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Sumario
INTRODUCCIÓN
B. LA RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN EN UN
PÚBLICO
* Abogado de la Universidad Santo Tomás (Bogotá, Colombia). Especialista en Derecho Administrativo, Universidad Externado
de Colombia. Magíster (D.E.A.) en Derecho Público Interno Francés de la Universidad de Nantes (Francia), Doctorado Francés
en Derecho Público de la Universidad de Nantes (Francia). Profesor Asociado de la Universidad de Los Andes (Bogotá,
Colombia).
Agradezco a Juan Pablo Sarmiento Erazo, abogado de la Universidad Javeriana, con Maestría en Derecho de la Universidad de los
Andes, por su valiosa colaboración en la elaboración de este documento.
1
2.1. La ruptura del principio de igualdad frente a las cargas públicas, un ejemplo del
dualismo jurídico
jurídico
JURÍDICO
CONCLUSIÓN
2
INTRODUCCIÓN
accidente de tránsito; civiles muertos en fuego cruzado entre militares y rebeldes; muerte de
enfermo en la puerta de una clínica; persona privada injustamente de su libertad y tantos casos
más. Detrás de estos dramas, el jurista se pregunta sobre la forma de lograr una parte de justicia:
la indemnización de los perjuicios causados. El primer escollo reside en identificar cuál es el juez
Entendemos que en todos los países existe una manera de resolver los litigios que se puedan
presentar entre el Estado y los particulares. En principio, existirían tres grandes modelos: el
ordinaria, por lo que el juez competente es el ordinario bajo las reglas del derecho privado. El
Finalmente, el tercero, es decir, el francés, se caracteriza por tener una justicia especial, separada
de la justicia ordinaria, pero con una relación bastante estrecha con la administración . 1
las personas públicas? Hasta antes de la reforma judicial de 1941 (Ley 167), el modelo aplicado
1 Convine anotar que en este país ya se comienza a reflexionar acerca de la necesidad de la dualidad jurisdiccional. Ver :
TRUCHET, Didier. Plaidoyer pour une cause perdu: La fin du dualisme juridictionnel. En AJDA. 2005. P. 1767.
3
especialmente con los daños causados al derecho de propiedad . Recordemos que la Constitución
2
de 1886 otorgaba competencia a la Corte Suprema de Justicia de Colombia para conocer de “los
negocios contenciosos en que tuviera parte la Nación o que constituyeran litigio entre dos o más
responsabilidad de las personas públicas por los hechos y operaciones administrativas (Art. 68 de
la Ley 167 de 1941). Sin embargo, la transición de jurisdicción no fue completamente tranquila,
puesto que la jurisdicción ordinaria insistía en avocar competencia en los demás asuntos en los
que los daños se originaran por causa diferente a los hechos u operaciones; distinción que por lo
demás no resultó siempre fácil y que terminó generando conflictos entre estas dos jurisdicciones.
del Decreto 528 de ese año, que otorga competencia plena para el conocimiento de los asuntos
privado.
Ahora, debemos resaltar que si bien el modelo colombiano se asemeja al francés, difieren en un
ejecutivo. De esta manera, los Consejeros de Estado en Francia no son Magistrados sino altos
comisión especial de servicio que los autoriza a tales fines. Lo anterior encuentra su justificación
4
especialidad. Es decir, un juez que conozca las dificultades propias del servicio para que al
momento de fallar lo haga teniendo en cuenta que no se aplican las reglas del derecho privado,
pues el criterio aquí no es el de la igualdad, tan natural en las relaciones entre particulares, sino el
Este punto específico deja ver, en el derecho colombiano, grandes tensiones que se concretan en
el interés del juez de la responsabilidad extracontractual para trazar los primeros lineamientos de
una distinción artificial entre la responsabilidad pública y la privada (I) y en la manera como la
el monismo jurisdiccional (A). A partir de 1941, como ya lo dijimos, habrán de coexistir dos
situación que será examinada bajo el concepto del dualismo jurisdiccional (B).
5
A. LA RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS PÚBLICAS EN UN
La Corte Suprema de Justicia fue por varios años el juez supremo de la responsabilidad
administrativa. Esto se debió a la configuración inicial que mantuvo el Consejo de Estado, muy
En un fallo del 22 de octubre de 1896, el juez avanza en la primera preocupación en relación con
la responsabilidad: ¿Pueden las personas jurídicas ser responsables? Esta pregunta era igualmente
válida tanto para las personas jurídicas públicas como privadas . Su respuesta fue resumida así:
5
“Todas las naciones deben protección a sus habitantes nacionales y extranjeros, y si bien
sí está obligado a las reparaciones civiles por los daños que resultan de un delito
imputable a sus funcionarios públicos, cuando no es posible que estos los resarzan con sus
4 Sobre la evolución y consolidación del Consejo de Estado como cabeza de la jurisdicción contencioso administrativa ver LUNA
BENITEZ, Luís Alberto, Lo Contencioso Administrativo, Ed. Librería del Profesional, Bogotá 1981. p. 30 a 45, y SAAVEDRA
BECERRA, Ramiro. Op., cit. P. 111 y ss.
5 Sentencia del 22 de octubre de 1896, "G.J., ", t. II, p. 357. En RODRÍGUEZ, Libardo Derecho Administrativo. Bogotá: Ed.
Legis 2005. p. 566.
6 SAAVEDRA BECERRA, Ramiro. Op., cit. p. 96.
6
Una vez resuelto el tema de la responsabilidad de las personas jurídicas, el juez plantea otro
interrogante: ¿Les cabe culpa a las personas jurídicas? Un fallo del 20 de octubre de 1898 , reitera 7
especial, a la que consagra el artículo 2347 del Código Civil por el hecho ajeno. Se trataba de un
ejercicio de semejanzas entre las personas físicas y las morales porque el Código Civil
“[e]n materia delictual y cuasidelictual establece [la ley] que es mala elección o falta de
los agentes, aún por la mala elección que de ellos se haga. Un empresario de transporte,
por ejemplo, que tiene a su servicio empleados que por su negligencia, malicia o descuido
causan daños a personas o a las cosas, se hace responsable de las faltas de sus
personas que no tienen las condiciones requeridas para el buen desempeño de su cargo. El
rigor de estos principios es mayor, si cabe, cuando se trata de los hechos de los empleados
públicos con relación a la entidad que los nombra, y en ese sentido se han resuelto por la
Corte cuestiones análogas a la presente, y no había razón alguna para cambiar los
7 V. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia del 20 de octubre de 1898, G.J., Bogotá, 28 de marzo de 1890, Año: XIV, N°
685-686. p. 54-57.
