GINO GERMANI

SOCIOLOGIA
DE LA
MODERNIZAC ION
ESTUDIOS TEORICOS,
METODOLOGICOS Y APLICADOS
A AMERICA LATINA

301 .24 GERs

Sociología de la moderniz...

iliaijiiiiii i 1 1 11 1 1 1 1 1 1 1 11 1 1 11 11 li i

PAIDOS Buenos Aires

Impreso en la Argentina — Printed in Argentina
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EDITORIAL PAIDÓS, S.A.I.C.F. Defensa 599. Buenos Aires INDICE

Introducción
1. Las etapas del proceso de modernización en América latina. 15
La transición como proceso global y los procesos que la componen 15
1.
2. Variaciones de ritmos y secuencias entre los procesos componentes 21
3. Etapas de la transición 26
4. Elementos de un esquema de etapas en las actuales discusiones sobre
América latina ......... . . . ..... 29
5. Ensayo de un esquema de etapas de modernización en América latina 35
6. Interacción de los factores endógenos y exógenos en el surgimiento y
la cristalización de las configuraciones estructurales que tipifican los
varios estadios 36
7. Los "efectos estabilizadores" de la modernización como posibles facto-
res de retraso de cambios futuros 43
Etapas en la modernización económica, social y política de América
latina 49

II. La movilización social y sus conflictos 59

1. Desintegración y reintegración en el proceso de modernización social 59
2. Puesta en disponibilidad, movilización, integración 62
3. Movilización primaria y secundaria. Desmovilización 69
4. Disponibilidad y movilidad de las élites 71
5. Movilización e integración como fuentes de tensión y conflictos entre
grupos 75

III. El impacto de la movilidad sobre el consenso y la acepta-

ción del orden social 85
1. Las consecuencias sociales de la movilidad y su contexto estructural 85
2. La movilidad como factor de oposición radical y de ruptura del con-
senso 94
3. La movilidad como factor de estímulo del consenso y de la aceptación
del orden social 100
Consecuencias de la movilidad en los países avanzados 104
5r movilidad masiva y consenso social en la Argentina y en
el Brasil 110

IV. Asimilación de migrantes en el medio urbano (aspectos teóri-

cos y metodológicos) 124
1. Tres niveles en el análisis de la migración 124
2. Los orígenes de los migrantes y su motivación para migran datos y
análisis . . ............. .... ... ... . .. . 132
El proceso de'asimilación : datos y análisis .., .... . 142
 GINO GERMANI
V. El proceso de urbanización en los países avanzados y en los
países en desarrollo
I. Definición demográfica y definición sociológica de urbanización
2. Urbanización primaria, urbanización secundaria y secularización
3. Urbanización demográfica y desarrollo económico en los países de mo-
dernización temprana
, 4. Problemas metoclológicos y teóricos en el estudio de las correlaciones
entre la urbanización y otros procesos
5. Urbanización e industrialización - 164
VI. Notas sobre el problema de la explosión demográfica y el
desarrollo económico 177,
. .
1. •La transición demográfica en América latina ..-
.-:-r<-2. Crecimiento demográfico, marginalidad y urbanización
3. Crecimiento demográfico y - desarrollo económico. Necesidad y límites
• de una política de población - . ' 185
- Mundo. Esto es sin duda correcto en lo qué respecta por lo menos a
VII. Notas sobre el proceso de urbanización en América latina .. 188
I. El crecimiento de la concentracióñ , urbana
2. Factores determinantes de la urbanización
3_ Sobre algunas conseCuencias - dé la urbanización en América látina:
el crecimiento acelerado. de los estratos medios urbanos "
4. ta evolución de las clases medias urbanas en Europa y en América
latina
146
146
149
151
155
Introdikción
' 177
183
-
Se suele clasificar á América latina entre las regiones del Tercer
tres puntos esenCiales. En primer lugar América latina Comparte con
- 188
193 regiones qué han iniciado su transición en época más tardía, una serie
de importantes características que la diferencian de las que se adelanta-
199
ron en la iniciación del proceso. En segundo lugar comparte con los
202 países meiios desarrollados y subdesarróllados su situación "periférica",
en términos de nivel tecnológico y científico, económico, político y mi-
litar, en relación con los países "centrales". Por fin, si pensamos en
las connotaciones- ideológicas y políticas del término, no parece haber
duda' de que América latina se coloca en el Tercer Mundo.
La- finalidad principal de este libro consiste en analizar algunos
aspectos del primer punto, el que es en parte inseparable del segundo
y del tercero o, más genéricamente, del problema de lá
En verdad, muy poco podría entenderse acerca de la situación de Amé-
rica latina si no se tuvieran constantemente en cuenta las diversas for-
mas y grados de dependencia implicados en la "situación periférica":
dependencia del mercado internacional, con todas las consecuencias de-
rivaclas del deterioro de los términos del intercambio y otros aspectos;
dependencia de su economía interna respecto de la hegemonía econó-
mica y tecnológica de intereses extranjeros (sin olvidar sus 'alianzas con
intereses internos); dependencia científica y cultural, con todos sus efec-
tos materiales y psicológicos, y por fin — last but not least , depen-.
—
dencia política y militar, soslayada bajo una apariencia (a menudo muy
débil) de soberanía nadonal. - Por el1o, aunque estos temas no consti-
tuyen el objeto del libro, ie ha tratado de tener en cuenta, especialmen-
te en el primer capítulo, el impacto de los factores "externos" sobre
las características de la transición. Por otra parte, éstos también son.
estudiados en el libro ‘cle,una manera muy parcial. Por ejemplo, casi
liace,refeyencik a-t9/15.1o , clue hace a las dimensiones "psicosotia4,

GINO GERMAN'
10
les" del análisis, las que, sin embargo, otros autores llevan al centro
de la atención. Estas limitaciones Son comprensibles; resultan directa-
mente de la finalidad del libro, que no es precisamente la de ofrecer un
tratado sistemático y completo sobre la sociología de la modernización.
Concebimos la modernización como un proceso global, en el cual,
sin embargo, es necesario distinguir una serie de procesos componentes.
La peculiaridad de la transición en cada país resulta en gran parte del
hecho de que las secuencias con las que se dan tales componentes, y
además su velocidad, varían considerablemente de país en país, y en
circunstancias históricas diferentes, a nivel nacional e internacional.
Esta variación en tasas secuencias es lo que diferencia la transición
de os-países del Tercer Mundo de la transición de los países hoy avan-
zados,, que se realizó en -parte en épocas : históricas distintas. Si toma- -
Mos (arbitrariamente) la llamada : experiencia, occidental y la compa-
ramos con, la de América latina, hay algunas diferencias en tasas y
secuencias que aparecen en forma ,prominente:
a) Población y tasas vitales: La disminución de la tasa de mortali-
dad esta ocurriendo en una etapa más temprana —en comparación con
el grado (le desarrollo, económico. . y con un ritmo nzás rápido; la tasa
llevar
dé natalidad : es pii:b alta qiie, en Europa y su. declinación puede
más tiempo en, michos _de los países latinoamericanos (consecuencia:
"explosión de la población") . No hay una "válvula de escape" como
la que en Europa proporciona la emigración masiva a otros continentes.
b) Urbanización (concentradón urbana): La misma aceleración del
punto anterior (la urbanización es Inas rápida que la industrialización).
Persistencia de patrones arcaicos en las estructuras económicas,
sociales y culturales de las' áreas rurales (concentración la propiedad .
dé 'la tierra; tipos arcaicos de"-relacioneS'interpersbrialél-V sociales, et«:
cétera).
cl) PersistenCia -de fuertes 'diScontinuidades jlternas entre las áreas
modernizadas '("centrales") . y las afrasadas ("periféricas"), dentro de
Cada país: 'Tendencia a la acentuación de los desequilibrios internos,
en .ausencia de políticas deliberadas de integración nacional.
e) Persistencia de la marginalidad (económica, social, cultural,
política) tanto en 'las áreas" rurales y ecológicamente aisladas o perifé ,
ricas den tto del terriorio nacional, áreas' urbanas
kzz.
:trántes inteinos parcialmente segregadol,Identtd---
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 11
Sobre'terciarización: Crecimiento de dos tipos de "terciario" en
una proporción mayor que la registrada en los países avanzados en
.estadios similares del desarrollo : En particular: 1) "pseudoterciário":
ocupaciones en servicios de muy baja productividad, que representan
(realmente folmas. disfrazadas de desempleo; 2) "terciario extendido":
incremento superior a las posibilidades del desarrollo económico, de
actividades terciarias de tipo "moderno", con la consiguiente expansión
"prematura" de los estratos medios urbanos.
g) Aspiraciones de consumo "modernas" dentro de una estructura
de producción relativamente "arcaica".
h) Probable "atraso" en el surgimiento y expansión de las actitu-
des "modernas» adecuadas concernientes a la ciencia, la actividad eco-
nómica, la organización estatal (dentro de las élites: intelectual,
económica, política, etcétera) .
9 Acaecimiento simultáneo de otros procesos que tuvieron lugar
sucesivamente en la experiencia occidental (por ejemplo, emergencia
de las sociedades de masas en las grandes ciudades, acompañadas por
la persistencia de marginalidad "tradicional" en las regiones atrasadas
. y áreas ruralesdentro de cada nación, y aun en algunos sectores de
la población en áreas urbanas) .
j) Movilización política y social; ocurre, por lo menos en algunos
países, a mayar velocidad y antes que las etapas "correspondientes" de
desarrollo económico (por ejemplo, "sindicalización" antes que indus-
trialización) .
, k) Persistencia del patrón de la intervención militar, en condi-
ciones ya modernizadas de participación política.
Algunas de estas discontinuidades internas también se registran en
países hoy avanzados, aunque a menudo en menor escala. En realidad
ellas son el resultado de las alincronías, que constituyen una caracterís-
tica universal- del cambio social, particularmente del cambio social no
planeado o no dirigido,. Puesto que el proceso histórico no se detiene,
en los países más, modernizados, .además de algunas de las indicadas en
la lista, pueden aparecer, otras,discontinuiclades originadas por compli-
caciones propias de estadios ulteriores del proceso. Además, en algunos
casos -las.asincronías.creadas por procesos históricos peculiares .de cada
. pneden.,originar
._ _ conflictos
, casi Insolubles incluso en lós, países eco-

