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Universidad Nacional de Salta Técnico Universitario en Perforaciones

Sede Regional Tartagal Ingeniería en Perforaciones

Año 2018 Prof.Adj. Dra. Claudia Inés Galli

INTRODUCCIÓN A LA GEOLOGÍA

TEMA Nº1

LA TIERRA EN EL UNIVERSO Y EN SISTEMA SOLAR

Agujero Negro

Cuando el gas y el polvo interestelares de una nebulosa se condensan, se forma una


protoestrella que emite chorros de materia. Ésta continúa condensándose por gravitación al tiempo
que se calienta. Cuando la temperatura del núcleo de la protoestrella llega a 10 millones de grados,
se inician una serie de reacciones nucleares y nace una estrella nueva. Más adelante, la corteza del
astro sufre una expansión acompañada de calentamiento, lo que da lugar a la formación de una
gigante roja, de diámetro entre 10 y 100 veces el del Sol. Si la gigante roja es muy grande, produce
hierro y otros elementos pesados, aumenta de tamaño y se transforma en supergigante. Después
estalla y libera la materia en el espacio. Si sólo estalla la parte externa y el núcleo tiene suficiente
masa, se convierte en un agujero negro.

El Sistema Solar
Entre las miles de estrellas que forman nuestra galaxia hay una de tamaño mediano, situada en
uno de los brazos de la espiral de la Vía Láctea, que tiene un interés especial para nosotros, ya que
vivimos en ella. Se trata, naturalmente, del Sol.

Esta estrella singular, junto con los planetas y otros cuerpos que giran en órbitas a su alrededor,
constituyen lo que llamamos "El Sistema Solar". Se formó hace unos 4.650 millones de años y,
lejos de permanecer estable, se trata de un sistema dinámico que cambia y evoluciona
constantemente. Los planetas de nuestro sistema se dividen en:

• Los planetas rocosos


• Mercurio
• Venus
• La Tierra
• Meteoritos
• La Luna
• Marte
• Las lunas de Marte
• Asteroides
• El cinturón de asteroides

• Planetas gigantes gaseosos


• Júpiter
• Las lunas de Júpiter
• Saturno
• Las lunas de Saturno
• Urano
• Las lunas de Urano
• Neptuno
• Las lunas de Neptuno

• Plutón y más allá


• Plutón
• El cinturón de Kuiper
• Candidatos a planetas
• Cometas
• La nube de Oort

El Sistema Solar
El Sistema está integrado por el Sol y una serie de cuerpos que están ligados
gravitacionalmente con este astro: nueve grandes planetas (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter,
Saturno, Urano, Neptuno y Plutón), junto con sus satélites, planetas menores y asteroides, los
cometas, polvo y gas interestelar.

Pertenece a la galaxia llamada Vía Láctea, que esta formada por unos cientos de miles de millones de
estrellas que se extienden a lo largo de un disco plano de 100.000 años luz.

El Sistema Solar está situado en uno de los tres brazos en espiral de esta galaxia llamado Orión, a
unos 32.000 años luz del núcleo, alrededor del cual gira a la velocidad de 250 km por segundo,
empleando 225 millones de años en dar una vuelta completa, lo que se denomina año cósmico.
Formación de la Tierra
La tierra que hoy conocemos tiene un aspecto muy distinto del que tenía poco después de su
nacimiento, hace unos 4.500 millones de años. Entonces era una mezcla de rocas cuyo interior se
calentó y fundió. Con el tiempo la corteza se enfrió y se volvió sólida. En las partes más bajas se
acumuló el agua mientras que, por encima de la corteza terrestre, se formaba una capa de gases, la
atmósfera.

Agua, tierra y aire empezaron a interactuar de forma bastante violenta ya que, mientras tanto, la
lava manaba en abundancia por múltiples grietas de la corteza, que se enriquecía y transformaba
gracias a toda esta actividad.

Formación del Sol y los planetas

Según los científicos, hace unos 15.000 millones de


años se produjo una gran explosión, el Big Bang.
La fuerza desencadenada impulsó la materia,
extraordinariamente densa, en todas direcciones, a
una velocidad próxima a la de la luz. Con el tiempo,
y a medida que se alejaban del centro y reducían su
velocidad, masas de esta materia se quedaron más
próximas para formar, más tarde, las galaxias.

No sabemos qué ocurrió en el lugar que ahora


ocupamos durante los primeros 10.000 millones de
años, si hubo otros soles, otros planetas, espacio
vacío o, simplemente, nada. Hacia la mitad de este
periodo, o quizás antes, debió formarse una galaxia.

Cerca del límite de esta galaxia, que hoy llamamos


Vía Láctea, una porción de materia se condensó en una nube más densa hace unos 5.000 millones de
años. Esto ocurría en muchas partes, pero esta nos interesa especialmente. Las fuerzas gravitatorias
hicieron que la mayor parte de esta masa formase una esfera central y, a su alrededor, quedasen
girando masas mucho más pequeñas.

La masa central se convirtió en una esfera incandescente, una estrella, nuestro Sol.
Las pequeñas también se condensaron mientras describían órbitas alrededor del Sol, formando los
planetas y algunos satélites. Entre ellos, uno quedó a la distancia justa y con el tamaño adecuado
para tener agua en estado líquido y retener una importante envoltura gaseosa. Naturalmente, este
planeta es la Tierra.
SISMOLOGÍA