7
Observamos que se ha reflexionado en términos exclusivos del derecho civil. Curiosamente y,
seguramente, por la lectura de la doctrina francesa de nuestros juristas de esa época, es decir de
los años treinta, se empieza a citar en Colombia, la expresión “falla del servicio”, pero
naturalmente sin tener en cuenta el contexto especial que se le dio en Francia; simplemente se
concluye en Colombia que la culpa del Código Civil equivale a la falla del servicio de las
Recordemos que desde 1873, en Francia, el fallo Blanco había establecido que la responsabilidad,
“en que pueda incurrir el Estado por los daños causados a los particulares por el hecho de las
personas que emplea en un servicio público, no puede estar regida por los principios establecidos
por el Código Civil para las relaciones de particular a particular. Que esta responsabilidad no es
ni general ni absoluta, que ella tiene sus reglas especiales que varían en función de las
necesidades del servicio y de la necesidad de conciliar los derechos del Estado y los derechos de
los particulares” . 8
En Francia, este fallo busca desprenderse del derecho civil para así justificar la existencia de un
juez especial. De nada serviría crear un nuevo orden jurisdiccional si quienes lo conforman
piensan de la misma manera que los ya existentes, y si se falla según las mismas reglas de la
general, quiere significar que contrariamente a la civil, no responde por todas las actividades del
Estado: solamente lo hace por daños causados por la actividad administrativa. Ello ya es una gran
8 LONG, Marceau., et al. Los Grandes Fallos de la jurisprudencia administrativa francesa. Bogotá: Ediciones Librería del
profesional, 2000. P. 1.
8
diferencia con el derecho civil, en el que no puede sustraerse de responder en actividad alguna, y
Pero la decisión resulta aún más interesante al afirmar que esta nueva responsabilidad tampoco es
absoluta. La expresión “absoluta” se refiere a los grados de culpa por los que se puede condenar a
las personas públicas. Este grado es cualificado, debe ser por culpa grave. Lo anterior, por
supuesto, se entiende en la lógica pública de las prerrogativas de poder, pues el Estado comienza
particular.
Como ya lo habíamos enunciado, nuestros juristas de finales de los treinta se informan de lo que
sucede en Francia e importan conceptos tales como “la falla del servicio” aunque sin darle la
trascendencia que se dio allí. En Francia la falla del servicio implica el reconocimiento de una
responsabilidad pública diferente de la privada, mientras que en Colombia sirve para alimentar el
debate acerca de la necesidad de hacer responsable a la Administración aunque fuere bajo las
reglas del Código Civil. De hecho, en Colombia nunca tuvo eco la limitación acerca del grado de
culpa por el que responden las personas públicas señaladas en el fallo Blanco. El juez condena a
reparar perjuicios a partir del momento en que estableciera una culpa o falla del servicio aunque
fuere leve, igual que en derecho civil. No olvidemos que la graduación de culpa es aplicable, en
derecho colombiano, únicamente a las relaciones contractuales; es decir, el contenido del artículo
Más que un debate entre derecho público y privado en relación con esa nueva expresión de “falla
del servicio”, se trató de un esfuerzo por encontrar su sustento jurídico dentro del mismo Código
9
Civil. Las dificultades no fueron escasas puesto que el Código Civil se refiere a la
responsabilidad directa (Art. 2341), y a la responsabilidad por el hecho de otro (2347). Es así
como una decisión del 21 de agosto de 1939, de la Corte Suprema de Justicia ilustra ampliamente
esta discusión:
“Esta teoría de la responsabilidad por otro, para justificar la del Estado cuando causa
daños como Gerente de los Servicios Públicos derivada de los principios del derecho civil
que consagra la responsabilidad de los amos por los hechos culposos de sus dependientes,
está revaluada por la nueva concepción que quiere fundar la responsabilidad culposa en un
concepto objetivo principalmente, equivalente al deber del Estado de reparar los daños
que cause a los ciudadanos por el funcionamiento inadecuado de los servicios públicos,
Tenemos entonces que durante ese período, el derecho de la responsabilidad aplicó tanto la teoría
de la culpa como la de la falla del servicio, teniendo que ésta última en un principio se
fundamentó en las reglas del derecho privado. Pero ahora el fundamento normativo de esta
9 COLOMBIA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia del 21 de agosto de 1939, Sala de Casación Civil, M. P: Hernán
Salamanca, G.J., t. XLVIII, N° 1947.
Responsabilidad por culpa del municipio de Bogotá por los errores en la construcción del colector del río San Francisco que
permitió la inundación de predios y la destrucción de inmuebles.
10 COLOMBIA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia del 21 de agosto de 1939, Sala de Casación Civil, M. P: Hernán
Salamanca, G.J., t. XLVIII, N° 1947, p. 656.
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En realidad se inicia un período de discusiones basado en la teoría del órgano, de la
del derecho civil y que no correspondió a posiciones sucesivas y progresivas sino coexistentes, lo
Es precisamente en el marco de ese debate que surge la teoría de la falla del servicio, quizá como
supremo árbitro de esa discusión que mezclaba la teoría organicista, la responsabilidad indirecta
Civil, como se deduce del fallo del 30 de junio de 1962, mejor conocido como el fallo “Tinjacá”
en el que el Estado es condenado porque varias personas resultaron heridas por un carro de
Sin embargo, la vinculación de la falla del servicio con el Código Civil no deja tranquilo al juez
Hubo que esperar a que algunas decisiones empezaran a concluir que el verdadero fundamento de
obligación del Estado de proteger la vida honra y bienes de todos los residentes en el país,
obligación cuyo incumplimiento de esta obligación constituiría la falla del servicio que hace
responsable al Estado. Asistimos entonces a un nuevo esfuerzo del juez de la responsabilidad por
11 COLOMBIA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA., Sentencia del 30 de junio de 1962, Salas de Casación Civil, M. P. José J.
Gómez. G.J. Tomo XCIX, p. 87.
11
B. LA RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN EN UN
PÚBLICO
En este punto, conviene examinar sucesivamente el origen del dualismo jurisdiccional (1), la
sino también consultivas. Según Danielle Lochak, esta situación es un legado de la historia, una
juzga” . En otras palabras, ese juez no es más que un funcionario revestido de independencia y
12
que se constituye en la última instancia del examen de la legalidad de los actos producidos por
12
La dualidad se justificó en Francia por razones históricas. El temor de los revolucionarios
respecto a que los jueces volvieran a interferir en contra de las actividades de la administración.
“Los jueces veían en los funcionarios propietarios del cargo y en los comisarios del rey,
el gremio judicial era mirado en muchos círculos como una barricada contra el
Empero como ya se ha visto, esta actitud de la judicatura no era pura y neutra; estaba
que defendía la aristocracia “in genere” emplazada en los dos “estados” superiores, la
nobleza y el clero, que por encima y junto con el “tercer estado”, o sea el pueblo,
francés que ya se había adoptado, en cuanto tenía que ver con el conocimiento de la legalidad de
los actos de la Administración. En realidad, no resultaba muy difícil continuar con la dualidad de
13 VÉLEZ GARCÍA, Jorge. Los dos sistemas de derecho administrativo. Bogotá: Universidad Sergio Arboleda, 1996. p. 8.
13
2. Del dualismo jurisdiccional al dualismo jurídico antes de la Constitución de 1991
principio de igualdad frente a las cargas públicas (2.1), pero también lo ha hecho en otras
2.1 La ruptura del principio de igualdad frente a las cargas públicas, un ejemplo del dualismo
jurídico
En mayo de 1973, el fallo Vitalia Duarte viuda de Pinilla , permite al Consejo de Estado
14
responsabilidad por ruptura del principio de igualdad frente a las cargas públicas, principio
jurídica. La señora Duarte, propietaria de una casa que fue completamente devastada durante los
combates que libraron las fuerzas del orden y el "bandolero" Efraín González, refugiado sin
consentimiento alguno en esa casa, demandó al Estado por los perjuicios sufridos. En esa
14 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 23 de mayo de 1973, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C.P. Alfonso
Castilla Saíz, Expediente N°: 978, Actor: Vitalia Duarte viuda de Pinilla.