12 GINO GERMANI
nómica y socialmente más modernizados. :Tal es el caso, por ejemplo,
del problema negro en los Estados Unidos.
Habiendo destacado los raszoS que . América latina comparte con
otras áreas menos desarrolladas, será conveniente recordar también lás
diferencias. Tales diferencias existen y sería peligroso olvidarlas, pues
ello podría llevar - a generalizaciones inapliCables. Los hechos que se men-
donarán son bien conocidos. -Sin embargo, a menudo no son tenidos
en cuenta, acaso por ser demasiado obvios.
En primer lugar, América latina se diferencia porque su origen
tiene fuertes raíces en la cultura occidental. Cualquiera que sea la in-
fluencia de las poblaciones autóctonas y de las grandes culatas pre-
hispánicas, el impacto del mundo occidental a través de cuatro siglos
-y él origen - cultural europeo dé gran parte de su población, hacen de
: América latina un caso muy distinto que el dé Muchos países dé. Ala
y Africa.
En segundo lugar, debe decirse que las diferencias étnicas en Amé-
rica latina no Ion enteramente comparables con las que se dan en otras
regiones. Aunque en el pasado y aun actualmente existan formas de
extremada diScriminación en muchos de los países del continente, sits
_kasesson más bien socioeconómicas y culturales que raciales. :Si bien
muchos de los "pensadores" latinoamericanos- del siglo pasado apoya-
- las teorías biologistas dominantes en su tiempo, el "racisino", en
bári
el sentido en que se manifiesta en países . occidentales .y no occidenta-
les, no puede considerarse típico del sistema latinoamericano de valores.
Las formas particulares asumidas por los clivajes étnicos y culturales
parecen dejar a los países de América latina mejores posibilidades de
integración nacional que las que se dan en aquellas regiones 'donde
la percepción de las llamadas diferencias "raciales" y las actitudes hacia
ellas están basadas en prejuicios biologistas hondamente arraigados.
-1' tercer lugar, es conveniente recordar Ique, si bien los países
latinoamericanos son usualmente corisidelIdOS 'naciones nuevas", está
categorización no puede ser aceptada sin una serie de reservas. Es ver-
dad que el proceso de ópnStrucción nádonal 'nd puede considerarse
terminado en muchos de nuestros países, y qué la independencia for --
mal no fue acompañada por la modernización - de- la estructura social,
y qué aparecieron además nuevas formas de 'dependencia. Sin em-
bargo, más de un siglo y medio de vida independiente no ha dejado
de crear, en grados variables en los distintos países, una identidad na-
cional' - real, una integración nacional creciente en términos psicoló-
gicos, sociales y políticos. No puede, por cierto, negarse la existencia
' de . vastos sectores marginales de la población, ni la de profundos cli-
. vals- ifiterrioí en 'cada. país entre- regiones de ;diferente .nivel de nuyt
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 13
teitffización y desarrollo económico. Pero cuando se comparan las na-
tiories de América latina con otras naciones del Tercer Mundo, debe
admitirse que su integración y su organización como Estado nacional
ha.n alcanzado estadios más avanzados y que, en todo caso, presentan
problemas muy distintos.
Por último, debe subrayarse el hecho, íntimamente relacionado con
el anterior, de que los países latinoamericanos más importantes; los que
representan unas tres cuartas partes de la población, deben' considerar-
se .no ya como regiones subdesarrolladas, sino como una especie de
"clases medias" de naciones dentro de la escala internacional en tér-
minos de desarrollo y de modernización.- Se trata de un hecho cono-
cido, pero demasiado a menudo olvidado al asimilar América latina
el Tercer Mundo.
Todos los estudios comparativos, basados sobre la utilización de
una variedad de indicadores de modernización económica, política y
social, ubican estos países de América latina en una posición inter-1
media, usualmente en la mitad superior de la escala). Aunque estas
evaluaciones tienen sin duda sus limitaciones, parece aceptable decir
que proporcionan por lo menos una visión comparativa adecuada que
permite ubicar las diferentes unidades nacionales dentro del contexto
internacional. De cualquier modo debe recordarse que muchos países
de la región han superado ampliamente los primeros estadios del des
arrollo económico. Por ejemplo, varios de ellos induyen un sector in-
dustriar importante, que contribuye sustancialmente al producto na-
cional.2 También han avanzado en cuanto al nivel de modernización
social, aunque puedan incluir áreas retrasadas. La posición alcanzada -
por un país en su transición hacia formas industriales modernas, así
como las características seguidas por la transición misma, constituyen
factores de suma importancia que determinan en gran medida las po-
sibilidades que le son asequibles (o no) en el curso posterior del
1 Tbeodore Caplow y Rurt Finsterbusch, Development Rank: A new Method
21.l.
of Rá~lational Det Lat (Nueva York, Bureau for Applied Social Research,
1966este7Sirr— i. lo se clasifican 68 naciones (con cinco millones o más de habitan-
tes), según un conjunto de 20 indicadores. La Argentina aparece en el primer tercio,
en el lugar 17, y otras seis naciones latinoamericanas se ubican en la parte superior
de la serie (Chile: rango 23, Cuba: 24, Venezuela: 29, México: 30, Brasil: 33 y
Colombia: -34). Una posición intermedia similar ocupan estos países latinoamericanos
en un eltudio - publicado por . las Naciones Unidas, Report crn the World Social
Situation (Nueva York, 1961), págs. '48-49.
.2 united Nations, ECLA, The Economic Develo pment of Latín America in the
Post-World War Period - - (Nueva York, 1964), págs. 27-28. La proporción de PBN
generada por la industria alcanzaba un tercio del total en la Argentina, un cuarto
o más en Brasil y México y un quinto aproximadamente en Colombia, Chile y Perú.
Paya toda la región la proporción era del 23,7 por ciento (contra 27,9 en la pro-
WeCión:priparia)._
 14 GINO GERMANI
proceso. El olvido de estas .circunstancias y.la- falta de discriminaci6n: 1
` entre grados de desarrollo ..(o de subdesarrollo) es una de las causas
principales de los errores ideológicos . y políticos en esta materia."' En
realidad es posible que en esta posición intermedia en el curso del pro-
ceso surjan problemas peculiares, muy distintos de los que -pueden pre-
sentarse tanto en los primeros pasos de la transición como - -en el estadio
más avanzado.
Al escribir este libro se han utilizado —en algunos casos— traba-
jos anteriores. Todos ellos han sido revisados y a menudo sustancial-
mente moclificados.3 Deseo agradecer el 'apoyo que me otorgó el Social
Science Research Council, que me ha permitido disponer del tiempo
necesario, en particular para las partes nuevas, y a las señoras Sonia
Cairoli, Helen Foster y Kiki Platt, que con mucha paciencia han:, -clac-
dlografiado el. manuscrito.
3 El trabajo "Social Change and Intergroup Conflicts", publicado en I. I. Horo-
witz (comp.): The New Sociology (Nueva York, Oxford University Press, l963)1,. hl
sido utilizado para el capítulo segundo; la versión original de "The ,political- and
Sócial Effects of Mobility" (para el capítulo tea -Cero) fue' publicado:,
-eri - S. M. 1,Ipset
y N. Smelser (comps.), Social Structure and Mobility. in Economk. Development
(Chicago, Aldine Press, 1966); el capítulo cuarto se basa en "MigratiOn and
Acculturation", aparecido en Philip Hauser (comp.), Handbook fór Social .Research
in Urban Áreas (París, UNESCO, 1964). En los capítulos quinto y sexto -se -flan
utilizado algunas páginas de dos ;artículos aparecidos en la Revista -Mexicana ;de
SociOlogia: ,`Ta :ciudad . Gamo, mecanismo integrador (afio XXIX n9 3 1961)
"Urlanización secularización y désarrollo
Capítulo I
Las etapas del proceso de modernización en América latina
1. La transición como proceso global y los procesos que la componen
-Nuestro punto de partida es la definición de la sociedad industrial
moderna como categoría genérica que abarca .diferentes tipos de so-
ciedades .industriales, en parte similares (lo que justifica su clasifica-
ción dentro de una misma categoría) y en parte divergentes (lo que
requiere la distinción en diferentes tipos). Las bases de la definición
adoptada fueron examinadas en trabajos anteriores y no serán repeti-
das. aquí. Bastará recordar el concepto de secularización: que consti-
tuye el ,núcleo de .1á, definición misma. Por secularización entehdenios-..
un; proceso compuesto _por tres tipos de cambios : a) - -cambio de .1a es-
tructura normativa predominante que rige la acción social y las acti-
tudes iriternalizadas correspondientes, predominio o extensión crecientes
de la acción electiva y disminución correlativa del campo de aplica-
ción de la acción prescriptiva; b) especialización . creciente de las
_
instituciones y surgimiento de sistemas valorativos espedficos :y relati-
vainelite autónomos para cada esfera institucional; c) instítudonaliza-
ción. creciente del cambio (por sobre la institucionalización de- lo
tradicional). El- requisito universal mínimo para la existencia de cual-
cfnier - spciedad ; "industriaL .Tnoderna'! consiste en la "secularización" I
del conocimiento científico, la tecnología y la economía, de tal modo
que .. 11even al empleo cada vez mayor de fuentes energéticas de alto
potencial y a la .maximizacióri de la eficiencia en la producción de
-,biérieS y servicios 1
;
'
4,41:4:askepTieden considerarse como un _núcleo básico (aunque
. Originariamente esta 'definición apareció en un documento editado en 'mi-
meógrafo:1:19r la 11...1.1CSO, Santiago de Chile, en 1968. Más tarde fue reelaborado y
aliPlralló:y constituy e cá.p. III de Política y Sociedad en (-una época de transición,
1,91.;51,'IlaVers<11.,-Irly41111, apareció; ek.S: N,. Eilenstadt: (comp.): The Protestant
051'ildtflon:áiiit5 :1P5iMiliilitiiré :Idea (Nueva - vott., Basic BoOks,-- 1968):'
16 GINO GERMANI
genérico) de toda sociedad industrial, y también requerimientos uni-
versales para su existencia y mantenimiento. No obstante, más allá
del ambiente institucional requerido para lograr el empleo creciente
de energía de alto potencial y una creciente eficiencia en la tecnología
productiva, es necesario dejar un margen para una amplia gama de
variaciones estructurales y culturales, es decir, para muchos tipos di-
versos de sociedad industrial. Aún_ queda sin respuesta satisfactoria la
cuestión sobre si la futura evolución producirá más homogeneidad o
más diversificación. 2
-- Aún- cuando un cierto gradó de secularizacián (la que, digámoslo
otra vez, puede variar en condiciones históricas y socioculturales di-,
ferentes) es una condición necesaria para el empleo de energía de alta
potencial y alta eficiencia en la producción de bienes y servicios :no'
es una condición suficiente. En realidad hay diversos casos históricos
que la secularización no fue seguida ni acompañada por cambios
en el uso de fuentes energéticas o por una creciente eficiencia tecno-
lógic.a.3, Fue con la "gran transformación" (para emplear la alortú-
nada expresión de Polanyi) como eáta asociación. logró darse, generán
dose así el surgimiento de un nuevo complejo- cultural: la sociedad
industrial. El hecho de que esta asociación ocurriera en determinadall
circunstancias y no en otras debe explicarse en términos de un proceso
histbrico único que no-es- nuestra tarea analizar aquí. Por Otra parteT
apareado por primera vez, el nuevo Complejo cultural :constituido por
la sociedad industrial demostró tener un extraordinario potencial de'
difusión.
Como es obvio, debe distinguirse entre el proceso que lleva al sur-
gimiento del primer caso histórico de este ntievo tipo de sociedad,
y la gran variedad de formas de transición que tuvieron lugar poste-
riormente en el proceso de su difusión, adaptación y transformación,
primero en algunas sociedades occidentales y luego en el resto del
mundo.
No me referiré aquí a "la gran transformación" previa al surgi-
, L ción política constituyen procesos de _cambio estructúral. La 'transición
2 Entre las recientes contribuciones r esta discusión, véase: A. S. Feldnaann y
W. E. Moore, "Industrialization asid Industrialisni",: en Transactions of the Fifth
World Congress of Sociology (I.S.A. 1962), vol. II; Raymond Aron, "La Théorie du
development et Finterpretation historique de répoque contemporaine", en R. Aron
y B. F. Ho..ielitz, DéveloPpement Social (Parísi. mtiuton, 1965); Reinhard Bendix,
"Tradition and Modernity Reconsidered" en Comparative Studies in Society asid
History, IX (1967), 292-346.
3 Hay varios ejemplos de este "fracaso" en transformar un proceso relativa-
mente avanzado de secularización en un proceso de modernización propiamente
dicho. Se puede citar entre otros el caso de la sociedad antigua grecorromana, con
su economía, calificada por muchos de "capitalista", y el de las repúblicas italianas
de=liáes.,,de la Edad Media y del Renácimientó; '
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 17
miento del primer caso histórico de sociedad industrial, sino a las
muchas transiciones producidas por la difusión universal del nuevo
complejo "industrial-moderna". Desde el punto de vista de su ocu-
rrencia empírica o histórica, cada una de estas transiciones constituye
una totalidad concreta. La complejidad del proceso y la variedad de
formas que adoptó en diferentes condiciones históricas, cúltutales-,
sociales y económicas exigen que el análisis diserimine entre los di-
versos procesos que en su conjunto Componen la transición global.
- En este sentido distinguiremos aguí los tres procesos componentes más
—
i e ee , e — • , • rollo económico modernizaci n social // / / 'MI
L Ciánt420litiCa. Esta distinción se emplea corrientemente, pero las defi-
niciones adoptadas implícita o explícitamente no siempre resultan cla-