La Sismología (del griego seísmos= sismo y logos= estudio) es una rama de la geofísica que se
encarga del estudio de terremotos y la propagación de las ondas elásticas (sísmicas) que se generan
en el interior y la superficie de la Tierra.
La sismología incluye, entre otros fenómenos, el estudio de maremotos y marejadas asociadas
(tsunamis) y vibraciones previas a erupciones volcánicas. En general los terremotos se originan en
los límites de placas tectónicas y son producto de la acumulación de tensiones por interacciones entre
dos o más placas.
La interpretación de los sismogramas que se registran al paso de las ondas sísmicas permiten
estudiar el interior de la Tierra.
Se denomina sismo o simplemente temblor a los movimientos bruscos del terreno generalmente
producidos por disturbios tectónicos o volcánicos. En algunas regiones de América se utiliza la
palabra temblor para indicar movimientos sísmicos menores y terremoto para los de mayor
intensidad. Se utiliza el término maremoto para denominar los efectos producidos por el mar, debido
a los sismos que ocurren en el lecho marino. La ciencia que se encarga del estudio de los sismos, sus
fuentes y de cómo se propagan las ondas sísmicas a través de la Tierra recibe el nombre de
sismología.
Un sismógrafo es un instrumento para medir terremotos o pequeños temblores provocados, en el
caso de la Sismología de exploración.
Este aparato, en sus versiones iniciales, consistía en un péndulo que por su masa permanecía inmóvil
debido a la inercia, mientras todo a su alrededor se movía; dicho péndulo llevaba un punzón que iba
escribiendo sobre un rodillo de papel pautado en tiempo, de modo que al empezar la vibración se
registraba el movimiento en el papel, constituyendo esta representación gráfica el denominado
sismograma.
Los instrumentos modernos son electrónicos. Los sismómetros de banda ancha (llamados así por la
capacidad de registro en un ancho rango de frecuencias) consisten de un pequeña ‘masa de prueba’,
confinada por fuerzas eléctricas, manejada por electrónica sofisticada. Cuando el terreno se mueve,
electrónicamente se trata de mantener la masa fija a través de una retribución atrás del circuito. La
cantidad de fuerza necesaria para conseguir esto es entonces registrada.
Los sismógrafos espaciados en un arreglo pueden ser usados para localizar a precisión, en tres
dimensiones, la fuente del terremoto, usando el tiempo que toma a las ondas sísmicas propagarse
hacia fuera desde el epicentro, que es el punto de la ruptura de la falla. Los sismógrafos son también
usados para detectar explosiones de pruebas nucleares. Al estudiar las ondas sísmicas, los geólogos
pueden también hacer mapas del interior de la Tierra.
Cuando ocurre un terremoto, los sismógrafos que se encuentran cerca del epicentro son capaces de
registrar las ondas S y las P, pero del otro lado de la Tierra sólo pueden registrarse las ondas P.
Los sismómetros que son usados en la Sismología de exploración tienen nombres según el medio en
que se usan, el caso de los usados en Tierra son llamados geófonos y los usados en agua, son
hidrófonos. Existen también los sismómetros de fondo oceánico (OBS, acrónimo en inglés)
En un sismograma, las ondas P se registran antes
que las ondas S: el tiempo transcurrido entre
ambas es Δt. Este valor y el de la
amplitud máxima -A- de las ondas S, le permitieron a Richter
calcular la magnitud de un terremoto.
La escala sismológica de Richter, también conocida por su
nombre más adecuado de escala de magnitud local (ML), es una
escala logarítmica arbitraria que asigna un número para cuantificar
el tamaño de un terremoto, nombrada así en honor a Charles Richter
(1900-1985), sismólogo nacido en Hamilton, Ohio, Estados Unidos.
Richter desarrolló su escala en la década de 1930 (Ver final de guía). Calculó que la magnitud de un
terremoto o sismo puede ser medida conociendo el tiempo transcurrido entre la aparición de las
ondas P y las ondas S, y la amplitud de éstas. Las primeras hacen vibrar el medio en la misma
dirección que la del desplazamiento de la onda, son ondas de compresión y dilatación. De velocidad
de propagación muy rápida -de 5 a 11 km/s-, y son las primeras que aparecen en un sismograma. A
continuación llegan las ondas S, ondas de cizalla, que hacen vibrar el medio en sentido perpendicular
a la dirección de su desplazamiento. Basándose en estos hechos, Richter desarrolló la siguiente
ecuación:

donde A es la amplitud de las ondas S en milímetros, medida directamente en el sismograma, y Δt el


tiempo en segundos desde el inicio de las ondas P al de las ondas S, asignando una magnitud
arbitraria pero constante a terremotos que liberan la misma cantidad de energía. El uso del logaritmo
en la escala es para reflejar la energía que se desprende en un terremoto. El logaritmo incorporado a
la escala hace que los valores asignados a cada nivel aumenten de forma exponencial y no de forma
lineal.

Estructura interna de la Tierra


El interior del planeta, como el de otros planetas terrestres (planetas cuyo volumen está ocupado
principalmente de material rocoso), está dividido en capas. La Tierra tiene una corteza externa de
silicatos solidificados, un manto viscoso, y un núcleo con otras dos capas, una externa semisólida,
mucho menos viscosa que el manto y una interna sólida. Muchas de las rocas que hoy forman parte
de la corteza se formaron hace menos de 100 millones (1×10 8) de años. Sin embargo, las
formaciones minerales más antiguas conocidas tienen 4,400 millones (4.4×10 9) de años, lo que nos
indica que, al menos, el planeta ha tenido una corteza sólida desde entonces.
Gran parte de nuestro conocimiento, acerca del interior de la Tierra, ha sido inferido de otras
observaciones. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad es una medida de la masa terrestre. Después
de conocer el volumen del planeta, se puede calcular su densidad. El cálculo de la masa y volumen de
las rocas de la superficie, y de las masas de agua, nos permiten estimar la densidad de la capa
externa. La masa que no está en la atmósfera o en la corteza debe encontrarse en las capas internas.

La estructura de la tierra no puede establecerse según dos criterios diferentes: capas que
normalmente reflejen dureza de las capas, y químicamente, el planeta puede dividirse en corteza,
mantos, núcleo blando y núcleo duro. Según la consistencia de los materiales, las capas resultantes
son la litosfera, astenosfera, manto externo, manto interno, núcleo externo y núcleo interno. Las
capas se encuentran a las siguientes profundidades:

Profundidad
Kilómetros Millas
Litosfera (varía localmente entre 5 y
0–60 0–37
200 km)
... Corteza (varía localmente entre 5 y
0–35 0–22
70 km)
35–60 22–37 ... Parte superior del manto
35–2890 22–1790 Manto
35–660 Manto superior
100–200 62–125 ... Astenosfera
660–2890 –1790 Manto inferior (Mesosfera)
1790–
2890–5100 Núcleo externo
3160
3160–
5100–6378 Núcleo interno
3954
Mapa del interior de la Tierra según la información proporcionada por las ondas sísmicas.

