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COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS

JOAQUÍN BRAGE CAMAZANO, La jurisdicción constitucional de la libertad (Teoría gene-


ral, Argentina, México, Corte Interamericana de Derechos Humanos), pról. Héctor
Fix-Zamudio, Porrúa-Instituto Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, Méxi-
co, 2005, 219 pp.

Por ALFONSO HERRERA GARCÍA*

1. La labor investigadora que Joaquín neamente, con residencia editorial mexi-


Brage Camazano ha desarrollado en Mé- cana, un conjunto de publicaciones pro-
xico, in situ, y a la distancia, desde Euro- pias y otras traducciones de un inconmen-
pa, lo perfilan como uno de los expertos surable interés para la comunidad jurídica
más activos del Derecho constitucional iberoamericana. Me refiero, en primer lu-
comparado transatlántico en lengua espa- gar, a sus libros La acción abstracta de
ñola. Hace casi ocho años se publicaba en inconstitucionalidad4; y Los límites a los
ese país americano su primer libro, La derechos fundamentales en los inicios del
acción de inconstitucionalidad1, conside- constitucionalismo mundial y en el
rado de consulta obligada para la com- constitucionalismo histórico español5; y,
prensión no sólo del instituto procesal en segundo lugar, a sus versiones en cas-
constitucional al que en específico se tellano de los Estudios sobre la jurisdic-
orienta ese estudio, sino también para la ción constitucional (con especial referen-
explicación de la entera reforma constitu- cia al Tribunal Constitucional Ale-
cional y las correspondientes transforma- mán), pluma de los encumbrados pro-
ciones legales que sufrió el sistema mexi- fesores Konrad Hesse (para quien ha sido
cano de jurisdicción constitucional entre obra póstuma) y Peter Häberle6; El Tri-
los años de 1994 y 1995. bunal Constitucional como tribunal ciu-
Tras la interpretación española de Die dadano. El recurso constitucional de
Wesensgehaltgarantie des Artikel 19 Abs. amparo, del propio profesor Häberle7; y
2 Grundgesetz, neurálgica obra en el Ensayos sobre la libertad de expresión,
elenco bibliográfico de Peter Häberle2, y de ciencia y de cátedra como derecho
la publicación de su lúcida tesis doctoral, fundamental y sobre el Tribunal Consti-
convertida parcialmente en libro bajo el tucional Alemán, del célebre teórico-
rótulo Los límites a los derechos funda- constitucional Rudolf Smend8; las tres
mentales3, aparecen después casi simultá- obras acompañadas con sendos, ilustra-

* Especialista en Derecho Constitucional y Administrativo por la Universidad Nacional


Autónoma de México (UNAM). Doctorando en Derecho Constitucional en la Universidad
Complutense de Madrid (UCM). Becario de investigación por el Ministerio de Asuntos
Exteriores-Agencia Española de Cooperación Internacional (MAE-AECI).
1
UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 1998 (primera reimpresión
del 2000).
2
La garantía del contenido esencial de los derechos fundamentales en la Ley Funda-
mental de Bonn, Dykinson, Madrid, 2003.
3
Dykinson, Madrid, 2004.
4
UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2005. Este libro es el resulta-
do de una revisión integral a esa primera obra que he aludido (cit. supra nota 1), especial-
mente en lo relativo al desarrollo jurisprudencial de la institución, quehacer que le repre-
sentó un incremento de más de ciento ochenta páginas, razón por la cual merece ser citado
de manera autónoma.
5
UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2005.
6
Porrúa, México, Biblioteca Porrúa de Derecho Procesal Constitucional núm. 3, 2005.
7
Fundap, Santiago de Querétaro (México), 2005.
8
UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2005.

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tivos y útiles, estudios preliminares de la ducción de los Estudios sobre la juris-


