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Según el artículo 21 de la ley 2164 de 1994, “Los resguardos indígenas son propiedad
colectiva de las comunidades indígenas a favor de las cuales se constituyen y conforme
a los artículos 63 y 329 de la Constitución Política, tienen el carácter de inalienables,
imprescriptibles e inembargables. Los resguardos indígenas son una institución legal y
sociopolítica de carácter especial, conformada por una o más comunidades indígenas,
que con un título de propiedad colectiva que goza de las garantías de la propiedad
privada, poseen su territorio y se rigen para el manejo de éste y su vida interna por una
organización autónoma amparada por el fuero indígena y su sistema normativo propio”.
La figura de “Resguardo” es una institución legal y sociopolítica de los pueblos
indígenas en Colombia, tiene su origen en la época colonial y tanto en el siglo XX como
en la actualidad siguen siendo la bandera de lucha por la pervivencia física y cultural de
los pueblos indígenas. (Marco legal: Ley 21 de 1991, Artículos 63, 246, 329 y 357 de la
Constitución; Capítulo XIV de la ley 160 de 1994 y Decreto 2164 de 1995, Ordenanza
018 de 2015)
Las figuras de resguardo en la amazonia colombiana, comienza después de los años
80 y los primeros resguardo en constituirse en la zona del DCSAC fueron los
resguardos de: Resguardo indígena nasa El Portal (1991), los resguardos indígenas
Embera e Inga de Honduras y san Miguel (1992) en los municipios de Florencia y San
José del fragua, respectivamente.
En el año 2018 en el marco de un convenio tripartito entre corpoamazonia, patrimonio
natural y wwf sobre la situación actual del DCSAC, se pudo constatar mediante estudios
técnicos que no es un área de conservación por su alto grado de degradación e
intervención antrópica y por lo cual, amerita, según los determinantes ambientales,
definir otras estrategias de conservación o uso sostenible en común acuerdo con
actores sociales, comunitarios e institucionales, y es precisamente en este momento
donde cobra especial relevancia el papel de los pueblos indígenas asentados desde
hace más de 30 años en esta zona del piedemonte amazónico.