La división de la tierra en capas ha sido determinada indirectamente utilizando el tiempo que tardan
en viajar las ondas sísmicas reflejadas y refractadas, creadas por terremotos. Las ondas
transversales (S, o secundarias) no pueden atravesar el núcleo, ya que necesitan un material viscoso
o elástico para propagarse, mientras que la velocidad de propagación es diferente en las demás
capas. Los cambios en dicha velocidad producen una refracción debido a la Ley de Snell. Las
reflexiones están causadas por un gran incremento en la velocidad sísmica (velocidad de
propagación) y son parecidos a la luz reflejada en un espejo.

Núcleo
La densidad media de la Tierra es 5515 kg/m 3. Si consideramos que la densidad media de la corteza
es aproximadamente 3000 kg/m3, debemos asumir que en el núcleo terrestre debe estar compuesto
de materiales más densos. Los estudios sismológicos han aportado más evidencias sobre la densidad
del núcleo. En sus primeras fases, hace unos 4,500 millones (4.5×10 9) de años, los materiales más
densos fundidos, se habrían hundido hacia el núcleo en un proceso llamado diferenciación planetaria,
mientras que otros menos densos habrían migrado hacia la corteza. Como resultado de este proceso,
el núcleo está compuesto ampliamente de hierro (Fe, 80%), junto con níquel (Ni) y varios elementos.
Algunos científicos creen que el núcleo interno podría estar en forma de un cristal de hierro.
Recientes propuestas sugieren que la parte más interna del núcleo podría estar enriquecida con
elementos muy pesados, con mayor número atómico que el cesio (Cs) (trans-Cesio, elementos con
número atómico mayor de 55). Esto incluiría Oro (Au), Mercurio (Hg) y Uranio (U). Es generalmente
aceptado que los movimientos de convección en el núcleo externo, combinados con el movimiento
provocado por la rotación terrestre (ver efecto Coriolis), son responsables del campo magnético
terrestre, mediante un proceso descrito por la Teoría de la dinamo. El núcleo interno está demasiado
caliente para mantener un campo magnético permanente (ver Temperatura de Curie) pero
probablemente estabilice el creado por el núcleo externo. Pruebas recientes sugieren que el núcleo
interno podría rotar ligeramente más rápido que el resto del planeta. En Agosto de 2005 un grupo de
geofísicos publicaron, en la revista Science, que, de acuerdo con sus cálculos, el núcleo interno rota
aproximadamente entre 0.3 y 0.5 grados más al año que la corteza. Las últimas teorías científicas
explican el gradiente de temperatura de la Tierra como una combinación del calor remanente de la
formación del planeta, calor producido por la desintegración de elementos radiactivos y el
enfriamiento del núcleo interno.
Manto

Vista esquemática del interior de la Tierra. 1. Corteza continental - 2. Corteza oceánica -


3. Manto superior - 4. Manto inferior - 5. Núcleo externo - 6. Núcleo interno - A: Discontinuidad de
Mohorovičić - B: Discontinuidad de Gutenberg - C: Discontinuidad de Lehmann

El manto terrestre se extiende hasta una


profundidad de 2890 km, lo que le convierte
en la capa más grande del planeta. La
presión, en la parte inferior del manto, es de
~140 G Pa (1.4 M atm). El manto está
compuesto por rocas silícias, más ricas en
hierro y magnesio que la corteza. Las grandes
temperaturas hacen que los materiales silícios
sean lo suficientemente dúctiles como para
fluir, aunque en escalas temporales muy
grandes. La convección del manto es
responsable en la superficie del movimiento
de las placas tectónicas. Como el punto de
fusión y la viscosidad de una sustancia
dependen de la presión a la que esté
sometida, la parte inferior del manto se
mueve con mayor dificultad que el manto
superior, aunque también los cambios
químicos pueden tener importancia en este
fenómeno. La viscosidad del manto varía
entre 1021 y 1024 Pa·s. Como comparación, la
viscosidad del agua es aproximadamente 10-3
Pa.s, lo que ilustra la lentitud con la que se mueve el manto.
¿Por qué es sólido el núcleo interno, líquido el externo, y semisólido el manto? La respuesta depende
tanto de los puntos de fusión de las diferentes capas (núcleo de hierro-níquel, manto, y corteza de
silicatos) como del incremento de la temperatura y presión conforme nos movemos hacia el centro de
la Tierra. En la superficie, tanto las aleaciones de hierro-níquel como los silicatos están
suficientemente fríos como para ser sólidos. En el manto superior, los silicatos son normalmente
sólidos (aunque hay puntos locales donde están fundidos), pero como están bajo condiciones de alta
temperatura y relativamente poca presión, las rocas en el manto superior tienen una viscosidad
relativamente baja. En contraste, el manto inferior está sometido a una presión, lo que hace que
tenga una mayor viscosidad en comparación con el manto superior. El núcleo externo, formado por
hierro y níquel, es líquido a pesar de la presión porque tiene un punto de fusión menor que los
silicatos del manto. El núcleo interno, por su parte, es sólido debido a la enorme presión que hay en
el centro del planeta.

Corteza
La corteza terrestre tiene entre 5 y 70 km de espesor. Las partes delgadas corresponden a corteza
oceánica, compuesta por densas rocas máficas de silicatos de hierro y magnesio, y que se encuentra
en las cuencas oceánicas. Las partes espesas corresponden a corteza continental, que es menos
densa y se compone de rocas félsicas de silicatos de sodio, potasio y aluminio. La frontera entre
corteza y manto se manifiesta en dos fenómenos físicos. En primer lugar, hay una discontinuidad en
la velocidad sísmica, que se conoce como la "Discontinuidad de Mohorovicic", o Moho. Se cree que
este fenómeno es debido a un cambio en la composición de las rocas, de unas que contienen
feldespatos plagioclásicos (situadas en la parte superior) a otras que no poseen feldespatos (en la
parte inferior). En segundo lugar, existe una discontinuidad química entre cúmulos ultramáficos y
tectonized harzburgites, que se ha observado en partes profundas de la corteza oceánica que han
sido obducidas en la corteza continental y conservadas como secuencias ofiolíticas.

