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COMITÉ DE HONOR
Excma. Sra. Presidenta de la Junta General del Principado de Asturias
Excmos. Sres. Miembros de la Mesa de la Junta General del Principado de Asturias
DIRECTORES
Ramón Punset Blanco, Francisco J. Bastida Freijedo y Joaquín Varela Suanzes-Carpegna
CONSEJO DE REDACCIÓN
Juan Luis Requejo Pagés, Ignacio Villaverde Menéndez, Paloma Requejo Rodríguez,
Miguel Presno Linera, Benito Aláez Corral e Ignacio Fernández Sarasola
2006
FUNDAMENTOS
ISSN: 1575-3433
Junta General del Principado de Asturias
Dirección de FUNDAMENTOS
Área de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo
Campus de El Cristo, s/n. 33006 Oviedo. Asturias. España
E-mail: fundamentos@uniovi.es
Web: http//www.uniovi.es/~constitucional/fundamentos
Pedidos: correo@krkediciones.com
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
primera parte
EL DESTRONAMIENTO DE LA LEY
(Orígenes y fundamento de la jurisdicción constitucional)
7
La rebelión de las leyes
segunda parte
LA ARTICULACIÓN DE LAS INSTANCIAS DE CONTROL
(Los modelos de jurisdicción constitucional en su configuración actual)
8
Índice
tercera parte
¿HACIA UNA NUEVA REPÚBLICA DE LAS LEYES?
(El devenir posible)
9. Lo que cuestan los derechos fundamentales. Una revisión de su tutela ante los
Tribunales Constitucionales. Ignacio Villaverde Menéndez . . . . . . . . . . . 349
I. Avance de unas reflexiones provocadoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351
II. El coste de la tutela constitucional de los derechos fundamentales . . . . 356
III. Una anomalía en el sistema de control concentrado de constitucionalidad:
la tutela de los derechos ante la jurisdicción constitucional . . . . . . . . . . 359
IV. ¿Quién paga el coste de la tutela constitucional de los derechos? . . . . . 367
V. Subsidiariedad, irradiación de los derechos y objetivación del amparo.
La jurisdicción constitucional como jurisdicción de mínimos . . . . . . . . 371
VI. El futuro de la tutela constitucional de los derechos fundamentales. El
punto de partida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 376
9
La rebelión de las leyes
10
SOBRE LA INTRODUCCIÓN HIPOTÉTICA DEL
RECURSO INDIVIDUAL ANTE EL CONSEJO
CONSTITUCIONAL
Louis Favoreu*
La cuestión de la introducción de un recurso directo de inconstituciona-
lidad abierto a los particulares en nuestro sistema de justicia constitucional
no ha sido nunca abordada en calidad de tal en Francia1. La mayoría de las
veces lo que hay es una gran confusión, no sólo en la clase política, sino
también en la doctrina, en cuanto a las diversas vías de acceso a la justicia
constitucional.
I
Durante mucho tiempo unos y otros se han referido exclusivamente al
ejemplo americano —todavía hoy sólo a veces citado en ciertas obras—,
interpretándolo a menudo de manera bastante errónea, como abriendo a
todo individuo la posibilidad de impugnar la constitucionalidad de una ley
ante el Tribunal Supremo.
A esta presentación ya inexacta —pues, como se sabe, un individuo no
tiene más que una probabilidad ínfima de que su caso sea juzgado por el Tri-
bunal Supremo Federal, no aceptando éste examinar más que unos cuarenta
casos constitucionales sobre los cinco mil asuntos que le son sometidos cada
año— se añade algunas veces la creencia de que el Tribunal puede conocer
directamente y que resuelve, como en Francia, sobre la regularidad de leyes
nacionales o federales, lo que, de hecho, es excepcional.
*
Traducción del francés de Paloma Requejo Rodríguez, profesora titular de Derecho
Constitucional de la Universidad de Oviedo.
