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DISCURSO DE GRADUACIÓN

POR: Valeria López Bedoya


Buenas tardes. Directivos, profesores, padres de familia, hermanos, amigos y
compañeros. Es para mí motivo de gran orgullo y satisfacción estar pronunciando
estas palabras de nostalgia, agradecimiento y plenitud en nombre de los
graduandos.
En el día de hoy quiero manifestar en nombre de toda la promoción 2019 nuestro
agradecimiento a todos los presentes por reunirse con nosotros una vez más en esta
institución educativa, la cual un día nos recibió con los brazos abiertos y desde ese
momento nos ha visto crecer.
Cuando llega el fin de una etapa de nuestras vidas, pensamos en todas las metas y
objetivos que nos planteamos al inicio de estas mismas; las vivencias, las sonrisas
compartidas, los sueños cumplidos y los que aún quedan por concretar. Es tiempo
de crear un puente entre lo planeado y lo alcanzado, entre aquello que nos permitió
ser mejores personas y lo que nos queda por trabajar todavía.
Es difícil expresar en unas cuantas palabras la lluvia de sensaciones y emociones
por las cuales pasan nuestros corazones, almas y espíritus al darnos cuenta que
pronto dejaremos de portar este uniforme que estuvo junto a nosotros todos los días
distinguiéndonos como estudiantes de esta gran institución.

En cada uno de los rincones de nuestro querido colegio quedaran guardados esos
momentos de felicidad, tristezas, triunfos y dificultades por las que tuvimos que
pasar para llegar hasta este punto, donde le colocamos fin a una etapa tan
importante para nosotros y abrimos el futuro que nos espera como mujeres y
hombres dignos, trabajadores, luchadores y emprendedores ya que fue la formación
que se nos brindó durante las jornadas de cada día.

Sé que nos costará olvidar las risas, los juegos, las peleas con los amigos, los
concursos, los partidos de básquet y fútbol que nos unían y separaban por
momentos, como olvidar las barras en los torneos, las discusiones con los
profesores por desacuerdos, el fútbol americano en cada convivencia, los toques
improvisados, gritar en grupo “vamos mi fénix” cuando el profesor no estaba,
cantar “feliz cumpleaños” aun cuando nadie estaba cumpliendo años, como olvidar
al amigo de la cabeza grande, el amigo delgado, el gordito tierno, el que hace reír a
todos, el que interrumpe todas las clases, los que nunca dicen nada, los que lo
saben todo, las del salón de belleza, los que dirigen las actividades y los que les
hacen caso… y definitivamente como olvidar la alegría infinita al sonar el timbre
de salida. Como olvidar los colores de nuestra bandera, el lema que nos distingue
como estudiantes presentación y que recordaremos con orgullo: “piedad, sencillez
y trabajo”, nuestra querida Niña María que siempre nos acompaña, la oración de
cada día, y como olvidar cada frase y letra de nuestro himno, en especial los versos
“Tras las huellas que suben al templo/ coloquemos el alma una flor/ ella guía
modelo y ejemplo/ y tras ella la presentación”.

Como estudiantes tuvimos la fortuna infinita de tener a personas que fueron más
que unos guías, más que unos profesores, personas que asumieron el papel de unos
segundos padres; mostrando con su trabajo una formación completa para que
pudiéramos defendernos en cada uno de los campos académicos que nos esperan al
salir de nuestro colegio y a afrontar cada uno de los retos; ya que caminar hacia el
éxito requiere decisión y fortaleza para vencer  las dificultades que se presentan
para encontrar un nuevo sol en nuestro horizonte.

Hoy nos encontramos a un paso de la puerta de salida y es cuando volteamos atrás


para ver todo lo recorrido, recordar aquellas personas que, aunque iniciaron con
nosotros no se encuentran hoy aquí y reconociendo ante todos ustedes que este
colegio nos dio más de lo necesario para crear nuestras bases y es momento de que
nosotros continuemos construyendo este edificio.

Una vez más recordemos a nuestra amiga Sarah, quien esperamos que su espíritu
esté siempre en paz; y a nuestro amigo Juan de Dios, quien extrañamos mucho y
esperamos verlo pronto. Por último, recordemos los nombres con los que se nos
distinguió durante nuestro tiempo juntos: Lady, Camorro, Pato, Caña, Torres,
Juanjo, Dogol, Carlitos, Jhon, Yuri, Cami, Yuli, Danna, Pollo, China, Sofi, Rosita,
Lina, Nalle, Gilsito, Aleja, Maria Paula, Manu, Jacke, Kate, Majo, Nata, Charro,
Mono y Vale.

La promoción 2019 expresa con satisfacción y alegría infinita que ser estudiante
del Colegio de La Presentación es todo un honor y ser ex alumno de éste es un
privilegio y orgullo que llevaremos en nuestros corazones para toda la vida.

Nuestra eterna gratitud para todos y cada uno de ustedes, que Dios los bendiga.

Solo queda decir… Buen viaje amigos.

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