por una matriz de cristales no-orientados generalmente equigranular. Su origen es muy controversial, pero
parece deberse a la incompleta asimilación de xenolitos por el magma. Es frecuente en rocas dioríticas o
gabroides.

TRAQUITOIDE: cuando la roca se compone de cristales tabulares o columnares milimétricos a centimétricos de


feldespato alcalino en disposición subparalela. Es típica de rocas alcalinas hipoabisales como las sienitas, tanto
cuarcíferas como nefelínicas.

Texturas intragranulares

ZONACIÓN: cuando cristales pertenecientes a series isomorfas de solución sólida muestran cambios
composicionales desde su centro hacia sus bordes. Es típica de los feldespatos, clinopiroxenos y olivino.
También se observa en los fenocristales de las rocas volcánicas en patrones repetitivos, denominándose
zonación oscilatoria. Es difícil de observar en muestra de mano o a simple vista, a menos que los cristales sean
muy grandes (megacristales en rocas volcánicas).

EXSOLUCIONES: ocurren en minerales que forman solución sólida limitada. Una fase que antes se hallaba dentro
de una fase homogénea se escinde en dos fases en equilibrio generalmente debido al descenso en la
temperatura. Es un fenómeno subsolidus, es decir, ocurre en cristales ya solidificados, y por supuesto es
bastante lento. Puede ocurrir en feldespatos, plagioclasas, piroxenos y anfíboles, y también en óxidos o sulfuros
metálicos. Las siguientes son texturas de exsolución típicas de feldespatos:

PERTÍTICA Y ANTIPERTÍTICA: son texturas de exsolución en feldespatos alcalinos, visibles sólo en cristales de
feldespato muy grandes (en pegmatitas) o al microscopio. El catión en solución sólida limitad que produce
esta textura es el K, que es mucho más grande que el Na. En la textura PERTÍTICA el feldespato alcalino es el
cristal huésped mayoritario que contiene lamelas de exsolución con variada morfología: filiformes, en forma
de llamas, de parches, de gotas, etc., de plagioclasa albítica, a menudo mostrando maclado polisintético, el
Na+ es exsuelto formando lamelas de composición albítica en un feldespato mayormente potásico. Es una
textura muy frecuente en rocas graníticas. En la textura ANTIPERTÍTICA la plagioclasa intermedia es el cristal
huésped que contiene exsoluciones en parches de feldespato alcalino, siendo el K+ exsuelto en forma de
gotas o manchones dentro de cristales de plagioclasa. Cuando ambos feldespatos están en cantidades
subiguales la textura es MESOPERTÍTICA. Estas dos últimas texturas son características de las rocas
charnockíticas.
EXSOLUCIÓNES EN MÁFICOS: es común en rocas gabroides o piroxeníticas que se formen lamelas de
exsolución de ortopiroxeno en clinopiroxeno, y viceversa. También puede suceder entre orto y clinoanfíboles.
El catión en solución sólida limitada que produce el fenómeno es el Ca2+, que comparado con (Mg, Fe2+) es
un ion mucho más grande. También el rutilo o la titanita pueden ser exsueltos en cristales de biotita, debido
a la diferente valencia entre Ti4+ y (Mg,Fe2+). El rutilo forma a menudo patrones aciculares hexagonales
dentro de las hojuelas de biotita: TEXTURA SAGENÍTICA.