Sólido, líquido y gaseoso

Después de un periodo inicial en que la Tierra era una masa incandescente, las capas exteriores
empezaron a solidificarse, pero el calor procedente del interior las fundía de nuevo. Finalmente, la
temperatura bajó lo suficiente como para permitir la formación de una corteza terrestre estable. Al
principio no tenía atmósfera, y recibía muchos impactos de meteoritos. La actividad volcánica era
intensa, lo que motivaba que grandes masas de lava saliesen al exterior y aumentasen el espesor de
la corteza, al enfriarse y solidificarse.

Esta actividad de los volcanes generó una gran


cantidad de gases que acabaron formando una capa
sobre la corteza. Su composición era muy distinta
de la actual, pero fue la primera capa protectora y
permitió la aparición del agua líquida. Algunos
autores la llaman "Atmósfera primitiva". En las
erupciones, a partir del oxígeno y del hidrógeno se
generaba vapor de agua, que al ascender por la
atmósfera se condensaba, dando origen a las
primeras lluvias. Al cabo del tiempo, con la corteza
más fría, el agua de las precipitaciones se pudo
mantener líquida en las zonas más profundas de la
corteza, formando mares y océanos, es decir, la
hidrosfera.

Historia geológica de la Tierra


Desde su formación hasta la actualidad, la Tierra ha
experimentado muchos cambios. Las primeras
etapas, desde que empezó la solidificación de la masa incandescente hasta la aparición de una
corteza permanente, no dejaron evidencias de su paso, ya que las rocas que se iban generando, se
volvían a fundir.
Estas etapas primitivas son todavía un misterio para la ciencia. Además, el paso del tiempo, la
erosión, los distintos cambios ... han ido borrando las señales, por lo que, cuanto más antiguo es el
periodo que se pretenda analizar, mayores dificultades vamos a encontrar. La Tierra, no lo olvidemos,
sigue evolucionando y cambiando.
Eones, Eras, Periodos y Épocas geológicas
El eón es la unidad más grande de tiempo geológico. Se divide en diversas eras geológicas. Cada era
comprende algunos periodos, divididos en épocas.

Cuanto más reciente es un periodo geológico, más datos podemos tener y, en consecuencia, se hace
necesario dividirlo en grupos más pequeños.

Se obtienen registros de la geología de la Tierra de cuatro clases principales de roca, cada una
producida en un tipo distinto de actividad cortical:

1.- erosión y transporte que posibilitan la posterior sedimentación que, por compactación y
litificación, produce capas sucesivas de rocas sedimentarias.

2.- expulsión, desde cámaras profundas de magma, de roca fundida que se enfría en la superficie
de la corteza terrestre, dando lugar a las rocas volcánicas.

3.- estructuras geológicas formadas en rocas preexistentes que sufrieron deformaciones.

4.- actividad plutónica o magmática en el interior de la Tierra.

Datación, las fechas del pasado


Las divisiones de la escala de tiempos geológicos
resultante se basan, en primer lugar, en las
variaciones de las formas fósiles encontradas en los
estratos sucesivos. Sin embargo, los primeros 4.000 a
600 millones de años de la corteza terrestre están
registrados en rocas que no contienen casi ningún
fósil, es decir, sólo existen fósiles adecuados de los
últimos 600 millones de años. Por esta razón, los
científicos dividen la extensa existencia de la Tierra en
dos grandes divisiones de tiempo: el precámbrico (que
incluye los eones arcaico y proterozoico) y el
fanerozoico, que comienza en el cámbrico y llega hasta
la época actual.

El descubrimiento de la radiactividad permitió a los


geólogos del siglo XX idear métodos de datación
nuevos, pudiendo así asignar edades absolutas, en
millones de años, a las divisiones de la escala de
tiempos.

Historia geológica: el Precámbrico


Este larguísimo periodo de la historia de la Tierra
abarca desde su formación, hace unos 4.500 millones
de años, hasta hace unos 580 millones de años, es
decir, casi 4.000 años de historia del planeta. Ocupa el 88% de la historia de la Tierra. Mucho parece.

Bueno, no todo el mundo está de acuerdo. Algunos autores llaman "Azoico" al periodo en que la
Tierra estaba todavía en formación y sitúan el inicio del Precámbrico alrededor de hace 3.800
millones de años, cuando la corteza estaba ya (más o menos) consolidada y se empezaron a formar
las primeras sustancias orgánicas. Del mismo modo, otros sitúan el final del periodo entre 590-540
millones de años atrás, cuando aparecen las primeras matas microbiales.

Sea como fuere, dos cosas están claras: que es el periodo geológico más largo y que, en él, la Tierra
se estabilizó y aparecieron los primeros organismos vivos, muy simples, por cierto.

De bola incandescente a casa de la vida


El periodo en el que la tierra se estaba transformando desde una bola incandescente hasta un planeta
con corteza, se conoce como "Azoico". Este proceso se suele dar por terminado hace unos 3.800
millones de años, cuando la Tierra quedó "un poco más" estabilizada. La corteza terrestre, al final de
este periodo, era muy frágil, más delgada que ahora y con una enorme cantidad de movimientos
provocados por terremotos y erupciones volcánicas.

En lo que sí están de acuerdo casi todos es en que, aproximadamente por estas fechas, la superficie
terrestre quedó establecida. Se inicia la era (o eón, según algunos) Arcaica. La corteza se fue
enfriando y se formaron las primeras rocas ígneas y metamórficas. Las abundantes lluvias generaron
los océanos y mares, mientras la temperatura a nivel de superficie seguía descendiendo.

Hace unos 2.500 millones de años se inició el Proteozoico, palabra que significa "tiempo de vida
inicial". En efecto, algunas moléculas complejas consiguieron unirse, en ese ambiente cálido y
húmedo, para formar los primeros organismos orgánicos, principio de la vida.

Estos primeros organismos unicelulares necesitaron casi 2.000 millones de años para conseguir
organizarse en formas más complejas. Mientras tanto, la corteza siguió enfriándose, la atmósfera
inició una transformación (todavía lo hace) y los océanos se estabilizaron, relativamente. Hace unos
560 millones de años aparecieron los primeros organismos pluricelulares. A partir de aquí se da por
terminado el Proterozoico y, con él, el Precámbrico.

