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NECESIDAD DE LA FORMACIÓN AXIOLÓGICA DE LOS Y LAS ESTUDIANTES

DANNA YECENY JIMENEZ GUIJO

PAULO ALFOLSO ORTIZ CASTRO


DOCENTE

FILOSOFIA DE VALORES

CORPORACION UNIVERSITARIA DEL CARIBE CECAR LICENCIATURA EN


PEDAGAGIA INFANTIL AGUACHICA-CESAR 2019

La Necesidad Del Aprendizaje


las necesidades del aprendizaje, es un tema que abarca todo el
proceso que sirve para conocer al ser humano, partiendo de las
necesidades básicas, y que también le permite adquirir aquellos
conocimientos y habilidades necesarios para sobrevivir y desarrollar
las capacidades, vivir y trabajar con dignidad, mejorar la calidad de
vida, tomar decisiones e incluso continuar aprendiendo, hasta el
proceso de aprendizaje permanente requerido en la sociedad actual
caracterizada por profundos cambios, en que la tecnología digital está
transformando todos los aspectos de la vida y matiza una transición
hacia una nueva era, la del conocimiento; donde es factible y
necesario acceder a la información y el conocimiento, utilizando las
capacidades de aprendizaje. Para desarrollar esas capacidades se
precisa una estrategia consciente en la educación y formación
permanentes como forma de asumir este reto contemporáneo.

Para concluir, Esto genera una fuerte autonomía en ellos y alimenta su


curiosidad. Por centrarse en el desarrollo integral, el aprendizaje
basado en competencias permite a los estudiantes tomar decisiones
en base a lo que ya conocen y dominan, lo que fomenta un constante
desarrollo y la adquisición de conocimientos y habilidades.

Sobran motivos por los cuales incentivar el aprendizaje por


competencias. Si bien el cambio de modelo conlleva algunos desafíos,
cada día son más las instituciones que se animan a implementarlo,
dado que queda demostrado que es una de las mejores maneras de
ayudar a los jóvenes en su formación como ciudadanos y
profesionales.
La Enseñanza De Valores De Las Niñas, Los Niños Y Jóvenes Desde: La
Familia Y La Escuela.

Los valores son los principios bajo los cuales una persona guía su
vida, establece prioridades y dirige su conducta. Una persona que
actúa acorde a valores positivos puede experimentar un mejor sentido
de bienestar y calidad de vida. En el proceso de crianza, los padres
inculcan valores a sus hijos según la educación que recibieron, los
valores transferidos por parte de sus propios padres, o los asuntos que
consideran significativos para la formación. Si bien es importante
transmitir valores a través de la enseñanza, dar ejemplo mediante
acciones es primordial para que niños y jóvenes acepten esos valores
como propios. De esa manera, logran internalizar valores que,
eventualmente, guían su conducta a lo largo de la vida. Los valores
positivos contribuyen a que se conviertan en adultos responsables,
capaces de tomar decisiones por sí mismos y de convivir sanamente
en sociedad.

Entre los valores positivos, el sentido de equidad y justicia social


promueve el desarrollo de conducta pro social, o aquellas acciones
sociales cuyo propósito es ayudar a otros. Para fomentar ese valor, se
sugiere a los padres animar a sus hijos, desde temprana edad, a ser
justos con los demás. También es importante que les ayuden a
comprender la importancia que estas acciones tienen por sí mismas y
no por la ganancia que pudieran obtener más allá de hacer el bien. Por
ejemplo, cuando tu hijo realice una acción en defensa de los derechos
De alguien, resalte el valor de defender la justicia y equidad para
todos. Según van creciendo, ofréceles la oportunidad de escoger sus
propias causas y apóyalos en su deseo de defenderlas.

Los padres pueden fomentar la empatía y solidaridad mediante


escuchar y buscar comprender a otros, con acciones que permitan a
sus hijos entender la importancia de colaborar con los demás. Se
recomienda sugerirles imaginar qué sienten o piensan los demás ante
alguna situación, qué les alegra o les entristece, y qué se podría hacer
para ayudarles. Además, acciones como cuidar de una persona
enferma, ayudar a otro niño con una tarea, participar de voluntariado,
entre otras, contribuyen a desarrollar ese sentido de compasión y
solidaridad.

Por otro lado, hablar con tus hijos acerca de emociones y sentimientos
ante diferentes eventos y cómo manejar la situación es una excelente
oportunidad para enseñarles autoconocimiento y control emocional.
Identificar emociones como: alegría, tristeza, enojo o frustración, así
como entender las posibles consecuencias de actuar bajo la influencia
de cualquiera de estas, ayudará a tus hijos a enfocarse en reconocer
tanto sus emociones como las de los demás y a pensar antes de
actuar. 

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