ras y, en todo caso, están lejos de ser uniformes entre los científicos
sociales. Por este motivo se harán indicaciones con respecto a los sig-,
nificados asignados a tales distinciones en este contexto.
Deseamos destacar otra vez que, a los mismos efectos analíticos,
cada uno de los tres procesos principales debe considerarse como si
estuviera compuesto por una serie de procesos parciales o subprocesos,
Aunque éstos no serán analizados, mencionaremos algunos.
Tal como lo demuestran las correlaciones estadísticas que se obser-
van usualmente entre ellos, los principales procesos y los subprocesos
qt‘e los componen están relacionados entre sí. Pero, corno bien se sabe,-
esa- correlaciones distan de ser perfectas y no deben interpretarse sino
como la expresión de la tendencia de asociarse por parte de ciertos
indicadores. En realidad, lo que puede deducirse de la experiencia
histórica es que los diversos subprocesos pueden tener lugar con ritmos
(o tasas de cambio) muy diferentes y en diferentes secuencias. Dife-
rencias en lo que puede considerarse el "punto de partida" de la han- .
sición y en las diversas condiciones internas e internacionales en las
cuales_.aque,11atieneiugar, pueden ser las responsables de esas varia-
. -
eones' en ritmos y' secuencias. .
t. ':t,;.; 9. cleSeOlVo r'eéo0iiii'Cq, la modernización social y la moderniza -
, global, por otra _parte, es un proceso`acyn —iTn divo, al cual se incorpo-
de su curso '-151rctores
anterior con
1 ilp, a cada momento, los resultados
determinantes:: e e:--lalorientación- ,,oue adontará _el proceso en su curso
4-1511:dadAn:.-4116§ 11;04101 básicos cine Caracterizan al ``Complejo in-
clustriál-5-inoderritque en su conjunto hemos denominado "secu-
larización":
,~rollo2evarce define, en principio, como una trans-
-forinadión inde", la economía -a través de la cual los mecanis-
 GINO GERMANI
18
¡ mos funcionalmente requeridos- para "el crecimiento autosostenido" se
1 incorporan permanentemente al- mismo.. , ; El tipo. _ ideal de una econo-
mía t er zane_p or la ekistencia 'de una _serie
_,_j_
de rasgos principales: 1) el empleo dé fuentes de energía de alto
potencial y de teeñología . de- alta .eficiencia en .todas las ramas de, la
actividad económica (inclusive la primaria); 2) la existencia de me-
canismos apropiados (recursos institucionales y humanos) para la
permanente creación y/o absorción de innovaciones tecnológicas y orga-
nizacionales. Dichos mecanismos deberían garantizar el continuo surgi-
miento de nuevos sectores dinámicos, can el fin dé compensar o reem-
plazar aquellos cuyo rol dinámico en la economía está decayendo o que
han alánzado su máximo posible; 3) 'la adunada diversificación de
la producción; 4) :predoininio de la prOducción industrial sobre la
produCtión . primatil;-- 5).'ima'apropiadá -r"mezcla"- de industrias .de ,ca-
pital y de bienes de conruo (una ácida diferente de acuerdo con
iá.'-iituadón -de cada país' y án etapa de desarrollo); '6) mayor tasa. de
inversión eri relación con él producto nacional; 7) alta productividad
-
per capita; 8) predominio de las actividades intensivas de capital sobre
las intensivas de trabajo; 9) mayor independencia ,(o menor depen-
dencia) del comercio exterior (en términos de su proporción respecto
del PIII\T' con determinados niveles de población, , de su importancia
4traiégica con respecto al mánteniMiento'delcreciniiénto y de su. diver-
sificadón en lo que 'á iipót de 'bienes y - número de países se refiere),
sificación
y 10)una distribución más igualitaria del - PBN (Producto Bruto Na-
cional) tanto en lo que respecta a la parte atribuida a los diferentes
estratos socioocupacionales como a las actividades de cada sector y a
I las diferentes áreas del país. 4 El procesa de desarrollo económico se
define como la transición hada tina estructura económica empírica
4 Algunos : de los elétientos incido:1'6s en ea'ardefiniciÓn Éón altamente polémi-
cos. Por ejemplo, varios economistas discuten lajdea„del predominio de: la pro-
clticciUn .industrial_ sobre la primaria COMQ exigencia universal para el, desarrollo;
véase, pnr ejempló, Péter T. Bauér y taiii S. YaMey, The Economics of Élnder-
Developed Countries (Chicago, University of Chicago PreSs, 1957), cap. XV. Para
un ejemplo del punto de vista opuesto (que es asimismo el más aceptado), véase
W. W. Rostow, "Industrialización y crecimiento económico", en Estocolmo MCMLX,
First Internaticmal Conlerence of EconóMic History (París, hiouton, 1960). Entre
los•científicos SU-dales de. la la cotnmanis'offinio latinoamericana está en
favor-de la - industrialización -cómo condición sine qua non del desarrolló. La ma-
yoría de ellos también insiste en el Papel clave de las industrias de bienes de pro-
dikcióit tomó e- tapa Superior necesaria dé industrialización. El documento de la
CEPAL sobre Tóward a Dynamic Development Policy .for Latín America (NX.,U.N„.
e/CN/12/680. Rey. 1) es el que mejor expresa la "tesis latinoamericana". Las prue-
- (lo sx:Itioéi.I'llieliiiy, pileclon:‹Itóiasillérarse consecuencias o aspectos de
bas estadísticas confirman abrumadoramente la asociación causal entre la indtis
triáliiaciÓn 'y él',:delarrólló..éeófióniito-Véale, 11.13iChenery "Patterns -uf Industrial
:!GlitM111.161.-411.itÚl41.1ffic Revgevt l90 624 654 -,
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 19
próxima al "tipo ideal" definido por las características antes men-
cionadas.
Es necesario distinguir entre expansión económica y desarrollo
económico. La primera puede definirse como un proceso caracterizado
por el crecimiento del PBN per capita durante un período relativa-
mente prolongado, pero que carece de algunos dé los -rasgos estraté-
gicos requeridos para el "crecimiento autosostenido", o sea, algunó§
de los componentes estrizturales del desarrollo 'económico enumerados
en el párrafo anterior.
Esto no significa que la expansión económica no implique cambios
estructurales. En realidad, es también un proceso de cambio estructu-
ral, pero este cambio no as suficiente para el desarrollo:autosostenido.
La expansión económica puede (y así sucede efectivamente en _la -ma-
yoría dé los casos) tener lugar sobre la base de la modernización y
expansión de alguna producción primaria especializada, su integración
en el mercado internacional y la expansión comercial y financiera que
la acompaña, con todas sus -otras repercusiones sobre la economía, y
sus "efectos modemizadores" sobre otros sectores de la sociedad. La -ex-
pansión económica puede eventualmente originar o transformarse en
un proceso de desarrollo económico propiamente dicho. Quizá pueda
constituir,
:- al menos, una de sus precondiciones. A pesar 'de que no
_existe acuerdo - -en- considerarla una precondición necesaria, puede decir-,
se, con mayor' certeza, que no es una precondición suficiente: En rea-
lidad, no puede suponerse que la reorientación de la economía y la
introducción de los cambios estructurales requeridos para el desarrollo
económico sean inducidos automáticamente por cierto grado de expan-
sión económica. -Sólo en determinadas condiciones puede convertirse
1„,asjexpluSion-:en.. una etapa., -,quizás importante— del proceso de des-
arrollolécOnómiclr ,- •
El £oncepto ¼ sarrollo poi& es :aun más polémico que el de
delarro110 , econónuc iué en: estacarse quizá tres características prin-
cipales ty- da 'organización:racional del: --Estado" 7 -(en términos webe-
danos), incluyendo: una altá eficiencia en: él cumplimiento de funcio-
nes estatales en expansión y cada vez más diversificadas, especializadas
„Y.:• cenlralaclat,:propias , de, una Sociedad .industrial; 2) la capacidad
4ámbicil estructurales en -las esferas ; econó -
-,nivalp Ola* yOotillsrianteniendo;:lal- mismo tiempo, al_ menos -un
mínimo dehitegradon; 3). , algún - tipo de participación política de
toda, o 49:-.;11-iyát, má.y9ría de Ja población adulta. Otros componentes
Pq ejemplo' éste es el caso de la
_ -'15"101~Tzltf: .
 20 GINO •GERMANI
(que podría considerarse como un aspecto de participación total). En
forma análoga, la "estabilidad" podría percibirse como un aspecto de
la capacidad para promover, orientar y absorber el cambio, sin que
éste altere el mínimo de integración necesario para el funcionamiento
del sistema social.
Finalmente, la r,nodernización social se concibe, sobre todo, como
una- categoría residual, ilustrada (antes que definida) mediante una
enumeración (forzosamente incompleta) de los subprocesos que la
componen, tales como: 1) la "movilización social" de una creciente
proporción de la población; 5 2) la o sea, la creciente con-
centración demográfica en las zonas ur• arias (con frecuencia, una de
las expresiones más típicas de movilización); 3) otros cambiok demo-
gráficos, tales como la disminución de las tasas de mortalidad y nata-
lidad, y los consecuentes cambios en la estructura de edad; 4) los cm-.
bios en la estructura familiar y en las relaciones internas de la familia
nuclear; así como en los grupos de parentesco; 5) cambios en la
comunidad local y nacional; 6) cambios en las comillaCilie-s7Tir
'atri—
c os étérinfarranirilfiffEa-R
l i n: modificación del perfil- de
estratificación (primeramente, reducción de los estratos intermedios tra-
dicionales, luego una expansión de los estratos medios modernos) ; mo-
dificación de la naturaleza de las diferencias y distancia entre estratos,
con el surgimiento final de un "continuo de estratificación"; aumento
de la movilidad de "intercambio"; aumento de la movilidad "estruc-
tural" (de transición); emergencia de una forma de movilidad perma-
nente "por participación creciente" (basada en el mecanismo de "mo-
vilidad autosostenida", que consiste en la continua ascensión ocupa-
cional y la continua transferencia de símbolos de status desde arriba
hacia abajo); 8) cambios en el alcance y formas de participación,
en particular, extensión de derechos civiles y sociales a los estratos
más: bajos (similar a la extensión de la participación política); ex-
tensión de formas modernas de consumo a los :mismos grupos; exten-
sión de la educación y la extensión resultante de sentimientos de par=
ticipación- y -creciente Identificación con la sociedad nacional; 9) otros
cambios importantes en instituciones tales como la Iglesia, asociada;
nes Voluntarias, formas de recreación, etcétera, y 10) reducción de las
diferencias (demográficas, económicas, socioculturales) entre estratos,
grupos sociales rural urbanos y regiones (mientras que una reducción
, ;ené iñayor'va lidez.aún en los países actualm ente en desarrollo (véase capitulo II):
5 El concepto que se usa aquí difiere del que se emplea corrientemente. Véase
el' capitulo II. Los otros subprocesos que . componen la modernización social han
sido descriptos más ampliamente en Política y sociedad, op. cit.
Sobre el concepto de "movilidad autosostenida" en la sociedad moderna
4,réase el capítulo - -
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 21
de los diferenciales puede afectar a la mayor parte de la población,
es posible que subsistan o incluso aumenten el clivaje en la cúspide I
de la sociedad, especialmente por medio de la concentración del poder
9, al menos, de ciertas formas del poder).
La característica distintiva de la sociedad moderna reside en su
permanente incorporación de mecanismos adecuados para originar y
,absorber un flujo de cambio continuo, al tiempo- que mantiene Un.
`ladecuado " grado de integración. Con respecto a esto se puede intro-
ducir una analogía con el desarrollo económico: la modernización
social y política es una transformación de la estructura social, que
implica mecanismos de "cambio social y político autosostenido".
En realidad, dada la unidad básica del proceso de transición, "el cre-
cimiento económico autosostenido" y "el cambio social y político au-
tosostenido" son formas diferente de considerar el mismo proceso.
Si no pueden establecerse tales mecanismos a los efectos de un carnbio
,- continuo i puede llegarse a la interrupción, estancamiento o. "derrum-
-be del proceso de modernización social o política. Del mismo modo,
ml :no ,se establecen mecanismos equivalentes en la estructura econó-
mica, ocurrirán fenómenos similares en ese orden. Por último, debe
señalarse que el rasgo esencial que define la modernización no es el
hecho del cambio continuo, sino su legitimidad, en términos de ex-
pectativas institucionalizadas y actitudes internalizadas, a la vez que
:la capacidad de originario y absorberlo. 7
2. Variaciones de ritmos y secuencias entre los procesas componentes
La interrelación entre los procesos componentes debe considerarse
de causalidad recíproca. O sea, uno afecta al otro, y estos efectos
COMQ
ndproCas determinarán la orientación y el ritmo de la transición total;
Pomo la idea de "institucionalización del cambio" á menudo se considera
'Iiii■Ynimo del .Cambio ‘'sin conflictos deben agregarse dos calificaciones esenciales:
los Cambios que tienen lugar en las prime-
y en IaS intermedias de la transición, por lo general quiebran parcial o
-totalmente el funcionamiento del sistema social. No sólo la desintegración de las
9.2,1J J
ffiejas e_stracturás puede producirse a elevada velocidad, sino que la erección de In
-rritlyo Ienclén „tiende' a =caracterizarse por profundas escisiones y conflictos (frecúen-
.■■■ elfe'rOnflictóS iivolucionariosr entre grupos. Esta fue la experiencia pasada y
*1-171110Etr-klitiyWurar,.atin etillasiociedades'más "avanzadas", aunque el cambio
se:'ínstiWdoiliza en términos dei „sistema de valores manifiestos de la sociedad (o
"j.aj ,:e1_-41átbió .:-sel,ieíitiiiiiáá), subsisten- ciertas limitaciones. Todas las sociedades
_14oclernas,._Ictuales incluyen por lo menos un conjunto de instituciones, o sector
ttla.- estructural soaal,ren. el cual es muy probable que el cambio sea altamente
aritagóruco, en algunos casos hasta el punto de causar importantes rupturas en el