14
[l]a acción armada ejercida para capturar a Efraín González en cumplimiento de una
orden judicial expedida por funcionario competente no constituye falla del servicio y fue,
por lo mismo, legítima, pero ella causó un perjuicio económico a un tercero ajeno a esos
hechos, consistente en la destrucción de una casa propiedad de ese tercero, razón por la
cual al Estado le corresponde indemnizar el perjuicio causado, lo que equivale a hacer una
equitativa distribución de las cargas públicas entre todos los contribuyentes. Desde luego
que tal indemnización deberá hacerse con cargo al presupuesto de la Nación. El Estado en
el ejercicio de su soberanía puede a veces afectar los derechos de los particulares, pero si
esta afectación es igual para todos los individuos que se encuentran en las mismas
responsabilidad no proviene de la naturaleza del hecho que cause el daño, sino del
carácter singular o excepcional del daño causado. No quiere decir esto que no pudiera
causarse daño al interés privado cuando se hace necesario en bien del interés público; pero
cuando esto ocurre, debe, en términos generales, el Estado, como administrador de los
bienes sociales de la Nación, resarcir el perjuicio causado para evitar de esta manera un
particular
15
Sin embargo, el juez no siempre tiene que examinar casos que le permitan con comodidad
ubicarse en el terreno del derecho público y, de esta manera, de la dualidad jurídica, como sucede
inicialmente la teoría del “depósito necesario”, de fuerte arraigo privatista, del artículo 55 de la
ley 79 de 1931, modificado por el artículo 2° del decreto-ley 630 de 1942, para tratar de aplicar,
que:
Frente al detenido, la autoridad militar tenía una obligación de resultado: respetar su vida,
desafortunada utilizada por la sala en asunto similar al fallado hace algunos años. No, es
de reprimir la delincuencia debe capturar a las personas cuando sobre ellas pesa alguna
sindicación. No nace con esa aprehensión una relación contractual para mantenerlo con
Sin embargo, esta primera posición del Consejo de Estado no ha sido del todo abandonada. En
sentencia del 28 de noviembre de 2002 , parece devolverse hacia la teoría del depósito necesario
17
sin manifestarlo expresamente y sin citar las normas de derecho privado que lo regulan:
15 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 2 de abril de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C.P. Julio
César Uribe Acosta. Expediente N°: 6854, Actor: Luis Aníbal Marín Muñoz.
CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 13 de febrero de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C.P. Daniel
Suárez Hernández, Expediente N°: 6552, Actor: Cenelia Ocampo y otros, Demandado: Nación – Ministerio de Defensa - Policía
Nacional. (Sentencia 125)
16 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 6 de diciembre de 1988, Expediente.: 5187.
17 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 28 de noviembre de 2002, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P.
Ricardo Hoyos Duque, Radicación número: 70001-23-31-000-1993-4561-01(12812), Actor: Luis Adolfo Gonzalez Espinosa,
Demandado: Nación -DAS-
16
En síntesis, frente a los retenidos el Estado tiene una obligación específica de protección y
la cual ven limitados sus derechos y libertades y la autonomía para responder por su
propia integridad y por lo tanto, deben gozar del pleno amparo de las autoridades frente a
Las obligaciones que asumen las autoridades de la República frente a los retenidos son de
dos clases: 1) de hacer, esto es, de prever y controlar los peligros que pueda sufrir una
a la abstención de cualquier conducta que pueda vulnerar o poner en peligro los derechos
En este orden de ideas, considera la Sala que las obligaciones de abstenerse de causar
cualquier limitación a los derechos de las personas que no estén relacionados con la
medida cautelar, así como los de prever y controlar cualquier acto que redunde en
en que lo retuvo, debe responder patrimonialmente por los perjuicios que éste haya
todos los recursos de que dispone para proteger al retenido y evitarle la causación de
cualquier daño, salvo que haya intervenido una causa extraña, pues frente al retenido la
17
obligación del Estado no es un comportamiento sino la realización efectiva de un
resultado determinado.
Lo anterior demuestra que la dualidad jurídica, es decir, la aplicación de reglas propias del
derecho público, sólo tuvo aplicación excepcional y, en algunos casos, en apariencia, pues el
responsabilidad de las personas públicas aparecería como la gran respuesta a la dualidad jurídica,
El Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables,
18
Por otra parte, la consagración del “Estado social de derecho” en la Constitución de 1991,
18
amplió, sin duda, el espectro de la responsabilidad. Por una parte, a temas como los Derechos
Humanos, por fuera de la lógica del derecho privado, y por otra, a todas las actividades de la
responsabilidad de las personas públicas dio inicio a una nueva interpretación, especialmente
centrada en el alcance de la expresión “daño antijurídico”, que se importaba del derecho español.
No era cómodo para el juez de la responsabilidad pública, constructor desde años atrás de un
completamente extraño: el de daño antijurídico. En general la norma, así ésta sea constitucional,
recoge en su redacción la idea de la jurisprudencia para que el juez la siga aplicando con más
tranquilidad. Aquí sucede algo muy diferente: la Constitución le impone al juez una tarea nueva,
en el dualismo jurídico
19
Esta interpretación del derecho español produjo la adopción de un fundamento exclusivo de la
fundamentalmente basada en la culpa. Un fallo proferido con ocasión del caso de Emilia Guido
para pasar a ser uno de los criterios jurídicos de imputabilidad de la responsabilidad. Por
ello, ahora es posible, en muchos casos, que la víctima pueda ser indemnizada por los
Consejo de Estado estimó que los daños sufridos tras unos combates contra la guerrilla deberían
ser indemnizados en razón de la ruptura del principio de igualdad ante las cargas públicas, aún si
promulgación de la Constitución este caso podría haber sido examinado a la luz de la teoría del
19 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 22 de noviembre de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª C.P.
Julio César Uribe Acosta, Demandado: Instituto de Crédito Territorial, Expediente Nº: 6454, Actor: Emilia Guido de Mazenett.
En esta demanda, la señora Emilia Guido solicitó declarar a la Nación--Ministerio de Obras Públicas y Transporte
administrativamente responsable de los perjuicios materiales sufridos en el predio de su propiedad, denominado "JUAN PABLO
VIEJO, situado en jurisdicción del Municipio de Candelaria, Departamento del Atlántico, como consecuencia de las fallas en el
servicio de conservación y mantenimiento del talud que soporta la carretera que de San Pedrito conduce a Villa Rosa y que a la
vez sirve de muro de contención a las aguas del Canal del Dique y por la no oportuna operación del cierre del boquete o brecha
acaecida en el mencionado talud, lo cual ocasionó la inundación de las aguas del Canal del Dique en el Sur del Departamento del
Atlántico en el mes de diciembre de 1984.