TEXTURAS RAPAKIVI: son una combinación de un tipo de textura porfídica particular con fenómenos de
exsolución en feldespatos alcalinos ternarios, es decir, potásicos, pero con cantidades importantes de Na+ y
Ca2+ en solución sólida limitada. Es característica de las rocas graníticas homónimas. Los granitos rapakivi
son rocas generalmente de edad Proterozoico que se hallan en todos los escudos precámbricos del mundo,
formando enormes plutones de forma tabular o fungiforme, de tamaño batolítico, pero con un origen
enteramente diferente al de los batotilos orogénicos. La textura consiste en muy grandes (2-15 cm de
diámetro, promedio 3 cm) cristales de forma ovoidal de feldespato K (microlicno), rodeados por finas
conchas (de 1-2 mm de espesor) de plagioclasa sódica de color blanquecino, que en cortes de roca se ven
como anillos concéntricos: textura de wiborgita. En algunos ovoides se notan varios anillos intermediarios
de plagioclasa entre el núcleo feldespático y el borde externo de los mismos, y otros carecen de la concha
de oligoclasa. Anteriormente se pensaba que el feldespato cristalizaba primero y la plagioclasa utilizaba los
cristales de feldespato como núcleos de crecimiento, pero estudios recientes con cátodoluminiscencia
probaron que la plagioclasa sódica fue exsuelta radialmente desde cristales huésped formados a alta
temperatura y que originalmente contenían un alto porcentaje de Na+ y algo de Ca2+ en solución sólida:
feldespato ternario. El porqué estas exsoluciones pertíticas migraron hacia la periferia de los cristales no
está claro todavía, pero se aboga por una alta presión parcial de HF que promovió la migración iónica del
19

Na+ y el Ca2+ hacia la periferia del cristal en un sistema altamente fluidizado, pero subsolidus. Con una
ulterior disminución de temperatura, se produjo una nueva exsolución de feldespato albítico que quedó
atrapado en la parte interior de la concha de oligoclasa, formando parches discontinuos. En algunos cristales
la migración de Ca y Na durante el proceso de exsolución llevó a estos iones fuera de los ovoides,
cristalizando plagioclasa en la matriz que los rodea: textura de pyterlita. En efecto, los granitos rapakivi
generalmente contienen fluorita (CaF2) y fluor-apatito como minerales accesorios, corroborando la presencia
de altos porcentajes de HF en el magma inicial. Los granitos rapakivi al meteorizar dejan sueltos sus ovoides
de feldespato y forman una grava de cantos redondeados, que recibió el nombre de “rapakivi”, en Finlandia,
donde fueron descritas estas rocas por primera vez. La textura ANTI-RAPAKIVI también existe en estas rocas,
consiste de fenocristales ovoidales a tabulares de plagioclasa sódica rodeados por conchas de feldespato
alcalino. Ejemplos de estas texturas son exhibidos por el Granito rapakivi del Parguaza, un gran plutón
mesoproterozoico de tamaño batolítico, expuesto extensamente en el NO de los estados Bolívar y
Amazonas, con un área de afloramiento de más de 10.000 km 2.

3.5.1 Texturas de las rocas volcánicas y subvolcánicas

La gran variedad existente de rocas volcánicas, así como los distintos materiales cristalinos o hialinos que
las componen, permite clasificar sus texturas bajo varios criterios distintos, a saber: según su granulometría,
según la naturaleza de la matriz afanítica, o debido a la presencia de volátiles en el magma original.