autoría del mismo Brage Camazano. dicción constitucional de Hesse y Hä-
La anterior glosa, siquiera expeditiva berle, que antes he citado.
de la trayectoria intelectual del autor (ha- Con prólogo de Héctor Fix-Zamudio
bría que contar en ella el copioso trabajo —un mensaje, por cierto, de apreciable
ensayístico, capítulos aparecidos en obras sensibilidad personal por lo que para la
colectivas y comentarios bibliográficos vida académica del profesor Fix ha signi-
acogidos en diversas publicaciones perió- ficado el tema estudiado—10, el libro se
dicas especializadas)9, es necesaria para organiza en cuatro capítulos. Como desde
comprender que el trabajo que en esta el título se deja bien revelado, el primero
oportunidad se comenta resulta ser una de ellos contiene un ejercicio teórico ge-
creación editorial insertada en una línea neral acerca de la jurisdicción constitucio-
sólida y coherente de reflexiones, mol- nal de la libertad, y representa, por sí
deadas durante al menos un par de mismo, una verdadera aportación, siste-
lustros, mismas que se han beneficiado mática y original, acerca de cómo han de
notablemente por provechosas estancias entenderse las principales líneas concep-
de investigación desarrolladas en México, tuales de lo que dicha jurisdicción signi-
Alemania e Inglaterra, y, también, de una fica. Los otros tres capítulos se correspon-
u otra manera, por el trabajo académico den con desarrollos específicos de los
que ha venido realizando en Universida- sistemas de la jurisdicción constitucional
des y órganos judiciales mexicanos. Ade- de la libertad tal como se encuentran con-
más, a todas las anteriores credenciales figurados en Argentina (capítulo segun-
del autor habría que sumar lo que le sig- do), México (capítulo tercero) y en el
nifica su pétrea formación bajo la égida de ámbito interamericano de derechos huma-
su entorno académico natural, el del De- nos (capítulo cuarto), si bien en este últi-
recho constitucional español, que termina mo se precisa, en su momento, que más
por abonar la meritoria formación que que hablar de una jurisdicción constitu-
soporta las ideas corporizadas en sus pu- cional se trata de una jurisdicción inter-
blicaciones científicas. nacional de la libertad, dada la naturaleza
Es preciso mencionar que La jurisdic- supranacional del cuerpo de disposicio-
ción constitucional de la libertad (Teoría nes que la sustentan.
general, Argentina, México, Corte Inter- Gracias a la forma en que se encuentra
americana de Derechos Humanos) se concebido, el libro satisface un razonable
inscribe como título quinto de la colec- conjunto de objetivos: uno teórico-dog-
ción Biblioteca Porrúa de Derecho Pro- mático (como se ha dicho, en su primera
cesal Constitucional, dirigida por el pro- parte), y otros de tipo informativo (nor-
fesor Eduardo Ferrer (inaugurada en mativo-jurisprudencial), crítico-sugestivo
octubre de 2004), a la cual había contri- (recetario, vale decir) y también, como
buido con anterioridad Brage con la tra- inevitable consecuencia de su arreglo te-
9
En lo que tiene que ver con sus estudios sobre teoría general y aspectos sustantivos
de los derechos fundamentales, temas directamente vinculados con el del libro que ahora se
reseña, resulta ilustrativo el listado bibliográfico proporcionado por el propio autor en el
mismo. Cfr. página XLI, nota al pie de página 12.
10
Como es sabido, se debe al profesor Fix la traducción al español del pionero trabajo
de Mauro Cappelletti, aparecido hace poco más de cinco décadas: La giurisdizione costi-
tuzionale delle libertà. Primo studio sul ricorso costituzionale (Giuffrè, Milano, Quaderni
dell’Associazione fra gli Studiosi del Processo Civile 7, 1955). Cfr. MAURO CAPPELLETTI, La
jurisdicción constitucional de la libertad. Con referencia a los ordenamientos alemán, sui-
zo y austriaco, traducción y estudio sobre la jurisdicción constitucional mexicana de Héctor
Fix-Zamudio, pról. Mariano Azuela Rivera, Imprenta Universitaria, México, Publicaciones
del Instituto de Derecho Comparado, 1961.
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mático, uno más de tipo comparativo. des no se encuentra ni en la concepción