1
La cuestión no ha sido nunca abordada en calidad de tal en Francia, es decir, en tanto
reforma aplicable al caso francés. Hace diez años, no obstante, el tema del recurso individual
fue objeto de la primera parte del coloquio internacional organizado en Aix a iniciativa nuestra
(Coloquio del 12 al 13 de julio de 1991, Tribunales constitucionales y derechos fundamenta-
les. Primera parte: El acceso directo a la protección: técnicas y resultados): a partir de las expe-
riencias alemanas, austriacas, españolas y belgas se discutió, de manera general, la utilidad y
la oportunidad de un recurso de este tipo (Annuaire internacional de justice constitutionnelle,
vii, 1991, pp. 89-175). La discusión había de hecho comenzado ya en una jornada de estudio
mantenida en Lovaina en febrero de 1990 bajo la dirección de Francis Delpérée («Le recours
des particuliers devant le juge constitutionnel», Economica et Bruylant, 1991).
II
Pero he ahí que en el curso de los años ochenta algunos constitucionalis-
tas tienen la repentina revelación de la existencia de un modelo europeo de
2
Lʼexpérience américaine du contrôle judiciaire de la constitutionnalité des lois, Pa-
rís, Giard, 1921.
266
Sobre la introducción hipotética del recurso individual ante el Consejo Constitucional
3
Para un cuadro reciente, cf. L. Favoreu, «Le contrôle de constitutionnalité des lois
en Europe de lʼOuest, La documentation française», Cahiers français, n.º 299, 2001.
267
Louis Favoreu
III
Esto es lo único que se ha percibido en Francia como existente en el
extranjero cuando, como se va a constatar, no representa más que una parte
endeble de la actividad jurisdiccional de los Tribunales constitucionales.
Los principales ejemplos son ofrecidos por los sistemas alemán, aus-
triaco y belga.
En efecto, aunque muchas veces llamada a resolver sobre la constitucio-
nalidad de las leyes, la Corte italiana está sometida, como se sabe, al sesgo
de la remisión por los tribunales ordinarios de cuestiones prejudiciales de
inconstitucionalidad, según el sistema llamado de «control concreto de las
normas». La creación de un recurso directo, a la manera alemana o aus-
triaca, ha sido considerada en el momento de la vasta reforma constitucional
estudiada por la «Comisión bicameral»4. Pero la institución de un recurso tal
ha sido rechazada con gran alivio de la Corte constitucional que temía ser
literalmente «asfixiada» por la afluencia de recursos, cuando ya tiene una
intensa actividad. Algunos incluso se han preguntado si una reforma tal no
habría sido proyectada con este fin por los adversarios de la Corte.
En cuanto a los recursos directos alemán y austriaco, es interesante seña-
lar, para nuestro propósito, que tanto uno como otro llegan muy raramente
al examen de fondo de la constitucionalidad de la ley y todavía menos a
menudo a la invalidación de la ley. Esto resulta de las severas condiciones
de admisibilidad derivadas del carácter subsidiario del recurso directo y del
rigor del control. Así, en 1999, en Austria, sobre 81 «requerimientos indivi-
duales» sometidos al Tribunal, tres han sido examinados en el fondo y uno
4
A. Pizzorusso, «La présentation de la Cour constitutionnelle italienne», Cahiers du
Conseil constitutionnel n.º 6, 1999, especialmente p. 35; R. Romboli (D.), E. Rossi, R. Tar-
chi, La Corte costituzionale nei lavori della commissione bicamerale, Giappichelli, Turin,
1998.
268
Sobre la introducción hipotética del recurso individual ante el Consejo Constitucional
IV
Los tres ejemplos rápidamente expuestos invitan a la reflexión, desde
el momento en que, sobre todo, se plantea la cuestión —teórica, en estas
condiciones— de extender las soluciones así adoptadas a Francia.