Según su granulometría
AFÍRICA: la exhiben rocas volcánicas que presentan muy pocos o ningún fenocristal. La gran mayoría de los
basaltos son rocas afíricas.
PORFÍDICA: la textura porfídica o porfirítica en rocas volcánicas consiste también de FENOCRISTALES de tamaño
grueso a medio, embebidos en una MATRIZ. Empero, en las rocas volcánicas la matriz es afanítica o vítrea. Los
cristales grandes o fenocristales se formaron presumiblemente cuando al cámara magmática se hallaba en
condiciones hipoabisales, donde el enfriamiento era lento; luego el magma con sus cristales en suspensión fue
llevado a niveles subvolcánicos o superficiales, donde cristalizó mucho más rápidamente, formando una matriz
con un tamaño de grano muy fino, o hasta vítrea, si la solidificación fue muy violenta. Las rocas volcánicas con
esta textura exhiben una distribución bimodal marcada de tamaño de grano y constituyen lavas porfídicas o
pórfidos subvolcánicos.
PORFÍDICA SERIADA: tipo de textura porfídica en la que los fenocristales muestran una variación continua de
tamaño, desde grandes megacristales, pasando por fenocristales normales, hasta microfenocristales, estando
todos ellos embebidos en una matriz afanítica de tamaño de grano menor al de los últimos, o incluso vítrea.
GLOMEROPORFÍDICA: es un tipo de textura porfídica en la que los fenocristales aparecen agrupados, formado a
menudo “patas de gallina”. Se debe al flujo de la lava, que concentra los fenocristales hacia el interior de las
coladas, aglomerándolos. Es característica de las andesitas y de basaltos porfídicos.
PANIDIOMÓRFICA: la exhiben rocas que contienen una gran proporción de fenocristales grandes y euhedrales de
minerales máficos, como olivino, biotita, flogopita, hornblenda (u otros anfíboles más raros, como katoforita), Ti-
clinopiroxeno o melilita, embebidos en una matriz parcialmente vítrea, con microlitos de feldespatos o foides. Es
característica de los lamprofiros, que son rocas volcánicas o subvolcánicas que forman diques radiales o
paralelos asociados a otros cuerpos ígneos, generalmente alcalinos o máfico-alcalinos.
SPINIFEX: la exhiben rocas komatíticas que cristalizaron a partir de magmas de muy alta temperatura (1500-
1600°C) que sufrieron sobrenfriamiento en contacto con agua marina fría. Consiste en cristales alargados y
esqueletales de olivino o clinopiroxeno formando agregados radiales en una matriz de clinopiroxeno con casi
nada de minerales félsicos. En algunos flujos komatíticos se han reportado cristales de hasta 15 cm de largo,
pero lo normal es que alcancen 0,5-1 cm. Recibe su nombre de una hierba que forma filamentos radiales que
crece en el SO de Australia, una región donde abundan las rocas komatíticas arqueanas. La komatitas están
casi siempre metamorfizadas o han sufrido alteración hidrotermal submarina, de modo que el olivino está
sustituido por mezclas de serpentina, clorita o talco, de acuerdo a la temperatura a la que sufrió la alteración
metasomática o metamórfica.
20

Según la naturaleza de la matriz:


Rocas holocristalinas: su matriz es afanítica, pero formada por cristales minerales muy menudos o microlitos.
Dicha matriz puede presentar las siguientes texturas:
TRAQUÍTICA: la matriz está formada por microlitos tabulares o listoneados de feldespato K o plagioclasa en
disposición subparalela y dispuestos en torno a los fenocristales, en un patrón que evidencia el flujo de la lava.
Es corriente en las traquitas y fonolitas.
PILOTÁXICA: similar a la anterior pero con bandeamiento fluidal menos marcado que en la textura traquítica.
AFIELTRADA: matriz formada por microlitos de feldespato no-orientados. Corriente en basaltos, andesitas y
latitas.
Rocas hipocristalinas: su matriz es afanítica, pero formada en parte por cristales minerales muy menudos y en
parte por vidrio volcánico.
VITROFÍDICA: matriz vítrea que rodea a los fenocristales. El vidrio solo se preserva en rocas volcánicas jóvenes,
normalmente se halla desvitrificado formando microlitos, esferulitos u ópalo, dependiendo de su composición.
HIALOPÍTICA: matriz formada por microlitos de feldespato embebidos en vidrio volcánico. En corriente en riolitas
y dacitas.
INTERGRANULAR: matriz formada por microlitos de feldespato con granos de máficos, generalmente piroxenos,
carente de material vítreo.
INTERSERTAL O INTERSTICIAL: matriz formada por microlitos de feldespato, con vidrio subordinado que aparece en
intersiticios de formas triangulares a cuneiformes entre los microlitos de feldespato. En muy característica de los
basaltos.