Este último aspecto debe destacarse pues del modelo difuso o americano de justicia
es perceptible que una de las principales constitucional, como tampoco puede ha-
orientaciones del autor a lo largo de su llarse en el modelo concentrado, de tipo
estudio es «trazar puentes» entre instru- europeo-kelseniano. Esta situación con-
mentos jurídicos homólogos, operativos trasta con la circunstancia actual bajo la
en otros modelos, especialmente el ale- cual la función de tutela jurisdiccional de
mán, que conoce con profundidad, el cual los derechos y de las libertades públicas
invoca con frecuencia para explicitar sus juega un papel nuclear y predominante en
asertos sin perder de vista las distancias la actividad de los tribunales constitucio-
y las específicas características de los sis- nales o tribunales supremos con funcio-
temas jurídico-constitucionales que en nes de control de constitucionalidad. En
este caso somete a su análisis. el presente, tutela jurisdiccional de los
No obstante que se apela al dictamen derechos y justicia constitucional son
del lector, en un gesto de modestia acadé- inexplicables desvinculadamente, consti-
mica, sobre la utilidad o no del preliminar tuyen un binomio inseparable, ubicado en
capítulo sobre teoría general de la juris- la lógica elemental del Estado constitucio-
dicción constitucional de la libertad (pá- nal contemporáneo.
gina XXXII), en realidad es el propio Dentro de la multiplicidad de factores
autor el primer convencido de su necesi- en consideración de los cuales en la ac-
dad y pertinencia indubitable, no sólo, tualidad no puede sostenerse la irrestricta
como es obvio, porque en la versión final tipología dual de los modelos de justicia
dicho capítulo se ha publicado felizmen- constitucional, se encuentra la dinamiza-
te, sino también porque, como él mismo ción de las técnicas procesales para la tu-
lo hace notar, esta perspectiva dogmática tela de los derechos. Brage Camazano es
general ha sido inexplicablemente poco muy consciente de ello y esgrime sus
explorada por la doctrina, pese a su tras- ideas al respecto con sentido justificador.
cendencia, y porque a partir de esa plata- Advierte que la aproximación en la
forma teórica le es posible dar debida operatividad de los sistemas modernos de
cobertura, coherencia y sistemática a los justicia constitucional es notoria en lo to-
tres restantes capítulos. La pertinencia de cante a la forma en que se ha configurado
esa primera parte también se sustenta en la defensa jurisdiccional de la libertad,
que las consideraciones vertidas ahí tras- dado que en maquinarias afines a uno u
cienden su utilidad «interna», es decir la otro de los modelos clásicos semejante
que satisface dentro de la propia mono- atribución recae, inevitablemente, en la
grafía, pues resultan ser igualmente valio- totalidad de los órganos jurisdiccionales,
sas como prolegómeno al conocimiento sin que quepa afirmar que en el caso de
de cualquier otro régimen constitucional o un sistema afín al concentrado esa fun-
internacional-regional de derechos y ga- ción se encuentre reservada o monopoli-
rantías. zada por el Tribunal Constitucional.
Como se afirma, de ninguna manera exis-
2. La idea de un sistema de justicia te incompatibilidad entre la concentración
constitucional se identifica directamente del control de la constitucionalidad con la
con la gestación de un control jurisdiccio- difusión de la protección judicial de los
nal de la constitucionalidad de las leyes derechos fundamentales (página 12). Esta
antes que con mecanismos procesales es- circunstancia es consecuencia ineludible
pecíficos para proteger los derechos. de una democracia constitucional que se
Como lo advierte Brage, desde una pers- precie.
pectiva histórica, una competencia para la La anterior situación organizacional de
salvaguarda jurisdiccional de las liberta- la protección jurisdiccional de los dere-
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chos y libertades responde a una exigen- ejemplo, en los derechos o intereses difu-
cia del Estado constitucional, con relativa sos, los derechos económicos y sociales,
independencia del modelo que se haya o los que se pudieran derivar frente a
otorgado, desde dos justificados puntos poderes del orden privado), en el estado
de vista. En primer lugar, la necesidad de actual de evolución de la jurisdicción
una tutela amplificada y multifrontal (in- constitucional, es este un momento opor-
cluso respecto de derechos considerados tuno para repensar una nueva forma de
de reciente emergencia), y en segundo operación procesal, para idear una maqui-
lugar, el objetivo de lograr una verdadera naria más efectiva de regulación a través
realización de las garantías de los mis- de la cual se dé prioritaria cobertura a una
mos. En definitiva esas garantías no pue- especie de carácter objetivo del amparo o
den dejarse confiadas con exclusividad a queja constitucional. Maquinaria en la que
un grupo reducido de jueces, miembros el Tribunal Constitucional adopte otro rol,
de un Tribunal Constitucional. Se trata de de estricta guía y rectoría en la doctrina
una tarea que ha de ser compartida con jurisprudencial que le permita privilegiar
todos los juzgadores ordinarios como in- la interpretación de la Constitución en
mediato efecto de la fuerza vinculatoria función de los derechos fundamentales
directa de las normas constitucionales, que ésta consagra, permitiéndosele así
amén de que, desde una perspectiva de privilegiar la definición de nuevos crite-
índole cuantitativa, una actividad de esa rios o redefinir otros que se consideren
trascendencia rebasa sobremanera, como por él mismo caducos. Acaso sea ésta una
está más que demostrado bajo los actua- mejor manera en que se pueda desarrollar
les esquemas, la capacidad de respuesta una supervigilancia reforzada de los de-
de un Tribunal Constitucional, en detri- rechos. Desde luego que esta apreciación
mento de una verdadera protección, ter- ha de tomar en cuenta el grado de demo-
minando por descuidar los derechos en su cratización del sistema político-constitu-
sentido integral antes que lograr materia- cional de cada país, sin que sea posible
lizar su cumplimiento efectivo. argüir una evolución de estas dimensio-
No puede negarse que los actuales sis- nes apartándose de la evaluación de esta
temas de justicia constitucional con ten- crucial circunstancia. El sustento de una
dencia a la concentración, y los regiona- tesis como ésta estaría mejor justificado
les de los derechos humanos, configuran en democracias en donde el Tribunal
mecanismos procesales que únicamente Constitucional ha dado cuerpo a doctrina
son viables si se realiza un principio de constitucional consistente y suficiente que
subsidiariedad y otros requisitos tenden- permita a los jueces ordinarios usarla
tes a moldear su excepcionalidad (así lo como efectivo parámetro de enjuiciamien-
es, por ejemplo, en España, en Alemania, to. No es este el lugar para ahondar ma-
o en el sistema diseñado bajo el Conve- yormente al respecto, pero sí cabe dejar
nio Europeo de Derechos Humanos,) anotado que a la luz de la tradicional con-
empero, parece necesario seguir perfec- cepción del amparo o queja constitucio-
cionando el concepto de la protección re- nal, este debate resulta ser uno de los más
forzada que dichos mecanismos han de espinosos en el actual contexto del Dere-
cumplir. Ha llegado a tal grado el proble- cho procesal constitucional.
ma del colapso de los tribunales constitu- Aunque del específico problema plan-
cionales debido al conocimiento omnipre- teado en el párrafo precedente Brage no
sente del amparo constitucional de se ocupa de manera directa, si proporcio-
derechos que habría que preguntarse si, na algunas ideas para formar un criterio
frente a la paradoja de esa necesidad se- al respecto, sin que ello signifique que
ñalada de expandir el objeto de protección esté de acuerdo con lo que se acaba de
en ciertos supuestos (estoy pensando, por decir. Según sus conceptos, lo que impli-
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ca una jurisdicción constitucional de la 3. Después del provechoso preámbu-