A lo largo del oscuro Precámbrico se formaron una buena parte de la base material que constituye la
corteza de la Tierra, en la cual se producen los fenómenos geológicos que más nos afectan. Con la
aparición de los organismos pluricelulares se inicia el Fanerozoico, época que se caracteriza por un
gran número de fósiles que demuestran la presencia de vida pluricelular en un planeta habitable.

Historia geológica: el Paleozoico


Esta era antigua duró unos 315 millones de años. El planeta era muy distinto del actual. Las tierras
emergidas tenían el aspecto de islas más o menos dispersas alrededor del ecuador terrestre. Algunas
de estas islas eran América del Sur, Laurentia y Gondwana.

Durante esta época se produjeron numerosos plegamientos. El clima era todavía cálido y húmedo.
Esto favoreció la proliferación de los organismos pluricelulares y su posterior evolución.
La vida en el agua y en la tierra
En un principio, la vida en el mar se hizo
muy rica. Los fósiles de la primera mitad del
Paleozoico son algunos invertebrados como
trilobites, graptolitos, y crinoideos. Los
correspondientes a la segunda mitad de
esta era, comprenden algunos fósiles de
plantas y de vertebrados, como peces y
reptiles.

En el periodo Cámbrico, iniciado hace 560


millones de años, la vida, vegetal y animal,
estaba confinada a los mares. Aparecen los
primeros caracoles, así como los moluscos
cefalópodos. En el reino vegetal las plantas
predominantes eran las algas en los
océanos y los líquenes en la tierra. Su
enorme proliferación contribuyo al aumento
de oxígeno en la atmósfera terrestre.

En el siguiente periodo, Ordovícico,


iniciado hace 510 millones de años,
aparecieron animales que poseían una
estructura anatómica precursora de la
espina dorsal. Aparecen los primeros
vertebrados, unos peces primitivos, y los corales. Los animales más grandes fueron unos cefalópodos
(moluscos), que tenían un caparazón de unos 3 m de largo. Las plantas de este periodo eran
similares a las del periodo anterior.

Hace 438 millones de años se inicia el Silúrico. El avance evolutivo más importante fue la aparición
del primer animal de respiración aérea, un escorpión. También pertenece a este periodo el primer
fósil clasificado de una planta vascular (plantas terrestres con tejidos que transportan el alimento),
aunque los tallos y las hojas todavía no estaban diferenciados. La aparición de estos organismos hace
creer que la composición de la atmósfera empezaba a parecerse a la actual.

En la siguiente página de sete capítulo se tratan los tres periodos restantes en que se divide el
Paleozoico: Devónico, Carbonífero y Pérmico.

El Paleozoico: Devónico, Carbonífero y Pérmico


El periodo Devónico, que comenzó hace 408 millones de años, se caracteriza por la aparición de
varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos, peces acorazados y una forma primitiva de
peces con escamas duras, de los cuales evolucionaron probablemente los antepasados de los
anfibios.

También había corales, estrellas de mar, esponjas y trilobites, así como el primer insecto conocido.
Se desarrollaron las plantas leñosas y, a finales del Devónico, lo hicieron otras plantas terrestres tales
como los helechos y helechos con semillas, colas de caballo y unos árboles escamosos relacionados
con los actuales selagos. Aparecen los primeros bosques.
La diversidad de la vida

El periodo Carbonífero comenzó hace unos 360


millones de años. Un grupo de tiburones, los
cestraciontes, predominaron entre todos los
grandes organismos marinos. Los animales
terrestres más notables fueron una especie de
lagartijas anfibias que provenían de los dipnoos.
Diversas plantas terrestres comenzaron a
diversificarse y a aumentar de tamaño, sobre
todo en zonas pantanosas.

En la segunda parte del carbonífero surgieron los


reptiles, que evolucionaron a partir de los
anfibios y que eran ya terrestres en su totalidad.
Otros animales de este periodo fueron los
arácnidos, las serpientes, los escorpiones, más
de 800 especies de ranas y los insectos más
grandes que han existido. Los vegetales mayores
eran unos árboles escamosos, cuyos troncos
medían más de 1,8 m en la base y tenían una
altura de 30 metros.

También abundaron en este periodo unas


gimnospermas primitivas y la primera conífera verdadera, una forma avanzada de gimnosperma, que
consiste en una planta vascular con semillas, pero sin flores.

De las antiguas masas terrestres, sólo el protocontinente de Siberia se encontraba al norte de los
trópicos, llegando casi hasta el polo norte. El supercontinente de Gondwana, que comprendía lo que
llegaría a ser Sudamérica, África, India, Australia y Antártida, se encontraba en su totalidad en el
hemisferio sur; abarcaba una vasta superficie centrada en las inmediaciones del polo sur.

El último periodo del Paleozoico, el Pérmico, comenzó hace 286 millones de años. Ocurrieron
sucesos tan relevantes como la desaparición de gran parte de los organismos marinos y la rápida
evolución y expansión de los reptiles, que eran de dos tipos: reptiles semejantes a los lagartos,
completamente terrestres, y reptiles semiacuáticos lentos. De entre todos los reptiles, fueron un
pequeño grupo, los Theriodontia, los que dieron lugar a los mamíferos. La vegetación de este
periodo, muy abundante, estaba constituida sobre todo por helechos y coníferas.

La parte final del paleozoico fue un periodo de agitación generalizada de la corteza terrestre.
Emergieron continentes de debajo de los mares poco profundos del carbonífero precedente. Los
depósitos acumulados en fosas geosinclinales fueron sometidos a presión y elevados en forma de
sistemas montañosos: los Apalaches del centro y del sur en Norteamérica, y los Urales en Rusia.
Europa y Asia se unieron mientras que al oeste una colisión entre placas continentales unía
Norteamérica con el continente de Gondwana. De este modo, todas las masas continentales de la
tierra se reunieron en una sola, llamada Pangea.
Historia geológica: el Mesozoico
Esta era intermedia duró unos 160 millones de años. En sus inicios todos los continentes, o islas, del
periodo anterior se habían reunido en un único continente gigantesco al que llamamos Pangea, es
decir, toda la Tierra.