Rocas holohialinas: su matriz es afanítica, formada totalmente por vidrio volcánico. Hay rocas formadas
enteramente por vidrio, como obsidiana y taquilita (riolita y basalto vítreos, respectivamente)
En las rocas holohialinas, debido al proceso de desvitrificación causado por la hidratación o la diagénesis
somera, se comienzan a formar cristales muy pequeños de minerales, que según sus características ópticas y
tamaño de grano se denominan como sigue:
 cristalitos: cristales incipientes, muy menudos, a apenas visibles con lupa de 10X.
 microlitos: cristales microscópicos de forma acicular.
 esferulitos: agregados radiales centimétricos de cristales aciculares embebidos en una pasta vítrea. Es
característica de la cristobalita, formada por desvitrificación del vidrio riolítico u obsidiana.
PERLÍTICA: cuando el vidrio volcánico contiene fracturas o microfracturas curvadas y concéntricas, causadas por
una expansión desigual debida a su hidratación posterior. Es común en las obsidianas de edad Terciario.
VARIOLÍTICA: se observa en basaltos almohadillados alterados por metamorfismo de piso oceánico. La matriz se
nota desvitrificada y compuesta mayormente por listoncitos de albita radiales, y contiene minerales máficos
hidratados a clorita, actinolita, pumpellita, leucoxeno, y olivino serpentinizado. Son frecuentes amígdalas
rellenas de clorita, calcita, epídoto, y otros minerales secundarios. Es típica de las rocas llamadas espilitas.
EUTAXÍTICA: matriz vítrea desvitrificada, que posee un bandeamiento fluidal. Muy frecuente en riolitas.

Según la presencia de volátiles en el magma:

Los gases magmáticos o volátiles se hallan disueltos a presión dentro del fluido magmático mientras que éste
se halla a cierta profundidad. Al ascender hacia la superficie, el magma sufre despresurización y esos gases
son liberados, a veces violentamente en explosiones espectaculares, a veces algo más gradualmente. En este
último caso se producen rocas de lava llenas de burbujas de gas o vesículas, de aspecto esponjoso o poroso, y
con una densidad tan baja que a veces pueden flotar en el agua, como ocurre con la pumita o piedra pómez. De
acuerdo a esto se conocen las texturas:
VESICULAR: cuando la roca contiene cavidades esferoidales llenas de gas o aire. La piedra pómez o pumita es
un vidrio riolítico vesicular que flota en el agua. Las vesículas pueden tener de pocos mm a varios cm o decenas
de cm de diámetro. Pueden estar presentes tanto en lavas máficas como en intermedias a félsicas.
21

AMIGDALOIDE: cuando un flujo de lava vesicular es soterrado debajo de otros flujos lávicos o de sedimentos,
sufre actividad hidrotermal, diagénesis o metamorfismo de muy bajo grado, y las vesículas se rellenan
radialmente, a manera de geodas, con cristales de minerales secundarios, a veces de gran belleza. Las
amígdalas generalmente se forman en rocas basálticas tholeíticas o alcalinas y están rellenas con toda suerte
de minerales hermosamente cristalizados, con hábitos aciculares o radiales, ente los que se incluyen: las más
variadas zeolitas (natrolita, estilbita, chabazita, analcima, thompsonita, escolecita, laumontita), filosilicatos como
prehnita, apofilita y otros similares, además de cuarzo en variedades coloreadas como citrino, hematoideo o
amatista, calcita en varios colores y hábitos (incluyendo el famoso Espato de Islandia, incoloro, transparente y
sin imperfecciones), epídoto-clinozoisita, y hasta cobre nativo. Son famosas por su belleza las amígdalas de las
mesetas basálticas del Paraná (cuarzo amatista o citrino en enormes geodas de hasta 3 m de diámetro, junto
con calcita, apofilita y natrolita) y las de la meseta del Deccan (NW de la India), con estupendas cristalizaciones
de apofilita verde, prehnita, estilbita rosada, otros minerales secundarios de hábito capilar o acicular y enormes
cristales de powellita (CaMoO4), de color amarillo canario. Las amígdalas de los basaltos de Keweenawan, en
Michigan, contenían masas de cobre y plata nativas con zeolitas que pesaban varias decenas de tm.