20 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 25 de febrero de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª C.P. Carlos
Betancur Jaramillo, Demandado: Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional, Expediente Nº: 7742, Actor: Rodrigo Rivera
Coronel.
En este asunto, los demandantes solicitaron declarar a la Nación - Ministerio de Defensa - Ejército Nacional, administrativamente
responsable por los daños materiales en los conceptos de daño emergente y lucro cesante causados con motivo de la acción militar
llevada a cabo por la patrulla 'Caimán Tres' del Ejército Nacional Batallón José Hilario López de Popayán, en hechos sucedidos el
20 de marzo de 1990.
20
riesgo especial o excepcional, pero “hoy en día esta teoría ha sido abandonada en favor del
Así, el juez administrativo se mostró indiferente al hecho que el servicio haya o no funcionado
jurisprudencia del Consejo de Estado y la ley admitían la responsabilidad objetiva para los daños
23
régimen de responsabilidad era subsidiario, siendo la regla general la culpa, falta o falla del
servicio. Ahora, del mismo modo, en sentencia del 22 de noviembre de 1991 ya citada , el 24
Ya no se puede dudar que, con la existencia del artículo 90, la responsabilidad del poder
más que un simple criterio jurídico tendiente a identificar el autor del daño”. Para el
Consejo, este argumento cobra aún más solidez desde que el artículo 1° de la
"solidaridad", de la cual, según la Corporación, se abstrae “la filosofía que está en la base
21
En el caso Carlos Arturo Pinzón Vargas , en el que se debate la responsabilidad administrativa
25
por la destrucción de la casa del demandante, que se produjo con ocasión de la explosión de un
carro bomba en ataque dirigido contra la Segunda División del Ejército Nacional en
Bucaramanga, el juez se apoyó, además del artículo 90, en el artículo 22 de la Carta Política:
según los términos del artículo 90 de la nueva Constitución, en todos los casos similares al
actual, pues es sólo así como el Estado podrá garantizar el bienestar de los miembros de la
sociedad.
financiera que conlleva condenar en prácticamente todos los casos al Estado. De esta manera,
termina por reconsiderar su posición generosa a favor de las víctimas y regresa al dualismo
que la responsabilidad del Estado era exclusivamente objetiva, debemos decir que rápidamente
25 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 30 de julio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P. Julio
César Uribe Acosta, Expediente Nº: 6828, Actor: Carlos Arturo Pinzón Vargas.
22
hubo de desvanecerse esa posición. La aplicación del régimen de responsabilidad objetiva de la
objetiva, pero, en este caso, el juez examinó las circunstancias desde el enfoque de la
Hay falla del servicio del Instituto Colombiano de la Energía -ICEL- pues éste debía
vigilar la aplicación de las normas técnicas y de seguridad para prestar este servicio en las
debidas condiciones. Un cable de la red eléctrica que, por el simple hecho de existir, ya
produce un riesgo especial, al imponer una carga excepcional a los terceros, agrava aún
administración no cortó la energía para evitar los daños causados. En otras palabras, la
vigilancia ejercida sobre los mecanismos de seguridad fue mala o defectuosa, lo que
produjo el daño . 27
La confirmación del regreso hacia el régimen anterior se demuestra a partir de la decisión del 25
del servicio no ha sido eliminada”. Incluso, podríamos afirmar que la responsabilidad objetiva se
26 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 5 de febrero de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P. Carlos
Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7506, Actor: Maximiliana Céspedes y otros, Demandado: Electrificadora del Tolima S.A.
27 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 2 de marzo de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª C.P. Carlos
Betancur Jaramillo, Expediente Nº: 7429, Actor: Nancy Amparo Ramírez Jaramillo, Demandado: Empresas Públicas de Pereira.
28 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 25 de febrero de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª C.P. Carlos
Betancur Jaramillo, Expediente Nº: 7742, Actor: Rodrigo Rivera Coronel, Demandado: Nación – Ministerio de Defensa – Ejercito
Nacional.
23
ha trasladado a los regímenes excepcionales, manteniendo nuestra jurisprudencia, la falla del
No obstante lo anterior, vemos con curiosidad la posición del Consejo de Estado en el fallo
Sociedad Jassir Gómez y Cía. Ltda. , producido exactamente 10 años después del caso Carlos
30
Arturo Pinzón ya citado. En efecto, los hechos del caso son particularmente interesantes porque
se producen en plena época del terror desatado por el narcotráfico causando atentados terroristas
indiscriminados. Quizá a ello se deba cierta comprensión del juez. Este caso se diferencia del
asunto Carlos Arturo Pinzón en quién es el causante del daño: aquí el causante no es la guerrilla
sino el narcotráfico, que igualmente había declarado la guerra al Estado. También se diferencian
en el objetivo del ataque; la guerrilla lanza ataques terroristas generalmente contra sitios
emblemáticos del Estado: instalaciones del D.A.S., un CAI, un puesto de policía, etc. El
narcotráfico optó, en ese momento, por atacar especialmente centros comerciales o sitios de gran
concurrencia.
29 Ver por ejemplo: CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 4 de marzo de 1999, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección
3ª, C. P. Juan de Dios Montes Hernandez, Expediente No. : 11.141, Actor: Teresa De Jesús Fernandez Herrera Y Otros,
Demandado: Departamento del Cesar.
CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 15 de junio de 2000, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P. Maria
Elena Giraldo Gomez, Radicación número: 12548, Actor: Maria Isabel Montoya de Carmona y Otros, Demandado: La Nación
(Ministerio De Salud).
CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 14 de junio de 2001, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª C. P. Alier E.
Hernandez Enríquez, Radicación No.: 41001-23-31-000-2000-9334-01(19334), Actor: General de Provisiones Ltda.
CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 27 de noviembre de 2002, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P. María
Elena Giraldo Gómez, Radicación número: 76001-23-31-000-1994-01010-01(13760), Actor: Efraín Hernández Ramírez y Otros,
Demandado: Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario - INPEC-.
CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 12 de febrero de 2004, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P. Ramiro
Saavedra Becerra, Radicación número: 68001-23-15-000-1994-08908-01(13952), Actor: Primitivo Sierra Fuentes y Otros,
Demandado: Nación - Ministerio de Defensa -Ejercito Nacional.
CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 6 de julio de 2006, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P. Alier
Eduardo Hernandez Enríquez, Radicación: 19001-23-31-000-1993-06001-01(15001), Actor: Pedro Nel Diaz y Otros,
Demandado: Nación-Ministerio de Transporte- Instituto Nacional de Vías- INVIAS
30 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 27 de septiembre de 2002, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P.
María Elena Giraldo Gómez, Actor: SOCIEDAD JASSIR GÓMEZ Y CÍA LTDA.