Los principales plegamientos se produjeron en la vertiente oeste de América, las Montañas Rocosas
en el norte y los Andes en el Sur.

El clima siguió siendo cálido, pero algo más seco. La Tierra estaba dominada por enormes coníferas
por lo que su aspecto, desde el espacio, debería ser mucho más verde que el actual. Entre los
animales aparecieron y, al final, se extinguieron los famosos dinosaurios.

Aparición de los dinosaurios


Durante estos 160 millones de años no se
produjeron grandes movimientos
orogénicos. En esta era desaparecieron
grandes grupos de animales como los
trilobites, graptolites y peces acorazados.
Se desarrollaron ampliamente los
vertebrados, sobre todo los reptiles, por lo
que a la Era Secundaria se le llama
también la Era de los Reptiles o era de los
dinosaurios. También se desarrollan
plantas angiospermas, de flores vistosas.

El mesozoico se divide en tres periodos:


Triásico, Jurásico y Cretáceo. En esta
página nos centramos en el primero y
dejamos los otros dos para la siguiente.

El Triásico fue un periodo geológico que


se extendió desde alrededor de 248 a 213
millones de años atrás. Se caracteriza
fundamentalmente por la aparición de los
grandes dinosaurios. Los continentes
Africa y América del Sur estaban juntos, con una actividad magmática al límite de los dos
continentes.

Durante el triásico, el supercontinente Pangea empezó a desmembrarse. Al ir estirándose la corteza


terrestre, se hundieron grandes bloques, creando cuencas. El clima era cálido en general. En tierra
dominaban los árboles perennifolios, en su mayor parte coníferas, y ginkgos.

El triásico marca la aparición de los primeros mamíferos verdaderos, pero poco se sabe acerca de su
fisiología. Entre los invertebrados, los insectos estaban representados por la primera especie en
experimentar una metamorfosis completa, atravesando las fases de larva, pupa y adulto. En los
mares había belemnites similares a calamares, ammonites y crustáceos.

El 75% de las especies de invertebrados desaparecieron en una extinción en masa a finales del
cretácico, que veremos en la próxima página
El Mesozoico: Jurásico y Cretáceo
El Jurásico se ha hecho famoso en nuestros días gracias al cine. Fue la época del esplendor de los
dinosaurios, cuando estos dominaban la Tierra.

Aunque menos famoso, el Cretáceo es un periodo crucial en la historia geológica de la Tierra.


Veremos por qué.

Esplendor y fin de los dinosaurios

El Jurásico abarca desde alrededor de 213 a 144


millones de años atrás y Toma su nombre de los
estratos de roca de la cordillera del Jura. Se caracteriza
por la hegemonía de los grandes dinosaurios y por la
escisión de Pangea en los continentes Norteamérica,
Eurasia y Gondwana. De este último se escindió
Australia (en el jurásico superior y principios de
cretáceo), dando origen a nuevas especies de
mamíferos.

Mientras que los mares crecían y se unían, zonas de


agua marina poco profundas y cálidas se extendieron
por gran parte de Europa y de otras masas
continentales que bordeaban el mar de Tetis.

Hacia el final del jurásico, estos mares bajos empezaron


a secarse, dejando depósitos gruesos de caliza en
donde se formaron algunas de las más ricas
acumulaciones de petróleo y de gas.

El Cretácico empezó hace unos 145 y duró hasta 65


millones de años atrás. La datación del final de la era es
muy precisa, pues ésta se hace coincidir con la de una
capa geológica con fuerte presencia de Iridio, en la península del Yucatán y el golfo de México, y que
se supone coincide con la caída de un enorme meteorito que pudo provocar la extinción de los
dinosaurios. Este acontecimiento marca el fin de la Era Mesozoica. Al final de esta era aparecen los
mamíferos y las aves primitivas.

Durante el cretácico tardío, el nivel del mar subió en todo el mundo, inundando casi un tercio de la
superficie terrestre actual. Así, el calor del sol pudo distribuirse más hacia el norte gracias a las
corrientes marinas, dando lugar a un clima global cálido y suave, sin casquetes de hielo en los polos
y una temperatura en las aguas del Ártico de 14 ºC o más.

A finales del cretácico, la flora había adoptado ya una apariencia moderna e incluía muchos de los
géneros actuales de árboles, como aquellos a los que pertenecen el roble, la haya y el arce.
Historia geológica: el Cenozoico
La última y más reciente era geológica abarca
los últimos 65 millones de años. Los
continentes adquieren, paulatinamente, el
aspecto y situación actuales aunque, al
principio, el océano Atlántico era bastante más
estrecho y lo que ahora es la península india
se encontraba "viajando" desde el sureste de
África hasta su ubicación actual.

En esta época se produce el plegamiento


Alpino, creador de grandes cadenas
montañosas como los Alpes, el Atlas y el
Himalaya. El clima se enfría y aparecen las
glaciaciones. Entre los animales destaca la
evolución de los mamíferos, siendo el más
conocido el imponente mamut, una especie de
elefante especialmente preparado para los
climas helados.

La Era Terciaria se divide en varios periodos


que son:

El Paleoceno abarca el intervalo transcurrido


entre 65 y 56,5 millones de años atrás. Marca
el paso final en la desmembración del
supercontinente Pangea que empezó a separarse en los comienzos del mesozoico temprano. Los
movimientos de la tectónica de placas separaron finalmente la Antártida de Australia; en el
hemisferio norte, el fondo marino en expansión del Atlántico norte ensanchado alejó Norteamérica de
Groenlandia.

Al haber desaparecido los dinosaurios al final del cretácico, el periodo precedente, la vida mamífera
empezó a dominar en la Tierra. Los principales mamíferos que aparecieron fueron los marsupiales,
los insectívoros, los lemures, los creodontos (ancestro carnívoro común de todos los félidos y los
cánidos) y animales ungulados primitivos a partir de los cuales fueron evolucionando diversos grupos
como los caballos, los rinocerontes, los cerdos y los camellos.