22 GINO GERMAN'
asimismo, pueden producir efectos inhibitorios : n dinamizadores sobre
-cualesquiera de los- procesos componentes. En 'otras 'palabras,. los-pro-
cesos, de desarrollo económico _(y, en determinadas condiciones, proce-
sos de expansión económica) condicionan los procesos de moderniza-
ción social .y política, y viceversa,. También puede sugerirse que elcisten N concentración demográfica en zonas urbanas) o la disminnción -&-la
grados. mínimos (umbrales) de desarrollo económico (o expansión eco-
nómica) ;.requeridos para lograr determinados grados de modernización
social o política, y viceversa, determinados grados mínimos de moder-
nización social o política, que constituyen los requerimientos -pa-
rá lograr determinados grados de desarrollo o expansión económicos.
Pero se carece aún de un modelo teórico adecuado para el análisis de
dichas relaciones recíprocas, e incluso de un esquema conceptual ade-
-atado. Tan ,sólo puede indicarse que los tipos y formas de las inter-
-
_relaciones . y 'los ,- •diversos .-flumbrales " varían según las -circunstancias
- históricas en las que tiene lugar. transición' de cada nación stá
circunstancias 'históricas abarcan una considerable escala- de 'faCiOres
_culturales, sociales y económicos Y lo primordial es que no .sólo sé
refieren a las condiciones internas de la sociedad en transición, sino
también a sus condiciones externas, especialmente a su relación con
otras sociedades. Esta es una de las razones por las cuales existen dife-
--rencias.en los ritmos y las secuencias entre los diversos procesos parda-
les de desarrollo económico y modernizacióri; •
Este enfoque sugiere que la expansión económica Puede produ-
cir en la estructura social efectos similares a los que induce el desarrollo
económico —es en este sentido que la expansión económica puede
ly tener un "efecto modernizador".
El carácter y las consecuencias de esta interrelación entre los pro-
cesos 'componentes _se ven' profundamente afectados por las circnnstan-
cías 'históricas y sociales - en las cuáles tiene 'lugar la ^ transicilii,' -ar-
atnstanciás que' incluyen, 'para cada nación o relón, las diferendás
socioculturales en el "punto de partida". Como ya se observó, una de
las principales fuentes' de variación en las sendas que sigue la' transi-
ción total son las variaciones de los ritmos y las secuencias según las
cuales tienen lugar los procesos componentes. Y las variaciones mismas
deberían explicarse en - términos de las distintas condiciones conte;c-
cuales (económicas, culturales, políticas y 'sociales), tanto en el -nivel
:orden social y un elevado grado de- desintegración. Aunque algunas de las zonas
.antagónicas privativas de determinados tipos de estructuras industriales' mo-
dernas, e incluso de determinados ámbitos culturales nacionales, es posible que la
-estructura- básica (universal) del orden industrial- moderno per se inCluya• ;tensiones
:sestructiiillers ,:irielnsecart inevitables ,: las: que en determinadas circunstancias
aúne-t. nwalt(sInic4ntenciál :de --
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 23
nacional como en el internacional. Tomando como base de compa-
ración la experiencia histórica de la transición occidental inicial, ob-
Seríamos que hubo casos de diferentes ritmos (o sea, aceleradón ,o
desaceleración), y también diferencias en las secuencias (atrasos o ade-
lantos). El aumento de la urbanización (estrictamente -definida como_
tasa de mortalidad, que tendían a preceder antes que a seguir o a acom-
pñar el desarrollo económico, proporcionan ejemplos conocidos de
aceleración y adelanto (con respecto al grado de industrialización
"equivalente"). Los casos de aceleración de la movilización social, la
participación política y la difusión de aspiraciones, que en el modelo
occidental tendieron a producirse con un ritmo más lento y sólo alían,
zaron considerablemente , después que la_ economía alcanzara un
mayor grado de desarrollo económico (especialmente en términos de
cambio estructural), son menos universales, pero se observaron' con
'frecuencia- en diferentes países. También, es muy común' el fenómeno
inverso: ritmos más lentos y atrasos. Debe tenerse presente que la ace-
leración y/o anticipación de ciertos procesos puede Muy bien coexistir
con el atraso y/o desaceleración de otros.
Lógicamente, esta falta de sincronización o defasaje es un conocido
aspecto del cambio social en general. Una-de- las consecuencias Cru-
ciales la_-coexistencia de sectorermas "arcaicos" y más "avanzados"
-(én ténriinos relativos) dentro de los mismos países, las mismas infti-
tiiciones, los mismos grupos sociales y los mismos individuos. Por
ejemplo, en el último caso, en algunos campos de acción social pueden
coexistir actitudes y comportamientos "modernizados" con actitudes
comportamientos "arcaicos" o menos modernizados en otros campos.
Aunque las generalizaciones al respecto son Muy difíciles de verificar,
piiede conjeturarse que los valores básicos (especialmente los que se
internalizaron en la primera época de vida del individuo) pueden per-
manecer- inmutables' y coexistir con otros valores y actitudes adquiri-
dos' por- medio del contácto con ambientes e influencias más modernos.
Tomando un ejemplo del escenario latinoamericano, puede observarse
que la aceptación "manifiesta" de la tecnología moderna (y hasta su
mismo empleo efectivo) puede ir acompañado por una persistencia
de orientaciones valorativas más "arcaicas" poco favorables a la cien-
-
moderna; o que puede haber < ideologías políticas .y sociales extre-
madamente "avarizadas", acompañadas por valores y comportamientos
tradicionales en la vida cótidiana, en la familia, en las relaciones inter-
personales, en las aspiraciones personales y en la imagen de la propia
El fenómeno de,la coexistencia origina efectos particulaies de
21_41,4n.'.' de lo "moderno" y lo "tradicional". Un ejemplo de, esto es
24 GINO GERMANI
la fusión del énfasis conferido al consumo que caracteriza a la etapa
de desarrollo más avanzada y el ideal de OCIO: y consumo pertenecien-
tes al modo de vida señorial tradicional. La interrupción del proceso de
modernización y el estancamiento social, político o--económico quizá
puedan explicarse parcialmente por la persistencia de las orientaciones
valorativas "no modernas" subyacentes en procesos de modernización
acelerados que tienen lugar en diferentes sectores de la sociedad. 8
- Un importante aspecto de la discon inuidad y el desnivel del pros
ceso de transic'e - es a diferenciació entre "centró y "periferia",
-ambos dentro de cada naci.n y, en el luye in ernaaonal, entre nacii5:d
ries. La relación entre las áreas "avanzadas" y "atrasadas". (en el nivel
.interno e internacional) no siempre es de coexistencia, sino que en
muchos casos puede convertirse en una de supraordenadón, de hege-
monía del centro sobre la periferia. La ."dualidad" puede tender a ser
un proceso autorreforzado y a aumentar, en lugar de desvanecerse.
Al llegar a este punto puede resultar útil enumerar brevemente
otros factores que probablemente intervengan condicionen la. natu-
raleza, orientación y ritmo de los procesos componentes y e a tran-
_ 6) El grado de "espontaneidad", "tolta de conciencia", "delibera-
--1)—La naturaleza y disponibilidad de los recursos humanos en
cada país (la "viabilidad" del país y las condiciones necesarias para el
desarrollo económico de acuerdo con sus recursos). 9 Estas pueden tam-
bién originar diferentes tipos de desarrollo y modernización, tal como
-el -desarrollo expansionista o intrínseco sugerido por.goselitz,i,° o pueden
conferir al proceso eco-rió-mico una dinámica particular, como en el
caso de la "economía de espacios libres" de Argentina y otros países
latinoamericanos.
2) La posición relativa del país dentro de la dimensión centro-
periferia en relación con: a) la estratificación internacional de acuerdo
con el poder político y económico y, en, consecuencia, de acuerdo con, el
grado de, dependencia política .y/o económica, y b), : las, circunstancias
específicas (y cambiantes)-- creadas por la situación internacional en el
Momento y 'durante la' transición.
• varse que ésta es la forma en qüe se originan as
8 Sobre el "efecto de fusión", cf., Política y sociedad, op. cit. Se ha señalado
que el sistema educacional en América latina tiende á preservar en considerable
medida ciertas orientaciones arcaicas. También muchos observadores han descubierto
actitudes profundas de tipo tradicional, expresadas o disfrazadas tras expresiones
yerbales muy avanzadas, incluso de extrema izquierda. Véanse varios artículos publi-
cados en Aldo Solari y S. M. Lipset (comps.), Elites y desarrollo en América latina
(Buenos Aires, Paidós, 1967).
9 Sobre el concepto de "viabilidad" véase Helio Jaguaribe, Desarrollo eco-
nómico y desarrollo político (Buenos Aires, EUDEBA, 1964).
iO Bert F. Hoselitz, "Patterns of Economic Growth", The Canadian lournal
of Ecenomics and Political Science, 21 (1955): 416-431.
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 25
3) Los rasgos históricos y culturales y la estructura social del país
al iniciar la transición (o sea, el tipo de sociedad en el "punto de par-
tida"). Puede observarse que el concepto de "sociedad tradicional" se
'empleó a menudo como uná categoría residual que incluye una gran
variedad de estructuras sociales y condiciones culturales. En realidad,
sería necesaria una tipología de "puntos de partida".
4) El estado de los conocimientos en cieridas naturales, el carác-
ter de la tecnología disponible en el momento inicial de la transición,
y el conjunto de su evolución y cambios durante la transición. (En
muchos países en desarrollo estos cambios se originan en otro lugar; su
naturaleza exógena ejercerá un impacto particular sobre la forma de
transición del país receptor.)
5) El estado de las ciencias sociales, especialmente en relación con
el proceso de modernización y desarrollo económico. Esto depende no
'sólo del desarrollo de las ciencias sociales, sino también del grado
'de acumulación de experiencia histórica —en el nivel internacional-
en-el momento inicial y durante la transición.
ción y elección" y "planeamiento" que caracteriza a las acciones socia-
les que generan los procesos parciales dé desarrollo económico y mo-
dernización social.
7) La naturaleza y la proporción de los factores exógenos y endó-
genos que determinan la transición.
8) Los diferentes tipos de ¿lifr que dirigen o participan, de uno
u otro modo, en la iniciación de la transición y sus etaPas posteriores)].
9) Los cambios que se produjeron en sociedades que se desarro-
llaron y modernizaron con anterioridad, y los tipos de sociedad indus-
trial avanzada que emergieron. Estas sociedades (en especial las na-
dones "centrales" hegemónicas) sirven como modelos de transición y,
Como 'tales, proporcionan fines alternativos" para ser adoptados por los
'grupos - rriodernizadores de las s ie4n4es.eaesarrollo, en forma más
general,
. ejercen el conocido``e ..~_sie
f mostración". Puede obsd-
erentes ideologías
de desarrollo. Estas ideologías pueden llegar a convertirse en poderosos
factores capaces de imprimir una u otra forma a la transición.
Es necesario añadir otras observaciones generales: 1) estas cate-
gorías de factores no se' pueden separar daraMente; en 'realidad, se
superponen considerablemente entre sí; 2) los diversos factores no son
independientes, sino que están intercorrelacionados en diferente grado;
n Clark Kerr y otros, El industrialismo y el hombre industrial (Buenos Aires,
EUDEBA, 1963).
26 GINO GERMAN I
3) todos los factores funcionan dentro de un sistema internacional que
avanza hacia una mayor unificación e interdependencia. Al ;analizar
el proceso de una unidad nacional determinada siempre hay que , tener
presente que semejante proceso no se puede separar del, contexto global
en el nivel internacional, y 4) por último, tal como se indicó arriba,
todos los factores tienen una -naturaleza dinámica. En otras palabras,
varían continuamente a través del tiempo, originando así, en cualquier
momento dado, diferentes configuraciones de circunstancias que in-
fluyen en la transición mientras está ocurriendo.
Un interesante ejemplo de las consecuencias generadas por lis
variaciones en ritmos y en secuencias es el "efecto modernizador" de
la expansión económica: la aceleración de ciertos procesos de moder-
nización social (acompañada a menudo por atraso en otros) en com-
paración con el ritmo de desarrollo econOrplco (tal como se,elefine
aquí)." Esta variación es particularmente importante en el . caso; de
muchos países latinoamericanos y dependerá del grado y naturaleza de
las repercusiones sobre el resto de la economía (las que Hirscliman
llama repercusiones "laterales", "hacia atrás" y "hacia adelante") 12 y
sus consecuencias sobre los otros sectores de la estructura social, es
decir sobre los procesos de modernización social y de modernización
política.
3. Etapas de la transición.
Una cuestión básica aún no resuelta teóricamente es la definición
de las "equivalencias" al comparar las secuencias y los ritmos de los
procesos parciales de diferentes transiciones. Se necesita algún criterio
de comparación independiente para definir qué es lo, ,que caracteriza
los grados "equivalentes" o "esperados en- los diversos procesos par-
ciales. Por lo general se siguen dos procedimientos diferentes, la
experiencia histórica del modelo occidental puede adoptarse como ,crt-
terio o base de comparación general (tal como en los ejemplos dados
en el parágrafo precedente); 2) pueden emplearse equivalencias basa-
das en promedios y en la correlación estadística de los indicadores de
los diversos procesos en varios países. Ambos procedimientos son-útiles
pero teóricamente poco adecuados, en la medida en sue el criterio
adoptado se convierte implícita O explícitamente en un modelo univer-
sal de transición. No hay razón alguna para aeer que el modelo "Qui-
12 Albert O. Hirschman, The Strategy of Economia Development (New Haven,
Yale.Univeriity -Press,.1958), cap. VI (definición y. discusión de "repercusiones hacia
atlas y hacia adelante").
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 27
dental" debería repetirse; en realidad, lo contrario es lo más probable.
Los procedimientos estadísticos son muy necesarios , para poder descu-
brir correlaciones y asociaciones entre procesos, pero no pueden , ex-
plicar sus causas, ni la existencia, sea de los casos estadísticamente
normales, sea de los casos de desviación. Otro problema de la defini-
ción estadística de "equivalencias" es que usualmente se obtienen com-
binando datos de países en los que la transición se produjo en períodos
históricos diferentes, en condiciones internacionales más bien divergen-
tes, y que se hallan en niveles de transición muy distintos.
La respuesta a este problema debería ser una teoría de: as etapas
de modernización. Pero hasta el momento, las tentativas de esa ín-
dole no han tenido éxito." En realidad, las diferencias en los ritmos
y las secuencias de los procesos componentes y también las otras variar_
ciones generadas por las diferentes fuentes ya mencionadas,, originan
una variedad de "caminos" que puede negar o reducir en gran medida
la, validez de cualquier esquema general o universal de sucesión
etápas .determinadas. O, quizás, el esquema de sucesión debiera ha ,.
sarse en una teoría capaz de integrar muchos factores, determinantes y I
contextuales, y de generar toda una 'tipología de transiciones (con.
"etapas equivalentes" a lo largo de "sendas divergentes") aplicable a j
una gran variedad de procesos históricos. Aquí, el científico social
-enfrenta un dilema. Por una: parte; carece de una teoría tal, al me'
nOs por el momento. Por la otra, en todo análisis de transición es muy
difícil evitar el empleo de conceptos de "niveles", "grados" y otros. En
realidad, están implícitos en él, y a menos que se considere cada uno
'de los casos de modernización como un suceso único y se descarten
todas las comparaciones (incluso las implícitas), es probable que estos
conceptos se reintroduzcan de una u otra forma. Esa es la razón por
la .cual, a pesar de sus obvias desventajas teóricas, los. criterios externos
convencionales y arbitrarios (tal como el modelo "occidental!' o las
correlaciones estadísticas) conservan su utilidad.. Como- remedio par .-
cliabpara la falta de una teoría satisfactoria se puede sugerir otra
posibilidad. Me refiero a los esquemas descriptivos de la sucesión de
etapas; aplicables a un. limitado grupo de países, quizás una región,
1? Véase 13ert. F. Hoselitz, "Theories of Stages of Economic Growth", en D. F.
Holeliti y - col., Theorias of Ecorzómic Grodlth" (Glettebe, 'Free Press; 1960). Pude
lallarte'un excelente análisis histórico sobre empleo de las teorías-sobre-las etapas
eri la historia económica en W. W. Rostow, The Stages of Economia Grozoth (Cato-
bridge University Press, 1960). Con reStpecto a las etapas de la evolución social,
podría..citarse toda uná biblioteca, a partir de las teorías del progreso pasando por
'el evolucionismo del siglo diecinueve, hasta su renacimiento actual bajo la forma de
neo evolucionismo Un interesante concepto de "época histórica" lo hallamos en
AQS,iittori R Eitzlietz, Maclarn EabnOmic' Grówth (NeW Rayen, Yale University Press,
28 GINO GERMANI
relativamente más homogénea en términos de su estructura cultural y
social inicial y de las condiciones históricas :en las éuales tuvo lugar (o
tiene lugar) la transición. Puede -suponerse que podrían formularse
generalizaciones más válidas para áreas geográfico-culturales limitadas
y para períodos históricos específicos. Este tipo de esquema no sería
Sino una forma adecuada para presentar un panorama simplificado de
una serie de procesos históricos similares (pero no idénticos). Por otra
parte, podría tener alguna utilidad analítica para aislar asociaciones o
conjuntos particulares de rasgos y para ayudar a construir una tipo-
logía de las etapas de transición. En realidad, el empleo de etapas
podría vincularse con la hipótesis de que, en el curso de la transición,
las variaciones en ritmos y secuencias de los procesos componentes y
el impacto de otros factores determinantes y contextuales (en los nive-
les internos e internacionales) pueden tender a cristalizar en configura-
ciones estructurales específicas. A su vez, es probable que éstos se
incorporen al proceso mismo y se transformen en factores claves para
explicar su curso ulterior. Esto ofrece quizás una base más objetiva
para la selección de etapas y para dividir la transición en período&
significativos.
Para identificar las etapas pueden sugerirse dos criterios principa-
les: 1) la emergencia de una configuración de características (en la
estructura económica, so-cial y _política): dotadas - de un:dertó grado d
estabilidad -y duración, y claramente diferenciadas de las configurado
nes estructurales precedentes y siguientes; 2) la importancia causa
de la configuración para dar forma al futuro curso de la transición.
Desde otra perspectiva, la etapa puede considerarse como un "pun 5
to de decisión" en la transición. Por cierto, todo proceso histórico es un
flujo continuo concreto, y el concepto de '"punto de decisión" es siem-
pre, en gran medida, un recurso arbitrario o convencional. No obs-
tante, su empleo puede contribuir a restringir un modelo puramente
determinista de la transición. En este sentido puede definirse un "pun-
to de decisión" como un momento particular (de duración variable de
acuerdo con 'condiciones diferentes), en el que puede producirse (o no)
una reorientación. Su ocurrencia real, así como su carácter —positivo
o negativo— desde el punto de vista de la modernización y desarrollo
económico logrados, estará ,determinada por la.interreladón particular
de los procesos sociales y económicos, es decir, por la configuración
particular de las características estructurales originadas por el curso
previo de la transición, y las "decisiones" adoptadas por los actores
sociales (individuos y grupos en posiciones claves). Se sugiere que la
'interrupción de la modernización y el estancamiento económico o (vi-
ceversa) el progreso hacia grados de modernización sodal o política
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 29
y de desarrollo económico más elevados podría explicarse en térmi-
nos de esas "configuraciones" y "decisiones".
Aquí hay que observar dcis puntos importantes: en primer lugar,
se entiende que las configuraciones o características no sólo incluyen la
estructura interna de la sociedad, sino también la situación externa e
internacional. En segundo lugar, se admite que, si bien el concepto de
"decisión" es especialmente difícil y teóricamente falto de precisión,
se lo emplea con frecuencia, implícita o explícitamente, en el análisis
de procesos históricos y, especialmente, de la adopción de cursos de
acción política o económica. En todo caso, el significado de la "deci-
sión" debe definirse en función de la gama de "opciones" que se hallan
concretamente a disposición de los actores, gama que variará en dife-
rentes condiciones internas y externas (o sea, en determinadas "con-
figuraciones" de características estructurales) .
Otro factor importante es el grado de conocimiento y tecnología
científicos (tanto en las ciencias naturales corno en las sociales) a dis-
posición de los actores. Tal como se dijo antes, el grado de "esponta-
neidad", de "toma de conciencia", de "planificación" en el cual tiene
lugar la transición es un factor importante que hay que tener en cuen-
ta. Este grado aumentó con el tiempo, y desde este punto de vista, la
situación de los países que iniciaron sus transiciones con anterioridad
debe considerarse en forma totalmente diferente a la de las naciones
actualmente en desarrollo.
4. Elementos de un esquema de etapas en las actuales discusiones
sobre América latina
América latina parece brindar las condiciones que según se indicó'
antes podían asegurar cierta validez limitada a un esquema de etapas:1
ambienteseculturáki, sociales y económicos relativamente similares
al' comienzo de la trq.nsjci6n, y b) circunstancias históricas externas e
internas similares durante el proceso. En realidad, aun cuando se rea- 1
liaron pocas tentativas explícitas para presentar una teoría de etapas,'
la mayoría de los análisis históricos y teóricos de la modernización o del
stisploCesos.119pbsentek -si no tOdos, tienden a-presuponer en una ui
,sucesx n de etapas váias para t ó a a regt. (5n. S in •
étilbárgó;
, éri.ciertá 'Medida: la Concepción de América latina como una
unidad rtó SÓló se- basaaaen factores históricos y socioculturales teóricos,
stno'lárnbién--=---pain -émpléár término obsoleto con respecto a una
-eoííditiérir.oé causas ‘.‘geopolíticas" e ideológicas: el
‘0,11911,_ - -
Itatvirsoltico:7comunz..látlnolneticino en relación ,con la estructura