libertad no es simple y llanamente la pre- lo dogmático general se pasa a la exposi-
visión de un instrumento procesal ción del sistema argentino que el autor
tutelador susceptible de hacerse efectivo aprecia integrado por una triada de instru-
ante un Tribunal Constitucional. Dicha mentos procesales: amparo, habeas cor-
jurisdicción entraña mucho más que eso. pus y habeas data. En cada caso se da
Se trata de un sistema integral de garan- breve cuenta de su antecedencia histórica,
tías en el cual deben contarse también los su fundamentación constitucional y legal,
mecanismos procesales de defensa judi- sus características jurídico-normativas, su
cial ordinaria orientados hacia ese mismo objeto de protección, la legitimación acti-
objetivo: el de proteger la esfera de dere- va y pasiva exigida, los actos contra los
chos y libertades de las personas. cuales son susceptibles de encauzamien-
La ocupación lógica de un Tribunal to y los plazos a los que las actuaciones
Constitucional, o de un Tribunal con ju- procesales se encuentran sujetas. Respec-
risdicción equivalente, en este entramado to del conjunto de estas cuestiones la
competencial es, con Brage, erigirse en orientación discursiva es en todo mo-
órgano unificador y orientador básico, a mento, como se ha dicho, crítica y suge-
fin de evitar la aplicación desigual de los rente.
derechos dentro del Estado. Sobre este Puede afirmarse que son tres los as-
delicado quehacer de tutela, los tribunales pectos (derivados de la trascendental re-
ordinarios tienen la «primera palabra» forma constitucional argentina de 1994)
mientras que al Tribunal de constitucio- que resultan en Brage especialmente rele-
nalidad le corresponde la «última pala- vantes del sistema de jurisdicción consti-
bra», pero no como regla general sino tucional de las libertades en esa nación: la
sólo en determinados casos de cierta enti- ampliación del ámbito de protección a
dad, es decir, «más o menos excepciona- estándares internacionales (si bien en-
les» (página 23). Desde esta perspectiva cuentra en la formulación constitucional
resulta claro que en los regímenes en problemas de tipo técnico, como breve-
donde existe una partición competencial mente comentaré), la consagración de un
entre tribunales ordinarios y el constitu- «amparo colectivo» para la tutela de inte-
cional, ambos órdenes han de compartir reses difusos, y la introducción del llama-
la responsabilidad de garantía, residen- do «habeas data»; estos dos últimos pro-
ciándose siempre en la segunda sede la cesos interesantes novedades producto de
función de aplicación e interpretación de- la reforma mencionada. Añado de mi par-
finitivas y, por tanto, de rectoría juris- te dos aspectos, una vez realizada una
prudencial, mientras que los primeros evaluación comparativa con el caso mexi-
vendrían a ser los responsables de la apli- cano que se estudia en el capítulo subse-
cación directa de la Constitución y de la cuente (tarea a la que conduce y que faci-
doctrina orientadora que derivado de ella lita plausiblemente la obra que se reseña):
produzca el Tribunal Constitucional11. la procedencia del amparo contra actos de
Desde luego que este arreglo institucional particulares y su admisión contra omisio-
no es en la práctica de manera alguna nes ya sean de la autoridad pública o de
sencillo, pero sí funciona como un punto los propios particulares, que son supues-
de partida básico sobre la cuestión. tos que se echan en falta, tanto como los