A continuación, para mayor claridad, se presenta un Atlas petrográfico de texturas ígneas vistas al
microscopio.
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ATLAS PETROGRÁFICO DE TEXTURAS ÍGNEAS

(a) (b) (c)

a) TEXTURA FANERÍTICA GRANULAR en granodiorita del condado Mono, California. Diam. 3 mm. Cristales
euhedrales y subhedrales de hornblenda verde (con clivaje rómbico) y biotita marrón, la última con menudas
inclusiones de apatito y alterada a titanita. Plagioclasa subhedral con maclado polisintético y cristales
anhedrales de ortosa parcialmente alterada., con parches de cuarzo incoloro anhedral.
b) TEXTURA PORFÍDICA PANIDIOMÓRFICA en lamprofiro biotítico, Boundary Butte, Reservación Navajo en Utah,
USA. Diam. 2 mm. Prismas euhedrales de diópsido y hojuelas de biotita zonada (más oscura) en una matriz de
microlitos de sanidina alterada, opacos y calcita.
c) TEXTURA XENOMÓRFICA GRANULAR en una aplita granítica. Cerca de Wellington, Nevada. Diam. 3 mm. Granos
anhedrales interpenetrados de cuarzo, microclino y albita, con hornblenda y magnetita accesorias.

(d) (e) (f)


d) TEXTURA POIQUILÍTICA en peridotita hornbléndica. Odenwald, Alemania. Diam. 3 mm. Un solo cristal de
hornblenda engloba granos redondeados de olivino serpentinizado y oxidado, y prismas subhedrales de
diópsido (incoloro y con clivaje marcado).
e) TEXTURA OFÍTICA en basalto. Kauai, islas Hawai, USA. Diam. 3 mm. Tabletas grandes de pigeonita que
rodean parcialmente a listoncitos de labradorita incolora, y granos de olivino oxidados en los bordes.
f) TEXTURA SUBOFÍTICA en basalto. Lago Medicine, California, USA. Diam. 2 mm. Cristales de augita
parcialmente rodeando algunos microlitos de plagioclasa incoloros y parcialmente intersticiales entre ellos. Un
fenocristal grande euhedral (borde izquierdo) y muchos microfenocristales de olivino dispersos.
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(h) (i) (j)

h) TEXTURA MICROGRÁFICA O GRANOFÍRICA en un granofiro. Rosskopft, montes Vosgos, Alemania. Diam. 2 mm.
Intercrecimientos cuneiformes de cuarzo con ortosa alterada. En la parte inferior hay gránulos de magnetita y
algunas hojuelas de mica de Li.
i) TEXTURA KELIFÍTICA. Quebec, Canadá. Diam. 2 mm. Bordes kelifíticos alrededor de espinela verde (oscura) en
troctolita. En la parte superior la espinela (oscura) está incluida dentro de granate piropo, en la parte inferior la
espinela está rodeada por un borde de antofilita y flogopita, todo el conjunto a su vez está rodeado por un
intrercrecimiento fibroso de tremolita-actinolita. Estos bordes se generaron por reacción entre la espinela y la
labradorita (incolora y con clivaje marcado) que conforma el resto de la sección.
j) TEXTURA KELIFÍTICA. Quebec, Canadá. Diam. 2 mm. Bordes kelifíticos alrededor de olivino en un gabro
olivínico. El olivino está encerrado en una concha radiaxial de hipersteno prismático, que a su vez está rodeado
por una segunda concha formada por actinolita y espinela verde (oscura). El resto de la sección es labradorita
(incolora con clivaje marcado). Esta reacción se produjo entre el olivino y la plagioclasa.

(k) (l) (m)

k) TEXTURA INTERGRANULAR en basalto picrítico. Kilauea, isla Hawai, USA. Diam. 2,5 mm. Fenocristales
corroídos de olivino rodeados de hematita y magnetita (opacas) en una matriz intergranular formada por listones
de plagioclasa y granos intersticiales de augita y pigeonita, sin vidrio.
l) TEXTURA INTERSERTAL en diabasa tholeítica, Northumberland, Inglaterra. Diam. 2 mm. Augita y pigeonita en
intercrecimientos ofíticos, entre ellas hay parches poligonales de vidrio máfico marrón oscuro.
m) TEXTURA HIALOPÍTICA en basalto, Pedregal, México. Diam. 2 mm. Olivino, augita diopsísica verde y listones
de labradorita embebidos en una matriz vítrea oscura y rica en Fe.
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(n) (o) (p)