El Eoceno comenzó hace unos 56,5 millones de años y finalizó hace unos 35,4 millones de años. En
el hemisferio occidental, el eoceno supuso el alzamiento de las grandes cadenas montañosas que se
extienden hacia el norte y el sur en el oeste de América. El supercontinente de Laurasia siguió
desgajándose. Las fuerzas generadas por las colisiones continentales que habían comenzado al
principio de la era precedente, el mesozoico, condujeron al alzamiento de los sistemas montañosos
alpino e himalayo.

Mientras tanto, sobre las llanuras del noreste de la India corrieron ingentes cantidades de basalto
fundido al unirse este subcontinente recién formado, desgajado de África durante el cretácico, a Asia.
En el hemisferio sur, la Antártida y Australia, que habían estado unidas después de separarse de
Gondwana en el mesozoico, se separaron a su vez y se alejaron la una de la otra.

La rápida evolución de nuevos órdenes de mamíferos, iniciada en el paleoceno, siguió adelante. En


Europa y Norteamérica aparecieron al mismo tiempo formas ancestrales del caballo, el rinoceronte, el
camello y otros grupos modernos, como los murciélagos, los primates y roedores similares a las
ardillas. Muchos de ellos eran muy pequeños en comparación con las formas actuales. Los carnívoros
de aquel entonces, llamados creodontos, fueron el tronco del que evolucionarían los perros y los
gatos modernos. El final de esta época fue testigo de la primera adaptación de los mamíferos a la
vida marina.

En el próximo capítulo se comentan los otros tres periodos la Era Terciaria: Oligoceno, Mioceno y
Plioceno.

El Cenozoico: Oligoceno, Mioceno y Plioceno


El Oligoceno se inició hace unos 35,4
millones de años y finalizó hace unos 23,3
millones de años. Las colisiones entre las
placas de la corteza terrestre continuaron sin
pausa desde el eoceno. En el hemisferio
oriental, los restos afroárabes e indios del
anterior supercontinente de Gondwana
chocaron con Eurasia al norte, cerrando el
extremo oriental del mar de Tetis y dejando
en su lugar un residuo muy mermado, el
Mediterráneo.

Las fuerzas de compresión generadas por la


colisión contribuyeron a elevar un extenso
sistema de cadenas de montañas, desde los
Alpes en el Oeste hasta el Himalaya en el
Este.

Mientras tanto, la placa australiana chocaba


contra la indonesia, y la norteamericana
había empezado a solaparse sobre la del
Pacífico. El clima siguió siendo subtropical y
húmedo en toda Norteamérica y Europa,
pero había comenzado una tendencia al enfriamiento global a largo plazo, que culminaría en los
periodos glaciales del pleistoceno.

Los mamíferos estaban ya establecidos como forma de vida terrestre dominante. Équidos antecesores
de los actuales caballos, rinocerontes (un subgrupo, el Baluchitherium de Asia central, es el mamífero
terrestre más grande de todos los tiempos),

Los camellos del tamaño de ovejas, y los primeros elefantes, carentes tanto de colmillos como de
trompa. Los creodontos se habían diferenciado ya para dar lugar a los antecesores de los actuales
perros y gatos. Los roedores estaban muy extendidos, y entre los primates se encontraba el lémur.
De los estratos del oligoceno se han extraído huesos de los primeros monos del Viejo Mundo, así
como los de una única especie de gran simio.

El Mioceno comenzó hace 23,3 millones de años y finalizó hace 5,2 millones de años. La elevación
de las grandes cordilleras montañosas que había comenzado durante el oligoceno, siguió adelante,
acabando de forma los Alpes en Europa, el Himalaya en Asia y las cadenas montañosas del
continente americano. Los sedimentos producidos por la erosión de estos sistemas se depositaron en
cuencas marinas poco profundas, para terminar convirtiéndose en la localización de ricos depósitos
petrolíferos en California, Rumania y la costa oeste del mar Caspio.
El clima del mioceno era más fresco que el de la época precedente. En el hemisferio sur se había
establecido ya un sistema circumplanetario de corrientes oceánicas, que aislaba a la Antártida de las
corrientes más cálidas del resto del mundo. Esto favoreció la aparición de un gran casquete de hielo
antártico. En el hemisferio norte, grandes áreas antes cubiertas por espesos bosques se convirtieron
en grandes praderas. La fauna del mioceno contempla la aparición del mastodonte, al igual que el
mapache y la comadreja. Durante esta época, los grandes simios, relacionados con el orangután,
vivían en Asia y en la parte sur de Europa.

El Plioceno se extiende desde hace 5,2 millones de años hasta 1,6 millones de años atrás. En el
oeste de Norteamérica, la subducción de la placa tectónica del Pacífico contribuyó a la elevación de
sierra Nevada y de la cordillera volcánica de las Cascadas. En Europa, los Alpes continuaron su
ascensión apoyados por el movimiento de la tectónica de placas que empujaba y combaba la corteza
en una región amplia de este continente. Al final del mioceno, la colisión de las placas africana e
ibérica había formado el sistema bético-rifeño y cortado la comunicación entre el Mediterráneo y el
Atlántico, con lo que se produjo la desecación del primero, en cuya cuenca se instaló un clima árido
depositándose grandes cantidades de sales. Al iniciarse el plioceno se volvió a abrir el paso y el
Mediterráneo se llenó de nuevo.

El clima se hizo más frío y seco. Los mamíferos se habían establecido desde hacía tiempo como la
forma de vida vertebrada dominante y es durante el plioceno cuando se produce la evolución de un
grupo de primates, los homínidos, con diversas especies, desde los Australopitecinos al Homo habilis
y al Homo erectus, consideradas antepasados directos del Homo sapiens.

Historia geológica: el Cuaternario


El Cuaternario es el periodo del Cenozoico que
empezó 1,64 millones de años, y comprende
hasta nuestros días. El cuaternario se divide en
pleistoceno, la primera y más larga parte del
periodo, que incluye los periodos glaciales, y la
época reciente o postglacial, también llamada
holoceno, que llega hasta nuestros días.

El pleistoceno es llamado a veces "la era del


Hombre", porque los seres humanos
evolucionaron en este periodo. En el siguiente
periodo, el Holoceno, los seres humanos fueron
capaces de desarrollar una vida organizada en
grupos sociales a la que llamamos civilización.