11
Cfr. las interesantes consideraciones sobre los efectos de la jurisprudencia de los tri-
bunales constitucionales sobre los derechos fundamentales, inclusive frente a los jueces
ordinarios, en: GIANCARLO ROLLA, «Derechos fundamentales y Estado democrático: el pa-
pel de la justicia constitucional», en su texto Derechos fundamentales, Estado democrático
y justicia constitucional, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2002,
pp. 156-180.
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tres que mencioné primero, en el régimen la Constitución sino sólo para ampliar o
del amparo mexicano. complementar el catálogo susceptible de
Por otra parte, son varios los reparos protección (página 89). Me parece que no
razonados a propósito del desgranamiento obstante que las formulaciones constitu-
analítico que el autor realiza del artículo cionales pueden dar perfecta cabida a pre-
43 de la Constitución nacional argentina, cisiones de este calado, esos alcances
base normativa del amparo. Acusa el in- pueden delinearse también a través de una
fortunio técnico terminológico de esa dis- interpretación constitucional que cuenta
posición constitucional cuando establece con unos parámetros tan abiertos como
que cualquier persona puede promover los que ofrece un sistema como el argen-
acción de amparo contra todo acto u omi- tino. Estoy recordando aquí la siguiente
sión que lesione derechos y garantías aguda apreciación de Zagrebelsky: «La
reconocidos por la Constitución, un trata- dogmática constitucional debe ser como
do o una ley. En efecto, una cuestión es el líquido donde las sustancias que se
el derecho, que es lo que se protege, y vierten […] mantienen su individualidad
otra la garantía, que por otro lado es el y coexisten sin choques destructivos,
vehículo por medio del cual se pretende aunque con ciertos movimientos de osci-
obtener la protección del derecho, cosa lación, y, en todo caso, sin que jamás un
que el precepto, tal como se encuentra solo componente pueda imponerse o eli-
formulado, confunde. Se trata, como lo minar a los demás»12. Se puede afirmar
afirma el autor, de un dispositivo «mani- pues que esas herramientas que la Cons-
fiestamente absurdo» que acaso da lugar titución argentina brinda, más que fuente
a «la mayor falla que este garantista pre- de confusión o de restricción, resultan ser
cepto constitucional contenga, lo cual es idóneos instrumentos de los que pueden
ciertamente de lamentar» (página 78). echar mano los jueces para dar contorno
Otras apreciaciones son suscitadas por protectivo al vasto bagaje de derechos y
el modo en que se acoge la protección de libertades a que, plausiblemente, da lugar
los derechos reconocidos en tratados y el ordenamiento.
convenciones internacionales, los cuales,
según el artículo 75 apartado 22 de la 4. Brage Camazano configura la ju-
Constitución, después de superar la apro- risdicción constitucional de la libertad en
bación del Congreso y la votación califi- México a partir de la clasificación
cada de las dos terceras partes de los pentadimensional del amparo que ha rea-
miembros de cada Cámara (de diputados lizado el profesor Fix-Zamudio, es decir,
y de senadores), habrán de gozar de je- con base en la visualización de los si-
rarquía constitucional. Para Brage, lo que guientes sectores: amparo «habeas cor-
la reforma constitucional debió haber de- pus» o amparo para la libertad personal,
jado claro, a fin de evitar confusiones amparo contra normas generales, amparo
interpretativas en relación con la compati- contra actos y resoluciones de carácter
bilidad entre los derechos consagrados administrativo, amparo contra resolucio-
constitucionalmente y los residenciados nes judiciales y amparo en materia agra-
en tratados debidamente integrados al or- ria13. Bajo esta perspectiva, son las dos
denamiento jurídico interno, es que las primeras especies de amparo las que,
normas internacionales no podrían servir para Brage, conforman lo que ha de en-
de pretexto para restringir los derechos de tenderse como instrumental de la jurisdic-
12
GUSTAVO ZAGREBELSKY, El derecho dúctil. Ley, derechos, justicia, trad. Marina Gas-
cón, 5ª ed., Trotta, Madrid, 2003, p. 17.
13
Cfr. por ejemplo, entre sus múltiples estudios al respecto: HÉCTOR FIX-Z AMUDIO ,
«Breve introducción al juicio de amparo mexicano», en su obra Ensayos sobre el Derecho
de amparo, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 1993, pp. 30-47.
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ción constitucional de la libertad en ese desarrollo constitucional de los derechos