GINO GERMANI '44
30
del -poder político internacional ry la distribución de esferas de in-
fluencia". También es dello que la tradición intelectual contribuy6
de manera notable a la creación del "campo" de los "estudios latino-
ameritanos", con lo cual lo llevó demasiado lejos, transformándolo a
menudo en un mero estereotipo y rebasando, en todo caso, el límite de
ínáxima productividad teórica que este tipo de generalizaciones es
capaz de-dar:
Es posible rastrear cierto número limitado de contribuciones para
una teoría o esquema de etapas, pero usualmente en relación con el
análisis de procesos parciales. Por ejemplo, para describir la historia
urbana de América latina, él urbanista argentino Hardoy - indicó una
„ etapas:" la cultura urbana precolonial de los aztecas e
serié dé Seis -
incas, .1nlo 'la etapa .'de . tándación colonial española, seguida al poco
tiempo por una tercera etapa 'esencialmente terminada en 1580; en la
que 161- españoles y los portugueses establecieron el 'patrón colonizador
de la región. La cuarta etapa, más bien prolongada, que abarcó apro-
ximadamente doscientos años, se caracterizó por la consolidación del
patrón urbano, junto con las instituciones de la sociedad colonial. La
independencia no acarreó muchos cambios. Estos se produjeron en
la quinta etapa, señalada por la inmigración europea y por la "euro-
peizadón" de las , principales ciudades latinoamericanas. Por último,
la sexta etapa, la actual, se caracteriza por las migraciones rurales-
urbanas internas y el rápido ritmo de crecimiento urbano. En el mismo!
campo de la historia urbana, otro autor percibe dos amplias etapas:'
cen:
la primera, centrífuga, hacia afuera de las ciudades, y la segunda,
trípeta, que tiende a la concentración urbana, especialmente hacia la!
ciudad primate y cosmopolita." La fase centrífuga se caracteriza por'
la "hacienda" (c) la fazenda en la América portuguesa), que usual-
mente se reconoce como una de las instituciones centrales de la: socie-
dad tradicional latinoaméricana, dotada de funciones pólíticas, sociales,
militará y` judiciales, y que ha sido comparada con la villa romana
durante la declinádón del inaperio."El desarrollo del sistema de ha-
cienda implicó el debilitamiento del papel de las ciudades, y la "des-
centralización dé la sociedad del 'Nuevo Mundo en torno de la gran
Glenn H. Beyer (conap:), resumiendo un articulo de Jorge E. Hardoy en
14
The rirbán Explasin in Latin America
-
(Ithaca, N. Y., Gornell University Presa,
1967), págs. 57-58.
-15 Richard M. Morse, "Latin American Gities. Aspects of Function and. Struc-
IV (1961-2), págs. 473-493.
ture% „erL,9rnpnrative, Itudies jis Society and Histary,
19.:G. -,,téSpedes del ..Castillo 'la sociedad colonial americana(BarCélona.,
en los siglos xvi
y ama", eial.- Vitend-Vives:(conip.), Historia de. España y América,
Vicens-
Viveá»1957), - -
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 31
propiedad territorial", en forma semejante a la Europa • osrromana.
La etapa contraria, dirigida hacia la centralización en las ciudades
"primates", representó una expresión directa de la relación de la colo-
nia con el mundo exterior y principalmente de la dependencia cul-
tural, políticas económica y militar, de la sociedad, colonial respecto de
sus centros metropolitanos europeos. Sin embargo, el concepto de dos
fases, Más que proporcionar un esquema de sucesión de etapas, aísla y
pone de manifiesto de Manera eficaz -y sintética dos de las fuerzas más
importantes que funcionaron en la época colonial y posteriormente (la
segunda etapa urbana centrípeta de Morse extendida a través del si-
glo XIX y que se prolonga hasta el presente).
El empleo de un esquema de amplias etapas de desarrollo está
implídto en el análisis formulado por los economistas, tanto con res-
pecto a determinados paises como en relación con la transición en la
región como un todo. Quizá la forma Más popular sea la distinción
. ,
entre "crecimiento' hacia aftiéra" y "crecimiento hacia adentro". Estas
clol formas de crecimiento corresponden al contraste entre una econo-
mía basada en la exportación de materias primas (crecimiento hacia
afuera) y una economía basada en la industrialización (crecimiento
hada adentro) . Usualmente se indica 1930 como el "punto decisivo",
enlei,que se produjo el cambio de orientación en América latina, o sea
01'4 -época de la Gran Depresión Para los científicos sociales latino-
ainericanos, el cambio de expansión `.'hacia afuera" a expansión "hacia''
adentró" significa mucho más que un cambio económico. Antes bien,
el cambio estructural en la economía señaló también los comienzos de
una serie de otros cambios en la estructura social, en la política, en la
-:11):1114.:, ;Y: el carácter de 14 identidad nacional. No'
'CilliáltérjsaldlidiidOries'.ésiln`iiniAícitás, o en todo calo carecen de
, -
'1115SOtiliulpti64',15rIcigá.- Por otra parte, no están concebidas como una
Mitypy35;ttig5.1191- Cikándpégle es, en realidad, su . papel en los aná- !
1144!'iiie'rnáltlia'diltincións'háda afuera hacia adentro" se interpreta
en'funciÓndel
• •. cambio •en el grado de dependencia extranjera y aliena-
C
• iónuacional,.corréspondiendo la fase "hacia afuera" a la dependencia y
r ,
', az" •
101194-.19,9119404 nacional alienada"; en contraste con la fase ''.hacia
--del nivel de autonomía :reall:T
1:1ál-4-11,"1.112"i-iiiiielieWiltOMPO. es el ele 'tina .Intonóinía cre-
■,
, 10:11eisn- ~ellítiiina4;.(clalsointa. dependencia) en la época 1
ii41" o colonial
liáládod.'`-'SérailColor-
yity,531.1,•„, • ,.- ;. informal
. durante
•
lexe,exp,ans.imyt-_,:nacia afuera (con un grado de autonomm muy
hyl•:- 11.:,:tewsoktehaffl,...41.-clélarrollo. ,1!hacia adentro"; que implica
, para orientar él proceso de