24
Las implicaciones jurídicas son bien diferentes. Los daños causados contra particulares por
ataques a instalaciones del Estado no rompen el nexo de causalidad puesto que la existencia, por
supuesto necesaria, de esas instalaciones, exponen a un riesgo especial de sufrir daños a los
vecinos, generando responsabilidad sin que haya reproche alguno para el Estado. Todo lo
contrario, su deber es el de permanecer cerca de los ciudadanos. En cambio, cuando los daños son
en principio, de una ruptura del nexo de causalidad. Sin embargo, el fallo Sociedad Jassir Gómez
y Cía. Ltda., constituye una formidable excepción. Los demandantes piden que se declare
Distrito Turístico, de los perjuicios causados como consecuencia del atentado terrorista, ocurrido
Sociedad Jassir Gómez y Cía. Ltda. Para el Consejo de Estado, hay lugar a esa reparación porque
encontró una falla del servicio en la vigilancia. No deja de sorprender la manera como el juez
busca minuciosamente esa falla del servicio en una actividad clásicamente exonerativa de
responsabilidad por la sorpresa misma con la que suelen ocurrir los atentados terroristas. La
Nacional), el Consejo de Estado advierte que pese a que dicha entidad adoptó medidas
25
general, a través de la realización de patrullajes, revisión de personas, etc., omitió otras de
suma importancia como son las de revisión o control sobre los vehículos, de prohibición
de parqueo de éstos en los alrededores del centro, etc., descuidando así uno de los frentes
de acción utilizados comúnmente para esa época por los terroristas, la colocación del
inocuos a la hora de prevenir el atentado. Se destaca el hecho de que el carro bomba fue
colocado en la parte exterior del centro, donde estalló produciendo innumerables daños.
Pero lo más interesante en este caso es la manera como el Consejo de Estado se refugia
causante del daño es un rasgo importante de distinción entre responsabilidad pública y privada.
Si bien puede considerarse que en este caso participaron en la producción del hecho
dañoso, tanto la conducta del tercero quien lo provocó materialmente, como la conducta
de omisión del Estado quien no adoptó las medidas pertinentes tendientes a prevenirlo,
cualquiera de las personas que participaron en su producción del daño, como ya se indicó
(arts. 2.344 y 1568 Código Civil). Por consiguiente, cuando la conducta del tercero no es
26
única y por tanto no es exclusiva sino coparticipada o cooperada en forma eficiente y
adecuada con la de otra (s) persona (s), el afectado puede pedir la declaratoria de
responsabilidad de uno o de todos los deudores solidarios (art. 1571 ibídem). Por lo tanto
responsabilidad, pues para que constituyera exonerante se requeriría que además de que
demandado y el daño causado a los demandantes. Debe recordarse que: -la solidaridad de
los deudores se produce en relación con la parte demandante y que entre los deudores
separación (art. 1579 ibídem). -el demandante puede dirigir su demanda por hechos como
Constatamos que el juez administrativo no tuvo, en este asunto, recato alguno en acudir al Código
27
sustracción del derecho público, acudiendo a escenarios donde las prerrogativas públicas
toman más determinación, notable en el caso del conflicto armado (A) y en el de la ruptura
En el marco del conflicto armado que vive nuestro país, observamos cómo ha avanzado la
responsabilidad del Estado, en la medida en que el orden público supone el interés general, pero
fundamentales de quienes se pueden ver involucrados con estos hechos. El profesor Vélez García
prevalencia del interés general sobre el privado supone mecanismos que equilibren dicha
Estado avanzar conceptos propios diferentes del derecho civil, como lo veremos más adelante.
pues se trata, ni más ni menos de regular situaciones de guerra con normas de paz.
El fallo Alfonso Salazar del 17 de noviembre de 1967 explica la evolución hacia el abandono de
32
28
cumplir su misión natural. Por esta razón “El Estado desaparece y, por eso mismo, desaparece el
responsabilidad en los primeros años de existencia del Consejo de Estado por los daños causados
por los hechos de guerra, cuando era evidente la existencia del conflicto armado en gran parte del
territorio nacional.
constituye fuerza mayor y por ende no compromete la responsabilidad del Estado. Solamente es
posible hacerlo responsable mediante la existencia de un régimen legislativo que así lo disponga
y en las condiciones que lo prevea. Dicho de otra manera: en caso de guerra o de conflicto
armado, le corresponde intervenir al legislador como representante de los asociados con el fin de
regular la responsabilidad basada, entre otras, en la solidaridad. Es la ley la que genera esa
obligación de responder.
Antes de la Constitución de 1991, el Consejo de Estado acudía a los términos del artículo 16 de la
Constitución Política. La norma disponía que las autoridades se encontraban instituidas para
proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra y bienes y, a partir de este
automáticamente declarada cada vez que una persona era afectada en tales bienes, pues la
valoración a la que llegase el juzgador acerca de las circunstancias de tiempo, modo y lugar,
como si hubieren sucedido los hechos, así como a los recursos con que contaba la administración
29
para prestar el servicio, para que entonces se pudiera deducir que la falla se presentó y que ella no
tiene justificación alguna, todo dentro de la idea de que "nadie está obligado a lo imposible" . 33
Podemos observar que el Consejo de Estado, en estos casos, exige protección y respuestas
víctimas del conflicto armado. Encontró el Alto Tribunal que el mandato que impone la
responsabilidad del Estado por este hecho . El Consejo de Estado argumentó que la norma
34
cumplimiento de sus obligaciones o dentro de lo que razonablemente se espera que hubiese sido
su actuación o intervención acorde con las circunstancias tales como disposición del personal,
medios a su alcance, capacidad de maniobra etc., para atender eficazmente la prestación del
33 Ibid. Cita Sentencia del 11 de octubre de 1990 Gaceta Jurisprudencial No.19, septiembre de 1994, Ed. Leyer, pp. 75 -76
34 El mencionado artículo establece que "están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida,
honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de
los particulares".
35 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 8 de mayo de 1998, Sección 3ª, C. P. Jesús María Carrillo Ballesteros, Expediente No.
11837, Actor. Luís Miguel Fernández Vega, Demandado. La Nación-Ministerio de Defensa, Ejército Nacional, Policía Nacional.
Sentencia que decide Acción de Reparación Directa por la omisión de la fuerza pública de prestar protección y vigilancia a los
bienes del actor, no obstante que éste, en reiteradas oportunidades, solicitó amparo y puso en su conocimiento las graves
amenazas que hizo la guerrilla.
30
[l]as actuaciones de los grupos alzados en armas son inciertos, lo cual constituye caso
fortuito o fuerza mayor, por lo que al respecto la Sala precisa que en todo caso las
orden público que pueda lesionar la vida de las personas o provocar el desplazamiento
forzado . 36
Como hemos podido observar, en el marco del conflicto armado colombiano, el Juez
autónoma. Lo anterior, pese a acudir a algunos elementos del derecho privado, principalmente en
De esta manera, produce un régimen de responsabilidad que intenta prevenir las violaciones a los
solicitud de disculpas públicas por parte de los agentes del Estado infractores. Todas estas
36 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 5 de diciembre 2002, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Cuarta, C. P.