país, a los cuales reconduce hacia una sustantivos, no obstante la luenga vida
sola categoría que denomina «amparo del amparo en el ordenamiento jurídi-
iusfundamental» (relativo a los derechos co mexicano (más de ciento cincuenta
fundamentales) o «amparo antropodikeo» años).
(del griego: antropos, hombre; y diké: En lo que a estructuración temática res-
justicia, derecho) (página 158). pecta, el estudio realizado sobre el ampa-
Las primeras líneas de su examen, si- ro mexicano para los derechos y liberta-
guiendo el tono crítico de su discurso, las des incluye la explicación de los princi-
dedica a revelar su postura en torno a pales aspectos procesales que éste impli-
aquello en que ha terminado configurado ca: capacidad, legitimación activa y pasi-
el Derecho de amparo en México. No va, competencia, objeto de protección, el
podemos estar menos de acuerdo en que procedimiento (en sus modalidades direc-
la complejidad de la regulación a que ha ta e indirecta), plazo en que puede pro-
dado lugar la evolución del amparo mexi- moverse la acción, medidas cautelares,
cano es un síntoma evidente de tergiver- causas de improcedencia (admisibilidad)
sación de su idea original, que lo ha lle- y sobreseimiento (cancelación del proce-
vado a una profusa mal función respecto so), y los caracteres generales de las sen-
del que fuera su principal cometido de tencias y su ejecución. A propósito de este
defensa (sumaria, breve y excepcional) de análisis se hace uso de abundantes crite-
los derechos individuales constituciona- rios jurisprudenciales, mayormente sobre
les. Es así. Se ha alejado de lo que debe- cuestiones de regulación procesal, en or-
ría ser un genuino medio de control de la den a esclarecer detalles sobre su subs-
constitucionalidad y se ha estigmatizado tanciación ante los tribunales competen-
al erigirse como un instrumento de defen- tes.
sa de la totalidad del ordenamiento jurídi-
co a través de una extendida función de 5. Aunque el apartado dedicado al
control de la legalidad. Brage se ocupa de sistema jurisdiccional interamericano de
explicar cómo se ha producido esta muta- los derechos humanos no es analizado
ción con gran capacidad de síntesis. En con la pormenorización que han merecido
esta línea de argumentos, me interesa des- en el libro los sistemas nacionales argen-
tacar un contundente comentario suyo al tino y mexicano, ya su sola inclusión re-
respecto: Lo que ocurre en México, dice, sulta plausible si se toma en cuenta que
es que «al pretender extender, y extender no es posible en nuestros días examinar
de hecho, la tutela reforzada de los dere- el problema de las garantías de los dere-
chos fundamentales a los derechos ordi- chos si no se hace alusión, siquiera bre-
narios (no constitucionales), lo que acaba vemente, a las vías internacionales dise-
ocurriendo es que los primeros no tienen ñadas para su eventual protección ju-
la protección cualificada, sumaria y es- risdiccional. La razón de este aserto se
pecial que realmente merecen» (pági- encuentra en que dichas vías se han con-
na 156). Lo anterior quiere decir que con vertido (bajo el cumplimiento de ciertos
el amparo mexicano la protección se principios como el de definitividad del
difumina por completo y al difuminarse acto impugnado o agotabilidad de los re-
termina por desatender la verdadera pro- cursos jurídicos nacionales) en eventua-
tección que exigen los derechos residen- les últimas instancias a través de las cua-
ciados en la Constitución. Esto puede ver- les se puede obtener el resarcimiento de
se reflejado, tan sólo como una de las derechos transgredidos a la luz del Dere-
múltiples manifestaciones de la situación, cho internacional, como sucede en los
en la escasa jurisprudencia y también en casos europeo y latinoamericano, que go-
la exigua doctrina existente en torno al zan de la existencia de sendas Cortes con
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competencia contenciosa en esas regio- congestión jurisdiccional a la que se ha