GINO CERIVIXI
32
desarrollo en función de intereses nacionales» AutoreS de tendencias
ideológicas distintas, especialmente los de inspiración de extrema iz-
quierda, por lo -general no están de acuerdo sobre el grado de autono-
mia de la última etapa "hacia adentro". Para ellos, la hegemonía
imperialista y la alienación nacional están vinculadas con la estructura
del poder que prevalece en las naciones de América latina: consideran
que la verdadera liberación nacional sólo puede llegar a través del cam-
bio revolucionario. En ese sentido, el desarrollo "hacia adentro", bajo
el liderazgo de la burguesía nacional, está condenado al fracaso. En
realidad, nó tienen fe alguna en la burguesía y en su capacidad para
dirigir un proceso de verdadero desarrollo nacional autónomo. Por
otra parte, los límites estructurales de las burguesías locales para con-
ducir dicho proceso han sido descriptos y analizados por muchos estu-
diosos."
A pesar de la forma en que se pueda usar o abusar ideológicamente •
de esquemas basados en las amplias fases de modernización antes esbo-
zadas,: éstas se basan en la percepción de cambios drásticos ocu-
rridós en la región y tienden a poner de relieve el papel de los factores
externos o internacionales, que frecuentemente no reciben la debida
consideración en los estudios efectuados por científicos sociales ex-
eros.
tranj
, En esta búsqueda de esquemas de etapas en América latina pueden
hallarse otras contribuciones valiosas aunque indirectas. Por ejeráplo,
el drástico cambio introducido en la estructura social lat inoamericana al
surgir y crecer los "sectores medios" podría volver a interpretarse en
términos de una sucesión de etapas: la primera caracterizada por la
semicapitalis-
hegemonía de elites semifeudales y elites "oligárquicas"
tas, estrechamente vinculadas con la economía primaria de -exportación;
. fi:raciones) ; pero los componentes económicos y sociales fueron agrega-
y una segunda etapa, más avanzada, en la que la participación dé los
.
nuevos estratos medios introduce un poderoso elemento de moderni-
zación y puede convertirse en un factor para el desarrollo económico
y político futuro. El surgimiento de las clases medias se considera
como uno de los aspectos de una serie de cambios que tuvieron lugar,
desde. la segunda mitad del siglo xrx, en la expansión de la economía
17 Usualmente los economistasla
ómistas de CEPAL distinguen entre las dos etapas
desarrollo: ''hacia afuera" y " hacia adentro". El cbncepto de la creciente auto-:
nomía dé los países latinoamericanos —.en la eta:pa de desarrollo "hacia adentro "-L-'
eáí.lateías de las
base de muchos
or científicos sociales latinoamericanos, así
". _
como de
por lo menos algunas de las ideologías de la "izquierda nacional l rudos en Po ítica y socieda-d, op, lit.
is Véanse algunos de los artículos incluidos en la antología compilada por james
(Greenic.h, Conn.
Petras y Maurice Zeitlin, Latin America, Refornz or RevolutiCznr
Fawcett Publications, 1968); también Fernando H. Cardoso, Empresario Industrial
e pesenvolvimerzWEconómito no Brasil (San Pablo, Difusora , Europeia do Liyro,
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 33
'primaria de exportación, inversiones extranjeras, inmigración extran-
'iera, una organización estatal mejor y más racional, mejoras en las
Crimunicaciones, transportes, educación y estándares de vida. Usual-
,ibielítú se admite qué el crecinriento de los "sectores medios" tuvo lu-
Éat en el siglo 30C, sobre todo en sus tres primeras décadas, aun cuando
Ilá nueva —y más decisiva— ola de industrialización posterior a 1930
•ainbién contribuyó a su ulterior expansión." A pesar de que en los
.últímos años el papel de estos sectores en el proceso de modernización
Se Volvió muy contradictorio y el optimisino inicial de algunas tesis se
vio desmentido, sería difícil negar que su aparición significa un impor-
tante cambio en el proceso mismo, mediante una modificación relati-
vamente estable de la configuración estructural de la sociedad.
En la discusión precedente sólo consideramos algunos esquemas.
, parciales de etapas, así como algunas de las suposiciones
implícitas más
corrientes sobre la sucesión de etapas en América latina. Tal como
se indicó anteriormente, las tentativas para elaborar esquemas compren-
sivos explicitos son muy reducidas: de hecho, sólo conocemos dos, uno
,cle :ellos aún inédito.
' A pesar de que el fin principal de los dos es el de analizar el
.proceso político, pueden considerarse amplios en el sentido de que
ambos toman en consideración, en cierta medida al menos, los cambios
;sociales y económicos. El primero de ellos fue presentado hace algunos -
¡años por Kalman H. Silvert y el autor de este libro. Fundamental-
mente,se basaba en :un análisis :del proceso de movilización
- .... ., política
y la sucesiva expansión. de la participación política. Este proceso se
• consideró 'como un aspecto de movilización e integración sociales, estre-
.chamente relacionado con la transición total subyacente. Ahora, en
(con diversas modi-
, este :trabajo, se conservaron las etapas "políticas"
idbs de acuerdo con el enfoque teórico antes sugerido." La otra tenta-
Uva fue. presentada por Helio Jaguaribe. 21 Este autor distingue tres
.etapas : , la colonial, la semicolanial y la transicianal. En
... _principales
. ,
. .
19 Un ejemplo de esta cronología se encontrará en John Johnson, Political
Change in Latín America (Stanford, Stanford University Press, 1958), Introducción.
20 G. Germani, "Democratie Representative et Glasees Populaires en Amérique
Latine", en Sociologie du Travail, III (1961): 96-113; G. Germani y K. Silvert, "Po-
_litio, Social Structure and , Military Intervention in Latin America", en Archives
:Européenes de SódOlogie,' II " (1961): 62:81; en 'TI proceso de transición hacia una
democracia de masas eii ia, Argentina" en Mítica, XVI (1961): '1T27, se puede:ha-
llar una aplicación a la Argentina. Gran parte de estos trabajos han sido indorpo -
— n
21 El esquema de etapas está incluido en los apuntes de u curso de confe-
5 rencias dictado en ' la Universidad de Harvard (1965) que se hizo circular ' mimeo-
grafiado.
 34 GINO GERMANL
este esquema hallamos una excelenu presentación del concepto de
autonomía creciente,: En realidad, su principal. variable (aunque de
ningún modo la única) parece ser el,•,grado.- de, depéndenéia . y el grado
correspondiente-de autonomía nacional auténtica: En la primera etapa,
que no finaliza con. .la caída del régimen colonial español o portugués,
sino con los comienzos' de, la -expansión de la-'economia primaria de
exportación comió resultado de la revolución ,industrial (o sea, a me-
diados del siglo xix), el . grado de dependencia se halla en su punto
más alto. En' la etapa "semicolonial" la dependencia continúa; aunque
en forma diferente ; mientras que la transformación interna de la socie-
dad origina una "capacidad inicial para el crecimiento autoinducido".
Esta capacidad se ve más afianzada aún con el derrumbe de la economía
de exportación primaria posterior .a. 1930, durante la tercera etapa "tran-
sicional", que también se caracteriza por el surgimiento de nuevos, grupos
y clases y por la aparición de nuevas tensiones. -
Por último, puede hallarse una importante contribución al concepto
de etapas comunes en; las discnsiónés 'entré los historiadores sobre las
posibilidades de una historia comparada del hemisferio occidental. Con
respeto a esto' es muy pertinente mencionar aquí que en su examen
de "The History of American Progress", 22 Charles C. Griffin, al in-
formar sobre las discusiones acerca del período nacional de historia
americana ..(tantolatina comó no", latina) 1, afirmó que,-.- "por extraño
que parezca", hubo un "acuerdo 'considerable -sobre el importante
problema de la división en períodos". En consecuencia, sugirió un
marco común que distinguiera cuatro períodos:
I. El rompimiento con el viejo mundo (1770-1820). II. El desa-
'rrollo de nuevas naciones (de la' década de 1790 a la década de 1860).
III. El ajuste al capitalismo industrial y financiero (de la: de
'1860. hasta la Primera Guerra »india», 'INT. reactión de Araériá
-
ante lel impacto de'lartensiones del siglo XX ¿Vi la' civilizaeión' occidental
(1914 hasta el' presenté): 23
En sesta breve reseña omitimos toda référenda a la ápliCáción de
etapas a las naciones individliales, así como a formulaciones más abs-
tractas y generales 'calo, por ejemplo, el conocido modelo folk-urbano
desarrollado por , Tampoco : nos.: hemos referido al intento
22 Fue un proyecto iniciado por Arthur P. Whitaker en 1947, patrocinado por
. institucinnes regionaléSe. internacionales y ampliamente discutido en reuniones cien 7
tíficas Véase A-. P. Whitaker, "Introduction to the project for a History of America",
en Lewis lianké (Comg, Do thé Aniericas haya a COMM011 Histoty? (Nueva York,
Knopf, 1964). Esta compilación incluye muchas contribuciones sobre el problema.
PliaT4,0 C Griffm 1,),X01~.of the NaticlIal. Pelic";r% . 4.1 .4.- 114(e,
SOCIOLOGíA 'DE' LA MODERNIZACIÓN
creemos de suma importancia—. - de utilizar modelos matemá-
-ticos que» permitirían el uso de un lenguaje más adecuado para el
ercipleo de' - una enorme cantidad de variables."
5. Ensayo de un esquema de etapas de modernización
en América latina
La tabla que se presenta en este capítulo no pretende ofrecer una
"teoría de las etapas". Su fin es más modesto: se trata de una tenta-
tiva para proporcionar un panorama de la transición sumamente simpli-
ficado, que puede ser útil para ilustrar algunas de las características
principales del proceso. Por cierto, la tabla no puede considerarse
sino cpmor un resumen de sentido común, altamente condensado, de
la historia social -latinoamericana. No es necesario decir que, debido
a- esta condensación y a su nivel de generalidad; 'no representa ninguno
de los procesos históricos específicos que tuvieron (y tienen) lugar
en ,los países latinoamericanos. Las excepciones serán regla, pero preci-
samente al destacar estas "desviaciones" quizá se pueda emplear como
instrumento de comparación y como un medio para destacar tanto
los: „rasgos específicos como los comunes (si los hubiere) en el proceso
de' modernización de los países latinoamericanos.' Además, al clasificar
su contenido empírico en los tres procesos principales de la transición
total (y al especificar "en borrador" algunos de sus correspondientes
subprocesos) puede contribuir a poner de relieve tanto- sus aspectos
sincrónicos como asincrónicos: casos de aceleración o désaceleraclón
d subprocesos específicos, o diferencias en sus secuencias, o casos en
»A; qw.:,4,5,,Oikrend-as , en ritmos: :y -secuencias produjeron fusiones ch
. . . - ipo,
. -tarieídad
Scl9i.13. . . ,:de-:etapas ; .ett: lugar de una . sucesión, tal como se
:inch«,
. en el
- esquema
, (y-, corno •ocurrió realmente, • por lo menos en
aignnos.fcasól - e ,m,Píricos). Por último 'él esquema puede contribuir a
4:-TnporCionar, al menos,' tiña respuesta provisional al problema del ém-
plen,imp/ícito de algún tipo de Sticesión.. Tal como se observó antes,
hasta la mera mención dé "más" o "Menor avanzado, tan frecuente en
.,i•ili .' .:111:11iá ‘Jéitaii<511.- ::Ile 1-14 -..tokiii.1-411, cambio social en América latina 'se éncóri-
,rrir1 iiial l.W W2171,- tálfiiii .:ri-4111 '.1-71' 4 América la.tine.' Crítica de algunas )0'
-
AVP digi9nilsriaftiiiIiiiéi-:Winw - waidio.: ;Mélelés'' (Buenos Aires, golarilae.hette,
3,11)'L!4a 0119=1 versión ; cioing4iló mencionado - ha sido' presentada por Torcuato
lii'Telli;-01cat _porriblit . yrle,quiel -.9alló: '..Politics In: New, Nations — A model -of
1:11i1 litiiké'fót`tatín-- Aziferla"Ooenitento de Trabajó NO 21, Centro de Sociología
pi,olotwa liriml!'..i)itat ; -toi4b14:- -,11Cóitilictci, Cooperación -y Cambio : interpre-
ta:4 ' ' .,' '"1:''''-ilátr M---(1.4- 19-~51:11,-.PATA i-ámllickktinC, (Documento de
atáliá y.,. , -3-
M1:-skil
.0;e1_,_:nriz-D31-15-151) -51:11111 . 'f!ilieliolitical Procesa ' in, Lada Ame-
 36 UNO GtRMANI
-todas las discusiones sobre el tema de la modernización, significa la
adopción implícita del concepto de que algunos .cambios suelen prece-
der a otros, o que determinado país está ubicado en otro punto de la
sucesión temporal (implícita), es decir, una suposición de sucesión. En
este sentido, la tentativa puede ser considerada un paso para hacér
explícitas dichas suposiciones al sugerir una definición más específica
de la sucesión.
No trataré de describir aquí cada una de las etapas indicadas en
la tabla. Por una parte, ello sería imposible dentro de la limitada
-extensión del capítulo y los propósitos del libro; además, el contenido
de la tabla es conocido y se explica de por sí, n la luz de la literatura
,
aetual sobre la región. Por lo tanto, la parte final del capítulo estará
-
dedicada a ilustrar brevemente el tipo de análisis que podría inten-
tarse sobre la base del marco sugerido. Nos limitaremos, pues, a consi-
derar . algunos aspectos de la interrelación entre factores endógenos y
-.exógenos, y el surgimiento y cristalización de ciertos ` -'efectos estabili-
,zadores", principalmente en la tercera y cuarta etapas.
6. Interacción de los factores endógenos y exógenos en el surgimiento
y la cristalización de las configuraciones estructurales que tipifican
los varios estadios
Se observará - que los - principales estadios del esquema están
fechados mediante acontecimientos externos. Ahora bien, el atribuir
características amplias similares a 'todos los países, aproximadamente
en un mismo momento cronológico, 'plantea Serias dudas (aun cuando,
tal como se sugiere en parte en la tabla, se dejé 'un margen para
grandes variaciones en las características más específicas). En realidad,
dado 'el' conocidohecho de los diferentes - rinnos de modernización 'que
caracterizan a las diversas unidades nacionales, cualquier fecha deter-
minada los debería hallar en diferentes posiciones -o etapas. Aun. 'en
,el Caso de que el esqueina de su-Cesión tuviera la precisión de'una ley
natural, la falta de sincronización entre naciones . (para no hablar de
la asincronicidad dentro de las naciones), debería implicar la impcs
sibilidad de iniciar: la misma etapa alrededor de una fecha aproxima.
'clainente ignal, o dentro de un plazo relativamente breve. La homo-
-logia no implica la simultaneidad. La respuesta a este aparente
'absurdo pone de relieve la importancia dinámica 'de los factores exló-
,genóS, sobre ÍOS que se basa la periodización. Estos factores generan en
r Cada , país —sin tener en cuenta él grado de Modernización alcanzado
"Vol' ¿ada unó en ese -momento— una serie 'de' procesos esencialmente
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 37
similares-en todos ellos. El carácter común y la relativa simultaneidad
4e este impacto externo es, precisamente, lo que contribuye de manera
,pOderosa a conferirle a cada etapa amplias características similares o
equivalentes. No es necesario; decir que las similitudes no excluyen.
grandes diferencias. También es cierto que determinadas configura-
dones estructurales que emergen en una etapa dada en cada nación
son el producto de factores tanto exógenos como endógenos. Por último,
es muy importante observar que el desencadenamiento de procesos
lares en países ubicados en diferentes etapas tuvo por efecto habitual
acentuar sus discontinruidades internas, es decir, la asincronicidad entre
áreas, instituciones, pautas de actitudes y comportamiento. Esto ocurrió
dado que el impacto externo puede acelerar algunos procesos compo-
nentes, al tiempo que no afecta, o reduce, anula o invierte la velocidad
de otros.
El significado histórico del impacto externo es bastante obvio,
pero con frecuencia se ignoró su papel en la acentuación de la homo-
geneidad entre naciones y a su vez las discontinuidades dentro de las
mismas. El mismo. olvido ocurrió con el papel ejercido en este doble
efecto por la interacción entre factores exógenos y endógenos. Quizá
pueda indicarse que tal efecto aumentó con el transcurso del tiempo
o, por lo menos, que tendió a hacerse más visible en la tercera, y aun
más, en la cuarta etapa. También podría sugerirse que con el aumento
de la interdependencia internacional en todas las esferas —y especial-
mente con el crecimiento de la estructura mundial de la estratificación
del poder— los factores exógenos pueden haberse vuelto más pode-
rosos. Esto puede haber ocurrido aun cuando crecieran las fuerzas inter-
nas-de muchas naciones a causa del desarrollo económico, la creciente
modernización social y el aumentado nivel de "conciencia nacional"
(o quizá disminuido grado de alienación), rasgos que según algunos
caracterizan a la etapa de "crecimiento hacia adentro". Por otra parte,
a medida que pasaba el tiempo y tendía a aumentar la distancia entre
los países de la región, el efecto generalizado del impacto externo
puede haber acentuado las discontinuidades internas, especialmente
en todos aquellos casos en los que dicho impacto produjo la aceleración
de ciertos procesos componentes, mientras que al mismo tiempo frenó
o desaceleró otros.
El efecto conjunto de los factores exógenos y endógenos en la
tercera etapa es conocido: "expansión económica," sobre la base de la
econor primaria, y consiguiente estímulo de efectos
"limitados" de modernización, en los órdenes social y político: El
alcance del "efecto. modernizador" se dio en función de tres variables -
prinp_ales: 1) el tipo de economía de exportación primaria; 2) - el
 38 GINO GERMANI.
• grado de éxito que ésta logró .al fomentar.la "expansión econ6-
,(tal. como se definió antes), y 3) la existencia• de élites moder-
nizadoras internas y su nivel de eficacia. Es el tipo de economía de
exportación primaria que determinó, en gran medida, la variedad y
alcance de las repercusiones sobre el resto de la estructura social.
Nuevamente, empero, estas repercusiones estaban limitadas o expan-
didas; retardadas o aceleradas por la acción y la orientación de las
é/ités.
La expansión económica basada en un tipo de producción prima-
ria; qué exigía la movilización de una reducida parte de la población
ó cuyas repercusiones sobre el resto de la economía eran limitadas,
no éjercieron sobre la estructura social un impacto . de gran alcance.
Este: fue . el. caso de ciertas economías mineras o de plantaciones, u
otras actividades económicas, que representaban realmente "enclaves"
dependientes del extranjero y relativamente aisladas de la, economía
na.donal.- Aquí era probable que surgieran una sociedad y una ectino-
mía "duales" típicas, caracterizadas por un profundo clivaje entre los
sectores "arcaicos" y los "modernizados". La modernización social
podía afectar algunos aspectos del comportamiento e instituciones en
algunas áreas restringidas y algunos grupos más bien sociales —usual-
mente los estratos más altos y medios de los centros urbanos o, con
mayor frecuencia, de las ciudades "primates". No obstante, algunas
orientaciones de valor básicas permanecían invariables aun en estos
sectores, coexistiendo con otros síntomas manifiestos de modernización.
En aquellos países, en los que la economía de exportación primaria
exigía, o cuanto menos inducía indirectamente, la participación de
grandes sectores de población a niveles ocupacionales tanto bajo como
intermedio, tuvo lugar una expansión del mercado interno y/o algún
otro efecto de "dispersión", así como otros procesos de modernización
social, a un ritmo acelerado y con anterioridad al nivel "correspon-
diente" o -"equivalente" en el orden económico.
Donde las élites tío lograron o no desearon dar un paso más allá
de sus intereses inmediatos, el efecto modernizador fue restringido.
En cambio ocurrió lo opuesto allí donde las élites, imbuidas de ideolo-
gías modernizadoras, estaban dispuestas a elevar el proceso por lo menos
a hasta el máximo posible permitido dentro de los límites de otros
factores contextuales (determinándose estos límites, por una parte, por
la "perspectiva de clase" de las élbes por la otra, por el marco histó-
rico general en el que tuvieron lugar sus acciones). Como resultado
de ello podían esperarse diferentes tipos y distintos alcances de los
efectos modernizadores, siendo quizá posible formular una tipología
a, bale dé tipos, intérmedios-que abarcarán desde- actividades 'relativa-
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 39-
Inane "encapsuladas" y segregadas del resto de la economía y la sacie-
dad, - hasta actividades más dinámicas, que ejercieran un impacto sobre
una considerable proporción de la población y que afectaran una gama
más amplia de grupos e instituciones sociales.
- En la cuarta etapa el principal impacto externo lo constituyó
la Gran Depresión, que forzó la industrialización en toda la América
. Esta tendencia se vio más reforzada aún por la Segunda Guerra
Mundial, y de la interrelación con los factores internos surgieron
importantes fuerzas sociales y nuevas actitudes en favor del "desarrollo
hacia adentro" por medio de una industrialización deliberada y, más
tarde, con planificación nacional. La industrialización de los arios 30
comenzó, en realidad, en la mayoría de los casos, no ya como un
proceso planificado ó deliberado, sino como un proceso forzado, im-
puesto por las nuevas condiciones -creadas a partir de la Gran Depresión
y segnidas luego por la irrupción de la Segunda Guerra Mundial.
El crecimiento industrial y el ritmo considerable de desarrollo econó-
mico que caracterizaron a la mayor parte de los países latinoamericanos
en la década del 40 y primera mitad del 50 parecieron terminar en un
estancamiento o, por lo menos, disminuyeron notablemente en los arios
que' siguieron. Aun cuando la industrialización en algunos de los
países más adelantados fue más allá de la etapa de sustitución de
bienes de consumo de importación, 25 aparecieron otros obstáculos que
atrasaron tanto el desarrollo industrial como el desarrollo y la moder-
nización de otros sectores de la economía. Estos obstáculos, que en
parte reflejaron las nuevas condiciones creadas por el crecimiento in-
dustrial anterior, han sido relacionados por muchos observadores con
rasgos cristalizados durante la tercera etapa y que siguieron persistiendo
enla cuarta, unidos a la incapacidad de las sociedades latinoamericanas
de - los cambios estructurales necesarios. Una vez más, esto
puede interpretarse como determinado directa o indirectamente por un
complejo de factores internos y externos."
Otro proceso importante, típico de la cuarta etapa, fue la urba-
nización, que ocurrió de manera extensa y rápida y fue el resultado
de otra combinación de factores internos y externos: por un lado, la
, 25 Sé puede observar una secuencia de tres fases en el proceso de industria-
lización: desde un gran predominio de manufacturas, concentradas en alimentos,
bebidas, tabaco, una menor proporción de textiles y un sector muy pequeño de
otras industrias, hasta las más avanzadas (dentro de la región) con una marcada
expansión de las industrias metalúrgicas, químicas y otras. Véase Naciones Unidas,
UPAL, The Process of Industrial Development in Latin America (Nueva York,
1966).
. 26 Para un análisis de los factores económicos internos y externos véase Naciones
Xxiidas, ,Towards a dynamic development policy for Latir: , America (Nueva York,
tiásti:2 -