n) TEXTURA TRAQUÍTICA en traquita. Castillo de Ischia, Italia. Diam. 2 mm. Fenocristales de sanidina y de egirina-
augita amarillo-dorado levemente oxidados en una matriz fluidal de microlitos de sanidina con egirina-augita,
egirina y opacos, intergranulares, con apatito y titanita accesorios. Muchos espacios intergranulares de forma
triangular o poliédrica están ocupados por analcima o sodalita.
o) TEXTURA PILOTÁXICA en andesita hipersténica. Monte Rainier, Washington, USA. Diam. 2 mm. Fenocristales
de hipersteno y labradorita en una matriz de andesina con material intersticial criptocristalino y cristalitos de
augita y opacos. El bandeamiento fluidal es menos pronunciado que en rocas con textura traquítica.
p) TEXTURA HIALOPÍTICA en dacita piroxénica. Weisenberg, norte de Alemania. Diam. 2 mm. Fenocristales de
labradorita junto con microlitos de andesina sódica y largos prismas pequeños de pigeonita orientados al azar
en una matriz de vidrio marrón traslúcido.

(q) (r) (s)

q) PEGMATITA GRANATÍFERA de grano fino. Pala, Califoria, USA. Diam 2 mm. Granate espesartina naranja (con
muy alto relieve), hojuelas de lepidolita con clivaje micáceo, con albita, cuarzo, microclino y un poco de
turmalina trigonal de color azul intenso en la parte inferior.
r) PEGMATITA TURMALINÍFERA. Pala, California. Diam. 2 mm. Grandes cristales prismáticos de turmalina elbaíta
incolora dispersos en una matriz de lepidolita plumosa, albita y cuarzo.
s) PEGMATITA TURMALINIZADA. Cañon Toulumne, parque Yosemite, California. Diam. 2 mm. Gran cristal ditrigonal
de turmalina zonada concéntricamente en matriz granulada de cuarzo fino, microclino deformado, con
muscovita y espesartina accesorias.
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Texturas mesoscópicas en rocas graníticas

Textura rapakivi: fenocristales de feldespato Textura gráfica, en pegmatita granítica.


alcalino centimétricos con formas ovoidales, Intercrecimientos cuneiformes de cuarzo
recubiertos por una o más conchas externas de grisáceo en microclino, que se asemejan a la
oligoclasa blanquecina, en una matriz fanerítica antigua escritura cuneiforme de Babilonia.
de plagioclasa, cuarzo, hornblenda y biotita.

Texturas microscópicas en rocas cuarzo-feldespáticas

(a) (b)

(c) (d)

Texturas de exsolución pertítica: a) Textura pertítica en un cristal de feldespato alcalino con macla de Carlsbad. NX. Las
venillas de pertita son de plagioclasa albítica y se destacan por su color blanco de interferencia en el fondo de feldespato
con color gris de interferencia. La roca es un granito porfídico; b) Exsoluciones pertíticas en parches dentro de un cristal de
microclino con macla en rejilla, que a su vez tienen maclado tipo Albita. La roca es una pegmatita granítica; c) Textura
mesopertítica: cantidades subiguales de feldespato alcalino y plagioclasa. La roca es una sienita charnockítica; d) Textura
antipertítica: exsoluciones en parches de feldespato alcalino en plagioclasa con macla de Carlsbad (parte superior izquierda
de la figura). El feldespato alcalino se ve gris oscuro debido a que su birrefringencia es más baja que la de la plagioclasa,
que se ve blancuzca. La roca es un gabro charnockítico.
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Texturas de cúmulo en rocas gabroides

(a) (b)

(c) (d)
Ortocumulados: a) Condición inicial con cristales asentados en el fondo de la cámara magmática rodeados de líquido
intersticial. b) El líquido ha cristalizado varias fases cumulus rodeando a los cristales cumulus euhedrales iniciales, pero casi
sin reaccionar con ellos. c) Ortocumulado de olivino y plagioclasa (troctolita), las fases cumulus son olivino euhedral y
plagioclasa listoneada, las fases intercumulus son cristales de augita, magnetita y plagioclasa tardía. d) Ortocumulado de
clinopiroxeno y plagioclasa (gabro), las fases cumulus son plagioclasa cálcica y augita euhedrales a subhedrales, las fases
intercumulus son esos mismos minerales, pero rellenando espacios porosos.

