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“UNIANDES”
CAMPUS SANTO DOMINGO
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA
CARRERA DE DERECHO
TEMAS:
1.- En qué beneficia al sector indígena el Convenio 169 de la OIT?
2.- Por qué se dio la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la
Poblaciones Indígenas?
3.- La diferencia entre la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la
Poblaciones Indígenas y la Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos
Indígenas
4.- Cuáles son las Bases Constitucionales y Legales del Pluralismo Jurídico en el
Ecuador?
PARALELO:
SEGUNDO B
NOMBRE:
Caldas Alexander
según el artículo 7 de este convenio los beneficios para el pueblo indígena son los
siguientes:
Los gobiernos deberán velar por que, siempre que haya lugar, se efectúen
estudios, en cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la
incidencia social, espiritual y cultural y sobre el medio ambiente que las
actividades de desarrollo previstas puedan tener sobre esos pueblos. Los
resultados de estos estudios deberán ser considerados como criterios
fundamentales para la ejecución de las actividades mencionadas.
Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos
interesados, para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que
habitan.
En resumen, Convenio 169 de la OIT establece entre otros el deber para el Estado de
consultar las medidas legislativas y administrativas susceptibles de afectar directamente
a los pueblos originarios, a través de sus instituciones representativas y procedimientos
apropiados, de conformidad a sus características socioculturales, dicho proceso debe ser
realizado de buena fe y con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el
consentimiento acerca de las medidas propuestas.
Mejoramiento de las
condiciones de vida y
Derecho de decidir
de trabajo y del nivel
sus propias
de salud y educación
prioridades en lo
de los pueblos
que atañe al proceso
interesados
de desarrollo.
2.- ¿Por qué se dio la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la
Poblaciones Indígenas?
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
fue aprobada por la Asamblea General el jueves 13 de septiembre, con 144 votos a
favor, 4 en contra y 11 abstenciones.
Antes de su adopción por la Asamblea General, la Declaración sobre los derechos de los
pueblos indígenas fue adoptada por el Consejo de Derechos Humanos el 29 de junio de
2006.
Los esfuerzos por redactar un documento específico que abordara la protección de los
pueblos indígenas a nivel internacional se iniciaron hace más de dos décadas. En 1982,
el Consejo Económico y Social estableció el Grupo de Trabajo sobre las Poblaciones
Indígenas (WGIP, por sus siglas en inglés) con el mandato de desarrollar estándares
mínimos para la protección de los pueblos indígenas.
Esta es la única declaración de la ONU que fue elaborada con los beneficiarios
mismos, los pueblos indígenas.
Plasma los derechos por los que nuestros antepasados lucharon por tanto tiempo;
nuestro derecho a la libre determinación, nuestro derecho a ser propietarios de
nuestras tierras, territorios y recursos y a controlarlos, nuestro derecho a prestar
nuestro consentimiento en forma previa, informada y libre, entre otros.
Declaración Americana
El texto de forma acertada reconoce el derecho fundamental de los pueblos indígenas a
la libre determinación, a sus territorios ancestrales, a la consulta y a un consentimiento
previo, libre e informado. A su vez, destaca su derecho a vivir libres de genocidio y
otras formas de asimilación, discriminación racial, racismo, intolerancia y violencia.
Reconoce:
Desde 1998 la Carta Magna ecuatoriana, en su artículo 191, reconoce las prácticas
ancestrales como un método alternativo de resolución de los conflictos internos, dentro
de las distintas comunidades indígenas; lo cual, a raíz de la Constitución de 2008, se ha
visto potencialmente reafirmado.
Actualmente, ya son dos las Constituciones que han reconocido al Derecho Indígena
como un método de resolución de conflictos internos: la Constitución de 1998 lo hizo
en el artículo 191, y la de 2008 en el 171.
