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No Lavado
Son varias las razones que hacen de este método el preferido de los cerveceros
caseros. Es simple, rápido, evita la formación de canales y reduce al mínimo la
extracción de compuestos fenólicos.
Este tipo de lavado es simple porque no se necesita un equipo especial para
realizarlo. Simplemente se precisa poder verter agua en la parte superior del
macerador.
A diferencia del lavado continuo donde el mosto de la parte inferior del macerador
es más denso que el de arriba, en este método la densidad del mosto es siempre
uniforme.
La formación de canales en la cama de grano tampoco es una preocupación
porque la mezcla del empaste posterior a cada adición de agua permite el
contacto uniforme del grano con el líquido de lavado. En el lavado continuo la
cama de grano no se revuelve y la formación de canales produce una disminución
del rendimiento, por eso requiere mayor control.
Por último en el lavado por etapas, el cervecero no necesita continuamente
supervisar el proceso para igualar el volumen de agua que entra con el volumen
de mosto que se drena a la olla de hervor.
Al actuar por dilusión, no es preciso que el agua de lavado fluya lentamente detrás
del mosto para arrastrar el extracto como en el lavado contínuo (que en algunos
casos puede llegar a tardar hasta 90 min). De esta manera y a pesar que se debe
mezclar, asentar y recircular el empaste con cada adición de agua, aseguran los
defensores de este método que se tarda menos tiempo porque el mosto puede ser
drenado mucho mas rápido. Sin embargo se debe tener en cuenta que una salida
rápida puede causar la compactación de la cama de grano y hacer más lento o
interrumpir por completo la recolección de mosto. Por otro lado un drenaje rápido
puede dar lugar a un mosto con un contenido más alto de lípidos
LAVADO CONTINUO
La eficacia aumenta con niveles más altos de agua de lavado, pero la calidad del
mosto sufre porque a mayor volumen de agua mayor es la capacidad de disolver
sustancias indeseables (los taninos y los otros fenoles, silicato, ceniza). Por lo
tanto, si bien el volumen de agua usado en la obtención del mosto es básicamente
constante, los cerveceros varian las proporciones aplicadas al empaste y al
lavado dependiendo del estilo que desean elaborar y el perfil que quieren lograr.
Por ejemplo, los alemanes utilizan volúmenes más altos de agua en el empaste y
bajan el volúmen de esta en el lavado para hacer cervezas delicadas del tipo
Pilsner, donde los fenoles son indeseables. Sin embargo, para cervezas con más
cuerpo como Marzen usan volúmenes más bajos de agua en el empaste y un
lavado más intenso para extraer los sabores maltosos.
NO LAVADO
Por último existe una manera de extraer los azúcares en la cual no se realizan
adiciones de agua para lavar el grano. En este método el agua calculada para el
lavado se agrega junto con el agua de maceración. En pocas palabras, el empaste
se hace con todo el grano con toda el agua junta (maceracion + lavado). Se
mezcla todo para asegurar la mayor extracción, se deja asentar para que se forme
la capa filtrante, se recircula y se drena todo el mosto de una sola vez hacia la
caldera. Para realizar esta operación se necesita un macerador de mayor
capacidad.