Primera constatación turbadora: los recursos individuales contra las le-
yes son muy poco numerosos —menos de una centena—, cuando, al mismo
tiempo, se someten a los Tribunales alemán y austriaco miles de requeri-
mientos individuales dirigidos contra actos infralegislativos.
¿Qué se puede deducir de ello? En primer lugar, es posible avanzar
una explicación según la cual condiciones de admisibilidad muy estrictas
desalientan a los recurrentes. Pero ¿por qué cuando el 99% de los recursos
dirigidos contra actos infralegislativos son rechazados, los demandantes
continúan introduciendo requerimientos a miles?
Resulta obligado entonces considerar la hipótesis según la cual el recurso
individual contra la ley no presenta un mayor interés para los particulares.
Pero una reflexión tal es iconoclasta y será ciertamente criticada muy seve-
ramente. Entonces ¿cuál es la explicación?
La pregunta no se ha planteado nunca de esta manera y es difícil respon-
derla; pero se espera con impaciencia las respuestas que serán propuestas
por los que saben. Por nuestra parte, mientras esperamos estas explicacio-
nes, nos quedamos con la respuesta precedente, a menos que se considere
que la existencia de plazos cortos (6 meses o un año) tiene una influencia
(v. infra), al menos en el caso belga y alemán.
269
Louis Favoreu
V
Supongamos ahora que se quiere introducir en Francia el recurso indi-
vidual contra la ley.
Hay que señalar, en primer lugar, que hasta aquí nadie ha hecho esta
propuesta en Francia. Efectivamente, sin duda algunos se han abstenido de
hacerlo por prudencia y con conocimiento de causa; pero la mayoría no lo
han hecho por ignorancia.
¿Cuáles serían las condiciones de la introducción de este nuevo re-
curso en el actual contexto francés? Parece que debemos entregarnos a
un ejercicio de prospectiva, pues la introducción de un recurso directo
no ha sido considerada concretamente hasta el presente. Pero no se pro-
cederá aquí a examinar todas las modalidades de introducción de un me-
canismo tal, sino únicamente las principales o las que susciten problemas
particulares.
Primera pregunta: ¿Todas las leyes podrán ser objeto de un recurso di-
recto o solamente, por ejemplo, las leyes votadas a partir de la reforma? En
1990, para un tipo de reforma muy diferente, es cierto, no fue fijada ninguna
fecha. Además, si se entiende por «leyes» el conjunto de actos legislativos,
se abre un campo enorme al control. Los constituyentes belgas y alemanes5
han precisado que los actos legislativos no podrán ser impugnados más que
en el plazo de seis meses y de un año (reducido a un mes en ciertos casos)
siguiente a su publicación respectivamente. Es una sabia medida que debe-
ría imponerse si el recurso directo fuera introducido en Francia; un plazo
de seis meses sería conveniente. Eso resuelve evidentemente otro problema
planteado más arriba: solo las leyes «parlamentarias» serían susceptibles
de recurso.
Segunda pregunta: ¿Hace falta fijar un límite en cuanto a los motivos del
recurso individual? Se observará inmediatamente que los Tribunales alemán
y austriaco no pueden conocer más que en caso de ataque a los derechos
fundamentales del demandante; este ataque no puede ser potencial, sino
necesariamente actual y efectivo. La reglamentación belga parece menos
restrictiva, pues otros motivos pueden ser invocados junto a los derechos
fundamentales. Pero los derechos fundamentales invocados no son más que
tres: igualdad, libertad de enseñanza y no discriminación.
5
En compensación, no hay plazo en Austria y, por tanto, hay menos de una centena de
recursos por año.
270
Sobre la introducción hipotética del recurso individual ante el Consejo Constitucional
VI
Examinemos ahora la posibilidad de introducir el recurso directo en el
actual sistema francés de justicia constitucional, tomando en consideración
las tres condiciones precedentemente evocadas: leyes votadas en el plazo
de seis meses, ataque a los derechos fundamentales, subsidiariedad de los
recursos.
