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La coevolución y las
enseñanzas de Darwin
Rodolfo Dirzo John N Thompson
Universidad de Stanford Universidad de California en Santa Cruz
E
s un hecho notable y ampliamente conocido que la
primera edición de El origen de las especies generó tanto
interés que se agotó de manera inmediata. Darwin
y quienes pronto siguieron su senda, que pusieron a
prueba las premisas y confirmaron las ideas contenidas
en ese libro, argumentaron en forma convincente que la
vida en la Tierra había evolucionado en forma continua:
las especies dieron lugar a otras nuevas y ello desencade-
nó una gran diversidad biológica.
El gran aporte intelectual de Darwin fue definir el
proceso que subyace en la evolución: la selección natural.
Tenía claro que, a medida que las especies se multiplica-
ban, la diversificación impulsaba aún más diversificación,
pues ellas interactúan: compiten por recursos, algunas
se convierten en depredadoras de otras, o se establecen
relaciones de simbiosis entre ellas. Por lo general combi-
nan varios de esos tipos de interacciones.
En suma, las especies no solo evolucionan, sino que
coevolucionan. Como escribió Darwin en el último párrafo
del Origen:
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tánico de Missouri, quienes en 1965 publicaron un estudio permiten albergar colonias de hormigas, a las que también
(‘Butterflies and plants: A study in coevolution’, Evolution, nutren mediante la producción de azúcares o lípidos en es-
18:586-608) que describió, por primera vez, la evolución tructuras especializadas. Las hormigas, por su conducta gre-
recíproca de mariposas (cuyas larvas son herbívoras) y plan- garia, rápida capacidad de reacción y agresividad, defienden
tas (cuyo follaje es el alimento primordial de las larvas), en el follaje de su hospedero del ataque de herbívoros.
parte responsable de la actual exuberancia de especies de Así, una planta típica interactúa o interactuó a lo lar-
ambos grupos. El recuadro ‘Mariposas y plantas: un estudio go de su historia evolutiva con por lo menos otras cua-
de coevolución’ reseña la génesis de ese artículo trascenden- tro o cinco especies. No es difícil comprender que, por
tal, descripta por los propios autores del concepto. ejemplo, la selva tropical de una región podría destruirse
en el lapso de apenas una generación con la eliminación
de todos los polinizadores, que quitaría a las plantas la
La coevolución y el funcionamiento capacidad de reproducirse y ello iniciaría la pérdida en
cadena de otros organismos y de los procesos que man-
de los ecosistemas tienen en actividad al ecosistema.
Algo parecido ocurre con los animales. Los genes que
A medida que la ciencia fue incrementando su enten- los animales heredan de sus progenitores son insuficientes
dimiento del proceso evolutivo, sobre todo en las últimas para permitirles la digestión de los alimentos que consu-
décadas, aprendió que la evolución, en gran medida, es men. El sistema digestivo de la mayoría de los animales
coevolución de especies. Todos los organismos complejos, e incluye comunidades complejas de microbios, coevolucio-
incluso los organismos multicelulares más simples, requie- nados con ellos, que aportan enzimas capaces de fraccio-
ren de una o más especies interactuantes para sobrevivir y nar los alimentos ingeridos y de convertirlos en sustancias
reproducirse, como se puede ilustrar con algunos ejemplos. químicas digeribles. Estudios recientes que han investigado
Además de los genes alojados en los núcleos de cada la diversidad de microorganismos presentes en el tracto
una de nuestras células, los animales albergamos ADN digestivo humano revelaron que albergamos una enor-
en las mitocondrias, que cumplen muchas funciones ce- me variedad de especies de ellos, de la que dependemos
lulares y son, en realidad, bacterias ancestrales que han para sobrevivir. Incluso organismos aparentemente sim-
terminado convertidas en huéspedes obligados de nues- ples, como las termitas, que se alimentan de madera seca
tros cuerpos. Así, por interacciones ecológicas de coevo- y constituyen algunos de los insectos más abundantes en
lución, dos especies ancestrales quedaron establemente ambientes tropicales, se pueden nutrir solo gracias a que
asociadas. Esto no suele ser apreciado, porque no esta- hospedan microbios que producen celulasa, una enzima
mos acostumbrados a concebir las mitocondrias como capaz de descomponer la celulosa de la madera.
organismos independientes que dejaron de serlo. De este modo, los ecosistemas principales de la Tierra y
Las plantas son aun más complejas, ya que no solo los procesos ecológicos que los caracterizan descansan en
tienen mitocondrias sino, además, cloroplastos. Estos son esas y otras interacciones coevolutivas. Si consideramos los
microbios fotosintéticos ancestrales que, igualmente, se procesos llamados de sucesión primaria, que consisten en la
han vuelto partes simbióticas obligadas de los vegetales. colonización inicial por seres vivos de un sitio desprovisto
De hecho, las plantas son el resultado de la coevolución de de ellos (por ejemplo, porque las comunidades naturales
por lo menos tres entidades evolutivas ancestrales, pues fueron destruidas por una erupción volcánica), advertire-
además de las mitocondrias y los cloroplastos, la gran mos que se inicia con algunos líquenes que se establecen
mayoría depende, para capturar nutrientes del suelo, de sobre rocas estériles y permiten la gradual formación de
hongos llamados microrrícicos, asociados con sus raíces. Los un sustrato capaz de sustentar otras plantas. Esto lleva a la
hongos intercambian nutrientes con las plantas y la com- formación de suelos, que serán colonizados por otras plan-
binación hongo-raíz forma una estructura generada por la tas, y así sucesivamente hasta terminar con una pradera, un
interacción coevolutiva de la que ambos descienden. bosque o una selva, es decir, una comunidad clímax.
Muchas plantas dependen para reproducirse de ani- El proceso coevolutivo es crucial desde antes mismo
males polinizadores, los que a su vez dependen de lo que del inicio de lo descripto, porque cada uno de los líque-
obtienen de la planta para alimentarse, como néctar o po- nes resultó de la coevolución de un hongo y una alga.
len (llamado en este contexto recompensas). Otros animales Similarmente, comunidades del ámbito marino, como
son dispersores de semillas de plantas, las que también les los arrecifes coralinos, están constituidos por corales que
proporcionan alimentos, por lo común bajo la forma de también resultaron de la coevolución con diversos orga-
frutos comestibles en cuyos carozos (no digeribles) están nismos llamados dinoflagelados. El denominado blanqueo de
las semillas, que son diseminadas por deposiciones o re- los corales, un fenómeno originado en la contaminación
gurgitaciones de esos animales. marina que actualmente afecta a los arrecifes, resulta en
Muchas plantas tropicales han evolucionado en el senti- parte de la disolución de las interacciones coevolutivas
do de adquirir adaptaciones, como troncos huecos, que les de las especies que los forman.
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