40 GINO GERMANI
f explosión demográfica, consecuencia de los efectos modernizadores de la ,
1tercera etapa (introducción de tecnología sanitaria y una leve mejoría,
1 en la condición de vida de las masas), por el otro, la crisis de la econo-
mía de exportación primaria, la persistencia de la muy desigual distri-
bución de la tierra y (hasta cierto punto) la nueva demanda de mano
de obra industrial. La urbanización estuvo, evidentemente, relacionada
I con las grandes migraciones internas. Ahora bien, estos movimientos
de población deben considerarse como un aspecto de otró proceso
crucial: el de movilización socia/. 27 Como se indicó en la tabla, la
...---i:-----
---e había iniciado en la tercera etapa (como uno de
movilización socal s
los aspectos de los "efectos modernizantes"), pero alcanzó una escala
masiva durante la cuarta etapa. Y fueron sus causas, en parte, los
cambios objetivos ambientales mencionados anteriormente , (explosión
demográfica, crisis de economía primaria, comienzos de industrializa-
ción). Pero otros factores causales poderosos de este proceso se ejercie-
ron en el nivel psicosocial, con cambios en las actitudes y expectativas.
Tales cambios "se produjeron por una serie de factores internos y
externos: cambios en el clima ideológico (tanto en el nivel interna-
cional como en el nacional) , y amplias innovaciones en los medios de
comunicación de masas durante el período. A medida que nuevos secto-
res de la población estuvieron listos para la participación política, apa-
reció un tipo distinto de "crisis de participación", caracterizado por la
actitud y el comportamiento ambivalente y fragmentario de las
clases medias.
A menudo ciertos sectores de estas clases, que en la tercera etapa
habían encabezado movimientos liberal-populares, con la participación
de segmentos del proletariado urbano en formación, se opusieron, im-
plícita o explícitamente, a la extensión de la participación política
de los nuevos' sectores de las clases populares recién emergidas como
resultado de los procesos masivos de movilización ocurridos después
de 1930. Es decir, las clases medias, o parte de ellas, dejaron de set
factores de cambio para la modernización y se convirtieron en factore
1 de estabilización (véase la sección siguiente) . También intervinieror
!
'1 otros factores, exógenos y endógenos, que complicaron singularmente
la situación, agregando nuevas rigideces y llevando en muchos caso:
al estancamiento o a la regresión en el desarrollo económico y h
modernización política. Entre tales factores debemos mencionar: a',
los residuos supervivientes, pero todavía activos, de las antiguas estruc
turas de poder, tales como la élite terrateniente, y ciertos segmento:
de la Iglesia (la "Iglesia preconciliar" como fue llamada) , y grupo
27 Véase capítulo IL
SOCIOLOGÍA DE LA' MODERNIZACIÓN 41.
de las fuerzas armadas; b) las limitaciones_ (de orden psicocultural en
parte, pero sobre todo originadas en factores estructurales internos y
externos) de las "burguesías nacionales", para-ejercer una acción cohe-
rente y eficaz en favor del desarrollo económico; c) la persistencia del
intervencionismo militar. Este fenómeno debe- considerarse como un
rasgo intrínseco de la "cultura Cinc " • , • ana ue se vio
muy, reforzado por factores exóge os. Su surgimiento debe exp iffse
en términos históricW -pero su supe-TM-en-U., se produce por medio de
mecanismos similares a los que mantienen en- vigencia toda pauta cul-
tural: la pauta de la intervención militar ha llegado a transformarse
en América latina en una "contra-norma" con vigencia creciente. Esto
significa -que, si por un lado la "norma ideal" y. las actitudes y los
valores "manifiestos" insisten en condenar la participación de- las
fuerzas armadas en la dirección política del país, también existe una
"contra-norma" empíricamente vigente (en las actitudes y expectaciones
de políticos y ciudadanos, militares y civiles por igual), en virtud de
la cual la intervención militar forma parte de las "reglas del juego"
efectivamente aplicadas en la vida política. Durante largos períodos
la "contra-norma" de la intervención pudo permanecer latente, como
ocurrió en la Argentina, el Brasil y otros países.. Pero llegó a reacti-
varse en tiempos de tensiones y conflictos, es decir, precisamente
durante las crisis de participación y, durante el cuarto estadio, por el
refuerzo de factores externos; d) entre los factores exógenos operantes
en todos los aspectos, desde 1930, los más importantes fueron sin duda
las tensiones creadas por la guerra fría y el poder hegemónico de los
Estados Unidos. Aunque la acción ejercida por ese país está muy
lejos de representar un factor monolítico operante de manera coherente
en una sola dirección, es difícil poner en duda que sectores poderosos
de la sociedad norteamericana tendieron a reforzar las rigideces man-
tenidas por factores internos, en oposición con las fuerzas favorables a
la introducción de reformas realmente significativas.
Procesos de esta naturaleza se hallan en el origen de la inestabili-
dad política que caracterizó el cuarto estadio, así como las aparentes
recaídas en el círculo vicioso constituido por una sucesión de intentos
abortados de gobiernos constitucionales con régimen representativo, e
intervenciones militares, igualmente abortadas en sus propósitos refor-
madores, renovadores o "modernizadores". Se habla de "recaída" pues
superficialmente se trata de procesos análogos a los golpes militares
como formas "quasi institucionalizadas" de sucesión política (tipo "a"
en la- tabla). Esa "recaída" en el intervencionismo militar fue muy
evidente en paises que por muchas décadas habían permanecido políti-
-Camente estables bajo regímenes de democracia de participación limi.
42 GERMANI
tada o ampliada. A menudo , la -crisis! de; participación •--_;que en la
cuarta fase siempre implicó sectores de:lásclases populares- y en algunos
uaíses representaba el tránsito - á la participación total. de la pobla-,
ción-- desembocó en nuevas formas políticas, en -regímenes "naciona-
les populares" (y en. un país =Cuba-- en un régimen .socialista) . factores externos e internos, ,en la cuarta etapa —actualmente en
En estas nuevas formas —y mientras se mantuvieron en el poder--
la participación política y • sócial se extendió de algún modo a los
estratos populáres, 'aunque con mecanismos distintos que en los del
modelo convencional de "democracia representativa". Por su parte, la
intervención de las fuerzas armadas —aunque lejos de ejercerse con
una orientación coherente— pareció más bien inclinada a operar como
instrumento de "desinoviliza.dón" dé los 'sectores populares- recién mo-
dejó
vilizados.9-8 La reiteración de las intervenciones militares no
de- reforzar la - "contra-norma" correspondiente e incluso contribilyó
a reducir la validez de la norma ideal referente a la "prescindentiá" y
profesionalismo éstrictó de los -militares. Más aún, emergieron nuevas
ideologías tendientes a atribYtir un papel positivo a la actuación política
directa de las fuerzas armadas y a los regímenes militares. Estas ideo-
logías hubiesen sido inconcebibles durante la tercera etapa, dominada
por el liberalismo como norma ideal. Como es natural, dada la inco-
herencia de las orientaciones militares 'y los conflictos 'que' caracteriza-
ban a la cuarta etapa, es- as expresiones ideológicas, justificativas de las
intervenciones militares, fueron a menudo contradictorias. Quizá dos
fueron los núcleos ideológicos más importantes de las "nuevas" formas
de intervencionismo Militar. Por un lado, la ideología de la "frontera
ideológica", según la cual el papel de las fuerzas armadas ya no consis-
&la en la defensa de las fronteras geográficas, sino en la defensa de las
fronteras ideológicas, és decir de cierto .statu quo. Aquí fue evidente
el impacto de la guerra fría y la influencia de sectores de poder —mi- 1
litares y civiles— de los Estados Unidos; operantes 'en ' combinación
con factores sociales internos de los paises de la región, igualmente
interesados en evitar reformas sustanciales que pudieran perjudicarlos.
Por otra parte, algunos sectores, civiles y militares, percibieron el papel
de las fuerzas armadas como factores esencialmente "modernizantes",
es decir, capaces de cumplir un papel positivo en la eliminación de
los obstáculos al "desarrollo económico" y en la superación del estan-
/
28 Un análisis
r. americanos de los 56 golpes militares exitosos ocurridos en 20 países latino-
en el período 1935-1964 muestra un incremento en la proporción de
, golpes dirigidos contra gobiernos constitucionales y para prevenir o anular resultados
1111electorales de ampliada. Véase Martin Needler, "Political .Development
and Militáry Intervention in tatin Aineica", eh American Political Science Revino,
LX -(1966): 616 -626.
- ,
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 43,
eamiento. Aqn1 'la influencia externa. se ..ejerci& en _forma de "modelo
= -- ' tal comoel f`nasserismo''. y otos ejemplos' de acción moder-
i,
idtOlégiCo
, ,
- nizádora en los países del Tercer Mundo.
En términos generales, puede decirse que la interacción de los
curso— por un lado produjo efectos modernizantes, por el otro esti-
muló ciertos factores de resistencia o estabilización. Estos efectos con-
tradictorios se manifestaron en el plano político en términos de Mes-
tabilidad y agudización de las tensiones y conflictos.
,
7. Los '"efectos estabilizadores" de la , modernización como posibles
factores de retraso dé cambios futuros
.
- - Cualesquiera que sean los alcances y la naturaleza de los ',`efectos
módernizadores" y sus consecuencias en la creación de un sector relati-
vamente avanzado en la sociedad, uno de los rasgos comunes de la
configuración estructural emergente característica de la tercera etapa
fue que contenía también ciertos "efectos estabilizadores". En otra.S1
palabras, aun cuando fueran conspicuos y difundidos, los "efectos mo- I
détnizadores"
. no lograron incorporar los mecanismos apropiados y su-
ficientes para el "cambio autosostenido" en el orden económico, social 1
y político (es decir, de un tipo -de cambio capaz de realizarse sin pro»
fundas quiebras del sistema social, aunque transformándolo). Un buen
ejemplo de este fracasó es la tendencia a perdurar dentro del marco
de la economía de exportación primaria, aun en un momento en el
que era tanto más racional como factible emprender un deliberado
intento de reorientarlo en términos de industrialización y diversifica-
ción del sector primario, en un nivel tecnológico más elevado. La
factibilidad de dicha reorientación se dio en forma pronunciada en la
tercera etapa y en los países más grandes, y en aquellos en los que los
efectos modernizadores fueron más fuertes. Aun así, con esta situación
más favorable el impulso de industrializar se demoró hasta la década
del treinta, y lo generó un impacto externo: la protección espontánea
creada por el derrumbe del mercado internacional. Ni siquiera el
impacto de la Primera Guerra Mundial logró introducir un cambio
permanente en las actitudes. 29 En términos dél marco analítico suge-
29 El concepto de la " n demora" de la industrialización se introdujo para
explicar el estancamiento con mico entino en la cuarta etapa. No obstante,
-pbclría extenderse asimismo a otros importantes países latinoamericanos. Véase Guido
1-11.11n a y Manuel Zymelman, Las etapas del desarrollo económico argentino (Bue-
e-410./Ures,; EUDEBA, 1967). Aunque en algunos paises los "efectos modernizadores".

