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Parcial Domiciliario Latín II 2018 - Sierra Johanna
Parcial Domiciliario Latín II 2018 - Sierra Johanna
DNI: 34039095
Prof.: Melina A. Jurado
Fecha: 12/11/2018
1. ¿Cuáles son las características principales del discurso didáctico en Roma y qué forma
adquiere en el Arte de Amar de Ovidio? ¿Qué concepción del amor hay, según A. Schniebs,
en el poema y por qué?
De acuerdo a Alicia Schniebs, el discurso didáctico romano consistía en la ficcionalización de un
proceso de aprendizaje para transmitir un método eficaz de enseñanza sobre diversos tópicos.
Esto era posible a partir de la enunciación de reglas e instrucciones que un Ego emisor,
representado por el maestro (magister), le da a su receptor, el alumno (discípulo), con el fin de
instruirlo en la materia. Así, entre ellos se crea un contrato enunciativo: se supone un
“querer-saber” de parte del alumno y un “saber-hacer” por parte del maestro, creando de esta
manera una relación jerárquica y asimétrica que marca superioridad y autoridad de uno sobre el
otro. Esto se plasma en una estrategia discursiva en donde el enunciador buscará demostrar a
través de la intertextualidad su especialidad en la materia que habilita a enseñar.
A partir de lo mencionado, el género didáctico supone ciertas peculiaridades en el plano
léxico, morfosintáctico y retórico-argumentativo. En lo que refiere al léxico abundan términos
que designan acciones, agentes, efectos y cualidades pertenecientes al campo de la instrucción y
el conocimiento así como de la certidumbre, requisito indispensable para la confianza del alumno
hacia el maestro. En cuanto al registro se instaura lo solemne y elevado. Se hace referencias a
términos y autores consagrados como Virgilio, Homero y Lucrecio. En el plano de la
morfosintaxis los enunciados son directivos, la deíxis está marcada en segunda persona
(vocativo) apelando al receptor, por supuesto. Abundan también las oraciones interrogativas de
carácter apelativo. En el plano retórico-argumentativo se evidencian la enunciación de reglas,
instrucciones y argumentación probatoria del valor de la verdad de dichas normas. Para ello se
recurre al razonamiento inductivo a través de la argumentación analógica por medio de ejemplos
(exemplum) y la comparación (similitudo). Otro elemento retórico es el excursus o digressio. Se
trata de narraciones de asunto mitológico o legendario que sirven de ejemplo ilustrativo y
otorgan al Ego enunciador de saberse vasto en saberes cultos.
En El Arte de Amar Ovidio rompe con la estructura del género didáctico introduciendo
características del género elegíaco, específicamente su métrica: la dística elegíaca. Esto implica
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la creación novedosa de una combinación de elementos de ambos géneros.
La racionalidad y previsibilidad, adjudicada tradicionalmente a la figura del maestro en la
didáctica, se le quiere enseñar al apasionado e imprevisible rol del amante-discípulo con el fin de
lograr la conquista amorosa de la mujer. El arte (Ars) , sostiene Schniebs, consiste en aprender las
particularidades de un amante prototípico para imitarlas de manera racional y deliberada, para
fingir ser un hombre enamorado pero no para serlo. Esta es la clave de la estrategia amatoria.
Así, pues, la enseñanza es infructuosa ya que se produce el efecto contrario al buscado por la
didáctica puesto que no hay raciocinio posible en la pasión del amante.
2. a) Determinar y describir el destinatario femenino en el Arte de Amar de Ovidio? ¿Por
qué el ego-poético circunscribe de esta manera al público lector?
Ovidio se dirige a una mujer que no responde a las características más tradicionales ni de la
matrona ni de la prostituta. Se trata de una mujer ideal, joven, soltera, con capacidad de elegir
sus compañeros amorosos pero para su divertimentos y no para el matrimonio. Dirá en el Libro
III: “Nada se aprende de mí sino amores ligeros; daré preceptos acerca de cómo ha de hacerse
amar una mujer.” (Ovidio: 161) Así también, en el Libro I, delimita su público lector haciendo
referencia a un atuendo específico de las jóvenes solteras y las matronas de la nobleza: “Lejos de
aquí, cintas delgadas, signo del pudor, y tú, largo volado que cubres la mitad de los pies.”
(Ovidio:7) Con esto, Ovidio deja deliberadamente fuera de su receptor a aquellas que debían
obedecer a la pudicia, según las leyes sociales, y así evitar el castigo del estupro y el adulterio.