Un primer problema se plantea por la existencia de control a priori que
es la característica del sistema francés. En primer lugar, parece razonable
considerar que las leyes controladas a través del recurso previo no pueden
ser de nuevo impugnadas. Sin embargo, debe ser clarificada la cuestión de
la impugnabilidad de las disposiciones no examinadas expresamente por
el Consejo Constitucional, pero de las que haya podido declarar que no
había lugar a suscitar a propósito de las mismas un problema de constitu-
cionalidad. Es un debate clásico que nosotros no retomaremos aquí6, nos
contentamos con recordarlo, subrayando, no obstante, que la evolución de
la jurisprudencia del Consejo Constitucional tiende a limitar el alcance de
la autoridad de cosa juzgada7. Sin embargo, esto no debería jugar, evidente-
mente, para las leyes orgánicas, de las que se admite que el control obliga-
torio es total; las leyes orgánicas deberían, por consiguiente, ser excluidas
del control activado por el recurso individual, estando reservado éste para
las leyes ordinarias.
6
Cf. Th. Di Manno, Le Conseil constitutionnel et les moyens et conclusions soulevés
dʼoffice, Economica-puam, 1994.
7
Lo que ha sido hecho, parece, en la perspectiva de la reforma proyectada en 1990.
271
Louis Favoreu
VII
Supongamos que el problema sea planteado en los términos que acaba-
mos de exponer9. ¿Esto es suficiente para «barrer» todas las objeciones a
la introducción de un recurso individual en Francia?
En realidad, persisten objeciones de gran importancia.
En primer lugar, objeciones de principio.
Admitir un recurso tal es renunciar a la inmunidad jurisdiccional de la
ley promulgada. Ahora bien, desde un punto de vista institucional, esto
forma parte, de alguna manera, de nuestra herencia republicana, y de otra
parte, está ligado a la idea de seguridad jurídica, pues constituye una garan-
tía. En el estado actual del derecho positivo, cada uno está en su derecho de
8
Había sido previsto un control a priori de las leyes orgánicas en España.
9
Lo que no puede ser una certeza, pues los recursos directos en Francia pueden ser
más numerosos que en Alemania y Austria.
272
Sobre la introducción hipotética del recurso individual ante el Consejo Constitucional
273
Louis Favoreu
VII
¿Significa que estas objeciones son absolutamente decisivas y que es
imposible hacer caso omiso?
No es esto lo que sostenemos, pero es importante tener presente el con-
junto de parámetros de una operación a realizar antes de efectuarla. Hemos
intentado proporcionar lo esencial, sin pretender haber formulado la lista
completa de estos parámetros: esto merecería sin ninguna duda un estudio
más en profundidad.
En todas las hipótesis, después de esta perspectiva no realizada hasta
ahora en lo que sabemos, destaca una impresión: la introducción de un
recurso directo, en las condiciones precisadas más arriba, parece, en defi-
nitiva, más factible que la de un procedimiento de reenvío prejudicial por
los tribunales ordinarios al modo italiano o al francés (versión 1990), en la
medida en que no perturbaría el funcionamiento de dichos tribunales y de
sus jurisdicciones supremas, ni les inclinaría a practicar un control anterior
de constitucionalidad.
En la medida también en que el número de leyes susceptibles de ser
impugnadas sería mucho más reducida, la seguridad jurídica sería menos
perturbada por el recurso directo que por la cuestión prejudicial de constitu-
cionalidad, salvo si ésta, como hemos propuesto12, no pudiera ser planteada
más que por el Consejo de Estado o por el Tribunal de casación.
12
«La question préjudicielle de constitutionnalité. Retour sur un débat récurrent»,
Droit et politique à la croisée des cultures, Mélanges Philippe Ardant, LGDJ-Montchres-
tien, 1999, pp. 265-273.
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