(a) (b)

(c) (d)

Otros cumulados: a) Adcumulado: Los cristales cumulus no están zonados tienen sobrecrecimientos que poco a poco
rellenan casi la totalidad de los espacios porosos, quedando poco espacio para fases intercumulus, es frecuente la
poligonalización con numerosos puntos triples; b) Heteradcumulado poiquilítico: los cristales cumulus euhedrales han sido
rodeados por grandes cristales intercumulus sin reaccionar con ellos. c) Adcumulado de plagioclasa: Los cristales cumulus
de plagioclasa tienen sobrecremientos que han llenado por completo los espacios porosos, no están zonados y las fases
intercumulus son muy escasas. NX. La roca es una anortosita; d) Heteradcumulado de plagioclasa: Los cristales cumulus de
plagioclasa muestran poco sobrecrecimiento y el líquido residual ha formado oikocristales de clinopiroxeno que engloban
poquilíticamente a la plagioclasa. NX. Uno de ellos se observa en la parte inferior derecha de la figura. La roca es un
leucogabro.
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Texturas de rocas volcánicas e hipabisales

(a) (b)

(c) (d)
Textura spinifex. a) olivino acicular y esqueletal, con complejos intercrecimientos paralelos. SN. Esta textura se genera por
sobrenfriamiento de estas lavas muy calientes en contacto con agua marina fría abisal. La roca es una metakomatita
peridotítica, donde el olivino ha sido sustituido por serpentina y talco. b) Textura spinifex en metakomatita basáltica, los
cristales aciculares esqueletales de olivino están pseudomorfizados por serpentina, clorita y talco, la matriz es rica en
clinopiroxeno acicular poco alterado; c) Detalle de la anterior, el clinopiroxeno de la matriz forma cristales curvos dendríticos
con aspecto de lirios. Textura ofítica: d) listones de plagioclasa embebidos y rodeados por un gran cristal de clinopiroxeno.
La plagioclasa tuvo una gran capacidad de nucleación, pero no de crecimiento, formó chadacristales; mientras que el
clinopiroxeno tuvo poca capacidad de nucleación y mucha rata de crecimiento, por eso englobó a los cristales de plagioclasa
formando oikocristales. La roca es una diabasa.

(a) (b)
a) Textura vesicular: cavidades vacías V dentro de lava basáltica dejadas por gases que abandonaron el magma al
momento de la erupción. b) Textura amigdaloide: cuando las lavas basálticas se apilan flujo sobre flujo, como en las
grandes mesetas basálticas o volcanes de escudo, las vesículas se rellenan por efecto de circulación de fluidos
hidrotermales de baja temperatura y se denominan amígdalas. Se muestra una amígdala grande rellena de epídoto, calcita y
clorita, y otras más pequeñas rellenas de clorita radial. También se pueden generar por metamorfismo incipiente.
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(a) (b)

Zonación oscilatoria en plagioclasa. a) cristales euhedrales de plagioclasa zonados concéntricamente en basalto, las
partes centrales de los cristales, más cálcicas, están alteradas a calcita y clinozoisita; b) cristal de plagioclasa en andesita
zonado concéntricamente y a su vez maclado según la ley Carlsbad. Este tipo de zonación se denomina oscilatoria, debido
a los constantes cambios en composición (%An) del cristal durante su crecimiento.