Ante esto es menester recordar que, tal como explican Cardigni y Jurado en Familia, derecho
privado y estatus jurídico de la mujer en la Antigua Roma (2010), la sociedad romana se basaba
en la jerarquización entre los miembros de sociedad y con ella una importante desigualdad. La
mujer, ya como esposa, ya como hija, se encontraba bajo el mandato del marido, tutor o del
paterfamilias, u n hombre libre que tenía el poder de potestad sobre su familia nuclear (patria
potestas). Al mismo tiempo, estas mujeres compartían el mismo orden de valores que los
hombres y, quienes eran matronas, transmitían a sus hijos el deber de cada rol social y familiar
de manera incuestionable. Eran ellas también quienes reivindicaban los privilegios sociales y
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económicos y ponían sus propios límites de emancipación como la autocensura ante el temor de
perder credibilidad en la sociedad.
Ante estos modelos castos e ideales de mujer romana, Ovidio se anticipa y protege a su
obra de posible censura al delimitar a sus receptoras femeninas: “ Yo cantaré una Venus segura y
furtivas aventuras permitidas, no habrá crimen en mi poema.” (Ovidio:7) Al restringir el estatus
jurídico y social, presenta su propuesta erótica como segura, permitida y legítima.
b) Relacionar este destinatario femenino con el tipo de mujer descripto y alabado por
Plinio el Joven en su epistolario. ¿A qué modelo ideológico y social responde la figura
femenina delineada por el escritor imperial?
Plinio, a diferencia de Ovidio, se replica una imagen ideal de mujeres cuyas funciones y atributos
estaban íntimamente ligadas con el deber moral de madre, esposa e hija. No fueron ellas
receptoras favoritas de sus cartas. De 268 epístolas, solo 10 son dirigidas a un público femenino.
Sin embargo aparecen referidas en sus actos, muchas de ellas como protagonistas dando cuenta
de la visión que Plinio tenía de ellas, a qué mandato obedecían, cuál era su rol dentro de la
institución matrimonial, entre otras consideraciones.
La admiración de Plinio era hacia las buenas esposas, tal como lo representa Hispula, la
esposa de Corelio Rufo. En la carta 1.12, destinada a Calestrio Tirón, Plinio le cuenta los últimos
días y la muerte de Rufo. Allí describe a la Hispula como una mujer discreta, capaz de guardar
secretos: “Los esclavos salieron de la habitación (tenía esta costumbre, siempre que entraba uno
de sus amigos más íntimos); más aún, también su esposa salía, aunque era capaz de guardar
cualquier secreto” (Plinio:82) También la muestra como una mujer verdaderamente preocupada
por la decisión y situación del paterfamilias: “Su esposa, Hispula, me envió a un amigo común,
Gayo Germinio, con la noticia tristísima de que Corelio había decidido morir y que no podían
disuadirle ni sus ruegos ni los de su hija, que yo era el único que podía devolverle el deseo de
vivir” (Plinio:82) Podríamos pensar, tal como la describe Plinio, que Hispulia es una mujer de
buenas costumbres, que merecía el derecho a la protección de su dignitas y ser honrada como
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digna esposa.
3. a) Comentar el siguiente pasaje de la epístola 6.16 de Plinio. Para ello, tener en cuenta aspectos
como: el género literario en la Antigüedad, la definición de la epístola en Roma como género
literario; características formales de la epistolografía en Roma, sus etapas y cultivadores, relación
de este pasaje con el resto de la carta, etc.):
“…omnia mihi sunt narrata. Tu potissima excerpes: aliud est enim epistulam, aliud
historiam; aliud amico, aliud omnibus scribere”.
De acuerdo con Carmen Castillo en La epístola como género literario: de la Antigüedad a la
Edad Media Latina el género epistolar se caracterizaba por la heterogeneidad en su forma y
contenidos. La primera mención a una carta en la Antigua Grecia es en la Illíada a sí como en las
Sagradas Escrituras, la carta de Urías (2 Sam. 11.14 ss.) Ya a partir del siglo V, analiza Castillo,
los filósofos utilizaban el género para exponer sus doctrinas y especialidades. Por su parte, en
Roma se identificaron cartas dirigidas por Catón a su hijo y al cónsul Popilio de carácter
didáctico con preceptivas sobre educación. Años más tarde, aparecen unas cartas de carácter
político de Cayo Graco a M. Pomponio que hoy no se conservan. Sin embargo, la primera
colección de epístolas que se conserva, dice Castillo, es la Correspondencia de Cicerón.