nes, cada una con un particular régimen aludido con anterioridad en este comenta-
procesal. Pues bien, de esta realidad no rio, que lejos de resolver los problemas
pueden sustraerse los constitucionalistas, de efectividad en la protección de los de-
como no lo hace nuestro autor, máxime rechos, los mantiene, si no es que los
que las dos naciones que son objeto de acrecienta. Bajo su actual estatuto la Cor-
sus reflexiones se encuentran sujetas a la te Interamericana ha sabido cumplir un
Convención Americana de Derechos Hu- papel decoroso de órgano intérprete y
manos y también a la jurisdicción de la consultor supranacional, y ha logrado
Corte Interamericana, órgano que tiene también dar respuesta a un régimen de
encomendada su custodia y cumplimiento tutela sustentado en una ideología que
forzoso. moldea con mejores resultados, a mi pa-
Se hace en este último capítulo una recer, el carácter reforzado, subsidiario y,
breve revista histórica sobre el nacimien- acaso, excepcional, inherente a la natura-
to de la Convención Americana, conocida leza de una jurisdicción internacional de
como «Pacto de San José», y se explica las libertades.
el surgimiento de la Corte Interamericana,
su organización, sus competencias con- 6. Las anteriores son tan sólo algu-
sultiva y contenciosa, y los caracteres del nas de las múltiples y estimulantes
procedimiento ante ella. No es este un disquisiciones teórico-prácticas que sus-
lugar apropiado para exponer las razones cita la lectura de la obra. Revelaré, final-
por las cuales no suscribo la premonición mente, que el autor no realiza reflexiones
que el autor revela en torno a una refor- comparativas conclusivas sobre los
ma que admita la legitimación activa di- ordenamientos estudiados, como pudiera
recta de los individuos, que les permita pensarse que resulta derivado de la orien-
prescindir del filtro que les significa la tación temática que se ofrece. Resulta
Comisión Interamericana, y puedan así muy justificado que el autor haya consi-
elevar las causas sin intermediación algu- derado, como parece, que sea ésta una
na ante la Corte, siguiendo la transforma- tarea que ha de acometer el lector intere-
ción que en ese sentido sufrió el sistema sado. Le brinda la plataforma teórica ge-
europeo (página 216). Simplemente cabe neral, le da los elementos de valoración y
anotar que no lo aprecio conveniente ni le oferta las pautas para acometer ese ejer-
pertinente en razón de que el sistema cicio, lo cual termina por ser una de las
interamericano, en lo general, ha operado loables consecuencias de su libro. Por
bien con su actual diseño y porque, con esta razón y por su contenido de erudita
el trabajo que ha venido realizando, la factura, como he tratado de poner de re-
Corte Interamericana ha logrado una legi- lieve, merece ser considerado como un
timidad y una reputación encomiables, material de incuestionable referencia en el
además de que ha escapado así a los pro- género de los análisis acerca de la juris-
blemas que un régimen de acceso directo, dicción constitucional iberoamericana
de suyo, provoca, como es la indeseada comparada.

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