María Inés Ortiz Barbosa, Radicación número: 13001-23-31-000-2000-9001-01(AG-62), Actor: Martha Cecilia Chacón
Castañeda y Otros, Demandado: La Nación – Ministerio De Defensa Nacional – Ejército Nacional. Sentencia que decide Acción
de Grupo porque pese a que las Autodefensas Unidas de Colombia, anunciaron públicamente su intención de desarrollar
"ofensivas totales" en el sur de Bolívar y en el Magdalena Medio hasta controlar dichos territorios, cometieron varias masacres,
asesinatos selectivos, saqueos y destrucción de bienes de civiles, ocupación de caseríos y cabeceras municipales por varios días,
en distintos municipios del sur de Bolívar, no fueron combatidos o neutralizados por la fuerza pública. Providencia que niega la
omisión del servicio, considerando la Sala que no se probó tal incumplimiento.
31
B. EL ROMPIMIENTO DE LA IGUALDAD ANTE LAS CARGAS PÚBLICAS,
La influencia del derecho francés sigue siendo la regla general en este dominio . La idea de 37
igualdad sirvió durante mucho tiempo de marco a un examen sistemático de los problemas que
Estado sobre una idea de garantía que reposa en el principio de igualdad ante las cargas públicas . 38
Benoît anota que: “es precisamente la igualdad de los individuos entre ellos lo que constituye la
base general de todo nuestro sistema de responsabilidad” . Pero, son las posiciones de Rivero y
39
de Laubadère, las que serán recibidas por el derecho colombiano, gracias a la traducción de
algunos de sus escritos. El primero señala que “desde un punto de vista teórico, la mayoría de los
autores ven en la responsabilidad del Estado (puissance publique) una consecuencia necesaria del
principio de igualdad ante las cargas públicas. La acción administrativa se ejerce en el interés de
todos: si los daños que resultan de ella contra algunas personas, no fueren reparados, serían
sacrificados con respecto al resto de la comunidad, sin que nada pueda justificar semejante
igualdad de todos ante las cargas públicas constituye la justificación teórica de la responsabilidad,
de eso no se desprende en absoluto que todo menoscabo de esta igualdad deba ser reparado” . 40
37 Sobre este principio, ver DELVOLVE, Pierre. Le principe d'égalité devant les charges publiques, L.G.D.J., 1969.
38En La théorie de la personnalité morale et son application au droit français, 2e ed., 1924, p. 264 y ss.
39En Le régime et le fondement de la responsabilité de la puissance publique, J.C.P., 1954, I, 1178.
40RIVERO, Jean. Droit administratif, op. cit., p. 274.
32
Por su parte, De Laubadère considera que en realidad, “el fundamento de la responsabilidad de la
administración puede verse en la idea siguiente: los servicios públicos funcionan en el interés
Actualmente, el derecho francés parecería poner en duda el valor de ese principio en su calidad
Contrariamente a ciertos puntos de vista tradicionales, sin ninguna duda, no es sobre éste
sirve de fundamento a la responsabilidad sin culpa de las personas públicas cuando, estas
últimas, hacen soportar, en nombre del interés general, cargas particulares a ciertos
rota .
42
Las primeras decisiones del juez colombiano que hacen alusión al principio de igualdad ante las
cargas públicas, coinciden con lo que decía el jurista francés Gabriel Dufour en 1868: “que se
trataba menos de una responsabilidad en el sentido propio del término, que de un sentimiento de
41LAUBADERE, André de. Traité des contrats administratifs, 2a ed., Paris : Librairie Générale de Droit et de Jurisprudence,
(1983-1984). t. 1. p. 1273.
42Thierry Debard, indaga sobre el valor de ese principio, no solamente como fundamento de la responsabilidad sin culpa, sino
también como fundamento de la responsabilidad administrativa. V. DEBARD Thierry, L’égalité des citoyens devant les charges
publiques: fondement incertain de la responsabilité administrative. , D. 1987, chr. , p. 157.
33
equidad que conduce a repartir a los ciudadanos la pérdida o el daño del cual uno de ellos fue
El derecho colombiano no está muy alejado de la tesis de Jean-Paul Gilli, quien sistematiza el
vínculo que existe entre la noción de equidad y de igualdad . En el célebre fallo del Banco
44
Bananero del Magdalena, del 28 de octubre de 1976, el Magistrado Jorge Valencia Arango
por equidad, cuando el obrar de tal modo, en beneficio de la comunidad, por razón de las
especial, anormal, considerable, superior al que normalmente deben sufrir los ciudadanos
así la igualdad de los mismos frente a las cargas públicas, o a la equidad que debe reinar
ante los sacrificios que importa para los administrados la existencia del Estado.
responsabilidad del Estado al considerar que se le impuso al demandante una carga excepcional
El Estado se responsabilizó no sólo del perjuicio que le causó por su utilización sino por
el riesgo que tomó para sí al vincularlo de hecho al servicio oficial. Pero, aunque no hubo
43 DUFOUR, Gabriel. Traité général de droit administratif appliqué, t. 5, Côtillon, 3 e ed, 1868, p. 147.
44 GILLI, Jean-Paul. La responsabilité d’équité de la puissance publique, D. 1971, chr. , p. 125.
45CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 25 de septiembre de 1987, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P.
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente Nº: 5042, Actor: Hilario Flórez Rodríguez.
34
falla del servicio y menos expropiación, sí se configuró en el evento sub judice el
rompimiento del principio de la igualdad frente a las cargas públicas y por esa razón y
sólo por eso, deberá responder la Nación. Efectivamente, al tomar el vehículo particular la
autoridad para cumplir una misión de orden público le impuso a su dueño una carga
excepcional no impuesta a todos y que excede las cargas y molestias normales que
responsabilidad por ruptura del principio de igualdad frente a las cargas públicas adoptada por la
justificar la aplicación de un régimen de responsabilidad sin culpa: por daño especial o anormal,
Los casos especiales de esta responsabilidad confirman la separación con el derecho privado:
Obras públicas de carácter permanente (puentes peatonales); responsabilidad por daños causados
por decisiones administrativas legales; finalmente, responsabilidad por el hecho de la ley. Como
se observa, se trata siempre de situaciones irreprochables para el Estado pero que generan su
dentro de la responsabilidad objetiva, al lado de la del riesgo, ésta sí muy conocida en derecho
privado.
35
CONCLUSIÓN
derecho privado.
Lo anterior causó una indudable deficiencia, pues la jurisprudencia comprendió que la utilización
de normas que regulan relaciones privadas resulta distante de la solución de conflictos entre
Sin embargo, este avance se realizó por el Consejo de Estado, quien pese a la utilización del
artículo 2341 y 2347 del Código Civil, logró construir un vínculo con el artículo 16 de la
Estado. Con todo, esta construcción se hizo mucho más evidente en escenarios de conflicto
armado interno, donde el Estado debe procurar la conservación del orden público, sin causar
En otros eventos, como se vio, la imputabilidad surge de una actividad sin reproche alguno pero
36
Por otra parte, es incuestionable que el conocimiento creciente de casos relacionados con la
violación de los Derechos Humanos ha llevado al Consejo de Estado a innovar con soluciones
bien diferentes de aquellas del derecho privado. Recientemente, en un fallo del 20 de febrero de
2008 , esta Alta jurisdicción Administrativa confirmó una sentencia de primera instancia que
46
condena al Estado – Policía Nacional por la captura y muerte de dos hermanos por miembros de
la policía quienes precisamente los tenían bajo su custodia, e impone adicionalmente una condena
específica por violación a los Derechos Humanos. Así, el alto Tribunal Administrativo obliga al
demandado a tomar varias medidas para reparar el perjuicio por violación a los Derechos
de Tulúa, Valle del Cauca, a la reparación de la violación de los derechos humanos de los
señores Omar y Henry Carmona Castañeda, para lo cual, de conformidad con la parte
pecuniaria:
46 CONSEJO DE ESTADO, Sentencia del 20 de febrero de 2008, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, C. P.
Enrique Gil Botero, Expediente Nº: 16.996, Actor: María Delfa Castañeda y otros.