Según Cicerón se pueden clasificar las epístolas en cuatro tipos: Carta-Mensaje, que
consisten en mensajes breves; Carta-Intercambio d ada entre amigos; Carta-Tratado, e n la que se
exponen ideas filosóficas y científicas; Carta Proemio, c aracterizada por ser una dedicación. De
carácter comunicacional y familiar, las cartas ciceronianas funcionaron como modelo literario
para los eruditos latinos. Frente a ellas, sostiene Castillo, Plinio inventa y desarrolla la técnica de
expresar en el género epistolar diversos temas de su ocurrencia. Así, rompió con ciertos
esquemas establecidos como ser cambiar la temática de las cartas, designando para cada una un
tema único con una elaboración más artística, introduciendo términos poéticos y evitando los
períodos excesivamente largos (Castillo: 434). Los temas eran variados: política, historia,
debates públicos, chismes de personajes célebres, recomendaciones, descripciones de fenómenos
naturales y preceptivas literarias. También supo romper con la cronología de las cartas
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publicadas hasta ese momento, diciendo que eran motivadas por el azar aunque algunos críticos
reconocen ciertos criterios de organización en ellas.
Umberto Eco, en su ensayo Retrato de Plinio de Joven, analiza la carta 6.16 tomando la
idea de concepción de 2 mundos posibles: la fábula en sí misma, y el plano discursivo. El autor
plantea la idea de que la carta da cuenta de un “contrato de veridicción” , es decir, la transmisión
de circunstancias veraces, entre Plinio y Tácito, su destinatario (Eco: 193) Eco sostiene que
Plinio busca persuadir al lector de que su tío, Plinio el Viejo, fue un héroe y que su muerte no fue
accidental o por pura negligencia y desconocimiento. Para ello da lugar al discurso
historiográfico. Hacia el final de la carta, Plinio evidencia este deseo con la frase “finem ergo
faciam.”
En síntesis, vemos que cuando Plinio sostiene que “una cosa es escribir una carta y otra
una historia, una cosa es escribir para un amigo y otra para el público” se refiere a que no es
igual escribir hechos sin más, sino que requiere de la estrategia persuasiva para lograr su
objetivo: la caracterización y defensa de sí mismo como autor. Pensar en formato literario era su
estrategia pensando siempre en su interlocutor.
b) ¿En qué otra(s) carta(s) Plinio diferencia el discurso epistolográfico del historiográfico?
Citar los pasajes correspondientes y determinar en cada caso (contexto particular de la
carta) la finalidad de dicha diferenciación.
Las cartas de Plinio constituyen una fuente de información sobre la vida y la organización social
romana de fines del Siglo I y comienzos del II como son el funcionamiento de los tribunales y la
administración provincial, las elecciones de los magistrados y el papel del Senado, el
funcionamiento del consilium principis, los derechos de sucesión y el acceso a la ciudadanía
romana, así como también la historia de las ciencias y las artes (Gonzalez Fernandez: 37) Esta
multiplicidad de discursos se evidencian en las cartas 6.16 y 6.20 enviadas a Tácito.
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Entretanto, mi madre y yo en Miseno; pero esto no tiene importancia para la historia,
y tu solo quieres tener noticias sobre la muerte de mi tío. No me voy, pues, a
extender más. Tan solo añadiré que yo te he expuesto con detalle todos los
acontecimientos de los que o bien fui testigo o bien tuve noticias inmediatamente
después de que ocurriesen, cuando se recuerdan más fielmente. Tu seleccionarás lo
más importante, pues una cosa es escribir una carta y otra un relato histórico; una
cosa escribir a un amigo y otra escribir para todos. (Plinio: 309)
Allí Plinio considera irrelevante la información que da sobre su madre y él. El foco, para él, es la
historia de heroica de su tío. Dado que sobrevalora el discurso historiográfico por sobre el
epistolar para la tarea de construcción del héroe, pone en manos de Tácito el seleccionar lo que
considere más relevante.
Nosotros, sin embargo, ni siquiera entonces, aunque hubiésemos sufrido los peligros y
todavía esperásemos otros, teníamos la intención de partir, hasta que no tuviésemos
noticias de mi tío. Tu leerás estos detalles, sin duda indignos de figurar en un relato
histórico, sin tener el propósito de transcribirlos en tu obra, y si ni siquiera te parecen
merecedoras de una carta, en verdad te culparas a ti mismo por haber sido quien los pidió.
