Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Pero durante esos días su abuela jirafa le enseñó a tejer, y así, antes de salir de nuevo a
jugar, pudo hacerse una enorme bufanda para proteger su largo cuello del frío. Pero no fue
suficiente, tuvo que tejer una segunda, y luego una tercera… ¡hasta 4 bufandas! Y le
quedaron tan bonitas que el resto de jirafas le pidieron que les tejiera también a ellas unas
bufandas de muchos colores para protegerse del frío.