37
promoción y respeto por los derechos de las personas, mediante charlas en diversos
barrios y centros educativos de dicha ciudad, y con entrega, de ser posible, de material
didáctico, en el cual la población tenga conciencia de los derechos humanos de los cuales
Comando de Policía de Tulúa, por el término de seis (6) meses, de tal forma que toda
misma”.
la Corte Suprema de Justicia , recoge, por primera vez, la tesis del Consejo de Estado acerca de
47
la indemnización del perjuicio denominado “daño a la vida de relación”. Indudablemente que esta
decisión demuestra que existe un diálogo en las dos jurisdicciones, y en los dos sentidos, que
disipa, como fue en este caso, la dualidad jurídica. En efecto, el interés de este caso es
En todo caso, la discusión del dualismo jurisprudencial y del dualismo jurídico, será, en este tema
47 COLOMBIA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia del 13 de mayo de 2008, Sala de Casación Civil, M. P: César
Julio Valencia Copete
38
39
PREGUNTAS CENTRALES
1) La influencia del derecho francés en sus inicios fue doble, pero el fallo “Blanco” no fue
seguido por el juez colombiano para construir la responsabilidad del Estado. ¿Cómo se
4) ¿Cómo se creó la falla del servicio desde el derecho privado en la práctica nacional?
6) ¿Cómo logró fundamentar el salto del artículo 2341 del Código Civil al artículo 16 de la
Constitución Nacional de 1886? ¿Significó una diferencia real con el derecho privado?
en nuestra experiencia?
40
9) ¿Resultó fundamental la consagración constitucional de la responsabilidad del Estado en
10) ¿Qué efectos tuvo la influencia española en la redacción del mencionado artículo?
Caso 1
Un acuerdo del Concejo de la ciudad decide declarar como bien de interés patrimonial y de
conservación la casa que desde hace varias generaciones tiene la familia de María y que en este
acuerdo, la negociabilidad del bien quedo limitada pues según la ley este tipo de bienes no
lo anterior ¿debería responder el Estado por los perjuicios causados a María por el acuerdo del
Caso 2
La Empresa de Energía propiedad del municipio, implementó una campaña para mejorar las
líneas eléctricas que proporcionaban la luz a todos los hogares de la localidad y que se
encontraban dispuestas desde los años 50. Todo el municipio fue informado de que esto iba a
suceder durante el mes de Agosto. Precisamente el 15 de este mes Juan decidió comprar con su
hipermercado del pueblo, ya que esa misma noche la Selección Nacional se jugaba la
clasificación al mundial del año siguiente. A eso de las 9:17pm cuando el partido estaba en
clasificación, repentinamente del televisor salió una chispa hacía el techo de la casa, e
41
inmediatamente se incendió no sólo el aparato sino la estructura de madera comprada
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JURISPRUDENCIA
Consejo de Estado
Actor: Ira Elischa Washburn, exp. 928, A.C.E., T. LXII, No. 387-391
Sentencia del 23 de mayo de 1973, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Alfonso Castilla Saíz, Expediente N°: 978, Actor: Vitalia Duarte viuda de Pinilla.
Sentencia del 11 de abril de 1978, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Anales del Consejo de Estado, t. XCIV, N°s 457 y 458, Primer
Sentencia del 8 de marzo de 1984, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
48
Sentencia del 17 de mayo de 1984, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Jorge Valencia Arango, Expediente N°: 3993, Actor: Graciano de Jesús Benjumea.
Sentencia del 28 de junio de 1984, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Eduardo Suescún, M. Expediente N°: 3012, Actor: Bernardo Ortíz et Julia Maldonado,
Sentencia del 28 de julio de 1987, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 4983, Actor: Tiberio Restrepo Alvarez y otros,
Ponente: Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 5042, Actor: Hilario Flores Rodríguez.
Ponente: Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 5042, Actor: Hilario Flórez Rodríguez.
Sentencia del 20 de febrero de 1989, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Antonio J de Irisarri Restrepo, Expediente N°: 4655, Actor: Alfonso Sierra Velásquez,
Sentencia del 7 de abril de 1989, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Ramírez Arcila, Expediente N°: 5264, Actor: Cielo Londoño Castaño, Demandado:
49
Sentencia del 28 de abril de 1989, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 3852, Actor: Jairo Rodríguez Durán.
Sentencia del 22 de agosto de 1989, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3°, Ponente:
Antonio J. de Irisarri Restrepo, Expediente N°: 5408, Actor: Daniel Pira Amaya.
Sentencia del 22 de febrero de 1990, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
José de Irisarri Restrepo, Expediente N°: 4271, Actor: Manuel Díaz, in "Extractos de
jurisprudencia", t. VII.
Consejero Ponente: Gustavo de Greiff Restrepo, Referencia: Expediente No. 5902. Actor: María
Helena Ayala de Pulido. Demandante: María Helena Ayala de Pulido, Demandado: Instituto de
Seguros Sociales.
Sentencia del 17 de abril de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Policarpo Castillo Dávila, Expediente N°: 5692, Actor: Targelia Arcos de Muñoz y otros.
Sentencia del 24 de abril de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Policarpo Castillo Dávila, Expediente N°: 6110, Actor: Octavio Potes y otros.
50
Sentencia del 19 de julio de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6334, Actor: Sociedad Phidia Investment Anstalt.
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 6277, Actor: Joaquín Granados Melo,
Magistrado Ponente: Carlos Betancour Jaramillo, Actor: José Hernando Chica y Otros,
Sentencia del 25 de octubre de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 6465, Actor: Gildardo Arteaga García.
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 6680, Actor: Helí de Jesús Cardona Ríos.
51
Sentencia del 22 de noviembre de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª
Ponente: Julio César Uribe Acosta, Demandado: Instituto de Crédito Territorial, Expediente N°:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6176, Actor: Almacenes Generales de Depósito de
Sentencia del 7 de febrero de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 6179, Actor: Luis Carlos Ospina Estrada y otros.
Sentencia del 14 de febrero de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 6303, Actor: Luis Carlos Arévalo Mendoza,
Demandado: Nación.
Sentencia del 20 de febrero de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 6182, Actor: Alfonso Dorado y otros.
Sentencia del 20 de febrero de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6514, Actor: Luis Alberto Figueroa Díaz y otros.