44 GINO GERMAN1
rido en unasección ant - ior, en un momento determinado, durante la
tercera etapa se llegó a "un 'unto • -. • - *sió • " -n el cual había dos
elecciones posibles: girar hacia una política de industrialización deli-
berada- con una reorientación en términos de productividad y diver-
sificación apropiada del sector primario, o simplemente continuar la
vieja senda del "crecimiento hacia afuera", aun cuando este crecimiento
había dejado de ser viable.
La explicación de este y otros fracasos similares puede hallarse en
un complejo de factores enclógenos y exógenos interrelacionados que
podría denominarse el "síndrome de expansión hacia afuera". Quisie-
ra mencionar, entre muchos otros, dos de sus aspectos: en primer lugar,
a pesar de que implicaba importantes componentes dinámicos, éstos
no bastaron para producir cambios en ciertos rasgos altamente estra-
tégicos de la estructura social y eliminar obstáculos endógenos y exó-
enos. En segundo lugar, algunas de las. estructuras modernas parciales
I
"ntroducidas en la tercera etapa tendieron a funcionar más como esta-,
ilizadores que como factores dinámicos. Algunas de las paradojas
latinoamericanas derivan de este hecho, puesto que, precisamente allí
donde los "efectos modernizadores" parecían más fuertes y difundidos,
el atraso y el estancamiento tendieron a trabar el progreso hacia-
etapas ulteriores tras haber alcanzado un grado de modernización
bastante avanzado, a menudo a un ritmo acelerado. A pesar de que,
en términos de estancamiento, las consecuencias sólo se tornaron visi-
1
bles en la cuarta etapa, las causas subyacentes se hallan en las confi-
guraciones estructurales surgidas en la tercera etapa, en el "síndrome
de la expansión hacia afuera". Por otra parte, en la cuarta etapa se
1 agregaron nuevos "efectos estabilizadores". Una de sus características
comunes fue el hecho de que estos efectos son en verdad parte de las
consecuencias integrantes de la modernización social. Son "estabiliza-
dores" en tanto llevan a la incorporación de nuevos grupos en el sector
moderno, en 'términos de pautas culturales, tipos de consumo (aun
cuando sea a un nivel bajo), relaciones sociales, aspiraciones y espe-
ranzas, participación política y ot • . • -ctos e o 1 e o . iento.
-
- Es difícil analizar cómo estos ,215.1 .1.„_(-e-ittelot. aún, "mecanis-
--e-
mos") estaljilizadol sjdesempeñaron un papel como obstáculos para
: • • ernización futura. Simplificando, podría decirse que tendieron
a disminuir el potencial de innovación (en las esferas económica, polí-
ininlican cierto grado de industrialización previo a 1930; éste permaneció muy por
debajo de lo que hubiese sido posible. Por ejemplo el desarrollo de la infraestruc-
tura del transporte, que en otras partes aportó un gran incentivo para la expansión
. -tica de Latinoamérica aparece en G. Germani, "La clase media en la Argentina
industrial i fracasó en América latina. Véase CEPAL, The process of Industrial
DevétOptnerit ,. Latin America (Nueva York, Naciones Unidas, 1966), págs. 6-9.
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 45
tica y social) de los grupos emergentes y recientemente incorporados
(de nivel socioeconómico medio y bajo, en las áreas urbanas). A veces
permitieron su alianza virtual con los sectores más interesados en
mantener el statu qua En otros casos tendieron a transformar aquello
que pudo ser una fuerza unificada para el cambio político, social y
económico, en una acción política incoherente, fragmentaria y con-
Rebasa las posibilidades de este capítulo y del libro tratar 'de
realizar un análisis completo de este fenómeno. Nos limitaremos a
mencionar a uf tres_. e os e ectos estabilizadores_ pri_ncipales. 'En
primer u ar nos referiremos al surgimiento y crecimiento de las
t as ias urbanas. Como se verá en otro lugar, 3° puede observarse
_
que estos glüpos -se lían expandido en América latina más allá del
tamaño esperado sobre la base del nivel de desarrollo económico y de
otros aspectos de modernización social (esta comparación se hace to-
mando como criterio la experiencia occidental)-. Aunque el surgimiento
de los estratos medios fue habitualmente considerado como un factor
favorable para la modernización,- en la actualidad se reconoce que, una
vez que estos sectores alcanzan cierto grado de participación social y
política, disminuyen Ce— . . •• -1 e - . • • :• - : ••
ta
a a que van siendo más abiorbidos por el sistema. Señalamos
aquí que, en el caso europeo, esos grupos originaron, en el período
comprendido entre dos guerras, lo que constituyó la más impresionante
"quiebra" del proceso de modernización ocurrida hasta ahora. Eviden-
temente, no puede negarse que el surgimiento y crecimiento de estos
estratos es uno de los aspectos cruciales de la modernización social. Pe-
ro los episodios fascistas demostraron que en ciertas condiciones esos
estratos podían operar como obstáculos poderosos para una futura me-
dernización e incluso ser causa de involución. Es cierto, sin embargo,
(que en general en Latinoamérica las clases medias no han engendrado
•movimientos de masas de tipo fascista, aunque hubo varios intentos de
, manipularlas en esa dirección. Mas su ambivalencia e ineficiencia po-
líticas son, sin duda, un llamado de atención-acerca de su posición es-
tructural ambigua, por lo menos en determinados períodos durante la
-
transición. 81 -
véase capítulo V.
30
- Sobre la reacción contra el "mito de la dase media" Véase d trábájo pre.
Si
'parado por la CEPAL, Naciones Unidas, El desarrollo social de América latina en
la posguerra (Buenos Aires, - Solár Hachette, 1963), y el excelente análisis déjorge
- -
P. Graciarena en Poder y clases sociales en el desarrollo de América latina (Bue-
nos Aires, Paidós, 1967), cap. V. Una evaluación temprana de la amenaza poten-
cial imperante en-el surgimiento de las clases - medias para la mdderilizatión -pólí-
 46 GINO GERMANI
• , La prpvee, el segundo _ejemplo 'mportan te
de mecanismo. estabilizador, - ótra vez :encontramos aquí un •prowso
que no es exclusivo de-la. Américw-Jatina:Sabemos¿ muy bien que, en
Europa la migración masi ;a. al exterior -operó como una "válvula de
seguridad" durante el .siglo xtx, Esta función "latente" de la migra-
ción como "sustituto de ,revolución"ino 'fue, en realidad tan "latente",
ya que no faltaron dirigentes políticos europeos que usaran delibera-
damente de ese inedio.-corr.el ,fin cle disminuir la presión de la. clase
baja. Este importante efecto "secundario" de la migración rural-urbana
<incluso de cualquier migración interna) no es usualmente reconocido
en Latinoamérica. Muchos, principalmente los conservadores, perciben
la "explosión urbana" como una amenaza al statu quo, o como un in-
-cremento del potencial ,para la revolución social. Pero, en realidad, la
migración`clesde regionevmás atrasadas tiende,a operar en términos se-
lectivos; proporcionando una salida ,precisamente a los individuos más
• activos y potencialmente -"peligrosos" (desde una perspectiva conserva-
dora), dentro de la población rural.= Podría argüirse que este poten-
cial revolucionario es - transferido a los principales centros urbanos, o
sea al propio asiento del poder político de la nación. En el nuevo me-
dio podrían tornarse mucho máá peligrosos para la estabilidad del sis-
tema social. Sin embargo, el proceso real es bastante diferente, ya que
en la sociedad urbana se ponen - en movimiento nuevos "mecanismos
estabilizadores". , modernización alcanzado por Latinoamérica, no es probable que cier-
Es verdad que los nuevos sectores urbanos, recientemente incorpo-
rados, pueden llegar a estar-disponibles para la participación política
(corno ocurrió en. diversas oportunidades) y originar nuevas fuerzas
políticas a menudo amenazadoras para el statu quo social y político.
Pero la experiencia del período posterior a la Segunda Guerra Mun-
dial indica que estos sectores urbanos se -satisfacen fácilmente cón re-
formas parciales que implican' mejoras modestas en su estándar de
vida y en cuánto al nivel, de. participaciónén.los , asuntos políticos o
en los sindicatos. Aunque estas mejoras parecen amenazadoras para
los Conservadores menos agudos, Operan de hecho como factores de
con especial referencia a sus sectores urbanos" en Th. Crevenna (comp.), Mate-
riales para el estudio de las clases medias en América latina (Washington, Union
Panamericana, 1950, Vol. 1. Algunas de las indicaciones sobre las causas que impi-
dieron el establecimiento en la Argentina de un régimen fascista clásico basado en
la clase media aparece en Germani, "Fa.scism and Class" en Studies in Comharative
International Development, IV (1968) (una versión en español será publicada en
breve por 13 Revista mexicana de sociología).
32 Por desgracia no se posee evidencia empírica susceptible de apoyar esta
.sugestiónua .que la „mayoría de ,los estudios sobre , migrantes internos no consideró
4probleina., de selección.,,eh, el Lugar de origen.
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 47
integración, de la misma manera que ocurrió para los estratos medios
durante la tercéra etapa. Por otra parte, muchos observadores coinciden
al sugerir otros mecanismos estabilizadores similares.: Por- ejemplo, -el
pasaje. a la ciudad generalmente trae aparejada una rnejora en las con-
-
diciones de vida, por lo menos para personas que vivían en zonas muy
deprimidas 'del país. Y esto puede también. verificarse en el caso de
desempleo o pobreza en la ciudad. En otros casos la marginalidad ur-
bana opera como un neutralizador de la movilización política, especial-
mente a través de la transferencia de pautas rurales a la dudad, que
tienden a mantener relativamente pasivos a los sectores recién inmi-
poderoso mecanismo
cía movilidad soc . un cuan o el migrante urbano tiene menos posi- -
lbilidades e movi idad que las personas nacidas en la ciudad, cualquier
oportunidad que alcance será siempre muy superior a la situación que
tenía en el lugar de origen. = Evidentemente, queda aún por estable-
cer durante cuánto tiempo estos Mecanismos seguirán siendo efectivos.
Es posible que con el tiempo desaparezcan. Pero hasta el momento han
producido una absorción del potencial revolucionario en los sectores
bajos de la población recientemente movilizados.
La razón por la cual estos mecanismos estabilizadores pueden con-
vertirse en obstáculos para cambios ulteriores es que, en el nivel de
tas reformas significativas sean aceptadas por los grupos hegemónicos
de la sociedad nacional (y del extranjero), sin que se ejerza una presión
poderosa y decidida por parte de aquellos que menos se benefician con
el statu quo y más tendrían que ganar con las reformas mismas. Pero
si estos grupos, potencialmente interesados en tales reformas, resultan
absorbidos y canalizados hacia mejoras sectoriales mínimas, la posibili-
dad de transformaciones más significativas se ve muy reducida, por lo
menos temporariamente. Los efectos contradictorios de la moderniza-
ción parcial pueden percibirse ahora con mayor claridad. Por un lado,
tales efectos son considerados positivos, ya que constituyen un progreso
real y una mejora de la calidad de vida de algunos sectores de la po-
blación. Sin embargo, si se produce ese grado de modernización social
antes de introducir otros cambios importantes y necesarios, las mejoras
33 Entre otras referencias véanse los artículos de revisión por William Man-
gin, "Latin American Squatter Settlements", en Latín American Research Review,
11 (1967): 65-98; Richard Morse, "Urbanization in Latin America", en la
misma
revista, I (1966): 35-74; acerca de los efectos políticos, véanse los trabajos publicados
en la edición especial de Sociologie du Travail, sobre "Ouvriers et Syndicats en
Amérique Latine", por varios autores (1961, n9 4), y la edición especial de Revista
latinoamericana de sociología, sobre la clase trabajadora en América latina
(67, g).
218 GINO GERMANI

mismas acaban por operar indirectamente como óbstáculos hacia un

mayor progreso. Una determinada secuencia dentro de los procesos
componentes está retardando• toda la transición.
Parecería que un análisis detallado de la configuración estructural
que surgió durante la presente 'etapa de'moVilización social de masas'
debería ayudar para la identificación de los obstáculos al desarrollo,
viejos y nuevos, y para esclarecer el .significado de los '"puntos de deci-
sión" y las elecciones posibles con las que se ven enfrentadas las presen-
tes generaciones en Aniérica latina. E TAPAS EN LA MODERNIZACION ECONOMICA,
SOCIAL Y POLITICA DE AMERICA LATINA
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