Está en la página 1de 3

Wi-Fi y energía renovable en Alaska

gracias a la primera turbina eólica


en el aire
Escrito por Miguel A. Perez, 22 de octubre de 2014 a las 12:00

FUTURO
El aerogenerador aéreo más alto del mundo
proporcionará energía renovable en áreas remotas,
además de cobertura de datos y servicios de
telefonía móvil.
La startup Altaeros Energies fundada en 2010 por el Instituto de
Tecnología de Massachusetts –MIT–, será la encargada de
desplegar el primer aerogenerador aéreo comercial del
mundo sobre la ciudad de Fairbanks, Alaska. Izado a 304,80
metros de altura durante 18 meses,
proporcionará Wifi y energía renovable suficiente para
abastecer a más de una docena de familias que viven fuera de
la red actual.
El Altaeros BAT –Buoyant Airbone Turbine– aplica los últimos
avances en tecnología aeroespacial para crear una estructura
textil hinchable de alta resistencia, que se llena de helio para
levantar la turbina y estabilizarla en el aire. Gracias al diseño
aerodinámico de la carcasa de helio se consigue que la Altaeros
BAT se alinee con la dirección del viento, canalizando el flujo de
viento a través de su interior directamente hacia la turbina.
La turbina aérea de Altaeros se estabiliza en el aire mediante
un sistema de correas de sujeción de alta resistencia conectadas
a la base terrestre portátil. Gracias a un sistema de control
automático se controla la altitud óptima de la BAT para
garantizar en todo momento la máxima producción de energía.
De hecho, la posibilidad de llegar a altitudes donde las
corrientes son entre 5 y 8 veces superiores a la fuerza del viento
en la superficie, permite generar el doble de energía que
un aerogenerador terrestre convencional.
La BAT utiliza una ligera turbina de tres palas de eje
horizontal ubicada en el interior de la carcasa hinchable, capaz
de generar electricidad tanto en el aire como cuando está
acoplada en la base sin izar. Gracias a este novedoso sistema se
supera la barrera logística que supone extrapolar la producción
de energía renovable a áreas remotas sin acceso a la red,
además de poder complementar el dispositivo con sistemas de
comunicación, WiFi, cámaras o sensores con los que ofrecer
servicios remotos adicionales en áreas aisladas o de difícil
acceso.

La turbina se pliega y despliega sobre una estación base portátil


que alberga el sistema de control automático y de captación de
la energía producida, alojado sobre una plataforma
remolque para su fácil transporte por carretera. Toda la energía
producida por la turbina se conduce a través de los cables de
enlace conectados con la estación base, antes de pasar a la
interfaz de conexión con la red.
Considerada como la turbina más alta del mundo podrá
generar energía en condiciones climatológicas adversas,
además de proporcionar cobertura de datos, servicios
de telefonía móvil y datos meteorológicos locales. El
propósito del equipo del MIT es desarrollar el prototipo con el fin
de abastecer áreas remotas, regiones afectadas por desastres
naturales e incluso alimentar bases militares.

Aunque la turbina se encuentra todavía en fase experimental, la


Autoridad de la Energía de Alaska ha concedido a la startup del
MIT una subvención de 1,3 millones de dólares para instalar
el prototipo sobre la ciudad de Fairbanks por un periodo de
un año y medio, con el propósito de paliar los altos costes de la
energía en remotas regiones de Alaska como esta.

También podría gustarte