Esto era una vez un rebaño de demás se dieran cuenta. elefantes. Había elefantes jóvenes, elefantes viejos, elefantes gordos, elefantes altos y elefantes flacos. Caminó a través de la selva y se Elefantes así y asá y de encontró con otros animales. cualquier otra forma, todos Todos le decía: diferentes, pero todos felices y todos del mismo color . . . Buenos días, Elmer. Y Elmer menos Elmer. contestaba a cada uno: ¡Buenos días! Elmer era diferente. Elmer era de colores. Elmer era amarillo y Después de una larga caminata, naranja y rojo y rosa y morado y Elmer encontró lo que andaba azul y verde y negro y blanco. buscando: un árbol bastante Elmer no era color elefante. Y alto. Un árbol lleno de frutos era Elmer el que hacía felices a color elefante. Elmer agarró el los elefantes. tronco con la trompa y sacudió el árbol hasta que todos los Algunas veces Elmer jugaba con frutos cayeron al suelo. los elefantes, otras veces los elefantes jugaban con él; pero Cuando el suelo quedó cubierto casi siempre que alguien se reía de frutos, Elmer se tiró encima era porque Elmer había hecho de ellos y se revolvió una vez y algo divertido. otra, de un lado y del otro, hasta que no quedó ni rastro de Una noche Elmer no podía amarillo, de naranja, de rojo, de dormir porque se puso a pensar, rosa, de morado, de azul, de y el pensamiento que estaba verde, de negro o de blanco. pensando era que estaba harto Cuando terminó de revolcarse, de ser diferente. “¿Quién ha Elmer era igual que cualquier oído nunca hablar de un otro elefante. elefante de colores?”, pensó. “Por eso todos se ríen cuando Después de esto, Elmer me ven.” Y por la mañana emprendió el camino de vuelta temprano, cuando casi nadie a su rebaño. Se encontró de estaba todavía despierto del nuevo con los animales. Esta trompa y gritó con todas sus vez le decían todos: fuerzas:
Buenos días, elefante. Y Elmer ¡¡¡TURURÚÚÚ. . . .!!!
sonreía y contestaba: Los elefantes saltaron por el Buenos días – y estaba aire de pura sorpresa y cayeron encantado de que no le patas arriba: reconocieran. Ah, uh, oh . . .! exclamaron, y Cuando Elmer se encontró con luego vieron a Elmer que se los otros elefantes vio que moría de risa. estaban todos de pie y muy quietos. Ninguno se dio cuenta de que Elmer se acercaba y se ponía en el centro del rebaño. ¡Elmer! –dijeron. ¡Seguro que es Al cabo de un rato Elmer se dio Elmer! Y todos los elefantes cuenta de que algo raro pasaba; empezaron a reírse como nunca pero ¿Qué podía ser? Miró a su se habían reído antes. alrededor: era la misma selva de siempre, el mismo cielo Y mientras se estaba riendo luminoso de siempre, la misma empezó a llover; la nube nube cargada de lluvia que descargaba toda el agua que aparecía siempre de vez en llevaba y los colores de Elmer cuando y finalmente los mismos empezaban a verse otra vez. elefantes de siempre. Elmer los Los elefantes se reían cada vez miró bien. más al ver que la lluvia duchaba a Elmer y le devolvía sus Los elefantes permanecían colores naturales. completamente quietos. Elmer no los había visto nunca tan ¡Ay, Elmer! Tus bromas han sido serios. Cuanto más miraba a siempre divertidas, pero ésta ha aquellos elefantes tan serios, sido la más divertida de todas – tan silenciosos, tan quietos y dijo un viejo elefante, tan aburridos, más ganas le ahogándose de risa. Y otro entraban de reír. Por fin no pudo propuso: Vamos a celebrar una aguantarse más, levantó la fiesta en honor de Elmer. Todos nos pintaremos de colores y Elmer se pondrá de color elefante.
Y eso fue justamente lo que
todos los elefantes hicieron. Cada uno se pintó como mejor le pareció y, desde entonces, una vez al año repiten esta fiesta. Si en uno de esos días especiales alguien ve a un elefante color elefante, puede estar seguro de que es Elmer.