Sentencia del 5 de marzo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6611, Actor: Elda Luz Orrego Agudelo y otros.
52
Sentencia del 16 de marzo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6637, Actor: María Alexia Arango y otros.
Sentencia del 26 de marzo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 6255, Actor: Ana Ochoa de Pedraza y otros.
Sentencia del 26 de marzo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6654, Actor: Fabiola Ariza de León.
Sentencia del 2 de abril de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 5645, Actor: Pedro León Muñoz y otros.
Sentencia del 2 de abril de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta. Expediente N°: 6854, Actor: Luis Aníbal Marín Muñoz.
N°: 6805, Magistrado Ponente: Julio Cesar Uribe Acosta, Demandado: Nación – Ministerio de
Defensa.
Sentencia del 22 de mayo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 6027, Actor: Concepción Pana Ipuana y otros.
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 6557, Actor: Marco Tulio Cespedes Rodríguez y otros.
53
Sentencia del 28 de mayo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6771, Actor: Mónica Lucía Zambrano y otros.
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 7266, Actor: María Jael Montoya y otros.
Sentencia del 29 de mayo de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6530, Actor: Lubier González Chaux y otros.
Sentencia del 4 de junio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 7102, Actor: Álvaro Holguín Castaño.
Sentencia del 5 de junio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6823, Actor: Sonis Francisca Medina Romero y otros.
Sentencia del 5 de junio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Sentencia del 12 de junio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 6982, Actor: Beatriz del Carmen Correa de Rivas,
54
Sentencia del 5 de junio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6817, Actor: María Marleny Mahecha Vda de García.
18 de junio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente: Daniel Suárez
Sentencia del 30 de julio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6641, Actor: Jesús Tarazona Ruiz y otro.
Sentencia del 30 de julio de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 6019, Actor: Blas Fernando Hernández Gaviria
y otros.
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 6828, Actor: Carlos Arturo Pinzón Vargas.
Sentencia del 20 de agosto de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, M.P.: Daniel Suárez
Hernández, Actor: Beltrán Cardona Henao y otros, Demandado: Nación – Ministerio de Defensa,
Sentencia del 29 de octubre de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 6970, Actor: Margot del Socorro Agudelo de Angulo.
55
Sentencia del 21 de septiembre de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª,
Ponente: Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7267, Actor: Rodrigo García Caicedo.
Ponente: Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 7480, Actor: Ramiro Farfán Garzón y otros.
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 6970, Actor: Margot del Socorro Agudelo de Angulo.
Sentencia del 5 de febrero de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7506, Actor: Maximiliana Céspedes y otros,
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7742, Actor: Rodrigo Rivera Coronel, Demandado:
Sentencia del 28 de enero de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 6933, Actor: María Prisca Cantillo y otros.
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7742, Actor: Rodrigo Rivera Coronel.
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Sentencia del 2 de marzo de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7429, Actor: Nancy Amparo Ramírez Jaramillo,
Sentencia del 4 de marzo de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 7237, Actor: Pascuala Caicedo y otros.
Sentencia del 5 de marzo de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Expediente
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 8425, Actor: José Fernando Zapata Acevedo.
Sentencia del 30 de marzo de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 8000, Actor: Olegario Cristancho y otros,
Sentencia del 15 de abril de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3a, Ponente:
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 4080 et 4077, Actor: Luis Alberto Orobio y otros.
Sentencia del 16 de abril de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 7659, Actor: María Luisa Quintero Arbeláez,
57
Sentencia del 16 de abril de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Carlos Betancur Jaramillo, Expediente N°: 7561, Actor: Luis Carlos Amaya López y otros.
Sentencia del 23 de abril de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 7169, Actor: Graciela Artunduaga de Fierro.
Sentencia del 23 de abril de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 7530, Actor: Magola Pérez de Giraldo y otros.
Sentencia del 13 de mayo de 1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 7739, Actor: Ritha del Socorro Álvarez
Julio César Uribe Acosta, Expediente N°: 8970, Actor: Ernesto Rivera Ariza.
Sentencia del 17 de junio de 1994, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Juan de Dios Montes Hernández, Expediente N°: 8149, Actor: Nancy Eugenia Cárdenas.
Sentencia del 24 de junio de 1994, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
Daniel Suárez Hernández, Expediente N°: 9662, Actor: Joaquín Emilio Espinal y otros.
Sentencia del 6 de septiembre de 2001, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Exp.
AC- 17001-23-31-000-2001-0551-01.
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Sentencia del 27 de septiembre de 2001, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 2ª -
Policía Nacional.
Consulta del 25 de abril de 2002, Sala de Consulta y Servicio Civil, Ponente: Flavio Augusto
Rodríguez Arce, Rad. 1413, Actor: Director del Departamento Administrativo de Seguridad -
DAS –
Ejército Nacional.
Ponente Ramiro Saavedra Becerra, Proceso No. R-9231, No. Interno: 14654, Actor: Gladys
Pinzón Espinoza.
Sentencia del 17 de febrero de 2005, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª, Ponente:
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Sentencia del 20 de febrero de 2008, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 3ª,
Ponente: Enrique Gil Botero, Expediente Nº: 16.996, Actor: María Delfa Castañeda y otros.
Sentencia del 14 de septiembre de 1888, G.J., Bogotá, 22 de septiembre de 1888, Año: II, N° 90.
Sentencia del 20 de octubre de 1898, G.J., Bogotá, 28 de marzo de 1890, Año: XIV, N° 685-686.
10 de diciembre de 1937, Sala de Negocios Generales, Ponente: Pedro A. Gómez Naranjo, G.J., t.
XLV, N° 1923-1938.
Sentencia del 18 de abril de 1939, Sala de Casación Civil, Ponente: Pedro A, Gómez Naranjo,
Sentencia del 19 de mayo de 1939, Sala de Casación Civil, Ponente: Liborio Escallón, G.J., t. L,
N° 1961 et 1969.
Sentencia del 14 de junio de 1939, Sala de Negocios Generales, Ponente: Pedro A. Gómez
Sentencia del .3 de agosto de 1949. G.J., t. LXVI, Nos 2073-2074. Magistrado ponente: German
Alvarado
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Sentencia del 21 de agosto de 1939, Sala de Casación Civil, Ponente: Hernán Salamanca, G.J., t.
XLVIII, N° 1947.
Sentencia del 18 de noviembre de 1941, Sala de Casación Civil, Ponente: José Miguel Arango,
Sentencia del 25 de febrero de 1942, Sala de Casación Civil, Ponente: Hernán Salamanca, G.J., t.
LIII, N° 1983.
Sentencia del 21 de agosto de 1951, Sala de Casación Civil. Ponente: Gerardo Arias Mejía, G.J.,
t. LXX, N° 2103-2104.
Sentencia del 23 de abril de 1954, Sala de Casación Civil, Ponente: Manuel Barrera Parra, G.J., t.
Sentencia del 30 de junio de 1962, Sala de Casación Civil , Ponente: José J. Gómez.
Sentencia del 13 de mayo de 2008, Sala de Casación Civil, Ponente: César Julio Valencia Copete
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