Como consecuencia de la ratificación del Convenio 169 de la OIT, los Estados parte se
comprometieron a cambiar su sistema constitucional de tal manera que les permita la
inclusión de las prácticas y tradiciones indígenas dentro del marco del sistema
jurisdiccional nacional. Es de este modo que en su artículo 8 manifiesta la obligación de
los Estados a respetar el derecho consuetudinario ancestral, pero sobre todo a tomarlo en
consideración antes de la aplicación de la legislación nacional a los miembros de
comunidades indígenas.
Ello implica la existencia de un sistema pluralista, debido a que este se presenta como el
medio idóneo para la coexistencia de diversos métodos de administración de justicia
dentro de un mismo territorio. Además, cabe recalcar que el artículo 8 establece los
límites a las prácticas consuetudinarias indígenas, manifestando que éstas no podrán ser
“incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico
nacional ni con los derechos humanos internacionalmente reconocidos”. Así, por
ejemplo, no se permitiría que, amparándose en sus potestades jurisdiccionales, las
autoridades indígenas apliquen sanciones que violen el derecho a la vida, tales como la
pena de muerte.
“1.- En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional
y con los derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán
respetarse los métodos a los que los pueblos interesados recurren
tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por sus miembros.
2. Las autoridades y los tribunales llamados a pronunciarse sobre cuestiones
penales deberán tener en cuenta las costumbres de dichos pueblos en la
materia”.
Dicha voluntad se confirma por el artículo 10 del mismo instrumento, que menciona,
en su primer numeral, que “cuando se impongan sanciones penales previstas por la
legislación general a miembros de dichos pueblos [indígenas] deberán tenerse en
cuenta sus características económicas, sociales y culturales”. Ello implica,
efectivamente, que la legislación penal estatal no puede, ni debe ser ejecutada de igual
manera a todos los individuos que habitan en la nación, sino que, tras la adopción del
mencionado instrumento internacional, es necesario que los jueces, llamados a aplicar la
normativa penal, adecuen sus decisiones a lo estipulado en este Convenio.
Este proceso de reconocimiento del pluralismo jurídico en el Ecuador se dio por primera
vez en 1998 al contemplarse en el artículo 191 de la Constitución que:
Aquella potestad se reafirmó diez años más tarde, tras la adopción de la Carta Magna de 2008,
en la cual se reflejó nuevamente el carácter pluralista del sistema judicial en el país, al
estipularse en su artículo 171 que:
El artículo 343 del Código Orgánico de la Función Judicial proclama necesario que
los servidores judiciales tengan en consideración, para su actuación y toma de
decisiones, los siguientes principios: Diversidad, Igualdad, Non Bis In Ídem, Pro
Jurisdicción Indígena e Interpretación Intercultural.
Por otro lado, el principio de Non Bis In Ídem configura una garantía procesal para el
respeto de los derechos humanos, y resulta imprescindible su mención como principio
rector de un sistema jurídico pluralista. Justamente por la naturaleza de dicho sistema,
es sumamente necesario proporcionar medidas que garanticen la seguridad jurídica
dentro de la sociedad, la cual puede verse en riesgo al no saber si los individuos podrán
ser sometidos a un doble juzgamiento en virtud a la pluralidad de jurisdicciones.
El numeral 9 del artículo 5 del referido cuerpo legal manifiesta que el derecho al debido
proceso penal se regirá por los siguientes principios:
9. Prohibición de doble Juzgamiento: ninguna persona podrá ser juzgada ni
penada más de una vez por los mismos hechos. “Los casos resueltos por la
jurisdicción indígena son considerados para este efecto”.
Desde 1998 la Carta Magna ecuatoriana, en su artículo 191, reconoce las prácticas ancestrales como un
método alternativo de resolución de los conflictos internos, dentro de las distintas comunidades indígenas; lo
cual, a raíz de la Constitución de 2008, se ha visto potencialmente reafirmado.
Art. 5.- Prohibición de doble Juzgamiento: ninguna persona podrá ser juzgada
Pluralismo jurídico en el Código ni penada más de una vez por los mismos hechos. “Los casos resueltos por la
Orgánico Integral Penal
jurisdicción indígena son considerados para este efecto”.
BIBLIOGRAFÍA