(a) (b)

(c) (d)
Texturas de desvitrificación en lavas. a) Textura perlítica: grietas de expansión que forman “perlas” en lava riolítica
rica en vidrio desvitrificado por la acción de fluidos. b) Textura hialoclástica: las hialoclastitas se forman por ruptura del
vidrio volcánico máfico en contacto con agua fría en ambientes marinos someros. En esta roca los fragmentos
angulosos de vidrio máfico están alterados a coloridos óxidos de Fe marrones y rojizos. Un fragmento de lava basáltica
inalterada, con un borde de reacción de clorita se observa en la parte centro-izquierda de la fotomicrografía; Textura
variolítica: vidrio máfico desvitrificado a agregados radiales aciculares de plagioclasa albítica rodeando un cristal
alterado de olivino; d) Combinación de textura variolítica (agregados radiales en el lado derecho de la figura) con
textura intersertal (lado izquierdo) en un basalto alterado.
29

(a) (b) (c)

(d) (e) (f)

(h) (i) (j)

Texturas porfídicas: se muestran fenocristales de minerales félsicos (feldespatos, cuarzo y feldespatoides) y máficos
(anfíbol, clinopiroxeno y olivino) en diversos tipos de lavas: a) Textura glomeroporfídica en plagioclasa en un basalto. NX.
Varios fenocristales se agrupan debido al efecto del flujo en la lava. b) Fenocristales de cuarzo beta en riolita, invertidos a
cuarzo alfa, con delgado borde de reacción clorítico en una matriz silícea desvitrificada con esferulitos de cristobalita. SN. El
cristal grande euhedral muestra bahías de resorción y vacuolas de matriz desvitrificada. En la parte superior derecha se
observa un fenocristal alterado de sanidina. c) Fenocristal de sanidina en riolita, algo corroído con maclado tipo Carlsbad en
una matriz vítrea con microlitos (hialopítica). NX; d) Fenocristales de nefelina euhedrales, algunos hexagonales, en un
fragmento redondeado de lava máfica porfídica oscura dentro de otra lava nefelínica afírica con vesículas (mezcla
magmática). SN. e) Fenocristales de noseana con hábito dodecaédrico y típicos bordes oscurecidos, junto con fenocristales
trapezoédricos de leucita (incolora). SN. f) Detalle de la anterior con NX mostrando cristales de leucita con muy baja
birrefringencia y característico maclado polisintético por sectores. Este maclado se debe a la transformación de leucita
isométrica de alta temperatura a un polimorfo tetragonal de baja temperatura. h) Fenocristales de hornblenda marrón
euhedrales en dacita. SN. En la parte superior derecha se observan dos fenocristales euhedrales incoloros de cuarzo beta
invertido a cuarzo alfa. i) Fenocristal euhedral zonado, algo corroído y alterado de clinopiroxeno en un lamprofiro. NX. La
matriz máfica es en parte vítrea e isotrópica. La textura es hialopítica; j) Fenocristales de olivino en basalto alcalino,
mostrando una zonación desde núcleos magnesianos a bordes ferrosos, visible en los colores de interferencia. La matriz de
la roca tiene textura afieltrada.
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(a) (b)

(c) (d)

Texturas de rocas piroclásticas: a) Ignimbrita, formada por fragmentos de pumita con estructura fluidal, con numerosas
vesículas. SN. Se evidencia que el material estaba fluido y caliente, de modo que los fragmentos se soldaron entre sí, es lo
que se denomina una toba soldada. Ocurre en la parte basal de un flujo piroclástico. b) Toba riolítica: se observan
fragmentos angulosos de cristales rotos de cuarzo beta, plagioclasa, sanidina y máficos, embebidos en una matriz vítrea
silícea e isotrópica. NX. Esta roca se produjo debido a una erupción violenta de lava riolítica. c) Fragmento de ignimbrita en
una metatoba de lapilli precámbrica donde el vidrio silíceo ha recristalizado a esferulitos de cristobalita radial, con aspecto
de ruedas dentadas, la cual a su vez está recristalizando a cuarzo metamórfico. NX; d) Fragmento de ignimbrita en una
metatoba de lapilli precámbrica donde el vidrio silíceo ha formado numerosos esferulitos de calcedonia radial, dentro de los
cuales se observan figuras de interferencia con forma de cruces uniaxiales. Se observa algo de recristalización a cuarzo
metamórfico.

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