Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Discriminación en A. L
Discriminación en A. L
24 de Abril, 2012
La discriminación, entendida en sus términos más generales como el trato distinto que se le da a un
individuo debido a una determinada característica que, según cree quien discrimina, lo hace distinto de
otros, es un fenómeno presente en la percepción de muchas personas en América Latina.
La edición 2011 del Latinobarómetro muestra que, en ese mismo año, el porcentaje promedio de
personas en la región que declaró describirse como parte de un grupo que es discriminado fue de 20%;
al mismo tiempo, también en promedio, los entrevistados respondieron que consideraban que un 45%
de los ciudadanos de su respectivo país sufrían discriminación. Según la interpretación del mismo
estudio, la diferencia entre ambos porcentajes sugiere una amplia existencia de estereotipos y
prejuicios en los países analizados. Finalmente, al preguntársele a los entrevistados cuántos
ciudadanos de su respectivo país eran discriminados por raza, aquéllos respondieron con 36% en
promedio.
La perspectiva económica sugiere que, además de la percepción de las personas de distintos países,
la evidencia sistemática sobre las formas y la medida en que la discriminación existe en América Latina
es, en el mejor de los casos, mixta. Puede encontrarse, por ejemplo, que aunque ciertas características
personales (altura, sexo, apariencia indígena o no indígena) pueden llegar a hacer a una persona más
o menos deseable, una vez que se cuenta con mayor información sobre esa persona la importancia de
dichas características se desvanece. También puede llegar a observarse que el trato diferenciado que
se le da a otros por motivos de raza o nacionalidad parece encontrarse en muchos estratos de la
población, pero no entre la población más joven. En otros casos, es posible ver cómo un determinado
grupo de personas muestra solidaridad hacia otro grupo que considera vulnerable en términos
socioeconómicos, mientras al mismo tiempo discrimina a un tercer grupo todavía más vulnerable pero
que tradicionalmente ha sido altamente estigmatizado.
La discriminación es, en cualquier caso, un fenómeno no deseable desde la perspectiva del bienestar
social, y quizá particularmente indeseable también desde el punto de vista del bienestar subjetivo. Ya
se habló de varias dimensiones que deberían ser consideradas en la medición de la pobreza, una de
las cuales está estrechamente relacionadas con la discriminación: la habilidad de ir por la vida sin
sentir vergüenza –con énfasis en la libertad, el respeto y el estar libre de sufrir humillación. En esta
dimensión la discriminación juega un papel fundamental, entre otras cosas porque se trata de una
forma de humillación que “se caracteriza por relaciones de poder desiguales y acciones que afectan la
dignidad y el orgullo de las personas, dando lugar a la sensación de estar siendo injustamente
degradado.”
(http://gruposolidario.org/novedades/discriminacion-en-america-latina-236/?pagina=11)