El Pleistoceno
En la primera parte del Cuaternario, llamada
Pleistoceno, el hielo se extendió en forma de
glaciares sobre más de una cuarta parte de la
superficie terrestre. En las regiones libres de
hielo, la flora y la fauna dominantes eran
esencialmente las mismas que las del plioceno.

Un sistema glaciar estaba centrado sobre


Escandinavia, y se extendía hacia el sur y hacia
el este a través del norte de Alemania y el oeste de Rusia, y hacia el suroeste sobre las islas
Británicas. El segundo gran sistema glaciar del hemisferio norte cubría la mayor parte de Siberia.
Otro sistema glaciar cubrió Canadá y se extendió hasta Estados Unidos.

Las regiones ártica y antártica estaban también cubiertas de hielo, al igual que la mayoría de los
picos de las montañas altas de todo el mundo. Los efectos topográficos de la acción de los glaciares
durante el pleistoceno son perceptibles en buena parte del mundo.

A finales del pleistoceno, no obstante, en Norteamérica se habían extinguido muchas especies de


mamíferos, incluidos la llama, el camello, el tapir, el caballo y el yak. Otros grandes mamíferos, como
el mastodonte, el tigre dientes de sable y el perezoso terrestre, se extinguieron en todo el mundo.

Mientras se acumulaba hielo y nieve en las latitudes altas, en las más bajas aumentaban las lluvias,
lo que permitió que la vida vegetal y animal floreciera en áreas del norte y el este de África que hoy
son yermas y áridas. Se han descubierto pruebas de que el Sahara estuvo ocupado por cazadores
nómadas, así como por jirafas y otros rumiantes durante el pleistoceno tardío.

El Holoceno
Durante la época reciente, el Holoceno, que comenzó hace unos
10.000 años, el deshielo hizo subir treinta o más metros el nivel
del mar, inundando grandes superficies de tierra y ensanchando la
plataforma continental del oeste de Europa y el este de
Norteamérica. En general, es una época de clima cálido, en el que
se asientan las actuales distribuciones geográficas de la fauna y la
flora.

Los seres humanos empezaron a organizarse en grupos sociales


que se concentraban en "ciudades" (de ahí proviene la palabra
"civilización"). Paulatinamente empezaron a compaginar la caza y
la pesca con la agricultura y la ganadería, lo que provocó el
asentamiento en lugares estables y el abandono de la vida
nómada.

A pesar de que, como periodo geológico, se extiende hasta


nuestros días, el estudio del Holoceno se extiende hasta la
invención de la escritura. El primer escrito que se conoce se
atribuye a los sumerios de Mesopotamia, hace unos 5.000 años. A partir de este momento empieza lo
que llamamos "historia".

Bibliografìa

www.astronomía.com

www.wikipedia.com

Ver las citas bibliográficas del Programa de la materia


Magnitud
Equivalencia de
Richter Referencias
la energía TNT
(ML o MS)

–1,5 1g Rotura de una roca en una mesa de laboratorio

1,0 170 g Pequeña explosión en un sitio de construcción

1,5 910 g Bomba convencional de la Segunda Guerra Mundial

2,0 6 kg Explosión de un tanque de gas

2,5 29 kg Bombardeo a la ciudad de Londres

3,0 181 kg Explosión de una planta de gas

3,5 455 kg Explosión de una mina

4,0 6 toneladas = 6 t Bomba atómica de baja potencia.

Terremoto en Albolote de 1956 (Granada, España)


5,0 199 t
Explosión de un polvorín de la Armada en Cádiz de 1947

5,5 500 t Terremoto de El Calvario (Colombia) de 2008

Terremoto de Double Spring Flat de 1994 (Nevada, Estados


6,0 1.270 t
Unidos)

Terremoto en Managua (Nicaragua) de 1972)


6,1
Terremoto de Salta de 2010
Terremoto de Costa Rica de 2009
6,2
Terremoto del Estado Carabobo (Venezuela) de 2009

6,4 Terremoto de Armenia de 1999 (Armenia, Colombia)


6,5 31.550 t Terremoto de Northridge de 1994 (California, Estados Unidos)
Terremoto de Hyogo-Ken Nanbu de 1995 (Japón)
7,0 199.000 t
Terremoto de Puerto Príncipe de 2010 (Haití)
7,1 199.000 t Terremoto en el sur de Chile 2010
Terremoto de Spitak 1988 (Armenia)
Terremoto en Puerto Rico 21 enero3

7,2 250.000 t
Terremoto de Baja California de 2010 (Mexicali, Baja California)
Terremoto de Ecuador de 2010 (180 kilómetros de Ambato)

7,4 550.000 t Terremoto de La Ligua de 1965 (Chile)


7,5 750.000 t Terremoto de Caucete 1977 (Argentina)
7,7 Terremoto de Limón de 1991 (Costa Rica)
7,8 1.250.000 t Terremoto de Sichuan de 2008 (China)
7.9 5.850.000 t Terremoto del Perú de 2007 (Pisco, Perú)
8,1 6.450.000 t Terremoto de México de 1985 (Distrito Federal, México)
8,5 31,55 millones de t Terremoto de Sumatra de 2007
8,5 XXX millones de t Terremoto de Valdivia de 1575 (Chile)
8,8 210 millones de t Terremoto de Chile de 2010
9,0 240 millones de t Terremoto de Japón de 2011
Terremoto del océano Índico de 2004
9,3 260 millones de t
Terremoto de Anchorage de 1964 (Alaska, Estados Unidos)
9,5 280 millones de t Terremoto de Valdivia de 1960 (Chile)
Estimado para el choque de un meteorito rocoso de 2 km de
10,0 630 millones de t
diámetro que impacte a 25 km/s
1 milmillón de t = Fractura de la Tierra por el centro
12,0
106megatones = 1 teratón Cantidad de energía solar recibida diariamente en la Tierra
108 megatones = 100 Impacto en la península de Yucatán que causó el cráter de
13,0
teratones Chicxulub hace 65 Ma
Impacto de Theia hace 4.000 millones de años. No hay lugar
~25.0 ¿?
preciso del impacto debido al tamaño del planetoide.

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