Adiós. (Plinio: 317)
Allí Plinio encuentra del mismo modo que antes los detalles de su propio relato como “indignos
de figurar en un relato histórico”. Aclara, Será tarea de su interlocutor seleccionar u olvidarlos.
4) Elegir uno de los siguientes ejes de análisis y desarrollarlo. Justificar en cada caso con citas de
pasajes de las obras leídas:
- El tópico de la fama y la gloria ligada a la escritura y sus cultivadores, en El Arte de Amar de
Ovidio y las Epístolas de Plinio el Joven.
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En El Arte de Amar, Ovidio se posiciona como el magíster c apaz de demostrar su especialidad en la
materia que lo habilita a enseñar a un otro. Así es como en el Libro primero el Ego se compara a
los dioses en la gloriosa capacidad de saber enseñar a amar. En su caso ungido por la misma
Venus, diosa del amor: “Automedón era hábil con los carros y las flexibles riendas, Tifis era el
maestro de la popa de Hemonia: a mí Venus me designó maestro de arte del tierno amor.”
(Ovidio:3) Este Ego emisor hace referencia a su propio “saber hacer”: “La experiencia es el
motor de esta obra: atended al vate experimentado.” (Ovidio:7) Y esta capacidad se habilita,
además, en la fama y gloria que le dio a Ovidio la escritura de sus obras anteriores enmarcadas
en la elegía erótica: Amores y Remedios de amor. El éxito del amante en la conquista es atribuído
por el maestro a conquistar obsequiando no un objeto de valor material y por lo tanto descartable
o superado por otros sino palabras. Específicamente, una carta de halagos: “Por eso, que vaya
una carta y que esté surcada por palabras halagüeñas, que explore su corazón y tantee primero el
camino.” (Ovidio:57) Para esto, el maestro recomienda a su alumno la dominación de las artes
liberales y otorga ciertos preceptos para la escritura de cartas: “Aprende las artes liberales,
juventud romana, te lo aconsejo, no solo para defender reos temerosos. (...) así la joven, vencida
por tu elocuencia, ofrecerá sus manos. (...) que tu discurso evite las palabras afectadas. (...) Que
tu estilo sea creíble y tus palabras, las acostumbradas, pero también afectuosas.” (Ovidio:59)
Por lo que respecta a Plinio, como señala Julián Torres Fernández en la introducción a
Cartas (Gredos, 2005) la crítica especializada ha dado intensos debates acerca de la autenticidad
de lo doméstico en sus epístolas o la ficción de éstas. Lo que es cierto, sostiene, es que hoy no
puede negarse la calidad literaria y su cuidado al respecto. Por ejemplo, al editarlas en conjuntos
preseleccionados y someterlas a revisión de su Círculo de Amigos da cuenta de cuánta
importancia le daba el autor a sus escritos. Así le pide a Maturo Arriano en Carta II del Libro I:
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Así también el tópico de la fama y la gloria aparecen en Plinio cuando busca inmortalizar a su
tío, muerto tras una expedición al Vesubio, a través de la inscripción en los textos históricos.
Esta historia le es pedida, aparentemente, por su amigo historiador Cornelio Tácito y Plinio
entonces le encarga esta misión a través de las epístolas, ya que consideraba que el género
histórico era el adecuado para tal fin:
Me pides que te describa la muerte de mi tío para poder dejar a la posteridad un relato más
verídico de la misma. Te doy las gracias, pues me doy cuenta de que su muerte alcanzará, si es
celebrada por ti, una gloria inmortal. (Plinio:305)
Al mismo tiempo, él es el encargado de seleccionar y laudar a su tío curando las historias que
serán transmitidas a su amigo, seleccionando eventos a sabiendas del límite entre lo público y lo
privado de su lectura:
Pero así deja claro cuál es el género apropiado para la perpetuidad de la historia que desea transmitir.
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Bibliografía
- Castillo, C. La epístola como género literario: de la Antigüedad a la Edad Media latina,
E. Clás. 18, 1974, 427-442.
- Eco, Umberto (1988). De los espejos y otros ensayos. B arcelona: Lumen.
- Ovidio Nasón, Publio (2015). Arte de amar. Buenos Aires: Colihue.
- Plinio (2005). Cartas. Madrid: Gredos.
- Schniebs, Alicia (2009). “Introducción” en Ovidio Nasón, Publio, Arte de amar. B uenos
Aires, Colihue, pp.7-82.
- uenos
Schniebs, Alicia. Ovidio, Ars Amatoria I 1-30: Notas para una lectura posible, B
Aires, UBA.